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El mito de Casandra

Índice
 Casandra y la Guerra de Troya
o La muerte de Agamenón
Si hay alguna maldición cruel es sin duda la de conocer los males que van
a acontecer y no poder hacer nada por evitarlo, siendo este el fatal
destino de Casandra durante la conocida Guerra de Troya.

Casandra pertenecía a la realeza troyana siendo hija de Príamo y de su


esposa Hécuba, reyes de Troya.

Era una joven ambiciosa y quería tener un don especial, por lo que rezó
día y noche al dios Apolo, dios al que se veneraba principalmente en la
ciudad, para que le concediera el poder de la clarividencia para así poder
predecir el porvenir.
Apolo, enamorado de la bella joven, decidió concedérselo una vez que
ésta le hubiese entregado su amor. Cuando ya le había concedido su deseo,
Casandra renegó de su amor por Apolo, lo que enfureció al dios.

Éste, al verse humillado por una simple mortal, decidió maldecirla.

A partir de entonces podría adivinar el futuro, pero no podría evitar


los acontecimientos ya que nadie creería jamás sus predicciones.

Casandra y la Guerra de Troya


Poco tiempo después tuvo lugar la conocida Guerra de Troya, producida
por el rapto de Helena por parte de Paris.

Casandra advirtió a los reyes y al pueblo lo que iba a suceder pero nadie la
creyó.

Junto con Laoconte, trató de impedir que introdujeran en la ciudad


el famoso caballo de madera que ocultaba al ejército griego en su
interior, pero sus esfuerzos fueron en vano.

También predijo la muerte del propio Laoconte pero, al igual que sus


anteriores predicciones, nadie creyó sus palabras.

Cuando la ciudad cayó en manos griegas, Casandra huyó a refugiarse al


templo de Atenea con esperanza de no ser encontrada, pero Ajax la halló
llevándola al campamento griego.

Una vez allí, se distribuyó el botín entre los ganadores y ella


fue entregada al rey Agamenón, convirtiéndola en su esclava y amante.
Ajax capturando a
Casandra

La muerte de Agamenón
Una vez a su lado, Casandra tuvo la visión de la muerte del rey y de la
suya propia si regresaban a Grecia pero, al igual que tantas otras
veces, sus palabras fueron en vano, el rey no la creyó y puso rumbo a su
patria.

Cuando ambos llegaron a Micenas, fueron asesinados por Clitemnestra,


la esposa del rey.

El mito de Casandra
Casandra es hija de Príamo y Hécuba y es hermana gemela de Héleno. Al nacer, se hizo una fiesta
en el templo de Apolo, en las afueras de Troya.

Al anochecer, los padres se marcharon y dejaron a los bebés en el templo por un olvido. Al día
siguiente, cuando regresaron a recogerlos, los gemelos estaban dormidos y dos serpientes les
pasaban la lengua por los órganos de los sentidos para purificarlos. Los padres empezaron a gritar
de angustia, ante lo cual las serpientes se retiraron. Fue así como Casandra y Héleno tuvieron el
don profético cuando fueron adultos.

Otra versión de la leyenda, indica que Apolo se había enamorado de Casandra y le prometió a la
joven el don de la profesía se aceptaba entregarse a él. Ella aceptó, pero una vez iniciada en las
artes de la adivinación, se negó a cumplir su parte del trato. Ante esto, Apolo le escupió en la boca
y le retiró el don de la persuación, por lo que aunque ella dijera la verdad, nadie le creería.

Lo que sucedía con su don de profecía, es que el dios Apolo tomaba posesión de ella, y en ese
estado ella formulaba los oráculos. El don de Héleno era diferente e interpretaba el porvenir,
mediante la examinación de las aves y signos exteriores por el estilo.

Casandra es fundamentalmente conocida por sus predicciones en dos momentos cruciales en la


historia de Troya. El primero ocurre cuando ella predice que Paris -siendo desconocido- traerá la
ruina a la ciudad. Cuando éste va a ser condenado a muerte, ella reconoce en último momento que
el joven es hijo de Príamo.

Después, cuando Paris aparece con Helena en Troya ella indica que el hecho provocará la ruina de
la ciudad, pero nadie la escucha. Luego, después de la muerte de Héctor, cuando regresa Príamo,
ella descubre que su padre trae el cadáver de su hermano antes de que este hecho se sepa.

Además, se opone rotundamente junto con el adivino Laocoonte a que se introduzca el famoso
caballo de madera, pues ella sabía que éste era una trampa y que adentro venían guerreros
aqueos. Por supuesto, nadie le cree y Apolo envía unas serpientes para que devoren a Laocoonte
y a sus hijos. Por eso, los troyanos permiten que el caballo entre en la ciudad.

Durante el saqueo, Casandra se oculta en el templo de Atenea, pero Áyax la persigue. Ella se
abraza a la diosa, pero Áyax no se detiene y la arranca de ésta, provocando que la estatua se
tambalee. Ante esto, los troyanos se ofenden y van a lapidar al joven guerrero, pero éste se refugia
en el templo que acaba de ofender y se salva.
Posteriormente, cuando los aqueos se reparten el botín, Casandra es entregada a Agamenón,
quien se enamora perdidamente de la joven. Ella se había mantenido virgen hasta el momento,
pero ahora le pertenece a Agamenón y de él tiene aparentemente unos gemelos llamados
Teledamo y Pélope.

Según una versión, cuando Agamenón llega a Miscenas, su esposa Clitemnestra lo mata y asesina
a Casandra por celos, aún cuando ella misma tenía un amante.

Casandra es también conocida como Alejandra, y Licrofón la hace protagonista de un poema que
se cree profético.

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