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ANAS

Revista de periodicidad bianual publicada por el Museo Nacional de Arte Romano


de Mérida, bajo los auspicios de la Asociación de Amigos del Museo.

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Editor científico del presente volumen: J.M. Murciano Calles

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Romano; c/ José Ramón Mélida s/n. 06800 Mérida (Badajoz), España.

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Depósito Legal: BA-604-2014


ISSN: 1130 – 1929

Fotocomposición e Impresión:
ARTES GRÁFICAS REJAS
Avda. Sta. Teresa Jornet - Mérida
ANAS
Mérida (Badajoz) - ISSN: 1130-1929

MUSEO NACIONAL DE ARTE ROMANO DE MÉRIDA


José R. Mélida s/n. 06800 Mérida
7

ANAS
SUMARIO

JOSÉ MARÍA MURCIANO CALLES


Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9

ÁREAS FUNERARIAS

JUANA MÁRQUEZ PÉREZ


Las áreas funerarias de Augusta Emerita. Estado de la cuestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13-27

FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO


La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita:
recintos funerarios, mausoleos y su organización entre el Alto y Bajo Imperio.
Excavación arqueológica realizada en el Antiguo Cuartel Militar de Artillería
Hernán Cortés de Mérida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29-52

CARLOS CÁCERES-PUERTO, JESÚS GARCÍA SÁNCHEZ


El uso funerario en Augusta Emerita, siglos I a. C. - III d. C. Una propuesta de
empleo de modelos probabilísticos y su repercusión espacial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53-67

ANA Mª BEJARANO OSORIO


El área funeraria oriental de Augusta Emerita:
los solares de la “La Antigua Campsa” y “El Sitio del Disco” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69-96

JOSÉ MARÍA MURCIANO CALLES


La Necrópolis del Puente. Revisión cronológica de un área funeraria poco
conocida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .97-111

EULALIA GIJÓN GABRIEL


Augusta Emerita. Documentación arqueológica sobre el cambio en la topografia
funeraria. La destrucción de un importante monumentum a consecuencia de la
reforma de la fachada norte del circo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .113-127

JUAN JOSÉ CHAMIZO DE CASTRO


Área funeraria de San Agustín, espacio jerarquizado en un suburbio noreste de
Augusta Emerita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .129-153

JOSÉ MARÍA MURCIANO CALLES, RAFAEL SABIO GONZÁLEZ


El área funeraria del MNAR. Secuencia evolutiva y monumentalización . . . . . . . . . . . . . . . . . . .155-181

FILIPA CORTESÃO SILVA


Una mirada bioantropológica sobre el funus acerbum: El caso de Augusta Emerita
en época altoimperial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .183-200
FRANCISCO JAVIER HERAS MORA, ANA BELÉN OLMEDO GRAGERA
Novedades en la necrópolis tardorromana de Mérida. Las princesas bárbaras . . . . . . . . . . . .201-218

MONUMENTALIZACIÓN

RAFAEL SABIO GONZÁLEZ


Columbaria. El MNAR como paradigma de un problema conceptual y museográfico . . .221-239

EMILIO GAMO PAZOS, ANA GRACIA RIVA, JOSÉ M. MURCIANO CALLES


Estudio de algunas inscripciones funerarias latinas del MNAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .241-256

LUIS HIDALGO, GUADALUPE MÉNDEZ


Inscripción edilicia tardorromana hallada en contexto funerario (Mérida) . . . . . . . . . . . . . . . . . .257-265

MIGUEL ALBA
Sobre la amortización de las necrópolis paganas de Mérida (s. V) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .267-295

RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

CARLOS MÁRQUEZ
Reseña del libro: MURCIANO CALLES, José María, Monumenta. Tipología
monumental funeraria en Augusta Emerita. Origen y desarrollo entre los siglos
I a. C. y IV d. C. (Monografías Emeritenses 12). Mérida, 2019. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .299-302

HELENA GIMENO PASCUAL


Reseña del libro: HIDALGO MARTÍN, Luis Ángel, EDMONDSON, Jonathan,
MÁRQUEZ PÉREZ, Juana, RAMÍREZ SÁDABA, José Luis, Nueva epigrafía
funeraria de Augusta Emerita. Tituli sepulcrales urbanos (ss. I-VII) y su contexto
arqueológico (NEFAE)(Memoria. Monografías Arqueológicas de Mérida, 1).
Mérida, 2019. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .303-305
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LA ARQUITECTURA FUNERARIA DE UN ÁREA


EXTRAMUROS AL NORESTE DE AUGUSTA
EMERITA: RECINTOS FUNERARIOS,
MAUSOLEOS Y SU ORGANIZACIÓN ENTRE
EL ALTO Y BAJO IMPERIO. EXCAVACIÓN
ARQUEOLÓGICA REALIZADA EN EL ANTIGUO
CUARTEL MILITAR DE ARTILLERÍA
HERNÁN CORTÉS DE MÉRIDA
THE FUNERARY ARCHITECTURE OF AN EXTRA-WALL AREA
TO THE NORTHEAST OF AUGUSTA EMERITA: FUNERAL
ENCLOSURES, MAUSOLEUMS AND THEIR ORGANIZATION
BETWEEN THE EARLY AND LATE ROMAN EMPIRE.
ARCHAEOLOGICAL EXCAVATION CARRIED OUT IN THE
OLD ARTILLERY MILITARY BARRACKS
HERNÁN CORTÉS (MÉRIDA)

FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO*

RESUMEN
Se presenta, en este artículo, el hallazgo de varios nuevos recintos sepulcrales en
una de las áreas funerarias de la zona norte de Augusta Emerita. Estas edificaciones
se articulan en torno a dos vías perpendiculares entre sí, una enlosada, construida en
el siglo I d. C. y otra empedrada, creada en el siglo II d. C. Dentro del variado
conjunto de estructuras funerarias exhumadas durante la intervención arqueológica,
nos interesa destacar el descubrimiento de diversos acotados con muros de gran
longitud, que albergaban tanto mausoleos, como sepulturas individuales y otras
instalaciones relacionadas con los rituales funerarios.

PALABRAS CLAVE: Vías periurbanas, área funeraria, triclinium funerario,


recintos y mausoleos.

SUMMARY
This article presents the discovery of several new burial enclosures in one of the
funerary areas in the north of Augusta Emerita. These buildings are organized around

(*) fsanchez2006@hotmail.com
30 FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO

two roads perpendicular to each other, one paved, built in the 1st century A.D. and
another cobblestone, created in the 2nd century A.D. Within the varied set of funerary
structures exhumed during the archaeological intervention, we are interested in
highlighting the finding of several enclosures with very long walls, which housed
both mausoleums, individual graves and other structures related to the burial rituals.

KEYWORDS: Peri-urban roads, funerary area, funerary triclinium, enclosures


and mausoleums.

INTRODUCCIÓN

La excavación arqueológica realizada en el solar del antiguo Cuartel Militar de


Artillería Hernán Cortés y promovida por el Excelentísimo Ayuntamiento de Mérida,
se desarrolla a lo largo del año
2009, en una extensa área situada
al Norte del núcleo urbano
emeritense1 (fig. 1). Gracias a esta
actuación, se logra documentar las
sucesivas etapas de ocupación en
un amplio espacio extramuros de
la capital de la Lusitania durante
la Edad Antigua. Históricamente,
se han venido realizando inter-
venciones arqueológicas en los
terrenos del Cuartel de Artillería,
desde los hallazgos de Floriano,
Fig. 1. Situación, en vista satelital (©Google Earth), de la
Mélida y Macías2, entre 1928 y zona excavada del Antiguo Cuartel Hernán Cortés, al noreste
1929, hasta el ingente número de la ciudad.
actuaciones en toda la ciudad,
desde comienzos del siglo XXI, gracias a la labor del Consorcio de la Ciudad
Monumental de Mérida, así como a la iniciativa privada y pública, que va a generar
numerosos proyectos urbanísticos, de obra civil e infraestructuras.

