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ÍNDICE GENERAL
Nº pág.
INTRODUCCIÓN 4
GUÍA DE ESTUDIO 6
LECCIÓN 1 INTRODUCCIÓN A MALAQUÍAS 7
1.1. Introducción 7
1.2. Autor 7
1.3. Fecha 8
1.4. Trasfondo histórico 9
1.5. Tema Central de Malaquías 10
1.6. Propósito de Malaquías 10
1.7. Condición Espiritual del Pueblo 11
1.8. Versículo Clave 11
1.9. Características Literarias y Particulares de Malaquías 11
1.10. El Encuentro con Dios en Malaquías 11
1.11. La Revelación de Cristo en Malaquías 12
1.12. El Poder de la Honra Divina en Nuestras Vidas 12
1.13. Bosquejo Bíblico de Malaquías 13
1.14. Conclusión 14
Preguntas de la Lección 1 14
LECCIÓN 2 DIOS AMA A SU PUEBLO 15
2.1. Introducción 15
2.2. Encabezado 15
2.3. El Amor de Dios Declarado 16
2.4. El amor de Dios puesto en Duda 17
2.5. El Amor de Dios Demostrado 19
2.6. Consecuencias de ser Aborrecidos por Dios 20
2.7. Dios Les Recuerda el Propósito de su Elección Para Israel 20
2.8. Conclusión 21
Preguntas de la Lección 2 21
LECCIÓN 3 DIOS REPRENDE A LOS SACERDOTES 22
3.1. Introducción 22
3.2. El Descuido de los Sacerdotes 22
3.3. La Indiferencia y Profanación de los Sacerdotes 26
3.4. Dios Declara las Consecuencias del Pecado de 29
Los Sacerdotes
3.5. Dios Recuerda las Cualidades del Verdadero Sacerdocio 30
3.6. Dios Invita a los Sacerdotes al Arrepentimiento 32
3.7. Conclusión 32
Preguntas de la Lección 3 32
LECCIÓN 4 DIOS REPRENDE A LOS ESPOSOS INFIELES 34
4.1. Introducción 34
4.2. Trasfondo 35
4.3. Lo Sagrado del Matrimonio y de la Familia 35
4.4. Dios Denuncia el Doble Pecado del Pueblo en relación a la 36
Familia
4.5. Conclusión 38
Preguntas de la Lección 4 38
LECCIÓN 5 DIOS REPRENDE A LOS QUE PERVIERTEN LA JUSTICIA 39
5.1. Introducción 39
5.2. Trasfondo del Capitulo 39
5.3. La Injusticia del Pueblo 40
5.4. La Justicia de Dios condena el Pecado 41
5.5. La Justicia de Cristo 43
5.6. Conclusión 46
Preguntas de la Lección 5 46
3
INTRODUCCIÓN
Dios decide castigarlo por amor y respeto a su nombre y permite que el Rey
Nabuconosor se los lleve cautivo a Babilonia, en donde por mandato de Dios estarían 70
años en cautiverio. En ese tiempo el pueblo de Israel pasa de convivir con la cultura
babilónica a la cultura del imperio Medo-Persa. Israel tenía que decidir en medio de la
disciplina, si se purificaba en su doctrina y conducta para Dios, o se dejaba arrastrar por
las culturas de los otros pueblos, era una lucha diaria por que eran extranjeros en tierras y
personas extrañas a su creencia, hasta que vino la restauración de la nación del pueblo
Judío, por manos de Esdras, Nehemías, Hageo, Zorobabel y Zacarías.
Este libro presenta una gran importancia, porque debía limpiar en el corazón y en
espíritu del pueblo los falsos principios que pudieron copiar con las otras culturas, así
como volverlo de corazón al temor del Dios vivo, a practicar una verdadera adoración a
Jehová de los ejércitos. Dios usa al profeta Malaquías para llamar a su pueblo, a darle la
honra debida Dios y a su nombre.
cielo (Mal. 3:1), el cual es El Señor Jesucristo, quien también es anunciado como el Sol
de Justicia (Mal. 4:2) y que viene a su templo para limpiar y purificar a su pueblo en su
corazón e impartir la justicia de Dios como un estilo de vida.
GUÍA DE ESTUDIO
ESTRATEGIA DE EVALUACIÓN
LECCIÓN 1
INTRODUCCIÓN A MALAQUÍAS
1.1. Introducción
Es de suma importancia cada vez que se estudia un libro de la Biblia, tener una
visión panorámica del mismo que nos permitirá ubicarnos en las ideas, intenciones,
propósitos y objetivos del autor para escribir dicho libro. Por lo tanto, esta primera lección
es un estudio introductorio del libro en donde conoceremos el autor del libro de
Malaquías, la fecha en que se escribió, a quien se les escribió, el propósito del autor para
escribir dicho libro; así como también, analizaremos el tema central del libro, el trasfondo
histórico que llevo al autor para escribir dicho libro, como era la condición espiritual del
pueblo, características literarias particulares que Malaquías utilizó y sobre todo que
revelación muestra Dios de si mismo y que profecías e imágenes se muestran del Señor
Jesucristo.
1.2. Autor
El autor del libro se refiere a una persona que tiene como nombre o titulo
“Malaquías” que significa “mi mensajero,” (Mal. 1:1)1 y que toma la función oficial de parte
de Dios, de ser su profeta. Algunos2 lo identifican con el escriba Esdras que toma el
seudónimo “mi mensajero” para desarrollar la profecía de Dios, como lo hace la paráfrasis
caldeas,3 pero esto es poco probable, puesto que Esdras se identifica claramente como
escriba y no profeta y el profeta Malaquías se identifica como tal y no como escriba.
La versión de los setentas traduce en 1:1; “por la mano de su mensajero,”4 lo que
lleva a afirmar a algunos de que posiblemente la persona adopta el nombre Malaquías
como el titulo oficial del profeta de Dios, quien quiere que el pueblo vuelva a Dios, lo cual
generaría que el mismo es una imagen o prototipo del mensajero que el anuncia en el
capitulo 3:1 y cuya función es hacer volver el corazón del pueblo a Dios para que
reconozcan al Mesías que viene después de él. La posición de que el nombre Malaquías,
no era su nombre propio, sino el oficio asumido como profeta, era la posición de algunas
autoridades antiguas; sin embargo, la analogía de encabezamiento de otros profetas en
sus escritos, favorecen el punto de vista común, general y mayoritario de que “Malaquías”
era su nombre propio y no solamente un seudónimo asumido por el oficio realizado.
Sea que “Malaquías” era el nombre propio del profeta o era el nombre asumido por
el oficio profético, podemos afirmar que debido a Mal. 1:1 y 3:1, el profeta Malaquías era
una imagen del profeta anunciado por el mismo y quien prepararía el camino del Mesías,
con la intención de hacer volver al pueblo en arrepentimiento hacia el Dios Santo y
Soberano.
El comentarista bíblico Edesio Sánchez hace mención5 que algunos eruditos
piensan también, que esa persona llamada “Malaquías” no es Esdras el escriba, pero si
creen que sea contemporáneo con Esdras y Nehemías, pero esta posición también es
débil.
1
Jack Hayford, Biblia de Estudio Plenitud, Pág. 1163.
2
Jack Hayford, Biblia de Estudio Plenitud, Pág. 1163.
3
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 973
4 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 973.
5
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Pág. 272.
8
Es importante recordar que para el pueblo judío, el nombre propio de una persona,
reflejaba su carácter, conducta y su oficio para el cumplimiento del propósito de Dios en
su vida, por lo cual podemos decir que creemos que Malaquías era el nombre propio del
profeta y fue una persona que ejerció su ministerio profético con oficios sacerdotales en
un tiempo después de Nehemías.
1.3. Fecha
Los que afirman que Malaquías era un seudónimo de Esdras o que era una
persona contemporánea a Esdras y Nehemías, lo fechan entre el 450-440 A.C; pero otros
comentaristas como Jamieson-Fausset y Brown de la casa Bautista y la Biblia de estudio
del Diario Vivir lo fechan un tiempo mas tarde, con el pueblo mas establecido después del
exilio. Tomando a estos últimos comentaristas lo fecharemos entre el 430 6 y el 420 A.C.7
Para ubicar adecuadamente una fecha del libro de Malaquías, el cual fue el último
profeta del Antiguo Testamento, y para hacer un estudio serio del mismo, haremos bien
en recordar los acontecimientos históricos post-exílico del pueblo de Israel:
a. Por orden del rey Ciro, Zorobabel guió el primer regreso de los judíos a
Jerusalén en el 538 A.C., con la misión de reconstruir el templo, teniendo
a Josué como Sumo Sacerdote. Comenzaron la labor divina de
reconstruir el templo en Jerusalén, pero no la terminaron, debido al
pecado de apatía, desobediencia y rebeldía del pueblo. Dios levanta al
profeta Hageo (520 a.C.) y al Profeta Zacarías (518 A.C.) para denunciar
el pecado materialista de descuido de la construcción del templo,
llamando al pueblo al arrepentimiento y animándolo a que terminaran la
casa de Dios, lo cual hicieron en el 515 A.C.8
Tanto Malaquías como Hageo y Zacarías fueron profetas en Judá (el reino del sur)
en el periodo del post-cautiverio. En la medida que las nuevas generaciones se levantaron
en la Palestina post-exílica, el pueblo de Israel comenzó a olvidar la vida en el exilio y las
enseñanzas que aprendieron de las disciplina del sufrimiento que experimentaron en el
cautiverio en Babilonia y Persia, comenzaron a olvidar la disciplina de Dios debido a su
pecado; y las nuevas generaciones post-exílica, comenzaron a ser indiferente hacia su
Dios Santo y a menospreciar su ley.
El pueblo empezó a cometer los mismos pecados que hicieron que la Justicia
Santa de Dios, los llevaran en cautiverio a Babilonia, comenzaron a ignorar de nuevo, sus
mandamientos y sus estatutos. Esta impiedad iba desde los sacerdotes del templo, a los
líderes del pueblo, a si como del pueblo mismo. El pecado hacia que el pueblo en su
mayoría presentase una falsa honra a Dios, llevando a la profanación de la verdadera
adoración que Dios exigía.
Dios es amor, pero Él ama de una forma completa y perfecta. Su amor es un amor
de acción: dar, guiar y proteger. Esto se ve en Juan 3:16, donde pensó un plan y lo llevo
acabo hasta su consumación en la persona de Cristo. Él es completamente justo y fiel a
las promesas que ha hecho a su pueblo escogido. Sin embargo, continuamente el pueblo
provoca a su Dios amoroso, quebranta el pacto, sigue a otros dioses y vive para sí mismo,
Dios comienza recordándoles el amor que lo llevo a elegirlos como su pueblo, y les
recalca que debido a su pecado, ellos han quebrantado la relación de amor con Él. Sin
embargo la ruptura de la comunión entre el Dios y el Pueblo no es irreparable; no se ha
perdido toda esperanza, Dios les declara que debido a su paciencia amorosa, no los ha
consumido, esperando que vuelvan a Él, en arrepentimiento y obediencia a sus estatutos
y así poder sanar y restaurar a su pueblo. Dios los invita al arrepentimiento para alcanzar
el perdón y la restauración de la relación.
El Mensaje de Malaquías era para recordar a los judíos, que ellos habían sido
escogidos por la pura gracia de Dios con el propósito mostrar la Gloria de Dios a las otras
naciones, sin embargo ellos habían fallado como la nación escogida de Dios, debido a
que no respondiendo al amor, sino que por el contrario estaban desobedeciendo en forma
voluntaria. Este pecado comenzó con los sacerdotes (1:1-2.9) y luego abarcó a todas las
personas (2:10-3:15). Ellos Habían deshonrado el nombre de Dios (1:6), habían ofrecido
adoración falsa (1:7-14), habían llevado a otros a pecar (2:7-9), habían quebrantado las
leyes de Dios (2:11-16), a lo malo habían llamado “bueno” (2:17), se habían apropiado de
los diezmos y de las ofrendas para Dios (3:8-12) y se habían vuelto arrogantes y
soberbios (3:13-15). La relación estaba rota, y sería suyo el juicio y el castigo.11
Todo esto en esencia era producto de la maldad del pecado que había en su
corazón por haberse apartado de Dios: En Mal. 2:2 se observa la denuncia de Dios: “Si no
oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los
ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las
he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”
y el pueblo estaba en esa mala condición espiritual, iba a herir a la tierra con maldición,
por lo que Dios se propone en su Soberanía enviar un mensajero que preparase el
camino del Señor. Dios llama al pueblo al arrepentimiento al mismo tiempo que
demandaba una verdadera adoración espiritual. Dios empezó a demandar y a exigir la
verdadera honra a su Santo Nombre, comenzando por un verdadero arrepentimiento,
cumpliendo la ley de Dios con sinceridad de Corazón.
Malaquías concluye con una promesa de la llegada del profeta Elías quien ofrecerá
el perdón de Dios a todas las personas por medio del arrepentimiento y de la fe en la
persona que vendría tras él (Mal. 3:1 y 4:5,6). El libro de Malaquías forma un puente entre
el Antiguo y el Nuevo Testamento. Cuando leemos Malaquías, debemos vernos a
nosotros mismo como el receptor de esta palabra de Dios para su pueblo, debido a que la
iglesia de Cristo esta tomando la misma actitud egoísta que tenia el pueblo judío en la
época de Malaquías. Debemos estudiar y analizar la profundidad de nuestro compromiso
con Dios, la sinceridad de nuestra adoración a Él y determinar si Cristo esta dirigiendo
nuestra vida. Luego debemos permitir que Dios a través de la oración y el
arrepentimiento, restaure nuestra relación con él por medio de su amor y su perdón, en
las áreas donde haya pecado.
