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En ese sentido, Ulloa identifica dos clases de vicios del procedimiento regular: “los

esenciales y los no esenciales. Si se produce un vicio trascendente en el


procedimiento; entonces el acto administrativo será pasible de nulidad; más, si el
defecto producido no es esencial, estaremos ante un caso de conservación del acto
administrativo.” (Ulloa, 2019, 95)

3. Validez y nulidad del acto administrativo

De acuerdo con el artículo 8 de la Ley 27444, la validez consiste en que el acto


administrativo esté dictado conforme al ordenamiento jurídico.

Todo acto administrativo se considera válido en tanto su pretendida nulidad no sea


declarada por autoridad administrativa o jurisdiccional, según corresponda.

De acuerdo a lo señalado por el artículo 15 de la Ley 27444, los vicios incurridos en la


ejecución de un acto administrativo, o en su notificación a los administrados, son
independientes de su validez.

4. Causales de nulidad del acto administrativo

Los vicios del acto administrativo son los que causan su nulidad de pleno derecho.
En nuestro ordenamiento se enumeran de la siguiente manera:

1. La contravención a la Constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias.

2. El defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se


presente alguno de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el Artículo
14.

3. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación


automática o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades, o
derechos, cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumplen
con los requisitos, documentación o tramites esenciales para su adquisición.
4. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten
como consecuencia de la misma.

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