DESARROLLO DE LA EXCAVACIÓN

Uno de los datos más relevantes de la intervención es la presencia de dos vías de


época romana, la primera de las cuales está enlosada, presenta orientación
aproximada norte-sur y su construcción se remonta al siglo I d. C. La segunda vía se
encuentra encachada, con cantos pequeños y medianos, disponiéndose perpendicular
a la otra, es decir, este-oeste y su origen se remontaría al siglo II d. C., manteniéndose
en uso hasta, al menos, el siglo III d. C. (fig. 2). Ambas caen en desuso, con total

(1) SÁNCHEZ HIDALGO, Fernando, SANABRIA MURILLO, Diego y ROSA, Renata, “Evolución de un área
extramuros al noreste de Augusta Emerita: ámbitos funerarios, domésticos y gran edificio balneario; construcciones
tardoantiguas y maqbara andalusí. Excavación arqueológica realizada en el Antiguo Cuartel Militar de Artillería ‘Hernán
Cortés’ de Mérida”, Mérida Excavaciones Arqueológicas (2009-2011), vol. 13 (2019), págs. 425-483.
(2) MÉLIDA ALINARI, José Ramón y MACÍAS LIÁÑEZ, Maximiliano, Excavaciones de Mérida. Memoria de los
trabajos practicados en 1926 y 1927 (Memoria. Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, vol. 98, n. º 6 de 1927).
Madrid, 1929, págs. 32-33.

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 31

Fig. 2. Calzada enlosada y vía encachada que articulan los sectores del área funeraria. Fotos del autor.

seguridad, durante el siglo V d. C., cuando se erigen nuevas construcciones en toda la


zona, aunque ambos trazados se pudieron fosilizar en caminos de tierra. Una y otra
vías rigieron la implantación de los diversos recintos funerarios documentados, así
como la disposición de numerosas tumbas, a lo largo de sucesivas etapas de uso de
los espacios como área funeraria, entre el Alto y Bajo Imperio (fig. 3).

En el extremo este del solar se localiza una gran concentración de sepulturas de


cronología romana altoimperial –que posiblemente se encontraban delimitadas por
muros–, cuyo rito principal es la incineración y presentan diversas tipologías
(bustum, caja de ladrillos, mensa y fosa -fig. 4-). Dentro del mismo sector, se han
hallado también enterramientos cuyo rito funerario es la inhumación, algunas
fechadas en torno a los siglos I y II d. C. y otras entre los siglos III y IV d. C. que, en
su mayor parte, se fabricaron con caja de ladrillos.

A lo largo de todo el sector meridional del solar, se han excavado varios recintos
funerarios, caracterizados por muros longitudinales de gran extensión y anchura,
cuyas cimentaciones tienen fábrica de opus caementicium, que se adosan unos a otros
en sucesivas etapas constructivas. Fueron diseñados para albergar sepulturas, dentro
de una gran área funeraria bien organizada, en cuyo interior se han localizado escasos
enterramientos, todos altoimperiales. En varios casos, se documenta cómo en estos
acotados se colocaban sillares de refuerzo en sus esquinas y se empleaba el aparejo
de opus incertum en el zócalo y parte de su alzado, que era probablemente de tapial,
hasta su coronación.

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Fig. 3. Plano de estructuras de la Fase Alto – Bajoimperial, con dos vías que articulan, mausoleos y otras construcciones (original a escala 1/250. Dibujo: Fernando Sánchez sobre planos de David Sadornil.
34 FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO

Fig.4. Depósito funerario en una sepultura y cuenco de costillas. Fotos del autor.

En la parte central del solar, destaca un recinto de grandes dimensiones (mausoleo


B), en cuyo interior se localiza una estructura columnada con un triclinio funerario.
Este contaba con tres lechos para sentarse y, en el centro, pudo alojar la mensa del
banquete (fig. 5). Una de las últimas etapas de uso incluye un enterramiento
bajoimperial de inhumación, amortizado por un estrato, en el que se localizaron dos
bustos de mármol, datados en el siglo I d. C. Estas esculturas serían retratos privados,
probablemente asociados al espacio funerario donde se hallaron, aunque su ubicación
originaria es difícil de determinar3. Anteriormente, durante las obras de construcción
del propio Cuartel de Artillería, ya habían aparecido en este y otros solares próximos
varios ejemplares de cabezas-retrato, algunos de los cuales se encuentran expuestos
en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, así como en el Museo
Arqueológico Nacional.

Fig. 5. Triclinio funerario excavado en el Cuartel (Foto: Fernando Sánchez) y modelo de la “New York Public
Library, Picture Collection”.

(3) SÁNCHEZ HIDALGO, Fernando y ROSA, Renata, “Hallazgo de dos cabezas-retrato de mármol en las excavaciones
del antiguo cuartel Hernán Cortés”, FORO, vol. 58 (2010), pág. 8.

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Otro gran espacio funerario delimitado por anchos muros de gran longitud se
encuentra trabado con el recinto anterior, concretamente por su extremo norte (fig. 6).
Este hecho nos indica un extenso diseño programático de los espacios, para su uso
funerario, desde una etapa muy temprana en la vida de la ciudad emeritense.

Fig. 6. Muros de un gran recinto funerario en el solar del Cuartel. Fotos del autor.

En el extremo occidental de la franja central del área excavada, se localiza una


extensa edificación –mausoleo A–, con dos inhumaciones en su interior, cuyas
cimentaciones presentan un ancho de 60 cm y están realizadas en opus caementicium
de buena calidad. Su paramento principal corre en paralelo a la calzada enlosada y se
desconoce su altura original, aunque por la cimentación de su esquina noroccidental,
que alcanza 1,40 m de profundidad, sabemos que fue una estructura de gran
envergadura e importancia. Su entrada se encontraba originalmente en su flanco este,
adyacente a la citada calzada. En una fase posterior, se modifican los espacios,
aunque se reaprovechan los paramentos de la fase previa, adosándole por el exterior
una serie de muros perpendiculares de opus caementicium, creando nuevas
dependencias. Mientras que la primera fase se enmarcaría entre los siglos II y III d.
C., esta segunda fase se ha podido fechar en el siglo IV d. C., gracias al depósito
funerario de una inhumación en fosa, orientada norte-sur. Las paredes del primer
mausoleo estaban realizadas con grandes sillares (opus quadratum), monu -
mentalizando así la estructura, y su pavimento original era de opus signinum, del que
apenas quedan restos ya que se eliminó posteriormente.

Al Sur del anterior mausoleo, dentro del denominado sector suroeste, se excava
una edificación de planta cuadrangular, con muros de opus caementicium, arrasados a
nivel de sus cimientos, que se interpretan como un edificio funerario (mausoleo D).
Esta construcción se halla a unos 2,5 m al Oeste de la calzada enlosada y dos de sus
paramentos presentan orientación similar, norte-sur.

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Aparte de estos recintos, en varios puntos situados por fuera de sus muros, se
localizan sepulturas individuales, coexistiendo la habitual dualidad de los dos ritos
romanos de enterramiento, el de inhumación y el de cremación. Este último va
asociado al carácter purificador del fuego, mientras que la inhumación parte de la
idea de un retorno a la tierra4. Ambos formatos coexisten durante el siglo II d. C. y, a
partir del siglo III d. C. predomina la inhumación del cuerpo. Gracias a los estudios
de F. Taglietti5 en la necrópolis de Isola Sacra, se comprueba cómo “cremaciones e
inhumaciones coinciden de forma ocasional en las tumbas monumentales, mientras
los más pobres usan la inhumación de forma casi exclusiva”, relacionándose este
hecho con el ahorro que se lograba al suprimir los ritos asociados a la cremación. En
definitiva, el total de sepulturas de incineración documentadas en la actual
intervención del Cuartel es de 47, siendo el número de inhumaciones de 15,
observándose, por lo tanto, esa predominancia del rito de la cremación en época
altoimperial.

