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“Año de la universalización de la salud”

UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SÁNCHEZ CARRIÓN


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

MONOGRAFÍA:
EL CONTRATO DE DONACION

PRESENTADO POR:
- BEDÓN JAUREGUI, Dayana
- CIEZA LEÓN, Alex
- CHILET CARRASCO, Alexandra
- MAURICIO SALVADOR, José

DOCENTE:
- Dr. MILAN MATTA, Bartolomé

HUACHO - PERÚ
2020
El contrato de donación

ÍNDICE

CARATULA

INTRODUCCION

1. CONCEPTO ……………………………………………………………………

2. LA FORMALIDAD EN EL CONTRATO DE DONACIÓN …………………

3. NATURALEZA JURIDICA ………………………………………………

4. LOS BIENES QUE PUEDEN SER DONADOS ………………………….

5. LA DONACIÓN INOFICIOSA ……………………………………………..

6. REVERSIÓN DE LA DONACIÓN …………………………………………….

7. RENUNCIA TÁCITA A LA REVERSIÓN ……………………………………

8. BENEFICIO DEL DONANTE EMPOBRECIDO ………………………….

9. INVALIDEZ DE DONACIÓN

10. EFECTOS DE LA INVALIDACIÓN

11. EXCEPCIÓN A INVALIDEZ DE PLENO DERECHO

12. LA REVOCACIÓN EN EL CONTRATO DE DONACIÓN

12.1. Causales de revocatoria

12.2. Carácter intransmisible de revocar la donación

12.3. Plazo para revocar la donación

12.4. La revocatoria de la donación en las donaciones

remuneratorias o sujetas a cargo.

13. EFECTOS DE LA REVOCACIO: FRUTOS

14. CADUCIDAD POR MUERTE DEL DONANTE

CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFIA

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El contrato de donación

INTRODUCCION

El Presente trabajo de investigación versa sobre el contrato de donación, en el


cual se hace un análisis legal, abarcando su propio concepto, naturaleza
jurídica, modalidades, características, diferencias con otros contratos, y entre
otros aspectos. Por otro lado, la donación puede ser considerada como el acto
contractual más generoso, en el que se conjuga el ánimo de liberalidad,
altruismo y gratitud. En ese sentido, la donación puede ser definida en un
sentido amplio como cualquier liberalidad que efectúa una persona a favor de
otra, que implica el empobrecimiento de una persona, con el fin de procurar el
enriquecimiento de la otra. Ahora bien, etimológicamente, la palabra “donación”
proviene del vocablo latín doni datio que significa la liberalidad que una
persona ejerce a favor de otra, desprendiéndose generosamente de algo que
es suyo.

En ese sentido, y dada las características especiales de este acto, es necesario


analizarlo muy cuidadosamente desde todas sus perspectivas y considerando
sus efectos y/o consecuencias que puede traer consigo para el donante y para
el donatario.

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El contrato de donación

EL CONTRATO DE DONACIÓN
1. CONCEPTO

La donación es de conformidad con el artículo 1621 un acuerdo de voluntades


entre el donante y el donatario en virtud del cual la que se obliga a transferir
gratuitamente la propiedad de un bien.
La eficacia de este contrato puede producirse cuando el donante esté con vida
donación inter vivos o puede surtir sus efectos a la muerte del donante
donación mortis causa.
De esta definición se desprenden los siguientes elementos:
 Existe una obligación de transferencia de la propiedad de un bien por
parte del donante y a favor del donatario a diferencia del código civil
derogado según el cual por ella se transfería gratuitamente una cosa
artículo 1466. El cambio significativo pues la obligación de transferir
tiene un sentido y la transferencia propiamente dicha, otro estimamos
que debió extenderse al usufructo de un bien y no limitarse a la
propiedad.
 Es un acto inter vivos pues la que produce sus efectos a la muerte
del donante se gobierna por las normas de la sucesión testamentaria
artículo 1621 del Código Civil.
 Otro de sus notas saltantes es la gratuidad ya analizada al tratar
sobre los caracteres jurídicos de este contrato.
 Se extiende a toda clase de bienes sean cosas muebles o inmuebles
y derechos cuya propiedad es susceptible de transferirse en tanto
que el código de 1936 estaba reducido a las cosas.

Para ESPÍN CÁNOVAS, la donación constituye un acto a título gratuito que


adquiere la forma contractual como vía de realización, tomando además en
cuenta que una persona realiza con respecto a otra una liberalidad,
introduciendo el elemento de aceptación por esta última.
DE COSSÍO conceptualiza la donación desde tres enfoques diferentes: el
primero, considerándolo un acto donde se dispone de bienes, el segundo que
reúna los requisitos para ser considerado contrato, pues se observa la
exigencia de aceptación del donatario y el último, por supuesto, la causa

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El contrato de donación

gratuita del mismo, no limitándose ésta solamente al dar sin recibir, pues puede
considerarse también como una beneficencia del donante.
Refiere RUGGIER, la necesidad de que la donación integre elementos como la
atribución patrimonial, que origina el acrecentamiento en el donatario y por lo
tanto perjuicio en el donante; el propósito de beneficiar o animus donandi, que
se debe corresponder con la recepción por parte del donatario; la privación que
se hace al donante de la cosa; y también la imposibilidad de revocación
arbitraria por voluntad del donante.
Al respecto LÓPEZ SANZ aduce que la donación tiene carácter contractual,
adpero, la analiza también como acto de liberalidad, teniendo en cuenta que
una persona dispone de manera gratuita y otra acepta, haciendo especial
énfasis en el efecto patrimonial que tiene esta acción para ambas partes.
Según ROCA I TRIAS la donación es un contrato por el cual una parte,
denominada donante, atribuye bienes a otra, nombrada donatario, sin
contraprestación por parte de este, trayendo consigo el enriquecimiento del
patrimonio del donatario a costa del empobrecimiento del donante.
En nuestra opinión, la donación es un contrato que realiza una persona,
denominada donante, que empobrece su patrimonio cuando transmite a título
gratuito la propiedad de un bien a otra, denominada donatario, que al aceptar lo
donado enriquece su patrimonio.
Aún cuando la donación se considere como el menos típico de todos los tipos
contractuales, es sin duda uno de ellos, criterio que se evidencia en la doctrina
científica que la analiza, en las normas que en nuestro ordenamiento civilista la
estipulan y por supuesto en la interpretación que se hace de éstas por la
jurisprudencia.
La regulación de la donación se refiere fundamentalmente a la donación inter
vivos pues todas sus normas a excepción del artículo 1622, qué constituye el
único precepto que se ocupa de la donación mortis causa está abocadas al
tratamiento de aquel tipo de donación.
En la donación inter vivos el donante se obliga a transferir gratuitamente la
propiedad de un bien al donatario. La ejecución de este contrato se realiza
fundamentalmente de manera inmediata a su celebración, sin embargo las
partes pueden convenir qué tal ejecución se lleve a cabo dentro de un plazo
determinado el mismo que sólo podrá pactarse mientras viva el donante.