Este libro revela en una forma muy clara, al único Dios Santo, Amoroso, Justo y
Soberano demandando de su pueblo, La verdadera honra debida a su Nombre, la cual
debía manifestarse en una sincera adoración a Dios en todas las áreas practicas de la
vida.12
Esto se ve reflejado a lo largo de todo el libro: Dios le dice a su pueblo “Si yo soy
Padre, ¿donde esta mi honra?, y soy Señor ¿Dónde esta mi temor?” (Mal.1:6). El
versículo central del tema del libro lo podemos ver en Mal. 2:2: “Si no oyereis, y si no
decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré
maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido,
porque no os habéis decidido de corazón.”
a cometer los mismos pecados contra Dios que generaron su deportación a Babilonia.
Dios usa a Malaquías, para denunciar y condenar el pecado de Deshonra, Menosprecio,
Profanación y Desobediencia a Dios y su Pacto. Dios llama al pueblo a arrepentirse y
darle la Honra y la Gloria debida a su Nombre en Mal. 2:2. Dios promete Bendición,
Salvación y Justicia al arrepentido y al Justo, anunciándoles la venida del Mesías y el
profeta que prepararía su camino.
El pueblo estaba cometiendo los mismos pecados que los habían llevados cautivos
a babilonia: Robos, Idolatría, Rebeldía, Soberbias, Matrimonios con personas paganas,
adulterios, profanación, abuso del pobre e injusticias que manifestaban el corazón
endurecido, ciego, egoísta y desobediente del pueblo. El Profeta Malaquías hace hincapié
en la dureza de sus corazones y Dios como Juez Justo, pronuncia su maldición sobre los
que practican tales pecados (Mal. 1:14; 2:2; 3:9) y les anuncia que enviara un profeta con
el Espíritu de Elías para preparar el corazón del pueblo y volverlos en arrepentimiento
para aceptar y seguir al Mesías que vendría tras él, de lo contrario el profeta Malaquías
les dice que Dios herirá la tierra con maldición (Mal. 4:4-6).
El versículo clave del libro es el Mal 2:2: “Si no oyereis, y si no decidís de corazón
dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre
vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis
decidido de corazón.”
De los cincuentas versículos del libros, cuarenta y siete son expresados por Dios,
siendo la mayor proporción de todo los libros proféticos. Malaquías es el único profeta que
finaliza su escrito con un juicio en vez de una esperanza. Malaquías es el último profeta
del A.T. y termina con la palabra Maldición y esto contrata con la esperanza del N.T. El
cual termina con la palabra Bendición.
la Honra de nuestra parte y se muestra como El Señor que debe ser temido y obedecido
por nosotros. Para lograr esto comienza a mostrar el verdadero estado espiritual de
nuestro corazón, y como Dios santo y Juez justo, nos muestra la realidad del pecado y
sus graves consecuencias en nuestras vidas, haciéndonos la invitación a arrepentirnos,
volver a una comunión verdadera con Dios, hasta llevarnos al punto en que le demos una
adoración espiritual verdadera, la cual se traduce en amarle, honrarle y obedecerle en
todas las áreas de nuestras vidas.
En el libro de Malaquías, encontraremos que Dios nos confronta con las siguientes
demandas espirituales:
Esto se puede ver claramente en Mal. 3:1. “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual
preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho
Jehová de los ejércitos.” Cristo es presentado en Malaquías como “El ángel del Pacto,”
que significa “El mensajero del cielo,” el cual se saca de una inferencia entre el
comentario de Mathew Henry14 y del diccionario de W. E. Vine.15 Dicho mensajero viene a
ratificar el pacto de Dios con su pueblo pero de acuerdo con las normas de la ley que Dios
dio a moisés y no de acuerdo al pecado y a la actitud egoísta del pueblo. Viene también
como el “Sol de Justicia,” (Mal. 4:2) para presentar ofrendas puras y limpias a Dios y traer
bendición a los que se arrepienten y temen su nombre. Viene también como “horno
ardiente,” y con fuego (Mal. 4:1) para purificar las impurezas del pueblo de Dios y quemar
a los pecadores en su maldad.
Debemos recordarnos que ¡Dios solo puede honrar a los que le honran¡
1.14. Conclusión
Al terminar esta lección 1 podemos afirmar que el autor del libro de Malaquías es
una persona con oficios sacerdotales, cuyo nombre propiamente dicho era Malaquías el
cual representaba tanto su carácter como sus oficios sacerdotales y proféticos. El libro fue
escrito entre el 430-420. A.C. para un pueblo Judío que estaba establecido de nuevo en
su tierra después del regreso del cautiverio pero con unas condiciones espirituales
bastantes deplorables por su falta de adoración y compromiso con Dios. El tema central
del libro es la importancia de darle la honra a Dios con toda nuestra vida. El pueblo estaba
mal porque sus líderes religiosos como los sacerdotes eran los primeros que estaban en
pecado. Dios condena tanto a los sacerdotes como al pueblo mismo de la época de
Malaquías. El libro presenta unas características literarias en donde se muestra una serie
de disertaciones espirituales y teológicas en forma de preguntas y respuestas entre Dios y
el pueblo judío. El libro menciona cuatro sentencias de maldiciones que haremos bien en
analizar y evitar el pecado que las generaron. Podemos concretar diciendo que Dios es
tan exigente y demandante con la honra y la gloria que Él merece, que motivó al profeta
Malaquías para que el pueblo viera la importancia de dársela y llamar al pueblo al
arrepentimiento. Dios honra solo a los que le honran y si queremos ser honrado por Dios
debemos de darle a Él lo mejor de nuestras vidas, de lo que somos y de lo que tenemos.
Preguntas de la Lección 1
LECCIÓN 2
MAL. 1:1-2
2.1. Introducción
Dios como Juez Soberano establece sus juicios de acuerdo a su alta Justicia y los
decreta acertadamente en su tiempo y en la forma que el así lo considere en su infinita
sabiduría, sin embargo no los puede separar de su gran misericordia y de su gran amor
por su pueblo y en general por su creación. Dios había establecido decretos, sentencias y
juicios para su pueblo debido a su pecado, rebeldías e infidelidades, sin embargo antes
de denunciarlas y decretar sus juicios, procede primero sobre la base de su amor y les
recuerda que Él por pura soberanía y solo por gracia, los había escogido en su
misericordia para tener con ellos una relación de amor eterna con su pueblo, por lo tanto
esperaba de ellos era la correspondencia a dicho amor soberano sin embargo ellos no lo
habían amado como Dios esperaba, por lo cual, Dios comienza haciendo las demandas
de un amor ya manifestado por el. Esta lección se enfoca en las demandas de dicho amor
a su pueblo, esperando que el pueblo vuelva a Dios, de lo contrario el castigo y las
disciplina serian inminente.
2.2. Encabezado
17
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
18Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
19Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 973.
16
Dios los había escogidos por puro amor para tener una relación de amor con su
pueblo y ellos no habían respondido a ese amor, en cambio, lo que le habían mostrado
era rebeldía y deshonra. La Biblia dice que debemos amar a Dios, porque él nos amó
primero: 1Jn 4:7-12 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo
aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a
Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que
Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el
amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y
envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así,
debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos
20 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
17
Dios había escogido a Israel entre todos los pueblos para que mostrasen su gloria
y su santidad a los otros pueblos paganos, pero ellos mismos le habían despreciado. Ese
fue el propósito por el cual Dios saco a Israel de Egipto: Éxo. 19:3-6 “Y Moisés subió a
Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y
anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os
tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y
guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque
mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas
son las palabras que dirás a los hijos de Israel.”
Dios escogió a su pueblo para que a través de una relación de amor, su pueblo
produjera los frutos que honraban y glorificaban su nombre. Jesús lo explicó mas
claramente a sus Discípulos en Juan 15:16. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
Esta falta de comprensión del amor de Dios era porque se estaban olvidando como
pueblo de Dios, de donde los había sacado el Señor y todo lo que Dios había hecho por
ellos por pura gracia de su nombre. Al dudar del amor de Dios, se estaban olvidando de la
ley de Dios y por tanto del carácter de la naturaleza amorosa y gloriosa del Señor.
Es importante recordar y meditar en el gran amor de Dios por su pueblo para que
no se caiga en semejante pecado de indiferencia, falta de sensibilidad y correspondencia,
lo cual genera desobediencia al amor de Dios.
El pueblo en la época de Malaquías, tenia tal ceguera espiritual, creada quizás por
los momentos de cautiverios, disciplinas y sufrimientos, no podía ver las maneras en las
que Dios muestra su amor hacia ellos. De hecho, al pueblo le molesta que Dios le
recuerde su amor en el pasado. Este cuestionamiento del amor de Dios, por medio del
profeta Malaquías, nos lleva a inferir que realmente lo que algunos de ellos querían
decirle a Dios era lo siguiente: “Señor, no queremos que nos traigas recuerdos bonitos del
pasado. Queremos acciones concretas y presentes de tu amor. ¡Tienes que respondernos
en medio de esta sequía, de la plaga de langostas y de los enemigos que nos rodean!”.
Es decir, es como si ellos le estuvieran diciendo, “si en verdad nos amas, ¿por qué no te
experimentamos en este tiempo?”21
Esta fue la intención de Pablo para la Iglesia de Éfeso en 1:3-12: “Bendito sea el
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual
en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del
21
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 13, Pág. 275.
22 Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 13, Pág. 275.
19
mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro
afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo
aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados
según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda
sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su
beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo,
en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como
las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados
conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin
de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos
en Cristo.”
Mal. 1:2c-5. “¿No era Esaú (Edom) hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a
Jacob y a Esaú aborrecí.”
Dios les recuerda de donde los tomó, como los escogió y como los consintió por
puro amor. Dios les responde a través de grandes realidades que ellos no podían negar y
mucho menos ignorar.
Debemos recordar que Los edomitas son los descendientes de Esaú, y habían sido
enemigos constantes de Israel (Gen. 25:29-34; Gen. 36:8; 1Rey. 11:15; Jer. 49:17; Eze.
25:12-14; Joel 4:19; Amos 1:11-12), por lo que Dios los había estado castigando por su
mal trato hacia el pueblo de Israel. Este castigo era una obra real que Dios había estado
haciendo con los edomitas y que el pueblo de Israel no podía ignorar solo tenía que
levantar la vista y percatarse en la situación que Dios había llevado a sus enemigos los
Edomitas.
La iglesia está llamada a meditar en lo que Dios ha hecho por ella, producto de su
amor. El cristiano está llamado a meditar en las expresiones del amor de Dios en su vida
diaria. Dios manifiesta su amor en su pueblo en una forma real en nuestras vidas, de tal
forma que no puede pasar desapercibido. Esto fue lo que Pablo les dijo a los cristianos de
Roma en Rom. 12:1: “Así que hermanos os ruego por las misericordias de Dios que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.”
20
Mal. 1:2-4: “Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No
era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí, y convertí
sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.
Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado;
así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y les llamarán
territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre.”
Dios le recuerda al pueblo de Israel que ellos habían sido escogidos por puro Amor
y la pura Gracia Soberana de Dios. Es importante analizar exegéticamente desde el
comienzo que rebeca estaba en cinta de los gemelos Esaú y Jacob, en génesis 25:19-23
“Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, y era
Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de
Padan-aram, hermana de Labán arameo. Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era
estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer. Y los hijos luchaban dentro de
ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; y le respondió
Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas;
El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor.”
Podemos observar que la profecía era que el mayor (Esaú) iba a servir al menor
(Jacob), y que de los dos iban a salir dos pueblos, uno más fuerte (Jacob) que el otro
(Esaú). Lo que inicialmente le había dicho Dios a Raquel era que el Señor en su
Soberanía, había decido bendecir al menor por encima del mayor y que el mayor seria
bendecido solo en la medida que cumpliera su responsabilidad de servir al menor.
Si Edom se hubiese sometido a Israel, hubiese sido un pueblo bendecido por Dios,
como se lo dijo su padre Isaac. La sentencia inicial de Dios no era aborrecer a Edom sino
que fuera siervo de Israel, sin embargo, la actitud de menosprecio por parte de Esaú de
vender su primogenitura por un plato de lenteja (Gen. 25:27-34) y posteriormente la
actitud hostil del pueblo de Edom hacia Israel, de no dejarlo pasar por su territorio cuando
iban hacia la tierra prometida en la época que Dios saco a Israel de Egipto por mano de
Moisés (20:14-21), y así como también, los Edomitas se hicieron enemigos militares
contra Israel en varias ocasiones (Jer. 49:7-22; Eze. 25:12-14), todo esto genero el
aborrecimiento de Dios hacia el pueblo de Edom, haciendo que Dios destruyera a dicho
pueblo.
Dios les recuerda a su pueblo Israel que él les había escogidos en su soberanía
por puro amor para que fueran su pueblo y luz a las naciones, pero que había aborrecido
a Edom y había puesto una sentencia de ruina y que aunque ellos se esfuercen a edificar,
a plantar y construir, Dios mismo iba a destruir y arrancar lo que ellos levantaran.
Esto también era una advertencia al pueblo Judío, que de no comportarse como su
pueblo, las consecuencias de ser aborrecidos por Dios podrían ser catastróficas.