DESCRIPCIÓN DE LOS RECINTOS, ACOTADOS Y MAUSOLEOS

Uno de los recintos funerarios más interesantes de los documentados en el solar


del Cuartel es el denominado mausoleo B, donde se localiza el triclinio funerario. Se
ha podido reconstruir su planta casi en su totalidad, cuyas dimensiones son de 14,80
x 15,50 m, en sentido oeste-este y norte-sur, respectivamente. Los muros del recinto,
fabricados con opus caementicium, se conservan a nivel de cimentación y su grosor
oscila entre 60-90 cm, contando con sillares de refuerzo en las esquinas. Tan solo su
extremo oeste mantiene, aparte del cimiento, un fragmento de alzado, formado por el
mismo material constructivo. Se accedería, probablemente, por su ala occidental,
desde la calzada enlosada, hacia una dependencia central de las tres que la integran,
las cuales se encontrarían techadas. Desde allí, se pasa a un patio abierto, donde se
localiza un pozo, parterres y una especie de pérgola -que alberga el triclinio-
ocupando buena parte de su mitad septentrional. Esta estructura consta de ocho
sillares para soportar las columnas, cuatro de ellas colocadas en la fachada principal
situada al Sur, con la entrada enmarcada por dos de estas columnas; por otra parte,
los laterales este y oeste contarían con tres de ellas cada uno, sobre sus respectivos
pedestales. El triclinio tiene 7 m de largo por 6,3 m de ancho, mientras que el espacio
central mide 5 x 2,7 m. El ancho de los lectii, midiendo por la cara interior de los
muros donde apoyan, sería de entre 1 y 1,10 m. Se trata de una estructura que,
posiblemente, no tenía techumbre.

En lo que respecta al pozo, su diámetro exterior mide 1,56 m y el interior de 0,75


m, siendo su fábrica de opus incertum. En su lado oeste, cuenta con una estructura de
opus caementicium, de planta rectangular, a modo de brocal enlucido que mide
aproximadamente 1,45 x 1,19 m, siendo la medida larga la norte-sur. Quizá se tratase
de una pila o de una especie de mensa para apoyar algún tipo de recipiente

(4) VAQUERIZO GIL, Desiderio, “La muerte en la Hispania romana. Ideología y prácticas”, en BARCA DURÁN,
Francisco Javíer y JIMÉNEZ ÁVILA, Javier (eds.), Enfermedad, muerte y cultura en las sociedades del pasado:
Importancia de la contextualización en los estudios paleopatológicos. Actas del VIII Congreso Nacional de
Paleopatología, I Encuentro Hispano-Luso de Paleopatología (Cáceres 2005). Cuacos de Yuste, 2007, pág. 140.
(5) TAGLIETTI, Franca, “Ancora su incinerazione e inumazione: la necropoli dell’Isola Sacra”, en HEINZELMANN,
Michael (ed.), Culto dei morti e costumi funerari romani. Roma, Italia settentrionale e province nord-occidentali dalla
tarda Repubblica all’età imperiale. Wiesbaden, 2001, págs. 149-158.

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 37

relacionado con los rituales


funerarios y conmemorativos.
Junto a los paramentos del lado
sur y oeste del patio, así como a
los que rodean a la estructura del
triclinio por el Este y por el
Oeste, se localizan varias zanjas
corridas de entre 60-80 cm de
anchura. Estos surcos quedan
delimitados por las paredes de
los muros, por un lado, y por un
resalte de media caña que remata
todo el perímetro de los pavi -
mentos de opus signinum. Todos
los enterramientos del mausoleo,
se han localizado en el interior de
estas zanjas, como es el caso de
tres cremaciones, adosadas al
paramento meridional del patio,
fechadas gracias a sus depósitos
funerarios (botellas y ungüen -
tarios de vidrio, cuencos de
cerámica y lucernas) (fig. 7), Fig. 7. Depósito funerario hallado en una tumba. Fotos del
autor.
entre los siglos I-II d. C.

Por otra parte, se localiza un hoyo, hacia la esquina noroccidental del mausoleo,
cuyas dimensiones invitan a pensar que se tratase de un enterramiento de
incineración, hoy en día expoliado. Por último, se halló una inhumación en fosa
simple, en un punto situado a la entrada del patio, por el Oeste, junto al muro sur del
pasillo. Ambos enterramientos se encuentran en el citado surco que recorre, en
paralelo, varias de las paredes del espacio funerario, por lo que pudo diseñarse con
doble funcionalidad, primero, la de albergar enterramientos, con su correspondiente
marcador, monumento, etc. y, en segundo lugar, servir de parterre para flores,
arbustos u otras plantas decorativas (fig. 8).

El siguiente recinto, o mausoleo C, que se adosa al del triclinio por su lado norte,
mide 15,10 m de largo, en sentido norte-sur, y se le calculan alrededor de 11 m de
ancho ya que, el cierre por el Oeste no se ha conservado. En su interior, se localizan
cuatro tumbas de incineración, en fosa, tres junto al muro este, orientadas norte-sur y
una junto al paramento sur, orientada oeste-este. Perteneciente a una de las tumbas,
se documenta una placa funeraria de mármol, que cita a una madre, Leuche, esclava
de Atilia Tertulla, de 24 años de edad y a su hija, Mistiche, esclava doméstica, de un
año y seis meses. Se ha fechado, gracias a los datos epigráficos6, entre la época flavia
y los primeros años del siglo II d. C.

(6) HIDALGO, Luis y SÁNCHEZ HIDALGO, Fernando, “Aportaciones a la epigrafía funeraria de Augusta Emerita:
Nuevas inscripciones del solar del antiguo Cuartel Hernán Cortes”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Hª Antigua, vol. 25
(2012), págs.56-59.

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38 FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO

Fig. 8. Mausoleo B, con un triclinio funerario y recinto contiguo (mausoleo C) por el N. Dibujo: Fernando
Sánchez sobre planos de David Sadornil.

Del recinto funerario más meridional (mausoleo F) se conserva uno de los


paramentos completos, a nivel de cimentación, fabricado en opus caementicium, que
contaba con sendos sillares de refuerzo en las esquinas. Sus medidas son de 11,75 m
en sentido oeste-este y, de más de 8 m de Norte a Sur, a tenor de los muros de
caementicium que se prolongan hacia el Sur, aunque no se ha conservado el cierre
por ese lado. Se documenta el arranque del zócalo del muro norte, de opus incertum,

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 39

con alrededor de 0,50 m de anchura, es decir, ligeramente más estrecho que la


cimentación. Su alzado conserva parte del enlucido al interior y se localiza una única
tumba de incineración en el subsuelo, concretamente junto al citado muro (fig. 9).
Adosado al anterior, extendiéndose hacia el Norte y en paralelo a la calzada, se
encuentra un nuevo recinto de carácter funerario (mausoleo E), siendo el mayor de
los localizados en el solar del antiguo Cuartel. Su planta mide 26,75 m en sentido
norte-sur y entre 15,50 m y 16,30 m, de oeste-este, siendo más ancho por el extremo
meridional. Sus muros se fabricaron con opus caementicium y contaba con sillares de
refuerzo en las cuatro esquinas; en su interior, se practicó una compartimentación de
los espacios, por medio de varios tabiques, erigidos en diversas etapas. En su primera
fase, se crea un recinto más reducido, en su esquina noroccidental, con cimentaciones
de opus caementicium, que mide 11,15 m de Norte a Sur y 7,30 m de Oeste a Este.
Únicamente, se ha localizado una sepultura de inhumación en su interior,
concretamente, junto al muro más meridional.

