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– CAMREN by Camren-Boss

CAPÍTULO 1

LAUREN POV:

Según una encuesta realizada por una compañía de preservativos, los hombres tienen en
promedio 13 parejas sexuales en toda su vida, mientras que las mujeres, 7.
¿Se imaginan? Ellos siempre buscan por más, con una no les basta ni ahora ni nunca. Les encanta
adquirir experiencia y fantasear junto a su grupo de amistades su promiscuidad.
Otra encuesta realizada por una revista femenina revela que 6 de cada 10 mujeres se sienten
satisfechas con la cantidad de compañeros sexuales que tienen, a 2 de cada 10 les hubiese
gustado acostarse con menos, y a 1 de cada 10, con más.
En lo que a mí respecta, no encuentro lo genial a acostarme con alguien sin ni si quiera me atraiga
en su mayoría, ya sea desde su personalidad hasta sus gestos corporales. Me encantaría tener
aventuras sí, al punto de contemplar lo más alto del clímax.
Las expectativas en cuanto al sexo son a menudo poco realistas. Según la Encuesta Nacional de
Salud y Vida Social, llevada a cabo en Estados Unidos, alrededor de 75% de hombres alcanza un
orgasmo cada vez que tiene sexo, mientras que sólo 29% de ellas lo logra.Del 71% de mujeres que
no alcanza el orgasmo durante el sexo, de 10 a 15% no alcanza el clímax bajo ninguna
circunstancia. Una encuesta reveló que 3 de cada 10 mujeres fingen orgasmos para no hacer sentir
mal a sus parejas. Para ellas, mentir entre las sábanas es un hábito regular.
Oh, gracias Dios, pensaba era la única que le pasaba esto, tener que fingir orgasmos con Farith se
ha vuelto parte de mi rutina diaria, ¿quién es? Mi prometido, llevamos 5 años conviviendo, lo
conocí dentro de esta gran empresa de auditoría de mi familia. El traje ceñía su perfecto cuerpo
tallado por dioses del Olimpo, una mirada seductora a tal punto de desnudarme en frente de una
multitud de ejecutivos. Mis expectativas eran muy altas y no digo que jamás me haya complacido
pero últimamente no era nada lo mismo. Sí, me sentía incompleta.
Recuerdo cuando se acercó para invitarme a la popular cafetería en una de las esquinas de New
York. Me negué, nunca me hice la fácil, pero su encanto era innato y fue solo cuestión de
segundos para lograr caer ante él y sus ojos azulados.

Soy de ese 71% de mujeres que no alcanzan el orgasmo, soy de ese 10 a 15% que no alcanzan el
clímax bajo ninguna circunstancia y sí, dentro de esas 3 mujeres que fingen orgasmos, no quiero
dañar el orgullo de mi novio, no estaría bien...

-Amor, te estás haciendo tarde.

-Ya voy- contesté a Farith mientras me abrochaba la blusa.

Un día más, pero no uno cualquiera. Hoy por fin estaba a cargo como gerente de la gran empresa
de auditoría, mis padres estarían más que orgullosos de mis logros académicos y laborales si es
que viviesen en el mismo país para poder celebrarlos conmigo.
Estoy llevando cursos para poder sacar mi MBA, amo estudiar, los títulos hacen a las personas, lo
necesitan para poder ser alguien.
Todo en esta vida se logra con esfuerzo y dedicación, la responsabilidad por delante y buena
repartición de tiempos, una agenda es necesaria siempre. Las rutinas se vuelven parte de ti una
vez que te acostumbras, tanto como una buena taza de café por las mañanas y sexo...

He perdido la cuenta de las veces que me haya podido acostar con mi prometido, pero casi en
ninguna he logrado llegar al gran clímax que debería experimentar debido al momento. No dudaba
de su varonilidad, es más, estaba muy bien dotado. De asuntos de oficina al sexo, sí, puedo pasar
de una cosa a otra en cuestión de nada. Mis pensamientos solo deseaban poder sentirme plena
como mujer. Poder presumir de él y su destreza en la cama, pero no...

Una vez tuve cierta aventura con una amiga de la universidad, asistía con regularidad a fiestas
organizadas por los alumnos del campus, perdición total, desde orgías, hasta alcohol y drogas.
Recuerdo a ella no la conocía del todo, pero esa noche entre bromas y bailes que se fundieron en
un tono erótico, llegamos a su habitación y para mi sorpresa era lesbiana. No sé qué me sucedió
pero no me negué a nada y esa noche, fue la mejor noche de mi vida. Luego, recuerdo escapar de
ella infinidades de veces, la vergüenza me consumía y para mí lo del homosexualismo hasta cierto
punto lo consideraba una aberración, mis padres me llenaron de prejuicios, en los que creo y trato
siempre tenerlos presente.

-Amor, ¿vas a ir conmigo o tomarás un taxi?

Ahí estaba de nuevo la voz de Farith haciendo eco en el lujoso departamento. Nunca sabré por
qué no me negué a su propuesta, quizás sea el hombre más apuesto que exista en esta tierra, pero
no es todo para mí. Es decir, necesito experimentar puntos nunca antes alcanzados por nadie, yo
no soy una conformista. Sin embargo, mis amigos y padres lo amaban, era un miembro más de la
familia, su mamá me quiere como a una hija y su padre ve en mí todos mis logros como si fuesen
suyos. ¿Cómo no querer ser parte de personas así?

Es parte de la vida conseguir a alguien para casarte, tener hijos y trabajar para darles lo mejor,
todo lo que tú no lograste tener.

Hoy será un día muy cansado, tengo que ver papeles de la empresa que ahora están a mi cargo,
inspeccionar las áreas de trabajo y encontrar una secretaría que sea como mi mano derecha. El
tiempo me es poco entre trabajar y estudiar para una maestría. Así que la ayuda de alguien me
vendría muy bien.

-Voy a tomar un taxi, que te vaya bien-sonreí y entonces Farith se acercó, me dio un beso en la
mejilla y se alejó camino a la puerta.

-Nos vemos esta noche- su tono de voz insinuaba algo, yo ya sabía por dónde iba el asunto.

Camila POV
-¿Qué te pasa? ¿Por qué tan seria? - preguntó Dinah quien era una si es que no la única mejor
amiga que tenía.

-Nada estoy cansada, ando de mala.

-¿Por qué? Déjame adivinar, no pudiste tener sexo en tu fin de semana - miré a Dinah por el
espejo y elevé mi ceja -lo siento se me olvidaba que nadie le decía que no a Camila Cabello - le
lancé un cojín - ¿Cuántas fueron?

-No tengo idea, perdí la cuenta cuando iba en la quinta chica.

-Woow ¿te acuerdas de algún nombre? - dejé escapar una leve carcajada - ok que pregunta más
idiota que hago, mejor respóndeme porque estas tan molesta.

-Porque necesito dinero, ser mesera es una mierda Dinah. Si no fuera por el dinero que me da el
estado por mis buenas notas en administración de empresa estaría en la calle.

-Sabes que eso es mentira, siempre tendrás mi hogar.

-Lo sé, pero tú también necesitas comodidad y la verdad que un integrante más en tu casa y en tu
familia no sería óptimo.

-Tienes razón ¿entonces que harás?

-No tengo idea, de momento puedo vivir un mes más de las propinas, de las fiestas y alcohol gratis
que me invitan las chicas y así pero no sé cuánto pueda durar de esa forma. Todo era más fácil
cuando...

-Si... ya lo sé, cuando estaba Ariana todo era más fácil.

-Que no la nombres joder - dije disgustada - ya fue.

-Lo sé, ha pasado un año es imposible que sigas pensando en ella...


-Qué manera de hablar estupideces Dinah - dije colocándome frente a ella - ¿Cómo me veo?
-Sexy, como siempre - sonreí - a todo esto tengo una conocida que trabaja en una de las empresas
Jauregui y me dijo que uno de sus hijos se haría cargo de una parte de la empresa y que no iba a
poder con la universidad, tesis y empresa.

-¿Qué tiene que ver eso conmigo? ¿Quieres que vaya a desestresarla? - Dinah no pude evitar reír.

-Eres imposible.

-Ok, al grano chica.

-Pues que la mayor de las Jauregui estaba pensando en evaluar candidatas a secretarias, podrías
presentarte.
-¿Secretaria? ¿Yo? ¿Camila Cabello? Dinah... a veces no sé si te escuchas las cosas que dices o si las
piensas antes de decirlas.

-Estudias administración de empresa y por lo que sé la mina estudia economía, te haría bien. Hasta
te podrían contratar para tu práctica el próximo semestre y hasta donde sé esas prácticas son
remuneradas - sonreí - ¿Por qué sonríes?

-Creo que ahora si estás pensando ¿Cuándo es la entrevista?

-Bueno...

-Da igual, iré de todas formas.

-¿Qué? ¿Camila te volviste loca?

-No - la miré seriamente - tú lo dijiste hace un rato amiga, a mí nadie me dice que no - Dinah
movió su cabeza de un lado a otro y se mordió el labio inferior - de hecho creo que iré antes de ir a
mi trabajo mal pagado.

-En serio estás loca.

-No, a esto llámalo desesperación por el dinero. Si no lo necesitara no haría esto - me miré
nuevamente al espejo - me cambiaré de ropa.

-¿De nuevo?

-Dinah, esa chica tiene que caer a mis pies con tan solo mirarme. El contrato vendrá solo... ya
verás.

-¿Cómo estás tan segura?

-Porque soy Camila Cabello - miré nuevamente al espejo, comencé a sacarme la ropa y me coloqué
el vestido negro más ceñido al cuerpo que tenía, dejé que mi cabello cayera por mis hombros, me
coloqué brillo en los labios, perfume y mi lazo a un costado de mi cabeza - creo que mi madre
estaría orgullosa de mi - Dinah río - sabía que te reirías.

-No puedo creer que no deje que veas a Sofía por el solo hecho de ser lesbiana.

-Yo tampoco pero bueno, es una de las razones por las que necesito dinero.

-¿Los demandarás?

-No, no haría pasar por eso a Sofía pero necesito demostrarles que puedo salir adelante, que no
soy solo una lesbiana caliente que se lleva a la cama a muchas chicas de las cuales suele no
acordarse de sus nombres y trabaja de mesera.

-Camila - hubo un silencio - es lo que eres - las dos reímos.


-Es momento de ir por esa Jauregui, hoy será el día en que saldré de esos bares y no te niego que
extrañaré a las chicas guapas pero es momento de surgir.
-Es lo único coherente que has dicho amiga, vamos que te acompaño.
Me miré por última vez al espejo y realmente me veía hermosa, sin querer mientras bajábamos
por las escaleras de este edificio me pregunté si algunas de las chicas con las que estuve se fijó en
mí más que como solo un pedazo de carne, más que como la máquina sexual que siempre llevaba
a las chicas al orgasmo, al punto más alto del clímax. Dejé de pensar en eso cuando me acordé de
la única chica a la que le había entregado mi corazón y terminó siendo todo para nada.
-¿Te pasa algo?
-No - dije mirándola - solo... pensaba - eso era verdad - vamos tomemos ese taxi - nos subimos al
taxi y por primera vez en años recé para poder quedarme con ese trabajo.

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CAPÍTULO 2
LAUREN POV:

-Cronograma del día por favor...

-Hoy en la tarde tiene una reunión con los ejecutivos de las empresas distribuidoras de nuestros
productos, al finalizar tiene otra junta con el área de publicidad. Y ya están esperando para poder
reunirse contigo los candidatos al puesto de secretaría, está lista la oficina de entrevistas- dijo mi
ayudante temporal.

-Perfecto, no te olvides mi taza de café, voy camino a las entrevistas.

-Claro, señorita Jauregui- desapareció entre los pasillos.

Iba camino a la oficina de entrevistas cuando me encontré con una gran sorpresa...
-Vaya, no puedo creerlo. Así que esta es la nueva Lauren Jauregui...

-Tal y como la ves-me acerqué a abrazarla.

-Pensé habías desaparecido de la faz de la tierra...-dijo Normani.

-No, solo estaba en unas vacaciones temporales con Farith, hasta que recibí esta gran noticia.

-Por cierto, ¿cómo va lo del compromiso?

-Todo bien creo, ¿me acompañas? Iba camino a la oficina, estoy por hacer unas entrevistas a
nuevas candidatas para el puesto de secretaria.

-Vaya, me imagino que de verdad lo necesitas.

-Sí, es bastante necesario.

-Y... ¿Por qué hay hombres?


-No lo sé, mi asistente entiende muy mal las indicaciones-dije malhumorada.

-A Farith no le va a gustar esto...

-A veces sus celos le dan un toque ardiente a nuestra fría relación, pero luego todo es tan
patético...

-Entiendo, bueno, no te quito más tiempo, yo debo ir a ver a las nuevas modelos para la portada
de la revista de este mes.

-Claro, cuento con que será espectacular, siempre me sorprendes.

-Eso dalo por hecho.

Normani se despidió con un beso en mi mejilla, entré en la oficina y comencé a revisar los fólders
con el perfil de cada postulante. Descarté a los hombres, mi prometido odiaba la idea de que
alguien del sexo masculino estuviese cerca de mí la mayor parte del tiempo en el día.
Entonces, me encontré con la primera en ser entrevistada, Ashley Sanders...
Cuando mandé a llamarla, percibí sus nervios desde que ingresó a través de la puerta.

-Buenos días

-Buenos días, un gusto...

-¿Deseas algo de tomar?-trataba de tranquilizarla, dándole algo de confianza, a veces yo podía ser
muy intimidante.

-No, estoy bien, gracias...

-Bueno, dame un momento...-comencé a revisar su experiencia en diferentes laborales, estudios y


títulos.

-¿Todo bien?-me dijo cuándo notó que levantaba la ceja leyendo algunas líneas poco
convincentes.

-Bueno, aquí dice que terminaste tus estudios en la Universidad de California pero no tienes
ningún certificado... Al menos, no lo veo...-pasaba página tras página tratando de buscarlo.

-No piense que le estoy mintiendo, seguro se me olvidó, se me debió haber traspapelado...-estaba
bastante nerviosa.

-Bueno, te llamo en todo caso... Eso es todo-dije como una sonrisa muy forzada.

-Pero...- le interrumpí.

-No tengo tiempo que perder, eso es todo dije-la miré seria.
Las siguientes casi no tenían experiencia, ya estaba perdiendo la paciencia, esta era una empresa
de prestigio y nadie estaba a su altura. Sé que mi secretaria solo tendría que ocuparse de
pequeños detalles y sobre todo la organización de mi tiempo. Ser como una agenda personal, lo
cual no era difícil, pero yo era bastante exigente y en realidad quería a alguien que destaque
intelectualmente.

-Señorita Jauregui, ¿la siguiente?

-Espera, ¿cuántas más hay en espera?

-Aproximadamente unas cien...

-Creo que lo dejaré para otro día, no estoy muy segura de continuar con esto, no es como creí que
sería... Tal vez, debo comenzar a ocuparme yo sola de todo...

-Bueno, entonces... Les digo que es todo por hoy, ¿no?

-Mmm, llame a la siguiente y con esa será la última por hoy, debo ir a ver otros asuntos en otras
áreas.

-Como usted diga...- mi asistente se retiró en busca de la siguiente postulante.

Tomé un gran sorbo de mi taza de café y trataba de encontrar el fólder de la siguiente pero ya
estaba todo muy desorganizado en el escritorio.

-¡Rayos!-dije justo cuando oí la puerta abrirse y una joven con un vestido ceñido, entró por la
puerta.

-Buenos días- dijo sonriente.

-Hola...- me quedé viéndola fijamente mientras trataba de visualizar la prenda que traía.

-Pensé sería algo más formal...-ella buscaba mi mirada.

-¿A qué se refiere?-traté de recomponerme.

-Un saludo distinto, más formal, usted me dijo "hola"...-su sonrisa era increíblemente perfecta.

-Perdón, buenos días, tome asiento...

-Y entonces... - sus uñas jugaban en la parte superior del escritorio, haciendo con ese sonido del
momento algo intimidante.

-No encuentro el fólder, disculpa... ¿Cuál es tu nombre?

-Camila Cabello- sonrió nuevamente y algo en mi era notorio no estaba bien.

-¿De qué universidad vienes?


-Aún sigo en la universidad, antes que nada, estoy en los últimos ciclos de la carrera de
administración de empresas...

-Oh, bueno... Estaba buscando a alguien que haya concluido los estudios superiores, disculpa,
estas no son prácticas...

-¿Así que esto es todo?-me miró extrañada.


-Puede retirarse-trataba de no mirarla, ella tenía algo que me ponía nerviosa a mí.

-¿Qué es lo que usted necesitas exactamente señorita Jauregui?

-Una secretaria a tiempo completo...

-Bueno, podría ir a la universidad por las noches, de eso no se preocupe...

-No, es que no entiendes...

-Claro que entiendo, puedo cumplir con sus expectativas...

-Pareces muy segura de sí misma...-volví a perder mi mirada entre sus curvas.

-¿Le gusta mi vestido?

-¿Ah? ¿Qué?

-No haz despegado tu mirada de el desde que entré por esa puerta...

-¿Qué estás insinuando?

-Nada-sonrió mientras me miraba fijamente, ella se había vuelto aún más intimidante y raramente
interesante.

-¿Nada?

-Nada... Creo que tengo que irme, supongo encontrarás a alguien que cumpla con todos tus
requisitos...-guiñó el ojo y se dirigió hacia la puerta.

-Espera, dices que estudias administración de empresas ¿en qué ciclo te encuentras?

-En el octavo...

-¿Has trabajado antes en algo parecido?

-En lo que haya trabajo créame no tiene nada que ver con esto...

-Eso no me ayuda mucho, quisiera poder decirte que estás apta pero no encuentro motivos...
-Tengo las mejores calificaciones, prometo no la defraudaré...

-¿En realidad deseas esto no?

-Más que a nada...

CAMILA POV:
Era increíble que me estuviera mandando nuevamente a casa y me estuviera rechazando.
Claramente no me iría, no después de que su asistente dijo que sería la última en entrevistar y si
esto no es obra del destino entonces no sé qué es.

-¿Por qué te importa tanto este trabajo Señorita....?

-Cabello - terminé la frase por ella - Camila Cabello.

-Sí, lo siento soy muy mala con los nombres.

-no es que sea mala con los nombres, solo que no soy de importancia para recordarlo.

-Yo... yo no quise... no quise decir eso.

-Descuide señorita Jauregui, no me molesta porque el que no sea importante ahora no quiere
decir que no lo sea más adelante - crucé mi pierna derecha por sobre mi pierna izquierda y noté
que su mirada bajó hasta mis piernas. Me encantaba saber lo que podía lograr hasta en las chicas
heterosexuales - ¿Comprometida? - pregunté de la nada.

-¿Qué?- ella miró su mano - Oh... sí - sonrió. Su sonrisa era hermosa, tenía los dientes más lindos
que he visto y sus labios eran de un rosado algo oscuro y sus ojos... sus ojos eran verdes esmeralda

- ¿Qué pasa? ¿Está bien?

-Si... es solo que acabo de notar que sus ojos son verdes esmeralda - Ella me miró extrañada - son
muy lindos.

-Gracias - miró hacía su escritorio y busco mi Curriculum - que pasa si te contrato y no te la


puedes, no te da el tiempo y te comienza ir mal en la universidad.

-No me irá mal.

-¿De dónde proviene tanta confianza señorita Cabello?

-¿Por qué no tenerla?

Nos quedamos mirando durante algunos segundos y ella comenzó a caminar por toda la
habitación con mi Curriculum en mano, no dejaba de leerlo. Me di cuenta de que la ropa le
quedaba increíble, sus curvas se veían muy bien.

-¿Cómo supo de esta entrevista?


-Por una amiga.

-¿Qué amiga? - Fruncí el ceño - lo siento pero la entrevista no fue lanzada a ni un medio de
comunicación y acá dice que prácticamente usted no tiene vida y solo está en la universidad
¿Cómo se enteró?

-Mi amiga Dinah dijo que tenía una amiga acá dentro de la empresa y le dio el dato.

-Muy bien - cerró mi carpeta - le diré algo Señorita.... Mmm....

-Cabello

-Oh sí, eso. Le diré algo señorita Cabello

-Escucho - dije mirándola directamente a sus ojos.

-De todas las chicas que entrevisté hoy, usted fue la que más me demostró que si quería este
trabajo pero como dije anteriormente esto no es práctica. Esto es la vida real...

-Hasta donde yo sé tú también estas en la universidad ¿o me equivoco? - elevó una de sus cejas -
lo siento pero me cansé de tratarte de usted cuando tenemos prácticamente la misma edad y esto
- dije mirando alrededor de la oficina - para mí esto no es la vida real, la vida real es la que está ahí
afuera - apunté hacía la calle - sé de lo que soy capaz, sé que no bajare mi promedio porque
simplemente no puedo. Estudio becada y estoy aburrida de trabajar de mesera todas las noches...
si me preguntas si quiero el trabajo, claro que lo quiero pero acá la única diferencia entre nosotras
es que usted tiene dinero y yo no.

-Tiene personalidad - sonrió irónicamente - firma esto - me pasó una hoja.

-¿Qué esto? - pregunté mirándola

-Supongo que saber leer ¿no? - la miré con el ceño fruncido - es broma, ahí dice que si su
promedio baja de lo que estipulan sus becas se tiene que ir y pierde el trabajo - sonreí - ¿Por qué
sonríe?

-Porque no bajaré el promedio - firmé - tome - le pasé la hoja.

-Ahora, empieza el...

-Puedo empezar mañana si quiere - interrumpí nuevamente - es viernes y me gustaría ponerme al


día con algunas cosas, ver cómo le gustaría que trabaje, conocer el edificio - ella sonrió.

-Bueno, llegue a las 9 de la mañana. Ni un minuto, ni un minuto menos.

-Como digas Lauren - me levanté y arreglé mi vestido nuevamente noté su mirada clavada en mi
cuerpo - ¿Mañana a las 9 entonces?
-Sí, mañana a las 9 señorita.... Señorita... disculpe estoy algo estresada, esto no me suele pasar.

-Cabello, Camila Cabello y descuide le dije que con el tiempo se le hará imposible olvidarse de mi
nombre - caminé hasta donde estaba ella y disminuí la distancia entre nosotras, sus facciones eran
hermosas. No podía creer que una chica tan hermosa y lista fuera a la misma vez tan insoportable
- ¿me responderá o no? - pregunte tomando mi carpeta entre mis brazos.

-¿Qué... qué cosa? - noté su nerviosismo

-¿Le gustó mi vestido o no? - sus mejillas se ruborizaron y sonreí - descuide, era broma - le regalé
una sonrisa y caminé hasta la puerta de su oficina.

-Si - respondió ella, tomé la manilla de la puerta y sonreí. No voltee a mirarla - sí me gustó, te
queda muy bien - voltee algo seria - ¿Qué? ¿Qué dije?

-No me trataste de usted - miré hacia afuera - buen comienzo Lauren - sonreí - supongo que nos
vemos mañana ¿verdad?

-Supones bien - voltee y salí de esa oficina con la cabeza en alto. Noté como aún quedaba gente
haciendo la fila con la esperanza de que no me hubiera contratado pero ya saben lo que dicen.
Camila Cabello siempre consigue lo que quiere, siempre.

CAPÍTULO 3
LAUREN POV:
-Pensé demorarías aún más...- dijo Farith para luego verme.

-¿Por qué la expresión de admiración?

-Te ves muy bien... ¿A qué se debe?

-Siempre que me veas "muy bien" ¿se supone se deba a algo en especial?

-Mencionaste ayer que ibas a entrevistar postulantes para un puesto de secretaria en la empresa...
Supongo es mujer...

-¿Qué pasa si es hombre?- alcé una ceja.

-Pues deberías ir a cambiarte, no deberías pasar casi todo el día vestida así al lado de un tipo que
probablemente no resistirá a tener pensamientos impuros contigo...

-¡Vaya! ¡Tú machismo me sorprende!

-Solo digo algo que es cierto y evito te miren mal, es todo...

-Entonces, ¿tú crees que voy así para llamar la atención de mi secretario?

-¡¿Tienes un secretario?!
-No, solo estaba suponiendo...

-Entonces, ¿es mujer?

-Sí, igual no entiendo por qué no le temes a una mujer...-él comenzó a reír con lo que dije.

-¿Por qué debería importarme eso? Es una mujer...

-También podría tener pensamientos conmigo...

-Eso, si fuera lesbiana... Y si es así, no me importaría...- reía.

-¿Por qué?

-No serías capaz de caer antes los encantos de una mujer porque las lesbianas no son atractivas
del todo...

-¿En qué mundo vives? Estás lleno de prejuicios, a veces cuando hablas así me da ganas de
golpearte...

-Hey, solo digo lo que pienso, se supone tengo derecho de libre expresión, ¿no?

-Bueno entonces déjame decirte piensas como un idiota.

-Bueno, ya estuvo. Me alegra tengas una nueva secretaria, tengan aventuras amorosas y todo eso-
comenzó a reír de nuevo mientras leía el periódico.

-No sé por qué te resulta tan gracioso..

-Porque sé lo muy heterosexual que eres amor- me sonrió.


-Sabes, ya me voy. Cuídate...-me dirigí hacia la puerta.

-No me vas a dar un beso de despedida... ¿Estás molesta?

-Olvídalo...- salí del departamento y cerré la puerta con mucha fuerza.

Una vez fuera del edificio por fin traté de tranquilizarme, Farith podía ser un gran profesional con
un gran vocabulario, pero sus pensamientos retrógrados a veces me sorprendían. Era una persona
llena de prejuicios, criado por una generación donde el machismo reinaba.
Después de tomar el taxi, me dispuse a revisar la rutina del día. Sin embargo, no pude evitar
distraerme viendo las calles de New York. Podía divisar a una pareja de novios que estaban
probablemente a desayunar juntos, sonreían... ¿Es que acaso no soy feliz? ¿Por qué no puedo
estar con alguien que me haga sentir así?

-Señorita, ya llegamos...

-Disculpe, me he distraído...
-No se preocupe, suele pasar. Sabe, a veces es bueno despejar la mente mirando a través de la
ventana- sonrió amablemente.

-A través de la ventana eh...-pagué el taxi e ingresé al edificio.

Subí por el ascensor, en el transcurso muchos me saludaban con gran nerviosismo como si de
alguna manera les resultara intimidante. Cuando llegué a mi piso, pude ver a mi reciente ayudante
dirigirse hacia mí.

-Señorita Jauregui, buenos días.

-Buenos días, ¿cronograma del día?

-Creo que eso ya no me corresponde más...

-Disculpa, ¿puedes repetir eso?-dije enojada, me parecía una falta de respeto.

-No tome a mal lo que dije, es solo que su nueva secretaria ya está en su oficina y le he dado todas
las indicaciones correspondientes. Es muy hábil...-dijo con una sonrisa tímida.

-Está bien, regresa a tu área de trabajo y gracias- me dirigí hacia mi oficina.

En el camino notaba como muchos de los empleados me miraban y parecían susurrar entre ellos,
probablemente rumores. Quizás me insultaban o quién sabe...

Abrí la puerta de mi oficina y la cerré, cuando dirigí mi mirada hacia el frente, noté a mi nueva
secretaria de espaldas veía la ciudad de New York a través del gran ventanal. Si hay algo en lo que
no me podía quejar, era la hermosa vista que tenía que muchas veces me resultaba relajante.

-Buenos días- aclaré mi garganta, de alguna llamar su atención.

-Oh disculpe, buenos días señorita Jauregui- me sonrió mientras yo no despegaba mi mirada de la
falda ceñida que traía... ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué la miras así?

-Emm, cronograma del día...

-Una junta con los ejecutivos del área de marketing, luego tiene una reunión con la empresa que
realiza los eventos de la revista. En un mes es el aniversario número 25...

-Cierto, lo había olvidado, tengo que organizar eso...

-Su café está sobre el escritorio, solo por si lo preguntaba...

-Oh gracias, me estás sorprendiendo mucho para ser tu primer día, señorita...-ella interrumpió en
medio de mi meditación...

-Señorita Cabello, pero puede decirme Camila...


-Prefiero llamarla por su apellido, así nos tratamos en el ambiente laboral, señorita...

-Cabello...

-Exacto, bueno estaré aquí organizando todo para la junta. Puedes ir a tu puesto...

Ella se dirigió hacia el escritorio que quedaba tras la puerta de la gran oficina, la cual estaba
abierta... La podía mirar concentrada tomando apuntes y contestando mis llamadas.
Se veía tan sexy... ¡No! Debo dejar de tener esta clase de pensamientos...
Puse las manos sobre mi rostro...

-¿Pasa algo señorita Jauregui?- Camila estaba en frente mirándome.

-No, yo solo...

-Meditaba lo increíblemente atractiva que me veo hoy, ¿no?

-¿Qué? Yo...

-Shhh- puso su dedo sobre los labios- no digas nada, tú te ves jodidamente sexy...

-¿Eso crees?

-Sí, te quitaría la ropa ahora mismo...

-¿Qué?

-Sé que lo deseas tanto como yo... ¿O no?

Ella se acercó a mi lado y giró mi silla, se agachó y posó su dedo índice sobre mi mejilla derecha y
comenzó a deslizarlo hasta mis labios.

-Me gustan...

-Dios...

-Señorita Jauregui, ¿le digo que sí?- Camila me sacó de mis pensamientos...

-¿Qué?

-A la señorita Kordei... Su almuerzo con ella...

-Sí... Dile que sí...- entonces ella contestó por el teléfono.

¿Qué fue eso? Estaba teniendo pensamientos con Camila, yo no puedo sentirme atraída por una
mujer... ¿Por qué tengo estas ideas? ¿Por qué creo esos escenarios? No cualquier clase de
pensamientos, no tenían nada de inocente, fantaseaba con mi secretaria que se encontraba a
unos metros... Eran pensamientos llenos de lujuria...

CAMILA POV:

Cuando entré a hablar con Lauren la noté desconcentrada pero su expresión facial no era de pena,
tristeza o preocupación. Noté que tenía las mejillas ruborizadas y que se mordía los labios de vez
en cuando y a eso súmenle que se veía estúpidamente hermosa. Soy una chica que le gustan
muchas las mujeres muy femeninas pero mi hermosa y sensual jefa era algo así como lo contrario.

De las dos veces que nos hemos vistos las dos veces llevaba pantalones ceñidos a su cuerpo,
camisas un poco holgadas que dejaban entre ver sus pechos firmes ¡Dios! No creo que haya sido
buena idea aceptar este trabajo, se supone que lo necesito para poder pagar ese departamento y
poder tener un lugar en donde valga la pena poder tener a mi hermana conmigo algunos días.

-Camila... Camila... ¡CAMILA! - la ex secretaria de Lauren me gritó.

-¿Qué... qué pasa?

-Tu celular no ha dejado de sonar - miré la pantalla.

-Oh... gracias

Me alejé unos metros hasta salir del edificio.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué me llamas como desquiciada Dinah?

-Oh que genio que llevas ¿Cómo te fue en tu primer día de trabajo como secretaria lesbiana sexy?
- sonreí.

-Bien - dije mirando hacía la puerta de la oficina de Lauren la cual se abría y noté que salió su joven
amiga, Normani, se despidieron y me di cuenta de cómo la mirada de Lauren comenzó a buscar
algo o mejor dicho a alguien y no se detuvo hasta encontrarse con los míos. Cuando cruzamos
miradas, me sonrió y en su rostro vi algo que me hizo pensar muchas cosas.

-¿Estás ahí?

-Yo... este... Dinah creo que tenemos que hablar después, tengo trabajo pero gracias por llamar.

-¿Ya te la follaste?

-Eres insoportable, adiós.

Apenas colgué el teléfono caminé hasta su oficina, dejé escapar el aire de mis pulmones y toqué la
puerta.

-Adelante - pasé y Lauren estaba de pie mirando hacía la hermosa vista de New York.
-¿Necesita algo? - ella volteo a mirarme.

-¿Sabes que me dijo mi prometido hoy? - fruncí el ceño.

-Creo que ese no es un tema que debería hablar conmigo - dije volteando y abriendo la puerta.

-Soy tu jefa señorita.... Mmm....

-Cabello - volví a mirarla - y ya entendí ¿Qué le dijo su prometido?

-Que una lesbiana no tiene posibilidad alguna con un hombre, que a él nunca le quitarían una
chica eso incluyéndome obvio - sonreí irónicamente - ¿Cuál es la razón de esa hermosa sonrisa
que surgió de tu rostro? - preguntó sentándose encima de su escritorio.

-No es por hablar mal de él porque no lo conozco pero él habla desde la ignorancia.

-¿Por qué?

-¿En serio quiere saber?

-Sí, no tenemos mucho que hacer hasta el mediodía así que te escucho.

-Yo soy lesbiana y es gracioso porque por mi parte puedo decir que por lo menos a mí ni una chica
me ha dicho que no. Me he llevado a la cama a lesbianas, bisexuales y heterosexuales ¿y sabe qué
pasa? - dije caminando lentamente hasta donde se encontraba ella.

-¿Qué? - preguntó abriendo sus piernas lentamente para dejarme espacio.

-Todas quieren una segunda vez, si cobrara por sexo sería millonaria.

-Él dice que soy demasiado heterosexual para tener una aventura sexual con una lesbiana.

-En mi opinión la heterosexualidad en las mujeres no está en un 100%

-¿Por qué? - quedé entre medio de sus piernas, miré sus pantalones de color negro y mi mente
comenzó a jugarme malas pesadas. Comencé a imaginarme como sería su piel, si sería suave, si
tendría olor - ¿Qué pasa? - llevó una de sus manos a mi barbilla y me hizo mirarla - ¿Qué está
mirando señorita....?

-Cabello - dije mirándola directamente a sus ojos - Camila Cabello.

-Deberíamos hacer algo para que se me quede grabado su nombre ¿no cree? - llevó su mano a mi
cabello y comenzó a jugar con mis puntas.

-¿Qué más le dijo su prometido?

-Que de todas formas las lesbianas no suelen acercarse a las heterosexuales comprometidas y que
entre la universidad y el trabajo "estaba perdiendo el brillo".
-Es un imbécil - cada una de mis manos se aferraron a sus rodillas - en lo que mi incumbe a mí...
bueno... - comencé acercarme a ella y cuando estaba a centímetros de sus labios cambié de
recorrido hasta su oído - me encantaría estar debajo de sus sábanas - sus manos se aferraron a mis
caderas y me acercó a su cuerpo.

-No... no puedes decir esas cosas - sus manos subieron hasta encontrarse con el dobladillo de mi
blusa y comenzó a subirla lentamente. Cuando sentí el roce de la piel de sus dedos con la de mi
espalda me estremecí - es... es muy suave - me alejé lentamente y volví a mirarla.

-¿No le molesta que este a segundos de besarla?

-No

-¿No le molesta saber que estoy a segundos aferrarme a su trasero?

-No

-¿No le molesta saber que le será infiel a su prometido?

-No soy idiota, sé que él me ha sido infiel así que supongo que hacerlo por primera vez no es la
gran cosa ni mucho menos si es con una mujer - sus palabras se me quedaron grabadas.

-¿No le molesta saber que en una semana tendremos sexo sobre este escritorio y haré que grité
mi nombre tantas veces hasta que se le quedé grabado de por vida y así se dará cuenta que el sexo
lésbico es mejor que lo que usted tiene en su casa y no es para menospreciarlo - ella no dijo nada -
Una semana Lauren... una semana acá, tú y yo.

-¿Una semana? ¿Por qué? ¿no te gusto?

-Quiero ver hasta dónde puede llegar para hacerme perder el control. Si logra hacerlo antes de
una semana le juro que seré su ratón de laboratorio. No me molestaría porque le mentiría si no le
dijera que desde que entré la primera vez en esta oficina no quise estar dentro de usted.

-¡DIOS MÍO! - dijo aferrándose a mi cuello, sus manos se aferraron a mi cabeza - tienes una boca
muy sucia - dijo mordiendo el lóbulo izquierdo de mi oreja.

-Mierda - me aferré a su cuerpo.

-Pero te juro que te volveré loca en menos de una semana, en tres días te tendré acá de rodillas.

-Usted ni se imagina lo que sé hacer de rodillas señorita Jauregui, ni se lo imagina.

Estábamos a punto de besarnos cuando tocaron la puerta.

-¿Quién es? - Lauren saltó lejos y solo sonreí al notar su nerviosismo.

-Farith, mi amor - nos quedamos mirando, Lauren caminó hasta la puerta y la abrió - Hermosa -
Farith llegó y la besó - venía hablar contigo y a pedirte disculpas por lo de esta mañana - me miró.
-Oh, yo soy su nueva secretaria, disculpe... Camila Cabello.

-Oh, Lauren me habló de ti - sonreí.

-Bueno entonces supongo que nos vemos señorita Jauregui - dije mirándola.

-Te llamo para la reunión de las 12...

-La estaré esperando - caminé hasta la puerta y entonces me detuve - se me olvidó preguntarle -
Lauren me fulminó con la mirada - la reunión de las 9 de la noche en 3 días más ¿La agendo? - noté
su sonrisa y sus ojos encendidos en lujuria.

-Sí, agéndala pero colócale un asterisco al lado, nadie sabe si esa reunión puede que se tenga que
adelantar - la quedé mirando, le sonreí y salí de su oficina. Lo que hiciera ahí adentro con ese
estúpido no me importaba, en menos de 3 días ella sería mía. Solo mía.

=================

CAPÍTULO 4

CAMILA POV:

Ya había pasado un día desde que con Lauren dijimos que en 3 días la haría mía pero aun así
nuestra relación era incómoda. Llevábamos un día sin hablar, solo lo justo y necesario por el
trabajo. Lo que debería ser normal para muchas otras personas para mí era insoportable, a eso
hay que sumarle que se ha vestido más sexy de lo normal. Hoy andaba con una falda de cuero
completamente ceñida a su cuerpo, la típica blusa transparente que dejaba entre ver su ropa
interior ¡me quería torturar y lo estaba logrando!

Gracias a Dios este día terminó temprano, Lauren dijo que tenía una reunión muy importante así
que dejo a todos los empleados que estaban a su cargo, libres. Ordené algo de papeleo para que al
próximo día el trabajo no se hiciera tan pesando, fiché mi hora de salida y me dirigí a la puerta de
salida del edificio, mientras caminaba me di cuenta que la reunión era en el primer piso y que
Lauren iba entrando junto con su prometido. Ella volteó a verme y le sonreí, seguí mi camino sin
mirar atrás hasta que hice parar un taxi.

-¿Hacia dónde va señorita?

Terminé en el mismo antro de siempre, pedí un wisky y comencé a buscar a una posible presa.
Lamentablemente no había nadie que ya no me hubiera follado anteriormente o que estuvieran
en pareja.

-¿Qué pasa Camila? ¿Perdiste tu toque seductor? - me dijo el imbécil de Keaton desde la barra.

-Claro que no - respondí sin mirarlo - solo estoy buscando a alguien a quien no me haya follado ya.
-Oh... Bueno dudo que encuentre algo bueno acá si es que ya lo probaste todo.

-Sé que no lo probé todo, tiene que haber alguien - seguí mirando a todos lados pero no había
nadie y entonces de repente mis ganas de tener sexo habían desaparecido. Comencé a seguir
bebiendo y el idiota de Keaton aprovechó mi borrachera para hablarme del tamaño de su pene
que de por cierto no me interesaba. Yo sabía que desde que Keaton me conoció ha querido
llevarme a la cama y cuando le dije que era lesbiana no me creyó, claro. Eso duró solo hasta que
me follé a una de sus hermanas y a su ex.

-Creo que me iré - dije pagando lo que había consumido - buenas noches idiota.

Salí de ese lugar y me fui caminando, vivía solo a unas dos cuadras de distancia de ese bar, me di
cuenta que el clima comenzó a bajar bruscamente y para cuando llegué a mi casa ya estaba
completamente congelada.

-Mierda - dije entrando y prendiendo la calefacción. Caminé hasta la cocina y calenté la cena, abrí
una botella de vino y me pregunté si a Lauren le gustaría estar compartiendo este momento
conmigo. Que si dejaría todo esos lujos por un momento como este - deja de pensar estupideces -
dije en voz alta - ella es una chica de alta sociedad, lo tiene todo. Dinero, fama, se va a casar y de
seguro tiene todo su futuro planeado. Hasta debe estar jugando conmigo y tu caíste en su trampa,
eres una idiota Camila - saqué mi cena y comencé a comer y algunos segundos antes de terminar
mi celular sonó.

Anónimo: Hola ¿Qué haces?

Camila: Descuida pero creo que te equivocaste de persona, buenas noches.

Anónimo: ¿Eres Camila Cabello verdad?

Deje de comer y le presté atención a mi celular.

Camila: ¿Cómo sabes mi nombre? Mira si es una broma te pediría que no siguieras, no tuve un
buen día.

Anónimo: ¿Quieres hablar de eso? Dicen que a veces es de mucha ayuda hablar tus cosas con un
desconocido.

Camila: ¿Cómo sé que no eres un desconocido?

Anónimo: Buen punto, no lo soy... La reunión estuvo aburrida...

Mierda era ella.

Camila: ¿Señorita Jauregui? Wow, no sabía que tenía mi celular.

Lauren: Soy tu jefa ¿Qué esperas? Tengo que saber todo de ti.
Camila: ¿Sabe todo de mí? Impresióneme.

Lauren: Idiota... ¿Qué hiciste al salir del trabajo?

Camila: Quise ir a buscar a una chica a un bar, tenía ganas de tener sexo pero resulta que en ese
bar ya no queda nadie que no me haya follado y no me gusta repetir. No sé si entiende.

Lauren: Mucha información...

Sonreí, sabía que estaba celosa.

Camila: Lo siento, usted preguntó. Solo respondí...

Lauren: ¿A que vino esa desesperación por tener sexo?

Camila: A que mi jefa hoy se veía demasiado caliente con esa falda de cuero ceñido al cuerpo y su
blusa transparente... Mierda... De tan solo acordarme yo... Creo que debería ir acostarme.

Lauren: Hey... ¿De tan solo acordarse usted qué? Óyeme bien... Solo te dejaré ir a acostarte si me
dices que te irás conmigo a la cama.

Camila: ¿Qué? ¿Cómo así?

Lauren: Cuando estés en la cama no dejes de mandarme mensajes, estoy aburrida Camila.

Camila: ¿Y su novio?

Lauren: No lo arruines... Mejor sigamos...Decías que de solo acordarte tú, ¿qué?

Camila: Me muero de ganas de tener a alguien en estos momentos en mi cama y poder follármela
pero no puedo, porque no encontré a nadie y usted está en mi mente todo el día, toda la tarde,
toda la noche. Usted y su falda, su blusa, el color de su ropa interior, sus piernas fibrosas, su
cabello. Usted y su ardiente cuerpo terminará por matarme.

Lauren: ¿Qué es lo que mejor sabe hacer de rodillas?

Mierda, esta conversación se está colocando muy caliente.

Camila: En dos días más lo averiguará.

Lauren: No creo que aguanté Camila, no puedo con usted cerca.

Camila: ¿no puede qué?

Lauren: No puedo dejar de estar húmeda todo el día y eso me pasa solo con mirarte, eres
jodidamente sexy y nadie me había hecho sentir así.

Camila: Tenemos que parar... por favor... terminaré duchándome con agua helada.
Lauren: ¿Te caliento verdad? Es mutuo Camila, es mutuo.

Camila: ¿Sabe hace cuánto no me auto doy placer? Ni siquiera me acuerdo y es culpa de usted que
quiera hacerlo ahora, porque por su culpa no pude conseguir una chica porque lo único que hago
es pensar en usted y ahora... Ahora estoy a punto de caer.

Lauren: Mierda... Quiero... Quiero que lo hagas, dime todo lo que estás haciendo.

Camila: Lauren... yo...

Lauren: ¡HAZLO!

Camila: Bueno señorita Jauregui...

Lauren: Me encanta saber que todo eso es por mí... ¡Dios me estas matando Camila!

LAUREN POV:

Camila: Te está matando saber que estoy excitada...

Lauren: Sí, eso...

Camila: Y que es por ti...

Lauren: Por mi...

Camila: No puedo dejar de pensar en ti, en como estabas hoy tentándome con esa blusa
traslúcida...

Lauren: No dejas de pensar en mí así... Haz tenido pensamientos calientes conmigo, ¿no?

Camila: Tantos que tuve que cruzar las piernas para poder controlar las palpitaciones de mi
centro...

Lauren: Mierda...

Camila: ¿Dónde estás?

Lauren: En mi departamento... Estoy en el sofá de la sala de estudio, Farith está durmiendo...

Camila: Perfecto...

Lauren: ¿Y tú?

Camila: Termino de cambiarme... Ahora estoy acostándome en la cama...

Lauren: ¿Qué traes puesto?

Camila: Una camiseta y bragas...


Lauren: Dios...

Ella sabía cómo ponerme en alerta, mis cinco sentidos estaban descontrolados...

Camila: ¿Tú?

Lauren: Adivina...

Camila: Sorpréndeme...

Lauren: Lencería para dormir.

Camila: ¡Qué ganas!

Lauren: No sé qué me pasa contigo... Siento que no tengo límites cerca de ti...

Camila: Shhh... Estamos del mismo lado... Me siento igual...

Ella no decía nada solo oía su respiración...

Lauren: Tu silencio me calienta aún más, dime ¡¿qué haces?!

Camila: Estoy acariciando mi abdomen...

Lauren: Sigue...

Camila: La camiseta me incomoda... Me la voy a quitar...

Lauren: Dios...

Camila:...

Lauren: Camila...

Camila: Listo...

Lauren: ¿Traes brassier?

Camila: No, no duermo con brassier...

Lauren: No dejes de decirme que estás haciendo ahora...

Camila: Pienso en ti y cómo esa falda de cuero dejaba percibir con exactitud tu perfecto trasero...

Lauren: ¿Te gusta?

Camila: Me encanta... ¡Qué ganas de tocártelo!

Lauren: Quiero que me toques...

Camila: Mierda... Quiero que me beses...


Lauren: Quiero besarte, quiero morderte...

Camila: Estoy bajando mi mano por la línea de mi abdomen... A punto de llegar a mi centro...

Lauren: Camila...

Sentía la respiración de Camila pesada... Eso me ponía aún más de lo que ya estaba... Las orejas
me quemaban y mis mejillas ardían...

Camila: Quiero hacerte mía... Quiero tocarte, arañarte...

Lauren: Quiero besar tu cuello...

Camila: Estoy con una mano tocando uno de mis pechos...

Lauren: Sigue...

Camila: Quiero follarte...

Lauren: Me encantaría lo hagas...

Camila: Quiero oírte gritar mi nombre...

Lauren: Quiero justo ahora estar ahí contigo y cumplir cada pequeña fantasía que tengas
conmigo...

Camila: Dios... Estoy tocándome... Se siente muy bien pero no tanto... Es decir, si tú lo hicieras mi
cuerpo estaría en el punto más alto del clímax con tan solo el roce de tus dedos sobre mi piel...

Lauren: Mierda... Me gustan tus piernas... Quiero morderte los hombros... Quiero dejarte besos
húmedos...

Comencé a oír como Camila jadeaba al otro lado del teléfono y mis bragas ya estaban húmedas...
Me crucé de piernas y solo me limité a acariciar ligeramente con la yema de mis dedos la piel de
mi abdomen...

Camila: Hazme tuya...

Lauren: Quiero hacerte mía... Quiero tenerte solo para mi...

Camila: Me tendrás solo para ti...

Lauren: No sabes las ganas que tengo de ir hasta donde estás y quitarte las bragas con los
dientes...

Camila: Eso sería muy excitante...

Lauren: Quítatelas...
Camila: Lo haré...

Lauren: No quiero las arruines... Tócate...

Camila: Ummm, espera...

Lauren: ¿Pasa algo?

Mi respiración estaba yendo en un ritmo nunca antes conocido...

Camila: Dios... Oh...

Lauren: ¡¿Estás tocándote?!

Camila: Estoy introduciendo dos de mis dedos...

Lauren: ¿Te gusta?

Camila: Sí... Estoy cerrando los ojos, quiero imaginar eres tú...

Lauren: Dios...

-Lauren, amor... ¿Vas a venir a dormir? Te estoy esperando...- era Farith al otro lado de la puerta.

-Estoy ocupada, tengo mucho qué hacer... Ve a dormir, yo voy luego cuando termine...

-Bueno...

Camila: ¿Qué fue eso?

Lauren: Vino a buscarme pero ya le dije se vaya... Sigue...

Camila: No puedo así...

Lauren: Perdón, pensé no molestaría... Hey... Sigue, ¿sí?

Camila: Está bien, sí... Ayúdame...

Lauren: Si estuviese contigo comenzaría a succionar cada zona de tu piel desde tu cuello e iría
bajando por encima de tus pechos luego... Aún más... Besaría tus pechos... Los tocaría... Con una
de mis manos estaría rozando tu entrepierna...

Camila: Yo arañaría tu espalda, no resistiría tanto placer...

Lauren: Estoy mojada...

Camila: Yo también... Sigue...

Lauren: Quiero estar dentro de ti...


Camila: Mierda...

Lauren: Quiero embestirte... Que cada vez que te penetre te estremezcas, que tu espalda se
arquee y que grites... Quiero y deseo grites de placer... Ver tus expresiones en el punto más alto
del éxtasis...

Podía oír sus gemidos... Deslicé mi mano por debajo de mis bragas y me acomodé en el sofá...
Cerré los ojos con fuerza e intenté imaginármela y concentrarme en su voz, en sus gemidos...

Camila: Dios... Lauren...

Lauren: Sigue, no te detengas...

Camila: Mierda... Oh...

Lauren: Sigue... Sigue Camila...

Mi centro palpitaba y mis mejillas estaban al rojo vivo, estaba en mi propio infierno en compañía
de esa morena...

Camila: Mmm... Dios...

Comencé a oír sus orgasmos y presentía había llegado al clímax... Yo seguía tocándome, pensaba
en ella encima de mí, en el increíble trasero que tenía y sus labios carnosos... Dios, me los
imaginada besando mi barbilla y mordiéndome los labios, como si quisiera arrancármelos...

Lauren: ¿Te gustó?

Camila: Vas a pagar por esto...

Lauren: Cuando te vea mañana en la oficina quiero me castigues...

Camila: Te voy a torturar, tu cuerpo arderá y entonces sabrás que sé hacer de rodillas...

Lauren: Dios...

Apreté más los ojos y sentía cómo casi llegaba al orgasmo...

Camila: Siento tu respiración lenta... Lauren acaso estás...

Lauren: Mierda... Sí...

Camila: Lauren... Me voy a vengar por esto... Créeme...

Lauren: Siento que nuestros próximos encuentros no sabremos lo que es el frío o que es estar sin
tener tantos pensamientos impuros...

Camila: Sabrás que es placer... Sabrás porque nadie nunca se ha quejado de mí en la cama...
Lauren: Eres jodidamente ardiente cuando tiene esa voz...

Camila: A mí me gusta tu voz... Así rasposa... Es terriblemente excitante...

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CAPÍTULO 5
Camila POV:

Después del encuentro telefónico que tuve anoche con mi jefa debo admitir que dormí genial, sin
estrés y sin pensamientos estúpidos que no me habían dejado tranquila en todo el día, aun así
debo admitir que tenía miedo de cómo iba a reaccionar hoy, se supone que ella nunca antes ha
tenido nada con una chica ¿y por qué eso me importa? Nunca antes te importo si eran casadas,
comprometidas, si eran las novias de tus amigos o incluso de una de tus ex. Simplemente te las
llevabas a la cama y ya.

-¿Qué me coloco? - dije en voz alta y mirándome al espejo, llevaba lencería de color negro. Busqué
el vestido más pequeño que tenía y más ajustado, dejé mi cabello suelto, me coloqué unos tacos
altos y el último toque pero no menos importante, el perfume.

Después de estar arreglándome durante una hora decidí salir de mi edificio, miré hacía todos los
lados para poder conseguir un maldito taxi y no pasaba nada, perfecto iba allegar tarde. Miré mi
hora y solo tenía media hora para llegar - mierda - dije mirando hacia el cielo.

-Hey - miré hacia adelante y un auto de último modelo, de color negro bajó sus ventanas -
¿quieres irte conmigo? - y como no todo podía ser tan malo, frente a mí tenía a la señorita
Jauregui ofreciéndome un aventón.

-Si me subo ahí, no iremos al trabajo ¿verdad? - ella solo sonrió, se sacó sus lentes y se mordió el
labio inferior.

-Si te molesta el hecho de que por no ir un día perderás dinero te digo que no, eso no pasara.

-Ok - me subí en la parte trasera del asiento, noté que un vidrio completamente negro y
polarizado nos separaba del conductor - ¿él puede ver?

-No - dijo mirándome - ¿Cómo dormiste? - noté su tono de voz algo coqueto, sonreí y la miré.

-¿Cómo cree que dormí?

-No tengo la menor idea - Lauren cruzó sus piernas y nuevamente había venido con una falda, y sí
era de cuero, nuevamente era negra pero el diseño era diferente - ¿te gustan mis piernas?

-Oh no - dije mirando hacía el techo del auto - acá vamos de nuevo - dije mirándola - ¿Qué quiere?
Dígame que quiere y se lo juro que se lo daré. Pero deje de jugar conmigo.
-¿Qué crees que quiero de ti?

-Acaso ¿no tuvo suficiente ayer?

-¿Tuviste suficiente ayer? Porque si piensas eso te puedes bajar en la siguiente parada y...

Basta no podía seguir escuchando una palabra más, hasta su tono de voz lograba ponerme
caliente así que la calle de la única forma que sé. Con un beso... al principio dudé, creí que ella no
me lo devolvería pero a penas, rocé sus labios ella me respondió introduciendo su lengua dentro
de mi cavidad bucal. Mi corazón casi le da una taquicardia cuando me di cuenta de que la tenía
sentada encima de mí, mis manos se apoderaron inmediatamente de sus muslos suaves y firmes y
gruñí cuando se los apreté.

-Ayer me dijiste que te gustaban ¿lo recuerdas?

-También me encanta tu trasero - mis manos se fueron hacía su trasero y se lo apreté, acto
seguido Lauren dejó escapar un gemido, seguí besándola sin soltar su trasero. Mi boca alejó sus
labios y se dirigió a su cuello en donde succioné, lamí y di pequeños besos sin parar. Me estaba
volviendo loca y era su culpa - te quiero follar - dije succionando el lóbulo de su oreja - acá y ahora
- comencé a subir su falda hasta que noté su ropa interior y para mi sorpresa era color piel y
transparente.

-¿Te gusta lo que ves? - preguntó llevando uno de sus dedos a mi barbilla y haciendo contacto
visual - ¿te gusta?

-Dime que eso será todo mío - hablé mientras desabrochaba su blusa - dime que será todo mío -
entonces Lauren sacó una de mis manos de su blusa y la llevó directamente a su intimidad - OH
DIOS MÍO LAUREN - mordí su hombro sin poder contenerme. Estaba muy húmeda y mi lívido
estaba muy alto para seguir aguantando.

-Nadie me pone así de húmeda, solo tú... Camila - dijo en mi oído mientras que me aferraba a sus
caderas con todas mis fuerzas - espera que lleguemos y podamos terminar esto de una maldita vez
- la quedé mirando - no tienes una idea de cómo te deseo en estos momentos Camila, quiero
desnudarte, besarte completamente y Dios sabe que quiero que hagas lo que mejor sabes hacer
de rodillas - pasé mi lengua por mis labios y sonreí - algo me dice que acabo de entender un poco
de que va ese juego.

-No es un juego y si quieres te puedo dar algo de eso ahora.

-No me tienes Cabello, no me... - entonces nuevamente la callé pero esta vez mordí su cuello
mientras mis manos alejaban su blusa y dejaban el sostén a la vista, corrí algunos centímetros la
tela hasta que su pecho derecho se hizo presente, ni siquiera lo dudé. Me lo llevé a la boca y
comencé un juego muy tentado entre mordidas y succión, noté como Lauren se frotaba contra mi
piernas y como sus gemidos comenzaron a adueñarse de cada rincón del auto - Fuck... te odio...
noo.... Mierda... Camz... yo... - sabía que le encantaba - y ahora te daré otra muestra de lo que será
estar en tu cama y ser follada por mí - no lo pensé dos veces y la envestí con todo lo que tenía,
introduje dos dedos dentro de ella lo que hizo que Lauren elevara sus manos y se afirmara de la
parte superior del auto sin dejar de moverse, sus gemidos me estaban matando.

-Dios, estas tan húmeda- dije mientras no podía despegar mi mirada de su rostro.

-Eso es tan sexy, es tan rico... no pares Camz, no pares.

-No pararé... aún no.

LAUREN POV:

-¡¡¡Sigue, Dios... Sigue!!!- esto era terriblemente ardiente.

-¿Así?- introdujo con más fuerza sus dedos y yo ya estaba delirando en alguna dimensión
probablemente solo conocida por mis elevados cinco sentidos en un infierno sin control de lujuria.

-Mierda...- me aferré a ella rodeando mis brazos en torno a su cuello y comencé a susurrarle-
Sigue, no pares... Ve más rápido.

-Eso haré... Quiero complacerte- el ritmo de la penetración fue en aumento y mi temperatura


también.

Estuvimos en esa situación por varios minutos y perdí la noción acerca de donde me encontraba.
El auto por fin se detuvo y yo ya había alcanzado el clímax, mi cuerpo yacía relajado sentada
encima de las piernas de Camila. Ella me mordía los hombros turnándose, parecía lo disfrutara
como si se tratase de alguna golosina que encontrara fascinante.

Me arreglé lo más decente que pude porque en seguida tomé la mano de Camila y la dirigí hacia la
habitación del lujoso hotel que había reservado.

En cuanto entré me aseguré estuviese todo lo que había ordenado, la botella de vino, los
bocadillos, el baño de espuma, la increíble vista panorámica de toda la ciudad de New York en su
totalidad.

-Debiste pagar mucho por esto...- Camila estaba observando cada detalle.

-Iba a mandar a poner pétalos sobre la cama, pero esto no es lo que somos... Digo, no es amor, se
trata de sexo, placer, lujuria...

-Ah...-noté su mirada se perdió en posibles pensamientos que jamás entenderé- claro...

-Entonces, continuamos...- me acerqué a ella, puse mi mano sobre una de las curvas de su
perfecta cintura- el vestido me está matando, ciñe tu figura tan bien...

-¿Te gusta? Lo escogí pensando en cuanto podría provocarte...- se mordió el labio inferior y mis
pensamientos vagaban en fondos de color rojo encendido.
-Te estás portando muy mal, señorita Cabello... ¿Por qué tienta de esta manera a su jefa?

-Porque es tan jodidamente sexy que hace mis pensamientos no dejen de crear escenarios donde
solo la hago mía una tras otra vez... Sin parar, sin bajar el ritmo, solo ir en aceleración constante
hasta llevarla en un viaje de placer, lleno de fuego.... Lleno de pasión...- Uno de sus dedos se posó
en mi clavícula... Comenzó a deslizarlo sobre esta...- como dije, no hay nada en ti que no me
provoque.

-Mírame...-puse mi mano sobre su cuello y la acerqué a mi rostro- hoy te voy a mostrar que tanto
como tú puedes hacerme delirar yo puedo hacerlo contigo... Y al final del día me mostrarás que
tan bien sabes hacer de rodillas...

-Tengo muchas posiciones... Irás descubriéndolas- su dedo comenzó a hacer un camino por en
medio de mi torso, llegó al final del escote de la blusa, entonces volvió a quitármela, la besé y
mordí sus labios como si dependiera de ellos el momento. Eran carnosos y suaves, la combinación
perfecta para dejar al brote mis más sucios deseos...

-Me gustan tus pechos...-sus dedos rozaban mi piel desnuda del contorno de mis pechos donde no
cubría el brassier. Bajé mis manos a su trasero y se lo apreté acercándola más a mí, quería sentir
su respiración hacerse lenta a causa mía.

-Te voy a follar tanto... No vas a detenerme de cada una de mis malas intenciones contigo...-mordí
su barbilla, luego hice un camino de besos húmedos hasta su cuello y yendo en dirección hacia
abajo. Con ayuda de mis manos, alcé su corto vestido hasta la altura de sus caderas, y ahí dejé mis
manos... Así la dirigí hacia la pared de la habitación y la puse contra ella, era delgada por lo que
pude alzarla un poco y acomodarme entre sus piernas- Eres tan ardiente... Quiero comerte toda...

-Mierda...- sus manos se posicionaron en mi espalda, estaba buscando el broche de mi brassier.

Sin embargo, la acción se detuvo una vez que sintió como una de mis manos estaba explorando
entre sus piernas, tocando la parte interna de su muslo derecho, llegando al borde de sus bragas y
ya sentía la calidez de su cavidad. Aparté hacia un lado su ropa interior que por cierto mejoraba
aún más el momento, el color negro me encendía, cierto fetiche mío.

-¿Estás lista? No pienso parar hasta que digas mi nombre...- ella me miró y mordió sus labios. Sentí
que fue la respuesta exacta a mi siguiente acción entonces, introduje dos de mis dedos, me mordí
los labios mientras veía sus gestos de excitación, ese momento... Esa sensación de tenerla tan
caliente, me provocaba llevarla al punto más alto.

-Mierda...- comenzó a jadear mientras la embestía y su cuerpo iba en un movimiento violento


hacia arriba y volvía a deslizarse hacia abajo recostada sobre la pared, sus manos comenzaron a
acariciarme en un primer momento con la yema de sus dedos, luego se convirtieron en arañazos...
Sus uñas estaban recorriendo con violencia cada espacio de mi espalda.

-Aún no voy a parar...


-Mierda... Dios...

-Me gusta verte así de excitada, estás muy mojada...- comencé a acelerar el ritmo.

-Ahhhh, Dios... Mmmm... Yo...- la embestí con más fuerza, comencé a besar su cuello, lamía su
cuello y succionaba su piel a tal punto que probablemente le dejaría marcas- Más... Quiero más...

Comencé a morder su cuello e introduje un tercer dedo, ella se estremeció y su cuerpo se


estremeció, arqueó su espalda y comenzó a gemir.

-Así me gusta...- seguí con la acción y me dirigí a sus labios los besé, pasé mi lengua por el inferior
y ella separó los labios entonces comenzó un juego lleno de deseo. Nuestras lenguas parecían
conocerse desde hace mucho quizás porque ambas tenían el propósito de encendernos aún más.

Aumenté el ritmo, Camila estaba en algún otro lugar, sus ojos estaban cerrados con fuerza. Se le
escapaban gemidos y de vez en cuando gritos de placer.

-Dios... Yo... Laur...- se detuvo y entonces aproveché para embestirla con más fuerza...

-No me voy a detener...

-Dios mío... Mierda... Yo... Ahhh...

-Di mi nombre...

-Dios...

-Entonces me decidí por apoyar mi peso contra ella y por fin mientras liberaba uno de sus pechos y
me apoderaba de el para poder tomar uno de sus pezones entre mis dientes ella gritó y por la
manera en la que se estremeció supe había llegado a su punto más alto del clímax.

-MIERDAAAA... LAURENNN

Por fin, su cuerpo se desvaneció contra el mío y entonces saqué mis dedos de su cavidad... La miré
fijamente y los lamí, ella se mordió el labio inferior... En nuestros ojos se veía el principio de un
largo camino lleno de lascivia..

=================

CAPÍTULO 6
CAMILA POV:

No sé en qué momento terminé solo con la ropa interior puesta y con las manos de Lauren al
interior de mis bragas, tampoco sabía cuántos orgasmos había tenido de pie, solo sujetada por una
pared.
-Me encantas - dijo Lauren pasando su lengua desde mi cuello hasta el lóbulo de mi oreja - me
encanta que grites mi nombre - yo no podía responder a nada de lo que ella decía, estaba en un
estúpido trance de placer, era como una maldita droga - dime qué quieres que haga contigo
Camila - sentí como aumentó sus movimientos.

-oh... mmm... Lauren... yo... no... Fuck - no podía articular palabra alguna.

-Anda, dime - como pude di un salto y abracé sus caderas lo cual hizo que sus dedos tuvieran más
profundidad dentro de mí, me aferré a su cuello como si mi vida dependiera de ello - estás tan
húmeda Camila, me estas matando - me golpeó contra la pared y sus movimientos volvieron a
tomar velocidad. Entraba y salía de mi interior como una desquiciada, sus ojos estaban más verdes
que nunca y se podía notar la pasión en ellos - anda, córrete, córrete de nuevo. Córrete para mi
bebé - ella tenía que parar de hablarme sucio no tenía idea alguna de cómo me ponía eso - vamos
Camila, córrete - y justo en ese momento sentí como todos mis músculos se tensaban, como mis
piernas perdían fuerzas pero los brazos fuertes de Lauren me agarraron y me pegaron contra la
pared, su frente quedó pegada a la mía y podía sentir su respiración caliente y acelerada contra mi
rostro - Dios, eres tan sexy- Lauren jaló mi labio inferior y lo succionó.

-Llévame a la cama - apenas noté que mi respiración volvía a la normalidad pude hablar - siento
que mis piernas no dejan de temblar - Lauren tenía una estúpida sonrisa en su rostro porque sabía
que eso era un efecto del magnífico trabajo que hicieron sus dedos. Lauren me cargó en sus
caderas y me depositó lentamente sobre la cama - sácame las bragas - noté como abrió sus ojos -
vamos jefa.... Me molestan, aparte creo que ya las estropee - abrí mis piernas y noté Lauren
apretó sus piernas y se mordió el labio inferior -¿Lo hará usted o lo haré yo?

-Yo... yo lo haré - dijo tragando saliva. Agarró mis bragas desde mis caderas y comenzó a bajarlas
lentamente - estás... completamente depilada - solo sonreí - ¡JODER! - me senté en la cama y le di
la espalda.

-¿Me desabrocha el brassier?

-Camila... tienes un culo - sentí como su manos me acariciaba el trasero.

-Dije brassier - coloqué su mano en mi ropa interior. Lauren no se demoró nada en desabrocharlo,
voltee a verla y tenía las mejillas enrojecidas y estaban calientes - llegó mi turno preciosa - me
acerqué a ella y desabroché su blusa - no sabes las ganas que tengo de verte desnuda, voy a
recorrer centímetro a centímetro cada rincón de tu cuerpo, te voy a morder, arañar y tendremos
el mejor sexo de tu vida.

-Basta - noté como volvía apretar sus piernas.

-¿Debes estar muy mojada no? - seguí con la falda, bajé el cierre y ahora estaba solo con ropa
interior de color rojo - color rojo - la miré - llegó tu turno - la lancé a la cama y me coloqué encima
de ella, sin avisarle comencé a besar su cuello. Lo mordía y succionaba todo a la misma vez... una
de mis manos bajaron por su abdomen hasta el dobladillo de su ropa interior y se lo bajé
lentamente, cuando estaba a punto de despojarla de su prenda acomodé mi rodilla cerca de su
centro completamente húmedo y comencé un movimiento que hacía fricción.

-OH MIERDA - se aferró de mi espalada y sentí cómo sus uñas se enterraban en mi piel - mmm...
oh... Camz... Camz.... Yo... - el broche de su brassier estaba por delante así que con mi mano
izquierda lo desabroché y lancé lejos - chúpalas - dijo con la voz entre cortada.

-Tú no me dirás que hacer, ahora estás bajo mi poder.

Me acomodé con todo mi cuerpo sobre ella y mi boca se encontró con la suya, su lengua entró de
un momento a otro lo cual hizo que una oleada de calor bajara justo en mi centro, sonreí cuando
la escuché gemir. Solté sus labios y bajé hasta su cuello en donde mordí, succioné y lamí toda su
piel, mordí muy despacio su clavícula haciéndola delirar. Su espalda se arqueó y un grito
ensordecedor se apoderó de todo el cuarto. Continué bajando hasta sus pechos - Dios son tan
grandes - me llevé uno a la boca mientras que con una de mis manos jugaba con su pezón, lo
estiraba y lo masajeaba.

-PARA... PARA... SIENTO... SIENTO QUE... QUE ME VOY A CORRER - sonreí.

-Descuida que así no te vas a correr - no quería que dejara de sentir esa oleada de placer así que
me apresuré en bajar hasta sus bragas y se las saqué con mis dientes.

-¿Por qué eres tan sexy? - noté como se aferraba a las sábanas - ¿Qué harás? - dijo jadeando.

-Tú sabes que haré - dije mirando su entre pierna, estaba más húmeda de lo que me había
imaginado.

-No me mires así.

-¿Por qué no?

-Porque todo mi ser palpita por ti, ya no doy más Camila... tienes que hacer algo.

-¿con qué?

-Con esto - Lauren abrió sus piernas y creo que casi me da un ataque - deja de hacerme sufrir.

-Como usted quiera jefa, como usted quiera.

Me bajé de la cama y me arrodillé frente a ella, llevé mis manos a sus caderas y bajé algunos
centímetros su cuerpo - ¿Qué... que harás? - la quedé mirando y elevé una ceja.

-lo que mejor se hacer de rodillas.

Llevé mi rostro a sus centro e hice mío cada rincón de este, no pasó mucho tiempo hasta que
Lauren comenzó a gritar y gemir diciendo mi nombre, a veces elevaba la vista para ver como sus
pechos se elevaban y subían al compás de los movimientos de mi lengua.
Succioné su clítoris y Lauren gritó como no lo había hecho en toda su vida, de eso estaba segura.
Llevó su mano encima de mi cabeza y profundicé mis movimientos.

-QUE TIENE TU LENGUA... OH DIOS MÍO - sentí como el agarre aflojó y cómo sus piernas
comenzaron a temblar - CREO QUE... YO... CAMILA... - una de mis manos buscó una de las suyas y
entrelazamos nuestros dedos - NO ME SUELTES POR FAVOR... OH MMM... NUNCA... YO NUNCA...
OH DIOS MÍO - sabía lo que quería decir. Mi lengua hizo el último recorrido sin dejar de succionar
el sabor de su néctar hasta llegar a su zona más sensible - CREO QUE ME VOY A DESMAYAR ¡NO
PARES! - no tenía intensión de parar, succioné por última vez su clítoris y Lauren dejó escapar todo
- OOOOOOOH NOOOOO, CAMILAAAA!!!! - su mano apretó la mía y yo no podía dejar de mover mi
lengua - CAMILA!!!! CAMILA!!!! - mi nombre saliendo desde sus labios era el mejor regalo de
todos, después de algunos segundos dejó escapar todo y saboree con una sonrisa victoriosa mi
trabajo... me levanté y noté que Lauren tenía las manos en su rostro, su cuello, su torso, su
estómago, sus piernas estaban rojas por la excitación - eso... eso fue increíble - dijo mirando hacía
el techo, el sudor caía por su frente - fue hermoso - como pudo me agarró de los hombros y me
llevó a la cama con ella - eres increíble en la cama Camila - sonreí.

-Aún no has visto nada.

-¿No?

-Le dije que era su turno - nos quedamos mirando - ¿enserio cree que me voy a conformar con
solo haberle hecho sexo oral? No te irás de este cuarto sin irte bien follada y con eso me refiero a
que no te irás sin probar mis dedos - ella se mordió el labio inferior y me besó, esto, esto estaba
recién comenzando.

LAUREN POV:

He perdido la noción del tiempo... No sé en qué momento ya era de madrugada y estaba en la


misma cama durante varias horas en compañía de Camila.

Nunca en mi vida había tenido tanto sexo en una sola noche, revisé mi teléfono y tenía miles de
llamadas perdidas y mensajes que no quise leer, de seguro era Farith. De alguna manera sentía
estaba haciendo mal, estaba comprometida y dentro de poco iba a dar el "sí". Estaba siéndole
infiel con alguien que conocí hace poco pero que a su vez parecía conociera hace demasiado. Ella
dormía, su cuerpo estaba totalmente relajado, su silueta era digna de contemplar.

Algo me decía que de alguna manera no era bueno seguir aquí, no quiero despertar a su lado, eso
diría que esto significa algo más que solo sexo y la verdad no esperaba eso.

Decidí ponerme de pie, busqué mis prendas y fui hacia el baño. Me alisté lo más rápido que pude y
eran cerca de las 6 de la mañana. Salí del hotel y mi chofer ya estaba ahí esperándome, subí en el
auto y me dirigí hacia mi departamento.
Abrí la puerta y entré, ahí estaba Farith sentado en uno de los sillones aún en pijama. Se suponía
ya debería estar listo para ir a trabajar.

-Se te va a hacer tarde... -lo miré algo nerviosa por la situación.

-No voy a ir, no sé si te has dado cuenta pero he estado aquí sin dormir toda la noche esperando
llegaras, tenía miedo algo te pudiese haber pasado... He pensado en muchas situaciones y espero
tengas alguna buena razón por la que anoche no llegaste a este departamento a dormir... Estoy
imaginándome muchas cosas, sí, mi mente me está jugando malas pasadas. Estoy pensando que
probablemente nuestro compromiso está en riesgo... No sé, sólo espero algo bueno...

-¿Quieres que te de una buena excusa? ¿Se supone tengo que llegar a dormir? Eso no lo sabía,
pero sabes, no tengo que decirte nada. Simplemente pasé la noche afuera -me di la vuelta y me
dirigí hacia la habitación, de pronto sentí su mano rodear mi brazo para sujetarme.

-Esto no ha terminado... Lo ves todo tan simple, yo sé que has estado con alguien, ¡dime con
quién!

-¿Qué?

-Sí, no me mientas, has estado con alguien, quiero saber quién...

-Yo no te he pedido explicaciones cuando no venías a dormir durante días... Crees que me iba a
creer que estabas con algunos amigos... No soy ilusa, así que ten por seguro no te creo nada y que
no pienso darte explicaciones yo...

-Ah claro, puedes ir a acostarte como una puta con quien te de la gana, no olvides soy tu novio.
¡Soy tu novio, eres mía!- en ese instante sentí su mano golpear mi mejilla.

Mi silencio debido a mi sorpresa de lo que recién ocurría me dejó helada...

-Más te vale no volver con ese hijo de puta, porque voy a averiguar quién es... No te va a gustar
saber de lo que soy capaz... - dijo Farith para luego entrar en el baño.

Yo seguía en shock... Nunca antes me había agredido físicamente, estaba asustada. No sabía qué
decir... Lo que mejor se me ocurrió fue llamar a Ally, ella siempre estaba para cuando la
necesitaba, cuando tenía miedo al futuro en mis inseguridades más infantiles... Ella siempre le
daba importancia a todo lo relacionado conmigo.

-¡¿Qué?!

-No digas nada, solo dime dónde estás para buscarte... Quiero estar contigo...

-Sí claro, estoy en mi departamento, ven en cuanto puedas

Corté la llamada y me dirigí a mi habitación por algunas cosas, luego salí del departamento
mientras escuchaba la ducha encendida.
Cuando llegué a la casa de Ally lo primero que hizo fue abrazarme y eso me reconfortó de la
terrible experiencia de hace un rato.

-Me dirás con precisión... ¿Qué pasó?

-No llegué a dormir, pasé la noche en otro lado, él estaba muy enojado...

-Piensa le eres infiel...

-Sí...

-¿Y acaso eso es cierto?

-Eso no importa, no tiene el derecho de golpearme...

-No, claro que no... Pero solo quiero saber qué tiene en la cabeza para pensar semejante cosa...

-No sé...

=================

CAPÍTULO 7
CAMILA POV:

Escuché y sentí todo, noté cuando Lauren acarició mi espalda, dejó un pequeño beso, se levantó,
entró al baño y no sé cómo lo hizo pero se veía más guapa que nunca antes... Escuché como cerró
la puerta lentamente, para no hacer ruido pero igual ya me había dado cuenta de todo.

No entendía por qué una parte de mí deseaba que se quedara unos minutos más, que me abrazara
y me dijera que despertara pero entonces recordé que esto era solo sexo, solo momentos
consumidos por nuestra lujuria.

No duré ni media hora más acostada en esa cama, me levanté y en una hora ya estaba en mi
departamento, al entrar noté la diferencia del cuarto a donde había pasado la mañana - tarde con
Lauren a lo que veía frente a mí. Recordé el verdadero motivo por el cual había querido quedar en
ese trabajo y con tan solo ver la fotografía que tenía en uno de mis muebles en donde salía con
Sofía, de un momento a otro todo tuvo sentido.

-¿Qué haces acá? - preguntó Dinah con cara de recién despertada y eso que eran las 3 de la tarde.

-Nada - lancé las llaves lejos.

-¿Qué te paso? ¿Tienes cara de disgustada?

-Lo estoy - abrí el refrigerador, saqué una cerveza y me lancé a uno de mis sofás

-¿Problema con la jefa?


-Dinah no quiero hablar

-Pero somos amigas, sabes que puedes... - no dejé que terminara, coloqué la cerveza sobre la
mesa, agarré las llaves, mi abrigo y salí de ese departamento... Recorrí las calles de Miami tratando
de entender porque me sentía tan rara después de haber pasado toda la noche follándomela
como tanto quería, como ella lo quería. Una parte de mí se sentía vacía y eso no me gustaba.

Llegué a una plaza a la trataba de ignorar siempre pero creo que esta vez la necesidad de sentirme
cercano a algo me ganó. Antes de que todo se fuera a la mierda, antes de que mi vida se fuera al
carajo esta plaza solía ser mi lugar favorito del mundo porque siempre que venía a este lugar
acompañada de Sofía no había ser en el mundo que le quitara la sonrisa de su rostro.

-Wow, no creí que la extrañaría tanto - dije sacando mi celular y mirando la única foto actual que
tenía de ella - mierda - dije secándome las lágrimas y justo en ese momento sonó mi celular, era
un número desconocido.

-Hola - dije secándome las lágrimas.

-¿Ca... Camila? - reconocí esa voz al instante.

-Lauren - dije a secas - ¿Qué pasó? - entonces sentí como comenzaba a llorar, sus sollozos llegaron
directo a mi corazón - Hey... tranquila, trata de respirar y cuéntame qué pasó - ella no paraba -
¡DIOS! Tienes que dejar de llorar porque me estás rompiendo lo poco y nada de corazón que me
queda - escuché como dejó escapar una leve sonrisa.

-Te estoy llamando del celular que nunca ocupo, estoy en un restaurante de comida rápida.

-Ok... sigo sin entender.

-Cuando llegué a la casa Farith estaba ahí, me hizo algunas preguntas, la conversación subió de
tono y me golpeó. Es la primera vez que me pone una mano encima... Me asusté tanto que
terminé en la casa de una de mis amigas pero la muy idiota llamó a Farith para decirle donde
estaba y que teníamos que hablar, salí de ahí y ahora...

-¿QUE EL IDIOTA HIZO QUÉ? DIOS... LAUREN CUANDO LO VEA TE JURO QUE LO GOLPEARÉ HASTA
QUE QUEDE INCONSIENTE, NADIE PUEDE TRATARTE ASÍ. NO A TI QUE ERES HERMOSA, TIENES
UNA SONRISA HERMOSA, TU PIEL ES TAN SUAVE ¿QUÉ CLASE DE SUBNORMAL GOLPEARÍA A
ALGUIEN TAN PERFECTA COMO TÚ? - paré cuando me di cuenta que había hablado demasiado -
yo... este... mmm...

-Gracias - sonreí - ¿nos podemos ver?

-No creo que sea buena idea, no me siento bien.

-Lamento haberme ido así en la mañana - Dios mío ella era increíble, me terminará matando - sé
que estabas despierta, pero tenía que irme.
-Lo sé ¿En dónde estás? - ella me dio la dirección - te espero acá - le di la dirección de mi
departamento - no tardes.

-Descuida, no estamos tan lejos pero si no me equivoco es la dirección de tu departamento


¿verdad?

-No te equivocas, sinceramente estoy cansada y quiero estar ahí toda la tarde haciendo nada.

-Bueno, nos vemos dentro de media hora.

-¿Segura?

-Claro ¿no confías en mí, Cabello? - reí - ¿de qué te ríes?

-De que tenía razón.

-¿Con qué?

-Lauren... ¿te gustó lo que pasó hace unas horas?

-¿Qué clase de pregunta es esa? Aun siento mis piernas adoloridas y creo que tengo algunos
arañazos por mi espalda - sonreí - ¿Por qué la pregunta?

-Creo que sé cómo hacerte olvidar el mal rato.

-¿No te cansas verdad? - la verdad es que no, extrañaba la sensación de su cuerpo con el mío pero
si se lo decía ella saldría corriendo

- Sorpréndeme Cabello, sorpréndeme.

-Nos vemos en media hora afuera de mi departamento.

-Ahí estaré - colgamos y mágicamente volví a sonreír ¿Qué me estaba haciendo esa chica?

LAUREN POV:

Cuando llegué al edificio del departamento de Camila no pude evitar sentir mi mente
contradiciéndose si debía de entrar o no. Tenía cierto temor de que quizás haya hecho algo mal, lo
digo en el sentido que ella probablemente no era la persona indicada para conversar acerca de lo
que me ocurría, bueno, sabía no conversaríamos... Me refiero, no debería de refugiarme en
alguien con quien solo me limito al ambiente laboral o a tener sexo casual.

