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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA

ESCUELA DE DERECHO

CURSO:
Oratoria Forense

DOCENTE:
Ramos Suyo, Juan Abraham

TEMA:
Redactoria forense grupal

INTEGRANTES
Guillen Cabrera, Mary Cielo

Huaripoma Pedroza Nedeld Rosario

López Tesen Paola Brigith

Pari Paye, Rosa Elena

Rojas Sarmiento, Sandy Carol

Solís Salas, Aarón

Villaorduña Ángel, Enver

Zambrano Gonzales, Jhony

Lima, 30 de marzo del 2021


EXPEDIENTE N° 353 – 2015 LIMA NORTE
MATERIA: NULIDAD DE ACTO JURIDICO
DEMANDANTE: VICENTINA INÉS FÉLIX MENDOZA
DEMANDADO: VÍCTOR DAVID AGUILAR HUAMANI Y JORGE SIMÓN ROSALES JARA
1. DESCRIPCION FACTICA DEL CASO
1) La Sra. Vicentina Inés Félix Mendoza interpone demanda sobre nulidad de acto jurídico del
contrato privado de transferencia de acciones y derecho contra Víctor David Aguilar
Huamani y Jorge Simón Rosales Jara.
2) El día 08 de marzo de 1979, la demandante Vicentina Inés Félix Mendoza y el
codemandado Jorge Simón Rosales Jara contrajeron matrimonio por ante el Concejo
Distrital de San Martín de Porres, conforme a la Partida de Matrimonio que obra en el
expediente. Por ende, la condición de casado del citado codemandado se encuentra
corroborado con la copia certificada del acta de matrimonio.
3) Dentro de la vigencia del vínculo matrimonial, el 14 de marzo de 1994, la Cooperativa de
Vivienda de los Trabajadores del Concejo Provincial de Lima entregó el terreno materia de
litis de 1,000 m2 de área, ubicado en las Lomas de Carabayllo – Distrito de Carabayllo. De
ello se colige que el terreno se adquirió dentro del matrimonio por lo que es considerado un
bien social y para disponer total o parcialmente los bienes sociales es indispensable la
participación de ambos cónyuges.
4) El lote de terreno que forma parte de la sociedad conyugal se transfirió sin la autorización
de la demandante a favor de Víctor David Aguilar Huamani mediante contrato de
transferencia de acciones y derechos de fecha veintidós de octubre de dos mil uno, a pesar
de que el codemandado Jorge Simón Rosales Jara así como Nicodemos Molina Castillo
sabían que era una propiedad social. Entonces, la buena fe que alega el demandado Víctor
David Aguilar Huamani se encuentra totalmente desvirtuado pues, conforme obra en el
expediente, se ha corroborado que, en la ficha del padrón de socios de la Cooperativa de
Vivienda de los Trabajadores del Concejo Provincial de Lima, inscrita ante el Registro
Público de Lima como título archivado, se consigna el estado civil del codemandado Jorge
Simón Rosales Jara como casado.
5) El hecho de que los esposos tengan distintas direcciones domiciliarias no prueba la mala fe
del codemandado Jorge Simón Rosales Jara y la connivencia con la demandante para
apoderarse de su inmueble, aunado al hecho que su esposo se allanó a la demanda. Esto
no se ha acreditado pues con la sola afirmación de que los cónyuges tengan domicilios
distintos o que el cónyuge demandado se allanó a la demanda es insuficiente para su
acreditar tales hechos.
6) El demandado Víctor David Aguilar Huamani sostiene que se ha demostrado la dejadez,
falta de importancia en reclamar el bien sub litis, por parte de la demandante y que no es
creíble que recién en el 2010 se haya percatado de la venta hecha por su codemandado.
Dicho ello, conforme al artículo 2001 numeral 1 del Código Civil, la demandante cuenta con
10 años para solicitar la nulidad del acto jurídico; además, según la resolución N° 5 (29 de
setiembre del 2011) se declaró infundada la excepción de prescripción extintiva de la
acción, interpuesta por el apelante.
2. LEGISLACIÓN O FUNDAMENTACIÓN JURIDICA
Los hechos materia del presente proceso se sustentan en los siguientes artículos
CÓDIGO CIVIL

- Artículo 315: Que establece la disposición de los bienes sociales, en donde se requiere la
intervención del marido y la mujer. Entonces, respecto al bien materia de litis, no se debió
transferir el inmueble pues es propiedad de ambos cónyuges.
- Artículo 2012: Que refiere sobre el principio de publicidad y señala que toda persona tiene
conocimiento del contenido de las inscripciones, sin admitirse prueba en contrario. Por
ende, el demandado tenía conocimiento del estado civil del codemandado debido a que
figuraba en la ficha del padrón de socios de la Cooperativa de Vivienda de los Trabajadores
del Concejo Provincial de Lima, inscrita ante el Registro Público de Lima como título
archivado.
- Artículo 2001 numeral 1: Que estipula los plazos de prescripción, esto es, 10 años para la
nulidad del acto jurídico, por consiguiente, la demandante se encuentra dentro de los 10
años para solicitar la nulidad.
- Artículo 219 numerales 4 y 8: Que menciona las causales de nulidad del acto jurídico por fin
ilícito y en caso del artículo V del Título Preliminar, respectivamente. Por tanto, del caso
concreto se observa que se ha configurado la finalidad ilícita del acto contractual por estar
orientada a contravenir las normas que interesan al orden público o a las buenas
costumbres.
CODIGO PROCESAL CIVIL

