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El fracaso escolar:

un síntoma moderno
Carla Unzueta

Cada vez con más frecuencia se asu- en que no puede alcanzar un ideal.
me la escolarización como una situa-
Dejando de lado los fracasos que
ción problemática, crítica, conflictiva,
tienen lugar por deficiencias inte-
como un momento de tensiones y
lectuales o sensoriales, abordaremos
contradicciones no fáciles de resolver.
el factor “psicológico”, vinculado a
Es un hecho en la clínica, la consulta
las causas estructurales del sujeto,
de los niños por este nuevo síntoma
que conciernen al deseo de saber,
del mundo moderno marcado por el
que se encuentra obstaculizado por
desarrollo de la ciencia y del capita-
razones neuróticas, evidenciando un
lismo, donde la sociedad se ha vuelto
mecanismo de inhibición intelectual.
cada vez más tecnificada, exigente y
Inhibición tomada de la problemática
competitiva: el fracaso escolar.
inconsciente del sujeto que la cura
Recién apareció con la instauración psicoanalítica revela.
de la escolaridad obligatoria a fines del
Consideraremos que está en situación
siglo XIX y adquirió una importancia
de fracaso escolar aquel niño que “no
considerable entre las preocupacio-
nes de nuestros contemporáneos. Es
una cuestión compleja cuyas causas
sigue”, ya que en la escuela hay que
poder seguir: seguir el programa que 97
dice lo que hay que aprender, en qué
son múltiples y diversas, unas son
orden, en qué tiempo, seguir a su
externas al sujeto (ambientales, fami-
grupo de clase.
liares, socioeconómicas, etc.) y otras
son internas, propias del sujeto vincu- ¿Qué significado darle al término
ladas a su estructura misma; y es en fracaso? El fracaso opuesto al éxito
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la articulación de ambos factores, lo implica un juicio de valor y este valor


social y lo subjetivo que se constituirá está en función de un ideal. El sujeto
el síntoma. De este modo el fracaso es- se construye persiguiendo las identifi-
colar afecta al sujeto en su totalidad; caciones que se le proponen a lo largo
al ser íntimo, a su problemática, a su de su existencia, de esta manera, es
historia; y al ser social, en la medida el producto de esas identificaciones
sucesivas que forman la trama de su “tener”: ser alguien, respetado, con-
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yo. Construye así su yo identificándose siderado, tener acceso al consumo de
a personajes que admira o ama, adhi- bienes. Ahora bien, el fracaso escolar,
riéndose a valores que juzga estimables vinculado a menudo a un conflicto
y que desea adquirir, esto para poder inconsciente, prefigura la renuncia a
ocupar un lugar en el deseo del Otro, esta vertiente del tener y del ser.
pero en ocasiones la paradoja es que
un niño puede ocupar un lugar en el
deseo del Otro justamente a costa
De la demanda al de-
de tener dificultades de aprendizaje. seo: el deseo impedido
Estos ideales con los que un sujeto se
Para que un niño “aprenda” es nece-
conforma o rechaza pueden ser dicta-
sario que lo desee, es decir, que tenga
dos por su entorno sociocultural, o por
el deseo de aprender, ahora bien, nada
su familia, ella misma marcada por los
ni nadie puede obligar a alguien a de-
valores de la sociedad a la que perte-
sear. El lenguaje popular lo dice: “El
nece. El fracaso escolar se articula con
deseo y el amor no se ordenan”. No
la demanda social, pues los síntomas
hay necesidad de imponer nada para
varían según la ideología dominante
que el niño se apodere del saber, todo
de cada época. En nuestra sociedad la
lo contrario, la orden es una paradoja
aspiración dominante es la del éxito
a la que se ve confrontado el niño al
social asociado al poder y al dinero.
que se le repite: “Te ordeno que de-
El nivel exigido para el éxito social es
sees aprender”. Encerrado así en una
cada vez más elevado y esto significa
red de demandas, al niño se le hace
que el fracaso escolar se ha convertido
imposible mantener su deseo de saber
en nuestra sociedad en sinónimo de
y llega a anularlo. La demanda llega
fracaso en la vida con toda la angustia
a “aplastar” el deseo. No se puede
que eso comporta.
someter a estos niños a conductas de
¿Por qué el éxito escolar ocupa un lu- presión, hay algo en ellos en el nivel
gar tan privilegiado en la vida de nues- del deseo que está perturbado.
tros contemporáneos, niños, padres,
educadores, gobernantes?, ¿Cuáles El niño desde muy pequeño escucha
proyectos, qué fantasmas recubren la demanda que se le hace: “debes
esta aspiración al éxito? Triunfar en aprender, debes triunfar”. Ya desde el
la escuela constituye una perspectiva jardín de infantes, algunos padres se
para acceder tanto al “ser” como al inquietan por los rendimientos inte-
lectuales de su hijo y sus posibilidades
98 de éxito. El niño comprende
perfectamente que debe res-
ponder a una expectativa, el
éxito y las buenas notas son
ese objeto de satisfacción
narcisista que debe procu-
rar a sus padres.
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Pero más allá de la demanda