Otra estructura funeraria que se ha excavado (el mausoleo D), es de planta


cuadrada y está situada en el sector suroeste del solar (fig. 10). La edificación se
construyó con potentes muros de opus caementicium, a nivel de cimentación, que
miden 7,25 x 7,75 m de Norte a Sur y de Oeste a Este, respectivamente. Aunque no
se ha encontrado ningún enterramiento en su interior –probablemente por haber sido
amortizado por las construcciones inmediatamente posteriores–, pensamos que su
funcionalidad sería de tipo funerario, encontrándose del lado oeste de la calzada
enlosada, desde la cual se accedería a su interior. En su muro oriental contaba con
dos pilastras adosadas al interior, quizá usadas para apoyar algún arco relacionado
con hornacinas para los loculi o nichos o, tal vez, para soportar un techo abovedado.

Entre los recintos funerarios cuya planta se ha podido documentar en sus diversas
etapas, se encuentra el mausoleo A, enfrentado al mausoleo B (del triclinio), ambos
separados por la calzada enlosada, al Oeste y Este de la misma, respectivamente. La
edificación original tenía planta rectangular, midiendo 9,60 x 11,30 m, cuyo lado
largo es el norte-sur, fabricada con cimentaciones de opus caementicium, de 0,60 m
de anchura (fig. 11). En su paramento oriental cuenta con un vano, descentrado,
ligeramente hacia el Sur, de 1,98 m, del que se conserva el umbral. La presencia de
un pozo en el interior de este espacio, a la altura de la entrada, demostraría que el
primero pertenecería a una fase previa a la construcción del recinto o, al menos, a
este acceso. Por la tipología de las dos sepulturas de inhumación en caja de ladrillos
que se han localizado en su interior, el mausoleo se fecha entre los siglos II y IV d. C.
Posteriormente, se amplía la construcción, por el Oeste y por el Norte, creando al
menos cuatro nuevos espacios, quedando una planta irregular de 18,20 x 13,45 m en
sus partes más amplias, medidas de Norte a Sur y de Oeste a Este, respectivamente.
En el espacio noroccidental se localiza una sepultura de inhumación en fosa simple,
datada en la segunda mitad del siglo IV d. C. Se desconoce el uso de las otras
dependencias, supuestamente relacionadas con el uso funerario de las instalaciones.
Estas ampliaciones recuerdan a las que se documentan en la excavación del solar de
la Campsa, concretamente una construcción muraria de opus incertum, que se adosa
por el Noreste al mausoleo A.1, interpretada como posible ustrinum7. En una última

(7) BEJARANO OSORIO, Ana María, “Intervención arqueológica en el antiguo solar de la Campsa. Espacio funerario de
época altoimperial”, Mérida excavaciones arqueológicas 1998, vol. 4 (2000), págs. 311 y 319.

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40 FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO

Fig. 9. Mausoleo F y ampliaciones sucesivas hacia el N, de carácter monumental conformando el denominado


mausoleo E. Dibujo: Fernando Sánchez sobre planos de David Sadornil.

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 41

Fig. 10. Mausoleo D, con dos pilastras al interior. Dibujo: Fernando Sánchez sobre planos de David Sadornil.

fase de uso, se construirá una especie de pérgola en la zona central del primer recinto,
con un pozo en su interior, que se superpone a las tumbas; y, además, se
pavimentarán varias de las salas que ampliaban el primer recinto, posiblemente
cambiando el uso de las edificaciones originales.

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42 FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO

Fig. 11. Mausoleo A y sus ampliaciones. Dibujo: Fernando Sánchez sobre planos de David Sadornil.

En resumen, se ha localizado un total de 10 recintos o acotados de carácter


funerario durante las excavaciones del solar del antiguo Cuartel Hernán Cortés, entre
los que destacan los cuatro en los que se ha podido documentar una planta más
completa, los denominados mausoleos A, B, D y E. Se trata de espacios rectangulares
de tipo familiar o corporativo, con una orientación cardinal, respecto a las dos
calzadas que rigen todo este sector. Se remontan, los más antiguos, a la primera mitad
del siglo I d. C. Como modelo de recinto itálico estaría el de la necrópolis ostiense de

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 43

via Laurentina, con un arco cronológico comprendido entre fines de la etapa


tardorrepublicana y el reinado de Augusto, donde se constatan recintos funerarios a
cielo abierto, con espacios destinados a servir de ustrinum y otros alojando las urnas
con las cremaciones8.

Las medidas de acotados funerarios romanos resultan muy variables, si bien en


Hispania y, concretamente, en Augusta Emerita son de mayores dimensiones que en
los modelos itálicos, que en algunos casos podrían estar indicando una precedente
parcelación en lotes9. El deseo de evitar problemas jurídicos en cuanto a la propiedad
del espacio funerario, sobre todo en aquellos espacios sin una señalización muy clara,
provocaría la creación de estos acotados murarios, del tipo que fuere. Entre los
diversos ejemplos emeritenses podemos destacar los edificios funerarios de “El
Águila” con más de 21 m de longitud, en el camino de Hispalis uno de 26,85 x 19,7
m y otro cuadrado de 16,90 m de lado, en la vía de Emerita a Toletum otro con unas
dimensiones de 23,05 x 23,90 m; y otros mayores como el recinto documentado en el
área de la Corchera10, con 44 x 40 m. Como se ha podido documentar en el caso del
Cuartel, las medidas son muy variables (vide supra fig. 03), aunque no difieren
mucho de las de otros acotados de las diversas áreas funerarias de la ciudad.

En general, consisten en estructuras a cielo abierto, construidas con cimientos de


opus caementicium y alzados de mampostería o sillares e incluso tapial (este dato no
se ha podido constatar), en cuyo interior se disponen las cremaciones directamente en
tierra, sin un orden preciso, aunque señalizadas al exterior mediante sistemas que
serían variables. Los recintos presentan puertas de acceso en algunos casos, con
seguridad en el mausoleo A, y, probablemente también en el mausoleo B,
desconociéndose el dato para el resto de los modelos. Como se ha venido
documentando en esta área funeraria emeritense, permanecieron en uso durante
varias generaciones, y se han hallado enterramientos de diversas épocas.

INTERPRETACIÓN DE LOS RECINTOS Y MAUSOLEOS FUNERARIOS


EN SU CONTEXTO

Distribución de los monumentos funerarios junto a las calzadas

En líneas generales, toda la zona excavada se incluye en una de las importantes


áreas funerarias de la ciudad, bien articulada por medio de dos vías de época romana
altoimperial, la primera, orientada norte-sur, que parte de una de las puertas de la
ciudad, desde una zona próxima al teatro y anfiteatro. Dicha calzada se encuentra
enlosada, no posee cloaca y se fecha en torno a mediados del siglo I d. C. Se dirige
hacia el Norte para conectar con la vía que, prolongándose desde el decumano
máximo a su salida por la denominada “Puerta de la Villa”, se convertiría en la

(8) FLORIANI SQUARCIAPINO, María, Scavi di Ostia, III, Le necropoli 1. Le tombe di età republicana e augustea.
Roma, 1958, págs. 101 y ss, fig. 53.
(9) LÓPEZ MELERO, R y STYLOW, A, U., “Una pena sepulcral en favor de la res publica Aiungitanorum”, Espacio,
Tiempo y Forma. Serie II, Hª Antigua, vol. 8 (1995), págs. 222 y ss.
(10) BEJARANO OSORIO, Ana María, “Ocupación diacrónica de un recinto funerario en una parcela al sur de Augusta
Emerita: intervención arqueológica realizada en el solar de la C/ A. García y Bellido, s/n”, Mérida excavaciones
arqueológicas 2006-2008, vol. 12 (2017), págs. 316-317.

