Rol : C-23.176-2019
Caratulado : “Poller/Rosenberg”
Cuaderno : Principal
Observaciones a la prueba.
Con fecha 16 de octubre de 2019, S.S. dictó la interlocutoria de prueba, fijando como
único hecho substancial, pertinente y controvertido, el siguiente:
1
Este punto de prueba básicamente exigía a los demandantes probar la causal
de indignidad que alegan en su demanda, cual es, la del artículo 968 N° 1 del
Código Civil.
2
En concreto, como es fácil apreciar, los demandantes, sin mediar siquiera
una denuncia o querella penal previa, construyeron su caso en base a
imputaciones de homicidio a sus hermanas.
1
Véase Sentencia de fecha 19 de marzo de 2008, dictada por Corte de Apelaciones de Rancagua, causa
Rol N° 324-2007; Sentencia de fecha 03 de noviembre de 2011, dictada por la Corte de Apelaciones de
Valdivia, causa Rol N° 617-2011; y Sentencia de fecha 15 de diciembre de 2014, dictada por la Corte
de Apelaciones de Concepción, causa Rol N° 349-2014.
2
C. Santiago, 26 abril 1938. R., t. 36, sec. 2ª, pp. 56-57, Considerando Primero.
3
A pesar de lo anterior, es decir, de tener por completo la carga de la
prueba del único punto fijado por S.S., la parte demandante no aportó
ninguna prueba sustancial o pertinente que probara su caso, ni mucho
menos acompañó la sentencia penal condenatoria previa que exige la ley.
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Así, del objeto y de las conclusiones del “informe forense”, queda
claramente demostrado que dicho instrumento privado evaluó conductas
de terceros ajenos a este pleito, y no conductas atribuibles a las
demandadas, por lo que mal podría dicho documento probar que mis
representadas incurrieron en conductas activas u omisivas que
configuren el delito de homicidio, tal como lo exige el único punto de
prueba de autos.
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No hay mucho más que decir S.S. La parte demandante se equivocó de juicio.
Al parecer los demandantes erradamente creyeron que se encontraban en un
juicio de responsabilidad médica contra la Clínica Tabancura, demanda que
curiosamente tampoco han iniciado, a pesar de acusar con tanta seguridad y
vehemencia, que se habría incurrido en negligencia médica al aplicar el
protocolo de “Límite de Esfuerzo Terapéutico” (en adelante “LET”) a la
causante Sra. Liselotte Rosenberg C.
Con fecha 30 de enero de 2020, los actores acompañaron (folios 53, 54 y 55),
instrumentos privados consistentes en supuestas copias simples de fichas
médicas y certificados emitidos por Hogares Alemanes S.A., Clínica Red
Salud Vitacura S.A., Help S.A., y SK Medical Care S.A.
3
Corte de Apelaciones de Santiago, 5.12.1980. RDJ. T. 77. Sec. 2. Pág. 154.
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En efecto, la contraria presentó supuestos antecedentes médicos de la Sra.
Liselotte Rosenberg de una forma incompleta, inconexa y antojadiza, con el
solo fin de crear la macabra historia que funda su demanda, esta es, que las
Sras. Birgit y Silke Poller, hermanas de los demandantes, habrían maquinado
el homicidio de su madre, tomando la decisión de no otorgarle los
tratamientos terapéuticos que necesitaba para seguir con vida.
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S.S., es bien sabido que el protocolo médico denominado “Límite
de Esfuerzo Terapéutico” es una decisión médica, es decir, por
más que mis representadas lo hayan sugerido, en base a la propia
recomendación de los médicos, a razones humanitarias y
respetando estrictamente el deseo de su madre expresado en vida,
la decisión final y última la tuvo el personal médico a cargo de la
paciente, no sus familiares. No podría ser de otra forma, sino los
médicos serían meros instrumentos de los deseos de familiares sin
los conocimientos necesarios para tomar dichas decisiones clínicas.
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Las afirmaciones anteriores se encuentran ratificadas por el testigo de
esta parte, Dr. Javier Gárate (no tachado), quien depuso en
audiencia de fecha 30 de enero de 2020 (folio 51), médico tratante de
la Sra. Rosenberg al ingreso en la Unidad de Pacientes Críticos de la
Clínica Tabancura, y también quien suscribió la epicrisis de su
fallecimiento, quien, repreguntado para que explicara el sentido y
alcance del “Límite de Esfuerzo Terapéutico”, fue tajante en señalar
que es una decisión del equipo médico, no de los familiares, sin
perjuicio de que éstos pueden sugerirlo, tal como se ve a continuación:
Por último, el testigo Dr. Javier Gárate, declarando al tenor del punto
de prueba de autos, fue elocuente en señalar que la decisión de aplicar
el LET, fue correctamente aplicada, considerando razones médicas
concretas y objetivas:
10
Adicionalmente, es pertinente destacar aquí la declaración de la testigo
de esta parte, Enfermera Sra. Flor María Hermosilla (no tachada),
quien depuso en audiencia de fecha 31 de enero de 2020 (folio 59),
enfermera a cargo de la Sra. Liselotte Rosenberg en Hogares
Alemanes, hogar de adultos mayores donde residía la Sra. Rosenberg,
quien, declarando al tenor del punto de prueba de autos, dio cuenta que
la sugerencia de limitar el esfuerzo terapéutico a la paciente no sólo
provino del personal médico de la Clínica Tabancura, sino también del
personal médico geriátrico que trataba a la Sra. Rosenberg en el propio
hogar donde residía, tal como se ve a continuación:
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En suma S.S., la afirmación contraria de que “las decisiones e
instrucciones de las hijas Birgit Poller y Silke Poller condenaron a
la muerte a su madre Lisellote Rosenberg al negarle los tratamientos
necesarios para su restablecimiento dejándola perecer pudiendo
salvarla”4, no sólo es una afirmación desgarradoramente injusta y
calumniosa para mis representadas (las únicas que estuvieron al
cuidado de su madre); sino que es una acusación completamente
inconsistente con los hechos, tal como lo dan cuenta los testigos
involucrados en la decisión de aplicar el “LET”, y con el derecho,
pues desconoce absolutamente cómo opera el referido protocolo
médico.