Estuve interrogándome más de una vez antes de tocar el timbre y oír los pasos acercándose.
Entonces, la puerta se abrió y ahí estaba ella con un buzo bastante pegado a su cuerpo y una
sudadera de Ed Sheeran. Verla en ese estilo me llamó la impresión, pero el toque hogareño que
tenía me cautivaba.

-Hola, ¿cómo estás?


-Estoy mejor, ¿puedo pasar?

-Oh, claro. Perdón, soy algo distraída...-después que dijo eso, entré.

-Bonita sala, es bastante acogedora...

-Gracias, no es un departamento de lujo pero algo es algo.

-Me gusta... Es diferente a lo que estoy acostumbrada a ver, eso es especial...

-Ven...-señaló su sofá y se sentó en el.

-Listo-me senté a su lado.

-¿Quieres ver televisión? ¿Alguna serie? ¿Quizás alguna película?

-¿Es en serio?

-Sí, digo... ¿Está mal?

-No, para nada... Solo que es raro digas todo eso, pensé vine a otro asunto.

-Sí, claro...

-Te dije me sorprendieras...-la miré y alcé una ceja.

-Entiendo... Es solo que, estoy algo, no sé... Yo... Voy a la cocina, ya vengo...

-Está bien-la miré confundida, no entendía que le pasaba.

Oía el ruido de los platos y ollas probablemente... Entonces, sabía estaba cocinando. Me puse de
pie y comencé a andar alrededor de su sala, había varias fotografías que no dudé ni un segundo en
verlas. Todo era exactamente lo que creí, la típica chica con una historia que contar, en esas fotos
había una pequeña niña muy parecida a Camila. No era hija única, pero lo sorprendente es que no
habían retratos de sus padres, ¿a qué se debería?

Escuché el sonido de una canción conocida de Ed Sheeran, entonces me acerqué a la cocina... Me


paré debajo del umbral de la puerta de esta habitación.

-Hoy es un día dedicado a Ed Sheeran, ¿no?

-Me encanta -estaba cortando zanahorias.

-Sí, eso lo pude notar.

-Él es un genio componiendo, ¿no crees?

-En lo absoluto, estoy de acuerdo. ¿Puedo ayudar?- ella estaba de espaldas.


-No, déjame, eres mi invitada. Quiero sorprenderte...

-Entonces, no me dejarás ayudarte...

-No, esto es lo mío, me corresponde.

-Está bien - sonreí sin que pudiese verme y entonces me acerqué lentamente sin que pudiese
percibirme. Junte mi cuerpo con el suyo, rodee mis brazos por su cintura y recosté mi cabeza en su
hombro, giré de tal manera que mi respiración golpeaba su cuello y sentía como todo ese conjunto
de acciones la estremeció. Había dejado de cortar, sus manos estaban separadas y soló el cuchillo.
No me miraba, pero noté cómo cerraba los ojos con fuerza.

Entonces, extendí mis manos por su abdomen, sentí la necesidad de tocar su piel. Metí mis manos
en una extensa investigación por su abdomen debajo de su sudadera y ahí mismo percibí su
cuerpo apoyarse sobre el mío.

Comencé a subir mi mano izquierda hasta su brassier y la derecha camino a su centro por debajo
de su buzo, por debajo de sus bragas. Una vez cerca de mi objetivo, tomé uno de sus pechos en mi
mano izquierda y comencé a tocarla... Su centro estaba húmedo y comenzaba a estarlo más
conforme mi mano rozaba con este.

-Lauren...- Camila dejó escapar un fuerte suspiro, su respiración se hizo lenta y pesada. Podía notar
el ambiente estaba en torno a un fondo rojo... Nuestras mentes que disponían de nuestras
acciones estaban encendidas haciendo hogueras en nuestros ojos. Cuando pude al fin conectar
mis labios con su cuello, empezó la tortura.

Tenía la piel tan suave y notaba las marcas que le había dejado por la noche. Ella se recostaba aún
más contra mí conforme mi mano rozaba más su entrepierna. Su trasero estaba apoyado en mi
centro y eso de cierta manera me calentaba...

-Dios...- Ella estaba sintiéndome y yo estaba sintiéndola sin querer dejar ese momento-Sigue, no
pares...- Vi cómo sus manos se aferraban al repostero- Hazme tuya...

-Lo haré...- entonces posicioné dos de mis dedos en su cavidad y estaba a punto de penetrarla
cuando oímos el timbre...

-¡Mierda!-Ella quitó mis manos y se acomodó la ropa, yo fui al lavatorio y me lavé las manos-
Quédate aquí, ya vengo...

Estaba nerviosa, nunca nadie nos había interrumpido... Pensé quizás Farith nos había seguido...
Mierda...

-No deberías estar aquí...- oí la voz de Camila y mi corazón comenzó a ir más rápido de lo normal.
Estaba aterrada, de seguro era él.
-¿Qué te ocurre?- era la voz de una mujer y entonces intenté tranquilizarme, luego pensé quizás
era alguna novia o alguna amante, mierda, eso era peor...

-Debes irte, no es un buen momento...

-Mila, ¿hay alguien más aquí?- me sentía en medio de un gran problema, busqué algún lugar
donde esconderme y no lo encontraba. Oí pasos acercándose...

-No vayas, ¡no! - dijo Camila y entonces traté de parecer normal, me recosté contra el repostero y
me crucé de brazos.

-Ok...- dijo la mujer con excelente figura, alta y con una sonrisa acusadora.

-Dinah te dije que...-interrumpí.

-No es lo que crees, soy su jefa, yo no tengo nada con ella. Por favor, no malinterpretes nada... Ella
te ama...

-¿Ah?-Dinah respondió con una expresión confusa.

-¿Qué?- Camila me miraba sin entender.

-Solo digo, todo está bien. Yo me voy, solo venía a ver unos asuntos de la oficina...- traté calmar
mis nervios.

-Oye, no sé qué crees pero yo no tengo nada con Camila, es mi mejor amiga... Solo eso.

-¿Qué?- estaba impresionada, noté como Camila intentaba contener su risa.

-Ella es mi mejor amiga, como mi hermana, no sé qué pensaste...- Camila seguía riendo.

-Es cierto, no creas que estaría con Camila, no es que no sea atractiva es solo que yo amo a los
hombres...

-Entiendo, disculpa... Yo no sabía...-dije bastante tímida.

-Bueno, ahora que se sabe todo, Dinah creo deberías irte...-dijo Camila mirándola.

-Claro que no, pienso las tres deberías conocernos más, tener una gran conversación...- estaba
sonriente.

-Bueno, no tengo ningún problema- dije mirando a Camila y su notoria incomodidad.

-Bueno...

-Claro, así te cuento todo lo que Camila dice de ti- me miró Dinah entusiasmada.

-¿Qué? ¿En serio? Quiero oír eso- me mostré motivada por lo que dijo su mejor amiga.
-No, olvídenlo, eso no va a pasar, Dinah se va y nosotras seguiremos conversando...

-"Conversando"...- Dinah hizo comillas con sus dedos.

-No pienses mal, por favor...-bajé la cabeza.

-Dinah compórtate...

-Ya va, solo quiero conocer a tu jefa, parece buena persona. Además, es bastante atractiva...

-Hey...- Camila se cruzó de brazos.

-Solo digo que es la chica más simpática que hayas traído a tu departamento, no tienes siempre
buen gusto...

-¿En serio?-sonreí mirando a Camila.

-¡Basta!

Dinah y yo empezamos a reír...

=================

CAPÍTULO 8
CAMILA POV:

-Ya paren, creo que se han reído mucho de mí ¿no crees Dinah? - ocupé mi tono sarcástico.

-uh ese tono lo ocupas solo cuando quieres que me vaya, pero sabes qué. Lo haré, me iré porque
tu... Bueno... eh...- miraba a Lauren.

-Jefa - dijo Lauren y la quedé mirando.

-Bueno si, eso, tu jefa me cayó muy bien y yo tengo algunas cosas qué hacer ¿estarás en la noche?

-Claro - dije caminando hasta la puerta, se la abrí - que te vaya bien. Dinah se despidió de mí y
salió por esa puerta, la cerré y voltee a ver a Lauren.

-Vaya ¿tantas ganas tienes de follarme? - sonreí.

-Creo que la comida lo dejaré para después - dije caminando hasta donde ella se encontraba - me
dieron ganas de adelantar el postre ¿te parece?

-Mmm... me parece perfecto - Llevé mis labios hasta su cuello y la acorralé contra la pared,
succioné y mordí su piel mientras que mi mano derecha bajo hasta el cierre de su falda negra de
cuero y se la bajé - eres rápida - dijo acariciando la parte trasera de mi cuello - vamos al sillón
Camila, tengamos sexo en el sillón, ahora.
-Como usted diga - la levanté de sus muslos y sus piernas abrazaron mis caderas, caminamos hasta
el sillón y me senté con ella sentada a horcajadas sobre mi cuerpo. Nos comenzamos a besar con
ese ritmo que ya nos habíamos aprendido de memoria, con esa sincronización tan única que de
repente apareció entre nosotras... mis manos desabrocharon su blusa y la lancé lejos.

Me alejé de sus labios para poder admirar a semejante belleza que tenía delante de mí. Me
pregunté como un imbécil pudo colocarle una mano encima.

-¿En qué piensas? - dijo desabrochando mi blusa.

-En que te quiero follar muy duro y para eso te tengo una sorpresa.

-¿Qué cosa? - se mordió el labio inferior.

-me encanta que te emociones - agarré la parte posterior de su cabeza y la besé - levántate y
camina hasta ese escritorio, abre el primer cajón y tráeme lo que está ahí.

-Mmm... Me encanta - me dejó un pequeño beso en los labios y caminó hasta el escritorio, el
vaivén de sus nalgas me estaba matando, si fuera hombre posiblemente a estas alturas ya tendría
una erección enorme e imposible de ocultar - Wow - dijo mirando el contenido del cajón y de ahí
mirándome a mí - nunca he hecho esto, ósea... sí, pero... ¿Tú me entiendes verdad?

-Será diferente.

-Claro que lo será, esto no es un pene de verdad - dijo mostrando el arnés del cual colgaba un
consolador - pero por alguna extraña razón que desconozco - dijo cerrando el cajón e iniciando su
caminata devuelta hacía donde me encontraba yo - no me molesta hacer cosas nuevas contigo - se
volvió a sentar sobre mis piernas y yo ya no daba más, estaba muriendo por ella - ¿me deseas
cierto?

-Si

-¿Cuánto?

-Demasiado Lauren, no sabes cuánto. Quiero dejar marcas por todo tu cuerpo para que cuando te
mires al espejo recuerdes quien te hizo eso, lo que te hizo sentir con eso.

-Tú sabes cómo ponerme húmeda - sonreí. Lauren llevó sus manos hacía la parte anterior de sus
pechos y desabrochó su brassier - ¿te gustan verdad?

-Mmm.... Mierda - dije mordiéndome el labio inferior.

-Colócatelo - me pasó el arnés - y fóllame como quieras, en las posiciones que quieras, la veces
que quieras - sus manos se aferraron a mi rostro, soy tuya Camila, toda tuya.

Solo esas palabras bastaron para dejarla acostada en el sillón mientras me comenzaba a desnudar,
quedé completamente desnuda y abroché el arnés alrededor de mi cintura. Miré a Lauren quien
yacía acostada en el sillón tocando sus pechos mientras que con su otra mano estimulaba su
centro, era una imagen tan erótica.

-mmm... mmmm... oooh.... Mmm Camz.... Camila... - Comenzó a gemir mi nombre y todo mi
cuerpo se tensó - vamos Camila, qué estás esperando - me senté en el sillón y la levanté de tal
forma que Lauren comenzó a bajar lentamente hasta que su centro se encontró con el consolador
- estoy muy cerca - dijo mirándome.

-Joder, deja de jugar conmigo o te juro que te follaré hasta que no puedas caminar.

-Me encantaría ver eso - Lauren rozaba su sexo húmedo con la punta del consolador, lo agarró
entre sus manos y jugaba con él - Mierda... - perdí mi paciencia, agarré a Lauren de las caderas y la
senté sobre mi cuerpo hasta que todo el consolador estuvo dentro de ella.

-MIERDA!!!! - gritó aferrándose a mi espalda, comencé a envestirla con toda mis fuerzas con una
velocidad sorprendente, era increíble lo que ella lograba en mí. Era increíble que lograra que mi
cordura desapareciera casi por completo cuando se trataba de su cuerpo - Camila... Sigue... No
pares por favor... mmm OOOH... YO... DIOS CAMILA - me llevé uno de sus pechos a mi boca
mientras las envestían seguida, noté su cara completamente roja por el calor, su cabello pegado a
su cuerpo y la primera capa de sudor se estaba haciendo presente - fóllame, no pares... mmm....
Mmmm.... Más, dame más Camila.

Sus deseos fueron cumplidos, la acosté de espalda en el sillón y aun dentro de ella comencé a
envestirla con mayor frecuencia y más duro, ella se aferraba a la tela del sillón y trataba de
aguantar los gemidos mordiéndose los labios.

-No te aguantes, quiero que grites, que llores, que digas mi nombre. No te aguantes.

-No... yo... mmm... mmm... OH... yo no... no te daré.... OH OH ... EN EL GUSTO.

-Entonces haremos que grites.

Salí de su centro, la agarré de las caderas y la di vuelta. Ahora tenía frente a mí todo su hermoso
trasero, pase mis manos por su piel suave. Lauren me estaba volviendo loca.

-Camila... yo... - le costaba hablar - yo nunca he tenido sexo por ahí - sonreí.

-Descuida - dije acercándome más a su cuerpo para que mis manos alcanzaran sus senos - no haré
eso, claro... hasta que tú me lo pidas - ella sonrió y noté cómo temblaba debajo de mi cuerpo -
pero haremos esto - agarré el consolador y comencé a acercarlo a su centro húmedo - esta
posición me encanta ¿sabes por qué?

-NO DOY MÁS ESTO ES DEMASIADO PARA MÍ.

-¿Sabes por qué? - pregunté frotando el consolador en su clítoris.

-OH MI DIOS DETENTEEE.... ¿Por qué? ¿Por qué? - preguntó desesperada.


-Porque tu centro está completamente expuesto, y la fricción que hará el consolador en tus
paredes será mucho más alta - seguía frotándome contra su cuerpo - así que posiblemente acá
gritarás mi nombre como no haz gritado ningún otro nombre más.

-Quiero ver eso Camila, quiero verlo...

Entré lentamente a su centro y comencé a moverme, tenía la vista de su espalda lisa y suave, su
cabello estaba pegado a ella por el sudor lo cual lo hacía extremadamente sexy. Agarré un mechón
de su cabello y lo jalé lentamente haciendo que su cabeza se elevara y entonces comencé a
envestirla rápido, una tras una sin parar Lauren estaba vuelta loca, noté como sus piernas
temblaban, como sus brazos temblaban.

-OH... QUÉ ES ESTO - dijo mirando hacia el espejo que estaba frente a nosotras. Me vio
poseyéndola por atrás y noté como su cara se transformó ¿Cómo podía ser tan caliente? La agarré
del vientre y la levanté ahora estábamos las dos arrodilladas sobre el sillón, una de mis manos
estaba en uno de sus pechos y la otra sobre su clítoris, mientras que el consolador hacía mi trabajo
- NUNCA HABÍA EXPERIMENTADO TANTO PLACER - comenzó a gritar - MIERDA... OHHHH... MMM
QUE... MMM YO... YO CREO QUE...

-Si bebe, vamos, córrete, córrete para mi Lauren. ¡VAMOS! - grité en su oído entonces solo
bastaron 4 envestidas más a todo la velocidad para que Lauren explotara encima del sillón, me di
cuenta como su flujo estaba por todo el sillón.

Lauren cayó rendida al sofá, estaba con la espalda dando al techo y mirando hacia la nada, su
respiración seguía muy irregular, y una de sus manos estaba completamente relajada a su lado.
Me saqué el arnés y me acomodé a su lado como pude, mis sillones no eran del todo cómodos y
grandes como el de ella de seguro.

-¿Quién eres? - Preguntó con las pupilas muy dilatadas - ¿Qué me hiciste?

-No te hice nada - dije acariciando su espalda que también tenía rastros de mis arañazos.

-Nunca me había sentido tan expuesta sexualmente en mi vida hasta hoy, y no fue malo, fue
increíble - acarició mi brazo - eres una máquina en la cama Camila.

-Así dicen - dije volteando y mirando al techo, una parte de mí quería, anhelaba que ella no
creyera que solo era una máquina porque eso implicaba no tener corazón y yo sí lo tenía.

-Creo que es necesario que limpiemos este desastre.

-Si tiene razón tenemos que limpiar - me iba a levantar cuando ella me frenó - ¿Qué pasa?

-Me refiero a este desastre - Lauren llevó una de mis manos a su entre piernas, estaba húmeda,
más que húmeda estaba chorreando - creo que deberías hacer lo que mejor sabes hacer de rodilla
y de ahí será mi turno de follarte duro como te gusta - sonreí - porque no creas que me conformo
con lo que pasó en la cocina hace unos minutos.
-¿Ah no?

-Claro que no Cabello, eso, eso solo fue un aperitivo así que ahora - Lauren se acomodó en el
sillón, se sentó, abrió sus piernas y yo me puse de rodillas frente a ella – hazme sentir mujer otra
vez Camila.

-Descuida Jauregui, lo haré - me saboreé los labios y me acerqué a su centro...

LAUREN POV:

Coloqué mis manos sobre la cabeza de Camila, mis dedos se enredaron entre sus cabellos y la
acerqué con prisa a mi centro.

-Dale, quiero que calmes mis ganas de ti...

Camila pasó su lengua sobre mi centro, estremeciéndome de sobre manera, en ese instante una
corriente de calor subió la temperatura de nuestros cuerpos y en mis ojos probablemente se
podían ver mis pupilas dilatas por el placer del momento, rodeadas de un rojo vivo encendido de
lujuria.

Comenzó a usar sus labios y parecía no podía encontrar nada mejor que esa acción jamás... Ella
parecía disfrutarlo como nadie, estaba ahí tan concentrada mientras mis gemidos invadían el
departamento. Parecía estuviera comiéndose mi entrepierna...

-Mierda... Sigue...-empujé más su cabeza contra mi centro y ya podía sentir su caliente respiración
chocando con la delicada piel ahí.

De un momento a otro su acción cambió y sentí como su lengua estaba siendo introducida en mi
cavidad, eso provocó mi piel se erizara y no pudiese seguir estable. Mi cuerpo se tensó y luego
calló relajado en el sofá después de un gran grito...

-Así me gusta...- dijo Camila mientras pasaba su lengua por sus labios, y saboreaba mis fluidos.
Sonreía pícaramente, lo estaba disfrutando tanto como yo.

Tomé la mano de Camila rápidamente luego de restablecerme, la dirigí hasta su baño de la


habitación y de un segundo a otro la tenía junto a la bañera, entré y la traje conmigo.

Encendí la ducha mientras el agua caía por nuestros cuerpos cálidos, ella me miraba a los ojos, esa
mirada que hace sepas algo está pensando y no es solo sexo... Ella no miraba mi cuerpo desnudo,
miraba mis ojos, estaba perdida en ellos...

-Camila...

En seguida salió del trance y entonces la empujé contra la pared me acerqué a ella colocando mi
pierna derecha en su entrepierna a manera de poder rozar su centro con movimientos lentos y
acelerados constantemente. Mis labios se dirigieron a su cuello, lo lamí, lo besé, lo chupé, lo
mordí... Ella se retorcía, como si cada acción desembocará en cada extremo de su cuerpo
queriendo retener tanto placer, estaba en el punto más alto del clímax. Nuestra piel estaba
mojada por el agua que caía y entonces el tacto era perfecto, coloqué mis labios sobre uno de sus
pezones y lo besé, lo lamí y comencé a morderlo levemente, lo necesario para complacerla sin
lastimarla. Ella puso su mano por detrás de mi cuello y me empujó más contra su pecho, en ese
instante sumergí mi mano en su cavidad y sin pensarlo dos veces introduje dos de mis dedos. La
embestí mientras ella trataba de encontrar estabilidad sobre la pared detrás de ella. Los
movimientos aumentan en velocidad y fuerza, el agua tibia encendía aún más mi sentidos y
entonces sabía esto no podía comenzar a pasar a ser más que sexo... Así que necesitaba cambiar
esa idea en ella, quería me viera como una acompañante sexual y eso iba a lograr...

-Date la vuelta...

-¿qué?-me miró confundida.

De cierta manera, no quería verla a los ojos mientras tenía relaciones con ella, no podía caer...

-Date vuelta, quiero cogerte bien...

-Bueno...-se mordió los labios y con ayuda de mis manos coloque su brazos delante de la pared y
la ayudé a sujetarse. Una vez posicionadas sus manos, abrí sus piernas y volví a introducir dos de
mis dedos en su cavidad, mi boca se apoderó de su hombro derecho. Mordía este mientras la
penetraba...

Puedo decir con certeza fue más de dos horas que estuvimos en la ducha, cuando salimos nos
secamos el cabello y ella me dio algo para cambiarme. Nos acostamos sobre su cama y sentía no
podía seguir... Estaba totalmente satisfecha y agotada.

-Lauren...-ella volteó a mirarme fijamente mientras estábamos acostadas cada una de su lado.

-Dime...

-¿Me abrazas?

-Emmm... Prefiero no hacerlo, es decir, me siento incómoda así no puedo dormir bien...

-Oh, entiendo... Disculpa...

-No te preocupes...

Giró su cuerpo y me dio la espalda... En ese momento probablemente me sentía lo menos en este
universo. No podía haber alguien más fría que yo.

La dejé durmiendo nuevamente y salí del departamento sin hacer ruido, tomé un taxi hacia el
restaurante donde Normani me había indicado estaría esperándome para cenar...

Cuando llegué, ella ya estaba impaciente.


-Hasta que al fin...

-Perdón, había tráfico.

-¿Qué rayos te pasó en el cuello? Dile a Farith que se calme...

-¿Qué?

-Hablo de los chupetones, idiota...

-¡Mierda!- me cubrí con el cuello de la chaqueta.

-Pensé él era más delicado...

-Lo es...

-Sí claro...

-Bueno, ¿comemos?

-Dale...- comenzamos a leer qué platos para comer habían. Justo empezó a sonar mi teléfono.

-Disculpa, ya vengo...-salí a la vereda fuera del restaurante.

-¿Si?

-¿DÓNDE TE METISTE?

-Farith, cálmate.

-No me digas me calme, yo necesito saber qué te pasa... Hoy era la cena de ensayo para nuestro
matrimonio, Lauren...

En ese instante recibía otra llamada de Camila...

-Oh cierto, espera te hablo luego.

-Lauren no se te ocurra cortarm...- no alcancé a oír más porque corté la llamada para hablar con
Camila.

-Hola, Camila...

-¿Eso es todo?

-¿Qué?

-Te fuiste de nuevo...

-¿Tiene algo de malo?


-Al menos avisa para la siguiente vez, ¿no? Despídete.

-Ay por favor... Es solo sexo, no tengo que despedirme. Cuando terminamos de tener relaciones se
acaba todo y es como decir "adiós, gracias por tan buen sexo, me quedaré a dormir un rato así me
restablezco y de ahí me voy, nos vemos en otra oportunidad."

-Espero siempre pienses eso...

-Así ser...-en ese instante cortó la llamada y no me dejó terminar de hablar.

En definitiva toda acción tiene una consecuencia y según las estadísticas esta vez, yo estaba
jodida. ¿Habré cruzado alguna línea invisible que limita todo a solo sexo? Tal vez... A veces, la
lujuria no te deja ver más allá, te ciega muchas, no puedes ser siempre una persona con buenos
sentimientos sino una llena de deseos impuros esperando ser complacidos por una morena con un
cuerpo de infarto.

=================

CAPÍTULO 9
CAMILA POV:

Al cortar la conversación con Lauren lancé el celular muy lejos.

-Wow ¿Qué te paso? - Dinah ya había llegado, cuando la vi de pie en mi puerta dimensioné que ya
se estaba haciendo de noche y perdí la cuenta de cuánto tiempo estuve teniendo sexo con Lauren
- Camila... ¿Estás bien?

-No - dije sentándome en mi cama en donde hace unos minutos atrás habíamos terminado
nuestra larga sesión de sexo con Lauren - ¿Por qué soy tan idiota? - le pregunté a Dinah - ¿Por qué
nunca puedo seguir las reglas?

-Ok - dijo dejando las bolsas de mercadería en el suelo y sentándose a mi lado - ¿Qué te paso
Flaca?

-Lauren, eso me pasa.

-Oh ¿Qué paso? A todo esto ¿Dónde está ella?

-Se fue, siempre se va.

-Créeme que contigo no me cabe ni una duda que todas las chicas se van - sonreí, Dinah sabía
cómo hacerme reír siempre.

-No tiene nada que ver con sexo, bueno... Sí... Pero no... Es complicado.

-¿Te gusta?
-Supongo que si tengo sexo con ella es porque mínimo me tiene que atraer físicamente.

-No estoy hablando del físico y no te hagas la idiota. Anda responde ¿te gusta?

-Sí... Y lo peor es que creo que ella se dio cuenta, es una mierda solo hemos tenido sexo dos días
hasta el punto de perder nuestros sentidos y Dinah... Ha sido genial pero es mi jefa y se va a casar.

-¿Qué?

-Sí, se va a casar con un idiota que ni la respeta - apreté mis puños al recordar que Farith la había
golpeado - y ahora no sé qué hacer, todo mi cuerpo la extraña Dinah es... Raro.

-¿Es como con Ariana? - mire a mi mejor amiga.

-No puedo creer que elija tan mal a mis relaciones - las dos reímos - Basta de esta mierda ¿sabes
que haremos? - me levanté y me coloqué delante de Dinah.

-¿Qué?

-Saldremos, y me voy a follar a una chica en algún baño de un bar.

-¿A la primera que encuentres?

-A la primera - respondí

-Ok, como amiga no me queda de otra que apoyarte, así que vamos.

Ni siquiera nos arreglamos, me coloqué unos jeans ajustados, una remera negra que a los costados
era abierta y se notaba mi ropa interior del mismo color, mis converse y un abrigo. Cuando salimos
del departamento hicimos parar un taxi y le pregunté a Dinah a que bar iríamos y me dijo que
dejara todo en sus manos, cada vez que me decía eso terminaba saliendo algo mal pero bueno,
dejé que me sorprendiera.

Llegamos a eso de las 9 de la noche al bar, entramos y lo primero que hicimos fue pedir algo para
comer porque ni una de las dos había comido en toda la tarde. Recordé el intento de cena que
quería hacer para Lauren ¿Cómo puedo ser tan estúpida? Es obvio que ella solo quiere una
aventura antes de casarse, después de eso simplemente ni se acordará de mí cuando esté en la
cama con Farith. Nuestro pedido llegó y las cervezas también, Dinah me comenzó a contar de su
día, mi mirada se desvió a la entrada y entonces entró alguien que conocía.

-Wow - dije en voz alta.

-¿Qué paso? - respondió Dinah.

-Esa chica que acaba de entrar es la ex secretaria de Lauren, aún trabaja en la empresa pero se ve
muy diferente.

-¿Sabes cómo se llama?


-Demi, así le dicen en la empresa.

-Es muy guapa.

-Demasiado ¿Cómo no me di cuenta antes?

-Con Lauren caminando por ahí es imposible tener ojos para alguien más ¿no crees? - Solo elevé
una ceja - ok, lo siento.

-Espérame acá - robé la cerveza de Dinah que aún no la había probado y tomé la mía - pídete otra,
yo la pago.

Me levanté de la mesa y caminé hasta donde se encontraba Demi, noté que estaba con un grupo
de amigas pero apenas se percató de mi presencia su mirada fue solo mía.

-Hola - dije sonriendo.

-Hola Camila - se levantó y me saludó con un beso en la mejilla.

-Hueles muy bien - dije de la nada.

-Gracias - se sonrojó.

-¿Les molesta si se las robo unos minutos? - Sus amigas dijeron que no, caminamos hasta la barra
y le pase la botella de cerveza - nunca creí que me encontraría contigo por estos lugares.

-Me gusta mantener mi vida privada lejos del trabajo, es un lugar lleno de rumores.

-¿Qué clase de rumores hay de mí? Supongo que como chica nueva deben haber muchos.

-No quieres saber - bajó la mirada, llevé mi mano a su barbilla e hice que me mirara.

-Sí quiero saber.

-Nada hay chicas que te conocían de antes y dicen que probablemente tú no te acuerdes de ellas,
que eres una adicta al sexo, que te gustan las chicas y que quieres acostarte con la jefa.

-En primer lugar, ellas tienes razón probablemente no me acuerdo de ninguna de ellas - Demi
sonrió - porque no fueron importante en mi vida. En segundo lugar, tienen razón, me encanta el
sexo pero no cualquier sexo, el buen sexo - Demi estaba muy ruborizada- Y en tercer lugar, ya lo
hice - Demi se atragantó con su cerveza - era broma linda, descuida.

-Casi me matas.

-¿Por qué no llevas el cabello así siempre? Te ves muy guapa.

-Ok Cabello - ella si se sabía mi apellido - ¿Qué es lo que quieres? Si crees que soy como una de
esas chicas a las que te llevas al baño y te la follas estás con la persona equivocada.
-Debo admitir que mi única razón de estar en este bar era para follarme a una chica en el baño,
pero después apareciste tú, con tu cabello suelto, tu estilo muy rocker, tus piercings que creo que
me conformaré con tu número de teléfono - le pasé mi celular y ella anotó su número - y un beso.

-¿Qué? Estás demente - Demi solo se reía, se levantó y comenzó a caminar de vuelta hacía donde
sus amigas pero agarré su brazo y yo, que aún seguía sentada en los bancos de la barra, jalé su
cuerpo para quedar entre medio de mis piernas. Una de mis manos se posó en la parte baja de su
espalda y la otra estaba en su cuello, la acerqué rápidamente hacía mis labios y nos besamos.

Besar a Demi no se comparaba con besar a Lauren. Con Lauren era todo más rápido aunque me
gustaba pero con Demi era todo más lento, sus movimientos eran casi pensados y aun así se
dejaba llevar... Las manos de Demi subieron hasta mi cabellera y enredó sus dedos en ella, mi
lengua contorneó su labio inferior y de ahí profundicé hasta apoderarme de su cavidad bucal,
nuestras lenguas jugaban y mis manos recorrían su espalda. Después de algunos minutos nos
separamos.

-Se nota que eres una chica que siempre tiene lo que quiere.

-Aún no tengo lo que quiero de ti.

-Puede que te cueste más - dijo mirando hacia su mesa - tengo pareja sabes, y está ahí - me
congelé - tenemos una relación completamente abierta. Yo la he visto besar a chicas, ella a mí
también, hemos hecho muchos tríos así que esto no es la gran cosa.

-Entonces crees que en el trabajo podamos...

-No soy idiota y sé que te estás follando a Lauren - sonreí - pero en una de esas puede que
podamos hacer algo, quien sabe. Nos vemos mañana en el trabajo Cabello.

-Hasta mañana hermosa - acomodé mi cuerpo hacía atrás hasta que mi espalda tocó la barra y en
ese momento sonó mi celular.

Lauren: ¿Qué hacías besando a Demetria?

¿Qué? ¿Ella estaba acá?

Camila: Eso no es de tu incumbencia Lauren.

Lauren: ¿Qué? No me hagas reír, sí es de mi incumbencia Cabello... ¡Acabamos de tener sexo! O te


lo tengo que recordar.

Camila: Estaría bueno que me lo recordaras. No sé porque te irritas tanto después de todo lo
nuestro no es exclusivo

Sabía que eso le iba a doler.

Lauren: ¿Qué? ¿En serio crees eso?


Camila: porque mejor no vas y te das una ducha de sales, te acuestas con tu prometido y me dejas
de joder la vida de una puta vez. NOSOTRAS NO SOMOS EXCLUSIVAS y olvida el nosotras, porque
no existe nosotras. Vaya, hasta lo dije muchas veces...

Lauren: ¿Estás segura de lo que estás diciendo?

Camila: Lauren solo estas interrumpiéndome, estoy tratando de elegir a una chica para pasar la
noche y tú no me dejas.

Lauren: ¡ERES UNA PERRA!

Camila: Me han dicho cosas peores, trata de tomar un relajante muscular o mañana no podrás
caminar.

Lauren: ¿De qué hablas?

Camila: No creas que eres a la primera que me follo con un consolador, sé las consecuencias y
ahora adiós, creo que encontré a alguien.

Sentí como el celular volvió a sonar pero no le presté atención.

-Hola soy Cece, la chica de Demi.

-Hola, soy Camila.

-Queríamos saber si nos querías acompañar a casa - sonreí de oreja a oreja, miré a Dinah y le hice
una seña para que se fuera sola porque esta noche, era noche de trío.

LAUREN POV:

-Disculpa Mani, debo ir para el departamento...

-¿Pasó algo?

-Un pequeño inconveniente.

-¿Quieres te acompañe?

-No... Más bien, perdón, prometo haré una reserva en el mejor restaurante de esta ciudad y te
llevaré a comer.

-No te preocupes, dale ve.

Me despedí de mi amiga y me dirigí hacia mi departamento, ya que quedaba relativamente cerca.


Decidí tomar un atajo pasando justo por el frente de un bar conocido por ser frecuentado
únicamente por mujeres, de ahí deducen de qué se trataba.
Cuando giré la mirada hacia el interior de aquel establecimiento noté que ahí se encontraba
Camila... Y no en la mejor escena, estaba besando a... Demetria... Mi ex secretaria, en ese instante
sentí una corriente de calor recorrer mi cuerpo y mi cabeza revoloteando toda clase de
pensamientos e ideas resultando disparates.

Después que terminé de presenciar toda la escena intensa, pude al fin tomar el valor de llamar a
Camila y decirle unas cuantas verdades...

____

No lo podía creer, un relajante muscular, claro... Ella muy feliz follándose a todo New York y yo
aguantándome los celos de Farith.

Quería entrar en ese bar pero necesitaba aún más valor... Iba a seguir de frente pero entonces
noté como salía con Demetria y otra chica más acompañada.

-Hola... ¿A dónde vas?- miré a las acompañantes de Camila.

-No importa eso, no tengo que rendirle explicaciones, no estamos en el trabajo...- La señorita
Cabello tenía una expresión muy seria.

-Buenas noches, señorita Jauregui...-sonreía tímidamente Demi.

-Así que tú eres de quién tanto hablan...-dijo la tercera chica- Me llamo Cece...

-Claro, un gusto...-las miré disgustada e incómoda, luego me enfoqué en Camila.

-Bueno, vamos yendo ¿no?- preguntó Demi a Camila y Cece.

-Claro, no sé qué esperamos...- respondió Camila levantando las cejas y con un tono ofensivo.

-¿A dónde crees que vas tú?-dije alzando una ceja mirando fijamente a Camila.

-A tener buen sexo. Ahora si me permites...- giró en dirección a la pista para tomar un taxi.

-No es lo que crees-dijo Demi nerviosa.

-Bueno, no eres de mente cerrada ¿no? Digo, es un trío. ¿Quién no ha estado en uno?

-No le den explicaciones y vámonos-dijo a lo lejos Camila con un tono irritante.

-Tú no te vas a ningún lado. No puedes...-dije seria.

-¿Ah sí? ¿A qué se debe?

-Tienes trabajo...

-¿Trabajo? No estamos dentro de la empresa, no tenemos trab...-interrumpí.


-Eres mi secretaria, trabajas las 24 horas de los 7 días de la semana. Si no cumples con lo que te
pido, entonces...

-¿Entonces?

-Te puedo despedir y buscarme una nueva secretaria...

-¿Qué?

-Ya te advertí, te espero en mi departamento...

-No juegues sucio...-dijo molesta. Demi y Cece ya estaban dentro del taxi.

-No juego sucio, vas a trabajar. Lo digo en serio...

-Sabes muy bien que no será así...

-Bueno, no vayas, ve a tu gran trío. Luego, no vengas a pedirme el trabajo de nuevo... Adiós.

-No, espera... No puedes despedirme, yo necesito el trabajo, eso lo sabes...

-Entonces, te espero en mi departamento ahora.

-Dale, vamos...- su expresión fácil determinaba de alguna manera cuanto me detestaba en ese
momento.

Llegamos a mi departamento y aún recordaba como Camila se sintió apenada frente a Demi y Cece
por rechazar la propuesta.

Abrí la puerta, Farith estaba en el sofá viendo televisión...

-Hasta que apareciste...- mi prometido se puso de pie con los brazos cruzados y se acercó a mí.

-Hola...-bajé la cabeza, me sentí aún intimidada por él, tenía miedo.

-¿Dónde mierda te habías metido?

-Buenas noches, señor...-dijo Camila interrumpiendo la escena.

-¿Quién eres tú?

-Camila Cabello, secretaria de su prometida.

-Vaya, un gusto- él sonrió y saludó en la mejilla a Camila, veía su intención y no era nada sana.

-Tenemos trabajo, usaré la oficina- me dirigí hacia el lugar- Camila, por aquí...

-Hablaremos en cuanto acabes...-dijo con un tono serio.


Entramos al cuarto de estudio, ahí acomodé el escritorio para Camila y entonces le asigné
organizar varios papeles relacionados con la empresa.

-Esto es demasiado...

-¿Te estás quejando?-levanté una ceja.

-Ahora no puedo quejarme o me despides, ¿cierto?

-Creo que ya nos vamos entendiendo...

-Ahora no podré verme con otra chica porque tengo que aguantarme tus celos...

-¿Celos? Yo no estoy celosa, menos de ti.

-Sí claro, la próxima vez que me digas eso que sea cuando estemos teniendo sexo y no
siguiéndome hasta un bar y espiar todos mis movimientos.

-¡No fue a propósito! Yo solo pasaba por ahí, camino aquí.

-Claro.

-Deja de creerte la tan especial, no me entiendes, no entiendes nada.

-Basta, ¡Yo sé te pasa algo!

-Baja la voz...

-¿O qué? ¿Farith nos va a oír y me vendrá a buscar pelea por acostarme con su prometida?

-Cállate.

-Cállame, Camila, cállame...

En ese instante la besé, no como cualquier beso que nos hayamos podido haber dado antes, esta
vez la besé con efusividad, como si lo necesitara.

La puse contra la puerta y aproveché para poner el seguro, agarré sus muñecas con mis manos y
las coloqué por encima de su cabeza, de esa manera lograba inmovilizarla, ataqué su cuello con
besos y mordidas relativamente intensas.

Coloqué una de mis piernas entre las de ellas, de esa forma causaba fricción entre mi pierna y su
centro, ella parecía estar disfrutándolo, sus expresiones de placer eran evidentes...

-Si esto es trabajar, quiero esto siempre...

-Silencio...
Con ayuda de mis manos desabroché sus jeans y metí con rapidez mi mano por debajo de sus
bragas estremeciéndola.

-Lauren...

-Shhh, nos puede oír Farith...

-Mierda...

-Eres mía...

Profundicé mi mano entre sus piernas y ella comenzó a jadear... La besé a manera de retener sus
gemidos, mi prometido estaba en la habitación siguiente, no debía oírnos o todo se iba a la
mierda.

-Dios...

-Estás muy húmeda... Me gusta...

-Lauren...

-¿Te gusta?

-Sí... Sí, claro que me gusta

Introduje dos de mis dedos y ella se recostó contra la puerta para poder mantenerse estable de
pie.

-Mierda, esto es demasiado...

Aún no te he mostrado todo, no vas a ir a tríos de nuevo... Desde ahora, la única persona con la
que te acostarás seré yo...

-Que...

Comencé a acelerar el ritmo a manera de intensificar la penetración...

-Solo serás tú, lo entiendo... ¡Joder!

-Así me gusta...

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CAPÍTULO 10

CAMILA POV

¿Por qué? ¿Por qué tenía que caer tan fácil ante sus malditos encantos? Ante sus caricias, sus
besos, su más mínimo gesto me estaba volviendo loca. Se supone que tendría que estar con Demi
y Cece teniendo sexo sin parar pero no, estaba acá sobre el escritorio de mi jefa siendo
completamente follada por toda su magnitud y lo peor era que me gustaba.

De un momento a otro estaba sobre su escritorio, perdí la noción del tiempo y ya estaba
completamente desnuda mientras que los dedos de Lauren no dejaban de envestirme con una
fuerza y velocidad que nunca antes había utilizado en mí ¿seguirá enojada?... me aferraba con
todas mis fuerzas a las esquina del escritorio mientras que Lauren hacía lo suyo.

-Eres mía Camila, mía - comenzó a besar mi cuello, a morderlo y succionarlo como si su vida
dependiera de eso - eres tan caliente - Lauren dejó descansar su frente en mí y los movimientos de
sus dedos se detuvieron, aún seguía dentro de mí pero la mirada de sus ojos transmitían algo que
no había visto antes.

-Que... ¿Qué pasó? - ella solo me miraba - Lauren me estás asustando.

-¿En serio quieres esto? - su mirada bajó a mis labios.

-¿Qué cosa?

-Esto, lo que somos ahora, sexo casual sin compromiso alguno - Lauren sacó sus dedos lentamente
de mi interior y gemí en el acto - Eres tan sexy - sus manos acariciaban mi abdomen.

-Creí... creí que esto era un común acuerdo, que era sexo por sexo y nada más.

-¿lo es? - su mirada volvió a subir a mis ojos.

-¿Por qué me preguntas esto?

-Porqué me di cuenta de cómo me mirabas mientras teníamos sexo en el sillón, como me tratabas,
tu mirada en la ducha.

-¿Qué tiene que ver eso? - me levanté del escritorio, busqué mi ropa y me la coloqué lo más
rápido que pude - No puedo creer que me hayas hecho venir para tener sexo y me hayas dejado
con las ganas.

-Puedes irte y llamar a Demi - la quedé mirando - no te voy a despedir.

-¿Qué? ¿Eres bipolar o algo por el estilo? - ella frunció el ceño - hace una hora me hiciste un show
de celos afuera de un bar - ella se iba a defender y no la dejé - ni se te ocurra interrumpirme
Lauren, ni mucho menos para decir que no porque tú y yo sabemos que es verdad - solo me
miraba - después de eso me haces venir a tu casa, me follas contra la puerta como un puto animal
sin sentimientos que quiere marcar a su presa y perfecto, lo lograste - comencé a aplaudirla -
tengo marcas de ti en todo mi cuerpo que cada vez que mire al espejo y las vea me harán recordar
lo estúpida que fui al aceptar esto.

-¿Te gusto verdad? - me quedé en silencio, Lauren se bajó del escritorio y acomodó su ropa,
ordenó su cabello y se sentó en el sofá de su oficina con las piernas cruzada. Sabía que le dolía
todo el cuerpo por lo de anoche y que por eso no dejo que la tocara - responde de una maldita
vez.

-Supongo que mínimo me tienes que atraer físicamente para haber aceptado esto ¿no crees? - nos
quedamos mirando - pero por lo visto no es tu caso.

-¿Qué cosa?

-Oh, ya basta -caminé hasta donde estaba mi abrigo, me lo coloqué y la volví a mirar - no sé qué
quieres, se supone que esto tenía que ser entretenido, desestresante, pasarla bien, risas pero se
ha convertido en un problema y odio el sexo con problemas - caminé hacia la puerta y cuando la
iba a abrir sentí la mano de Lauren sobre la mía, miré su rostro y seguía con esa mirada que era
capaz de adivinar hasta mis más oscuros pensamientos - que... ¿Qué pasa?

-No te vayas - sacó mi mano lentamente de la puerta y me llevó hasta el sofá, nos sentamos y me
seguía mirando - sé que si sales por esa puerta irás directo donde Demi y no quiero.

-¿Por qué? Es algo completamente anexo a lo que tenemos tú y yo.

-Dije que eras mía - acarició mi rostro - no quiero compartirte.

-No soy una de tus propiedades - saqué su mano de mi piel lentamente - no me merezco este
trato.

Lauren de un solo movimiento ya estaba sentada a horcajadas sobre mis piernas, sus brazos
abrazaron mi cuello y sus manos acariciaban mi cuero cabelludo, sus labios comenzaron a
acercarse lentamente y entonces me olvide de la discusión que estábamos teniendo hace algunos
minutos, de que Farith estaba en la pieza de al lado. Sólo éramos ella y yo.

El beso fue increíble, fue distinto a todos, este fue lento, con cuidado, con precaución. Sus manos
bajaban y subían por mi cuello y como nunca antes llegué a pensar que esto no era sexo, que
estábamos haciendo el amor pero al recordar algunas de sus palabras ese pensamiento se borró al
instante y solo me dejé llevar. Mis manos comenzaron a temblar cuando me acerqué a los botones
de su blusa. Las manos de Lauren se fueron hasta el cierre y botón de mi pantalón, de ahí subieron
hasta mi polera y comenzó a subirla muy lentamente, su lentitud me estaba aturdiendo. Cuando
logró sacarla la lanzó lejos.

De un momento a otro pasamos de estarnos gritando a estar solo en ropa interior besándonos,
solo nos besábamos no hacía falta tener sexo, era solo sentir el roce de nuestros cuerpos, la
necesidad que tenían de estar juntos, de hacerse solo uno.

-Hermosa - susurró en mis labios y mi corazón comenzó a latir muy rápido, abrí los ojos y la quedé
mirando - no dejes de acariciarme - Lauren tenía los ojos abiertos y me estaba hablando en serio -
hazme tuya de la manera más suave posible.
-Lauren... - Lauren se volvió a apoderar de mis labios y mis manos vagaban por su espalda
sintiendo sus huesos y como sus músculos se estiraban mientras comenzaba a moverse encima de
mi sexo. Mis manos terminaron su recorrido en el broche de su brassier y con una sola mano me
deshice de él, lo dejé en el suelo y tragué saliva - Dios - dije mirándola - te podría ver desnuda toda
la vida - mis ojos llegaron a los suyos -eres hermosa - me llevé uno de sus pechos a la boca y ella se
inclinó hacia atrás lentamente, su mano derecha estaba sobre mi cabeza haciendo presión para
que siguiera lamiendo uno de sus pechos mientas que la izquierda se encargó de desabrochar mi
brassier... Me gustaba sentir que estábamos en la misma sintonía pero esto era diferente, no
habían movimientos bruscos, solo eran caricias de amor y eso me estaba asustando - eres
hermosa - dije besando su cuello mientras ella dejaba escapar un gemido - me encanta como el
color de tu piel encaja con la mía - mordí levemente su piel - me encanta lo suave de tu piel -
apreté su trasero - me encantas - dije mirándola y ella solo sonrió - me estás volviendo loca -
seguía en su cuello mientras mis manos comenzaron a bajar la última prenda que cubría su cuerpo
hecho por los dioses griegos.

Lauren estaba completamente desnuda encima de mí, no podía dejara de mirarla - a eso me
refiero - dijo Lauren - esa mirada... es como... es como si estuvieras viendo un milagro en persona -
sonreí.

-Eres mejor que un milagro - acaricié sus mejillas y ella cerró los ojos, mis dedos rozaron sus labios
y ella sonrió, abrió sus ojos lentamente y escuché como tragó saliva - me vas a matar, esto... eso
me terminará matando.

-Camila ¿te puedo pedir algo?

-Lo que quieras - besé sus labios y ella sonrió.

-Hazme el amor - mi corazón se detuvo.

-Que... ¿Qué?

-Eso, hazme el amor.

-Pero...

-Quiero sentirme deseada de verdad, quiero sentirme una mujer de verdad - por un momento me
di cuenta que en sus ojos había decepción, pena ¿es que acaso Farith no se daba cuenta de eso?
Me pregunte como sería la relación en la intimidad con ese imbécil pero no quise preguntar -
hazme el amor Camila.

-¿Después de eso que pasará con nosotras? - Lauren colocó sus manos en mi rostro y sonrió.

-¿Qué crees tú?

-Yo... No sé.
-Hazme el amor ahora Camila...

LAUREN POV:

¿Será diferente "hacer el amor" a "tener sexo" con Camila?

Hacer el amor, tener sexo... para algunos es lo mismo, para otros no. Hay gente que solo dice
tener sexo, otros que solo hacen el amor. Unos pocos consideran que se pueden hacer las dos
cosas.

Es, sin lugar a dudas, un tema complicado que da lugar a muchas opiniones diferentes, por lo que
es importante que tengas bien claros tus ideales: no hay una única opción correcta.

La primera vez que estás con alguien puede ser un poco difícil, ya que hace falta tiempo para que
se conozcan el uno al otro. Si estamos enamorados de esa persona, buscamos sus puntos de
placer, hacer que se sienta cómodo/a e intentar cuidar de esa persona.

Cuando estamos en una relación de amigos con derechos, la delgada línea que separa al placer del
amor es complicada. ¿En qué momento querer a alguien como amigo, además de atraerte
físicamente y tener sexo juntos no te hace pensar que las cosas pueden ir a más?

Es muy difícil mantener una relación puramente sexual a largo plazo.

Muchas veces, el juego previo suele escasear a la hora de tener sexo. También es cierto que el
juego previo no solamente es algo sexual, sino que va desde el momento en que dos personas
tienen química, se enamoran, buscan tiempo para estar juntos. Así que el juego previo puede ser
una buena diferencia entre tener sexo o hacer el amor.

Si bien los orgasmos no son pura y exclusivamente parte de hacer el amor, la confianza y el cariño
en el otro es una parte importante para conseguirlo, para lograr dejarse llevar por los instintos.

A veces, las personas no solo tienen sexo por amor, sino como una forma de liberación de muchas
cosas -por ejemplo, el estrés-. Esa es una gran diferencia entre tener sexo o hacer el amor: a
menudo tener sexo es simplemente un acto más egoísta en el que buscas tu propio placer.

Muchas veces, cuando tenemos sexo buscamos hacerlo rápidamente y conseguir nuestro objetivo.
En cambio, cuando hacemos el amor queremos que el placer dure lo máximo posible, por lo que
se convierte en un acto de sensualidad más que de sexualidad.

La química es algo que solo se puede crear cuando estás en el proceso de enamorarte de una
persona. Puedes tener atracción sexual por alguien, pero no esa química que implica ciertos
sentimientos y que te permite diferenciar entre tener sexo y hacer el amor.

Yo quería sumergirme en un profundo mar de lujuria con Camila en un inicio, ahora necesito
explorar cada territorio nunca antes visitado por nadie. Quiero que me haga el amor, quiero tener
toda clase de sentimientos a flote y a punto de despegar hacia un universo nunca antes
descubierto lleno de astros asombrosos.

-No puedo...

-¿Qué?-respondí sin entender.

-Tengo que irme...

-No...

-Lauren, perdón...

Camila salió a toda prisa por la puerta principal, me arreglé al instante y salí detrás de ella, lo malo
fue que Farith me detuvo antes de salir.

-¿A dónde vas?

-Ahora no estoy para sermones, ya vuelvo.

-No te vas...

-¿Perdón?

-Hoy vas a quedarte en casa y vamos a hacer esta noche lo que una pareja de novios hace con
normalidad.

-¿De qué hablas?

-Vamos a tener sexo.

-¿Qué? ¡No!

-Eso ya está decidido...

-Yo no he dicho que sí

-Lo harás.

-Déjame en paz...

En ese instante me abofeteó de la mejilla y perdí la estabilidad. Caí en el suelo y me agarró del
brazo, me llevó rápidamente hasta la habitación...

-¡Déjame idiota!

-Cállate

-¡No me voy a acostar contigo y no me puedes obligar!


-Claro que sí te vas a acostar conmigo...- sentí su mano sobre mi mejilla nuevamente, ya nada ni
nadie lo detenía.

------

-Buenos días, Demetria...

-Buenos días, señorita Jauregui...- se quedó mirando mi rostro y me dirigí hacia mi oficina lo más
pronto posible.

Al llegar noté desde mi perspectiva de la puerta que había una taza de café sobre mi escritorio,
eso solo significaba que Camila ya estaba aquí.

-Buenos días, señorita Jaure...-se quedó viéndome la mejilla y al instante su expresión cambió. Se
acercó- ¿Qué te pasó?

-Nada, me caí...

-No te caíste, no me mientas, ¿fue el idiota de Farith? Dale dime...

-Eso no importa...

-Claro que importa... ¡Ahora me va a oír!

-¡CAMILA!

-No intentes detenerme

-¡SI SALES POR ESA PUERTA CONSIDÉRATE DESPEDIDA!

-¿Qué?

-Ya oíste...

Se acercó con prisa y me empujó, sentí por unos segundos caería al suelo pero para mi sorpresa
estaba la silla de mi escritorio atrás y caí sobre esta.

Ella se subió encima y empezó a besarme en los labios con cariño, lento y bastante tierna.

-Odio a ese imbécil.

-Ya pasó...

-Lo odio, te juro que lo odio...

-¿Te acostaste con Demi o Cece ayer?

-No, fui a mi departamento a dormir... Perdón...


-¿Por?

-Por ser tan cobarde...

-No importa, tenías razón no deberíamos sobrepasar los límites, es solo sexo...

-No, no es solo sexo... Bueno, esto es diferente...

-Camila, solo no digas más...

-Te voy a hacer el amor, ahora...

-No, debemos parar esto...

-¿Qué?

-Me voy a casar con Farith y no merece esto.

-Ese idiota no merece nada... ¿Piensas casarte con ese animal? Mira cómo te dejó el rostro...

-Lo haré...

-Estás demente, Lauren... No te entiendo...

-No sé...

-Te vas a perder de todo esto... ¿De nuestro pequeño juego?

-¿Qué? Esto no es en serio...

-¿Así quieres acabar con lo nuestro?

-No tuvimos nunca nada... Además, no quiero ni puedo volver a acostarme contigo... Me siento
rara...

-¿Te acostaste con él, verdad?

-Camila...

-Lo sabía...

-No te molestes...

-Te golpea y se acuesta contigo... Irónico...

-Basta, es mi vida, solo me acostaré con quien yo quiera y ahora es solo con él.

-Te ha lavado el cerebro o algo, ¿no?

-Son mis decisiones, no quiero más aventuras lésbicas...


-Lo sé... Pero sabes... Creo que sé perfectamente lo que necesitas...

-¿De qué hablas?

Al instante salió de mi oficina y volvió a los 5 minutos de la mano con Demi, cerró la puerta y se
acercó a mí...

-Esto es lo que necesitas...

-Yo...

-Descuida, será nuestro secreto...-me dijo Demi guiñándome.

-¿Lista para un trío?-Camila esperaba mi respuesta.

-Dios...

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CAPÍTULO 11

CAMILA POV:

Noté la cara de sorpresa en Lauren y sonreí.

-¿Esto es una broma verdad? Camila, tú no tienes una idea de lo que me estas pidiendo.

-Sí, sí tengo idea y créeme que cuando esto concluya me lo terminarás agradeciendo - ella solo me
miraba mientras que Demi recorría el lugar de un lado a otro - te gustará - comencé a acercarme a
Lauren.

-¿Por qué la incluyes? Se suponía que esto era algo nuestro Camila.

-Tú lo quisiste así.

-¿Yo? ¿Por qué? ¿Es porque te dije que no quería tener más relaciones sexuales con mujeres? Me
casaré dentro de... - entonces Demi se sentó en el escritorio que se encontraba atrás de Lauren,
agarró sus caderas y pegó el cuerpo de Lauren al de ella - que... que... ¿Qué estás haciendo Demi?

-Estás hablando mucho y no me gusta hablar durante el sexo sabes... - Demi comenzó a rozar la
punta de su nariz por la piel del cuello de Lauren y noté como esta se erizaba y comenzaba a
estremecerse - viste, sé que te gustaría - las manos de Demi se fueron a las caderas de Lauren y
comenzó a frotar el trasero de Lauren al sexo de ella - siempre me gustó tu trasero sabes - noté
como la cara de Lauren comenzaba a ruborizarse, se mordía los labios y se sujetaba de las piernas
de Demi - ¿Qué quieres que te haga? - Demi le habló al oído y mordió el lóbulo de su oreja
derecha.
-Dios mío - dijo Lauren mirándome, su mirada estaba completamente encendida, tenía las pupilas
dilatadas y me estaba poniendo a 100 - sácame la blusa - le dijo sin dejar de mirarme y sentí como
el calor comenzó a subir por todo mi cuerpo, las manos de Demi comenzaron a desabrochar la
blusa de Lauren con tanta lentitud que me estaba volviendo loca, cuando la desabrochó por
completo comenzó a tocar su abdomen.

-Tu piel es suave - dijo Demi y me quedó mirando - ¿Qué quieres que le toque? - sonreí.

-Sácale la blusa y el brassier y juega con sus pechos, toca sus pezones - Lauren miró hacia abajo y
se mordió los labios.

-Descuida nena - sus manos deshicieron de la blusa - tu trasero se siente tan bien frotándose en mi
centro, es una muy buena sensación - Demi acariciaba la piel de Lauren - quiero que coloques tus
manos encima de la mesa que tienes frente a ti y que no dejes de mirar a Camila mientras te saco
el brassier.

Lauren hizo caso, comenzó a agacharse sin sacar su trasero del centro de Demi. Lauren tenía su
mirada en la mía y la escena era demasiado erótica, comencé a sacarme el abrigo y me deshice de
mi blusa quedando solo en un pantalón de cuero negro y en ropa interior superior. Noté que
Lauren colocó los ojos blancos cuando Demi comenzó a acariciar sus pechos.

-Te gusta verdad - le pregunté acercándome a ella, escuché como su respiración se volvió pesada -
respóndeme - dije colocando mi mano en su barbilla y haciendo que volviera a mirarme - no dejes
de mirarme Lauren - Demi de a poco volvió a colocarla de pie normalmente sin dejar de apretar
sus pezones mientras besaba su cuello.

-Mmm... ooh... mmm... Dios... - Lauren comenzó a quejarse.

-¿Qué quieres que haga yo? - le pregunté acariciando su rostro y ella me quedó mirando.

-Bésame - dijo completamente excitada - bésame y muerde mis pechos.

-A su orden - miré a Demi - desabrocha el pantalón y comienza a tocarla - antes de hacerlo Demi
se sacó la blusa y la ropa interior superior - lindo pechos - dije mirándola y entonces sentí la mano
de Lauren en mi barbilla.

-Dije que me besaras.

Agarré su rostro y comencé a besarla, elle profundizó el beso de inmediato, nuestros torsos se
juntaron y sentí como su mano comenzó a buscar el broche de mi sostén pero no lo encontró -
está por delante linda - nos quedamos mirando mientras sus dedos ágiles me despojaban de la
prenda que estaba estorbando. Cuando quedamos en la misma sintonía comenzamos a besarnos
con furia mientras sus manos acariciaban mis pechos y las mías los de ella. Abrí los ojos y noté
como Demi comenzó a bajar la falda de Lauren y solo estaba frente a nosotras con una pequeña
tanga. Demi comenzó a dar pequeños besos y mordiscos en la espalda de Lauren haciendo que
esta gimiera y dejara de besarme. El cuerpo de Lauren se fue hacia atrás recostado encima del
cuerpo de Demi mientras estas con sus manos acariciaba y apretaba sus pezones; me acerqué y
agaché para besar su abdomen, mis manos llegaron a las costuras de su pequeña tanga y levanté
la cabeza para mirarla... Lauren estaba completamente excitada, su cara era increíble y me estaba
poniendo a mil, bajé su tanga lentamente y volví a levantarme.

-Cambiemos de puesto - le dije a Demi.

-Como quieras.

Me coloqué sobre el escritorio y Lauren volteó a mirarme, sus manos se fueron al cierre y botón
de mi pantalón y los bajó junto con mi ropa interior.

-Mucho mejor - dijo mirándome.

-¿Qué quieres ahora? - preguntó Demi sin dejar de acariciar su trasero.

-Yo... yo quiero que...

-Anda dilo - dije acariciando su rostro. Sabía que era un trío pero yo sabía cómo esto iba a
terminar, terminaría conmigo y Lauren haciendo el amor, esto solo es un juego previo.

-Fóllenme.

Lauren tuvo que decir solo esa palabra para que Demi colocara a Lauren en 4, tenía el trasero de
Lauren a su disposición mientras que el rostro de Lauren estaba frente a mí.

-¿Qué quieres hacer? - pregunté mirándola y noté como su mirada bajo a mi centro.

-Quiero... Quiero que Demi introduzca sus dedos en mí.

-No te haces una idea de cómo me pones - dijo Demi dándole una pequeña nalgada en su trasero -
y qué quieres que te haga Camila o qué quieres hacerle a ella

-Siéntate encima del escritorio - me senté en él - abre tus piernas - sonreí, no puedo creer lo que
va hacer, hice lo que me pidió - Vaya - dijo mirándome.

-¿Estás lista hermosa? - dijo Demi.

-Sí.

Escuché el grito ahogada de Lauren cuando Demi introdujo sus dedos dentro de ella, Lauren se
aferró a mis piernas y como un león muerto de hambre envistió mi centro con su boca, su lengua
recorría cada centímetro de este y mi respiración comenzó a volverse pesada y no falto mucho
para que comenzara a gemir.

Me estiré en el escritorio mientras que Lauren sacaba e introducía su lengua dentro de mí, me
aferré a algunos papeles que había encima del escritorio porque estaba completamente
desesperada. Cada vez que Demi envestía a Lauren esta dejaba escapar aire de su boca que
chocaba contra mi centro y después de eso venía su lengua a terminar de matarme.

-Te gusta... ¿Verdad Lauren? - le preguntó Demi - anda dime, te gusta.

-Si... mmm... Me encanta - Lauren dejó de hacerme sexo oral y entonces sentí como dos de sus
dedos estaban dentro de mí, entraban y salían, la fricción se estaba apoderando de mí. Tenía los
ojos cerrados y no podía parar de gemir.

-¿Te gusta verdad? - me preguntó Demi - te encanta que Lauren te penetre... - abrí los ojos, miré a
Demi y noté algo en su mirada.

-Sí... Me encanta... Mmm... OH LAUREN... LAUREN - comencé a gritar su nombre.

-Te encantó sentir su lengua por todo tu centro ¿cierto?- Demi se mordía el labio inferior.

-AH... AHHHH... ¡¡¡¡¡AH!!!!!

-Mierda - Lauren se sentó a horcajadas encima de mi centro y comenzó a moverse encima de él,
mis manos se fueron a sus pechos y Lauren colocó su cuello hacia atrás, se pasaba las manos por
su cuello mientras que nuestros clítoris se rozaban mutuamente, miré a Demi y me guiñó un ojo,
agarró sus prendas y nos dejó solas en esa oficina.

-Sigue... Dios...

-Dios se siente tan bien... Mmm... Mmm... Me encantas - dijo Lauren mirándome directamente a
los ojos y bajando su cuerpo a tal punto que nuestros pechos se juntaban - Me encantas, me
encantas, eres hermosa...Mmm... Creo que me voy a correr... OH DIOS MÍO....

-Me encantas linda, me fascinas, es todo de ti... Tu cuerpo... Mmm... Dios, tienes que dejar de
moverte así... OH LAUREN... LAUREN...

-Eso grita mi nombre Camila, grita mi nombre - nos quedamos mirando.

-Pídemelo - dije agarrando sus caderas y aumentando la velocidad.

-OHHHH MMMM MIERDA... ¡¡¡MIERDA!!! - me quedó mirando - ¿Qué quieres que te pida?

-Tú sabes - me mordí el labio -pídemelo - nos quedamos mirando durante algunos segundos y ella
sonrió.

-Hazme el amor Camila Cabello...

LAUREN POV:

Quería probar todo de ella, quería que me diera hasta lo último de su esencia...

-Acuéstate...
Camila señaló el escritorio y quité todo lo que había encima con rapidez para no estorbar el
momento...

Me acosté, estaba desnuda ante ella, pero no solo desnuda por el hecho de estar sin ropa sino
porque ahora nuestras miradas colisionaban y pedían lo mismo... Amor...

Puedes llevar mucho tiempo descontrolando y dejándote dominar por tus deseos más oscuros e
impuros pero siempre llegará el momento en el que necesitarás ese pequeño ingrediente que te
lleve a algún lugar desconocido y te muestre que solo son tú y ella en medio de un fondo rojo
encendido, con aroma a deseos y sentimientos buenos...

-¿Así?-dije mirando como Camila me observaba y de alguna manera sentía que ella estaba...
¿Nerviosa?

-Así está bien...- se colocó encima de mí y acercó su rostro a pocos centímetros del mío... Su
respiración impactaba contra mi piel y solo causaba que me estremeciera de pies a cabeza...

-¿Todo bien?-notaba sus labios temblaban y aún ni me besaban.

-Tengo miedo...

-¿A qué?-acaricié su mejilla y sus ojos estaban fijos en los míos.

-A que luego de esto no pueda dejar de mirarte como si te necesitara...

-Yo ya te necesito...

-Lauren... Yo de verdad tengo miedo, no quiero depender de alguien.

-No vas a depender de nadie, no mires a un futuro incierto, mírame a mí y ahora... El después lo
decidiremos juntas.

-¿Y si me enamoro más de ti?

-Entonces experimentarás la verdadera esencia de la vida... Como yo ya lo estoy


experimentando...

-¿Y si no te gusto?

-Ya me gustas... Y sé que lo harás aún más...

Camila juntó sus labios con los míos y entonces sabía esto había empezado. Ambas estábamos sin
ropa sobre el escritorio de mi oficina y mis manos decidieron explorar con detenimiento su
espalda, las yemas de mis dedos presionaban su piel y ella presionaba más sus labios con los míos.
Una de sus manos acariciaba mi abdomen y con la otra acariciaba mi mejilla mientras se recostaba
sobre su antebrazo para sostenerse sobre mí.

Acerqué mis piernas a las de ella, quería sentirla completamente en lo que más fuese posible...
Alejó sus labios unos segundos y nos miramos, sonreí y ella comenzó a besar mi mejilla, eran
pequeños besos que demoraban posicionados sobre mi piel entre 5 a 7 segundos antes de seguir
su camino. Sentía lo caliente de su respiración subiendo mi temperatura en cuestión de nada.
Cerré los ojos mientras notaba como su mano sobre mi abdomen temblaba y se dirigía a mi
cintura, con dos de sus dedos marcó un camino sobre la curva de esta... Me estremecí y entonces
sus labios estaban invadiendo mi cuello... Depositaba besos húmedos, lentos y llenos de pasión,
estaba siendo delicada y como si me amara... Eso es hacer el amor... Ella estaba dejando
expuestos sus sentimientos y yo los acogía... Subí una de mis manos detrás de su cuello
empujándola más sus labios contra mi cuello y ella empezó a chuparlo mientras de vez en cuando
lo mordía... Una mezcla de dolor y cariño...

-Camila...

-Shhh...

Otra de mis manos seguía acariciando su espalda y sentía como sus labios bajaban camino a mis
pechos que estaban algo enrojecidos por el acto ya antes acontecido... Ella comenzó a besar la piel
lastimada... Y se acercó nuevamente para verme a los ojos y sonreímos juntas, acarició mi mejilla,
la cual estaba adolorida por el golpe de Farith...

-Nunca más nadie te va a poner una mano encima...

Me dio un delicado beso y volvió a mis pechos... Sentí el roce de su lengua y como se acercaba a
mis pezones, una de sus manos tocaba uno de estos y la otra estaba acariciando una de mis
piernas...

-Me gustas... Me gustas demasiado.... - dijo Camila mientras volvía al acto.

-Tú también me gustas... Demasiado...

Bajé una de mis manos a su mejilla y comencé a acariciarla mientras ella besaba mis pechos con
delicadeza y exactitud hasta el punto de hacerme jadear del placer...

Siguió bajando marcando un permanente camino de besos húmedos por la línea de mi abdomen,
se detuve antes de ir hasta mi centro...

-Te quiero... Yo, te quiero... -dije cerrando mis ojos con fuerza.

-Y yo a ti...

Su lengua comenzó a pasar por encima de mi clítoris haciendo temblar mis piernas y más por su
respiración pesada y caliente... Iba lentamente torturándome como nunca antes... Sentía como
una ola de calor invadía mi cuerpo y no dejaba de jadear... Con sus manos tomó mis piernas y las
alzó colocándolas sobre sus hombros, de esa manera tenía mejor posición para seguir con el
acto... Bajó su lengua hasta mi cavidad y mis manos se aferraron al escritorio... Una de sus manos
acariciaba la parte interna de mi muslo en dirección a mi centro... Como si describiera lo que se
aproximaba... Antes de llegar a su objetivo se detuvo y levantó la mirada, nos miramos con
profundidad sin necesidad de palabras, ella volvió a colocar su mirada con concentración en mi
centro... Con dos de sus dedos rozó mi clítoris y comenzó desplazarlos sobre los labios mayores,
estos se saltearon de un momento a otro hacia los labios menores cerca de mi cavidad y ya sabía
que seguía... Posicionó sus labios por encima de mi centro y comenzó a succionar la húmeda piel...
Sus dedos entraron con precisión y lentitud, sentía como me penetraban... La fricción era
exquisita... La mezcla de sus labios y sus dedos en complicidad con darme placer de la manera más
delicada era perfecta...

-Dios... Camila...

Fue acelerando... Y las expresiones de mi rostro eran inexplicables... De mis labios solo salía el
nombre de Camila e incontables gemidos... Sentía como cada parte de mi ser estaba encendido
como pedía más de ella, aumentó el ritmo y entonces en ese instante me di cuenta de donde me
encontraba y que ella era lo que quería...

Sentí que mis piernas se debilitaban y mi cuerpo caía rendido luego de que mi espalda se arqueó
cuando introducía sus dedos...

-Ahhh... Camila...

Mi cuerpo cayó rendido y sentía la mirada de Camila observándome...

-Es mi turno...

-Lauren...

-Shhhh...

Ella se recostó sobre el escritorio y me coloqué encima, separé sus piernas y me coloqué encima
de tal manera que nuestros centros estaban en contacto, comencé a moverme lentamente y
sentía como ella cerraba los ojos con fuerza y dejaba escapar un gemido.

Comencé a acelerar, sentía la humedad de su centro y me enloquecía... La fricción era


desesperante en el sentido de querer más y seguí aumentando la velocidad.

-¡Lauren!

Vi sus manos presionar los lados del escritorio y como jadeaba... Eso me puso aún más, me retiré y
cambié de posición... Me senté y la ayudé a sentarse encima de mí, la detuve antes de que posara
completamente y antes de eso, coloqué dos de mis dedos esperando a que se posicionara con
totalidad. Mi otra mano se apoderó de su cuello y la acerqué, de manera que me besara y no lo
dejará de hacer mientras bajaba haciendo que mis dedos la penetraran con lentitud.

Rodeó con sus brazos mi cuello, comenzó a bajar y subir mientras me besaba con necesidad. Ese
momento fue único la sentía con plenitud.
Ella aumentaba la velocidad conforme a cómo iba llegando al orgasmo y la ayudaba con mis dedos
rozando las paredes de sus cavidad debilitándola encima de mí... Las gotas de sudor ya estaban
apareciendo, retenía sus gemidos entre mis labios y no la dejaba de mirar... Entonces pasó, gritó y
lentamente retiré mis dedos de su centro para poder abrazarla... Su cuerpo parecía no tener
fuerza y entonces acaricié su espalda, besé su frente y ella temblaba...

La ayudé para bajarnos del escritorio y la dirigí al sofá, me acosté y le sonreí.

-Ven...

Ella se acostó a mi lado...

Se acercó a mi rostro y acarició mi mejilla, se recostó sobre mí con cuidado, colocó su cabeza sobre
mis pechos y entrelazó una de sus manos con una de las mías...

-Estoy enamorada de ti...- dijo Camila en ese interminable silencio.

-Y yo de ti...-acaricié su cabello hasta que sentí como su respiración de tranquilizaba y sus


párpados se hacían pesados... Se estaba quedando dormida...

El amor puede llegar de un momento a otro y de eso ahora estaba segura, ¿tenía miedo? Tal vez...
Miedo a que ahora la necesite para siempre, miedo a que tenga que abandonar todo por ella.

La familia de Farith de alguna manera estaba relacionada con la mía y detrás de toda esa elegante
apariencia estaba un gran secreto que entrometía la empresa... Tenía miedo a las decisiones que
tenía que tomar de ahora en adelante.

Pero la miraba, cuando la veía tan expuesta y con las facciones tan relajadas, todo significaba que
esto me gustaba y esto era lo que quería...

Ella es a quien quiero... ¿Será que se siente igual a como me siento yo? Necesito saberlo, no ahora
pero sí cuando pueda tener el momento indicado tendré que preguntárselo porque todo era tan
intenso y tan perfecto que no quería arruinar nada.

Sentía demasiado cansancio y entonces comencé a acompañarla en su profundo y delicado


sueño... Jamás olvidaría este día... Con uno de mis brazos rodeé su torso desnudo...

Había llegado al punto más alto del placer y el amor dejando de lado la lujuria, causado por
alguien queriendo a alguien... Ella era Camila Cabello.

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CAPÍTULO 12
CAMILA POV:
Cada rincón de mi cuerpo estaba relajado, me sentía como en una burbuja en la cual nadie podría
hacerme daño excepto la persona que comparte esta burbuja conmigo. Había pasado días, meses,
años buscando algo que me hiciera aferrarme a creer en que en la vida si existían las segundas
oportunidades y todo había salido mal. Golpee muchas puertas antes de llegar a esta, perdí mi
dignidad innumerable veces... Cuando me veían entrar a algún lugar simplemente veían a una
lesbiana con estilo que le gustaba llevarse a chicas a la cama pero... Creo que Lauren me hizo
entender que no lo hacía solo por el placer sino por necesidad de sentirme admirada, la
admiración que nunca tuve antes, antes de Lauren. Claro.

-¿Estas despierta? - sentí como sus dedos trazaban líneas por mi espalda desnuda y como sus
labios que ya habían vuelto a su temperatura jugaban en mis hombros.

-No estoy durmiendo - dije volteando para quedar frente a ella, sus ojos estaban más verdes que
nunca - ¿Por qué cambian de color? - pregunté sin dejar de mirarlos.

-Una vez me explicaron que eran por mi estado de ánimo - sus manos acariciaron mi barbilla - una
vez me dijeron que el día que estuviera más feliz, en donde sintiera que mi corazón explotaría de
felicidad ese día mis ojos se verían muy verdes, tanto que quedarían algunas partes algo
transparentes.

-Mmm creo que no falta mucho para eso - Lauren sonrió y entrelazó nuestras piernas para luego
besarme - deberíamos estar trabajando.

-Esto es un trabajo - dijo jalando mi labio inferior

- ¿O es que acaso crees que no me cuesta tratar de entenderte, de introducirme en tu mente?

-Bueno... - dije acariciando la piel de sus pechos, los cuales aún seguían algo sensibles por las
acciones anteriores - sé de un lugar en donde no te cuesta mucho introducirte - las dos sonreímos
y segundos después Lauren escondió su rostro en mi cuello, su respiración chocaba con mi piel y
acariciaba esta con la punta de su nariz - me agrada.

-¿Qué cosa? - preguntó acariciando con sus dedos mi estómago.

-Que no hubieras salido corriendo esta vez - Lauren se tiró hacia atrás para poder mirarme
directamente a los ojos.

-¿Por qué saldría corriendo ahora?

-Hay más razones para salir corriendo ahora que las otras veces

-¿Cuáles según tú?

-Te dije que te quería, que me estaba enamorando de ti, eso... Eso son motivos suficientes para
salir corriendo.

-¿Por qué?
-Porque... Porque no es como si fueras mía, no es como si pudiera tenerte cada vez que quisiera y
ahora es cuando me replanteo cosas que antes no hacía.

-¿Cómo cuáles? - no dejaba de mirarme - no tengas miedo Camz, cuéntame tu historia.

-¿Mi historia?

-Sí... Esa que tus ojos marrones no me dejan entender del todo.

-Nací acá en Miami, en los suburbios de esta ciudad. Mi padre se llama Alejandro, mi madre
Sinuhé y tengo una hermana pequeña que se llama Sofía a al cual no veo hace casi un año. Mis
padres son narcotraficantes, salí de esa casa cuando tenía 17, traté de llevarme a Sofía
innumerables veces pero según ellos Sofi no podía vivir en un ambiente en donde vería a su
hermana besándose con mujeres, a pesar de que ellos no estaban en la mejor situación mantenían
ciertos prejuicios... Pero cualquier cosa sería mejor que vivir rodeada de esa mierda.

-Yo no saldré corriendo - hizo que subiera la vista y la mirara. De un momento a otro sentí que
toda la tristeza que había tratado de esconder para mantener mi imagen de chica ruda volvía.
Sentía como todas las murallas que yo misma me había puesto ante las personas se derrumbaban
y todo por los ojos color esmeraldas más hermosos que he visto; mi vida no había sido fácil, viví
muchas injusticias, golpes, discriminación y el fondo... En el fondo solo estaba tan cansada que a
los primeros brazos que me hicieran sentir plena y segura le entregaría mi corazón - si quieres
llorar puedes hacerlo - negué con la cabeza -estoy segura que ni siquiera puedes hablar por el
nudo en la garganta que tienes - sonreí.

-Ya me han decepcionado mucho en mi vida - dije mirando sus manos y entrelazándolas con las
mías - no... no me decepciones, te acabo de entregar lo único que realmente me pertenece, lo
único que no se puede manchar con injusticia.

-¿Qué cosa?

-Mi corazón - ella sonrió y mis lágrimas comenzaron a caer - no te estoy pidiendo que termines
con Farith porque podría conformarme con esto, con momentos tan hermosos como estos, en
donde puedo sentirte tan mía, tan frágil, única... mi única. Solo quiero poder tener unos brazos a
los que pueda correr cuando me sienta mal sin temer a que me dejen tocar el suelo.

-Shh- colocó uno de sus dedos en mi boca - yo... yo estaré siempre, cuando quieras, no importa la
hora

-No me hagas ilusiones.

-¡NO SON ILUSIONES! - dijo segura - no sé qué te hicieron - comenzó a acariciar mi rostro, mis
brazos, mis caderas, mis piernas - no sé cuánto daño te hicieron pero yo... Yo no seré así.

-¿Cómo serás?
-Seré lo que tú quieras que sea - sonreí y comenzó a secar mis lágrimas - dame tiempo para
arreglar todo, dame tiempo para comprender por qué mi corazón se alborota tanto cuando te veo
pasar, como me quedo pegada mirando tu sonrisa, como eres capaz de hacerme reír hasta con la
broma más aburrida, como tus caderas se mueven - sonreí - dame tiempo.

-Tienes todo el tiempo - me acerqué y besé sus labios - solo... Solo déjame ser parte de ese
tiempo.

-Eso ni lo preguntes, ahora que te tengo dudo que pueda dejar que te alejes más que esto - dijo
mostrando la distancia a la que estábamos juntas.

-Lauren... Prácticamente estamos pegadas - ella se río y setí como mi corazón se aceleró solo por
esa acción.

-A eso me refiero, nuestra distancia no será más que esto.

-¿Me lo prometes?

-Obvio - se apoderó de los costados de mi rostro y me besó - eres mía le guste a quien le guste.

-Y tu mía - nos comenzamos a besar y en ese momento tocaron la puerta.

-¿Quién es? - preguntó Lauren sin dejar de besarme.

-Farith.

LAUREN POV:

-Camila, vístete rápido- ella recogió sus prendas y comenzó a ponérselas.

-¿Ahora qué hacemos?

-Solo vístete y arreglemos este desorden.

-Lauren, ¿me vas a dejar entrar? - dijo Farith con la voz algo seria detrás de la puerta de la oficina.

En ese momento, perdí la noción de con quien me encontraba y que significaba ahora para mí,
sólo pensaba en que no quería ser descubierta por mi prometido. Si él se llegara a enterar de algo,
no sabría cómo mirar a mi familia, porque de cierta manera todos nosotros estamos relacionados.
Estaba en juego la empresa, el orgullo de mi padre, mi futuro y nuestra posición socio-económica.

Veía lentamente cada fracción de segundo pasar, estaba inmovilizada...

-¡¡¡LAUREN VÍSTETE!!!- Camila me miraba ya alistada mientras ordenaba el desorden del


escritorio.

-Lauren, ¿estás bien? ¿Por qué no me dejas entrar?


-Dame cinco minutos estoy arreglando mi oficina quiero que la veas lo mejor posible.

-¿De qué estás hablando? Déjame entrar no me importa como esté tu oficina.

-Es que enserio está muy desordenada.

-LAUREN, ¿QUÉ DEBEMOS ESPERAR PARA QUE NOS DEJES ENTRAR? ¡DEJA DE HABLAR
RIDICULECES!-Oí la voz de mi padre.

En ese instante terminé de alistarme lo más rápido que pude y fui a abrir la puerta. Entró Farith
junto a mi padre y señalé el sillón para se sentaran...

-Tienes una secretaria inservible, pudo abrir la puerta, ¿no crees?- dijo Michael.

-¿A qué se debe la visita?- cambié de tema.

-¿Se puede saber por qué hasta ahora no has asistido a los ensayos para el matrimonio? ¿Y se
puede saber por qué no has preparado nada aún para el aniversario de la empresa?- dijo Michael
molesto.

-Con todo el respeto, señor Jauregui. Yo le he estado insistiendo, pero ella ni siquiera se aparece a
dormir por las noches al departamento.

