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Seminario Internacional de Miami (MINTS).

Decano Director: Dr. Cornelius Hegeman.


Sede Local: Iglesia Bautista La Fe.
Prof. Pastor Wilfredo Velásquez.

COMENTARIO BÍBLICO DEL LIBRO DE MALAQUÍAS

Trabajo de Grado para Optar al Título


de Magister en Teología

E-mail: diliorincon@cantv.net

Pastor. (Mg.Sc). Dilio E. Rincón.


C.I: 9.778.288.
2

ÍNDICE GENERAL
Nº pág.
INTRODUCCIÓN 4
GUÍA DE ESTUDIO 6
LECCIÓN 1 INTRODUCCIÓN A MALAQUÍAS 7
1.1. Introducción 7
1.2. Autor 7
1.3. Fecha 8
1.4. Trasfondo histórico 9
1.5. Tema Central de Malaquías 10
1.6. Propósito de Malaquías 10
1.7. Condición Espiritual del Pueblo 11
1.8. Versículo Clave 11
1.9. Características Literarias y Particulares de Malaquías 11
1.10. El Encuentro con Dios en Malaquías 11
1.11. La Revelación de Cristo en Malaquías 12
1.12. El Poder de la Honra Divina en Nuestras Vidas 12
1.13. Bosquejo Bíblico de Malaquías 13
1.14. Conclusión 14
Preguntas de la Lección 1 14
LECCIÓN 2 DIOS AMA A SU PUEBLO 15
2.1. Introducción 15
2.2. Encabezado 15
2.3. El Amor de Dios Declarado 16
2.4. El amor de Dios puesto en Duda 17
2.5. El Amor de Dios Demostrado 19
2.6. Consecuencias de ser Aborrecidos por Dios 20
2.7. Dios Les Recuerda el Propósito de su Elección Para Israel 20
2.8. Conclusión 21
Preguntas de la Lección 2 21
LECCIÓN 3 DIOS REPRENDE A LOS SACERDOTES 22
3.1. Introducción 22
3.2. El Descuido de los Sacerdotes 22
3.3. La Indiferencia y Profanación de los Sacerdotes 26
3.4. Dios Declara las Consecuencias del Pecado de 29
Los Sacerdotes
3.5. Dios Recuerda las Cualidades del Verdadero Sacerdocio 30
3.6. Dios Invita a los Sacerdotes al Arrepentimiento 32
3.7. Conclusión 32
Preguntas de la Lección 3 32
LECCIÓN 4 DIOS REPRENDE A LOS ESPOSOS INFIELES 34
4.1. Introducción 34
4.2. Trasfondo 35
4.3. Lo Sagrado del Matrimonio y de la Familia 35
4.4. Dios Denuncia el Doble Pecado del Pueblo en relación a la 36
Familia
4.5. Conclusión 38
Preguntas de la Lección 4 38
LECCIÓN 5 DIOS REPRENDE A LOS QUE PERVIERTEN LA JUSTICIA 39
5.1. Introducción 39
5.2. Trasfondo del Capitulo 39
5.3. La Injusticia del Pueblo 40
5.4. La Justicia de Dios condena el Pecado 41
5.5. La Justicia de Cristo 43
5.6. Conclusión 46
Preguntas de la Lección 5 46
3

LECCIÓN 6 DIOS LLAMA A QUE LE HONREMOS 47


6.1. Introducción 47
6.2. El Regreso a Dios 47
6.3. Dios Invita a que Le Honremos 49
6.4. Conclusión 52
Preguntas de la Lección 6 53
LECCIÓN 7 DIOS COMO JUEZ JUSTO APLICARÀ JUSTICIA 54
7.1. Introducción 54
7.2. Un Pueblo Egoísta 54
7.3. Dios recompensara al Justo y Castigara al Impío 55
7.4. Viene el Día del Señor como Juez Justo 57
7.5. La Actitud del Pueblo en Malaquías es la misma Actitud 58
en la Actualidad
7.6. Conclusión 60
Preguntas de la Lección 7 60
LECCIÓN 8 DIOS ENVIARÁ AL PROFETA ELÍAS 61
8.1. Introducción 61
8.2. Importancia del Ministerio Profético 61
8.3. Dios Enviará al Profeta Elías 63
8.4. Conclusión 66
Preguntas de la Lección 8 66
MANUAL DEL MAESTRO 67
BIBLIOGRAFÍA 72
BIOGRAFÍA 73
4

INTRODUCCIÓN

Dios decidió disciplinar a su pueblo Israel debido a su infidelidad y a una vida de


pecado como pueblo. Se habían apartado de la ley de Dios, habían dejado de temer a
Dios y deshonraban el nombre de Dios, a nivel de conducta personal y a nivel de nación.

Dios decide castigarlo por amor y respeto a su nombre y permite que el Rey
Nabuconosor se los lleve cautivo a Babilonia, en donde por mandato de Dios estarían 70
años en cautiverio. En ese tiempo el pueblo de Israel pasa de convivir con la cultura
babilónica a la cultura del imperio Medo-Persa. Israel tenía que decidir en medio de la
disciplina, si se purificaba en su doctrina y conducta para Dios, o se dejaba arrastrar por
las culturas de los otros pueblos, era una lucha diaria por que eran extranjeros en tierras y
personas extrañas a su creencia, hasta que vino la restauración de la nación del pueblo
Judío, por manos de Esdras, Nehemías, Hageo, Zorobabel y Zacarías.

El libro de Malaquías fue escrito en una época posterior a la restauración del


pueblo de Israel después de su regreso del cautiverio en el Imperio Persa.

Este libro presenta una gran importancia, porque debía limpiar en el corazón y en
espíritu del pueblo los falsos principios que pudieron copiar con las otras culturas, así
como volverlo de corazón al temor del Dios vivo, a practicar una verdadera adoración a
Jehová de los ejércitos. Dios usa al profeta Malaquías para llamar a su pueblo, a darle la
honra debida Dios y a su nombre.

El libro de Malaquías es de suma importancia en el plan de Dios para su pueblo,


debido a que presenta una revelación progresiva de mucho contenido de la naturaleza de
Dios y del corazón pecaminoso del hombre, en comparación a los otros del antiguo
testamento. Esta revelación debe ser tal que pueda pasar del antiguo pacto de Dios con
su pueblo Israel, al nuevo pacto en la persona de Cristo. La importancia de este libro, se
ve en que dicha revelación, debe tener un contenido que le permita a Dios guardar
silencio por 400 años, que pueda ayudar a preparar el corazón de su pueblo para la
venida del Señor hasta que venga la dispensación del cumplimiento de los tiempos
(Marcos 1:15, Gal. 4:4).

En Malaquías se presenta a Dios demandando el temor, amor y honra a su


Glorioso nombre. En Malaquías, Dios se muestra como un Dios Glorioso, Santo, Justo,
Amoroso que debería ser respetado y obedecido por su pueblo, de lo contrario, Dios en
su Santidad como Juez Justo, debe castigar al malo pero bendecirá al justo que se apega
a su ley y a su palabra como un estilo de vida, obedeciendo sus mandamientos de todo
corazón.

En Malaquías hay cuatro sentencias de maldiciones de parte Dios a su pueblo


como disciplina y corrección por sus pecados que deben ser estudiada y analizadas.

En este libro se presentan unas series de disertaciones espirituales, entre Dios y su


pueblo, que muestran unas características literarias muy particulares, reflejadas en
preguntas y respuestas entre Dios y el pueblo.

En Malaquías se presenta la responsabilidad del sacerdote de Dios como


mensajero y profeta de parte de Dios a su pueblo. En este libro se anuncia al mensajero
con el espíritu, el ministerio, el poder y el fuego de Elías (Juan el Bautista), como el
mensajero que preparará el camino para la llegada del ángel del pacto o mensajero del
5

cielo (Mal. 3:1), el cual es El Señor Jesucristo, quien también es anunciado como el Sol
de Justicia (Mal. 4:2) y que viene a su templo para limpiar y purificar a su pueblo en su
corazón e impartir la justicia de Dios como un estilo de vida.

Este trabajo del libro de Malaquías se presentan en ochos lecciones, donde la


primera lección se dedica como una introducción bíblica al estudio y comentario del libro.
Las otras lecciones corresponden al bosquejo del libro de Malaquías el cual esta dividido
en sietes porciones bíblicas de todo el libro.
6

GUÍA DE ESTUDIO

PORPÓSITO DEL CURSO

Estudiar y analizar en forma comprensiva el libro de Malaquías con la finalidad que


los principios bíblicos expresados sean aplicados en nuestras vidas.

OBJETIVOS DEL CURSO

1. Realizar una reflexión personal del estudiante en el libro de Malaquías.


2. Intercambiar ideas teológicas con otros estudiantes y de otros comentarios.
3. Leer este comentario bíblico de Malaquías por este autor.
4. Leer otros comentarios bíblicos y teológicos del libro de Malaquías.
5. Responder las preguntas de cada lección que hay en este comentario del autor.
6. Realizar una exégesis personal de una porción bíblica clave de Malaquías.
7. Aprender y aplicar los principios bíblicos expresados encontrados en Malaquías.

RESPONSABILIDAD DEL CURSO

1. Asistir a 15 horas de clases.


2. Participar en las clases con sus ideas.
3. Leer el comentario Bíblico de este autor.
4. Presentar un informe de Lectura por el leer el comentario de este autor y de
otros usados.
5. Responder las 80 preguntas que hay en las lecciones de este comentario
bíblico.
6. Presentar una exégesis personal de una porción bíblica clave de Malaquías.
7. Presentar el examen final de evaluación.

ESTRATEGIA DE EVALUACIÓN

1. Asistencia y participación en clases: tiene 15% (Tres Lecciones perdidas hace


que se pierda la materia).
2. Responder las preguntas de cada lección: son 25% en total; son 3% por cada
lección y 1% por entregar puntualmente.
3. Presentar el Examen Final de Evaluación: tiene 25% y se hará de las preguntas
de las lecciones del curso.
4. Presentar una exégesis personal por cada estudiante de una porción bíblica
clave del libro de Malaquías: tiene 15%.
5. Presentar un Informe de lectura de los comentarios bíblicos usados por el
estudiante (Incluido el de este autor). Los estudiantes de Licenciatura tienen
que leer 300 páginas y presentar un informe de lectura de 10 páginas. Si son
estudiantes de Maestría tienen que leer 600 páginas y presentar un informe de
15 páginas: Esto tiene 20 % de la nota del curso.
7

LECCIÓN 1

INTRODUCCIÓN A MALAQUÍAS

1.1. Introducción

Es de suma importancia cada vez que se estudia un libro de la Biblia, tener una
visión panorámica del mismo que nos permitirá ubicarnos en las ideas, intenciones,
propósitos y objetivos del autor para escribir dicho libro. Por lo tanto, esta primera lección
es un estudio introductorio del libro en donde conoceremos el autor del libro de
Malaquías, la fecha en que se escribió, a quien se les escribió, el propósito del autor para
escribir dicho libro; así como también, analizaremos el tema central del libro, el trasfondo
histórico que llevo al autor para escribir dicho libro, como era la condición espiritual del
pueblo, características literarias particulares que Malaquías utilizó y sobre todo que
revelación muestra Dios de si mismo y que profecías e imágenes se muestran del Señor
Jesucristo.

1.2. Autor
El autor del libro se refiere a una persona que tiene como nombre o titulo
“Malaquías” que significa “mi mensajero,” (Mal. 1:1)1 y que toma la función oficial de parte
de Dios, de ser su profeta. Algunos2 lo identifican con el escriba Esdras que toma el
seudónimo “mi mensajero” para desarrollar la profecía de Dios, como lo hace la paráfrasis
caldeas,3 pero esto es poco probable, puesto que Esdras se identifica claramente como
escriba y no profeta y el profeta Malaquías se identifica como tal y no como escriba.
La versión de los setentas traduce en 1:1; “por la mano de su mensajero,”4 lo que
lleva a afirmar a algunos de que posiblemente la persona adopta el nombre Malaquías
como el titulo oficial del profeta de Dios, quien quiere que el pueblo vuelva a Dios, lo cual
generaría que el mismo es una imagen o prototipo del mensajero que el anuncia en el
capitulo 3:1 y cuya función es hacer volver el corazón del pueblo a Dios para que
reconozcan al Mesías que viene después de él. La posición de que el nombre Malaquías,
no era su nombre propio, sino el oficio asumido como profeta, era la posición de algunas
autoridades antiguas; sin embargo, la analogía de encabezamiento de otros profetas en
sus escritos, favorecen el punto de vista común, general y mayoritario de que “Malaquías”
era su nombre propio y no solamente un seudónimo asumido por el oficio realizado.
Sea que “Malaquías” era el nombre propio del profeta o era el nombre asumido por
el oficio profético, podemos afirmar que debido a Mal. 1:1 y 3:1, el profeta Malaquías era
una imagen del profeta anunciado por el mismo y quien prepararía el camino del Mesías,
con la intención de hacer volver al pueblo en arrepentimiento hacia el Dios Santo y
Soberano.
El comentarista bíblico Edesio Sánchez hace mención5 que algunos eruditos
piensan también, que esa persona llamada “Malaquías” no es Esdras el escriba, pero si
creen que sea contemporáneo con Esdras y Nehemías, pero esta posición también es
débil.

1
Jack Hayford, Biblia de Estudio Plenitud, Pág. 1163.
2
Jack Hayford, Biblia de Estudio Plenitud, Pág. 1163.
3
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 973
4 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 973.
5
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Pág. 272.
8

Es importante recordar que para el pueblo judío, el nombre propio de una persona,
reflejaba su carácter, conducta y su oficio para el cumplimiento del propósito de Dios en
su vida, por lo cual podemos decir que creemos que Malaquías era el nombre propio del
profeta y fue una persona que ejerció su ministerio profético con oficios sacerdotales en
un tiempo después de Nehemías.

1.3. Fecha

Los que afirman que Malaquías era un seudónimo de Esdras o que era una
persona contemporánea a Esdras y Nehemías, lo fechan entre el 450-440 A.C; pero otros
comentaristas como Jamieson-Fausset y Brown de la casa Bautista y la Biblia de estudio
del Diario Vivir lo fechan un tiempo mas tarde, con el pueblo mas establecido después del
exilio. Tomando a estos últimos comentaristas lo fecharemos entre el 430 6 y el 420 A.C.7

Para ubicar adecuadamente una fecha del libro de Malaquías, el cual fue el último
profeta del Antiguo Testamento, y para hacer un estudio serio del mismo, haremos bien
en recordar los acontecimientos históricos post-exílico del pueblo de Israel:

a. Por orden del rey Ciro, Zorobabel guió el primer regreso de los judíos a
Jerusalén en el 538 A.C., con la misión de reconstruir el templo, teniendo
a Josué como Sumo Sacerdote. Comenzaron la labor divina de
reconstruir el templo en Jerusalén, pero no la terminaron, debido al
pecado de apatía, desobediencia y rebeldía del pueblo. Dios levanta al
profeta Hageo (520 a.C.) y al Profeta Zacarías (518 A.C.) para denunciar
el pecado materialista de descuido de la construcción del templo,
llamando al pueblo al arrepentimiento y animándolo a que terminaran la
casa de Dios, lo cual hicieron en el 515 A.C.8

b. En el 458 A.C, el escriba Esdras guió el regreso del segundo grupo a


Jerusalén con la finalidad de reintroducir la ley de Dios y como sacerdote
ejecutó la obra interior de purificar la nación de elementos paganos.9

c. En el 445 A.C, Nehemías regreso con el tercer grupo de judíos a


Jerusalén para realizar la obra exterior de reconstruir los muros de la
ciudad, redificar la ciudad y restaurar el gobierno nacional.10

Un tiempo después de Nehemías, alrededor de 430 A.C., Dios levanta a


Malaquías como profeta con oficios sacerdotales, para confrontar el pecado del pueblo
debido a su negligencia con respecto del templo. Dios llamó a Malaquías para denunciar
el pecado y la profanación tanto de los sacerdotes como del pueblo en su adoración a
Dios. Dios, por medio de su profeta, condenó al pueblo por la falta de sinceridad, de
compromiso y de ninguna disposición de honrarle, respetarle como su Dios y mucho
menos de amarle y responder al amor que Dios siempre había manifestado a su pueblo.

6 Bruce Barton, Biblia de Estudio del Diario Vivir, Pág. 1204.


7 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 973.
8 Jack Hayford, Biblia de Estudio Plenitud, Pág. 560.
9 Jack Hayford, Biblia de Estudio Plenitud, Pág. 560.
10
Bruce Barton, Biblia de Estudio del Diario Vivir, Pág. 653.
9

1.4. Trasfondo histórico

Tanto Malaquías como Hageo y Zacarías fueron profetas en Judá (el reino del sur)
en el periodo del post-cautiverio. En la medida que las nuevas generaciones se levantaron
en la Palestina post-exílica, el pueblo de Israel comenzó a olvidar la vida en el exilio y las
enseñanzas que aprendieron de las disciplina del sufrimiento que experimentaron en el
cautiverio en Babilonia y Persia, comenzaron a olvidar la disciplina de Dios debido a su
pecado; y las nuevas generaciones post-exílica, comenzaron a ser indiferente hacia su
Dios Santo y a menospreciar su ley.
El pueblo empezó a cometer los mismos pecados que hicieron que la Justicia
Santa de Dios, los llevaran en cautiverio a Babilonia, comenzaron a ignorar de nuevo, sus
mandamientos y sus estatutos. Esta impiedad iba desde los sacerdotes del templo, a los
líderes del pueblo, a si como del pueblo mismo. El pecado hacia que el pueblo en su
mayoría presentase una falsa honra a Dios, llevando a la profanación de la verdadera
adoración que Dios exigía.
Dios es amor, pero Él ama de una forma completa y perfecta. Su amor es un amor
de acción: dar, guiar y proteger. Esto se ve en Juan 3:16, donde pensó un plan y lo llevo
acabo hasta su consumación en la persona de Cristo. Él es completamente justo y fiel a
las promesas que ha hecho a su pueblo escogido. Sin embargo, continuamente el pueblo
provoca a su Dios amoroso, quebranta el pacto, sigue a otros dioses y vive para sí mismo,
Dios comienza recordándoles el amor que lo llevo a elegirlos como su pueblo, y les
recalca que debido a su pecado, ellos han quebrantado la relación de amor con Él. Sin
embargo la ruptura de la comunión entre el Dios y el Pueblo no es irreparable; no se ha
perdido toda esperanza, Dios les declara que debido a su paciencia amorosa, no los ha
consumido, esperando que vuelvan a Él, en arrepentimiento y obediencia a sus estatutos
y así poder sanar y restaurar a su pueblo. Dios los invita al arrepentimiento para alcanzar
el perdón y la restauración de la relación.

El Mensaje de Malaquías era para recordar a los judíos, que ellos habían sido
escogidos por la pura gracia de Dios con el propósito mostrar la Gloria de Dios a las otras
naciones, sin embargo ellos habían fallado como la nación escogida de Dios, debido a
que no respondiendo al amor, sino que por el contrario estaban desobedeciendo en forma
voluntaria. Este pecado comenzó con los sacerdotes (1:1-2.9) y luego abarcó a todas las
personas (2:10-3:15). Ellos Habían deshonrado el nombre de Dios (1:6), habían ofrecido
adoración falsa (1:7-14), habían llevado a otros a pecar (2:7-9), habían quebrantado las
leyes de Dios (2:11-16), a lo malo habían llamado “bueno” (2:17), se habían apropiado de
los diezmos y de las ofrendas para Dios (3:8-12) y se habían vuelto arrogantes y
soberbios (3:13-15). La relación estaba rota, y sería suyo el juicio y el castigo.11

Todo esto en esencia era producto de la maldad del pecado que había en su
corazón por haberse apartado de Dios: En Mal. 2:2 se observa la denuncia de Dios: “Si no
oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los
ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las
he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”

Dios llama y levanta a Malaquías como profeta y sacerdote para mostrar la


gravedad del pecado de menosprecio hacia su Nombre y a la profanación de adoración
en su templo, haciendo que Dios en su Santidad, declarase Malditos al pueblo en varias
ocasiones, por medio de Malaquías (1:14; 2:2; 3:9), y anunciaba que si el Mesías vendría

11 Bruce Barton, Biblia de estudio del Diario Vivir, Pág. 1204.


10

y el pueblo estaba en esa mala condición espiritual, iba a herir a la tierra con maldición,
por lo que Dios se propone en su Soberanía enviar un mensajero que preparase el
camino del Señor. Dios llama al pueblo al arrepentimiento al mismo tiempo que
demandaba una verdadera adoración espiritual. Dios empezó a demandar y a exigir la
verdadera honra a su Santo Nombre, comenzando por un verdadero arrepentimiento,
cumpliendo la ley de Dios con sinceridad de Corazón.

Sin embargo, Dios en su Justicia, quiere reconocer al pequeño remanente fiel y


busca animarlos, recompensarlos, bendecirlo y protegerlos, debido a que estos fieles
amaban y honraban a Dios. Por lo tanto, Dios es Justo y Fiel, y derramaría sus
bendiciones sobre estos hombres y mujeres (Mal. 3:16-18). Malaquías dibuja un
sorprendente cuadro de la infidelidad de Israel, que les demuestra que son dignos de
castigo; pero en este mensaje está contenido la promesa y la esperanza del perdón a los
que se arrepienten. Para los justos y los que se vuelvan a Dios en arrepentimiento esta la
promesa que se expresa de una manera hermosa en Mal. 4:2: “Mas a vosotros los que
teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y
saltaréis como becerros en la manada.”

Malaquías concluye con una promesa de la llegada del profeta Elías quien ofrecerá
el perdón de Dios a todas las personas por medio del arrepentimiento y de la fe en la
persona que vendría tras él (Mal. 3:1 y 4:5,6). El libro de Malaquías forma un puente entre
el Antiguo y el Nuevo Testamento. Cuando leemos Malaquías, debemos vernos a
nosotros mismo como el receptor de esta palabra de Dios para su pueblo, debido a que la
iglesia de Cristo esta tomando la misma actitud egoísta que tenia el pueblo judío en la
época de Malaquías. Debemos estudiar y analizar la profundidad de nuestro compromiso
con Dios, la sinceridad de nuestra adoración a Él y determinar si Cristo esta dirigiendo
nuestra vida. Luego debemos permitir que Dios a través de la oración y el
arrepentimiento, restaure nuestra relación con él por medio de su amor y su perdón, en
las áreas donde haya pecado.

1.5. Tema Central de Malaquías

Este libro revela en una forma muy clara, al único Dios Santo, Amoroso, Justo y
Soberano demandando de su pueblo, La verdadera honra debida a su Nombre, la cual
debía manifestarse en una sincera adoración a Dios en todas las áreas practicas de la
vida.12

Esto se ve reflejado a lo largo de todo el libro: Dios le dice a su pueblo “Si yo soy
Padre, ¿donde esta mi honra?, y soy Señor ¿Dónde esta mi temor?” (Mal.1:6). El
versículo central del tema del libro lo podemos ver en Mal. 2:2: “Si no oyereis, y si no
decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré
maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido,
porque no os habéis decidido de corazón.”

1.6. Propósito de Malaquías

El pueblo de Israel que había regresado del cautiverio y se habían establecido de


nuevo en la tierra de Israel, pronto olvidaron las enseñanzas que habían aprendido del
castigo y de la Disciplina de Dios, en el exilio generado por su pecado, rebeldía y
desobediencia a su Dios. Al estar de nuevo en su tierra y establecido en ella, comenzaron

12 H. Blackaby y C.V, King, Biblia de Estudio Mi Experiencia de Dios, Pág. 1377.


11

a cometer los mismos pecados contra Dios que generaron su deportación a Babilonia.
Dios usa a Malaquías, para denunciar y condenar el pecado de Deshonra, Menosprecio,
Profanación y Desobediencia a Dios y su Pacto. Dios llama al pueblo a arrepentirse y
darle la Honra y la Gloria debida a su Nombre en Mal. 2:2. Dios promete Bendición,
Salvación y Justicia al arrepentido y al Justo, anunciándoles la venida del Mesías y el
profeta que prepararía su camino.

1.7. Condición Espiritual del Pueblo

El pueblo estaba cometiendo los mismos pecados que los habían llevados cautivos
a babilonia: Robos, Idolatría, Rebeldía, Soberbias, Matrimonios con personas paganas,
adulterios, profanación, abuso del pobre e injusticias que manifestaban el corazón
endurecido, ciego, egoísta y desobediente del pueblo. El Profeta Malaquías hace hincapié
en la dureza de sus corazones y Dios como Juez Justo, pronuncia su maldición sobre los
que practican tales pecados (Mal. 1:14; 2:2; 3:9) y les anuncia que enviara un profeta con
el Espíritu de Elías para preparar el corazón del pueblo y volverlos en arrepentimiento
para aceptar y seguir al Mesías que vendría tras él, de lo contrario el profeta Malaquías
les dice que Dios herirá la tierra con maldición (Mal. 4:4-6).

1.8. Versículo Clave

El versículo clave del libro es el Mal 2:2: “Si no oyereis, y si no decidís de corazón
dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre
vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis
decidido de corazón.”