Mal 1:5 “Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido más allá de
los límites de Israel”. Mal 1:14 “…Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y
mi nombre es temible entre las naciones.”
21
Dios les dice que el merece toda Gloria y toda Honra. (1:5,6,11,14). El Señor les
recuerda que él es Gran Rey y que todas las naciones tiemblan al oír y mencionar su
nombre, indicándoles que Él esperaba que su pueblo viera y reconociera su Gloria,
honrándole en todos los aspectos de la vida diaria y ellos no lo estaban haciendo. Dios
quería que su pueblo les mostrara a los otros pueblos paganos, que él era el Rey de
Gloria. Dios quería ser glorificado en los otros pueblos por medio de su pueblo Israel.
Siempre fue el propósito de Dios, que su pueblo Israel le permitiera mostrar su gloria a los
otros pueblos y ellos estaban fracasando en este propósito.
2.8. Conclusión
La Biblia está llena de textos, donde Dios nos lleva a recordar y a meditar en el
gran amor que Dios nos ha mostrado a cada uno de nosotros y que se manifestó en la
persona de Jesucristo, esta fue la intención que tuvo el apóstol Juan en 1 Juan 3:1 “Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.” El pueblo de
Israel fracasó en su relación con Dios, porque olvidó todo el amor que Dios les había
mostrado siempre desde que Dios los llamó por medio de Abraham. Esta fue la sentencia
de Jesús en su lamento sobre la ciudad de Jerusalén cuando lloró sobre ella en Mat.
23:37-39 “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son
enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos
debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os
digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre
del Señor.”
Preguntas de la Lección 2
LECCIÓN 3
3.1. Introducción
Mal 1:6-9. “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre,
¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos
a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos
menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En
qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. Y
cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis
el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de
ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. Ahora, pues, orad por el favor de Dios,
para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas?
dice Jehová de los ejércitos.”
23 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
23
Dios se les presenta como Padre, tanto a los sacerdotes (Mal. 1:6) como al pueblo
(Mal. 2:10), para recordarles una característica que el pueblo de Israel, había conocido de
Dios desde el llamado de Abraham. Creemos que Dios se expresa de esta forma porque
ya se les había estado revelando con el propósito de prepararlos para revelación que Dios
iba a darles por medio de Jesucristo. Es cierto que la revelación plena y completa de Dios
como el Padre celestial nos viene en el Nuevo Testamento por medio de la persona de
Cristo, sin embargo, hay que reconocer que ya Dios había estado dando una revelación
progresiva de su naturaleza desde el comienzo del Antiguo Testamento y a esta altura de
Malaquías, habían visto rasgos bastante claros de Dios como Padre. El teólogo Louis
Berkof, en su libro de Teología Sistemática dice lo siguiente: “Con frecuencia se dice que
el Nuevo Testamento introdujo un nuevo nombre para Dios, es decir, Páter (Padre). Pero
esto difícilmente puede ser correcto. El nombre Padre se usa para la Deidad aun en las
religiones paganas. Se usa repetidamente en el Antiguo Testamento para designar la
relación de Dios con Israel, Deu. 32: 6; Sal 103: 13; Isa. 63: 16; 64: 8; Jer. 3:4, 19; 31:9;
Mal.1:6; 2: 10; en tanto que a Israel se le llama el hijo de Dios, Ex 4: 22; Deu. 14: 1; 32:
19; Isa. 1: 2; Jer. 31: 20 Óseas 1: 10; 11: 1. En tales casos este nombre expresa la
relación teocrática especial que Dios guarda para con Israel.”24
En esta sección bíblica, Dios se presenta como el Padre que debe ser honrado,
como El Señor que debe ser temido y como Gran Rey que debe ser adorado y obedecido,
sin embargo estas características, Dios las relaciona y las equivale, en una forma directa
a honrar, glorificar y temer a su nombre. Dios muestra su celo en su nombre de tal forma
que aparece ocho veces la expresión “mi (o, “tu”) nombre,” en Mal. 1: 6a, 1:6b, 1:11a,
1:11b, 1:11c, 1:14; 2:2,5). Edesio Sánchez en su comentario bíblico, dice en cuanto al
nombre de Dios que “en el pensamiento hebreo, el nombre no solo denomina a la
persona, sino que equivale a ella. Conocer el nombre de Dios es tener la oportunidad de
estar cerca de él, y nombrar el nombre de Dios era algo muy serio. Por ello existía más el
peligro de profanarlo. Los sacerdotes de Judá creyeron que callando el nombre estaban
honrando a Dios. No se daban cuenta de que con sus acciones insultaban la misma
persona de Dios.”25
Las palabras Honra y Temor son términos que van juntos, al punto que uno define
el otro. Si tenemos temor de Dios, lo honraremos, ya que el principio de la sabiduría es el
temor de Dios. Esto fue lo que quiso expresar nuestro señor Jesucristo en la oración
modelo del padre Nuestro, con las palabras “Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.” (Mat. 6:9). En Mal. 1:11,14, Dios habla de la honra (temor) a
Dios de parte de las naciones paganas, así como también de la honra (“temor”) a Dios por
parte del sacerdote Malaquías en Mal. 2:4, quien era el único que guardaba el pacto
levítico con el propósito de llamar a los otros sacerdotes al arrepentimiento y decidan
darle el honor y el temor debido a su nombre.
Por mandato de Dios a Moisés, los sacerdotes eran los representantes y guías
espirituales del pueblo. Dios le dijo a su siervo Moisés en Lev. 22:17-30, como los
sacerdotes iban a oficializar el sistema de sacrificios, pero los sacerdotes demostraban
con su mala ministración de sus ofrendas y sacrificios, la ceguera espiritual de su vida y la
apatía en la adoración a Dios. El pueblo estaba mal espiritualmente porque sus líderes
espirituales estaban en pecado. Los sacerdotes sacrificaban en el altar del señor, lo
defectuoso, lo podrido y lo hurtado de sus animales y con ellos evidenciaban qué tan bajo
habían llegado. Ellos en realidad eran los “ciegos,” los “cojos,” los “enfermos,” y los
“ladrones.” No estaban cumpliendo con el esquema dado por Dios en la ley.
Según el Dr. Henry T. Blackaby,26 Los cristianos exhiben falta de temor cuando:
Si comparamos este texto de éxodos 20:18-20 con el de Hebreos 12: 18-29, nos
encontramos con una advertencia que nos debería hacer temblar como cristianos. El
autor de hebreos dice que no nos hemos acercados a ese monte Sinaí que era tan terrible
lo que se veía, que lo que traspasara los limites era consumido por la Gloria de Dios, sin
embargo, el escritor de hebreos dice que nos hemos acercados al monte de Dios a la
ciudad celestial por la sangre y el sacerdocio de Cristo para experimentar la gloria del
Reino de los Cielos, pero nos advierte en Heb. 12:25 “Mirad que no desechéis al que
El Apóstol Pablo fue el misionero que trabajo con más pasión y dedicación en la
extensión del reino de Dios, era un fiel maestro para los discípulos y a quienes guiaba en
todas sus epístolas a madurar en las insondables profundidades del amor divino: Efesios
3, 1 Cor. 11, Rom. 8, etc., también hablaba del “Temor de Dios” y que según la versión
inglesa, en el original significa “El Terror al Señor,”27 (2 Cor. 5:11). La certeza que tenia
sobre el juicio de Dios lo motivaba a persuadir a los demás de la verdad. El temor de Dios
es parte de lo que significa andar por sus caminos, amarlo y servirlo con todo el corazón,
observando sus mandamientos: “Ahora, pues, Israel, ¿que pide Jehová tu Dios de ti, sino
que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a
Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, , que guardes los mandamientos
de Jehová y sus estatutos, que Yo te prescribo hoy para que tengas prosperidad?”
(Deuteronomio 10: 12-13).
Es demasiado frecuente que les tengamos más temor a los hombres, que a Dios.
La mayoría de los hombres, le tienen terror a que los demás los pongan en ridículo. Jesús
nos advirtió: “No temas a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed
mas bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mat. 10:28). Solo
Dios tiene el poder de destruir nuestro ser y echarlo en el infierno, por lo tanto Él es digno
de que le temamos.
Muchos cristianos hoy día, están aplicando lo que ellos llaman Guerra Espiritual,
con lo cual, se ha hecho muy común en orar para atar a satanás, echarlo fuera y
reprenderlo, y esto puede ser valido a la luz de las escritura, sin embargo, debemos tener
cuidado de no dar tanta atención a lo satánico ni a lo humano. El señor Jesucristo nunca
le dio demasiado crédito a Satanás que lo llevaran a preocuparse y tampoco desea que
sus discípulos lo hagan. Jesús siempre se preocupaba por agradar al Padre celestial.
Cristo les dijo a sus discípulos que: “y les dijo: Yo veía a satanás caer del cielo como un
rayo. He aquí os doy potestad de hoyar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritu se os sujetan, sino
regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (Lucas 10:18-20).
Satanás quedaba impotente cuando los discípulos salían en obediencia a la tarea que
Cristo les había encomendado. Henry Blackaby dice: “Debemos ser sabios en cuanto a
los métodos de satanás, y no ignorar sus maquinaciones, pero el temor lo debemos
reservar para aquel que tiene todo el derecho sobre nuestras vidas. El temor debe ser
para nuestro Dios.”28
En Mal. 1:9: “Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de
nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los
ejércitos” es un llamado de Dios en donde Él está invitando al pueblo a buscar su rostro
en oración con una actitud de arrepentimiento y obediencia a su pacto, para Él poder
perdonarle y derramar su gracia en la vida de los sacerdotes.
27
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo II: El Nuevo Testamento, Pág. 420.
28
Henry y Tom Blackaby, El Hombre que Dios usa, Pág. 24.
26
Mal 1:10-14. “¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi
altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de
vuestra mano aceptaré ofrenda. Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es
grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y
ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los
ejércitos. Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y
cuando decís que su alimento es despreciable. Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es
esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o
enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.
Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a
Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es
temible entre las naciones.”
Jamieson, Fausset y Brown afirman que es como si Dios dijera: “Ojalá hubiera
siquiera uno entre vosotros que cerrase las puertas del templo (es decir, del patio interior,
donde estaba el altar de los holocaustos), y que no encendierais en vano el fuego sobre
mi altar.”. Dios había dicho anteriormente por medio del Profeta Isaías 1:11-15, que lo
mejor era no ofrecer sacrificios, que ofrecer sacrificios vanos. Era el deber de algunos de
los sacerdotes estar a las puertas del patio del altar de las ofrendas encendidas, para
excluir las víctimas defectuosas.”29
29 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 975.
30 Edesio Sánchez, Comentario Bíblico de Mundo hispano, Pág. 277.
27
La afirmación de Dios en Mal 1:11: “Porque desde donde el sol nace hasta donde
se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre
incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de
los ejércitos.” es una apelación a los sacerdotes que estaban despreciando su nombre en
el Mal.1:6, por lo tanto, Dios iba a encontrar a otros que le engrandecieran. Dios comenzó
a decirle a su pueblo, que otros pueblos que Él no los había escogido como hizo con
ellos, estaban trayendo más gloria y honra a su nombre que el propio pueblo de Israel.
Es muy triste para Dios, tener que hacer una comparación entre su pueblo Israel, a
quienes se les había revelado en una forma real y personal, dándoles la revelación escrita
de su ley, con otros pueblos que no les conocían en la forma tan real como los suyos, y
sin embargo, hallar que los otros pueblos paganos, estaban dando más honor a su
glorioso nombre que su pueblo elegido. Israel estaba fracasando en el plan de Dios. Dios
los llamo a ser luces entre todos los pueblos de la tierra, pero Él estaba encontrando mas
luces en otras naciones que no eran propias de Él. Aquí se puede observar como Dios ya
estaba preparando a su pueblo, para ver la necesidad de seguir el nuevo pacto
profetizado por Jeremías y Ezequiel, el cual se cumpliría en la persona de Cristo y seria
de mayor eficiencia para ellos y para todo el mundo.
Dios les afirma que los mismos pueblos que los Israelitas tenían como pueblos
abominables, eran pueblos que ofrecían mas ofrendas limpias que ellos, al nombre del
Señor. Dios se los dice con la intención de generarles celos como el pueblo sagrado y a
esto se refiere el apóstol pablo en Rom. 10:19-20: “También digo: ¿No ha conocido esto
Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es
pueblo; Con pueblo insensato os provocaré a ira. E Isaías dice resueltamente: Fui hallado
de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí.”
Debido a que Dios quería generar este celo santo, es que afirmas la expresión, “y
en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia,” y con ella estaba
contrastando con la ofrenda inmunda de los sacerdotes, es decir, que los otros pueblos no
estaban ofreciendo “lo ciego, lo cojo, ni lo enfermo” como lo estaban ofreciendo los
sacerdotes y el pueblo judío (Mal. 1:8). La expresión “En todo lugar,” es una imagen de la
visión gloriosa de la dimensión universal que alcanzaría la redención del Mesías
prometido para la iglesia cristiana. En este sentido fue que el señor Jesús hablo con la
mujer samaritana para referirse a los verdaderos adorares que pueden adorar en
cualquier lugar o tiempo (Juan 4:21-23) y fue la intención del apóstol pablo a Timoteo
(1Tim. 2:8). El “incienso” es figurativo de las oraciones (Sal. 141:2; Apoc. 8:3). 31
31
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 975.