- Artículo 196: Que se refiere a la carga de la prueba pues corresponde a quien afirma
hechos que configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos por
lo que, en el caso concreto, los hechos que señala la parte demandada son solo
afirmaciones que no se han acreditado.

3. DOCTRINA
JORGE ORTIZ PASCO, señala lo siguiente: “Sobre que el mismo registro permite que todas las
personas accedan a él y tomen conocimiento de la información que ellos deseen y eso lo harán a
través de una solicitud donde no será necesario expresar su causa permitiendo así un acceso
general a la información que contiene los registros públicos”.
ORTIZ PASCO, Jorge. “Análisis doctrinario, legal y de resoluciones del tribunal registral en los principios
registrales”, Revista Vanguardia Jurídica, 2013, p. 17.

Según otra doctrina nacional, el DR. ÁNGEL RIMASCCA HUARANCCA señala lo siguiente:
“El principio de publicidad es la exteriorización continuada y organizada de situaciones jurídicas
de trascendencia real, en un registro público y cuyo ingreso está bajo el control del registrador
público, para generar determinados efectos jurídicos sustantivos sobre la situación publicada en
el registro respectivo. Asimismo, aquella divulgación está destinada a hacer cognoscible
(posibilitar el conocimiento general) de determinadas situaciones jurídicas para la tutela de los
derechos y la seguridad del tráfico jurídico”.
RIMASCCA HUARANCCA, Ángel “El Derecho Registral en la jurisprudencia del Tribunal Registral”,
Gaceta Jurídica, 2015, p. 234.

Respecto a la nulidad del acto jurídico, debemos ampararnos en lo manifestado por FERNANDO
VIDAL RAMIREZ, quien señala respectivamente que, “la ilicitud de la finalidad se determina
cuando la manifestación de voluntad no se dirige a la producción de efectos jurídicos que puedan
recibir tutela jurídica, pues la intención evidenciada de los celebrantes del acto jurídico es
contraria al ordenamiento jurídico” y “en la causal del inciso 8 del art. 219 quedan comprendidos
los actos jurídicos celebrados en contravención a las normas de orden público y queda
planteada, así, la nulidad virtual de un acto jurídico cuando sea celebrado con violación de
normas imperativas, que son en las que se expresa el orden público”.
VIDAL RAMIREZ, Fernando, “El Acto Jurídico”, Editorial Gaceta Jurídica, p. 534-536.

ENRIQUE VARSI ROSPIGLIOSI, señala que “En el caso de nulidad se presentan dos
posiciones: a) Por ausencia de manifestación de voluntad. Una teoría clásica alega que el acto
jurídico es nulo por ausencia de manifestación de voluntad (art. 219, inc. 1). Si los cónyuges son
los legitimados para manifestar válidamente voluntad de celebrar un acto jurídico, la ausencia de
voluntad de uno vicia el acto de nulidad; b) Por ser contrario a las normas que interesan al orden
público y a las buenas costumbres. Se alega la nulidad del acto jurídico por ser contrario a las
normas que interesan al orden público y a las buenas costumbres (art. 219, inc. 8 y art. V, Título
Preliminar). La norma que restringe los actos de disposición de los bienes sociales a ser hechos
de forma conjunta por ambos cónyuges tiene carácter imperativo y responde a un criterio de
orden público, teniendo como fundamento que la sociedad conyugal es la titular de los bienes
sociales”.
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique “Tratado de Derecho de Familia – Derecho familiar patrimonial,
Relaciones económicas e instituciones supletorias y de amparo familiar” Tomo III, Editorial Gaceta
Jurídica, p. 206-207.

4. JURISPRUDENCIA
 Casación N° 3607-2013 de Lima - Perú, señala lo siguiente:

“Que, con relación al principio de publicidad y buena fe registrales (...), conviene precisar que la
finalidad última del Registro de la Propiedad Inmueble es otorgar seguridad jurídica al tráfico
inmobiliario procurando la máxima transparencia y certeza de las transferencias de bienes: en tal
sentido publicidad registral garantiza la notoriedad de los actos que se inscriben, se admite que
hay un interés general que las transferencias de inmuebles sean conocibles por cualquier
interesado, el comprador de un bien inmueble al momento de entables la relación jurídica tiene
necesidad de conocer con certeza los elementos que harán eficaz la transmisión, esencialmente
que el vendedor sea el dueño del bien y que el bien este libre de cargas o gravámenes, así el
Estado satisface esa necesidad con la publicidad impidiendo que se produzca transferencias o
cargas ocultas que afecten derechos de terceros”.