1.9. Características Literarias y Particulares de Malaquías

De los cincuentas versículos del libros, cuarenta y siete son expresados por Dios,
siendo la mayor proporción de todo los libros proféticos. Malaquías es el único profeta que
finaliza su escrito con un juicio en vez de una esperanza. Malaquías es el último profeta
del A.T. y termina con la palabra Maldición y esto contrata con la esperanza del N.T. El
cual termina con la palabra Bendición.

El Profeta de Malaquías refleja un estilo literario especial, en forma de preguntas y


respuestas, el profeta confronta al pueblo con su pecado. Hay 27 preguntas reflexivas en
Malaquías. Las preguntas son una serie de “disputas proféticas.” El profeta, en nombre de
Dios, lanza una pregunta y sus interlocutores la responden, provocando así una contra
respuesta. Los acusados en este libro son: los sacerdotes, el pueblo en general y la elite
socioeconómica y política. Las disputas proféticas tienen una estructura común: (1) el
profeta hace una declaración; (2) los sacerdotes o el pueblo hacen una objeción; y (3) el
profeta responde dando una evidencia de la afirmación original. A ésta última se
acompaña una acusación y una amenaza de castigo.13

1.10. El Encuentro con Dios en Malaquías

Cuando leemos Malaquías, sentiremos que Dios comienza a demandar de nuestra


parte, un verdadero amor que le de la honra merecida a su santo y glorioso nombre. En
Malaquías, el Dios Amoroso se nos presenta demandando el amor que siempre nos ha
mostrado en Cristo. Dios se nos presenta como el Padre Celestial que pide el Respeto y
13
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Pág. 272.
12

la Honra de nuestra parte y se muestra como El Señor que debe ser temido y obedecido
por nosotros. Para lograr esto comienza a mostrar el verdadero estado espiritual de
nuestro corazón, y como Dios santo y Juez justo, nos muestra la realidad del pecado y
sus graves consecuencias en nuestras vidas, haciéndonos la invitación a arrepentirnos,
volver a una comunión verdadera con Dios, hasta llevarnos al punto en que le demos una
adoración espiritual verdadera, la cual se traduce en amarle, honrarle y obedecerle en
todas las áreas de nuestras vidas.

En el libro de Malaquías, encontraremos que Dios nos confronta con las siguientes
demandas espirituales:

1. Estamos Honrando adecuadamente a Dios y su santo nombre o lo estamos


menospreciando.
2. Hemos perdido el entusiasmo de experimenta diariamente a Dios o
mantenemos una comunión que nos lleva a una experiencia fresca con Dios.
3. Hemos comenzado a cuestionar, el amor, la Lealtad y la Justicia de Dios o
seguimos confiando con sinceridad de Corazón.
4. Necesitamos renovar, revitalizar y un temor reverente en nuestra adoración a
Dios.
5. Estamos menospreciando y profanando el santuario de Dios en nuestras vidas
6. Necesitamos renovar nuestros compromisos familiares o nos estamos
guardando en nuestros espíritus para Dios, con nuestra pareja matrimonial y
familia.
7. Necesitamos renovar nuestro compromiso de honrar a Dios, con nuestros
recursos financieros en la iglesia.

1.11. La Revelación de Cristo en Malaquías

Esto se puede ver claramente en Mal. 3:1. “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual
preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho
Jehová de los ejércitos.” Cristo es presentado en Malaquías como “El ángel del Pacto,”
que significa “El mensajero del cielo,” el cual se saca de una inferencia entre el
comentario de Mathew Henry14 y del diccionario de W. E. Vine.15 Dicho mensajero viene a
ratificar el pacto de Dios con su pueblo pero de acuerdo con las normas de la ley que Dios
dio a moisés y no de acuerdo al pecado y a la actitud egoísta del pueblo. Viene también
como el “Sol de Justicia,” (Mal. 4:2) para presentar ofrendas puras y limpias a Dios y traer
bendición a los que se arrepienten y temen su nombre. Viene también como “horno
ardiente,” y con fuego (Mal. 4:1) para purificar las impurezas del pueblo de Dios y quemar
a los pecadores en su maldad.

1.12. El Poder de la Honra Divina en Nuestras Vidas

Hemos dicho que el propósito de Dios para utilizar al profeta Malaquías es


demandar a su pueblo, la honra debida a su nombre, la cual se ve claramente, en
aumento la demanda de Dios, y en la medida que respondemos en arrepentimiento y
obediencia, vamos experimentando el poder de la Gloria de Dios. En la medida que
honremos a Dios, en la misma medida experimentaremos el poder de la verdadera honra
gloriosa de nuestro Dios.16
14 Mathew Henry, Comentario de la Biblia por Francisco Lacueva, Pág. 1060.
15 W.E. Vine, Diccionario Expositivo y Exhaustivo del Antiguo y Nuevo Testamento, Pág. 19.
16 H. Blackaby y C.V, King, Biblia de Estudio Mi Experiencia de Dios, Pág. 1377.
13

1. La Honra de Dios hace que la dedicación a uno mismo se convierta en


dedicación a Dios.
2. La Honra de Dios hace que uno ponga las necesidades de la familia por
encimas de las personales.
3. La Honra de Dios nos hace tomar decisiones a la luz de la relación de
amor con Dios.
4. La Honra de Dios hace que uno tome el Amor y la Justicia de Dios como
realidades básicas para edificar nuestras vidas.
5. La Honra de Dios hace que obedezcamos en forma plena y no cuestiona
lo que Dios demanda.

Debemos recordarnos que ¡Dios solo puede honrar a los que le honran¡

1.13. Bosquejo Bíblico de Malaquías

ENCABEZADO: Mal. 1.1


LECCIÒN 2 DIOS AMA A SU PUEBLO
Mal. 1:2-5 2.1. Introducción
2.2. Encabezado
2.3. El Amor de Dios Declarado
2.4. El amor de Dios puesto en Duda
2.5. El Amor de Dios Demostrado
2.6. Consecuencias de ser Aborrecidos por Dios
2.7. Dios Les Recuerda el Propósito de su Elección Para Israel
2.8. Conclusión
LECCIÒN 3 DIOS REPRENDE A LOS SACERDOTES
Mal. 1:6-2:9 3.1. Introducción
3.2. El Descuido de los Sacerdotes
3.3. La Indiferencia y Profanación de los Sacerdotes
3.4. Dios Declara las Consecuencias del Pecado de
Los Sacerdotes
3.5. Dios Recuerda las Cualidades del Verdadero Sacerdocio
3.6. Dios Invita a los Sacerdotes al Arrepentimiento
3.7. Conclusión
LECCIÒN 4 DIOS REPRENDE A LOS ESPOSOS INFIELES
Mal.2:10-16 4.1. Introducción
4.2. Trasfondo
4.3. Lo Sagrado del Matrimonio y de la Familia
4.4. Dios Denuncia el Doble Pecado del Pueblo en relación a la
Familia
4.5. Conclusión
LECCIÒN 5 DIOS REPRENDE A LOS QUE PERVIERTEN LA JUSTICIA
Mal. 2:17- 5.1. Introducción
3:5 5.2. Trasfondo del Capitulo
5.3. La Injusticia del Pueblo
5.4. La Justicia de Dios condena el Pecado
5.5. La Justicia de Cristo
5.6. Conclusión
LECCIÒN 6 DIOS LLAMA A QUE LE HONRREMOS
Mal. 3:6-12 6.1. Introducción
6.2. El Regreso a Dios
6.3. Dios Invita a que Le Honremos
6.4. Conclusión
14

LECCIÒN 7 DIOS COMO JUEZ JUSTO APLICARÀ JUSTICIA


Mal. 3:13- 7.1. Introducción
4:3 7.2. Un Pueblo Egoísta
7.3. Dios recompensara al Justo y Castigara al Impío
7.4. Viene el Día del Señor como Juez Justo
7.5. La Actitud del Pueblo en Malaquías es la misma Actitud
en la Actualidad
LECCIÒN 8 DIOS ENVIARÁ AL PROFETA ELÍAS
Mal 4:4-6 8.1. Introducción
8.2. Importancia del Ministerio Profético
8.3. Dios Enviará al Profeta Elías
8.4. Conclusión

1.14. Conclusión

Al terminar esta lección 1 podemos afirmar que el autor del libro de Malaquías es
una persona con oficios sacerdotales, cuyo nombre propiamente dicho era Malaquías el
cual representaba tanto su carácter como sus oficios sacerdotales y proféticos. El libro fue
escrito entre el 430-420. A.C. para un pueblo Judío que estaba establecido de nuevo en
su tierra después del regreso del cautiverio pero con unas condiciones espirituales
bastantes deplorables por su falta de adoración y compromiso con Dios. El tema central
del libro es la importancia de darle la honra a Dios con toda nuestra vida. El pueblo estaba
mal porque sus líderes religiosos como los sacerdotes eran los primeros que estaban en
pecado. Dios condena tanto a los sacerdotes como al pueblo mismo de la época de
Malaquías. El libro presenta unas características literarias en donde se muestra una serie
de disertaciones espirituales y teológicas en forma de preguntas y respuestas entre Dios y
el pueblo judío. El libro menciona cuatro sentencias de maldiciones que haremos bien en
analizar y evitar el pecado que las generaron. Podemos concretar diciendo que Dios es
tan exigente y demandante con la honra y la gloria que Él merece, que motivó al profeta
Malaquías para que el pueblo viera la importancia de dársela y llamar al pueblo al
arrepentimiento. Dios honra solo a los que le honran y si queremos ser honrado por Dios
debemos de darle a Él lo mejor de nuestras vidas, de lo que somos y de lo que tenemos.

En Malaquías se observa la importancia de darle la honra a Dios, que al leer el libro


de dicho profeta, es difícil no acordarse de las palabras que Jesús les dice a sus
discípulos: “Si alguno me sirve sígame, y donde estuviere yo estará mi servidor. Si alguno
me sirviere (me honrare), mi Padre le honrará” (Juan 12:26).

Preguntas de la Lección 1

1. ¿Quién es y que oficio tenía el autor del Libro de Malaquías?


2. ¿Cuándo se escribió el Libro de Malaquías?
3. ¿Cuál es el tema Central de Malaquías?
4. ¿Cuál es el propósito de Malaquías?
5. Según el autor ¿Cuál es el Versículo Clave del Libro?
6. Según Usted ¿Cual debería ser el Versículo Clave? explique
7. ¿Qué imágenes de Cristo aparece en Libro?
8. ¿Cuántos mensajeros se anuncian en el Libro de Malaquías?
9. ¿Qué estrategia literaria usa el autor del Libro?
10. ¿Qué puedes decir de las Maldiciones que hay en el libro de Malaquías?
15

LECCIÓN 2

DIOS AMA A SU PUEBLO

MAL. 1:1-2

El amor Demandante de Dios

2.1. Introducción

Dios como Juez Soberano establece sus juicios de acuerdo a su alta Justicia y los
decreta acertadamente en su tiempo y en la forma que el así lo considere en su infinita
sabiduría, sin embargo no los puede separar de su gran misericordia y de su gran amor
por su pueblo y en general por su creación. Dios había establecido decretos, sentencias y
juicios para su pueblo debido a su pecado, rebeldías e infidelidades, sin embargo antes
de denunciarlas y decretar sus juicios, procede primero sobre la base de su amor y les
recuerda que Él por pura soberanía y solo por gracia, los había escogido en su
misericordia para tener con ellos una relación de amor eterna con su pueblo, por lo tanto
esperaba de ellos era la correspondencia a dicho amor soberano sin embargo ellos no lo
habían amado como Dios esperaba, por lo cual, Dios comienza haciendo las demandas
de un amor ya manifestado por el. Esta lección se enfoca en las demandas de dicho amor
a su pueblo, esperando que el pueblo vuelva a Dios, de lo contrario el castigo y las
disciplina serian inminente.

2.2. Encabezado

“Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías,” (Mal.


1:1). Algunas versiones de la Biblia traducen este versículos del original en el hebreo
como “Duro (carga) mensaje de Dios contra Israel por medio de Malaquías;”17 por lo cual,
Dios comienza denunciando el pecado de su pueblo, al punto que para él, la
desobediencia de su pueblo, ha sido una carga que ha generado dolor y sufrimiento en su
presencia, (Profecía en el hebreo se traduce como carga dura que trae sufrimiento)por lo
que va directo al grano para mostrar la gravedad del pecado de rebelión de su pueblo,
establecido después del periodo post-exílica. La expresión “contra Israel,” es concreta y
señala al pueblo formado por las tribus de Judá, Benjamín y algunos miembros de las
otras 10 tribus que habían venido del regreso de Babilonia.18
La Expresión “por medio de Malaquías,” se puede traducir como “por medio de mi
mensajero,”19 por lo cual creemos, lo que hemos expresado en la lección 1, lo cual se
refiere que “Malaquías” era el nombre propio de la persona y que expresaba la naturaleza
de su carácter personal y el oficio ministerial que Dios le había dado, tanto como
Sacerdote como profeta del Señor. Para un hebreo, su nombre siempre se refería a su
carácter personal, o bien a una experiencia que había tenido con Dios, o también, el
nombre expresaba el plan o propósito que Dios iba ha realizar con dicho siervo de Dios.
Creemos que Malaquías, no era la excepción en este sentido.
El nombre de Malaquías, era el nombre propio de la persona y representaba su
carácter, su oficio profético y su oficio sacerdotal. Esto era lo que representaba su nombre
Malaquías, era un mensajero de Dios que iba a cumplir la función como Profeta y
Sacerdote del Dios vivo, esto le daba la autoridad para denunciar el pecado de

17
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
18Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
19Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 973.
16

menosprecio y profanación de los sacerdotes, recordándoles sus verdaderas funciones y


su gran responsabilidad ante el Dios de los ejércitos (esto se ve en Mal 1:6 al 2:9), y en
donde se hace evidente la autoridad de su nombre y de su oficio sacerdotal en Mal 2:7
“Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo
buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.” La autoridad profética de
su nombre, dada por Dios, se ve también, cuando anuncia la venida del profeta que
prepara el camino del Mesías con el Espíritu del Profeta Elías (“He aquí, Yo envió mi
mensajero, el cual prepara el camino delante de mí,”) (3:1 y 4:1,5), así como la autoridad
también, para anunciar la propia venida del Mesías (3:1 y 4:1,5).

2.3. El Amor de Dios Declarado

Mal. 1:2a. “Yo os he amado, dice Jehová…”

Esta expresión de parte de Dios, es enfática y busca hacer reflexionar a su pueblo.


Antes de comenzar a denunciar el pecado y la rebeldía de su pueblo, Dios comienza su
duro mensaje sobre la base de su amor santo, soberano y gratuito por su pueblo. Dios
había escogido a su pueblo, por pura gracia y sobre la base de su amor soberano que se
manifestó en su libre elección por sobre todos los demás hombres; y aun sobre otros
descendientes de Abraham e Isaac. En vista de esto, Dios comienza a demandar
correspondencia amorosa y espontánea de parte del pueblo. Como lo expresa el
Comentario de Jamieson, Fausset y Brown: “Tal amor gratuito de mi parte reclama el
amor espontáneo y verdadero de vuestra parte”, dejando implícitamente, que lo que
estaba recibiendo en retribución era en cambio todo lo contrario, era el pecado y la
deshonra.20

La declaración del Señor: “Yo os he amado, dice Jehová…” (1:2.a.), es una


declaración que le permite hacer ciertas demandas, en las cuales su pueblo había
fracasado en no obedecerlas. La demanda principal del Señor, es que estaba exigiendo
que le correspondieran con el mismo amor, que él les había mostrado siempre desde su
elección. Dicha exigencia estaba reflejada en la ley de Moisés y Jesús luego la resalta
como el mayor de los mandamientos: Mar 12:28-30 “Acercándose uno de los escribas,
que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es
el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es:
Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento.” (Deu. 6:4-5) Mandamiento este, donde su pueblo había
fracasado.

Dios los había escogidos por puro amor para tener una relación de amor con su
pueblo y ellos no habían respondido a ese amor, en cambio, lo que le habían mostrado
era rebeldía y deshonra. La Biblia dice que debemos amar a Dios, porque él nos amó
primero: 1Jn 4:7-12 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo
aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a
Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que
Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el
amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y
envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así,
debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos

20 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
17

amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en


nosotros.” 1Jn 4:19. “Nosotros lo amamos a él porque él nos amó primero.”

Dios había escogido a Israel entre todos los pueblos para que mostrasen su gloria
y su santidad a los otros pueblos paganos, pero ellos mismos le habían despreciado. Ese
fue el propósito por el cual Dios saco a Israel de Egipto: Éxo. 19:3-6 “Y Moisés subió a
Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y
anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os
tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y
guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque
mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas
son las palabras que dirás a los hijos de Israel.”

Dios escogió a su pueblo para que a través de una relación de amor, su pueblo
produjera los frutos que honraban y glorificaban su nombre. Jesús lo explicó mas
claramente a sus Discípulos en Juan 15:16. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”

2.4. El amor de Dios puesto en Duda

Mal. 1:2b. “¿En que nos amaste?...”

Esta pregunta fue la repuesta que le daba el pueblo a la declaración amorosa y


demandante de Dios. Esta pregunta en forma descarada y desagradecida, representaba
la incredulidad y la falta de relación de amor con Dios. El pueblo no quería corresponder
al amor de Dios porque comenzó a dudar del amor sincero y genuino del Señor. Esta
duda y falta de comprensión del amor de Dios, los llevo a menospreciar y deshonrar el
nombre del Señor (1:6), los llevo a tener en poco el altar del señor y a contaminar su
mesa con sacrificios impuros, enfermos, podridos y dañados 1:7-10,14. La falta de
comprensión del amor de Dios los llevo también a robarle la honra y la gloria a Dios al no
darle lo mejor en todo, sino que le robaron también con sus diezmos y ofrendas para el
Señor (3:8).

Esta falta de comprensión del amor de Dios era porque se estaban olvidando como
pueblo de Dios, de donde los había sacado el Señor y todo lo que Dios había hecho por
ellos por pura gracia de su nombre. Al dudar del amor de Dios, se estaban olvidando de la
ley de Dios y por tanto del carácter de la naturaleza amorosa y gloriosa del Señor.

Es importante recordar y meditar en el gran amor de Dios por su pueblo para que
no se caiga en semejante pecado de indiferencia, falta de sensibilidad y correspondencia,
lo cual genera desobediencia al amor de Dios.

El salmista no quería que él y el pueblo se olvidaran de todas las bondades que


Dios le había mostrado, sino que por el contrario, el salmista deseaba que se meditaran
en ellas: Salmo 103:1-14 “Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo
nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios: Él es
quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del
hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca de
modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová es el que hace justicia y derecho a
todos los que padecen violencia. Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus
obras. Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
18

No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con


nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros
pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia
sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros
nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de
los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.”

El Señor Jesucristo les recordó a los discípulos sobre la necesidad de permanecer


en su amor como el motor para generar los frutos que esperaba y glorificaban al Padre
Celestial en Juan 15:7-12: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en
que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así
también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y
permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros,
y vuestro gozo sea cumplido. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como
yo os he amado.”

El pueblo en la época de Malaquías, tenia tal ceguera espiritual, creada quizás por
los momentos de cautiverios, disciplinas y sufrimientos, no podía ver las maneras en las
que Dios muestra su amor hacia ellos. De hecho, al pueblo le molesta que Dios le
recuerde su amor en el pasado. Este cuestionamiento del amor de Dios, por medio del
profeta Malaquías, nos lleva a inferir que realmente lo que algunos de ellos querían
decirle a Dios era lo siguiente: “Señor, no queremos que nos traigas recuerdos bonitos del
pasado. Queremos acciones concretas y presentes de tu amor. ¡Tienes que respondernos
en medio de esta sequía, de la plaga de langostas y de los enemigos que nos rodean!”.
Es decir, es como si ellos le estuvieran diciendo, “si en verdad nos amas, ¿por qué no te
experimentamos en este tiempo?”21

El comentarista bíblico Edesio Sánchez afirma que: “Existe un problema básico en


el diálogo entre Dios y el pueblo. La respuesta del pueblo a la declaración del amor divino
es egocéntrica; vista desde la perspectiva de quien solo quiere ser beneficiario: ¿En qué
nos has amado? (v. 2b). Si el pueblo quería mostrar arrepentimiento, debía decir mas bien
“Sí, Dios nos ha amado; pero ¿cómo lo hemos amado nosotros a él?”. En lugar de
aprovechar el momento de crisis como tiempo de retrospección y autoexamen, el pueblo
se dedicó a examinar y cuestionar a Dios.”22

Cuan importante es que la Iglesia siempre medite en la obra amorosa y redentora


de Señor, que meditemos de donde nos saco el Señor para mantenernos en una relación
amorosa de obediencia a nuestro Dios y que nos lleve a cumplir el propósito y el llamado
que Dios nos ha hecho para la alabanza y gloria de su nombre. Jesús nos manda a que
permanezcamos en su amor (Juan 15: 9). No dejemos que nos pase lo que le paso a
Felipe cuando Jesús le dijo “tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me has
conocido Felipe” (Juan 14:9). Felipe estaba ignorando todo el amor que Jesús había
mostrado y la obra de gracia que manifestaban el poder y el amor de Dios.

Esta fue la intención de Pablo para la Iglesia de Éfeso en 1:3-12: “Bendito sea el
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual
en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del

21
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 13, Pág. 275.
22 Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 13, Pág. 275.
19

mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro
afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo
aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados
según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda
sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su
beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo,
en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como
las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados
conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin
de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos
en Cristo.”

2.5. El Amor de Dios Demostrado

Mal. 1:2c-5. “¿No era Esaú (Edom) hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a
Jacob y a Esaú aborrecí.”

Dios les recuerda de donde los tomó, como los escogió y como los consintió por
puro amor. Dios les responde a través de grandes realidades que ellos no podían negar y
mucho menos ignorar.

El pueblo estaba ciego espiritualmente y no podían ver, que su existencia como


nación, era ya una muestra del amor de Dios. En los versículos de Mal. 1:3-4, Dios le
indicaba a Israel; la realidad de su situación. Si ellos creían que el cautiverio y la disciplina
de Dios los había afectado seriamente, Dios los invitaba a mirar y observar lo que había
pasado con sus vecinos los edomitas. Dios quería mas bien que su pueblo se diera
cuenta que Él los había disciplinados por amor a su nombre debido a sus infidelidades
como pueblo suyo, sin embargo, Dios había tenido paciencia con Israel debido a su gran
amor por ellos, a pesar de sus infidelidades y solo por este mismo amor misericordioso,
Dios no los había consumido (Mal. 3:6-7), esperando que ellos volvieran en
arrepentimiento. Dios les recalca que miren el contraste de lo que Él había hecho con los
descendientes de Esaú.

Debemos recordar que Los edomitas son los descendientes de Esaú, y habían sido
enemigos constantes de Israel (Gen. 25:29-34; Gen. 36:8; 1Rey. 11:15; Jer. 49:17; Eze.
25:12-14; Joel 4:19; Amos 1:11-12), por lo que Dios los había estado castigando por su
mal trato hacia el pueblo de Israel. Este castigo era una obra real que Dios había estado
haciendo con los edomitas y que el pueblo de Israel no podía ignorar solo tenía que
levantar la vista y percatarse en la situación que Dios había llevado a sus enemigos los
Edomitas.

La iglesia está llamada a meditar en lo que Dios ha hecho por ella, producto de su
amor. El cristiano está llamado a meditar en las expresiones del amor de Dios en su vida
diaria. Dios manifiesta su amor en su pueblo en una forma real en nuestras vidas, de tal
forma que no puede pasar desapercibido. Esto fue lo que Pablo les dijo a los cristianos de
Roma en Rom. 12:1: “Así que hermanos os ruego por las misericordias de Dios que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.”
20

2.6. Consecuencias de ser Aborrecidos por Dios

Mal. 1:2-4: “Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No
era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí, y convertí
sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.
Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado;
así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y les llamarán
territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre.”

Dios le recuerda al pueblo de Israel que ellos habían sido escogidos por puro Amor
y la pura Gracia Soberana de Dios. Es importante analizar exegéticamente desde el
comienzo que rebeca estaba en cinta de los gemelos Esaú y Jacob, en génesis 25:19-23
“Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, y era
Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de
Padan-aram, hermana de Labán arameo. Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era
estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer. Y los hijos luchaban dentro de
ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; y le respondió
Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas;
El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor.”

Podemos observar que la profecía era que el mayor (Esaú) iba a servir al menor
(Jacob), y que de los dos iban a salir dos pueblos, uno más fuerte (Jacob) que el otro
(Esaú). Lo que inicialmente le había dicho Dios a Raquel era que el Señor en su
Soberanía, había decido bendecir al menor por encima del mayor y que el mayor seria
bendecido solo en la medida que cumpliera su responsabilidad de servir al menor.

Si Edom se hubiese sometido a Israel, hubiese sido un pueblo bendecido por Dios,
como se lo dijo su padre Isaac. La sentencia inicial de Dios no era aborrecer a Edom sino
que fuera siervo de Israel, sin embargo, la actitud de menosprecio por parte de Esaú de
vender su primogenitura por un plato de lenteja (Gen. 25:27-34) y posteriormente la
actitud hostil del pueblo de Edom hacia Israel, de no dejarlo pasar por su territorio cuando
iban hacia la tierra prometida en la época que Dios saco a Israel de Egipto por mano de
Moisés (20:14-21), y así como también, los Edomitas se hicieron enemigos militares
contra Israel en varias ocasiones (Jer. 49:7-22; Eze. 25:12-14), todo esto genero el
aborrecimiento de Dios hacia el pueblo de Edom, haciendo que Dios destruyera a dicho
pueblo.

