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Cómo la curiosidad cambia el cerebro para mejorar

el aprendizaje
Cuanto más curiosos seamos acerca de un tema, más fácil es
aprender información sobre ese tema. Una nueva investigación
publicada en línea el 2 de octubre en la revista Cell Press Neuron
proporciona información sobre lo que sucede en nuestro cerebro
cuando se despierta la curiosidad. Los hallazgos podrían ayudar a los
científicos a encontrar formas de mejorar el aprendizaje y la memoria
en general tanto en individuos sanos como en aquellos con afecciones
neurológicas.

"Nuestros hallazgos tienen potencialmente implicaciones de gran alcance para el público


porque revelan conocimientos sobre cómo una forma de motivación intrínseca, la
curiosidad, afecta la memoria. Estos hallazgos sugieren formas de mejorar el aprendizaje
en el aula y en otros entornos", dice el autor principal, el Dr. Matthias Gruber, de la
Universidad de California en Davis.
Para el estudio, los participantes calificaron su curiosidad por aprender las respuestas a
una serie de preguntas de trivia. Cuando más tarde se les presentó una pregunta de trivia
seleccionada, hubo un retraso de 14 segundos antes de que se proporcionara la
respuesta, tiempo durante el cual se mostró a los participantes una imagen de un rostro
neutral y sin relación. Posteriormente, los participantes realizaron una prueba de memoria
de reconocimiento sorpresa para los rostros presentados, seguida de una prueba de
memoria para las respuestas a las preguntas de trivia. Durante ciertas partes del estudio,
se escaneó el cerebro de los participantes mediante imágenes de resonancia magnética
funcional.
El estudio reveló tres hallazgos importantes. Primero, como era de esperar, cuando las
personas tenían mucha curiosidad por encontrar la respuesta a una pregunta, eran
mejores para aprender esa información. Más sorprendente, sin embargo, fue que una vez
que se despertó su curiosidad, mostraron un mejor aprendizaje de la información
completamente no relacionada (reconocimiento facial) que encontraron pero que no
necesariamente les produjo curiosidad. Las personas también pudieron retener mejor la
información aprendida durante un estado curioso con un retraso de 24 horas. "La
curiosidad puede poner al cerebro en un estado que le permite aprender y retener
cualquier tipo de información, como un vórtice que absorbe lo que está motivado para
aprender, y también todo lo que lo rodea", explica el Dr. Gruber.
En segundo lugar, los investigadores encontraron que cuando se estimula la curiosidad,
hay una mayor actividad en el circuito cerebral relacionada con la recompensa.
"Demostramos que la motivación intrínseca en realidad recluta las mismas áreas del
cerebro que están muy involucradas en la motivación extrínseca y tangible", dice el Dr.
Gruber. Este circuito de recompensa se basa en la dopamina, un mensajero químico que
transmite mensajes entre neuronas.
En tercer lugar, el equipo descubrió que cuando la curiosidad motivaba el aprendizaje,
había una mayor actividad en el hipocampo, una región del cerebro que es importante para
formar nuevos recuerdos, así como un aumento de las interacciones entre el hipocampo y
el circuito de recompensa. "Entonces, la curiosidad recluta el sistema de recompensa, y las
interacciones entre el sistema de recompensa y el hipocampo parecen poner al cerebro en
un estado en el que es más probable que aprenda y retenga información, incluso si esa
información no es de particular interés o importancia". explica el investigador principal, el
Dr. Charan Ranganath, también de UC Davis.
Los hallazgos podrían tener implicaciones para la medicina y más allá. Por ejemplo, los
circuitos cerebrales que dependen de la dopamina tienden a disminuir su función a medida
que las personas envejecen o antes en personas con afecciones neurológicas.
Comprender la relación entre la motivación y la memoria podría, por tanto, estimular
nuevos esfuerzos para mejorar la memoria en los ancianos sanos y desarrollar nuevos
enfoques para tratar a los pacientes con trastornos que afectan la memoria. Y en el aula o
en el lugar de trabajo, el aprendizaje de lo que podría considerarse material aburrido
podría mejorarse si los maestros o gerentes son capaces de aprovechar el poder de la
curiosidad de los estudiantes y trabajadores acerca de algo que están naturalmente
motivados a aprender.

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