28
Señor, como Dice Jamieson, Fausset y Brown: “No obraban como para guiar al pueblo a
la verdadera adoración ni a ofrecer lo mejor suyo sobre el altar del Señor.”32
El lamento que hacen los sacerdotes en el versículo 1:13: “¡Oh qué fastidio es
esto!” es un lamento que refleja que el servicio de Dios es fastidioso para ellos, y por tanto
se contentaban con presentar las ofrendas más inservibles. Es un lamento que Dios
comenzó a condenar y que ya Dios había repudiado de su pueblo Israel a través del
profeta Miqueas en Miq. 6:3 “Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado?
Responde contra mí.” Donde Dios desafía a su pueblo a mostrar en dónde está la
“molestia” de su servicio. También El pueblo de Israel había fracasado en este sentido en
la época del profeta Isaías 43.22-24: “Y no me invocaste a mí, oh Jacob, sino que de mí te
cansaste, oh Israel. No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a mí me
honraste con tus sacrificios; no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar con incienso.
No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus
sacrificios, sino pusiste sobre mí la carga de tus pecados, me fatigaste con tus maldades.”
Con estas palabras del profeta Isaías, Dios muestra que son ellos mismos los que lo han
cansado a él, no que él los haya cansado a ellos.
La sentencia que Dios hace en el Versículo 1:14, “Maldito el que engaña” o “Maldito
el Hipócrita” era la primera sentencia de maldición que el profeta denuncia de cuatro que
el menciona (ver Mal. 1:14, 2:2, 3:9; 4:6). Esta primera sentencia de maldición, era debido
a la avaricia tanto del sacerdote como del pueblo y no de la pobreza de ellos, es decir, la
avaricia era la causa de sus ofrendas defectuosas y mezquinas. La ley exigía el “macho” y
estaba claramente estipulado en Lev. 1:3, Lev. 1:10, sin embargo, el pueblo y el sacerdote
no estaban cumpliendo con los mandamientos de Dios. El sacerdote y el pueblo no
estaban dando lo mejor a Dios, si no, lo enfermo, lo dañado y lo podrido. Esta actitud de
menosprecio y deshonra a Dios, es lo que enciende la ira de Dios, para dar la sentencia
de maldición. Debemos dar a Dios lo mejor de nosotros, de nuestro tiempo, lo mejor de
nuestros recursos y lo mejor de nuestros talentos y dones.
Aun los paganos me temen a causa de mis juicios; ¡qué reproche es esto para
vosotros, pueblo mío, que no me teméis (v.6)! También se puede traducir: “Yo seré temido
32
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 975.
29
entre las gentes.” Esto va de acuerdo con lo declarado por Dios en la profecía del
Versículo 1:11.33
Dios apela a que toda la tierra está llena de su gloria, está siendo llenada con su
gloria y será llena con su gloria. En su nombre esperaran los gentiles. Dios apela a que la
grandeza de su nombre no está limitada a que su pueblo lo reconozca en honra y
adoración, sino que se extiende a todas las naciones y su pueblo es el primero que debe
reconocerla.
Según Edesio Sánchez: “El argumento de esta sección se mueve así: (1) quienes
deshonran a Dios (1:6) serán objeto de deshonra (2:2,3); y (2) quienes desprecian a Dios
(1:6-8) serán despreciados (2:9). Dios primero denuncia el pecado de los sacerdotes y
ahora pasa a sentenciar las consecuencias que traerían dicho pecado en sus vidas.”34
33 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
34
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico de Mundo hispano; Pág. 277.
30
delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel. ¿Por
qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el
tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de
todas las ofrendas de mí pueblo Israel? Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había
dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas
ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los
que me desprecian serán tenidos en poco.”
Mal 2:4-9 “Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto
con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales
cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo
humillado. La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios;
en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. Porque los
labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley;
porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Más vosotros os habéis apartado del
camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví,
dice Jehová de los ejércitos. Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el
pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción
de personas.”
Leví fundó la tribu que lleva su nombre. Los levitas llegaron a ser ministros de
Jehovah, primero en el Tabernáculo del desierto, luego en el Templo. En estos versos
Dios se dirigía a los sacerdotes que descendían de esta tribu, diciéndoles que debían
prestar atención a la Ley (Toráh) que Él dio a sus antepasados. La Expresión que Dios
hace a través del profeta Malaquías, “mi pacto con Leví” (Mal. 2:4), se refiere a que los
levitas fueron una tribu apartada para el servicio a Dios, tal como Dios le dijo a Moisés en
Num. 1:47-54: “Pero los levitas, según la tribu de sus padres, no fueron contados entre
ellos; porque habló Jehová a Moisés, diciendo: Solamente no contarás la tribu de Leví, ni
tomarás la cuenta de ellos entre los hijos de Israel, sino que pondrás a los levitas en el
tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le
pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y ellos servirán en él, y
acamparán alrededor del tabernáculo. Y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los
levitas lo desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán;
y el extraño que se acercare morirá. Los hijos de Israel acamparán cada uno en su
campamento, y cada uno junto a su bandera, por sus ejércitos; pero los levitas acamparán
alrededor del tabernáculo del testimonio, para que no haya ira sobre la congregación de
los hijos de Israel; y los levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio. E hicieron
los hijos de Israel conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés; así lo
hicieron.” Dios le dijo a moisés, que no le diera tierra por heredad a los levitas, debido a
que Jehová Dios, era la heredad de ellos.
Esta expresión “Mi Pacto con Leví,” la cual es única de Malaquías, apunta al
parecer, a ser una manera disimulada de referirse al mismo profeta Malaquías. Entre
todos los sacerdotes que servían a la comunidad judía, Malaquías era el único que
honraba el Compromiso o el Pacto de sus antepasados Levitas con Dios. Por eso tenía la
autoridad de denunciar el pecado de los sacerdotes y de todo el pueblo, por lo tanto
solamente él, podría adjudicarse el título “Mi mensajero” (2:7; comp. 1:1).
como si Dios estuviera obligado por el pacto a bendecirlos, mientras que ellos vivían como
si estuviesen libres de todas las obligaciones que el pacto les imponía en su servicio y
adoración a Dios. No se dice meramente que el pacto sea “de vida y paz” sino que es
“vida y paz” porque el guardar la ley de Dios es su propia recompensa (Sal. 19:11). EL
apóstol Pablo dice en romanos que la Ley es espiritual, La Ley es santa y la Ley es buena
y por ser la Ley espiritual estamos llamado a andar en el Espíritu Santo lo cual es Vida y
Paz. (Rom. 8:6). Siempre fue el deseo de Dios, que tanto los levitas como todo el pueblo
de Dios, tuviesen vida y paz, siendo fiel a la ley y a los mandamientos de Dios, viviendo
en obediencia en la presencia de Dios.
3. Un Sacerdote de Dios vive su Vida para Dios: La expresión dada por Dios:
“anduvo conmigo” (Mal. 2:6c), expresa el compañerismo, la comunión y la
intimidad que tenía el verdadero sacerdote con Dios. Es Dios mismo quien
señala esa cualidad del sacerdote, la cual describe la fe y obediencia del
Sacerdote para con El Señor, la cual genera de parte de Dios el deseo de
llamarlo su compañero y su amigo. Por lo tanto el sacerdote era una persona
que experimentaba e impartía la Paz de Dios. Esto es lo que quiere decir la
expresión “en paz,” es decir, la “paz,” que era el fruto de la obediencia al pacto
(v. 5). Paz con Dios, con el hombre, y con la propia conciencia, es el resultado
de “andar con Dios” (véase Job. 22:21; Isa. 27:5; San. 3:18).
Mal 1:9. “Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de
nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los
ejércitos.”
Mal 2:2. “Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho
Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras
bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”
El profeta Malaquías era un sacerdote que si cumplía el pacto de Dios y esto era lo
que le daba autoridad para denunciar el pecado de sus colegas, sin embargo cuando los
invita a orar para buscar el perdón de Dios, él se menciona como si el pecase junto a los
demás sacerdotes y el pueblo. El propio Malaquías estaba sintiendo el dolor del pecado
del pueblo con la expresión “para que tenga piedad de nosotros” (1:9). Dios llama a los
sacerdotes al arrepentimiento con un corazón sincero, a volver a su ley con una sincera
adoración, para poder perdonarle y derramar su misericordia. A pesar de que Malaquías,
mantenía el pacto levítico con Dios, era el primero que estaba dispuesto a tener un
espíritu de arrepentimiento para mantenerse en comunión con Dios, esto le daba
inspiración profética de parte del Señor, para llamar al pueblo al Arrepentimiento. Si el
pueblo no se volvía a Dios en obediencia a su ley, el pueblo experimentaría el castigo de
su Justicia.
3.7. Conclusión
Preguntas de la Lección 3
1. ¿Cuál era el pecado de los sacerdotes?
2. ¿Qué demandas hace Dios de sí mismo a los Sacerdotes?
3. ¿Cuántas declaraciones de Maldiciones hay en esta sección Bíblica?
4. ¿Qué dice Dios de sí mismo en el V.1:14?
5. ¿Qué debemos darle a Dios según la sentencia de Mal. 1: 14?
6. ¿Cuáles son las características del verdadero sacerdocio?
7. ¿Eres tú un sacerdote de Dios? ¿Dónde lo dice la Biblia?
8. ¿Estás cumpliendo con eficiencia tu ministerio sacerdotal?
9. ¿Cómo Sacerdote estas dando la Gloria y la Honra debida al nombre de Dios?
10. ¿Estás profanando el altar del Señor o estas temiendo al nombre de Dios?
33
LECCIÓN 4
Mal 2:10-16. “¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo
Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el
pacto de nuestros padres? Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido
abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él amó, y se casó
con hija de dios extraño. Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere
esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos. Y
esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que
no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. Diréis: ¿Por qué?
Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido
desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él
abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios.
Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra
juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que
cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro
espíritu, y no seáis desleales.”
4.1. Introducción
La Biblia de Estudio del Diario Vivir comenta sobre esta sección bíblica: “El Pueblo
no decía abiertamente que rechazaba a Dios, pero estaba viviendo como si no existiera.
Los hombres se casaban con paganas que adoraban ídolos. El divorcio era común, y
ocurría sin otra razón que no fuera el deseo de un cambio. La gente actuaba como si
pudiera hacer cualquier cosa sin ser castigada. Y el pueblo se preguntaba por qué Dios
rechazaba sus ofrendas y no les bendecía (2.13). No podemos separar nuestro trato
diario con Dios del resto de nuestra vida y esperar tener éxito. Él debe ser el Señor de
todo.”35
4.2. Trasfondo
El Dr. Bruce Barton, comentando en la misma Biblia de Estudio del diario vivir habla
claramente del trasfondo que rodeaba al pueblo en medio de esta verdad bíblica:
“Después de que el templo fue reconstruido y se terminaron los muros, el pueblo se
entusiasmó al ver que las profecías pasadas se estaban cumpliendo. Pero pasó el tiempo,
y las profecías acerca de la destrucción de los enemigos de Dios y de la llegada del
Mesías no se cumplieron de inmediato. El pueblo se desalentó y se volvió apático en su
obediencia a las leyes de Dios. Esta apatía los llevó gradualmente al pecado flagrante, tal
como el matrimonio con idólatras. Esdras y Nehemías también se enfrentaron con estos
problemas años antes (Esdras 9, 10; Neh. 13:23-31).”36
Las costumbres corrompidas son fruto de principios corruptos; y el que es falso con
su Dios no será sincero, bondadoso e integro con sus conciudadanos mortales. El que no
es sincero, fiel y amoroso con su esposa no lo será realmente con las otras personas ni
con Dios. Despreciando el pacto del matrimonio que Dios instituyó, los judíos despedían a
la esposa que tenían de su nación, probablemente para dar lugar a esposas extranjeras.
Considera a ella como esposa tuya; la tuya propia; la relación más cercana que uno tiene
en el mundo.
La esposa tiene que ser mirada, no como sierva, sino como compañera del marido.
Esta fue la intención del apóstol Pedro en su carta en 1Pe 3:7 “Vosotros, maridos,
igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y
como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo.”
Hay un pacto de Dios y con Dios, entre ellos, que no debe tomarse a la ligera. El
marido y la esposa debieran continuar hasta el final de sus vidas en santo amor y paz.
¿No hizo Dios una, una Eva para un Adán? Pero Dios podría haber hecho otra Eva. ¿De
dónde hizo Dios sólo una mujer para un hombre? Fue para que los hijos pudieran ser
hechos una descendencia que le sirviera a Él. Los maridos y las esposas deben vivir en el
temor de Dios, para que su simiente sea una simiente buena.
El Dios de Israel dijo que Él odiaba eliminar a las personas por su pecado, pero en
su santidad debía castigar el pecado de las personas. Dios en su amor les dice, que para
evitar ser consumido por el pecado, les aconseja que se resguarden en su espíritu, pues
ahí es donde comienza todo pecado. Los hombres hallarán que su mala conducta en sus
familias, brota del egoísmo que no toma en cuenta el bienestar y la dicha de los demás,
sino que por el contrario, andan conforme a sus propias pasiones y fantasías carnales. El
pueblo tenía cansado a Dios, porque en vez de arrepentirse y volver al Señor,
continuamente justificaban sus malas costumbres.
36
Bruce Barton, Biblia de Estudio del Diario Vivir, Pág. 1208.