-Papá, no es lo que parece. Yo tengo una explicación para todo... En primer lugar, estaba en juntas
ejecutivas los días en los que fueron los ensayos para el matrimonio; en segundo lugar, lo del
aniversario está todo controlado no tienes de que preocuparte y por último, no he llegado a
dormir en las noches porque mi mejor amiga Dinah está embarazada y como es madre soltera,
requiere de muchos cuidados y apoyo emocional.

-Espero que sea así como dices, no me defraudes y ten en cuenta todo lo que está en juego. Te
espero mañana en el ensayo...-Michael estaba mirando seriamente a Camila.

-Lauren, espero que esta noche no faltes a casa- finalizó Farith.

-Bueno, ¿algo más?- dije incómoda.

-Yo me retiro, revisaré las instalaciones. Quiero ver que tal manejas esto en mi ausencia...- miró a
Farith y él le asintió con la cabeza.

Entonces mi padre salió de la oficina y Camila estaba organizando unos papales sobre mi escritorio
mientras nos miraba fijamente.

-Así que tu amiga estaba embarazada eh...

-Sí, ves que te preocupas de nada...

Él sonrió y negó con la cabeza...


-Sé que te estás viendo con alguien, a mí no me puedes mentir.

-Piensa lo que quieras...

-Esta noche te espero y sea lo que sea que ese tipo te esté dando, después de esta noche sabrás
que solo conmigo podrás ser realmente feliz...

-No va a ser así.

-Deja de subestimarme, como sea, ponte algo de maquillaje en la mejilla no quiero nadie piensa
mal.

-¿Por qué? Eso si no les cuentas a mi padre... Antes cuando te conocí eras tan encantador e
inteligente. Sin embargo, hoy te veo y me das lástima.

-¿Acaso no estás enamorada de mí?

-Quizás si lo estuve, pero últimamente tus celos enfermizos me dan nauseas.

-Pero no te da nauseas acostarte con otro y venir a nuestro departamento y hacer como si nada...

-Entonces, ¡búscate a otra!- notaba la mirada de Camila sobre nosotros, Farith se puso de pie y
caminaba de un lado a otro.

-No digas eso, yo te amo...

-¿Qué? No sé a qué le llamas amor... Desde que comenzaste a acostarte con todas, yo ya no sé
quién eres...

-Tú me amas, Lauren...

-No, ya no te amo, esa es la verdad...

-Como sea, vas a tener que hacerlo porque te espera una larga vida conmigo, sabes...

-Olvídalo...

-¿No te vas a casar conmigo?- comenzó a reírse- sabemos muy bien me necesitas.

-¿Quieres nuestro dinero? ¿Es eso?

-¿Dinero? Tengo todo el dinero que podría desear, mi empresa ayudó a formar la de tu familia...
No necesito tu dinero... Yo te quiero a ti- se acercó y colocó sus manos sobre mis caderas. Intenté
empujarlo pero fallé en el intento.

-Déjame...

-Sé que te gusta te tenga así...-comenzó a rozar su nariz por mi cuello y depositaba besos.
-Disculpe, señorita Jauregui. Necesita ver estos papeles...- Camila interrumpió aclarando la
garganta y con voz seria.

-Espera- dijo Farith tomando mi muñeca- señorita...- miró a Camila.

-Camila Cabello- respondió ella.

-Eso, señorita Cabello, ¿nos podría dejar a solas?

-No, no puedo...- dijo ella con una mirada bastante fulminante.

-¿Disculpe?- Farith se acercó a ella con un tono amenazante- ¡Qué falta de respeto!

-Estoy haciendo mi trabajo...

-Sabes que mi empresa ayuda a esta empresa, ¿verdad? Tengo poder sobre esta, podría mandar a
despedirte, en solo segundos estarías fuera... Así que sal de aquí, no estorbes.

-Le dije que estoy haciendo mi trabajo, la señorita Jauregui y yo estábamos organizando los
papeles para el aniversario... Usted llegó y nos interrumpió, creo que estando en horario laboral es
más importante el trabajo antes que sus intereses personales.

-Usted es irrespetuosa, ahora mismo...- yo lo interrumpí.

-Camila, espera afuera... Déjanos a solas.

-Pero...

-Señorita Cabello, ya oyó...

-Como usted diga señorita Jauregui... - la mirada de Camila era triste, giró y salió por la puerta, me
sentía la peor persona del mundo, pero si no hacía que saliera probablemente Farith la hubiese
mandado a despedir y no hubiese habido vuelta atrás.

-Considero reevalúes tu personal...

-Considero son mis asuntos... ¿Ya te puedes ir?

-No, primero compláceme...

-¡Te vas ahora!

-No me voy a ir, ¿no querrás repetir lo de ayer en la noche o sí?

-Eres de lo peor...

-Dame lo que quiero y me iré...

El cuerpo me temblaba y en ese instante fui salvada por la campana. Sonó el celular de Farith.
-Diga... Ah ok, sí... Ya estoy en camino... Adiós...

Colgó el teléfono y me miró.

-Me tengo que ir pero te espero esta noche, ¿ok?

-Adiós.

Él se acercó para darme un beso en los labios pero me hice de lado, agarró con fuerza mi barbilla y
me obligó a darle un beso.

-Te esperaré esta noche.

=================

CAPÍTULO 13
LAUREN POV:

Ya estábamos cerrando la oficina, Camila no me había dirigido la palabra desde que Farith salió de
la empresa. Intenté conversar con ella pero me ignoraba y solo conversaba sobre temas
relacionados al trabajo.

Me sentía al principio mal, pero luego me molesté por la manera en la que me trataba. Nos
retiramos ambas del establecimiento sin dirigirnos la palabra.

El taxi me dejó fuera del edificio donde se encontraba mi departamento, entré y el recepcionista
me dijo "Buenas noches, señorita Jauregui. Su prometido ya ha llegado..." , le di las gracias y tomé
el ascensor.

Antes de entrar en el departamento tomé un gran respiro y entré. Oí el televisor encendido


entonces sabía Farith ya había llegado. Me acerqué a la sala y estaba con una botella de cerveza
en la mano, mientras que en la mesa ya habían unas 5 vacías.

-Buenas noches, preciosa-me miraba de pies a cabeza.

-Buenas noches...

-¿Quieres una?-dijo señalando su botella.

-No gracias, voy a dormir...

-¿A dormir?

-Sí, eso dije...

-Creo que ya habíamos conversado esto...

-Y tú estás bastante ebrio, no pienso hacer nada contigo.


-Claro, ahora dirás que es eso. Seguro crees tú amante es mejor en la cama que yo.

-Me encantaría dejaras de hablar de "mi amante"... Cuando estuviste con todas esas tipas
revolcándote no te dije nada, me callé Farith... Pero tú pareces no superarlo...

-Mi orgullo de hombre, tú lo dañas...

-¿Y mi orgullo de mujer? ¿Acaso has pensado si quiera en eso?

-Como mujer que eres debes tener cierta compostura, no deberías perder los estribos con el
primer idiota que se te cruce...

- Ah claro... Pero tú si puedes estar con todas las mujeres que quieras, ¿verdad?

-Eso es normal en esta sociedad

-En esta sociedad ya estamos en otra generación donde se respeta la igualdad de géneros, todos
tenemos los mismos derechos, las mismas oportunidades. Tanto como tú puedes ser infiel yo
también puedo serlo y ambos seríamos vistos de la misma manera.

-En mi entorno dices eso y se ríen de ti...

-Lamentablemente aún quedan personas con prejuicios e ideas machistas...

-No comiences con eso

-Deja de creerte el macho alfa, ¡por Dios!

-A mí no me vengas a decir nada, tú eres mía y se acabó

-No soy tuya, ¡entiéndelo!

-¡¿Y de quién eres?!

-Eso no te incumbe, yo no pienso seguir contigo, todo empezó bien. Claro, estaba enamorada de ti
y por eso accedí a esta clase de relación. Menos mal aún no nos hemos casado porque no sé en
qué momento dejaste de ser el tipo caballeroso y amigable que eras.

-A veces debes hacer demasiado para conquistar a una mujer, pero tú me has probado en toda mi
esencia.

-Me das asco.

-No me preocupa no quieras casarte conmigo, de igual manera tendrás que hacerlo. Nuestro
matrimonio es uno de los más esperados este año. Nuestras familias se aman, ¿Has notado como
nuestros padres han sido amigos desde muy pequeños? ¿Cómo mi padre ha hecho todo por el
tuyo y su empresa?
-Esto es chantaje...

-Si me dejas, espero te prepares para mis fuertes declaraciones sobre tu infidelidad y sobretodo
que mi familia dejará de apoyar a la empresa de tu familia. Espera, me olvidaba de algo... Olvídate
en lo principal de mi apoyo a tu hermano.

-No juegues con eso...

-Creo que toqué fondo, ¿verdad?

-Eres un enfermo...

-Me gustas Lauren... Eso debes saberlo... Eres preciosa- se acercó, agarró mis brazos con sus
manos y las pasaba a manera de tocarlos.

-Déjame

-¿Vas a querer que desconecten a Chris?

-Eres de lo peor, te odio...

-Dale, muéstrame cuanto me deseas...- comenzó a besar mis hombros y apreté los ojos con fuerza.

Sentía sus manos vagar por mis curvas de la cintura y sentía repudio a su ser.

Quería salir corriendo, pero era imposible. Comenzó a besar mi cuello y las lágrimas comenzaron a
caer haciendo caminos por mis mejillas.

-¡No me jodas el momento, deja de llorar!

-Déjame, no me toques... Por favor...

-¡Deja de llorar dije!- sentí su mano golpear mi rostro y entonces caí al suelo, me cubrí el rostro y
me agarró del cabello para levantarme. En ese instante grité y el empezó a insultarme, mi mano
alcanzó la botella que él había dejado sobre la mesa y lo golpee. Recuerdo se cogió la cabeza y salí
corriendo del departamento a toda prisa...

Oía sus gritos de dolor, pero lo que más miedo tenía era que me siguiera. Cuando ya estaba fuera
del edificio solo tenía la ropa que había traído puesta y unos cuantos billetes de 1 dólar en el
bolsillo del abrigo. Corrí sin mirar atrás, nunca en mi vida había sentido tanto miedo. Cuando me di
cuenta había llegado a una esquina muy conocida, noté estaba cerca de la casa de Camila. Sin
embargo, comenzó a llover, toda mi ropa empezó a mojarse y seguí corriendo porque sentía de
alguna manera él vendría a buscarme después de esa escena violenta. Me resbalé y caí a la acera,
me doblé el tobillo y empecé a llorar porque no podía levantarme... Visualicé un auto a lo lejos,
era el auto de Farith que estaba teniendo problemas con otros porque no conducía bien, claro
esto se debía a su estado etílico.
Me arrastré y logré apoyarme en un poste cerca, me puse de pie y cojeando alcancé a sentarme
en una banca. Respiré fuerte y mi corazón palpitaba con fuerza, el auto de Farith se había salido
del lío y se dirigía hacia la calle donde me encontraba. Me puse de pie y reconocí la tienda de la
esquina siguiente era la misma de la esquina que daba con la casa de Camila, estaba cerca de ella.
Comencé a caminar a duras penas y sentía el claxon del auto más cerca. Llegué hasta la esquina
del local y me detuve, las lágrimas se mezclaban con la lluvia y empecé a llorar porque me dolía el
tobillo. Sentía no podía caminar más, me apoyé sobre el muro de esta tienda de libros y me abracé
para darme calor. En ese instante...

-Lauren, ¿eres tú?

Era su voz...

-¿Qué haces acá?

-Yo...

-Dios, estás toda empapada y temblando...

-Yo- no podía hablar por el frío y los nervios que traía encima.

-Tranquila, ven aquí...- me dio su abrigo y me lo puso. Colocó su paraguas por encima de nosotras-
mi departamento está aquí a unas cuantas casas...- comenzamos a caminar y se dio cuenta estaba
cojeando- déjame ayudarte... -nos dirigimos hasta su departamento-

-Gracias...-dije cuando ella rodeó su brazo por mi cintura ayudándome.

-Me vas a decir qué te ha pasado...

Entramos en su departamento y me ayudó a sentarme en su sofá.

-Yo no puedo...- empecé a llorar. Ella fue por toallas y me las dio para secarme el cabello.

-Creo deberías darte una ducha... Te has ensuciado con lodo...

-Yo no quiero incomodarte...

-Lauren, solo toma lo que necesites.

-Después de cómo te traté hoy, por cómo estabas de molesta... Me siento mal con todo esto.

-Hey, eso no importa, ahora ve toma una ducha y hablamos, ¿si?

-Está bien...

Me ayudó a ponerme de pie y me dejó en su baño... Al concluir con la ducha, salí en toalla... Ella
estaba en su habitación que daba justo con los servicios...
-Te conseguí algo...- me miraba detenidamente, noté cómo tragó saliva y entonces me señaló por
fin algunas prendas que estaban tendidas sobre su cama.

-¿Ropa interior?

-Es nueva... Digo, no tienes que preocuparte. Hice algunas compras y bueno...

-¿Estás segura? Es una marca muy exclusiva...

-Todo bien, dale cámbiate y hablamos...- noté su nerviosismo y entonces por fin me alisté, me
puse el pantalón de pijama y la camiseta que me había dejado.

Salí cojeando hasta la sala y entonces ella se puso de pie para detenerme...

-No se te ocurra caminar así, podrías lastimarte más...- me ayudó a volver a la habitación, me
acostó en la cama.

-Gracias...- no podía mirarla me sentía avergonzada.

-Me dirás qué ha pasado o debo adivinar...

-Salí del edificio corriendo me resbalé con la lluvia y me torcí el tobillo...

-¿Por qué saliste corriendo?

-Porque tenía miedo...

-¿A qué?

-A quien...

-Te volvió a poner la mano encima... Ese desgraciado, se las va a ver...- interrumpí.

-Tengo la culpa de todo esto...

-No entiendo por qué no lo dejas, es tan obvio no te quiere ni te aprecia un poco...

-No entiendes.

-Sí entiendo, entiendo perfectamente que algo anda mal contigo...

-Es un asunto de familia...

-Entonces necesito saberlo ahora, cuéntame ahora tú, cuál es tu historia...

Hablé por más de 15 minutos todo sobre como mi familia y Farith estaban relacionados, sobretodo
la empresa. Además, al finalizar, concluí con la triste historia de mi hermano en estado de coma y
cómo Farith y su familia habían apoyado económicamente para mantenerlo con mi vida hasta el
día de hoy. Sin el apoyo de su empresa la de mi familia no sería nada... Todo estaba
increíblemente dependiendo de mí. Si acababa el compromiso ahora, jodía todo.

-Por eso no digo nada o me alejo de él...

-Oigo todo esto y ese tipo me da asco... - se acercó, se sentó a mi lado y me tomó de la barbilla-
¿Qué es esto?

-Me golpeó... Pero ya no duele...-dije agachando la cabeza.

-¡Quiero matarlo!

-Hey, ya no importa, él no conoce este lugar estoy a salvo... Me estaba persiguiendo.

-Eso no cambia nada, mira tu rostro... Iré por alguna pomada...

Volvió y me pasó esta por la mejilla, cerré los ojos ante el tacto. Luego que terminó se quedó
mirándome a los ojos...

-Tu cabello está húmedo...

-Lo sé, no importa- dije con una sonrisa tímida.

-No, deja que te lo seque- en ese instante fue por la secadora y comenzó a secarme el cabello.

Cuando al fin se dejó de oír el ruido del artefacto, sentí sus manos pasar sobre mi cabeza
suavemente dejando de lado mi cabello retirándolo de uno de mis hombros. Sus labios de posaron
en este y la piel se me erizó. Giré automáticamente y la tomé de las mejillas. Nos acostamos sobre
la cama y empecé a besar su cuello...

-Camila...-dije mientras ella introducía sus manos por debajo de la camiseta acariciando mi espalda
desatando cierta corriente que recorría mi cuerpo estremeciéndome ante el tacto.

-Te quiero tanto...- Camila me acarició la mejilla y me besó efusivamente.

Bajé a su cuello y empecé a dejar besos húmedos por este, ella traía una blusa que cubría sus
hombros... Así que empezó a retirar la tela para que la besara... Comencé a morder su piel y
entonces sentí sus manos bajar hasta mi trasero....

-Lauren...- levanté su camiseta y empecé a besar su abdomen- Dios...

Marcaba la línea de abdomen con mordidas suaves...

-Estás excitándome...- separó su piernas y me coloqué entre estás.

Subí mis labios hasta debajo de sus pechos y la miré...

-Tengo ganas de sentirte...


Nos quedamos viéndonos y entonces ella me dijo...

-¿De qué tienes ganas exactamente?

-Quiero tocarte...

-¿Dónde me quieres tocar?

-Quiero tocarte toda...

-¿Qué más quieres hacer?

-Quiero besarte... Quiero morderte... Quiero succionar cada pedacito de piel y quiero subirte la
temperatura... Tanto que el frío no sea nada en torno a nosotras...

-Dios...

-Y sabes también quiero oírte gemir... Oírte decir mi nombre y mirar cómo te muerdes los labios
mientras estoy penetrándote...

-Lauren...

-Quiero poder lamerte, tanto...

-¿Algo más?

-Que nunca sea suficiente...

Bajé mi mano acariciando su abdomen hasta llegar por encima del elástico de su short de pijama,
jugué con este y por fin introduje mi mano... Abrí los ojos con sorpresa... Y me mordí los labios...

Mi mano estaba situada justo encima de sus bragas... Veía su espalda arquearse...

-Estás tan mojada...

CAMILA POV:

"Estás tan mojada"... Ósea que esperaba, la tenía con su mano en mis bragas y nuevamente estaba
a toda su disposición, era increíble como sabía lo que tenía que hacer exactamente para
calentarme, para encender todo mi cuerpo.

-¿Te gusta? - preguntó mirándome y yo ni siquiera podía hablar, no podía pensar. Lauren hacía
unos movimientos sobre mi clítoris que me estaban matando - vamos Camila contéstame - la miré
directamente a los ojos... Noté como aún tenía los ojos cubiertos por una capa de lágrimas, como
tenía la mejilla ruborizadas por el golpe - Camila... - saqué su mano de mis bragas y solo la miraba -
¿Qué te pasa? ¿No te gustó?
-Esto... Tú... Tú no necesitas esto - tomé su manos con las mías - quieres tener sexo conmigo solo
para olvidarte de lo que pasaste y eso no va a pasar.

-Pero...

-Hoy... Hoy te lo dije todo, te abrí mi corazón y no puedes después de eso venir corriendo y querer
que tenga sexo contigo - Lauren no dijo nada, solo me miraba en shock - Porque yo... Porque yo
solo quiero acariciarte - mis manos se fueron a su brazos y comencé a acariciarlos - quiero besar
cada rincón de tu cuerpo, pasar mi lengua por cada diferente textura de tu piel, quiero... Quiero
que entiendas que todo el miedo que tienes no se borrara con sexo ¿sabes por qué? - mi mano se
fue a su mejilla herida y saqué un mechón de su rostro para colocarlo atrás de su oreja.

-¿Por qué?

-Porque sexo lo pueden tener todas las personas del mundo.

-¿Por qué eres tan linda? - sus ojos comenzaron a llorar - ¿Qué hice yo para que aparecieras en mi
vida? - Lauren tomó mis manos en su rostro - haces que en 5 minutos quiera follarte hasta que no
sientas tus piernas pero a la misma vez follarte con tanto amor...

-Solo el amor... - la interrumpí - solo el amor es capaz de hacerte olvidar los momentos malos, los
que quieres arrancarte de la cabeza.

-Entonces... Hazme el amor Camila, porque aunque esté acá casi muriendo por dentro, que mi
cabeza esté más confundida como nunca antes te sigo deseando, te sigo deseando con tantas
fuerzas que tengo miedo.

-¿De qué? - comencé a recostar a Lauren sobre la cama y acomodé mi cuerpo sobre el de ella.

-A que esto no se termine nunca...

-Entonces volvámonos locas de lujuria y que el amor nos diga cuando parar.

-¿El amor y la lujuria será una mezcla buena? - Las manos de Lauren comenzaron a elevar mi
remera y cuando me di cuenta solo estaba con el short de pijama ya que no ocupaba ropa interior.

-¿Qué te parece si lo comprobamos ahora mismo?

No dejé que me respondiera besé sus labios con cuidado ya que el golpe había dejado un leve
moretón en ellos y supuse que le molestaría, las manos de Lauren comenzaron a vagar por toda mi
espalda, sus uñas la arañaban de una manera lenta y perturbadora. El placer fue tanto que dejé
escapar un leve gemido en sus labios, me salí de su cuerpo para comenzar a subir su remera, me
impresioné cuando me di cuenta que ella tampoco llevaba ropa interior y sonreí en el acto.

-¡Dios! Eres tan suave - susurró en mi oído - me encantas Camila, no dejes de acariciarme - sonreí y
llevé mis labios a su cuello. Los besé lentamente y pasé mi lengua por el de la misma forma, sentí
como Lauren se estremeció debajo de mi cuerpo... mientras besaba su cuello ella llevó sus manos
a mi short de pijama y las colocó por debajo de este apretando mi trasero y haciendo un roce
entre su centro y el mío - mmm... mmm ¡QUÉ ME ENCANTAS JODER! - sonreí y la ayudé a sacarme
el short, ella hizo lo mismo con el mío.

-Creo que estamos en la misma sintonía - podía sentir como la humedad de nuestros sexos se
juntaban - mírame, quiero que me mires mientras te hago el amor.

-Tenlo por seguro que lo haré - todas las veces anteriores que habíamos tenido sexo no nos
importaba taparnos pero está vez sería diferente. Nos colocamos debajo de las sábanas y comencé
a besarla tiernamente, nuestros labios bailaban uno encima del otro hasta que ella quiso
profundizar el beso introduciendo su lengua en mi cavidad bucal y mis manos se adueñaron de
uno de sus pechos, lo apreté con delicadeza y dejé que las yemas de mis dedos jugaran
lentamente con su pezón, seguí con ese movimiento hasta que Lauren comenzó a jadear.

-Mmm... Dios... Sigue... Sigue... - noté como sus piernas se tensaban alrededor de mis caderas -
esto es tan caliente - dijo mirándome - hazme tuya, hazme olvidar.

-Te haré olvidar, haré que quieras hacer el amor solo conmigo durante toda tu vida.

-No hay necesidad de ser tan ruda, yo te haré el amor el resto de mis días - Lauren agarró mi
rostro entre sus manos - nadie... Nadie me lo hace como tú, eres tan delicada. Tus caricias, tus
besos, tus palabras. Eres un maldito conjunto hecho a mano para matarme.

-Entonces prepárate para morir Lauren.

Nos volvimos a besar y comencé a moverme sobre su cuerpo, nuestros sexos comenzaron una
fricción que nos hacía gemir casi al unísono - mmm....Mmm te deseo tanto - Lauren enterró sus
uñas en mi trasero - me vuelves locas - nos mirábamos mientras hacíamos el amor - eres hermosa.

-Mmm... Ohhhh.... Camz.... Camila...

Llevé mi mano hasta su entrepierna y noté como ella se acomodaba para recibirme, antes de
introducirme dentro de ella acaricié su mejilla dañada y el lado de su labio que estaba morado.

Dos de mis dedos se introdujeron dentro de ella haciendo que su espalda se arqueara y sus pechos
se elevara, llevé uno de ellos a mi boca y pasé mi lengua sobre su pezón muy lentamente mientras
mis dedos entraban y salían de su cavidad a un ritmo armónico. La cara de Lauren era hermosa,
tenía sus pómulos rojos, su cabello pegado a su cuerpo por el sudor, sus labios hinchados y
aunque me hubiera gustado que estuviera hinchado solo por mis besos pero bueno, hay
situaciones que no se pueden arreglar aún...

-Te quiero - dijo mientras la miraba - mi.... Mir... mírame Camila - hice lo que me pidió mientras
introducía otro dedo dentro de ella - DIOSSSSS!!!!! - sonreí.

-No cierres tus ojos, solo mírame - las dos nos miramos mientras estábamos sincronizadas en el
beso y en los movimientos sexuales, la sábana que tapaba solo nuestras caderas nos daba una
especie de hábitat que era solo de nosotras, un lugar único y que nadie podría destruir. Era
nuestra burbuja o por lo menos eso quería que yo fuera.

-Mmm... Camila...Camila me voy... Me voy a correr.

-Hazlo, córrete alrededor de mis dedos mi amor - Lauren se mordió los labios - vamos déjate llevar
hermosa...

Después de algunos minutos noté como las paredes de su centro apretaban mis dedos y como el
orgasmo se apoderó de casa parte de su cuerpo haciéndola vibrar, me aferré a ella y descansé
sobre su estómago mientras Lauren acariciaba mi cabello con sus dedos... Era increíble... Cuando
estábamos las dos solas disfrutábamos de estos momentos hasta el tope. Muchas parejas tienen
sexo y se van a la ducha y hacen como si fuera un acto más pero cada vez que me he acostado con
Lauren siempre es algo más. Lo noté desde la primera vez que tuvimos sexo pero ahora... Ahora
anhelábamos con más deseos momentos como estos, sentirla en mis brazos y yo sentirme en los
de ella se estaba volviendo fundamental.

-Podría estar así toda mi vida - dijo ahora acariciando mi espalda y reí.

-¿No te molestaría? Acá no hay muchos lujos pero igualmente me preocuparía de que no te faltara
nada - no era necesario mirarla para saber que estaba sonriendo.

-El único lujo que me doy es tener relaciones de alta calidad contigo y si fueras un lujo de verdad
serías el diamante más hermoso de todo - me acomodé a su lado, esta vez quedé más arriba. Casi
a la altura de sus pechos.

-¿Te quedas? - dije sin pensar - quédate esta noche - la miré y ella sonrió.

-¿Por qué no llegaste antes? ¿Por qué no me salvaste antes?

-Aún estamos a tiempo - acaricié su rostro - pero no hablemos de eso ahora... Lo único que quiero
es dormir a tu lado, acurrucarme junto a tu cuerpo, despertar y ver que aun sigues acá.

-¿A dónde crees que me iría? Mi lugar está al lado tuyo... Eres mi maldita manzana prohibida.

-Eres mi placer culpable favorito solo... Solo que al final del día o noche en este caso no hay culpa
alguna.

-No tienes que sentirla ¿sabes por qué?

-¿Por qué?

-Porque cada vez que te beso, te hago el amor y te digo que me encantas y que te quiero tanto
que está comenzando a doler es porque no tengo culpa alguna Camila.

-¿Te quedarás?
-Solo con una condición.

-¿Cuál?

-Que nos vayamos una semana lejos de esta ciudad - elevé una ceja - hay una semana de
economía en Texas, vamos.

-¿Es en serio?

-Eres mi secretaria no puedes decirme que no Camila.

-Grrr - besé su cuello - me encanta cuando haces como todo tenga sentido.

-¿Entonces? ¿Vienes?

-¿Qué crees tú? No dejaré a mi princesa ir sola a Texas.

-¿Princesa? ¿Soy una princesa?

-¿Es que no te has visto en un espejo? - Lauren sonrió - anda, ven es hora de descansar. Mañana
se viene un largo día.

-Nos vamos el miércoles.

-Mañana es martes - dije algo asustada por la cercanía de la fecha.

-Dije miércoles, ahora te callas, necesito dormir - y como era de esperarse me quedé callada, otra
manera de darme cuenta que Lauren Jauregui me tenía a sus pies.

Y en ese silencio eterno, estábamos las dos sumergidas en un espacio desconocido lleno de placer,
amor y otras tentaciones.

=================

CAPÍTULO 14

CAMILA POV

No quería despertar, no quería abrir los ojos, tenía una terrible angustia. A lo mejor lo que paso
ayer solo fue parte de mi imaginación, de mi enferma mente que no paraba de obsesionarse con
cada cosa acerca de Lauren. Quise estirar mis brazos para ver si estaba a mi lado pero lo encontré
patético, así que hice todas mis fuerzas y abrí los ojos de un solo tiro... Cuando lo hice noté que
estaba aferrada a un cuerpo tibio de piel blanquecina y que aún estaba durmiendo.

-No fue un sueño - sonreí y acerqué aún más su cuerpo al mío, sentí como se comenzó a mover
entre mis brazos y no podía creer lo hermoso que era despertar al lado de una persona que
realmente te volvía loca - buenos días - dije en su oído y bajando hasta sus hombros para dejar un
tierno beso.

-Mmm - se quejó la princesa de mis sueños más eróticos - qué agradable manera de despertar -
Lauren volteó hasta que quedamos una frente a otra, las sábanas se cayeron y solo tapaban sus
caderas hacía abajo.

-Es increíble lo que logra tu cuerpo en mí - escondí mi rostro en su cuello - me encanta tu olor.

-Esto es como un sueño - los dedos de Lauren acariciaban mi espalda - nunca me sentí tan cómoda
como ahora - sonreí - ¿segura que eres real? - las dos reímos - Camila... con respecto a lo que te
pregunté ayer...

-Te dije que sí, que sí iríamos - ella se quedó callada - ¿Qué? ¿Qué pasa?

-¿En serio irás conmigo? ¿Cómo harás con la universidad?

-¿Quieres que vaya o no?

-Obvio que sí - besó mis labios - creo que cada segundo que pasa me hago más adicta a ti y no sé si
eso es bueno - solo sonreí.

-¡CAMILA SON LAS 1 DE LA TARDE, PUEDES POR FAVOR DESPERTAR RECUERDA QUE TENEMOS LA
FIESTA DE REENCUENTRO DE CURSO! ... ¡OH MI DIOS! - Dinah entró sin tocar la puerta y Lauren
estaba encima de mí completamente desnuda

-¡CIERRA ESA PUERTA! - grité.

-Ok... ¡la cierro! - Dinah cerró la puerta y Lauren solo se reía, me miró a los ojos, dejó un tierno
beso en mis labios y se fue al baño.

-Pasa - grité desde la cama y ella entró completamente colorada - ¿Qué quieres?

-No puedo creerlo ¿en serio ya te la follaste?

-Oh déjame, dime qué quieres.

-hoy es la reunión ¿lo recuerdas?

-Cierto... No estaré, de todos modos sabes que no me llevaba muy bien con ellas, así que da igual
que la pases bien.

-Oh... Vamos, también eran tus amigas antes, no seas así.

-¿Mis amigas? Ellas nunca lo fueron y no creo que vengan.

-Verónica, Lucy y Alexa aceptaron mi solicitud y sí vendrán - me quedé callada - y también vendrá
Ariana...
-¿Quiénes son ellas? - preguntó Lauren.

-Nadie.

-Sus amigas y su ex.

-¡DINAH! - Dinah agachó los hombros.

-Creo... Creo que nos vemos dentro de un rato, adiós.

-¿Tus amigas y tu ex? - miré a Lauren - no creía que habías tenido una relación importante -
comenzó a arreglarse el cabello, me encantaba su cabello alborotado.

-Una... Es... Su nombre es Ariana, estuvimos juntas durante 3 años. De hecho los últimos 3 años de
instituto lo pasamos juntas. Tratamos de seguir pero la ambición pudo más... Tenía un sueño,
quería ser cantante y lo logró, está comenzando una gran carrera artística, después de eso ella
simplemente creyó que no era mucho, ni digna de estar a su lado. Mis amigas... Las que se hacían
llamar mis amigas, ahora trabajan para ella... Son modelos, publicistas... En resumen manejan su
carrera.

-Detente - se sentó en la cama - me estás hablando de Ariana... Ariana Grande ¿verdad? - sonreí -
no lo puedo creer, pero ella ahora... Ahora sale con chicos y ha estado en algunos dramas...

-No tengo idea de su vida, de ninguna de ellas - sentí como Lauren se acercó a mí y entrelazó sus
dedos a los míos.

-Nos quedaremos - la miré a los ojos - y te verán feliz, radiante, hermosa - sus ojos esmeraldas me
estaban volviendo loca - y te verán conmigo, de la mano, besándome, se darán cuenta de cuánto
me deseas, de cuánto quieres que se vayan para recorrer cada rincón de tu departamento
conmigo - me mordí el labio inferior.

-Tu... Tu apellido es famoso, Ariana debe saber que tú... Bueno... Te vas a casar

-No importa... - acarició mi rostro - estoy acá, a tu lado, nos iremos a Texas.

-¿No irás a tu casa? ¿Te quedarás acá hasta mañana? - no podía aguantar la felicidad, estaba
explotando por dentro.

-No, ayer te dije que este era mi lugar y... Tendrás que saber darme tiempo porque hay cosas que
no puedo llegar y simplemente hacer.

-SI vas a terminar con Farith no quiero que sea por mí- ella frunció el ceño haciéndome saber que
no había entendido del todo - quiero que lo hagas por ti, que te des cuenta que nadie... - tomé su
rostro entre mis manos - que nadie se merece que la traten de esa forma - Lauren solo me sonrió y
me besó - ¿Por qué no quieres terminar con él?

-¿Quién te dijo que no quiero? Solo... Solo necesito un poco más de tiempo.
-¿Cuántos golpes más? - Lauren se levantó y noté que se había enojado - lo siento.

-Está bien, es normal que hables sin entender realmente toda la historia, no te he dado detalles...

-Es obvio que no la sé con claridad, entré a la empresa porque necesito traer de vuelta conmigo a
mi hermana - ella me quedó mirando - necesito dinero para darle lo mejor, para sacarla de la
mierda en que está viviendo y cuando... Cuando creí que había encontrado el trabajo perfecto
resulta que mi jefa es una sensual mujer con la cual, al principio todo era solo placer pero ahora...
ahora cada vez que te veo con un moretón - me levanté y caminé hacía ella - me dan ganas de
golpear a cada ser humano que pisa la tierra porque... Yo te veo... Veo tu rostro y no... No
entiendo como alguien puede ponerte una mano encima si eres hermosa, preciosa, eres
jodidamente perfecta - Lauren se lanzó a mis brazos, escondió su rostro en mi cuello y sentí como
las lágrimas mojaban mis hombros desnudo. Solo tenía la frazada rodeando mi cuerpo.

-Eres increíble - agarró mi rostro y me miró a los ojos - no puedo terminar con Farith por Chris en
realidad - soltó de la nada.

-¿Chris? ¿Quién es él?

-Mi hermano, el que te mencioné ayer - sus ojos se nublaron por la capa de lágrimas que los
cubrieron - está hospitalizado desde que tenía 7 años.

-Vaya... - sequé sus lágrimas.

-Tuvo un accidente, se cayó a la alberca y nadie se dio cuenta hasta minutos después, el daño
cerebral que tuvo fue horrible tanto que aún sigue en coma.

-¿Cuántos años tiene ahora? - ella hizo silencio.

-15 años - apreté sus manos, Lauren miró sus manos entrelazadas con las mías y luego sonrió - el
padre de Farith nos brinda apoyo económico respecto al cuidado de mi hermano, es dueño de la
clínica en dónde está Chris, a parte de todas las empresas que tiene y obviamente la que hizo que
la empresa Jauregui y asociados creciera tanto a lo que es ahora.

-Por eso...

-Él me amenazó anoche con que si lo dejaba desconectarían a Chris.

-¿Qué? ¡Qué hijo de puta más grande, déjame romperle el orto Lauren! - ella sonrió -Él... Yo te
prometo que nada de eso pasará.

-¿Por qué tienes el poder de hacerme creer todo lo que dices incluso si es imposible?

-No es imposible, para mí no existen los imposibles - las dos nos miramos - tú eres lo más cerca de
un imposible que he estado y aún... Aunque estés acá te siento lejos - ella solo sonrió.

-Saldré - miró hacia el suelo - tengo que buscar ropa para la noche y una muda para mañana.
-¿Qué? ¿Por qué?

-Porque quiero que a la idiota de tu ex se le caiga la mandíbula cuando entre por esa puerta y te
coma la boca a besos - me dio un pequeño beso en los labios - y porque mañana viajamos
temprano.

-¿No irás a buscar ropa?

-No, a parte... Dudo que en Texas ocupe mucho la ropa ¿no crees? - me miró de pies a cabeza y
me guiñó un ojo - te quiero hermosa esta noche porque seremos la envidia de todas esas idiotas
que alguna vez te menospreciaron.

-Lauren - voltee a verla y ella ya tenía la mano sobre la manilla de la puerta - espero algún día
poder estar a tu nivel - apunté hacia arriba -tan alto como las estrellas sabes...- ella sonrió.

-¿Has oído hablar de esas estrellas que caen del cielo porque pierden su luz? Yo creo he
encontrado una, pero no te preocupes - me volvió a sonreír - nos podemos pulir juntas y volver a
estar brillando en lo más alto y volvernos imposibles para los otros porque para mí tampoco
existen los imposibles si estoy contigo - esta vez sonreí yo - te veo en un rato, ponte bonita... Mi
amor - ¿me dijo mi amor? ¿LAUREN JAUREGUI ME DIJO MI AMOR? Ni siquiera alcancé a
responderle porque ya se había ido.

-Me dijo mi amor, ¿verdad? - me pregunté en voz alta - ¡Joder! - sonreí y me metí a la ducha esta
sería una noche muy entretenida después de todo, muy entretenida.

LAUREN POV:

Salí a toda prisa camino a la oficina, ya le había encargado a Demi tenga mis documentos listos. En
la empresa tenía una tarjeta de crédito y otra de débito en caso de emergencia.

Una vez que llegué al establecimiento estaba Demi parada en la puerta del edificio, se encontraba
bastante nerviosa...

-¿Qué sucedió? ¿Estás bien?-dije tomándola de los brazos.

-Su prometido ha venido temprano y estaba bastante molesto porque quería encontrarla, él tenía
la certeza yo lo sabía y me ha amenazado con despedirme si me atrevía a mentirle...

-Le dijiste dónde estaba...

-Supuse que con Camila, pero no... Mencioné que podría estar en casa de la señorita Kordei...

-Hiciste bien... Bueno, en serio gracias y por si acaso tendrás mi pedido listo...

-Sí, ten- me entregó los documentos y tarjetas de crédito.

-Genial...
-No se olvide de esto- me dio un maletín con todos los documentos que necesitaría para el viaje.

-Muchísimas gracias, eres la mejor- le di un beso en la mejilla a manera de despedida, tomé un taxi
y me dirigí al centro comercial, necesitaba lucir bastante atractiva hoy...

Cuando llegué al lugar, me dirigí a toda prisa hacia mi tienda favorito. Lo digo por lo exclusiva que
era, el trato al cliente era impecable... Me asignaron a alguien quien me ayudaría con lo que escoja
y después de varios intentos fallidos, por fin encontré lo que quería.

Unos pantalones de cuero ceñido y una blusa negra que tenía el corte preciso para desbordar
sensualidad, un toque elegante y atrevido. Una vez realizada la compra, me dirigí hacia otras
tiendas, compré tres pares de zapatos, joyería y ropa interior... La lencería era bastante
importante, siempre quiero impresionar a Camila.

Aproveché para hacer una compra extra que le daría a Camila más adelante, luego fui por un
helado antes de dirigirme al salón de belleza.

Una vez ahí, mandé a que me cortarán las puntas del cabello, le den un tono más negro... Luego,
me sometí a lo que toda mujer debe hacer para lucir radiante... La depilación... Necesitaba lucir
increíble en todos los aspectos, así que era momento de ponerme al día.

Fue bastante doloroso, como siempre... Al finalizar, por fin opté por que me maquillen así no
tendría que hacerlo yo ya que tendría que volver al departamento y esa no era una buena opción.
Me peinaron y ya estaba lista solo para colocarme la ropa.

Hasta que me di cuenta de la hora eran cerca de las 3 de la tarde, así que hice algo que tenía
ganas... Sí, fui al cine. Me sentía una niña pequeña ante esa sala inmensa con gente que venía
acompañada. La película era estupenda, en ella actuaba Meryl Streep, por lo que era digna de
mirar y admirar. Cuando finalizó, salí sonriente... Eran ya como las 6 y debía llegar a la reunión
para las 7.

Entonces, fui hacia una tienda y me metí en los vestidores para cambiarme de ropa. Por fin estaba
lista y lucía increíblemente radiante.

Enseguida tomé un taxi y me dirigí hacia el departamento de Camila. Cuando llegué, el edificio se
notaba bastante silencioso, en cuanto di unos pasos más cerca a la puerta correspondiente ya se
oía el ruido retumbando en las paredes.

Toqué el timbre y no pasaron más de 2 minutos cuando por fin abrieron... Era Dinah que por cierto
estaba boquiabierta...

-Dios mío, te ves increíble...- me miraba de pies a cabeza.

-Gracias-sonreí- ¿Y Camila?
-Está conversando con Verónica y Alexa... Te estaba esperando, creo unos minutos más y entraba
en desesperación.

-Bueno, ya estoy aquí...- dije señalándome dando a entender aún seguía afuera.

-Oh perdón, pasa por favor, déjame llevar tus bolsas a la habitación de Camila...- las tomó e hizo lo
que mencionó, entré detrás de ella y cerré la puerta. Cuando culminé esta última acción todos en
la reunión giraron para verme y sonreí tímidamente...

-Buenas noches...- caminé hacia Camila que tenía sus ojos pegados en mi- Hey...- todos volvieron a
sus conversaciones y solo notaba la mirada de pocas personas.

-Amor, estás... Dios, te ves hermosa, estás perfecta... Digo te ves linda y sexy... Estás...- no terminó
cuando interrumpió la castaña.

-Hola, perdón si me equivoco... ¿Acaso no eres de los Jauregui?-dijo la chica.

-Sí, lo soy...

-Un gusto, Camila no me ha presentado pero bueno... Soy Ariana- me tendió su mano y entonces
miré a Camila con una expresión de incomodidad. Recepcioné el saludo...

-Soy Lauren Jauregui, pero eso ya lo sabes- miré a Camila y tomé sus mejillas, le di un beso pero no
uno cualquiera sino uno lleno de deseo.

-Bueno, las dejo...-al instante se fue hacia algún otro lado a seguir vigilándonos.

-No me cae, en lo absoluto...- Camila sonrió y tomó mis manos con las suyas.

-No tiene que caerte bien, no es tan buena persona... No cuando está tan celosa como justo ahora.

-Esto es gracioso pero me encanta que se de cuenta tú eres mía...

-Soy tuya...

-Estás preciosa.

-Gracias, pero hoy tú te has llevado el premio, estás tan...

-¿Tan?

-Irresistible...-se mordió los labios y levanté su cabeza colocando mi mano en su barbilla.

-Solo esperemos a que se vayan y me demuestras un poco de las ganas que me tienes estando yo
vestida así...
-Tengo la necesidad de querer quitarte la ropa ahora mismo... - se sentó en el sofá y me acerqué a
ella entre sus piernas estando de pie. Colocó sus manos por detrás de mis muslos y me atrajo
más... Alzó el dobladillo de mi blusa con cuidado y depositó un beso mojado en mi abdomen.

-Camila... Hay varias personas viéndonos...-dije nerviosa.

-No importa, así se dan cuenta tú eres solo mía y que se mueran de la envidia... Dijiste iban a
tenerme a celos...

-Así será...

Me senté a su lado y comenzamos a besarnos sin perder el tiempo, sentía el roce de su lengua y
me estremecía ese simple tacto. De un momento a otro teníamos las mejillas bastante calientes y
sabíamos debíamos parar...

-Paren...- estaba Dinah en frente de nosotras-tranquilícense un poco, ¿no?

-Cállate...-dijo Camila dándome besos en los hombros que traía descubiertos.

-No diré nada, solo que no puedo evitar rehusarme...

Dinah rió y se fue al instante con la copa en su mano.

El resto de la noche la mirada de Ariana acabó fulminándonos, comenzamos a reír


precipitadamente y ella solo suspiraba de enojo a lo lejos. Camila estaba contenta tanto como yo,
de un momento a otro me tomó de la mano y me llevó hasta el baño...

-¿Qué hacemos aquí?

-Estoy enloqueciendo, necesito más que solo besos...-dijo mientras me colocaba contra el lavabo y
me desabrochaba los pantalones...

-Son tan ceñidos a tu cuerpo que me prende con tan solo verte, mis ganas están cada vez más
intensificadas, desatas corrientes de lujuria en mí...

-Camila, yo...-no me dejó terminar y ya estaba besando mi cuello mientras intentaba levantar mi
blusa.

-Hueles tan bien...-pegó su nariz a mi cuello y su respiración hizo que se me erizara la piel.

-Hey...-intenté detenerla, no me parecía ni el tiempo ni el momento adecuado.

-No pretendas me detenga, no tienes idea de cómo estoy por ti...

-Sí tengo idea, yo me siento igual viéndote con esa falda tan corta... -coloqué mis manos en su
trasero y la arrimé contra mi cuerpo.
-Lauren...-sus mejillas se tornaron de un color rosado y sabía estaba incitándola a pecar junto
conmigo.

-Ven...-tomé su mano y la llevé hasta un pequeño muro situado en una esquina del baño, me
senté y la coloqué encima.

-Dios...-colocó sus manos detrás de mi cabeza enredando sus manos en mis cabellos.

-Quiero que me beses pero no como siempre lo haces, quiero que lo hagas lento y torturante...-
ella colocó sus labios en mi cuello y comenzó a succionar mi piel... Dolía pero no tanto como para
detenerla, era un dolor placentero, mi respiración comenzó a bajar su ritmo y mis latidos iban
acelerando.

-Necesito quitarte la blusa...

-Shhh-coloqué mi dedo en sus labios y me quité lentamente la prenda, ella pasó su lengua por su
labio inferior, sabía deseaba lo que veía...

-Tus pechos... No tienes idea de cómo me pones en cuestión de segundos...- agarré sus manos y
las coloqué sobre mi brassier ella comenzó a masajear mis pechos mientras se mordía los labios y
yo bajé mis manos hasta su trasero de manera que podía lograr un movimiento placentero entre
su centro y el mío...

En un instante, sentí la temperatura subir precipitadamente y me puse de pie haciendo que ella se
saliera de encima algo impresionada.

-¿Qué pasó?- tenía una expresión confusa.

Me acerqué y coloqué mis manos en sus caderas... La arrimé contra la pared y colocando mis
manos por debajo de sus muslos la alcé y empujé mi centro contra el suyo... Ella gimió...

Me detuve y me acerqué a su oído...

-Hoy no, créeme la espera será buena... Esperemos a el viaje...-mordí el lóbulo de su oreja
lentamente y luego le di un beso en la mejilla.

-No sé si pueda esperar tanto....

=================

CAPÍTULO 15
CAMILA POV:

Lauren salió del baño primero que yo y a decir verdad me hubiera quedado ahí adentro sola a
terminar con mi tortura porque ahora si sabía que Lauren no haría nada conmigo esta noche hasta
que llegáramos a Texas lo cual era realmente frustrante. A eso, súmenle que su ropa se ve
extremadamente apetecible, esos pantalones le quedan tan bien.

-Hey despierta - era Alexa.

-Lo... Lo siento ¿Qué pasa?

-¿Crees que podríamos hablar?

-Estamos hablando - Alexa frunció el ceño - ¿Qué paso?

-Solo quería saber cómo estabas - me di cuenta de que Lauren fue a la barra y se preparó un trago.
Se sentó a conversar con Dinah, me miró y me sonrió.

-Estoy bien - fijé mi vista en Alexa - y por lo visto a ustedes también les ha ido muy bien con
Ariana, no para de sonar en las radios - Alexa sonrió.

-Sí... Ella... Ella se ha esforzado mucho para llegar a dónde está.

-Me lo imagino - miré a Ariana quien tenía su mirada pegada en Lauren - ¿Algo más?

-Quería... Quería ver si podíamos quedar un día de estos - sacó de su traje una tarjeta - ahí está mi
número.

-¿Por qué querría quedar contigo? Está bien que antes hubiéramos sido mejores amigas pero
ahora no hay nada - noté su cara de tristeza - lo pensaré Flaca - no le decía así desde el colegio.

-¿Cómo me dijiste? - solo sonreí y caminé hasta Dinah.

-¿Qué quería esa desabrida? - sonreí.

-Nada, solo que nos viéramos un día a solas.

-Bueno que se vaya bien a la mierda - miré a Dinah - ahora tú - me abrazó desde el cuello - eres mi
mejor amiga y ella se puede morir de celos.

-Idiota - besé su mejilla y noté como Lauren se nos acercaba.

-¿Todo bien? - preguntó bebiendo de su copa ¿era normal que mi libido subiera de forma increíble
solo porque está bebiendo de una copa? Creo que me estoy enfermando.

-Sí, todo bien

-¿Quieres salir a tomar aire a la terraza? - asentí, agarré mi vaso y salimos hasta la terraza, cuando
estuvimos ahí Lauren cerró el ventanal y me di cuenta de que Ariana seguía mirando.

-No me sorprendería que mañana saliera un artículo que dijera que Lauren Jauregui es lesbiana y
su no pareja es una rebelde de los suburbios - Lauren se río y me quedó mirando.
-Creo que sería lo más extremo que me ha pasado - nos afirmamos de la baranda y vimos el
paisaje - siempre creí que ver el atardecer con alguien era lo más cursi de todo y yo no soy cursi.
No sé si te has dado cuenta.

-Yo también creo lo mismo - respondí sin mirarla - pero ahora... Ahora es diferente - nos miramos
mutuamente.

-¿Por qué?

-¿No lo sientes? Es como si cada cosa que pasa entre nosotras fuera única, cada cosa que hacemos
tiene una pisca de miedo incluida.

-Creía que era la única que lo notaba.

-Pues no - sonreí - tenemos miedo de que después de terminar cada beso no nos volvamos a
besar, después de cada vez que hacemos el amor y terminamos entra el miedo de que no lo
haremos más y sinceramente no sé si podría aguantar tanto.

-Me gusta hacer esas y más cosas contigo, pero creo que no hemos absolutamente nada de lo que
hacen las parejas normales.

-¿Crees que somos una pareja normal? - me quedé frente a ella.

-No, sé que no te doy el lugar que te corresponde pero yo ya te expliqué.

-Y lo entendí - entrelacé nuestras manos - créeme que nadie más que yo te entiende.

-Algún día tendrás a Sofi corriendo por todo este departamento créeme.

-Creo que cuando te conozca se enamorara de ti - Lauren sonrió y mi corazón comenzó a latir tan
rápido que creí que se me iba a salir - no es tan difícil... Después de todo.

-¿Por qué eres así? Cuando llegaste a esa oficina lo único que veía era una chica con un buen
cuerpo y una mente brillante pero con sentimientos muy reprimidos.

-¿Qué te hace creer que aún no están reprimidos? - Lauren elevó una ceja.

-¿Lo están?

-No soy de entregar todo de inmediato, pero tú has sacado de mí mucho más de lo que esperaba.

-Me gustan tus ojos marrones, la forma en que sonríes, como puedes lograr hacerme reír hasta
con tus historias más aburridas, como me abrazas, como me cuidas, como me deseas, como me
haces sentir en cada momento; no solo cuando estamos en una cama y eso es a lo que más le
temo.

-¿Por qué? - me acerqué a Lauren y comencé a acariciar sus mejillas, estaban congeladas por la
brisa que comenzó a correr.
-Creo que eres la única persona que tiene la capacidad de hacerme sentir viva a la misma vez
hacerme sentir 3 metros bajo tierra - sonreí - si yo soy tu manzana prohibida, tú eres ese pecado
que quiero seguir arrastrando conmigo hasta me aburra de ti pero eso no ha pasado y no creo que
pase.

-No pasará - comencé a acercarme a ella - ¿Sabes por qué?

-¿Por qué?

-Porque me encargaré todos los días de hacerte entender que nadie te hace sentir como yo, nadie
te eriza la piel como yo - me acerqué hasta el lóbulo de su oreja izquierda - nadie te hace gritar
como yo, nadie te pone como yo y nadie - me alejé para mirarla a los ojos, su mirada era
penetrante y llena de deseo - nadie te quiere como lo hago yo - en ese mismo momento sus ojos
se relajaron, sus mejillas se ruborizaron y en su rostro tenía una apariencia calmada, y eso era
todo lo que necesitaba de ella. Me gustaba saber que ella si sentía amor por mí y que no me
estaba metiendo a un agujero sin salida.

-¿Me vas a besar o no?

La agarré de las caderas y acerqué su cuerpo al mío, mis labios se posaron tiernamente sobre los
de ellos y comenzamos a besarnos. Creí que ella profundizaría el beso pero no lo hizo, se lo tomó
con calma. Tenía la sensación de que Lauren quería conocer cada rincón de mis labios, abrí mis
labios lentamente y al sentir la lengua de Lauren haciendo contacto con la mía dejé escapar un
suspiro. Después de eso el beso simplemente siguió su curso, nos olvidamos de que estábamos en
una fiesta y que nos estarían todas mirando, nos olvidamos del frío que teníamos y por un
momento me olvidé de los problemas y de mis aflicciones personales... Lauren para mí era como la
morfina, la que te calma, te quita los dolores, de adormecer pero al despertar todo el infierno
vuelve. Espero que lo único que nunca me falte es tener a mi frasquito de morfina al lado por
mucho tiempo.

-Anda entremos, no quiero que te enfermes ahora - me dejó un leve beso en los labios - mañana
tenemos un viaje muy importante y el vuelo... El vuelo será interesante Camila, muy interesante -
logré escuchar su doble sentido en esa frase pero no entenderla del todo ¿a qué se refería?

LAUREN POV:

Desperté a las 5 am, el sueño se había apartado de mí y a mi lado estaba Camila y su perfecta
silueta... Respiré hondo, tal vez tenía un poco de temor a caminar por lo desconocido, tal vez me
estaba arriesgando demasiado pero definitivamente esto era lo que quería, ella era a quien quería
y si salían noticias sobre nosotras, sobre quien era yo realmente, tendría que enfrentarlas.

Volví a descansar intentando calmar mis pensamientos. Recuerdo haber soñado, escasas escenas
que puedo reestructurar, sé que se trataba sobre mis mayores miedos. Sentí los labios de Camila
realizando una incursión por mis hombros y por fin abrí los ojos. Ahí estaba ella tan sonriente, tan
radiante, simplemente siendo ella...
-Buenos días, ¿lista para viajar?

-Claro que sí...-luego me dio un beso.

-¿Qué es lo primero que quieres que hagamos cuando lleguemos?-alcé una ceja.

-No sé por qué preguntas eso si es bastante obvio...

-Bueno, es la primera vez que nos acostamos en una cama sin tener sexo, solo hemos dormido
juntas...

-Eso es bueno, ¿no?

-Sí, creo... En el sentido que eres terriblemente irresistible y he tenido que hacer un esfuerzo
sobrehumano por no saltar encima de ti.

-No eres la única...

-Bueno, ¿cronograma del día?

-Alistar todo para el viaje pero primero desayunemos, ¿no?

-Tienes razón...

-Siempre me vas a dar la razón... ¿Verdad?

-Eso me suena a algo más...

-¡Lauren!-dijo para luego morder mi cuello.

-No hagas esto, no aún...

-Las ganas me están matando, debes entenderlo-siguió besando haciendo un camino hasta mis
hombros.

-Vamos a preparar el desayuno, ¿no crees?

-No arruines este momento, por favor...

-Ya te dije, espera a el viaje-le di un beso en los labios y me levanté de la cama.

Voltee a mirarla y estaba sonriendo mientras me miraba. Le guiñé el ojo y me metí al baño a
alistarme.

Cuando salí fue mi turno esperarla a ella, pero ya estaba en el sofá de su sala cuando Dinah entró
al departamento.

-Buenos días-dijo sonriéndome.


-Hola, o te levantas temprano o no pasaste la noche aquí...-reí.

-La segunda, todas necesitamos disfrutar de los placeres de la vida como Camila y tú. Les dejé el
departamento para las dos solas, supongo aprovecharon al máximo.

-No hicimos nada, solo dormir juntas...

-Claro, me ves la cara de tonta.

-Es en serio, no he intentado nada, no hicimos nada.

-¿Están con la regla?

-¡No!

-¿Entonces?-tenía un gesto de confusión.

-Pues, digamos que quiero hacerla esperar...

-¿Esperar a qué?

-A el viaje...

-Esto suena muy interesante... No me digas más.

-No lo haré-reí.

-Bueno, prepararé el desayuno para las tres... No les molesta, ¿no?

-Para nada, justo con Camila íbamos a ver qué preparar.

-Yo ya tengo una idea, prende la televisión y relájate...

-Eso haré, gracias-sonreí.

-Tienes unos ojos muy bonitos-sonrió y se dirigió hacia la cocina.

Prendí la televisión y entonces cambié al canal de noticias...

Hablaban de accidentes de tránsito y al finalizar cambiaron a una noticia sobre empresas exitosas.
Mencionaron entonces... "La empresa de la familia Jauregui dentro de poco cumplirá 25 años de
aniversario, han alcanzado muy rápido el éxito... Sabemos que actualmente se encuentra dirigida
por la mayor de los tres hijos de Michael Jauregui, el ex gerente general... Quien está
comprometida con Farith McGregor, heredero de una gran fortuna por parte de las cadenas de
empresas McGregor... Sin embargo, ha habido recientes especulaciones sobre el falso
compromiso, se rumorea sobre la verdadera sexualidad de Lauren Jauregui, ya que ha sido vista
con una joven en una reunión la pasada noche... Entre caricias y besos, podemos afirmar
probablemente el matrimonio está..."
Apagué el televisor y tragué saliva... Se suponía esto debía pasar, Ariana debió mover sus
influencias...

-Lauren... Lauren... ¡Lauren!- Camila me sacó de mis pensamientos.

-¿Estás bien? Se te ve algo pálida...

-Ella es muy blanca...-dijo Dinah.

-Cállate Dinah, se ve mal... ¿Estás bien, amor?

-Sí, no pasa nada...

-¿En serio?

-En serio no pasa nada...

-Ven, vamos a desayunar, Dinah hizo algo delicioso por fin- sonrió.
-Dale, vamos- le di mi mano y fuimos junto a su mejor amiga a la cocina.

Desayunamos mientras oíamos las experiencias de Dinah y algunas bromas tontas de Camila a las
que no podía evitar dejar de reírme, no entendió por qué su mejor amiga no lo hacía.

Cuando finalizó, volví a recordar todos los rumores y por fin me digné a prender el celular... Tenía
llamadas perdidas de Farith y recientes de él y mi padre.

Seguro habían visto el reportaje y probablemente esté en riesgo todo.

-Lauren, has estado muy pensativa... Casi ni has alistado tu maleta- Camila me miraba algo
extrañada.

-Vi algo que me está incomodando sabes...

-¿Qué viste?

-Un reportaje en las noticias, hablaban sobre las empresas exitosas y se desviaron al tema de
quien dirigía las de la familia Jauregui era yo y que habían rumores sobre mi verdadera
sexualidad... Que ayer me habían visto con alguien... Sé que hablan de ti...

-Ariana...-su expresión era de molestia.

-No hagas nada, déjalo así, vamos de viaje y olvidemos esto hasta volver...
-¿Segura?

-Sí...
-Bueno, dale ven te ayudo con tu maleta-me sonrió y le di un beso, al instante sonó mi celular, me
acerqué a tomarlo y vi un número desconocido.

-Diga...

-Hola Lauren... Algo tenía que funcionar para que contestaras el puto teléfono...- era la voz de
Farith.

-Yo...-no me salían las palabras estaba nerviosa.

-Yo nada, ahora mismo me dices dónde mierda te metiste para ir a buscarte, muy bien debes
haber visto las noticias, ¿de qué están hablando? ¿Es cierto eso? ¡Responde!

-Farith cálmate...

-¡No me calmo nada!

=================

CAPÍTULO 16
LAUREN POV:

Colgué el teléfono.

-¿Qué quería?-preguntó Camila colocando sus manos sobre mis mejillas-hey, está bien,
tranquilízate...

-Yo, no sé... Tengo miedo...

-Todo va a estar bien, ¿sí?

-Y si le pasa algo a Chris, yo jamás podría perdonármelo...

-No le va a pasar nada... Además, él te necesita Lauren... Farith te necesita para poder colocarse en
una buena posición socio-económica...

-Vamos, vamos ahora... Alistemos las maletas y vayámonos de aquí cuanto antes...

-Está bien, pero primero calma... Estás muy nerviosa...-Camila comenzó a acariciar mis mejillas y
me dio un beso en la frente.

-Está bien...-la abracé tan fuerte, de alguna manera necesitaba sentirme protegida. Sentir que
todo iba a estar bien y que no había nada a qué temerle.

Terminamos de alistar las maletas, ya de noche y tomamos un taxi camino al aeropuerto, estaba
entusiasmada por viajar junto a Camila, pero nunca faltaban esos pensamientos que me hacían
tener cierto temor por mi hermano...
Cuando llegamos al aeropuerto, Camila y yo fuimos a hacer el check-in y luego a comer algo ya que
era más de las 9pm y aún no habíamos cenado.

Decidimos comer en McDonald's y ahí estábamos acompañadas de un gran silencio...

-Jamás habría imaginado que Lauren Jauregui comiera comida rápida...-me miraba con una
sonrisa.

-¿Por qué?

-Porque tienes el cuerpo perfecto... No sé, pensé esta clase de comida no entraba en tu dieta...

-Una a las quinientas no está nada mal, ¿no crees?

-Creo que podría quererte incluso si perdieras tu hermosa figura...

-Yo también a ti-reímos.

En ese momento escuchamos el anuncio de que nuestro vuelo saldría en una hora y fuimos a
hacer lo que era necesario. Estuvimos tomadas de la mano mientras esperábamos, de vez en
cuando Camila me robaba un beso y me encantaba, de cierta manera debo admitir no me daba
miedo nos viera alguien más...

Cuando por fin subimos al avión, Camila prácticamente casi me mata del susto cuando gritó
porque quería sentarse junto a la ventana y así se lo concedí... Reí luego por varios minutos sin
superar su momento inmaduro, se veía tan niña, toda emocionada...

-¿Estás contenta?-la miré sonriendo.

-¿Ves las nubes? Son hermosas...- estaba anonada ante la vista.

-Son increíbles... Tanto como tú...-me miró y sonreímos.

Colocaron una película antigua y nos pusimos a verlas juntas, nos reímos y pasamos un buen
momento entre miradas y caricias...

Nos cansamos a los 30 minutos y decidimos leer un poco, cada una en su tema... Luego, nos
quedamos dormidas de un momento a otro.

Estaba segura de que soñaba con algo importante, de un momento a otro me desperté y vi la hora
habían pasado 20 minutos... Camila estaba en un sueño profundo... Sus facciones estaban tan
relajadas... Me acerqué a ella lentamente, me recosté en su hombro y comencé a dejar besos
húmedos por su cuello, ella se movía y se veía una tranquila sonrisa en ella...

Levanté la cobija que la cubría y deslicé mi mano por debajo de esta, la metí debajo de su blusa...
Pasé por encima de su abdomen y luego fui yendo camino a su centro...
Sumergí lentamente mi mano debajo de sus pantalones... Por encima de sus bragas, comencé a
acariciar su entrepierna con mis dedos... Sentía la humedad...

-Dios...-abría los ojos lentamente.

-Shhh-la besé de inmediato y se calló...

Comencé a causar más fricción y ella arqueaba su espalda... Nuestras lenguas estaban jugando la
una con la otra de manera peligrosa... Hice a un lado su ropa interior y acaricié su clítoris...

-Lauren...-la volví a besar para contener los posibles gemidos y así no ser oídas por nadie más en el
avión.

Ella deslizó su mano por debajo de sus pantalones y la colocó por encima de mi mano
direccionándome según como iba sintiendo y quería sentir más placer...

-No tienes idea de cómo me tienes...-dijo ella a punto de dejar escapar un gemido, la besé al
instante y con mi otra mano tocaba uno de sus pechos.

Besé sus labios, los mordí torturosamente y lamí a mi gusto...

En ese instante oímos que en 10 minutos llegaríamos a nuestro destino. Camila y yo volvimos a
nuestro lugares mientras ella estaba bastante agitada y yo muy caliente.

-Odio que nos quedáramos a la mitad... No tienes idea de cómo estoy justo ahora...- se mordía los
labios.

-Ya cuando lleguemos al hotel, terminaremos con esto, no te preocupes... Prometo satisfacerte
por completo...-le di un beso en la mejilla y ella giró al instante para besarme...

-Amor, tenemos que alistarnos para cuando lleguemos...

-No tienes idea de cuantas ganas tengo de llegar lo más pronto al hotel...

En ese instante llegamos al aeropuerto de Texas... Bajamos lo más rápido y fuimos por nuestras
maletas lo más pronto, estábamos muy calientes y aún mis pensamientos se basaban
prácticamente en desnudar a Camila y hacerla mía.

Tomamos un taxi que nos llevó hasta el hotel y en cuanto entramos prácticamente fuimos
corriendo hasta la habitación tiramos las cosas, cerramos la puerta y fuimos en busca de la
habitación, cuando abrí la puerta Camila venía detrás de mí... La agarré del brazo y la coloqué
contra en umbral, me acerqué a ella y comencé a besar su cuello mientras desabrochaba su blusa.
Sus manos estaban sobre mi cuello acercándome aún más. Comencé a morderla y oía cómo se
quejaba de ese dolor tan placentero... Separé sus piernas y me acerqué aún más a ella, tiré su
blusa a un lado y me fui a sus pechos... Los besé y mordí dejando marcas a mi antojo, con ayuda de
mis manos pude tocarlos y masajearlos creando en ella expresiones de excitación...

-Hazme tuya, Lauren...


-Te voy a hacer mía más de una vez... Eso te lo aseguro...

Camila comenzó a desabrochar mi blusa con bastante agilidad y yo a desabrochar sus pantalones,
los pensamientos estaban calentando mi piel y ya veía en sus ojos, fuego...

CAMILA POV:

Antes de Lauren yo era la que se encargaba de los tiempos en el sexo, yo era la que manejaba
todo, yo era la que guiaba a la otra persona porque solía pasar que las otras chicas no tenían idea
de lo que me gustaba pero Lauren... ella desde un principio sabía lo que me gustaba y eso... eso
daba miedo, igual que ahora.

-Sé que te gusta que te muerda lentamente los pezones ¿verdad? – yo estaba envuelta en una
capa de lujuria y erotismo que mis sentidos no podían agruparse y dar una respuesta coherente -
no sabes cómo me gusta verte así - dijo besando y mordiendo mi cuello - no sabes cómo me pone
ver tu cara ruborizada, sin poder hablar y casi en el coma de la excitación - aún ni siquiera
llegábamos a la cama y yo ya estaba con el torso desnudo. Sentí como Lauren dejó de tocarme
porque a decir verdad no me podía mover, estaba como hipnotizada en sus caricias y besos. Miré a
Lauren a los ojos y noté que se sacó la blusa y comenzó a desabrocharse los pantalones pero la
detuve - ¿Qué? ¿Qué pasa?

-Yo... yo quiero sacártelo, tengo algo de sed - Lauren se ruborizó - creo que... creo que acá - de a
poco volvía a tomar el control del juego, me acerqué a ella y llevé mi mano sobre tu ropa interior -
acá hay algo que me puede quitar la sed ¿Qué dices tú?.

-A la mierda Cabello, a la mierda.

Lauren me agarró de las caderas y me lanzó a la cama, sonreí cuando Lauren se colocó encima de
mí, mis manos se fueron a su pantalón y bajé mis manos hasta su trasero ¡Dios como me gustaba
su culo! Lo apreté y acaricie mientras comencé a bajar su prenda; Lauren por su lado no dejaba de
morder mi cuello y succionar mi piel, una de sus manos jugaban con uno de mis pezones y gemía
en su boca... cuando por fin las dos quedamos en la misma sintonía, solo teníamos nuestras tangas
me comencé a acelerar cada vez más, era increíble lo que lograba en mí.

-¿Aún tienes sed? - Lauren tenía la voz ronca ya los ojos negros - si o no.

-Cállate -coloqué a Lauren debajo de mi cuerpo mordí sus labios y comencé a bajar por su cuello,
sus pechos en donde me quedé más de unos minutos jugando, bajé por su estómago en donde
hice un recorrido con mi lengua hasta llegar al dobladillo de su ropa interior.

-Me estas matando Camila.

-Entonces te mataré.

La despojé de su última prenda y me acomodé entre sus piernas, la miré por última vez a los ojos y
sonreí - te quiero - dije mirándola a los ojos.
-Yo tam... - no dejé que respondiera, me fundí en su centro, mi lengua entraba y salí de su centro y
todo el cuerpo de Lauren se tensaba, se agarraba de las sábanas y elevaba sus caderas. Mis manos
se aferraron a sus caderas y comencé a pasar mi lengua lentamente por su clítoris haciendo que su
cuerpo se estremeciera, que los gemidos se convirtieran en gritos y que sus manos se aferraran a
mi cabeza logrando que mi lengua profundizara aún más dentro de ella - OH MI DIOS CAMILA...
CAMILA... YO... MMMM... ME VOY A CORRER ¡FUUUUUUCK! - mis movimientos comenzaron a ser
más rápido y Lauren estaba perdiendo el control, se revolcaba en la cama y todo su cuerpo
temblaba, sabía que estaba a punto de correrse así que decidí introducir dos dedos dentro de ella
y mi lengua trabajaba en su clítoris - OHHHHHHHHH.... ¡CAMILA! ¡CAMILAA! ¡CAMILAAAAAAA! -
Lauren quedó desplomada en la cama, noté como temblaba y como sus piernas no podían estar
dobladas, como sus pechos subía y bajaba al ritmos de su respiración acelerada - que tienes en esa
lengua - dijo después de unos minutos mientras acariciaba su barriga, volteo su cuello para poder
mirarme - Me encantas Camila - se colocó sobre mi cuerpo - no sabes cómo me haces sentir, me
haces vivir cada día como si fuera el últimos.

-Esa es la idea - dije tomando su trasero con mis manos.

-Ahora es mi turno, espérame acá - Lauren dejó un beso en mis labios y se encerró en el baño.
Mientras Lau hacía quien sabe qué cosa ahí dentro terminé por sacarme las últimas prendas u
quedé desnuda. Noté como el sudor estaba en cada rincón de mi cuerpo y como el olor de Lauren
me embriagaba - ¿Estas lista? - escuché a Lauren desde el baño.

-Estoy lista desde el avión - escuché como se reía, miré hacía la puerta y casi se me cayó la
mandíbula

-Tu hiciste esto conmigo hace algunas semanas atrás ¿lo recuerdas?.

-Cómo olvidarlo - la miré de pie a cabeza

-Bueno ahora me toca a mí - Lauren se acercó a la cama con el arnés alrededor de su cadera - no
te haces una idea de cuantas veces te imaginé sometida a mí - todo mi cuerpo tembló - date vuelta
- tragué saliva y lentamente voltee, me di cuenta que frente a mí había un espejo. Sentí como
Lauren estaba detrás de mí, como sus manos acariciaban mis caderas y mi trasero - abre un poco
más tus piernas - sentí como una de las manos de Lauren recorrían desde mi rodilla derecha y
comenzaron a subir hasta la parte interna de mi muslo - Woow estas... estas muy húmeda Camila -
sus manos se hundieron en mis caderas y frotó el consolador en mi centro.

-Mmm - comencé a gemir.

-Ere tan caliente, mírate al espejo Camila - Lauren agarró mi cabello e hizo que mirara hacía el
espejo, su boca se fue a mi lóbulo de la oreja derecha y lo mordió - eres mía - su mano soltó mi
cabello y comenzó a jugar con mis pechos.

-Woow - dije suspirando - esto... esto es... mmm... incre... increíble

-Ahora viene lo mejor bebe, lo mejor - Lauren volvió a colocarme en 4, sus manos se apoderaron
de mis caderas y lentamente comenzó a introducir el consolador dentro de mí, agarré las sábanas
con mis manos y Lauren aumentó la velocidad de inmediato, sentía como todo mi interior se
estremecía, cada vez que Lau me envestía le daba justo al punto que me hacía explotar.

-¡DIOS! - dije mirando hacía el espejo, era increíble mirar la cara de Lauren completamente
concentrada en darme placer - DAME... DAME... FUCK... OOHHH... MMM DAME VUELVA,
VOLTÉAME - apenas podía hablar.

Lauren salió de mí y me colocó de espalda hacía la cama, ella se acomodó sobre mi cuerpo y volvió
a entrar lentamente, abracé su cuello con mis manos y mis piernas en torno a sus caderas -
hermosa - comenzó a moverse y la fricción me estaba matando - Me encantas Camila, me
encantas - ni siquiera podía responderle, mi boca mordía su hombro, me sentía tan pequeña a su
lado pero tan feliz - gracias por devolver a la vida, gracias por ser mía.

-¡LAUREN!

-Lo sé bebe, déjate llevar - mis paredes se cerraron en torno al consolador y en cuestión de
segundos ya había llegado a uno de los mejores orgasmos de mi vida.

-No... mmm... no te salgas aún - dije mirando su rostro - si te sales ahora tendré otro orgasmo y
estoy segura que moriré en el intento de soportarlo.

-¿Por qué eres tan tierna? - Sonreímos las dos - saldré lentamente, cualquier cosa puedes volver a
morder mi hombro - sonreí - uno... dos... y... tres - Lauren salió y me aferré a su cuerpo, mi
aparato reproductor femenino estaba muy sensible para aguantar ese pequeño roce - ya bebe,
está todo bien.

-DIOS CREO QUE ME TERMINARÁS MATANDO - nos quedamos mirando - Gracias por hacer que
este viaje empezara genial.

-Gracias a ti por hacerlo único - nos fundimos en un tierno beso y Lauren comenzó a tapar
nuestros cuerpos con las sábanas blancas - tenemos que descansar antes de la reunión de las 6.

-La alarma está puesta - dije acurrucándome hasta su pechos - dios estoy agotada.

-Descansa bebe, descansa.

-¿Seguirás acá cuando despierte? - pregunté con los ojos cerrados.

-¿Seguirás acá aun sabiendo todos mis complejos?

-Si estoy acá es porque ya los acepte, contéstame Lauren.

-Seguiré acá cuando despiertes hoy, mañana y pasado - abrí los ojos y la quedé mirando - te amo.

-Yo... yo también te amo - nos aferramos cada una al cuerpo de la otra y nos dejamos llevar por el
cansancio y el sueño. Después de todo había sido un gran comienzo de viaje.

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CAPÍTULO 17
CAMILA POV:

Cuando desperté me di cuenta que nos quedaba una hora y media para alistarnos antes de la
junta, decidí levantarme primero y corrí a la ducha, dejé que el agua tibia recorriera mi cuerpo y
tratara de calmar algo de dolor que sentía después de la acción de hace unas horas; mientras me
duchaba no podía dejar de pensar en que Lauren me había dicho que me amaba, tenía una
estúpida sonrisa de lado a lado.

-¿Amor, estas ahí? - era la voz de Lauren, por mi cabeza se pasó la estúpida idea de que podría
pasar toda mi vida a su lado y despertarme con el hermoso sonido de su voz cuando me dice
"amor".

-Sí, lamento no despertarte pero te veías hermosa durmiendo.

-Eres una tonta, apúrate para que pueda alcanzar a arreglarme.

-Pero... ¿Por qué no entras?

-Si entro llegaremos tarde y lo sabes - sonreí - deja de sonreír como tonta y apúrate Camila - de
repente nuestra conexión crecía a tal punto que no era necesario estar mirándonos la una a la otra
para saber qué es lo que estaba haciendo; después de 20 minutos salí de la ducha envuelta en una
toalla en el cuerpo y la otra en la cabeza - listo - Lauren pasó por mi lado recorriéndome con la
mirada de pies a cabeza - no empieces que no llegamos - ella solo sonrió, se acercó y me dio un
pequeño beso en los labios.

No sabía que colocarme, se supone que soy su secretaria y no sabía qué ponerme y a lo mejor era
porque prefería estar todo el día desnuda con ella - eres una pervertida - dije en voz alta.

-¿Quién es la pervertida? - Lauren había salido solo con la toalla en su cabello y su cuerpo
desnudo, no podía dejar de mirarla. Había tenido ese cuerpo tantas veces entre mis brazos y aun
así me seguía impresionando cada vez que lo veía - ¿te irás así? ¿Desnuda? Porque te aviso que es
una junta formal - sonreí - me iré a vestir al baño, apúrate Camz.

Decidí colocarme un vestido negro ceñido al cuerpo que tenía un lazo alrededor de la cintura,
medias negras con encajes, tacones, me recogí el cabello en una colita y me coloqué los lentes de
descanso. Mi maquillaje era sobrio, mi mucho pero ni poco; me coloqué perfume, agarré la
carpeta y ya estaba lista.

-Amor ¿Cómo me veo...? - Lauren se quedó en silencio a penas me vio.

-¿Qué? ¿Qué pasa?


-Te ves... te ves... - me miraba de pies a cabeza - eres como el sueño de todo adolescente que se
quiere follar a su profesora sexy, te ves jodidamente sexy... - Lauren se acercó y me abrazó de la
cintura.

-Pero usted no lo hace nada mal - llevé mi dedo pulgar a sus labios y Lauren lo lamió - Grrrr... - ella
sonrió - es mejor que nos vayamos o nos vamos llegar.

-Aún tenemos 30 minutos... Podríamos... No sé...

-¡LAUREN! - ella se reía.

-Ok... Era broma, vamos.

Caminamos separadas por los pasillos hasta llegar el ascensor, en este nos encontramos con los
inversionistas con los que la empresa de Lauren haría el contrato; Lolo me presentó... Un estúpido
que estaba ahí, que era el más joven de todos y con joven hablo de 30 años no dejaba de
coquetearme.

-Es por acá - dije mostrándole el camino.

-Te juro que si el idiota te vuelve a ver el trasero de nuevo, soy capaz de cortarle lo que tiene entre
las piernas - susurró Lauren en mi oído.

-¿Te dije que siempre me has gustado celosa? - ella solo sonrió.

Entramos a la oficina y había una mesa gigante, le dejé los papeles sobre la mesa a Lauren
mientras yo iba y venía con el café para los inversionistas, tenía que poner mi mejor cara pero
cada vez que el idiota me llamaba notaba como Lauren se desconcentraba, que hijo de puta más
grande; la reunión duro eso de una hora, fue agotador, no podía creer que Lauren teniendo mis
misma edad se dedicara a estas cosas y aun así mantener las notas en la universidad. Me
preguntaba si le gustaría alguna vez salir de esa rutina.

-Y bueno creo que eso es todo por hoy - finalizó Lauren.

-No, creo que no - todos volteamos a ver y era Farith - Hola, mi amor - Farith se fue directamente
hacía donde estaba Lauren, la abrazó por sus caderas y le dio un beso forzado en los labios. Noté
que cuando se separó de Lauren su mirada buscaba algo y no se detuvo hasta encontrarlo y para
mi sorpresa su mirada se detuvo en mí - ¿Cómo estuvo la reunión? - le preguntó a los
inversionistas.

-Muy bien, su futura esposa es increíble en los negocios.

-Y tiene una secretaria de lo más guapa - dijo el imbécil y sonreí.

-¿Qué tal si para terminar la gran firma esta noche vamos a comer todos? ¿Te parece mi amor? -
Lauren lo miraba con miedo, con asco y yo... Yo quería partirle el rostro.
-Sss... Sí - dijo Lauren mirándome.

-Ehhh... ¿Camila, verdad? -

Asentí con la cabeza - ¿Qué tal si acompañas al señor Mahone esta noche a nuestra cena? - lo
quedé mirando y el imbécil sonrió.

-No tengo problema.

La reunión se dio por finalizada y perdí de vista a Lauren, después de una hora me llegó un
mensaje que decía que había pedido una habitación individual para mí, que era imposible que
siguiéramos durmiendo juntas cuando Farith había llegado.

-¡Qué mierda! -dije bloqueando el celular.

-¿Pasa algo? - voltee a ver y era Mahone -disculpe el atrevimiento, pero necesitamos hablar

-¿Necesitamos? ¿No creo que lo necesitemos y de todas formas esta noche en la cena podremos
hablar?

-Hay cosas que tiene que saber antes de la cena - lo miré a los ojos - Le invito un trago ¿Qué dice?

Solo caminé hacía el bar y él me siguió, nos sentamos en la barra, pedí un tequila y él lo mismo.

-¿Camila, verdad? - Solo sonreí - ok, para que dejes de tener esa cara de orto quiero decirte que
no me gustas y que no eres mi tipo -levanté una ceja - pero digamos que en mi mundo fingir es
algo importante.

-¿Fingir?

-Soy gay - casi me caigo de la silla - Farith y Lauren eran conocidos de la universidad, nunca nos
llevamos del todo bien, siempre era un hola y chao pero no pasaba de eso. Cuando salimos supe
por los diarios que se pusieron de novios y yo no lo entendía. Lauren era de las chicas de la
universidad que traía loco a todo el mundo, Farith es guapo de eso no hay duda pero su familia,
su familia son unos corruptos - Noté algo de odio en sus palabras - la empresa de Farith es grande
pero a un costo más grande aún, se encargan de dejar en banca rota a otras empresa y eso pasó
con una de las muchas de mi familia, la más importante pero gracias a mí y a mis habilidades
económicas volvió a subir, es una de las 3 empresas más grandes del mundo, por debajo de Lauren
y claramente la de la Farith.

-Entonces... No eres amigo de Farith.

