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Hermenéutica

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Hermes, mensajero de los dioses, la inspiración del nombre Hermenéutica.

La hermenéutica (del griego ἑρμηνευτικὴ τέχνη [hermeneutiké tekhne], 'arte de


interpretar y, asimismo, explicar o traducir’) es el arte de la interpretación,
explicación y traducción de la comunicación escrita, la comunicación verbal y, ya
secundariamente, la comunicación no verbal. Su concepto central de constitución
moderna es el de comprensión (Verstehen) de textos escritos importantes.

La necesidad de una disciplina hermenéutica viene determinada por las complejidades


del lenguaje, que frecuentemente conducen a conclusiones diferentes e incluso
contrapuestas en lo que se refiere al significado de los textos. La hermenéutica,
eminentemente desde Schleiermacher, su fundamentado moderno, responde a la máxima
célebre de alcanzar a comprender al autor mejor de lo que él mismo alcanzaba a
comprenderse. La hermenéutica intenta descifrar el significado complejo, oculto o
no evidente que subyace en el discurso y, a este fin, intenta la exégesis de la
razón misma sobre el significado.1

A veces «exégesis» y «hermenéutica» se usan como términos sinónimos, pero la


hermenéutica es una disciplina metodológica más amplia por cuanto resulta difícil
fijar sus límites y puede abarcar no solo la comunicación escrita, verbal, sino
también no verbal. 'Hermenéutica', como sustantivo singular, se refiere a un método
particular de interpretación (a diferencia de un criterio de 'doble hermenéutica').
La exégesis se centra especialmente en las escrituras sagradas y los textos
filosóficos y artísticos.23

La «consistencia hermenéutica» atañe al examen de textos para alcanzar una


explicación coherente de estos. Hermenéutica, en filosofía, se refiere
principalmente, tras Schleiermacher, a la teoría del conocimiento iniciada por
Martin Heidegger, desarrollada por Hans-Georg Gadamer en su tesis Verdad y método,
y otros pensadores y escuelas del siglo XX, como es el caso Bultmann, de Luigi
Pareyson o de Paul Ricoeur.4 Algunos intelectuales ajenos a la tradición
humanística, como Murray Rothbard, consideran la hermenéutica un «sinsentido
mistificante» e «incomprensible».5

La hermenéutica fue inicialmente aplicada a la interpretación, o exégesis, de las


escrituras sagradas. El método hermenéutico, tras las escuelas antiguas, de
Alejandría a Antioquía o Pérgamo, obtuvo un centramiento técnico con Flacius y
posteriormente con Meier, para obtener en el pensamiento de Friedrich
Schleiermacher su cima en tanto que método total dirigido a la «comprensión», es
decir relativo tanto a la lógica y la gramática como a la retórica y a la
dialéctica y a la historia, según explicó Dilthey.6

Es cierto que el vigor de la hermenéutica durante el siglo XX puede ser calibrado


simplemente a partir de la influencia, por otra parte muy problemática, de Martin
Heidegger y su discípulo Hans-Georg Gadamer (Verdad y método), pero ambos son tan
importantes como discutibles. La hermenéutica emergió como teoría de la comprensión
humana a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX a través sobre todo de la
obra del teólogo y traductólogo Friedrich Schleiermacher7 y Wilhelm Dilthey.8 La
hermenéutica moderna se constituye, siguiendo la tradición filológica y filosófica,
como interpretación de los grandes textos, en particular la Biblia (hermenéutica
bíblica) y Platón, pero en general se ha referido a los textos particularmente
difíciles e importantes y, de manera natural, ha funcionado como respaldo de la
filología, la crítica literaria y la filosofía. Asimismo, se ha hecho extensiva a
cualquier tipo de objeto humanístico.

Tras Dilthey, en el ámbito de la filología ha sido heredada por la escuela


idealista, en particular Leo Spitzer y la escuela Estilística, si bien esta se
bifurcó adoptando en parte una visión neopositivista o formalista refractaria al
saber hermenéutico. En el ámbito de la filosofía ha tenido un eje alemán definido
por el ya referido Martin Heidegger de Ser y tiempo (1927), recontinuado
particularmente por su discípulo Hans-Georg Gadamer en su muy influyente, y hoy
discutido por invasivo (Verdad y método), donde la hermenéutica representa una
teoría de la verdad y el método que expresa la universalización del fenómeno
interpretativo desde la historicidad concreta y personal.9 Sea como fuere, la
Hermenéutica pasó a desempeñar en el último cuarto del siglo XX una posición
filosófica general que ha sido designada a menudo como koiné, especialmente
asociada a la escuela de Vattimo y otros sectores europeos y americanos, donde las
derivaciones son múltiples.10
Índice