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44 FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO

calzada que se dirige a Metellinum y a Toletum localizada hacia la actual Avenida de


Extremadura. Asimismo, dicha calzada sería parte de la vía excavada en una
intervención en la zona del Camino Viejo de Mirandilla, durante el año 2003, donde
se identifica este con el trazado de la antigua vía romana, bien documentada en los
últimos años en diversos tramos al Norte de la ciudad de Mérida11. La segunda vía,
que atraviesa el solar - fechada entre los siglos II-III d. C.-, cuya característica
principal es su pavimentación de cantos irregulares pequeños y medianos, había sido
localizada en la intervención de Juana Márquez de 2007, en la parcela contigua, al
Este de la nuestra12.

En la cultura romana, los enterramientos se sitúan extra pomerium, según se


determinaba en la “Ley de las Doce Tablas” y, genéricamente, junto a los caminos y a
las principales vías de entrada y salida de las ciudades. Gracias a esta disposición, se
lograba dotar tanto a las tumbas más monumentales, como a otras más modestas, de
una importante carga ideológica y visual. De este modo, cuando los viandantes
transitaban por esas vías y pasaban junto a las tumbas, podrían detenerse y recordar u
honrar al difunto. Para llamar su atención, se empleaban diversas fórmulas funerarias,
con saludos y buenos deseos para el viajero 13 . Estas edificaciones y acotados
funerarios no sólo se erigían como garantía personal o familiar de memoria, sino
también, para “la autorrepresentación y la búsqueda de la singularidad, tanto de los
estamentos que encabezaban la sociedad como, muy pronto, de la nueva clase
emergente de los libertos, basada de forma exclusiva en su poder económico”14.
Además, las tumbas debían estar señalizadas externamente, ya que el epitafio y la
tumba eran también un modo de sobrevivir a la muerte15. En cuanto a los marcadores
funerarios, destinados a dar visibilidad al monumento, tanto en tumbas, mausoleos,
como en el caso de los recintos monumentales, se han localizado aras y árulas,
estelas, así como placas para colocar en paramentos verticales.

Para poder entrar en el mundo de los muertos era necesario proveerse en vida de
una sepultura, cosa que no estaba al alcance de toda la población. Los que no tenían
suficientes recursos económicos, podían adherirse a los collegia funeraticia,
asociaciones privadas, a veces de carácter profesional, que reunían a hombres libres y
esclavos, los cuales mediante el pago de una cuota mensual en vida se aseguraban el
enterramiento16. En Hispania se han constatado a través de la epigrafía, siendo la
Bética la provincia romana donde están más documentadas17.

Con frecuencia, en estos recintos y mausoleos funerarios se enterraron, aparte de


los integrantes de una misma familia, sus libertos y esclavos. Conocemos de primera
mano este dato, gracias al reciente hallazgo de una placa con epigrafía, durante

(11) PICADO, Yolanda, “Restos funerarios en torno a una vía de acceso a Emerita Augusta en la zona norte de Mérida”,
Mérida excavaciones Arqueológicas 2003, vol. 9 (2006), págs. 105-106.
(12) Consulta de la Base de Datos del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, con números de registro (Ints. 8152
y 8153).
(13) HERNÁNDEZ PÉREZ, Ricardo, Poesía latina sepulcral de la Hispania romana: estudio de los tópicos y sus
formulaciones. Valencia, 2001, págs. 217-277; VAQUERIZO, Desiderio, Funus Cordubensium. Costumbres funerarias en
la Córdoba romana. Córdoba, 2001, págs. 287-289.
(14) VAQUERIZO, Desiderio, Op. cit., 2001, pág. 156.
(15) BELTRÁN DE HEREDIA, Julia, “La via sepulchralis de la plaza Vila de Madrid. Un ejemplo del ritual funerario
durante el alto imperio en la necrópolis occidental de Barcino”, Quarhis, Època II, vol. 3 (2007), pág. 14.
(16) BELTRÁN DE HEREDIA, Julia, Op. cit., 2007, pág. 26.
(17) VAQUERIZO, Desiderio, Op. cit., 2001, págs. 64-65.

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 45

nuestra excavación en el Cuartel, concretamente cerca del encuentro de las dos


calzadas. En la misma, se alude a que “Este cercado con su mausoleo (es) para los
libertos de los libertos de Isidoro (?) … y para sus descendientes”. La placa debió de
estar colocada en una de las paredes del recinto (munitio) que, junto al mausoleo,
pertenecería a los libertos de los libertos de su patrono. Dicho mausoleo, por lo tanto,
estaba circundado por un muro (munitio). Recintos funerarios con muros perimetrales
los hemos documentado en toda la parte central del solar excavado, así como en su
cuadrante suroeste, por lo que cualquiera de estos acotados pudo ser el destino
original de nuestra placa18. La gran mayoría de las tumbas fueron construidas para
conmemorar una generación de cada familia y podemos recordar cómo Trimalción19
quería inscribir sobre el epigrama de su tumba que únicamente era para su uso: “Este
monumento no es para descender a mi heredero”. Por otro lado, el acceso a las
tumbas y recintos estaba limitado a la familia en el sentido amplio así como a los
miembros del colegio mortuorio en las grandes tumbas corporativas20.

Se cree que en el exterior de los recintos funerarios había un titulus de la tumba, o


“inscripción del edificio”, como era común en algunos monumentos funerarios. Esto
o bien proclamaba públicamente quién estaba enterrado dentro de la tumba o para
quién estaba destinada, el encargo de sus construcción, o simplemente presentaba a
su/sus dueño(s). En general, la sepulcra communia, una tumba familiar, tenía este
titulus fabricado en una placa de mármol, situada fuera de la tumba cerca de la
entrada. La identidad colectiva de aquellos enterrados dentro de una tumba tipo
columbario podría haberse mostrado de manera similar. En muchas de las tumbas
colectivas estos tituli indican que fueron erigidas por un patrón rico o una asociación
cooperativa21.

Organización de los diversos recintos en el área funeraria y monumentalización

Además del condicionante espacial para la distribución de los diversos acotados,


recintos y mausoleos y tumbas individuales, a lo largo de las dos calzadas del área
excavada, encontramos otros factores para su organización.

En las áreas funerarias se disponían los acotados, cuya finalidad era delimitar y
proteger el monumento y su espacio circundante, a menudo señalizado. Los
elementos de separación de estos recintos podían ser de carácter más monumental –
muros de mampostería o incluso de sillería, con potentes cimentaciones de opus
caementicium, como en los acotados funerarios que se han localizado en el Cuartel de
Hernán Cortés–, o bien cercados de madera, que se pueden documentar en la
iconografía, como en el hallado en un relieve de Salaria, Úbeda, Jaén22. Un sistema
aún más sencillo eran unos simples hitos o cipos de piedra que señalaban el perímetro
y delimitaban la parcela funeraria. Normalmente, los recintos funerarios colectivos
quedaban delimitados por muros de piedra. En el caso de Augusta Emerita, hay

(18) HIDALGO, Luis y SÁNCHEZ HIDALGO, Fernando, Op. cit., 2012, págs. 62-66.
(19) RODRÍGUEZ SANCHIDRIÁN, Pedro, Satiricón de Petronio. Madrid, 2003, pág. 71.
(20) FEJFER, Jane, Roman portraits in context, Berlín, 2008, págs. 118-119.
(21) DUINKER, Heleen E., Buried in collectivity: the social context of the early Imperial Roman columbaria (tesis
doctoral inédita Universidad de Groninga), 2015, pág. 30.
(22) BELTRÁN FORTES, José y BAENA DEL ALCÁZAR, Luis, Arquitectura funeraria romana de la Colonia Salaria
(Úbeda, Jaén). Ensayo de sistematización de los monumenta funerarios altoimperiales del Alto Guadalquivir. Sevilla,
1996, pág. 167.