Dios les recuerda a su pueblo Israel que él les había escogidos en su soberanía
por puro amor para que fueran su pueblo y luz a las naciones, pero que había aborrecido
a Edom y había puesto una sentencia de ruina y que aunque ellos se esfuercen a edificar,
a plantar y construir, Dios mismo iba a destruir y arrancar lo que ellos levantaran.

Esto también era una advertencia al pueblo Judío, que de no comportarse como su
pueblo, las consecuencias de ser aborrecidos por Dios podrían ser catastróficas.

2.7. Dios Les Recuerda el Propósito de su Elección para su Pueblo Israel

Mal 1:5 “Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido más allá de
los límites de Israel”. Mal 1:14 “…Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y
mi nombre es temible entre las naciones.”
21

Dios les dice que el merece toda Gloria y toda Honra. (1:5,6,11,14). El Señor les
recuerda que él es Gran Rey y que todas las naciones tiemblan al oír y mencionar su
nombre, indicándoles que Él esperaba que su pueblo viera y reconociera su Gloria,
honrándole en todos los aspectos de la vida diaria y ellos no lo estaban haciendo. Dios
quería que su pueblo les mostrara a los otros pueblos paganos, que él era el Rey de
Gloria. Dios quería ser glorificado en los otros pueblos por medio de su pueblo Israel.
Siempre fue el propósito de Dios, que su pueblo Israel le permitiera mostrar su gloria a los
otros pueblos y ellos estaban fracasando en este propósito.

El pueblo de Israel fracasó en el propósito de Dios cuando llamó a Abraham y le


dijo que en su simiente serán benditas todas las familias de la tierra (Gen. 12:31), ahora la
iglesia está llamada a ser la portadora de la gloria de Dios a todas las naciones. La Iglesia
está llamada a ser testigo de Cristo hasta lo último de la tierra. Este es el mandato de
Cristo a los discípulos en la gran comisión en Mateo 28:18-20.

2.8. Conclusión

Esta Lección 2 es concluyente en el sentido de que muestra el amor demandante


de Dios. Todo lo que Dios hace lo realiza en base a su eterno amor. Dios en su soberanía
les recuerda a su pueblo que fuimos elegidos por su inmenso amor y decidió salvarnos
por pura gracia. Debido a este gran amor, Él espera que le correspondamos en adoración,
honra y obediencia a sus mandamientos. Dios llamó al pueblo de Israel, a través del
profeta Malaquías, a recordarse del gran amor que Él siempre había mostrado por su
pueblo, en cambio lo que había recibido de su pueblo era indiferencia y rebeldía.

La Biblia está llena de textos, donde Dios nos lleva a recordar y a meditar en el
gran amor que Dios nos ha mostrado a cada uno de nosotros y que se manifestó en la
persona de Jesucristo, esta fue la intención que tuvo el apóstol Juan en 1 Juan 3:1 “Mirad
cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.” El pueblo de
Israel fracasó en su relación con Dios, porque olvidó todo el amor que Dios les había
mostrado siempre desde que Dios los llamó por medio de Abraham. Esta fue la sentencia
de Jesús en su lamento sobre la ciudad de Jerusalén cuando lloró sobre ella en Mat.
23:37-39 “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son
enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos
debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os
digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre
del Señor.”

Preguntas de la Lección 2

1. ¿Cómo comienza Dios la demanda contra Israel en Malaquías? ¿Por qué?


2. ¿Cómo correspondió el Pueblo hacia el amor de Dios?
3. ¿Cuál fue el Propósito por el cual Dios escogió a Israel?
4. ¿Cuáles son las consecuencias de ser aborrecidos por Dios?
5. ¿Escogiste tú primero a Dios o Él te escogió a ti?
6. ¿Para qué crees tú que Dios te escogió a ti?
7. ¿Qué dice Dios de su nombre en todas las naciones?
8. ¿Estás viviendo el plan para lo cual Dios te escogió?
9. ¿Tienes temor de Dios?
10. ¿Estás honrando a Dios?
22

LECCIÓN 3

DIOS REPRENDE A LOS SACERDOTES

MAL. 1:6 al 2:9

3.1. Introducción

En esta presente lección, Dios comienza a hacer sus demandas y reprensiones a


los líderes espirituales, los cuales estaban representados en los sacerdotes que el mismo
Había instituido para guiar espiritualmente a su pueblo. En esta sección se analizara la
reprensión que Dios les hace a los sacerdotes por sus pecados, debido a que ellos eran
los líderes espirituales del pueblo para la adoración al Señor. El pueblo estaba en una
situación espiritual bastante crítica porque principalmente sus líderes estaban mal en su
relación con Dios. Aquí se observa la demanda del respeto y el temor que Dios exige a su
nombre. Dios se les presenta como el Padre celestial que espera que su pueblo le honre y
le de la gloria debida a su nombre y se muestra como el Señor que debe ser temido y
obedecido por su pueblo, esperando que los líderes espirituales sean los primeros en dar
el ejemplo.

3.2. El Descuido de los Sacerdotes

Mal 1:6-9. “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre,
¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos
a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos
menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En
qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. Y
cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis
el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de
ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. Ahora, pues, orad por el favor de Dios,
para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas?
dice Jehová de los ejércitos.”

Después de demandar el amor no correspondido en el pueblo, Dios confronta a los


sacerdotes, Si los sacerdotes profesan que los tienen por su padre como lo había
declarado el profeta Isaías en 63:16: “Pero tú eres nuestro padre, si bien Abraham nos
ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor
perpetuo es tu nombre.” Dios les pregunta por qué lo deshonran, y al mismo tiempo, les
dice, si Él es su Señor, porque pues, los sacerdotes no le temen. Dios les recuerda lo que
Él les había dicho en la ley de Moisés en Exo. 20:12 en cuanto a que debían honrar a su
padre, con el propósito de demandar la realidad de su profesión por el amor y el temor
reverente. Esta es la misma demanda que hace nuestro señor Jesús; Luc. 6:46, lo que
nos lleva a decir que Dios es celoso con su Gloria y con su Honra. Dios se dirige a los
sacerdotes, porque ellos debieran ser los guías espirituales y un ejemplo en cuanto a la
conducta, obediencia y piedad para el resto del pueblo, sin embargo, los sacerdotes eran
los primeros en despreciar el nombre de Dios. ¿…En qué hemos menospreciado…? Esta
pregunta de los sacerdotes refleja la misma actitud descarada y desagradecida que hizo
el pueblo en Mal. 1:2: “¿En qué nos amaste?”. Esta pregunta de los sacerdotes
representaba tanto la incredulidad y falta de sensibilidad a una relación de amor con Dios,
como también la falta de arrepentimiento en su pecado.23

23 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
23

Dios se les presenta como Padre, tanto a los sacerdotes (Mal. 1:6) como al pueblo
(Mal. 2:10), para recordarles una característica que el pueblo de Israel, había conocido de
Dios desde el llamado de Abraham. Creemos que Dios se expresa de esta forma porque
ya se les había estado revelando con el propósito de prepararlos para revelación que Dios
iba a darles por medio de Jesucristo. Es cierto que la revelación plena y completa de Dios
como el Padre celestial nos viene en el Nuevo Testamento por medio de la persona de
Cristo, sin embargo, hay que reconocer que ya Dios había estado dando una revelación
progresiva de su naturaleza desde el comienzo del Antiguo Testamento y a esta altura de
Malaquías, habían visto rasgos bastante claros de Dios como Padre. El teólogo Louis
Berkof, en su libro de Teología Sistemática dice lo siguiente: “Con frecuencia se dice que
el Nuevo Testamento introdujo un nuevo nombre para Dios, es decir, Páter (Padre). Pero
esto difícilmente puede ser correcto. El nombre Padre se usa para la Deidad aun en las
religiones paganas. Se usa repetidamente en el Antiguo Testamento para designar la
relación de Dios con Israel, Deu. 32: 6; Sal 103: 13; Isa. 63: 16; 64: 8; Jer. 3:4, 19; 31:9;
Mal.1:6; 2: 10; en tanto que a Israel se le llama el hijo de Dios, Ex 4: 22; Deu. 14: 1; 32:
19; Isa. 1: 2; Jer. 31: 20 Óseas 1: 10; 11: 1. En tales casos este nombre expresa la
relación teocrática especial que Dios guarda para con Israel.”24

En esta sección bíblica, Dios se presenta como el Padre que debe ser honrado,
como El Señor que debe ser temido y como Gran Rey que debe ser adorado y obedecido,
sin embargo estas características, Dios las relaciona y las equivale, en una forma directa
a honrar, glorificar y temer a su nombre. Dios muestra su celo en su nombre de tal forma
que aparece ocho veces la expresión “mi (o, “tu”) nombre,” en Mal. 1: 6a, 1:6b, 1:11a,
1:11b, 1:11c, 1:14; 2:2,5). Edesio Sánchez en su comentario bíblico, dice en cuanto al
nombre de Dios que “en el pensamiento hebreo, el nombre no solo denomina a la
persona, sino que equivale a ella. Conocer el nombre de Dios es tener la oportunidad de
estar cerca de él, y nombrar el nombre de Dios era algo muy serio. Por ello existía más el
peligro de profanarlo. Los sacerdotes de Judá creyeron que callando el nombre estaban
honrando a Dios. No se daban cuenta de que con sus acciones insultaban la misma
persona de Dios.”25

Las palabras Honra y Temor son términos que van juntos, al punto que uno define
el otro. Si tenemos temor de Dios, lo honraremos, ya que el principio de la sabiduría es el
temor de Dios. Esto fue lo que quiso expresar nuestro señor Jesucristo en la oración
modelo del padre Nuestro, con las palabras “Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.” (Mat. 6:9). En Mal. 1:11,14, Dios habla de la honra (temor) a
Dios de parte de las naciones paganas, así como también de la honra (“temor”) a Dios por
parte del sacerdote Malaquías en Mal. 2:4, quien era el único que guardaba el pacto
levítico con el propósito de llamar a los otros sacerdotes al arrepentimiento y decidan
darle el honor y el temor debido a su nombre.

Por mandato de Dios a Moisés, los sacerdotes eran los representantes y guías
espirituales del pueblo. Dios le dijo a su siervo Moisés en Lev. 22:17-30, como los
sacerdotes iban a oficializar el sistema de sacrificios, pero los sacerdotes demostraban
con su mala ministración de sus ofrendas y sacrificios, la ceguera espiritual de su vida y la
apatía en la adoración a Dios. El pueblo estaba mal espiritualmente porque sus líderes
espirituales estaban en pecado. Los sacerdotes sacrificaban en el altar del señor, lo
defectuoso, lo podrido y lo hurtado de sus animales y con ellos evidenciaban qué tan bajo

24 Luis Berkof, Teología Sistemática, Pág. 43.


25
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 13, Pág. 277.
24

habían llegado. Ellos en realidad eran los “ciegos,” los “cojos,” los “enfermos,” y los
“ladrones.” No estaban cumpliendo con el esquema dado por Dios en la ley.

La expresión ¿Dónde está mi honra? ¿Dónde está mi temor?, son demandas de


Dios hacia los sacerdotes y refleja lo importante que es para Dios que nosotros lo
honremos como sus siervos. La palabra de Dios dice que debemos dar la honra debida a
su nombre (1 Cro. 16:29, Sal. 96:8). Dios dice que Él honra solamente a los que les
honra.

Es de suma importancia para el cristiano, la enseñanza que se desprende de esta


porción bíblica en Malaquías, puesto que Dios, por la sangre de Cristo, nos hizo reyes y
sacerdotes para nuestro Dios (1 Ped. 2:9, Apoc. 1:5-6), y si hemos de ejercer
adecuadamente nuestro ministerio sacerdotal para Dios, debemos aprender a darle la
gloria y la honra debida a su nombre, perfeccionando la santidad en el temor de Dios (2
Cor. 7:1). El temor de Dios produce una sensación de respeto que nos lleva a la
obediencia de su palabra. Algunas veces, el temor de la Biblia se puede referir al terror o
al miedo santo cuando la persona se enfrenta al juicio de Dios. La falta de temor de Dios
manifiesta una falta de comprensión acerca de la naturaleza de Dios, quien es Él y lo que
Él es capaz de hacer.

Según el Dr. Henry T. Blackaby,26 Los cristianos exhiben falta de temor cuando:

a. Usan continuamente el nombre de Dios en vano.


b. pecan deliberadamente, esperando que Dios los perdonen.
c. Consideran que la adoración, la oración, los diezmo son cosas optativas para el
cristiano.
d. Consideran que el estudio de la palabra de Dios y el compromiso con la iglesia
son solo para algunos momentos que se requieran.
e. Se acercan a Dios en la adoración con una actitud irrespetuosa.
f. No se ajustan al plan ni al propósito de Dios.
g. No evangelizan a los perdidos.

El temor de Dios en nuestras vidas, produce la actitud adecuada para el respeto,


honra y obediencia a Dios. Este fue el propósito por el cual Dios se les mostró a su pueblo
Israel en el monte Sinaí y se les reveló de tal manera, que el propio moisés y el pueblo
estaban aterrorizado y espantados, sin embargo Moisés les dice el propósito por el cual
Dios mostró su Gloria en el monte: Éxo. 20:18-20:“Todo el pueblo observaba el estruendo
y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo,
temblaron, y se pusieron de lejos. Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros
oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos. Y Moisés respondió al
pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de
vosotros, para que no pequéis.”

Si comparamos este texto de éxodos 20:18-20 con el de Hebreos 12: 18-29, nos
encontramos con una advertencia que nos debería hacer temblar como cristianos. El
autor de hebreos dice que no nos hemos acercados a ese monte Sinaí que era tan terrible
lo que se veía, que lo que traspasara los limites era consumido por la Gloria de Dios, sin
embargo, el escritor de hebreos dice que nos hemos acercados al monte de Dios a la
ciudad celestial por la sangre y el sacerdocio de Cristo para experimentar la gloria del
Reino de los Cielos, pero nos advierte en Heb. 12:25 “Mirad que no desechéis al que

26 Henry y Tom Blackaby, El Hombre que Dios usa, Pág. 23.


25

habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la


tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.” y
termina diciendo en Heb 12:28-29: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible,
tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
porque nuestro Dios es fuego consumidor.” Este fue el temor de Dios que guió a Pablo
siempre.

El Apóstol Pablo fue el misionero que trabajo con más pasión y dedicación en la
extensión del reino de Dios, era un fiel maestro para los discípulos y a quienes guiaba en
todas sus epístolas a madurar en las insondables profundidades del amor divino: Efesios
3, 1 Cor. 11, Rom. 8, etc., también hablaba del “Temor de Dios” y que según la versión
inglesa, en el original significa “El Terror al Señor,”27 (2 Cor. 5:11). La certeza que tenia
sobre el juicio de Dios lo motivaba a persuadir a los demás de la verdad. El temor de Dios
es parte de lo que significa andar por sus caminos, amarlo y servirlo con todo el corazón,
observando sus mandamientos: “Ahora, pues, Israel, ¿que pide Jehová tu Dios de ti, sino
que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a
Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, , que guardes los mandamientos
de Jehová y sus estatutos, que Yo te prescribo hoy para que tengas prosperidad?”
(Deuteronomio 10: 12-13).

Es demasiado frecuente que les tengamos más temor a los hombres, que a Dios.
La mayoría de los hombres, le tienen terror a que los demás los pongan en ridículo. Jesús
nos advirtió: “No temas a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed
mas bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mat. 10:28). Solo
Dios tiene el poder de destruir nuestro ser y echarlo en el infierno, por lo tanto Él es digno
de que le temamos.

Muchos cristianos hoy día, están aplicando lo que ellos llaman Guerra Espiritual,
con lo cual, se ha hecho muy común en orar para atar a satanás, echarlo fuera y
reprenderlo, y esto puede ser valido a la luz de las escritura, sin embargo, debemos tener
cuidado de no dar tanta atención a lo satánico ni a lo humano. El señor Jesucristo nunca
le dio demasiado crédito a Satanás que lo llevaran a preocuparse y tampoco desea que
sus discípulos lo hagan. Jesús siempre se preocupaba por agradar al Padre celestial.
Cristo les dijo a sus discípulos que: “y les dijo: Yo veía a satanás caer del cielo como un
rayo. He aquí os doy potestad de hoyar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritu se os sujetan, sino
regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (Lucas 10:18-20).
Satanás quedaba impotente cuando los discípulos salían en obediencia a la tarea que
Cristo les había encomendado. Henry Blackaby dice: “Debemos ser sabios en cuanto a
los métodos de satanás, y no ignorar sus maquinaciones, pero el temor lo debemos
reservar para aquel que tiene todo el derecho sobre nuestras vidas. El temor debe ser
para nuestro Dios.”28

En Mal. 1:9: “Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de
nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los
ejércitos” es un llamado de Dios en donde Él está invitando al pueblo a buscar su rostro
en oración con una actitud de arrepentimiento y obediencia a su pacto, para Él poder
perdonarle y derramar su gracia en la vida de los sacerdotes.

27
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo II: El Nuevo Testamento, Pág. 420.
28
Henry y Tom Blackaby, El Hombre que Dios usa, Pág. 24.
26

La condición de restauración depende de que se vuelvan de su actitud y del mal


camino que habían tomado los sacerdotes y de que comenzaran a honrar su nombre y
obedecer lo que decía la ley.

3.3. La Indiferencia y Profanación de los Sacerdotes

Mal 1:10-14. “¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi
altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de
vuestra mano aceptaré ofrenda. Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es
grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y
ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los
ejércitos. Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y
cuando decís que su alimento es despreciable. Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es
esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o
enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.
Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a
Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es
temible entre las naciones.”

Con la expresión, ¿Quién…que cierre la puerta y alumbre mi altar de balde?, Dios


estaba diciéndoles a los sacerdotes que ni aun en las menores funciones como cerrar las
puertas, o encender el fuego sobre al altar, las ejercen sin pago; por tanto los sacerdotes
debían de cumplirlas fielmente. Pablo les dijo a los cristiano de corintios en 1Cor. 9:13
“¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que
sirven al altar, del altar participan?” El propio señor Jesús hablo sobre la necesidad de
vivir del altar pero hacerlo con la dignidad y el respeto que Dios merece y Dios se
encargara de nosotros. Los sacerdotes tenían que saber que ellos estaban participando
del altar por tanto tenían que vivir del altar, lo que significaba que debían hacerlo con
dignidad y con disposición de corazón.

Jamieson, Fausset y Brown afirman que es como si Dios dijera: “Ojalá hubiera
siquiera uno entre vosotros que cerrase las puertas del templo (es decir, del patio interior,
donde estaba el altar de los holocaustos), y que no encendierais en vano el fuego sobre
mi altar.”. Dios había dicho anteriormente por medio del Profeta Isaías 1:11-15, que lo
mejor era no ofrecer sacrificios, que ofrecer sacrificios vanos. Era el deber de algunos de
los sacerdotes estar a las puertas del patio del altar de las ofrendas encendidas, para
excluir las víctimas defectuosas.”29

El comentario de Mundo Hispano dice: “La indiferencia es indicada por la petición


de Dios, de que algún voluntario cerrara las puertas del templo (para que no se
encendiera el altar en vano). El Señor consideraba como “vanos” tales actos. La
profanación y actitudes de menosprecio son reflejadas en el contenido de los V. 1:12 y
1:13: …vosotros (los sacerdotes) lo profanáis…y habéis dicho: “¡...qué fatigoso!” Hasta
traían al altar, como ofrenda, lo robado y lo defectuoso. Las demandas divinas no son una
puerta hacia el legalismo y el ritualismo. Son, en realidad, una invitación a la fidelidad a
todo nivel de la vida humana. En esta sección Malaquías nos enseña que si no somos
fieles en lo poco, no podremos serlo en lo mucho.”30

29 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 975.
30 Edesio Sánchez, Comentario Bíblico de Mundo hispano, Pág. 277.
27

La afirmación de Dios en Mal 1:11: “Porque desde donde el sol nace hasta donde
se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre
incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de
los ejércitos.” es una apelación a los sacerdotes que estaban despreciando su nombre en
el Mal.1:6, por lo tanto, Dios iba a encontrar a otros que le engrandecieran. Dios comenzó
a decirle a su pueblo, que otros pueblos que Él no los había escogido como hizo con
ellos, estaban trayendo más gloria y honra a su nombre que el propio pueblo de Israel.

Es muy triste para Dios, tener que hacer una comparación entre su pueblo Israel, a
quienes se les había revelado en una forma real y personal, dándoles la revelación escrita
de su ley, con otros pueblos que no les conocían en la forma tan real como los suyos, y
sin embargo, hallar que los otros pueblos paganos, estaban dando más honor a su
glorioso nombre que su pueblo elegido. Israel estaba fracasando en el plan de Dios. Dios
los llamo a ser luces entre todos los pueblos de la tierra, pero Él estaba encontrando mas
luces en otras naciones que no eran propias de Él. Aquí se puede observar como Dios ya
estaba preparando a su pueblo, para ver la necesidad de seguir el nuevo pacto
profetizado por Jeremías y Ezequiel, el cual se cumpliría en la persona de Cristo y seria
de mayor eficiencia para ellos y para todo el mundo.

Esta actitud arrogante de los sacerdotes, es la misma actitud de los líderes


religiosos que el profeta Juan el bautista condenó en su época, cuando les dijo a los
sacerdotes fariseos y saduceos, de que no se refugiasen en el hecho de que Abraham
fuese su padre, porque Dios era poderoso para levantar hijos de Abraham aun en de las
mismas piedras (Mat. 3:9). Es como si Dios les dijese a los sacerdotes y al pueblo: “No
penséis que no tendré adoradores porque no os tenga a vosotros; porque desde el oriente
hasta el occidente mi nombre será grande entre las gentes” (Isa. 66:19-20).

Dios les afirma que los mismos pueblos que los Israelitas tenían como pueblos
abominables, eran pueblos que ofrecían mas ofrendas limpias que ellos, al nombre del
Señor. Dios se los dice con la intención de generarles celos como el pueblo sagrado y a
esto se refiere el apóstol pablo en Rom. 10:19-20: “También digo: ¿No ha conocido esto
Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es
pueblo; Con pueblo insensato os provocaré a ira. E Isaías dice resueltamente: Fui hallado
de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí.”

Debido a que Dios quería generar este celo santo, es que afirmas la expresión, “y
en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia,” y con ella estaba
contrastando con la ofrenda inmunda de los sacerdotes, es decir, que los otros pueblos no
estaban ofreciendo “lo ciego, lo cojo, ni lo enfermo” como lo estaban ofreciendo los
sacerdotes y el pueblo judío (Mal. 1:8). La expresión “En todo lugar,” es una imagen de la
visión gloriosa de la dimensión universal que alcanzaría la redención del Mesías
prometido para la iglesia cristiana. En este sentido fue que el señor Jesús hablo con la
mujer samaritana para referirse a los verdaderos adorares que pueden adorar en
cualquier lugar o tiempo (Juan 4:21-23) y fue la intención del apóstol pablo a Timoteo
(1Tim. 2:8). El “incienso” es figurativo de las oraciones (Sal. 141:2; Apoc. 8:3). 31

En Mal. 1:12, se repite la acusación del V. 1:7. El “alimento” se refiere a las


ofrendas del pueblo. Según la Ley, en la “mesa” hay referencia al mismo sostén de los
sacerdotes; sin embargo ellos no lo estaban haciendo con sinceridad de corazón y por
eso la menospreciaban así como también menospreciaban y profanaban el altar del

31
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 975.
28

Señor, como Dice Jamieson, Fausset y Brown: “No obraban como para guiar al pueblo a
la verdadera adoración ni a ofrecer lo mejor suyo sobre el altar del Señor.”32

El altar era sinónimo de la presencia de Dios y ellos lo estaban menospreciando.


Esa fue la actitud que condeno el Señor Jesucristo a los escribas y fariseos en mateo
23:18-19 “También decís (Escribas y Fariseos): Si alguno jura por el altar, no es nada;
pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. ¡Necios y ciegos! porque
¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?” El pueblo estaba pobre, y
apartaba para Dios las peores ofrendas. Los sacerdotes permitían que lo hiciesen por
temor de ofenderlos y perder las posibles ganancias de parte de ellos.

El lamento que hacen los sacerdotes en el versículo 1:13: “¡Oh qué fastidio es
esto!” es un lamento que refleja que el servicio de Dios es fastidioso para ellos, y por tanto
se contentaban con presentar las ofrendas más inservibles. Es un lamento que Dios
comenzó a condenar y que ya Dios había repudiado de su pueblo Israel a través del
profeta Miqueas en Miq. 6:3 “Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado?
Responde contra mí.” Donde Dios desafía a su pueblo a mostrar en dónde está la
“molestia” de su servicio. También El pueblo de Israel había fracasado en este sentido en
la época del profeta Isaías 43.22-24: “Y no me invocaste a mí, oh Jacob, sino que de mí te
cansaste, oh Israel. No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a mí me
honraste con tus sacrificios; no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar con incienso.
No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus
sacrificios, sino pusiste sobre mí la carga de tus pecados, me fatigaste con tus maldades.”
Con estas palabras del profeta Isaías, Dios muestra que son ellos mismos los que lo han
cansado a él, no que él los haya cansado a ellos.