35
Ellos pensaban que Dios podía ser amigo del pecado, por lo cual lo insultaban en
palabras y conductas y con estos se estaban engañando ellos mismos. Los burladores
dijeron: ¿Dónde está el Dios del juicio? Pero el día del Señor llegará.
En esta sección podemos ver que Dios condena el pecado de unirse a mujer
extranjera, violentando el pacto que Dios había hecho con sus Padres (o antepasados) en
cuanto a no unirse con mujer pagana, porque ellas les harían volver su corazón del Dios
vivo a la adoración de dioses paganos, extraños y muertos, lo cual era una infidelidad y
adulterio espiritual con respecto a Dios. Era idolatría o adulterio espiritual del pueblo con
respecto al verdadero Dios. Este pecado lo cometió el Rey Salomón y Dios en su santidad
tuvo que disciplinar al pueblo, al punto que costó la división del reino de Israel, lo cual
ocurrió después de la muerte del rey Salomón.
El matrimonio y la familia son santos a los ojos de Dios. ¿Por qué será que Dios
requiere que un casamiento tenga buenas bases antes de que él escuche la oración de
un esposo (1 Ped. 3:7; y Mat. 5:23, 24)? Malaquías da la respuesta: el casamiento no es
solamente un contrato, una relación de dos vías entre el esposo y la esposa, sino que es
un pacto, una relación de tres vías de responsabilidades y privilegios que incluyen a Dios
como testigo y Señor de ese pacto y ante quien la pareja debe rendir cuentas
permanentemente.
Si hacemos una inferencia entre los versículos 2:13 y 2:14, Dios compara su altar y
su santuario celestial con la unión matrimonial entre el hombre y la mujer, indicando
claramente que en el hogar existe el santuario divino que podríamos definir como el altar
familiar y que continuamente debe arder con el amor de Dios y el amor humano y debe
mantenerse ardiendo con el fuego y la pasión del Espíritu Santo. “Guardaos en vuestro
espíritu.”
Creemos que Mal. 2:15a, hace una referencia a Gén. 2:24. Por lo cual sostenemos
que el matrimonios para Malaquías, era como un pacto entre Dios y la pareja judía debido
a que Dios mismos en los versículos compara ese pacto con su santuario (Mal. 2:11) y su
altar (Mal. 2:13), de ahí la insistencia de parte de Dios por medio del profeta de la
importancia de la tarea del marido, teniendo como modelo el casamiento de Adán y Eva,
lo que lleva al profeta a hacer las serias advertencias en los Mal. 2:15b y 16b.
En Mal. 2:15, el profeta también declara que el Señor espera que el matrimonio
produzca una descendencia consagrada o un linaje escogido y santo para Dios y esto lo
indica con la expresión “semilla de Dios”. En la opinión de Malaquías el divorcio puede
haber frustrado este propósito en forma similar como los matrimonios con personas de
otras religiones, pecado que fue también confrontado en la época de Nehemías (Neh.
13:23-27) y Esdras (Esd. 10:3, 44). La expresión “semilla de Dios” refleja la figura
establecida en el v. 2:10 y 1:6 de Dios como nuestro único Padre, es decir, Dios como un
padre para su pueblo en virtud de sus actos redentores y el pacto, y sirve de contraste
intencional ante la frase, la hija de un dios extraño del v. 11. Este fue el plan y la promesa
de Dios cuando llamo a Abraham, sacarlo de su mundo y formar un pueblo que fuese el
pueblo de Dios, a través de un pacto.37
Dios sentencia claramente en Mal. 2:16, que el esta en contra del divorcio, 2:16
puede decir yo aborrezco el divorcio. Esta aparente condenación de todo divorcio parece
contradecir el punto de vista misericordioso del divorcio en Deu. 24:1-4. De igual manera,
un derecho más general al divorcio puede sugerirse en Deu. 22:19, 29, es decir, el
divorcio figurado entre Israel y el Señor en Jer. 3 y ciertos pasajes del NT (Mat. 1:19; 5:32;
19:8, 9; 1 Cor. 7:15). Pero sabemos que el propio Jesús lo aclaró en Mat. 19:6-9, por lo
tanto haciendo una inferencia de Mal. 2:16 podemos comprender el pasaje siguiente
37
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 977.
37
manera: “Si un hombre siente odio y se divorcia, es decir, el divorcio meramente en base
a su aversión, incompatibilidad, deseos egoístas y caprichos, en vez de causa, como ser
una falta sexual, dice el Señor, Dios de Israel, él cubre su manto de violencia, es decir, se
contamina a sí mismo visiblemente con violencia; para este uso metafórico de manto
(véase Sal. 73:6; 109:18; Jer. 2:34) dice Jehová de los ejércitos. Por lo tanto, cuídese a sí
mismo y no sea infiel [en contra de su esposa].”. Se entiende entonces que el sujeto del
“aborrecimiento” es el marido que se quiere divorciar, en vez de ser Dios, pero realizado
por razones injustas es un crimen contra Dios y contra la esposa este verbo “aborrecer”
aparece frecuentemente en contextos matrimoniales, donde invariablemente alude a la
actitud del marido hacia su mujer (Gén. 29:31; Deu. 22:13, 16; Jue. 15:2).38
4.5. Conclusión
Preguntas de la Lección 4
38 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 977.
38
LECCIÓN 5
Mal 2:17-3:5: “Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué
le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los
tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia? He aquí, yo envío mi
mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el
Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí
viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida?
¿O quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego
purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque
limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová
ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los
días pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto
testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan
en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero,
no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.”
5.1. Introducción
La sección bíblica de esta lección, comienza con la acusación clara en Mal. 2:17a:
“Vosotros cansáis a Jehová…”, la gente responde, según la costumbre que el profeta
viene narrando (ver 1:2, 6,7; 3:8, 13) con una pregunta: ¿En qué le cansamos? Es el
estilo de las disputas. Parte de la respuesta es: “con vuestras palabras” (v. 17b). En la
época de Malaquías se acostumbraba usar palabras que pervertían la verdad y la justicia,
que declaraban las actitudes, el estado espiritual mediocre de su corazón que los llevaba
no solo a menospreciar a Dios, sino a cuestionar su naturaleza santa y justa. El pueblo
comentaba públicamente que la gracia de Dios obraba en favor de los malvados,
ignorando a su vez a los justos. Con hipocresía y una actitud rebelde, llegaron a
preguntar: “¿Dónde está el Dios de la justicia?” Así cuestionaban el gobierno moral y el
justo juicio de Dios en el mundo.
honra y la justicia de Dios. Es creer que Dios no tiene el poder ni el deseo de bendecir a
su pueblo. El pueblo realizaba quejas cínicas aunque un pudieran ser lógicas desde su
perspectiva.39
Edesio Sánchez comentando sobre Mal. 2:17 afirma que: “se muestra una vez más
(ver Mal. 1:6-8) la perspectiva equivocada de la comunidad judía en los tiempos de
Malaquías. El pueblo y sus líderes quieren obligar a Dios a amoldarse a un esquema de
valores que les convenía a ellos. A lo malo que hacen, quieren que Dios les dé su sello de
aprobación, es decir, tenían la misma actitud y conducta que Dios había condenado a
través del Profeta Isaías en Isa. 5:20 “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno
malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce,
y lo dulce por amargo!”. Este es el tipo de idolatría más sutil que puede darse y es, a la
vez, muy difícil de reconocer. Cuán fácil es descubrir y señalar los dioses falsos de
quienes consideramos incrédulos o paganos; pero qué difícil se nos hace llamar idolatría
a nuestras constantes luchas por hacer que Dios se amolde a nuestras propias
ideologías, doctrinas, egoísmos, sexismos y racismos.”40
El profeta Malaquias hace una acusación seria contra el pueblo en Mal. 2:17.
“cansar a Jehová” es la misma demanda que Dios les hace a través del profeta Isaías
43:22-24. Este versículo en Malaquías 2:17 forma la transición al 3:1-5. Los judíos
escépticos de aquel día dijeron en forma indirecta que Dios se deleitaba en los
malhechores y castigaba al justo, según ellos, debido a la prosperidad que ellos veían de
los pueblos paganos de alrededor, mientras que ellos, los judíos, comparativamente no
eran prósperos. Por este pensamiento es que Dios les había dicho que observaran la
condición del pueblo de los edomitas y las comparara con las de ellos. Por ignorar la
justicia de Dios declarada por los profetas (Fallos de los sacerdotes infieles de enseñar la
palabra de Dios) hacia que se les olvidara que su atención a los deberes menores y
externos no compensaban su descuido de los deberes más graves de la ley; por ejemplo,
la obligación que tenían hacia sus esposas, tratada en la lección anterior.
Era la misma situación de hipocresía y ceguera espiritual que tenían los sacerdotes
y líderes del pueblo judío en la época de Cristo en Mateo 23:23-29 “¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis
lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin
dejar de hacer aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! ¡Ay de
vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato,
pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de
dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por
fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de
muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis
justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.”
La expresión del profeta en 3:1: “El Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del
pacto” se refiere a que el Señor viene como mensajero del pacto, o sea, es el divino
ratificador del pacto de Dios con Israel, a quien vosotros deseáis, es decir, en quien
ustedes están esperando porque piensan que él restaurará a Israel a su propio lugar
como la primera de las naciones. Dios les dice que “repentinamente vendrá,” no como
restaurador temporal de Israel, sino como un Juez consumidor contra Jerusalén (Amo.
5:18-19, Amo. 5:20). La expresión “repentinamente” (significa “luego” en nuestra Versión
Española) sugiere la falta de preparación espiritual de parte del pueblo por no vivir en la
verdadera justicia de Dios.
El pueblo esperaba, lamentablemente, hasta el fin del sitio, aún libertador temporal,
mientras que un juicio destructor iba a consumirlos. Así será la indiferencia y apatía
espiritual reinante antes de la segunda venida de Cristo. El entonces vendrá repentina e
inesperadamente, también como Juez consumidor para los incrédulos (2 Ped. 3:3-4).
vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que
juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los
que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.”
Dios les responde de una forma, que no les puede quedar más clara de ver el
pecado de infidelidad e injusticia que estaban cometiendo contra Dios. Cuando somos
incapaces de descubrir que nuestra adoración al verdadero Dios es inconsistente con
nuestras prácticas de injusticia, fraudes y engaños, entonces hemos caído en la idolatría.
Dios les responde que el mensajero que están esperando para confirmar el pacto de
Jehováh con su pueblo, era un mensajero de Juicio e iba a limpiar al pueblo y a la tribu de
Leví. Dios hace resplandecer su justicia por medio del profeta Malaquías ante la
acusación del pueblo judío, cuando les anuncia el castigo por sus pecados sino se
arrepienten, pero al mismo tiempo, Dios les promete a aquellos que temen su nombre y
son obedientes a su pacto, que sobre ellos amanecerá el “Sol de Justicia”, Mal. 3:1-2:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los
que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de
los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a vosotros los que teméis mi nombre,
nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como
becerros de la manada.”
Dentro de la acusación del profeta, se ofrece una puerta de salida para vivir de
acuerdo a la voluntad de Dios: la “limpieza,” y el “quebrantamiento.” Solamente a través
de la prueba (el oro y la plata se “refinan” con fuego) y del quebrantamiento (Isa. 6:5-7)
podemos llegar a ser libres para adorar y servir al Señor (Isa. 6:8; Sal. 15; 24)41. Esta
limpieza y purificación es una obra de dimensiones divina que solo Dios puede hacer por
medio del fuego del Espíritu Santo. Esta es la idea que quiere que entienda los cristianos
por escritor de Hebreos en todo el capitulo 12, sobre la disciplina y el castigo del Señor
para a sus hijos como fuego consumidor con el propósito de limpiarnos y participemos de
su Santidad.42
Dios desde la época de Hageo, venida tratando con el pueblo para que
construyese y adornase la casa de Dios, y al parecer esta lucha se mantuvo hasta el
profeta Malaquías. El templo en los días de Malaquías estaba desprovisto de toda gloria y
de toda manifestación de Dios, como consecuencia de su pecado, Pero el profeta les
declara en su momento, que no siempre será así: “…He aquí yo envío mi mensajero, el
cual preparará el camino…Y luego, repentinamente, vendrá a su templo el Señor…” pero
solo traerá limpieza y salvación para los que se arrepienten de sus malos caminos y
practican la justicia de Dios, pero también consumirá con su fuego a los malos. Esto se
comenzó a cumplir con la primera venida de Cristo, cuando fue presentado el niño Jesús
en el templo a Simeón y habló de él como el que había venido para ser “luz para los
gentiles y gloria de tu pueblo Israel” (Luc. 2:32). En el cumplimiento del tiempo llega el
Mesías y vemos la gloria de Dios en la persona de Jesucristo (Juan 1:14 y Gálatas 4:4).
mentiroso y farsantes que defraudan a su prójimo y al Dios vivo, como se los dice claro en
Mal. 3:4-5: “Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días
pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto
testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan
en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero,
no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.”
En Mal. 3:1, hay dos mensajeros. El primer mensajero, entendemos por lo general,
que se refiere a Juan el Bautista, esto está confirmado en los evangelios de Mat. 11:10;
Luc. 7:27. El segundo mensajero es Jesús, el Mesías, para quien tanto Malaquías como
Juan el Bautista prepararon el camino.
