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Comprensión lectora
Una de las habilidades básicas para escribir es la comprensión lectora: la
capacidad de leer y entender un texto. Primeramente hay que saber cómo
se pronuncian palabras que no son familiares a simple vista (decodificar) y
reconocer de inmediato muchas otras palabras. Después los niños necesitan
entender el significado de secuencias de palabras en oraciones y en párrafos.
Qué podría ayudar: La tecnología puede ayudar a esquivar los desafíos de leer.
Por ejemplo, si los niños tienen dificultad para decodificar palabras, la
función texto-a-voz puede leer en voz alta las palabras que escribieron. Algunas
herramientas de texto-a-voz leen en voz alta las palabras a medida que se teclean,
lo cual puede ser de mucha ayuda al momento de editar.
2. Transcripción
La transcripción es el acto físico de producir palabras. Esta habilidad incluye la
escritura a mano, la mecanografía y la ortografía.
Para los que tienen dificultad para teclear o con la ortografía, herramientas como
el dictado (voz-a-texto) y la predicción de palabras pueden facilitar la transcripción.
El corrector de ortografía también es una herramienta de uso común en la escuela.
3. Construcción de oraciones
Tienen que saber cómo construir oraciones que tengan sentido. Sin embargo, a
menudo tienen dificultad para entender y usar oraciones que estén estructuradas
correctamente.
Puede que no entiendan dónde van los verbos o cómo se conjugan. Podrían usar
oraciones que son demasiado sencillas o incompletas, o conectar muchas ideas en
oraciones muy largas.
Usar la puntuación correcta (como comas y puntos) puede ser complicado, al igual
que el uso de las mayúsculas.
Qué podría ayudar: Una manera de ayudar a los que tienen problemas con esta
habilidad es enseñarles información básica y práctica. Por ejemplo, la diferencia
entre una afirmación y una pregunta, y entre un sujeto y un verbo.
Otro género es el ensayo persuasivo. Para escribirlo los niños necesitan incluir su
argumento, las razones, los hechos que sustentan las razones y una conclusión
que resuma las razones principales.
Conocer el contenido significa saber algo del tema del que se escribe. Para escribir
una carta a un político sobre la contaminación, hay que entender qué es la
contaminación y cómo afecta a las personas, los animales y al medio ambiente.
Además, puede que sea necesario saber qué causa la contaminación.
Los niños tienen que darle vuelta a muchas ideas cuando escriben. Después
tienen que decidir cómo organizar esas ideas en párrafos y dentro de la estructura
general. Esto requiere recordar lo que saben sobre el género y el contenido.
También necesitan revisar lo que han escrito para corregir los errores y mejorarlo
para que sea más claro. Eso requiere entender por qué y cómo hacer cambios al
texto para mejorarlo.
Qué podría ayudar: Hay estrategias específicas que los niños pueden aprender
acerca del proceso de escribir. Por ejemplo, la estrategia “hamburguesa” ayuda a
planificar un párrafo. Un párrafo necesita una oración para el tema (rebanada de
pan superior), una idea principal (la carne), detalles de apoyo (condimentos) y una
conclusión (rebanada de pan inferior).
Un “mapa de araña” facilita que los niños piensen en un tema con detalles que lo
apoyen. Una “tabla T” los ayuda a proponer razones a favor y en contra de un
asunto. Y una cronología puede ayudarlos a trazar una secuencia de eventos para
escribir una historia.
6. Autorregulación
La capacidad de autorregularse juega un papel muy importante al escribir. Cuando
establece cuántas palabras debe incluir el escrito y luego revisa el número de
palabras a medida que escribe, eso es autorregulación. Si llega al final de una
oración y se da cuenta de que no tiene sentido y decide volver a escribirla, eso es
autorregulación.
Este es otro ejemplo. Cuando los niños se frustran puede que desistan de escribir.
Pero si se dicen que están progresando y que pueden lograrlo, eso es
autorregulación. Los escritores experimentados lo hacen de manera natural.
La opinión que los niños tengan de sí mismos como escritores puede afectar su
capacidad de autorregulación. ¿Valoran lo que escriben? ¿Se sienten
competentes? ¿Qué tan motivados están para escribir?
Además se les puede enseñar a que se digan a sí mismos cosas positivas para
ayudar con la motivación. Cuando escriben podrían decirse: “Aunque sea difícil, sé
que mi esfuerzo será recompensado”. La clave para todas estas estrategias es la
repetición y la práctica.
Lea más acerca de por qué los niños tienen dificultades con la escritura.
Revise otras estrategias para ayudar a los que son reacios a escribir.
Un niño paseaba con su padre por la montaña. El niño se cayó y se golpeó. Entonces gritó:
- ¡Ayyyy!
De pronto, oyó una voz lejana que repetía su grito:
- Ayyyy...ayyyyy...yyyyy
Algo asustado, preguntó:
- ¿Quién anda ahí?
Y de nuevo la voz le contestó:
- '¿Quién anda ahí...ahí...ahí?.
El niño, molesto por comprobar que repetían lo que decía, gritó:
- 'Cobarde'
Entonces la voz le contestó:
- '¡Cobardeeeee!'
El niño miró a su padre con cara de asombro y le preguntó:
-¿Papá, qué pasa?
Y su padre le contestó sonriendo:
- No es nada, mira, voy a gritar yo, a ver qué pasa:
- ¡Te admiro!
Y entonces la voz respondió:
- 'Te admirooooo'
El padre del pequeño volvió a decir:
- ¡Te quiero!
Y la voz esta vez dijo:
- 'Te quieroooo'
El padre le explicó a su hijo:
- Este es el eco. Repite todo lo que dices. Pero en realidad es la vida. La vida te devuelve todo
lo que le das. Si tratas a los demás con bondad, recibirás bondad. Si les insultas, recibirás
insultos. Así que ya sabes lo que debes hacer: si quieres que haya felicidad en ti, preocúpate de
hacer a los demás felices. Si quieres que haya amor, ofrece amor.