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Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales

“Ezequiel Zamora”

Profesor: Integrante:

Jhenson González. Gabriel Galeno. C.I.: 26603295

Subproyecto:

Tratamiento y potabilización del agua.

Ensayo sobre la sedimentación tipo II, filtración,


desinfección y ablandamiento
El agua es el recurso más importante de todos y del cual depende la vida
en la tierra, y hoy en día ya hay naciones que presentan problemas por la
disponibilidad de este preciado líquido, mientras otras no pueden costear
sistemas de potabilización, lo cual es un foco generador de enfermedades,
por lo cual, la potabilización del agua es uno de los problemas de la
ingeniería civil y ambiental de más urgente solución.

De la disponibilidad y la calidad del agua depende la calidad de vida de


las personas, y el proceso desde la obtención y tratamiento del agua hasta
nuestros hogares es muy largo, puesto que es fundamental que sea limpia y
que esté libre de cualquier contaminante.

Las plantas potabilizadoras solucionan este inconveniente, y en ellas se


llevan a cabo varios procesos fundamentales que purifican el agua y la
vuelven apta para el consumo humano. Además, los problemas de
contaminación han ocasionado que dichos procesos sean optimizados para
una mayor eficiencia de remoción de los contaminantes.

En los anteriores ensayos se ha hablado sobre la sedimentación, la cual


probablemente es la técnica más antigua utilizada para la limpieza del agua
debido a su efectividad, bajo costo y fácil aplicación, y es una de las
operaciones más utilizadas en las plantas de tratamiento de agua.
Maldonado (s.f.) señala que: “Se entiende por sedimentación la remoción por
efecto gravitacional de las partículas en suspensión presentes en el agua.
Estas partículas deberán tener un peso específico mayor que el fluido” (p. 3).
Este es un proceso físico que permite la separación de partículas sólidas
suspendidas en el agua y que tienen mayor peso específico mediante la
acción de la gravedad. Al ser éstas más densas que el agua, empiezan a
caer y se asientan, de manera que luego puedan ser removidas.

Pueden presentarse varios tipos de sedimentación según el tipo de


partículas en suspensión, las cuales son: sedimentación tipo I o de partículas
discretas, sedimentación tipo II o de partículas floculentas, sedimentación
tipo III o zonal, y sedimentación tipo IV o de compresión.

En el módulo anterior ya se vio sobre la sedimentación tipo I, en la cual


las partículas asientan de manera individual, es decir, sin interactuar entre
ellas, y además no cambian su densidad, forma o tamaño durante la caída.
En este caso, el ensayo se centrará en la sedimentación tipo II, sobre la cual
Romero (1999) afirma que:

Se refiere a la sedimentación de suspensiones diluidas de partículas


floculentas, en las cuales es necesario considerar las propiedades
floculentas de la suspensión junto con las características de
asentamiento de las partículas. Ocurre generalmente en el tratamiento
de aguas residuales, dada la naturaleza de los sólidos en ellas
presentes, y en la purificación de aguas potables cuando los
sedimentadores están precedidos de floculadores y coagulación. (p.
120 y 121)
Las partículas floculentas o flóculos son aquellas producidas por la
aglomeración o agrupación de partículas coloides desestabilizadas a
consecuencia de la aplicación de agentes químicos o coagulantes. A
diferencia de las partículas discretas, las características de este tipo de
partículas como la forma, tamaño y densidad sí cambian durante la caída o
asentamiento.

La sedimentación tipo II es el tipo de sedimentación más común en el


tratamiento de aguas, el cual es un proceso que se da luego de la
sedimentación tipo I, puesto que después quedan aquellas partículas que
constan principalmente de sílice finamente dividida, arcilla y limo (causantes
de la turbiedad), y ácidos orgánicos (causantes del olor), los cuales no
pueden precipitar individualmente y por lo tanto hay que obligarlas a hacerlo.

Esto se lleva a cabo en el proceso de coagulación-floculación, donde se le


añaden sustancias químicas llamadas coagulantes para desestabilizar las
partículas, y luego se dirige el agua a un tanque donde se le agitará de
manera lenta con el fin de poder juntar o agrupar dichas partículas y poder
formar los flóculos, los cuales se harán más densos. A partir de allí se lleva a
cabo la sedimentación tipo II, y es un proceso intermedio entre la
coagulación-floculación y la filtración.

Cuando dos partículas individuales se agrupan durante su asentamiento


empiezan a ganar velocidad, por lo que se sedimentan con mayor rapidez,
por lo que mientras más partículas se agrupen la velocidad de sedimentación
crece. Se puede decir que la velocidad de asentamiento de las partículas
aumenta a medida que descienden hasta el fondo del tanque.

El diámetro de los flóculos puede variar desde menos de 0,001mm hasta


más de 5mm, lo cual depende de las condiciones de la mezcla y floculación.