1 Origen y evolución de la hermenéutica


1.1 Antecedentes
1.2 Hermenéutica, filología y teología
1.3 Romanticismo y Friedrich Schleiermacher
1.4 Historicismo y Dilthey
1.5 Martin Heidegger
1.6 Paul Ricoeur
1.7 Mircea Eliade
2 Estructuras básicas de la comprensión y Hermenéutica diatópica
3 Aplicaciones en educación y medios complementarios
4 Hermenéutica en Hispanoamérica
4.1 Mauricio Beuchot
4.2 Jorge Enrique González Rojas
4.3 Crítica de Bunge a la hermenéutica
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos

Origen y evolución de la hermenéutica

El término hermenéutica proviene del verbo griego ἑρμηνεύειν (jermenéuein) que


significa interpretar, declarar, anunciar, esclarecer y, por último, traducir.
Significa que alguna cosa se vuelve comprensible o se lleva a la comprensión. Se
considera que el término deriva del nombre del dios griego Hermes, el mensajero, al
que los griegos atribuían el origen del lenguaje y la escritura y al que
consideraban patrono de la comunicación y el entendimiento humano. El término
originalmente expresaba la comprensión y explicación de una sentencia oscura y
enigmática de los dioses u oráculo, que precisaba una interpretación correcta....

El término hermenéutica deriva directamente del adjetivo griego ἑρμηνευτικἡ, que


significa saber explicativo o interpretativo, especialmente de las Sagradas
Escrituras, y del sentido de las palabras de los textos, así como el análisis de la
propia teoría o ciencia volcada en la exégesis de los signos y de su valor
simbólico.
Antecedentes

Evémero de Mesene (siglo IV a. C.) realizó el primer intento de interpretar


racionalmente las leyendas y mitos griegos reduciendo su contenido a elementos
históricos y sociales (evemerismo). En el siglo VI a. C. Teágenes de Regio intentó
una empresa parecida para interpretarlos de forma alegórica y extraer su sentido
profundo.

En los primeros rétores ya existen maduras interpretaciones del discurso.


La interpretación alegórica se encuentra en la base de la disciplina hermenéutica.
Hermenéutica, filología y teología
Artículo principal: Hermenéutica bíblica

Pero el origen de los estudios hermenéuticos se encuentra fundamentalmente en la


Escriturística y en la teología cristiana, donde la hermenéutica tiene por objeto
fijar los principios y normas que han de aplicarse en la interpretación de los
libros sagrados de la Biblia. Filón de Alejandría es el primer gran maestro de la
interpretación alegórica. La filología y la ciencia de la literatura, en particular
Crítica literaria y Teoría literaria así como la disciplina auxiliar ecdótica o
crítica textual definen campos disciplinarios tanto paralelos como subsumidos en la
Hermenéutica.

Los libros bíblicos, que, como revelados por Dios pero compuestos por hombres,
poseían dos significados distintos: el literal y el espiritual, este último
dividido en tres: el anagógico, el alegórico y el moral:11

El sentido literal es el significado por las palabras de la Escritura y


descubierto por la exégesis filológica que sigue las reglas de la justa
interpretación. Según Tomás de Aquino, en Summa Theologiae I, q. 1, a. 10, ad 1:

Et ita etiam nulla confusio sequitur in sacra Scriptura, cum omnes


sensus fundentur super unum, scilicet litteralem.
Y de este modo no existe confusión en las Escrituras, puesto que
todos los sentidos se fundamentan en uno, el literal.

El sentido espiritual, infundido por Dios en el hombre según la creencia


cristiana, da un sentido religioso suplementario a los signos, dividido en tres
tipos diferentes:
El sentido alegórico, por el que es posible a los cristianos adquirir una
comprensión más profunda de los acontecimientos reconociendo su significación en
Cristo; de esa manera el paso del mar Rojo simboliza la victoria de Cristo y el
bautismo. (véase 1 Co 10:2).
El sentido moral, por el cual los acontecimientos narrados en la Escritura
pueden conducir a un obrar justo; su fin es la instrucción (1 Co 10, 11; véase
Epístola a los hebreos 3-4,11).
El sentido anagógico (o sentido místico) por el cual los santos pueden ver
realidades y acontecimientos de una significación eterna, que conduce (en griego
anagogue) a los cristianos hacia la patria celestial. Así, la Iglesia en la tierra
es signo de la Jerusalén celeste. (véase Apocalipsis 21,1-22,5).