paterna, está la demanda
del cuerpo educador. Este
discurso –en el que el éxito
es deseado y esperado– no es
solamente mantenido por los
padres, los niños lo escuchan también Es a partir de estas demandas que
de sus maestros. La presión social llega el niño se plantea la cuestión del
a ser la de los profesores mismos, que deseo del Otro: me pide esto, pero
deben ser competitivos y son juzga- ¿qué quiere, qué desea? Si el niño
dos según los logros de sus alumnos. se dedica a satisfacer únicamente la
También ellos están sometidos a un demanda del Otro, corre el riesgo de
imperativo de éxito, la clase de la que quedar entrampado en su estatuto
son responsables debe ser eficiente, los de objeto.
buenos resultados de los alumnos son El niño puede durante largo tiempo
los que hacen que los buenos maestros satisfacer la demanda del Otro, pero
sean reconocidos por sus superiores. las cosas se complican cuando cam-
bian de registro; cuando la demanda
El fracaso escolar: pasa del “come”, una situación donde
el niño se encuentra en pasividad; al
deseo de nada “aprende”, donde se le pide al niño en
Podemos relacionar el fracaso escolar una situación activa, que realice un
con la anorexia. acto autónomo. Aprender implica un
deseo, un proyecto, elaborar el saber
La anorexia es un rechazo a alimen-
propuesto, allí no cabe la pasividad.
tarse, es del orden de la inhibición
de la pulsión oral. El análisis revela
en un primer nivel identificatorio el Fracaso escolar,
deseo de conformarse con un ideal de
delgadez valorado en nuestra época. inhibición y
Esto recubre a la vez un rechazo de prohibición de saber
las redondeces y la repugnancia a
En la base del fracaso escolar encontra-
adquirir formas femeninas. Detrás de
mos una inhibición, mecanismo prin-
la ambivalencia en cuanto a la femini-
cipal del que provienen la mayor parte
dad aparece la relación conflictiva con
de las conductas de fracaso. Podemos
la madre con su implicación pulsional
hablar de la inhibición de la función
oral: fijación y rechazo de una madre
alimenticia (anorexia), de la función
nutricia. La demanda de la madre
motriz (parálisis), de la función sexual
nutricia no deja lugar al deseo de nu-
(impotencia). La que nos ocupa aquí es
trirse, entonces la anorexia se expresa
la inhibición de la función intelectual,
en el “comer nada”, y puede realizar
en la que hay una suspensión: “no
este deseo hasta la muerte.
puedo comprender” dice el sujeto; la
Entonces la razón de este deteni­
miento tenemos que buscarla del lado
repetición de esta inhibición es lo que
constituye el síntoma.
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de la demanda aplastante del Otro:
La inhibición es provocada por un
“come”, “aprende”. Y justamente el
conflicto inconsciente, de esta ma-
anoréxico “come nada” y el niño con
nera es un acto, una defensa contra
fracaso escolar “aprende nada”.
el retorno de lo reprimido, una prohi-
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El niño permanece alienado en el in- bición de saber que el sujeto elabora


consciente de sus padres, y es a través a pesar suyo.
de sus demandas: come, sé limpio,
Los maestros y los padres deberían
haz caca, sé lindo, juguetón, gentil,
estudioso, etc., que toma conciencia comprender que un niño que tiene
dificultades en la escuela, no es un
de ello, es decir, qué objeto es para
niño tonto, y que tampoco es un mal-
sus padres.
vado, que tiene mala voluntad. Los Para finalizar podemos mencionar
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educadores piensan a menudo que el algunos puntos en los que es posible
aprendizaje escolar es una cues­tión de encontrar el punto de fijación de la
“que­rer”, eso explica la frase “puedes prohibición de saber:
hacerlo mejor” muy presente en los • La interdicción de saber se ori-
boletines escolares. Esos juicios despre­ gina a veces en una prohibición
ciativos sobre el niño, la condena y el de saber sobre los orígenes, por
rechazo que comportan aumentan su ejemplo niños a los cuales se les
sufrimiento y su fracaso. esconde la adopción o una pater-
Lo que plantea el psicoanálisis es que nidad dudosa.
el fracaso escolar es un síntoma como • Ciertos secretos de familia, de los
cualquier otro, en cuya base encon- que está prohibido hablar inhiben
tramos la inhibición intelectual, la la curiosidad intelectual.
detención de las operaciones del pen- • Ciertas situaciones traumáticas
samiento, una suerte de bloqueo que vividas por un niño, que cierran
no depende del querer consciente. El el acceso a la simbolización que
sujeto anoréxico nos dice “yo quisiera requiere el aprendizaje.
comer, pero no puedo”; el niño con
fracaso escolar nos dice “yo quisiera • Observamos también graves pro-
aprender, pero no puedo”, lo mismo blemas en el desarrollo intelectual
que el neurótico obsesivo dice de sus en el caso de los niños cuyos pa-
rituales “es más fuerte que yo”. Ahí dres padecen de perturbaciones
tenemos la división del sujeto. Sería mentales. Los daños, en este caso,
necesario entonces que los padres y pueden ser considerables, hasta el
los maestros comprendieran eso. punto de hacer pensar que el niño
“heredó” la enfermedad mental de
El sujeto puede prohibirse el acceso al su padre o su madre. Aquí la locura
saber cuando encuentra un punto de puede pasar por la norma. El sin-
peligro, un elemento que él debe ig- sentido se hace ley y no permite al
norar. La inhibición se fija sobre este niño orientarse en las operaciones
punto y contamina todo el sistema; lógicas.
por invasión progresiva, el mecanis-
mo inhibidor provoca una suspensión Ayudar a un niño es lo contrario a
de todo el trabajo intelectual. imponerle sanciones o soportarlo.
Ayudarlo es propiciar frente a este
malestar en el orden escolar un
espacio, para que él pueda tener
100 la posibilidad de hablar de su pro-
blema, y decirle a sus padres que
la mala conducta escolar del niño
algo quiere expresar, y que sería
necesario consultar por ello, es
apostar al deseo y a la subjetividad
de un niño, aliviándolo del peso de
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ser el objeto de los gritos, retos y


sanciones de los demás.

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