La velocidad de sedimentación de los flóculos depende de las


características de las suspensiones y de las características hidráulicas de los
sedimentadores. La diferencia de velocidades de sedimentación de flóculos,
la influencia de la turbulencia y la variación de gradientes de velocidad son
factores que hacen imposible la preparación de un modelo matemático
general, por lo cual se recurre a ensayos de laboratorio para predecir las
eficiencias teóricas de remoción en función de cargas superficiales o
velocidades de sedimentación preseleccionadas. Sin embargo, no existe hoy
día formulación matemática que evalúe exactamente todas las variables que
afectan el proceso de sedimentación de partículas floculentas.

Después de haber realizado el proceso de coagulación-floculación y de


haber aplicado la sedimentación tipo II, se procede con la filtración, y para
conocerla, Casero (2007) indica: “En general, se considera la filtración como
el paso de un fluido a través de un medio poroso que retiene la materia que
se encuentra en suspensión” (p. 29). El proceso de filtración elimina las
micropartículas e impurezas que aún restan de los anteriores procesos
mediante una cámara de filtración o filtro que generalmente son de arena,
arena más antracita o carbón activado, y los cuales deben ser lavados
después de un tiempo de uso para evitar su saturación por las partículas
coloides. Dichos filtros pueden ser abiertos y por gravedad o cerrados y a
presión.

Los primeros filtros inventados fueron los de arena, en Escocia en 1804,


conocido como filtros de arena lento. Luego Estados Unidos construyó una
serie de plantas entre 1890 y 1910 usando este tipo. Entre 1900 y 1910
igualmente los estadounidenses desarrollan el filtro de arena rápido, el cual
desplazó al primero por su mayor efectividad.

Los procesos de sedimentación no proporcionan un tratamiento


suficientemente satisfactorio del agua, es decir, no la purifica completamente.
Entonces aparece el filtro para completar esa tarea, el cual permite la
obtención de agua clara y transparente, remueve los patógenos y
microorganismos transmisores de enfermedades, elimina el hierro y
manganeso, y contribuye a la eliminación del color, sabor y olor. La remoción
de microorganismos es de gran importancia puesto que muchos de ellos son
muy resistentes a la desinfección, y es la filtración las que los elimina.
El filtro rápido por gravedad es el que más se usa en las plantas de
potabilización y consta de dos etapas que son la filtración y el lavado. El final
de la etapa de filtración o carrera de filtro se alcanza cuando los sólidos
suspendidos en el agua filtrada comienzan a aumentar, este sucede cuando
la pérdida de carga es tan alta que el filtro ya no produce agua a la tasa
deseada, o cuando la carrera de filtro es de 36 horas o más. Al suceder uno
de estos dos casos se procede a lavar el filtro para remover el material
suspendido acumulado dentro del lecho filtrante y así recuperar su capacidad
de filtración.

Después del proceso de filtración, y como último paso para la


potabilización del agua se realiza la desinfección, la cual según
Colaboradores de Wikipedia (2021): “(…) tiene por finalidad la eliminación de
los microorganismos patógenos contenidos en el agua que no han sido
eliminados en las fases iniciales del tratamiento del agua”. En este punto, el
agua ya no tiene turbiedad, es transparente, no tiene color, olor ni sabor, es
decir, está libre de partículas sólidas. Sin embargo, siguen presentes
microorganismos y patógenos que pueden transmitir enfermedades y los
cuales deben ser eliminados para completar el proceso de potabilización del
agua. Muchas veces, tratándose de agua de pozos o de manantiales
naturales, la desinfección es el único tratamiento que se le da al agua.

La desinfección puede hacerse por medios químicos o físicos. El cloro, en


sus diversas formas, es la sustancia que se emplea casi universalmente en
las plantas potabilizadoras para el proceso de desinfección, ya que es
barato, de fácil manejo, seguro y de gran efectividad. El cloro es un oxidante,
por lo cual oxida todo lo que encuentra, de manera que corroe la pared
celular de los microorganismos, y también produce cambios en la
permeabilidad de la célula, en la actividad de protoplasma celular o actividad
enzimática. Igualmente destruye la materia orgánica que sirve de alimento a
los microorganismos, y todo esto impide la reproducción y multiplicación de
los mismos.

Los compuestos químicos más utilizados que contienen cloro son:


Hipoclorito de Sodio (NaClO), Ácido Hipocloroso (HClO), Clorito de Sodio
(NaClO2), Dióxido de Cloro (ClO 2) y Cloruro de Bromo (BrCl). Igualmente hay
otros químicos que también se utilizan para la desinfección, como lo son el
Ozono (O3), Halógenos como el Yodo y el Bromo, metales como el Cobre y la
Plata, Permanganato Potásico (KMnO 4), jabones y detergentes, sales de
amonio y Peróxido de Hidrógeno.

Existen también procesos físicos o físico-químicos utilizados para


desinfectar el agua como lo son la luz ultravioleta, fotocatálisis, radiación
electrónica, rayos gamma, sonido y calor.

Hay que tener claro que los desinfectantes no solo deben matar a los
microorganismos, sino que también deben tener un efecto residual, es decir,
deben mantenerse como agentes activos en el agua después de la
desinfección para prevenir el crecimiento de los microorganismos en las
tuberías provocando la recontaminación del agua.