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bastantes testimonios de espacios funerarios de plantas y dimensiones distintas, en las


diversas áreas funerarias que se conocen, siempre próximos a las vías sepulcrales que
irradiaban desde la urbe. Estos grandes muros longitudinales limitaban y acotaban el
espacio funerario a lo largo de la vía y la mayoría de ellos se corresponden con
recintos funerarios, destinados a familias o a collegia. Entre estas edificaciones y
monumentos existió una compleja organización interna, con caminos o “calles”,
zonas destinadas a las cremaciones y jardines funerarios, entre otros23. Con los datos
que aportan los diversos recintos localizados en la necrópolis de la via Laurentina D,
en Ostia Antica, Boschung ha detectado ciertas relaciones entre los recintos más
cercanos, así como la estructura interior de alguno de ellos, que se ajustan a un rígido
esquema de entrada, patio con pozo, columbario con triclinio - edícola y ustrinum
exterior, ente otros espacios24.

Como se viene describiendo, en el área funeraria del antiguo Cuartel se localizan


grandes cercados, que conforman espacios abiertos, en el interior de los cuales se
encuentran las tumbas individuales, mausoleos colectivos del tipo que fuesen y otras
dependencias auxiliares, así como seguramente grandes hortii. El mantenimiento de
sus instalaciones estaría normalmente garantizado, al modo que se refleja tanto en el
testamento del Lingón como en el Satiricón, donde se dice … que la tumba, los
jardines y el lago sean mantenidos bajo la responsabilidad de mis libertos Filadelfo
y Vero. Que se disponga de los medios necesarios para reparar o reconstruir
cualquier parte del monumento que lo necesitase... Que mi heredero y sus sucesores
sean responsables del mantenimiento de esta disposición y cuiden que nadie la
transgreda25 y… que la tumba de grandes proporciones esté rodeada por huertos y
viñedos que un esclavo se ocupe del mantenimiento de la tumba, que esta disponga
de triclinios; se ha de representar también a los miembros de su colegio celebrando
un banquete, para el que se ha preparado abundante vino. De este modo, queda clara
la vinculación de algunos de los sepulcros con un terreno anexo; para ello, la
declaración de una lex sepulchri por parte del testador le daba fuerza social y
“prescribía las condiciones por las que había de regirse la fundación y las
obligaciones establecidas con respecto a la misma: el mantenimiento de la tumba y
del culto funerario requerido”26.

En el caso emeritense, se documenta un intenso paisaje funerario marcado por la


abundancia de edificaciones monumentales, mausoleos, recintos o acotados y un
innumerable conjunto de sepulturas individuales siguiendo la más variada tipología.
Centrándonos en la significación de estos recintos, como estructuras a cielo abierto
tenían una clara función como delimitadores de la parcela, destinados a “fijar,
reservándolo, el terreno destinado a la muerte, a separar lo sagrado de lo profano, a
distinguir lo privado de lo público, dotándolo al tiempo de garantías jurídicas y
convirtiendo el locus sepulturae en testimonio imperecedero de memoria, ‘uno

(23) BELTRÁN DE HEREDIA, Julia, Op. cit., 2007, págs. 54-55.


(24) BOSCHUNG, Dietrich, “Die republikanischen und frühkaiserzeitlihen Nekropolen vor den Toren Ostias”, en
HESBERG, Henner von y ZANKER, Paul (eds.), Römische Gräberstrassen. Selbstdarstellung. Status. Standard.
München, 1987, págs. 111-124.
(25) SAGE, Pierre, “Remarques sur le Testament du Lingon”, en PIRSON, Jules (ed.), La langue des inscriptions latines
de la Gaule (Collection du Centre d’Etudes Romaines et Gallo-romaines. Nouvelle Série, vol. 7). Lyon, 1989, págs. 31-41.
(26) REMESAL RODRÍGUEZ, José, “In perpetuum dicitur. Un modelo de fundación en el Imperio Romano. Sex. Iulius
Frontinus, Iulius Sabinus y el Testamento del Lingón (CIL XIII 5708)”, Gerion, vol. 13 (1995), pág. 104.

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 47

spazio vitale per il dopo’”27 . Son numerosos los recintos o acotados de grandes
dimensiones que han sido reconocidos en los últimos años gracias a la intensa
actividad arqueológica. En líneas generales se trata de construcciones a cielo abierto
que no presentaban una entrada definida como tal28, aunque en nuestro caso –como
ya se ha citado– sí se han localizado dos vanos de acceso al denominado mausoleo A.
En todos los casos se trata de construcciones de gran amplitud conformadas por
muros que estructuran plantas casi cuadradas y/o rectangulares, ocupados en su
interior por un mayor o menor número de enterramientos29.

Aunque con leves diferencias, se documentan subdivisiones en el interior de estos


recintos funerarios, conformando en algunos casos estancias de uso diverso30. En el
caso del mausoleo A del Cuartel Hernán Cortés, las divisiones se crean durante la
reforma que amplía el primer espacio; y, en el caso de los acotados del sector sureste,
se diseña una gran división interna en el mausoleo E, que articula los espacios
asignados, a modo de lotes de terreno, no constituyéndose en sí mismo como un
recinto cerrado, sino como una parcelación de una amplia área funeraria, al estilo del
recinto funerario del solar de la c/ A. García y Bellido, s/n 31. Otra construcción de
parecidas características se ha estudiado en la denominada “Necrópolis del
Albarregas”, con “…un gran muro de aproximadamente 28,70 m de longitud,
compartimentado en su interior por diversas estancias en las que se han encontrado
diferentes tipos de enterramientos…”32.

Por otro lado, se observa cómo algunos de los recintos funerarios comparten
muros medianeros, y no son por tanto edificios exentos. De estos acotados, unos
tendrían muros de zócalo de mampostería y alzados de tapial protegidos por
enlucidos y, normalmente, disponían de sillares en los extremos de los muros 33 .
Como se comprueba en diversas zonas de la ciudad, algunos mausoleos se
encuentran “adosados”, compartiendo sus muros de cierre e incluso alguna de las
edificaciones formadas por “adición de estancias, adosadas a medida que las
necesidades funerarias lo demandaban”34, dato que concuerda con las ampliaciones
de los mausoleos A, B y C, y también con las de E y F, dentro del solar del Cuartel.