Romanticismo y Friedrich Schleiermacher

Después de permanecer recluida durante varios siglos en el ámbito de la teología,


la hermenéutica se abrió en la época del romanticismo a todo tipo de textos
escritos. En este contexto se sitúa Friedrich Schleiermacher (1768-1834), que ve en
la tarea hermenéutica un proceso de reconstrucción del espíritu de nuestros
antepasados. Así, Schleiermacher plantea un círculo hermenéutico para poder
interpretar los textos, postula que la correcta interpretación debe tener una
dimensión objetiva, relacionada con la construcción del contexto del autor, y otra
subjetiva y adivinatoria, que consiste en trasladarse al lugar del autor. Para
Schleiermacher la hermenéutica no es un saber teórico sino práctico, esto es, la
praxis o la técnica de la buena interpretación de un texto hablado o escrito.
Trátase ahí de la comprensión, que se volvió desde antaño un concepto fundamental y
finalidad de toda cuestión hermenéutica. Schleiermacher define la hermenéutica como
«reconstrucción histórica y adivinatoria, objetiva y subjetiva, de un discurso
dado».
Historicismo y Dilthey
A raíz de la perspectiva de Friedrich Schleiermacher surge la propuesta de Wilhelm
Dilthey (1833-1911). Dilthey, a partir de su lectura de Immanuel Kant despierta su
atracción hacía la filosofía, además de su interés exacto por los textos históricos
y la filología, desde 1861 surgen sus planes para desarrollar una teoría concreta
de las Ciencias del Espíritu expresada en su libro Introducción a las Ciencias del
Espíritu, tomando éstas a partir de su diferencia con las Ciencias Naturales. La
diferencia de ambas ciencias consta en las condiciones bajo las que surgen sus
procesos; tenemos a las Ciencias del Espíritu como algo que comprendemos y que es
presentado desde dentro como realidad y como conexión, ocupándose de objetivaciones
lingüísticas del espíritu; mientras que las Ciencias Naturales se basan meramente
en su explicación originándose desde fuera y como un fenómeno. Esta contraposición
entre el explicar y comprender se moldea como realidad histórico-social conservada
en la memoria y posteriormente expresada en forma de noticia o teoremas. Las
Ciencias de Espíritu surgen cuando el hombre toma consciencia de su actividad como
dotadora de sentidos depositados en textos y documentos, se presta singular
atención al comprender y no al explicar porque este a diferencia del segundo no
pretende limitaciones, es decir, abre a las posibilidades dentro de las que el
hombre puede apropiarse de lo que considere. Para Dilthey comprender el mundo
histórico no es conocer el mundo de manera científica ni la interioridad del
individuo, sino adentrarse en los sentidos producidos por el individuo en su
relación con otros a través de los canales mencionados anteriormente, entonces el
intérprete de aquellos textos y documentos se ocupa de reproducir los textos para
reconocerlos como propios por medio de la comprensión de los mismos.

En virtud de la aportación de Schleiermacher respecto a la hermenéutica que busca


extender la comprensión a la relación de los hombres entre sí y su relación con el
mundo, Dilthey advierte que aquello que se convierte en objeto de comprensión son
meramente "manifestaciones de la vida" fijadas permanentemente en la escritura,
estas manifestaciones pueden ser leídas y entendidas alrededor de un contexto
histórico. Traslada la adquisición de la experiencia a un ámbito de historia
estableciendo a la hermeneútica como la base de las Ciencias del Espíritu pues el
individuo se constituye como un ser histórico que se colma del recuerdo humano y
que vive de él. El acto de comprensión se constituye entonces como un reconstructor
que se repite, esto es dado gracias a la recuperación de mensajes de otra época que
se pretenden entender, pero para entenderlos es necesario tender un puente, este
puente pasa a concebirse como un texto o documento que a su vez da lugar a algo
eterno que se reproduce a través del tiempo.

Por medio de la aplicación de la hermenéutica descubrimos significados a partir de


la interpretación de las palabras y los textos, se trata de una teoría que recupere
el sentido y elementos de un todo, la comprensión entonces es el medio por el cual
conocemos en pleno la interioridad de lo que en el momento se interpreta.