El profeta y el pueblo han hablado en 2:17, por lo tanto debemos entender que los
versículos del 3:1-5 son palabras de Jehová mismo. Sobre el “mensajero y el ángel del
pacto.” (v. 3:1a-b) que Dios envía, el señor espera que haya, una certidumbre absoluta y
divina: ¡He aquí que viene! (3:1c). Así dice Jehová de los Ejércitos (3:1d). Pero este
acontecimiento que viene producirá juicio caracterizado con figuras de limpiamiento y
purificación esto debido a la expresión de fuego purificador y jabón de lavadores; que
aparece en Mal. 3:2c), Estas figuras apuntan que es limpieza y santificación para los
justo, realizando un proceso de transformación y nueva criatura en los arrepentidos, pero
viene como juicio consumidor para el malo.
Las primeras palabras de Mal. 3:1-2 son respuesta para los escarnecedores de
aquella época. Hay aquí una profecía de la aparición de Juan el Bautista, el cual es el
heraldo de Cristo, pero no es el ángel del pacto. Este mensajero solo le preparará el
camino a Mesías, como heraldo de Cristo, procurando llamar a los hombres al
arrepentimiento.
Por lo tanto, por lo antes dicho y junto al significado que da Mathew Henry en su
comentario bíblico44 podemos inferir que el significado del “el Ángel del Pacto,” es “el
43 W.E. Vine, Diccionario Expositivo Exhaustivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, Pág. 19.
44
Mathew Henry, Comentario de la Biblia por Francisco Lacueva, Pág. 1060.
43
Mensajero del Cielo,” o “el Mensajero Celestial.” En la última lección de este comentario,
hablaremos sobre la importancia de este significado.
Dios les recuerda a través del profeta Hageo, que llenaría de Gloria la casa de Dios
con una gloria mayor que la que había tenido en el primer pacto. Pero esta gloria vendría
con la llegada del Mesías y no antes, con el cual se establecería un pacto con mejores y
mayores promesas que el anterior. El primer pacto de Dios con su pueblo Israel era solo
una sombra de lo que sería el segundo pacto de Dios lo cual viene por medio del Cristo. A
esto es que se refiere Dios, por medio de Malaquías cuando anuncia que viene el “Ángel
del Pacto,” que se expresa en Mal. 3:1.
Cristo es “el sol de Justicia” que el propio Malaquías anuncia en el 4:2: “Mas a
vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá
salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.”
nos dice “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y
fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mat. 5:20).
La Biblia dice que Dios nos ira transformando a la imagen de su hijo Jesucristo,
siendo llevados de gloria en gloria (2 Cor. 3:18). Cuando somos purificados por Dios, a
través de las pruebas, entonces la imagen y el carácter de Cristo en nuestra vida, será
cada vez más claro para los que nos rodean. Dios dice que sus líderes (aquí los levitas)
deben estar especialmente dispuestos a pasar por el proceso de purificación y
santificación de sus vidas. Esto es lo que el apóstol Pablo quiere decir en Romanos 8:28-
29: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también
los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea
el primogénito entre muchos hermanos.”
Dios dice que el no permitirá que seamos tentados mas de lo que podamos
soportar por lo tanto el fin de la prueba en el justo será muy diferente en la vida del justo
que en la del impío. Cristo hará aceptos (a los justos) intercediendo por ellos ante el
Padre Celestial. Donde no hay temor de Dios no se debe esperar nada bueno. El mal
persigue a los pecadores. Dios es inmutable y esta comprometido con su Santidad y su
Justicia. Aunque la sentencia contra las malas obras no sea ejecutada pronto, sin
embargo, llegara el momento en que si se ejecutara. El Señor es tan enemigo del pecado
como siempre. Todos nos podemos y debemos aplicarnos lo que dice Mal. 3:6 en donde
está la expresión dada por Dios mismo: “Yo Jehová no cambio,” y les dijo al pueblo de
Malaquias (y también a nosotros) que por eso no habían sido consumidos en sus
pecados, ya que el por pura paciencia y misericordia les estaba dando tiempo para que se
arrepintieran y volvieran a su Dios.
Porque tenemos que ver con un Dios que no cambia, es que no somos consumidos
por nuestros pecados; porque sus misericordias no fallan, pero si no nos arrepentimos,
Dios en su Justicia nos tendrá que castigar y disciplinar. “No erréis Dios no puede ser
burlado, lo que el hombre sembrare esto segara” (Gal. 6:7).
Dios invita al pueblo, a que vean su verdadera justicia porque por medio de su
mensajero (Juan el Bautista) y el ángel del pacto (El señor Jesucristo), Dios traería tanto
salvación, santificación y avivamiento para los que se arrepintieran, a si como también
traería juicio a todo aquel que no se apartara de sus pecados, lo asombroso es que Dios
mismo como juez, afirma en el texto que estudiamos, que Él mismo seria un testigo en
contra de ellos, en el día del juicio y de la visitación de sus mensajeros, por que sus ojos
habían estado contemplando su mal proceder, expresando con sus propias vidas que no
tenían el temor de Dios.
5.6. Conclusión
Dios es Justo y Santo y no puede tolerar el pecado, por lo tanto castigará al malo
por sus necedades pero bendecirá al justo por su fidelidad. Si comenzamos a dudar de la
Justicia y la Santidad de Dios comenzaremos a perder el temor de Dios y dejaremos de
adorarlo con pureza espiritual que Él desea. Cuando su pueblo pierde el temor del Señor
y deja de honrarlo con su vida, Dios lo disciplinara para que vuelva a Él en
arrepentimiento. Dios limpiara y purificará a su pueblo para santificarlo y pueda tener la
capacidad de exhibir la Justicia de Dios. Dios siempre usa a sus mensajeros para llamar
al pueblo al arrepentimiento. Dios desea que sus ministros le mantengan siempre un
corazón puro y dispuesto a adorar a Dios con todo su ser.
Preguntas de la Lección 5
LECCIÓN 6
Mal. 3:6-12. “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido
consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las
guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros
me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y
ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al
devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril,
dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque
seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.”
6.1. Introducción
En las lecciones anteriores hemos estudiado que Dios ha reprendido tanto a los
sacerdotes como al pueblo y en donde Dios decretó dos maldiciones por su pecado pero
también les dijo que si volvían arrepentido Él les perdonaría. Por cuestionar su naturaleza
de Justicia, Dios los reprende y les anuncia la venida de sus mensajeros, quienes tienen
la responsabilidad de preparar el corazón de su pueblo y limpiarlos de sus maldades para
que vuelvan a Dios. En Esta presente lección desarrolla la invitación que Dios hace a su
pueblo de regresar a Él restableciendo la comunión con Dios y llamándolo a honrar
debidamente a Dios. El llamado de Dios hacia su pueblo es en base a su naturaleza
inmutable misericordiosa pero también justa y santa que lo lleva a denunciar el pecado.
En los versículos de Mal, 3:6-7: “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de
Jacob, no habéis sido consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado
de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho
Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?”
El Dr. David Wilkerson dijo en su artículo “Las moradas de Dios”, que una de las
evidencias de los falsos profetas, en los últimos tiempos, es la falta del temor de Dios en
las predicaciones. El mal persigue a los pecadores. Dios es Santo y justo y no puede
47
pasar por alto el pecado. Aunque la sentencia contra las malas obras, no sea ejecutada
pronto, sin embargo, llegara el momento en que si se ejecutara. El Señor es tan enemigo
del pecado como siempre. Todos estamos llamado a vivir en santidad sin la cual nadie
vera al señor. Dios invita al pueblo, a que vean su verdadera justicia porque por medio de
su mensajero (Juan el Bautista) y el ángel del pacto (El señor Jesucristo), Dios traería
tanto salvación, santificación y avivamiento para los que se arrepintieran, a si como
también traería juicio a todo aquel que no se apartara de sus pecados, lo asombroso es
que Dios mismo como juez, en Mal 3:2-5, que Él sería un testigo en contra de ellos, en el
día del juicio y de la visitación de sus mensajeros, porque sus ojos habían estado
contemplando su mal proceder, expresando con sus propias vidas que no tenían temor de
Dios.
En Mal. 3:6 esta la expresión dada por Dios mismo: “Yo Jehová no cambio,” y les
dice que por eso no habían sido consumidos en sus pecados, ya que Él por pura
paciencia y misericordia les estaba dando tiempo para que se arrepintieran y volvieran a
su Dios. Porque tenemos que ver con un Dios que no cambia, es que no somos
consumidos por nuestros pecados; porque sus misericordias no fallan, pero sino no nos
arrepentimos, Dios en su Justicia nos tendrá que castigar y disciplinar. “No erréis Dios no
puede ser burlado, lo que el hombre sembrare esto segara” (Gal. 6:7).
El llamado de Dios en toda la Biblia es que su pueblo tenga una relación continua
de amor con Dios. Una relación de amor eterna con Dios. Una comunión ininterrumpida
con Dios. El pueblo de Dios en la época de Malaquías se había apartado del Señor. Por
eso es la expresión del llamado de Dios en Mal. 3:7b: “…Volveos a mí, y yo me volveré a
vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos…”
Es el llamado de Dios por todas las sagradas escrituras: “a todos los sedientos
venid a las aguas, comprad y comed sin dinero…” (Isaías 55:1). “Inclinad vuestro oído, y
venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias
firmes a David” (Isaías 56:3). Jesús nos hace una invitación en mateo 11:28: “Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
El nuevo Testamento esta lleno de este llamado de Dios a que su pueblo viva en
una total dependencia y relación de amor con Él: “Seguid en pos de mi” dijo el Señor, El
apóstol Pablo les dijo a la Iglesia de Colosenses en Col 2:6-7 “Por tanto, de la manera que
habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y
confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de
gracias.”
Este llamado, fue lo les quiso decir Santiago, a los cristianos inconstante en su
epístola Sant. 4:7-10 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros
los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra
risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os
exaltará.” El libro de Apocalipsis también hace este llamado en Apo. 22:17: “Y el Espíritu y
la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera,
tome del agua de la vida gratuitamente.”
Dios los reprende por todo esto y los llama a arrepentirse de sus pecados, a honrar
su santo y glorioso nombre y los invita a venir a Él, con la promesa segura que Él se
volvería a ellos (Mal. 3:6-7). Luego que los invita a que vengan a Él en arrepentimiento
para producir un nuevo avivamiento, El pueblo rechaza el volverse a Dios en
arrepentimiento en Mal 3:8. La actitud de la pregunta del pueblo en repuesta al llamado de
venir a Dios en Arrepentimiento, fue de actitud desafiante y obstinación ¿En que hemos
de volvernos? (Mal. 3:7), queriendo no reconocer sus pecados y no darse cuenta que tan
lejos estaban de Dios. Un pueblo que menospreciaba el nombre del señor, su altar, su
mesa y aun de su justicia, dudando en sus corazones que no valía la pena de servir y
obedecer al Dios Justo, era natural que le no le dieran del fruto de sus esfuerzos, de sus
recursos materiales ni de lo que frutos de sus cosechas. Realmente habían dejado de
49
honrar a Dios en sus corazones y necesitaban volver a Él. El pueblo le estaba robando la
Honra y la Gloria a Dios.
Dios les denuncia que le han robado: “¿Robara el hombre a Dios?” es una
afirmación que busca que el pueblo reflexione y reconozcan que le han robado la honra y
la gloria a Dios. Más que dinero, más que sacrificios y ofrendas, el pecado comenzó
cuando el pueblo se negó a dar la honra debida al Señor. Esto se ve en el contexto de
todo el libro en el Capitulo 1: 10-14; 2: 1-2; lo demás de robarle en cosas materiales es
una consecuencia de que nuestra relación con Él, no esta basada, en una verdadera
adoración en espíritu y en verdad. Debido a la actitud hipócrita de parte del pueblo, Dios
les declara la tercera maldición en el V. 3:9: “Malditos sois con maldición, porque
vosotros, la nación toda, me habéis robado.” En la sección de Mal. 3:8-12 se presentan
algunos puntos que haremos bien en desarrollarlos en sub-puntos.
El sabio Salomón dijo en sus escritos de proverbios que debemos honrar a Dios,
con lo mejor de las riquezas que tengamos y de los primeros frutos que logremos en Pro.
50
3:9.10: “Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán
llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.”
6.3.2. Dios condena a los que le Roban sus Diezmos y sus Ofrendas
Negarse a darle los diezmos y las ofrendas a Dios, era negarse a darle la honra
debida al nombre glorioso de Dios, esto generó que Dios condenara al Pueblo por este
pecado. Por eso la declaración de Dios como Juez sobre su pueblo en Mal. 3:9 al
sentenciar “Malditos sois con Maldición, porque vosotros la nación toda me habéis
robado.” Esta es la tercera maldición que Dios declara al pueblo en la época de
Malaquías. Esta es la intención que Dios tiene como Juez supremo sobre su pueblo a
través del salmista en el Salmo 50:1-23: “El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y
convocado la tierra, Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. De Sion, perfección
de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego
consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará. Convocará a los cielos de
arriba, Y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos, Los que hicieron
conmigo pacto con sacrificio. Y los cielos declararán su justicia, Porque Dios es el juez.
Selah Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el
Dios tuyo. No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están
continuamente delante de mí. No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus
apriscos. Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los
collados. Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos
me pertenece. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su
plenitud. ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos?
Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; E invócame en el día de la
angustia; Te libraré, y tú me honrarás. Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar
de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección, Y echas
a tu espalda mis palabras. Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu
parte. Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento, y
hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas
hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y
las pondré delante de tus ojos. Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea
que os despedace, y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; Y al
que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.”