La expresión, “mi mesa es despreciable” en el versículo 1.12 “y me despreciasteis


(desechasteis),” aunque se refiere a la mesa del Señor y el alimento que en ella había
apunta que realmente que al menospreciar su mesa y su alimento, así como el altar del
Señor, Dios estaba sintiendo que lo estaban menospreciando a Él. (Mal. 1: 12).

La sentencia que Dios hace en el Versículo 1:14, “Maldito el que engaña” o “Maldito
el Hipócrita” era la primera sentencia de maldición que el profeta denuncia de cuatro que
el menciona (ver Mal. 1:14, 2:2, 3:9; 4:6). Esta primera sentencia de maldición, era debido
a la avaricia tanto del sacerdote como del pueblo y no de la pobreza de ellos, es decir, la
avaricia era la causa de sus ofrendas defectuosas y mezquinas. La ley exigía el “macho” y
estaba claramente estipulado en Lev. 1:3, Lev. 1:10, sin embargo, el pueblo y el sacerdote
no estaban cumpliendo con los mandamientos de Dios. El sacerdote y el pueblo no
estaban dando lo mejor a Dios, si no, lo enfermo, lo dañado y lo podrido. Esta actitud de
menosprecio y deshonra a Dios, es lo que enciende la ira de Dios, para dar la sentencia
de maldición. Debemos dar a Dios lo mejor de nosotros, de nuestro tiempo, lo mejor de
nuestros recursos y lo mejor de nuestros talentos y dones.

Debido al pecado de menosprecio y deshonra por parte de los sacerdotes y el


pueblo, Dios mismo, usando al profeta; tiene que demandar su Gloria y su Honra,
diciéndoles que: “Yo soy Gran Rey y Mi Nombre es temible (formidable) entre las gentes.”

Aun los paganos me temen a causa de mis juicios; ¡qué reproche es esto para
vosotros, pueblo mío, que no me teméis (v.6)! También se puede traducir: “Yo seré temido

32
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 975.
29

entre las gentes.” Esto va de acuerdo con lo declarado por Dios en la profecía del
Versículo 1:11.33

Dios apela a que toda la tierra está llena de su gloria, está siendo llenada con su
gloria y será llena con su gloria. En su nombre esperaran los gentiles. Dios apela a que la
grandeza de su nombre no está limitada a que su pueblo lo reconozca en honra y
adoración, sino que se extiende a todas las naciones y su pueblo es el primero que debe
reconocerla.

3.4. Dios Declara las Consecuencias del Pecado de Los Sacerdotes

Mal 2:1-3: “Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. Si no


oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los
ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las
he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón. He aquí, yo os dañaré la
sementera, y os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales
sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él.”

Según Edesio Sánchez: “El argumento de esta sección se mueve así: (1) quienes
deshonran a Dios (1:6) serán objeto de deshonra (2:2,3); y (2) quienes desprecian a Dios
(1:6-8) serán despreciados (2:9). Dios primero denuncia el pecado de los sacerdotes y
ahora pasa a sentenciar las consecuencias que traerían dicho pecado en sus vidas.”34

Los sacerdotes son reprochados, ya que su responsabilidad era haber guiado al


pueblo rectamente y debieron de haber reprobado el pecado del pueblo. Los sacerdotes
no estaban cumpliendo con sus funciones ministeriales que Dios les había asignado, en
cambio habían estado alentando y llevando al pueblo al pecado. Aquí se ve las graves
consecuencias de los líderes y los ministros de Dios, en cuanto, a que no pueden pecar
solos ni sufrir solos; si ellos caen arrastran a otros consigo hacia abajo.

El Profeta declara la segunda maldición de Dios, debido al pecado de los


sacerdotes. Dicha maldición, son las maldiciones denunciadas por Dios en la ley de
Moisés en Deu. 27:15-28; 28:15-68. Esta maldición era tan grave por su pecado, que Dios
les declara que aun las bendiciones que les había dado, serian maldecidas y que ya las
estaba maldiciendo. La maldición por su pecado comenzaba por su ceguera espiritual y
afectaría la parte material, maldiciendo la sementera por ende, el fruto de sus cosechas.

El pecado en la vida de cualquier persona trae grandes consecuencias en la vida


de la misma y en el caso de los sacerdotes no podía pasar por alto. Dios en su santidad
tenía que exhibir su justicia y declara su juicio sobre ellos, como lo hizo en reiterada
ocasiones en la historia de Israel, como las consecuencias que le ocurrieron a la familia
sacerdotal de Eli y sus hijos, en donde Dios les dice al Sacerdote Eli, por medio de un
profeta en I Sam. 2:25-39 “Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán;
mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de
su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir. Y el joven Samuel iba creciendo,
y era acepto delante de Dios y delante de los hombres. Y vino un varón de Dios a Elí, y le
dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando
estaban en Egipto en casa de Faraón? Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las
tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso, y llevase efod

33 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 974.
34
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico de Mundo hispano; Pág. 277.
30

delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel. ¿Por
qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el
tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de
todas las ofrendas de mí pueblo Israel? Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había
dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas
ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los
que me desprecian serán tenidos en poco.”

3.5. Dios Recuerda las Cualidades del Verdadero Sacerdocio

Mal 2:4-9 “Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto
con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales
cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo
humillado. La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios;
en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. Porque los
labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley;
porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Más vosotros os habéis apartado del
camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví,
dice Jehová de los ejércitos. Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el
pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción
de personas.”

Leví fundó la tribu que lleva su nombre. Los levitas llegaron a ser ministros de
Jehovah, primero en el Tabernáculo del desierto, luego en el Templo. En estos versos
Dios se dirigía a los sacerdotes que descendían de esta tribu, diciéndoles que debían
prestar atención a la Ley (Toráh) que Él dio a sus antepasados. La Expresión que Dios
hace a través del profeta Malaquías, “mi pacto con Leví” (Mal. 2:4), se refiere a que los
levitas fueron una tribu apartada para el servicio a Dios, tal como Dios le dijo a Moisés en
Num. 1:47-54: “Pero los levitas, según la tribu de sus padres, no fueron contados entre
ellos; porque habló Jehová a Moisés, diciendo: Solamente no contarás la tribu de Leví, ni
tomarás la cuenta de ellos entre los hijos de Israel, sino que pondrás a los levitas en el
tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le
pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y ellos servirán en él, y
acamparán alrededor del tabernáculo. Y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los
levitas lo desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán;
y el extraño que se acercare morirá. Los hijos de Israel acamparán cada uno en su
campamento, y cada uno junto a su bandera, por sus ejércitos; pero los levitas acamparán
alrededor del tabernáculo del testimonio, para que no haya ira sobre la congregación de
los hijos de Israel; y los levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio. E hicieron
los hijos de Israel conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés; así lo
hicieron.” Dios le dijo a moisés, que no le diera tierra por heredad a los levitas, debido a
que Jehová Dios, era la heredad de ellos.

Esta expresión “Mi Pacto con Leví,” la cual es única de Malaquías, apunta al
parecer, a ser una manera disimulada de referirse al mismo profeta Malaquías. Entre
todos los sacerdotes que servían a la comunidad judía, Malaquías era el único que
honraba el Compromiso o el Pacto de sus antepasados Levitas con Dios. Por eso tenía la
autoridad de denunciar el pecado de los sacerdotes y de todo el pueblo, por lo tanto
solamente él, podría adjudicarse el título “Mi mensajero” (2:7; comp. 1:1).

Los Sacerdotes Judíos, de la época de Malaquías, engañándose a sí mismos,


clamaron por los privilegios del pacto, mientras descuidaban las condiciones del mismo,
31

como si Dios estuviera obligado por el pacto a bendecirlos, mientras que ellos vivían como
si estuviesen libres de todas las obligaciones que el pacto les imponía en su servicio y
adoración a Dios. No se dice meramente que el pacto sea “de vida y paz” sino que es
“vida y paz” porque el guardar la ley de Dios es su propia recompensa (Sal. 19:11). EL
apóstol Pablo dice en romanos que la Ley es espiritual, La Ley es santa y la Ley es buena
y por ser la Ley espiritual estamos llamado a andar en el Espíritu Santo lo cual es Vida y
Paz. (Rom. 8:6). Siempre fue el deseo de Dios, que tanto los levitas como todo el pueblo
de Dios, tuviesen vida y paz, siendo fiel a la ley y a los mandamientos de Dios, viviendo
en obediencia en la presencia de Dios.

En esta porción bíblica, Dios muestra las verdaderas características de un


Sacerdocio que era fiel al pacto de Dios, con la finalidad que los sacerdotes se evaluaran,
se revisaran y se arrepintieran cuando se compararan con la norma exigida por Dios.

Las características de un verdadero sacerdocio santo, son las siguientes:

1. Un Sacerdote de Dios es un Maestro Eficiente: Esta característica se ve en


expresión del profeta, dada por Dios: “La ley de Verdad estuvo en su boca.”
(Mal. 2:6a). Fue un maestro eficiente porque enseñaba al pueblo, las verdades
de la ley en toda su plenitud (Deu. 33:10). ¡El sacerdote era el que
corrientemente exponía la ley; los profetas lo eran solamente en ocasiones
especiales¡

2. Un Sacerdote de Dios es un Santo de Dios que practica la Justicia de Dios:


Esta características se ve en la expresión: “iniquidad no fué hallada,” (Mal 2:6b),
lo que significa que no practicaba el pecado, procuraba vivir en santidad y
aplicaba la justicia de Dios por igual sin hacer acepción de persona (Deu. 17:8-
9; Deu. 19:17).

3. Un Sacerdote de Dios vive su Vida para Dios: La expresión dada por Dios:
“anduvo conmigo” (Mal. 2:6c), expresa el compañerismo, la comunión y la
intimidad que tenía el verdadero sacerdote con Dios. Es Dios mismo quien
señala esa cualidad del sacerdote, la cual describe la fe y obediencia del
Sacerdote para con El Señor, la cual genera de parte de Dios el deseo de
llamarlo su compañero y su amigo. Por lo tanto el sacerdote era una persona
que experimentaba e impartía la Paz de Dios. Esto es lo que quiere decir la
expresión “en paz,” es decir, la “paz,” que era el fruto de la obediencia al pacto
(v. 5). Paz con Dios, con el hombre, y con la propia conciencia, es el resultado
de “andar con Dios” (véase Job. 22:21; Isa. 27:5; San. 3:18).

4. El Verdadero Sacerdote de Dios Cumple Labores Proféticas: El Verdadero


Sacerdote de Dios tiene La autoridad de Dios, para denunciar el pecado del
pueblo. El significado de las palabras del Profeta: “a muchos hizo apartar de la
iniquidad” (Mal. 2:6d). El sacerdote de Dios, tiene esta característica por tener
su oficio sacerdotal como un estilo de vida, y dar el ejemplo con su vida debido
a su caminar con Dios (Jer. 23:22; Dan. 12:3; San. 5:20). Por lo que Dios le da
el nombre de mensajero de Jehová.

5. El Verdadero Sacerdote de Dios Vive y Proclama la Sabiduría de Dios: El


Sacerdote vive y enseña con la sabiduría de Dios (Mal 2:7), la cual en el termino
bíblico se refiere a vivir en el conocimiento de la Ley de Dios y su doctrinas,
32

practicándola en el temor de Dios en su vida diaria, lo que lo hace un verdadero


mensajero de Jehová, y mediante el cual lo define como un siervo que
interpreta la voluntad de Dios y lo hace un embajador de Dios en este mundo
(2Cor. 5:20). Es el papel que le asigna Dios a los pastores y obispos de las
sietes iglesias de Apocalipsis como “ángeles” o “mensajeros.”

3.6. Dios Invita a los Sacerdotes al Arrepentimiento

Mal 1:9. “Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de
nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los
ejércitos.”
Mal 2:2. “Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho
Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras
bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”

El profeta Malaquías era un sacerdote que si cumplía el pacto de Dios y esto era lo
que le daba autoridad para denunciar el pecado de sus colegas, sin embargo cuando los
invita a orar para buscar el perdón de Dios, él se menciona como si el pecase junto a los
demás sacerdotes y el pueblo. El propio Malaquías estaba sintiendo el dolor del pecado
del pueblo con la expresión “para que tenga piedad de nosotros” (1:9). Dios llama a los
sacerdotes al arrepentimiento con un corazón sincero, a volver a su ley con una sincera
adoración, para poder perdonarle y derramar su misericordia. A pesar de que Malaquías,
mantenía el pacto levítico con Dios, era el primero que estaba dispuesto a tener un
espíritu de arrepentimiento para mantenerse en comunión con Dios, esto le daba
inspiración profética de parte del Señor, para llamar al pueblo al Arrepentimiento. Si el
pueblo no se volvía a Dios en obediencia a su ley, el pueblo experimentaría el castigo de
su Justicia.

3.7. Conclusión

En esta lección se observó la gran importancia que Dios da al ministerio del


cristiano como un profeta y un sacerdote de Dios. El Señor Jesucristo por medio de su
muerte y resurrección nos hizo reyes y sacerdotes para Dios el Padre y por pura gracia
nos llamó al ministerio para servirle y honrarle dentro del pueblo. Por lo tanto Dios nos
demanda mas a los que estamos al frente del liderazgo que cualquier otro miembro de la
iglesia. Dios se revela en esta porción bíblica como Padre y Señor con el propósito de que
se le dé la Honra debida a su nombre y se le dé el Temor glorioso a su grande nombre. El
mensajero o profeta de Dios está llamado a enseñar y proclamar la verdad de Dios y
denunciar el pecado del pueblo para que pueda volver arrepentido a su Dios. El siervo de
Dios vive su vida para Dios y es un ejemplo de fe al pueblo del Señor.

Preguntas de la Lección 3
1. ¿Cuál era el pecado de los sacerdotes?
2. ¿Qué demandas hace Dios de sí mismo a los Sacerdotes?
3. ¿Cuántas declaraciones de Maldiciones hay en esta sección Bíblica?
4. ¿Qué dice Dios de sí mismo en el V.1:14?
5. ¿Qué debemos darle a Dios según la sentencia de Mal. 1: 14?
6. ¿Cuáles son las características del verdadero sacerdocio?
7. ¿Eres tú un sacerdote de Dios? ¿Dónde lo dice la Biblia?
8. ¿Estás cumpliendo con eficiencia tu ministerio sacerdotal?
9. ¿Cómo Sacerdote estas dando la Gloria y la Honra debida al nombre de Dios?
10. ¿Estás profanando el altar del Señor o estas temiendo al nombre de Dios?
33

LECCIÓN 4

DIOS REPERNDE A LOS ESPOSOS INFIELES

Mal 2:10-16. “¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo
Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el
pacto de nuestros padres? Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido
abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él amó, y se casó
con hija de dios extraño. Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere
esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos. Y
esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que
no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. Diréis: ¿Por qué?
Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido
desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él
abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios.
Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra
juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que
cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro
espíritu, y no seáis desleales.”

4.1. Introducción

Dios había reprendido el pecado de los sacerdotes, les había recordado el


verdadero sacerdocio de la tribu de Leví y los había llamado al arrepentimiento y
obediencia a su ley, amando, honrando y temiendo su nombre, de lo contrario, Dios había
comenzado a maldecir sus posesiones que haría de sus vidas verdaderos estiércol
espirituales. Pero el pecado no era solo de los sacerdotes sino también de todo el pueblo.
El pueblo era infiel y desobediente a su Dios. A través del profeta Malaquías, en una
forma casi sutil, Dios pasa de la reprensión del pecado de los sacerdotes (2:9), a
reprender el pecado de los esposo infieles, ¿Por qué este cambio casi imperceptible en la
denuncia de los pecados de los sacerdotes a los maridos infieles?, la repuesta adecuada
desde la perspectiva de Dios, es que el esposo en su hogar, es un sacerdote y un profeta
de parte de Dios, y ellos estaban deshonrando su compromiso con Dios y sus familias.

La familia es la primera institución divina creada por Dios y después de Dios es lo


más sagrado que podemos tener en nuestras vidas y como esposos somos llamados a
ejercer un ministerio profético y sacerdotal en nuestro hogar. Todo hombre debe ser un
verdadero Malaquías en su hogar si ha de honrar y temer a Dios. La familia es tan
sagrada para Dios que la máxima figura de comparación que Dios hace, entre Cristo
(Esposo) y la Iglesia (su Novia o Esposa del cordero) es la relación que hay entre el
esposo y su esposa en una familia (Efesios 5:22-33).

La Biblia de Estudio del Diario Vivir comenta sobre esta sección bíblica: “El Pueblo
no decía abiertamente que rechazaba a Dios, pero estaba viviendo como si no existiera.
Los hombres se casaban con paganas que adoraban ídolos. El divorcio era común, y
ocurría sin otra razón que no fuera el deseo de un cambio. La gente actuaba como si
pudiera hacer cualquier cosa sin ser castigada. Y el pueblo se preguntaba por qué Dios
rechazaba sus ofrendas y no les bendecía (2.13). No podemos separar nuestro trato
diario con Dios del resto de nuestra vida y esperar tener éxito. Él debe ser el Señor de
todo.”35

35 Bruce Barton, Biblia de Estudio del Diario Vivir, Pág. 1208.


34

4.2. Trasfondo

El Dr. Bruce Barton, comentando en la misma Biblia de Estudio del diario vivir habla
claramente del trasfondo que rodeaba al pueblo en medio de esta verdad bíblica:
“Después de que el templo fue reconstruido y se terminaron los muros, el pueblo se
entusiasmó al ver que las profecías pasadas se estaban cumpliendo. Pero pasó el tiempo,
y las profecías acerca de la destrucción de los enemigos de Dios y de la llegada del
Mesías no se cumplieron de inmediato. El pueblo se desalentó y se volvió apático en su
obediencia a las leyes de Dios. Esta apatía los llevó gradualmente al pecado flagrante, tal
como el matrimonio con idólatras. Esdras y Nehemías también se enfrentaron con estos
problemas años antes (Esdras 9, 10; Neh. 13:23-31).”36

4.3. Lo Sagrado del Matrimonio y de la Familia

Lo Sagrado del Matrimonio y la santidad de la familia nace del corazón de Dios.


Esto ocurrió en el principio de la creación de Dios, (ver génesis capitulo 2). Toda ley,
doctrina, pensamiento, costumbre o conducta que atente contra la unidad de esta
institución divina, es de origen satánico y conduce a un camino de muerte tanto en lo
personal como sociedad.

Las costumbres corrompidas son fruto de principios corruptos; y el que es falso con
su Dios no será sincero, bondadoso e integro con sus conciudadanos mortales. El que no
es sincero, fiel y amoroso con su esposa no lo será realmente con las otras personas ni
con Dios. Despreciando el pacto del matrimonio que Dios instituyó, los judíos despedían a
la esposa que tenían de su nación, probablemente para dar lugar a esposas extranjeras.
Considera a ella como esposa tuya; la tuya propia; la relación más cercana que uno tiene
en el mundo.

La esposa tiene que ser mirada, no como sierva, sino como compañera del marido.
Esta fue la intención del apóstol Pedro en su carta en 1Pe 3:7 “Vosotros, maridos,
igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y
como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo.”

Hay un pacto de Dios y con Dios, entre ellos, que no debe tomarse a la ligera. El
marido y la esposa debieran continuar hasta el final de sus vidas en santo amor y paz.
¿No hizo Dios una, una Eva para un Adán? Pero Dios podría haber hecho otra Eva. ¿De
dónde hizo Dios sólo una mujer para un hombre? Fue para que los hijos pudieran ser
hechos una descendencia que le sirviera a Él. Los maridos y las esposas deben vivir en el
temor de Dios, para que su simiente sea una simiente buena.

El Dios de Israel dijo que Él odiaba eliminar a las personas por su pecado, pero en
su santidad debía castigar el pecado de las personas. Dios en su amor les dice, que para
evitar ser consumido por el pecado, les aconseja que se resguarden en su espíritu, pues
ahí es donde comienza todo pecado. Los hombres hallarán que su mala conducta en sus
familias, brota del egoísmo que no toma en cuenta el bienestar y la dicha de los demás,
sino que por el contrario, andan conforme a sus propias pasiones y fantasías carnales. El
pueblo tenía cansado a Dios, porque en vez de arrepentirse y volver al Señor,
continuamente justificaban sus malas costumbres.

36
Bruce Barton, Biblia de Estudio del Diario Vivir, Pág. 1208.
35

Ellos pensaban que Dios podía ser amigo del pecado, por lo cual lo insultaban en
palabras y conductas y con estos se estaban engañando ellos mismos. Los burladores
dijeron: ¿Dónde está el Dios del juicio? Pero el día del Señor llegará.

4.4. Dios Denuncia el Doble Pecado del Pueblo en relación a la Familia

En el V. 2:10, Malaquías presenta su tercera disputa con una descripción general


de la infidelidad en Israel de unos contra otros. Esta disputa es una consecuencia de la
infidelidad del pueblo con su Dios. Este pecado también es una profanación del pacto con
Dios: el Padre y Creador de Israel (Deu. 32:6; comp. Isa. 27:11; 43:15; Jer. 31:9).
Malaquías condena dos pecados maritales paralelos, aunque no necesariamente
relacionados. El primero es el de los casamientos con paganos (11, 12; comp. Neh. 13:29,
donde los casamientos con extranjeros por los sacerdotes profanan el pacto del
sacerdocio, y el segundo es el divorcio basado meramente en alguna aversión o repudio
debido a una incompatibilidad (2:13-16).

En esta sección podemos ver que Dios condena el pecado de unirse a mujer
extranjera, violentando el pacto que Dios había hecho con sus Padres (o antepasados) en
cuanto a no unirse con mujer pagana, porque ellas les harían volver su corazón del Dios
vivo a la adoración de dioses paganos, extraños y muertos, lo cual era una infidelidad y
adulterio espiritual con respecto a Dios. Era idolatría o adulterio espiritual del pueblo con
respecto al verdadero Dios. Este pecado lo cometió el Rey Salomón y Dios en su santidad
tuvo que disciplinar al pueblo, al punto que costó la división del reino de Israel, lo cual
ocurrió después de la muerte del rey Salomón.

El matrimonio y la familia son santos a los ojos de Dios. ¿Por qué será que Dios
requiere que un casamiento tenga buenas bases antes de que él escuche la oración de
un esposo (1 Ped. 3:7; y Mat. 5:23, 24)? Malaquías da la respuesta: el casamiento no es
solamente un contrato, una relación de dos vías entre el esposo y la esposa, sino que es
un pacto, una relación de tres vías de responsabilidades y privilegios que incluyen a Dios
como testigo y Señor de ese pacto y ante quien la pareja debe rendir cuentas
permanentemente.

Malaquías expresa un punto de vista sobre el matrimonio que es radical


conceptualmente (identificando el matrimonio como un pacto entre el marido y la esposa).
Las demandas que coloca sobre el marido son iguales a las exigidas por nuestro Salvador
y los apóstoles del N.T. En realidad, esta perspectiva exaltada del matrimonio ha causado
que muchos intérpretes duden si Malaquías se refería a casamientos literales o no.
Algunos dicen que Malaquías sólo hablaba del matrimonio como una metáfora para la
relación de Israel con el Señor. Contra esto, sin embargo, está la observación de que en
todos los otros lugares donde las Escrituras mencionan esta metáfora Dios se presenta
uniformemente como el marido, no la esposa, como sería el presente caso. Otros
sugieren que la expresión y la mujer de tu pacto (2:14) simplemente significa una esposa
judía, eso es, una esposa que comparte el mismo pacto espiritual con el Señor como su
esposo. El punto de vista tradicional es que Malaquías se refiere a un matrimonio de
pacto y este es el que queremos recalcar, puesto que el mismo N.T. enfatiza que el
creyente no puede unirse en yugo desigual con los incrédulos (2 Cor. 6:14-16), pero al
mismo tiempo también enfatiza, que no debemos participar en el pacto de Cristo y
también participar de la mesa de los ídolos.

Los contemporáneos de Malaquías estaban afligidos pero al mismo tiempo se


sentían ofendidos porque Dios estaba rechazando sus ofrendas (Mal. 2:13) y estaba
36

sentenciando maldiciones producto de sus pecados. Este sufrimiento es debido a que


ellos ya no veían la bendición del Señor. Malaquías les sigue explicando su pecado y les
dice que Dios estaba siendo un testigo en contra de aquellos maridos que también
estaban siendo infieles a sus esposas. Ya que el matrimonio es un pacto, Dios espera que
la fidelidad al cónyuge sea comprar a la relación de uno mismo con Dios. Esta es la
analogía que el apóstol Pablo hace en el libro de los Efesios en cuanto a la relación de
Cristo con la Iglesia, así debe ser la relación entre el esposo y la esposa (Efesio 5:21-33).

Si hacemos una inferencia entre los versículos 2:13 y 2:14, Dios compara su altar y
su santuario celestial con la unión matrimonial entre el hombre y la mujer, indicando
claramente que en el hogar existe el santuario divino que podríamos definir como el altar
familiar y que continuamente debe arder con el amor de Dios y el amor humano y debe
mantenerse ardiendo con el fuego y la pasión del Espíritu Santo. “Guardaos en vuestro
espíritu.”