Además se considera el enfoque de Wlihelm Dilthey como pionera en la Pedagogía


Humanista.
Martin Heidegger

Ya en el siglo XX, Martin Heidegger, en su análisis de la comprensión, afirma que,


cualquiera que sea, presenta una «estructura circular»:

Toda interpretación, para producir comprensión, debe ya tener comprendido lo


que va a interpretar.

Esta reciprocidad entre texto y contexto es parte de lo que Heidegger llama el


círculo hermenéutico. Otro pensador central en el desarrollo de este concepto es el
sociólogo Max Weber.

Heidegger introduce nuevos derroteros en la hermenéutica al dejar de considerarla


únicamente como un modo de comprensión del espíritu de otras épocas y pensarla como
el modo fundamental de situarse el ser humano en el mundo: existir es comprender.
De esta forma, cambia el foco de la hermenéutica desde la interpretación a la
comprensión existencial, la cual es tratada como un modo de ser en el mundo más
directo, no-mediado —por lo tanto más auténtico— que simplemente como un «modo de
conocer».12 Por ejemplo, sostuvo la necesidad de una «hermenéutica especial de la
empatía» para disolver el clásico problema filosófico de las «otras mentes»,
poniendo el problema en el contexto del estar-con del modo de relacionarse humano.
(A pesar de que el mismo Heidegger no completó este proyecto.)13

Desde entonces su hermenéutica de la facticidad se convierte en una filosofía que


identifica la verdad con una interpretación históricamente situada, lo cual
elevaría a modelo su discípulo Hans-Georg Gadamer, el más influyente de los
hermeneutas de la segunda mitad del siglo XX. La hermenéutica de Gadamer bajo
supuesta extensión comprehensiva suplanta los campos disciplinarios contiguos.

Los seguidores de este enfoque sostienen que algunos textos y las personas que los
producen no pueden ser estudiados por medio del uso de los mismos métodos
científicos que son usados por las ciencias naturales, llegando a posturas
parecidas a las del antipositivismo. Incluso, sostienen que esos textos son
expresiones convencionalizadas de la experiencia del autor. Por lo tanto, la
interpretación de aquellos textos revelará algo acerca del contexto social en el
cual se formaron, y, más significativamente, proveerá al lector un medio para
compartir las experiencias del autor. Por estas razones, la hermenéutica es
considerada la escuela de pensamiento opuesta al positivismo.
Paul Ricoeur

Paul Ricoeur (Essais d’herméneutique, París: Seuil, 1969) supera en su aporte a las
dos corrientes anteriores, y propone una «hermenéutica de la distancia», lo que
hace que surja una interpretación es el hecho de que haya una distancia entre el
emisor y el receptor. De esta hermenéutica surge una teoría cuyo paradigma es el
texto, es decir, todo discurso fijado por la escritura. Al mismo tiempo este
discurso sufre, una vez emitido, un desarraigamiento de la intención del autor y
cobra independencia con respecto a él. El texto ahora se encuentra desligado del
emisor, y es una realidad metamorfoseada en la cual el lector, al tomar la obra, se
introduce. Pero esta misma realidad metamorfoseada propone un «yo», un «Dasein»,
que debe ser extraído por el lector en la tarea hermenéutica. Para Ricoeur
interpretar es extraer el ser-en-el-mundo que se halla en el texto. De esta manera
se propone estudiar el problema de la «apropiación del texto», es decir, de la
aplicación del significado del texto a la vida del lector. La reelaboración del
texto por parte del lector es uno de los ejes de la teoría de Paul Ricoeur.
Mircea Eliade

Mircea Eliade, como un hermeneuta, entiende la religión como «experiencia de lo


sagrado», e interpreta lo sagrado en relación al profano.14 El filósofo rumano
subraya que la relación entre lo sagrado y lo profano no es de oposición, sino de
complementariedad, después de haber interpretado el profano como hierofanía.15 La
hermenéutica del mito es una parte de la hermenéutica de la religión. La gente no
debe interpretar el mito como una ilusión o como una mentira, porque hay verdad a
redescubrir en el mito.16 El mito es interpretado por Mircea Eliade como «historia
sagrada». Eliade introduce el concepto de «hermenéutica total».17
Estructuras básicas de la comprensión y Hermenéutica diatópica

Estructura de horizonte: el contenido singular y aprendido en la totalidad de


un contexto de sentido, que es preaprendido y coaprendido.
Estructura circular:18 la comprensión se mueve en una dialéctica entre la
precomprensión y la comprensión de la cosa, es un acontecimiento que progresa en
forma de espiral, en la medida que un elemento presupone otro y al mismo tiempo
hace como que va adelante.
Estructura de diálogo: en el diálogo mantenemos nuestra comprensión abierta,
para enriquecerla y corregirla.
Estructura de mediación: la mediación se presenta y se manifiesta en todos los
contenidos, pero se interpreta como comprensión en nuestro mundo y en nuestra
historia.