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El contrato de donación

En el supuesto de que sobreviniera la muerte del donante sin que se haya


cumplido el plazo para la ejecución de la donación, en virtud del artículo 1218.
Los herederos del mismo serán los encargados de ejecutar la prestación a la
que se había obligado el causante.
En contraste, en la donación mortis causa, la transferencia de la propiedad del
bien se produce una vez que el donante hubiese fallecido, lo que supone que
este tipo de donación es un contrato sujeto a plazo suspensivo, el mismo que
se configurara con la muerte del donante.
El artículo 1622, único artículo que se pronuncia sobre la donación mortis
causa, remite acertadamente la regulación de la misma a las reglas
establecidas para la sucesión testamentaria.
Debemos precisar que la donación es un contrato simple, pues da lugar a una
sola relación jurídica.
Asimismo, es fundamentalmente de carácter civil: ya que, al celebrarse a título
gratuito, tiene ausente el fin de lucro propio de la actividad comercial. Ello se
complementa en que es un contrato de disposición, en tal sentido, implica una
disminución en el patrimonio del donante a favor del donatario. Esta
disminución no se verá compensada por ninguna contraprestación, razón por la
cual no se trata de un contrato de cambio
Nos dice De Ruggiero :
“La necesidad de que la donación integre elementos como la atribución
patrimonial, que origina el acrecentamiento en el donatario y por lo tanto
perjuicio en el donante; el propósito de beneficiar o animus donandi, que se
debe corresponder con la recepción por parte del donatario; la privación que
se hace al donante de la cosa; y también la imposibilidad de revocación
arbitraria por voluntad del donante.”(1929-pág 145)

La lógica se halla en qué tanto la donación mortis causa como la sucesión


testamentaria tienen similares consecuencias, pues él bien donado podría
asimilarse al bien materia de un legado testamentario en ambos supuestos. Así
la transferencia de propiedad del bien se producirá con la muerte del donante,
en un caso, y del causante, en el otro. Asimismo, a través del citado artículo, el
derecho de contratos busca asegurar que mediante la donación mortis causa
no se transgredan principios básicos del derecho sucesorio, de tal manera que,

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El contrato de donación

a través de estado nación, el donatario no pueda obtener mayores beneficios


de los que le corresponde a los legatarios.
Con respecto a las características del contrato de donación, podemos
sintetizarlas que la siguiente manera:
 Por su nombre, el nominado
 Por su regulación, es típico
 Por su estructura, es simple
 Por su contenido o área, es civil
 Por su autonomía, es principal
 Por su formación, puede ser tanto consensual como formal
 Por el tiempo, tiene vocación de ser de ejecución inmediata
 Por su negociación, es de negociación previa
 Por su rol económico, es de disposición
 Por su función, es fundamentalmente constitutivo, aunque puede formar
parte por excepción de uno modificatorio, pero nunca será resolutorio
 Por los sujetos a quienes obliga, es individual
 Por la prestación, es unilateral
 Por su valoración, es a título gratuito
 Por el riesgo, es fundamentalmente conmutativo sin embargo por
excepción puede convenirse de manera aleatoria
 Por sus efectos, es meramente obligatorio u obligacional

2. LA FORMALIDAD EN EL CONTRATO DE DONACIÓN

El contrato de donación tiene, de acuerdo con el Derecho Peruano, una


pluralidad de formas; éstas dependen de la naturaleza del bien que se done, de
su valor y hasta de las circunstancias en las que se celebra el contrato. De ahí
que no puede hablarse de una formalidad para este contrato, sino de una
pluralidad de formalidades.
La donación puede ser celebrada bajo una pluralidad de formas, las mismas
que dependerán de la naturaleza del bien que se adueñe de su valor y hasta de
las circunstancias en las que se celebre.
Con respecto a la donación de bienes muebles de escaso valor, el artículo
1623 establece que este contrato se refiere a bienes cuyo valor no exceda del
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El contrato de donación

25% de la unidad impositiva tributaria UIT, vigente al momento en que se


celebra dicho contrato. Este tipo de donación puede hacerse verbalmente.
Así, la donación sobre bienes muebles de escaso valor es consensual, por lo
que su celebración no precisa el cumplimiento de formalidad alguna.
Tal monto refleja un índice referencial demasiado bajo; por ello, en la
cotidianeidad, se celebran de manera informal numerosas donaciones respecto
de bienes que superan esta cifra y no se invocan supuestas nulidades con
relación a las mismas. La realidad ha rebasado ampliamente lo preceptuado
por la norma jurídica.
Sin embargo, la válvula de escape formal a los problemas descritos la
proporciona del artículo 1626, precepto que regula la donación de bienes
muebles con ocasión de bodas o acontecimientos similares, la misma que, de
acuerdo con el citado artículo, no están sujetas a las formalidades establecidas
para las donaciones de bienes muebles de relativo valor (artículo 1624).
Dentro de las razones, tenemos en primer lugar que como la donación es un
acto de liberalidad a través del cual el donante se va a obligar a transferir la
propiedad de un bien a cambio de nada, el ordenamiento jurídico otorga la
posibilidad a dicho donante para que medite lo suficiente acerca del acto que
desea celebrar; con la consiguiente posibilidad de que, luego de esa
meditación, persista en el intento o se arrepienta del mismo. De esta forma, por
más que haya habido una promesa verbal de donación, en la medida de que no
se haya seguido la formalidad de donar los bienes muebles por escrito de fecha
cierta, el acto será nulo. Ello implica que, hasta antes de la celebración del
contrato escrito, el donante puede arrepentirse de la celebración del propio
contrato.
Ahora bien, cuando la citada norma alude a la donación de bienes en
acontecimientos similares a las bodas, entendemos que se está refiriendo
ocasiones que por su naturaleza sean únicas especiales y transcendentales
para el donante y el donatario.
Sin embargo, existen múltiples ocasiones en que la realidad impone prescindir
de formalidad alguna para donar por lo que resulta natural dar un regalo por
ejemplo en los cumpleaños o en los aniversarios de bodas.
Por lo expuesto consideramos que cualquier supuesto de donación en la que
una persona obsequie un bien a otra, sea por el motivo que fuere, teniendo

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El contrato de donación

dicho bien un valor superior del 25% de una UIT, nos coloca ante una situación
de importancia para el donante y el donatario, en la que las condiciones
afectivas sociales hacen totalmente imposible la aplicación práctica de la
formalidad, el detalle y la valoración exigidos por el artículo 1624.
En lo concerniente a la donación de bienes muebles de relativo valor, el artículo
1624 establece que dichos bienes son aquellos cuyo valor excede del 25% de
la UIT, por lo que tal donación deberá revestir la formalidad de celebrarse por
escrito de fecha cierta bajo sanción de nulidad, deben especificarse y
valorizarse en este instrumento los bienes que se donan.
Con relación a la formalidad, que debe revestir la donación de bienes
inmuebles el artículo 1625, dispone que debe hacerse por escritura pública con
indicación individual del inmueble o inmuebles donados de su valor real , y el
de las cargas que ha de satisfacer el donatario bajo sanción de nulidad.
La formalidad descrita en este tipo de donación, como en la donación de bienes
muebles de relativo valor, responde a razones de seguridad jurídica a la
posibilidad de arrepentimiento del donante y a la cautela sobre el riesgo que se
esté configurando una donación inoficiosa.
La valorización del bien se hace con la finalidad, de que en el futuro si se
configurase una donación inoficiosa, se tuviera un valor referencial del bien en
el momento en que se celebró el contrato de donación, pues como sabemos,
sólo se tiene en cuenta el valor actual del bien a la muerte del donante.