Creemos que Mal. 2:15a, hace una referencia a Gén. 2:24. Por lo cual sostenemos
que el matrimonios para Malaquías, era como un pacto entre Dios y la pareja judía debido
a que Dios mismos en los versículos compara ese pacto con su santuario (Mal. 2:11) y su
altar (Mal. 2:13), de ahí la insistencia de parte de Dios por medio del profeta de la
importancia de la tarea del marido, teniendo como modelo el casamiento de Adán y Eva,
lo que lleva al profeta a hacer las serias advertencias en los Mal. 2:15b y 16b.

Estas advertencias demuestran que para un marido infiel, el divorcio es un pecado


en contra de la propia vida de uno. La expresión “Guardad, pues, vuestro espíritu” puede
traducirse y “Por lo tanto, cuidado con vuestras vidas”, en otras palabras, el interés por la
vida de uno y la fidelidad con su esposa legítima, son directamente lo mismo. Este es el
significado que el apóstol Pablo enfatiza en Ef. 5:28. Esto sugiere la comunión profunda
de la vida que Dios efectúa entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio, según lo
establecido en Gén. 2:24. Interpretado de esta manera hay un parecido asombroso entre
la lógica de Mal. 2:15 y la enseñanza de Jesús en Mat. 19:5-9.

En Mal. 2:15, el profeta también declara que el Señor espera que el matrimonio
produzca una descendencia consagrada o un linaje escogido y santo para Dios y esto lo
indica con la expresión “semilla de Dios”. En la opinión de Malaquías el divorcio puede
haber frustrado este propósito en forma similar como los matrimonios con personas de
otras religiones, pecado que fue también confrontado en la época de Nehemías (Neh.
13:23-27) y Esdras (Esd. 10:3, 44). La expresión “semilla de Dios” refleja la figura
establecida en el v. 2:10 y 1:6 de Dios como nuestro único Padre, es decir, Dios como un
padre para su pueblo en virtud de sus actos redentores y el pacto, y sirve de contraste
intencional ante la frase, la hija de un dios extraño del v. 11. Este fue el plan y la promesa
de Dios cuando llamo a Abraham, sacarlo de su mundo y formar un pueblo que fuese el
pueblo de Dios, a través de un pacto.37

Dios sentencia claramente en Mal. 2:16, que el esta en contra del divorcio, 2:16
puede decir yo aborrezco el divorcio. Esta aparente condenación de todo divorcio parece
contradecir el punto de vista misericordioso del divorcio en Deu. 24:1-4. De igual manera,
un derecho más general al divorcio puede sugerirse en Deu. 22:19, 29, es decir, el
divorcio figurado entre Israel y el Señor en Jer. 3 y ciertos pasajes del NT (Mat. 1:19; 5:32;
19:8, 9; 1 Cor. 7:15). Pero sabemos que el propio Jesús lo aclaró en Mat. 19:6-9, por lo
tanto haciendo una inferencia de Mal. 2:16 podemos comprender el pasaje siguiente

37
Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 977.
37

manera: “Si un hombre siente odio y se divorcia, es decir, el divorcio meramente en base
a su aversión, incompatibilidad, deseos egoístas y caprichos, en vez de causa, como ser
una falta sexual, dice el Señor, Dios de Israel, él cubre su manto de violencia, es decir, se
contamina a sí mismo visiblemente con violencia; para este uso metafórico de manto
(véase Sal. 73:6; 109:18; Jer. 2:34) dice Jehová de los ejércitos. Por lo tanto, cuídese a sí
mismo y no sea infiel [en contra de su esposa].”. Se entiende entonces que el sujeto del
“aborrecimiento” es el marido que se quiere divorciar, en vez de ser Dios, pero realizado
por razones injustas es un crimen contra Dios y contra la esposa este verbo “aborrecer”
aparece frecuentemente en contextos matrimoniales, donde invariablemente alude a la
actitud del marido hacia su mujer (Gén. 29:31; Deu. 22:13, 16; Jue. 15:2).38

4.5. Conclusión

El matrimonio es la primera institución divina que Dios estableció y por lo tanto es


algo sagrado para Dios y por ende debe ser sagrado para nosotros. Dios espera que tanto
el hombre como la mujer, lo vean como un pacto delante de Él. Dios espera que el
hombre como cabeza espiritual del hogar cumpla su misión de ser profeta y sacerdote de
la familia y mantengan siempre el altar familiar encendido con el fuego del Espíritu Santo
por medio de la oración y la predicación de la palabra de Dios. Si cumple su rol como
profeta y sacerdote de Dios en el hogar entonces estará produciendo generaciones que
sean de impacto en el reino de Dios.

Preguntas de la Lección 4

1. ¿Quién instituyo la familia?


2. ¿Cuántos pecados denuncio Dios a su pueblo en cuanto a los esposo?
3. Según Malaquías ¿Por qué era pecado casarse con mujer que no pertenecía a
Dios?
4. ¿Para Dios que era el matrimonio entre un judío y su esposa israelita?
5. ¿Qué dice Dios que aborrece en esta lección?
6. ¿En que manda Dios a guardarse al esposo judío?
7. ¿Qué significa “Semilla de Dios”?
8. ¿Eres fiel a tu esposa en todas las áreas familiares?
9. ¿Mantienes el altar familiar encendido con la oración y el estudio de la palabra
de Dios?
10. ¿Estás levantando a tus hijos en los mandamientos de Dios?

38 Jamieson-Fausset-Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo Testamento, Pág. 977.
38

LECCIÓN 5

DIOS REPRENDE A LOS QUE PERVIERTEN LA JUSTICIA

Mal 2:17-3:5: “Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué
le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los
tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia? He aquí, yo envío mi
mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el
Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí
viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida?
¿O quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego
purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque
limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová
ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los
días pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto
testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan
en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero,
no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.”

5.1. Introducción

En las lecciones anteriores, hemos analizado el amor demandante de Dios,


exigiendo que le sea correspondido en temor, honra, fidelidad y obediencia a Dios, los
cuales han sido ignorados por su falta de amor y comprensión de la naturaleza de Dios.
En esta lección se contrasta la justicia de Dios y la injusticia del pueblo, debido al pecado
de rebeldía de parte del pueblo de cuestionar la Naturaleza Santa y Justa de Dios. Dios
debido a su naturaleza soberana como Juez Justo, llama siempre a su pueblo a que
practique la fidelidad y la justicia. Esto se muestra por toda la Biblia: Jer. 7:1-15; Jer.
22:13-17; Ose. 8:1-14; San. 1:27; San. 5:1-6.

La sección bíblica de esta lección, comienza con la acusación clara en Mal. 2:17a:
“Vosotros cansáis a Jehová…”, la gente responde, según la costumbre que el profeta
viene narrando (ver 1:2, 6,7; 3:8, 13) con una pregunta: ¿En qué le cansamos? Es el
estilo de las disputas. Parte de la respuesta es: “con vuestras palabras” (v. 17b). En la
época de Malaquías se acostumbraba usar palabras que pervertían la verdad y la justicia,
que declaraban las actitudes, el estado espiritual mediocre de su corazón que los llevaba
no solo a menospreciar a Dios, sino a cuestionar su naturaleza santa y justa. El pueblo
comentaba públicamente que la gracia de Dios obraba en favor de los malvados,
ignorando a su vez a los justos. Con hipocresía y una actitud rebelde, llegaron a
preguntar: “¿Dónde está el Dios de la justicia?” Así cuestionaban el gobierno moral y el
justo juicio de Dios en el mundo.

5.2. Trasfondo de la lección

El pueblo comenzó a dudar de la naturaleza de Dios al dudar de su amor y de su


justicia (Mal 1:2 y 2:17), lo que comenzó a generar que el pueblo le comenzara a perder el
temor y el respeto a Dios, dejándose desenfrenar por la maldad del pecado de su
corazón. El pecado comenzó a destruir la vida espiritual del pueblo. El mal parecía
florecer sin límite, se dudaba del valor de la verdadera adoración, lo que generaba que se
ofreciera a Dios, menos que lo mejor. Al no creer en la justicia y en la gloria de Dios, se
ofrecía a Dios, lo más vil y lo de menos calidad, y esta era la demanda en Mal. 1:14 a
pesar que tenían de lo mejor en su ganado. El no darle lo mejor a Dios, es ignorar la
39

honra y la justicia de Dios. Es creer que Dios no tiene el poder ni el deseo de bendecir a
su pueblo. El pueblo realizaba quejas cínicas aunque un pudieran ser lógicas desde su
perspectiva.39

Después de un tiempo del exilio en Babilonia, la población había regresado a la


tierra prometida, el templo había sido reconstruido, la ley había sido levantada; el pueblo
se había restaurado como sociedad y se habían establecido en su tierra. Pero, ¿qué
había pasado con la promesa de la restauración de la prosperidad, prominencia y riqueza
internacionales que los profetas de Dios habían anunciado? (Hag. 2; Zac. 1:16-17; Zac.
2:8-9). Otros profetas habían prometido que Dios volvería a Jerusalén y a su templo,
donde habitaría con su presencia gloriosa (Zac. 1:16-17; Zac. 2:4, Zac. 2:10-13; Zac. 8:3-
13; Hag. 2:9; Eze. 1 y 10). Al parecer esta fue una de las razones por el que el pueblo
cuestionaba a Dios.

5.3. La Injusticia del Pueblo

Edesio Sánchez comentando sobre Mal. 2:17 afirma que: “se muestra una vez más
(ver Mal. 1:6-8) la perspectiva equivocada de la comunidad judía en los tiempos de
Malaquías. El pueblo y sus líderes quieren obligar a Dios a amoldarse a un esquema de
valores que les convenía a ellos. A lo malo que hacen, quieren que Dios les dé su sello de
aprobación, es decir, tenían la misma actitud y conducta que Dios había condenado a
través del Profeta Isaías en Isa. 5:20 “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno
malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce,
y lo dulce por amargo!”. Este es el tipo de idolatría más sutil que puede darse y es, a la
vez, muy difícil de reconocer. Cuán fácil es descubrir y señalar los dioses falsos de
quienes consideramos incrédulos o paganos; pero qué difícil se nos hace llamar idolatría
a nuestras constantes luchas por hacer que Dios se amolde a nuestras propias
ideologías, doctrinas, egoísmos, sexismos y racismos.”40

El profeta Malaquias hace una acusación seria contra el pueblo en Mal. 2:17.
“cansar a Jehová” es la misma demanda que Dios les hace a través del profeta Isaías
43:22-24. Este versículo en Malaquías 2:17 forma la transición al 3:1-5. Los judíos
escépticos de aquel día dijeron en forma indirecta que Dios se deleitaba en los
malhechores y castigaba al justo, según ellos, debido a la prosperidad que ellos veían de
los pueblos paganos de alrededor, mientras que ellos, los judíos, comparativamente no
eran prósperos. Por este pensamiento es que Dios les había dicho que observaran la
condición del pueblo de los edomitas y las comparara con las de ellos. Por ignorar la
justicia de Dios declarada por los profetas (Fallos de los sacerdotes infieles de enseñar la
palabra de Dios) hacia que se les olvidara que su atención a los deberes menores y
externos no compensaban su descuido de los deberes más graves de la ley; por ejemplo,
la obligación que tenían hacia sus esposas, tratada en la lección anterior.

En vez de revisarse, arrepentirse y aceptar las consecuencias de sus pecados por


ser infiel a Dios, Infiel a su pacto e Infiel a sus esposas, y la falta de una entrega sincera a
la adoración y obediencia a los mandamientos de la ley de Dios; comenzaban a
cuestionar la justicia de Dios, cuando se preguntaban ¿Dónde está el Dios de Justicia?,
porque según ellos eran fieles en algunas cosas, sin embargo, ellos se estaban olvidando
de lo más importante que era la de una verdadera entrega de sus propias vidas a Dios, en
obediencia absoluta a los mandamientos de Dios.

39 Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Pág. 283.


40
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Pág. 283.
40

Era la misma situación de hipocresía y ceguera espiritual que tenían los sacerdotes
y líderes del pueblo judío en la época de Cristo en Mateo 23:23-29 “¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis
lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin
dejar de hacer aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! ¡Ay de
vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato,
pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de
dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por
fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de
muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis
justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.”

Ante la pregunta hipócrita del pueblo, la repuesta de Dios es la dada en el versículo


siguiente en Mal. 3:1 “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante
de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del
pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”

La expresión del profeta en 3:1: “El Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del
pacto” se refiere a que el Señor viene como mensajero del pacto, o sea, es el divino
ratificador del pacto de Dios con Israel, a quien vosotros deseáis, es decir, en quien
ustedes están esperando porque piensan que él restaurará a Israel a su propio lugar
como la primera de las naciones. Dios les dice que “repentinamente vendrá,” no como
restaurador temporal de Israel, sino como un Juez consumidor contra Jerusalén (Amo.
5:18-19, Amo. 5:20). La expresión “repentinamente” (significa “luego” en nuestra Versión
Española) sugiere la falta de preparación espiritual de parte del pueblo por no vivir en la
verdadera justicia de Dios.

El pueblo esperaba, lamentablemente, hasta el fin del sitio, aún libertador temporal,
mientras que un juicio destructor iba a consumirlos. Así será la indiferencia y apatía
espiritual reinante antes de la segunda venida de Cristo. El entonces vendrá repentina e
inesperadamente, también como Juez consumidor para los incrédulos (2 Ped. 3:3-4).

5.4. La Justicia de Dios condena el Pecado

El pueblo se consideraba justo delante de Dios, porque obedecía algunas cosas


con respecto a la ley, pero en lo más importante, deshonraban a Dios y desobedecían su
ley, lo que los llevaba a presentar una falsa adoración al Dios Justo. El pueblo comenzó a
dudar de la justicia de Dios, porque no querían arrepentirse de sus pecados y ver la
disciplina que Dios estaba realizando en medio del pueblo. Ellos comenzaron a clamar
¿dónde está el Dios de Justicia? por creerse justo desde su propia perspectiva, al punto
que ellos comenzaron a decir, que querían que venga un profeta, que venga un
mensajero o el ángel, que venga el Mesías para que haga validar su pacto con nosotros,
porque Dios no nos está bendiciendo como meremos. Pero Dios les responde con la
expresión: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y
vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a
quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá
soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste?
Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar
y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a
plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y
de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a
41

vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que
juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los
que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.”

Dios les responde de una forma, que no les puede quedar más clara de ver el
pecado de infidelidad e injusticia que estaban cometiendo contra Dios. Cuando somos
incapaces de descubrir que nuestra adoración al verdadero Dios es inconsistente con
nuestras prácticas de injusticia, fraudes y engaños, entonces hemos caído en la idolatría.
Dios les responde que el mensajero que están esperando para confirmar el pacto de
Jehováh con su pueblo, era un mensajero de Juicio e iba a limpiar al pueblo y a la tribu de
Leví. Dios hace resplandecer su justicia por medio del profeta Malaquías ante la
acusación del pueblo judío, cuando les anuncia el castigo por sus pecados sino se
arrepienten, pero al mismo tiempo, Dios les promete a aquellos que temen su nombre y
son obedientes a su pacto, que sobre ellos amanecerá el “Sol de Justicia”, Mal. 3:1-2:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los
que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de
los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a vosotros los que teméis mi nombre,
nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como
becerros de la manada.”

Dentro de la acusación del profeta, se ofrece una puerta de salida para vivir de
acuerdo a la voluntad de Dios: la “limpieza,” y el “quebrantamiento.” Solamente a través
de la prueba (el oro y la plata se “refinan” con fuego) y del quebrantamiento (Isa. 6:5-7)
podemos llegar a ser libres para adorar y servir al Señor (Isa. 6:8; Sal. 15; 24)41. Esta
limpieza y purificación es una obra de dimensiones divina que solo Dios puede hacer por
medio del fuego del Espíritu Santo. Esta es la idea que quiere que entienda los cristianos
por escritor de Hebreos en todo el capitulo 12, sobre la disciplina y el castigo del Señor
para a sus hijos como fuego consumidor con el propósito de limpiarnos y participemos de
su Santidad.42

Dios desde la época de Hageo, venida tratando con el pueblo para que
construyese y adornase la casa de Dios, y al parecer esta lucha se mantuvo hasta el
profeta Malaquías. El templo en los días de Malaquías estaba desprovisto de toda gloria y
de toda manifestación de Dios, como consecuencia de su pecado, Pero el profeta les
declara en su momento, que no siempre será así: “…He aquí yo envío mi mensajero, el
cual preparará el camino…Y luego, repentinamente, vendrá a su templo el Señor…” pero
solo traerá limpieza y salvación para los que se arrepienten de sus malos caminos y
practican la justicia de Dios, pero también consumirá con su fuego a los malos. Esto se
comenzó a cumplir con la primera venida de Cristo, cuando fue presentado el niño Jesús
en el templo a Simeón y habló de él como el que había venido para ser “luz para los
gentiles y gloria de tu pueblo Israel” (Luc. 2:32). En el cumplimiento del tiempo llega el
Mesías y vemos la gloria de Dios en la persona de Jesucristo (Juan 1:14 y Gálatas 4:4).

El pueblo estaba cuestionando la justicia de Dios y estaban demandando la venida


del Mesías o un mensajero que revalidara el pacto con Dios, sin embargo para su
sorpresa, por su ceguera espiritual debido a su pecado, Dios les dice que les iba a enviar
a un mensajero que prepara la venida del Mesías y luego de repente vendría el cristo a su
templo pero les dice que vendría para realizar en Judá y Jerusalén una ofrenda grata en
justicia a Dios, pero que también vendría en juicio contra los pecadores, hipócritas,

41 Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Pág. 283.


42 A. B. Simpson, El Poder de lo Alto, Pág. 369.
42

mentiroso y farsantes que defraudan a su prójimo y al Dios vivo, como se los dice claro en
Mal. 3:4-5: “Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días
pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto
testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan
en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero,
no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.”

5.5. La Justicia de Cristo

En Mal. 3:1, hay dos mensajeros. El primer mensajero, entendemos por lo general,
que se refiere a Juan el Bautista, esto está confirmado en los evangelios de Mat. 11:10;
Luc. 7:27. El segundo mensajero es Jesús, el Mesías, para quien tanto Malaquías como
Juan el Bautista prepararon el camino.

El profeta y el pueblo han hablado en 2:17, por lo tanto debemos entender que los
versículos del 3:1-5 son palabras de Jehová mismo. Sobre el “mensajero y el ángel del
pacto.” (v. 3:1a-b) que Dios envía, el señor espera que haya, una certidumbre absoluta y
divina: ¡He aquí que viene! (3:1c). Así dice Jehová de los Ejércitos (3:1d). Pero este
acontecimiento que viene producirá juicio caracterizado con figuras de limpiamiento y
purificación esto debido a la expresión de fuego purificador y jabón de lavadores; que
aparece en Mal. 3:2c), Estas figuras apuntan que es limpieza y santificación para los
justo, realizando un proceso de transformación y nueva criatura en los arrepentidos, pero
viene como juicio consumidor para el malo.

Las primeras palabras de Mal. 3:1-2 son respuesta para los escarnecedores de
aquella época. Hay aquí una profecía de la aparición de Juan el Bautista, el cual es el
heraldo de Cristo, pero no es el ángel del pacto. Este mensajero solo le preparará el
camino a Mesías, como heraldo de Cristo, procurando llamar a los hombres al
arrepentimiento.

El Mesías es el segundo mensajero. Es llamado El ángel del Pacto y ha sido


llamado desde hace mucho tiempo, “El que debe venir” y ahora vendrá dentro de poco. Él
es el Mensajero del pacto. Aquí radica una de las características importantes del libro de
Malaquías, ya que el propio Malaquías es llamado mensajero de Dios (1:1), los
sacerdotes son llamados mensajeros de Jehová (2:7), el profeta anunciado Elías el cual
se cumplió con la persona de Juan el Bautista, también es llamado mensajero (3:1) y el
Mesías anunciado es llamado “el Ángel del Pacto,” que para indicar su significado es
bueno citar al W.E. Vine en su diccionario exhaustivo dice en cuanto al significado de la
palabra ángel: “Ángel: en Hebreo mal`ak (4397), “mensajero; ángel”, En ugarítico,
arábico y etiópico, el verbo le’ac significa “enviar”. Aun cuando en el Antiguo Testamento
hebraico, se puede percibir la relación etimológica con mal`ak. Es más, el Antiguo
Testamento usa el vocablo “mensaje” en Hag. 1:13 (RVA), término que incorpora el
significado de la raíz le’ac, “enviar”. Otro nombre derivado de la misma raíz es mel’aca,
“trabajo”, que aparece 167 veces. El nombre Malaquías (malachi), literalmente “mi
mensajero”, se basa en el nombre mal`ak.”43

Por lo tanto, por lo antes dicho y junto al significado que da Mathew Henry en su
comentario bíblico44 podemos inferir que el significado del “el Ángel del Pacto,” es “el

43 W.E. Vine, Diccionario Expositivo Exhaustivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, Pág. 19.
44
Mathew Henry, Comentario de la Biblia por Francisco Lacueva, Pág. 1060.
43

Mensajero del Cielo,” o “el Mensajero Celestial.” En la última lección de este comentario,
hablaremos sobre la importancia de este significado.

El templo en la época de Malaquías y así fue hasta la época de Cristo, no tenía el


arca del pacto donde estaban los querubines de gloria y del pacto y el propiciatorio donde
se derramaba la sangre para la redención de los pecados del pueblo. El arca del pacto
había desaparecido con la destrucción del templo de Jerusalén por el rey Nabucodonosor,
esto debido como castigo de Dios por su pecado, puesto que Israel había fracasado en su
pacto con Dios. El profeta Jeremías les anuncia que Dios iba a traer un nuevo y mejor
pacto debido a su incapacidad de cumplir con el primer pacto.

Dios les recuerda a través del profeta Hageo, que llenaría de Gloria la casa de Dios
con una gloria mayor que la que había tenido en el primer pacto. Pero esta gloria vendría
con la llegada del Mesías y no antes, con el cual se establecería un pacto con mejores y
mayores promesas que el anterior. El primer pacto de Dios con su pueblo Israel era solo
una sombra de lo que sería el segundo pacto de Dios lo cual viene por medio del Cristo. A
esto es que se refiere Dios, por medio de Malaquías cuando anuncia que viene el “Ángel
del Pacto,” que se expresa en Mal. 3:1.

El señor Jesucristo es el Mesías y el ángel del pacto establecido sobres mejores y


mayores promesas, la cual se cumplió con su muerte y resurrección y le ofrece al hombre
de cualquier nación la salvación de sus pecados y vida eterna en el reino de Dios.

Quienes buscan a Jesús y le reconocen como el Señor y Salvador de sus vidas,


encontrarán la salvación y el gozo de una vida abundante. El Señor Jesús prepara el
corazón de los pecadores por el ministerio de su palabra y la convicción de su Espíritu,
para hacer de ese corazón templo y morada de Dios, (1 Cor. 3:16). Él entra en el corazón
de la persona, como el Mensajero de paz y consuelo con la finalidad de producir una vida
abundante y plena (Juan 10: 10b; Apo. 3:20).

Cristo es “el sol de Justicia” que el propio Malaquías anuncia en el 4:2: “Mas a
vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá
salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.”

Cristo viene a limpiar y purificar a su pueblo de sus pecados y por medio de su


perfecta justicia, obrar una ofrenda justa, limpia, santa y grata para Dios su Padre. El
papel de Cristo es presentar perfectos en Él, a todos los creyentes para gloria de Dios
Padre. Este es verdadero sacrificio y el verdadero sacerdocio, los frutos de labios que
confiesan su nombre. La Biblia dice que todos lo que hagamos debemos hacerlos en el
nombre de Jesús y para la gloria de nuestros Dios (Col 3:23).

Cristo es la perfecta justicia de Dios, y Dios desea que seamos Justicia en Él (2


Cor. 5:21). Cristo viene como el Justo a pagar por los injustos para llevarnos a Dios (2
Cor. 5:21), por lo tanto Cristo viene como el cordero de Dios que quita el pecado del
mundo (Juan 1:29), así como también, viene como Rey, Maestro, Señor y Juez. Por lo
tanto viene también en juicio para quitar las inmundicias de su pueblo arrepentido. Esto
fue lo que quiso decir Juan el Bautista de Cristo, sobre que Él bautizara en el Espíritu
Santo y Fuego (Luc. 3:16). Cristo viene a la vida del Justo para limpiar, purificar y
santificar al arrepentido de sus pecados, pero viene también en juicio para castigar al no
arrepentido. Cuando Cristo viene a morar en nuestras vidas por el Poder del Espíritu
Santo, oiremos siempre en nuestros corazones las perfectas demandas de su Justicia que
44

nos dice “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y
fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mat. 5:20).

El comentario de Mathew Henry afirma muy acertadamente en cuanto a la justicia


de Cristo: “Ningún hipócrita o formalista puede soportar su doctrina o comparecer ante su
tribunal. Cristo vino a distinguir entre los hombres, a separar entre lo precioso y lo vil. Se
sentará como un refinador. Cristo, por su evangelio, purificará y reformará su Iglesia, y por
su Espíritu obrando con ella, regenerará y limpiará las almas. Quitará la escoria de ellas.
Apartará sus corrupciones que invalidan e inutilizan sus facultades. El creyente no tiene
que temer la prueba feroz de las tentaciones y aflicciones por la cual afina su oro el
Salvador. Él cuidará que las pruebas, no sean más fuertes ni más larga que lo necesario
para su bien.”45

La Biblia dice que Dios nos ira transformando a la imagen de su hijo Jesucristo,
siendo llevados de gloria en gloria (2 Cor. 3:18). Cuando somos purificados por Dios, a
través de las pruebas, entonces la imagen y el carácter de Cristo en nuestra vida, será
cada vez más claro para los que nos rodean. Dios dice que sus líderes (aquí los levitas)
deben estar especialmente dispuestos a pasar por el proceso de purificación y
santificación de sus vidas. Esto es lo que el apóstol Pablo quiere decir en Romanos 8:28-
29: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también
los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea
el primogénito entre muchos hermanos.”

