Hoy vamos a hablar de la famosa “generación beat” y en especial de su fundador Jack

Kerouack, pero para esto, primero hay qué hacerse algunas preguntas ineludibles:
¿realmente existió una generación beat? ¿Existe una filosofía propia de esta
generación? qué es exactamente este fenómeno?

La Filosofía de la generación Beat por Jack Kerouack comienza por la siguiente

máxima: Corderos, no leones.A lo qué yo agrego: la generación beat es una especie de
"guerrilla cultural" en Estados Unidos.
En su obra “la filosofía de la generación beat” que no es, en mi opinión, la mejor obra
del autor ni la más prolija pues se trata de un conjunto de textos elaborados para
distintos medios que abordan la temática del movimiento beat o estan escritos bajo su
influjo. El autor esboza una lectura imprescindible para todo el que disfrute de los
autores enmarcados en este movimiento Beat o Beatnik, autores como Burroughs, Allen
Ginsberg, entre otros.
A veces se nos da por pensar en esta generación tan extraña, si es que fue una
generaciòn y no un movimiento, como una guerrilla cultural norteamericana, una
guerrilla cultural como la que una sociedad tan opresiva como la estadounidense y màs
en esa epocam podía y debía tener.
Abunda en la izquierda tradicional el mote de libertinos o funcionales para esta pandilla
de autores desbocados. Sin embargo es innegable que rompieron esquemas en el
mundo de las letras, y que más de un autor de marcada tendencia revolucionaria se
nutrio de estos autores para componer obras en dónde se pudiera revolucionar desde el
lenguaje y desde las ideas, incluso Allen Ginsberg fue defensor de la revolucion cubana
y más de una vez viajo al país caribeño. Sin embargo, habìa en esta corriente literaria
un horizonte de libertad distinto y en cierto punto asociado a la vida privada o relacional,
distinto al que el que se manejaba hasta ese momento, en gran parte de la izquierda
màs mojigata que no dejaba de regirse por muchos de los parametros culturales de la
epoca.
Asì, estos "vándalos" irrumpieron en el mundo cultural de los sesenta, setenta y hasta
ochentas, como terroristas de la palabra y aunque perdieron, ya nada volvería a ser
como antes, una nueva búsqueda literaria había nacido, una búsqueda que siempre se
sintió incómoda con lo establecido y las etiquetas.
Decia Kerouac en su libro: "¿Que clase de cultura vamos a tener con gente gris de cara
gris que repite: eso está mal, eso no está bien, eso está mal?" "Beat no significa ni
abatido ni exhausto; más bien, quiere decir beato, la palabra italiana que designa lo
beatifico: vivir en estado de beatitud, como San Francisco, intentar amar la vida en
todas sus formas, ser sincero, mantener la paciencia en el sufrimiento, practicar la
bondad, cultivar la alegría. ¿De qué modo cumplir con esto en nuestro mundo moderno
de multiplicidades y millones?"