4
Escrito de observaciones a la prueba de la parte demandante.
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Es decir, primero la contraria alega que el hecho de que la Sra.
Rosenberg se hubiese negado a dializarse era una falacia inventada por
esta parte, que no constaba en ninguna parte de la ficha clínica. Sin
embargo, luego reconoce que en la propia ficha médica que acompaña,
sí consta que la paciente Sra. Rosenberg se negó a la terapia dialítica,
pero esta vez dice que se negaba por no necesitarla aún.
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c. Prueba documental (objetada) rendida por la parte demandante:
el registro de transacciones bancarias desde marzo 2009 a
diciembre 2018, de la cuenta corriente perteneciente a la Sra.
Liselotte Rosenberg
Sin embargo S.S., más allá de la impertinencia de la prueba aportada por los
demandantes, lo grave, es que se trata de información confidencial protegida
por el secreto bancario, es decir, se entiende que esta información es parte de
la privacidad de los clientes del sistema financiero.
5
Corte de Apelaciones de Santiago, 5.12.1980. RDJ. T. 77. Sec. 2. Pág. 154.
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En Chile actualmente existe una consagración expresa del secreto bancario. El
derecho a la intimidad se encuentra reconocido en nuestra Constitución en el
artículo 19 Nº5, estableciendo que “La Constitución asegura a todas las
personas: (..) 5º La inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación
privada. El hogar sólo puede allanarse y las comunicaciones y documentos
privados interceptarse, abrirse o registrarse en los casos y formas
determinados por la ley”.
Pues bien, es del caso que los demandantes no fueron capaces de respetar
el derecho a la intimidad, en su aspecto económico, de su madre, aun
después de fallecida, acompañando y publicando, sin autorización
judicial previa, todos los movimientos bancarios de la causante nada más
ni nada menos que desde el año 2009, en un juicio público como el de
autos, y sin ninguna utilidad aparente.
Otro tanto ocurre con el hecho de que la cuenta corriente, cuyos movimientos
los actores acompañan sin tapujos a un juicio público, también pertenece a mi
representada, la Sra. Birgit Poller, pues se trataba de una cuenta bipersonal.
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Las excepciones al secreto bancario, contenidas en este artículo, son respecto de: (1) el titular o de
quien haya sido facultado expresamente por éste; (2) los Tribunales de Justicia en las causas civiles o
criminales seguidas contra el titular; (3) el Ministerio Público, en sus investigaciones, previa
autorización judicial; y (4) el Ministerio Público, también previa autorización judicial, en
investigaciones seguidas contra empleados públicos por delitos cometidos en el ejercicio de sus
funciones.
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Como todo el caso contrario, todas las afirmaciones anteriores son
absolutamente falsas. Veamos.
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iii. Es falso que las cuentas bipersonales no pueden cerrarse por los
herederos y siguen activas con el segundo titular. Esto es
conocimiento común S.S. Al respecto, la página web del propio Banco
Santander, donde se mantenía la cuenta corriente bipersonal de la Sra.
Rosenberg con su hija Birgit Poller, señala lo siguiente: “Una vez que
se toma conocimiento de la muerte de uno de los titulares de una
cuenta pluripersonal, el Banco debe suspender respecto de los demás
titulares, la devolución de los fondos existentes en la cuenta, hasta que
los herederos hayan tramitado la posesión efectiva de los bienes
quedados al fallecimiento del titular y acrediten el pago del impuesto
a la herencia o la exención del mismo”.7 Sobran comentarios.
7
https://ayuda.santander.cl/personas/cuenta-corriente/funcionamiento-cuenta-plan/que-pasa-si-muere-
un-cliente-titular-de-una-cuenta-corriente-pluripersonal/
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Sólo recordar, que el único testigo de la parte demandante, Sr. Luis Ravanal,
en declaración testimonial de fecha 03 de febrero de 2019 (folio 62),
reconoció expresamente que él no había valorado ni analizado conductas
atribuibles a mis representadas, tal como se ve a continuación:
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III. CONCLUSIONES
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