Otro proceso que puede aplicarse al agua es el proceso de


ablandamiento, el cual se aplica sobre el agua dura. Cuando se usa este
término, se hace referencia a que el agua posee más minerales de lo normal,
especialmente minerales de Magnesio y Calcio, y mientras más de estos
tenga mayor dureza tendrá. Estos dos elementos son iones cargados
positivamente y causarán que otros iones con cargas iguales no se disuelvan
fácilmente, esto es una de las razones de que el jabón se disuelva mucho
menos en agua dura y produzca menos espuma.

Estos minerales pueden acumularse en las tuberías y obstruirlas parcial o


hasta totalmente, dañar calentadores, lavadoras y corroer tuberías
galvanizadas, por lo cual es importante eliminar su presencia, y para ello se
utiliza el ablandamiento de agua que es una técnica que permite eliminar los
iones minerales a través de una unidad de ablandamiento de agua que se
conecta directamente con la red de suministro.

Pueden utilizarse medios mecánicos o químicos para el ablandamiento


del agua, del primero tenemos equipos de ósmosis inversa que hace pasar el
agua por una membrana semipermeable dejando atrás las partículas
minerales e impurezas.

El intercambio iónico es un proceso químico también utilizado, donde el


agua se hace pasar por una resina o zeolita, material normalmente similar a
la arena compuesto por iones de Sodio y Potasio. Aquí sucede un
intercambio iónico, pues el agua fluye a través de la unidad mientras la
resina libera sus iones de Sodio y Potasio y los intercambia fácilmente por
los iones de Calcio y Magnesio, y el resultado final es un agua considerada
blanda.

Se han estudiado hasta aquí, desde los anteriores módulos, la


importancia del agua para el ser humano y todo el proceso de potabilización
de la misma. Cada proceso desde que el agua es captada hasta que llega a
los hogares es fundamental. Siendo un sistema, que un elemento o proceso
falle causaría que el agua no fuera totalmente potable.

La sedimentación es de los procesos más útiles y de más fácil aplicación,


permite eliminar gran parte de los contaminantes que posee el agua cruda, y
se aplica en distintos niveles dentro de una planta potabilizadora. Luego de la
primera sedimentación aún quedan muchas partículas en suspensión, las
cuales gracias a la coagulación-floculación se aglomeran y crean los flóculos,
dando paso así a la sedimentación tipo II o sedimentación de partículas
floculantes. Aquí las partículas se asientan más rápido conforme caen hacia
el fondo del tanque porque se van agrupando, causando que su densidad,
forma y tamaño varíen. Siendo el tipo más usado de sedimentación no puede
faltar en una estación de potabilización de agua.

La filtración, luego de esto, realiza una gran limpieza al agua, donde no


solo elimina los coloides que aún quedan en ella, sino que permite eliminar
microorganismos que no pueden ser eliminados mediante la desinfección,
gracias a sus filtros de arena o de carbón activado.

Como último paso, la desinfección no es menos importante, gracias a ella


se eliminan patógenos transmisores de enfermedades, donde el cloro es el
principal artífice de este proceso.

Hay casos donde el agua, aún después de todo esto, presenta un


problema, el cual es la presencia de minerales de Calcio y Magnesio en
exceso, causando que el agua sea considerada como dura. Esa dureza
puede ser eliminada por ablandamiento a través de intercambios iónicos,
evitando así que se obstruyan tuberías o se dañen electrodomésticos.

A todo esto, la potabilización del agua debe ser una cuestión que no debe
ser ignorada por el ingeniero civil, al contrario, debe ser partícipe y ser
conocedor de este proceso, el cual es muy interesante y sobre todo
importante.
Referencias bibliográficas y electrónicas

Casero, D. (2007). Potabilización del agua. (Archivo PDF). Recuperado el 29


de junio de 2021, de
https://static.eoi.es/savia/documents/componente45469.pdf

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Recuperado el 29 de junio de 2021, de
https://es.wikipedia.org/wiki/Desinfecci%C3%B3n_del_agua_potable

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junio de 2021, de http://www.ingenieroambiental.com/4014/siete.pdf

Manrique, I., y Gómez, J. (2016). Diseño y construcción de una torre de


sedimentación para la evaluación de los procesos de remoción y
eficiencia en el tratamiento de agua potable. (Tesis de pregrado).
Universidad Católica de Colombia. Bogotá. Colombia.

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de la sedimentación tipo II con diferentes coagulantes comerciales a
nivel laboratorio. (Tesis de pregrado). Universidad Católica de
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Pérez, J., y Espigares, M. (1995). Separación por gravedad, Sedimentación-


flotación. (Archivo PDF). Recuperado el 28 de junio de 2021, de
http://www.elaguapotable.com/Separacion%20por%20gravedad.pdf
Romero, J. (1999). Potabilización del agua. 3ra edición. México, D.F.
Alfaomega Grupo Editor, S.A. de C.V.

Sedimentación tipo II o sedimentación de partículas floculentas. (s.f.).


(Archivo PDF). Recuperado el 28 de junio de 2021, de
http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/911/Capitulo3.pdf

Swistock, B., y Fetter, J. (2021). Ablandamiento de agua. Recuperado el 29


de junio de 2021, de https://extension.psu.edu/ablandamiento-de-agua

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