-No creo que se acuerde de mí, me fui de este país hace algunos años, cambié mi imagen, quería
ser alguien que a la gente temiera.
-Bueno, inspiras algo de miedo - él sonrió - lamento por juzgarte.
-Descuida, estoy acá porque quiero que Farith y asociados quiebre pero sé que la empresa de
Lauren está asociada a ellos y Lauren no tiene la culpa de que su futuro esposo sea una mierda de
persona.

-¿Entonces, qué harás? ¿Lauren te conoce?

-Lo dudo, nunca hablamos mucho así que... ¿Qué tal si esta noche tú eres mi pantalla y yo la tuya?

-¿Qué? ¿De qué estás hablando?

-Sé mi pareja esta noche en la cena, sé que te gusta Lauren - tragué seco - no diré nada porque me
conviene que ella se aleje de Farith ¿Qué me dices?

-Tendré problemas con ella.

-Todos los problemas se arreglan con buen sexo - Austin se levantó de la mesa, se arregló el saco y
dejó dinero sobre la barra - ¿nos vemos en... - miró su reloj - 4 horas?

-En cuatro horas señor....

-Austin, dime Austin - estrechamos nuestras manos - me gusta tu actitud - no dije nada - nos
vemos, adiós.

Me quedé mirando como Austin se alejaba y en ese mismo momento llegaron Lauren con Farith.

-Creí que te caería mal - dijo Farith.

-Bueno, creo que nunca es bueno llevarse por la primera impresión - Lauren solo me miraba con
ganas de arrancarme los ojos -¿Nos vemos en la cena?

-Claro Cabello, nos vemos en la cena.

-Que tengan una linda tarde- les sonreí a los dos y me fui a mi cuarto, tenía mucho que pensar.

LAUREN POV:

-Ahora necesito me expliques el estúpido rumor que por poco acaba con mi reputación... Si no
fuera por mis influencias, todo se hubiera ido a la mierda, Lauren.

-Lo siento, todo fue un mal entendido...

-A ver, ¡explícate!
-Es que yo estaba en casa de Camila... Había una fiesta, solo necesitaba un momento a solas y todo
se mal interpretó, solo porque a ella le atraigan las mujeres no significa que a mí también...
¿Entiendes? Todo fue algo estúpido, Ariana es la ex de Camila y quería hundirla a ella, pero no
tenemos nada...
-No sé qué se supone deba de creer, estoy cansado de tus juegos, así que óyeme bien... ¡Tú no vas
a estar con nadie más que no sea yo! ¡Te vas a casar conmigo! ¡Vamos a vivir juntos! ¡Vas a tener
mis hijos! ¡Eres mía! ¡Me perteneces!

-...

-Y no voy a cambiar de parecer, así que después de esta noche, tú y yo saldremos temprano para
New York, iremos a nuestro departamento, alistaremos todo y nos vamos a otro estado... Estaba
pensando casarnos en dos días en Miami y ya compré la casa. Así que ya sabes, nos casamos lo
más pronto y no te preocupes por la empresa la dejaré en buenas manos.

-¿A qué te refieres?

-Ya no trabajarás en eso, habrá un gerente temporal hasta que ambos volvamos de luna de miel.

-¿Luna de miel?

-Sí, ya tengo todo listo, iremos a Grecia.

-Pero ni si quiera lo consultaste conmigo, ¡NO PIENSO IR!

-¡Tú te callas! Después de tu actitud de estas semanas, no tienes derecho a opinar, no tienes ni voz
ni voto... Y si no cumples con todo lo que he tenido que organizar solo, puedes ir despidiéndote de
tu hermano.

-¡ERES UN HIJO D...!

Sentí la mano de Farith golpear mi mejilla, nadie podía oírnos en la privacidad de aquella lujosa
habitación de hotel.

-------

-Ya es hora de ir a la fiesta... ¿Me oíste?

-Sí...

-Colócate maquillaje en esa mejilla-me tomó de la barbilla para observar la zona dañada.

-Está bien...

-Y estoy seguro Camila no se te va a acercar esta noche...

-¿De qué hablas? Ya te dije no pasa nada...

-Eso es lo de menos, solo sé que saldrá con el señor Mahone, mis amigos andan diciendo pasarán
una buena noche, después de todo no es tan lesbiana como creí.... Pero no te preocupes que no
solo serán ellos, nosotros también tendremos una buena noche...
Me quedé en silencio y bajé la cabeza, de solo imaginar a Camila siendo tocada por alguien más
me volvía loca, no podía hacer nada y el pensar que esta noche Farith iba a tocarme a su antojo
me daba náuseas...

Fuimos al lujoso restaurante donde Farith había hecho una reserva, algunos ya habían llegado
menos Austin con Camila... Estaba algo impaciente y trataba de poner la mejor cara... Creo que mi
incomodidad se podía notar a kilómetros.

-¿Qué pasa?-dijo Farith tocando mi pierna por debajo de la mesa, retiré su mano.

-Nada, voy al baño-me levanté de la mesa y fui camino al baño.

Entré y me sostuve en el lavadero, quería salir corriendo, no aguantaba más esta vida que solo era
dinero, clase y apariencias.

Me miré al espejo y traté de ver a la Lauren de 14 años que solo soñaba con algún día hacer que
sus padres de sientan orgullosos de ella, cuando me imaginaba siendo una gran artista y dando
exposiciones sobre mis obras de arte...

Cuando la gente comenzaría a conocerme por mis fotografías... Ahora todo era diferente, tuve que
dejar mis sueños de a lado para poder enfocarme en el negocio de la familia por el bien de mi
hermano y el de mi hermana.

Mis padres se sentían orgullosos de mi pero no por lo que hubiese querido realmente.

Tomé un poco de papel y limpié los rastros de rímel que se habían corrido a causa de las lágrimas.

Salí del baño y me dirigí nuevamente hacia la mesa donde estaba Farith y sus amigos tomando y
riendo... Me senté y él colocó su brazo rodeando mis hombros, en ese momento todos nos
quedamos viendo hacia la puerta...

Austin y Camila llegaban de la mano hacia la mesa, se sentaron en frente de Farith y yo. Sonrieron
y entonces...

-Buenas noches, señorita Jauregui...-sonreía Camila.

-Buenas noches, señorita Cabello...-miré a Austin quien servía copas.

-No te acostumbres a decirle "señorita" que pronto será "señora"-sonrió Farith y luego tomo un
sorbo de su trago.

-Ni que se fueran a casar tan pronto...-dijo Camila con voz baja y mirando a Austin quien le sonrió
y le pasó la bebida.

-Es que sí nos vamos a casar muy pronto, más pronto de lo que creen y ya que están aquí me es
grato informarles que será en dos días...-comenzó a reír- Así que colegas míos, están todos
invitados...- Farith me dio un beso en la mejilla y bajé la mirada.
-¿En dos días?-dijo Camila poniéndose de pie- Lauren no había mencionado eso...

-¿Sucede algo?-sonrió Farith arrogante.

Todos estaban mirando a Camila extrañados...

-No sucede nada, solo que llevo su cronograma de actividades y eso no figura en su agenda, tengo
que cambiar fechas y hacer llamadas, disculpen...- se retiró en dirección al balcón.

-Disculpen, tengo que ayudarla a cambiar las reuniones, lo había olvidado, todo sucedió tan
rápido...-miré a todos y sonrieron.

Fui hacia dónde se encontraba Camila, la vi sentada en una de las bancas con un toque rústico y la
luz de la noche la cubría tornando la escena algo tensa y dramática.

-Perdón...

-¿Por qué?-dijo Camila secando sus lágrimas.

-Por todo esto, yo recién me enteré de los planes que tenía Farith...

-No digas nada Lauren, tú quieres esto tanto como él...

-No, no quiero esto.

-Sí, claro que sí... Si no lo quisieras entonces harías de todo por alejarte y buscar la manera de
ayudar a tu hermano, pero lo único que haces es estar dependiendo de él para todo y dejar te
trate a su antojo.

-No entiendes nada, no es fácil...

-¡No es fácil para ti renunciar a él!

-¡De qué hablas! ¡Yo no quiero ni amo a Farith!

-¡Claro que sí! ¡Me cambiaste de habitación para tener tu privacidad a lado de tu prometido!

-Era mejor, o acaso querías más problemas... ¿Quería que me golpee más a causa de esto?

-¡Yo no quiero te golpee! ¡Quiero que te alejes de él! ¡No entiendo como sigues detrás y no te
cansas de esto!

-¡ESTOY CANSADA CAMILA!

-¡ENTONCES DÉJALO!

-¡NO PUEDO!
-¡ENTONCES JÓDETE PORQUE YO NO PUEDO RESISTIR TUS INSEGURIDADES Y TUS CAPRICHOS!

-¡ENTIENDE QUE QUIERO PERO NO PUEDO!

-¡DIME SI LO QUIERES A ÉL O A MI, DÍMELO AHORA LAUREN!

-¡NO ME DIGAS ESO!

-¡DÍMELO!

-...

-Eso es suficiente, espero sean felices...

Vi sus mejillas siendo recorridas por sus lágrimas y pasó por mi lado golpeando su hombro con el
mío... Giré por ese instinto que tenía de querer detenerla porque sentía que junto con ella se iba
algo más que simples encuentros de placer y lujuria... Se iba alguna parte de mí que aún creía en el
verdadero amor.

Comencé a caminar rápido hacia ella intentando detenerla pero Farith apareció delante de mí...

-¿A dónde vas?

-Eso no te importa, idiota.

-A mí me hablas bien-cogió mis brazo con fuerza.

-Voy a buscar a Camila, necesito hablar con ella.

-Se fue con Austin, al parecer ya no resistieron más y quieren tener mucho tiempo para pasar
juntos.

-¡Cállate!-solté mi brazo y fui hacia la salida, no encontré rastro alguno, tomé el primer taxi antes
que Farith me alcanzara y llegué al hotel.

Fui hasta la habitación de Camila y toqué la puerta. Escuché pasos y de pronto abrió la puerta, era
Austin solo con una toalla envuelta por la cintura...

-Oh Lauren, ¿buscas a Camila?

No sé qué pasó por mi cabeza que de un momento a otro Austin terminó en el suelo cogiendo su
nariz por el flujo de sangre que comenzaba a correr debido al golpe que le di y cuando entré a
buscar a Camila en la habitación solo vi a un joven desnudo en la cama...

-¿Qué está pasando acá? ¡Camila! ¿Es en serio? ¡Con dos tipos!

Empecé a buscarla por todos lados y no lograba hallarla hasta que fui nuevamente a la puerta a
buscar a Austin y Camila llegaba.
-¿Qué pasó aquí?

-La imbécil de Lauren me golpeo...-dijo Austin sujetando su nariz- Creo que me ha roto la nariz...

-¿Qué haces acá?

-¿Es en serio? ¿Con dos tipos?

-Lauren, no tengo tiempo, tengo que irme...-dijo pasando su mano por su cabello y noté sus ojos
hinchados.

-Espera, ¿dónde estabas?

-Austin, te dije usaras tu habitación, no la mía... Ven te ayudo...-fue por unas toallas y le ayudó a
detener el sangrado.

-¿Quién es el tipo de la habitación?-pregunté sin entender nada.

-Es Brad... Mi novio...-dijo Austin aun quejándose del dolor.

-Mierda... Lo siento... En serio...- en ese momento oímos sonar el teléfono de Camila, ella fue
hasta la ventana para contestar mientras ayudaba a Austin que me veía bastante enojado. Camila
regresó desesperada, llorando como nunca antes la había visto.

-Me tengo que ir-tomó su maleta la cual ya estaba lista y salió por la puerta sin despedirse.

-¡Qué ocurre!-dijo Austin y yo solo fui detrás de ella.

-Camila, no te vayas...-dije pero ella solo giro y me dio una última mirada antes de subirse al taxi.

=================

CAPÍTULO 18
CAMILA POV:

Realmente me dolía dejarla con ese imbécil ahí pero... Tenía cosas más importantes qué hacer en
este momento, sentía esa presión en el pecho que no me dejaba tranquila. No contaba con esa
maldita llamada ni menos con todo lo que estaba pasando. A veces la vida nos interpone
situaciones en las que no podemos reflejar fortaleza, solo debilidad...

-Gracias - dije entrando al avión, me senté junto a la ventana y las lágrimas comenzaron a caer
solas ¿Por qué estaba llorando? Se suponía que ellos a mí no me importaban, se supone que si
tomaban esas decisiones y si al final decidían casarse... No sé... ¿O era por Lauren? Lauren y su
maldita cobardía, me asfixiaba la idea de pensarla en los brazos de él por el resto de la vida,
mirándola con deseo cada noche al ira acostarse a la misma cama o al despertar cuando ella tenga
esa expresión angelical.

Durante el transcurso del viaje lo único que hice fue escuchar música y rezar... Aunque suene
estúpido, no era una chica creyente pero como nunca me sentía atada de manos, esa sensación de
que no hay esperanza alguna cuando te sientes frustrado y todo parece ir en tu contra como si
todo pareciera desvanecerse a tu alrededor, solo quería que todo saliera bien y eso debía ser lo
único que debía pasar ahora, era lo único que necesitaba; así que si tenía que rezar para que eso
ocurriera lo iba hacer; después de unas dos horas de viaje llegue a Miami y me dirigí en taxi lo más
rápido que podíamos hacia el hospital, cuando llegué pedí la información correspondiente y subí
hasta el quinto piso, cuando la puertas se abrieron solo vi a Dinah con las manos en su rostro, la
bajo lentamente hasta su regazo y pude notar sus ojeras.

-Hola... - dije sentándome a su lado y ella me miró.

-¡DIOS LLEGASTE! - Me abrazó del cuello y sonreí - ¿Cómo estás? ¿Qué pasó con Lauren?

-Hablemos de lo que es realmente importante por favor... - me quedó mirando - ¿Qué paso?
¿Cómo ocurrió esto?

-No tengo idea, no he hablado con la policía pero por lo que dijeron en el noticiero fue por
venganza.

-¿Señorita Cabello? - Era un oficial - ¿Podríamos hablar?

-Claro que sí... - le dejé mis cosas a Dinah y me aparté para hablar con el oficial - Necesito saber
qué paso.

-No se preocupe... Sus padres... Bueno, usted sabía que ellos estaban sumergidos en el negocio del
narcotráfico.

-Fue la razón por la que me fui de ahí, no quería seguir viviendo en ese ambiente.

-Bueno, lo de hace unas horas fue por venganza. Creo que ellos debían mucho dinero a otros
narcotraficantes y así fue como pasó todo ¿Le pedían dinero a usted?

-No, no teníamos relación alguna - el oficial frunció el ceño - puede preguntar por qué si quiere.

-¿Por qué?

-Cuando supieron que era lesbiana simplemente me dejaron sola en la vida y nunca más supe de
ellos, hasta hoy.

-¿Por qué no se llevó a su hermana?


-¿Cree que no lo intenté? Pero ellos no me dejaron, nunca lo hicieron. Decían que Sofía sería igual
que yo y que ellos le darían todo lo que necesitaba - entonces quedé en silencio y miré al oficial -
Ella... Sofía... Ella... ¿está muerta? - el oficial llevó su mano a mi hombro y sonrió.

-No, no sé cómo lo habrá hecho para salvarse pero está bien. Ahora creo que la están suturando.

-¿Suturando? ¿Qué le paso?

-Los bomberos la encontraron debajo de una mesa de vidrio así que tiene algunos cortes en el
brazo que necesitaba sutura - él se quedó en silencio - ¿no me preguntará por sus padres? - Lo
miré - ¿quiere saber si...?

-Solo dígalo de una vez.

-Fallecieron - suspiré, tenía pena, tristeza pero se mezclaba con un alivio y no sabía si era bueno
sentir todo esto - necesito que responda otra pregunta también.

-La que quiera.

-¿Tiene los recursos para criar a su hermana? - El corazón se me detuvo - ella necesita con quién
vivir, pero si usted no tiene como...

-Sí... Sí tengo como - él solo me miró.

-¿Tiene para comida, aseo personal, estudios, ropa?

-Sí

-Ok - él llenaba un formulario - igualmente Sofía se tiene que quedar en un hogar por 3 días que es
lo que se demora que acepten esto - me mostró el formulario - ese día tiene que llevar todos los
papeles, sueldo, renta que avalen que puede cuidar de ella. Si no es así usted me temo que...

-Eso no pasará, tengo todo para cuidarla - él sonrió - ¿Puedo pasar a verla?

-Creo que no hay problemas, pero... Creo que es mejor que lo haga en le fecha estipulada. Sofía
puede querer irse de inmediato con usted y no le haría bien. Ya le dije que tenía algunos cortes.

-Sí... - cerré mi puño.

-Sea paciente - el oficial volvió a colocar su mano en mi hombro - creo que por allá te buscan ¿O
me equivoco? - cuando voltee a ver noté a Lauren parada bajo la puerta de entrada de la sala de
espera.

-Gracias - le dije al oficial.

Me dirigí hacia Lauren y noté que hacía un esfuerzo horrible para mantenerse de pie - ¿Estás
ebria? - Pero ella no respondió - ¿Lauren... Qué pasa? - Se sacó las gafas y noté los moretones en
sus labios, ojos, mejillas y cejas - Lauren... - me acerqué a ella pero se apartó.
-Si me tocas... Probablemente llore - no entendía - tengo moretones en cada lugar de mi cuerpo -
noté que sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, vi cómo sus piernas temblaban.

-¡DINAH! - le grité, Dinah corrió hasta donde estábamos y logramos sujetarla - Lauren estamos en
un hospital ellos... Ellos te pueden ayudar.

-No, esto solo empeoraría las cosas, no quiero cuidados... Solo te quiero a ti...

-Debes recostarte, yo...

-Camila, llévame a donde sea que te estés quedando...

-Puedes llevarla a la habitación de hotel-dijo Dinah.

-Está bien...

Cuando Lauren me lo pidió no lo pensé dos veces, nunca antes la había visto tan golpeada. Farith
era una mierda de persona y sus padres... Cómo pretendían que Lauren quisiera casarse con él
cuando la trataba de esta forma; cuando llegamos al hotel, subimos a la habitación y le pedí que se
sacara la ropa, que se quedara solo con ropa interior y ella me hizo caso. Cuando se acostó sobre
la cama no podía creer lo que estaba mirando... Lauren tenía moretones en las pantorrillas,
rodillas, muslos, estómago, pechos, cuello...

-Me pateó en el suelo -agarré la manta con todas mis fuerzas - yo... Yo no quería que lo hiciera
pero, pero te fuiste y no me dijiste que pasaba y yo... Me desesperé - ella comenzó a llorar -
porque cuando tú no estás me siento como un barco sin su brújula, no sé a dónde ir. Todo se
vuelve tan gris... Tú eres... Eres la luz, me das esperanza y yo solo... Yo solo quería un segundo más
a tu lado... Uno más y fui valiente sabes por qué... Porque...

-Ya - la detuve colocando mi dedo en sus labios, no podía verla así. Tan derrotada, tan
patéticamente humillada cuando es una de las personas más fuertes que conozco - no sigas amor -
mis lágrimas no dejaban de caer - mira cómo te dejó.

-Pero valió la pena - ella apenas podía hablar, de seguro las marcas que tenían en su cuello eran de
las manos de Farith.

-Nada vale la pena si terminas así.

-Cada golpe vale pena si al final del día me encuentro con tus ojos, si puedo verte un momento
más y presenciar cada expresión en tu rostro, si puedo ver una vez más tu sonrisa de cerca... Si voy
a poder sentir tu respiración golpear mi piel, si voy a poder estremecerte... No tienes idea de
cuánto vales para mí, de cómo me siento perdida si no estoy contigo y tengo tanto miedo porque
siento que dependo de ti para estar bien, para poder sentir que aún la vida tiene sentido, que no
todo es injusto, que existen los finales felices y que tú estás predestinada en el mío, si tan solo
supiera que tú sigues sintiendo lo mismo, si tan solo pudiera oírte una vez más decirme que me
amas y que no piensas dejarme, que me esperarás... Yo te necesito, te necesito Camila, te necesito
para poder respirar porque sin ti me olvido de todo... No quiero verte con nadie más y si tengo
que resistir golpes por el resto de mi vida con tal de tener solo un segundo más para hacer todo lo
que te he dicho entonces estoy lista... Porque tú lo vales todo, tú vales que de todo por ti... Porque
te amo, Camila... - y entonces mi corazón se terminó por desarmar, sabía perfectamente que
frente a mis ojos tenía al amor de mi vida. Que era capaz de aguantar cualquier maltrato con tal de
tener 5 minutos de felicidad conmigo - Yo te amo...

-Te amo - dije mirándola y mientras lo decía una lágrima recorrió mi mejilla hasta lo comisura de
mis labios - te amo Lauren.

-Camila Cabello... Yo también te amo - me acerqué a ella porque por la mirada que me dio noté
que me quería besar y que sus golpes no la dejaban moverse. La besé lentamente para no pasar a
llevar la herida de su labio y nuestras lágrimas seguían corriendo - tenías razón - dijo mirándome a
los ojos.

-¿En qué?

-Que al final sería imposible olvidarme de tu nombre - solo sonreí y la volví a besar.

-¿Por qué no descansas?

-Quédate conmigo hasta que me duerma.

-Ok Lauren... Me quedaré.

-No... Lauren, no - fruncí el ceño - amor Camila, dime amor.

Estaba completamente jodida y todo por enamorarme de Lauren Jauregui.

-Bueno amor, me quedo contigo.

La noche se hacía pesada y por el gran ventanal entraba la luz de la luna iluminando la silueta
desnuda y dañada de Lauren en la cama de la habitación...

LAUREN POV:

-¡POR QUÉ LLORAS! ¡TE HE DICHO QUE TE CALLES!

-Déjame...-dije entre lágrimas.

-¡NO ME VOY A NINGÚN LADO! ¡TE QUEDARÁS CONMIGO!

-No... Tengo que ir a Miami, yo...

-¡DEJA DE PENSAR EN CAMILA! ¡TANTO TE GUSTA ESA MUJER! ¿QUIERES IRTE? ¿ESO QUIERES?

-Yo...
-¡CAMILA JAMÁS TE DARÁ TODO LO QUE YO TE PUEDO DAR! ¡ÓYEME BIEN! ¡EN CUESTIÓN DE
SEGUNDOS PUEDO ACABAR CON LA VIDA DE TU HERMANO!

-Farith, basta...-dije entre lágrimas.

-¿POR QUÉ ELLA?

-Voy a ir a buscarla-intenté abrir la puerta pero...

-¡TÚ NO TE VAS A NINGÚN LADO LAUREN! - Me jaló del brazo y me tiró al suelo- ¡SI TANTO
QUIERES IRTE! ... ¡ENTONCES PRIMERO VAS A OÍR TODO LO QUE TENGO QUE DECIRTE! ¡VEREMOS
SI PUEDES IRTE LUEGO DE ESTO!

-¡No...!-Cubrí mi rostro con mis manos.

---------

-Amor, despierta...- oía la voz de Camila muy cerca, tanto que su respiración golpeaba mi mejilla.

-Debo irme...

-¿De qué hablas?

-Chris... Él, yo sé que lo va a desconectar...

-No te vas a ir a ningún lado, mira cómo estás...

-Tengo que ir, yo no sé qué estoy haciendo, estoy tan perdida, Camila...- me costaba respirar.

-Hey, cálmate... Aquí estoy...-pasó su mano por mi mejilla.

-Tengo miedo...

-No te va a pasar nada...

-Él está viniendo, estoy segura...

-Estamos juntas, ¿recuerdas?

-Yo...

-Tranquila...-entrelazó su mano con la mía.

-¿Cómo está tu hermana?-bajé la mirada.

-Primero, dime cómo sabías estaba aquí en Miami...

-Dinah...
-Lo supuse, bueno... Ella está bien, salvo unos cortes pero me han dicho que puedo llevármela a
casa y mis padres no sobrevivieron... No me siento mal o no sé, no sé si está bien sentirme así.

-Tenemos tantos problemas... Vayámonos lejos.

-Lauren, estás oyéndote, ¿verdad?

-Tu hermana y nosotras, podemos alquilar algún departamento y vivir juntas...

-Quiero que me digas, ¿dónde está Farith ahora?

-Supongo viniendo a Miami, igual él quería nos casáramos aquí.

-Supongo sabe estás aquí, es una ventaja para él.

-Sí, debo ir a otro lado...

-Siempre nos encontrará, lo sabes..

-¿Qué hago?

-Deja de huir, enfréntalo...

-No puedo, Camila...Yo no puedo, él me golpeará y yo...

-Hey, iremos juntas. No pasará nada.

-¿Qué dices?

-Lo enfrentaremos juntas, tarde o temprano él va a venir y se llevará una gran sorpresa...

Luego de esa conversación nos echamos juntas, ella se acercó más y giré para vernos de frente,
me dolía todo... A penas estaba cubierta por una sábana y comenzó a acariciar mi cabello.

Luego de unos minutos caí en un profundo sueño...

Soñaba con una vida con un final feliz, pero al fin y al cabo, todo era ficticio y cada escena se
desvanecía mientras despertaba nuevamente y Camila ya no estaba a mi lado.

-Camila...

-Tranquila, solo buscaba algunos implementos para curarte las heridas que traes...-apareció en la
habitación.

-¿Qué?

-Shh, solo déjame curarte...


Se acercó, se sentó en la cama cerca de mí y quitó la sábana. Pasó la yema de sus dedos por
encima de los moretones y cerré los ojos con fuerza. Abrió un pequeño frasco de pomada y
empezó a pasarlo por encima de cada golpe... Al llegar a mis piernas notó heridas que aún estaban
frescas y pasó con un algodón, alcohol; volví a cerrar los ojos y me quejé del dolor, ella se veía muy
concentrada. Por fin cuando terminó fue hasta mis labios y me dio un beso, muy delicado pero
lleno de sentimientos puros.

-Ven, te ayudaré a ducharte y luego si puedes caminar me puedes acompañar a ver a Sofía.

-No creo pueda pero te juro me muero de ganas de acompañarte.

-Entiendo, mejor te quedas y luego vemos si regreso con Sofía o no y te traeré algo de comer, yo
te llamo.

-Está bien, entonces... ¿Vamos a la ducha?

-Sí, déjame ayudarte...

Fuimos caminando lento hasta el baño y ella preparó la tina.

Luego con bastante esfuerzo me quité la ropa interior y me metí a la bañera. Ella me miraba de
cierta forma indescifrable...

-¿En qué piensas?

-No sé, solo que me destroza ver tu cuerpo así... Nadie debe tocarte si no soy yo...

Menos golpearte, eso nadie debe hacerlo...

-Sé cómo te debes de sentir...

-Voy a hacer una llamada, termina de jabonarte, ya regreso...-sus ojos estaban algo rojos. Seguro
estaba por llorar.

-Está bien.

Intentaba lavarme porque era bastante difícil moverme sin que algo me duela.

Al rato volvió Camila algo tranquilizada, terminó ayudándome. Luego, salí de la bañera con ayuda y
nos dirigimos hasta la habitación.

Me ayudó a vestirme y volví a acostarme, luego ella se fue a duchar y se vistió rápidamente para ir
a ver a Dinah que seguía con Sofía.

En el silencio de la habitación decidí prender el televisor y ver noticias...


"Se acerca un gran acontecimiento, el gran empresario Farith McGregor, por fin dejará la soltería...
Se dice contraerá matrimonio en dos días... Aún no se sabe del lugar con certeza porque quiere
sea algo familiar, muy privado..."

-Vete a la mierda... Te odio, te odio tanto...-apagué el televisor y tiré el control remoto contra la
pantalla de este.

Me acosté esperando a que las horas pasaran rápidas así por fin veía nuevamente a Camila...

Volví a dormir, estaba mirando el techo pensando en cómo sería una vida junto a ella.

-
Oí pasos, la puerta cerrarse de golpe y traté de sentarme sobre la cama, quería Camila me viera
que ya estaba mejor, me puse de pie y fui hasta la puerta de la habitación para verla...

-Hola, sabía te encontraría...

-Tú...

-¿Qué hago aquí? Es fácil encontrarte... Recuerda que tengo muchas influencias así que me es fácil
saber con quién andas y qué haces, dónde estás...

-Vete, vete Farith...

-Ay no, no empecemos de nuevo... Por lo visto ya estás algo mejor, no te sirvió de nada la golpiza
porque aun así te fuiste detrás de la perra esta... Te dejé en la habitación esperando recapacitaras
pero no...

-Puedo gritar y me van a oír, sabrán que estás haciendo y no te saldrás de esta fácil...

-En el otro hotel nos oyeron y fue fácil hacer que no dijeran nada, el dinero lo puede todo... Es
más, ya pagué adelantado aquí...

-¿No te cansas?

-Sabes Lauren, al principio me sentía mal por hacerte esto... También tengo corazón pero luego se
sentía tan desestresante y me llena tanto de adrenalina que siento me hace falta...

-Eres un maldito enfermo...

-Tú me obligaste a esto

-Puedes elegir entre tantas y te empecinas en mí- tomó mi barbilla con agresividad y me hizo
mirarlo.

-Sí, pero yo te quiero a ti, no sé si te has visto pero podría hacerlo contigo eternamente.
-Me das asco-le escupí en la cara y me empujó. Sabía lo que se avecinaba nuevamente como si
fuese parte de mi rutina pero en ese momento oímos la puerta y miramos en esa dirección, era
Camila con Dinah viendo la escena.

-¡QUÉ MIERDA TE PASA!-Camila dijo para luego ir contra Farith y abofetearlo, este giró su cabeza a
causa del golpe y volvió a verla pero ya Dinah estaba en frente de él y no dudó ni dos segundos
para golpearlo en la garganta haciendo que esté tosiera sin control, Camila corrió hasta donde
estaba y me abrazó, me ayudó a ponerme de pie y Farith se sostuvo sobre un mueble cerca.

-¡ERES UN MALDITO ENFERMO!-gritó Dinah-¡LÁRGATE ANTES QUE LLAMEMOS A LA POLICÍA!

-¡NO ME VOY A NINGÚN LADO SIN ELLA!

-¡A LAUREN NO TE LA VAS A LLEVAR A NINGÚN LADO!-gritó Camila con una expresión
indescriptible. Se paró en frente de mí.

-Ustedes creen tener todo el poder sobre mí, pero no tienen idea del error que están
cometiendo...- se acercó hacia la puerta, haciendo referencia a que se estaba yendo pero giró
contra Dinah y la empujó a fuera cerrando la puerta con llave por dentro, luego tiró las llaves por
el ventanal y fue hasta donde Camila, la agarró del brazo y la tiró aun lado de la sala- ¡AHORA VAS
A VER CON QUIÉN TE METISTE!

-¡DÉJALA!-me acerqué hasta él intentando se detuviera, pero no podía, no tenía tanta fuerza y el
giró golpeando mi abdomen y empujándome contra la pared. Caí al suelo y veía cómo iba hasta
Camila.

-¡MALDITA LESBIANA!-comenzó a golpearla-¡ME DAS ASCO!

-¡Déjala!-intenté ponerme de pie pero no podía, solo veía como Camila se cubría el abdomen y
bajaba la cabeza.

-¡NO TE METAS DONDE NO TE HAN LLAMADO! ¡ERES UNA CUALQUIERA!-seguía golpeándola y


entonces logré alcanzar un florero lanzándolo contra él, giró para verme y vino hacia mí, me tomó
del brazo y me metió a la habitación cerrándola con llave.

-¡LAUREN!-oía los golpes de Camila contra la puerta- ¡DÉJALA HIJO DE PUTA! ¡NO TE ATREVAS A
TOCARLA!

-¡CAMILA!- grité en mi desesperación y sentía como Farith solo me golpeaba y ya no sabía a dónde
había ido el dolor, si cada de mi cuerpo hasta parecía adormecida de tantos golpes. Me tiró sobre
la cama y se colocó encima intentando quitarme la ropa, comencé a golpearlo en la cara pero
retiraba mis brazos inmovilizándome- ¡DÉJAME! ¡NO ME TOQUES!¡DÉ...JAME!

-¡ABRE LA PUERTA HIJO DE PUTA! ¡NO LA TOQUES!- oía los golpes y la voz desgarradora de Camila
y el corazón se me hacía cenizas-¡FARITH DÉJALA! ¡NO LA TOQUES! ¡MUÉRETE INFELIZ! ¡NO LA
TOQUES!
Cuando parecía todo perdido y la habitación se había inundado de los gritos de Camila y de mí,
oímos sirenas y pronto pasos en el piso del edificio, oí la voz de Camila rompiendo en llanto y
cómo se abrió la puerta por fin, habían cuatro oficiales y quitaron a Farith de donde se
encontraba, lo golpearon con tanto desquite porque él no se dejaba, uno de ellos era bastante
conocido, no recordaba quien pero la manera en que vio a Farith y comenzó a pegarle con tanta
fuerza, hizo sangrar su nariz y comenzó a patearlo en el abdomen, la manera en que se desquitaba
con tanta ira, yo lo conocía... El resto de los oficiales lo detuvieron porque se encontraba sin
control y por fin lo pusieron contra el suelo y lo esposaron. Lo sacaron de la habitación entre
empujones y se lo llevaron.

-¡Lauren!-Camila se lanzó a mis brazos y Dinah nos miraba de lejos entre lágrimas mientras
tomaba un vaso de agua.

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CAPÍTULO 19
CAMILA POV

Tenía los gritos de Farith en mi cabeza, no podía dejar de pensar en lo que acababa de pasar... Él
era tan despreciable... Él era el diablo en persona.

-¿Están bien? - nos preguntó el oficial.

-¿Cree que lo estamos? - pregunté con lágrimas en los ojos y mirando a Lauren quien no dejaba de
llorar ni temblar en mis brazos.

-Lo siento... Señorita Lauren - Lauren lo miró - tiene que venir con nosotros.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Tiene que constatar lesiones y dejar una demanda por el... El hombre de allá afuera - Lauren no
dijo nada y noté como el miedo se hacía presente nuevamente en su cuerpo, sus músculos
comenzaron a tensarse.

-¿Nos podría dejar solas? - Le pedí al oficial -solo serán unos minutos.

-Claro.

Cuando el oficial se fue noté nuevamente el rostro de Lauren, tenía los pómulos morados, los
labios rotos, una ceja cortada, sus piernas y brazos tenían moretones por todos lados.

-¿Qué ves?

-A ti - ella sonrió pero apenas lo hizo una mueca de dolor surgió en su rostro - ¿Por qué no quieres
denunciarlo?

-Tú sabes por qué.


-Lauren... Tienes dinero y contactos, podríamos buscar la manera de internar a tu hermano en
algún otro lugar....
-¿Cuánto duraría eso? - nos quedamos mirando - Chris se puede morir en el transcurso de una
clínica a otra - empuñé mis manos - no creas que no quiero hacerlo, no creas que no quiero
meterlo preso y que ahí dentro lo maten pero... Es algo que va más allá de lo que puedo
permitirme.

-¿No puedes llamar a alguien?

-Mi mamá... A ella nunca le ha gustado del todo Farith.

-Llámala, dile que venga - nos quedamos mirando - tranquila, créeme que me hice experta en
pasar de un minuto a otro de ser tu simple secretaria a ser - entonces me quedé callada, porque
me di cuenta que no éramos nada. Solo nos gustaba estar juntas, besarnos, tener buen sexo y...
Creo que nos amábamos, ósea... Se supone - solo llámala - me fui a la puerta e hice pasar al oficial
- la llevaré yo con su madre en unas horas más, está muy adolorida.

-Bueno, si no puede ir de todas manera levantaré una orden de alejamiento - miré a Lauren.

-Gracias- dijo mirando al oficial. Dinah estaba en el living y decidí bajar mientras Lauren llamaba a
su madre y descansaba unos minutos.

-¿Cómo está?

-No sé - dije sentándome en uno de los sofás - no puedo imaginarme todo el temor que le tiene
Lauren a ese imbécil.

-Cuando lo vi... Creí que nos mataría a todas. Era como estar mirando una bestia.

-La quería violar Dinah, la quería violar... - comencé a llorar y mi mejor amiga me abrazó.

-Pero no pasó, pedí ayuda a las personas que se encontraban ocupando las otras habitaciones y
llamamos a la policía, menos mal todo terminó bien.

-¿Por cuánto?

-No lo sé - sonrió - pero por el momento estamos bien.

-Sofía no puede vivir en este ambiente... Ella... Lauren tendrá que hacer algo.

-¿A qué te refieres?

-Que mi hermana está primero que todo en mi vida y si seguir... Seguir con... Yo, no sé... Bueno,
con lo que tengo con Lauren implicará que mi hermana tendrá que ver estas escenas, no creo que
podamos seguir siendo lo que somos.

-¿Y tu trabajo?

-Tendré que hablar con ella, no puedo perder ese trabajo. Pagan bien y me gusta lo que hago.
-Bueno ahora con lo que pasó puede pasar cualquier cosa.

-Lo sé - me crucé de brazos - ¿En qué estaba pensando cuando me enamoré de ella?

-¿Pensando? Camila... Eso no se piensa, simplemente se siente - entonces nuevamente me salvó el


timbre, miré por el agujero y noté que era una señora que nunca había visto - ¿Quién es?

-No tengo idea - abrí la puerta - Hola, buenas tardes.

-¿Camila? Camila Cabello, ¿verdad?

-Sí, soy yo.

-Soy la madre de Lauren.

-Oh... Pase, adelante - la señora venía muy bien vestida, como su hija claro está. Miró todo a su
alrededor y me sonrió; noté que no era de esos ricos que miraban en menos a las otras personas -
lo siento el desorden pero...

-Descuida Lauren me contó todo - la quedé mirando - Gracias.

-¿Por qué?

-Porque estoy segura que si no hubieran estado ustedes ese imbécil era capaz de matar a Lauren.

-No piense en eso... Simplemente ya pasó, no pensemos en los peor - sus lágrimas comenzaron a
caer - No llore señora.

-Le he dicho innumerable veces que lo deje pero tiene miedo.

-Chris - susurré su nombre.

-Sí - se hizo un silencio - ¿puedo hablar con ella?

-Está durmiendo pero... Pase si quiere.

-Anda con ella - dijo Dinah - pediré algo para comer para cuando Lauren se despierte.

-Muchas gracias - nos dijo su madre - Gracias por ser tan buenas amigas de mi hija - ¿Amigas?

-De nada - sonreí lo más irónico posible.

Narrador omnisciente

Mientras tanto en la estación de policía, Farith con tan solo unas llamadas se encargaba de que
nada de esto saliera a la prensa. Llamó a sus amigos, familiares para que lo ayudaran y esperaba
pacientemente que llegaran a sacarlo de ahí.
-Creo que vienen por ti - dijo uno de los oficiales.

-Gracias - se arregló el traje y salió de ahí con la frente en alto, orgulloso de ser el hijo de puta que
era.

-Se le recuerda que tiene prohibido acercarse a la señorita Jauregui a más de 100 metros durante
2 meses.

-¿Dos meses? Nos vamos a casar en menos de dos días.

-Yo no estaría tan seguro de que ella quiera pasar su vida con usted - Farith solo sonrió.

-Imbécil.

Caminó hasta la sala de espera y entonces se vieron.

-Te habías tardado - dijo la chica de estatura pequeña y cabello castaño.

-No me eches la culpa, estos idiotas que hacen trámites y trámites.

-¿Ahora qué hiciste?

-Creo que se me pasó la mano con Lauren - la chica se rio irónicamente - eres mala Allyson... muy
mala - Farith agarró la mejilla de la chica y sonrió - ¿A tu departamento?

-Como tú quieras.

-Ojalá y Lauren fuera como tú.

-¿Cómo?

-Directa, decidida, sin miedo y bueno... Que tenga esas ganas de follar conmigo todo los días -
Allyson solo sonrió y se subieron al auto de la chica.

-Ya saben lo que dicen... Allyson Brooke, solo hay una - la chica se acercó y mordió el labio de
Farith lentamente - a mi departamento entonces.

LAUREN POV:

-Mamá...

-¡Hija!-Clara se lanzó a abrazarme y me quejé antes mi lastimado cuerpo.

-Perdón...-se alejó y me observó lentamente- Mírate... Es un desgraciado... ¡Cómo pudo!

-Ya mamá... Tranquila, ya estoy bien y eso es lo que importa.

-¿Cuánto más? Solo dime, ¿qué esperas?


-Sabes muy bien no puedo dejarlo y no porque no quiera, es por Chris... Yo solo sé que no puedo
dejar se muera a causa de no haber dado todo por él...

-Hija...

-Mamá entiéndeme...

-Buscaremos otra manera de mantenerlo con vida, lo prometo, es más ya he estado viendo eso
hace meses a escondidas de tu padre. Él anda tan enceguecido ante el dinero y su amistad con el
señor McGregor que no ha dicho nada que no sea sobre tu matrimonio en dos días...

-No pienso casarme, no me voy a casar...

-Creo que eso es lo más lógico después de todo...-interrumpió Camila.

-Bueno, por ahora será mejor ir a mi casa- miré a Camila- tenemos una casa en Miami.

-Ah, bueno... Nos vemos, en otro momento-dijo ella.

-¿Tienes dónde quedarte? Podrías venir a casa-dijo mi mamá.

-No quiero incomodar...

-No es molestia, por favor... Es lo mínimo que te puedo ofrecer luego de ayudar a Lauren esta
noche; además, debes curar esas heridas. Necesitas descansar, tengo el auto estacionado en
frente, vamos...

-Bueno, dejen aviso a Dinah...

-Dile que venga con nosotras, por favor...-dijo Clara- Será buena compañía, lo presiento.

-Está bien y gracias por la invitación.

-No hay de qué...

-Camila, soy Camila Cabello.

-Un gusto, eres un ángel- mi madre sonrió y Camila le devolvió el gesto, luego nos alistamos junto
a la comida que Dinah había pedido para subirnos al auto e ir a casa de mi mamá, en el transcurso
Camila le comentó todo acerca de Sofía sin detalles de sus padres...

FARITH POV:

El dinero arregla cualquier problema, probablemente ahora mismo, los oficiales estén celebrando
con la bonificación que les hice a sus cuentas de banco. Todo tipo de denuncia y restricción siendo
anulados y eliminados. Mi nombre sin ninguna mancha y mi reputación muy en alto, de seguro mis
contactos se habían encargado de arreglar algo para poder tapar el pequeño incidente, donando
una cantidad de dinero a algún orfanato o quién sabe qué.
Me miré al espejo y ahí estaban, las estúpidas marcas de esa arpía. Si tan solo hubiese tenido unos
minutos más.

Apreté mis manos sobre el lavadero...

-Lauren Jauregui, jamás podrás librarte de mí... Nos casamos sí o sí...

Sonó mi teléfono y era uno de mis asistentes.

-Diga.

-Joven McGregor, su padre ha llegado esta mañana a Miami, desea hablar con usted, ya que los
preparativos están en camino pero no lo ha visto ni a usted ni a su prometida por ningún lado.

-Dígale que nos verá en un par de horas.

-¿Irá la señorita Jauregui?

-¡Dígale que nos verá en unas horas!-corté la llamada y me miré una vez más al espejo, apreté los
dientes y me di media vuelta con el torso descubierto y solo llevando una toalla por la reciente
ducha que me había dado luego de una larga noche junto a Allyson.

-¿A dónde se supone que vas?

-En busca de Lauren.

-Te ves tan decidido; sin embargo, dudo te haga mucho caso...-se rio irónicamente.

-Eso no importa, solo lo hará. De ella depende la vida de su estúpido hermano...

-Eres a veces tan insensible, tan frío... Me encanta.

-Te encanta que te folle...-alcé una ceja y me dirigí hacia la cama, ella se sentó y tomó mi barbilla.

-Me encantas, así de arrogante y soberbio... Pareces el típico villano sacado de alguna película de
terror.

-Me gusta esa idea... Pero ya debo irme o me haré tarde.

-¿Cómo se supone buscarás a Lauren? Podría estar en cualquier lado.

-Está en casa de su madre, estoy seguro de eso.

-A veces me asustas, sabes tanto...

-A veces debes dejar de preguntar tanto, me voy.

-¿No me darás las gracias?


-¿Por el sexo o por tus halagos?

-Por todo, por pagar tu fianza.

-Cierto, te lo agradecí con esta noche.

-Farith...

-Bueno, si te llega un auto nuevo a tu casa en New York, es de parte de mi-guiñé el ojo.

LAUREN POV:

-Pensé jamás despertarías...

-¿Qué hora es?-sus ojos marrones se veían aún adormilados.

-Las 8 de la mañana...-respondí.

-Debo levantarme...

-Camila, debo decirte algo.

-Dime

-Gracias, gracias por todo...

-No tienes que agradecer nada, eres a quien amo, Lauren...

-Gracias por no rendirte conmigo aunque sea tan débil y cobarde.

-Hey, no digas eso, la situación no es fácil. Tarde o temprano podremos superar esta etapa y será
parte de un triste pasado del cual ya no recordaremos nada.

-¿Eso crees?

-Sí...

-Supongo irás a ver a Sofía...

-Supones bien, debo ir.

-Estás algo seria, ¿qué pasa? ¿Algo te incomoda?

-No...

-Camila...

-Es solo que, no sé... Con todo lo que ha pasado, he pensado mucho en Sofía y todo este ambiente
lleno de violencia e inestabilidad emocional. Esto no merece ella, siempre ha estado rodeada de
malas personas, personas que querían hacerle daño y nunca buscaron su felicidad. No tienes idea
de las ganas que tengo de cumplir cada uno de sus sueños aunque suene cursi o tonto. Es como si
ella me recordara a mi niñez, todo lo que anhelaba y soñaba, era tan ingenua, tan inocente y mi
forma de pensar de los demás no era como lo es ahora...

-Todo lo que dices es tan distante a mí...

-¿Qué?

-Ella no merece estar cerca de mí, de mis problemas... Mírate, es así como terminaste luego de la
golpiza que te dio Farith a causa mía... Sofía no merece esto, yo te entiendo.

-Lauren, yo...-interrumpí.

-Espera, solo dime que... Es lo que quieres para ella...

-No quiero perder mi trabajo, lo necesito y no quiero una relación...

-Entonces, lo sabías... ¿Verdad?

-Lo supuse, tuve ese presentimiento.

-Genial, pensé era menos evidente...

-Aún no has terminado con él, no entiendo cómo puedes empezar algo conmigo...

-Solo sé que te amo y pareciera no es suficiente para ti ni para tu hermana, pero por ahora es todo
lo que tengo... Soy cobarde, soy débil y frágil pero puedo darles todo el cariño y cuidados que se
merecen, puedo hacerme cargo. Yo solo necesito una oportunidad, dame esa oportunidad.
Camila, por favor no me niegues esto...

-¿Cuál es tu plan? Dale, te escucho...

-Vayamos a otro estado, trabajaré muy duro por comenzar una empresa independiente de mi
familia y sé que lo lograremos. Trabajaremos juntas y alquilaremos un departamento con todos mi
ahorros tenemos suficiente para mantenernos la tres durante los primeros cinco años... Hasta eso
también podré reunir para sacar a Chris de donde está y buscar todo para pasarlo a otro lado
donde le den mejor trato y lejos de Farith.

-Farith...

-Él es el problema ahora, pero como dices pronto ya no lo será más en algún futuro, ahora que no
se puede acercar a mí. Aprovecharé esto y estaré más cerca de ti. Quiero apoyarte Camila...

-Quiero que lo hagas... Pero...

-Hey...-tomé sus mejillas y ella bajó la mirada- no hagas esto, siento que estuvieses terminando
algo que ni si quiera había empezado oficialmente y quiero hacer las cosas bien...
-Sofía es todo para mí, está por sobre cualquiera...

-Entiendo, tengo un hermano, ¿recuerdas? Yo te entiendo perfectamente...

-Entonces, si me entiendes... Dame tiempo, Lauren...

-No puedo...

-No te estoy dejando, mucho menos pienso dejarte ir... Solo necesito unos días para estar con
Sofía y luego prometo tú y yo nos veremos para volver a New York y rehacer nuestras vidas
juntas...

-¿Juntas?

-Sí...

-Es algo parecido a vivir juntas, comer juntas, dormir juntas...

-Sí Lauren, vamos a estar juntas...

-¿Cuánto tiempo debo esperar?

-Solo un poco más...

-Dime cuánto...

-Dame esta semana, por favor.

-Está bien-le di un beso en los labios y la abracé, la cama era bastante cómoda, ambas estábamos
durmiendo en la que era mi habitación en la casa y nadie sospechaba de nada. Salvo quizás, Dinah.

Sumergí mis manos por debajo de su camiseta tocando su delicada piel y provocando se tensaron
los músculos de su abdomen. Ella era tan... Su aroma, era embriagante y no podía dejar de darle
pequeños besos en el cuello mientras iba en busca de sus hombros...

-¿Qué haces?

-Solo necesito sentirte... Una semana es mucho...

-Lauren...-giró a verme y me besó lentamente, nuestras lenguas se encontraban iniciando una


profunda exploración sincronizada en nuestras bocas y no podía dejar de subir mis manos hasta la
altura de la parte inferior de su brassier.

Coloqué mi pierna entre las de ella y entonces supe tenía ganas de mí...

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CAPÍTULO 20
CAMILA POV

Era increíble que aún en estas circunstancias a Lauren no le bajara el lívido, ni siquiera me di
cuenta en qué momento pasamos de estar solos abrazadas a tener la mano de Lauren bajo mi
remera.

-Lauren... Tú... Tú apenas y puedes moverte - traté de aguantarme un quejido porque solo Dios
sabía lo que esas manos eran capaz de hacerme sentir.

-Camila me acabas de pedir una semana - nos quedamos mirando, a estas alturas Lauren tenía
todo su cuerpo encima del mío - ¿Sabes cómo tendré que aguantarme para no salir corriendo
atrás de ti? - Sonreí - me tienes vuelta loca ¿sabes? Yo no pedí que una chica con un cuerpo
perfecto y personalidad única entrara por mi puerta hace casi dos meses y me dijera decidida que
deseaba el puesto de trabajo. Yo no pedí que la que se suponía que solo fuera mi secretaría y nada
más me llamara la atención - acaricié su mejilla dañada por los golpes del idiota - cuando te vi
sonreír en tu primer día de trabajo, desde ese día me tuviste a tus pies. Era increíble cómo no
importaba en qué lugar estuvieras o por donde pasaras tu sonrisa iluminaba todo, de ahí comencé
a notar que tu cuerpo era perfecto; me pregunté si tendrías raíces latinas y no me equivoqué.
Tienes unos rasgos que a cualquier persona llamaría la atención, incluso... A mí - noté como se
sonrojó - Creí que en mi vida había conocido de todo en la cama, que había disfrutado pero
entonces no... Con tan solo moverte por mi oficina lograbas despertar cosas en mí que nunca
imaginé; nunca sentí lo que siento en estos momentos por ti, ni siquiera con Farith. La primera vez
que me coqueteaste ¡Dios! Me hubiera entregado a ti en ese mismo momento te lo juro y cuando
nos mandamos mensajes... Camila... Me toqué mientras hablaba contigo y el idiota estaba en la
pieza de a lado y cuando por fin pude tenerte y me hiciste tuya no sé cuántas veces toqué el cielo
con mis manos ese día, pero aún tengo cada rastro de tus caricias sobre mi cuerpo. Pero entonces
yo fui idiota y te dejé escapar y cuando besaste a Demi no lo podía creer, alguien más te tocaba, te
besaba, te diría cosas y... Me volví loca, loca de celos porque Camila Cabello, eres mía - Lauren
llevó sus manos a los costados de mi rostro y acercó sus labios a los míos - y como eres mía y te
respeto dejaré que te vayas una semana, dejaré que trates de estabilizarte con tu hermana pero
voy a volver por ti.

-Descuida, yo no me iré a ningún sitio para siempre ¿sabes por qué?

-¿Por qué?

-Porque mi sitió está acá - acaricié sus brazos - entre tus brazos, con tus besos, tus piernas, tu
cuerpo.

-¿Aún te gusto? - fruncí el ceño.

-¿A qué viene esa pregunta?

-Aún te gusto, ya sabes... Con todos estos moretones y - la callé con un beso lento, ya que no
quería que sintiera dolor en su labio inferior que estaba lastimado.
-Podrías ser un avatar y creo que me terminaría enamorando de ti igual - ella sonrió.

-¿Estas enamorada de mí?

-¿Estás tú enamorada de mí? - Lauren me miró directamente a los ojos y entonces lo supe, noté
que no había necesidad de hablar, no tenía que escuchar un "sí, estoy enamorada de ti" porque
nuestra conexión eran tan grande que la respuesta la supe con tan solo ver en sus ojos - te haré el
amor.

-¿Qué? Pero yo... - coloqué a Lauren debajo de mi cuerpo con delicadeza, no quería que ni un
moretón le doliera, ni que se sintiera incómoda. Llevé mis labios hasta su cuello e hice un camino
de besos hasta su clavícula y cuando llegué a esta mordí su piel adolorida lentamente, las uñas de
Lauren se enterraron en mi piel y sonreí, mis manos viajaron hasta el dobladillo de su remera y la
saqué lentamente, traté de no rozar sus moretones, Lauren levantó las manos y la ramera salió
volando, sabía que andaba sin ropa interior.

- Eres hermosa Lauren Jauregui - le susurré en su oído mientras besé lentamente sus labios, no
quise profundizarlo y cuando intenté de alejarme de ella Lauren mordió mi labio inferior y sonreí.

-No te reprimas Cabello - nos quedamos mirando - no ahora.

En cuestión de minutos estábamos las dos completamente desnudas rodando por la cama de un
lado a otro, era la primera vez que no íbamos directo al grano. Besé tantas veces su cuerpo que
creo que me lo aprendí de memoria, me quedé más de un minuto besando sus pechos. Noté como
se tensaban cada vez que los mordía o los jalaba lentamente, noté como los músculos de su pared
abdominal se tensaban cuando cada caricia terminaba con una electricidad en su centro, noté
como sus piernas se abrían en respuesta a que ya no aguantaba, en que estaba lista para mí pero
yo no quería, aún no. Quería aprenderme de memoria cada rincón de su cuerpo moreno, quería
plasmarme en él. Quería... Quería que apenas yo saliera por esa puerta hoy ella sintiera la
necesidad de ir a buscarme, como dijo hace un rato. Quería que no pudiera vivir sin mí porque yo
estaba segura que no podría volver a dormir nunca más al saber que al despertar ella no estaría a
mi lado.

-Ruégame - dije en su oído.

-Mmm... No juegues conmigo- Lauren y su voz rasposa me estaban matando.

-Ruégame Lauren, ruégame como nuestra primera vez - nos quedamos mirando - ¿Qué quieres
que te haga?

Lauren me miró directamente a los ojos y sentí como su mano llegó a la mía y la colocó sobre uno
de sus pechos en donde comenzó a masajear en conjunto con la mía, después de unos segundos
llevó mi mano por todo su torso denudo hasta llegar a su sexo... Lauren estaba más que lista, su
humedad me hizo inferir que en realidad Lauren había estado lista hace mucho tiempo.

-Te quiero dentro de mí - mordí su cuello - Quiero... Mmm... ¡OH CAMILA! Mmm... Oh...
-¿Cuántos? - susurré en su oído y jalé el lóbulo de su oreja.

-Para... Para... Mmm... Por favor...

-¿Cuántos?

-CAMILA CABELLO O LO HACES O TE JURO QUE - mi boca se fue a la de ella y dos de mis dedos se
introdujeron en ella y mis labios se fueron a los suyos. Comencé a moverme sobre su cuerpo sin
dejar de mirarla. Lauren me miraba y era increíble lo hermosa que se veía excitada, lo
increíblemente perfecta que era ¿Cómo alguien podría hacerle daño? ¿Cómo alguien osaba en
ponerle una mano encima a esta chica?

-Me encantas - susurré en sus labios - te amo, me fascinas - comencé a elevar la velocidad de mis
movimientos. Mientras la envestía a la misma vez acariciaba su clítoris - me robaste el corazón
desde la primera vez que te vi, me tienes vuelta loca, eres... Eres el amor de mi vida Lauren
Jauregui - Lauren abrió los ojos, sentí como sus paredes se tensaban alrededor de mis dedos.

-OOOOOOOOOOOOOOH - Lauren escondió su rostro en mi cuello y pude sentir como su cuerpo


temblaba abajo del mío, como su respiración trataba de regularse, como sus uñas comenzaron a
relajarse y de a poco sus uñas me empezaron a acariciar de abajo hacia arriba - eres increíble - dijo
en mi oído - y yo... Tú... Tú también eres el amor de mi vida - me salí de su cuello y la quedé
mirando.

-¿En serio?

-S...

-¡LAUREN! - La mamá de Lauren entró a la pieza sin golpear y nos tuvimos que tapar con las
sábanas - ¡OH MI DIOS! -se volteó.

-Lo siento, lo siento mamá... Yo... No es lo que parece...

-Ok - su mamá dejó escapar un suspiro y volteó a vernos - supongo que hablaremos de esto más
adelante ahora tienen que vestir e irse.

-¿irnos? - pregunté sorprendida.

-Farith... Él... Él viene hacía acá.

-¿Qué? - preguntó Lauren sorprendida.

-Eso vístanse, agarraremos nuestras cosas y nos iremos de acá - con Lauren solo nos quedamos
mirando - ¡PUEDEN MIRARSE EN EL AUTO POR FAVOR! VISTÁNSE... ¡AHORA! ¡DIOS!

Creo que ya me había hecho la idea de donde salió el carácter mandón de Lauren.

LAUREN POV:
Estabas de camino al hospital en el auto y lo único que existía en ese instante era el gran silencio
incómodo mientras mi mamá conducía.

Camila y yo nos mirábamos una y otra vez esperando decir algo pero ninguna se animaba.

-Bueno...-dije mirando el espejo retrovisor a ver si mi mamá lograba mirarme.

-Lo sentimos señora Jauregui, yo lo siento mucho...-dijo Camila y giré a mirarla con sorpresa.

-Este, sí... No debíamos habernos dejado llevar, digo...-no pude terminar de hablar cuando Clara
interrumpió.

-Hagamos como si no hubiese pasado nada... No quiero hablar del tema-fue con un tono serio.

-Mamá, discúlpanos...-dije colocando mi mano sobre su hombro.

-Lauren, no quiero hablar de eso...

-Ya sabemos no quiere hablar pero necesitamos al menos me disculpe a mi...-intervino Camila.

-Hey, no digas eso, yo tuve mucho que ver porque te provoqué...-miré seria a Camila.

-Pueden callarse... No quiero detalles, no quiero saber acerca de eso que vi. Simplemente dejaré a
Camila en el hospital y Lauren vendrás conmigo.

-Entiendo, pero debes entender que amo a Camila- mi mamá frenó el auto en seco.

-Lauren, dije que no quería hablar del tema, no eres lesbiana... ¡Es solo una etapa! ¡Estás dolida
por Farith!

-¡Eso no es verdad! ¡Yo amo a Camila, estoy enamorada de ella!

-No vamos a volver a hablar de esto, Farith puede aparecer en cualquier momento y no es bueno
ni para ustedes ni para mí...

-Bueno, solo quería supieras que no fue una equivocación y menos por frustración. Estoy
enamorada de ella, ahora si podemos culminar este tema.

-Lauren, hablaremos de esto más tarde. Ahora solo quiero estemos todas a salvo.

-Lo siento, yo solo quiero sepa que lo siento mucho...-Camila bajó la mirada y la abracé. Clara
volvió a encender el auto y nos encaminamos hacia el hospital.

Una vez que llegamos Camila y yo no pudimos ni despedirnos. Así que solo hicimos una seña con la
mano y sonreímos. Mi mamá solo le dijo "adiós, que todo te salga bien". No podía pedir más, la
situación en la que estaba realmente no era la más conveniente.
Durante la ruta solo oímos canciones del repertorio de mi mamá y me dispuse a dormir. Cuando
por fin desperté, estábamos en el aeropuerto. Ella me levantó y me dio dinero, mis maletas y todo
lo necesario para viajar hacia New York.

-No pensé íbamos a venir para viajar...

-Tú, solo tú... Yo me tengo que quedar y por favor aprovecha este tiempo para pensar más en ti y
en todas tus decisiones. No quiero hablar de tu amiga, no quiero saber nada acerca de lo que vi y
si es como dices... Solo sé que estás así por Farith y de seguro es momentáneo.

-Mamá no empecemos...

-Mi hija no es una lesbiana, ahora sí... Anda ve, algo me dice Farith tiene a alguien que te vigila.
Seguro ya sabe estamos aquí, así que por favor ve.

-Gracias y perdón...

-Ya Lauren, ve-me abrazó y entonces entré.

Me dirigía nuevamente hacia una ciudad llena de pesadillas... Ese lugar era como entrar a la base
principal del ejército de Farith y la verdad no entendía como mi mamá insistió con que viniese
hacia aquí.

Me quedé en la casa de los padres de Normani, estábamos las dos ahí y trataba de ayudar en todo
lo necesario. Me levantaba temprano a hacer el desayuno, el almuerzo, la cena y limpieza en
general.

Su mamá me quería como una hija y siempre estaba preocupada porque me sintiera cómoda y no
me faltara nada. Debo admitir me divertí mucho con los viernes de karaoke, más cuando Normani
escogía canciones de Beyoncé.

Reí y me recuperé en una semana llena de paz y tranquilidad. Sentía que quería de alguna manera
esto fuera eterna. Pero esa mañana del sábado recibí la llamada de Camila quien no me había
hablado por una semana según habíamos quedado, estaba preocupada ya que no sabía que había
escogido, quizás y ya no me quería más en su vida. Esa no era una opción porque de alguna
manera quería apostar porque algo esté a mi favor.

-Dime...
-Lauren, ¿cómo estás?

-Bien, ¿tú?

-Bien, yo llamaba porque siempre cumplo mis promesas y ya pasó una semana.

-¿Lograste pensarlo bien?

-Sí, lo he hecho.
-Solo dilo de una vez, la espera me está matando Camila...

-Antes que nada, gracias por haber pagado la cuenta del hospital, en serio...

-Lo que sea necesario, lo haré. Sabes que me preocupan ambas.

-Gracias, en serio.

-¿Cómo está Sofía?

-Mejor que nunca, está muy alegre conmigo y eso me da gusto.

-Bueno, ahora sí...

-Bueno...

-Está bien, dilo y ya, no hagas esto más torturante.

-Te extrañé Lauren...

-¿Pero?

-Pero nada, te quiero conmigo lo más pronto, yo siento que te necesito de alguna manera, te
necesito Lauren... Te amo.

-Créeme que me siento de esa manera, yo tengo todas mis emociones revueltas en este instante,
yo te amo Camila.

-¿Cuándo nos vemos?

-Mañana es sábado, puedes venir a mi departamento... Sofía saldrá con Dinah. Ella quiere
comprarle muchas cosas.

-Está bien, quizás luego de vernos pueda llevarlas a comer algo, ¿qué dices?

-Me encanta la idea.

-Entonces, nos vemos.

-Nos vemos, amor-la piel se me erizó y sabía ella se sentía de igual manera.

-Hasta pronto, amor...-sabía ella estaba sonriendo sin necesidad de mirarla.

El resto del día pasó muy rápido y ya era Sábado, me levanté muy temprano y a toda velocidad me
alisté porque quería estar lo mejor posible para Camila.
Ayudé en la casa de los Kordei y luego por fin, me despedí de ellos diciéndoles iría a ver a Camila.
Ellos sabían todo, ya que no pude evitar hablar de ella todos los días diciendo lo que me gustaba
de su personalidad o hablar de sus gestos o gustos.

Mi taxi llegó a la puerta del gran edificio donde se encontraba el departamento de Camila y
entonces tomé el ascensor y llegué, caminé por el extenso pasillo y por mi mente pasaban aquellas
veces donde fui a buscar a Camila y solo porque Farith me hacía daño. En todos estos días no supe
nada de él y este nuevo departamento de Camila, lo compró por su seguridad y la de Sofía.

Llegué a la puerta y toqué el timbre. Esperé un par de minutos y por fin oí pasos hacia la puerta u
esta se abrió.

-Hola...-Camila traía una gran sonrisa.

-Hola-la miré fijamente- ya que me elegiste y decidiste aguantarme por el resto de tu vida...

-¿Si?-dijo alzando una ceja.

-¿Puedo besarte?

-Eso es peligroso Juaregui...

-¿Por qué?-me acerqué acortando los centímetros que nos separaban hasta estar cerca de ella y
sentir su respiración rozar mi piel.

-Porque esto podría tener resultando muy rojos...

-El color rojo es perfecto, ¿no crees?

-Sabes a que me refiero...-Ella acarició mi mejilla con su nariz y la piel se me erizó.

-Creo saberlo... Me arriesgo.

-Estás jugando con fuego...

-Entonces, déjame quemarme.

-Está bien...-rodeó mi cuello con sus brazos y me mordí los labios mientras rodeaba su cintura con
mis brazos.

Entramos caminando lentamente, y cerré la puerta... Las luces estaban en un tono muy bajo y veía
sus facciones en conjunto con la poca luz provocándome. Ella retrocedía conduciéndome hacia el
sofá pero yo interrumpí direccionándola hacia la cocina.

Mis manos estaban en su espalda y comencé a rozar las yemas de mis dedos ligeramente por la
fracción de piel que estaba descubierta debido a su corta blusa. Íbamos a paso lento acelerando
nuestra respiración con tan solo miradas y las expectativas de cómo iba a terminar esto.
-Te deseo con tantas ganas...-dijo ella en un susurro que solo yo era capaz de escuchar. El mundo
estaba a nuestro alrededor y yo era la elegida para satisfacer sus pedidos. Sus más grande deseos
impuros.

-Te he extrañado tanto y ahora sabrás a que me refiero...-coloqué mis manos a los lados en sus
caderas y comencé a presionarlas mientras desplazaba mis manos a su trasero y sentía su
respiración inestable... Sus manos se acoplaron a mi cuello e impulsaba mi cabeza más hacia la de
ella, haciendo que los besos se intensificaran y pudiese tener mis labios disponibles a su antojo. De
inmediato sentí como mordió mi labio inferior y lo jalaba lentamente presionándolo
tortuosamente placentero. Apreté su trasero y llevé mis labios hacia su oreja...

Mordí esta y ya sentía sus manos bajar de mi cuello a mis hombros y luego hasta mis pechos, se
detuvo y comenzó a masajéalos por encima de la blusa mientras yo la acercaba más a mi cuerpo a
tal punto de tener nuestros centros haciendo fricción a través de nuestros jeans.

Fui hasta su cuello y comencé a dejar besos húmedos, de un momento a otro succionaba
fracciones de piel y las lamía... Ella dejaba escapar pequeños gemidos que eran pistas para seguir
avanzando en mi lujuriosa misión.

Caminamos hasta chocar contra su mesa, la subí de manera en que estaba sentada y podía
acercarme a ella, sus piernas rodearon mis cintura y me acercó más. Enredé mis manos con su
cabello y la besé, mis labios estaban rojos y hasta sentía de alguna manera estaban hinchados por
las mordidas de Camila. Seguí besando su cuello y comencé a bajar lentamente, me detuve en sus
clavículas y las besé, seguí bajando hasta llegar al escote de su blusa y rocé mi nariz en su piel, mi
respiración caliente causaba que ella se estremeciera y entonces me empujó, antes de decir algo
noté ella se bajó de la mesa y me siguió empujando hasta llegar a una silla y caer sentada. Quise
hablar pero ella solo llevó su dedo índice a sus labios y dijo "Shhh..." Mi silencio era suyo y
entonces me miró de esa manera tan sexual, que sentía me estaba desvistiendo con tan solo
verme.

Pasó su lengua por sus labios y crucé mis piernas o no podría controlar las palpitaciones que ya
empezaban a surgir en mi centro.

Ella empezó a ladear sus caderas de un lado a otro mientras se quitaba la blusa y dejaba ver la
ardiente lencería que traía... Negro, ese era el color y mis pupilas ya estaban dilatadas antes la
escena que percibía. Veía como sus manos bajaban por su abdomen y lo acariciaban deseando en
mi mente hacerlo yo pero sabía ella quería provocarme...

Por fin se quitó la blusa y la dejo en el suelo, sin dejar su pequeño baile caliente comenzó a
desabrocharse los jeans y dejó ver sus bragas, ya sentía la húmeda en mi entre pierna, algo no
estaba bien... Esto era jodidamente ardiente y mis pensamientos y corazón se habían puesto de
acuerdo para hacerme sentir que me costaba respirar y por eso lo hacía lento, pausado. Comenzó
a bajar sus jeans y sus manos tocaban sus perfectos muslos tonificados... Empezó a acercarse y
tragué saliva, verla en lencería era mejor que nada en este mundo y no podía detener mi impulsos
de querer tocarla. Estábamos tan cerca y antes de tocarla ella alzó una pierna y la colocó de un
lado igual con la otra, de manera que estaba sentada encima de mí y comenzó a desabrochar mi
blusa mientras se mordía el labio inferior, quise besarla pero no me dejó y entonces al menos no
desaproveché el momento y toqué su trasero y lo apreté a mi antojo... Era la parte de su cuerpo
que literalmente podía descontrolarme. Ella me miró fijamente y pasó su lengua por su labio
inferior y yo hice lo mismo como reacción ante la acción prevista. Nuestros ojos estaban en llamas
y mis manos en un juego incansable. Llevé una de mis manos hasta su mejilla y ella besó mi
palma... Agarró mi mano con la suya y la llevó lentamente hasta su boca... Tragué saliva porque de
alguna manera mis ganas estaban tan altas que eran sobrehumanas tenerlas, pasó mis dedos por
sus labios y veía como estos se estiraban ante el rocé y de un momento a otro agarró el dedo
índice y el del medio y los lamió de principio a fin, luego comenzó a metérselos a la boca, comenzó
a introducirlos y presionar sus labios en torno a estos. Estaba ya en ese instante tan húmeda...
Empezó a chuparlos a su antojo, con tanto deseo y luego cuando por fin se detuvo luego de unos
minutos los dejó así húmedos y comenzó a bajarlos por su cuello, luego por encima de sus pechos
y hasta llegar a estos, se detuvo en medio del brassier y por fin dejó mi mano había para poder
desabrochárselo. Miré sus pechos descubiertos y sentía el corazón ya no me daba más ante tantas
emociones. Llevó mis dedos nuevamente con la suya y los colocó cerca de sus pezones, los pasó
por encima de estos hizo que los jalé y tocara... Luego, buscó mi otra mano y me hizo tocarle los
pechos mientras el movimiento que realizaba con sus caderas frotando nuestros centros se
intensificaba. Luego de varios minutos por fin se detuvo y se puso de pie, me dio la espalda y
comenzó a bajarse las bragas haciendo que todo en mi colapsara ante la escena, estaba desnuda y
su perfecto trasero a mi disposición, coloqué mis manos en sus caderas y la senté encima de mí, la
toqué y ella empezó a moverse con tantas ganas que buscaban ser saciadas. Me quité el brassier y
la puse de pie para poder quitarme los jeans, cuando lo hice pude al fin mirarla y ella intervino al
quitarme las bragas. Estábamos ambas desnudas en una habitación oscura que ni supe como
llegué, solo sé que la tenía cargada y antes de llegar a la cama la arrimé contra una pared y ella
dejó que la besara saciando todas mis ganas. Mordí su cuello y ella arqueó su cuello, sus manos
arañaban mi espalda dejando marcas que solo me causaba una combinación de placer y dolor.
Comencé a moverme a tal punto de poder causar fricción entre nuestros centros, luego por fin la
dirigí hasta la cama y la coloqué en cuatro, me puse detrás de ella y mordí sus hombros mientras
bajaba lentamente por su espalda dejando besos húmedos y acariciándola con mis dedos, llegué a
su trasero y no pude evitar tocarlo a mi antojo. Ella comenzó a balancearse y me acerqué de
rodillas más a ella. Bajé dos de mis dedos señalando un camino con un solo objetivo... Acaricié los
labios de su cavidad y coloqué mi dedo pulgar en su clítoris, comencé a moverlo lentamente
mientras iba introduciendo mis dedos, sabía lo estaba disfrutando por la manera en la que se
movía haciendo que la penetrara más... Quería sentirme más y aproveché para tomar uno de sus
pechos mientras continuaba el acto. Comencé a oír sus gemidos intensificando cada vez más.

-Mierda, Lauren... ¡Dios!

-¿Quieres que vaya más rápido?

-Sí... Solo... Mierda... Sigueeee...

Intensifiqué el movimiento, iba más rápido y con más fuerza, cada vez que la embestía y oía uno
de sus gemidos causando se estremeciera me encendía como nadie nunca lo había hecho. Siguió
jadeando y pronto llegó a su punto más alto teniendo un ruidoso orgasmo y cayendo rendida en la
cama, sus músculos estaban relajados, había sentido sus paredes cerrarse en torno a mis dedos y
no había mejor sensación de sentirla tan mía. Me recosté encima de ella y podía notar el sudor
comenzar a surgir, nuestros cuerpo estaban tan calientes y nuestros besos tan lentos en esa noche
oscura... La habitación tenía una olor peculiar a sexo y ambas sabíamos esto recién comenzaba.

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CAPÍTULO 21
LAUREN POV:

Perdí la noción del tiempo, solo desperté debido a los rayos de sol que entraban por la ventana...
Miré hacia abajo y estaba desnuda solo cubierta por una sábana blanca. Miré hacia todos lados y
Camila no estaba... ¡Anoche fue maravilloso! Me cubrí con la sábana y caminé por la casa
buscándola, la encontré en la cocina.

-Buenos días...-la abracé por la cintura por detrás.

-Hey, quería llevarte el desayuno a la cama...-sonrió.

-Si quieres puedo regresar a la cama y fingir que nada de esto pasó aún-reímos.

-Será mejor que te des una buena ducha y te vistas, Sofía y Dinah no tardan en llegar, amor...

-Sí, eso haré. Quiero darle una buena primera impresión a tu pequeña hermana-sonreí- Espera, me
dijiste amor.

-¿Qué?

-Sí, lo dijiste...

-Perdón.

-No tienes que pedir perdón, amor-la abracé fuerte y ella colocó su manos entrelazándolas con las
mías.

-Eres todo lo que necesito, Lauren...-entonces, le di un beso en la mejilla.

-Y tú eres todo lo que yo necesito y lo que siempre necesitaré.

-Tengo miedo...

-¿A qué?

-No hemos sabido de Farith en toda esta semana.


-Eso no importa, deberíamos estar contentas de no saber de su existencia, ¿no?

-Es que es todo muy raro, por un momento se desvivía por saber de tu paradero, ahora no
sabemos si es que sigue vivo.

- Piensas que trama algo, ¿verdad?

-No solo eso, es ese presentimiento que me dice debemos hacer algo... Buscar protección y todo
eso que es más que necesario ahora.

-¿Protección?

-A alguien que tenga tanto como Farith y pueda darnos una mano, digo... Buscar personas o
averiguar maneras de lidiar con lo de tu hermano, es un asunto muy importante. Farith siempre te
amenaza con eso, si tu hermano no estuviese en una de sus clínicas no tendrías con que retenerte.

-Cierto, pero eso podemos ver luego ahora solo quiero abrazarte y decirte lo hermosa que te ves
así por las mañanas luego de una muy buena noche...

-Lauren, esto es en serio...

-Estás bien, veamos... ¿A quién podríamos pedirle ayuda?

-No sé la verdad...

-Entonces, no pensemos en eso ahora.

-Claro que sí, debemos de pensar en eso justo ahora. ¿Cómo sabes tu hermano está bien?

-Porque mi mamá y mi hermana van a verlo todos los días y siempre me envían un mensaje, el de
esta mañana ya me llegó y todo está bien. No hay rastros de Farith, odio tener que vivir pensando
en que él puede hacernos daño y no disfrutar de estos pequeños momentos de felicidad...

-Está bien, te entiendo. Por ahora tienes todo en orden, pero pensemos un poco. Me refiero a que
es momento de proyectarnos de planificar nuestro futuro.

-¿Nuestro futuro?

-Sí, ya sabes... Si vamos a vivir juntas y hacer una vida...

-Una vida...

-Sí, Lauren...

-No sé si pueda con todo esto, dices muchas cosas y no entiendo...

-¿Qué no entiendes?
-Te amo demasiado, disfrutemos este momento justo ahora y luego podemos pensar en planificar
todo.

-Hey, no dejes a un lado lo más importante. ¿Quieres solo momentos de felicidad? O... ¿Estar feliz
para siempre?

-Solo quiero amarte ahora, en este momento...

-Y está bien pero estoy pensando también en mi hermana y necesito ella esté en un entorno
donde no tenga que presenciar violencia ni injusticias, donde pueda crecer feliz y sana...

-Y nos ocuparemos de que sea así, solo vayamos más lento...

-Puede que suene exagerada pero necesito saber qué haremos ¡ya!

-Ahora no sé, pasemos el día con tu hermana y te prometo hablaremos de esto luego...

-Lauren...

-Lo prometo, amor.

-Está bien, solo espero no faltes a tu palabra.

-Créeme que sí.

Esa mañana desayunamos juntas y al fin pude robarle un beso de tanto que estaba alterada por
saber que sería de nosotras o cómo llevaríamos esto, era muy difícil tener que lidiar por ambas.
Me preocupaba la manera en la que ella pensaba de su hermana y quería hacer todo lo posible
porque mi familia y yo dejáramos de depender de Farith y su gran fortuna.

Sin embargo, me olvidaba del pequeño detalle que yo aún era muy joven y casi sin éxito en el
campo laboral. ¿Cómo entonces podría ayudar a Camila y a mí misma? Eso me frustraba y creo
Camila no lograba entender.

Tenía mucho a mi mando y por más que estuviese en un rango tan alto en la empresa de mi
familia, era tan pequeña ante los ojos de Farith que podía destruirme de la manera que él quisiese.

Debo admitir se me hizo demasiado extraño el no haber sabido de él ya hace mucho. Una semana
es bastante como para temer de lo que pueda estar tramando...

-Me gustan tus ojos...-Sofía estaba mirándome bastante concentrada.

-A mí los tuyos-toqué la punta de su nariz y ella se rió.

-Camila siempre habla de ti

-¿Ah sí?
-Sí... Siempre.

-¿Y qué dice?

-Nunca la oigo porque me aburro siempre... Pero lo que si recuerdo bien es su sonrisa, tú la haces
feliz...-cruzó sus brazos y luego los desató para ir hacia mi costillas e intentar hacerme cosquillas.

-Hey, eso no es justo...-comencé a hacerle cosquillas hasta que Camila llegó con los brownies que
había estado preparando para ver la película. Era un tarde de chicas sin problemas o al menos
restándole importancia solo por esta noche.

-Yo me uno-dijo Camila luego de dejar la bandeja sobre la mesa de la sala y saltar encima de mi
para hacerme cosquillas.

-No, ¡así no vale¡-reía yo descontroladamente, las cosquillas me hacían reír siempre sin parar y ya
tenía a Sofía encima siguiendo a Camila- No es justo, ¡las Cabello me atacan!

Debo admitir ver la sonrisa de Camila tan natural y llena de diversión podía ser las octava
maravilla, entonces era fácil percibir daría todo por más momentos como estos sin tener que estar
pendiente al máximo de todo lo que el mundo nos antepone como obstáculos diarios. Ahí
estábamos las tres disfrutando una noche llena de risas y amor.

CAMILA POV

No recuerdo haber sido tan feliz como lo soy en este momento, era casi un maldito sueño del cual
no quería despertar. Tenía a Lauren todos los días a mi lado, despertaba con ella. Verla... verla
dormir debería contar como uno de los placeres de la vida al igual que tener el placer de recorrer
su cuerpo con cada parte del mío. No sé en qué estaba pensando antes cuando decía que "hacer al
amor era para estúpidos" cuando ahora no podía dejar de tenerlo con Lauren.

Veía como Sofía se había llevado de maravilla con Lauren, como sonreían, como me hacían felices
las dos.

-Camila - dijo Sofía.

-¿Qué pasa?
-Me gusta Lauren - Sofía se lanzó a los brazos de mi chica, la abrazó y besó sus mejillas - es bonita
¿viste sus ojos? - se los veo todos los días.

-Si ¿son lindos verdad? - Sofía asintió con la cabeza.

-¿Por qué Sofía te dice Kaki? - solo sonreí.

-Kaki!!!! - gritó mi hermana.

-bueno eso... eso es porque cuando era pequeña no podía decir Camila y un día de la nada dijo
kaki y así quedé, hasta el día de hoy.
-Para siempre - dijo Sofi lanzándose está vez a mis brazos - soy feliz - me miró.

-¿Si? ¿Porque tan feliz?

-Porque estoy contigo, tengo una casa bonita - miró hacía todos lados - comida, cama cómoda y...
y a Lauren - el nudo en mi garganta apareció casi por inercia ¿Cómo era posible que mis padres
dejaran que Sofía viviera tan mal? ¿Qué se muriera de hambre? ¿Qué no tuviera una cama
cómoda? ¿Qué pasara frío? Me prometí hace un tiempo atrás que nunca sería como ellos y lo iba a
cumplir, empezando por el hecho de que a mi hermana nunca más le faltara nada en su vida; en
ese momento sonó mi celular... era Austin.

-Tengo que contestar, permiso - dejé a Sofía con Lauren y salí a hablar al patio - Hola.

-Hola hermosa - era increíble lo gay que sonaba por teléfono -¿Cómo has estado?

