Está en la página 1de 2

15 AÑOS DE LA DESCUBIERTA DE RECURSOS SUBSALINOS EN EL LITORAL MARÍTIMO

BRASILERO

El 30 de marzo de 2006 el navío de perforación contratado por el consorcio Petrobras-BG-


Petrogal concluía los trabajos de perforación exploratoria en el prospecto llamado “Parati”, en
el área Bloco Marítimo-Santos-10 (BM-S-10). Se iniciaba la era del “pré-sal” en la industria de
petróleo y gas de Brasil

En 1997 el marco regulatorio brasilero había cambiado profundamente. Era el primer período
presidencial de Fernando Henrique Cardoso. La actividad de exploración y producción fue
abierta al capital privado siguiendo un modelo de concesión, poniendo punto final a varias
décadas de monopolio de la empresa estatal Petrobras. Fue creada la Agencia Nacional de
Petróleo (ANP), y Petrobras fue convertida en una empresa de capital abierto con acciones
negociadas en la bolsa de San Pablo y Nueva York. En 1998 se ejecuta la Ronda Cero (Rodada
Zero), por la cual la ANP firma con Petrobras los contratos de concesión según el nuevo formato
de todas aquellas áreas que tenía en desarrollo y producción desde los tiempos del monopolio.
Aquellas áreas que no estaban en estado avanzado o ni siquiera habían sido investigadas fueron
tomado por la agencia para futuras licitaciones.

La exploración y producción en áreas marítimas fue intensiva en la Cuenca de Campos (Bacia de


Campos), en el litoral que comprende el norte del Estado de Rio de Janeiro y del Estado de
Espírito Santo. Comenzando en mediados de los años 80 en menos de 100 metros de
profundidad de agua, la estatal fue desarrollando su expertise en tecnología offshore, período
en el cual fue perfeccionando la tecnología utilizada de la mano de la cadena de proveedores.
Entrados los años 90 conseguía perforar y producir petróleo en aguas profundas, más allá de los
1500 metros. Técnicamente la organización estaba pronta para nuevos desafíos.

En la primera licitación realizada por la ANP -efectuada en el año 2000- la agencia decide colocar
áreas ubicadas más al sur, frente a las costas del Estado de San Pablo, casi inexploradas hasta
entonces. Fueron vários bloques, siendo cinco los llamados posteriormente como el “cluster del
pré-sal”:BM-S-7, BM-S-8, BM-S-9, BM-S-10 y BM-S-11. En todos los casos hubo formación de
consorcios, conocidos en la industria como “joint-ventures”. En 4 de los 5 bloques el operador
es Petrobras.

El nuevo formato de concesión agregaba una presión extra. Hasta ahora Petrobras tenía un
monopolio, y manejaba sus ritmos de acuerdo con su propia conveniencia, sólo controlada por
las necesidades del gobierno. El nuevo sistema definió la necesidad de presentar un plan de
trabajos para competir en la licitación, que debía ser cumplido por las empresas y controlado
por la ANP.

En los tres años siguientes las empresas se dedicaron a estudiar el subsuelo de las áreas
concesionadas. Es trabajo intenso de las geociencias: geólogos, geofísicos, petrofísicos.
Utilizando herramientas indirectas como las sísmica -estudio del subsuelo usando ultrasonido-
las geociencias deben entender las probabilidades de la existencia de petróleo. Las imágenes
mostraban una extensa y espesa camada de sal, que tenía en torno de 2000 metros de espesor.
Debajo de esa camada había un tipo de sedimento capaz de albergar petróleo. Había mas abajo
rocas capaces de ser generadoras de petróleo, y consiguieron identificar el camino para que el
fluido pueda subir. Finalmente, nada mejor que una impermeable camada de sal que actúe
como sello.
Hacia finales de 2004 el consorcio del BM-S-10 envía un navío de perforación. La unidad estuvo
trece meses en la posición, un costo estimado en la época superior a 240 millones de dólares.
Sólo el navío estaba estimado en 500 mil dólares diarios. Un pozo estándar en la cuenca de
Campos podía costar en torno de 18 millones. Eso explica el tamaño del desafío y la presión que
sufría el grupo de trabajo por partes de los integrantes del consorcio. El pozo finalmente
consiguió detectar petróleo a más de 7 km debajo del navío. Las rocas que estaban por debajo
de la camada de sal nunca habían sido exploradas, eran desconocidas para los geólogos en Brasil.
La segunda confirmación del potencial llego cuatro meses después, cuando otro navío de
perforación operó en la concesión BM-S-11, y descubrió el prospecto llamado “Tupi”.

El petróleo liviano encontrado, muy diferente de su vecina cuenca de Campos, y las primeras
estimaciones hicieron que el gobierno de entonces -segundo período presidencial de José Inácio
“Lula” da Silva- comenzara un movimiento para cambiar las reglas de juego. Se definió un área -
que fue llamada de “poligonal del pre-sal”- en el cual vale un modelo diferente, aprobado en
2010: el modelo de “partilha”, o de producción compartida, un modelo más parecido con los
formatos vigentes en muchos países de Oriente Medio. Además, se estableció que la operadora
de los consorcios formados fuese Petrobras. Esto último fue flexibilizado en el gobierno de
Michel Temer, en 2017.

Para fines de 2017, la producción de estos yacimientos alcanzaba la marca de un millón de


barriles por día. A partir del gobierno de transición de Michel Temer, 2016-2018, Petrobras fue
vendiendo campos maduros para destinar todo su esfuerzo al pre-sal.

Adrian Racciatti
afracciatti@gmail.com

También podría gustarte