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Especialidad
Ingeniería en Gestión Empresarial
Asignatura
GESTIÓN DE LA PRODUCCIÓN.
Grupo
MG-6
Trabajo
TEMA 6: MANEJO DE LOS ALMACENES
(INFORME)
Presentado por:
Juárez Díaz Jorge Ángel
Docente:
MARCO ANTONIO GUTIERREZ ALONZO
Lerma, San francisco de Campeche, Campeche, México
28 de junio de 2021
1.- FUNCIONES Y ACTIVIDADES DEL ALMACÉN
Los almacenes son centros que están estructurados y planificados para llevar a cabo
funciones de almacenamiento tales como: conservación, control y expedición de
mercancías y productos, recepción, custodia, etc. El almacén es el encargado de regular
el flujo de existencias.
A. RECEPCIÓN DE MERCANCÍAS
Es el proceso que consiste en dar entrada a las mercancías que envían los proveedores.
Durante este proceso, se comprueba que la mercancía recibida coincide con la
información que figura en los albaranes de entrega.
B. ALMACENAMIENTO
Consiste en la ubicación de las mercancías en las zonas idóneas para ello, con el objetivo
de acceder a las mismas y que estén fácilmente localizables.
Para ello se utilizan medios fijos, como estanterías mecánicas industriales, depósitos,
instalaciones, soportes, etc. y medios de transporte interno como carretillas, elevadores o
cintas transportadoras.
C. CONSERVACIÓN Y MANTENIMIENTO
Durante el tiempo que la mercancía está almacenada, tiene que conservarse en perfecto
estado.
1. Expedición de mercancías:
Determinar la ubicación de un almacén es uno de los aspectos primordiales que hay que
considerar antes de su instalación. La localización del almacén es un factor que influye no
sólo en el aspecto constructivo, sino, sobre todo, en el estratégico, y puede ser decisivo
en el éxito o el fracaso del negocio.
El estudio de la ubicación de un almacén será más largo y complejo cuanto mayor sea el
tamaño de la empresa y, en consecuencia, su sistema de distribución. En cualquier caso,
este estudio deberá realizarse mediante el examen de cuatro factores básicos: la
producción, los costos, la demanda y la competencia.
En cada uno de esos elementos se deben observar dos criterios de valoración para poder
realizar el análisis de la manera más ajustada a la realidad, como son el económico y el
comercial. Teniendo esto en cuenta se deben analizar algunas variables:
Para realizar el análisis de las características del producto que pueden influir en la
ubicación del almacén, se tienen en cuenta tres aspectos: su durabilidad, su estabilidad
intrínseca y su manejabilidad.
1) Durabilidad
Esta característica determina cuánto más o menos próximos han de estar ubicados los
almacenes de distribución respecto de los puntos de consumo.
Así, los productos de muy poca durabilidad (como las frutas y verduras frescas) requieren
instalaciones muy próximas a los puntos de adquisición final ya que el tiempo que
transcurre entre su producción o recolección y su consumo debe ser muy corto. Por lo
tanto, estos artículos no admiten la posibilidad de utilizar almacenes de tránsito en los que
se emplea un tiempo que, por muy pequeño que sea, resulta fatal para la conservación
del producto.
Por el contrario, los productos de gran durabilidad, como casi todos los industriales, no
precisan almacenes muy próximos al punto de consumo, a menos en lo relativo a cómo
influye el tiempo en su calidad, ya que éste tiene muy poca o ninguna influencia en su
conservación. Así pues, este tipo de artículos puede ser albergado en cualquiera de los
diferentes tipos de almacenes, ya sean centrales, regionales o de tránsito.
2) Estabilidad intrínseca
Por estabilidad intrínseca se entiende la que posee el producto por sí mismo. Esto puede
afectar a su transporte y a la seguridad. Si el producto es muy inestable intrínsecamente,
necesitará instalaciones especiales de almacenaje ya que esa condición puede afectar a
la seguridad física del lugar e incluso a la salud de la población circundante. Un ejemplo
típico puede ser el de los productos químicos, en los que este factor hace que se
recomiende que la localización de los almacenes que los manejen se encuentren
solamente en dos lugares, el de producción y el de consumo, sin centros intermedios.
En el ejemplo comentado, el tamaño de las instalaciones deberá ser muy distinto, ya que
en el lugar de producción se podrá establecer un centro de volumen (verdadero almacén),
mientras que en el lugar de consumo solamente se establecerá un depósito de unas
dimensiones adaptadas a la demanda y al tiempo de transporte medio empleado entre
ambas localizaciones.