51
Para Dios, nuestro trato con Él debe ser un trato práctico que se traduce en
obediencia a su palabra y honra a su nombre con nuestras vidas y con nuestros recursos,
de lo contrario pagaremos las consecuencias de robarles lo que es suyo por derecho
divino.
El versículo en Mal. 3:10, establece que Dios hace la invitación: “Traed todos los
diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de
los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde”. Esta invitación ha de ser estudiada en el contexto de
las otras invitaciones como en Mal. 1:9: “Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que
tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice
Jehová de los ejércitos.” Y la que aparece en Mal. 2:2: “Ahora, pues, oh sacerdotes, para
vosotros es este mandamiento. Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi
nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré
vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”
A pesar de que Dios había dado la tercera sentencia de Maldición por el pueblo de
haberle robado los diezmos y las ofrendas, sin embargo, Dios en su inmensa misericordia,
les hace una invitación de arrepentimiento y los insta a que traigan todos sus diezmos al
alfolí y lo prueben en eso, comprometiéndose Dios con su verdad, de que si comenzaban
a hacerlo, Dios iba abrir el cielo y derramar sobreabundante bendiciones sobre los que lo
hagan. Dios les promete a los que se arrepientan y empiecen a honrarle con los diezmos
y las ofrendas, que los bendecirías de tal modo que tendrían una verdadera prosperidad.
Esta invitación, de honrarle con los diezmos y las ofrendas, es en lo único que Dios pide
que su pueblo lo pruebe: “…Probadme ahora en esto, dice Jehová…” (Mal. 3:10).
6.3.4. Dios tiene Promesas de Bendición para los que les Honran
El texto es claro en cuanto a las promesas de Dios para los que se arrepienten y
comienzan a honrarles con los diezmos, las ofrendas y con los recursos materiales que
Dios les ha permitido obtener. Las bendiciones para los que traen sus diezmos y ofrendas
al alfolí, son las siguientes:
2. Dios protegerá las vidas y las posesiones materiales de las personas que
le honran. Los cuidara de satanás y de todo aquello que quiera despojar
a sus hijos.
3. Dios bendecirá tanto nuestra tierra, que seremos una tierra deseable y
bendita para aquellos que no sean arrepentido de sus pecados y tenga el
deseo de venir a Dios.
6.4. Conclusión
Una vez más podemos concretar que Dios no cambia en su amor por nosotros pero
en justicia nos disciplina si andamos en acciones que le deshonran con la finalidad de nos
volvamos a Él en arrepentimiento. Dios es inmutable y en el no hay sombra ni mudanza
de variación y solo por su misericordia no nos consume por nuestros errores sin embargo
52
nos castiga para que no seamos condenado con el mundo y podamos tener una relación
de amor real y personal con todo nuestros ser, es decir que le adoremos y le
glorifiquemos con todo lo que somos y con todo lo que tenemos, en todas las áreas de
nuestras vidas. Dios nos invita para que le honremos con nuestros dones, talentos y con
todo nuestros recurso materiales, diezmos y ofrendas. Si lo hacemos de esta forma el
promete en su naturaleza Santa y Justa, que nos bendecirá de tal modo que andaremos
con los cielos abierto, viviendo bajo la protección de Dios en la tierra prometida espiritual
de tal manera que nuestro hogar será casa de Dios y puerta del cielo y seremos de
inspiración y agrado a otros para que se conviertan al señor.
Preguntas de la Lección 6
LECCIÓN 7
Mal. 3:13-4:4: “Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y
dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti? Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué
aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los
ejércitos? Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen
impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon. Entonces los
que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue
escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que
piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos,
en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le
sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el
que sirve a Dios y el que no le sirve. Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno,
y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá
los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a
vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá
salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los
cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho
Jehová de los ejércitos. Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en
Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.”
7.1. Introducción
Esta sección bíblica se observa claramente, que Dios esta evaluando, no solos las
palabras, sino los pensamientos y las actitudes del pueblo de Israel. Dios en su Justicia
esta observando las actitudes de los justos y de los injustos, como dice Edesio Sánchez
en su comentario bíblico de esta porción bíblica: “Esta sección bíblica se une a la anterior
para confirmar la radical necedad y distanciamiento del pueblo hacia Dios. No había
terminado Dios de decir “probadme…”(Mal. 3:10b), cuando el pueblo declara: “Está
demás servir a Dios… ¿Qué provecho sacamos de guardar su ley…?” (Mal. 3:13). El
pueblo rechaza a Dios porque las bendiciones de Dios no coinciden con su concepto
egoísta y materialista de bendición. ¡Qué difícil le resulta al ser humano aprender a ver las
cosas desde la perspectiva de Dios!; ver Mat. 6:33.”47
47
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Pág. 283.
54
El pueblo, desde una perspectiva falsa y egoísta, había descubierto que la fidelidad
a Dios, basada en la instrucción divina y no en sus deseos humanos, no pagaba nada
valioso. La base beneficiosa de la fe y la religión de muchos, choca con el sistema de
valores de Dios, cuando las personas están enfocadas en si mismas.
Dios toma nota de la queja de los judíos de que no es provechoso servir a Jehová,
porque los impíos orgullosos son felices; y declara por medio del profeta Malaquías que Él
mismo traerá pronto el día, cuando será sabido que Él pone una distinción eterna entre
los piadosos y los impíos. El pueblo no solo reflejaba su actitud egoísta hacia Dios, debido
a que no solo se conformaban con actuar mal, sino que también se las mantenían
hablando en contra de Dios y su naturaleza Santa y Justa, en el hebreo esto es lo que
quiere decir la expresión: “vuestras palabras fueron duras contra mí,” como “todas las
cosas duras que los pecadores impíos hablaron contra él” (Jud. 1:15). La expresión ¿Qué
hemos hablado? en el hebreo expresa al mismo tiempo la costumbre de ellos y su hábito
de hablar contra Dios. La forma del verbo denota que estas cosas fueron dichas, no
directamente a Dios, sino acerca de Dios, por el uno al otro, esto fue lo una de las cosas
que Dios condenó por medio del profeta Ezequiel (Eze. 33:20).
Sal. 33:18-22. “He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que
esperan en su misericordia, Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en
tiempo de hambre. Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.
Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti.”
Sal 34:15-20. “Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al
clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la
memoria de ellos. Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda
todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.”
La Biblia está llena del cuidado que Dios tiene sobre los que le aman, sobre los que
temen su nombre y viven en obediencia confiando en Él. Esta es la confianza que Jesús
quería inspirarles a sus discípulos y que desea despertar en nosotros, en la enseñanza
del sermón del monte en referencia a no afanarse sobre lo que necesitaban para comer,
vestir y otras necesidades de la vida diaria, Jesús enfatiza que Dios tiene cuidado de cada
cabello de nuestras cabezas.
Dios es un Juez Justo, así como hace resplandecer la justicia de sus hijos para
bendecirlos, prosperarlos y hacer que permanezcan par siempre; también dará el pago a
los impíos y a los malos que practican el pecado y que se regodean en sus injusticias.
Dios hará que impío perezca en su pecado y que no se levante en la congregación de los
justos, en proverbios 4:18-19, hay el contraste entre la prosperidad gloriosa del justo y el
castigo del malo, Pro. 4:18-19: “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
56
Que va en aumento hasta que el día es perfecto. El camino de los impíos es como la
oscuridad; No saben en qué tropiezan.”
El salmista analiza el mismo contraste entre la bendición del justo y el castigo para
el pecador no arrepentido en Sal. 34:15-16: “Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y
atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal, para
cortar de la tierra la memoria de ellos.”
Esto es lo que Dios quiere resaltar en su justicia en los versículos en Mal. 4:1-2.
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los
que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de
los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a vosotros los que teméis mi nombre,
nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como
becerros de la manada.”
En Mal. 4:1-2, se hace mención al “día ardiente”, el cual se refiere claramente al día
del juicio, en donde se mostrara la ira de Dios hacia los malvados como un “horno
ardiente” (Mal. 4.1); pero será como la calidez sanadora del sol para aquellos que lo aman
y lo obedecen. Juan el Bautista profetizó que con la llegada de Jesús, el amanecer estaba
a punto de romper para alumbrar a los que estaban en la oscuridad del pecado (Luc. 1:76-
79). En Isa. 60:20 y en Apo. 21:23-24 aprendemos que no se necesitará ninguna luz en la
ciudad santa de Dios porque Dios mismo será la luz y su lumbrera.
El día del Señor es señalado como “el día ardiente” tiene la misma connotación en
la indicada en Mal. 3:2 donde se presenta al señor como fuego purificador y es el mismo
día que señala el apóstol Pedro en 2Ped. 3:7: “pero los cielos y la tierra que existen
ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio
y de la perdición de los hombres impíos.”
En primer orden, se trata del juicio que viene sobre Jerusalén; pero esto no agotará
el significado sino que se irá extendiendo hasta el cumplimiento final del gran juicio final y
general. Este principio de interpretación no es doble, sino de cumplimiento sucesivo. El
apóstol Pedro dijo que mil años para el Señor es como un día y una día es como mil años
(2 Ped. 3:8). El lenguaje es enfático y contundente: “He aquí, ¡viene el día! Arde como un
horno.” La afirmación imparte una terrible realidad a la escena del Profeta, como si
repentinamente estallara a la vista de Malaquías. Las palabras “todos los soberbios”, es
una contra repuesta a los cínicos espirituales que estado murmurando en Mal. 3:15.
“Decimos que bienaventurados los soberbios” (cuyo significado son rebelde arrogantes y
egoísta que menospreciaban a Dios, tanto del pueblo, como los propios lideres
espirituales). A estos egoísta y rebeldes, Dios les dice que serán consumidos como
“estopa” (Abd. 1:18; Mat. 3:12).
En Mal. 4:1-3, hay una referencia a la primera y segunda venida de Cristo, y estas
no se pueden separar del texto, pero tampoco se pueden confundir las dos. Según el
Comentario de Mathew Henry, dice que este fue la confusión de Juan el Bautista, cuando
desde la cárcel, le mando a preguntar al Señor Jesús, si Él era el que había de venir o
tendrán que esperar a otro.50 Dios ha fijado el día de ambas, Los que hacen el mal, los
que no temen la ira de Dios, la sentirán. Ciertamente esto debe aplicarse al día del juicio
en que Cristo será revelado en fuego llameante para ejecutar el juicio del orgulloso y de
todos los que hacen el mal.
En ambas venidas, Cristo es luz de regocijo y salvación para los que le sirven
fielmente. Cristo es el Sol de Justicia para los fieles, y por medio de Él, los creyentes son
justificados, santificados y llevados a ver la luz Gloriosa de Dios por medio de la Luz del
evangelio. Su influencia hace santo, gozoso y fructífero al pecador arrepentido. Dicha
influencia es aplicable a las gracias y consolaciones del Espíritu Santo desde el interior
del hombre produciendo una transformación eterna para vida eterna. Cristo dio el Espíritu
a los que son suyos para que brillen como la mañana. Cristo es el Lucero verdadero de la
mañana, que ellos esperan, más que los que esperan la mañana (2 Ped. 1:19). Cristo vino
como el Sol, a traer no sólo luz a un mundo oscuro, sino salud y salvación a un mundo
enfermo y perdido.
Cristo vino como el Sol de Justicia, para que todo aquel que se ha arrepentido y le
haya recibido como Señor y Salvador, forme parte de su pueblo que es la Iglesia. Este
pueblo esta llamado a brillar con la gloria del señor en el mundo y se pueda cumplir en
ellos la profecía que Dios tiene para su Iglesia en Isaías 60: 19-21: “El sol nunca más te
servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será
por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu
luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu
pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío,
obra de mis manos, para glorificarme.” Este fue el mensaje en la Iglesia de Tiatira en el
libro de apocalipsis en “y le daré la estrella de la mañana” (Apo. 2:20).
El texto indica que viene otro día, mucho más temible para todos los que hacen el
mal que cualquiera de antes. ¡Qué grande entonces la herencia del creyente, cuando
vaya de la oscuridad y miseria del mundo a regocijarse por siempre jamás en el Señor!
Estos últimos versículos del Antiguo Testamento están llenos de esperanza. A pesar de la
manera en la que se vea la vida ahora, Dios controla el futuro y todo será hecho bueno.
Nosotros, quienes hemos amado y servido a Dios, esperaremos una hermosa
celebración. Esta esperanza en cuanto al futuro es nuestra tan pronto encomendamos a
Dios nuestra vida entera.
Para todo este punto tomamos textualmente la enseñanza del gran teólogo A.B.
Simpson en su valioso libro “El poder de lo alto” comentando sobre la obra del Espíritu
santo en el libro de Malaquías, en el cual dice: “Es muy natural que los años finales de la
antigua dispensación se parezcan a los años de la actual era del Nuevo Testamento. La
condición de los pueblos en los días que vivió Malaquías se parece mucho a los de las
naciones de nuestros días y el mensaje que proclamo el profeta en aquella época tiene
solemne significación para nosotros, como lo dice el apóstol Pablo en 1 Cor. 10:11 “Y
estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a
nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.”