-Bien... dentro de lo que se puede claro ¿Qué paso? creí que no me llamarías.

-Bueno no te llamo solo para saber cómo estas, eso es obvio.

-Anda al grano.

-he estado por la oficina de Lauren hoy - me quedé en silencio - estaban sacando sus cosas y
cuando pregunté me dijeron que el lugar lo ocuparía Farith por el momento.

-¿Qué?

-Eso... él se hará cargo de la empresa Jauregui y asociados.

-Se ira a la mierda, hará que todo se vaya a quiebra.

-Lo sé, por eso tenemos que hacer algo.

-¿Qué cosa?

-Lauren tiene que volver.

-¿Broma?

-No... si no vuelve todo será peor, ella no puede dejar que su empresa se vaya a pique.

-pero tampoco puede dejar que la signa golpeando Austin.

-Lo tengo claro, pero si queremos destruir a Farith hay que empezar por algo.

-No... no me pidas eso - Austin se quedó callado - ¿Qué? ¿Qué paso?

-Nada sigo acá afuera y acaba de salir el padre de Lauren muy enojado.
-¿Qué paso? - Austin no hablaba - oh mierda Austin si este es uno de tus juegos te juro que...

-¿Quién es Chris? - todo mi cuerpo se congelo - Camila...

-¿Qué... que dicen de él?

-Espera - no... esto no podía estar pasado... Chris... Lauren... ¿Por qué todo tenía que ser tan
difícil? - dime que no es el hermano de Lauren.

-SI... si lo es.

-Oh mi Dios.

-Austin no es momento para exclamaciones exageradas, dime que pasa.

-El padre de Lauren llamó a la clínica y dijo que dentro de esta semana se lo llevarían a casa
porque no podían seguir pagando.

-¿no pueden? Es dueño de una empresa

-Creo que hay algo de Farith en esto... Camila ella tiene que volver.

-Sólo déjame hablar con ella ¿bueno?

-¿Con quién? - era Lauren.

-Te... te cuelgo adiós.

-¿con quién hablabas?

-Austin - Lauren elevó una de sus cejas, era tan jodidamente sexy cuando hacía eso.

-¿Por qué?

-De ahí te explico, tenemos que irnos

-¿Qué? ¿A dónde?

-A tu oficina.

-¿Te volviste loca? Es el primer lugar a donde irá Farith y yo acá estoy bien, aparte que...

-Sacaran a tu hermano de la clínica - ella me dejó de hablar y de un momento a otro el color de su


piel se volvió pálido y se desplomó en el suelo.

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CAPÍTULO 22
CAMILA POV

Lauren me tenía estresada solo quería que le contara con quien estaba hablando, me gritaba y me
gritaba. Cuando le dije que su papá quería sacar a su hermano del hospital para llevárselo a la casa
simplemente enloqueció, así que nos subimos a su auto y nos fuimos a su oficina. Dinah se quedó
con Sofía.

-No entiendo porque no me dejaste manejar - me dijo Lauren.

-¿Por qué no te dejé manejar? ¿No te estás viendo? Estas hecha una histérica Lauren.

-¿Una histérica? Por favor.

-Tienes que estar tranquila si no quieres que todo salga mal en la oficina con tu padre y Farith.

-Aún no me dices quien fue la persona que te llamó y te dio esta información.

-¿Podríamos hablar de eso más tarde?

-¿Más tarde? Camila, ni siquiera sé si volveré contigo a tu departamento - paré en seco el auto -
¡cuidado!

-¿Cómo que no sabes? - dije mirándola.

-¿Crees que ellos me dejarán llegar e irme contigo?

-Pero... Lauren.

-Lo sé, amor - tomó una de mis manos - puede que no duerma contigo hoy... Tienes que entender
que tengo que arreglar todo el asunto de Chris.

-Pero no te vayas con él... Odio a Farith, quédate con tu padre, con tu madre pero no con él por
favor no - nunca en mi vida había rogado y acá estaba ahora, yo, Camila Cabello rogando - por
favor, Lau.

-No me iré con él, no dejaré que me toque mi amor - la mano de Lauren subió hasta mi rostro y
me acarició - eres tan hermosa - solo sonreí.

-Sofía te va a extrañar hoy.

-Yo también lo haré Camila, yo también lo haré.

-El que me llamó fue Austin.


-¿Austin? - por su cara noté que no entendía absolutamente nada.

-Si...

-¿Por qué te llama? Creí que lo suyo solo había sido la cena.

-Y lo fue, una cena muy reveladora.

-No estoy entendiendo nada.

-Mientras manejo te cuento - volví a encender el auto y me dirigí nuevamente hacía la oficina de
Lauren - Austin decidió cenar conmigo solo porque se dio cuenta que yo estaba babeando por ti -
Lauren sonrió - me dijo que vio en mí lo que justo necesitaba en ese momento. Cuando nos
sentamos a hablar me dijo que él conocía a Farith y a ti desde la universidad pero creo que ni tú ni
él se acordaban de él pero eso no le sorprendió. Me dijo que eran compañeros de la universidad y
que Farith se encargaba de hacerle le vida imposible y que tú ignorabas todo lo que pasaba y eso
le daba rabia, cuando la empresa de Farith comenzó a crecer la primera empresa que quebró fue
la de Austin. Austin nunca lo perdonó y decidió ir a perfeccionarse a Europa en economía, gestión
de empresas y volvió.

-¿Qué empresa?

-Mahone y asociados - Lauren estaba en shock.

-Es la tercera empresa más grande de Estados Unidos.

-Lo sé, él me lo dijo también me dijo que desde que volvió Farith ha intentado volver a quebrarla
pero no ha podido. Austin está asociado a muchas personas importantes y lo único que quiere es
quebrar la empresa de Farith por todo lo que hizo sufrir a su padre con la quiebra.

-Pero no puede, mi empresa está ligada a la de Farith.

-También lo sabe Lauren por eso necesita tu ayuda.

-¿Mi ayuda? ¿Qué quiere de mí?


-Quiere que le tiendas en una trampa

-Pero corro riesgo de perder todo y Chris necesita cuidados.

-El compraría tu empresa - Lauren no dijo nada.

-¿Qué? Él ni siquiera me conoce.

-Sí lo hace, sabe que eres víctima de ese imbécil... No sabe... Bueno, no sabe que te golpea pero
sabe que es un abusivo.

-Creo... Creo que tengo mucho que pensar - nos tomamos de las manos - pero creo que podríamos
juntarnos con él y hablar.
-¿En serio?

-Sí

Nos quedamos en silencio hasta que llegamos a las oficinas, entramos y nos fuimos al piso 7.
Cuando llegamos todas las oficinas estaban vueltas locas. Demi trataba de estar tranquila pero con
el idiota de Farith gritando y puteando a todo el mundo era casi imposible.

-¿Qué estás haciendo idiota? - Le gritó Lauren.

-Oh llegaste... Te ves muy bien, cariño - Farith tenía un aspecto de la mierda, estaba sudado,
ojeroso, era como... Como si estuviera drogado

- ¿Qué estás haciendo con mi gente?

-¿Tu gente? Por favor Jauregui, todo esto es mío - rompió una botella en el suelo en cuanto vio a
Camila - ¿Cómo te atreves a venir con esa estúpida? Dile que se vaya.

-No, nadie se irá de acá y si alguien debería de irse eres tú.

-¿Quién eres tú para darme órdenes Jauregui? No eres nadie - comenzó acercarse a Lauren - eres
una muerta de hambre, que si no fuera por mí tú estarías en la calle y tu hermano enterrado - En
ese momento vi como el brazo de Lauren se elevó y su palma golpeó una de las mejillas de Farith.

-No te atrevas a hablar de Chris - mi amor había comenzado a llorar - no te atrevas de hablar de él,
hijo de puta.

-Él ni siquiera escucha, deberían no sé desconectarlo y dejar que se muera de una vez - otra
cachetada para Farith por parte de Lauren - no importa cuánto me pegues, Chris se morirá igual.

-¡ERES UNA MIERDA! - me lancé a Farith y caímos al suelo, estaba encima de él y lo golpee
innumerable veces en su rostro hasta que sentí que unos brazos gigantes me agarraban de la
cintura y me sacaban de encima de él - suélteme, déjeme matarlo - grité.

-¡Te tienes calmar! - Cuando me dejó en el suelo me di cuenta que era el papá de Lauren - ¿Amas a
mi hija? - ¿Qué? ¿Qué era esto?

-Que... ¿Por qué la pregunta?

-Estaremos en la oficina, Farith no entres déjame hablar con ellas - Farith tenía una hemorragia en
su nariz.

Entramos a la oficina y el papá de Lauren se sentó en uno de los sofás.

-Papá - dijo Lauren - tú sabes que no lo amo.

-Lo sé.
-¿ENTONCES POR QUÉ ME OBLIGAS A CASARME CON ÉL?

-Porque era nuestra única opción.

-Papá - Lauren se acercó a él, se arrodilló y tomó sus manos - ¿recuerdas cuando me decías que
me querías ver feliz? - él solo asintió con lágrimas en los ojos - soy feliz con ella - Lauren volteó a
verme.

-Sé que ella es incapaz de tocarte un pelo, pero también sabes que... Que Chris...

-Deje de preocuparse por él - Austin había entrado a la oficina - lamento entrar así como así, pero
estoy harto de ver las injusticias que existen en esta compañía.

-Eres acaso el empresario más joven y más adinerado - dijo el papá de Lauren - ¿Qué haces acá?

-Vengo a decirle que me encargué de que su hijo esté en una clínica privada - sonreí - no tiene que
preocuparse por eso, solo... Solo no le digan a Farith.

-¿Por qué haces esto? - le preguntó Lauren.

-Porque ni tú, ni yo, ni tu padre, ni Camila aguantan a ese tipo.

-Muchas gracias - el padre de Lauren se levantó y abrazó a Austin - muchas, muchas gracias.

-Sé que usted podría llevarlo a una clínica también pero no lo hace porque sabe que Farith puede
en cualquier momento quitarle todo lo que han logrado, por eso es que quiero plantearle mi idea,
claro, si no le molesta.

-Soy todo oídos Austin.

Me senté en el escritorio y Lauren llegó con una bebida congelada y me la colocó sobre la mano.

-Podrías haberte quebrado.

-Pero no paró - dije mirándola - por ti soy capaz de todo

-Me di cuenta, tendré que seguir con él.

-¿Para que la idea de Austin funcione? Sí... Pero eres mía Jauregui, que no se te olvide.

-No se me olvida hermosa - Lauren se acercó y besó mis labios - eres mi superhéroe - sonreí -
espero que mi padre acepte lo de Austin.

-Acepté - su padre nos había interrumpido - hagámoslo, porque no dejaré que ese idiota se salga
con la suya ni con mi empresa, ni con Chris ni contigo hija - Su padre abrazó a Lauren - ese imbécil
no te tocará ni un pelo, nunca más.
-¿Tengo que seguir fingiendo?

-Durante un tiempo sí y Camila no puede seguir trabajando acá - dijo Austin - pero no me mires
así, te contrataré yo en mi empresa - sonreí y lo abracé - así podrán verse cuando quieran sin
problemas, ahora es mejor que ordenen esto y tranquilicen a su gente - Austin se despidió de
todos - nos vemos chicas.

-Gracias por todo Austin - dijo Lauren - Gracias.

LAUREN POV:

Por el momento todo lucía solucionado y lo único que deseaba es que siguiese siendo así, es decir
que Farith no eche a perder lo planeado con sus dudas. Tenía que ser convincente...

-Supongo que irás a arreglar tus papeles para el contrato en la empresa de Austin...

-Sí, amor...-me acerqué y besé sus labios, luego su frente.

-Prométeme me mantendrás informada de todo...

-Lo prometo, prométemelo tú también y si te pone un dedo encima no dudarás en buscar ayuda y
llamarme a mí.

-Lo haré...

Nos abrazamos y luego la vi darse vuelta, siguiendo su camino por el extenso pasillo hasta el
ascensor siguiendo a Austin.

Respiré hondo y comencé a visualizar a Farith peleando en una esquina de la oficina con unos
empleados. Me miró y se dirigió hacia mí...

-Hija, solo sigue lo que acordamos...

-Lo haré...-respondí y entonces Farith ya estaba en frente.

-Lauren, ya te hicieron entrar en razón supongo... Tu padre es un hombre muy sabio.

-Todo está bien... -dije bajando la cabeza y reteniendo mis ganas de golpearlo.

-Bueno, entonces supongo es momento de conversar muchos temas pendientes... Yo propongo ya


que ahora Chris por fin está en tu casa, tu compañía necesita muchas mejores y que se sigan la
indicaciones al pie de la letra, en una semana es el aniversario y por lo que he visto no has
organizado nada...

-Per..-interrumpió.
-Shhh... No digas nada, yo ya me encargué de eso. Aproveché la ocasión para celebrar nuestro
matrimonio, así los preparativos iban a ser magníficos. Mi padre invertirá mucho, tú sabes cómo te
quiere...

-Claro...

-Farith, yo me tengo que ir a ver a mi hijo, espero te portes bien con mi hija...-tendió su mano y
Farith correspondió el saludo con una sonrisa poco agradable.

-Claro, así será...-rió bajo y mi papá se marchó.

Él tomó mi mano y me llevó hasta el balcón del edificio, una vez ahí la soltó y me miró de frente.

Pasó su mano lentamente por mi mejilla y yo estaba asqueada...

-Eres hermosa. Es tu piel... Tus labios... Tus ojos... Tengo una obsesión contigo que no puedo
controlar, creo eres perfecta y que solo debes ser mía.

-Te equivocas...

-¿Qué?

-Nada, lo que digas...

-Lauren, sé que me he portado un poco mal contigo, pero sabes... Este tiempo me ha servido
mucho para reflexionar acerca de todo y quiero darte el mejor trato desde ahora, quiero ser todo
lo que siempre has buscado en alguien...- sí claro, como si tuvieses vagina- Seré tu príncipe... Tu
rey... Tu todo...

-Eso es algo cursi joven McGregor...

-Quizás, pero por ti no importa ser el más cursi de todos.

-¿Ah sí?
-Sí, claro que sí. Es más, quiero que tú escojas la casa donde viviremos. La que quieras, yo la
compraré y también puedes escoger un auto, yo te lo regalaré... Es más, quiero obsequiarte un jet
privado, te daré todo lo que desees...

-¿Todo gratis? ¿Sin maltratos de por medio?

-He cambiado...

-No has cambiado, Farith. Hace unos minutos rompiste una botella solo viendo a Camila.

-Aún trabajo en eso, pero hablemos de que al menos a ti no te he tocado ni un pelo si no es para
darte cariño.

-Dime qué se siente que los demás te miren con desprecio... Que las mujeres te miren con miedo...
-¿Miedo? Pero, cariño... Tú eres la única que me ve así, sabes... Todas quieren estar conmigo, solo
tú tienes ese privilegio.

-Vaya, qué privilegio el mío- estaba siendo sarcástica.

-Dime qué quieres...

-Quiero que te alejes de mí y de la empresa...

-No pidas tanto, Lauren...

-Hablo en serio.

-No, jamás.

-Entonces, tampoco me tendrás-me di la vuelta pero en seguida sentí su mano tomar mi brazo
presionándolo con fuerza y haciéndome girar viéndolo finalmente.

-Eso no lo vuelvas a repetir, no quiero a nadie más si no eres tú. Y te haré caso, si te casas
conmigo... Prometo dejar tu empresa y a tu hermano en paz.

-¿Lo dices en serio?

-Soy un hombre de negocios que cumple su palabra, Lauren. Cásate conmigo y cumpliré.

-Farith...

-Lo digo en serio-bajó la mirada.

-Tengo que pensarlo...

-No lo pienses mucho porque puede que cambié de parecer.

-Está bien.

-¿Qué?

-Acepto, casémonos y dejarás mi empresa y a mi familia en paz.

-Perfecto.

-¿Es un trato?

-Lo es, lo es.

Se quedó mirándome y tomó mis mejillas para besarme y solo presioné mis labios impidiendo que
en algún momento él intentara profundizar el beso.
Luego de acompañarlo a organizar todo para el evento que se haría en conjunto con el
matrimonio. Me ofreció llevarme a mi departamento, iba a dejar no durmiera con él hasta la luna
de miel... Le indiqué me dejara en casa Normani y así lo hizo.

-Gracias.

-No hay de qué, es algo que hacen los novios. Nos vemos pronto, ya sabes mañana-sonrió y
entonces pensé este tipo en realidad tenía un gran complejo psicológico.

Entré en el departamento y entonces ahí estaban Camila y Sofía que se lanzaron prácticamente
encima de mí.

-Hey, ¿qué hacen aquí?

-Llamé a Normani preguntando por ti ya que no contestabas al celular y me dijo que ibas a venir
para acá. Así que vine para verte y comprobar todo estaba bien, que estuvieses bien.

-Lo estoy-las abracé y luego uno de los primos de Mani la llamó y se fue dejándome a mí y a
Camila solas.

-¿segura todo bien?

-Hablé con Farith, en realidad creo tiene alguna clase de enfermedad mental. De un momento a
otro cambió y ahora se porta amable y atento. Supongo le hace feliz el trato que hicimos...

-¿De qué trato hablas?

-Dejará la empresa de mi padre y a Chris en paz por fin...

-¿Ah sí? ¿A qué precio Lauren?

-¿A qué te refieres?

-De pegarte a prácticamente ser un caballero contigo, esto me suena a una gran farsa.

-No, él puede ser lo que quieras pero tiene palabra.

-¿Acaso lo estás defendiendo?

-No, claro que no. Digo que sé que cumplirá.

-Es de palabra, un hombre de negocios... Así que estoy más que segura hay algo grande por medio.
¿Me lo dirás ya?

-Camila...

-Dímelo.
-Debo casarme con él.

-Claro, esto me suponía. ¿Aceptaste el estúpido trato verdad?

-Necesito que deje la empresa y a mi hermano en paz por fin...

-Entiendo pero esta no era la forma, Austin solo quería que mantuvieras tu distancia y lo
distrajeras mientras el terminaba un papeleo.

-¿Distrajera con sexo?

-¡No!

-Tú muy bien sabes él no es un tipo fácil...

-Por eso mismo, quizás podían hablar de la empresa, no que aceptaras casarte con él...

-Es solo hasta que tengamos los papeles de la empresa, solo hasta que esté completamente
desligada de las manos de los McGregor. Luego, buscaré la manera de divorciarme.

-¿Tú supones que yo voy a aguantar todo esto de ver como la chica que amo se va a el altar con un
idiota?

-Es algo ficticio...

-Claro, para ti es fácil decirlo.

-Es solo un trato, luego todo lo mandamos a la mierda y nos vamos a vivir juntas por lo que resta
de nuestras vidas.

-No sé cómo hacerte entender que esto no me suena nada fácil.


-Farith ya debió haber pensado algo así deseas y seguro está buscando la manera de retenerte si
no es con tu hermano o con la empresa...

-¿Qué más crees usaría en mi contra?

-No tengo idea... No te cases, buscaremos otra manera.

-No hay otra manera Camila, esta es la única en la que ninguna saldremos lastimadas. Prometo
tendremos luego mucho tiempo para poder conversar y estar felices junto a Sofía.

-Suena a como si me estuvieras pidiendo un tiempo...

-Viajaré con Farith mañana. Visitaré a sus padres, familiares y colegas de la familia. Es una
costumbre antes de casarse en su familia.
-Dale...

-Camila, no te pongas así- tomé sus manos con las mías- Te amo, todo saldrá bien. Prometo
llamarte y sé nada me pasará porque estarán todos ahí de testigos.

-Bueno, está bien...

-Haremos Skype ¿sí?

-¿Hablas en serio?

-Sí, conociendo a Farith se embriagará la primera noche junto al grupo de primos que tiene, igual
de machistas y violentos como él. Yo estaré en la habitación conversando contigo.

-Suena bien...

-Te amo-nos miramos y ella rodeó sus brazos alrededor de mi cuello, juntamos nuestra frentes.

-Prométeme te cuidarás...

-Lo prometo... Y tú prométeme que confiarás en mí.

-Sí, solo no te olvides de hacer Skype si puedes, quiero ver cómo te encuentras a cada instante. No
tienes idea de la preocupación que me haces sentir siempre.

-Hey, todo en orden. Eres hermosa-la miré fijamente y bese su nariz.

-Eres tan tierna...

Nos abrazamos y luego tomadas de la mano nos dirigimos hacia el resto de la familia a escuchar
como hacían karaoke.

Por mi mente solo pasaban imágenes que me espantaban, el hecho de estar sola con Farith.
También imaginaba una vida con Camila y la verdad, todo estaba tan confuso y dándome vueltas
que opté por sentarme y sentar a Camila en mis piernas.

-¿Ves las estrellas?

-Están más brillantes que nunca-dije mirando el cielo.

-Es porque saben no estarás conmigo, así que su luz te cuidará-sonreí y le di un corto beso en os
labios.

-Te amo, Camila...

-Y yo te amo a ti, Lauren.


*tiempo después*

CAMILA POV

-No puedo creer que nos esté yendo tan bien - dijo Lauren desde el baño - nunca creí que
seríamos completamente feliz Camila.

-¿A qué te refieres?

-¿Cómo que a qué me refiero? - salió del baño colocándose los pendientes para salir a cenar - me
refiero que si me hubieran dicho hace meses que conocería a una chica tan guapa y que me
terminaría enamorando de ella no lo hubiera creído.

-Yo no sé de qué chica guapa hablas - Lauren me lanzó un cojín - pero es cierto, cuando te vi en esa
oficina debo admitir que solo me guiaba por la lujuria porque eres muy caliente y quería follarte
duro - me levanté y comencé a caminar hacia ella.

-Y lo hiciste ¿o no?

-Y muchas veces - me coloqué detrás de ella y me di cuenta que su vestido era de seda, que no
llevaba ropa interior superior - No sabes cómo me pone verte con vestido.

-No los ocupo mucho.

-Lo sé, por eso me pone a mil - dejé el cabello de Lauren hacía un lado y comencé a besar su cuello
- eres jodidamente sexy - mis manos bajaron a su caderas y se aferraron a ella sin soltarlas.

-Llegaremos tarde, recuerda que... mmm... mierda... recuerda que... tenemos mesa pedida.

-Solo serán 15 minutos.

-¿15? - preguntó Lauren sorprendida - ¿Crees que me harás llegar en 15 minutos?

-Entonces apresurémonos si no me crees - coloqué a Lauren en cuatro y subí su vestido, me di


cuenta que su tanga era diminuta, se la bajé lentamente y besé una de sus nalgas.

-Pagaras por esto Camila, te lo juro.

-Descuida bebe, no es como si fuera la última vez que hiciéramos el amor - Llevé mis dedos hasta
el centro de Lauren y me introduje dentro de ella, noté cómo su espalda se arqueó y comenzó a
moverse de un lado a otro. La fricción que hacían mis dedos en sus paredes era exquisita, era
abrumante, era excitante - te amo Jauregui, te amo - Lauren estaba mordiendo el cojín que me
lanzo hace unos minutos y no dejaba de gemir - creo que ya estamos llegando bebe

-Mmm... si... Camz... Camz... mmm... sigue...

Sentí como su pared se contraía entorno a mis dedos y entonces se entregó al placer por
completo. Sus fluido corrían por la parte interna de sus muslos.
-No... no te salgas aún - susurró Lauren.

-¿Por qué?

-Estoy muy sensible, si los sacar ahora probablemente estropee la cama - yo solo sonreí.

-Entonces estropéala - saqué mis dedos del interior de ella y se desplomó en la cama dejando toda
su esencia sobre la cama - mi amor - me acerqué a sus labios - deberíamos irnos ¿no crees?.

-Eres una hija de puta, te juro que pagaras por esto.

Con Lauren salimos media hora más tarde de nuestro departamento en donde estábamos viviendo
juntas, le dije a Dinah que cuidara de Sofía esta noche y ella no se opuso. Llevábamos mese
planeando esta cena con Lolo, teníamos tanto trabajo que no nos habíamos dado un tiempo para
nosotras. Mientras íbamos camino al restaurante paramos en la esquina de una tienda de
televisores, daban la noticia de Farith que habían dado en la mañana, le darían cadena perpetua
en la cárcel por todos sus crímenes y por fin se haría justicia.

-Es increíble que aun hablen de eso - escuché que decía Lauren.

-Es una noticia impactante después de todo - respondí.

-¿Por qué?

-El no solo te hizo daño a ti amor, si no a muchas personas, a tu hermano.

-SI lo sé... es increíble que Chris haya despertado y que haya empezado su terapia de
rehabilitación.

-Se le ve feliz.

-Aunque sé que el... que le nunca volverá a ser normal del todo.

-Pero podrá comunicarse contigo, tener más control sobre su cuerpo.

-Me hubiera gustado que volviera a caminar.

-A lo mejor a largo plazo puede que pasen muchas cosas, pero sabes que el daño es grabe.

-Lo sé - Lauren tomó una de mis manos - no sé qué haría sin ti Lolo

-Obviamente nada, si con suerte sabes cocinar.

-Qué mala que eres - el chofer se reía de nosotros - ¿te puedo pedir un favor?

-Obvio amor.
-No me faltes nunca, no sé qué haría si un día despierto y no estás a mi lado.

-¿Te puedo pedir un favor yo también?

-Dime.

-No me faltes nunca - nos dimos un tierno beso y el chofer nos avisó que habíamos llegado, le abrí
la puerta para que ella saliera y le ofrecí mi brazo.

-Que galán que estás.

-Ya sabes, las buenas costumbres no se pierden tan fácil.

Cuando las puertas del restaurante se abrieron todos gritaron sorpresa, cayeron serpentinas,
confites y algunas que otras trompetas sonaban.

-¿Qué es esto Lauren?

-Feliz dos años de relación mi amor - agarré su rostro y me aferré a sus labios - te amo y no, nunca
te voy a faltar.

-Eres el amor de mi vida Cabello, el amor de mi vida.

LAUREN POV:

El resto de la noche me la pasé admirando cada detalle en Camila, su risa, su mirada, sus gestos en
particular ante cualquier situación.

La amo, sé que la amo y jamás podría amar a alguien como la amo a ella.

No puedo creer hayan pasado dos años, sufriendo altos y bajos debido a Farith que siempre se
empecinó en hacernos la vida imposible desde que descubrió me divorciaría de él, se volvió
paranoico. Con ayuda de Austin recuperamos la empresa de mi familia, desligándola de la de
Farith. Bajo engaños logramos firme los papeles del divorcio y al fin pude alejarme de él lo
suficiente. Grabamos cintas de video donde el me agredía, fue planeado, tuve que arriesgarme.
Obviamente esa parte no se la comenté a Camila, quería de una vez dejar todo atrás y el fin
justifica los medios.
Dos años luchando por ser feliz... Amo a Camila como nunca amé a nadie antes y deseo con tantas
ganas casarme con ella. Así que esta noche le propondré matrimonio, ahora solo quiero ver como
disfruta de cada plato de comida.

-¿Todo bien?

-Sí, de hecho todo está bien cuando estoy contigo.

-A mí también me encanta estar contigo Camila...


-Sofía también se siente bien bajo tus cuidados y el cariño que le das, eres increíble y necesito
agradecerte por eso. Ya sabes, además del apartamento que compraste para que viviéramos las
tres...

-No hay de qué, ya te dije ustedes son todo para mi ahora. Mi padre sigue pensando soy bastante
informal en mi vida por este pequeño detalle...

-Te refieres al compromiso ¿no?

-Sí

-No le des importancia, todo está bien-ella bajó la cabeza.

-¿Te vas a comer el postre?

-Claro-sonrió y sacó una cucharada de pudín llevándoselo a la boca y en pocos segundos vi su


gesto de dolor.

-¿Pasa algo?

-Esto tiene una piedra, ¡dios!-metió su mano a la boca y sacó el achocolatado anillo.

-¿Te casas conmigo?-sonreí.

-No lo puedo creer, yo...-me miró y volvió a mirar el anillo- sí, claro que sí.

-Te amo-me puse de pie y me acerqué a abrazarla- eres lo mejor que me ha pasado, me has dado
tantas razones para querer estar contigo para siempre...

-Y tú a mí, ahora eres tan fuerte, tan valiente, te amo por eso. Te amo tanto Lauren...

-Te amo muchísimo más.

Terminamos de cenar y entonces nos dirigimos a caminar por las calles de New York, la ciudad que
nunca duerme. Estábamos tomadas de la mano y ella me dejaba ver su hermoso anillo en su
perfecto dedo y presumía de este.

-Pensé sería yo quien te pidiese matrimonio...


-Camila, ya acéptalo... Soy la activa, es mi derecho.

-No eres la activa... Eres la pasiva...

-No

-Sí, recuerda unos minutos antes de venir a cenar...

-Te odio...
-No me odias, amor. Me pedías más y que siguiese-me guiñó un ojo y entonces me puse en frente
deteniéndola y besándola con mucha pasión.

-Sí, te amo y esta noche te lo demostraré aún más.

-Amor...

-Dime

-Eres y siempre serás la persona más perfecta en este mundo.

-Tú eres perfecta, ya vamos-sonreímos y seguimos caminando llegando casi a la calle de nuestro
apartamento.

Escuchamos un auto venir y luego vimos frenó en seco a nuestro lado.

Salieron dos hombres altos y me agarraron de los brazos, Camila gritaba que me suelten pero
empezaron a golpearme. Por fin, vimos salía alguien del asiento del copiloto... Una mujer rubia de
baja estatura.

-Hola, Lauren...

-Allyson...

-Sí, esto es por Farith.

Continuaron golpeándome y entonces Camila saltó encima de Allyson golpeándome con


desenfreno. De un momento a otro, un auto de policías se estacionó y gritaron nos soltaran.
Escuchamos un disparo y el auto de Allyson se fue cuando voltee a ver, Camila estaba en el suelo.

Corrí hasta ella mientras aquel oficial que reconocí por aquella vez que golpeó a Farith se acercó a
mí, me separó de Camila y llamó a una ambulancia. Comencé a gritar y solo recuerdo su abdomen
sangrando descontroladamente y mis ganas de acercarme.

-Tranquila, por favor-decía el oficial.

-¡Camila!¡Camila!

-Solo ten cuidado-dijo por fin soltándome.

Me lancé al suelo de rodillas y coloqué mi mano sobre su herida de bala.

-¡ÓJALA TE MUERAS ALLYSON! -lloré con la cabeza de Camila sobre mis piernas mientras
acariciaba su cabello y trataba de que no cerrara los ojos, estaba confundida y bastante pálida.

-Lauren...
-Hey, tranquila ya viene una ambulancia solo resiste un poco ¿sí?

-No podré...

-Sí, sí puedes...

Sujeté su mano con todas mis fuerzas, llegó la ambulancia la subieron y la acompañé. Los
paramédicos hacían de todo porque no quedara inconsciente y eso trataba de hacer.

Nos quedamos mirando mientras veía las lágrimas en los ojos de Camila acompañando las mías.

-Siempre juntas...

-Siempre Camila siempre... No te duermas...

-Recuerdas cuando te pregunté si te gustaba mi vestido cuando te conocí...

-Sí

-Yo quería que supieras...

-¿Qué?

-Que desde ese momento... Sabía

-Dime

-ibas a ser todo para mí...

-Te amo tanto-sujeté aún más su mano y le di besos.

-Te amo y cuida de Sofía... ¿sí?

-No, no digas eso... Ya casi llegamos...-comenzó a toser y a expulsar sangre por los labios, los
paramédicos la atendieron y luego de varios intentos y la mirada de Camila en la mía... Su mano
dejo de hacer fuerza en la mía, vi su mirada fija en la mía nuevamente... Inmóvil.

-Señorita... Ella...-dijo el hombre.

-No diga nada...-me recosté en su pecho y lloré como nunca.

Toda historia que empieza tan precipitado y sin opción a pensar, solo dejarse llevar por la lujuria,
termina amarrándote a un amor prohibido.

Un amor que te enloquecerá y que te dejará sin aire. Una responsabilidad... Un recuerdo
inolvidable.
FIN

♥ Feliz día de los inocentes :D

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CAPÍTULO 23

CAMILA POV

Era oficialmente mi primer día en la oficina de Austin y claramente ya se ve la diferencia. Acá todo
es ordenado, todos se tratan bien y no digo que en la oficina de Lauren no pasara lo mismo pero
desde que Farith tomó el cargo todo se había ido en picada.

-Llegaste - era Austin - bienvenida - solo sonreí - ven a mi oficina - lo seguí por un pasillo gigante y
me di cuenta de que todo el mundo estaba mirando, era obvio que me veían como la típica chica
nueva que no sabe absolutamente nada de la vida pero es no era así.

-Muy bonito - dije mirando su despacho - muy tú - él solo sonrió.

-¿Gay? - me reí - gracias, Brad me ayudó a decorarlo. Toma asiento - le hice caso - ¿Por qué tienes
esa cara de culo?

-¿Qué cara debería tener cuando tu chica te dice que se casará con un idiota solo para salvar el
imperio de su familia? Ni siquiera sé cómo creyó en la palabra de ese idiota.

-No tenemos otra opción.

-¿Por qué no puedes quebrarlo de una vez?

-No es tan fácil... Si Lauren hubiera denunciado o hubieran imágenes del día en que la golpeó en tu
casa todo sería diferente pero él se encargó de que esa noticia no saliera en ningún lado.

-Creo que nunca antes había odiado tanto a alguien.

-Tienes que tener cuidado Camila - lo miré - lo conozco, le gusta dar en donde más le duele a la
gente.
-Tiene a Lauren en quién sabe dónde en estos momentos ¿Qué más puede tener de mí?

-Sofía - mi piel se erizó y mi cuerpo se paralizó.

-Él... Él no sería tan hijo de puta.

-He escuchado que ha hecho cosas horribles por el poder Camila, solo... Solo cuídate y cuida a tus
seres queridos. Estoy seguro que odia a Dinah por meterse en la pelea que tuvieron en el hotel.
-Sofía es una niña, él... Él...

-Solo cuida a tu seres queridos y a ti... Ahora... Será mejor que vayas a trabajar, harás lo mismo
que hacías con Lauren.

-¿Tu plan funcionará verdad?

-Eso depende de todos nosotros.

-¿Es necesario que Lauren se tenga que casar con ese idiota?

-Si tenemos suerte a lo mejor todo esto puede terminar antes.

-¿Qué tan antes? - él solo me miraba.

-Ve a trabajar Camila.

-Perdón, gracias por esta oportunidad y por lo que has hecho por Lauren.

-De nada.

El resto del día fue un mero trámite, miraba el celular cada 5 minutos esperando tener una
llamada de Lauren pero nada, quedamos en que ella me llamaría para que él no sospechara, pero
no lo ha hecho y ya me estaba convirtiendo en una histérica menopáusica. Muchas chicas de la
oficina trataron de coquetearme pero yo simplemente pasaba de ellas, no entiendo que tan
evidente soy para que noten que soy lesbiana. Era increíble como el amor podía cambiarte, antes
de seguro ya hubiera estado haciendo un trío en un baño, alguna estupidez como esa.

Cuando eran las 7 de la tarde le dije a Austin que me tenía que ir a casa porque Dinah estaba
cuidando a Sofía y tenía que salir a las 7:30, me dijo que no había problema alguno. Salí del edificio
y tomé un taxi hasta mi casa entonces mi celular sonó, era ella.

-Hola fantasma - dije en tono de broma y la escuché reír.

-Hola hermosa - noté por su voz que no estaba feliz - lamento no haberte llamado antes pero tenía
que esperar que Farith se emborrachara y se quedara dormido. Vaya que demoró en hacerlo.

-Descuida, pero estaba preocupada. Creí...Ccreí que él te habría hecho algo.

-No ha pasado nada...

-¿Aún?

-Tengo miedo Camila, miedo de que... De que despierte agresivo y quiera... Quiera, ya sabes...

-Tener sexo.

-Sí, estoy acostumbrada a tus caricias, a tus besos, a tu cuerpo, a tu rudeza no a la de él.
-No dejes que te toque por favor Lauren, no podré soportar eso.

-No lo haré, soy tuya ¿lo recuerdas? ¿En dónde estás?

-Voy llegando a mi casa, amor.

-¿Podrías apurarte? - el tono de su voz cambió - quiero hablar contigo por Skype.

-Ya llegué, te hablo cuando prenda el computador.

Le pagué al taxista y subí a mi departamento, cuando entré Dinah me hizo una seña de que hiciera
silencio porque Sofi estaba durmiendo.

-Me costó un mundo hacerla dormir, esa niña tiene mucha energía.

-Lo siento y muchas gracias ¿tienes una cita hoy?

-Sí, así que mañana te cuento todo.

-Lo estaré esperando.

Me despedí de mi mejor amiga, pase a ver a Sofía quien estaba dormida en su cama y caminé
hasta la mía, me saqué el abrigo y los pantalones. Estaba solo con una blusa y ropa interior, prendí
el computador y me conecté a Skype, vi a Lauren conectada así que le mandé la solicitud.

-Hey - Lauren tenía su cabello suelto, una blusa y como si nos hubiéramos puesto de acuerdo,
estaba solo con ropa interior inferior.

-Amor- dije mirándola y sonreí - te ves muy linda.

-¿Tú? Claro, creo que los nuevos aires en la oficina de Austin ¿Cómo te fue?

-Bien

-¿Solo bien? ¿Te coquetearon?

-Lo de siempre Lauren.

-¿Lo de siempre? Que putas que son - sonreí - ¿De qué te ríes?

-De que siempre me ha gustado la Lauren celosa.

-¿Sabes lo que haría si estuviera ahí contigo?

-¿Qué?
-Te daría un codazo por eso que dijiste porque no soy celosa... Y luego ya te haría el amor, besaría
tus labios que por cierto se ven muy apetitosos - sonreí - el hueso de tu clavícula se ve aún más
apetitoso por cámara...

-Tienes que parar.

-¿O qué?

-Sofía está durmiendo en el cuarto de al lado Lauren, no querrás te escuche decir esas
vulgaridades...

-Extraño tu sabor Camila - una corriente eléctrica atravesó mi columna hasta llegar a mi centro -
¿Por qué te estas mordiendo los labios? - Lauren comenzó a acariciar su cuello, noté que la polera
que andaba trayendo era transparente y que andaba sin ropa interior-¿Te gusta verdad? - Lauren
se pasó las manos por sus pechos y se los masajeaba.

-Tienes que parar Lauren, es en serio - apreté las sábanas- no sé qué intentas hacer... Pero no es
bueno.

-Deberías estar acá, te impresionaría saber lo caliente que me tienes - me mordí los labios - Me
gustaría saber si yo también te tengo así...

-Lauren...

-Vamos - Lauren llevó su cuerpo hacía delante y pude mirar sus pechos, intentaba desviar mi
mirada - es como la llamada de aquella vez ¿recuerdas? - Lauren se dio cuenta que la estaba
mirando - ¿te gustan?

-Me encantan, pero para.

-Será muy interesante, nunca he hecho nada por cámara... Dale...

-¿Estás segura de esto?

-¿Nunca has sentido curiosidad de qué se sentirá?

-Me muero de ganas de verte y la verdad...

-Ponte cómoda...
-Me va a matar el hecho de no poder tocarte y verte tan... Dios, ¿Cómo se supone se le dice a esto
que quieres hacer?

-Una videollamada caliente...

LAUREN POV:
Verla en solo blusa y bragas teniendo las piernas totalmente descubiertas era terriblemente
provocador. Mis pensamientos vagaban en ideas encendidas, escenarios rojos. Ya imaginaba
paseando con mis manos por todo su cuerpo y me desesperaba la idea de no poder tocarla.

-Te amo, Camila-dije casi susurrando, me alejé de la cámara y fui a cerrar con seguro la habitación
en donde me encontraba. Me fui acercando a la cámara y la manera en que Camila mordía sus
labios me desesperaba porque ansiaba ser yo quien lo hiciera.

-Lauren, ¿está mal si ya estoy haciendo películas en mi mente contigo? No hablo cualquier tipo de
película, una erótica...

-Mis pensamientos están tan desesperados y prendidos como los tuyos...

-Dime qué hacer... Nunca he hecho esto, tengo ideas pero no sé.

-Acércate un poco más...

-Listo... Sabes que no es necesario hagas tu voz más rasposa porque te juro ya me siento húmeda
de solo escucharte susurrar.

-Hey, sabes que no puedo hacer mucho ruido...

-Está bien, entonces...

-Provócame...

-¿Es una clase de reto?

-Pongámosle...

-Bueno...

Camila se arrodillo sobre la cama y luego se inclinó hacia adelante sosteniéndose sobre sus manos,
empezó a morderse el labio inferior con delicadeza y lentitud. Crucé mis piernas porque ya sentía
las palpitaciones en mi centro... Veía sus ojos vagar por cada parte de mi cuerpo como si se
imaginara cuanto desearía estar conmigo para besar cada espacio de piel. Pasó su lengua por su
labio inferior y tragué saliva ante la imagen que tenía en frente... Luego volvió a morderse el labio
inferior y sonrió. Supuse era mi turno entonces me incliné más hacia la cámara, dejando pudiese
notar como la blusa estaba algo floja y dejaba ver por encima de mis pechos mientras mordía con
lentitud mi labio inferior luego iba turnándome de costado entre un lado y el otro. Pasé mi lengua
por en medio de mis labios y los cerré entrando está de nuevo dejándolo húmedos.

-Dios...-dijo Camila casi susurrando mientras observaba como cogía la almohada a su lado
apretándola, de vez en cuando separaba sus labios y luego tragaba saliva, seguía teniendo su vista
recorriendo como si fuese alguna clase de mapa...

-Sigue...-dije mirándolo fijamente.


Ella asintió con la cabeza, colocó su dedo encima de su mejilla... Quiero que me beses justo donde
te señalo...

-Pero no puedo aunque quisiera...

-Quiero que simules con tus labios un beso... No es difícil...

-Me gusta la idea...-alcé una ceja y entonces ella sonrió levemente y volvió a colocar su dedo en su
mejilla e hice un gesto como si estuviese dándole un tierno beso al aire. Ella comenzó a deslizarlo
más abajo y se detuvo, volví a mandar un beso. Luego, su dedo se posicionó en la comisura de sus
labios y volví a repetir el gesto... Sentía mis mejillas calientes ante la escena y mis orejas no se
quedaban atrás. Deslizó su dedo por encima de sus labios y me detuve a simular besos cortos pero
con deseo... Después de un largo momento su mano se posicionó en su barbilla y volví a hacerlo,
su dedo bajaba en cuestión de segundos por su cuello y continué. Luego, llegó hasta sus clavículas
y me mordí los labios sin poder retener mis manos de querer pasar la pantalla. Señaló su hombro
izquierdo y entonces repetí besos continuos mientras apretaba las sábanas para no romper la
pantalla intentando ir hasta ella y hacerle todo lo que estaba causando en mí. Comenzó a
descubrir su hombro y me mordí la mano, no podía más, mordía mis dedos de tantas ganas que
sentía y ella sonrió levemente sabiendo que estaba logrando su objetivo.

Su mano comenzó a bajar por encima de sus pechos siendo interrumpiendo por a blusa que
llevaba...

-Creo que tendré que quitarme esto, ¿no crees?-me dijo alzando una ceja esperando una
respuesta.

-Este...-cerré mis ojos con fuerza- Dios, hazlo de una vez...-los abrí y colocó sus manos en el
dobladillo de la blusa en la parte inferior y comenzó a subírsela lentamente, torturando mi centro,
sintiendo ya la humedad, comenzó a subirse más y más la blusa hasta dejarla a un lado. Su ropa
interior era negra, esto la hacía más sexy de lo que ya era...

Sus manos bajaron hasta su abdomen por debajo de su ombligo y comenzó con sus uñas
acariciarlo subiendo tortuosamente hasta por debajo de sus pechos repitiendo el gesto una y otra
vez mientras yo estaba concentrada en cada detalle, desde cómo se mordía el labio inferior hasta
como sus manos pasaban por su perfecta piel.

-Espera...- dije y posicioné mis manos en el dobladillo de mi blusa, estaba lista para seguir el juego
y entonces comencé a sacármela, ella suspiro lentamente como si les costara respirar. El momento
se había vuelto intenso...
-Tócate el abdomen...-me dijo concentrada en este y así lo hice, deslicé mi mano por este como si
estuviese tocando algodón. Ella agarró una almohada y la colocó en un lado echándose de costado
mientras me miraba. Veía su cintura expuesta y ya mis pensamientos impuros estaban donde ella
de seguro corrompiendo los suyos.

La mano de Camila iba camino a su entre pierna amenazando con tocar su centro y yo estaba ya
bastante húmeda. Observé la escena y entonces me quité el brassier sin pensarlo dos veces, ella
abrió los ojos sorprendida de mi jugada y entonces intenté recostarme como lo hizo ella y
comencé a tocar mis pechos suavemente, hasta llegar a alterarme y apretarlos impacientemente
imaginando eran las manos de Camila tocándome.

Ella se sacó la blusa en cuestión de segundos y no pude evitar quedarme contemplándolos, ya me


estaba arrepintiendo de estar aquí y no allá con ella. Ella iba a la misma sintonía que yo nuestras
manos vagaban por nuestros abdomen, luego tocábamos nuestros pechos mientras reteníamos
gemidos...

-Tengo tantas ganas de meter mi mano por debajo de tus bragas y tocarte tanto... Sentir tu
humedad... Sentir como se te eriza la piel, cuando te estremezcas o arquees tu espalda y oír tus
gemidos ahogándote...

Ella comenzó a bajar su mano lentamente por la línea de su abdomen y con dos de sus dedos
acarició por encima de la tela de sus bragas su centro...

-Entonces... Quieres que me toque...

-Eso haría si estuviese allá...

-Dios... Entonces, imaginaré eres tú haciéndolo...-se mordió el labio y mi mirada estaba fija por
donde iba su mano investigando los recónditos lugares vestidos de lujuria.

Su mano hizo fricción por encima de su ropa interior y me mordía los labios mientras con una de
mis manos me sostenía de costado y con la otra acariciaba mi abdomen.

Vi como luego llegó al elástico de sus bragas y me miró provocativamente mientras jugaba con sus
dedos con este. Me mordí el labio inferior con fuerza y ella introdujo su mano mientras sus labios
dejaban se separaban lentamente dejando escapar un gemido acompañado de sus ojos siendo
cerrados con fuerzas.

-Quítate las bragas- dije con un tono bastante alterado por el momento ardiente que estaba
viviendo.

-Lo haré... Dios... Lauren... Dime, dime qué me harías...

Mientras ella se bajaba torturosamente las bragas yo sumergía mi mano en la mías ante el
momento...

-Besaría tus hombros...-Ella comenzó a acariciar su clítoris con efusividad y no pude evitar gemir
ante el tacto de mi mano con mi centro mientras me imaginaba a ella tocándome...- Los
mordería... Los lamería...

Su espalda se arqueó y sabía le estaba gustando...

-Te chuparía el cuello, te dejaría marcas... Bajaría hasta tus pechos y los mordería sin compasión,
los tocaría...-Dejó escapar un gemido y entonces pude notar como su espalda se arqueaba y mis
mejillas quemaban. Esa precisa escena de ella y yo masturbándonos al mismo tiempo pensando la
una en la otra encendía cada parte de mi piel en un rojo vivo.
-Sigue... ¿Qué más?

-Me gustaría chuparte los pezones, lamértelos...-sus manos fueron hasta sus pechos y tomaron
entre sus dedos sus pezones e introduje dos de mis dedos en mi cavidad contemplando la escena,
pronto oía los gemidos de Camila y comencé a acelerar el movimiento.

-Mierda...-volvió a tocarse en su centro introduciendo esta vez también sus dedos y gimiendo
desesperadamente- Mierda... Lauren... Dios...

-Sigue, mi amor...

-Dime, dime... ¿Qué más me harías?

-Te chuparía ahí abajo, me encantaría recorrer tu entrepierna morder la parte interna de tu
muslo... Separar más tus piernas, acomodarme entre ellas. Y penetrarte... Sentir como tus piernas
se tiemblan y tus paredes se tensaron en torno a mis dedos...

Comencé a oír como gemía, sus ojos estaban siendo cerrados con fuerza y como sus labios se
separaban dejando escapar más gemido, vi como incrementaba la velocidad su mano y acercaba
su centro hasta introducir por completo sus dedos, en ese momento hice lo mismo y al introducir
mis dedos con más fuerza y velocidad sentí una corriente de calor recorrerme haciéndome sentir
que estaba en una nube de lascivia, deseo, quería más de ella... Quería sentir más... Aumenté más
la velocidad y la dedicación a mi movimiento. De un momento a otro sentía ya casi llegaba al
punto más alto del clímax, con el fondo de los gemidos ardientes de Camila logré llegar dejando
escapar un fuerte gemido, había tenido un gran orgasmo y entonces vi como Camila me seguía y
observé sus piernas temblar y arquear su espalda, su boca abriéndose ante el gemido y luego
como todos sus músculos se relajaban y caía sobre la cama.

Me recosté sobre la almohada y dejé mis dedos sobre mi abdomen acariciándolo. Observé a
Camila quien me miraba con bastante cansancio...

-¿Te gustó?

-Mucho, me gustó mucho Lauren...

-Y eso que no me tenías ahí porque si no esto solo estaría empezando...

-Te juro estoy abatida... Fue muy intenso...

-Me encantó hacerlo...

-Lauren...

-Dime

-¿Cuando vuelves?
-Este fin de semana, me daré una pequeña escapada para verte y hacer todo lo que esta
videollamada nos ha limitado.

-Tengo tantas ganas de verte-dijo mientras veía como sus párpados estaban cansados y sus ojos se
abrían y cerraban lentamente.

-Amor, ¿tienes sueño?

-Sí...-sonrió levemente y me observaba.

-Esto es tan bonito como cuando te tengo aquí, solo que no te tengo y quisiera sentir tu calor, tu
respiración...

-Me pasa lo mismo, necesito sentir tus manos tocándome o tu cabeza recostaba sobre mis
pechos...

-Pronto, al menos, este fin de semana te haré mía. Soy capaz de hacerlo en el baño del
aeropuerto.

-¡Camila!

-Es que te juro no tienes idea de cómo me pones... Odio tanto a Farith...

-Dormiré en esta habitación hasta mañana y los próximos días. Sus padres no son tan malos como
él. Aunque realmente lo único que mencionan es negocios y dinero.

-Bueno de eso se trata todo ¿no? - cerró sus ojos y entonces sabía estaba quedándose dormida.

-Te amo, Camila, te amo tanto...

-Yo también a ti, Lauren, no tienes idea de cuánto amor...

-Gracias por este momento

-Gracias a ti...-vi como sonrió y entonces no recuerdo más solo que caí rendida en un sueño
profundo.

=================
CAPíTULO 24
CAMILA POV:

Decir que estaba desesperada era poco, no sabía qué hacer, no dormía bien, no comía bien y tenía
a Sofía muy enferma. Mi único apoyo era Dinah la cual trataba de calmarme todos los días pero ya
era mucho... Habían pasado 3 semanas desde que no sabía nada de Lauren, me estaba muriendo
en vida.
Hace una semana Sofía estaba hospitalizada, tenía muchos dolores de cabeza y comenzó a
desmayarse, la tienen en observación y aún no saben muy bien que es lo que tiene. No he dejado
de pensar en ni un segundo que este momento sería menos desesperante con Lauren a mi lado
pero ella no está, no contesta mis mensajes, mis llamadas, ni cuando la llamo por Skype.

-¿Cómo sigue Sofía? - me preguntó Dinah.

-Mejor, hoy salen los últimos exámenes y así.

-¿Aún nada de Lauren? - hice silencio - Camila... Ella debe estar bien, ya saben lo que dicen
verdad...

-Que las malas noticias son siempre las primeras en llegar - terminé la frase por ella.

-Si...

-No creo que esté... Bueno... Que le haya pasado algo grave, pero tengo miedo de que Farith haya
encontrado nuestra conversación, no sé.

-¿Tienes miedo de que el muy imbécil le haya colocado una mano encima?

-Si, Dinah - dije mirando el vaso de café que tenía en mis manos - él es capaz de cualquier cosa.

-¿Por qué no llamas al padre de Lauren o a su madre? - la quedé mirando - solo eran ideas.

-Son buenas ideas, pero creo que será mejor que vaya hasta la oficina de Lauren.

-¿No será peligroso?

-Farith no está ahí y a lo mejor me encuentro con el padre de Lauren.

-Bueno si quieres yo me quedo acá cuidando a Sofía - miré a Dinah y sonreí - ¿Qué te pasa? ¿Qué
tengo en la cara?

-Nada, solo... Solo que me doy cuenta que estoy tan sola... Mira, mira a mi alrededor - Dinah tomó
mi mano - no está nadie, solo tú. Si tú no estuvieras yo... Yo hubiera colapsado hace rato.

-Somos mejores amigas Camila, siempre juntas ¿lo recuerdas?


-Lo sé - acerqué su mano y la besé - es mejor que me vaya ahora si quiero llegar para la cena de
Sofía.

-Descuida si pregunta le digo que fuiste al trabajo y ya.

-Muchas gracias Dinah, en serio gracias.

Salí de la clínica y me subí al primer taxi que pasó, le di la dirección de la empresa Jauregui y
Asociados. Durante todo el camino traté de llamar a Lauren nuevamente y nada, mensajes y nada
¿Dónde estás amor? ¿Por qué no me contestas? Entonces se me ocurrió algo. Escribí un nuevo
mensaje:

"Lauren te amo, te amo con mi vida. Como nunca he amado a alguien, si te aburriste de mí, si
decidiste que lo mejor era mantener una vida "normal" al lado de alguien tan desagradable como
Farith solo dilo y ya... Lo entenderé aunque me cueste, porque te amo y deseo lo mejor para ti. Si
no respondes este mensaje daré por hecho de que ya no me quieres en tu vida y desapareceré de
ella... te amo"

Después de terminar de escribir y enviar el mensaje las lágrimas caían una tras otra por mi rostro,
me negaba a creer que ella se hubiera olvidado de mí, que ya no me quisiera pero son 3 semanas,

3 semanas de las cuales no sé absolutamente nada de ella. No sé si está viva, si está comiendo, si
la tratan bien... Mierda, mierda, mierda.

-Señorita ya llegamos - levanté la cabeza y me di cuenta que estaba afuera del edificio.

-Muchas gracias - pagué y me bajé del taxi.

-¿Quiere que la espere? - miré al chofer - no es por nada pero vi lo mal que estaba, puede
esperarla no se preocupe.

-¿Cómo se llama?

-Alejandro.

-Su nombre me hace tener muy malos recuerdos, pero se lo agradecería - miré al edificio - ni
siquiera sé cómo saldré de este lugar.

-La espero no se preocupe.

Le sonreí al tipo del taxi y entre al edificio, algunas personas me saludaban ya solo hace algunas
semanas trabajaba acá. Subí hasta el piso donde estaba la oficina de Lauren rezando por
encontrármela, cuando las puertas del ascensor se abrieron a la primera persona que vi fue a
Demi.

-Hola - me saludó.

-Hola - saludé de vuelta.


-No deberías estar acá.

-Lo sé pero no sé absolutamente nada de Lauren desde hace 3 semanas y pensé que... Bueno, ya
sabes.

-Ella no ha aparecido por estos lugares - mi corazón comenzó a latir muy fuerte - lo siento.

-¿Quién está en su oficina?


-Su padre y su madre.

-¿Crees que podría hablar con ellos?

-No sé Camila no creo que... -ni siquiera dejé que terminara la frase, la hice a un lado y continué
caminando. La verdad es que si ella me hubiera dicho que no igualmente iba a pasar. Abrí la
puerta y me encontré con Austin, Clara y Michael.

-Oh - dijo Clara - ¿Qué pasa Camila? - veía la escena y sabía que algo no andaba bien.

-¿Qué... que hacen todos acá?

-Es mi empresa, te lo recuerdo - dijo Michael.

-¿Y tú? ¿Qué haces acá? - le pregunté a Austin.

-Vine a hablar de negocios ¿recuerdas?

-¿Negocios? ¿Dónde está Lauren? - todos se quedaron en silencio.

-Bueno ella está con Farith, como tiene que ser - hablo Clara sin siquiera mirarme - no creas que al
final te quedarías con mi hija, ella no es lesbiana.

-¿Qué? Pero... Ustedes... Ustedes dijeron que era un plan, Austin dijiste que esto era solo un plan.

-Y lo es Camila - Austin se levantó y caminó hacía donde yo estaba - sigue siendo plan, pero
Lauren... Ella me llamó ayer.

-¿Qué? ¿Cómo es que te llama a ti y a mí no? - Austin sacó su celular y me mostró su celular, tenía
la llamada de Lauren y la duración. Habían hablado 30 minutos - me dijo que se casaría con Farith,
pero que ya no era parte del plan así que... Bueno, se casaría de verdad y que después de eso
hiciéramos lo que quisiéramos con él.

-¿Qué? Eso es mentira ¿de qué le sirve casarse con él si cuando lo haga terminará por quedar en la
calle y ni siquiera lo ama?

-No estés tan segura de eso - hablo Clara.


-Clara es mejor que te calles- dijo Michael - sé que amas a mi hija y sé que ella te ama a ti - mis
lágrimas comenzaron a caer una por una - no sé qué habrá pasado con ella estos días, no sé qué le
habrá dicho Farith pero... Bueno, ella si se quiere casar con él.

-Llámela...

-Camila...

-Llámela, a usted le va a contestar... Llámela por favor - Michael dudo algunos segundos pero
después sacó su teléfono y la llamó.
-Hola hija - mi corazón se iba a salir en cualquier momento - muy bien y tú... Oh me alegro... - le
quité el celular.

-"Papá... Papá ¿sigues ahí?... Papá...

-Lauren - susurré muy despacio, no obtuve respuesta... Solo escuchaba su respiración del otro lado
y toda mi piel se erizaba - Responde el mensaje que te mande acá, ahora... Di que no me amas y te
dejo de buscar. Porque no entiendo que te vayas a casar con él porque quieres - ella no decía
absolutamente nada - Lauren, por favor - comencé a llorar -por lo que tuvimos, si algún momento
lo soñé, si algún momento fue real por favor...

-Fue real - solo dos palabras para derretir mi corazón - Fue... lo más real que he tenido en mi vida y
no puedo decir que no te amo porque lo hago.

-Entonces... Porque...

-Porque sí y ya.

-Sofía te extraña.

-No juegues sucio.

-Yo lo hago Lauren... Si te casas... Si te casas me romperás.

-Da está relación por terminada - cinco palabras para destrozar lo poco y nada que quedaba de mi
corazón - te amo y lo siento pero... Pero es lo mejor "LAUREN TENEMOS QUE IR AL ENSAYO DE LA
BODA ¿ESTAS LISTA?" - Escuché a Farith atrás - me tengo que ir.

-Wow - fue lo único que dije.

-Adiós - y colgó.

Dejé el celular encima de la mesa del ex escritorio de Lauren y salí de esa oficina, Austin me gritó y
Michael también pero no escuché a ni uno de los dos. Bajé y el taxi seguía ahí.

-¿Al hospital? - me preguntó el chofer.


-No... Al aeropuerto internacional - él solo me quedó mirando, saqué mi celular y le mandé un
mensaje a Dinah explicándole todo. Solo espero que Sofía esté bien y no le pase nada malo.

LAUREN POV:

-Ya estoy lista, amor- acaricié la mejilla de Farith.

-Te ves preciosa...

-Gracias-sonreí.
-El auto nos está esperando, ve subiendo yo ya regreso-dijo él.

-Está bien...

Luego de estar en el auto esperándolo por fin llegó y fuimos camino al local que habíamos
alquilado para el ensayo de la boda.

-Irán mis mejores amigos, están emocionados, por fin me casaré-sonrió.

-Eso es muy interesante, podré conocer a más personas a parte de tu familia.

-Sí, claro.

-Luego, podemos volver a casa y descansar, necesito recuperar el sueño, últimamente te he


acompañado a todas tus reuniones y eventos...

-Esta noche tendremos algo especial, una amiga mía hizo una gran fiesta y la verdad pienso asistir.

-¿Qué amiga?

-Allyson Brooke

-Oh...

-No comencemos de nuevo

-Querido no he dicho nada, estoy entusiasmada por ir...

-Así me gusta-me miró y acarició mi mejilla- sabes que amo tus ojos más que a nada ¿no?

-Lo has dicho muchas veces.

-Me encantan, son muy hipnotizan tés

-Gracias...

De un momento a otro me di cuenta ya habíamos llegado, entonces Farith me ayudó a salir del
auto ya que traía un vestido rojo muy largo y estaba lista para empezar el ensayo.

Debo admitir estuvo no tan aburrido como otra de sus reuniones, no conocía casi a nadie pero me
la pasé hablando con la mesera que era muy graciosa.

Cuando salimos del local nos dirigimos a casa de Allyson, la cual debo admitir era muy grande para
una persona tan pequeña...

-oh, llegaron, al fin...-sonreía mientras nos invitaba a pasar.

-Buenas noches-dije saludándola y entrando junto a Farith.


-Te ha quedado muy bien la decoración-dijo mi prometido.

-He estado haciéndole muchos arreglos pero por fin tengo algo concreto.

-Se ve muy elegante-dije sonriendo y de pronto apareció un joven muy alto.

-hola, disculpen mi modales, buenas noches, está es su casa-nos invitó a pasar y cuando entramos
habían muchas personas de alta sociedad conversando y riendo mientras tenían copas en las
manos y comían bocaditos.

-¿Y él quién es?-dijo Farith mirando a Allyson.

-Él es Troy, mi acompañante...

-Oh ya veo...-dijo Farith algo disgustado.

Llegamos junto a un grupo que también eran amigos de Farith y este los saludó y hablaban de
negocios y autos. Mientras yo miraba de un lado a otro esperando esto se acabara pronto.

Eran cerca de la una de la mañana cuando decidí por fin ir al jardín donde había una extensa área
verde con una gran pileta y flores por todos lados, se veía hermoso y los árboles tenían formas de
animales o personas.

Vi una sombra a lo lejos, de pronto noté como se sentaba en una de las bancas de madera con un
estilo anticuado.

Me acerqué porque parecía ser una joven, cuando casi llegaba hasta ella noté era...

-¿Se puede saber qué rayos haces aquí? ¿Cómo supiste estaría aquí?

-Es fácil Lauren... En la oficina de Farith brindan mucha información sabes... Se ve que lo detestan.

-Vete, quiero que te vayan ahora.

-No me voy a ningún lado. Igual me pasé casi una hora mirándote reír y conversar con sus amigos,
te he visto cariñosa hasta dándole besos.

-Vete o mandó a llamar a alguien, tú no estás invitada.

-Me vas a echar entonces...

-Camila, por favor debes irte. Farith no puede saber estás aquí...

-¿No?

-No, ya debes irte.


-¿Por qué no puede verme? Ya se va a casar contigo, tú me quieres lejos de ti, ya ganó todo, ¿a
qué le teme?

-Por favor, vete...

-Me voy cuando me digas si todo esto es parte de algún otro plan que no entiendo o que no me
han comunicado.

-Ya te dije lo que querías saber por teléfono.

-Y no fue suficiente porque me cuesta creer lo que dices.

-Mira, si no te vas me vas a meter en problemas.

-¿Te tiene amenazada? Si es así, dímelo ahora y no te vas a quedar aquí con este infeliz.

-No me ha hecho daño, desde que le prometí nos casaríamos y no lo hará más.

-¿Y tú le crees así de fácil?

-Esto va más allá de lo que crees, tienes que irte por favor.

-Y si te digo que tengo ganas de ir hasta allá y decirle lo hijo de puta que es, porque no me creo
todo este cuento de hadas que tratas de dibujarme.

-¡Camila lárgate!

-¡No me voy a ningún lado!

-Camila...

-Dime, dime por favor...

-No pasa nada, no te amo, esa es la verdad. Si te lo dije por teléfono era para que no te sintieras
mal.
-Eres de lo peor...

-Soy una buena actriz sabes...

-Tan buena que te vas a quedar sola...

-Mañana me voy a casar.

-Estoy muy enterada de eso.

-¡Lauren!-gritó Farith a lo lejos.

-Vete por favor, vete ahora, o juro que mandó a que te saque seguridad.
-Ya me voy, ojala y seas feliz antes que te maten a golpes...-se retiró entre lágrimas.

Al rato Farith llego hasta donde estaba a cuando Camila se había ido.

-La he visto...

-Y ya se fue, no hay de qué preocuparse-dije bajando la cabeza y este tomó mi barbilla e hizo lo
mirara.

-Ya te advertí que nada de esto podía pasar, ¿la estuviste llamando acaso?

-Farith, con lo que le he dicho no se va a acercar nunca más a mí ni a ti.

-Debe estar lejos de nosotros...-sus expresiones se tornaron violentas.

-Sí...

-Perfecto-sus facciones parecían ya relajadas.

Me tomó de la mano y regresamos a la fiesta sonriendo. Él me contaba lo ilusionado que estaba


con el matrimonio y luego la broma que le hizo un amigo.

-Así que nadie cree por fin te casarás...

-No, tampoco creen que con tan bella mujer...-sonrió.

-Vaya...

-Lauren, mañana por fin podremos estar junto y comenzar de cero...

-¿De qué hablas?

-Ya sabes, nos casaremos y tendremos una muy buena noche de bodas en nuestra luna de miel.

-Dijiste iríamos al hotel y luego seguiríamos nuestra rutina diaria.

-No, bueno, yo solo quiero que sepas te tengo una sorpresa y es mejor la sepas de una vez.

-¿De qué hablas?

-Nos vamos a Grecia.

-Eso no estaba en nuestros planes...

-Por eso es una sorpresa, nos casamos y luego nos iremos de viaje, ya tengo los pasajes y todo será
increíble.
-No puedo...

-Sí puedes...

-Farith

-¡A ver Lauren no me hagas perder la poca paciencia que tengo luego de verte con Camila, estoy
tratando de mantener mis cordura!

-perdón...

-Ya hablamos, tenemos un acuerdo...

-sí, sí, perdón, no volverá a pasar...

-Perfecto.

=================

CAPÍTULO 25
LAUREN POV:

Los rayos de sol ya tocaban mis piernas y sentía la calidez de la mañana, hoy no era un día
cualquiera. Hoy era el día en que me casaría con FarithMcGregor.

Un peculiar recuerdo vino a mi mente despertando en mí ciertos sentimientos encontrados, unas


sabias palabras de mi abuela retumbaban mi cabeza haciéndome entrar por fin en razón, luego de
haber estado engañándome. Sin embargo, muchas veces por más que sabemos es el mayor error,
es mejor pensar todo irá bien y que los sacrificios que se hacen por la gente que amas es
irreemplazable.  

-¿Estás lista?- era mi mamá que tenía un bolso donde llevaba todos los accesorios y cosméticos
que utilizaría.

-No quiero levantarme...

-Vamos, no es tan malo después de todo.

-Tú tampoco lo soportas y lo sabes.

-Lauren...

-Sabes muy bien a que me refiero, no quieres me case con un tipo que se dedicará a golpearme,
pero sé cuánto odias la idea de que sea lesbiana, que me atraigan las mujeres, de haberme visto
ese día con Camila en la cama.

-¡Silencio!
-¡No me voy a callar!

-¡Claro que sí, tú no eres lesbiana ni nada de eso!

-¡Cállate y lárgate de mi habitación!

-Lauren...

-¡Que te vayas te dije!  

No aguantaba ni un segundo más tener a alguien que prefería me pusieran una mano encima
antes que vaya en contra de todos sus principios sobre lo que era el verdadero amor y que
significaba todo el género.

Me levanté y me dispuse a hacer la llamada que tanto necesitaba, eso era lo único que podía
calmarme un poco de cierta manera.

Fui a mis contactos del celular y por fin di en llamar...  

-Hey...

-Pensé miles de veces si debía contestarte sabes

-Sé cómo te debes de sentir

-No, no lo sabes

-Camila...

-¿Para qué llamaste?

-necesito que sepas, esto es lo mejor

-No es lo mejor, tú juras estar enamorada de él.

-Solo quiero me prometas algo, es todo.

-¿De qué se trata?

-Solo necesito me prometas vas a cuidar a Dinah, Sofía y a ti...

-¿Por qué me dices eso?

-Prométemelo, necesito me lo prometas

-Prometo que las cuidaré de personas como tú


-¿Qué?

-Sí, esas que llegan hacen que te encariñes y luego se van como si nunca hubiesen sentido ninguna
clase de cariño en realidad.

-No soy así

-Sí lo eres, lo has demostrado y sabes no entiendo cómo puedes ser tan fría...

-¿De qué hablas?


-Olvidarte de todo lo que hemos vivido juntas, de todo lo que nos prometimos de todos los
momentos, estuve cuando Farith te hacía daño siempre estuve, te defendí y te protegí más que a
nadie. Lauren dime qué estás buscando por qué no entiendo nada.

-Solo quiero seas feliz y junto a mi jamás lo serás.

-Pero cómo es que eso lo puedes saber tú... No sabes nada de lo que siento ni lo muy feliz que me
haces así que deja de decir tontería.

-Te han hecho mucho daño a causa mía y seguirás teniendo problemas y verás que esto nunca
acabará

-Teníamos un plan, estábamos trabajando en ella o es que acaso lo olvidas, eso, exacto tú olvidas
todo tan rápido que no te das ni tiempo de dudar si en algún momento estaba bien el tener que
dejarme y sin ni si quiera avisarme.

-Camila, ese plan va a funcionar y sí, mis padres tendrán el apoyo de Austin, mi hermano está muy
bien bajo los cuidados en uno de los hospitales de Austin pero entiéndeme que eso no es todo.

-Eso era lo que más nos preocupaba...

-Sí, pero no es todo entiendes...

-No te entiendo, Lauren.

-Te amo, eso pasa, eres muy importante, tanto Sofía como tú, las amo.

-Tú no nos amas, nos dejaste Lauren

-No las he dejado, he tomado una decisión importante

-Sí claro y nos amas tanto que ni si quiera avisas sino te llamo por medio de tu papá no me
enteraba nunca.

-Estaba tratando de encontrar las palabras adecuadas pero te adelantaste a todo.

-Lauren no sé en qué andas pero solo quiero sepas yo sí te amé pero esto es demasiado.
-Yo también te amé y te amo...

-No me digas eso, justo hoy estas por casarte con el degenerado de Farith cuando ya no es
necesario porque en un par de horas el plan concluirá y todo estará perfecto, pero no entiendo
qué ganas con casarte...

-Gano mucho...

-Lauren si él te ha amenazado o algo por favor dímelo...

-No me ha amenazado...

-Dime la verdad

-Te amo, esa es la verdad

-Ok, si me amas ¿por qué te casas con él?

-Es complicado

-Lauren, él no nos hará daño, yo estoy feliz contigo.

-A veces se deben tomar decisiones difíciles

-Claro siempre dejándome a un lado como si no importara...

-Hago esto por ti aunque no lo creas ahora

-¿por mí?

-Sí, lo hago por ti...

-Mira Lauren, si Farith te ha amenazado con hacerme daño a Sofía o a mí y tú haces todo esto para
mantenerlo alejado entonces te estás equivocando y de una manera muy grave...

-Camila...

-No, Lauren... Está jugando contigo, unidas podemos hacer mejores cosas que separadas, tú no
estás decidiendo si estás protegiéndonos o no, estás siendo masoquista.

-¿Tú crees que quiero esto?

-Sí hoy aceptas casarte con él, olvídate de mí para siempre

-Camila

-Olvídate Lauren, no estuve todo ese tiempo desviviéndome por ti y cuidándote tanto para que te
dejes llevar tan fácil por quién tanto evitamos.
-Lo siento, en serio yo lo siento mucho

-Tu temor hacia él cada vez te destruye más

-Yo te amo

-¡Deja de decir eso!

-Es que te amo

-No me amas, haces todo más difícil... Estás complicando todo...

-Camila, espérame

-¿Cuánto más? Dale dime, yo no te entiendo y jamás te entenderé

-Él tiene contactos y puede hacerte daño...

-No, no me va a hacer daño luego porque ya me lo está haciendo ahora llevándose con él a quien
más amo, se lleva mi vida Lauren, te lleva a ti y de la manera más estúpida que existe, tu propia
voluntad...

-yo...

-Adiós-dijo entre llantos y colgó.  

Sentí la presión en el pecho iba aumentando y mi dificultad por poder respirar era cada vez más.

No sabía ya ni donde me encontraba, estaba realmente desorientada y lo último que recuerdo es


el dolor del golpe que causó mi cabeza con el suelo.

--

-Hey, ahí estás...-dijo una voz grave y sabía era él.


-¿Qué pasó?

-Te encontramos en el suelo... No te ves tan mal así que supongo no tenemos que posponer la
boda.

-Oh... Me duele mucho la cabeza

-Te golpeaste fuerte al caer seguro, ya viene un médico a casa. Después que te atienda y te de
algún remedio te alistas

-Farith... No puedo casarme contigo...-dije casi tartamudeando.

Él en seguida tomó un mechón de mi cabello y lo jaloneó.


-¡Hoy te casas conmigo dije!

-Farith suéltame-dije sollozando y me soltó.

-Perdón, son los nervios... Tenemos que casarnos, no puedo esperar a más.

-Yo...

-¡Mejor será que salga de aquí esto no me deja pensar bien y alístate quieres!

-Sí...-él salió de la habitación puse el seguro a la puerta y lloré tanto, como no lo hacía hace mucho
tiempo.

Mi vida se iba y ya estaba siendo un infierno, Farith no cambiaría de comportamiento jamás, lo


peor de todo es que era un alcohólico, no podía dejar de lado ese vicio y el ser violento combinado
a eso era fatal.

Camila de seguro debía estar llorando y seguro está tan dolida por todo lo que va a suceder y yo
aquí esperando a que todo sea diferente de alguna manera, la verdad solo cerraba mis ojos e
imaginaba mil y un escenas donde estaba recostada en el regazo de Camila y ella acariciaba mi
cabello, lamentablemente eso no era algo más que ficticio. En unas horas iba a dar un gran paso y
ya había perdido al amor de mi vida así que no hay que dar vuelta atrás, esto lo hacía no por mi
sino por quienes amo, por Camila, Dinah y Sofía porque son personas increíbles y merecen lo
mejor de este mundo algo que yo no les puedo dar.

Farith tenía tantos contactos y desde que averigüe en que andaba metido con todas sus amistades
solo tuve más miedo de él. Sicarios, aún recuerdo esa palabra en plural y estremece cada parte de
mi cuerpo cuando la vuelvo a recordar pero esta vez saliendo de los labios de Farith. 

Tengo miedo de todo en esta vida y quizás nunca tenga fortaleza para enfrentarlo porque me
siento muy pequeña ante todo, mi familia va a estar bien, Camila y su familia y nuestras amigas
van a estar bien. Yo, yo estaba dando todo por ellas, yo estaba sacrificando mi felicidad por quitar
de encima a alguien como Farith. 

Quizás parezca estúpido pero cuando amas ya no piensas solo quieres ver una sonrisa eterna en
esa persona especial, para mi esa persona era Camila Cabello y aunque todo haya empezado en un
tono distinto y haya transitado en caminos tormentosos y llenos de obstáculos, finalizó nuestra
relación con un sacrificio, el mío, me estoy privando de poderla amar en desmedida y quizás no la
vuelva a ver en mucho tiempo, quizás jamás la vuelva a ver pero eso haces cuando te enamoras de
alguien inalcanzable o cuando no escoges a las personas adecuadas para relacionarte. 

Farith antes parecía el hombre perfecto pero me he dado cuenta que mientras más inseguro se
sienta su personalidad se vuelve más mierda y es todo un degenerado en tomar decisiones,
llámenme exagerada pero él es un enfermo.

Narra Camila
No podía seguir escuchando su voz, esa voz que tantas veces me hizo sonreír, llorar y hacer
explotar mi corazón con tantas emociones. Apenas corté Sofía se lanzó a mis brazos, la abracé y
acaricié su cabello que olía al shampoo que Lauren le había comprado antes de irse de nuestras
vidas.

-¿Por qué lloras kaki? - sonreí.

-Existen cosas que... bueno, que sabrás mediante vayas creciendo - ella me quedó mirando.

-Lauren no volverá ¿verdad? - dejé escapar un suspiro.

-Puede que... puede que sí, que no la volvamos a ver nunca más.

-¿Quieres ir al parque kaki?


-¿Por qué al parque Sofía?

-Cuando a mí me duele la barriga, la cabeza o me siento mal tú siempre me llevas ahí y se me pasa
- era increíble la inocencia de Sofía.

-Estaré bien - en ese momento entró Dinah - ¿Por qué no llevas a Sofi al parque? Tengo cosas que
hacer.

-Bueno, anda vamos Sofi.

La verdad era que no tenía nada más que hacer que tirarme a esa cama y llorar todo lo que no
había podido llorar desde que le colgué a Lauren. Me lancé a la cama y escondí mi rostro húmedo
por las lágrimas, apenas mi nariz tocó la almohada el olor de Lauren entró por mis fosas nasales y
me hizo recordar cada día que pasé a su lado; recordé la primera vez que la vi. Hice una fila de
horas para poder tener una entrevista con ella, le coquetee desde el primer momento que pisé su
oficina y ella se dejó. Recordé cuando la miraba caminar y mover sus caderas por la oficina, la
primera vez que la vi mirándome de otra forma y de nuestras conversaciones subidas de tono. La
noche en donde tuvimos sexo por mensaje y por teléfono, la primera vez que lo hicimos ¡mierda!
Al recordar cada palabra que salía de su boca cada vez que le hacía el amor mi corazón se
quebraba unos centímetros más y dolía.

Antes, cuando escuchaba hablar a Dinah de que realmente se sentía como si el corazón se te
quebrara yo solo me reía, no le creía pero era verdad. Te duele el pecho y sientes como si todo se
te aprieta, y aunque quieras parar de llorar no puedes porque te duele hasta el alma; cuando
nacemos no llegamos a este mundo con un manual para amar, vas aprendiendo en el largo camino
de tu vida, puedes encontrarte con personas que te enamoran con detalles pero de ahí esa misma
persona que creíste que podía salvarte, en la que te podías apoyar, en la que podías confiar deja
que todo lo malo de esta sociedad la corrompa y se convierta en algo que ni ella misma conoce.
Eso me paso con Ariana pero Lauren... Siempre fue distinto, éramos dos personas completamente
dañadas y ni una se sentía satisfecha con su vida. La única manera de amar que tenía era la de
Ariana pero Lauren... ella... Ella me mostró un abanico de opciones de como amar a una persona.
A Lauren la amé en sus mejores momentos, en sus peores momentos, en sus berrinches, en sus
sueños, en el día a día. Era genial despertar a su lado y saber que tenía otro día para aprender más
de ella y ella aprender más de mí.

El amor no es algo fácil de sobrellevar, tampoco es algo fácil de entender y mucho menos de ver.
Puede que caminando por la calle te encuentres al amor de tu vida y tú, ni idea. Se supone que al
llegar a este mundo nuestro destino está escrito y aun así intentamos con todas nuestras fuerzas
de cambiarlo porque en el fondo solo nosotros sabemos lo que nos gusta. El amor no lo puedes
elegir, él te elige a ti: te guste o no las cosas son así. El amor tiene etapas fundamentales para
poder entenderlo, pero si ni siquiera eres capaz de darte cuenta en qué etapa te encuentras en el
momento de tu relación no creas que puedes entenderlo.

La primera etapa habla de conocerte como la palma de tu mano, no titubear en algo o con alguien.
Saber claramente que es lo que te gusta, lo que no te gusta y lo que deseas. Saber qué es lo que te
saca de quicio y lo que no. Lo que te desespera y lo que no. Lo que te vuelve loca y lo que no. Si
fuéramos seres humano normales elegiríamos las opciones que nos hacen bien, pero no. Solemos
elegir siempre lo que nos gusta pero es difícil, lo que más deseamos y es casi imposible, lo que nos
saca de quicio y nos desespera y todo esto por la segunda etapa del amor.

Los seremos humanos somos masoquistas, desde los tiempos de la biblia donde Eva se come la
manzana sabiendo que está mal pero lo hace solo por el hecho del placer. Nos enamoramos de
esa persona y nos entregamos al todo por el todo, le abrimos nuestra vida de par en par, conocen
cada detalle de nuestras vidas pero estamos tan embobados en nuestra vida perfecta que creemos
tener que se nos olvida un detalle "nada es para siempre". Cuando solemos terminar una relación
nada nos saca de nuestra habitación la cual tiene mil y un recuerdo con esa persona, te aferras a
un oso, a la almohada con su olor y hasta algunas fotos que puedes tener por ahí, te aferras a
canciones que escuchaban juntos y resulta que ya no las soportas, si fuera por ti desearías que esa
canción se borrara de tu recuerdo pero aun así, entre fotos, canciones, olores y peluches
siempre... Siempre encuentras algo, una esperanza que te dice "si ella/él me pidiera volver lo
haría" porque de cierta forma el masoquismo duele, pero es una forma de placer y el placer
mueve el mundo.