3. NATURALEZA JURIDICA

La naturaleza jurídica de la donación es un aspecto que ha sido objeto de


múltiples controversias entre los tratadistas

Originalmente se concebía la donación como uno de los modos de adquirir la


propiedad este criterio fue desterrado dado que la donación, por si sola, no
trasmite la propiedad, rechazada esta teoría, la doctrina se dividió en dos
posiciones, la primera tiene como exponentes y Savigny y Puchta, entre otros,
y califica la donación como una causa genérica, que da lugar a diversas
relaciones jurídicas. Pará estos autores, no se trata de acto jurídico en
particular y, en ello, optan por situarla legislativamente dentro de la parte
general del derecho civil, inmersa la teoría general de acto jurídico.

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El contrato de donación

La segunda posición, encabezada por Windscheid es la que ha prevalecido


hasta nuestro día, según ella, la donación es un contrato que se perfecciona
entre donantes y donatario, se trata de decir de Albaladejo, de una ¨Libertad
contractual¨, lo dicho implica, naturalmente, que para que exista donación de
requiere se requiere una concurrencia de voluntades.

Siguiendo a Castan, podemos considerar que la donación es un contrato que


cuenta con tres elementos esenciales: 1) el empobrecimiento del donante 2) el
enriquecimiento del donatario y 3) la intención de hacer una liberalidad
(anonimus donandi)

Al hablar de "empobrecimiento " en el donante, apuntamos directamente Al


concepto de disposición patrimonial que debe existir en la donación. Este
concepto se ve claramente establecido en el artículo 1621 del código, que se
refiere a trasferencia de un bien, de ahí que podamos afirmar, coincidiendo con
Puig Peña. Que no son donantes el prestamista el fiador o el depositario, pues
de momento no sufren, con un acto una merma en un patrimonio.

Como contrapartida al empobrecimiento del donante, la donación supone


también un enriquecimiento en el donatario lo cual no es otra que la
incorporación de un bien a su patrimonio, decimos que se da este
enriquecimiento porque el donatario no entrega nada a cambio de lo que
recibe. Volviendo al artículo 1621 del código civil, podemos afirmar
concluyentente que al menos para nuestra legislación- este enriquecimiento en
el donatario debe darse mediante la adquisición de la propiedad de un bien,
este bien a que se refiere el numeral citado consistir en un mueble o inmueble

Vamos a ocuparnos ahora al tercer elemento presente en toda la donación el


ánimo de liberalidad que debe existir en el donante.

Siguiendo a Albaladejo podemos definir la liberalidad, como aquel acto por el


cual una persona, sin estar obligada a ello, proporciona a otra alguna ventaja o
beneficio sin recibir nada a cambio. La liberalidad presupone entonces la falta
de un deber por parte de quien lo ejecuta quien obra con este ánimo, no tiene
por qué hacerlo, es más, la liberalidad no depende solamente de la intención
de la gente como factor subjetivo sino de yin factor objetivo consistente en la
efectiva ausencia de deber jurídico, continua Albaladejo poniendo un ilustrativo

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El contrato de donación

ejemplo sin ningún pariente presta a alimentos a otro en forma espontánea e


ignorado que tiene el deber de hacerlo conforme a la ley, no estamos frente a
una liberalidad porque se trataba de un beneficio debido de allí que, en nuestro
concepto no pueda identificarse la libertad con la mera generosidad o móvil
altruista. Con es posible confundirla con la intención subjetiva del agente,
requiere, siempre del elemento objetivo antes mencionado.

Diez-Picazo y Gullon hacen un interesante análisis de conceptos de liberalidad


y concluyen afirmando que este debe ser interpretada con un "propósito de
enriquecer donatario " no hacen referencia alguna, como puede observarse, a
la íntima motivación psicológica del donante. No se puede ignorar, en efecto,
que es muchísimos casos la donación no está inspirada en sentimientos de
generosidad o altruismo. Es evidente que ella puede hacerse por razones
totalmente distintas tales como a obtención, de un beneficio tributario, la
búsqueda de notoriedad o publicidad o la simple vanidad, el espíritu de
liberalidad no está ausente en estos casos, pues en todos ellos existen la
intención de enriquecer al donatario, al margen de otras consideraciones
íntimas del donante. Es ésta intensión lo que conocemos como "animus
donandi".

Ya hemos mencionado que si bien toda la donación supone la presencia de


una liberalidad no toda liberalidad constituye una donación. Nos hemos referido
ya a los tres elementos que integran la figura jurídica de la donación,
empobrecimiento en el donante, enriquecimiento en el donante y "animas
donandi" o espíritu de liberalidad. Empero, no debemos olvidar que esta
institución tiene además la naturaleza de contrato, y de ahí una ubicación en el
libro VII sobre fuentes de las obligaciones, actualmente no se discute el
carácter contractual de la donación, no obstante, cabe señalar que existen
legislaciones como la italiana por ejemplo que regulan esta institución bajo
otros rubros. Los códigos francés y español, de otro lado se refieren a ella
como un "acto". A pesar ello la mayor parte de la tratadista de estos países no
vacilan reconsiderarla como un verdadero contrato que requiere la
concurrencia de voluntades de donantes y donatarios. A nadie se le puede
imponer una donación de ahí que sea preceptiva la aceptación del donatario
para darle validez.

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El contrato de donación

4. LOS BIENES QUE PUEDEN SER DONADOS

El articulo 1409 Constituye la norma general respecto de los bienes sobre los
que se pueden contratar. Dicho precepto dispone que pueden ser objeto de
prestaciones contractuales los bienes futuros, ajenos, afectados en garantía,
embargados o sujetos a litigio por cualquier causa.

El contrato de compra venta, el Código regula acertadamente los diversos


supuestos en relación con las características de los bienes que pueden ser
objeto del mismo. Por ello, en lo que no se oponga con la naturaleza del
contrato de donación.

Para muchos autores, la aceptación del donatario es fundamental para


configurar un contrato de donación propiamente dicho: ¨el contrato de
donación adquiere validez cuando ocurre la aceptación de lo donado, teniendo
en cuenta además que dicho contrato se ejecuta de manera legal de acuerdo a
las circunstancias en que se realice¨. (LACRUZ,2000, pp. 204)

Con respecto a los elementos que integran el contrato de donación, nos


percatamos de que no todos los autores lo delimitan desde un mismo enfoque:

Los elementos personales los constituyen el donante y el donatario, donde el


primero precisa de capacidad general para obrar, y de poder de disposición de
los bienes que pretende donar, mientras que el donatario solo requiere de
capacidad jurídica y debe aceptar la donación. (CACHÓN,2003, pp. 54-55)

El código intenta equivocadamente regular la donación de bien ajeno en el


artículo 1627, norma que prescribe que ¨el contrato en virtud del cual una
persona se obliga a obtener qué otra quiera gratuitamente la propiedad de un
bien que ambos saben qué es ajeno, se rige por los artículos 1470, 1471 y
1472¨. Decimos equivocadamente, pues, de nuevo, el Código incurre en el
error del artículo 1537, ya que, en ambos preceptos, la norma civil regula un
supuesto más de promesa de obligación o del hecho de un tercero.