 Casación N° 886-2015 Lima, en el considerando cuarto señala lo siguiente:


“Tratándose de un proceso de Nulidad de Acto Jurídico, se debe precisar que el acto jurídico
está determinado por la manifestación de voluntad destinada a producir un efecto jurídico, y
excepcionalmente dicho acto jurídico puede adolecer de defecto que lo hace ineficaz; la doctrina
recogida por nuestro ordenamiento civil las ha clasificado en: estructurales o aquellas afectadas
por causa originaria o intrínseca al momento de la celebración o formación del acto, cuyos
elementos constitutivos están previstos en el artículo 219 del Código Civil; ineficacia sustentada
en el principio de legalidad, por lo que opera la nulidad ipso iure o absoluta, no pudiendo
confirmarse por acto posterior; e ineficacia funcional, por sobrevenir un defecto ajeno a la
estructura y se presenta luego de celebrado el acto jurídico, que da lugar a la anulabilidad del
acto, salvo que la parte afectada pueda perfeccionarlos mediante su confirmación, cuyos
elementos los encontramos en el artículo 221 del Código precitado”.

 Casación N° 381-2015 Lima Norte, en el considerando tercero y sexto establece


respectivamente lo siguiente:
“Que, ahora bien, corresponde analizar la denuncia casatoria de naturaleza material, esto es,
respecto a la infracción normativa de los artículos 161, 292 y 315 del Código Civil, referidos la
disposición de bienes sociales. Así pues, se preceptúa que “Para disponer de los bienes sociales
o gravarlos, se requiere la intervención del marido y la mujer. Empero, cualquiera de ellos puede
ejercitar tal facultad, si tiene poder especial del otro.”, “La representación de la sociedad
conyugal es ejercida conjuntamente por los cónyuges, sin perjuicio de lo dispuesto por el Código
Procesal Civil. Cualquiera de ellos, sin embargo, puede otorgar poder al otro para que ejerza
dicha representación de manera total o parcial.”, y finalmente que, “El acto jurídico celebrado por
el representante excediendo los límites de las facultades que se le hubiere conferido, o
violándolas, es ineficaz con relación al representado, sin perjuicio de las responsabilidades que
resulten frente a éste y a terceros”.
“Que, sin embargo, como lo señalan los dispositivos normativos antes descritos, la legitimidad
para disponer del bien social, recae en la sociedad de gananciales, pues son ambos quienes
representan a la sociedad conyugal, excepcionalmente en uno de ellos, si es que media poder
de representación”.

 Casación 3006-2015 Junín (sentencia del VIII Pleno Casatorio Civil)

“Para disponer de los bienes sociales, se requiere que en el acto de disposición intervengan
ambos cónyuges por mandato expreso del artículo 315 del Código Civil, como elemento
constitutivo necesario para la validez del acto jurídico. Por ello, el acto de disposición de un bien
social realizado por uno solo de los cónyuges, sin la intervención del otro, es nulo por ser
contrario a una norma imperativa de orden público, según el inciso 8) del artículo 219 del Código
Civil, concordante con el artículo V del Título Preliminar del acotado Código”.

 Casación 1375-2015 Puno, en el considerando 14 señala lo siguiente:

“En este sentido, se determina que en los autos no solo se ha probado que el acto jurídico
cuestionado en la demanda fue celebrado en términos incompatibles con la regla de legitimación
contenida en el artículo 315 del Código Civil, pues fue celebrado por quien carecía de tal calidad
para vender -por lo menos para hacerlo en forma exclusiva-, sino también que fue celebrado con
la intención de burlar lo previsto en dicho artículo, por lo que se determina que, en este caso
específico, la voluntad de las partes estuvo claramente encaminada por un interés contrario al
ordenamiento jurídico, configurando así la causal de nulidad prevista en el artículo 219, inciso 4,
del Código Civil (cuando su fin sea ilícito)”.

 Casación 835-2014 Lima Norte, en el considerando décimo octavo establece:

“ha quedado acreditado en autos que tanto el esposo de la demandante Caciano Velásquez
Libón como la Cooperativa de Vivienda Sinchi Roca Limitada en Liquidación, han actuado de
mala fe al celebrar los dos actos jurídicos materia de nulidad, pues ambas partes tenían pleno
conocimiento que el bien inmueble sub litis materia de transferencia, era de propiedad de los
cónyuges Caciano Velásquez Libón y Tadea Toledo Oviedo de Velásquez, es decir, se trataba
de un bien social que no podía ser transferido sin la participación de ésta última”.

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