Por otro lado, Hermenéutica diatópica es concepto utilizado en sociología y


antropología y que describe los espacios de argumentación intercultural necesarios
para favorecer un diálogo alejado de posiciones etnocéntricas. Este procedimiento
parte de la base de que todas las culturas son incompletas, y que para alcanzar el
máximo grado de plenitud es necesario este intercambio de argumentaciones.
Aplicaciones en educación y medios complementarios

La hermenéutica es una especie de llave maestra con el que el devenir histórico ha


logrado cargarse de sentidos y significados valiosos. Su uso en casi todas las
disciplinas por el sentido del término que se ocupa del arte de explicar textos o
escritos, obras artísticas, hacer descripciones e interpretaciones entre otras
características que rodean al concepto. Este ha logrado construirse
socioculturalmente por sus diversas funciones y aplicaciones.

Asimismo, el concepto es transhistórico, ya que ha permitido exponer, publicar,


resignificar y analizar aquello de lo que se ocupe. La palabra es adjetivo pues su
acompañamiento permite modificar a las cosas materiales o inmateriales (abstractas
o imaginarias) cuando esta ciencia interviene, ya que a través de esta herramienta
se expresan cualidades o circunstancias o bien concreta el significado mediante
relaciones de lugar, tiempo, posición, cantidad y otros elementos que se pueden
considerar de acuerdo a lo que se estudia.

La importancia de la recuperación del proceso de investigación, aplicación y


reflexión utilizando las herramientas de la hermenéutica se ha trabajado
recientemente como lo describe este investigador: su «artículo sugiere la
importancia del conocimiento y / o compromiso del investigador para el desarrollo
de la comprensión de la experiencia. Una forma de comprensión teórica derivada
investigadores tierra es llevar a cabo un estudio piloto. El círculo hermenéutico,
como se describe por Heidegger, proporciona un marco para la comprensión de la
importancia de los estudios piloto; sugiere que una persona debe tener un sentido
práctico del dominio en el que un fenómeno se encuentra con el fin de desarrollar
la comprensión. En este artículo, 1 presentan las numerosas revisiones
significativas al marco teórico y una metodología que un estudio piloto me ha
permitido hacer dentro del proyecto de investigación. Dos consecuencias importantes
que contribuyen a la investigación en educación superior y en la práctica se
ofrecen: (1) que ilustra la importancia de conectar a tierra el proceso de
investigación en la actividad práctica, y (2) que pone de relieve cómo la reflexión
puede ayudar a mejorar nuestra práctica de la investigación».19

«Una propuesta educativa adecuada puede contribuir a la aparición de grupos de


investigación que proporcionan una forma singular de practicar la investigación más
humana y humanizadora, se centró en el mundo de la vida y el significado y el
sentido de la experiencia».20 Así pues se requiere una ruta, un camino que sirva de
guía para su aplicación básica: la lectura como elemento fundamental de aquello que
es su foco de interés, el conocimiento de reglas mínimas sobre el aspecto que lo
aplica, su interpretación.

Se trata de comprender la complejidad, del fenómeno tanto con la intuición que da


el conocimiento, como recuperar el trabajo objetivo del autor-texto por medio de la
reflexión. La hermenéutica recurre al simbolismo que es una construcción y
estructura en sí mismo, aprovechando la cultura como matiz junto con el contexto.