Por ello, consideramos tan improcedente la inclusión del articulo 1627 cómo la
del criticado artículo 1537, pues no constituye un Supuesto de donación. Así,

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El contrato de donación

estimamos aplicables nuestros comentarios sobre el articulo 1537 en cuanto no


resulten contrarias a la naturaleza del contrato de donación.

En conclusión, entendemos que el artículo 1627 solo regula un supuesto más


de promesa de la obligación o del hecho de un tercero, que se refiere a la
futura celebración de un contrato de donación común y corriente. El supuesto
se celebraría entre el promisorio y un tercero, propietario del bien que será
objeto de este futuro contrato.

5. LA DONACIÓN INOFICIOSA

La donación inoficiosa se configura, de acuerdo con el artículo 1629, cuando el


donatario da por vía de donación más de lo que puede disponer por
testamento, por lo que la donación es invalida sí excede esta medida.
Asimismo, el exceso invalida la donación, es decir inoficiosidad propiamente
dicha, se regula por el valor que tengan o debían tener los bienes al momento
de la muerte del donante.

Así el donante se haya limitado del poder de sus bienes en vida con los
mismos limites que se dispone a la sucesión testamentaria. Dichos limites
dependerán decir testador cuenta con herederos forzosos, ya que debe tener
en cuenta los siguientes supuesto: Sí entestado tiene hijos u otros
descendientes, o conyugue o concubino, puede disponer libremente hasta el
tercio de sus bienes; si el testador tienes solo padres u otros ascendientes,
puede disponer libremente hasta la mitad de sus bienes; y, si el testador no
tiene dedos forzosos, tiene la libre disposición de la totalidad de sus bienes.
Los referidos limite se aplican para el donante, por lo que sólo podrá donar los
bienes respecto a los cuales tiene libre disposición.

Para aplicar estos límites al contrato de donación, debemos tener en cuenta


que las normas del derecho sucesorio se encuentran protegiendo los casos
mortis causa, ya que los limites expresados una vez que el testador haya
fallecido, por lo que, recién en ese momento, debe analizarse si existimo nueve
de forzoso, y solo ahí se aplican los referidos límites.

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El contrato de donación

El articulo 1629 solo se aplica a las donaciones, por lo que no podríamos


aplicarlo a cualquier otro acto de liberalidad, ya que las normas prohibitivas,
restrictivas o limitativas de derechos no pueden interpretarse por analogía.

Con respecto al momento que se debe considerar para estimar o no como


inoficiosa una donación, entendemos que se debería ser el de la muerte del
donante, pues va asociado al tema de la inoficiosidad de la donación, que es
una figura propia del derecho sucesorio y no del derecho de contratos.

Sin embargo, este momento va a representar algunos problemas en torno a la


seguridad jurídica del contrato de donación, ya que se tendrá que comparar el
valor del bien donado con el patrimonio del donante-causante estimado dicho
valor actualizado al momento de su muerte, al igual que le valor de su
patrimonio en tal momento.

Así, podría darse el caso de que el bien donado, al momento en que se celebra
el contrato, hubiera representado una ínfima parte en la relación con el
patrimonio del donante, pero que, en el transcurso de los años, hubiese
empobrecido notablemente. De este modo, al momento de su muerte, el valor
del bien actualizado superará en gran medida los porcentajes de libre
disposición establecidos por ley. En este supuesto, se habrían configurar una
donación inoficiosa.

La acción de in oficiosidad solo puede ser interpuesta por los herederos del
donante-causante contra el donatario o sus herederos, con la finalidad de que
se devuelva el bien, su valor por parte del mismo, si la donación fuese
parcialmente inoficiosa. El propósito de esta acción es que la donación se
declare total o parcialmente invalida.

Con relación al plazo de interposición de la acción de in oficiosidad, al no tener


dicho acción un plazo prescriptor especial, nos remitimos al artículo 2001,
precepto que establece el plazo de 10 años para las acciones personales.

Con respecto al supuesto de que el donante, a lo largo de su vida, hubiera


declarado muchas donaciones con la finalidad de proceder con la reducción de
las donaciones inoficiosas, el artículo 1645 establece que las donaciones que

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El contrato de donación

excedan en la porción disponible de la herencia se suprime no reducen cuánto


al exceso.

6. REVERSIÓN DE LA DONACIÓN

Artículo 1631º.- Puede establecerse la reversión sólo en favor del donante. La


estipulada en favor de tercero es nula; pero no producirá la nulidad de la
donación.

La naturaleza peculiar de la donación admite la aplicación de un pacto en virtud


del cual se limitan los efectos del contrato en forma tal que el o los bienes
donados retornan al patrimonio del donante. Suele suceder que el animus
donandi se circunscriba al donatario y no se extienda a sus hijos y futuros
herederos y en esta u otras hipótesis es respetable la voluntad de la donante
expresada mediante cláusula del contrato o por pacto adicional.

Nuestro Código Civil, a diferencia de otros cuerpos de leyes, no ha establecido


en qué casos tiene lugar la reversión, de modo que esta se mueve dentro de
las distintas situaciones que podrá fijar el donante, pero sin que funcione de
modo abstracto. Por otra parte, y como se trata de una restricción, se ha
querido darle carácter "intuitu personae", y el pacto no puede favorecer a
terceros. Empero, si se presentase este caso, la nulidad del pacto no
arrastraría a la donación. Esta quedaría consolidada y los bienes serian
transmisibles a los herederos del donatario.

El artículo 1631 es una repetición del artículo 1472 del Código Civil de 1936. El
precepto no señala cuáles son los alcances de la reversión, pero sostenemos
que el pacto lleva implícita la inalienabilidad del bien, el cual no podrá ser
transferido, ni gravado o desmembrado, pues deberá retornar al patrimonio del
donante sin otro deterioro que no sea el de su natural desgaste. Así se
desprende, por lo demás, del contenido del artículo 1632. Desde luego, este
retomo está condicionado, a su vez, a la regla del artículo 948 del Código Civil,

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El contrato de donación

sobre el derecho de propiedad de quien recibe de buena fe un bien mueble, a


título de propietario.

No debe confundirse el pacto de reversión con la donación sujeta a plazo o


condición resolutoria. León Barandiarán lo aclara cuando dice que en estos
casos “simplemente la cosa deja de seguir perteneciendo al donatario, por una
causa distinta a una cláusula de reversión: por la simple operancia de la
condición resolutoria o del plazo final que se agregaron al contrato de
donación. Y entonces, no interesa, ni importa que se haya insertado la
indicación de la reversión. Lo donado vuelve al poder del donante, o de sus
herederos, por la simple anterior operancia aludida".

Teniendo en cuenta que la cláusula de reversión sólo puede ser pactada a


favor del donante, cabría preguntarnos qué sucede si la condición resolutoria
se configura cuando el donante ya hubiese fallecido y los herederos quieren
hacer valer tal condición.