Dios dice que el no permitirá que seamos tentados mas de lo que podamos
soportar por lo tanto el fin de la prueba en el justo será muy diferente en la vida del justo
que en la del impío. Cristo hará aceptos (a los justos) intercediendo por ellos ante el
Padre Celestial. Donde no hay temor de Dios no se debe esperar nada bueno. El mal
persigue a los pecadores. Dios es inmutable y esta comprometido con su Santidad y su
Justicia. Aunque la sentencia contra las malas obras no sea ejecutada pronto, sin
embargo, llegara el momento en que si se ejecutara. El Señor es tan enemigo del pecado
como siempre. Todos nos podemos y debemos aplicarnos lo que dice Mal. 3:6 en donde
está la expresión dada por Dios mismo: “Yo Jehová no cambio,” y les dijo al pueblo de
Malaquias (y también a nosotros) que por eso no habían sido consumidos en sus
pecados, ya que el por pura paciencia y misericordia les estaba dando tiempo para que se
arrepintieran y volvieran a su Dios.

Porque tenemos que ver con un Dios que no cambia, es que no somos consumidos
por nuestros pecados; porque sus misericordias no fallan, pero si no nos arrepentimos,
Dios en su Justicia nos tendrá que castigar y disciplinar. “No erréis Dios no puede ser
burlado, lo que el hombre sembrare esto segara” (Gal. 6:7).

Dios invita al pueblo, a que vean su verdadera justicia porque por medio de su
mensajero (Juan el Bautista) y el ángel del pacto (El señor Jesucristo), Dios traería tanto
salvación, santificación y avivamiento para los que se arrepintieran, a si como también
traería juicio a todo aquel que no se apartara de sus pecados, lo asombroso es que Dios
mismo como juez, afirma en el texto que estudiamos, que Él mismo seria un testigo en
contra de ellos, en el día del juicio y de la visitación de sus mensajeros, por que sus ojos
habían estado contemplando su mal proceder, expresando con sus propias vidas que no
tenían el temor de Dios.

45 Mathew Henry, Comentario de toda La Biblia de UNILIT, Pág. 747.


45

5.6. Conclusión

Dios es Justo y Santo y no puede tolerar el pecado, por lo tanto castigará al malo
por sus necedades pero bendecirá al justo por su fidelidad. Si comenzamos a dudar de la
Justicia y la Santidad de Dios comenzaremos a perder el temor de Dios y dejaremos de
adorarlo con pureza espiritual que Él desea. Cuando su pueblo pierde el temor del Señor
y deja de honrarlo con su vida, Dios lo disciplinara para que vuelva a Él en
arrepentimiento. Dios limpiara y purificará a su pueblo para santificarlo y pueda tener la
capacidad de exhibir la Justicia de Dios. Dios siempre usa a sus mensajeros para llamar
al pueblo al arrepentimiento. Dios desea que sus ministros le mantengan siempre un
corazón puro y dispuesto a adorar a Dios con todo su ser.

Preguntas de la Lección 5

1. ¿Qué aspecto de la naturaleza de Dios estaba cuestionando el pueblo en


Malaquías?
2. ¿Qué hará Dios como Juez con los que no se arrepienten?
3. ¿Por qué el pueblo estaba cometiendo pecado y no querían arrepentirse?
4. ¿Qué revelación presenta Dios de si mismo en esta lección?
5. ¿Cuántos mensajeros anuncia Dios en aquel Día?
6. ¿Quién es el primer el mensajero y que haría?
7. ¿Quién es el segundo Mensajero y que haría?
8. ¿Qué revelación hay de la persona de Cristo en esta Lección?
9. ¿Qué significa que Dios es Fuego purificador y jabón de lavadores y que es lo
que afinaras?
10. ¿Estás tú exhibiendo la justicia de Dios?
46

LECCIÓN 6

DIOS NOS LLAMA A QUE LE HONREMOS

Mal. 3:6-12. “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido
consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las
guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros
me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y
ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al
devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril,
dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque
seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.”

6.1. Introducción

En las lecciones anteriores hemos estudiado que Dios ha reprendido tanto a los
sacerdotes como al pueblo y en donde Dios decretó dos maldiciones por su pecado pero
también les dijo que si volvían arrepentido Él les perdonaría. Por cuestionar su naturaleza
de Justicia, Dios los reprende y les anuncia la venida de sus mensajeros, quienes tienen
la responsabilidad de preparar el corazón de su pueblo y limpiarlos de sus maldades para
que vuelvan a Dios. En Esta presente lección desarrolla la invitación que Dios hace a su
pueblo de regresar a Él restableciendo la comunión con Dios y llamándolo a honrar
debidamente a Dios. El llamado de Dios hacia su pueblo es en base a su naturaleza
inmutable misericordiosa pero también justa y santa que lo lleva a denunciar el pecado.

6.2. El Regreso a Dios

En los versículos de Mal, 3:6-7: “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de
Jacob, no habéis sido consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado
de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho
Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?”

En el capitulo anterior, estudiamos la porción bíblica de Malaquías en 3:1-5, en la


cual Dios anunciaba su mensajero (Juan el Bautista) y su ángel del pacto (El Mesías
Jesucristo) con la finalidad de que el pueblo se arrepintieran de su mal proceder de su
vida de pecado y de injusticia delante de Él y se volverán en un verdadero
arrepentimiento.

Dios es Amor, es Santo, es Justo y también es fuego consumidor. La gloria es de


Dios y es celoso con ella, por lo que Dios siempre demandara que le demos la honra
debida a su nombre. Las personas que tienen temor de Dios son los primeros en
obedecer a Dios y los primeros en honrar su nombre y andar en santidad delante de Dios.
Donde no hay temor de Dios no se debe esperar nada bueno. Si alguien pierde el Temor
de Dios, no hay nadie que lo frene.

El Dr. David Wilkerson dijo en su artículo “Las moradas de Dios”, que una de las
evidencias de los falsos profetas, en los últimos tiempos, es la falta del temor de Dios en
las predicaciones. El mal persigue a los pecadores. Dios es Santo y justo y no puede
47

pasar por alto el pecado. Aunque la sentencia contra las malas obras, no sea ejecutada
pronto, sin embargo, llegara el momento en que si se ejecutara. El Señor es tan enemigo
del pecado como siempre. Todos estamos llamado a vivir en santidad sin la cual nadie
vera al señor. Dios invita al pueblo, a que vean su verdadera justicia porque por medio de
su mensajero (Juan el Bautista) y el ángel del pacto (El señor Jesucristo), Dios traería
tanto salvación, santificación y avivamiento para los que se arrepintieran, a si como
también traería juicio a todo aquel que no se apartara de sus pecados, lo asombroso es
que Dios mismo como juez, en Mal 3:2-5, que Él sería un testigo en contra de ellos, en el
día del juicio y de la visitación de sus mensajeros, porque sus ojos habían estado
contemplando su mal proceder, expresando con sus propias vidas que no tenían temor de
Dios.

Dios viene a su pueblo en avivamiento y en juicio. Cuando su pueblo le pierde el


temor a Dios, comienzan a ser cosas que ofenden el nombre y el rostro de Dios. Muchos
cristianos que andan en desobediencia, no creen que Dios los veas cuando cometen sus
faltas, ni que Dios conozca el estado de sus corazones. Piensan que si los ve y no los
detiene es porque todo está bien. Pero realmente Dios si nos ve y aunque Él no nos
detenga, si la Biblia dice que es pecado entonces lo es. Dios lo ve y cuando se le enfrente
en el juicio él se les presentara como un testigo en su contra. Eso nos debería hacer
temblar, las cosa que hemos escondido por largo tiempo de los ojos ajenos, no han sido
hechas en secreto con respecto a Dios.

En Mal. 3:6 esta la expresión dada por Dios mismo: “Yo Jehová no cambio,” y les
dice que por eso no habían sido consumidos en sus pecados, ya que Él por pura
paciencia y misericordia les estaba dando tiempo para que se arrepintieran y volvieran a
su Dios. Porque tenemos que ver con un Dios que no cambia, es que no somos
consumidos por nuestros pecados; porque sus misericordias no fallan, pero sino no nos
arrepentimos, Dios en su Justicia nos tendrá que castigar y disciplinar. “No erréis Dios no
puede ser burlado, lo que el hombre sembrare esto segara” (Gal. 6:7).

Dios quiere derramar un avivamiento en medio de su pueblo. Citando al Dr. Henry


T. Blackaby en su libro la santidad, el afirma que: “El termino avivar, significa “hacer volver
a la vida”. Las personas que están perdidas no pueden ser avivadas, porque nunca han
tenido vida. Primero tienen que ser salvas, tienen que despertar a la realidad de que están
perdidas. El avivamiento es una obra que Dios hace de manera exclusiva en los suyos.
Cuando la vida de Dios se ha marchado de su pueblo, y nos contentamos con vivir sin la
manifestación de su presencia, satisfechos semanas tras semanas sin evidencia alguna
de la presencia ni el poder de Dios, entonces necesitamos un avivamiento. Necesitamos
que la vida regrese a nosotros. Para esto tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados
y volver a Dios, entonces Dios vendrá a nosotros con su vida y su presencia. Debemos
hacerlo pronto antes que Dios venga en juicio contra nosotros.”46

El llamado de Dios en toda la Biblia es que su pueblo tenga una relación continua
de amor con Dios. Una relación de amor eterna con Dios. Una comunión ininterrumpida
con Dios. El pueblo de Dios en la época de Malaquías se había apartado del Señor. Por
eso es la expresión del llamado de Dios en Mal. 3:7b: “…Volveos a mí, y yo me volveré a
vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos…”

Es el llamado de Dios por todas las sagradas escrituras: “a todos los sedientos
venid a las aguas, comprad y comed sin dinero…” (Isaías 55:1). “Inclinad vuestro oído, y

46 Henry T. Blackaby, La Santidad, Pág. 10.


48

venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias
firmes a David” (Isaías 56:3). Jesús nos hace una invitación en mateo 11:28: “Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”

Dios llama al incrédulo o inconverso a que se arrepienta de sus pecados y se


convierta al Señor Jesucristo para su salvación eterna, pero al cristiano le dice
continuamente a que permanezca en una relación continua de amor con Cristo. Dios
quiere que su pueblo crezca en una relación intima de amor con Él. Jesús les dijo a sus
discípulos que permanecieran en Él, en Juan 15:4-5: “Permaneced en mí, y yo en
vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid,
así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el
que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada
podéis hacer.”

El nuevo Testamento esta lleno de este llamado de Dios a que su pueblo viva en
una total dependencia y relación de amor con Él: “Seguid en pos de mi” dijo el Señor, El
apóstol Pablo les dijo a la Iglesia de Colosenses en Col 2:6-7 “Por tanto, de la manera que
habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y
confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de
gracias.”

Este llamado, fue lo les quiso decir Santiago, a los cristianos inconstante en su
epístola Sant. 4:7-10 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros
los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra
risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os
exaltará.” El libro de Apocalipsis también hace este llamado en Apo. 22:17: “Y el Espíritu y
la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera,
tome del agua de la vida gratuitamente.”

6.3. Dios Invita a que le Honremos

Dios había reprendido primero a los sacerdotes por su pecado de menosprecio al


altar del Señor, a la falta de Integridad y santidad ofreciendo pan inmundo en la mesa del
Señor, a la deshonra del nombre de Dios y la falta de una sincera de adoración a Dios
ofreciendo lo mejor de sus vidas para Dios. Luego Dios procedió a reprender al pueblo por
su falta de compromiso con el pacto de Dios, falta de compromiso con sus esposas y sus
familias y también los reprendió por sus injusticias y tener la osadía de cuestionar en su
naturaleza santa, la justicia de Dios.

Dios los reprende por todo esto y los llama a arrepentirse de sus pecados, a honrar
su santo y glorioso nombre y los invita a venir a Él, con la promesa segura que Él se
volvería a ellos (Mal. 3:6-7). Luego que los invita a que vengan a Él en arrepentimiento
para producir un nuevo avivamiento, El pueblo rechaza el volverse a Dios en
arrepentimiento en Mal 3:8. La actitud de la pregunta del pueblo en repuesta al llamado de
venir a Dios en Arrepentimiento, fue de actitud desafiante y obstinación ¿En que hemos
de volvernos? (Mal. 3:7), queriendo no reconocer sus pecados y no darse cuenta que tan
lejos estaban de Dios. Un pueblo que menospreciaba el nombre del señor, su altar, su
mesa y aun de su justicia, dudando en sus corazones que no valía la pena de servir y
obedecer al Dios Justo, era natural que le no le dieran del fruto de sus esfuerzos, de sus
recursos materiales ni de lo que frutos de sus cosechas. Realmente habían dejado de
49

honrar a Dios en sus corazones y necesitaban volver a Él. El pueblo le estaba robando la
Honra y la Gloria a Dios.

Dios les denuncia que le han robado: “¿Robara el hombre a Dios?” es una
afirmación que busca que el pueblo reflexione y reconozcan que le han robado la honra y
la gloria a Dios. Más que dinero, más que sacrificios y ofrendas, el pecado comenzó
cuando el pueblo se negó a dar la honra debida al Señor. Esto se ve en el contexto de
todo el libro en el Capitulo 1: 10-14; 2: 1-2; lo demás de robarle en cosas materiales es
una consecuencia de que nuestra relación con Él, no esta basada, en una verdadera
adoración en espíritu y en verdad. Debido a la actitud hipócrita de parte del pueblo, Dios
les declara la tercera maldición en el V. 3:9: “Malditos sois con maldición, porque
vosotros, la nación toda, me habéis robado.” En la sección de Mal. 3:8-12 se presentan
algunos puntos que haremos bien en desarrollarlos en sub-puntos.

6.3.1. Dios demanda su Honra

Esto se ve en las expresiones: “¿Robara el hombre a Dios?” “La nación toda me ha


robado.” Ya hemos dicho que esto no se refiere tanto a la consecuencia de robarles el
diezmo y las ofrendas, o a los sacrificios de los mejores animales; sino que la demanda a
punta a la causa que genera el robo de las cosas materiales. La demanda es que le han
robado la honra debida a su nombre. Esto se ve a lo largo de todo el libro: “El hijo honra al
padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy
señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que
menospreciáis mi nombre” (Mal. 1:6); “En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y
dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es
despreciable” (Mal 1:7). “Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es
malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a
tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos” (Mal
1:8). “Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero
¿cómo podéis agradarle (Honrarle), si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos”
(Mal. 1:9). “¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de
balde? Yo no tengo complacencia (honra) en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de
vuestra mano aceptaré ofrenda” (Mal 1:10). “Porque desde donde el sol nace hasta donde
se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre
incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de
los ejércitos” (Mal. 1:11) “Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la
mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable” (Mal 1:12). “Habéis
además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis (me deshonráis), dice Jehová
de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda.
¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová” (Mal. 1:13). “Maldito el que engaña (el
que deshonra), el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo
dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible
entre las naciones” (Mal. 1:14).

También se ve en la expresión de Mal. 2:1-2. “Ahora, pues, oh sacerdotes, para


vosotros es este mandamiento. Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi
nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré
vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”

El sabio Salomón dijo en sus escritos de proverbios que debemos honrar a Dios,
con lo mejor de las riquezas que tengamos y de los primeros frutos que logremos en Pro.
50

3:9.10: “Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán
llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.”

Si queremos honrar a Dios debemos darles nuestros diezmos, ofrenda y las


primicias de nuestro trabajo y esfuerzos. Cuando le diezmamos a Dios del fruto de
nuestros trabajos, cuando le damos de las primicias de nuestros frutos y logros, cuando le
damos de nuestras ofrendas para Dios y su obra, entonces le estamos dando a Dios la
honra y la gloria por su misericordia y estamos reconociendo que lo que tenemos y lo que
alcanzamos, es por la pura gracia de Dios.

6.3.2. Dios condena a los que le Roban sus Diezmos y sus Ofrendas

El pueblo en la época de Malaquías, se negaban a dar el principal lugar que Dios


espera tener en la vidas de cada una de las personas. Esto hizo que obraran en una
forma egoísta y pecaminosa de robarle a Dios el Diezmo y las ofrendas que Dios exigía
en la ley de Moisés y que estaban destinados para la casa de Dios y sus oficios
espirituales y sacerdotales. Lo que Dios demanda en Mal. 3:8-10 era una exigencia de la
ley que Dios había dado al pueblo por medio de moisés y los profeta. Esta ley era
bastante clara y en donde Dios exigía como obediencia y en reconocimiento de la honra
de Dios y también como agradecimiento a la bondad y la bendición de Dios: Lev. 27.30;
Num. 18.21-24; Deu. 12.6; 14.22-29; Neh. 13.12. Ver también Sal. 50.7-15; Isa. 43.23.

Negarse a darle los diezmos y las ofrendas a Dios, era negarse a darle la honra
debida al nombre glorioso de Dios, esto generó que Dios condenara al Pueblo por este
pecado. Por eso la declaración de Dios como Juez sobre su pueblo en Mal. 3:9 al
sentenciar “Malditos sois con Maldición, porque vosotros la nación toda me habéis
robado.” Esta es la tercera maldición que Dios declara al pueblo en la época de
Malaquías. Esta es la intención que Dios tiene como Juez supremo sobre su pueblo a
través del salmista en el Salmo 50:1-23: “El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y
convocado la tierra, Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. De Sion, perfección
de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego
consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará. Convocará a los cielos de
arriba, Y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos, Los que hicieron
conmigo pacto con sacrificio. Y los cielos declararán su justicia, Porque Dios es el juez.
Selah Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el
Dios tuyo. No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están
continuamente delante de mí. No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus
apriscos. Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los
collados. Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos
me pertenece. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su
plenitud. ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos?
Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; E invócame en el día de la
angustia; Te libraré, y tú me honrarás. Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar
de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección, Y echas
a tu espalda mis palabras. Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu
parte. Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento, y
hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas
hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y
las pondré delante de tus ojos. Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea
que os despedace, y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; Y al
que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.”
51

Para Dios, nuestro trato con Él debe ser un trato práctico que se traduce en
obediencia a su palabra y honra a su nombre con nuestras vidas y con nuestros recursos,
de lo contrario pagaremos las consecuencias de robarles lo que es suyo por derecho
divino.

6.3.3. Dios invita a Honrarles con los Diezmos y las Ofrendas

El versículo en Mal. 3:10, establece que Dios hace la invitación: “Traed todos los
diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de
los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde”. Esta invitación ha de ser estudiada en el contexto de
las otras invitaciones como en Mal. 1:9: “Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que
tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice
Jehová de los ejércitos.” Y la que aparece en Mal. 2:2: “Ahora, pues, oh sacerdotes, para
vosotros es este mandamiento. Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi
nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré
vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”

A pesar de que Dios había dado la tercera sentencia de Maldición por el pueblo de
haberle robado los diezmos y las ofrendas, sin embargo, Dios en su inmensa misericordia,
les hace una invitación de arrepentimiento y los insta a que traigan todos sus diezmos al
alfolí y lo prueben en eso, comprometiéndose Dios con su verdad, de que si comenzaban
a hacerlo, Dios iba abrir el cielo y derramar sobreabundante bendiciones sobre los que lo
hagan. Dios les promete a los que se arrepientan y empiecen a honrarle con los diezmos
y las ofrendas, que los bendecirías de tal modo que tendrían una verdadera prosperidad.
Esta invitación, de honrarle con los diezmos y las ofrendas, es en lo único que Dios pide
que su pueblo lo pruebe: “…Probadme ahora en esto, dice Jehová…” (Mal. 3:10).

6.3.4. Dios tiene Promesas de Bendición para los que les Honran

El texto es claro en cuanto a las promesas de Dios para los que se arrepienten y
comienzan a honrarles con los diezmos, las ofrendas y con los recursos materiales que
Dios les ha permitido obtener. Las bendiciones para los que traen sus diezmos y ofrendas
al alfolí, son las siguientes:

1. Dios abrirá los cielos para derramar sus bendiciones en


sobreabundancia.

2. Dios protegerá las vidas y las posesiones materiales de las personas que
le honran. Los cuidara de satanás y de todo aquello que quiera despojar
a sus hijos.

3. Dios bendecirá tanto nuestra tierra, que seremos una tierra deseable y
bendita para aquellos que no sean arrepentido de sus pecados y tenga el
deseo de venir a Dios.

6.4. Conclusión

Una vez más podemos concretar que Dios no cambia en su amor por nosotros pero
en justicia nos disciplina si andamos en acciones que le deshonran con la finalidad de nos
volvamos a Él en arrepentimiento. Dios es inmutable y en el no hay sombra ni mudanza
de variación y solo por su misericordia no nos consume por nuestros errores sin embargo
52

nos castiga para que no seamos condenado con el mundo y podamos tener una relación
de amor real y personal con todo nuestros ser, es decir que le adoremos y le
glorifiquemos con todo lo que somos y con todo lo que tenemos, en todas las áreas de
nuestras vidas. Dios nos invita para que le honremos con nuestros dones, talentos y con
todo nuestros recurso materiales, diezmos y ofrendas. Si lo hacemos de esta forma el
promete en su naturaleza Santa y Justa, que nos bendecirá de tal modo que andaremos
con los cielos abierto, viviendo bajo la protección de Dios en la tierra prometida espiritual
de tal manera que nuestro hogar será casa de Dios y puerta del cielo y seremos de
inspiración y agrado a otros para que se conviertan al señor.

Preguntas de la Lección 6

1. ¿Qué dice Dios de si mismo en esta Lección?


2. ¿Por qué no habían sido consumido el pueblo por Dios?
3. ¿A que llama Dios al pueblo en Malaquías?
4. ¿Qué era lo que realmente el pueblo le estaba robando a Dios?
5. ¿A que invita Dios al Pueblo en Malaquías?
6. ¿Cuáles son las bendiciones que Dios promete a quienes le honran con los
Diezmos y las ofrendas?
7. ¿Qué significa que serán una “tierra deseables?”
8. ¿Estás honrando a Dios en todas las áreas de tu vida?
9. ¿Estás honrando a Dios con tus Diezmo?
10. ¿Estás Honrando a Dios con tus Ofrendas?
53

LECCIÓN 7

DIOS COMO JUEZ JUSTO APLICARÀ JUSTICIA

Mal. 3:13-4:4: “Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y
dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti? Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué
aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los
ejércitos? Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen
impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon. Entonces los
que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue
escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que
piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos,
en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le
sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el
que sirve a Dios y el que no le sirve. Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno,
y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá
los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a
vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá
salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los
cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho
Jehová de los ejércitos. Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en
Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.”

7.1. Introducción

Esta sección bíblica se observa claramente, que Dios esta evaluando, no solos las
palabras, sino los pensamientos y las actitudes del pueblo de Israel. Dios en su Justicia
esta observando las actitudes de los justos y de los injustos, como dice Edesio Sánchez
en su comentario bíblico de esta porción bíblica: “Esta sección bíblica se une a la anterior
para confirmar la radical necedad y distanciamiento del pueblo hacia Dios. No había
terminado Dios de decir “probadme…”(Mal. 3:10b), cuando el pueblo declara: “Está
demás servir a Dios… ¿Qué provecho sacamos de guardar su ley…?” (Mal. 3:13). El
pueblo rechaza a Dios porque las bendiciones de Dios no coinciden con su concepto
egoísta y materialista de bendición. ¡Qué difícil le resulta al ser humano aprender a ver las
cosas desde la perspectiva de Dios!; ver Mat. 6:33.”47

Esta sección la dividiremos en cuatro partes: Un pueblo egoísta, Dios bendecirá al


Justo y castigara a los malos, Viene el Día del Señor como Juez Justo y La actitud del
Pueblo de Malaquías es la misma actitud actual

7.2. Un Pueblo Egoísta

Los versículos de Mal. 3.13-15, muestran claramente, la actitud arrogante del


pueblo hacia Dios. Cuando decimos: "¿Qué aprovecha que guardemos su Ley?", estamos
diciendo: "¿Qué provecho obtengo yo?" Nuestro enfoque es egoísta. Nuestra pregunta
debiera ser: "¿Qué provecho obtiene Dios?" Estas declaraciones del pueblo, mostraba
claramente que ellos estaban centrado en si mismo y no podían ver claramente la
perspectiva de Dios, se habían olvidado que debemos amar, adorar y obedecer a Dios
solo por el hecho de que Él es Dios y que solo Él es digno de ser adorado.

47
Edesio Sánchez, Comentario Bíblico Mundo Hispano, Pág. 283.
54

En Mal. 3:13-15, el pueblo de nuevo habla arrogantemente en contra de Dios. Este


último sermón es muy semejante al cuarto (2:17–3:6), donde el pueblo dudó de la justicia
de Dios. Aquí de nuevo se presenta duda de la naturaleza justa de Dios.