Y la tercera etapa pero no menos importante es no arrepentirte de nada. No importa si una


relación dura 1 mes o 9 años, lo que importa es que si el día de mañana llegase a terminar puedas
mirarte al espejo completamente destruida, con ojeras, la pintura corrida, ojos hinchados de tanto
llorar, con un olor asqueroso porque ni ganas de ducharte te dan y aun así poder decirte "hice
todo lo que pude" el amor puede salvarte la vida, puede darte alas para seguir con tus planes o
simplemente derrumbarte en cualquier lugar que te encuentres pero aun así ¿Cómo se puede vivir
sin amor? Existe una frase que dice "el amor te ciega" y muchas personas creen que es porque no
te deja ver lo que realmente pasa, pero para mí tiene otro significado y es la explicación de estas 3
etapas. El amor te ciega porque tienes a una persona al lado en donde no hace falta ni siquiera
mirarse para saber lo que siente la otra persona, porque tienes una persona al lado que tiene los
mismos planes que tú, que te acepta tal cual eres, ama tus virtudes y defectos como nadie más. El
amor te ciega porque esa persona en al que confías tanto tarde o temprano te romperá el corazón
y uno sabe que al empezar una relación es el riesgo que puede correr pero ¿Qué importa si te
rompe el corazón la persona que te lo arregló? Es un placer. El amor es ciego porque es
desinteresado, y no se arrepiente de amar.
Lauren me cegó por completo y ahora estaba en la segunda etapa, estaba rodeada de sus cosas
porque un poco de dolor; aún más del que siento siempre ayuda. Sé que tarde o temprano podré
superarla o a lo mejor no; a lo mejor tendré que aprender a vivir con este dolor de por vida ¡oh! Se
me olvida, de las 3 etapas del amor hay una cuarta, que no muchos entienden pero a que a veces
ayuda, bueno. De cierta forma ayuda... la cuarta etapa es "dejar ir también es estar enamorado"

Agarré el celular, busqué el número de Lauren y le mande el mensaje.

"Dejar ir, también es estar enamorado"... Gracias por esta historia, no podría odiarte aunque
quisiera. Busca tu felicidad y yo la mía. Gracias por una historia de amor tan real, te amo Lauren
Jauregui - Camila Cabello"

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CAPÍTULO 26

LAUREN POV:

" "Dejar ir, también es estar enamorado"... Gracias por esta historia, no podría odiarte aunque
quisiera. Busca tu felicidad y yo la mía. Gracias por una historia de amor tan real, te amo Lauren
Jauregui - Camila Cabello "

Las lágrimas brotaban de mis ojos, la presión en el pecho volvía y esta vez más fuerte que la
última. El aire no estaba más, no recordaba respirar, las manos me temblaban y las náuseas se
hacían presentes, quería huir, irme muy lejos, lo más lejos posible. No quería a nadie cerca de mí,
solo a ella, pero yo la he alejado tanto por cuidarla que ya no sé hasta qué punto esto estaba
bien...

No quería abrir la puerta para que entraran a hacerme los últimos arreglos para ir a la limusina
que me llevaría hasta la iglesia donde me casaría con aquel hombre que lo único que ha hecho
hasta ahora es arrebatarme la felicidad. Esta vez me llevé con la sorpresa de que habían abierto la
puerta con un manojo de llaves. Me hice a un lado y me senté frente al gran ventanal...

-Te ves hermosa hija-dijo Clara y me puse de pie frente a ella.

-Si me llega a pasar algo, si me hace daño, ten por seguro serás una de las personas a quién
culpe...-la miré con tanto odio y luego pasé por su lado golpeando su brazo.

-No entiendo por qué tan resentimiento si tú estás haciendo esto por Camila...-me iré a verla con
mucho desprecio.

-No te imaginas cuánto daño me está haciendo esto, ya que ni tú ni papá están haciendo algo para
ayudarme, sobre todo tú... Eres tan miserable como Farith y no cambiaré mis palabras porque
antes parecía te importaba pero desde que me viste con Camila no sé qué mierda tienes en la
cabeza que no puedes verme cerca de ella.
-Toda madre sueña con que algún día su hija mujer esté embaraza y tenga toda la protección del
mundo...

-Alto, existen miles de métodos para quedar embarazada no necesito de un hombre para ello.

-Yo no quiero un embarazo de esa manera, quiero uno real... Con tu esposo, así debe de ser.

-Es que no te das cuenta de lo que estás hablando, estás tan o más enferma que Farith.

-¡A mí no me faltas el respeto!

-Pides respeto cuando tú a mi jamás me has mostrado eso, menos ahora, solo mírate Clara...

-No tengo nada que mirar, solo lo equivocada que estás... Ese hombre ha cambiado y te lo ha
demostrado.
-No ha cambiado nada, en tres semanas nadie cambia para brindarte el resto de tu vida la felicidad
que mereces y si fuese así como dices, entonces él se habría dado cuenta que mi felicidad está con
Camila y si me ama tanto como lo dice, dejaría yo fuese feliz.

-Ese es un antiguo cuento, no me vengas con ese sermón Lauren... Si quieres a alguien, vas y lo
consigues, no te rindes, persigues hasta alcanzar, hasta obtenerlo.

-Ahora entiendo la desdicha de mi padre... ¡Cuánto lo habrás mortificado!

-Tu padre me amaba tanto como yo a él... Yo nunca estuve detrás de una mujer esa es la
diferencia Lauren...

-¿Te das cuenta de lo que estás diciendo verdad?

-Te estoy tratando de hacer entrar en razón.

-¡Tus estúpidos prejuicios me tienen cansada, Clara!

-¿De qué prejuicios hablas?

-Los que te han metido desde que naciste, lo que crees está bien y lo que se supone está mal, lo
no permitido... Pero sabes, eres demasiado tonta si esperas a que yo cambie de parecer porque
aunque me case con ese imbécil, al menos voy a estar defendiendo a la mujer que amo y no me
importa el resto...

-"La mujer que amas..." Me sorprende como hablas hija, esa mujer de seguro ya te olvido, ni se
acuerda de tu existencia sabes...

-No me importa con tal de que ella sea feliz y no le hagan daño, mientras no tenga cerca a
personas como Farith o como tú, yo estoy tranquila...

-Espero esa tranquilidad te dure siempre, la limusina está abajo esperando por ti-salió cerrando la
puerta con fuerza.
--
Tomé aire tantas veces que perdí la cuenta... Estaba en la limusina acompañada de dos hombres a
quienes no conocía, debían ser los guardias de Farith, los que me seguían a todos lados por si
intentaba huir de su lado.
¿Se dan cuenta de la magnitud de su enferma mente?
-Señorita...-dijo uno de los hombres con traje y lentes oscuros.

-¿qué?-estaba muy seria.

-cuando pare el auto, usted solo seguirá al hombre de mi costado y no preguntará por razones...

-¡¿qué?!

-Solo haga caso-dijo con su voz gruesa y entonces comencé a entrar en pánico.

-¡¿A dónde me llevan?!

-Es por su bien, solo háganos caso...

-No sé de qué hablan... ¿No estamos yendo para la iglesia?

-Listo es hora de que baje, ¡ya!

-¡No!

-Lo siento-me agarraron de los brazos ambos tipos y me sacaron de la limusina llevándome hasta
un edificio... Esperen, ¿el aeropuerto?

-Stevens, llévala al jet... Yo estaré esperando la llamada de Styles.

-Sí, claro-el otro viendo mi cara de confusión me llevó hasta el lugar y me dirigió hasta una oficina
donde cerró la puerta y ahí estaba...

-¿Me puedes explicar qué mierda es esto Mahone?

-Sé que si te lo decía te ibas a rehusar y no quería nadie más sepa sobre esto, pero debes ahora
tener la certeza de que estás protegida...

-¿De qué hablas?

-Encontramos los vídeos que Farith confiscó al hotel donde te agredió tanto a ti como a Camila...
También encontramos algo más, está en negocios turbios... Ya sabes, está muy metido en el
negocio de las drogas y por si fuera poco, supimos y tenemos pruebas de un asesinato a mano de
sus hombres, claro, sus sicarios...

-¿Qué? ¿Cómo?
-No fue fácil si eso te preguntas pero bueno, por así decirlo con todo lo que he gastado por estas
pruebas supongo pude haberme comprado media docena de Lamborghini.

-Yo...

-Lauren, estás a salvo, justo ahora están todos los oficiales en la iglesia tratando de evacuar gente
para atraparlo.

-Pero...

-Me informaron hace unos minutos tu familia no está ahí y tu hermano tiene protección de una
patrulla de oficiales, igual la casa de Camila, sabemos Farith no es ningún idiota. Seguro tiene
avisado si lo capturan atente contra ti o tus seres queridos...

-¡Estás demente! Si yo no regresé con Camila fue para protegerla... Nos van a hacer daño así.

-¡Deja de ser tan cobarde! Es momento de parar a ese imbécil...

-Es que no vas a parar nada, todo va a empeorar, entiende.

-Lo único que entiendo es que estoy haciendo todo por darles la libertad a Camila y a ti para ser
felices pero tú no valoras eso...

-¿De qué hablas?

-Solo siéntate y en cuanto los oficiales por fin atrapen a Farith, todo esto se resolverá.

POV HARRY:

Sigo esperando aquí junto a todo mi escuadrón de oficiales para poder atrapar a McGregor. Este
tipo se ha ganado todo mi repudio y no podía ser más, hace mucho fui testigo de lo brutal que
trataba a quien solía ser su pareja... Ese día lo golpee tantas veces que perdí la cuenta y hubiese
querido matarlo a golpes, hubiese sucedido si no hubiese sido por mis compañeros... Lauren al
parecer no me había reconocido, pero yo a ella la conozco de la escuela, éramos buenos amigos y
ella siempre me protegía del grupo de abusadores que solían golpearme o dejarme encerrado en
casilleros.

Sí, ella era la típica chica popular... No me importaba si ahora ella era muy importante, lo único
que importaba era que teníamos que devolverle su libertad. No podían haber más sobornos, las
remuneraciones serían inmensas esta vez sí entregábamos a McGregor, no es por eso que me esté
haciendo a cargo del caso sino porque ahora puedo estar contento de que nadie querrá ser
sobornado. McGregor no volverá a escapar...

-Oficial Styles, ya sacamos a todas las personas de la iglesia, en un rato llegará McGregor con su
gente...
-Perfecto, por favor estén todos adentro y coloquen dos policías en cada lado de la puerta, no
sabemos con cuántos hombres llegue y si estén armados... Necesitamos más refuerzos en la parte
trasera de la iglesia y en el estacionamiento, McGregor no puede escaparse...

-No se escapará, eso tenlo por seguro.

Pasó media hora y por fin llegó el auto negro y blindado, bajaron dos personas por los lados del
auto y luego Farith McGregor del asiento del copiloto acompañado de los dos hombres, el auto se
dirigió hasta el estacionamiento donde iban a detener al chofer.

Estábamos apenas viendo por una de las ventanas de la iglesia y el miraba hacia todos lados
preguntándose por la gente tal vez.... Entró primero uno de los hombres a quien uno de mi
escuadrón atrapó y calló. Farith esperaba afuera y mandó al otro pareciera a ver a dónde se había
ido el primer hombre pero otro de mis oficiales lo atrapó y ya teníamos en 50% ganado, me
informaron el chofer había sido atrapado y que otro grupo de hombres que iban en autos
blindados también fueron atrapados, que otros amigos de Farith con quienes tenía negocios
turbios huyeron en cuanto alguien de la iglesia pasó el dato, Farith seguía afuera y luego recibió
una llamada, miró su teléfono y lo guardó para echar a correr, al parecer le habían informado...
Salí de la iglesia a toda prisa detrás de él que iba al estacionamiento.

-¡Detente McGregor! ¡Qué te detengas!

-¡Hijos de puta!-gritó mientras buscaba el auto y no lo encontraba, alzó las manos y giró a verme.
Lo apunté con mi arma.

-No tienes escapatoria, tírate al suelo con las manos sobre la cabeza...

-¿Quién mierda eres? ¿Quién te mandó?

-Soy el oficial Styles y vine solo a encargarme personas de mierda como tú.

-Vaya, esto me suena a Lauren...-giró los ojos y se rió- No pretenderás que me eché al suelo, no
tienes idea de lo que costó este traje, se supone debo casarme.

-Lauren no estaba enterada de nada, vinimos por nuestra cuenta...

-¿Dónde mierda la metieron?

-Eso no te importa, ahora tírate al suelo, esta no es una salida de amigos, ¡Al suelo!

-Al suelo nada-metió la mano detrás de su traje y sacó un arma apuntándome- yo también vine
preparado, cuando andas metido en negocios como los míos nunca sabes quienes te buscan o a
quienes te puedes encontrar.

-¡Estás hundido McGregor!


-Sabes, tú crees me voy a entregar pero estás perdiendo tu tiempo porque al final debes saber que
no pienso irme a pasar unas horas con ustedes porque de todas maneras me irán a sacar, siempre
encontramos a un débil que le encanta el dinero sabes... Es fácil sobornarlos a todos ustedes...

-¡Al suelo dije!

-Hay una gran diferencia entre usted y yo, oficial... Yo si estoy dispuesto a disparar, en cambio
usted solo se hace el valiente- tiro del gatillo y la bala impactó de inmediato contra mi hombro,
sentí el dolor agudizarse y caí al suelo de rodillas con el arma abajo.

-Hijo de puta- me puse de pie y disparé, la bala rozó su oreja izquierda y giró quejándose del dolor,
llegó hasta donde estaba y pateó mi hombro haciéndome gritar de dolor, pateó mi mano con el
arma dejándola a metros de mí. Caí al suelo y entonces comenzó a patearme, logré golpear su
garganta y entonces tuve segundos para recomponerme mientras él se recomponía me puse de
pie a duras penas y logré golpearlo en el rostro con el brazo derecho, cayó al suelo y agarró mi
pierna, con el otro pie pateé su rostro y cogió su mejilla casi gritando, luego me tiré encima y
comencé a golpearlo sin descanso.

-¡Quítate de encima, mierda!-me volvió a golpear en la herida y caí al suelo ambos estábamos
tratando de recomponernos, nos pusimos de pie y fui hacia él quien tenía su arma bastante
alejada y fue hasta a ella, lo agarré del brazo quejándome del dolor de mi hombro lo tiré contra el
auto rompiendo la luna, lo quité de ahí y volví a tirarlo de espaldas contra el capote, comencé a
golpearlo y entonces me detuve cuando me dio un rodillazo en la entre pierna, luego volvió a
golpear la herida de la bala y me agaché a causa el intenso dolor, me empujó al suelo y golpeó mi
abdomen, su rostro estaba irreconocible a causa de la golpiza que le había dado, cojeaba y a duras
penas podía caminar, fue hasta su arma y me apuntó respirando bastante acelerado por el
conflicto debido a que le había fracturado la nariz.

-Ahora sí, es hora de irme, pero primero lo primero...-me apuntó de nuevo- esto es por arruinar mi
tan esperada boda- justo antes de que tirase del gatillo otra vez, él calló al suelo ante tres disparos
que vinieron desde por detrás de mí... Voltee y era Tomlinson.

-¿Estás bien, Harry?

-Louis... Yo estoy herido, pero bien después de todo...

-Ven, te ayudo- llegaron oficiales a despejar el estacionamiento y hacer sus investigaciones


necesarias del hecho ocurrido.

-Oficial Styles...- me llamó el oficial Horan.

-Diga...-dije apoyado sobre Tomlinson.

-Está muerto...-dijo refiriéndose a McGregor , luego miró a el oficial Payne quien dio la aprobación
y agregó.

-Es cierto... Llamaremos a el cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas...


-Eso estaría bien... Son el mejor equipo-sonreí casi quejándome del dolor.

-No te esfuerces mucho Styles, hoy tenemos que celebrar- llegaba el oficial Malik- mi escuadrón
atrapó a dos grupos de narcotraficantes amigos de Farith, ¿tienes idea de los reconocimientos que
recibiremos por este día?

-Seguro que sí, somos el mejor equipo en Nueva York, pero primero desearía me ayudasen a
llamar a una ambulancia o dudo llegar a la celebración-reímos todos.

-Al menos, un tipo basura menos...-dijo Tomlinson- Esperemos esto le devuelva la felicidad a
muchas personas, sobre todo a la joven que mencionaste...

-Lauren, cierto debo llamar al señor Mahone...

LAUREN POV:

-Eres un idiota, deja de meterte en este problema, no entiendes nada...

-Eso dices, pero al menos estoy tratando de devolverte la felicidad-sonó su teléfono y contestó-
Aló... ¿Qué? ¿Cómo? ¿En serio? ¡Vaya! ¿Estás hablando en serio? Dios... Bueno, gracias me
comunicó más tarde con ustedes...

-¡Qué!

-Lauren...-Austin me miró y sonrió- Farith no existe más...

-¿De qué hablas?

-Hubo una fuerte confrontación entre uno de los oficiales y Farith disparó así que otro en su
defensa hizo lo mismo y lo dejó frío...

-Mierda... -pude mis manos sobre mi rostro- ¿Es en serio?

-Y todos sus hombres están arrestados... Varios de sus amigos también.

-Esto no puede ser en serio... ¿Es una broma verdad?

-Lauren, eres libre...-sonrió- ¡Vaya!- rió- No puedo lamentar la muerte de ese imbécil...-rió de
nuevo.

-Soy libre...-lloré ante la revolución de emociones que estaba sintiendo.

CAMILA POV:

La misma rutina de siempre, estaba en la oficina. Ya había terminado de hacer unos papeles para
los trámites correspondientes y pronto tendría el privilegio de salir temprano, tenía que ir a ver a
Sofía quien seguía hospitalizada y le estaban realizando unos últimos exámenes.
Cuando llegó la hora no lo pensé más y salí hacia el hospital lo más rápido que pude, antes de
entrar a la habitación de mi pequeña hermana fui por algo de café para mantenerme despierta ya
que en estas noches el insomnio ha sido un fiel acompañante...

Ahí estaba Sofía, se la veía tan frágil, tan débil... Tanto como mi corazón se encontraba ahora,
preferí sentarme y esperar a que despertara, estaba al lado de la ventana y el cielo de Miami
estaba bastante nublado... Es muy extraño, jamás se nubla de esta manera ni siquiera en invierno.
Una vez me contaron que cuando esto pasaba era porque a una persona en Miami realmente le
dolía el corazón, un mito de aquellos que se me quedaron grabados desde muy pequeña.

Miro el reloj y siento cada segundo va muy lento... Hoy es el día, el día en que Lauren se casaría
con ese hombre que solo la ha maltratado y degradado como mujer. No entiendo y creo jamás
lograré entender cómo es que Lauren haya mandado todo a la mierda solo por miedo... ¿Es que
acaso nuestro amor no era más fuerte que cualquier temor? ¿Es que no fui suficiente? ¿no le
demostré acaso cuanto la quería conmigo?

A pesar de tantas dudas tengo esta que me da vueltas una tras otra vez en mi cabeza por días...
¿Qué debí hacer para merecerla?

Duele, cada recuerdo duele... Duele tanto...

En esa fracción de segundos, entre mis pensamientos confusos y la tristeza reflejada en mi


expresión entró la enfermera... Cuando terminé de alzar la mirada no pude dejar de mirarla, ella
era muy linda, me levanté lo más rápido que pude y sin darme cuenta el café se derramó encima
de la mi polera, mierda...

-ahhhhh, mierda-comencé a gritar.

-¡Yo te ayudó!-sacó mi polera, mi expresión entre sorpresa y dolor era única, el café estaba
hirviendo... Ella me miró de pies a cabeza sin bacilar- Lo siento, lo siento, estaba muy caliente y si
permanecía por más tiempo el calor con tu piel te hubiese causado quemaduras que en contacto
con la tela te podrían hacer heridas y si hubiese pasado eso te hubiésemos tenido que hacer
injertos y es un procedimiento muy largo y costoso sabes... Perdón, estoy hablando mucho, me
siento tan nerd...

-Oh no, descuida, no hay problema, más bien gracias y no es nerd, solo eres apasionada cuando
hablas de algún tema que domines, eso dice mucho de ti-me senté y me cubrí con el abrigo que
tenía. Ella sonrió y continuó revisando a Sofía, le tomó la presión, le midió la temperatura y
verificó todo estuviera bien con el flujo de suero.

-Todo bien...-sonrió.

-Disculpa... ¿Cómo te llamas?

-Verónica... Verónica Iglesias.

-¿Qué edad tienes?


-tengo 22 años, lo dices porque parezco de menos ¿verdad?

-precisamente por eso...-sonreí.

-¿Tu nombre es?

-Camila, Camila Cabello-bajé la mirada.

-¿Cuál es tu edad Camila?

-Tengo 21, sé que parezco más joven pero aunque no lo creas estoy haciendo ya mis prácticas y
todo, me falta un año para graduarme.

-A mí también, estoy en mi último año de enfermería... ¡Vaya coincidencia!

-Bueno sí, solo que yo estudio administración de empresas, la sangre me asusta un poco-reí.

-No es tan escalofriante como parece-me guiñó- ¿Dónde trabajas?

-En Jauregui & Mahone...

-Vaya esa es una buena referencia para tu currículum.

-Bueno, espero que cuando lo coloque sirva de algo-reímos.

-Tienes unos lindos ojos, sabes...-sonrió.

-¿Me daría tu núm...-saqué mi celular y justo vi en la pantalla entraba una llamada de Dinah y
contesté al instante-disculpa.

-Adelante

-¿Dinah?

-¡Camila! ¡Prende el primer televisor que veas!

-¿Qué pasa? No puedo, estoy en el hospital y Sofía está durmiendo.

-¡No me importa! ¡Esto es importante! ¡Préndelo y coloca el canal de noticias!

-Pero...

-¡Es urgente!

Prendí el televisor al instante y coloque el canal de noticias, ahí estaba...

"El joven hijo de la familia McGregor ha fallecido, esto ocurrió el día de hoy hace
aproximadamente 1 hora, todo ocurrió en un peligroso confrontamiento con la policía a mano
armada... Se presunta que el individuo no quería entregarse e hirió a un efectivo de la policía en el
hombro izquierdo, él ya está siendo entendido se me informa... Tenemos aquí una entrevista con
uno de los oficiales....

-Buenas tardes, oficial Tomlinson...

-Buenas tardes... Bueno, fui testigo de lo que ha ocurrido, llegué a tiempo, Farith McGregor
planeaba acabar con la vida de mi compañero el oficial Styles... Tenemos mucha suerte de que no
lograra cometer su objetivo. Tenía muchos cargos encima, entre ellos la comercialización de
drogas..."

-Como escucharon, es uno de los muchos crímenes a manos de este hombre, también se me
informó que en un principio la investigación empezó con informes sobre haber agredido
físicamente a la señorita Lauren Jauregui, conocida ahora también como administradora junto a su
nuevo asociado Austin Mahone en Jauregui&Mahone"

-Bueno sí, mi compañero hizo un exhausto trabajo tratando de encontrar las pruebas ya que el
señor McGregor tenía muchos contactos y lograba eliminar todas, la señorita Jauregui ahora está
bajo nuestros cuidados, sana y salva"

-Entonces, todo el tema del matrimonio del año fue una farsa...

-Una cortina de humo ante los negocios turbios del señor McGregor probablemente, igual
seguiremos al tanto de los demás socios y clientes de McGregor, están cayendo uno por uno.

-Les hacemos llegar nuestras felicitaciones por tan buen escuadrón.

-Es nuestro deber de cuidar de los ciudadanos-sonrió. "

-Mierda...-agarré el teléfono y marqué el número de Lauren quien no contestaba. Intenté varias


veces, hasta que por fin contestó y oí su voz.

-Camila...

-¿Lauren? ¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? ¿Te pasó algo? ¿Te duele algo? ¿Dónde estás? ¿Te
hicieron daño? ¿Estás en peligro?

-Hey... Estoy bien, no puedo hablar mucho, estoy tratando de tomar el tiempo para esta llamada
antes que me descubran, ya sabes están paranoicos con que puedan encontrar mi paradero.

-Entiendo... Pero...

-Te contaré todo- empezó a relatarme como sucedió todo desde que la llevaron en la limusina y
hasta llegar a la oficina en el aeropuerto donde la esperaba Austin- Yo solo
quiero que sepas que todo lo que iba a hacer era por ti, yo te amo y siempre te he cuidado Camila,
era capaz de dar todo y sé que tenía mucho miedo pero ahora todo tiene otro sentido y yo solo
quiero demostrarte cada día con mis acciones que te merezco y que puedo ser todo lo que estás
buscando, solo necesito una última oportunidad, necesito creas en mí, yo ahora me siento libre y
siento puedo ser muy feliz a tu lado, nos podríamos mudar juntas con Sofía, ir a otro estado,
puedo hablar con Austin y extender la empresa, hacer más sedes... Necesito creas en mí porque yo
aún creo en ti, creo en nuestro amor, solo ten un poco de fe en nosotras...

-Lauren dime que estás bien, dime dónde estás, voy a ir a verte ahora-dije angustiada.

-Hey, estoy bien ¿sí? Solo espérame, justo ahora estoy bajo el cuidado de los policías y estaré así
hasta que el peligro cese... Yo regresaré a Miami e iré a verte, eso será lo primero que haga, ahora
debo buscar la manera de ir al funeral de Farith.

-¿Qué?

-No puedo ser indiferente, a pesar de todo, su familia no estaba enterada de lo que ocurría, ¿te
imaginas el sufrimiento? A pesar de todo han perdido un hermano, un hijo, un nieto o un primo...

-Yo entiendo, por favor cuídate, prométeme te vas a cuidar...

-Todo estará bien, me voy a cuidar. Esto solo fue una pesadilla, ya salimos de este episodio... ¿Tú
estás bien?

-Ahora sí...

-Me alegra...

Hubo un gran silencio bastante incómodo...


-Lauren, yo ahora entiendo todo, creo entenderte... Yo te voy a esperar, te juro podría esperarte
toda mi vida.

-Pronto

estaremos juntas y recompensaré cada segundo, lo prometo- escuché le hablaban "Lauren tienes
que cortar es hora de irnos"...- Camila, me llama el oficial Styles, prometo todo esto acabará y
estaré abrazándote y besándote pronto...

-Sí, pronto...-sonreí acompañada de lágrimas.

-Te amo-cortó.

Esa llamada causó dos clases de sentimientos en mí, el primero fue alegría tanta que no podía
dejar de sonreír y a la vez algo de nostalgia por no poder estar con ella justo ahora acompañándola
en este momento tan difícil. Yo sabía Farith era peligroso pero nunca comprendí qué tanto y que
estaría tan metido en tantas cosas turbias que ponían en una línea roja de fuego a personas
inocentes, personas con miedo a perder a sus personas queridas, ¿por qué querer arrebatarle la
felicidad a otros?

Farith solo era esa clase de hombre con tanto dinero que podía mover montañas, hombres como
él existen solo que no han llegado al punto que él a falta de recursos, hombres como él ves
siempre en las noticias, hombres que han matado a golpes a sus esposas, hombres sin escrúpulos,
hombres egoístas y egocentristas... Hombres que son capaces de violar, hombres sumergidos en el
mundo del alcohol y como si esto fuera vital para ellos desperdiciando el dinero que podría
invertir en estudios y alimentación de sus hijos, hombres que maltratan verbalmente a sus esposas
haciéndoles creer que no sirven o que no merecen respeto, hombres tan repugnantes que no se
contentan con una sola mujer... Al fin y al cabo desde un hombre que está metido en tantos
crímenes como Farith desde uno que agrede verbal o físicamente a su mujer degradándola es lo
mismo. Ambos carecen de valores.

Sin embargo, hoy nos hemos quitado a uno de encima y espero que al igual que a Lauren y a mí,
muchas más mujeres cuenten con nuestra suerte porque ninguna mujer merece ser tan
desvalorizada o que le arrebaten sus derechos. No por ser más fuertes o más altos, es que pueden
creer el mundo les pertenece y que nosotras no podemos lograr lo mismo o superarlos, somos
seres humanos, todos iguales y jamás, pero jamás debemos creer somos menos que nadie porque
tanto tú como yo, tenemos un corazón apasionado y una mente brillante...
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CAPÍTULO 27
LAUREN POV:

Sus labios se veían en todo su esplendor, estaban tan rosados y sus mejillas ardían, sentía como su
corazón retumbaba debido a la cercanía que teníamos, sus manos estaban en la parte baja de mi
espalda y con sus dedos dejaba caricias que me provocan escalofríos, la besé y luego de ese largo
beso, sonreí en sus labios, ella también me sonrió y nuestros ojos se encontraron, tenía mis brazos
a ambos lados de su cabeza sosteniéndome por encima de ella. Uní nuestros labios, en ese roce
comenzó a calentarse mi piel, la sangre estaba hirviendo de tan solo sentir como ella succionaba
mi labio inferior, como su lengua pasaba por mis labios provocando corrientes que viajaban por
todo mi cuerpo y entonces subí mi pierna causando que mi rodilla hiciera fricción con su centro,
ella se mordió los labios y sabía esto la calentaba, besé su mejilla y fui bajando hasta su cuello, mi
respiración era caliente más caliente de lo normal y eso parecía ponerla aún más por como
presionaba sus dedos sobre mi espalda, besé lentamente la piel de su cuello y ella comenzó a
estremecerse por debajo de mí causando que mis pensamientos se tornaran de rojo encendido...
Movía su otra pierna de tal manera que acariciaba una de las mías y sintiéndola en toda su
plenitud me aventuré a besar sus clavículas, era tan caliente el momento y nuestros cuerpos
colapsando en excitación, succioné la piel de su cuello y entonces ella comenzó a dejar escapar
pequeños gemidos y moví mi rodilla causando un suave juego intenso en su entrepierna, ella
comenzó a subir más sus manos quitándome la blusa y le cedí el paso, la miré con deseo y fui
hasta su abdomen alcé su blusa y comencé a besar la línea de su abdomen, ella era perfecta en
todos los sentidos, llegué a la parte superior de sus pantalones y pasé mi dedos por debajo de la
costura de estos y entonces ella se mordió el labio inferior permitiéndome saber le gustaba esa
sensación así que lo bajé aún más con ayuda de mi mano y dejé un beso mojado, ella colocó sus
manos en mi cabeza y presionaba más mi rostro contra su piel, subí hasta llegar a su brassier, tenía
el broche en frente lo quité sin pensarlo dos veces, besé esa área y luego miré sus perfectos
pechos... Se me hacía agua la boca de tan solo verlos pero no me demoré más y llevé una de mis
manos a uno de estos y pasé mis dedos por su pezón erecto luego llevé mis dedos a mi boca lo
lamí y volví a pasarlos por este, ella cerró los ojos con fuerza y por fin dejé a mi boca se hiciera a
cargo, succioné con tantas ganas lo lamí, mordí y besé como quise... Ella lo disfrutaba, luego fui
hasta su otro pecho me encargué de completar mi acción... una de mis manos ya estaba en su
entrepierna sintiendo lo húmeda que estaba y no lo pensé más, desabroché su pantalón y se lo
quité, sus bragas era de color negro haciendo juego con su brassier, fui hasta sus bragas y le di un
beso en su centro por encima de estas... Me puse de rodillas encima de ella y entonces me ayudó
a desabrochar mis jeans y a quitármelos, ahí me encontraba en frente de Camila en ropa interior y
con deseos repletos de lujuria... Ella se sentó y fue hasta mis pechos, los tocó y masajeó mientras
los besaba con ganas, enredé mis dedos en su cabello y sabía que esto era tan jodidamente
ardiente que no podía evitar estar muy mojada... Ella llevó mis manos a mi trasero y lo apretó con
deseo, se mordió los labios y entonces me quité las bragas viendo como sus ojos seguían el
recorrido de mis manos.

Tragó saliva y me abalancé sobre ella, no lo pensé dos veces y le quité las bragas lo más rápido que
pude, coloqué mis manos en su trasero y lo apreté con fuerza ella arqueó la espalda y entonces
tomé en mis labios uno de sus pechos, comenzó a jadear y sabía estaba creando fuego en el
momento, quemándonos entre sábanas... Fui hasta su cuello y comencé a succionarlos con tanta
necesidad de sentirla más y entonces pude oír sus gemidos... "Por el amor a dios, fóllame
Lauren...", "Hazlo de una vez, fóllame..." Sonreí ante su desesperación, pero no le di el gusto...

"Primero lo primero", luego de decirle eso abrió los ojos al darse cuenta me dirigía hasta su
entrepierna y mi boca estaba siendo posicionada encima de esta, lista para un juego entre su
cavidad, su punto sensible y mi lengua.

---

-¿Estás lista?-Harry me sacó de mis recuerdos mientras esperaba las órdenes, no podía olvidar
aquella vez por nada y daba vueltas en mi cabeza deseando estar con Camila otra vez lo más
pronto posible.

-Sí, Harry... Olvidaba decirte que me perdones por haberte pasado desapercibido...

-No te preocupes, yo debo estar agradecido por todo lo que hiciste por mi...

-Yo deberías estarlo.

-Solo no vuelvas a dejar el miedo se apodere de ti

-Jamás, ya no más, esta experiencia me ha demostrado demasiado...

-Perfecto-sonrió y entonces salimos rumbo al funeral de Farith, él fue encubierto ya que la familia
McGregor no quería verlo ni en pintura, por más que su hijo haya sido una persona muy buscada
por la ley, dicen que le dispararon a propósito, cuando en realidad si no hubiese sido por eso la
vida de Harry se hubiese terminado y él es un hombre que sí vale la pena...

/---/

-Gracias... Gracias por... Por venir, Lauren...-se abalanzó sobre mí la madre de Farith y debo decir
sentía su dolor pero no derramé ni una sola lágrima, no quería llorar por alguien que me hizo tanto
daño y que falleció debido a su propia culpa por intentar asesinar a alguien inocente.

-No se preocupe...- el papá de Farith puso su mano sobre mi hombro y bajé la cabeza- es hora de
irnos...-dije luego de ver estaban llamando a todos a acercarse al lugar.

Su familia más cercana fue la que estaba junta en frente del cajón, yo decidí huir de ellos que
insistían estuviese ahí ya que iba a ser la futura esposa. Pero en un pequeño momento de
distracción aproveché en escabullirme entre la multitud, mientras iba con mi vestido negro y mis
tacones negros por el césped verde... Me detuve hasta llegar a un lugar donde parecía podía
observar lo suficiente sin ser percibida.

Comenzó la ceremonia y me limité a solo escuchar aunque estuviese en desacuerdo con lo que el
ministro decía, justo en la parte de "buen hombre" hice un pequeño ruido con la garganta en
desaprobación y dije en murmullos "si claro" que al parecer dos personas en frente oyeron y
giraron a verme bastante enojados.
-¿Disculpe?-dijeron la pareja que parecían ser los tíos de Farith.

-Yo...

-Fui yo, padre-dijo una voz que venía detrás de mí.

-Bueno, compórtate- yo bajé la cabeza y solo me limité a escucharlo vociferar- sé que no te caía
nada bien pero era tu primo, así que compórtate.

-Disculpa...-dijo la persona que estaba detrás de mí y entonces la pareja se dio vuelta, enseguida
giré a ver quién era y darle las gracias por casi pasar un mal momento y que me haya salvado.

-Hola...-ella era alta, casi de mi tamaño a decir verdad yo le llevaba unos centímetros más, ella
tenía la piel bronceada, el cabello castaño y unas facciones admirables...

-Hola, casi esposa de Farith-me sonrió.

-Soy Lauren Jauregui-me mantuve seria.

-Disculpa, mi nombre es Keana, Keana McGregor...

-Ah mira, eres su prima ¿verdad?

-Sí, pero no asocies a eso muchas cosas...

-¿cómo qué?

-Tal vez pienses soy igual a él.

-No pienso eso, primero debería darme la oportunidad de tratar contigo y luego tener alguna
opinión de cómo eres...

-Eso está bien, ¿no deberías estar por allá junto a la familia cercana?

-¿yo?

-Claro, al final te ibas a casar con un convicto...- rió.

-Pero qué graciosa...

-Tú sabías de cómo era, no trates de mentirme porque estoy enterada de muchas cosas.

-¿ah sí?

-Sí, señorita Jauregui- me sonrió- sé que él no era un santo ni si quiera contigo a quien juraba amar
con todo su ser.

-Entonces, si andas muy enterada del asunto.


-Bastante a decir verdad, Farith nunca ha sido de mi agrado y bueno, yo creo que se hizo justicia
por lo desgraciado que fue...

-Bueno...-ella me miró fijamente y llevó su mano a mi mejilla.

-Solo reviso que no te haya hecho más daño-dijo deslizando su mano por mi mejilla, el movimiento
tenía forma de caricia y no quería pensar más.

-Todo está bien...

-Jamás dejes un hombre ni nadie te ponga una mano encima... Jamás.

-Lo sé, yo... Yo era una cobarde pero he aprendido bastante sobre esta terrible experiencia y yo
solo quiero que sepas que aunque sé Farith no es de tu agrado y todo lo que me has dicho, estoy
aquí por respeto a su familia.

-Yo estoy aquí ha pedido de mis padres, además quería conocerte personalmente, no solo en fotos
de la sección de personas de alta sociedad en revistas de negocios.

-Así que siempre me has estado viendo eh...

-Digamos que despiertas cierto interés, además en mi familia no dejaban de mencionarte...


¿Quieres ir a otro lado?

-¿Perdón?

-Es que no es un buen lugar para conversar y estoy más que segura de que luego no irás a la
reunión en casa de los McGregor... Así que no sé si quisieras ir a algún lado a conversar sobre
todo...

-Yo, bueno no pensaba ir es cierto pero ir a otro lado, tampoco sé...

-¿Me tienes miedo?

-A penas te conozco

-Pero sé que soy muy tierna como para decir que no a mi propuesta...-sonrió y arrugó la nariz.

-Me convenciste, vamos, solo tengamos cuidado nos vean-susurré.

-Listo, sígueme.

Ella me dijo fingiera estaba llorando y entonces así lo hice y me abrazó llevándome hasta la
extensa fila de autos, cuando llegamos hasta el suyo, un mercedes Benz clase slk roaster
plateado...

Subimos y ella me sonrió...


-Buena actuación, ahora ¿a dónde quieres ir?

-No sé, a algún lugar donde no haya ningún McGregor-ella se me quedó mirando, reímos.

-Estaba pensando cambiarme de apellido ahora que Farith manchó el de la familia.

-Tengo una duda...

-Dime

-¿Ibas a asistir a mi boda?

-Claro, estaba preparando un extenso discurso para hacerte entrar en razón del gran error que
estabas por cometer.

-¡Qué graciosa!

-Son dos veces que me lo vas diciendo, estoy pensando en serio que lo soy- sonrió y la miré
fijamente.

-¿Cómo es que nunca supe de ti?

-Paso de todo tipo de reunión familiar, solo respeto y amo a mis padres, aunque no sean las
mejores personas y por mí, creme no quisiera pertenecer a los McGregor.

-Bueno...

-Lo sé, estoy en toda la razón.

-Se ve eres una buena persona...

-Siempre me he avergonzado de mi familia, a veces creo en serio no soy parte de ellos... Pensamos
tan distinto, soy algo así como la oveja blanca porque ahí todas son negras. Nadie tiene buenas
intenciones, nadie te aprecia de verdad, nadie te respeta y cuando se trata de negocios no les
importa en qué meterse con tal de conseguir dinero.

-El dinero enceguece a las personas.

-Bueno, no a todas, mírate-sonrió- eres hermosa, tienes una linda familia y tienes un buen negocio
que hasta donde sé te asociaste con Mahone y ahora todo va muy bien, han mejorado tus
ingresos.

-Yo, yo no sabía...

-Y siempre en las oficinas de mi padre hablan sobre que hay una nueva administradora de la
principal cede, ya que Mahone al parecer decidió tomarse un par de años sabáticos.
-¿En serio?

-Sí, algo así oí, también he visto fotos en las revistas donde asiste a reuniones importantes y
déjame decirte no está nada mal- sonrió nuevamente.

-Disculpa, tú eres...

-¿lesbiana?

-No quería decirlo así yo...

-No te preocupes Lauren, no solo aprecio la anatomía de la mujer me quiero acostar con ellas- rió.

-Bueno, yo...

-No importa si no te gusta ese lado mío, está bien sabes... Estoy acostumbrada.

-No, no es eso, en realidad hay cosas sobre mí que no sabes...

-¿Te gustan las mujeres Lauren?

-No solo mujeres, en realidad encuentro ambos géneros muy interesantes, pero después de
conocer...

-A una chica que fue especial...

-Sí... Ahora es como que...

-No te voy a preguntar por qué entonces te estabas por casar con Farith...

-Amenazó con hacerle daño a ella y a su familia, incluso a su mejor amiga... Yo, yo tenía mucho
miedo, él tiene muchas influencias y estaba también mi hermano de por medio...

-Yo entiendo, Lauren... Como te dije, Farith fue un desgraciado, un desalmado, no merecía todo lo
que tenía. Yo, yo no lamento su muerte.

-Yo agradezco me entiendas.

-Yo agradezco seas tan sincera conmigo, que confíes en mí, la mayoría que me conoce siempre
piensa que por ser una McGregor no deben hablarme porque soy una mala persona...

-Jamás es así, se debe conocer primero a las personas antes de juzgarlas.

-Bueno...

-Hey-noté tristeza en su mirada.

-¿Lauren puedo pedirte algo?


-¿Qué?

-¿Me darías un beso?-...-desvíe mi mirada de la suya y mis gestos eran de extrañez.

-Perdón, sé que estoy siendo inapropiada pero desde que mis padres se enteraron de mi
orientación sexual mi vida ha sido un infierno y esta es la primera vez que puedo ver a una mujer a
solas arriesgándome demasiado, no tienes idea de la cantidad de chantajes que hay de por medio
todo lo que puedo perder... No tienes idea de qué tan mala es mi vida, es un infierno, Lauren... Yo
solo quiero recordarme quien soy, porque cuando estaba con alguna chica me sentía transparente
y podía saber que esa era yo y no lo que los demás me hacían pretender era... Lauren-la tomé de
las mejillas.

-Solo porque sé cómo te sientes...-rocé mis labios con los suyos y luego los presioné, sus labios
eran tan suaves, me hacían recordar a Camila. Ella llevó sus manos hasta las mías y bajó la cabeza.

-Gracias...-dijo y entonces sonreímos.

CAMILA POV:

Se suponía que hoy sería el último día de Sofía en la clínica pero no fue así, su doctor de cabecilla
tuvo que salir de la ciudad de urgencia y solo le faltaba un examen así que me pidieron que si non
era mucha molestia dejarla un día más, obviamente acepté, era mi hermana y quería que todo
estuviera bien con ella.

-¿Por qué esa cara? - era Verónica.

--Oh... Hola - me levanté y besé su mejilla ¿Por qué esta chica me pone tan nerviosa? La miré de
pies a cabeza y por primera vez dentro del mes que llevo durmiendo en esta clínica la veo con ropa
normal y ¡joder se veía muy caliente! Llevaba pantalones ajustadísimos a su cuerpo y les juro que
podía recorrer cada curva de este con mi mirada, llevaba una polera que no le tapaba el estómago,
en el ombligo tenía un aro que me hizo tener pensamientos impuros, tacones altos, chaqueta de
cuero, cabello suelto y sus ojos chocolates.

-¿Camila estás bien?

-Si... yo... solo... ok, solo estaba mirando lo hermosa que te ves hoy - ella sonrió y bajó la vista - lo
siento no se me da muy bien eso de mentir y sí, te estaba mirando.

-Ok creo que es mejor que paremos - las dos sonreímos - me enteré de lo de Sofía, lo siento
mucho.

-Descuida, su doctor llega mañana en la mañana así que supongo que para mañana en la tarde ya
estará todo listo.

-¿Cómo te fue con lo que tenías que hacer ayer?

-Oh... la verdad es que creo que bien.


-¿Todo bien con tu chica entonces? - ¿Cómo... como sabía que era lesbiana? - ¿Camila?

-¿Cómo... como supiste que...?

-¿Qué eres lesbiana? Por favor Camila me vas a decir que no naciste con el radar gay en tu cuerpo
- sonreí.

-Creo que mi vida ha estado bastante atareada

en estos momentos y mi cerebro muy ocupado como para darme cuenta que chica que pasa por
mi lado es lesbiana o no.

-¿Qué te dice tu radar gay de mí?

-Woow Verónica - volví a mirarla de pies a cabeza y apreté mi vaso de café con tanta fuerza que
me quemé la mano - AUCH MIERDA, MIERDA - tire el café al suelo y en cuestión de segundos tenía
a verónica frente a mí con mi dedo índice en su boca, sé que esto no está bien pero era
jodidamente sexy verla lamer mi dedo.

-Creo que deberías entrar a un box, curaré tu dedo te quemaste feo.

No dije absolutamente nada, me senté en esa camilla a esperar a Verónica, miré mi dedo y le
estaba creciendo una ampolla gigante pero no me importaba. En la poca percepción que le
quedaba a mi dedo podía sentir como la lengua de Vero jugaba con mis dedos dentro de su boca
cálida, mierda estoy muy húmeda.

-Volví - esta vez venía de enfermera y jodidamente sexy, no se había tomado el cabello - tienes
que dejar de hacer eso.

-¿De hacer qué?

-De verme como si fuera la mujer más guapa del mundo cada vez que esté a tu lado o te seguirás
quemando - sentí como mis mejillas se ruborizaban - y deja de sonreír así tan tierna ¡Dios me vas a
matar!

-¿Qué yo te voy a matar? Te recuerdo que he estado a punto de morir completamente quemada
por agua hirviendo dos veces desde que te conocí.

-A lo mejor para la tercera te quemas completa - nos quedamos mirando, me estaba coqueteando
joder - es una lástima que tengas novia - eso me hizo recordar a Lauren, no había sabido nada de
ella en todo el día y para esta hora el funeral ya tendría que haber terminado ¿Se habrá venido ya?

-Creo que acabo de confirmar que eres gay - ella sonrió.

-Cuéntame algo, que es lo más loco que has hecho con una chica en la cama.

-Vaya, una chica sin pelos en la lengua.


-Te seré sincera Camila, eres guapísima de los pies a la cabeza y no creas que no me he dado
cuenta del trasero que te traes ahí atrás y aceptaré que he pensado en las muchas formas en
como fallármelo - todo ahí abajo me estaba palpitando - no me interesa saber lo romántico que
has hecho por una chica si esa chica no soy yo. Así que cuéntame lo sucio.

-Primero, deja mi trasero tranquilo.

-Cuando dejes de verme las tetas - nuevamente reímos

-Hice un trío hace poco.

-Woow, me gusta.

-Fue... fue increíble pero de ahí terminé sola con la chica, pero le emoción durante el trío fue
increíble.

-Ya me parece... esto ya está listo - miré mi dedo y ni siquiera me di cuenta en que momento me
había curado.

-Gracias - Verónica se dio media vuelta y noté su trasero, mierda me va a matar.

-Dinah estuvo acá ayer y me dijo que se iría de Miami a ver a su familia ¿Es verdad?

-Sí, lo es

-SI no te incomoda te puedo ayudar con Sofía, podría pasar a tu casa. Sofía igual necesitara alguien
las 24 horas del día y puedo encargarme de lo que necesites - te necesito a ti sentada encima de
mis dedos ahora.

-Eso es... muy... muy tierno, gracias ¿pero qué pasará con tu práctica?

-Termina hoy.

-Vaya creo que es mi día de suerte - me bajé de la camilla y caminé hacía ella - eres muy guapa - la
agarré de los brazos y dejó escapar un leve gemido y entre abrió sus labios - estaré más que
encantada de tenerte en mi casa mañana.

-¿Mañana?

-¿Quieres acompañarme a venir a buscar a Sofía?

-¿Por qué mañana y no hoy?

-Porque no alcanzarías ni a entrar a mi departamento y ya te estaría follando - noté como tembló -


me tengo que ir.

-Yo... tú... creo que... yo también, iré a hacer mis rondas.


-Me parece - me acerqué a ella y besé su mejilla.

-Nos vemos Camila.

-Lo doy por hecho, adiós Verónica.

Salí de esa clínica con una posa entre mis piernas, no estaba segura de sí aguantaría a llegar a mi
casa y rezar para que Lauren estuviera en Skype y tener una pequeña sesión de sexo porque lo
necesitaba como nunca antes. Verónica me estaba volviendo loca.

Cuando llegué a la casa lo primero que hice fue llamar a Lauren y nada, a veces sonaba y a veces
no ¿Dónde estás cuando te necesito? Decidí comenzar a preparar la cena. La casa se sentía muy
solitaria sin Dinah, Sofía y Lauren. Odio la soledad y justo en mi momento de reflexión sonó Skype,
corrí hacía el computador y acepté.

-Hola - dije entusiasmada pero Lauren al parecer no lo estaba.

-Hola ¿Cómo estás?

-Sola, Sofía sale mañana y Dinah fue a visitar a su familia.

-Oh... lo siento.

-¿Qué paso? Te noto rara.

-Yo... no alcancé el vuelo Camila, lo siento.

-¿No alcanzaste? ¿Qué paso?

-Después del funeral salí con Keana y se me pasó la hora.

-¿Keana? ¿Quién es ella?

-la prima de Farith.

-¿Por qué nunca había escuchado de ella?

-Yo no sabía de su existencia hasta hoy.

-Bueno pero cuándo te vienes entonces.

-Hablaré con Harry en unos minutos y te aviso ¿bueno?

-Bueno - "LAUREN DATE PRISA NOS VAMOS", era la voz de una chica.

-Me tengo que ir Camila, nos vemos pronto.


-Estaré esperando con ansias - no dijo nada, se quedó ahí mirándome, me sonrió y terminó la
videollamada, todo estaba aún más solitario hasta que mi celular sonó, lo abrí y era un mensaje de
un número desconocido.

XX: "¿Cómo puedes poner tan húmeda a una chica sin siquiera besarla? No sabes cuántas veces
me he corrido pensando en ti Camila" - Verónica.

Camila: "La última vez que una chica me mandó algo así terminó en mi cama casi en coma, le di el
mejor sexo de su vida"

Vero: "No sé si aguante Camila, me voy a correr en cualquier momento"

Camila: "No me hagas esto Verónica, por favor... joder"

Vero: "Mis dedos quedaron empapados, estoy segura que algún día serán los tuyos. Buenas
noches y nos vemos mañana" Junto a esa frase venía adjunta una foto donde se veía su mano
cubriendo la parte superior de su entrepierna y al parecer dos dedos penetrando su cavidad.

-¡NECESITO UNA DUCHA, AHORA MISMO!


=================

CAPÍTULO 28
CAMILA POV

Durante toda la noche mantuve mi celular en silencio, no me hacía bien leer ni un mensaje más de
Vero o terminaría dándome duchas cada 5 minutos. Por otro lado, tampoco he sabido nada de
Lauren lo cual me tiene preocupada, se supone que ya tendría que estar acá, que tendríamos que
vivir nuestro amor por fin como siempre tendría que haber sido pero no, siempre hay algo más
importante para ella y eso está claro.

Me levanté con ganas de querer dormir porque no dormí nada en toda la noche, lo primero que
hice fue servirme un café muy cargado y preparar tostadas, enserio esto de estar sola en este
departamento era muy abrumador. No tenía que ir a trabajar ya que Austin me dio algo así como
"vacaciones" para poder cuidar a mi hermana y entregar algunos trabajos atrasados que tengo en
la universidad.

Me senté en el living y vi mi celular, no tenía ni un mensaje ni de Verónica, ni de Lauren. ¿Dónde


estás Lauren? En ese momento tocaron el timbre de mi departamento.

-¡YA VA! - grité, dejé mi café en la mesa de centro y abrí, cuando me di cuenta de lo que estaba
frente a mí casi me desmayo.

-¡KAKI! - Sofía se lanzó a mis brazos y yo solo podía abrazarla de vuelta, mi pequeña estaba bien y
estaba en casa conmigo.

-Su doctor llegó anoche en uno de mis turnos y me dijo que estaba todo bien con ella y que podía
irse a su casa cuando ella quisiera así que supuse que sería buena idea traértela aparte... Algo me
dijo que anoche no dormiste mucho ¿o me equivoco? - Verónica sabía lo que hacía, sabía jugar y
dar justo en el punto.

-Muchas gracias - dijo levantándome - en serio, justo iba saliendo para la clínica así que muchas
gracias.
-De nada y bueno, creo que me iré supongo que las hermanas tienen mucho que conversar -
Verónica se dio media vuelta y caminó hacía el ascensor, no pude evitar mirarle el culo. Joder que
culo tiene.

-Verónica - hablé.

-¿Dime?

-¿No quieres pasar a tomarte un café? No tengo que ir a trabajar y por lo que recuerdo tu turno
terminó ¿o me equivoco?

-Sí, sí quédate - Sofía se veía muy feliz y era raro porque ella solo tenía esta clase de
demostraciones conmigo y... Bueno, Lauren.

-¿No les molesta?

-¡NO! - dijimos las dos al mismo tiempo.

Entramos a la casa y Sofía se lanzó al sofá a ver dibujos animados.

-Déjame y te ayudo con tu abrigo - Verónica me dio la espalda y comenzó a desabrocharse


lentamente el abrigo; cuando por fin se lo sacó por completo agarré la tela desde el cuello y
comencé a bajarlo por sus brazos, rocé su piel y un escalofrió me recorrió por completo, noté que
llevaba una blusa transparente con ropa interior negra - lo voy a colgar detrás de la puerta.

-Bueno - Verónica se sentó en uno de los bancos que había en la cocina y se preparó un café -
¿Puedo verdad?

-Obvio, yo te lo iba a ofrecer pero por lo visto te adelantaste.


-Eres lenta Cabello - las dos reímos y nos sentamos una frente a la otra - ¿Cómo estás? - ¿Qué
clase de pregunta es esa?

-Para ser sincera no dormí mucho, de hecho nada - ella sonrió maliciosamente

- ¿Por qué sonríes? No es bueno no dormir. Si hubiera tenido que ir a trabajar hubiera estado de
mal humor todo el día.

-¿Pero no lo estás verdad? - tomó mi mano y no la saqué ¿Qué me pasaba con esta chica? ¿Por
qué me hacía sentir tan... tan bien? Claramente no se sentía como Lauren porque ella se andaba
escondiendo todo el tiempo y todo era raro a su lado, me sentía olvidada quizás por ella, pero
había amor que era lo que importaba ¿no? - nos conocemos hace menos de una semana y sé que
puede que después de esto salgas corriendo por esa puerta...
-¿Por qué saldría corriendo de mi propia casa? - las dos reímos.

-Me pasan cosas contigo - directo a la vena, una chica que no se iba con rodeos, que no se daba
por vencida es tan... Tan no Lauren ¡basta Camila deja de compararlas! - creo que te diste cuenta a
noche.

-Sí... Creo que algo le pasaba a tu vagina anoche ¿o me equivoco? - Verónica solo se reía - me
siento halagada, porque eres muy guapa Verónica y te mentiría si te dijera que no pienso en ti
porque no es verdad - ella sonrió - pero yo tengo novia, o se supone que tengo una.

-¿Dónde está ella?

-Se supone que tenía que tomar un vuelo ayer hacía Miami pero no lo hizo, según ella lo perdió.

-¿Le crees?

-¿Por qué no lo haría? Es mi novia.

-Si fuera tu novia no te dejaría sola por tanto tiempo, te llenaría de mensajes y no precisamente
eróticos - sonreí - si fuera tu novia y tuviera que viajar por la razón que fuera a penas terminara

lo que tengo qué hacer correría a tus brazos una y otra vez - no me di cuenta en que momento
comenzamos a acariciar nuestras manos - eres muy suave - miré nuestras manos - ¿todo tu cuerpo
es igual de suave? - me estaba derritiendo ante sus palabras.

-Verónica yo...

-¿Por qué te esfuerzas en evitar esto? Sé que te das cuenta que tenemos una química única.

-Ya te dije la razón.

-Pero ella no está acá.

-No puedo serle infiel.

-¿Nunca lo has sido antes?

-Sí... Pero esto es diferente.

-¿Por qué?

-Porque me enamoré y tú... Tú no te mereces que sea solo una cosa de una noche.

-¿No, no me lo merezco?

-No.

-¿Por qué no?


-Porque estoy segura que si llego a probar tus labios y besar tu cuerpo me haré adicta a él - sentí
como el escalofrío le bajo hasta su mano que sostenía la mía - lo siento.

-Me gustas que seas así.

-¿así como?

-Buena persona, que no hagas el mal.

-No siempre fui así

-¿Cómo eras antes?

-Probablemente ya te hubiera follado en algún baño o motel y no hubiera vuelto a saber de ti.

-Bueno algún día vamos a follar en el baño de tu casa y me follarás en tu cama, eso te lo juro -
Verónica se levantó y caminó hacía Sofía, le dio un beso y un abrazo - me tengo que ir - dijo
mirándome.
-Ok, te dejo en la puerta - caminé hacía la puerta, agarré su abrigo y se lo coloqué - gracias por el
café.

-De nada, Vero - no podía dejar de mirarla, ella me recordaba mucho a lo que era yo antes pero
algo más madura - que tengas un lindo día y trata de descansar.

-Muchas gracias y no dejes que Sofía vea tanta televisión sería bueno que salieras con ella,
incentívala y tiene reposo por 4 días. Si le llega a dar fiebre en la noche llámame y puedo venir.

-Eres increíble, muchas gracias - la abracé y me quedé en su cuello, su olor... Su olor entraba por
mis fosas nasales y me hacía temblar, quería morderla, besarla... quería que se acordara de mí -
tú... - apreté mis manos en sus caderas y la pegué a mí, necesitaba probarla, aunque sea un poco.
Mis manos bajaron a la parte trasera de sus muslos y la cargue, sus piernas rodearon mis caderas y
la pegué a la pared del pasillo en donde en cualquier momento alguien nos podría ver pero poco y
nada me importaba.
Mi boca se fue a la piel expuesta de su cuello y comencé a lamerla, morderla y jalarla mientras mis
caderas hacían un movimiento el cual lograba que nuestros centros tuvieran la fricción perfecta.

-MIERDA... CAMILA... YO... ¡AHHH! - Escucharla gemir era increíble - ME... ME VAS A DEJAR
MARCAS ¡MIERDA! - eso quería, quería que cuando se viera al espejo no viera nada más que mis
marcas, que se acordara de mí y que cada vez que los viera se comenzara a humedecer y terminé
masturbándose pensando en mí.

La bajé de mis caderas y ahora estábamos de pie, mi frente estaba en la suya.

-Me vas a volver loca - susurré a centímetro de sus labios.


-Estaba a punto de pedirte que me follaras acá mismo - nos quedamos mirando - me iré y ... Que
tengas un gran día - se acercó y me dio un beso rápido en la mejilla y salió corriendo, era como
una niña de 15 años y me estaba enloqueciendo.

-CAMILA TU CELULAR - gritó Sofía, corrí y era Austin.

-Hola Jefe - él solo se río.

-¿Cómo estás? ¿Cómo está tu hermana?

-Hoy le dieron de alta así que está mejor, 1 semana más de reposo y listo.

-Me parece genial - hubo silencio.

-No llamaste para preguntarme por mi hermana ¿verdad?

-No... Me acaba de llegar un fax.

-¿Y qué pasa con eso?

-Es de Lauren - el corazón se me paró en ese instante.

-¿Qué...que dice?

-Dice que no puede volver a Miami, que allá hay muchas cosas inconclusas y que no puede no
prestarles atención. Dice que ni siquiera le da el valor para llamarte porque sabe que te romperá
el corazón como ya lo ha hecho antes, pide que la perdones y que trates de hacer tu vida - Austin
se quedó en silencio - que trates de hacer tu vida sin el fantasma de ella atrás de cada relación que
tengas - se hizo un silencio horrible - Lo siento, Camila.

-Yo... Tengo que cortar Austin, gracias.

-Cualquier cosa me dices, esta noche hay una fiesta. Luis me invitó y sería bueno que fueras.

-Te avisaré, adiós - corté.

Esta parte de mi vida la llamaré comenzar de cero, no más fantasmas...

LAUREN POV:

-¿Qué carajos?- no sabía dónde me encontraba era una habitación bastante elegante, me puse de
pie al instante y noté solo traía una camiseta y mi ropa interior puesta. Fui hasta el extenso
ventanal y al ver a través de este, noté el gigantesco jardín... Mierda, ¿dónde fuiste a parar
Lauren? Volví a mirar y no había rastro alguno de alguien en casa.

Era una mansión, las habitaciones eran interminables, estaba perdida y debía buscar unos
pantalones... Dando con puertas equivocadas, logré por fin llegar a una escalera que daba para el
primer piso, bajé esta con cuidado aserciorándome no hubiese nadie a la vista. Pero todo se fue a
la mierda cuando sentí alguien aclaraba su garganta detrás de mí.

Giré mi cabeza con mucho temor y era...

-Así que decidiste levantarte temprano y andar en ropa interior por toda mi casa, ¿eh?

-Keana, perdón, solo que no sé dónde mierda estoy y qué hago así... ¿Es tu casa?

-Una de las muchas que le pertenece a mi familia, si preguntas por cómo estas vestida no tuve
nada que ver... Tú eres la que estaba saltando y gritando como loca que quería meterse desnuda a
la piscina cuando logré capturarte estabas en ropa interior. Así que Harry te prestó su camiseta, es
un gran amigo...

-Espera, rayos, ¿dónde está él?

-Aún duerme en la habitación de huéspedes junto a Louis, al parecer tuvieron una gran noche.

-Y tú y... yo...

-No Lauren, no nos acostamos, ya te dije que no soy ese tipo de persona y no considero la
violación algo normal, aún soy muy joven para ir presa sabes, además no tengo semblante de
delincuente...

-Bueno... Algo discriminatorio tu comentario.

-Es una broma, vamos te doy tus pantalones, están en mi habitación

-Gracias- volví a subir las escaleras y el dolor de cabeza era interminable- Keana, ¿y tus padres?

-Viajaron a Grecia, seguro vuelven en un mes... La casa es mía igual, está dentro de mi herencia.
Ellos suelen vivir en otra en el centro de la ciudad.

-Oh, ya veo...

-Sí, por cierto seguro te duele la cabeza, nunca vi a alguien tomar tanto... Dios...
-Lo siento, no sé qué me pasó.

-O estabas muy feliz o estabas muy triste ya no sé, pero mencionabas mucho a tu novia, Camila...

-¿Qué dije sobre ella?

-Que la amabas, que la extrañabas... Luego, hablaste mucho sobre su físico, empezando por su
trasero.

-Tienes un maravilloso trasero...

-Vaya, lo sé, te he escuchado decir eso miles de veces.


-¿Aquí es?

-Sí, pasa...-abrió la puerta y entramos, su habitación era inmensa y la decoración bastante


elegante, pasamos por mil lugares antes de llegar a dónde estaba su armario que por cierto era
otra habitación, al menos parecía eso...-Aquí está...- me entregó mis pantalones y me los puse al
instante- ¿quieres una blusa mía? Es que no encuentro la tuya...

-No hay problema, estoy bien con la de Harry...

-Es que él no va a tener camiseta-reímos.

-Bueno, dame una tuya y prometo regresártela cuanto antes.

-No hay problema en serio...-me quité la camiseta quedando en brassier y entonces la dejé a un
lado doblada, noté ella tenía su mirada fija en mí.

-Vaya Keana, si sigues mirándome así me voy a sentir muy halagada...-sonreí.

-Yo solo... Lindo brassier, es muy lindo...-tragó saliva.

-¿No dijiste ayer me viste en ropa interior?

-Sí...

-¿Actuaste de esta misma manera?

-No, ¿por qué crees que fue Harry quien te puso su camiseta? Yo andaba muy emocionada creo...

-Ya veo-le guiñé el ojo y ella sonrió- ¿Me darás una blusa o me seguirás mirando?

-Oh cierto, lo siento en serio...-me pasó una blusa bastante femenina para mi gusto.

-No quiero sonar mal pero no tendrás otra... Digo una camiseta al menos, de alguna banda...

-Mmm, tengo una de The 1975, ¿qué dices?

-¡Perfecta!

-Bueno- sonrió y la buscó- Esta es, ten- me la alcanzó y sonreímos.

-¿Qué tal me queda?- la miré fijamente.

-Te ves muy bien, bastante bien...-se mordió el labio inferior.

-Bueno- sonreí.

-Tu novia tiene suerte...


-Sabes, ahora que estoy consiente debemos hablar de algo... Yo terminé con ella ayer por eso
tomé de esa manera...

-¿Qué?

-Sí, es que... Vaya, yo siempre le he traído problemas sabes... Nunca he hecho nada bueno cuando
hemos estado juntas digo, yo la amo como a nadie pero esto no está funcionando más yo no
quiero herirla... Ya le he hecho mucho daño y no quiero hacérselo más... Quiero que encuentre a
alguien más sin tantos problemas como los míos, alguien que la valore y le de todo lo que yo no le
pude dar.

-Ahora todo tiene sentido... La amas pero no te consideras suficiente para ella...

-Exacto.

-Pero si ella era feliz contigo no entiendo por qué alejarte...

-No es solamente eso, aún no me siento segura o no me perdono tal vez la falta que le he hecho.

-Bueno... Pero puedes hacer muchas cosas, no sé, trata de enmendar todo el daño.

-Soy muy cobarde para eso.

-No te rindas, Lauren...

-Ayer me pedías un beso para sentirte tú misma, hoy me alientas para que vuelva con mi novia.

-Eso es lo que está bien supongo...

-¿no te gusto?

-Sí...

-Porque con todo lo que me dices no estás ayudándote mucho que digamos...
-Lo sé, pero es que no es solamente yo... Ya hay alguien en tu vida, yo sé cuáles son las
necesidades de una chica, pero la amas, eso está más que claro, solo que sigues teniendo miedo
aunque Farith ya no esté más.

-Lo sé, tengo que superar estas etapas de una vez y poder encontrarme a mí misma de nuevo, es
un nuevo inicio sabes...

-¿Cómo conociste a Camila?

-En mi oficina, buscaba una secretaría y ella apareció, tan sexy... No duramos ni tres días de
conocernos y ya habíamos tenido un gran acercamiento y bueno el resto es puramente sexual...

-¿Qué tan sexual?


-Hicimos un trío con otra secretaria...

-Vaya, tú sí que cumples fantasías sexuales...

-Eso no es todo en la vida, te sientes vacía de cierta manera, como si algo te faltara.

-Sé que es eso. ¿Y cómo te sientes ahora?

-Si tuviera a Camila en frente ya me la habría comido a besos y probablemente follado... Es como
si sintiera la ausencia de sexo y me está matando...

Pero el amor y el sexo se van de la mano así que...

-Podría ayudarte con lo del sexo.

-¿Perdón?

-A ver primero me dices no me ayudó mucho aconsejándote vuelvas con tu ex pero ahora que
intento algo, no entiendes...

-No pensé fueras tan directa, sabes.

-Lo sé, pero ahora lo único que voy a ofrecerte es eso, Lauren las dos sabemos no podemos
amarnos de repente quizás sientas atracción tanto como yo la siento contigo pero no sé si pase a
más, por lo pronto sastifacernos, experimentar y luego ya veremos.

-¿Me estás hablando en serio?

-Claro, ¿o no te parezco atractiva?

-No, claro que lo eres... Ayer cuando te besé...

-Te gustó, tanto como a mí.

-Joder, sí...

-Tienes unos labios muy carnosos y suaves-bajó la mirada.

-Los tuyos pareces hechos de seda... Dios...-claramente no son como los de Camila pero me
atraían por naturaleza humana.

-¿Me darías otro beso si te lo pidiese?

-¿Y por qué mejor no me lo robas?

-Muy astuta Jauregui.


-Poco atrevida McGregor...

-Llámame por mi otro apellido...

-Y ese es...

-Jones

-Bueno Jones...

-¿Entonces aquí voy?

-No tienes que avisar si quieres robarlo sabes

-Lo sé- se abalanzó sobre mí poniéndome contra la puerta del armario con sus manos en mis
mejillas y las mías en sus caderas, la arrimé contra mí mientras nuestros labios tenían un elegante
encuentro lleno de descontrol.

Bajé mis manos hasta sus muslos y los apreté con fuerza, luego las llevé hasta su trasero y no me
contuve a reflejar mi lujuria en toda su plenitud. Ella jadeó ante mi acto y fue hasta mi cuello,
comenzó a besarlo delicadamente causando que me estremezca antes el roce de sus labios con mi
piel. Giré junto a ella cambiando de posición y la puse contra la puerta mordí su cuello y fui a
atacar la piel de su hombro la succioné y lamí a mi antojo, luego mientras ellas tenía gestos que
me encantaban en el rostro, llevé mi mano hasta su entrepierna y comencé a jugar con mis dedos
en su centro ellas sumergió su cabeza en mi cuello y podía sentir su fuerte respiración caliente
causando la piel se me erizara.

Sonó la puerta del armario.

Keana y yo nos acomodamos y abrimos...

-Yo solo venía a reclamar mi camiseta-era Harry algo serio, traía el torso descubierto y solo llevaba
unos pantalones ajustados, si no fuera gay probablemente sería muy codiciado y no me hubiese
hecho problemas en tener alguna aventura con él...

-¿Dejaste solo a Louis?-dijo Keana sonriendo.

-Se está bañando... Pero ustedes están haciéndose buena compañía, pensé que Lauren había
dormido en otra habitación.

-No pienses mal, yo estaba buscando algo que ponerme Keana me ayudaba... Me dio esta
camiseta-le dije señalándola y él parecía disgustado.

-Claro, mmm Lauren quería hablar algo acerca del caso McGregor, ¿puedes venir conmigo al
pasillo?-dijo colocándose la camiseta.

-Claro, ahí voy-bajé la mirada.


-Yo te espero- dijo Keana dándome un beso en la mejilla.

Salí del armario (¡vaya!), seguí a Harry y llegamos al pasillo tras cerrar la puerta de la habitación de
Keana y empezamos a caminar por el segundo piso.

-¿Qué pasó entonces?-dije.

-¿Qué pasó? Yo me pregunto qué te pasó... ¿Dónde quedó lo de no más miedo y todo eso?

-¿De qué hablas?

-¿Qué pasó con Camila Cabello?

-Ah, esto va por ahí, creo que ese ya es un asunto personal ¿no?

-Como quieras, pero me interesa tratar de hacerte entrar en razón... Recuerdo esa noche muy
bien, Lauren... Lo que ella hizo por ti, traía las manos lastimadas de tanto golpear la puerta
¿recuerdas?

-No es algo que me guste recordar

-Bueno, te lo hago recordar igual porque ella no merece te metas nada más que con la prima de
Farith.

-Ella no es como él si a eso te refieres...

-Eso lo sé, he estudiado de cerca a toda la familia McGregor y considero a Keana una gran amiga,
ella es mi amiga desde hace mucho. Fue por ella que obtuve mucha información sobre Farith, me
ha ayudado como nadie y traía esta extraño interés por ti desde que te conoció.

-¿Es en serio?

-Lo digo en serio, Lauren... Ella es una buena persona, eso lo sé. Me ha ayudado sin nada a cambio
y esto lo hace porque ella quiere, el llevarte de fiesta, cuidarte, traerte a su casa, ¿pero dónde
queda Camila
-Yo, yo no soy suficiente para ella...

-¿ella dijo eso?

-No, pero...

-Deja de imaginarte cosas, deja de ser tan cobarde quieres... Haz las cosas bien, Lauren.

-Estoy tratando de tener un nuevo inicio en mi vida.

-Tú vida ya está y estaba al lado de esa señorita que te ama con todo su ser.

-Yo...
-Tú solo piensas en acostarte con Keana...

-¿Qué?

-Menos mal llegué a tiempo, sino sabe Dios.

-No me la iba a coger...

-Lauren.

-Un poco pero no sé por qué hablamos de esto, tú cogiste con Louis anoche.

-¿Y? Yo a él lo amo, es como para ti Camila.

-¿Hablas en serio?

-Sí, la semana que viene nos mudamos juntos y quien sabe próximamente nos casemos y ya sabes
todo eso que es parte de vivir ser feliz con la persona que verdaderamente amas.

-Claro, restriégamelo en la cara.

-Solo trato de que entres en razón... ¿Amas a Camila?

-Yo... Sí pero...

-Pero nada... Dime que solo pensabas en Keana cuando la besabas o tocabas... Dale dilo.

-No fue así, bueno entonces ya tenemos resuelto, pensabas en Camila, no sé qué mierda haces
aquí.

-Odio cuanto te haces el molesto, te ves tan masculino.

-Cállate, que ese papel es de Louis, ya anda ve y arregla todo mientras termino de arreglarme.

-Bueno, gracias...

-Para eso están los amigos.

=================

CAPÍTULO 29
CAMILA POV

Esta etapa en mi vida se llamaba ¿Cómo superar al amor de tu vida? Desde que Austin me leyó el
fax que le había mandado Lauren habían pasado dos semanas, dos semanas en donde me enfoqué
solo en mí, Sofía y Dinah.
También me enfoqué en el deporte, sabía que para no estar mal tenía que tener alguna recreación
y aunque pensé en salir y follarme a cuanta chica se me cruzara también entendía que esa no era
la solución para olvidar y desenamorarme de Lauren.

En el trabajo Austin trata de conversarme de ella pero yo le cambio el tema, le digo que no me
interesa saber de ella; un día me dijo que Lauren trataba de comunicarse conmigo pero que mi
celular, el de Sofía y Dinah no respondían y es obvio que no responderían, porque decidí cambiar
mi número y le pedí a Dinah que hiciera lo mismo y de paso hice lo mismo con Sofía.

Durante días he tratado de entender el porqué de su decisión, recuerdo cuando me llamó para
decirme que estaba feliz porque ahora seríamos libres y podríamos estar juntas sin ningún
problema, recuerdo su voz quebrarse cuando me dijo que me amaba y que la esperara ¡JODER LA
ESPERÉ COMO UNA IDIOTA!

Lo peor de todo... Lo peor era que aun la amaba, puede que la decepción y rabia se estén llevando
un gran porcentaje de mi amor hacía ella pero aun lo amaba.

-¿Terminaste? - era Austin.

-Si estos son los últimos papeles - le pase el informe

-Muy bien, eficiente como siempre - le dio una leve mirada al informe - ¿Cómo va la universidad?

-Bien, la próxima semana son mis semanas de exámenes así que tendré que pedirte días libres.

-Descuida, los que quieras - nos quedamos mirando.

-¿Me darás los días libres porque soy buena en lo que hago o por lo que pasó con Lauren?

-Te daré libre porque eres buena en lo que haces - ni siquiera lo pensó - no creas que no me siento
culpable.

-¿Por qué te sentirías culpable?

-Toda esta idea de Farith fue mía desde un principio.

-No es tu culpa que me haya enamorado de una cobarde - él me miró y sonrió - ¿Por qué sonríes?

-De a poco vuelves a ser la misma hija de puta que conocí - solo sonreí - supongo que es un buen
indicio.

-Supongo - dije ordenando mis cosas.

-¿Has conocido a alguien? - cuando Austin me hizo esa pregunta solo recordé a Verónica, ni
siquiera me ha llamado en estas dos semanas.

- No- respondí de inmediato, miré la hora y quedaba una hora para el cambio de turno en el
hospital - si no me voy ahora no llego. Buenas tardes que tengas un lindo fin de semana.
-Para ti también Camila, para ti también.

Salí del edificio y monté el primer taxi que salió, le dije que me llevara al hospital. Mientras íbamos
en camino miré una florería y pedí que se detuviera, compré bombones y volví al taxi; estaba
nerviosa, no veía a Verónica hace dos semanas y en estas dos semanas podría haber pasado de
todo, incluso ya podría tener pareja.

Cuando llegue decidí que no iba a pasar, aunque hacía un frio horrible decidí esperar afuera. El
tiempo pasaba y entonces noté una silueta que ya conocía, llevaba el cabello suelto, vaqueros
negros ajustados a su cuerpo, un abrigo del mismo color y una pequeña boina en su cabeza, se
veía hermosa; Verónica caminaba mirando al suelo así que ni cuenta se dio cuando me puse detrás
de ella y le hablé.

-Vaya, vaya - Verónica se detuvo y miró hacia atrás - como es posible que te deje de ver dos
semanas y estés más guapa que la última vez que te vi - ella solo sonrió.

-Creí que te había tragado la tierra, Cabello.

-Algo así me pasó, pero digamos que resucité como el ave fénix - solo me miraba - toma, te traje
esto - estiré mi brazo y le pasé las flores con los chocolates - por mi mala educación de
desaparecer y no avisarte.

-Que peculiar manera de pedir perdón - Verónica acepto las flores y los bombones - no sé si sabes
pero estos chocolates son mis favoritos.

-Mira tú, creo que mi intuición aun funciona - las dos sonreímos - creo que no es buena idea seguir
hablando acá, se viene una tormenta - las dos miramos al cielo-te propongo que vayas a cenar
conmigo - Vero puso cara de sorpresa - es solo una cena.

-Tengo hambre, Cabello. Anda, vamos.

---------

Llegamos a un restaurante de comida india, nos sentamos en la mesa más apartada de las otras y
pedimos.

-¿Cómo está Sofía?

-Bien, un poco engreída.

-¿Por qué?

-Bueno... No para de preguntar por Lauren y yo sinceramente no sé qué más decirle.

-Decir la verdad es una buena idea - dijo mirándome

- si te sirve de algo esa mina es una idiota - sonreí.


-¿Por qué?

-Porque te dejó, o sea quien deja a Camila Cabello - la miré - eres hermosa, inteligente, tienes muy
lindos valores. Eso no es que lo encuentres a la vuelta de la esquina.

-Yo... Gracias.

-Y sí, parezco una fan alagándote pero me gustas y creo que lo sabes chica de buena intuición y yo
sé que también te gusto; mi radar gay no falla.

-¿A quién no le gustarías? - Verónica se ruborizó y entonces por un momento en mi cabeza ya no


estaba más Lauren, el supuesto odio que sentía por ella por haberme abandonado desapareció. Se
supone que amar es aceptar todo de la otra persona, incluso no estando con ella y si Lauren es
feliz con otra persona y esa fue la razón por la que se quedó ¿Qué puedo hacer yo? Sé que Lauren
puede hacer feliz a las personas de manera muy fácil y espero que esa persona la haga feliz a ella
también - Te propongo algo, bonita.

-Dime.

-Vamos a bailar.

-¿A bailar?

-Oh, no me digas que te da vergüenza Iglesias.

-Levanta ese enorme culo de tu asiento Cabello que te demostraré como se baila.

Estábamos en una calle en donde solo había bares, restaurantes y pubs bailables así que no fue
difícil encontrar uno. Entramos al primero que encontramos, pedimos tragos y dejamos nuestros
abrigos en custodia.

-El ambiente es increíble - gritó en mi oído Verónica.

-Ya no aguanto, quiero verte mover ese culo Verónica - la agarré de la mano y nos fuimos a la
pista, los ojos de Verónica se inyectaron en pasión y con su mano comenzó a tocar el cuello y a
mover su cabello hacía un solo lado mientras movía sus caderas. Sentí como todo mi ser
comenzaba a calentarse, esta chica es hermosa. Se mordía los labios y pasaba sus manos por sus
pechos; de repente agarró mi blusa y me pegó a ella.

-Baila conmigo - miré sus ojos color miel, sus labios, mierda como quiero besarla.

-Lo que quieras Verónica Iglesias, lo que quieras - Vero sonrió y entonces me dio la espalda, sus
manos se fueron hasta mi cuello y enredó sus dedos en mi cabello. Bajó mi cabeza hasta el hueco
entre su cuello y su hombro y mis manos casi por inercia se posaron en sus caderas. Cerré los ojos
y dejé que su perfume se apoderara de mis sentidos, tragué saliva ante tan exquisito aroma... Mis
manos vagaban por su estómago y entonces la chica de ojos color miel comenzó a frotar su culo
en mi centro - mierda - un gemido se escapó de mi boca. Si fuera hombre tendría una enorme
erección pero eso no quiere decir que no esté completamente húmeda en estos momentos - me
estás matando - susurré en su oído y entonces succioné el lóbulo de este y noté como la piel se le
erizaba.

La pista de baile era oscura, con suerte se nos veían los ojos. Mis manos subieron desde su
estómago hasta sus pechos y los apreté logrando que Verónica flaqueara en su equilibrio pero la
abracé.

-Puedo hacer que te corras con solo tocarte los pechos - comencé a hablarle al oído y comencé a
besar su cuello, morderlo y succionarlo.

-Tú... mmm... Camila... Yo.... Aaaah - Mierda, esto era jodidamente sexy.

-Me muero por besarte, quiero tus labios sobre los míos y morderlos hasta dejarlos hinchados - la
agarré de sus caderas y la voltee para que quedara frente a mí.

-Llévame al baño - solo la miré - ahora, Camila.

-No te llevaré al baño - tomé sus caderas - iremos a mi casa.

LAUREN POV:

-Así que aquí estamos...

-Te dije que no tenías que venir, lo sabes bien-respondí de la mejor manera.

-Lauren, a mí me encantan las aventuras. Huiste de tu propia compañía, solo para venir hasta acá.

-Mi hermano fue trasladado aquí, necesito ver como está. Además, debo conversar con un buen
amigo mío.

-¿Mahone?-dijo Keana.

-Sí, debo agradecer su ayuda personalmente, como verás... Hay mucho por hacer aquí en Miami.