Es una realidad que la hermenéutica ha ampliado su campo de acción por su función


de traducir, además de sumar puntos a favor recurriendo a su aplicación en
problemas actuales con las nuevas tecnologías, al mismo tiempo que se le juzga por
su metodología flexible. «Esta contribución investiga la afirmación de que el
establecimiento de la pedagogía hermenéutica como paradigma dominante en ciencias
de la educación después de 1918 es particularmente abajo a los espacios de
reflexión, que los principales defensores de este paradigma ofrecen para el
tratamiento de los problemas centrales en los sistemas educativos. La obra de
Eduardo Spranger, Erich Weniger y Herman NOHL será discutido en relación con los
tres problemas principales de estos sistemas funcionalmente diferenciados -
selección, plan de estudios y profesión. Se puede demostrar que una explicación
para el “éxito” de estos científicos hermenéuticas se encuentra en su aceptación de
las tradiciones semánticas, sino que también modifica estos en el reconocimiento de
los problemas reales-históricos de la educación».21

Un campo de acción en el que es importante la incorporación de la hermenéutica es


el de la imagen y los medios de comunicación actuales «El análisis hermenéutico
sugiere la comprensión de textos a través de los medios de comunicación»,22 «la
comparación con la tradición y la realidad histórica y cultural; la penetración de
su lógica; mediante comparación de las imágenes de los medios en el contexto
histórico y cultural mediante la combinación de análisis de la, la trama, ético,
ideológico, estereotipos iconográficos estructurales / visuales de medios y
análisis de los medios, los caracteres de texto. Un análisis de este tipo de textos
de comunicación audiovisual, en nuestra opinión, es especialmente importante para
la educación en medios en la formación de los futuros historiadores, la cultura,
historiadores del arte, sociólogos, lingüistas, teólogos, psicólogos y
educadores».22
Hermenéutica en Hispanoamérica
Mauricio Beuchot

La propuesta de hermenéutica analógica efectuada por Mauricio Beuchot surge a


partir del Congreso Nacional de Filosofía, llevado a cabo en la ciudad de
Cuernavaca (estado de Morelos, México), en 1993, sintetizada en su obra Tratado de
hermenéutica analógica (1997). Influenciado por el filósofo argentino Enrique
Dussel y el llamado método analéctico, para posteriormente retomar ideas de la
analogía en Peirce, Mauricio Beuchot propone un proyecto hermenéutico denominado
hermenéutica analógica o también hermenéutica analógico-icónica.

La hermenéutica analógica, basada en el concepto de analogía, se estructura como


intermedia entre la univocidad y la equivocidad. La univocidad tiende a la
identidad entre el significado y su aplicación, es una idea positivista y fuerte
que pretende objetividad. Por ejemplo la hermenéutica de Emilio Betti. Mientras que
la equivocidad es la diferencia del significado y de aplicación, tiende al
relativismo y subjetivismo. Por ejemplo la filosofía de Richard Rorty. La
hermenéutica analógica trata de evitar posturas extremas, abriendo el margen de las
interpretaciones, jerarquizándolas de una manera ordenada de modo que exista una
interpretación que sea el analogado principal y otras interpretaciones que sean
analogados secundarios. Así se plantea como una postura moderada, que recupera la
noción aristotélica de la frónesis, y puede plantearse como la interpretación de
textos que permite una postura ni equivocista (lo que no es) ni univocista (lo que
es), sino prudente en un punto medio.
Jorge Enrique González Rojas

Ha contribuido al Análisis Cultural, la Hermenéutica y la Fenomenología desde la


Sociología y la Filosofía. Autor que relaciona interdisciplinarmente Filosofía y
Psicología, Filosofía del lenguaje, Filosofía analítica, Semiótica y, ante todo
Hermenéutica, Análisis Cultural y Sociología. Es uno de los principales sociólogos
de Latinoamérica en el ámbito de la llamada Hermenéutica Analógica, reconocida como
hermenéutica filosófica a partir de la cual ha investigado de la mano del filósofo
mexicano Mauricio Beuchot y otros. Su propuesta avanza en la construcción de
enunciados claros y ubicados de forma histórica y espacial.
Crítica de Bunge a la hermenéutica
Según Mario Bunge, la hermenéutica filosófica se opone al estudio científico de la
sociedad. En particular, desprecia la estadística social y los modelos matemáticos.
Dado que considera lo social como si fuera espiritual, la hermenéutica desprecia
los factores ambientales, los biológicos y los económicos, al mismo tiempo que
rechaza abordar los hechos macrosociales, como la pobreza y la guerra. De este
modo, la hermenéutica constituye un obstáculo a la investigación de las verdades
acerca de la sociedad y, por tanto, de los fundamentos de las políticas sociales.23
La posición de Bunge es la muestra más característica del sociologismo
contemporáneo ajeno tanto al espíritu filosófico y humanístico como a la tradición
filológica occidental: en este sentido es propiamente irrelevante.

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