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ANAHATA CHAKRA

El Chakra del corazón, gobierna el corazón físico y a los


pulmones. Resulta esencial para nuestro aporte físico de energía y de
vitalidad, así como de amor que alimenta nuestra existencia espiritual.
Si nos centramos en el amor, tendremos una razón para vivir y le
daremos sentido a nuestra vida. Este Chakra nos afianza en nuestra
personalidad, que definitivamente es amor en sí misma. En un plano
real, esto significa que nuestra naturaleza autentica es cariñosa,
amable y respetuosa. El crecimiento y la curación abren un panorama
en el que nosotros ofrecemos amor de forma libre e incondicional y lo
recibimos de la misma forma.

El Chakra del corazón está parcialmente abierto en nuestra


infancia más temprana y se va cerrando a medida que maduramos y
nos convertimos en productos de nuestra cultura. Si en esta época de
nuestra niñez hemos sufrido alguna carencia de amor, puede resultar
difícil permitirle al corazón que se abre. En ese mismo punto en una
etapa temprana de nuestra fase adulta, aproximadamente a los 28
años, Anahata Chakra trata de expandirse buscando amor. Investiga
otras formas de abrirse. Determinadas experiencias activan esta
apertura: relaciones forjadas, el haber tenido hijos, decisiones que
hemos tomado y que nos han permitido amarnos a nosotros mismos.
A esta edad el corazón está
preparado para comprometerse a
experimentar un amor real y maduro,
para sí mismo y para los demás. El
hecho de no permitir que tenga lugar
esta evolución natural puede suponer un
impedimento en nuestro desarrollo
normal. Aquello que nos aporta el sexo,
el poder y el dinero, empalidece en
comparación con las alegrías que nos da el corazón. El amor es algo que
permanece en nuestros corazones para siempre. Querer experimentar
un amor duradero en lugar de sucumbir a atracciones pasajeras es el
verdadero significado del Chakra del corazón.

Las cualidades de Anahata Chakra son la paz, el amor, la unidad,


la hermandad, la fraternidad, y la alegría. Todos estos aspectos del
corazón, denotan el amor por la vida y una concienciación profunda del
valor sagrado de todas las cosas.

El corazón se desarrolla a partir de la alegría y del placer, florece


en función a su apertura, el cuidado que le prodiguemos, al contacto y
la comunicación que establezcamos. Se contrae con el miedo, la perdida
y el trauma. Alimentar el corazón con energía positiva significa elegir
ver el amor en las personas y la alegría en todas las cosas.

El mensaje del Anahata Chakra consiste en acepta la identidad de


todos los seres vivos. Amando irradiamos la felicidad de nuestra
experiencia. Un Chakra del corazón abierto es percibido por los demás
como algo calidad, hospitalario y afectuosos. Un viejo proverbio irlandés
dice: “encuentra a personas que te aporten calor”. Esto se refiere a la
búsqueda de una verdadera comunicación entre nuestro corazón y el de
los demás.

La curación profunda se produce a través de este Chakra. Es este


el lugar en el que, según los rishis, vive Dios en cada uno de nosotros.
La canción de nuestro corazón resuena con el pulso de nuestra
existencia. A medida que evolucionamos anhelamos una comunicación
a través del corazón con todas las cosas. Nos confiere un sentido de
unidad y de correspondencia; nos ayuda a compartir lo mejor de
nosotros mismos con los demás. El corazón mental y emocional sufre
siempre que se produce un sentimiento de separación o aislamiento.
Para poder curar el corazón se deben manifestar perdón, oración,
meditación y realizar un intento positivo de liberarnos del recuerdo de
viejos daños que sufrimos que nos derrumbaron en su día y también
hay que procurar perpetuar la ilusión de nuestra singularidad.