-Lo sé, además de encargarte de ver a tus padres y planear el futuro de la empresa... Y no nos
olvidemos de la pequeña visita a tu ex-eso último noté algo de disgusto.

-Ya hablamos de esto...

-Lauren ya terminaron, no entiendo por qué no quieres tocarme... Ganas tienes, yo sé que te
gusto.

-Tu seguridad siempre me ha parecido interesante...

-Es verdad, pero tú solo sientes que aún le debes algo a Camila.

-Le debo demasiado, ella ha hecho mucho por mí y...-interrumpió.


-Y tú solo quieres cuidarla y protegerla de todo el mal que acecha al mundo, bueno ese discurso ya
me lo has dado y ya me cansó también. Debo decirte eso es de cobardes, si tan afligida te sientes
con todo lo que le hiciste pasar entonces recompénsaselo de alguna otra manera...

-Vine a hablar con Camila, ¿feliz? Quiero arreglar todo, Harry me ha tenido con eso desde que
pasó lo que pasó en el armario ese entre nosotras.

-Te dijo que la recuperes y que se amen eternamente... bla bla...

-¿Desde cuándo te pusiste tan pesada?

-Desde que te vi porque me encantas solo que no soy tan perra de obligarte a hacer algo que sé no
quieres aunque te parezca muy linda.

-Ahí vamos de nuevo... Sin embargo, debo admitir que eres una buena persona por no intentar
seducirme.

-Solo por eso quise acompañarte, mira a tu ex, conversen y siéntete segura de cómo están las
cosas entre ustedes dos. Cual sea tu decisión estará bien y si todo resulta mal entonces aquí estoy
para consolarte-sonrió.

-Bueno... Eso es mejor que todo un intento de seducción...

-Siéntete feliz, en otras oportunidades hubiese actuado de manera distinta. Pero se trata de
Lauren Jauregui, una increíble persona.

-Gracias...

-Además, quería estar lejos de Nueva York, mis padres iban a regresar repentinamente y no quería
estar para recibirlos y oírlos hablar tonterías... Mi familia es una mierda.

-Todas las familias tienen algo de malo...

-En la tuya no hay un Farith ¿o sí?

-Buen punto.

-Ahora entiendes...

Llegamos por fin a un departamento que tenía en Miami, llevar a Keana a casa de mis padres no
era la mejor opción puesto que mi madre no puede verme cerca de mujeres o está comenzando a
pensar lo peor.

Dejamos las cosas en la sala y subimos al segundo piso donde habían 3 habitaciones amplias, la
más grande era mía, así que le di a elegir entre las otras dos a Keana.

Me di un largo baño y luego fui a descansar un poco antes de ir al hospital a ver a mi hermano,
Chris.
-----

-Hola papá-le di un beso en la mejilla.

-Hola princesa, estábamos entusiasmados por verte.

-Yo también, ella es Keana, una amiga-se saludaron y luego me dio una mirada fija.

-No pienses mal, ¿dónde está mamá?

-Con Chris adentro, ya sabes que le encanta leerle libros.

-Cierto... Lo había olvidado.

-Austin se ha portado grandioso con nosotros, jamás sabré como recompensar tanto apoyo.

-Es una buena persona, yo por eso esta misma tarde me encontraré con él para cenar y
agradecerle por tanto.

-Es un gran gesto de tu parte...

-Y quería también hablar sobre la compañía...

-Claro que sí, estaba pensando en que podríamos tener una reunión con todos los
administradores de las otras localidades.

-Debemos hacer un plan de negocios nuevo, quiero cambiar muchas cosas... Nuestra compañía
tiene que crecer.

-Confío en que llevarás esto de la mejor manera hija.

-Así será...

-Debes descansar un poco, te noto algo ojerosa, ¿estás bien de salud?

-Sí, claro que sí. Solo necesito dormir más, es todo.

-Bueno, entonces déjame encargarme de la reunión y te aviso donde será y qué temas iremos a
tratar así vas preparada.

-Gracias, papá-besé su frente-Ahora, iré a ver a Chris.

-Lauren, yo me quedaré aquí, siento que es inoportuno de mi parte ser parte de una reunión
familiar...-dijo Keana de inmediato.

-Cómo te sientas más cómoda

-Bueno, me quedó aquí conversando con tu papá entonces...


-Está bien, ya regreso-fui a la habitación donde estaba Chris y mi mamá le leía con mucho
entusiasmo una grandiosa historia sobre un guerrero.

-Al final, él descubre que puede hacer todo lo que desee siempre y cuando no se da por vencido
en el camino.

-Perseverancia...

-Sí, mamá...

-¿Cómo has estado?

-Bien, tranquila.

-Me alegra oír eso, ¿ya has hablado con tu padre?

-Sí, de ahí venía. Él luce bastante bien.

-Se libró de los McGregor...

-¿Tú no estás feliz por eso?

-Tenía miedo, Lauren... Yo siento mucho todo lo que te dije e hice...

-Está bien, mamá. Todos teníamos miedo, él era un persona bastante peligrosa, llena de secretos.

-Siento que podemos respirar tranquilos y ahora que las ventas han ido en aumento ya que la
familia McGregor se ha retirado del negocio, es algo bastante bueno.

-Lo sé, he hablado con papá para hacer el plan anual nuevamente, implementar nuevas
estrategias, quiero renovar personal... Sé que hay muchos que adoraban a Farith y no los quiero
en nuestra compañía.

-No sería bueno.

-Eso mismo...

Chris respiraba tranquilamente.

-Él se ve cada día más guapo-dijo Clara.

-Todo va a estar bien...

-Los doctores dicen que han notado un gran progreso en este último mes, con las medicinas que le
han dado ahora, se supone deberían de mantener todo en orden por un largo tiempo.

-Él no siempre estará dormido mamá...

-Lo sé...
-No quiero pienses jamás va a volver a abrir los ojos porque algo me dice que sí lo hará.

-Él es muy fuerte.

-Lo es.

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-Listo, hemos hecho todo lo que tenías en la agenda menos visitar a tu flamante ex.

-¿Eso te preocupa, Keana?

-No, la verdad todo bien... ¿A dónde vamos?

-A cenar con Austin, si quieres te puedo dejar en el departamento igual ya es tarde...

-No, vamos... A lo mejor y tiene alguna amiga, ¿no?

-Es gay.

-Bueno, dale igual te acompaño.

Cuando llegaron al restaurante tomaron asiento en la mesa que le habían asignado según su
reservación y en unos minutos llegó Austin sonriente.

-Hey-dijo Austin para luego abrazar muy fuerte a Lauren.

-¿Qué tal?

-Bien, bastante bien...-miró a Keana- ¿Ella es?

-Mi amiga...-Austin la miró incómodo- Créeme.

-Bueno, hola amiga de Lauren...

-Me llamo Keana-sonrió y extendió su mano.

-Un gusto.

Todos se sentaron y empezaron con un pequeño brindis por la tranquilidad en sus vidas y claro la
conversación entre los tres fue bastante fluida, entre comentarios graciosos y otros sobre
negocios, Austin mencionó...

-Sí, la empresa ha ido bastante bien... Camila es excelente en el negocio, voy a tomarme dos años
sabáticos en menos de una semana empezaré a viajar por el mundo y pienso dejarle el control de
todo.

Lauren se quedó en silencio y Keana tomó un sorbo de su copa.


-¿Cómo está ella?

-Lauren, en serio no fue mi intención...

-Es parte de tu vida... No hay de qué disculparse, solo quiero saber cómo está...

-Bien, estuvo algo frustrada por el tema del fax, pero está bien.

-Eso es bueno... ¿Perdió el celular o algo?

-No, tiene el mismo núm...-se dio cuenta.

-Vaya, no quiere hablar conmigo, lo sabía...

-Ella está intentando avanzar, Lauren.

-Austin tengo la cabeza hecha un lío, mi corazón me dice tantas cosas, me parece estúpido lo que
te digo pero al menos sé no hice bien. Yo podría hacerla feliz, yo la hacía feliz... Ella me hace feliz...

-Lauren, ¿a qué estás jugando?

-A nada, Austin. Solo quiero recuperarla, recompensarla por todo el daño que le he hecho.

-Bueno, empieza por Dinah. Es su mejor amiga, quizás te ayude a recuperarla, quizás no.

-¿Quizás no?

-Le jode lo que hiciste con su mejor amiga, al igual que a mí me jodió, por eso si ahora está
saliendo con alguien creo está bien merece darse la oportunidad...

-¿Qué dijiste?

-Ok, olvida eso último se supone Dinah me dijo algo pero...-lo fulminé con la mirada- No es nada
serio, hoy fue a verla y ahora deben estar juntas... Pero...

-Keana, agarra tus cosas, nos vamos...

-Espera ¿qué?-Keana se puso de pie confundida.

-Vamos a buscar a Camila

-Oh no, en eso no me meto. ¿Estás demente?

-Seguro se anda acostando con la cosa esa con la que sale ahora, apúrate.

-Lauren, tranquilízate...

-Adiós-salí camino a mi auto.

-¡Espera ahí te doy el alcance, llevo a Keana!-dijo Austin.


---

-No vas a hacer esto, Camila. Ok, me lo merezco, fui una idiota... Está bien, te hice daño, pero
cambiarme por otra. No, no y no. No voy a permitir le pongas una mano encima y menos ella una
mano encima a ti-pisé el acelerador y ya estaba a nada de llegar, el que el lugar donde me había
ido a encontrar con Austin estuviese cerca era una ventaja.

Bajé del auto y a lo lejos vi el de Austin. Toqué el timbre varias veces sin respuesta alguna. Solo se
veía la luz del segundo piso encendida, la de su habitación...

Comencé a golpear la puerta con tanta fuerza que tenía los nudillos en un tono rojo encendido.

-¡ABRE CAMILA CABELLO!

Oí pasos bajando las escaleras y como quitaban el seguro y abrían la puerta.

-!¿DÓNDE MIERDA ESTÁ?!

-¿De qué hablas? ¿Qué haces aquí, Lauren?

-¡¿DÓNDE TIENES A LA PUTA ESA?!

-¿Disculpa?-una mujer de tez blanca, cabello castaño bajaba las escaleras para de inmediato
abrazar por la cintura a Camila, para mi buena suerte estaban vestidas... Salvo la idiota que tenía la
blusa desabotonada.

-...

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CAPÍTULO 30
CAMILA POV

Cuando abrí la puerta simplemente no podía creer lo que estaba mirando. Lauren Jauregui en
todo su esplendor, con cara de furia y su mirada no se despegaba de Verónica.

-¿Qué... que haces acá? - le pregunté en shock.

-Vine a hablar contigo Camila pero por lo viste no es un buen momento verdad - no dejaba de
mirar a Verónica.

-Si quieres me puedo ir y nos juntamos después - me hablo Verónica con esa voz tan dulce que
tiene. Ni siquiera habíamos terminado lo que estábamos haciendo.
-Si sabes es mejor que te vayas porque ella y yo tenemos cosas que hablar - miré a Lauren - ¿Me
dejarás acá afuera todo el rato o me invitarás a pasar?

-Ok - dejé escapar un suspiro - espérame en el cuarto - Verónica sonrió y besó mi mejilla - pasen -
me arreglé la ropa y cerré la puerta.

-En serio te pido disculpas, le dije a esta histérica que no viniéramos pero en cuanto se enteró que
estabas saliendo con alguien se volvió loca.

-¿Quién eres? - hice caso omiso a todo lo que dijo anteriormente.

-Keana, soy familiar de Farith- me tendió la mano y se la di - no hace falta que te presentes, eres
famosa por estos lados - mire a Keana y Lauren.

-Me puedes explicar qué es eso de que estas saliendo con alguien - no podía creer que tuviera el
coraje de meterse a mi casa después de casi dos meses sin verla y semanas de haber terminado a
hacerme una escena de celos.

-Lauren ¿sabes qué día es hoy?, me refiero a la fecha.

-10 de junio.

-Hoy se cumplen dos meses de la última vez que nos vimos - la miré, y por más raro que suene no
se me movía ni un pelo.

-Oh...

-Yo creo que esperaré afuera – Keana se levantó.

-No es necesario, esta conversación no durará mucho - le dije antes de que se pudiera levantar.

-¿Qué quieres decir? - preguntó Lauren con los ojos brillosos.

-¿Por qué volviste?

-Cambiaron de clínica a Chris y quería ver a mis padres, los extrañaba y bueno obviamente a ti.

-¿Alguna vez te importé? - me apoyé en la baranda de mi mueble de cocina.

-¿Qué? Camila, tú sabes que sí.

-No, resulta que ya no sé nada.

-Solo quiero... no quiero que cometas el error de tu vida enamorándote de esa chica...

-Verónica - la interrumpí - su nombre es Verónica Iglesias.

-Lo que sea, no puedes estar con ella.


-¿Por qué no?

-Porque te amo - miré a Keana a quien obviamente le habían dolido esas palabras.

-¿Cuántas veces te follaste a Keana antes de llegar a esa conclusión? - las dos abrieron la boca de
asombro - eres patética Lauren, no puedes pretender que después de meses esperándote, de
meses añorándote y anhelando nuestro reencuentro tú esperes que todo siga igual. Me costó
tiempo sabes, me costó centrarme en mi vida nueva porque yo... yo todo lo que hacía y decía era
pensando en ti, era tu marioneta, Lauren.

-No... no digas eso, por favor.

-Después de lo que pasamos ¿solo un fax? Tan poco signifiqué para ti ¿verdad?

-Sé que me equivoqué en eso - comenzó a llorar - y por eso estoy acá - comenzó a acercarse a mí -
no te puedo sacar de mi cabeza y sí, puede que me haya acostado con Keana pero te amo Camila-
Keana la vio asombrada.

-¿Nunca dejarás de ser tan egoísta verdad?

-Yo... no entiendo.

-¿No entiendes o no quieres entender? Viajaste con una chica que es capaz de todo por ti porque
aunque este ahí sentada escuchando esta conversación le acabas de romper el corazón porque
dijiste frente a ella que amabas a otra chica, pero probablemente llegues al hotel en unas horas
más y te vuelvas a acostar con ella y ella lo aceptará porque está enamorada de ti y ese es tu puto
problema Lauren... eres incapaz de respetar a quien te ama y da todo por ti.

-¿Está todo bien? Escuché gritos - bajó verónica vestida solos con una blusa enorme, era tan linda.

-Está todo bien perra, vuelve a tu cueva - la respuesta de Lauren me sorprendió - ¿Qué no
escuchaste?

-No me iré - camino hacía donde estaba y me abrazó por atrás y sonreí.

-Camila...

-Lauren - la quedé mirando - odio decir esto porque no soy así pero... pero el único error que
cometí fue haberme enamorado de ti - sus lágrimas ya no podían parar - duele decirlo pero... pero
tú nunca luchaste por mí mientras yo me desvivía por ti y si pensaste que te esperaría sentada en
mi cama a que regreses después de haberte follado a toda la familia de Farith estás equivocada -
miré a Keana

- y tú... no te dejes manipular por Lauren y si la quieres... solo... solo te deseo suerte y ahora -
caminé hacia la puerta - es mejor que se vayan.

-Camila, yo... por favor...


-Tengo cosas que hacer Lauren - Lauren miró a Verónica.

-¿Follarte a esa chica?-Lauren preguntó enojada.

-Eso a ti te debería dar lo mismo - dijo Verónica - ahora es mejor que se vayan.

-¿Qué te da el derecho de hablarme así?

-"Es mi chica Lauren", tiene todo el derecho del mundo.

Creo que esas cuatro palabras le dieron donde más le dolía, agarró a Keana de la mano y salieron
de mi departamento, cerré la puerta y miré a Verónica.

-¿Tu chica? - sonreí - es bueno saberlo - se desabrochó la blusa y estaba completamente desnuda,
quedé deslumbrada con su físico y sus curvas.

-Wow.

-Hazme el amor encima de la mesa Camila, ya esperé mucho y te deseo.

-Tus deseos son órdenes.

Me acerqué a Verónica y la cargué sobre mis caderas, caminé hasta la mesa de la cocina y la senté
encima. Comencé a besar sus labios mientras mis manos vagaban por todo su cuerpo, arañé sus
muslos, costados, brazos y cuello mientras ella se dejaba de llevar y todo el lugar comenzó a
quedar rodeado por sus gemidos, sus manos suaves acariciaban cada centímetro de mi cuerpo que
aún seguían cubierto por prendas de vestir.

-Quiero algo - dijo mirándome a los ojos.

-Dime.

-Hazme sexo oral acá, no voy aguantar hasta tener que desnudarte - solo sonreí - de ahí me llevas
a tu cama - Verónica comenzó a acomodarse en la mesa. Se acostó en esta y comenzó a abrir sus
piernas lentamente y cuando vi lo húmeda que estaba tragué en seco - por favor... haz algo o
terminaré masturbándome - todo mi cuerpo ardía por ella - Camila... - noté como se llevó una de
sus manos a su centro húmedo y comenzó a jugar con su clítoris y volvió a gemir - Mmm....
Vamos... Camila - me acerqué a ella, acomodé mi cara entre sus piernas y dejé que su aroma
invadiera mis fosas nasales llevándome a la excitación máxima.

Pasé mi lengua de arriba abajo y sentí como las manos de Verónica se fueron a mi cabellera para
ejercer presión a la cual no me resistí. Mi lengua comenzó a moverse sin control por todo su
centro y mis labios succionaban su clítoris mientras que todo su cuerpo temblaba - Camila...
mmm... Mierda.... ¡Oh!.... sí... sigue... Fóllame - su sabor era embriagante y toda ella me volvía loca
- llévame a la cama, por favor - sus deseos fueron cumplidos y a penas llegamos a la cama sin
avisarle la penetré con dos de mis dedos haciendo que sus piernas se elevaran de la cama y en ese
mismo momento la envestí hasta el fondo logrando que se corriera en mi dedos y mojara la cama;
miré su rostro y no podía creer la cara de agotada que tenía.

-¿Cansada? - pregunté lamiendo uno de sus pezones...

-Yo... Dios, eres tan jodidamente ardiente...

-Bueno, lamento decirte que esto está recién comenzando.

---

LAUREN POV:

-¿Puedes manejar más despacio?

-No, no puedo... ¡NO PUEDO!

-¡Lauren, detente! ¡Ya hemos llegado!-frené en seco y me di cuenta de los distraída que estaba.
Empecé a llorar, me sentía demasiado estúpida.

-Todo va a estar bien, Lauren-se desabrochó el cinturón y me abrazó tiernamente, acariciaba mi


cabello. Escondí mi rostro en el hueco de su cuello.

-Ella... Ella la prefiere... Ya, ya no me ama...

-Lo siento, en serio...

-Duele...

-Ya, ya va a pasar
Estuvo acariciándome hasta que me sentí incómoda a causa de que traía aún el cinturón
abrochado así que lo quité y me acomodé en sus brazos. Nos abrazamos fuerte y de cierta manera
sentía paz.

Después de varios minutos por fin respiré tranquila y entonces abrí los ojos que ya estaban
bastante hinchados y vi la perfecta piel de su cuello en frente...

-Vaya...-dije en un pequeño susurro, mi aliento impactó contra su cuello y de inmediato se erizó,


ella tenía la vista en frente y solo seguía acariciando mi cabello entonces empecé a chupar la piel
de su cuello como quise, ella puso sus manos sobre mi abdomen intentando quitarme de encima
pero hice fuerza y entonces por fin se dejó.

Comencé a dar pequeñas mordidas, jalaba la piel y la soltaba para luego lamerla.

-Dios...-alcancé a oír y ahí estaba mi sonrisa, no sé en qué momento me volví tan fría pero solo
quería algo, probarme que todavía podía causar cierto efecto en las personas que alguien podía
reaccionar antes mi tacto.
Aquí vamos, coloqué mi mano encima de su blusa y empecé a desabotonarla...

-Lauren, estamos en la acera, pueden vernos...

-¿Y?

-Yo...-introduje mi mano fría en su abdomen cálido y sentí como se tensó.

Era momento de hacerla sentir todo...

Bajé lentamente mis dedos hacían un recorrido peligroso lleno de lujuria hasta llegar al borde de
sus jeans ajustados, los desabroché mientras besaba sus hombros...

Ella solo gemía y esa era la respuesta correcta a cualquier pregunta que mi mente intentara hacer
ante mi intento de bloquear mis sentimientos.

"Sexo", esa palabra definía el momento, esa noche, todo tan crudo y frío...

Introduje mi mano por debajo de su ropa interior, me mordí los labios al sentir su humedad, Dios...
¡Qué mojada estaba!

Coloqué mis dedos encima de su clítoris estimulándolo y solo podía sentir sus manos aferrándose
a mi espalda y sus fuertes gemidos mientras arqueaba la espalda sobre el asiento.

-Laur...en

-Shhh...

No quería oírla decir nada, solo sus gemidos en ese momento, esto era solo sexo.
Empecé a mover mis dedos mucho más rápido y ella movía sus caderas de tal manera que iba al
ritmo de mi mano, no tardó mucho en llegar al climax y luego caer relajada sobre el asiento, llevé
mis dedos a sus labios y los lamió... Luego, me besó, lo hizo con desesperación como si quisiera
sentir más, entonces...

-Bájate...-no lo dudé- Baja del auto y entra al departamento, quítate la ropa y espérame en el
sofá...

-Está bien...-dijo casi tartamudeando, se abrochó los jeans y salió rápido del auto yendo hasta la
puerta del edificio más tarde la seguí luego de estacionar correctamente mi auto.

Entré al departamento y modulé las luces a un tono bajo, puse música de fondo y entonces me
dispuse a caminar lento, mi mirada era oscura y el único objetivo era follar a Keana tanto que
tenga que dormir una semana.

Saqué una botella de vino y dos copas. Luego de servir las llevé hasta la habitación donde estaría
esperándome...

Sin embargo, oí susurros, ¿había alguien más ahí acaso?


Entré al instante y estaba Keana con solo la bata puesta sentada sobre un lado de la cama y cerca
de la ventana una mujer con un vestido negro que dejaban mostrar sus perfectas curvas...

-Tu padre me dio las llaves que tenía de reemplazo, para visitarte...-dijo dándose la vuelta.

-¿Georgia?-dije mirándola de pies a cabeza.

-Esa misma, siento intimidar a tu amiga pero creo que más que intimidada está avergonzada... Así
que se iban a divertir...-dijo Georgia sonriente.

-Yo... Bueno, sí... Estábamos en medio de algo.

Keana estaba en silencio mirándome fijamente.

-Pensé que los hábitos de comerte a tu mejor amiga de la universidad los dejaste precisamente
ahí... Dura etapa...

-Georgia, yo... Me gustabas mucho pero...

-Una aventura que me torturó durante años y ahora que por fin te encuentro no pienso dejarte ir
sin que me devuelvas todas esas noches...

-¿Ah sí?

-Sí, vamos a divertirnos, Lauren...

-Bueno, me llamas luego entonces

-No, vamos a divertirnos ahora.

-Estoy con Keana, yo la verdad...

-¿Acaso nunca has hecho un trío?-dijo con esa mirada profunda.

-Sí, pero no lo disfruté tanto, salvó cuando mi novia estuvo a solas conmigo...

-Entonces, no has probado nunca un verdadero trío... A Keana no le molestará o sí... ¿Te molesta
Keana?-la miró fijamente mientras gateaba sobre la cama y luego acariaba su mejilla.

-Yo... No sé, supongo que si Lauren se siente bien...-noté su nerviosismo.

-¿Qué dices pequeña, Lauren?-Georgia estaba riendo.

-No me creas cobarde, soy más intimidante que esto... Andando, se van a servir vino o ¿no?-dije
con una sonrisa.
-Así me gusta... Definitivamente esta Lauren me gusta más...-tomó la copa de mi mano mientras
me daba un beso, tomó mi labio inferior entre sus dientes y lo soltó luego de morderlo sin
delicadeza.

-Wow...

-Que empiece lo bueno...-dijo con su sexy voz. Ahora recuerdo que eso era lo que más me podía
de ella a parte del cuerpo infernal que tenía.

Fui hasta la cama y me senté mientras que Georgia se subía encima de mi a horcajadas... Keana no
se quedó atrás y empezó a besar mi cuello estando por detrás de mí. Sus manos estaban en mis
pechos y tenerlas a las dos encima era tan excitante... Dos mujeres hermosas deseándome. No
sentía nada por ninguna de las dos pero no se trata de eso, solo es placer, sexo... Tan frio como
suena, tan ardiente como resulta.

Georgia se tomó un momento para probar los labios de Keana y entonces mientras se besaban me
puse detrás de ella bajando mis manos hasta su centro y tocándola como quise...El vestido hizo la
tarea más fácil, fui bajando el cierre lentamente... La deseaba, al igual que a Keana...

Dos cuerpos quemando encima de mí, tocándome como querían, gemidos siendo la melodía
perfecta para acompañar las notas del bajo en la canción de fondo.

Georgia fue hasta mi centro y sentí su lengua en todas sus dimensiones, Keana estaba con las
piernas abiertas arrodillada de tal manera que su cavidad estaba encima de mi boca y podía darle
tanto como Georgia estaba dándome placer a mí. Georgia empezó a arañar mis piernas con
lentitud con deseo. Sexo en su punto más esplendoroso...

Dios... Sus manos eran tan delicadas y eran fieras que se encargaban de descargas sus anhelos en
mí.
-Lauren besa a Keana... Dale, Keana échate...-le dijo y entonces me coloqué encima de ella
empezando a rozar mi rodilla con su húmedo centro y los gemidos se hacían cada vez más
estruendosos. Georgia estaba detrás de mí, y mientras yo estaba en cuatro sentí sus labios
alrededor de mi clítoris, como lo jaló sin delicadeza y lo chupó como quiso, un fuerte gemido fue
detenido por los labios de Keana y entonces empecé a besar sus pechos y morder la piel de estos,
dejé demasiados chupetones... Tomé entre mis labios su pezón y lo lamí con desesperación, repetí
la misma acción con el otro y continué succionándolos mientras bajaba mi mano hasta su centro y
mientras sentía la lengua de Georgia con mayor fervor introduje dos de mis dedos n la cavidad de
Keana haciendo que arqueara su espalda y empezará a tener orgasmos inimaginables... Esa noche
fue caliente, fue placentera...

Tuvimos tanto sexo como quisimos, casi no descansamos durante toda la madrugada, luego
Georgia cayó rendida desnuda al lado de Keana, en esa noche no permití me penetrarán ninguna
de las dos, pero si les di tanto como me pedían... Había follado con las dos, con tanta intensidad
que cayeron rendidas en un profundo sueño a ambos lados de la cama, me encontraba en el
centro de ambas... Pensando... Sí, eran las 5 de la mañana y aún no entendía a Camila... Quizás
jamás la entendería pero iba a llenar mis noches y días de lujuria a cambio de quitarme el sabor
amargo de sus palabras.
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CAPÍTULO 31
CAMILA POV

Cuando la alarma sonó el día lunes a las 6:30 de la mañana lo único que hice fue apagarla sin
problemas ya que llevaba 2 días sin poder dormir decentemente y todo esto gracias a Lauren. Aún
no me podía sacar la imagen de su cara, ella realmente había venido a hablar conmigo pero estaba
segura de que si no se hubiera dado cuenta que estaba con Verónica ella me hubiera mandado a la
mierda igualmente porque así es ella, una persona completamente fría y egoísta cuando se lo
proponía.

Por otro lado, estaba... bueno, la chica que está a mi lado en estos momentos, la que me saca
sonrisas, me hace renacer de donde creía que no iba a salir nunca. Es obvio que hay sentimientos
de por medio pero no llegan ni siquiera a los talones a lo que llegué a sentir por Lauren y sí, hablo
en pasado porque tendría que estar loca para volver a caer.

Me salí de la cama lentamente pero entonces sentí como unos brazos rodeaban mis caderas y me
volvieron a meter en esta.

-¿A dónde crees que vas? - besó una de mis mejillas y sonreí.

-A la ducha - entrelacé mis dedos con los de ella.

-¿En serio tienes que irte a trabajar tan temprano? - escondió su rostro en mi cuello, era tan
adorable. Verónica se encargaba de hacer mis días hermosos y más livianos de lo normal.
-Sabes que tengo que hacerlo, tengo que llegar primera siempre y ordenar las cosas de Austin y de
los otros integrantes de la junta.

-No es que me moleste que lo hagas es solo que creo que estás agotada. Entre el trabajo, la
universidad y Lauren creo que estás colapsando - no dije nada y voltee a mirarla - ¿Qué? ¿Dije algo
malo?

-No... Es solo que...

-¿Creíste que no lo notaría? Sé que el hecho de que ella haya regresado te ha hecho pensar
muchas cosas y no te juzgo para nada si yo tuviera una ex tan importante como la que tú tienes
me pasaría lo mismo - besó mis nudillos y sonreí - si quieres un tiempo para pensar yo...

-No necesito un tiempo solo... Solo es que ella vino a Miami a ordenar algunas cosas de la empresa
pero estoy segura que allá le dijeron que yo salía contigo - me acerqué y besé sus labios - y esa fue
la única razón por la que vino si no dudo que la hubiera visto.

-¿Te molesta que siga siendo tan egoísta?

-Ella se dio cuenta que soy feliz - volví a besar sus labios - ya no quiero pensar en ella - golpee
despacio sus piernas - iré a la ducha.
-Iré a prepararte el desayuno, ¿a qué hora llega Dinah?

-A las 3, ella cuidará a Sofía para que puedas ir a trabajar.

-Ok

Me fui a la ducha que calmó algunos de mis pensamientos, me vestí lo más rápido que pude
porque aunque la conversación que tuve con Verónica en la cama ayudó en mucho hizo que me
atrasara más de la cuenta.

-Mi amor, no voy a alcanzar a tomar desayuno - bajé rápido.

-Lo sé, por eso te lo hice para llevar - me pasó un bolso - toma - no podía creer lo que ella hacía
por mí - ¿Qué paso? ¿Qué tengo?

-Ven acá - agarré sus caderas y besé sus labios, no pasó mucho tiempo y nuestras lenguas ya se
habían encontrado, nos besamos durante 1 minuto sin parar hasta que el aire se hizo necesario.

- wow, creo que empezaré a hacerte el desayuno más seguido - solo sonreí.

-Eres increíble Verónica, te llamo en unas horas más para ver cómo te va, ¿bueno?

-Esperaré tu llamada, amor - nos dimos un último beso, este más corto que el anterior y salí del
edificio. Gracias a Dios a Austin se le ocurrió la brillante idea de que un taxi siempre me fuera a
dejar a la oficina, taxi que ni siquiera tenía que pagar porque de eso se encargaba él. Llegué tarde
y como era rutinario entré a hablar con Austin.
-Hasta que llegas - dijo mirándome - ¿Qué te paso? ¿Está todo bien? No sueles llegar tarde.

-Descuida solo - recordé a Verónica - solo no sentí la alarma.

-¿Estás segura? - lo miré raro - ok, olvídalo.

-¿Necesitas algo?

-La verdad es que.... - Austin estaba muy raro - ok, si no te lo digo yo te enteraras por otro lado y
no es la idea porque me considero tu amigo.

-Me estás asustando.

-Pasa que Lauren está en Miami.

-Lo sé, antes de ayer me fue hacer una escena de celos delante de Verónica.

-Oh...

-¿Hay algo más verdad? - en ese momento se abrió la puerta y era la otra secretaria de Austin.
-Lo siento jefe pero esperan urgente a Camila en su oficina - miré a Austin - me retiro.

-Supongo que hablamos después, ¿verdad? - él no dijo nada - estás muy raro - salí de su oficina

y entré a la mía, cuando entré me di cuenta que había alguien sentado en mi silla.

-Hola - me saqué mi saco y me quedé con el vestido negro ceñido al cuerpo que andaba trayendo,
la silla giró y entonces la vi - ¿Qué haces acá, Lauren? - su vista recorrió todo mi cuerpo y me sentí
nerviosa, mierda ¿por qué me está pasando esto?

-Ese vestido te queda muy bien - me gustaría decir lo mismo, realmente deseaba decirle que ese
traje de dos piezas le quedaba fenomenal pero la imagen de Verónica se vino a mi cabeza - ¿Cómo
estás?

-¿Te importa?

-Tú siempre me has importado.

-Creo que tus actos hablan por sí solo Lauren, ahora dime qué haces en mi oficina.

-Vine a hablar contigo, las dos solas.

-No hay nada que hablar.

-No hagas esto Camila, por favor-en su rostro noté que realmente lo estaba pasando mal pero no
era mi culpa, ella... Ella no me respondió como se supone que tendría que haberlo hecho -
necesitamos hablar.
-Lauren... ¿Por qué volviste?

-A arreglar algo de la empresa y a ver a Chris.

-Tú acabas de responder todo, no fui tu primera opción, no lo soy desde hace un tiempo.

-Cometí el peor error de todos...

-Ya es tarde - la interrumpí.

-¿Qué?

-Eso Lauren, es tarde yo estoy con... Bueno... Con...

-Ni siquiera puedes nombrarla, cuando estábamos juntas y te preguntaban por mí, decías de
inmediato que era tu chica ¿lo recuerdas?

-No hagas esto, es obvio que me cuesta decir que estoy con Verónica frente tuyo... Te respeto y
siempre lo hice Lauren - miré al suelo.
-Perdón por todo el daño que te hice - sentí como se levantó de su silla y comenzó a caminar -
perdón por no valorarte, por creer un segundo que lograría estar mejor sin ti - para cuando
levanté la cabeza ya la tenía frente a mí - te amo Camila, te amo de la misma forma que te amé la
última vez que nos vimos, te amo aún más - sus manos se acercaban lentamente a mis caderas. No
podía moverme ¿Qué te pasa Camila? - extraño tu cuerpo -apretó mis caderas y cerré los ojos, no
quería mirarla.

-Por favor... - salió casi como un susurro - por favor, Lauren - me armé de valor y la miré - si tú... Si
tú realmente me quieres...

-Te amo - me interrumpió - realmente te amo - la miré a los ojos.

-Si realmente me amas dejarías que fuera feliz.

-¿Cómo quieres que deje que la chica que amo sea feliz con otra persona?

-De la misma forma que dejé que la chica que amo se casara, me mintiera y se quedara en otro
país, de la misma forma que traté de comprender muchas cosas y que hasta el día de hoy por tu
culpa siguen doliendo - ella no dijo nada - estoy con Verónica y quiero que lo respetes.

-No... No me pidas eso. Camila, te amo, ¿escuchas lo que te digo?

-Sí y yo te lo dije muchas veces antes de que decideras darte la buena vida con los familiares de
Farith, no estás en derecho de pedirme nada.

-Como quieras - me acercó a su cuerpo y nuestros labios quedaron a centímetros - solo te digo -
sentía su aliento chocar con mi rostro - que me tendrás que aguantar porque trabajaré acá y te
voy a conquistar, Camila - comenzó a subir y bajar sus manos por mis costados y se me hacía difícil
respirar normal - y cuando eso pase te haré el amor - llevó su boca a mi oído - te haré el amor en
esta oficina, encima del escritorio, en el sofá, en la puerta - mordió el lóbulo de mi oreja y gemí -
mierda - apretó mis caderas - no sabes cómo me pone escucharte gemir por mí - escondió su
rostro en mi cabello y comenzó a olerlo.

-Por favor.... mmmm.... Mierda... Lauren.... Por favor, para por favor.

-Eres mía, que no se te olvide - me dio un beso entre la mejilla y el labio, se alejó - te voy a
respetar hasta cierto punto, haré todo por tenerte de vuelta, Camila... Espero eso te quede bien
claro.

No dije nada, estaba en shock y tratando de entender por qué si eran las 8 de la mañana ya tenía
toda mi ropa interior estropeada. Lauren y yo trabajando en el mismo lugar será una tortura.

LAUREN POV:

Entré a mi oficina temporal y entonces ahí estaba Austin mirando la vista...

-Te puedo demandar por acoso...-se puso a reír bajo.


-Los dos sabemos no lo hará.

-Lauren, Lauren, Lauren... Estás haciendo travesuras en la empresa...

-Estás algo disgustado, eso se nota.

-Mmm, se supone hice todo para que estuvieran juntas, fue mucho dinero pero eso es lo de
menos. Me esforcé y tú te quedaste allá a conocer a todos los McGregor.

-Ya empiezas...

-¿Qué hay entre Keana y tú?

-La pregunta es, ¿qué no hay?

-¿Estoy hablando con la misma Lauren que lloraba porque quería ser feliz con Camila de una vez?

-Hablas con una Lauren decidida, pero no tonta.

-¿La de antes era tonta?

-Una cobarde, Mahone.

-Bueno, Jauregui... Con eso me dijiste que ya se acostaron.

-No lo habíamos hecho hasta que antes de ayer, Camila dijo eso sobre su nueva chica...

-Vaya, vaya...

-Exacto, no solo me acosté con Keana sino también con Georgia y esa chica si sabe lo que hace...

-¿Cuándo tuviste tiempo para acostarte con las dos sin que la otra supiera?

-Querido Austin, hay algo llamado trío.

-Después de haber tenido un trío vienes a tratar de recuperar a Camila...

-Suena idiota, pero pensé mucho luego de esa noche y después de lo que hicimos el domingo todo
el día....

-Sexo, sexo y más sexo... Repito, ¿dónde está la antigua Lauren? Esa me agradaba más...

-Será mejor que comience a revisar los papeles para la junta de más tarde.

-Te vas a dar cuenta que el ser fría no te traerá a Camila de regreso.

-Austin, ve a revisar los papeles también... No te vendría mal.


-La vas a acosar demasiado y así, luego vas a casa y te acuestas con Keana y mmm, Georgia. Luego,
otra vez te sientes vacía y vendrás a provocar a Camila... Un ciclo vicioso.

-A veces, creo eres demasiado genial y otras como ahora, creo eres un entrometido.

-Bueno, este entrometido ha hecho mucho por ti. Además, soy tu amigo pero también el de
Camila y yo quiero verla feliz.

-Ella solo va a ser feliz conmigo en cuanto la recupere.

-¿Quieres recuperarla?

-Eso dije...

-Deja de tener sexo con otras zorras y empieza a comportarte como alguien madura.

Silencio.

Él empezó a caminar hacia la puerta.

-Austin...

-¿Qué?-giró a verme.

-Lo haré con una condición...

-¿Condición?
-Ponme a Camila de secretaria.

-No, olvídalo...

-Prometo me portaré bien, es más... Hoy hago que Keana regresé a New York y todos felices.

-¿Y qué hay de Georgia?

-Me mudaré, cambiaré mi número, lo que desees.

-¿Es un trato serio?

-Soy una persona seria, Mahone.

-Camila me va a odiar, pero está bien.

-Eres el mejor amigo gay que alguien pueda pedir.

-Claro, claro... Ahí te la mando.


-Gracias-sonreí.

Pasaron cerca de cinco minutos y aún no llegaba... Me puse a pensar en lo que dijo Austin y no
sabía cómo sentirme, no podía estar sin hacer nada mientras Camila cogía con Verónica, mínimo la
única manera de quitarme esa imagen eres haciendo algo parecido.

Pero... Obviamente esa no era yo y no sé qué me está pasando.

¿Por qué de repente me he vuelto tan fría?

Sonó la puerta tres veces y entonces dije...

-Adelante.

-¿Qué significa esto?-Camila estaba seria.

-Significa que eres mi secretaria desde ahora, como los viejos tiempos-guiñé y sonreí.

-Esto no me parece gracioso, Lauren...

-A mí tampoco-volví a sonreír y ella casi me fulmina con la mirada- te estás volviendo amargada
antes de los 40 y eso no es bueno.

-Intentas algo y juro que no se va a quedar así, soy capaz de todo.

-Te refieres a denunciarme o algo así... ¿No?

-Probablemente.

-Entonces, cerrarían mi empresa y como está unida a la de Austin, eso no le vendría bien.

-Puedo renunciar también.

-Aquí estás ganando más de lo necesario y eso que como practicante, no creo seas tan tonta de
renunciar.
-Te odio.

-No me odias, Camila. Ahí también estás equivocada.

-Ya te dije que dejes de hacerte ilusiones, yo no te amo.

-Eso crees, el problema es que yo sé que sí y soy muy terca como para resignarme a solo creer lo
que dices de la boca para afuera.

-Es solo trabajo...-se dio la vuelta y aclaré la garganta, ella giró- ¿qué?

-Casualmente se me cayó ese papel que tienes en frente-ella volteó a mirar- recógelo por favor, es
importante-ella se agachó y vaya, qué viste tenía en ese instante...
¡Qué trasero!

-Ten-se acercó y me lo dio.

-Lindo trasero...

-Espera, lo hiciste solo para...-levanto su mano para darme una cachetada pero agarré su muñeca
con fuerza.

-No serías capaz...

-Estaba por hacerlo, soy muy capaz.

Me acerqué a su mejilla, le di un beso bastante lento. Luego, fui hasta su oreja y empecé a rozar
mis labios en esta. Ella estaba callada.

Mi respiración chocaba contra su cuello ahora, me acerqué y dejé un beso.

-Deja de hacer esto, por favor...

-¿Por qué? Espera... Ya sé, es que no puedes negarte.

-Cállate...

-Jamás.

Dejé su mano y luego la tomé de las mejillas y me acerqué, me mordí los labios mientras veía de
cerca cada facción de su rostro, cómo pude haberme olvidado de tanta perfección. Estaba siendo
la más idiota de seguro.

-Lauren, suéltame.

-No...

Bajé mis manos hasta sus caderas...

-Me gustas...

-Lauren, ya para-quitó mis manos de ella y se dio media vuelta, pero alcancé a agarrar su mano
nuevamente y cerrar la puerta para colocarla contra esta de inmediato. Me acerqué tanto a ella
que nuestras respiraciones estaban rozando nuestra piel.

-No puedo resistirme a ti...-agarré con fuerza su cuello con mi mano izquierda y la otra la dejé en
su cadera derecha, bajé mis labios hasta su cuello y empecé a besarlo, iba dejando besos húmedos
y de vez en cuando succionando pequeñas porciones de piel, la mordía y lamía. De lento a rápido y
entonces sentí sus manos aferrarse a los costados de mi saco negro, mordí nuevamente el espacio
entre su cuello y su hombro, con mi otra mano la sostenía del cuello y con mi dedo pulgar tocaba
sus labios, noté que mordía su labio inferior con fuerza y cuando giré a ver su expresión ahí
estaba...

La misma expresión que me desvanecía innumerable veces. Me dispuse a colocarme más cerca,
nuestros centros estaban a nada de distancia y empecé con ese movimiento sincronizado mientras
con mi mano derecha bajaba desde su cadera hasta su trasero y lo agarraba con fuerza, dios...

Precisamente había olvidado esta sensación, de eso estoy segura...

-Basta...-ella me empujó y la miré lamiéndome el labio inferior, si ella hubiese descrito mi mirada
en ese instante hubiese dicho, infierno.

-Aún no he terminado...-la empujé con delicadeza contra la puerta y pasé mi mano lentamente por
su abdomen.

-Mierda...

-Dije que no he terminado...-le guiñé y volví a besar su cuello mientras mi mano vagaba por la
costura de su vestido; sin embargo, esto no iba a ser tan rápido, solo quería tener pequeños
juegos hasta que ella decidiera dejar a las idiota esa.

Con mi dedo índice hice un recorrido por encima de su vestido desde por debajo de su ombligo
hasta llegar a casi nada de donde estaba su entrepierna.

-¿Me extrañabas?-dije seria, ella tragó seco mirando mi dedo.

Bajé este un poco más y volví a subirlo torturosamente.

-Lauren...

-¿Me extrañabas, Camila?

Coloqué mi otro dedo y los dos en conjunto repitieron el movimiento...

-Laur...

-Estás muy mojada... Eso me dice mucho, sabes.

-Para...

-Si quisieras parara te hubiese ido ya, la puerta no tiene seguro y estás encima de ella.

-Yo tengo novia.

-Lo sé... Pero también sé no la amas, tú a quién amas y deseas es a mí.

Fui hasta su oreja y susurré...


-Tengo tantas ganas de follarte...

Mordí el lóbulo de su oreja y lo jalé hasta que oí nuevamente gimió y sonreí.

-Creo que es tu debilidad...

Coloqué mis manos en sus costados y las subí por su cintura.

-Me gusta cómo te queda este vestido...-me mordí el labio inferior- Quiero que vengas siempre así
de sexy.

-No voy a darte el gusto.

-Eso crees, ya veremos mañana...-coloqué mi mano sin pensarlo dos veces en su entrepierna por
encima de su vestido e iba quitándola lentamente mientras ella separó los labios y me miraba
confundida. Sé que estaba excitada. Lo sé bien- . Bueno, señorita Cabello... Debe prepararse para
la junta la quiero sentada a mi lado...-le guiñé y me alejé.

No quise dar vuelta y oí solo el portazo, sonreí victoriosa.

-Vas a ser de nuevo mía, Camila Cabello...

=================

CAPÍTULO 32
CAMILA POV

Después del encuentro tan raro y fogoso con Lauren decidí salir, hablé con Austin y le rogué que
por favor dejara que tomara mi hora de receso ahora, al principio se opuso pero después de que le
expliqué me dijo que si, que no había problema.

Salí de la oficina con cuidado, no quería que Lauren me viera, no sabía si era capaz de soportar
otro encuentro con ella.

Caminé hasta la costanera de la playa en donde me iba a encontrar con Dinah, mientras esperaba
me puse a pensar en toda mi historia con Lauren, pensé en cómo nos conocimos, todo lo que hice
para obtener el trabajo; en ese entonces hubiera hecho cualquier cosa por dinero y lo hice. Nunca
creí que coquetearle a Lauren nos llevaría a todo lo que hemos pasado... Sentada en el césped de
frente al mar solo podía recordar su risa, su sonrisa. Mis manos aun sentían la textura de su piel
sin siquiera acariciarla, mi cerebro aun recordaba el olor de su cuerpo, mi relación con Lauren
desde un principio solo era sexo, experimentar nuevas sensaciones pero no contaba que de tanto
experimentar me terminaría enamorando de ella.

-Acá estás - Dinah había llegado - llevo llamándote como 20 minutos.

-Lo siento - no la miré - ¿Cómo estás? - sabía lo que significaba los silencios de Dinah y ese silencio
era el típico "no importa cómo estoy, tú estás peor"
-Hey - se sentó a mi lado - ¿Por qué esa carita? - tomó una de mis manos y entrelazó nuestros
dedos - ¿Discutiste con Verónica? - y entonces me acordé de ella por primera vez en toda la
mañana- Camila me estás asustando.

-Lauren está trabajando en la empresa de Austin - Dinah se quedó callada nuevamente.

-¿Qué pasa con eso? - la quedé mirando - ¿Qué te hizo amiga?

-Solo... Solo trato de tener algo conmigo, solo eso.

-¿Quería tener sexo contigo?

-A toda costa.

-¿Por qué te siento tan mal por eso? Antes no lo hubieras pensado.

-¿Sabes qué pasa cuando dejas que una persona conozca tu vida? - tenía mi vista pegada al océano
- Pasa que se conocen, pasa que no es necesario las palabras entre los dos porque con una mirada
basta y sobra, pasa que una caricia hace que se ericen todos los vellos de tu cuerpo, pasa que te
pones nerviosa horas antes de juntarse, pasa que conoces sus gustos, conoces sus manías, sabes
para que lado le gusta dormir, cuantas cucharadas de azúcar le gusta al café o té en la mañana,
sabes que ropa le gusta, hasta llegas a saber que ropa interior le gusta ocupar los días de la
semana, conoces a sus padres y creas un vínculo que no importa si es bueno o malo, el vínculo
está - miré a Dinah - cuando dejas entrar a una persona a tu vida de tal forma que pase todo lo
que te acabo de nombrar te enamoras, te enamoras de su mundo y de lo bien que se ve al lado del
tuyo, te enamoras de sus manías, comienzas a enamorarte las caras estúpidas que hace cuando ve
una de sus series favoritas, te enamoras de todas sus formas de besar y de esas que sabes que aún
no has probado pero sabes que solo quieres probar con esa persona, te enamora su gusto musical
que a veces ni siquiera se parece al tuyo y te enamoras...

Te enamoras de su forma de besar, de acariciar, de tocar justo ese lugar que te hace volar, te
enamoras del sudor de su cuerpo cuando hacen el amor, de sus ojos brillando pasión sobre tu
cuerpo, te enamoras del roce de sus pechos con los tuyos - hice una pausa - estoy enamorada de
Lauren aunque no lo quiera admitir - comencé a llorar - estoy estúpidamente enamorada de un
maldito recuerdo que vive acá - apunté mi cabeza y mi corazón - porque la Lauren que está ahí
dentro no es la que yo dejé hace meses.

-¿Te dolió que te buscara solo por sexo verdad? - ni siquiera respondí, me lancé a los brazos de mi
mejor amiga y dejé que las lágrimas corrieran - te juro que la mataré con mis propias manos
Camila, ella no te merece y sé que tú sabes que tengo razón pero tampoco puedes ir por el mundo
ilusionando a las personas, Verónica no se merece eso y por otro lado - Dinah agarró mi rostro e
hizo que la mirara - tú eres Camila Cabello, a quien ni una chica le ha dicho que no, entra a ese
edificio y demuéstrale que tú también sabes jugar, demuéstrale que no puede jugar con Camila
Cabello, que no puede enamorarte, irse, romperte el corazón, ignorarte, volver y esperar que todo
siga de la misma forma. Anda a ese edificio y haz que recuerde por qué lograste enamorarla.

-Dinah...
-Ve Camila, no dejes que te pisotee, tú también puedes jugar el juego de Jauregui.

Después de esa conversación con Dinah caminamos hasta el edificio donde trabajo mientras
comíamos algo. Dinah me contó cómo le estaba yendo en el trabajo y que extrañaba cuidar a
Sofía, le dije que ella podía ir a verla cuando ella quisiera.

Me despedí de Dinah y entré al edificio, caminé hacía un baño, arreglé mi cabello, me pinté los
labios, me coloqué lentes y abrí los dos botones de mi blusa - prepárate Lauren Jauregui.

Cuando entré a la oficina estaban todos sentados en sus respectivos puestos y no me sorprendí al
notar la mirada de Lauren en mí, sus ojos mostraban hambre, deseo y estaba segura que si fuera
por ella me haría el amor aquí mismo sin importar que nos miraran o no.

-Siéntate acá - habló Lauren - realmente la mirada de Lauren lograba hacerme sentir muchas cosas
pero necesitaba que recordara que ella me amaba porque aunque me lo dijera no lo creía, sabía
con solo mirarla que solo estaba caliente conmigo así que la trataré de la misma forma que ella lo
hace.

-Gracias - le respondí cuando llegué a su lado, miré directamente a sus ojos y sonreí - perdón por
lo de hace un momento.

-Descuida - sus ojos bajaron a mi escote-. Eres jodidamente hermosa.

-¿No te has visto al espejo? - sabía que mi respuesta la sorprendería - estás muy caliente hoy, no
sabes cómo me tenías dentro de esa oficina - comenzamos a susurrar.

-¿Cómo te tenía? - me mordí el labio inferior - mierda, Camila.

-Estaba tan húmeda que estoy segura que hubieras introducidos tus dedos en mí y me hubiera ido
en 5 minutos - noté como se aferraba de la silla y esto me hizo recordar a cómo nos conocimos -
¿Te calenté?

-Estoy caliente desde que me dejaste sola ahí en esa oficina, amor - llevó su mano a mi rodilla -. Tu
piel... No sabes como la extraño.

-¿Qué más extrañas?

-Follarte - ¿Follarme? ¿Porque no podía decir hacer el amor?

-¿Te gustaría follarme acá?

-No juegues conmigo Camila - dijo apretando mi rodilla.

-No estoy jugando - tomé la mano que tenía en mi rodilla y comencé a subirla por mi pierna
lentamente - ¿Qué te parece si haces que tenga que aguantarme los gemidos? - su mano esta ves
apretó a nivel de mi muslo interno - haz que me corra acá, en esta sala con todos mirando.
-Camila...

-Extraño tus dedos en mí - volví a tomar su mano y comencé a subirla nuevamente - estás a punto
de llegar a mi centro - me quedo mirando - no llevo ropa interior - solo tuve que decir esas 4
palabras para que los dedos de Lauren llegaran a mi entrepierna, admito que todo mi cuerpo
estaba temblando, admito que extrañaba ser de ella... Lauren comenzó a jugar con algunos
pequeños vellos que había en el lugar, sentí como sus dedos se turnaban para jugar con mis
fluidos, no podía dejar de mirarla pero sabía que si no paraba nos iban a pillar. Decidí dejar de
mirarla y tratar de concentrarme en la reunión pero era imposible.

Lauren presionó mi clítoris con uno de sus dedos en un ligero movimiento que me hizo temblar
sobre la silla, me mordía el labio inferior para tragar mis gemidos mientras que mis manos se
aferraban a la silla, cerré las piernas porque sabía que si sus dedos llegaban a entrar no iba a poder
contenerme y ella lo entendió porque al parecer no le molestó que le ofreciera solo mi mayor
punto de placer para hacerme llegar. Recordé que al principio no sabía absolutamente nada y
ahora estaba a minutos de hacer que me corra sobre esta silla en una oficina completamente
llena; la miré nuevamente y estaba sonriendo - haz que me corra ahora - susurré y ella me guiñó
un ojo.

Lauren comenzó a mover sus dedos sobre mi clítoris que estaba hinchado de cierta manera a
causa de la excitación, apreté con más y más fuerza la silla, me mordía los labios mientras sentía
como el sudor comenzaba a cubrir todo mi cuerpo, tenía el rostro hacia abajo y la mirada hacia el
suelo mientras Lauren agarraba mi clítoris entre sus dedos y comenzaba a masajearlo con rapidez,
quería gritar, quería sentirla dentro pero aún esto lograba matarme - me voy a correr - susurré -
mmm... Lauren... mmm me voy a correr joder... yo... yo... - dejé escapar un leve gemido que pasó
desapercibido y Lauren sacó sus dedos con rapidez, volví a mirarla y comenzó a lamerse los dedos
uno por uno, era la escena más erótica que había tenido durante meses.

-Entonces, nos vemos el viernes a esta misma hora para ver como solucionamos los problemas -
escuché que dijo Austin - quedan liberados de esta reunión - toda la oficina comenzó a salir y
Lauren no podía dejar de mirarme.

-Camila... - la miré a los ojos y noté algo de confusión - Camila...

-Es mejor que te calles, tengo que ir a hacer papeleo - me paré de esa silla y caminé hasta mi
oficina, necesitaba estar sola después de lo que había pasado y aunque la oficina de Lauren
quedara al lado lucharía con todas mis fuerzas para no caer, por hoy fueron muchos sentimientos
que ni siquiera sabía que seguía teniendo.
LAUREN POV:

"Vacía", era el sentimiento exacto.

Antes podía vivir cada momento con completa emoción y excitación, pero ahora que todo
pareciera ser sexo en todas sus expresiones, me sentía vacía. Esa no era la Camila que podía
provocar miles de sensaciones en mí, siento algo me falta...
Sus palabras al final fueron bastante frías. Ella también veía esto como solo sexo, satisfacernos la
una a la otra, al principio cuando la conocí hubiese sido feliz con solo esto y lo estaba porque era
nuevo...

Ahora que ya sé qué es estar enamorada, qué es amar. Todo parece diferente.

Amar a Camila Cabello, eso era más que cualquier cosa en el mundo, debía ser una prioridad...

No supe valorarla ciertamente y lo que más me duele es que ahora tuvimos nuestro pequeño
momento de diversión y más tarde ella irá con su novia y hará el amor.

"Hacer el amor", otro término que estaba atormentándome, ¿qué pasa conmigo?

Yo no quiero solo sexo, no quiero momentos de placer, yo quiero la felicidad entera y sé que solo
lo lograré viendo sonreír a la persona que más amo, Camila Cabello...

Quiero hacer el amor con ella, pero no solo eso. Quiero viajar con ella por el mundo, quiero
abrazarla al ir a dormir, despertarla a besos, quiero vivir con ella, quiero tener una familia con
ella...

Necesito sentirme viva porque desde que no la tengo solo soy una cobarde y fría persona.

Caminé hasta su oficina que quedaba cerca de la mía. Iba a tocar la puerta pero escuché
conversaba con alguien por teléfono.

-Sí, Dinah. Lo hice, hice todo lo que quedamos y sabes, me siento mal... Esto no está bien, pero me
gustó pagarle con la misma moneda. No... No, Dinah. Voy a seguir con Verónica, voy a hacerla
feliz, con ella es todo diferente.

Abrí la puerta de golpe bastante enojada.

-¿Ese era tu plan, Cabello?

-Lauren...

-Sí, oí todo lo que dijiste y sabes... Eres de lo peor.

-¿Yo?-estaba indignada.

-¡Solo me buscaste para vengarte!

-¡Tú me buscas solo por sexo! ¡Me haces sentir una idiota! ¡¿Querías follarme?! ¡Listo, lo lograste!
¡¿Qué más quieres?!

-¡A ti, te quiero a ti!

-¡No mientas Lauren!


-¡No miento joder!

-Si de verdad me quisieras, no me hubieses dejado por ir a follarte a todos los McGregor...

-Jamás le puse la mano encima a Farith y mucho menos me dejé, no tuve nada qué ver con
ninguno...

-¿Y Keana?

-No habíamos hecho nada hasta que llegamos aquí y me dijiste todo ese discurso hiriente de tu
nueva novia.

-Si claro...

-La besé, fue el beso más casto que existe. Estaba contigo, está bien... Admito mi error, estaba
confundida y dolida por haber sido tan cobarde todo este tiempo. Me dejé llevar por la conmoción
de la muerte de alguien que conocía bien y que de a pocos hizo mierda mi vida. Hubiese deseado
hubieras venido a buscarme y darme el apoyo que necesitaba pero sé no podías por tu hermana
que estaba enferma y no te culpo. No lo hago...

Ya sentía mis ojos húmedos y el nudo en la garganta que había querido dejar de sentir.

-Necesito seas sincera conmigo, Lauren.

-Estoy siendo sincera... Yo fui una idiota, pero te amo Camila, yo te amo. Estaba en shock, no tenía
ningún familiar cerca ni amigos. Estaba Keana que parecía entenderme y era de su familia, yo ya
me sentía mal porque me siento culpable de la muerte de Farith aunque lo mereciera por lo hijo
de puta que fue. Me dejé llevar por lo que me dijo, porque me sentía como ella. Me sentía de la
misma manera y te juro no sentí nada durante el beso. Luego, cuando terminamos o al menos
cuando pasó que no regresé recién intenté tener algo con ella, pero Harry, el oficial y que también
es amigo mío, interrumpió y me habló. Entré en razón y solo quise venir a buscarte porque, Camila
soy la persona más idiota del mundo, la más cobarde, la más estúpida e insensible quizás. Pero si
de algo estoy más que segura es de que voy a hacer todo porque me perdones y vuelvas a confiar
en mí, quiero recuperarte...

Camila empezó a llorar y bajó la mirada.

-Yo tengo que decirte, no fui tampoco nada inocente, cuando tú aún no me decías nada sobre
regresar, empecé a fijarme en Verónica. Quizás fue la desconfianza de que no fueras a regresar a
mi lado o quizás el hecho de que te extrañaba que empecé a verla de una manera distinta... Luego,
cuando parecía ibas a demorarte más debo admitir también estuve a punto de hacer muchas
cosas que no estaban en lo correcto.

-¿Te acostaste con ella estando conmigo?

-No, pero pudo haber pasado, yo estaba dolida porque no regresabas y tampoco dabas indicios de
que lo harías.
-Vaya...-fruncí el ceño.

-Tú también hiciste varias cosas...

-Pero cuando terminamos, quizás pensé Keana era linda, pero nada más. Cuando Harry me hizo
entrar en razón vine hacia acá lo más rápido que pude. De pronto, ya estabas con ella.

-Pasó mucho tiempo y me terminaste por fax, ni siquiera para mí, sino por medio de Austin.
¿Tienes idea de cómo me sentí?

-Ok, eso fue bastante idiota...

-Demasiado...

-Ahora haces el amor con Verónica todas las veces que quieres y estás feliz de tu relación con ella.
Duele.

-Me duele nunca hayas luchado por mí, no lo suficiente... Me duele no hayas sido valiente por
ambas, no haber sido tu prioridad.

-Lo siento-me acerqué pero ella dio un paso hacia atrás.

-Así que esa noche regresaste con Keana y por fin se acostaron...-estaba desilusionada.

-Estaba dolida, por dios.

-¿Te gustó?

-Fue placentero, terminó siendo un trío...

-Eso no ayuda, Lauren. No quiero saberlo.

-Es que por eso mismo solo fue diversión, solo sexo. No es cómo cuando te toco o lo hago contigo-
ella me miró confundida y se fue hacia su puerta.

-Estoy tratando de tener una relación normal con una chica que da todo por mí, mientras tú te
acuestas con todas.

-No todas... Fueron solo dos mujeres, lo siento de verdad-empecé a llorar, sentía esto ya no iba a
ningún lugar y que terminaríamos odiándonos.
-Me voy a casa-tomó su bolso y se dio la vuelta.

Tomé su muñeca y la tiré hacia mí.

-Voy a reconquistarte, te voy a demostrar que soy un tipo diferente de persona a la que crees, voy
a demostrártelo, lo haré. Te voy a recuperar.

-¿Eso crees?
-No lo creo, así será...

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CAPÍTULO 33

CAMILA POV

No podía sacarme la imagen mía y de Lauren en la oficina, lo que hicimos me recordó nuestros
comienzos, el deseo sexual que teníamos la una por la otra pero por otro lado... Por otro lado
estaba, el miedo de que solo fuéramos eso, solo sexo, solo dos cuerpos deseosos de dejar de
pensar y la única forma de hacerlo es con, bueno... Con sexo.

No podía creer que Lauren hubiera dicho que me quería conquistar, que me quería de vuelta. Aun
no entiendo como tiene el descaro de llegar nuevamente a mi vida como si nada hubiera pasado y
pretendiendo que todo seguiría su curso cuando fue ella quien arruinó todo, sus miedos nos
mataron y dudo que eso haya cambiado tan solo en meses. Mientras caminaba por la costanera
camino a la casa y mientras mi celular no dejaba de sonar solo podía hacerme un pregunta... ¿Qué
estaba haciendo con mi vida? Había bajado mis notas en la universidad y si hubiera seguido
trabajando con Lauren probablemente a estas altura hubiera perdido también mi trabajo; cuando
creí que todo iba bien, que Lauren y yo seríamos la historia de amor perfecta ella me dio la espalda
y me traicionó. Había una parte de mi cabeza que me decía "vé, sé feliz con el verdadero amor de
tu vida" y otra que simplemente estaba completamente reacia a volver a sufrir.

Cada vez que salía del trabajo tomaba un taxi el cual se demoraba 10 minutos en dejarme en la
puerta de la casa, esta vez decidí caminar y sabía que esto traería consecuencias, sabía que las
llamadas perdidas eran de Verónica sin necesidad de ver la pantalla de mi teléfono pero no podía
contestarle y hacer como si todo estuviera bien. Me obligaría a mentirle por segunda vez en el día
y yo no podría con mi conciencia.

Bajé a la arena, me saqué los zapatos y caminé hasta algunos centímetros más arriba de donde
llegaba el agua, miré al horizonte y noté que el sol ya se estaba metiendo y recordé como amaba
los amaneceres con Lauren ¿Realmente me enamoré? ¿Todo lo que pasamos fue real? Los seres
humanos suelen replantearse muchas cosas cuando son muy felices durante un tiempo
determinado, comienzan las dudas y a preguntarse el porqué de muchas acciones, comienzan las
inseguridades cuando no hay razón para tenerlas y todo esto es gracias a que el ser humano es la
maquina más mierda y estúpida que existe. Creemos que sufrir está bien y que cuando no nos
hacen sufrir en un tiempo algo anda mal. ¿Qué clase de mente tenemos? ¿Tan poco nos queremos
que no creemos que somos dignos que alguien nos ame? Bueno soy de un porcentaje mínimo de
personas que cuando alguien la quiso no salió corriendo, abrió sus brazos, corazón y toda su vida
para hacerla parte de la suya. Sería estúpida comenzar a querer a alguien teniendo miedos porque
de partida ya todo comenzaría mal pero para mi suerte Lauren se encargaba día a día de matar
esos miedos e ilógico es que la única persona que mate tus miedos por tí sea la misma que vuelve
a revivirlos cuando ella quisiese; ilógico es que me haya enamorado de uno de mis monstruos.
No me di cuenta cuando comencé a llorar, no me di cuenta cuando las lágrimas comenzaron a
correr por mis mejillas hasta llegar a la comisura de mis labios, no recordaba que las lágrimas de
amor eran tan saladas; más de lo normal. Tampoco quise recordar cuándo fue la última vez que
Lauren Jauregui me había hecho llorar porque eso sólo traería más tristeza a este momento tan
patético que estaba teniendo conmigo misma. Es increíble como una persona te pueda consumir,
como se aferra a tu piel como un virus y se alimenta de ti y lo más gracioso es que nuestro cuerpo
es el que produce los nutrientes necesarios para mantener al virus más de lo normal en tu
organismo... Si y a lo mejor ustedes creen que esté loca porque estoy comparando a Lauren
Jauregui con un virus, pero es con lo único que la asimilo. Me está comiendo por dentro y ni
siquiera me pidió permiso para entrar en mí... Ni siquiera noté cuando comencé a dormir con ella
sin estar durmiendo con ella.

-Supe que si a las 7:30 de la tarde no llegabas era porque había pasado algo - su voz solo me hizo
sonreír - Decidí salir de la casa a buscarte y no te preocupes por Sofía que se quedó don Dinah -
escuché como comenzó a acercarse - y mientras salía camino a tu oficina con todas las ganas de
golpear a Lauren porque sabía que ella había sido la razón por la que mi chica aun no llegaba a
cenar conmigo comencé a llorar en el taxi - mis lágrimas volvieron a caer una por una - lloré
porque me di cuenta que no importa cuánto haga, que no importa cuántas veces lo intente,
cuantos mensajes te deje, cuantas veces me hagas el amor al día, cuantas veces me beses nada de
eso tendrá nunca la intensidad que te hacía sentir Lauren - después de esas palabras voltee y
quedamos frente a frente - yo no puedo luchar con eso, no puedo luchar con lo que sientes por
ella, Camila.

-¿Qué? - estaba confundida - Yo... Yo no estoy entendiendo.

-Sí, entiendes - Verónica miró hacía la arena y comenzó a jugar con ella.

-Yo nunca te haría daño - y eso era verdad - puedo cometer muchos errores en mi vida pero nunca
te haría daño - ella me miró.

-¿Te la follaste? - no sé cómo tenía el valor para no bajar la mirada - dime que no tengo que creer
en ese estúpido dicho "el que calla otorga"

-Tú puedes creer en lo que quieras pero no fue tan así.

-¿Tan así? Camila...

-Espera - alcancé a sostener su mano antes de que se levantase - solo, espera - nos miramos
fijamente - Lauren ha intentado conquistarme pero de una manera muy bruta - Verónica puso cara
de no estar entendiendo nada - cree que si nos acostamos inmediatamente volveremos y no, le
demostré que eso no pasaría.

-¿Le... Le demostraste?

-Le coquetee en una junta y... y ella... ella hizo que me corriera en la silla de la reunión - Verónica
cerró sus ojos y al cerrarlos una lágrima cayó por su mejilla izquierda - después de eso salí
corriendo, ella me siguió y le dije que si acostarse conmigo era lo único que quería ya lo había
conseguido, después de eso me dio un discurso de cómo se sintió y me dijo, bueno... Ella dijo que
me conquistaría y volvería a ser suya.

-¿Te penetró?

-¿Qué? Verónica eso no es...

-Respóndeme Camila.

-No, no la dejé.

-¿Me quieres?

-Demasiado - y era verdad, no podía mentir. Quería a Verónica de una manera muy pura.

-¿Estarías dispuesta a enamorarte de mí? - no dije nada - Creo que hice mi pregunta mal, estarías
dispuesta a darle una oportunidad al amor.

-Me la he dado este mes, Verónica.

-Una oportunidad completa que nos enamoremos - tomó mis manos con las suyas.

-Te acabo de decir que me acosté con Lauren.

-No te acostaste con ella, tuvieron un momento pero con esto no estoy diciendo que esté
justificando tu actuar. Solo... Solo necesito que me digas que... Que lucharás para que eso no
vuelva a pasar - Verónica miró hacia la arena y comenzó a llorar.

-Por favor, no llores - me lancé a su cuerpo y la abracé - no llores - Verónica abrazó mi cuello y
besó mi mejilla - perdón, bebe.

-Te quiero - se alejó y me miró a los ojos - te quiero demasiado.

-Yo a tí también - juntamos nuestras frentes.

-Aún hay cena en la casa si es que quieres llegar a dormir ahí - me reí.
-¿A dónde crees que quiero ir a dormir sino? Necesito dormir abrazada a ti bebe - volví a abrazarla
y era increíble la capacidad que tenía su cuerpo de hacerme olvidar las cosas y enfocarme solo en
ella - vamos a casa, tengo hambre.

-Vamos, mi hermosa - nos levantamos y caminamos hacia la calle, cuando llegamos Verónica entró
a un taxi.

-¿Nos ha estado esperando todo este tiempo?-intervine.

-Claro - dijo mirándome.

-¿El dinero corre? - Verónica miró la pantalla.


-Sí...

-¿Supongo que pago yo verdad?

-No creerás que todo esto te saldría gratis ¿verdad? - solo sonreí.

-Ok, acepto mi culpa - las dos sonreímos y nos subimos al taxi en dirección a nuestra casa.

LAUREN POV:

Recuperarla... Esa es mi misión. Vamos, sé que puedo hacerlo... No va a ser tan difícil o quizás sí.

Debo pensar en todo lo que le gusta hacer, debo acercarme más a Dinah y a Sofía. Por algún lado
debo convencerla de que soy la persona correcta.

Seguro está ahora con Verónica, cenando o haciendo el amor, no lo sé con certeza pero sé que
duele solo pensarlo.

Mañana empieza el gran día. Con Keana lejos de Miami y empezando una nueva vida, todo ha sido
más fácil debo admitirlo, dejé pasar un día en la oficina sin acercarme a Camila, no quería
molestarla tan pronto. Quiero ir con calma y hacer las cosas con tranquilidad...

Así que deben saber hoy es el día en que empezaré a hacer todo por recuperarla, tengo muchas
ideas y lo ánimos desbordan.

Encendí el auto y fui camino a Starbucks. Hice el pedido correspondiente para empezar el día y
luego fui camino a la oficina bastante entusiasmada. Subí al ascensor, marqué el piso correcto y ya
estaba lista. Se abrieron la puertas y fui de inmediato a oficina de Camila, toqué la puerta y la oí.

-Pase...

Así lo hice.

-¡Buenos días!

-Ho... Hola-me miró confusa.

-¿Pasa algo?

-Ayer estaba rara, pensé estabas molesta o algo.

-No, solo me limite a hablar de manera profesional... No quiero agobiarte tan pronto.

-¿Eso significa vienes con algún intento?-miró los reposa vasos que traía en mano.

-Quizás...-me acerqué y le entregué el café.


-¿En serio?

-Tómalo, es solo café.

-¿Lo prometes?

-¿Crees que te drogaría en horario de oficina y luego violarte?

-Contigo una nunca se deja de sorprender.

-Camila...

-Ya va, estaba bromeando. Solo no quiero continúes con esto.

-Estoy recién empezando, te hice una promesa no solo a ti sino a mí misma.

-Bueno-tomó el vaso y lo llevó a su boca tomando un sorbo, se quedó pensativa y alzó las cejas al
pasarlo.

-¿Y qué piensas?

-Vainilla Latte.

-Tu favorito...

-Sorprendente-dijo algo extrañada, quizás le sorprendía lo supiera aún.

-Me alegra te haya gustado porque eso tendrás todos los días, espera...-saqué las galletas como
choco chips y se las di- es para acompañarlo.

Ella me sonrío.

-Interesante...

-¿Es todo lo que dirás?

-Sabes que no voy a cambiar de opinión por un vainilla latte, ¿verdad?

-Lo sé, pero creí dirías te gustó el gesto.

-Fue generoso de tu parte.

-Bueno, ya sé quieres a Verónica y todo eso, también sé quizás te gusta más el café que ella te
hace y no el que yo te compro pero...-interrumpió.

-Lauren, fue muy lindo de tu parte.

-Bueno-sonreí y levanté la mirada-nos vemos.


-Bien.

Salí de su oficina y fui hasta la mía, Austin estaba en mi silla.

-Lauren, Lauren, Lauren...

-No me digas nada, no voy a escucharte.

-Me parece bueno lo que intentas hacer, pero sabes te estás arriesgando, ¿no?

-Lo sé.

-Que puede doler...

-Lo tengo bien claro pero no voy a desistir.

-Bien, quiero hagas las cosas lo mejor que puedas. Debo admitir lo del café fue una buena idea,
¿qué sigue entonces?

-Sigo pensando, bueno... Quiero invitarla a comer, sé que siempre se encuentra con Dinah para el
almuerzo, así que muchas probabilidades me rechace.

-Ya veremos, ten suerte-me sonrío y se levantó de la silla- por cierto, ya es momento de mis dos
años sabáticos.

-¿Dejarás todo a cargo de Camila, no?

-Era la idea, pero ha bajado sus calificaciones... Está teniendo problemas con las materias, creo si
le dejo toda la compañía a cargo se le saldrá de las manos.

-Entiendo... ¡Espera!

-¿Qué?

-Le va mal, puedo ayudarla... Sabes que la carrera que lleva es mi especialidad.

-Administración de empresas... Le falta menos de un ciclo más y se graduará.

-Y yo la voy a ayudar en todo lo necesario.

-Entonces, en la graduación supongo la invitarás a un buen lugar, ¿verdad?

-Bien pensado.

-¿Así que Lauren Jauregui está decidida?

-Muy decidida, bueno... ¿A dónde irás primero y cuándo?


-A Egipto y este sábado.

-Buen lugar, diviértete.

-Eso haré, Brad irá conmigo.

-Me alegro, es hora de que hagan más actividades juntos.

-Eso y que no tiene nada qué haces en casa, créeme me he cansado de usar todas sus
manualidades, me hizo un suéter con un gatito rosado bordado en el centro. No pienso usarlo
nunca.

-Amas el rosado...

-Bueno, pero es muy cursi.

-Entiendo.

-Exacto, iré justo ahora a llamarlo.

-Bien, empezaré a ver el papeleo para la junta de esta tarde.

-Esa empresa tiene que ser nuestra.

-Así será, así será.

-Lo sé, de eso depende mis vacaciones, en realidad no. Pero ya sabes soy un tipo bastante
ambicioso.

-Lo sé, al igual que yo. Ya ve, no quiero quitarte más tiempo.

-Hasta luego-se despidió y salió.

Empecé a concentrarme para arreglar el papeleo para la junta con socios de una gran empresa que
podía darnos la oportunidad de abrir nuestro mercado aún más.
Listo, ya estaba todo en orden y las diapositivas en su lugar. Solo necesitaba encontrar un gráfico
que había hecho el día de ayer... Las carpetas del computador no me mostraban lo que quería.
¿Acaso la habré borrado por equivocación? Quizás, Camila tenga alguna copia.

La llamé y a los 5 minutos ya estaba ahí.

-Dime.

-Estoy tratando de buscar una carpeta donde guardé una archivo con un gráfico.

-¿Qué tipo de archivo?


-PDF

-Oh, creo lo hiciste ayer.

-Sí, es importante para la junta de hoy.

-Bueno, quizás tenga una copia.

-¿Aún recuerdas cuando te dije lo olvidadiza que era?

-Sí, siempre tengo cuidado.

-Gracias.

-No hay de qué-sonrió.

-Me gusta tu sonr...-interrumpió.

-Bueno, ya vengo-se dio vuelta y fue hasta su oficina, está de más decir que miré su trasero
moverse de un lado a otro mientras se alejaba.

Esta chica me va a matar.

Cuando regresó con el usb en mano, supe mi vida estaba salvada.

Lo conectamos y ahí estaba la copia.

-Te debo la vida-le dije abrazándola fuerte.

-No te preocupes, es mi trabajo...-quiso alejarse pero claro, tenía que aprovechar el momento.

-No sé qué haría sin ti, Camz...-la abracé más fuerte y coloqué mi cabeza en el hueco de su cuello.

-Ah, bueno...-vi su piel erizarse a causa de mi respiración.

-Gracias en serio-le di un beso en la mejilla y me alejé, ella estaba desconcertada.

-Bueno, supongo es todo, así que...

-Espera, quería saber cómo te va en la universidad.

-¿En la universidad?

-Sí, tus notas...

-Bueno, he pensado retirarme este ciclo, no he logrado concentrarme. Se me ha complicado.

-Camila, sabes que puedo ayudarte, ¿no?


-También sé que eres mi ex y que te urge volver conmigo.

-Me haces sonar bastante necesitada pero no. En realidad, me preocupo y quiero te vaya bien.

-¿Qué intentas decir?

-Puedo ser tu tutora, ya sabes, resolver tus dudas y así.

-¿Me vas a cobrar?

-¡No!

-Entonces, no.

-Vamos, Camila...

-No, Lauren... Tampoco creo le guste la idea a mi novia.

-Ya sé, te enseño y te cobro.

-¿En serio?

-Para que veas soy profesional.

-Espera, no tan rápido... ¿Cuál es el precio?

-Un almuerzo por cada vez que te enseñe.

-Ah bueno, ya sabía por dónde iba esto.

-Mira, lo necesitas... Te juro soy la mejor, sé que puedo lograr te gradúes este año por fin y
obtener un buen puesto aquí.

-¿Es en serio?

-Te voy a enseñar y me vas a pagar por ello, no estoy intentando nada.

-Bueno...

-¿Es un sí?

-Sí, Lauren...

-Bueno, trae todo lo necesario. Vamos a empezar ahora, tengo libre hasta la junta.

-Pero...
-Pero nada, ya dije, quiero almorzar hoy bastante bien.

-¿Hoy? No voy a poder.

-Cancela lo que sea que tengas pendiente.

-¿Es en serio?

-Vamos, Camila... Primero son los estudios.

-Esto es muy raro y desconfío mucho, pero de verdad quisiera graduarme este año.

-Y así será, solo déjame hacer lo mío y verás.

-Bueno, ya vengo... Iré por mis cosas.

El resto de la mañana y parte de la tarde me dediqué a enseñarle sin pretender nada más. En
realidad, quería que ella fuese la mejor de su carrera y que le vaya bien. Avanzamos muchos
trabajos que tenía pendiente y resolvimos evaluaciones pasadas para que tenga alguna idea de
cómo le podría venir en algún futuro. Cuando terminó nuestra clase, ella estaba sonriente.

-En serio, gracias. No pensé fueras tan buena enseñando, pero entendí todo. Lauren deberías
tomar en serio el enseñar en un futuro.

-Está en mente.

-No, en serio hazlo. He entendido todo.-Estaba maravillada y no pude evitar sonreírle.

-Me alegra haberte ayudado.

-Sobre todo porque has sido bastante responsable y no has intentado nada más.

-En serio me preocupo por tu bienestar, Camz.

-Gracias.

-No hay de qué. Sé que esto es muy importante para ti.

-Lo es, ahora... ¿Vamos a almorzar?

-Sí, se me ha antojado pastas.

-Es una buena elección-volvió a sonreírme mientras arreglaba sus útiles.

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CAPÍTULO 34
CAMILA POV:

No había querido contarle a Verónica lo de las clases con Lauren, después de todo eran solo eso,
clases. Tampoco es que me haga la tonta y no vea lo raro en todo esto porque es obvio que lo es,
ella es mi ex pero a la vez se preocupa por mí y no puedo evitar pensar mientras estamos juntas
que hace todo esto para demostrarme que realmente cambió y que me extraña pero tampoco
puedo olvidar todo lo que pasé por su culpa.

-Amor, me tengo que ir - bajó Verónica vestida con su uniforme de enfermera.

-Cada vez que te vistes así me entran ganas de enfermarme y que me cuides toda la tarde -
Verónica caminó hacia donde yo estaba y se acomodó entre mis piernas mientras sus brazos
abrazaban mi cuello y me llenaba de besos.

-Podrías hacerte la enferma está noche y bueno... - comenzó a besar mi cuello.

-Es mejor que pare si es que no quieres otra amonestación por llegar tarde, bebé - le di una
palmada en el trasero.

-Tienes razón - me besó en los labios - nos vemos en la noche, pásalo bien con Sofía.

-Sí, menos mal me dieron libre.

-Ya era hora, nos vemos bebé.

-Adiós, amor.

Cuando Verónica salió por esa puerta recordé todas las veces que después de hacer el amor con
Lauren comenzábamos a planear nuestro futuro, cuantas veces creí que a la persona que le diría
"buenos días mi amor, que te vaya bien en el trabajo bebé", sería ella y no otra persona. Admito
que tengo ese vacío muy dentro de mí y que es posible que lo tenga siempre.

-¿Ya terminaste? - Sofía se había vestido sola y llevaba puesto un hermoso vestido rosado con
flores.