El pueblo, desde una perspectiva falsa y egoísta, había descubierto que la fidelidad
a Dios, basada en la instrucción divina y no en sus deseos humanos, no pagaba nada
valioso. La base beneficiosa de la fe y la religión de muchos, choca con el sistema de
valores de Dios, cuando las personas están enfocadas en si mismas.

Dios toma nota de la queja de los judíos de que no es provechoso servir a Jehová,
porque los impíos orgullosos son felices; y declara por medio del profeta Malaquías que Él
mismo traerá pronto el día, cuando será sabido que Él pone una distinción eterna entre
los piadosos y los impíos. El pueblo no solo reflejaba su actitud egoísta hacia Dios, debido
a que no solo se conformaban con actuar mal, sino que también se las mantenían
hablando en contra de Dios y su naturaleza Santa y Justa, en el hebreo esto es lo que
quiere decir la expresión: “vuestras palabras fueron duras contra mí,” como “todas las
cosas duras que los pecadores impíos hablaron contra él” (Jud. 1:15). La expresión ¿Qué
hemos hablado? en el hebreo expresa al mismo tiempo la costumbre de ellos y su hábito
de hablar contra Dios. La forma del verbo denota que estas cosas fueron dichas, no
directamente a Dios, sino acerca de Dios, por el uno al otro, esto fue lo una de las cosas
que Dios condenó por medio del profeta Ezequiel (Eze. 33:20).

7.3. Dios recompensará al Justo y Castigara al Impío

En medio de estas disertaciones espirituales entre Dios y el pueblo, tenemos al


profeta Malaquias como un intercesor entre ellos, que conociendo la naturaleza de Dios,
se pone a favor del Dios justo quien realiza unas demandas justas a un pueblo pecador y
culpable. Para esto es bueno citar al teólogo Edesio Sánchez que afirma: “Las disputas
proféticas entre el pueblo, Malaquías y Dios, no termina con una nota pesimista y
amargada. A pesar de que el pueblo era una comunidad marcada por el materialismo, la
desesperanza, el abandono de la fe y el cinismo; existía dentro del pueblo, un
“remanente”, o un “resto fiel” (Mal. 3:16-18). Este grupo es a quien Malaquías llama “los
que temen a Jehová”. A ellos Dios reconoce como su verdadero pueblo, Dios mismos los
llama “su especial tesoro”, era el pueblo con el que Dios contaba levantar un reino de
sacerdotes y gente santa, como le dijo a Moisés en Exo. 19:5-6: “Ahora, pues, si diereis
oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los
pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y
gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.” 48 Este grupo
temeroso de Dios también es reconocido por el Dr. A.B. Simpson, como un remanente o
resto fiel, quien figura una imagen de la iglesia fiel en los últimos tiempos.49

En la época de Malaquías, como vimos en el punto anterior, existía una discusión,


desde una perspectiva egoísta y humana, y era el problema del sufrimiento del justo y la
prosperidad del injusto, la respuesta es que Dios tiene un memorial donde están inscritos
los que lo temen y honran; esto es lo que quiere decir en Mal. 3:16 “Entonces los que
temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue
escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que
piensan en su nombre.” Este siempre fue el cuidado de Dios por los suyos (Exo. 32.32;
Sal. 69.28; Isa. 43.3; Dan. 12.1; Apo. 3.5; 13.8; 17.8).

48 Edesio Sánchez, Comentario bíblico Mundo Hispano, Pág. 283.


49
A. B. Simpson, El Poder de lo Alto, Pág. 365.
55

Dios siempre ha estado cuidando, protegiendo, bendiciendo y prosperando a los


que temen a su nombre y viven una vida justa delante de Él por fe y obediencia a sus
mandamientos. Esto se ve a lo largo de la historia de su pueblo. Deu. 7:6; Deu. 14:2; Deu.
26:18). Los justos permanecen firmes en el Señor (Mal. 3:16; comp. Sal. 1) y llevan la
marca de la justicia y el servicio (Mal. 3:18; comp. Mat. 25:31-46).

Dios es el primero que reconoce al justo, Dios es el primero que ve y examina su


justicia continua por medio de su fe. El salmista dice que Jehová conoce a los suyos. Job
36:7. “No apartará de los justos sus ojos; Antes bien con los reyes los pondrá en trono
para siempre, Y serán exaltados”. Sal. 1:5-6 “Por tanto, no se levantarán los malos en el
juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque Jehová conoce el
camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.”. Sal. 5:12 “Porque tú, oh
Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor”. Sal. 14:5 “Ellos
temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos.”

Sal. 33:18-22. “He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que
esperan en su misericordia, Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en
tiempo de hambre. Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.
Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti.”

Sal 37:5-6. “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu


justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.”

Sal 34:15-20. “Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al
clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la
memoria de ellos. Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda
todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.”

La Biblia está llena del cuidado que Dios tiene sobre los que le aman, sobre los que
temen su nombre y viven en obediencia confiando en Él. Esta es la confianza que Jesús
quería inspirarles a sus discípulos y que desea despertar en nosotros, en la enseñanza
del sermón del monte en referencia a no afanarse sobre lo que necesitaban para comer,
vestir y otras necesidades de la vida diaria, Jesús enfatiza que Dios tiene cuidado de cada
cabello de nuestras cabezas.

Dios es Justo y exhibirá la justicia y el derecho de sus hijos como el sol de


mediodía. Dios hará que la justicia de sus hijos resplandezcan con todas su bendiciones,
por temer su nombre y honrarles con sus vidas. Esto es lo que significa la expresión en
Malaquías 4:2, “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en
sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.”

Dios es un Juez Justo, así como hace resplandecer la justicia de sus hijos para
bendecirlos, prosperarlos y hacer que permanezcan par siempre; también dará el pago a
los impíos y a los malos que practican el pecado y que se regodean en sus injusticias.
Dios hará que impío perezca en su pecado y que no se levante en la congregación de los
justos, en proverbios 4:18-19, hay el contraste entre la prosperidad gloriosa del justo y el
castigo del malo, Pro. 4:18-19: “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
56

Que va en aumento hasta que el día es perfecto. El camino de los impíos es como la
oscuridad; No saben en qué tropiezan.”

El salmista analiza el mismo contraste entre la bendición del justo y el castigo para
el pecador no arrepentido en Sal. 34:15-16: “Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y
atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal, para
cortar de la tierra la memoria de ellos.”

Esto es lo que Dios quiere resaltar en su justicia en los versículos en Mal. 4:1-2.
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los
que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de
los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a vosotros los que teméis mi nombre,
nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como
becerros de la manada.”

7.4. Viene el Día del Señor como Juez Justo

En Mal. 4:1-2, se hace mención al “día ardiente”, el cual se refiere claramente al día
del juicio, en donde se mostrara la ira de Dios hacia los malvados como un “horno
ardiente” (Mal. 4.1); pero será como la calidez sanadora del sol para aquellos que lo aman
y lo obedecen. Juan el Bautista profetizó que con la llegada de Jesús, el amanecer estaba
a punto de romper para alumbrar a los que estaban en la oscuridad del pecado (Luc. 1:76-
79). En Isa. 60:20 y en Apo. 21:23-24 aprendemos que no se necesitará ninguna luz en la
ciudad santa de Dios porque Dios mismo será la luz y su lumbrera.

El día del Señor es señalado como “el día ardiente” tiene la misma connotación en
la indicada en Mal. 3:2 donde se presenta al señor como fuego purificador y es el mismo
día que señala el apóstol Pedro en 2Ped. 3:7: “pero los cielos y la tierra que existen
ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio
y de la perdición de los hombres impíos.”

En primer orden, se trata del juicio que viene sobre Jerusalén; pero esto no agotará
el significado sino que se irá extendiendo hasta el cumplimiento final del gran juicio final y
general. Este principio de interpretación no es doble, sino de cumplimiento sucesivo. El
apóstol Pedro dijo que mil años para el Señor es como un día y una día es como mil años
(2 Ped. 3:8). El lenguaje es enfático y contundente: “He aquí, ¡viene el día! Arde como un
horno.” La afirmación imparte una terrible realidad a la escena del Profeta, como si
repentinamente estallara a la vista de Malaquías. Las palabras “todos los soberbios”, es
una contra repuesta a los cínicos espirituales que estado murmurando en Mal. 3:15.
“Decimos que bienaventurados los soberbios” (cuyo significado son rebelde arrogantes y
egoísta que menospreciaban a Dios, tanto del pueblo, como los propios lideres
espirituales). A estos egoísta y rebeldes, Dios les dice que serán consumidos como
“estopa” (Abd. 1:18; Mat. 3:12).

La travesía de Israel en el desierto prometida para tomar posesión de la tierra


prometida de Canaán, la cual Dios había preparado como su herencia, por la expulsión de
los paganos, así el juicio sobre los apóstatas e incrédulos, anunciara la entrada de los
santos a tomar posesión del cielo nuevo y la tierra nueva que Dios tiene preparada para
los que han creído en Cristo. Para esto la tierra gime por ser limpiada y preparada para la
manifestación gloriosa de los hijos del Señor, por lo cual, la tierra hasta sus términos más
remotos (Sal. 2:8) será purificada de toda la corrupción del mundo (Mat. 13:41), lo cual
57

será en el día del juicio. La dispensación presente es un reino espiritual, como un


paréntesis hasta el reino literal del Señor Jesús.

En Mal. 4:1-3, hay una referencia a la primera y segunda venida de Cristo, y estas
no se pueden separar del texto, pero tampoco se pueden confundir las dos. Según el
Comentario de Mathew Henry, dice que este fue la confusión de Juan el Bautista, cuando
desde la cárcel, le mando a preguntar al Señor Jesús, si Él era el que había de venir o
tendrán que esperar a otro.50 Dios ha fijado el día de ambas, Los que hacen el mal, los
que no temen la ira de Dios, la sentirán. Ciertamente esto debe aplicarse al día del juicio
en que Cristo será revelado en fuego llameante para ejecutar el juicio del orgulloso y de
todos los que hacen el mal.

En ambas venidas, Cristo es luz de regocijo y salvación para los que le sirven
fielmente. Cristo es el Sol de Justicia para los fieles, y por medio de Él, los creyentes son
justificados, santificados y llevados a ver la luz Gloriosa de Dios por medio de la Luz del
evangelio. Su influencia hace santo, gozoso y fructífero al pecador arrepentido. Dicha
influencia es aplicable a las gracias y consolaciones del Espíritu Santo desde el interior
del hombre produciendo una transformación eterna para vida eterna. Cristo dio el Espíritu
a los que son suyos para que brillen como la mañana. Cristo es el Lucero verdadero de la
mañana, que ellos esperan, más que los que esperan la mañana (2 Ped. 1:19). Cristo vino
como el Sol, a traer no sólo luz a un mundo oscuro, sino salud y salvación a un mundo
enfermo y perdido.

Cristo vino como el Sol de Justicia, para que todo aquel que se ha arrepentido y le
haya recibido como Señor y Salvador, forme parte de su pueblo que es la Iglesia. Este
pueblo esta llamado a brillar con la gloria del señor en el mundo y se pueda cumplir en
ellos la profecía que Dios tiene para su Iglesia en Isaías 60: 19-21: “El sol nunca más te
servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será
por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu
luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. Y tu
pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío,
obra de mis manos, para glorificarme.” Este fue el mensaje en la Iglesia de Tiatira en el
libro de apocalipsis en “y le daré la estrella de la mañana” (Apo. 2:20).

El texto indica que viene otro día, mucho más temible para todos los que hacen el
mal que cualquiera de antes. ¡Qué grande entonces la herencia del creyente, cuando
vaya de la oscuridad y miseria del mundo a regocijarse por siempre jamás en el Señor!
Estos últimos versículos del Antiguo Testamento están llenos de esperanza. A pesar de la
manera en la que se vea la vida ahora, Dios controla el futuro y todo será hecho bueno.
Nosotros, quienes hemos amado y servido a Dios, esperaremos una hermosa
celebración. Esta esperanza en cuanto al futuro es nuestra tan pronto encomendamos a
Dios nuestra vida entera.

7.5. La Actitud del Pueblo en Malaquías es la misma Actitud en la Actualidad

Para todo este punto tomamos textualmente la enseñanza del gran teólogo A.B.
Simpson en su valioso libro “El poder de lo alto” comentando sobre la obra del Espíritu
santo en el libro de Malaquías, en el cual dice: “Es muy natural que los años finales de la
antigua dispensación se parezcan a los años de la actual era del Nuevo Testamento. La
condición de los pueblos en los días que vivió Malaquías se parece mucho a los de las

50 Mathew Henry, Comentario Bíblico de Francisco Lacueva, Pág. 1060.


58

naciones de nuestros días y el mensaje que proclamo el profeta en aquella época tiene
solemne significación para nosotros, como lo dice el apóstol Pablo en 1 Cor. 10:11 “Y
estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a
nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.”

Sigue comentando Simpson: “Malaquías se expreso muy claro denunciando la


actitud egoísta de su generación y bien podría hacerlo de igual modo a la generación de
este siglo cristiano. Se observa en nuestros días, la misma relajación moral, la misma
ignorancia o anulación de los preceptos de Dios, las mismas contravenciones de la
santidad del hogar, la misma avaricia y el mismo amor al dinero. Se presenta el mismo
espíritu mercenario en la obra de Dios que tenían los sacerdotes en la época del profeta;
este espíritu mercenario se traduce en predicadores asalariados, coros a sueldos y
personas quienes se les pagan para que invoquen oraciones. El pulpito ha llegado a ser
campo de gimnasia intelectual en el que se hace despliegue de ambiciones ministeriales.”

“En la iglesia de Dios prevalece, el mismo espíritu mundano y la misma mezquindad;


se gastan millones en lujo y placeres, pero para Dios, su obra evangelìstica y misionera,
solo dan una bagatela y poco para la ayuda al necesitado. Hay esplendidas decoraciones
y costosas edificaciones que apuntan hacia el cielo exhibiendo el orgullo de la profesión
de la fe, pero el pueblo da menos por unidad, para que se lleve el evangelio al mundo que
lo ignora, en comparación con lo que gasta cada uno en la sal que ponen al huevo al
desayunarse. Realmente este es un fiel retrato de nuestros tiempos como lo fue en los
días del profeta Malaquías. Este es el cuadro exacto que nos ha dejado el Espíritu Santo
en la actual dispensación del Nuevo Testamento expresados por el Apóstol Pablo en 2
Timoteo 3:1-5: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos
peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos,
soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural,
implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.”51

Prosigue Simpson: “Ya han comenzado a llegar esos tiempos, y los mensajes de
Malaquías y de Pablo se aplican con admirable y terrible exactitud y fidelidad a los
cristianos de hoy que contraen compromisos con el mundo…Lo mismo ocurrirá en los
días finales de la dispensación cristiana. Como la iglesia pura de los días de Juan y Pablo
llegó a ser la apostata del Romanismo, así también la iglesia de la reforma ha de
convertirse en Laodicea de los últimos días; y las señales de Laodicea no son tan difíciles
de encontrar en el espíritu de nuestros tiempo.”52

Sin embargo, así como en los días de Malaquías quedaba un remanente fiel, una
compañía de personas de quien pudo decir el profeta: en Mal. 3:16-18: “Entonces los que
temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue
escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que
piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos,
en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le
sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el
que sirve a Dios y el que no le sirve,” también en nuestros días queda un remanente fiel
dentro de la iglesia. Ese remanente fiel o pequeño rebaño que se refleja en la iglesia fiel

51 A. B. Simpson, El Poder de lo Alto, Pág. 364.


52 A. B. Simpson, El Poder de lo Alto, Pág. 365.
59

de Filadelfia en el libro de Apocalipsis, están esperando la venida del Señor con fidelidad
y obediencia al Señor.

Este fue el propósito de que Dios le anunciara al profeta Elías en Mal. 3:1 y 4:5
para resguardar al remanente fiel y llamar al arrepentimiento a los que habían doblado
sus rodillas ante otros Dioses. El remanente fiel de este tiempo, no han doblado sus
rodillas ante las imagines de los “Baal” y son los nuevos Elías de nuestra época que están
llamando a las personas dentro y fuera de la iglesia al verdadero arrepentimiento del
Señor.

7.6. Conclusión

La Biblia establece de principio a fin que Dios es Santo y Justo y que es el Juez de
toda la tierra, por lo cual, todas sus obras son hechas con fidelidad. Como un Dios Santo,
aborrece el pecado y en su Justicia juzga para dar castigo al que hace lo malo pero
también para bendecirá al justo. Dios es quien defiende al justo para hacer que reciba sus
recompensas por su fidelidad al señor. La pureza de Dios hace que su pueblo se esté
limpiando y purificando con el poder y fuego del Espíritu Santo a luz de su palabra divina
para que cuando venga el Señor Jesucristo no los consuma con el mundo sino que será
para su el pueblo, “el Sol de Justicia.” La Biblia dice que sin santidad nadie vera al Señor
por lo tanto, debemos continuamente procurar crecer en el proceso de santificación que
Dios quiere realizar en nuestras vidas. La actitud egoísta del pueblo en el tiempo de
Malaquías es parecida a la actitud de las personas en nuestro tiempo y como cristiano
estamos llamados a no contaminarnos con las cosas de este mundo y guardarnos en
santidad y obediencia para Él. Ojalas que cuando el señor regrese seamos contados
como los que no doblamos nuestras rodillas ante los Baal.

Preguntas de la Lección 7

1. ¿Qué Cualidad presenta Dios de sí mismo en esta Lección?


2. ¿Qué imagines se presentan para resaltar la Justicia de Dios?
3. ¿Cuál era la actitud del pueblo delante de Dios?
4. ¿A quién castigará El Dios Justo?
5. ¿A quién resguardará y Bendecirá El Dios Justo?
6. ¿Qué significa el “Ángel del Pacto?”
7. Según A.B. Simpson ¿En qué se parece la actitud de algunos cristianos en la
actualidad, a la actitud del pueblo judío en la época de Malaquías?
8. ¿Estás sirviendo de corazón a Dios o lo haces con menosprecio?
9. ¿Eres del remanente fiel del Señor o has estado doblando tus rodillas ante los
Baal?
10. ¿Estás llamando a las personas a que no doblen sus rodillas ante dioses
falsos?
60

LECCIÓN 8

DIOS ENVIARÁ AL PROFETA ELÍAS

Mal. 4:4-6. “Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb


ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que
venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia
los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra
con maldición.”

Mal. 3:1a. “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de
mí.”

8.1. Introducción

Dios siempre se preocupo por el estado del corazón de su pueblo y en la época de


Malaquías, el corazón espiritual del pueblo estaba en la profunda ceguera espiritual casi
pudiéramos atrevernos a decir, como un pueblo pagano que no hubieran conocido al
verdadero Dios. Dios tenía que restaurar el corazón de su pueblo y para esto tenia que
haber reconocimiento del pecado y lejanía de Dios y volver a Dios en arrepentimiento.
Debido al mal estado espiritual de los judíos y su rebeldía hacia Él, Dios tuvo que
sentenciar tres maldiciones al pueblo en Mal. 1:14; 2:2; 3:10, sin embargo podía venir una
maldición peor que caería sobre toda la tierra y es la maldición que Dios quiere alertar a
su pueblo en Mal. 4:6 y en donde se sella la revelación del antiguo testamento. Esta
maldición es una alerta para todo el pueblo Judío que había tenido la osadía de rechazar
a su Dios, dudando y cuestionando la justicia de Dios. Esta Maldición podía venir si el
pueblo de Dios rechazaba al Mesías prometido, por lo tanto Dios en su gracia y en
misericordia, les promete un mensajero que iría delante del Señor, para preparar un
corazón bien dispuesto de su pueblo, y puedan reconocer al Mesías enviado. Ese
mensajero, Dios mismo lo llama el Profeta Elías.

8.2. Importancia del Ministerio Profético

Cuando Dios exhorta al pueblo a acordarse de la ley que Él le dio a Moisés en el


Monte Sinaí esta siendo un llamado al pueblo a que reconozca la importancia que tiene el
contenido de su ley como las enseñanzas que traerán la verdadera vida de Dios al
pueblo, pero al mismo tiempo reconoce la importancia que debe tener el sacerdote como
el mensajero eficaz en la labor de la proclamación y enseñanza de la palabra de Dios
expresadas en las ordenanzas de la ley de Dios.

Esta fue la intención de Dios por medio de Malaquías al referirse a Mal. 4:1.
“Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes
para todo Israel.” Este es el énfasis en todo el libro sobre lo primordial de la labor profética
en cuanto a enseñar la palabra de Dios al pueblo. Esta es una de las labores sagrada del
sacerdote como mensajero y profeta de Dios y la cual es exaltada en el libro de
Malaquías: Esta importancia profética es resaltada por el propio Malaquías, enfatizada en
su nombre, en su carácter y su oficio sacerdotal.

Esta importancia es recordada por Dios cuando reprende a los sacerdotes en


Malaquías del 1:6 al 2:9 y en donde demanda y resalta el pacto que hizo con el
sacerdocio de Leví en Mal. 2:4-8. “Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que
fuese mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mi pacto con él fue de vida y de
61

paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi
nombre estuvo humillado. La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada
en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la
iniquidad. Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el
pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Mas vosotros os
habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido
el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.”

Esta importancia también es declarada cuando Dios anuncia que enviaría su


mensajero para preparar el camino del Señor (Mal. 3:1), dando a entender, que su
importancia es de tal magnitud, que aun la vendida del señor al pueblo de Israel y para
que las personas puedan tener un corazón ya dispuesto para recibir al Señor y Él venga a
las vida de las personas, ha de ser por la proclamación de la palabra de Dios. El apóstol
Pablo dijo que agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

También es resaltada, por la imagen que usa el propio Malaquías del Mesías
Jesucristo, la cual es el ángel del Pacto (Mal. 3:1). Ya hemos visto que la palabra ángel
del pacto significa “mensajero celestial” y esa era una de las características que Cristo
resaltaba en su vida. Juan el Bautista lo diferenció de él cuando dijo en Juan 3:30-36 que:
“Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. El que de arriba viene, es sobre todos;
el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre
todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que recibe su
testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de
Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las
cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que
rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”

Para El Señor Jesús, El significado de El Ángel del Pacto o Mensajero del Cielo,
era muy importante, ya que representaba su ministerio profético e indicaba la autoridad
que su Padre Celestial le había dado para hablar a los hombres y cuando los hombres
dudaban, Él apelaba a dicha autoridad ministerial: Se las dijo a los fariseos y líderes
religiosos de su época en Juan 5:23-24. “Para que todos honren al Hijo como honran al
Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os
digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”

Para llamar la atención de los líderes religiosos recalcar su autoridad divina dada
del cielo en: Juan 5:30-41: “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo;
y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del
Padre. Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es
el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Pero yo no recibo
testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. Él era
antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio
para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre
me ha enviado. También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis
oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque
a quien él envió, vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os
parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no
queréis venir a mí para que tengáis vida. Gloria de los hombres no recibo.”
62

El señor Jesucristo mostró la importancia de lo sublime de su ministerio profético y


sacerdotal al revelar su Gloria en el Monte Santo, a sus tres discípulos íntimos: Pedro,
Juan y Jacobo. En ese momento, Jesús muestra su Gloria divina al mismo tiempo que
reconoce la autoridad Sacerdotal y Profética de Moisés y Elías. Esta experiencia en el
monte de Dios impacto tanto la vida del apóstol Pedro, que cuando pedro busco defender
la doctrina del evangelio de los falsos maestros y falsos profeta, apelo a dicho momento
de experiencia personal, 2 Ped. 1:16-21: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y
la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo
visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra
y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo
amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo,
cuando estábamos con él en el monte santo. Tenemos también la palabra profética más
segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar
oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que
los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

Esta importancia se ve en la Iglesia primitiva, donde os apóstoles recalcaron el


ministerio sacerdotal de la Oración y el ministerio profético de la predicación de la palabra
de Dios, cuando en la iglesia primitiva se presentó un problema con la atención de las
viudas de los griegos, el cual hizo que muchos griegos murmuraran contra los cristianos
judíos y se vieron los discípulos de Jesús, en la necesidad en convocar una reunión de
todos los creyentes para tratar el asunto. Los apóstoles mandaron escoger algunos
diáconos para servir en la atención de las viudas, para ellos poder así, seguir
entregándose al ministerio de la oración y de la palabra de Dios.

Jesús se los dijo a sus discípulos para darles confianza, que a pesar de que iba a
partir, seguiría haciendo su ministerio profético en ellos por medio de la Presencia
Personal y ministerial del Espíritu santo, Juan 14:10-14. “¿No crees que yo soy en el
Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,
sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y
el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os
digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará,
porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que
el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”

Esta fue la autoridad con que Jesús le oró al padre en Juan 17:7-8. “Ahora han
conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que
me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de
ti, y han creído que tú me enviaste.”

Esta fue la obra sublime que Jesucristo le encomendó a la Iglesia en la gran


comisión de hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28:18-20).

8.3. Dios enviará al Profeta Elías

No creemos que la profecía en Mal. 4:5 se refiera a que Dios literalmente, estaba
hablando que el mismo profeta Elías que había sido arrebatado al cielo, iba a venir en
persona a cumplir con la profecía de Dios. Debemos analizar este punto partiendo de lo
que nuestro Señor Jesucristo dice al respecto. Jesús mismo reconoció que esta profecía
se cumplió en la vida y ministerio de Juan el Bautista, en Mateo 11: 2-19. Jesús les dijo a
63

sus discípulos en Mateo 11:14, “Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de
venir,” señalando a Juan el Bautista como el profeta Elías que había estado anunciando
tanto Malaquías como el profeta Isaías en 40:3-5.