Al respecto, el artículo 1218 establece que la obligación se transmite a los


herederos, salvo cuando es inherente a la persona, lo prohíbe la ley o se ha
pactado en contrario, por lo que consideramos que, en el caso descrito, los
herederos del donante pueden exigir la reversión de lo donado. No existe
precepto legal que impida proceder de la manera descrita.

7. RENUNCIA TÁCITA A LA REVERSIÓN

Artículo 1632.- El asentimiento del donante a la enajenación de los bienes que


constituyeron la donación determina la renuncia del derecho de reversión. El
asentimiento del donante a la constitución de una garantía real por el donatario
no importa renuncia del derecho de reversión sino en favor del acreedor.

De este precepto aparece la naturaleza y los efectos del pacto de reversión.


Este contiene en verdad un mandato de inalienabilidad y por ello exige el
asentimiento del donante a la enajenación, lo que determina, a su vez, la
renuncia del donante al ejercicio del pacto.

Discrepamos en parte, por lo tanto, de León Barandiarán, cuando manifiesta


que “antes de que se produzca o no el acontecimiento que pueda causar la
reversión, el donatario no solo puede usar y disfrutar de la cosa, ejercitar los

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El contrato de donación

actos de administración, sino también en principio, puede disponer de ella y


grabarla". Y añade: "Pero, desde luego, cabe que se agregue en el pacto de
reversión una cláusula especial que prohíba al donatario esto último". No
creemos, en efecto, que sea necesaria la cláusula de inalienabilidad para que
ésta sea operativa, pues estimamos que se encuentra inmersa en el artículo
1632. Ha sido casualmente dentro de esta mentalidad que no pareció
necesario incluir en el Proyecto un precepto que, como el artículo 792 del
Código civil italiano, establece que la reversión tiene efecto retroactivo.

Coincidimos en cambio con León Barandiarán, cuando expresa que el


donatario sujeto un pacto de reversión tiene derecho al uso y disfrute del bien y
a ejercitar cualquier acto de administración.

Distinta es la situación si el donante asiente a la constitución de una garantía


real por parte del donatario (prenda, hipoteca, anticresis). En esta hipótesis su
efecto solo es parcial, de modo que subsistirá el pacto, pero no afectará al
acreedor en cuyo favor se ha establecido la garantía y esta se cumple a
plenitud.

Si bien el artículo 1632 tiene su antecedente en el artículo 1473 del Código


Civil de 1936, su contenido es más amplio y de mayor solvencia técnica, pues
en su primera parte no se limita a la venta y se extiende a la enajenación; y en
su segunda parte habla de una garantía real, en vez de una hipoteca.

8. BENEFICIO DEL DONANTE EMPOBRECIDO

Artículo 1633.- El donante que ha desmejorado de fortuna sólo puede eximirse


de entregar el bien donado en la parte necesaria para sus alimentos.

Puede suceder que un donante se encuentre en una situación económica difícil


y, como su interés está por encima de todo, se abstenga de entregar el bien
donado, parcial o totalmente, según el alcance de sus necesidades
alimenticias. Esta regla, cuya equidad fuera de discusión, es conocida en la
doctrina como beneficium competentiae o beneficio de competencia.

Se advierte del numeral 1633 que, si bien el contrato de donación ya fue


celebrado, aún no ha sido ejecutado, pues la entrega está pendiente. De

pág. 17
El contrato de donación

haberse realizado dicha entrega el beneficio no será aplicable, lo que es


explicable por razones de seguridad y fluidez en la contratación.

La mención que se hace a los alimentos debe ser entendida en un sentido lato,
esto es con la extensión que señala el artículo 472 del Código Civil

Dada la razón de ser de este artículo es evidente que tiene carácter imperativo
y no admite pacto de renuncia. Por otra parte, su naturaleza es personalísima y
está circunscrito al donante, de modo que no será de aplicación para los
alimentos destinados a terceras personas.

Aun cuando no lo señala el precepto, se entiende que desaparecerá el


beneficio si el donante recupera su solvencia económica.

9. INVALIDEZ DE DONACIÓN

Artículo 1634.- Queda invalidada de pleno derecho la donación hecha por


persona que no tenía hijos, si resulta vivo el hijo del donante que éste reputaba
muerto.

La donación hecha por quien no tenía hijos al tiempo de celebrar el contrato, no


queda invalidada si estos sobrevinieron, salvo que expresamente estuviese
establecida esta condición.

El artículo 1634 se pone en dos circunstancias distintas y en realidad el


tratamiento de ambas debió estar separado en dos artículos, pues sus
soluciones son diferentes. Queda claro que, en atención al principio
constitucional que consagra la igualdad de derechos de todos los hijos, sin
distinción de su tipo de filiación, debemos considerar que las dos hipótesis
contenidas en este numeral se refieren tanto a los hijos matrimoniales como los
extramatrimoniales y adoptivos.

La primera está relacionada con lo que León Barandiarán denomina "falsa


causa convencional", esto es, una donación hecha bajo la errónea creencia de
que había fallecido el hijo del donante. La invalidez se produce en este caso sin
necesidad de acción alguna de su parte, ni de mandamiento judicial y tiene
como finalidad concreta la defensa de los intereses del hijo que se suponía
fallecido. Se trata, por lo demás, de una regla de carácter imperativo y similar a
la que existía en el artículo 612 del Código Civil de 1852 y en el artículo 1477
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El contrato de donación

del Código Civil de 1936, que ha sido conservada pese a que no tenemos
conocimiento de su aplicación práctica. La disposición debe ser sin embargo
concordada con el artículo 1636, que establece una hipótesis en la cual la
invalidez no opera de pleno derecho, y que comentaremos luego.

En lo que concierne a la segunda hipótesis, se refiere a una situación que no


fue prevista por el Código derogado y es la llamada sobreviniencia de hijos, o
sea el nacimiento o adopción de uno o varios acontecido después de la
celebración de la donación. En este caso no existe "falsa causa convencional"
y por lo tanto el acto no queda invalidado, salvo que hubiese sido previsto
como condición impuesta por el donante. Estaríamos pues frente a una
condición resolutoria expresamente pactada.

Se ha objetado la expresión "invalidada" y, a nuestro entender, es equivalente


a una nulidad de pleno derecho.

10. EFECTOS DE LA INVALIDACIÓN

Artículo 1635.- Invalidada la donación se restituye al donante el bien donado, o


su valor de reposición si el donatario lo hubiese enajenado o no pudiese ser
restituido

Si el bien donado se halla gravado, el donante libera el gravamen pagando la


cantidad que corresponda y se subroga en los derechos del acreedor.

Parecería que el artículo 1635 es consecuencia del artículo precedente, lo que


no es exacto. En efecto, si bien está mal ubicado y debió encontrarse después
del artículo 1644, tiene carácter genérico y se extiende tanto a los casos de
nulidad a que se refiere el artículo 1634 como a la caducidad y revocación del
contrato, ya que la devolución del bien o la de su valor de reposición es
pertinente a todas estas situaciones. Tan ello es cierto que en el artículo 1673
del Proyecto, que es su antecedente, se hablaba de revocación y no de
invalidez.