3) Manejabilidad
Las alternativas y facilidad que ofrece un producto para ser manejado puede suponer una
característica restrictiva del número de movimientos que se puedan realizar con el
artículo.
Los productos que son muy poco manejables (como los líquidos y los áridos a granel)
deben ser almacenados en el menor número de lugares posible ya que sus características
hacen que su costo aumente exponencialmente a medida que se realizan trasvases o
transferencias. Incluso, en la mayoría de los casos, pueden producirse deterioros de la
calidad, así como pérdidas de volumen. Lo ideal es contar con dos tipos de almacén
solamente: el central que estará situado en la planta de producción y el de materias
primas que deberá estar localizado en la planta de envasado del producto.
Estos artículos pasan a la categoría de muy manejables una vez envasados y la ubicación
del almacén es totalmente independiente de su manejabilidad.
4) La capacidad de fabricación
El nivel bajo es el que practican aquellas industrias que, bien por la naturaleza del
producto o por su propia capacidad, se limitan a realizar únicamente una clasificación y
envasado de la materia prima. Es el caso, por ejemplo, de las empresas alimentarias del
sector primario. Únicamente es necesario un almacén central, ubicado en la misma planta
de producción y, a lo sumo, la instalación deberá contar con dos secciones: una para las
materias primas y otra para el producto envasado. En cualquier caso, su ubicación no
depende de la cantidad de mercancía que se deba alojar.
El grado de transformación de tipo medio es aquel en el que se recibe una materia prima,
se clasifica y se transforma en varios productos diferentes. En este tipo de industrias, la
cantidad de mercancía que se debe alojar sí empieza a ser un factor que influye en la
ubicación de los almacenes. Por regla general, estas industrias necesitan de tres
almacenes independientes: uno para las materias primas, otro para los productos
empleados en su transformación y un tercero para las unidades terminadas dado que la
producción se suele efectuar en grandes series (tanto si producen un único producto o de
varios en paralelo). Si la cantidad de artículos almacenados es pequeña, probablemente
los tres almacenes pueden estar localizados en el mismo lugar que la planta de
fabricación pero cuando la producción es muy grande, es necesario instalar almacenes
locales o regionales e incluso intermedios para los semi productos o de tránsito para los
productos terminados.
Por último, las industrias con un alto grado de transformación están también muy
influenciadas por la cantidad de producto obtenido y por lo tanto su caso es prácticamente
igual al de las de nivel medio, con la diferencia de que, casi con total seguridad, será
necesario utilizar almacenes intermedios para regular las distintas fases de producción.
- Cuando las ubicaciones de los concesionarios no son las más adecuadas para la
comercialización del producto en cuestión, la primera medida que se debe tomar es
corregir este aspecto y una vez resuelta esa limitación, actuar como se ha indicado en el
párrafo anterior. Una red de comercialización inadecuadamente posicionada dentro de un
territorio puede implicar, con toda seguridad, un aumento de los almacenes de tránsito e
incluso puede suponer un retraso en el abastecimiento a los puntos de consumo, dos
cuestiones que provocan un aumento de los costos de distribución del producto y, por
consiguiente, una pérdida de competitividad en el mercado.
Por otra parte, en el caso de que la red de comercialización esté formada por agencias
propias, también es necesario cuidar su correcto posicionamiento territorial, con el fin de
evitar en la medida de lo posible la necesidad de establecer más almacenes de tránsito
que los estrictamente imprescindibles y procurar que el tiempo de abastecimiento a los
puntos de consumo esté perfectamente conjugado con la demanda.
Un almacén tiene como objetivo Maximizar el uso del volumen, y permitir un fácil y
rápido acceso a los productos almacenados. Un sistema de almacén bien
diseñado busca:
Usar de manera correcta el volumen construido
Facilitar el acceso a los productos y reducir las distancias de recorrido
Favorecer el movimiento y el control de stocks
Proteger contra incendios, daños y robos
Prevenir el deterioro y/o la contaminación del stock
Por su Naturaleza:
Por su aprovechamiento:
b) Equipo: Bienes que se utilizan en forma más directa para el desarrollo de las
actividades y que requieren de dispositivos para su operación (computadoras,
cámaras, máquinas de escribir, calculadoras, etc.)
Por su Origen:
a) Bien útil: Mobiliario y equipo que todavía permite su uso y operación con
seguridad.
b) Bien robado: Mobiliario y equipo que le fueron robados al usuario con o sin
violencia.
Debido a esto, surgieron los sistemas de gestión de almacenes, que pretenden agilizar los
procesos logísticos de esta área. Estos sistemas son de gran importancia y, a menudo,
pasan desapercibidos.