El ángel Gabriel le anuncio al sacerdote Zacarías que tendría un hijo que seria un
profeta delante de Dios, le dijo que le pusiera el nombre de Juan y que andaría lleno del
espíritu Santo, haciendo volver el pueblo a Dios y andaría delante del Señor con el poder
y el espíritu de Elías, Lucas 1:13-17. “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu
oración ha sido oída, y tu mujer Elisabeth te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será
grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun
desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al
Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer
volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los
justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.”

En Lucas 1:13-17, se observa claramente que la profecía de Malaquías 4:5-6, se


refiere a la persona y al ministerio de Juan el Bautista, coincidiendo en todos los rasgos.

Para Jesús el ministerio de Juan el Bautista fue de gran importancia y reconoció su


ministerio profético de tal manera, que el propio Jesús vino a Juan el Bautista, para ser
bautizado por él (Mateo 3:13-17).

El Señor Jesucristo dijo de Juan el Bautista, que era “más que un profeta” (Mat.
11:9) y que de los “nacidos de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista”
(Mat. 11:11), señalando que la ley y los profetas fueron hasta Juan (Mat. 11:13). Debido a
esta gran valoración de Cristo hacia el profeta Juan, debiéramos analizar las
características del ministerio y del carácter de ese profeta de fuego.

También nuestro Señor Jesús, dijo que el Reinos de los cielos es predicado desde
Juan el bautista hasta ahora y muchos se esfuerzan por entrar, pero solos los valientes lo
arrebatan (Mat. 11:12), al mismo tiempo, Cristo afirma que: “el más pequeño en el reino
de los cielos, mayor es que él,” con lo cual nos alude a todos nosotros, los que creemos
en Cristo y por quién tenemos ya, la ciudadanía del Reino de los cielos (Fil. 3:20; Col.
1:12-14). Estas palabras de Cristo con respecto a Juan el Bautista, nos indican lo glorioso
de nuestra herencia e identidad en Cristo, pero al mismo tiempo, nos muestra la gran
responsabilidad que tenemos como profetas en la proclamación del evangelio.

Por lo tanto, debido a las palabras grandiosa de Cristo hacia su siervo Juan,
haremos bien en evaluar las características de la persona y el ministerio profético del
“Espíritu y Poder de Elías.” En Lucas 3:2-20: “y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás,
vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región
contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados,
como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que
clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. Todo valle se
rellenará, Y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, Y
los caminos ásperos allanados; Y verá toda carne la salvación de Dios. Y decía a las
multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os
enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no
comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os
digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el
hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se
64

corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos?


Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué
comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publícanos para ser bautizados, y le
dijeron: Maestro, ¿qué haremos? Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado.
También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo:
No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario. Como el
pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería
el Cristo, respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene
uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él
os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y
recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Con
estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo. Entonces
Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su
hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, sobre todas ellas, añadió
además esta: encerró a Juan en la cárcel.”

a. La misión del Juan era preparar el camino del señor Jesucristo para tener un
pueblo con un corazón bien dispuesto a seguir a Cristo. Lucas 3:4,1:17.
b. El tema de su predicación era un llamado al arrepentimiento, por lo cual la
característica distintiva era el bautismo de agua en arrepentimiento de sus
pecados. Lucas 3:3.
c. Su propósito era llevar a las personas a Cristo. Juan señalo públicamente a
Cristo como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Juan 1:29.
d. Su llamado se basaba en las escrituras para darle sentido, orientación y
cumplimiento a su mi ministerio. Lucas 3:3-7.
e. Su meta fue producir cambios permanentes en las vidas de las personas. Para
eso los llamo no a una demostración externa de justicia con buenas obras, sino
que los llamo a que experimentaran la muerte del yo y estuvieran preparados
para seguir al Mesías.53 Lucas 3:8-15.
f. Su carácter reflejaba su humildad y su servicio hacia Dios y las personas
cuando afirmaba que “pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy
digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego.” Lucas 3:16.
g. Su vida fue para la Gloria de Dios y cuando le toco salir del escenario se atrevió
a afirmar que “es necesario que él crezca y que yo mengue” Juan 3:30.
h. Su carácter reflejó valentía cuando fue necesario, cuando condeno a los
fariseos por su hipocresía y se atrevió a proclamar y denunciar el pecado del
rey Herodes, Lucas 3:7; 18. Su valentía fue tal que el propio Jesús lo dio como
ejemplo como los valientes que arrebatan el reino de los cielos. 54 Mateo 11:11-
12;
i. Mostró fe y sabiduría en medio de las crisis, cuando estando preso buscó
repuesta y confirmación de la persona y ministerio de Cristo, Mat. 11:2.
j. Dio su vida para el propósito y plan de Dios, lo que lo llevó a morir como un
mártir.

La misión del Profeta Elías en Mal. 4:5 era la misión del mensajero de Mal. 3:1 y se
refiere a la preparación tanto para el corazón dispuesto del pueblo como la preparación
para el comienzo del propio ministerio del ángel del Pacto.

53 John Loren y Paula Sanford, La Misión de Elías, Pág. 11.


54 John Loren y Paula Sanford, La Misión de Elías, Pág. 10.
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Dios tenía que restaurar el corazón de su pueblo y para esto tenia que haber
reconocimiento del pecado y lejanía de Dios y volver a Dios en arrepentimiento. Debido al
mal estado espiritual de los judíos y su rebeldía hacia Él, Dios tuvo que sentenciar tres
maldiciones al pueblo en Mal. 1:14; 2:2; 3:10, sin embargo podía venir una maldición peor
que caería sobre toda la tierra y es la maldición que Dios quiere alertar a su pueblo en
Mal. 4:6 y en donde se sella la revelación del Antiguo Testamento.

Esta ultima maldición, es una alerta para todo el pueblo Judío que había tenido la
osadía de rechazar a su Dios, dudando y cuestionando la justicia de Dios. Esta Maldición
podía venir si el pueblo de Dios rechazaba al Mesías prometido, por lo tanto Dios en su
gracia, les promete un mensajero que iría delante del Señor, para preparar un corazón
bien dispuesto de su pueblo, y puedan reconocer al Mesías enviado. Ese mensajero, Dios
mismo lo llama el Profeta Elías prepararía el corazón del pueblo para reconocer al ángel
del pacto y no lo rechazaran.

8.4. Conclusión

En esta lección podemos resaltar la importancia que tiene el ministerio profético y


sacerdotal tanto para Dios como para la iglesia. El desarrollo espiritual del pueblo de Dios
dependerá directamente de su alimentación en el estudio y la proclamación de la palabra
de Dios. El predicador es el mensajero que lleva la palabra de Dios para llamar al pueblo
al arrepentimiento y les invita a adorar, honrar y glorificar el nombre de nuestro Dios. El
predicador y maestro está llamado a estudiar y enseñar la palabra de Dios con el
propósito que el pueblo de Dios, conozca su naturaleza y crezca en una relación mas
intima y profunda con Dios. El mensajero o profeta Elías se cumplió con Juan el Bautista y
su ministerio fue respaldado, evaluado, aprobado y alabado por el señor Jesucristo. El
ministerio de Juan el Bautista tenía el compromiso de hacer volver el amor y el respeto
familiar; su característica fue el bautismo de arrepentimiento. Juan tenía el compromiso de
preparar el camino de Cristo y disponer un corazón limpio en el pueblo para aceptar al
Mesías prometido. “El Ángel del Pacto” significa el mensajero del cielo y se refiere al
Señor Jesucristo que confirmaría el pacto eterno con su sangre.

Preguntas de la Lección 8

1. ¿Qué importancia tiene El ministerio profético planteado en Malaquías?


2. ¿Cuántos mensajeros se anuncian en esta Lección?
3. ¿Con quién se cumplió la profecía de Mal. 4:5?
4. ¿Cuáles eran las características de la persona y el ministerio profético de Juan
el Bautista?
5. ¿Qué significa que el Señor Jesucristo era el Ángel del Pacto?
6. ¿Con quién se cumplió el anuncio que vendría el Ángel del Pacto? Explique.
7. ¿Eres un(a) Elías en medio del ambiente que te rodeas?
8. ¿Estás Proclamando fielmente la palabra de Dios?
9. ¿Estás predicando que la familia se vuelva a Dios?
10. ¿Estás llevando a las personas a la persona de Cristo?
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MANUAL DEL MAESTRO

Repuesta a las Preguntas de la Lección 1

1. ¿Quién es y que oficio tenía el autor del Libro de Malaquías?


R: Malaquías era el nombre de una persona y dicho nombre representaba su
carácter, sus oficios Sacerdotales y Proféticos
2. ¿Cuándo se escribió el Libro de Malaquías?
R: Entre el 430-420 A.C.
3. ¿Cuál es el tema Central de Malaquías?
R: Dios demanda la Honra y la gloria debida a su nombre.
4. ¿Cuál es el propósito del Libro?
R= Llamar al pueblo a dejar el pecado de menosprecio, deshonra, profanación,
rebeldía y una falsa adoración y volverse a Dios en arrepentimiento dándole la
honra y la gloria debida a su nombre.
5. Según el autor ¿Cuál es el Versículo Clave?
R: Es Mal. 2:2
6. Según Usted ¿Cual debería ser el Versículo Clave?
R: Es personal.
7. ¿Qué imágenes de Cristo aparece en Libro?
R: Cristo se menciona como el ángel del pacto que trae salvación, como el Sol
de Justicia y Horno ardiente que consume el pecado y a los pecadores
8. ¿Cuántos mensajeros se anuncian en Libro de Malaquías?
R: En Mal. 3:1 se anuncia dos mensajeros. El primero (Juan el Bautista) que
prepararía el camino del Ángel del Pacto (Jesucristo)
9. ¿Qué estrategia literaria usa el autor del Libro?
R: El autor desarrolla el tema del libro a través de disertaciones teológicas por
medio de preguntas y respuestas entre Dios y el pueblo
10. ¿Qué puedes decir de las Maldiciones que hay en el libro de Malaquías?
R: Hay cuatro maldiciones en Malaquías: Tres sentenciadas (1:14; 2:2; 3:10) y
una advertida que podría darse y con la cual termina el libro de Malaquías
cerrando la revelación del Antiguo Testamento.

Repuesta de las Preguntas de la Lección 2

1. ¿Cómo comienza Dios la demanda contra Israel en Malaquías? ¿Por qué?


R: Dios comienza su demanda contra Israel sobre la base de su amor soberano,
el cual les había demostrado desde que los eligió.
2. ¿Cómo correspondió el Pueblo hacia el amor de Dios?
R: El pueblo había correspondido con indiferencia, menosprecio, rebeldía y
desobediencia hacia el Dios que los eligió por pura gracia
3. ¿Cuál fue el Propósito por el cual Dios escogió a Israel?
Dios escogió a Israel para mostrar a su gloria a los otros pueblos y fuese luz
entre las naciones.
4. ¿Cuáles son las consecuencias de ser aborrecidos por Dios?
R: Dios ama a las personas pero aborrece el pecado, sin las personas no se
arrepienten, Dios traerá disciplina y juicio sobres sus vidas y sus familias
5. ¿Escogiste tú primero a Dios o Él te escogió a ti?
R: Dios es el primero que escoge.
6. ¿Para qué crees tú que Dios te escogió a ti?
R: Es personal.
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7. ¿Qué dice Dios de su nombre en todas las naciones?


R: Dios dice que su nombre es grande y temible en todas las naciones y por lo
tanto espera que su pueblo le de la honra y la gloria debida a su nombre.
8. ¿Estás viviendo el plan para lo cual Dios te escogió?
R: Es personal.
9. ¿Tienes temor de Dios?
R: Es personal.
10. ¿Estás honrando a Dios?
R: Es personal.

Respuestas de las Preguntas de la Lección 3

1. ¿Cuál era el pecado de los sacerdotes?


R: Pecado de menosprecio, profanación, Indiferencia, rebeldía y presentar una
falsa adoración a Dios.
2. ¿Qué demandas hace Dios de si mismo a los Sacerdotes?
R: Si Dios es Padre ¿donde está su Honra? y si Dios es el Señor ¿donde esta
su temor?
3. ¿Cuántas declaraciones de Maldiciones hay en esta sección Bíblica?
R: Hay dos Maldiciones una en Mal. 1:14 y Mal. 2:2.
4. ¿Qué dice Dios de si mismo en el V.1:14?
R: Que Él es Gran Rey y su nombre es temible en todas las naciones.
5. ¿Qué debemos darle a Dios según la sentencia de Mal. 1: 14?
R: Debemos darle la honra y la gloria debida a su nombre con todo nuestro ser
y darle lo mejor que tengamos.
6. ¿Cuáles son las características del verdadero sacerdocio?
R: Un Sacerdote de Dios es un maestro eficiente, es un santo que practica la
Justicia de Dios. Un Sacerdote es una persona que vive su vida con sabiduría
para Dios, Cumple Labores Proféticas y llama al pueblo a andar en la Sabiduría
y en la ley de Dios.
7. ¿Eres tú un sacerdote de Dios? ¿Dónde lo dice la Biblia?
R: Si eres un fiel creyente en Cristo, entonces eres un sacerdote de Dios 1 Ped.
2:9, Apo. 1: 5-6.
8. ¿Estás cumpliendo con eficiencia tu ministerio sacerdotal?
R: Es personal.
9. ¿Cómo Sacerdote estas dando la Gloria y la Honra debida al nombre de
Dios?
R: Es personal.
10. ¿Estás profanando el altar del Señor o estas temiendo al nombre de Dios?
R: Es personal.

Respuestas de las Preguntas de la Lección 4

1. ¿Quién instituyo la familia?


R: Dios instituyo a la familia por lo tanto es divina y sagrada
2. ¿Cuántos pecados denuncio Dios a su pueblo en cuanto a los esposos?
R: Dos pecados: El casarse con mujer que no era del pueblo de Israel y los que
les eran infieles a sus esposas generando adulterios y divorcios violentando el
pacto que tenían con ellas y Dios.
3. Según Malaquías ¿Por qué era pecado casarse con mujer que no
pertenecía a Dios?
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R: Era un quebrantamiento de la ley debido a que Dios quería que tuviesen una
descendencia real y verdadera para Dios, sendos dirigidos por su palabra y no
se contaminaran con dioses falsos y paganos.
4. ¿Para Dios que era el matrimonio entre un judío y su esposa israelita?
R: Era un pacto de amor entre el hombre y la mujer teniendo a Dios como Señor
del Hogar y por lo cual debían levantar un altar de adoración al Señor
5. ¿Qué dice Dios que aborrece en esta lección?
R: Dios aborrece el Divorcio.
6. ¿En que manda Dios a guardarse al esposo?
R: Debían guardarse en su espíritu siendo fieles a Dios y a su esposa.
7. ¿Qué significa “Semilla de Dios?”
R: Significa que la descendencia que vendría de la familia judía tenían a Dios
como Padre y por lo tanto debían andar a luz de sus mandamientos.
8. ¿Eres fiel a tu esposa en todas las áreas familiares?
R: Es personal.
9. ¿Mantienes el altar familiar encendido con la oración y el estudio de la
palabra de Dios?
R: Es personal.
10. ¿Estás levantando a tus hijos en los mandamientos de Dios?
R: Es personal.

Respuestas a las Preguntas de la Lección 5

1. ¿Qué aspecto de la naturaleza de Dios estaba cuestionando el pueblo en


Malaquías?
R: Dios resalta su Justicia.
2. ¿Qué hará Dios como Juez con los que no se arrepienten?
R: Los castigará, los maldecirá y los consumirá.
3. ¿Por qué el pueblo estaba cometiendo pecado y no querían arrepentirse?
R: El pueblo tenían una actitud egoísta y de menosprecio a la justica de Dios y
pensaban que no era provechoso ser fiel, justo y rendirle servirle al Señor.
4. ¿Qué revelación presenta Dios de si mismo en esta lección?
Dios se presenta como un Juez justo que castigara al malo pero protegerá y
bendecirá al justo.
5. ¿Cuántos mensajeros anuncia Dios en esta sección?
R: Dios anuncia dos mensajeros en 3:1, un mensajero que prepararía el camino
del segundo mensajero el cual Dios lo define como el ángel del pacto.
6. ¿Quién es el primer el mensajero y que haría?
El primer mensajero se cumplió con Juan el Bautista y prepararía el camino del
señor llamando al pueblo al arrepentimiento.
7. ¿Quién es el segundo Mensajero y que haría?
El segundo mensajero es “El Ángel del Pacto” que significa el mensajero del
cielo y era un anuncio profético del Señor Jesucristo que venia a limpiar,
purificar y salvar al pueblo de Dios.
8. ¿Qué revelación hay de la persona de Cristo en esta Lección?
R: Cristo se presenta como “El Ángel del Pacto”, como fuego purificador y como
el Sol de Justicia que trae salvación a su pueblo.
9. ¿Qué significa que Dios es Fuego purificador y jabón de lavadores y que
es lo que afinaras?
R: Significa que Dios limpiara el pecado de su pueblo, castigando al malo y al
pecador que no se arrepiente pero purificando y limpiando a los fieles para que
exhiban la justicia resplandeciente del señor.
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10. ¿Estás tú exhibiendo la justicia de Dios?


R: Es personal.

Respuestas de las Preguntas de la Lección 6

1. ¿Qué dice Dios de sí mismo en esta Lección?


R: Dios muestra que es Misericordioso, Paciente e Inmutable pero si no hay
arrepentimiento habrá maldición para su pueblo.
2. ¿Por qué no habían sido consumido el pueblo por Dios?
R: Por la misericordia y la paciencia de Dios.
3. ¿A que llama Dios al pueblo en Malaquías?
R: Dios llama al pueblo a que vengan a Él en arrepentimiento y Dios vendría a
ellos a restaurar sus vidas con bendición.
4. ¿Qué era lo que realmente el pueblo le estaba robando a Dios?
R: La honra
5. ¿A que invita Dios al Pueblo en Malaquías?
R: A que le den la honra y la gloria debida a su nombre.
6. ¿Cuáles son las bendiciones que Dios promete a quienes le honran con
los Diezmos y las ofrendas?
R: Dios abriría los cielos y derramaría sobreabundante bendiciones sobre ellos,
les protegería del mal y serian una tierra deseable para los que los vieran.
7. ¿Qué significa que serán una “tierra deseables?”
R: Significa que la bendición de Dios seria de tal forma que impactarían la vida
de otros para que vinieran a honrar a Dios con sus vidas y sus recursos.
8. ¿Estás honrando a Dios en todas las áreas de tu vida?
R: Es personal.
9. ¿Estás honrando a Dios con tus Diezmo?
R: Es personal.
10. ¿Estás Honrando a Dios con tus Ofrendas?
R: Es personal.

Respuestas de las Preguntas de la Lección 7

1. ¿Qué Cualidad presenta Dios de si mismo en esta Lección?


R: Dios se presenta como un Juez Justo que hará resplandecer su Justicia, que
será el sol de Justicia que bendecirá y prosperará al Justo pero será un horno
ardiente que con su fuego consumirá como estopa a los malos por su pecado.
2. ¿Qué imagines se presentan para resaltar la Justicia de Dios?
R: Dios es un Juez Justo, Es un horno ardiente, es un sol de Justicia
3. ¿Cuál era la actitud del pueblo delante de Dios?
R: Tenían una actitud Egoísta, de auto justificación y rebeldía que cuestionaba
la justicia de Dios.
4. ¿A quién castigará El Dios Justo?
R: Al malo.
5. ¿A quién resguardará y Bendecirá El Dios Justo?
R: Al Justo.
6. ¿Qué significa el “Ángel del Pacto”?
R: El Mensajero del Cielo.
7. Según A.B. Simpson ¿En qué se parece la actitud de algunos cristianos en
la actualidad, a la actitud del pueblo judío en la época de Malaquías?
R: Una actitud de frialdad, tibieza y menosprecio a honrar y servir a Dios.
8. ¿Estás sirviendo de corazón a Dios o lo haces con menosprecio?
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R: Es personal.
9. ¿Eres del remanente fiel del Señor o has estado doblando tus rodillas ante
los Baal?
R: Es personal.
10. ¿Estás llamando a las personas a que no doblen sus rodillas ante dioses
falsos?
R: Es personal.

Respuesta de las Preguntas de la Lección 8

1. ¿Qué importancia tiene El ministerio profético planteado en Malaquías?


R: Dios quería que sus sacerdotes enseñaran y predicaran con fidelidad la
palabra de Dios, para esto levanta a Malaquías cuyo nombre indicaba su
carácter y oficio sacerdotal y profético y recalca la necesidad de que Dios
enviaría un mensajero delante del mensajero celestial para enseñara al pueblo
a andar a la luz de los mandamientos de Dios. Esto se ve en Mal. 1:1; 2:7; 3:1;
4:5.
2. ¿Cuántos mensajeros se anuncian en esta Lección?
R: Dos mensajeros
3. ¿Con quién se cumplió la profecía de Mal. 4:5?
R: Con Juan el Bautista.
4. ¿Cuáles eran las características de la persona y el ministerio profético de
Juan el Bautista?
R: Era una persona fiel, obediente a Dios, con valentía y pasión predicó contra
el pecado del pueblo, sus gobernantes y líderes religiosos. Predico el Bautismo
de arrepentimiento, preparo el camino del Señor y llevo a las personas a seguir
a Cristo.
5. ¿Con quién se cumplió el anuncio que vendría el Ángel del Pacto?
R: Con el Señor y Salvador Jesucristo.
6. ¿Qué significa que el Señor Jesucristo era el Ángel del Pacto?
R: Era el mensajero que descendió del cielo para hablar directamente en
nombre de su Padre, los mandamientos de Dios y revalidar el pacto eterno que
Dios quería instaurar con el Hombre.
7. ¿Eres un(a) Elías en medio del ambiente que te rodeas?
R: es personal.
8. ¿Estás Proclamando fielmente la palabra de Dios?
R: Es personal.
9. ¿Estás predicando que la familia se vuelva a Dios?
R: Es personal.
10. ¿Estás llevando a las personas a Cristo?
R: Es personal
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BIBLIOGRAFÍA

1. R. Jamieson, A.R. Fausset y D. Brown. Comentario Bíblico Exegético y


Explicativo de la Biblia. Tomo I. Antiguo Testamento. El Paso, Texas: Casa
Bautista De Publicaciones, 1988.

2. Jamieson, Fausset y Brown. Comentario Bíblico Exegético y Explicativo de la


Biblia. Tomo II. Nuevo Testamento. El Paso, Texas: Casa Bautista De
Publicaciones, 1988.

3. Edesio Sánchez. Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 13, Oseas a


Malaquías. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2003.

4. A. B. Simpson. El Poder de lo Alto. Terrassa, Barcelona: Editorial CLIE, 1989.

5. Jhon Loren y Paula. La Misión de Elías. Lake Mary, Florida: Editorial Casa
Creación, 2007.

6. Henry t. Blackaby y C. A. King. Biblia de Estudio Mi Experiencia con Dios.


Nashville, Tennessee: Editorial Broadman y Colman Publisher, 1995.

7. Jack Hayford. Biblia de Estudio Plenitud. Nashville: Editorial Caribe, 1994.

8. Henry t. Blackaby. La Santidad. Miami: Editorial UNILIT, 2004.

9. Henry y Tom Blackaby. El Hombre que Dios Usa. Miami: Editorial UNILIT.
2004.

10. W.E. Vine. Diccionario Exhaustivo y Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo
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11. Bruce B. Barton. Biblia de Estudio del Diario Vivir. Nashville, Tennessee:
Editorial Caribe, 1997.

12. Matthew Henry. Comentario de la Biblia de Francisco Lacueva. Terrassa,


Barcelona: Editorial CLIE, 1999.

13. Louis Berkhof. Teología Sistemática. Jenison, Mi: Editorial T.E.E.L.L, 1988.
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BIOGRAFÍA

El Pastor Dilio E. Rincón nació en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, Venezuela


el 21 de Mayo de 1969. Conoció al Señor Jesucristo en febrero de 1994. Egresó en 1995
con el titulo de ingeniero electricista de la Universidad del Zulia. Obtuvo en 2007, el titulo
como técnico superior en teología del Instituto Bíblico Bautista Guillermo Núñez Bríñez de
Maracaibo. Obtuvo en el 2008, el titulo de Maestría en Ingeniería en la mención de
Matemáticas Aplicadas al área de las telecomunicaciones. Ha sido profesor ordinario de la
Universidad del Zulia desde 1997, en la escuela de Ingeniería Eléctrica, en donde ejerció
cargos como Secretario Docente y jefe Interino del Departamento de Circuitos y
Comunicaciones. El Pastor Dilio Rincón se casó con su esposa Yazmín Ríos de Rincón
en 1998 y desde entonces trabajan juntos en la obra del Señor. Tienen dos hijas: Dariany
Rincón y Diliani Rincón. Fue el Pastor de la Iglesia Bautista Capernaum en 2002-2005. Es
el Presidente de la Asociación Evangelística “El Poder de la Cruz” desde el 2004.

Actualmente, Dilio y Yazmín de Rincón son los Pastores de la Misión Bautista “El
Poder de la Cruz” auspiciada por la Iglesia Bautista La Fe de Maracaibo.

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