En realidad, el numeral tiene su fuente en el artículo 1478 del Código Civil


derogado, aunque con algunos cambios significativos. El primero consiste en
que el artículo 1635 habla acertadamente sobre el valor de reposición, lo que
no sucedía antes, pues se apreciaba por lo que valía al tiempo de hacer la

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El contrato de donación

donación. Y en segundo término, se ha suprimido del Código la regla contenida


en el referido artículo 1478, segundo párrafo, según la cual cuando la cosa
donada haya pasado a un tercero por título gratuito, podrá reivindicarla el
donante. Se recogió así la acertada crítica hecha por León Barandiarán, quien
manifestaba que esta era una solución extraña y que en la legislación
comparada se respeta la adquisición del tercero, sin hacer el distingo según
que se trate de título oneroso o título gratuito.

El segundo párrafo del artículo 1635 debe ser entendido como una facultad del
donante a quien se le restituye el bien, pero con un gravamen. Nada le obliga a
pagar lo que el donatario adeuda a quien tiene a su favor la garantía real, pero
si desea evitar la ejecución cancelará el importe y quedará subrogado en los
derechos del acreedor, o sea, adquiere un crédito contra dicho donatario.
Ponemos un ejemplo: "A" le donó a “B” un terreno y “B” hipotecó a "C", en
garantía de una deuda. Si, como consecuencia de la nulidad, caducidad o
revocación de la donación, el terreno reingresa al patrimonio de “A”, lo hará
sufriendo el gravamen hipotecario. Si "A" desea levantar la hipoteca y
eventualmente el remate del inmueble, tendrá que pagarle a "C", y al hacerlo
se subroga en el crédito existente contra “B”. Naturalmente, nada impide que el
donante no haga uso de esta posibilidad y recupere el bien, pero gravado.

¿Cabe que el donante redima una servidumbre pasiva mediante la


aplicación del segundo párrafo del artículo 1635?

El tema ha sido discutido en la doctrina y hay quienes como Manresa y Navarro


afirman esa posibilidad y la extienden a desmembraciones como el usufructo.
Nosotros nos inclinamos en sentido contrario, pues el precepto se refiere a un
gravamen y no a una limitación ni desmembración. La intención del artículo es
clara: se trata de evitar que el donante pierda la propiedad del bien como
consecuencia de la garantía existente. Esta hipótesis no se da si lo que existe
es una servidumbre pasiva o un usufructo.

Con relación a los frutos producidos por el bien donado, es de aplicación el


artículo 1643, que se comentará más adelante.

11. EXCEPCIÓN A INVALIDEZ DE PLENO DERECHO

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El contrato de donación

Artículo 1636.- No queda invalidada de pleno derecho la donación en el caso


del artículo 1634 cuando el valor del bien donado no exceda de la décima parte
de los bienes que tuvo el donante al tiempo de hacer la donación. En este
caso, es necesario que el donante la declare sin efecto.

Este artículo está directamente vinculado con el numeral 1634 y debió situarse
inmediatamente después, lo que no sucedió debido a la errónea ubicación del
artículo 1635, que ya fue criticada.

El precepto es reproducción del artículo 1479 del Código Civil derogado y tiene
como fundamento el hecho de que el valor de lo donado no afectará el derecho
del hijo que se reputo muerto, sin estarlo. Ya no procede, en este caso, la
invalidez de pleno derecho o automática, y si el donante desea dejar sin efecto
la donación, tendrá que declararlo así. Aun cuando no se ha señalado un plazo
para esta declaración, pensamos que será el de seis meses que contiene el
artículo 1639, por aplicación analógica. Supongamos que el donante “A” tiene
un patrimonio constituido por 20.000 m2 de terreno valorizado en 200,000
soles, y de dicho total segrega una porción de 1, 000 m2 evaluada en 10.000
soles y la dona a "B". Imaginemos que al hacer esto, "A” creía muerto a su
único hijo, pero posteriormente descubre que este vive. Conforme al artículo
1634 la donación quedaría invalidada de pleno derecho. No obstante a ello, el
precepto que comentamos introduce una excepción a dicha norma: en vista de
que el valor de lo donado (10,000 soles) no excedía del 10% del patrimonio de
"A" al hacer la donación (200.000 soles), si este desea dejarla sin efecto
deberá declararlo expresamente.

Precisa rectificar que el precepto responde a un caso de nulidad y no de


invalidez.

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El contrato de donación

12. LA REVOCACIÓN EN EL CONTRATO DE DONACIÓN

La revocación de la donación consiste en la facultad del donante de resolver


unilateralmente dicho contrato, pero sujeta a causales expresamente
contempladas en la ley.

12.1. Causales de revocatoria

Con respecto a las causales de revocación de la donación, el artículo 1637


establece que “el donante puede revocar la donación por las mismas causas
de indignidad para suceder y de desheredación”.

Si bien en Principio el acto jurídico es irrevocable y la donación tiene este


carácter, no se puede ignorar su peculiaridad por el desprendimiento en vida de
uno o más bienes que hace el donante. Este no tiene por qué esperar ni exigir
el agradecimiento del donatario, pero es válido reconocerle el derecho de
revocar la donación efectuada si su conducta le hace indigno. Por ello el
numeral bajo comentario consagra esa facultad, pero por razones justificadas y
taxativamente señaladas por la ley, y esto explica la remisión a las causas de
indignidad (artículo 667) y desheredación (artículos 744, 745 y 746 del Código
Civil).

La revocación de la donación es un acto voluntario y se diferencia, por lo tanto,


de la nulidad y de la caducidad, que se da de pleno derecho. ello supone, por lo
demás, la existencia de un contrato de donación perfecto, pero qué pierde su
eficacia por hechos sobrevenidos y qué hacen al donatario no merecedora su
beneficio

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El contrato de donación

En este sentido, corresponde analizar y establecer claramente cuáles de las


causales de indignidad para suceder y de desheredación pueden ser aplicadas
al derecho de contratos, específicamente al contrato de donación.

Las causales de indignidad para suceder y de desheredación se encuentran


reguladas en los artículos 667 y 744, respectivamente. Así, dichas causales
deberán ser analizadas desde la perspectiva donante-donatario y no desde la
natural perspectiva causante-heredero:

CAUSALES DE REVOCACIÓN DE LA DONACIÓN


Normas del derecho sucesorio Aplicación contractual
Perspectiva causante-heredero Perspectiva donante-donatario
Causales de indignidad para Causales de revocatoria de la
suceder donación asimiladas a las de
(artículo 667, incisos 1 al 5) indignidad para suceder
Son excluidos de la sucesión de El donante podrá revocar el contrato
determinada persona, por indignidad, de donación en los supuestos en
como herederos o legatarios: que:
Inciso 1: Los autores y cómplices de El donatario haya cometido tentativa
homicidio doloso -o de su tentativa de homicidio doloso contra la vida del
cometido contra la vida del causante, donante, o haya sido autor o
de sus ascendientes, descendientes cómplice de homicidio doloso o de su
o cónyuge. tentativa, cometido contra la vida de
los ascendientes del causante,
descendientes o cónyuge.
Inciso 2: Los que hubieran sido El donatario hubiera sido condenado
condenados por delito doloso por delito doloso cometido en agravio
cometido en agravio del causante o del donante, de sus ascendientes,
de alguna de las personas a las que descendientes o cónyuge.
se refiere el precedente inciso 1.
Inciso 3: Los que hubieran El donatario hubiera denunciado
denunciado calumniosamente al calumniosamente al donante por
causante por delito al que la ley delito al que la ley sanciona con pena
sanciona con pena privativa de la privativa de la libertad