Una vez que hemos atravesados los Chakras inferiores y llegamos


al territorio del corazón, tan solo nos encontramos con nuestra
identidad. El poder, el sexo y el dinero ya no logran sostener las
emociones y nuestros sentimientos. La alegría se produce cuando
estamos conectados al amor, a la unidad y a la paz. Poner
impedimentos a la experiencia del amor termina con el amor, este sobre
todo con el amor por uno mismo. Este amor se puede manifestar en la
forma de buscar ayuda en un profesor, un terapeuta o amigo. Implica
concederse tiempo para llenar el corazón con amor y librarse de
cualquier sentimiento de inferioridad, de infravaloración y de carencia.

Acceder al núcleo de corazón significa ser conscientes de que lo


que somos y hacemos es amor en sí. Aquí no hay que establecer
diferencias. En el territorio del corazón estamos conectados con el
corazón divino.

Un corazón fuerte es capar de perdonar las heridas del pasado, de


encontrar alegría en el momento y de adentrarse en el mundo con el fin
de convertirlo en un lugar mejor. Libramos la buena batalla por el
“amor, la victoria y la gloria” como dice Paulo Coehlo en sus libros.
Nuestro paso hacia el amor nos mantiene iluminados, positivos y
abiertos al bien máximo.

El gran Satguru, Sr HWL Poonja, dice que nuestro reto espiritual


consiste en amarnos a nosotros mismos y den tener un corazón de león
en las épocas buenas y malas de la vida. A medida que nos vamos
entregando a la vida permitimos que esta nos mueva y con un corazón
abierto nos aceptamos a nosotros mismos y a los demás bajo la gracia
divina.

La única inteligencia del corazón es la de recordar el amor. Nunca


olvida actos de sinceridad, amistad o amor. Siendo amados, aceptados y
alimentados, nosotros podemos caminar hacia delante en la vida. Si no
recibimos esto de una fuente externa, nuestro proceso de crecimiento
consiste en aprender a tomarlo de nosotros mismos.
Cuando nuestra
mente elige hacer hincapié
en lo negativo, lo
destructivo y abusivo, el
corazón debe comportarse
como un parasito tratando
de recibir de un huésped
aquello que precisa para
sobrevivir. El únicamente
desea recordar lo bueno y
alegre y sentir amor en el
momento presente.

Por naturaleza, la
mente es divisible y crea
una ilusión de dualidad.
El corazón unifica,
uniendo los trozos de amor procedentes de las personas más allegadas
a nosotros y los de aquellos que nos son extraños. La función del
corazón consiste en ser perceptivo y permitir que se produzca amor.

El corazón es alimentado por la paz y se mantiene feliz y estable.


Es importante nutrir el corazón permaneciendo tiempo en silencio, en
contacto con la naturaleza, y en compañía de personas positivas. Un
corazón abierto recibe tanto como lo que da.

Ayuda al corazón la reconciliación con nosotros mismos, esto


ayuda a recuperar la energía que se perdió con los sentimientos
reprimidos. Cada paso hacia la reconciliación con nosotros mismos
libera la vitalidad que se puede usar para llevar una vida creativa.
Reconciliación significa perdonar el pasado y vivir el presente.

El chakra del Corazón está constituido por dos componentes


distintos. El protector del corazón, que corresponde al pericardio (un
saco que consta de una pared doble y que rodea al corazón), y que
actúa protegiendo al corazón de las agresiones externas. Mantiene
apartadas de la pureza e inocencia del corazón a las críticas no
deseadas, a los pensamientos negativos y a las intenciones impuras.

Forjamos un protector del corazón fuerte desarrollando un amor


sin compromisos hacia nuestro yo, el cual se ve reflejado en fronteras
saludables y en saber qué y quienes contribuyen a que alcancemos el
máximo grado de bondad.

El segundo componente del corazón, es el corazón en sí mismo.


Es puro, inocente e intachable. Es el eterno soporte del Espíritu Santo
en cada individuo. Conocer la profundidad, la pureza y la belleza con la
que cada individuo ha sido agraciado en su vida tan solo nos puede
hacer recapacitar sobre el tesoro que alberga el corazón de cada
persona.

