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EXPOSICION DEL MOTIVO: El precepto penal de orden sustantivo que se cita como
infringido textualmente dice: “Artículo 24.1: Se halla exento de responsabilidad penal:
a) Agresión Ilegitima.
Partiendo de este extremo es importante destacar que el Tribunal considera que el imputado
le causó la muerte al ofendido, pero que dicha muerte se cobija en una causa de
justificación y consecuentemente se exime de responsabilidad penal al imputado.
Tal y como lo señala en el numeral Quinto y Sexto de la Fundamentación Jurídica cuando
expresó:
Quien ingreso de manera violenta a su casa de habitación, por lo que ante tal situación y no
encontrando otro medio para terminar la agresión actual de la que se encontraba siendo
objeto el señor E. H., no le quedó otra opción al señor H. O. A. O., que inferirle una herida
con arma blanca al hoy occiso la que le provocó la muerte.
Por tanto la acción del hoy imputado se encuentra amparada en la causa de justificación
consignada en el Artículo 24 Numeral 1 del Código Penal, quedando excluida la
antijuricidad del comportamiento humano adoptado por el encausado, por lo que si no
existe antijuricidad no puede existir delito, y por tal razón el acusado debe ser absuelto de
toda responsabilidad penal.
SEXTO: Que éste Tribunal también es del criterio que en la presente causa al igual existió
la necesidad racional de defender la vida e integridad corporal y los derechos del señor E.
H., y así mismo existió proporcionalidad en el medio empleado por parte del acusado para
impedir que el hoy occiso continuara con la agresión ilegitima de que estaba siendo objeto
el señor E. H.
Se ha podido demostrar que no existen indicios que el hoy imputado H. O. A. O. haya dado
lugar a la agresión sufrida por EL OFENDIDO H. mediante algún tipo de provocación,
pues ha quedado probado que el hoy occiso J. E. M. H., sin motivo alguno agredió a E. H.,
y que el imputado salió en defensa de éste.
Dado lo anterior, el Ministerio Público recurre al percibir existe una aplicación indebida del
artículo 24 numeral primero del Código Penal, ya que se considera que no concurre el
segundo de los requisitos (Necesidad racional del medio empleado para impedirla o
repelerla).
No hay proporcionalidad entre la agresión y la defensa, como tampoco lo hay entre los
medios utilizados por el agresor y los utilizados en este caso por el defensor.
DEL RECURSO DE CASACION POR INFRACCION DE LEY EN SU MOTIVO
PRIMERO INTERPUESTO POR EL MINISTERIO PUBLICO
Sobre la Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla: este segundo
requisito es importante enfatizar que aunque para argumentar la concurrencia de este
requisito suele acudirse a la proporcionalidad de los medios empleados para la defensa en
relación a la agresión, el precepto penal no estipula la proporcionalidad como un requisito
de la legítima defensa.
Lo que el código establece es la necesidad racional del medio empleado para impedirla o
repelerla, de manera que no rige el principio de proporcionalidad pues racionalidad no
puede entenderse como proporcionalidad entre los medios empleados por agresor y
defensor ni tampoco como proporcionalidad entre los bienes jurídicos afectados de uno y
otro lado.
Aunque eventualmente pudiera analizarse la proporcionalidad de los medios, esto sería solo
como un elemento adicional para determinar la necesidad racional de la defensa
Llegados a este punto del análisis es necesario distinguir entre lo que se denomina exceso
extensivo del exceso intensivo de la legítima defensa. “El primero se da cuando la defensa
se prolonga durante más tiempo del que dura la actualidad de la agresión y el segundo
supone, en cambio, que la agresión es actual pero que la defensa podría y debería adoptar
una intensidad lesiva menor.
Resulta obvio que no concurre una necesidad racional del medio empleado para repeler la
agresión, sobre todos si tomamos en consideración que el ahora occiso agredía a una
persona a puñetazos y empellones y que no portaba ningún tipo de arma que posibilitara
aumentar el riesgo contra la integridad física de la persona que agredía.
Más del que dimana de una pelea con los puños, convirtiéndose la defensa empleada por el
encausado en una defensa irracional por la inadecuada elección del medio pues debido a la
naturaleza de los acontecimientos no se aprecia la necesidad de intervenir con un arma
blanca.
Por ello el exceso innecesario de la defensa se convierte totalmente en antijurídico pues “el
exceso que se produce cuando no se afirma esa racionalidad entre acto agresivo y acto
defensivo presenta, según doctrina unánime, un carácter antijurídico indiscutible.
DEL RECURSO DE CASACION POR INFRACCION DE LEY EN SU MOTIVO
SEGUNDO INTERPUESTO POR EL MINISTERIO PUBLICO
Invoca el recurrente como motivo de casación la falta de aplicación del artículo 116 del
Código Penal, citando como precepto autorizante el artículo 360 del Código Procesal Penal.
De estos puntos de hecho es que resulta claramente identificada la infracción por violación
de los artículos 116 del Código Penal, citados en relación con los artículos 13, segundo
párrafo, y 32 primer párrafo de la ley precitada.
Es por ello, que al realizar la subsunción típica del factum que el Tribunal de Sentencia
consideró como verdad incuestionable, se violentó por falta de aplicación los preceptos
penales sustantivos contenidos en los artículos 116 primer párrafo, 13 segundo párrafo, y
32 primer párrafo del Código Penal.
Esta Sala de lo Penal realizado el análisis comparativo entre el hecho probado y las
normas penales que el censor pretenden sean aplicadas y resuelve en base a las
consideraciones siguientes:
En primer lugar porque el relato fáctico no coincide con el precepto penal que autoriza la
legítima defensa de otro, sobre todo por la ausencia del segundo de los requisitos de la
legítima defensa atinente a la necesidad racional de medio empleado para impedirla o
repelerla y que fue explicado en el acápite anterior.
En segundo lugar, porque los hechos probados ciertamente son congruentes con las
descripción del injusto penal contemplado en el artículo 116 del Código Penal, ya que
justamente describen la muerte de una persona sin concurrir las circunstancias de los
artículos subsiguientes de dicho código.
En cuyos hechos puede apreciarse la participación del imputado a título de autor pues ha
tomado parte directa en la ejecución del hecho, produciendo intencionalmente la muerte de
una persona, en este caso ha segado la vida del señor J. E. M. H., y lo ha hecho mediante
un dolo directo.
Se impone acudir a la falta de aplicación de la norma como motivo de casación, por lo tanto
es procedente el motivo de casación invocado.6 Por lo tanto, esta Sala de lo Penal,
encuentra que el señor H. O. A. O. es responsable penalmente a título de autor del delito de
Homicidio Simple en perjuicio del señor J. E. M. H. y para efectos de fijar la pena concreta
se considera que no concurren circunstancias agravantes y si la atenuante antes analizada,
en consecuencia, debe ser condenado por el delito antes referido.
SEGUNDO: Casa la sentencia veintinueve de enero del año dos mil diez, dictada por el
Tribunal de Sentencia del Departamento de Olancho de la siguiente manera:
3) Sin Costas.