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El contrato de donación

libertad.
Inciso 4: Los que hubieran empleado El donatario emplee dolo o violencia
dolo o violencia para impedir al para impedir al donante que otorgue
causante que otorgue testamento, testamento, para obligarle a hacerlo o
para obligarle a hacerlo o para que para que revoque total parcialmente
revoque total o parcialmente el el otorgado.
otorgado
Inciso 5: Los que destruyan, oculten, El donatario destruya, oculte
falsifiquen o alteren el testamento de falsifique altere el testamento del
la persona de cuya sucesión se trata, donante, y quien, a sabiendas, haga
y quienes, a sabiendas, hagan uso uso de un testamento falsificado de
de un testamento falsificado. ese donante
Causales de desheredación Causales de revocatoria
asimiladas a los supuestos de
desheredación
Son causales de desheredación de El donante podrá revocar el contrato
los descendientes, de acuerdo con el de donación en los supuestos en
artículo 744: que:
Inciso 1: Haber maltratado de obra o El donatario haya maltratado de obra
injuriado grave y reiteradamente al o injuriado grave y reiteradamente al
ascendiente o a su cónyuge, si este donante o a su cónyuge*,
es también ascendiente del ofensor.
Inciso 2: Haber negado sin motivo El donatario hubiera abandonado al
justificado los alimentos o haber donante que se encuentra
abandonado al ascendiente que se gravemente enfermo o sin poder
encuentre gravemente enfermo o sin valerse por sí mismo.
poder valerse por sí mismo.
Inciso 3: Haber privado al El donatario hubiera privado de la
ascendiente de su libertad de manera libertad injustificadamente al donante.
injustificada.
Inciso 4: Llevar una vida deshonrosa Por regla general, este no constituye
o inmoral. un supuesto de revocación de la
donación.
Por excepción, si el donante puede
demostrar objetivamente que le
afecta la vida deshonrosa o inmoral

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El contrato de donación

del donatario, podrá revocar la


donación por esta causa.
Son causales de desheredación los El donante podrá revocar el contrato
ascendientes, de acuerdo con de donación en los supuestos en
artículo 745: que:
Inciso 1: Haber negado Este supuesto no puede ser aplicado
injustificadamente los alimentos a sus en el ámbito contractual.
descendientes,
Inciso 2: Haber incurrido el Este supuesto no puede ser aplicado
ascendiente en alguna de las causas en el ámbito contractual.
por las que se pierde la patria
potestad o haber sido privado de ella.
Son causales de desheredación del El donante podrá revocar el contrato
cónyuge, de acuerdo con el artículo de donación en los supuestos en
746, las previstas en el artículo 333: que:
Inciso 1: El adulterio. Por regla general, este no constituye
un supuesto de revocación de la
donación.
Por excepción, podría aplicarse a
algunos supuestos donde exista una
lógica similar
Inciso 2: La violencia física o El donatario profiera al donante actos
psicológica. que impliquen violencia física o
psicológica.
Inciso 3: El atentado contra la vida El donatario atentara contra la vida
del cónyuge. del donante.
Inciso 4: La injuria grave. El donatario injurie gravemente al
donante.
Inciso 5: El abandono injustificado de Este supuesto no puede ser aplicado
la casa conyugal por más de dos en el ámbito contractual.
años continuos, o cuando la duración
sumada de los periodos de abandono
exceda este plazo.
Inciso 6: La conducta deshonrosa Este supuesto no puede ser aplicado
que haga insoportable la vida en en el ámbito contractual.
común.
Este supuesto no puede ser aplicado

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El contrato de donación

en ámbito contractual.

12.2. Carácter intransmisible de la facultad de revocar la donación

La facultad de revocar la donación solo la tiene el donante, ya que el único que


puede sancionar un acto tipificado como de indignidad para suceder o de
desheredación. Por ello, de acuerdo con el artículo facultad 1638, tal facultad
no se transmite a los herederos del donante.

Así, la revocación supone dos factores: uno objetivo, que implica la


configuración de las causales de revocación, y otro subjetivo, que toma en
cuenta los sentimientos del donante respecto de los hechos que configuran
tales causales. Estos factores hacen que la revocación de la donación sea
esencialmente personal —intuitu personae — y discrecional del donante.

De esta manera, la facultad de revocar la donación no solo no se transfiere a


los herederos del donante, sino que estos no pueden intervenir en modo alguno
en el proceso de formación —tanto de forma como de fondo de dicha
revocación.

Ahora bien, teniendo en cuenta que la revocación de la donación no se


transmita a los herederos, cabe pronunciarnos sobre el supuesto del inciso 1
del artículo 667, precepto que establece como causal de indignidad para
suceder (heredar) la autoría y complicidad en el homicidio doloso del donante.
La consecuencia de este hecho (sin importar que la muerte del donante se
haya producido de inmediato o en un momento posterior) es la caducidad de la
donación; es decir, la misma se resuelve de pleno derecho, conforme a lo
prescrito por el artículo 1644.

12.3. Plazo para revocar la donación

La facultad de revocar la donación, de conformidad con el artículo 1639,


caduca a los seis meses desde que sobrevino alguna de las causales del
artículo 1637.

Consideramos que el plazo para revocar una donación es muy breve, dada la
necesidad del legislador de terminar lo más pronto posible con una situación de
incertidumbre.

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El contrato de donación

Con respecto al plazo para revocar la donación, debemos cuenta lo prescrito


por el artículo 1640, En el sentido de que no produce efecto la revocación si
dentro de 60 días de hecha por el donante, no se comunica en forma
indubitable al donatario o a sus herederos.

Entendemos que esta norma constituye un elemento perturbador dentro de la


lógica del plazo de la revocatoria, Pues no existe la posibilidad de que una
revocatoria de donación tenga existencia jurídica sin haber sido puesta en
conocimiento del donatario de sus herederos, los mismos que se convierten en
sujetos pasivos de la revocatoria y en eventuales titulares de la defensa de su
contradicción.

Si analizamos el momento en que debe comenzar a computarse el plazo de los


seis meses para revocar la donación, es decir, el término inicial del cómputo de
la misma, nos damos cuenta de que el artículo 1639 no es muy claro.

Así, no existirá problema alguno si, una vez que se produjo la causal de
revocatoria, el donante conoce el hecho y se halla en aptitud de revocar la
donación. Sin embargo, el problema se presentará cuando el donante
desconoce que se ha producido tal hecho, o se encuentra impedido física o
jurídicamente de revocar.

Estimamos que la solución al problema planteado podría hallarse en entender


que el término inicial del plazo se computaría teniendo de cuenta dos factores:

 El primero sería la posibilidad de que el donante haya conocido


existencia del supuesto constitutivo de revocatoria, lo que supone que, si
este no conoce que tal hecho fue realizado por el donatario y no se
encuentra en posibilidad de haberlo conocido, la podría exigirle que
razone sobre la revocatoria del contrato.