Despertar esa comunicación con ese lugar de pureza, nos trae


amor y confianza en Dios, siempre que alijamos definir la Inteligencia
Infinita que guía nuestro espíritu. Buscar esto fuera de nosotros, traerá
consecuencias emocionales y nos llevara al lugar donde iniciamos
nuestra búsqueda, es decir, a nuestro interior.

Uno de los principios básicos de la sanación es en primer lugar,


amarnos a nosotros mismos. Seremos capaces de curar mejor nuestro
corazón herido aceptando nuestro propio amor y reconociendo la
integridad que hay en nosotros, desde este punto de vista seremos
libres para elegir amar a otras personas y cultivar buenas relaciones
humanas que nos nutran y alimenten.

La glándula Timo esta localizada en la zona superior del pecho.


En el momento en el que nacemos y en nuestra temprana infancia esta
glándula posee el tamaño de un puño de un niño pequeño. Se considera
un componente muy importante en la preservación de la inmunidad. A
medida que avanza su edad, su tamaño va reduciéndose. En la
actualidad posee un alto grado de interés por la ciencia, pues cada vez
son más numerosas las enfermedades relacionadas con una deficiencia
autoinmune. Actualmente, se utilizan extractos de esta glándula con el
fin de estimular el sistema inmunológico.

Cuando somos felices y expresamos amor en nuestras vidas,


funciona bien y secreta hormonas que tonifican el corazón y mantiene
activos nuestros pulmones. Cuando no somos felices, la glándula timo
disminuye su actividad. No consigue su desarrollo. La energía del
Anahata Chakra, nutre a esta glándula. Cuando el corazón está abierto,
esta glándula funciona correctamente, cuando el corazón está cerrado,
la glándula también se cierra. Vivir en un estado de felicidad, encontrar
a personas, cosas y actividades que hagan cantar a tu corazón
mantiene la salud de la glándula timo.
El poder que tiene el corazón de curarse a si mismo denota la
fortaleza del amor. Cuando nos amamos a nosotros mismos, a nuestro
creador y a la vida en general, las cosas se irán encarrilando
milagrosamente hacia la bondad. La fe en el poder del amor ha ayudado
a muchas personas en tiempos muy difíciles, en los que han resultado
fortalecidos y curados, a pesar de la adversidad y la dificultad del
momento. Una gran parte de nuestra curación se basa en la aceptación
de que nosotros merecemos ser amados y de que somos dignos del
amor de Dios. Saber que se nos ama es ser conscientes de que el amor
nos rodea; es la autentica fibra de la vida. Cuando nos entregamos al
amor, nos llevamos por la realidad y no por la ilusión, y sanándonos,
podemos sanar a los demás.

ABRIENDOSE PASO A TRAVES DE LA NEGATIVIDAD

 Encontrar el amor que se siente por uno mismo,


independientemente de lo que haya ocurrido en el pasado, trae la
curación y nos libera del pasado.
 El hecho de ser capaces de perdonar el pasado, incluyendo a
aquellos que nos hicieron daño, abusaron de nosotros o
resultaron destructivos, nos ayuda a mantener el corazón abierto.
 Acepte el presente como el punto de poder en el que el amor
puede curar nuestras heridas y restaurar nuestro sentido de
integridad.
 Recuerde que todos nosotros somos niños ante los ojos de dios.
Somos una gente y un planeta y nuestro propósito espiritual es el
de permitirnos ser amados a nosotros mismos.
 Aprender a aceptarnos a nosotros mismos, sin orgullos ni
pretensiones, mantiene nuestro corazón abierto y hace posible
que lo bueno llegue a nosotros.
 Haga una lista de aquello que hace cantar su corazón.
Comprométase a sí mismo a reanimar el corazón y traer alegría
haciendo precisamente aquello que usted ame con las personas
que ama.
 Ver lo bueno incluso en las situaciones complejas y en las
personas más difíciles, mantiene la energía del corazón, viva.

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