El mausoleo B con triclinio y los dos bustos-retrato hallados en su interior

La presencia de dos bustos-retrato en el mausoleo B del Cuartel, ha supuesto un


gran hallazgo, puesto que, en época romana, una de las máximas expresiones de la

(27) VAQUERIZO GIL, Desiderio y SÁNCHEZ MADRID, Sebastián, “Entre lo público y lo privado. Indicatio pedaturae
en la epigrafía funeraria hispana“, Archivo Español de Arqueología, vol. 81 (2008), pág. 101; VAQUERIZO GIL,
Desiderio, Op. cit., 2001, pág. 202.
(28) BEJARANO OSORIO, Ana María, Op. cit., 2017, pág. 316.
(20) BEJARANO OSORIO, Ana, Op. cit., 2017, pág. 318.
(30) ESTÉVEZ MORALES, José Antonio, “Seguimiento arqueológico de la obra de construcción de un colector de aguas
en la Avda. Juan Carlos I. Intervención arqueológica en un área funeraria y de tránsito (calzada)”, Mérida excavaciones
arqueológicas 1998, vol. 4 (2000), pág. 372.
(31) BEJARANO OSORIO, Ana María, Op. cit., 2017, pág. 318.
(32) ENRÍQUEZ NAVASCUÉS, Juan Javier y GIJÓN ENRÍQUEZ, Eulalia, La necrópolis del Albarregas: arqueología en
Mérida. Mérida, 1987, pág. 27.
(33) ESTÉVEZ MORALES, José Antonio, Op. cit., 2000, pág. 372; ALBA CALZADO, Miguel, “Dos áreas funerarias
superpuestas, pagana e islámica, en la zona sur de Mérida”, Mérida excavaciones arqueológicas 2002, 8 (2005), pág. 334;
SÁNCHEZ HIDALGO, Fernando, SANABRIA, Diego y ROSA, Renata, Op. cit., 2019.
(34) ESTÉVEZ MORALES, José Antonio, Op. cit., 2000, pág. 372.

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48 FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO

inmortalidad era la colocación de una estatua en el lugar del enterramiento, en la que


se adaptaba el retrato del difunto, dotándole de gran realismo 35. El primer busto
presenta la cabeza girada levemente hacia la derecha y remata en semicírculo por
debajo de las clavículas (fig. 12 izda.). Esta pieza se encontraría montada,
probablemente, sobre una estatua togada de cuerpo completo y, por sus
características, se fecha en el primer tramo del siglo I d. C. El segundo retrato
muestra un varón maduro, con la cabeza en posición frontal, que remata en su parte
inferior con una peana que se prolonga bajo el cuello y presenta un biselado en la
parte trasera del cráneo, para ser introducido en una hornacina (fig. 12 dcha.). Su
cronología aproximada es de mediados del siglo I d. C. Posiblemente con la
presencia de estos bustos-retrato, en su monumento funerario, se trató de inmortalizar
a dos distinguidos personajes de la élite-urbana de Augusta Emerita. Como cita
Beltrán de Heredia36: “el máximo exponente de la ornamentación escultórica de
carácter funerario era la suma de escultura con retrato, epigrafía y arquitectura con
representaciones simbólicas relacionadas con el mundo de la muerte. Sus
propietarios, además de asegurarse la inmortalidad, hacían gala de vanidad y
ostentación, para sí y para los suyos”.

Fig. 12. Bustos de mármol hallados en el mausoleo B (Fotos: Ángel M. Felicísimo y Fernando Sánchez).

Desconocemos si el ejemplar de busto con peana se encontraría ubicado en una de


las dependencias cerradas del ala oeste del mausoleo B, en el interior de una
hornacina, o bien en el alzado de cualquier otro de los muros del recinto, que
albergara loculi para contener urnas, estelas u otros elementos relacionados con los
difuntos. Como ya remarcaba M. Alba, en la intervención de la confluencia de la
calle Albuera con la avda. de Lusitania, en Mérida, donde apareció un posible
mausoleo, “desconocemos si los muros de los recintos contaban con hornacinas para

(35) BELTRÁN DE HEREDIA, Julia, Op. cit., 2007, pág. 14.


(36) BELTRÁN DE HEREDIA, Julia, Op. cit., 2007, pág. 20.

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 49

recibir a las urnas, pero esta posibilidad podría explicar la baja densidad de sepulturas
localizadas en el interior de los recintos”, alguno de los cuales se encuentra muy
desmantelado37. En cualquier caso, creemos que estos bustos-retrato, localizados en
una zanja del mausoleo B del Cuartel, se situarían, muy probablemente, en el interior
de este mismo complejo funerario, ya fuera mausoleo familiar o de otro tipo, en un
estilo de columbario parecido –a menor escala, lógicamente– al conocido
Columbario 2 de Vigna Codini 38 y a los
Columbarios B8 y B11-12 de la necrópolis de
Porta Romana, en Ostia 39, que contaban con
numerosas filas de nichos semicirculares
destinados a contener las urnas cineradas. En
el caso de Vigna Codini, se localizaron algunos
bustos escultóricos con rasgos estilísticos de la
era augusta (fig. 13); así como otros retratos
de época Neroniana y posiblemente Flavia40.

En definitiva, la presencia de todo tipo de


representaciones escultóricas del/los difunto/s
dentro de un mausoleo, harían del lugar un
centro de atracción muy importante para las
ceremonias de recuerdo de estos personajes.
Desde las primeras etapas de la ciudad se fue
desarrollando el arte del retrato funerario, tanto
en la tipología de busto, como de estatua de
Fig. 13. Bustos y urnas en los nichos de
cuerpo entero o la pintura del difunto, familiares de Augusto en el mausoleo
normalmente ubicadas en un recinto funerario, de“Vigna Codini” (Foto: D. Anderson.
que ayudarían a salvaguardar la memoria del Catalogo I. Roma: Vedute, Musei, Gallerie e
Contorni, Roma 1899, p. 1).
difunto en los tiempos venideros41.

El triclinium y el banquete funerario

Para honrar a los antepasados difuntos, se desarrollaron ritos, celebraciones y


banquetes, en días señalados, que eran seguidos protocolariamente por sus familiares,
destacando las parentalia y las lemuria, cuando se rendía culto a los muertos y se
visitaban las tumbas42. Con este cometido, se emplearon con frecuencia los triclinios
funerarios, algunos de los cuales se localizan en los más importantes cementerios
conservados de época romana, como los de Pompeya 43 . Dentro del ámbito

(37) ALBA CALZADO, Miguel, Op. cit., 2005, pág. 334.


(38) NOGALES BASARRATE, Trinidad, “La imagen del difunto y su evolución en el tiempo”, en EDMONSON,
Jonathan, NOGALES BASARRATE, Trinidad y TRILLMICH, Walter (eds.), Imagen y Memoria. Monumentos funerarios
con retratos en la Colonia Augusta Emerita (Biblioteca Archaeologica Hispana vol. 10-Monografías Emeritenses, vol. 6).
Madrid, 2001, pág. 43.
(39) HEINZELMANN, Michael, Die Nekropolen von Ostia: Untersuchungen zu den Gräberstrassen von der Porta
Romana und an der Via Laurentina. Munich, 2000.
(40) BORBONUS, Dorian, Columbarium tombs and collective identity in Augustan Rome. Nueva York, 2014, págs. 167-
170; COARELLI, Filippo, Roma y sus alrededores: Guía arqueológica (2a ed.). Berkeley, 2014, págs. 374-376.
(41) EDMONSON Jonathan, NOGALES BASARRATE, Trinidad y TRILLMICH, Walter, Imagen y Memoria.
Monumentos funerarios con retratos en la Colonia Augusta Emerita (Biblioteca Archaeologica Hispana vol. 10-
Monografías Emeritenses, vol. 6). Madrid, 2001, págs. 77-78.
(42) TOYNBEE, Jocelyn M. C., Death and burial in the roman world. Londres, 1971, págs. 61-63.
(43) ÁLVAREZ MARTÍNEZ, José María, “Espacios y ámbitos de las celebraciones romanas: del mercado a la mesa”, en
Actas del SYMPOSIA. El banquete en el mundo antiguo. Mérida, 2009, pág. 30.

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50 FERNANDO SÁNCHEZ HIDALGO

emeritense, una placa de mármol con epigrafía, hace referencia a un conjunto


funerario que estaba formado por un jardín, un pozo y una triclia44.

La presencia de un triclinio funerario, en el interior de uno de los mausoleos del


solar del antiguo Cuartel, refleja de forma clara el ritual del banquete funerario en el
lugar mismo del enterramiento. Se trata de una construcción posiblemente
descubierta, o techada con vigas de madera apoyadas sobre columnas. Su precedente
más similar, como zona de banquete en un patio descubierto, se encontraría en el
ejemplar de la casa del Efebo en Pompeya, a raíz del cual se ha compuesto un
montaje de cómo sería el nuestro (fig. 14).