 El segundo consistiría en que el donante se halle en la posibilidad física


y jurídica de revocar la donación, de tal manera que, si esto no es así, el
término inicial del plazo de caducidad debería correr desde el momento
en el cual el donante estuvo en capacidad física y jurídica de efectuar tal
revocatoria.

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El contrato de donación

Estimamos que habría sido preferible que el plazo para revocar el contrato de
donación no hubiera sido de caducidad, sino de prescripción. Tal plazo debería
empezar a contarse desde el momento en el cual concluye el hecho tipificante
de la revocatoria y, también, desde el momento en que el donante se allá en
aptitud física y jurídica para poder revocar la donación.

El artículo 1641 establece que el donatario o sus herederos pueden


contradecir las causas de la revocación para que judicialmente se decida sobre
el mérito de estas. Agrega el citado artículo que quedará consumada la
revocación que no fuese contradicha dentro de los sesenta dais después de
comunicada de manera indubitable al donatario o a sus herederos.

12.4. La revocatoria de la donación en las donaciones remuneratorias


o sujetas a cargo

En la donación remuneratoria o sujeta a cargo, el donatario se obliga a ejecutar


una contraprestación a favor del donante; sin embargo, la importancia
patrimonial de esta contraprestación no es lo suficientemente considerable
como para estimar que se está celebrando un contrato a título oneroso. El
cargo o modo, al igual que el plazo o la condición, es una modalidad del acto
jurídico que, de modo alguno, desnaturaliza la gratuidad de la donación.

La invalidación o revocatoria de este tipo de donaciones, de conformidad con el


artículo 1642, determina la obligación del donante de abonar al donatario el
valor del servicio prestado o del cargo satisfecho.

La aplicación del citado artículo supone que la invalidación de la donación


obedezca al ejercicio de alguna atribución del donante que se halle
expresamente contemplada en dicho contrato, respecto de la cual la conducta
del donatario no sea tenida en cuenta para su configuración; es decir, se trata
de una prerrogativa que el donante haga valer conforme a ley.

Por razones de justicia, el artículo 1642 prescribe que, en este caso, el donante
tendrá que reembolsar al donatario el cargo que este hubiera ejecutado a favor
de aquel. Razones similares hacen que, en el supuesto que se pactara una
cláusula de reversión con una condición en la que no tuviera que intervenir el
donatario, el donante deba reembolsar los gastos efectuados por aquel.

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El contrato de donación

Ahora bien, con lo que no estamos de acuerdo es que se aplique el derecho de


reembolso de los gastos realizados por el donatario en los supuestos de
revocación de la donación, ya que la misma supone culpa o dolo del donatario.
Por ello, en estos casos, la regla debería ser la inversa a la adoptada por el
citado artículo.

13. EFECTOS DE LA REVOCACIO: FRUTOS

en el caso de la revocación, el bien donado debe ser devuelto por el donatario


desde que se perfecciona, esto es a partir de la comunicación hecha en forma
indubitable, mencionada por el artículo 1640. De consiguiente, y como
accesorio de ello, los frutos siguen igual suerte.

Entretanto, todos aquellos que hubieran sido percibidos por el donatario le


corresponderán y no habrá lugar para restitución alguna, pues la revocación no
ópera retroactivamente.

Si la invalidación es de pleno derecho (artículos 1634 y 1644) la regla tiene que


ser otra y los frutos serán del donante (o de sus herederos) desde que se
notifica a la demanda de restitución del bien sin esperar una decisión judicial, y
en esta hipótesis los frutos serán del donante desde el momento de dicha
devolución, pues son qué accesorios y sigue la suerte de lo principal.

Se puede hacer una observación qué tal sentido al comentar el artículo 1633
podríamos decir que el sentido del código debió referirse a la nulidad y no la
invalidez.

14. CADUCIDAD POR MUERTE DEL DONANTE

Lo que destaca es que no se trata de una simple causal de revocación, que es


voluntaria por naturaleza, sino que actúa opelegis Por tratarse de una situación
de extrema gravedad y máxima ingratitud. obviamente no podría tratarse de
una causal de revocación, porque ésta sólo puede ser ejercitada por el propio
donante y sus herederos se verán imposibilitados incoarla.

Te lo dicho se desprende que la caducidad se produce de pleno derecho y no


es susceptible de parto contrario, pues tiene carácter imperativo.

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El contrato de donación

aunque no lo diga el precepto, para que la caducidad puedas surtir sus efectos
será necesario que el donatario haya sido condenado por la muerte dolosa del
donante, así debería expresarlo el numeral bajo análisis.

CONCLUSIÓN

En los últimos años la recurrencia a optar por la donación entre vivos se ha


intensificado, a nivel nacional, puesto que los padres han visto una forma
oportuna, directa y previsora el de recurrir por simulación a esta figura y dejar
de lado las formas testamentarias, como se solía recurrir hace algunos años.
Estas donaciones y transferencias de inmuebles a través de la donación o
compra venta ficticia, ha permitido que se desnaturalice la figura de la herencia
una vez que el titular del bien o testador fallezca y deje a sus herederos. A
pesar de que existe la sucesión intestada que es la otra forma de que los
herederos recurran una vez fallecido los padres a seguir un proceso sucesorio,
ésta tampoco no es recurrible como lo es la donación entre vivos o
transferencias en simulación de la propiedad inmueble.

Las causas para que se recurre a la donación entre vivos, o la simulación de


venta del bien inmueble, son básicamente: La de que la institución de los
testamentos ha llegado a una crisis, ello implica que figuras como el albacea
casi ya no existan en la actualidad. Por otro lado, hay causas económicas, en
este tiempo los hijos tienen necesidades más inmediatas y no pueden esperar
hasta que el padre fallezca para poder acceder a la herencia. Así mismo como
una tercera causa se tiene la cultura transgresora del peruano, que “hecha la
ley hecha la trampa”, es decir que se recurre a torcer la Ley, hacerla más
acorde a sus intereses y necesidades.

Las consecuencias que ocasiona este tipo de prácticas jurídicas, es que se


desnaturaliza la institución llamada sucesiones, que, desde el Derecho
Romano, cumplía la función de preservar generacionalmente los bienes en
línea recta de padres a hijos. Por otro lado, se incumple la Ley, es decir que las
normas sucesorias estaban expedidas para cumplirse, pero recurriendo a

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El contrato de donación

prácticas como las mencionadas, abiertamente se incumplen con ellas, dejando


un mal precedente en la cultura de la legalidad. Otra consecuencia, es que se
empuja con ésta prácticas a que no sea eficaz, la normatividad sucesoria, y se
tenga tarde o temprano que reestructurar la institución de las sucesiones en
nuestro Ordenamiento Civil peruano.

BIBLIOGRAFIA

De Ruggiero, Roberto. Instituciones de Derecho Civil. Cuarta Edición. Madrid:


Editorial Reus, 1929, volumen I, pp. 145 y ss

Díez-Picazo, Luis. Fundamentos de Derecho Civil Patrimonial. Quinta edición.


Madrid: Civitas, 1996, volumen I, p. 305.

SORIA, A. & OSTERLING, M. (2015) Contratos Modernos: Elementos


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Chacón Blanco, J. (2003). Manual de Obligaciones y Contratos, Tomo II.


Obtenido de https://www.derechoycambiosocial.com/donacion.pdf

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