Prosigue Simpson: “Ya han comenzado a llegar esos tiempos, y los mensajes de
Malaquías y de Pablo se aplican con admirable y terrible exactitud y fidelidad a los
cristianos de hoy que contraen compromisos con el mundo…Lo mismo ocurrirá en los
días finales de la dispensación cristiana. Como la iglesia pura de los días de Juan y Pablo
llegó a ser la apostata del Romanismo, así también la iglesia de la reforma ha de
convertirse en Laodicea de los últimos días; y las señales de Laodicea no son tan difíciles
de encontrar en el espíritu de nuestros tiempo.”52
Sin embargo, así como en los días de Malaquías quedaba un remanente fiel, una
compañía de personas de quien pudo decir el profeta: en Mal. 3:16-18: “Entonces los que
temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue
escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que
piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos,
en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le
sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el
que sirve a Dios y el que no le sirve,” también en nuestros días queda un remanente fiel
dentro de la iglesia. Ese remanente fiel o pequeño rebaño que se refleja en la iglesia fiel
de Filadelfia en el libro de Apocalipsis, están esperando la venida del Señor con fidelidad
y obediencia al Señor.
Este fue el propósito de que Dios le anunciara al profeta Elías en Mal. 3:1 y 4:5
para resguardar al remanente fiel y llamar al arrepentimiento a los que habían doblado
sus rodillas ante otros Dioses. El remanente fiel de este tiempo, no han doblado sus
rodillas ante las imagines de los “Baal” y son los nuevos Elías de nuestra época que están
llamando a las personas dentro y fuera de la iglesia al verdadero arrepentimiento del
Señor.
7.6. Conclusión
La Biblia establece de principio a fin que Dios es Santo y Justo y que es el Juez de
toda la tierra, por lo cual, todas sus obras son hechas con fidelidad. Como un Dios Santo,
aborrece el pecado y en su Justicia juzga para dar castigo al que hace lo malo pero
también para bendecirá al justo. Dios es quien defiende al justo para hacer que reciba sus
recompensas por su fidelidad al señor. La pureza de Dios hace que su pueblo se esté
limpiando y purificando con el poder y fuego del Espíritu Santo a luz de su palabra divina
para que cuando venga el Señor Jesucristo no los consuma con el mundo sino que será
para su el pueblo, “el Sol de Justicia.” La Biblia dice que sin santidad nadie vera al Señor
por lo tanto, debemos continuamente procurar crecer en el proceso de santificación que
Dios quiere realizar en nuestras vidas. La actitud egoísta del pueblo en el tiempo de
Malaquías es parecida a la actitud de las personas en nuestro tiempo y como cristiano
estamos llamados a no contaminarnos con las cosas de este mundo y guardarnos en
santidad y obediencia para Él. Ojalas que cuando el señor regrese seamos contados
como los que no doblamos nuestras rodillas ante los Baal.
Preguntas de la Lección 7
LECCIÓN 8
Mal. 3:1a. “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de
mí.”
8.1. Introducción
Esta fue la intención de Dios por medio de Malaquías al referirse a Mal. 4:1.
“Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes
para todo Israel.” Este es el énfasis en todo el libro sobre lo primordial de la labor profética
en cuanto a enseñar la palabra de Dios al pueblo. Esta es una de las labores sagrada del
sacerdote como mensajero y profeta de Dios y la cual es exaltada en el libro de
Malaquías: Esta importancia profética es resaltada por el propio Malaquías, enfatizada en
su nombre, en su carácter y su oficio sacerdotal.
paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi
nombre estuvo humillado. La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada
en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la
iniquidad. Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el
pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Mas vosotros os
habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido
el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.”
También es resaltada, por la imagen que usa el propio Malaquías del Mesías
Jesucristo, la cual es el ángel del Pacto (Mal. 3:1). Ya hemos visto que la palabra ángel
del pacto significa “mensajero celestial” y esa era una de las características que Cristo
resaltaba en su vida. Juan el Bautista lo diferenció de él cuando dijo en Juan 3:30-36 que:
“Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. El que de arriba viene, es sobre todos;
el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre
todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que recibe su
testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de
Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las
cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que
rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
Para El Señor Jesús, El significado de El Ángel del Pacto o Mensajero del Cielo,
era muy importante, ya que representaba su ministerio profético e indicaba la autoridad
que su Padre Celestial le había dado para hablar a los hombres y cuando los hombres
dudaban, Él apelaba a dicha autoridad ministerial: Se las dijo a los fariseos y líderes
religiosos de su época en Juan 5:23-24. “Para que todos honren al Hijo como honran al
Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os
digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”
Para llamar la atención de los líderes religiosos recalcar su autoridad divina dada
del cielo en: Juan 5:30-41: “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo;
y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del
Padre. Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es
el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Pero yo no recibo
testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. Él era
antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio
para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre
me ha enviado. También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis
oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque
a quien él envió, vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os
parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no
queréis venir a mí para que tengáis vida. Gloria de los hombres no recibo.”
62
Jesús se los dijo a sus discípulos para darles confianza, que a pesar de que iba a
partir, seguiría haciendo su ministerio profético en ellos por medio de la Presencia
Personal y ministerial del Espíritu santo, Juan 14:10-14. “¿No crees que yo soy en el
Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,
sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y
el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os
digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará,
porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que
el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
Esta fue la autoridad con que Jesús le oró al padre en Juan 17:7-8. “Ahora han
conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que
me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de
ti, y han creído que tú me enviaste.”
No creemos que la profecía en Mal. 4:5 se refiera a que Dios literalmente, estaba
hablando que el mismo profeta Elías que había sido arrebatado al cielo, iba a venir en
persona a cumplir con la profecía de Dios. Debemos analizar este punto partiendo de lo
que nuestro Señor Jesucristo dice al respecto. Jesús mismo reconoció que esta profecía
se cumplió en la vida y ministerio de Juan el Bautista, en Mateo 11: 2-19. Jesús les dijo a
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sus discípulos en Mateo 11:14, “Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de
venir,” señalando a Juan el Bautista como el profeta Elías que había estado anunciando
tanto Malaquías como el profeta Isaías en 40:3-5.
El ángel Gabriel le anuncio al sacerdote Zacarías que tendría un hijo que seria un
profeta delante de Dios, le dijo que le pusiera el nombre de Juan y que andaría lleno del
espíritu Santo, haciendo volver el pueblo a Dios y andaría delante del Señor con el poder
y el espíritu de Elías, Lucas 1:13-17. “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu
oración ha sido oída, y tu mujer Elisabeth te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será
grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun
desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al
Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer
volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los
justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.”
El Señor Jesucristo dijo de Juan el Bautista, que era “más que un profeta” (Mat.
11:9) y que de los “nacidos de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista”
(Mat. 11:11), señalando que la ley y los profetas fueron hasta Juan (Mat. 11:13). Debido a
esta gran valoración de Cristo hacia el profeta Juan, debiéramos analizar las
características del ministerio y del carácter de ese profeta de fuego.
También nuestro Señor Jesús, dijo que el Reinos de los cielos es predicado desde
Juan el bautista hasta ahora y muchos se esfuerzan por entrar, pero solos los valientes lo
arrebatan (Mat. 11:12), al mismo tiempo, Cristo afirma que: “el más pequeño en el reino
de los cielos, mayor es que él,” con lo cual nos alude a todos nosotros, los que creemos
en Cristo y por quién tenemos ya, la ciudadanía del Reino de los cielos (Fil. 3:20; Col.
1:12-14). Estas palabras de Cristo con respecto a Juan el Bautista, nos indican lo glorioso
de nuestra herencia e identidad en Cristo, pero al mismo tiempo, nos muestra la gran
responsabilidad que tenemos como profetas en la proclamación del evangelio.
Por lo tanto, debido a las palabras grandiosa de Cristo hacia su siervo Juan,
haremos bien en evaluar las características de la persona y el ministerio profético del
“Espíritu y Poder de Elías.” En Lucas 3:2-20: “y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás,
vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región
contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados,
como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que
clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. Todo valle se
rellenará, Y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, Y
los caminos ásperos allanados; Y verá toda carne la salvación de Dios. Y decía a las
multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os
enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no
comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os
digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el
hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se
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a. La misión del Juan era preparar el camino del señor Jesucristo para tener un
pueblo con un corazón bien dispuesto a seguir a Cristo. Lucas 3:4,1:17.
b. El tema de su predicación era un llamado al arrepentimiento, por lo cual la
característica distintiva era el bautismo de agua en arrepentimiento de sus
pecados. Lucas 3:3.
c. Su propósito era llevar a las personas a Cristo. Juan señalo públicamente a
Cristo como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Juan 1:29.
d. Su llamado se basaba en las escrituras para darle sentido, orientación y
cumplimiento a su mi ministerio. Lucas 3:3-7.
e. Su meta fue producir cambios permanentes en las vidas de las personas. Para
eso los llamo no a una demostración externa de justicia con buenas obras, sino
que los llamo a que experimentaran la muerte del yo y estuvieran preparados
para seguir al Mesías.53 Lucas 3:8-15.
f. Su carácter reflejaba su humildad y su servicio hacia Dios y las personas
cuando afirmaba que “pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy
digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego.” Lucas 3:16.
g. Su vida fue para la Gloria de Dios y cuando le toco salir del escenario se atrevió
a afirmar que “es necesario que él crezca y que yo mengue” Juan 3:30.
h. Su carácter reflejó valentía cuando fue necesario, cuando condeno a los
fariseos por su hipocresía y se atrevió a proclamar y denunciar el pecado del
rey Herodes, Lucas 3:7; 18. Su valentía fue tal que el propio Jesús lo dio como
ejemplo como los valientes que arrebatan el reino de los cielos. 54 Mateo 11:11-
12;
i. Mostró fe y sabiduría en medio de las crisis, cuando estando preso buscó
repuesta y confirmación de la persona y ministerio de Cristo, Mat. 11:2.
j. Dio su vida para el propósito y plan de Dios, lo que lo llevó a morir como un
mártir.
La misión del Profeta Elías en Mal. 4:5 era la misión del mensajero de Mal. 3:1 y se
refiere a la preparación tanto para el corazón dispuesto del pueblo como la preparación
para el comienzo del propio ministerio del ángel del Pacto.
Dios tenía que restaurar el corazón de su pueblo y para esto tenia que haber
reconocimiento del pecado y lejanía de Dios y volver a Dios en arrepentimiento. Debido al
mal estado espiritual de los judíos y su rebeldía hacia Él, Dios tuvo que sentenciar tres
maldiciones al pueblo en Mal. 1:14; 2:2; 3:10, sin embargo podía venir una maldición peor
que caería sobre toda la tierra y es la maldición que Dios quiere alertar a su pueblo en
Mal. 4:6 y en donde se sella la revelación del Antiguo Testamento.
Esta ultima maldición, es una alerta para todo el pueblo Judío que había tenido la
osadía de rechazar a su Dios, dudando y cuestionando la justicia de Dios. Esta Maldición
podía venir si el pueblo de Dios rechazaba al Mesías prometido, por lo tanto Dios en su
gracia, les promete un mensajero que iría delante del Señor, para preparar un corazón
bien dispuesto de su pueblo, y puedan reconocer al Mesías enviado. Ese mensajero, Dios
mismo lo llama el Profeta Elías prepararía el corazón del pueblo para reconocer al ángel
del pacto y no lo rechazaran.
8.4. Conclusión
Preguntas de la Lección 8
R: Era un quebrantamiento de la ley debido a que Dios quería que tuviesen una
descendencia real y verdadera para Dios, sendos dirigidos por su palabra y no
se contaminaran con dioses falsos y paganos.
4. ¿Para Dios que era el matrimonio entre un judío y su esposa israelita?
R: Era un pacto de amor entre el hombre y la mujer teniendo a Dios como Señor
del Hogar y por lo cual debían levantar un altar de adoración al Señor
5. ¿Qué dice Dios que aborrece en esta lección?
R: Dios aborrece el Divorcio.
6. ¿En que manda Dios a guardarse al esposo?
R: Debían guardarse en su espíritu siendo fieles a Dios y a su esposa.
7. ¿Qué significa “Semilla de Dios?”
R: Significa que la descendencia que vendría de la familia judía tenían a Dios
como Padre y por lo tanto debían andar a luz de sus mandamientos.
8. ¿Eres fiel a tu esposa en todas las áreas familiares?
R: Es personal.
9. ¿Mantienes el altar familiar encendido con la oración y el estudio de la
palabra de Dios?
R: Es personal.
10. ¿Estás levantando a tus hijos en los mandamientos de Dios?
R: Es personal.
R: Es personal.
9. ¿Eres del remanente fiel del Señor o has estado doblando tus rodillas ante
los Baal?
R: Es personal.
10. ¿Estás llamando a las personas a que no doblen sus rodillas ante dioses
falsos?
R: Es personal.
BIBLIOGRAFÍA
5. Jhon Loren y Paula. La Misión de Elías. Lake Mary, Florida: Editorial Casa
Creación, 2007.
9. Henry y Tom Blackaby. El Hombre que Dios Usa. Miami: Editorial UNILIT.
2004.
10. W.E. Vine. Diccionario Exhaustivo y Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo
Testamento. Nashville, TN: Editorial Caribe, 1999.
11. Bruce B. Barton. Biblia de Estudio del Diario Vivir. Nashville, Tennessee:
Editorial Caribe, 1997.
13. Louis Berkhof. Teología Sistemática. Jenison, Mi: Editorial T.E.E.L.L, 1988.
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BIOGRAFÍA
Actualmente, Dilio y Yazmín de Rincón son los Pastores de la Misión Bautista “El
Poder de la Cruz” auspiciada por la Iglesia Bautista La Fe de Maracaibo.