Fig. 14. Reconstrucción ideal del triclinio del Cuartel H. Cortés (F. Sánchez) a partir del modelo de la casa del
Efebo (en https://viaggi.corriere.it/eventi/picasso-il-teatro-antico-e-tour-inediti-eventi-e-novita-dellestate-
2017-a-pompei/).

En Mérida, entre los restos excavados que guardan ciertas similitudes con el que
estudiamos, se encuentra el de la C/ Bartolomé José Gallardo s/n., en el área de “Los
Bodegones” (fig. 15). Allí se documentó, en el interior de un recinto funerario,
distintos enterramientos en caja, fosa y urna, que alternaban los ritos de inhumación e
incineración. Además, el espacio cuenta con dos pozos y un triclinium funerario45.

Normalmente, el triclinio se compone de tres lechos o divanes dispuestos en


forma de U, rodeando una mesa cuadrada en la que los servidores presentan las
viandas y las bebidas. En el ejemplar del Cuartel, la estructura es de mampostería,
por lo que es de suponer que, sobre los lechos, se colocarían colchones, cojines y

(44) SAQUETE CHAMIZO, José Carlos, “Notas sobre una tumba con jardín, una multa sepulcral y el paisaje suburbano
de Augusta Emerita”, Madrider Mitteilungen, vol. 43 (2002), págs. 207-219; AE 2002, n. º 679.
(45) MÁRQUEZ PÉREZ, Juana, “El paisaje funerario en Augusta Emerita: nuevos datos en una excavación de la zona
Sur”, Foro vol. 39 (2005), pág. 5.

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La arquitectura funeraria de un área extramuros al Noreste de Augusta Emerita… 51

colchas con el fin de hacerlos


cómodos. De esta forma, se podía
estar recostado sobre el brazo
izquierdo y tomar los alimentos
con la mano derecha, alimentos
que serían servidos a los parti -
cipantes del banquete.

Los banquetes funerarios for-


maron parte de un ritual destinado
a mantener viva la memoria del di-
funto y perpetuar su existencia en
el más allá; para ello se realizaban Fig. 15. Triclinio en el recinto funerario de la C/ Bartolomé
ofrendas así como libaciones (pro- José Gallardo de Mérida. Foto: M.A. Díez.
fusiones) que solían ser de vino,
leche y sangre, tres bebidas que simbolizaban la vida46. El primer banquete (cena fune-
ralis) se realizaba el día del sepelio y la segunda comida fúnebre tenía lugar a los nueve
días (cena novendiales)47; a tal efecto, las tumbas podían ser dotadas de estos triclinia
-en dependencias cubiertas o al exterior-, así como de estancias diversas y pozos para
asegurar su limpieza y el suministro de agua para los ritos funerarios.

La presencia de pozos de agua, como los que se han localizado durante las
excavaciones del Cuartel –uno de ellos frente al triclinio–, es frecuente en ambientes
funerarios del ámbito emeritense y del mundo funerario romano, en general. Otras
estructuras hidráulicas como lacus o canales de conducción tuvieron como finalidad
el suministro de agua para los ritos funerarios, así como el mantenimiento de zonas
ajardinadas, como parterres, hortus, etc48. En las excavaciones de Ana Bejarano en el
solar de la c/ A. García y Bellido s/n, se identificó un pozo cuya particularidad
radicaba en la presencia de unos posibles bancos corridos que lo rodeaban 49. Otros
ejemplos emeritenses de recintos o mausoleos con pozos ligados a los rituales, son el
del mausoleo del “Águila” (n.º reg. 196), el edificio de la c/ Leonor de Austria50, o el
recinto del “Disco” vinculado a un área abierta y asociado igualmente a canalillos
que marcaban un posible espacio ajardinado51. Epigráficamente, queda constatada la
presencia de pozos en recintos funerarios provistos de jardines en Mérida, gracias a la
ya citada inscripción que hace referencia a unos “...tricliam puteumque…”52.

(46) BENDALA GALÁN, Manuel, “El vino en el ritual y el simbolismo funerarios en la Roma antigua”, en El vino en la
antigüedad romana: Simposio de arqueología del vino, Jerez, 2, 3 y 4 de octubre de 1996. Madrid, 1999, pág. 55.
(47) TOYNBEE, Jocelyn M. C., Op. cit., 1971, págs. 43-55.
(48) NIVEAU DE VILLEDARY, Ana María, “Banquetes rituales en la necrópolis púnica de Gadir”, Gerión, vol. 24, núm.
1 (2006), pág. 36.
(49) BEJARANO OSORIO, Ana María, Op. cit., 2017, págs. 318-320.
(50) MÁRQUEZ PÉREZ, Juana, “Evolución de una de las áreas funerarias al sur de la ciudad: una maqbara al sur de
Mérida”, Mérida excavaciones Arqueológicas 2002, vol. 8 (2005), págs. 293-300, fig. 9; MÁRQUEZ PÉREZ, Juana, “Los
suburbios de Augusta Emerita en perspectiva diacrónica”, en VAQUERIZO, Desiderio (eds.), Las áreas suburbanas en la
ciudad histórica. Topografía, usos función (Monografías de arqueología cordobesa, vol. 18). Córdoba, 2010, pág. 141.
(51) MOLANO BRÍAS, Juana et alii, “Avance de las excavaciones en la necrópolis oriental de Emerita Augusta: El Sitio
del Disco (1988-1990)”, en Actas del XXI Congreso Nacional de Arqueología, vol. III, Teruel, 1991. Zaragoza, 1995, págs.
1185 y 1193.
(52) SAQUETE CHAMIZO, José Carlos, Op. cit., 2002, págs. 207-219; HEp, 2002, n.º 11.

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CONCLUSIONES

Con esta aportación se ha tratado de analizar la disposición, funcionalidad y


desarrollo de varios nuevos recintos funerarios localizados en una extensa área
funeraria de la zona nororiental de Augusta Emerita. Asimismo, se ha intentado
ofrecer nuevos datos, desde un punto de vista tipológico, que ayudarán a completar la
visión del mundo funerario emeritense en época romana.

Gracias a estos nuevos hallazgos del antiguo Cuartel de Artillería Hernán Cortés,
se observa cómo se están edificando grandes recintos para uso sepulcral, a lo largo de
las diversas vías periurbanas, algunos casi adosados a las mismas. Estos acotados
albergan enterramientos en su interior, aunque en ocasiones son escasos, lo que podría
indicar que, o bien se han destruido o bien se encontrarían en loculi situados en los
alzados de los muros. Estos recintos parecen mostrar una parcelación de los espacios
de uso funerario, que serían adquiridos por particulares, cofradías o colegios, o bien
cedidos por el municipio. Los acotados se amplían en sucesivas etapas de uso, se
adosan unos a otros y, finalmente, son frecuentes los cambios de funcionalidad en
algunos de estos espacios mortuorios –como sucede en numerosos ejemplos
emeritenses–, a favor de construcciones domésticas, agrícolas e industriales que, en
algunas ocasiones, se produce en un momento muy próximo al del primer uso.

El estado de conservación de los restos, debido a la gran superposición de fases


constructivas, a lo largo de los siglos, no ha permitido obtener todos los datos
deseables para esta excavación; pero la suma del registro arqueológico, con los
testimonios que han aportado la epigrafía, escultura y demás elementos muebles y/o
estructurales, durante la presente intervención, sí nos ayudan a completar el panorama
de esta área funeraria emeritense durante el periodo romano.

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