-Wow, te ves hermosa - se tomó las puntas del vestido y comenzó a girar.
-¿Iremos al zoológico verdad?

-Claro que sí, te lo mereces.

-¡Genial! - se lanzó a mis brazos - te extrañaba, hermana.

-Y yo a ti, lamento no haberte dado mi atención como he debido tanto tiempo pero las cosas en el
trabajo estaban complicadas.

-Cuando sea grande no voy a trabajar - sonreí.

-¿No? ¿Y entonces como podrás comprarte el zoológico que quieres?


-Me casaré con un millonario o millonaria.

-¿Millonaria? - ella me afirmó con la cabeza.

-¿Te molesta? Tú fuiste feliz con Lauren y las dos son mujeres - trataba de explicarme con sus
dedos pequeño - Si tú pudiste... ¿Yo también, verdad?

-Es muy pronto para eso, anda vamos al zoológico.

-Eso sí, si me gustara una niña tendría que ser como Lauren de guapa - solo la quedé mirando y
salimos del departamento.

En el camino al zoológico pasamos a comprar un helado para cada una y nos sentamos en la banca
de la plaza.

-Me encanta este sabor - nunca entendí como le podía solo gustar el chocolate.

-Te vas a ensuciar, come con cuidado.

-No importa - me abrazó.

-¿Te gusta vivir conmigo, Sofía? - ella me miró.

-Sí - noté su cara de tristeza - extraño a mamá y papá - acaricié su cabeza - pero sé que están
mejor en el cielo que acá y que yo estoy mejor sin ellos.

-¿Por qué dices eso? - Sofía no me miraba, solo comía y hablaba.

-Bueno, contigo soy feliz, me tratas bien, me das de comer, me llevas al colegio, me vistes bonito,
no dejas que ande sucia y me das amor - las dos nos miramos a punto de ponernos a llorar.

-Perdón por dejarte todo este tiempo sola.

-Pero ahora no te irás, ¿verdad?

-No hermana, nunca - Sofía se quedó mirando hacia el horizonte, dejo el helado a un lado y salió
corriendo - ¡SOFÍA! - corrí detrás de ella hasta que me di cuenta que saltó a los brazos de otra
persona, con solo verla de algunos metros supe se quien se trataba.

-Camila, Camila mira quién es - no podía creerlo - ¡ES LOLO!.

-Así veo... - Lauren la dejó en el pasto y le tomó la mano.

-Lo siento, no quiero que pienses que te estoy siguiendo ni nada solo venía al supermercado.

-Descuida, de todas formas sé que vives cerca de acá - nos quedamos mirando.
-¿Volviste para vivir con nosotras de nuevo? - el silencio se hizo presente - no creo que a Verónica
le moleste que vivamos las 4, ¿verdad Camz? - sonreí.

-Sabes, si creo que le molestaría - Lauren se puso a la altura de Sofía - ahora es ella quien está con
tu hermana y hay que respetarla

- Sofía puso cara de enojada.

-Pero tú eres mi amiga - Sofía comenzó a jugar con el cabello de Lauren - puedes ir a verme
cuando quieras - Lauren tenía una sonrisa estúpida en su rostro, esa misma sonrisa que solía tener
todos los días cuando estábamos juntas.

-Iré solo si a Verónica y a tu hermana no le molesta - Sofía me miró.

-No me molesta pero lo hablaremos con Verónica.

-Lauren es más bonita que Verónica - Lauren se largó a reír - pero Verónica hace sonreír a Camila -
la sonrisa se le borró del rostro - tú la dejaste llorando, sabes...

-Sofía creo que ya basta, vamos. Sigamos con nuestro camino.

-Yo lo sé - Lauren comenzó a hablar - tu hermana es una de las razones por la que volví.

-¿Y yo? - Lauren no aguantó más y la cargó en sus brazos.

-Obvio que tu igual pequeña - Lauren me miró directamente a los ojos - Sabes que es muy obvio
que por ti también - volvió a repetir.

-Camz - me dijo Sofía.

-Dime, Sofi.

-¿Puede Lauren venir con nosotras al zoológico? - mire a Lauren - por favor, la extraño mucho -
sonreí.

-Si a ella no le molesta...

-No, no me molesta... ¿A ti?

-No, será divertido.

-Solo si después ustedes me acompañan a hacer las compras.

-Me encanta hacer las compras - Sofía le besó la mejilla - te extrañé Lolo.

-Yo a ti también, Sofía.


Caminamos hasta la banca a buscar nuestros helados y nos fuimos hacia el zoológico, Sofía le decía
a Lauren que si quería comer helado pero ella le dijo que no, porque estaba a dieta y me pregunté
si estaba a dieta porque había visto que Verónica es muy delgada.

Dejamos a Sofía dentro de un tren que recorría el zoológico a velocidad 1 mientras nosotras
íbamos al lado de ella.

-Es increíble cuanto te quiere - le dije a Lauren mientras caminábamos.

-No te lo tomes a mal pero ella nunca querrá a Verónica como me quiere a mí.

-Tampoco es que esté pensando pasar mi vida con ella - Lauren me miró - Miami me ha dado todo,
me dio mi primer amor, mis recuerdos con mi mejor amiga, me rompió el corazón por primera vez,
me devolvió a mi hermana y con eso una familia pero creo que cuando termine mis estudios, me
iré a Europa.

-¿En serio?

-Sí - nos quedamos mirando - Sofía conocerá todo lo que quiere porque yo le daré todo, todo lo
que mis padres no me dieron ni a mí ni a ella.

-Entonces, supongo que me harás gastar dinero.

-¿Por qué?

-Porque iré detrás de ti - la miré - iré detrás de mi familia.

-No me hagas reír, Lauren.

-Camila - tomó mi brazo y dejamos de caminar, me hizo mirarla - Yo por ti recorrería el mundo
hasta volver a encontrarte, una y mil veces más - y ahí estaban esos ojos verdes que tanto me
gustaban.

-Te creo- tomé su mano y la acaricié - vamos, no dejemos a Sofía sola.

El resto del día fue ver como Sofía disfrutaba de los animales, le dio comida a unos monos y se
asustó con los leones, acarició algunos pájaros mientras que yo y Lauren caminábamos tomadas
del brazo, como si no hubiera pasado nada en estos meses, como si en el fondo fuéramos las
mismas dos idiotas que solo buscaban el amor. ¡Qué lástima pensar que las únicas personas que
nos dieron amor verdadero son las mismas que se encargaron de destruirlo!

LAUREN POV:

Luego de hacer las compras en compañía de Camila y Sofia, las llevé en mi auto a su casa y luego
de despedirme agradecida por el gran día en el que me habían dejado ser participe, sonreí y
encendí el auto.

Estaba regresando a mi departamento cuando una llamada entró, era Austin.


-Hola, amigo mío.

-¿Qué tal, Lauren?

-Bien, bien...

-¿Cómo vas con Camila?

-Todo bien, mejor que nunca.

-¿Ya regresaron?

-No, pero todo a su tiempo Mahone. Tengo mucha paciencia.

-Me sorprende tu nueva personalidad.

-Créeme que yo también lo estoy, la amo.

-Me alegra sea así, es bueno tener sentimientos sinceros por alguien.

-Lo sé, esto es distinto y sobrepasa cualquier experiencia.

-Solo encuentras el verdadero amor una única vez, luego solo tratas de encontrar a alguien igual a
esa persona y comparas todo, desde su físico hasta la personalidad.

-Gran pensamiento, antes hubiese dicho eran puras tonterías pero estoy creyéndolo porque lo he
pasado.

-Hoy es mi último día aquí en Miami, mañana me voy de viaje con Brad.

-¿Empacaste todo?

-Todo lo necesario.

-En serio, espero la pasen muy bien. Disfrútenlo...

-Así será, por lo pronto estoy en el bar de la sexta avenida. Me preguntaba si querías venir a tomar
un trago conmigo, eres mi amiga más cercana.

-La única al parecer.

-En realidad, estoy con varios amigos... La mayoría son gays pero en serio espero puedas venir,
podríamos seguir esta conversación.

-Ahí voy, espérame con algo.

-Ya mismo pido.


-Listo, nos vemos.

Corté la llamada y fui camino al bar.

Cuando llegué, estacioné el auto y entré sin más...

Saludé a Austin y a cada uno de sus amigos, la mayoría eran socios y otros se dedicaban a distintas
profesiones... Desde médicos, abogados, ingenieros, claro que estos últimos eran gays. Brad no
estaba en el lugar y supuse que el festejaría en algún otro lado con su círculo de amigos.

-Aquí tienes, lo prometido-me entregó un vaso con whisky y hielo. Di un sorbo.

-Me sorprendes...

-Soy bueno en eso.

-Lo eres-reímos.

-Mañana es el gran día eh...-dio un suspiro.

-¿Estás bien? Suenas algo melancólico.

-Esto es como una despedida de soltero, Lauren...-suspiró de nuevo y sonrió- voy a pedirle
matrimonio en cuanto lleguemos a Egipto.

-¡Vaya! Eso si es...-lo miré confusa- Es nuevo... Digo, me sorprendiste.

-Creo que ya me sienta el compromiso.

-Sí, la verdad siempre te vi como un gran empresario casado.

-Brad es perfecto.

-No he conversado mucho con él, pero parece un buen chico y me agrada te haga feliz.

-Te harás a cargo de la empresa dos años, eso conlleva mucha responsabilidad.

-Lo sé, pero créeme todo estará bien.

-¿Y cómo está el tema de Camila?

-Ya te dije, me estoy ganando puntos de a pocos. En serio, quiero recuperarla.

-Estoy orgulloso.

-Basta, no es para tanto...-reímos.


-De tríos a alguien que quiere recuperar al amor de su vida eh.

-Bueno, brindemos por eso, sí es para tanto cuando lo dices así-volvimos a reír.

-¿Qué deseas en el fondo?

-Una familia, yo también me veo con ella... Digo, me veo casada con ella y teniendo una familia,
además de cuidar a Sofía.

-Vaya, vaya... ¿Eres mi amiga Lauren Jauregui? ¿Quién eres tú?

-Muy gracioso, Mahone.

Chocamos vasos y volvimos a tomar mientras hablábamos de nuestro reciente éxito con una
nueva empresa.

Luego de aproximadamente dos horas, apareció....

-Lauren... Lauren Jauregui.

-Esa soy yo-giré a ver de quien se trataba y era Verónica.

-¿Podemos ir a otro lado?-dijo seria.

-¡Qué sorpresa! Pero no, la estoy pasando bien con mis amigos... ¿Te importa?

-Mucho en realidad, vamos-tomó mi brazo con fuerza y me llevó a una esquina.

Me solté del agarre y la tomé de la muñeca con fuerza.

-No se te ocurra volver a ponerme una mano encima porque no respondo.

-No te vuelvas a acercar a mi familia porque no respondo, Lauren Jauregui.

-Ah listo, lo que faltaba... ¿Cómo sabías estaba aquí?

-Tengo a la mejor amiga de Camila de mi lado... Una llamada y aquí me tienes dispuesta a ponerte
un alto.

-¿Alto? No sé qué esperas, pero si vienes a decirme no me acerque ni a Camila ni a Sofia, olvídalo.

-Camila está conmigo, soy su novia, te duela o no... ¡Respétalo!

-Lo hago, te respeto, no la he vuelto a tocar.

-Lo hiciste hace poco y si no fui a caerte a golpes fue por ella.

-¿Quieres pelear entonces? ¿A eso vienes?


-En realidad, pensaba en la fuerza de las palabras. Vengo a quedar en un acuerdo.

Reí y ella se mantuvo desconcertada.

-Hablo en serio-frunció el ceño.

-No voy a alejarme de ellas, eso es lo que quieres, olvídalo.

-¿Acaso no puedes rendirte de una vez? Camila no te quiere, ya te olvidó, ¡supérala!

-Sabes, es patético que vengas hasta aquí a causa de tus celos, si tan segura estás de que ella no
siente nada por mí, no entiendo por qué estás justo en frente de mí queriendo llegar a un acuerdo.
Yo sé cuándo molesto a alguien y ella no parece estar fastidiada y tampoco me lo ha dicho... Estás
perdiendo tu tiempo.

-Sé que fueron al zoológico, no sé qué tramas pero no vas a lograr nada con tus estúpidos
intentos.

-Lo del zoológico no fue mi idea, fue la de Sofía en realidad. No podemos culparla por tenerme
más cariño.

-Ella tiene bastante claro a quién debe apoyar... Tú les hiciste daño.

-Puede que sí, soy consciente de ello... Pero estoy muy dispuesta a remendar mis errores y tú ni
nadie me lo va a impedir. Yo no te tengo miedo, Verónica-puse mi dedo en su hombro con fuerza-
no te vuelvas a acercar a mí.

-Tampoco te tengo miedo, puede que no tenga toda la fama ni el dinero que tú tienes pero puedo
cuidarlas y darles todo el amor que se merecen.

-No me conoces y tampoco quiero lo hagas de eso ya se encargaron ellas... Ah, me olvidaba... No
las llames "tu familia", Camila y tú no están casadas. Solo vives con ellas, es cuestión de tiempo.

-¿Tanto te jode que ella me haga el amor y que yo se lo haga a ella ahora?

Esta conversación, en serio, ya se había a cualquier lado.

-Puede que se acueste contigo mil veces... Pero yo no estaría tan segura de nombrarlo "hacer el
amor".

-¡Eres un fracaso! - negó con la cabeza- Estás molesta porque yo gané.

-Esto no es una competencia, Verónica. Son personas de las que hablamos...

-Pues, solo que te quede claro algo. Te vuelvo a ver cerca de ellas o me entero de algo y te
buscaré.
-¿Para golpearme? Porque será un gusto... Es más, lo haría ahora pero por respeto a Camila, quien
sí se lo merece, dejaré pasar esta estúpida conversación.

-Ya veremos-dio la vuelta y salió por la puerta del bar.

Austin quien nos veía hace varios minutos atrás a lo lejos se acercó a mi de prisa.

-¿Qué quería? ¿Todo bien?

-Es una idiota, está claro lo que quería.

-¿Que te alejes de Camila?

-Sí, pero si piensa a conseguido algo con está inútil charla, está bastante equivocada.

-Lo está, yo tengo que decirte algo antes de que te vayas- él vio como estaba agarrando mi abrigo.

-¿Si?

-Hay algo de Camila, es bueno lo sepas...

-¿Qué?-él estaba serio.

-Es algo importante, ven-caminamos juntos hasta el jardín del lugar.

Lo miré fijamente y elevé una ceja.

-Y bien...-dije.

-Camila sabe algo... Ella...

-¿Qué? Ya dilo...

-Lauren, necesito me confíes no le dirás nada.

-Está bien, lo prometo- estaba nerviosa, pues esto no sonaba nada bien por el tono que usaba mi
amigo.

-Camila está lidiando con algo importante, su hermana.

-¿A qué te refieres?

-Sofía estaba yendo mucho al hospital, eso lo sabes.

-Sí...

-Está enferma, muy enferma...


-¿Qué tanto?-estaba muy preocupada.

-No tiene mucho tiempo....

-Austin, no te juegues con esto.

-No es un juego... Yo sentía debía decírtelo porque siempre has sabido darle fuerzas a Camila pero
ahora más que eso, yo ya me iré y he estado ocupado buscando soluciones...

-Las encontraremos.

-¿A quién mentimos? He buscado en todos lados, no hay respuestas.

-Yo seguiré buscando información... Yo me haré cargo.

-Sé que sí... No quiero fallarles.

-No será así, estoy para ellas. Yo no voy a dejar le pase nada a ninguna, las voy a cuidar con mi
vida.

-Lauren, no le digas nada a Camila...

-No lo haré, pero necesito saber con quiénes has hablado.

-Mis amigos, son médicos tres de ellos. Te van a poder ayudar a seguir buscando a algún
especialista.

-Está bien.

-Lauren...-bajé la mirada.

-Déjalo así-empecé a llorar.

-No, esta noche me voy y quiero sepas tienes mi apoyo, sé cuánto significan para ti-nos
abrazamos.

-No les va a pasar nada...-dije entre sollozos

-Lo sé, ellas aún te tienen.

-Me tendrán siempre.

=================

CAPÍTULO 35
CAMILA POV:
Llegué con Sofía a la casa a eso de las 9 de la noche. Tenía claro que Verónica se iba a enojar pero
si lo pensamos bien no fue mi culpa. Lauren se comportó muy bien sin contar sus coqueteos pero
Lauren de por sí siempre ha sido coqueta.

-Vero se va a enojar - dijo Sofi mientras entrabamos.

-De eso me preocupo yo, ve a lavarte las manos que prepararé la cena.

-¿Qué cenaremos?

-Déjame sorprenderte bebe - Sofía se lanzó a mis brazos y me abrazó muy fuerte - hueles a
zoológico, creo que nos tendremos que bañar primero.

-Mañana por favor, solo quiero comer y dormir - noté como se tomaba la cabeza - me duele la
cabeza, kaki.

-Debe ser por toda la actividad que hicimos hoy, ve al baño, ponte pijama, lávate las manos y moja
tu cara un poco.

-Bueno.

Me quede mirando como subía las escaleras por si se mareaba o algo por el estilo pero nada, subió
las escaleras y sentí como la puerta del baño se cerró. En ese mismo momento Verónica venía
entrando.

-Llegaste justo para la cena - no me habló - ¿Pasa algo?

-¿Tengo cara de estúpida verdad? - no dije nada - En serio, Camila. ¿Crees que soy idiota?

-Yo... No entiendo...

-Sabes perfectamente de lo que hablo, te hablo de Lauren, ¿qué es eso de que te da clases?

-Eso... No... ¿Cómo te enteraste?

-Ni siquiera lo niegas - volví a quedarme en silencio - fui a tu oficina y tu secretaria me dijo que
tenías clases con Lauren Jauregui. ¿Qué tipo de clases te hace? Déjame adivinar... ¡OH, YA SÉ!
¿Anatomía? ¿Ya te sabes todos los músculos y huesos, Camila? - me empujó hacia atrás
levemente.

-Hey - la agarré de sus muñecas - cálmate, me está enseñando para dar mi examen final. Ella se
graduó de esto y puede ayudarme.

-Camila... Deja de verme la cara de estúpida.

-No te estoy viendo ninguna cara Vero, es verdad.

-¿Y el zoológico?
-Eso fue idea de Sofía, ella quería pasar más tiempo con Lauren y yo fui con ellas no iba a dejar
sola a mi hermana tú y yo sabemos cuánto tiempo estuvo en la clínica.

-Entonces... Es... Es verdad.

-¿Qué cosa?

-Lauren... Ella me dijo que...

-Oh... Espera, ¿qué? ¿En qué momento hablaste con Lauren?

-La seguí hasta un bar y estaba con Austin, la hice salir y hablamos, yo...

-¿Que tu hiciste qué? Vero eso es de...Es de locos.

-Lo sé pero entiéndeme a mí también. Llegó de la nada reclamando algo que claramente ya perdió
completamente - la palabra completamente daba vueltas en mi cabeza ni yo tenía muy claro si eso
era realmente como me lo estaba planteando Verónica - es normal que reaccione así Camila, ella
fue la persona más importante en tu vida...

-Lo es - la interrumpí - Lauren es la persona más importante en mi vida después de Sofía y Dinah,
eso no quiere decir que yo no pueda rehacer mi vida y volver a enamorarme que es lo que quiero
hacer contigo pero tus reacciones... Verónica ya te pedí perdón una vez y no volveré hacerlo de
nuevo porque esta vez no hice nada.

-Lo sé, mi amor lo sé - comenzó a acercarse a mí y me abrazo - solo tengo miedo, no te quiero
perder.

-No me perderás y si eso llegase a pasar no sería por culpa de Lauren - su abrazo se fue soltando y
me miró directamente a los ojos - sería por reacciones como las que acabas de mostrar.

-KAKI - Sofía gritó desde el segundo piso.

-Sofía - solté a Verónica y corrí hasta el segundo piso. Escuché como Vero venía detrás de mí;
cuando llegué a la puerta del baño la abrí y Sofía estaba de rodillas frente a la taza del baño
mientras la sangre corría por sus narices - Sofi...

-Kaki - me miró y noté que estaba pálida, tenía los ojos negros y sin ningún brillo - que... ¿Qué me
pasa Kaki? - sus ojos se tornaron blancos y se desmayó.

-Mierda - corrí hacía ella y alcancé a sostenerla antes de que su cabeza tocara el suelo - Vero llama
a una ambulancia.

-Sí - Vero bajó y me quedé con Sofía - mi amor, por favor resiste - le hablaba mientras limpiaba su
rostro y colocaba mi propio polerón encima de su rostro para tapar la hemorragia - por favor, eres
fuerte pequeña. Eres mi luz, eres mi ángel, eres la alegría de mi vida y de este hogar. Saldremos de
esto juntas, no me dejes Sofía.
-No hay ambulancias, hubo un accidente - dijo Verónica - llamé a Dinah y recién viene saliendo del
avión dijo que nos vería en la clínica - no sabía qué hacer, estaba en blanco.

-Perdón - dije mirando a los ojos a Verónica pero es la única solución que tenía. Agarré mi celular y
marqué los números que ya me sabía de memoria. Sonó una vez, dos veces y entonces contestó -
Lauren... Lauren... Necesito que te muevas a un lugar sin menos ruido es importante - esperé
algunos segundos.

-Hola, perdón estaba con Austin ¿pasa algo? Si me llamas para hablar de la loca de tu novia que
vino a hacerme una escena...

-Sofía se desmayó - la interrumpí - llamé a las ambulancias pero hay un accidentes y se demorarán
una hora en llegar. Está helada, no despierta y no sabía a quién recurrir, Lauren - hubo silencio - La
enana se nos va, Lern...

-Espérame abajo, llego en 5 minutos y a Sofi no le pasara nada amor, la enana no nos va a dejar.
En 5 minutos amor, solo dame 5 minutos - colgó y alcancé a sentir el acelerador del auto.

Levanté la vista y Verónica no decía nada.

-Tengo que llevarla a la entrada del edificio, Lauren llegará en 5 minutos.

-El bar queda lejísimo de acá por qué crees que ella...

-¡PORQUE LA AMO! - por fin pude soltarlo - la amo y por este maldito y masoquista amor que
siento por ella es que aun creo, aun creo en ella y si dice que estará en 5 minutos es porque lo
hará - Vero se quedó en shock - ahora déjame salir que mi hermana necesita ayuda.

Salí lo más rápido que pude, el ascensor llegó en menos de un minuto. Le pedí a la gente que no se
subiera, que necesitaba llegar a la clínica lo más rápido posible. Cuando llegué afuera Lauren ya se
estaba bajando del auto.

-¡Lauren! - le grité.

-Sube, vamos - me dijo mientras abría la puerta.

-Esperen - era Verónica, lo que menos quería era una escena - toma - me pasó el bolso de Sofía -
ahí va su ropa, juguetes y algunos dulces para cuando despierte - lo tomé en mis manos - apúrate
tonta, tienes que salvar a Sofía, yo iré después.

-¿Vendrás?

-Sí, si iré

- la miré por última vez y me subí al auto con Lauren.

-¿Ha despertado? - me preguntó.


-No, tenía la cara cubierta de sangre - comencé a temblar - no sé qué tiene Lern, solo me han
dicho que son migrañas muy fuertes pero no sé si las migrañas hacen sangrar - Lauren solo me
miró.

-Tranquila, ya llegaremos y nos dirán que es lo que pasa - su mano se fue a mi rodilla izquierda -
ella estará bien.

Miré hacia abajo y Sofía dormía plácidamente en mis brazos, la hemorragia había cesado, acaricié
su rostro pero este seguía helado.

LAUREN POV:

Cuando llegamos al hospital por fin, ayudé a cargar a Sofía. Fuimos corriendo a emergencias... La
atendieron lo más rápido que pudieron y de eso no me quejo. Dijeron tenían que hacerle algunos
exámenes por lo que pasaría la noche ahí.

No nos permitían ingresar a su habitación por lo que nos quedamos en la sala de espera sentada
una al lado de la otra con la cabeza baja.

Tal vez, necesitaba decir algo para darle ánimos pero en ese momento me parecía mi silencio
estaba ayudando y dándole de alguna manera la fuerza que necesitaba. Sin embargo, empecé a
sentir como se acercaba más a mí y apoyaba su cabeza sobre mi hombro... No pude evitarlo, la
abracé fuerte. Ella escondió su rostro en mi cuello y empecé a sentir cómo sollozaba, aunque yo
era una persona bastante sensible, justo ahora sentía tenía que ser fuerte y controlar mis
emociones de esa manera ella encontraba donde sentirse estable para no caer.

Bien, fueron cerca de 25 minutos solo sosteniéndola y dejando se desahogue. Luego, levantó la
mirada y sus mejillas húmedas a causa de las lágrimas que había derramado. Coloqué mis manos
en sus mejillas y con ayuda de mis dedos limpiaba el recorrido que habían dejado. Ella bajó la
mirada evitando la mía, solo la acerqué a mí y la abracé fuerte. Quizás no debí decirlo o quizás sí,
pero el momento se apropió de la decisión por completo.

-Estoy aquí, las tengo... No las voy a dejar.

Camila solo empezó a llorar más y a aferrarse contra mí.

-No me dejes sola en esto.

Evidentemente yo no era su novia, quizás una amiga o tal vez ni eso. Pero estaba ahí y ella me lo
estaba pidiendo... Jamás podría dejar sola a alguien que solo me ha hecho feliz y que estuvo
siempre para mí, las personas cometen errores, uno tras otro...

Las parejas a veces no resultan pero si en algún momento se dieron la oportunidad es porque de
alguna manera algo había y ese algo puede ser tan poderoso como para hacerla dueña de tu
futuro o tan débil como para dejarla olvidada en tu pasado.
No me imaginaba en este escenario cuando la conocí, ella estaba devastada. Sofía era su única
familia, quizás en un futuro lograba tener una esposa, quien podría ser Verónica y tener hijos...
Pero unos padres, una hermana... Eso es irreemplazable. Veía lo débil que estaba sobre mí y tenía
la certeza que se sentía sola por más acompañada que esté. Sus esperanzas estaban en Sofía, sus
más profundos temores habían sido aplacados cuando pudo tenerla de regreso, sus heridas habían
sanado... Ahora, ¿qué iba a pasar? La vida es impredecible

y la muerte una depredadora. ¿Si tenía miedo? Claro que lo tenía, ¿si sabía qué iba a pasar? No,
por eso mismo tenía miedo, desconocía el futuro pero estaba segura de algo. Camila siempre me
tendría, aunque para ella quizás estuviese siempre Verónica...

Fue cerca de las 4 am. de la mañana cuando desperté y me di cuenta estaba recostada junto a
Camila durmiendo sentadas en el sofá de la sala de espera. La acomodé mejor entre mis brazos y
al notar su rostro relajado, recordé lo que era ser todo para alguien... Ella era todo en ese
momento, yo también tenía miedos. Sé qué es tener a un hermano en peligro eminente, Chris no
había sido una parte de mi vida tan fácil, al contrario iba desgarrando mi familia de a pocos. Nadie
parecía notarlo pero las esperanzas se estaban acabando.

Me puse de pie, necesitaba algo de café para mantenerme estable. Al moverme, Camila despertó
y me vio fijamente.

-¿A dónde vas?-dijo con su voz aún adormilada.

-Por algo de café, ¿quieres?

-Vamos-respondió mientras se ponía de pie y rodeaba mi brazo derecho con los suyos.

Caminamos hasta la cafetería del hospital que estaba funcionando las 24 horas.

Pedimos dos tazas de café y nos sentamos en la mesa más cercana. Ella no decía nada solo daba
un pequeño sorbo y luego se quedaba pensando con la mirada perdida. Imité ese comportamiento
hasta terminar mi taza de café, luego me puse de pie y fui por dos emparedados, quería Camila
comiera algo... Lo menos que necesitábamos ahora era se enferme.

Cuando se lo entregué, ella lo recibió con una débil sonrisa. Terminamos y ya estaba por amanecer
eran cerca de las 5:45 am. Le dije si deseaba ir conmigo a ver cómo salía el sol y aceptó, pensé la
ayudaría a distraerse.

Fuimos hasta el quinto piso, donde recordaba había un pequeño balcón desde donde tenías una
vista increíble.

Llegamos y esperamos a que saliera el sol, esa preciosa imagen que estoy segura no se iría a borrar
de nuestras mentes.

-¿Te gusta?-pregunté ahora viendo como el brillo del sol mañanero era reflejado en sus ojos.

-Es hermoso...-ahora giraba su rostro hacia mí y me regaló una débil sonrisa que de inmediato hizo
mi cuerpo reaccionara.
-Eres hermosa...-dije sin más, esta mujer me gustaba más de lo que nadie pudiese haberme
gustado, ella me tenía en sus manos y tenía el poder de destruirme, se lo otorgué el día que decidí
amarla y caer ante cada uno de sus encantos.

-No me mires así-respondió ahora con una débil sonrisa que hizo mi corazón temblara.

-Bien. Entonces, ¿cómo lo hago?-sonreí-Siempre te veo es así.

-No sé qué debo culpar... Tu increíble mente o tus hinoptizantes ojos.

-Cúlpanos a ambos, hemos encontrado cierto interés en cada una de tus facciones y en cada una
de tus virtudes, nos ha deslumbrado tu inteligencia y nos doblegamos ante tu atención...

-¿Estás leyendo mucho últimamente?

-Sí, leo cada uno de tus movimientos, leo tus miradas y trato de descifrar tus acciones.

-Bien, deja de hablar así...

-¿Por qué?

-Porque suena terriblemente atractiva y tu voz raposa por las mañanas no ayuda.

-Lo siento...-bajé la mirada, no quería incomodarla. Ya había avanzado mucho intentando


recuperarla, pero por sobre todo para que no me quiera dejar a un lado de su vida.

-No tienes que hacerlo.

-A veces me sobrepaso en mis palabras pero créeme que no quiero arruinar esta oportunidad que
me has dado... Te agradezco me hayas buscado.

-Confié en ti.

-Sé que quizás esta pregunta no me favorezca... Pero, ¿por qué confiar en alguien que te hizo
daño?

-Porque eso fue hace mucho y estuviste arrepentida, lo estás... Puedo notarlo en cómo me miras,
sabes.

-Lo estoy.

-Bien, además...

-¿Además?

-Olvídalo.
-Dime, por favor...

-No viene al caso, no ahora.

-¿Camila?

-Lo siento, no es apropiado.

Me puse en frente de ella quien ahora estaba dándole la espalda al amanecer y se recostaba sobre
el muro.

-Dime.

-¿Por qué crees es algo bueno?

-No sé si sea algo bueno pero sé que ya no tengo nada que perder si ya no te tengo.

-Lauren... ¿Crees me has perdido para siempre?

-Quizás no siempre pero por ahora tú no me perteneces...

-Estás tan equivocada...

-¿Lo estoy?

No hice ningún movimiento más, solo sentí sus manos en mis mejillas y sus tibios labios tocar los
míos en un delicado beso que deshizo cada uno de mis pensamientos llenos de dudas. Mis
respuestas no estaban siendo respondidas correctamente pero en este momento, justo ahora...
Era todo lo que necesitaba para saber que la esperanza no estaba perdida en ningún aspecto, que
mi batalla aún no estaba finalizada, la iba a tener de vuelta y si no lo lograba... Quizás ya no me
pertenecerían sus labios, ni su mirada o sus manos... No me pertenecería su piel o su voz diciendo
lo mucho que sentía por mí. Pero había algo que sí era mío... Algo que no podía hablar, que no
pensaba, que solo lograba mantenerla bajo el mismo cielo que el mío y que hacía el doble de
trabajo cuando me tenía cerca, aún me pertenecía... Su corazón.

=================

CAPÍTULO 36
CAMILA POV:

Cuando fueron cerca de las 8 am. Traté de entrar a donde se encontraba Sofía pero el médico de
cabecilla no me dejó.

-Necesito entrar, es mi hermana, es mi única familia en el mundo.


-Lo sé - me quedé callada - sé quién es usted y se quién es Sofía pero si usted quiere que su
hermana salga de esta situación tendrá que confiármela al 100%.

-Camila... - Lauren tomó mi brazo - el doctor sabe lo que hace - miré los ojos verdes de Lauren,
esos ojos que lograban calmar hasta la peor tormenta existente dentro de mi ser - confía en mí.

-Está bien - miré al doctor - no deje que le pase nada, por favor se lo pido.

-Tú tranquilízate y déjame hacer mi trabajo - el doctor colocó su mano derecha en mi hombro
derecho - está en buenas manos - esbocé una diminuta sonrisa.

Lauren me sacó del pasillo y caminamos hasta la sala de espera. No quería soltar su brazo, me
sentía débil, frágil. Toda mi vida las personas me dijeron que nunca habían conocido a una persona
tan fuerte como yo. Muchos de ellos sabían la vida de mis padres, todo lo que viví y pasé para
poder ser alguien en esta vida pero ahora, no sabía cómo lidiar con esto. Quise ser mejor persona
por Sofía, quería poder traerla y darle todo lo que ella siempre soñó, quería que me viera crecer,
trabajando en lo que había estudiado y ahora... Ahora está ahí dentro siendo pinchada por todos
lados para los innumerables exámenes que tienen que hacerle.

-¿Estás bien? - Lauren dejó un café sobre la mesa, frente a mí.

-He estado mejor sabes - tomé el café con mis dos manos y dejé que este las calentara - solo... solo
es que... Dios - no podía decir una palabra sin que la voz se me quebrara.

-Solo es una niña... ¿Es eso no? - la miré - no me mires así aún tenemos una conexión - sonreí.

-Es solo una niña Lauren, tiene todo el mundo por delante y está en esa habitación con varios
especialistas luchando por su vida - Lauren tomó mi mano - solo quiero que salga de ahí y corra a
mis brazos.

-Camila...

-¿Qué? - Lauren bajó la mirada y comenzó a llorar - Hey... No, por favor no te derrumbas, tú no -
salí de mi silla y me coloqué de rodillas frente a ella, mis manos se fueron a los costados de su
rostro y la miré directamente a los ojos - no te derrumbes, te necesito de pie Lauren, necesito que
me sostengas en este momento porque no sé lidiar con todo esto - comencé a llorar - eres mi
apoyo, mis brazos, mi piel, mis piernas, mi cerebro en estos momentos y yo... yo Lauren... yo te
necesito - nunca creí que volvería a decir eso en toda mi vida - te necesito conmigo - Lauren acercó
su frente a la mía y cerró los ojos - te necesito Jauregui.

-Seré todo lo que quieras que sea -nos quedamos mirando - todo - repitió a centímetros de mi
boca - nuestra pequeña estará bien - acarició mi cabello y para entonces yo ya estaba perdida en
sus ojos.

-Hola - reconocí esa voz, era Verónica pero estaba con Austin - perdón si interrumpimos algo -
noté como Vero no dejaba de mirar a Lauren - pero Austin llegó a tu casa.

-Supe lo de Sofía.
-¿Cómo? - le pregunté a Austin.

-Sí Austin, dile cómo te enteraste de lo de Sofía - por alguna razón que desconozco la voz de Vero
sonaba muy irónica.

-Es mejor que hablemos solos - dijo Austin - ¿te importa?

-No, anda vamos.

Me levanté del sofá y caminé con Austin hasta la parte trasera del hospital, hacía mucho frío y
corría viento.

-¿Qué pasó?

-No sé... No sé cómo decirte esto sabes.

-¿Qué cosa? - Austin ni siquiera me miraba a la cara.

-La... La primera vez que Sofía vino a ser atendida aquí y estuvo durante mucho tiempo
hospitalizada el doctor que la atendió es amigo mío y bueno, un día fui a su casa porque hizo una
reunión de ex alumnos de universidad.

-¿Puedes ir al punto de todo esto de una vez?

-La cosa es que el comenzó a hablar acerca de un caso que le habían asignado, según él era el caso
más difícil de todos los que le había tocado ver en su vida - por primera vez Austin me miró a los
ojos - le pregunte de que se trataba y me dijo que era de una pequeña que sufría de dolores de
cabeza y se desmayaba pero que nadie sabía el porqué de la causa de los desmayos-continuó
hablando del tema hasta que dijo que los exámenes que habían sido enviados a esta clínica y que
el médico era el mismo médico que trataba a Chris Jauregui- le pregunté a mi amigo si podía leer
acerca del caso y me dijo que sí. Comencé a leer y...-suspira- Y...

-¿Y qué Austin?

-No es bueno Camila, no es nada bueno.

-¿De qué hablas? No te entiendo.

-Sofía tiene una enfermedad que no tiene cura, ni siquiera hay tratamiento para eso y Sofía sería la
persona número 20 en el mundo, desde que se comenzaron a archivar los casos que han tenido de
esta patología... Camila, todos han...-bajó la mirada.

-Muerto... Tú... - el mundo se me vino encima, todos los recuerdos que había tenido con Sofía
estos años se me vinieron a la mente, mis piernas comenzaron a temblar pero a la misma vez una
rabia increíble se apodero de mí. Salté sobre Austin y lo azoté contra la pared - ¿TU LO SABÍAS? LO
SABÍAS Y NO DIJISTE NADA EN TODO ESTE TIEMPO - las lágrimas caían solas - MI HERMANA...
ELLA... ELLA...
-¡Camila! - Era la voz de Lauren - cálmate, por favor - tenía los ojos cubierto de lágrimas.

-Tú... Tú lo sabias, por eso el doctor apenas me vio supo de quien se trataba, por eso... Por eso
quisiste que la trajéramos hasta este lugar... Tú... Tú volviste a traicionarme Lauren.

-¡No! No te traicioné, este es el único lugar en el mundo donde pueden tratar lo que tiene Sofía.

-PERO SI ESTE IMBÉCIL ME ACABA DE DECIR QUE NO TIENE CURA.

-No la tiene - dijo Lauren - pero pueden prolongar su vida con medicamentos aún a prueba.

-¿Te estas escuchando? Mi hermana no es un experimento, no van a inyectarle mierda que ni


saben si funciona.

-Cálmate - Vero se acercó a mí - necesitas estar bien, tienes que tranquilizarte, te pueden correr
de la clínica y necesitas estar con tu hermana - miré a la morena.

-¿Qué... qué es lo que tiene? - le pregunté a Austin y Lauren - Oh vamos, no se hagan los idiotas,
¿qué es lo que tiene Sofía?

-Yo puedo responderte eso - interrumpieron, era el médico de Sofía - si me acompañas a mi


oficina te explicaré todo y te daré los detalles de lo que está ocurriendo con Sofía.

Miré a Austin, Lauren y Verónica. Caminé hacía el interior de la clínica acompañada del médico de
Sofía.

LAUREN POV:

Pasaron 40 minutos, los estuve contando mientras mis manos tapaban mi rostro y mis codos
estaban sobre mis muslos, el sofá estaba siendo testigo de cada lágrima que dejaba escapar.
Austin estaba a mi lado con su teléfono en la mano, trataba de reacomodar su viaje con Brad.
Quería estar con nosotras apoyándonos. Verónica tenía aún en su mano el emparedado que
habían comprado hace unos 15 minutos para Camila.

Todo era muy silencioso, veía entrar y salir personas del lugar. Ahora solo necesitaba ver a Camila
y sostenerla de nuevo en mis brazos. Ella era tan frágil, ella necesitaba descansar...

El mundo ha sido muy injusto con ella, incluso yo lo fui. Ella ha pasado por tanto y el hecho que
aún siga de pie es bastante admirable... Necesito pensar bien cada una de las palabras que diga
hoy en adelante, no puedo dar un paso en falso. Verónica estaba también aquí y eso significaba
que quería hacerse notar. Ella tenía asegurado en algún lado de su creativa mente que se iba a
casar con Camila.

No quería pensar en ello, pero de cierta manera me distraía de lo deprimente que me ponía este
lugar, me hace recordar a mi hermano y lo terrible que es tener que verlo en ese estado. Sé cómo
se siente Camila, sé cuánto dolor debe estar experimento con cada segundo que pasa y justo
ahora deben haber derrumbado cualquier torre de esperanza existente en ella. Palabras frías y
directas, se lo deben de haber dicho así. Yo quería seguir investigando y ayudarla, pero el tiempo
no estaba a nuestro favor, no contaba con que Sofía empeorara de esta manera, no justo ahora.
Austin coloco su mano sobre mi hombro y alcé la mirada al frente estaba Camila con los ojos
bastante rojos y la mirada perdida, parecía estaba por caerse. Verónica se puso de pie más rápido
de lo que yo pude hacerlo pero Camila la hizo a un lado, Austin intentó hacer lo mismo pero ella lo
fulminó con la mirada. Di un paso hacia ella y me miró fijamente por 3 segundos, suspiró y fue
hacia la salida. Fui de inmediato hasta donde ella iba.

-Espera...-tomé su brazo y ella giró violentamente.

-¿Qué quieres Lauren?-dijo en voz alta y de cierta manera me dio algo de temor continuar
hablando.

-Camila... ¿A dónde vas?

-Estoy tratando de tomar aire, ¿puedes dejarme sola?

-No...

-Vete, Lauren.

-Yo no te traicioné, apenas me enteré a noche de todo esto... Austin, me contó sobre que aún se
estaban haciendo investigaciones y estaba dispuesta a hacer de todo.

-¡Pero no se puede!

-Ahora veo el tiempo nos está malogrando cualquier plan establecido y solo necesito que sepas.
Yo sigo aquí y seguiré aquí, podemos solucionar esto...

-¿Por qué estás aquí? ¿Por mí? ¿Por una segunda oportunidad? Porque si es eso, déjame decirte
que ese beso no debió darte a entender nada de eso. Significaba "gracias".

-Bien...

-Ahora, no quiero hablar de ello... ¿No te das cuenta lo que estoy pasando?

-Me doy cuenta Camila... Y no me importa el beso ni la segunda oportunidad. No me interesa...


Estoy aquí porque Sofía también es importante para mí, le tengo mucho cariño, yo la quiero Camz.

-Ella va a morir Lauren...-empezó a llorar, las lágrimas salían una tras otras como si fuese alguna
clase de competencia, corrí hasta ella y la abracé, colocó su rostro contra mi pecho y empezó a
llorar aún más, se aferró a mi cintura y me abrazó más fuerte.

-No estás sola, aquí me tienes... No te voy a dejar sola en esto.

-Tengo miedo...-dijo con su quebradiza voz.


Fue difícil intentar no llorar, pues las lágrimas estaban en mi contra en este momento, ambas
estábamos bastante apenadas. Luego de varios minutos, entramos de regreso al hospital y nos
sentamos en el sofá, Camila no intercambió palabras ni con Verónica ni con Austin. No pasó
mucho cuando llegó Dinah bastante alborotada y abrazó a Camila con bastante fuerza, ambas
empezaron a llorar y darse consuelo ante el terrible momento, yo... Yo no sabía qué más hacer.

Pasaron un par de horas cuando el doctor dijo que podíamos pasar a ver a Sofía, probablemente
no le quedaba mucho, Camila fue la primera en ponerse de pie y arreglarse un poco para no verse
mal, ella quería de alguna manera demostrar era fuerte para que su hermana no se preocupara.

Entramos a la habitación. Austin y Verónica estaban al pie de la cama, Dinah al lado derecho y yo
junto a Camila del lado izquierdo, ella tomaba la mano de su hermana entre las suyas y las
acariciaba.

Sofía empezó a abrir los ojos lentamente, miró con cuidado a todos los presentes y luego intentó
sonreír a su hermana. Se le complicaba por los distintos conductos que tenía adheridos a ella pero
se las arregló para hablar.

-¿Cómo te sientes cariño?-Camila sonreía débilmente mientras acariciaba la mejilla de Sofía.

-No muy... bien, he estado... mejor sabes...-decía las palabras con bastante dificultad.

-Vas a ponerte bien...

-No... Sé que... no será así.

-Sofi...

-Lo sé, mila.

-Tú no...

-Hey...

-Te amo-Camila tomó la mano de su hermana en su mejilla y se echó a llorar.

-Tengo miedo...

-Estoy aquí, no te voy a dejar-tomaba su mano con más fuerza.

-¿Me lo prometes?

-Te...Te lo prometo-ahora se acercaba para darle un beso en la frente.

-Lauren...-dijo y al instante intenté limpiar las lágrimas que habían estado haciendo caminos por
mis mejillas.

-¿Sí pequeña?
-Es bueno... verte de nuevo...

-Dos días seguidos.

-Tengo suerte...

-¿Por qué?

-Sé que... No dejarás que... Mila llore.

-Yo...

-Vi al abuelo, yo... soñé con... él... y me decía... hoy iríamos... de viaje.

Camila empezó a llorar más fuerte. Suponía Sofía no era muy consciente de lo que decía a causa
de la gran cantidad de medicamentos que estaban siendo pasados a través de la intravenosa.
Estaba como ida. Como si estuviese soñando y luego...

-Te amo tanto, no me dejes-Camila abrazó fuerte a su hermana y siguió llorando, Austin tenía a
Verónica abrazada, yo tenía mi mano sobre la espalda de Camila a manera de intentar
reconfortarla.

-Me hiciste muy feliz, Mila. Te amo también...-sonrió casi desapercibidamente, cerró los ojos y
pude notar su mano relajarse en conjunto a su cuerpo. De pronto, sonó el electrocardiógrafo...

Nuestra pequeña se había ido para siempre y una parte de nosotras junto a ella. Nada volvería a
ser lo mismo de eso estaba segura, una pérdida más en la vida de Camila. Quizás este era el punto
de quiebre, ahora ella solo estaba gritando y llorando sobre el pequeño cuerpo de su hermana. Mi
llanto también era incontrolable, sentía la presión en el pecho y mis piernas temblar como si ya no
tuviese fuerza. Miles de escenas transcurrían por mi cabeza y de pronto solo miraba a Camila
quien ahora gritaba mi nombre pidiendo levante a su hermana, que la traiga de regreso... Las
enfermeras la retiraron de la cama y enseguida la tomé en mis brazos. Golpeó, gritó, lloró...

Sofía ya no estaba más con nosotras.


=================

CAPÍTULO 37
CAMILA POV

Cuando los doctores terminaron de sacar todas esas máquinas, tubos, sondas que tenía Sofía me
preguntaron si quería estar con ella antes de hacer todo el papeleo que se tiene que hacer cuando
una persona fallece y les dije que sí quería; también les pedí que no dejaran que nadie pasara que
necesitaba estar sola.

Sentí como el doctor, el cual era el mismo que seguía el caso del hermano de Lauren colocó su
mano sobre mi hombro izquierdo y susurró un "lo siento, pero esta peculiar enfermedad es así".
Sentí como mi hombro volvió a sentir frío cuando por fin sacó su mano de este, escuché como la
puerta se cerró y dejé escapar un enorme suspiro. Junto con él, más lágrimas comenzaron a
recorrer mis mejillas, mi cuerpo temblaba y creía que me desmayaría ahí mismo pero me juré a mí
y a Sofía que sería fuerte, que trataría de ser lo más fuerte posible pero claro está. Nunca me
podría comparar con Sofía, mi pequeña fue la chica más fuerte del mundo incluso en su último
suspiro. ¿Cómo se sentirá morir? ¿Habrá sentido dolor? Espero que el dolor en ese momento no
estuviera presente porque mi pequeña ya había tenido mucho de eso en mi vida.

Caminé hasta el lado de la camilla de Sofía, tenía los ojos cerrados y una leve sonrisa en su rostro
me pregunté si estaría jugando con el abuelo en algún lugar que llaman cielo y si el cielo existe
espero que ella haya sido digna de ese lugar, aunque no lo dudo. ¿Qué niño no sería digno de ese
lugar? Mi mano temblorosa se acercó a la de ella y aunque su temperatura había bajado
demasiado aún se podía sentir algo de calor, apreté su mano con la esperanza de que ella hiciera
alguna mueca pero nada. Recordé cuando éramos pequeña y yo solía sacarla de esa casa e íbamos
al parque a pasar el rato, lo poco y nada de dinero que tenía o que me conseguía era para ella.
Siempre comprábamos su helado favorito y solíamos volver hasta la noche a la casa porque era el
único momento en donde nuestros padres no se daban cuenta de si estábamos o no, ya que para
ellos las drogas siempre fue más importante... Sentada a su lado me pregunto ¿qué hubiera
pasado si no me la hubiese llevado conmigo? ¿Ella hubiese sido más feliz? A lo mejor la respuesta
a eso es sí, pero también sé que los meses que estuvo a mi lado fueron los meses más felices que
pasó en su vida. Me alegro de poder haberle dado todo lo que algún día le dije que le daría.

Llevé la mano de Sofía a mi boca y la besé sin contar las veces en que su piel ya casi
completamente helada rozaba con la piel de mis labios. Sonreí al recordar su risa y el sonido de sus
pies al chocar con las escaleras cuando bajaba corriendo desde el segundo piso, recordé todos los
besos de buenas noches que me daba y todos los cuentos que dejé a medias sin poder leer, espero
que me perdone por eso y de todo el tiempo que perdimos. Yo no sé ser madre, aún no soy madre
pero estoy segura que mi experiencia con Sofía me ayudará en todo lo que venga más adelante.
Miré nuevamente a mi hermana y pensé que a ella si le hubiese encantado haber visto a su
sobrino o sobrina nacer. Dejé escapar el último suspiro, miré hacía el suelo y me pregunté en voz
alta... "¿Ahora qué Camila?"

La única razón por la que conocí a Lauren era porque necesitaba el trabajo para traerme a Sofía
pero ahora... Ahora la razón que nos unía se ha desvanecido, por algún motivo que desconocía
todo con respecto a Lauren ahora estaba borroso en mi cabeza, de la nada me bombardearon un
millón de preguntas que no podía responder y sinceramente ni siquiera quería pensar en ello. Me
levanté de la silla y besé la frente de mi hermana por última vez, bajé la vista y me quedé algunos
segundos ahí. Quería grabarme ese rostro en mi cabeza, no quería que por ni un motivo se me
olvidara. Después de casi un minuto fui capaz de soltar su mano, le di la espalda al cuerpo de mi
pequeña y salí de la habitación y todos los ojos estaban puestos en mí.

-¿Estás bien? - ¿Qué clase de pregunta era esa? Pero no me sorprendía, venía de Dinah.

-He estado mejor - le sonreí falsamente y caminé hasta el ascensor cuando sentí la mano de
alguien sobre mi brazo.

-¿Adónde vas? - era Lauren, la miré a los ojos y sabía que esa sería la última vez que vería esos ojos
esmeralda brillantes quien sabe por cuánto tiempo.
-Tengo que terminar los papeleos para que saquen el cuerpo de Sofia de acá.

-¿Quieres que te acompañe?

-No.
-Camila, esto es difícil para todos ni siquiera me puedo imaginar cómo estás - dijo bajando su
mano hasta la mía y permití que entrelazara sus dedos con los míos ya que sabía que sería la
última vez que lo haría.

-Es por eso que necesito hacer esto sola pero quieres ayudarme, ¿verdad?

-Claro que quiero.

-Cuando los papeles estén listos sacarán a Sofía. ¿Podrías hacerte cargo de todo lo que es su
funeral, ataúd y esas cosas?

-Claro que lo haré, amor - sus manos se fueron a los costados de mi rostro y descansó su frente en
la mía - preocúpate de eso que acá me encargo yo - sonreí.

-Gracias, muchas gracias Lauren. Por todo.

-No me des las gracias sé que hubieses hecho lo mismo si a Chris le hubiese pasado esto -
probablemente ella tenía razón.

-Te avisaré cuando los papeles estén listos - lo que ella no sabía era que ya había firmado los
papeles y que en 15 minutos vendrían a sacar a Sofía de la habitación.

-Te estaré esperando y descuida, acá estoy... Siempre estaré Camila - En ese momento me sentí
débil, miré a esa chica que puso mi mundo de cabeza, con la que había hecho el amor tantas
veces, la que me había hecho llorar como nunca nadie lo hizo. Me tomé el tiempo para mirar su
rostro, sus facciones que tanto me gustaban y entonces supe que haría lo mismo que me hizo ella,
que le rompería el corazón como ella me lo rompió y que probablemente cuando nos volviéramos
a ver ella ya tendría hijos, quizás nietos y yo tendría que vivir toda mi vida con el maldito recuerdo
de que nunca hice lo suficiente por ser feliz a su lado.

-Te amo Lauren Jauregui - se lo dije mirándola a los ojos, está vez fui yo quien colocó las manos en
los costados de su rostro y la besó en los labios. Sentí el sabor, el calor de ellos, la suavidad de su
boca siempre me llamó la atención y como su lengua lograba volverme loca, incluso en este
momento - Te amo - en ese instante el ascensor llegó y me subí sin mirarla, le di la espalda al amor
de mi vida. No sabía si lo que estaba haciendo estaba bien pero si sabía algo... Necesitaba tiempo,
un tiempo para mí.

LAUREN POV:

Cuando solté la mano de Camila y la vi entrar al ascensor, sentí una gran presión en el pecho y no
sabía a qué se debía... Quizás de alguna manera algo no estaba bien, ¿es esta alguna clase de
aviso?
Solo fui hasta el módulo para realizar los papeleos, pero cuando la enfermera me respondió
diciéndome ya habían firmado todo, no entendí entonces por qué Camila me lo había pedido.

Ese día velaron a Sofía en el departamento que compartían Camila y Verónica. Cuando intenté
hablar con Dinah sobre donde estaba Camila, simplemente alzó los hombros e hizo una mueca de
tampoco tener idea alguna. Todas nuestras amistades preguntaban por ella, no apareció esa
noche ni al día siguiente. Verónica se acercó a mí en la tarde cuando estaban por llevar el cuerpo
de Sofía al cementerio...

-No encontré sus documentos, ni parte de su ropa... Y falta una maleta.

-¿Qué tratas de decirme?

-Dime tú, ¿está quedándose contigo? ¿Van a vivir juntas?

-Verónica, no sé de qué hablas...

-Bueno, si no está ni conmigo ni contigo, ¿dónde está?

-¿Qué pasa?-interrumpió Dinah.

-Camila se llevó sus documentos y ropa... Como si se hubiese ido a algún lado-bajé la mirada y
traté de establecer mi respiración. Esto no podía estar pasando. ¿Dónde está?

No pude irme en ese instante, no podía romper mi promesa con la mujer que amo aunque hubiese
querido salir corriendo a dónde sea con tal de verla de nuevo y tenerla en mis brazos, estuve de
principio a fin durante la ceremonia y cuando el ataúd descendió. Sentía mis lágrimas quemar la
piel de mis mejillas, un nudo en la garganta y mis manos frías... No solo no iba a ver a Sofía de
nuevo, tampoco iría a ver a Camila o al menos eso me trataba de hacer entender mi confundido
corazón.

Cuando todo finalizó, varios regresaron al departamento para una pequeña reunión. Sin embargo,
yo solo decidí retirarme dejando a Dinah y Verónica a cargo. Austin me llevó hasta casa de mis
padres, él sabía lo que estaba pasando y solo quería asegurarse no estuviese sola. Él ya había
retrasado su viaje y debía ponerse al día, no podía fallarle a su pareja.

Entré por la puerta de la mansión de mi familia, mis pasos eran lentos pero fuertes. Mi padre salía
de la cocina con un vaso de vodka con hielo en la mano.

-¿Lauren?-estaba sorprendido de verme.

-Dame eso-le arrebaté el vaso y me lo tomé sin pensarlo dos veces sintiendo cómo el alcohol
quemaba mi garganta.

Me senté de mala gana sobre el sofá y entonces mi padre de inmediato me acompañó.

-¿Qué está pasando?


-Falleció...

-¿Quién hija?

-Sofía...

-¿La hermana de Cam...?

-Sí-dije de inmediato-solo no la menciones a ella.

-¿Qué pasó?

-No sé, no sé qué pasó... De un momento a otro desapareció sin dejar rastro alguno.

-¿Cómo?

-Me dejó a cargo de todo y se fue, se fue papá...-mi voz estaba rota al igual que mi corazón, cada
sentimiento parecía empezar a tornarse de un color gris.

-¿Se fue?

-Sí, se fue...

-Pero... ¿Sus amigos? ¿Su novia? Alguien debe saber algo.

-No, nadie sabe nada.

-Está dolida, necesita tiempo.

-¿Tiempo?-suspiré-¿Tiempo para estar alejada de mí?

-De todos, hija... Perder a un ser querido no es nada fácil.

-Que se aleje de todos, pero no de mí. ¿Estoy siendo egoísta? Yo solo quiero cuidarla, necesito
protegerla...

-A veces, no todos sentimos queremos ser cuidados o protegidos.

-Ella es frágil, me necesita.

-Lauren, debes darle su espacio... Estoy seguro que tarde o temprano te llamará y te dirá vayas a
buscarla, ¿no crees?

-¿Y si no lo hace?

-Y si no lo hace entonces... Bien, tendrás que lidiar con eso.


-¿Lidiar con esto? Estoy enamorada de ella, papá. Yo la amo, la amo más que a nadie.
-Sé cómo se siente.

-Me está desgarrando de a pocos, siento que de alguna manera la estuviese a punto de alcanzar y
luego como si tan solo fuese una ilusión. No creo poder seguir sin ella...

-Hija, así es el amor. Pero debes pensar que aún tienes mucho por vivir.

-Tengo la impresión de que jamás encontraré a alguien como ella, alguien que me haga sentir de la
misma manera.

-Quizás sí, quizás no... Eso no podemos descifrarlo.

-No quiero perderla... No quiero.

-No la has perdido, Lauren... Ella decidió irse.

-Sé que siempre tendré su corazón, quiero creer eso...

-Créelo.

6 meses después...

Hoy desperté con un peculiar sonido entrando por la ventana de mi habitación, estaban
arreglando la calle. Coloqué una de las almohadas sobre mi cabeza para tratar de disminuir el
alboroto. No pude volver a recuperar mi sueño... Decidí levantarme por fin e ir por una ducha,
cuando salí me sequé bastante rápido y me vestí. Prendí el televisor para ver las noticias y como
siempre, nada que llame mi atención. La apagué y fui hasta mi cocina, me hice café y saqué unas
galletas de la alacena. Terminé de comer e hice la limpieza, fui hasta mi auto y lo encendí. Coloqué
la radio e hice mi recorrido diario...

Cuando llegué, apagué el auto y suspiré con ambas manos al volante. Tomé la revista y el
periódico que había comprado unas cuadras antes de llegar. Sonreí mirando al espejo retrovisor,
salí del auto y empecé a caminar a pasos lentos.

Entré al lugar y fui hasta el segundo piso, habitación 205.

Caminé hasta la cama y sonreí... Ahí estaba como siempre iluminando el día a todos. Dejé la
revista al lado en la mesa de noche que tenía una pequeña lámpara y me senté a su lado.

-Hey... Ya llegué, sé que me estabas esperando-noté como empezaba a sonreír.

-¿Siempre eres tan creída?-empezó a reír.

-No, no siempre-nos dimos un abrazo y le alcancé la revista.

-Sabes que amo los cómics, me has alegrado la existencia.


-Es para que te mantengas despierto, ya sabes... Ya has dormido demasiado.

-Lo sé, Lauren.

Nos dimos otro abrazo.

-Chris, ¿cómo va la rehabilitación?

-Bastante bien, creo. Al menos sé que mejor que hace tres meses.

-Eso es notable-sonreímos.

-Siempre traes esa sonrisa.

-¿Cuál sonrisa?

-Esa que es distinta al resto.

-¿Distinta?

-Sí, siento que te falta algo para que sea del todo sincera.

-¿Algo?

-Amor, hermana, amor.

-¿Amor? ¿Crees me falta amor? Pero si te tengo a ti, idiota-lo abracé muy fuerte y empecé a
hacerle cosquillas, él rió muy fuerte hasta que nuestros padres entraron a la habitación del
hospital con la bandeja de desayuno.

-¡Papá! ¡Mamá!-se abrazaron los tres en conjunto y aunque esa escena me hacía tener bastante
calma y de cierta manera alegría, aún me sentía incompleta.

Incompleta.

A veces, esa palabra daba vueltas por mi cabeza... Solía tener la forma de un rompecabezas al que
le faltaba una pieza. La imagen era el de un atardecer, pero en el lugar donde debía ir el sol casi
desapareciendo, no estaba. Esa era la pieza faltante y sin sol no existe esa gama extensa de
colores impresionantes como si se disolvieran varios frascos de pintura de color claro sobre una
paleta. El sol del atardecer no estaba, entonces ese no era un atardecer.

Siempre solía mirar mis manos luego de acabar de ducharme, no las reconocía, eran parte de mi
cuerpo... Pero no eran mías. Porque las mías siempre tenían ese color moreno acechándolo para
poder hacer colisión y hacerse solo uno. Mis ojos ya no eran esmeraldas, los veía grises como si
hubiesen estado viendo solo las sombras de las personas y el asfalto durante mucho tiempo, como
si ese fuera el reflejo que ha quedado grabado en ellos.
A veces, cuando estaba en mi oficina y miraba hacia la ciudad, la buscaba... Yo la buscaba entre
esas personas que tenían el tamaño de una hormiga. Era tan ingenua creyendo que ella resaltaría
entre todos como una estrella en medio de una noche oscura.

Yo ya no tenía esperanzas, no tenía sueños, mi lado más humano se había ido con ella de alguna
manera. Quizás mi corazón y mis sentimientos no se habían deshecho, tal vez seguían unidos a los
suyos en alguna parte. Entonces, si fuese de esa manera... ¿Ella también estaba incompleta?

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CAPÍTULO 38
CAMILA POV

Hace meses había dejado todo atrás, hace 6 meses había decidido abandonar absolutamente todo
lo que me tenía aferrado a esa ciudad, pero ahora que lo pienso no había mucho que me
mantuviera aferrada ahí... Sofía se había ido y con ella mis ganas de ser otra vez una persona
normal. Dejé Miami junto a todos mis recuerdos, dejé a la chica de cabello castaño, ojos verdes,
piel suave y buenos modales. Dejé la ciudad en donde me enamoré, me emborraché, lloré, tuve un
trío, conocí diferentes tipos de amor, guardé secretos y tuve una hermana.

Ahora que veo todo más frío, ahora que pasaron meses puedo decir que no me arrepiento - aún
no - salí de Miami con lo que traía puesto y ahora soy una persona completamente diferente. Lo
primero que hice al salir de Miami fue tomar un avión hacia Brasil, ahí estuve algunas semanas y
coincidencia o no justo llegué para el carnaval de Río. Conocí gente que me ayudó a tratar de
entender el vacío que sentía en mi interior y una de ellas, la señora más longeva, dijo: "Perder a un
ser querido siempre va a doler. No te despiertes preguntando cuándo desaparecerá el vacío que
sientes en este momento porque probablemente no pasará nunca. Hay que aprender a vivir con
eso, el aprender a vivir con ese vacío hace la diferencia entre una persona cobarde y la que no lo
es" ... Seguramente Lauren aún pensaría que soy la persona más cobarde del mundo pero no
podía seguir viviendo con la preocupación que pudiese sentir alguien por mí. De si era cobarde o
no. Porque si había algo que tenía que salvar y sentirme orgullosa era de mi vida, la única vida que
podía salvar.

Después de Brasil me fui a España, recorrí paisajes increíbles y con el tiempo mi cuerpo comenzó a
sentir los cambios de este viaje. Como les dije solo había salida con lo puesto pero aún tenía
dinero en la cuenta del banco, cuenta que estaba bajo el nombre de Lauren y Austin así que él día
que salí del país saqué todo sin dejar rastro alguno... De ese dinero aún tenía suficiente ya que
cuando llegaba a alguna ciudad trataba de trabajar en lo que fuera, sabía que mi alma y mi mente
aún no sanaban. Lo notaba en las noches cuando me iba a dormir sola y las lágrimas corrían por
mis mejillas con desespero. Lo sentía en las mañanas cuando nadie me preguntaba si estaba listo
el desayuno o no, lo sentía cuando tenía un mal día y no tenía a nadie a quien contarle mis
problemas; siempre fui partidaria de la soledad, esa soledad que te hace reflexionar acerca de tu
vida y de tus sueños pero esto, esto no era esa soledad aun mirándolo de algún punto de vista
existente era lo que yo había decidido.

¿Que si alguna vez sentí las ganas locas de llamar a Lauren y suplicarle que venga a buscarme y me
abrace? Creo que ese sentimiento lo comparto con mi vacío, me levanto y me acuesto con ganas
de escuchar su voz. Me he imaginado el momento en que nos encontremos de nuevo, he puesto
un millón de escenas posibles, pero para mi sorpresa ni una, ni una se acerca al menos a lo de la
vida real. Estuve entre sus brazos millones de veces, secó mis lágrimas miles de veces. Creo que
podré vivir con el hecho de que ella siempre será el amor de mi vida, podré conocer gente y sabré
hasta qué punto llegar, solo por el simple hecho que nadie me hará llegar hasta el punto en que
Lauren Jauregui lo hizo.

Mis primeros dos meses fueron Brasil-España, en una de las tantas vías turísticas que hacían por
España conocí un santuario. Recuerdo el olor a flores, muchas flores. También, recuerdo que no
dejaba de sudar, el calor era increíble, mientras seguíamos se me acercó una niña... Cuando sentí
sus pequeñas manos tomar uno de mis dedos me paralicé, miré hacia abajo y ahí estaba ella
llorando desconsoladamente. Pensé en decirle ¡vete, déjame, no me toques! Pero, ¿qué culpa
tenía esa pobre niña de que el mundo hubiera arrancado de mis manos la felicidad de tener a
alguien de tu misma sangre a tu lado?

-¿Qué... Qué te pasa? - me agaché para quedar a su altura.

-Mamá... Mi mamá... - la niña no dejaba de llorar, ni de decir "mamá".

-¿Estás perdida, hermosa? - acaricié su rostro y con un pañuelo que andaba trayendo le saqué el
sudor. Por su piel, cabello y manos deduje que esta niña provenía de un hogar con escasos
recursos - ¿Dónde está tu madre?

-No sé, calle... Calle... Mamá, calle - me causaba ternura la ingenuidad de esa pequeña, era
increíble como para ellos a esa edad el mundo solo es un parque de aventura más.

-Sofía.... Sofía... - mi corazón casi se paró en seco, la niña que sostenía mi mano llevaba por
nombre, Sofía - Oh Dios mío. ¿Cuántas veces te he dicho que no te separes de mí? Joder, estaba
preocupada - la madre de la niña me miró a los ojos y me sonrió - muchísimas gracias.

-No... No hay porqué - volví a mirar a la niña.

-Le he dicho que no me suelte, ni menos para estas fechas donde hay muchos turistas - la señora
solo me miró - pero usted se maneja con el español, ¿de dónde es?

-De Miami, pero soy latina - la señora volvió a sonreír.

-No la molestamos más, Sofía y yo nos vamos, tenemos cosas qué hacer - miré sus prendas de
vestir.

-Tome - le pase un sobre - lo necesitará más usted que yo - la señora lo tomó entre sus manos y
antes de que pudiera abrirlo corrí para alcanzar al grupo que venía conmigo. Mientras lo hacía solo
podía recordar a esa niña, sus manos... Sus ojos, me hacía pensar en Sofía una vez más este día.

Italia, Noruega, Rusia, Inglaterra y Alemania fueron mis últimos países en los cuales estuve. Ahora
iba a otra aventura, esta vez decidí ir a China y quedarme ahí por un largo tiempo. Había oído
antes acerca de lugares de relajación, monjes y quería vivirlo todo. Necesitaba ir y vivir esas
experiencias hasta poder darle cara al mundo de una vez por todas.
Aunque pasé un mes y medio en Alemania se me hizo imposible aprender el idioma si es que se le
podía llamar idioma a ese trabalenguas que hacían cuando hablaban. Mi avión partía en dos horas
así que decidí recorrer el aeropuerto y comer algo. Recorrí el lugar durante algunos minutos hasta
que encontré una cafetería, me paré en la puerta y comencé a observar si quedaba alguna mesa
pero nada. El lugar estaba repleto - mierda - dije con un tono de voz medio. Volví a colocarme mi
mochila a la espalda cuando una voz me llamó.

-Hey - miré hacia atrás y era una chica.

-Hey - saludé.

-Si gustas te puedes sentar acá - la chica estaba en una mesa para dos, sola - no me tengas miedo,
no muerdo - sonreí.

-¿No te molesta?

-No

-Ok... ok - volví a sacarme la mochila y me senté con ella - ¿Cómo...? ¿Cómo supiste que...?

-Dijiste "mierda" - sonreí con una leve risa. ¿Hace cuánto no reía de esta forma? - Me llamo
Christina, soy de Estados Unidos - me tendió su mano.

-Me llamo Camila y soy... - me quedé en silencio. ¿De dónde era? ¿A quién le pertenecía? -
supongo que soy de la tierra.

-Buena respuesta - la chica le dio un mordisco a su hamburguesa - ¿Pedirás algo?

-Oh... Sí - llamé al mesero y pedí una hamburguesa con doble queso y carne, también una bebida.

-Entonces chica de la tierra, ¿cuántos años tienes?

-22, ¿y tú?

-17, voy en mi último año de escuela.

-Mira tú... ¿Qué quieres estudiar?

-Algo relacionado con el turismo

-Me parece muy bien.

-¿Qué haces en Alemania?

-Conociendo... ¿Y tú?
-De intercambio, me gané una beca - sonreí - tu sonrisa es... Es muy linda - hace un año y con
algunos meses una chica me hubiera dicho algo así y me hubiera tirado encima de ella, no la
hubiese soltado al menos hasta que tuviera dos orgasmos.

-Gracias.

-Veo que no hablas mucho.

-No hay mucho que contar - no la miré y continué comiendo.

-¿Estás segura? - levanté la vista y ahí estaba, esa mirada...

-Mira, eres muy joven para mí.

-Solo tienes 22 y te puedo jurar que conmigo vibrarás, te sentirás como nadie nunca antes te hizo
sentir - me reí a carcajadas - tú... ¿De qué te ríes?

-De lo último que dijiste porque bueno, yo conozco a alguien que es muy buena en la cama,
realmente muy buena y me ha hecho llegar a tantas orgasmos en mi vida que dudo que tú le
llegues siquiera al dedo pequeño del pie. Pero aprecio la oferta.

-¿Sabes que eres la primera que me dice que no?

-Siempre hay alguien quien nos dice que no, Christina. Siempre.

-¿Quién es esa persona?

- ¿Qué persona?

-La chica de la que estás enamorada - la miré y atrás de ella estaba el televisor con la única imagen
que trataba de borrar de mi cabeza día tras día.

"Entre tanta tragedia que usted ve en este noticiero por fin pasa algo bueno. Esta tarde se dio a
conocer a los medios que Chris Jauregui ha despertado de un coma que lo llevaba postrado en una
camilla durante años. Según fuentes la primera palabra que dijo el chico al despertar fue: ¿Qué
hora es?

La familia, quien últimamente ha pasado un muy buen momento económico, después de juntar
poderes con las empresas Mahone han hecho una rueda de prensa en donde se vio a una muy
sonriente Lauren Jauregui.

-Estoy muy feliz por él, más que por nosotros que somos su familia, mi felicidad es por él que de a
poco podrá a volver a disfrutar de todo lo que ha perdido. En mi punto de vista lo veo como una
segunda oportunidad, no todas las personas tenemos el agrado de volver a disfrutar de algo o
alguien que nos hizo felices - su sonrisa se borró y dejó de mirar a las cámaras - en mi caso, hay
cosas, personas, momentos, anécdotas que estando con mis cinco sentidos he perdido y he
pasado la vida diciéndome no, no te lo perdiste, te perdieron. Es como mi frase de consuelo - la
sala reía - ahora que Chris despertó creo que las cosas seguirán yendo muy bien para esta familia.
-¿Mejor de lo que ya lo son? - preguntó una periodista.

-Delante de ustedes, sí... Si pudieran mirar mi corazón, probablemente no.

Lauren salió de la sala de prensa y el noticiero siguió con deportes.

-Hey... Hey... Te estoy hablando - miré a la chica.

-Me tengo que ir, gracias por la conversación.

Me levanté y fui a una librería que había visto cuando comencé a recorrer el aeropuerto, me senté
en una mesa con una estampilla que decía "Alemania". Sabía que al escribir esta carta ella sabría
en donde había estado pero también pensé que pasaría tanto tiempo en China que ya daba lo
mismo. Agarré el lápiz y comencé a escribir.

Lauren, estas cartas siempre se empiezan con "querida Lauren" pero el asunto es que no te quiero
y sé que lo sabes, es más que eso. No te preguntes donde he estado todos estos meses aunque
probablemente lo has hecho. Ahora que te estoy escribiendo se me vino una idea... ¿Te gustaría
que escribiera un libro a cerca de mis aventuras? Bueno, supongo que no obtendré esa respuesta
nunca, ya que no espero respuesta y te informo desde ya que da igual si respondes porque cuando
lo hagas ya no estaré acá.

¿Que por qué te escribo ahora y no antes? Ha pasado mitad de año y no he podido sacarte de mi
cabeza,

a lo mejor estás conociendo a alguien y al leer esto me odiaras o puede que me odies ya.

1) Nunca es tarde para pedir perdón, perdón por dejarte.

2) No tendrías que haber estado sola en el entierro de Sofía, gracias por tomar esa
responsabilidad.

3) Nunca te olvidaré. ¿Cómo se olvida al amor de tu vida?

4) No he pasado hambre, ni frío aun así siento frío si no estoy en tus brazos.

5) No tengo lugar fijo, el viento me guía... Nunca me sentí tan libre en la vida.

6) Perdón por mi egoísmo.

7) Una chica de 17 años trató de tener sexo conmigo en el aeropuerto del lugar desde donde te
escribo, le dije que no, que yo tenía a la persona que me hacía llegar al cielo. Eres tú, Lauren.

8) Tengo miedo a ser olvidada, no me olvides yo aún recuerdo tu rostro y tus curvas.

9) Nos vemos cuando el destino se encargue de juntarnos nuevamente, el destino siempre se


encarga, Lauren... siempre.
10) Anda al departamento que tenía con Dinah (no sé si ella sigue ahí o si alguien más vive ahí)
pero en el cobertizo hay una pelota de fútbol. Llévatela y regálasela a Chris... Me sigo perdiendo
cosas importantes de tu vida. ¿Cómo pudiste amarme? Si fuera yo, ni siquiera me querría. Disfruta
de tu hermano y otra cosa... Las segundas oportunidades están a la vuelta de la esquina.

Atte: Camila Cabello.

"A las personas con el vuelo en dirección a China por favor ingresar por las puertas
correspondientes..."

LAUREN POV:

Cada palabra dejaba una cicatriz más... Alemania, vaya.

Bien hecho, Camila.

¿Perdonarte?

Quisiera hacerlo, pero no puedo. Se supone que cuando conoces a la persona que te complementa
totalmente en cada área de tu vida, no la dejas ir. Yo no te iba a dejar ir si hubiese sabido que
pensabas en hacerlo... Pero huiste, desapareciste, no me avisaste... Te has vuelto invisible como el
viento, paso la yema de mis dedos por sobre el papel intentando percibir alguna sensación pues tú
ya lo has tocado. Tu letra nunca fue la mejor, pero ahora solo veo perfección a pesar de todo.

Esta extraña presión en el pecho de la que tanto escriben, debería intentar sonreír pero es que es
tan difícil... No me pregunto qué hice mal, porque esta vez quien me perdió fuiste tú. ¿Si me
destruiste? Créeme que por completo. Mis pensamientos me están consumiendo todo el tiempo,
ya no me conozco cómo solía hacerlo.

Y es tan difícil creer que me consideras "el amor de tu vida" cuando has hecho todo lo posible por
mantenerme muy a parte de tu vida. Al principio, tenía esta extraña excusa que era debido a Sofía
pero no sé si es así realmente, se supone que debíamos estar juntas superando esto y ahora solo
estamos mi reflejo y yo teniendo esta lucha constante sobre quién se ve mejor, la verdad creo que
esta vez me han ganado pues es mejor ver mi propia imagen borrosa a una altamente definida...

Me va bien en el trabajo, mi familia está más unida que nunca y yo, yo siento que aún me falta
algo. Ya no sé si eres tú o el hecho que también me he perdido a mí misma. Todo se ha vuelto tan
rutinario, tan vacío...

A veces he soñado con el momento en que te vuelva a ver y siempre es lo mismo, te empujo y te
grito por haberme abandonado con tantas dudas, con tanto dolor. Pero nunca se sabe en qué
circunstancias el destino nos vuelva a juntar, solo para decirte "hola" o quizás mirarte con
indiferencia.

-¿Nunca habías visto un balón como ese?-pregunta Dinah.

-He visto muchos, es solo que estaba pensando...


-¿En ella?

-En muchas cosas, no todo gira en torno a ella.

-Fuertes declaraciones...

-Supongo que solo te adelantas a lo primero que se te viene a la mente.

-Verónica solía venir noche tras noche a hablarme de la soledad que sentía, Camila le ha quitado
una gran parte de ella. Al principio, sentí mucha lástima pero luego conoció a alguien y está mucho
mejor a como lo estuvo con mi ex mejor amiga.

-¿Ex?

-Una amiga de verdad no te abandona y si decide dársela de mochilera, al menos te avisa su fecha
de ida y regreso.

-Siempre ha sido muy precipitada.

-Siempre ha tomado decisiones malas, salvo cuando decidió estar contigo.

-Todo comenzó con lujuria, no creo haya sido la mejor.

-Si comparamos eso a todas las veces en que la vi hacer tonterías como estar con la enfermera de
su hermana o desaparecer sin llevarse absolutamente nada, entonces créeme que suenas como la
mejor decisión.

-Así parece, ¿me sirves otra?-le paso a copa vacía que vuelve a llenar con vino tinto.

-¿Qué opina Austin?

-Cree que aún estoy en mi etapa de negación...

-¿No pasó ya mucho tiempo para eso?

-Sí, pero díselo...

-¿Qué pasa luego de la etapa de negación?

-Te destruyes por completo, eres irreconocible para todos.

-Vas bastante bien...

-No quiero saber ya nada de ella, me perdió. Yo no la he perdido, Dinah.

-Deberías considerar tatuarte esa frase.


-No suena mal.

-Ahora no, cuando lo digas entre llantos, sí.

-¿Crees que voy a caer tan bajo?

-¿Y quién dice que no estás ahí justo ahora? Quizás no quieres ver dónde te encuentras.

-Sé dónde estoy.

-Bien, eso es bueno...

-¿No me crees?

-Te creo, Lauren. Sí eso deseas, es algo tarde.

-Lo sé, gracias por dejar que me lleve esto.

-Camila te lo regaló, bueno a tu hermano.

-Sí...

-Es bueno que aún hagas lo que te pide.

-¿Qué quieres decir?

-Hasta luego, Lauren-abrió la puerta y no me quedó nada más que salir con miles de dudas creadas
recientemente por las palabras que acababa ella de decirme.

Fue un largo camino hasta la casa, Chris estaba viendo una serie... Papá me recibió con un vaso
con vodka.

-¿Día difícil?

-Algo así, papá.

-Lo supuse, ¿vas a hablar con él?

-Haremos algo de deportes-le mostré el balón con gran entusiasmo.

-¿De dónde sacaste eso? No parece nuevo.

-Camila, ella... Ella me escribió una carta desde Alemania, en realidad, ya no está ahí pero bueno.
Me dijo que le trajera esto a Chris, estaba en su cobertizo.

-Oh, Camila Cabello.

-¿Ya puedo ir a ver a mi hermano?


-¿Quieres esquivar el tema de nuevo, verdad?

-Hablamos luego, papá. Permiso.

No podía seguir intentando persuadirlo, era inútil. Me dirigí al sofá, Chris me miró con esa
increíble sonrisa dibujada en su rostro.

-¿Dónde estabas?

-Algunas cosas del trabajo.

-¿Y eso?-preguntó mi hermano con bastante entusiasmo.

-Es un balón, para jugar fútbol.

-¿Es en serio?

-¿Lo del balón o lo de jugar fútbol?

-Lo segundo, Lauren.

-Sí, voy a jugar contigo.

-Te creo incapaz-sonríe.

-¿Qué esperas perdedor?-me pongo de pie y me dirijo hacia el extenso jardín.

-Vamos a ver quién es el perdedor.

Pasamos toda la tarde intentando ganarle el uno al otro, al final dejé se llevara la victoria. Estaba
aún en terapia física así que no se le podía exigir mucho.

El atardecer nos dio a entender ya debíamos entrar a casa. Sin embargo, él quiso nos sentáramos
en el césped y veamos como el cielo cambiaba de color en cuestión de segundos.

-¿Piensas en casarte algún día?-se acostó colocando sus brazos cruzados por detrás de su cabeza.

-¿A qué te refieres?

-¿Quién es Camila?

-¿Cómo es que sabes de Camila?

-Me aburro mucho durante el día, papá y mamá me han puesto al día.

-Entonces, ¿por qué me preguntas por ella?


-No me dicen más que fue una novia tuya, la amaste cómo nunca habías amado a nadie y que
terminaron porque tuvo que irse.

-Huyó, no es que debía irse.

-Entonces, ¿rompió tu corazón?

-Ya estaba roto.

-¿Cuántas veces te ha hecho daño?

-Muchas, Chris. También yo le hice mucho daño.

-¿Es acaso alguna manera de estar a la misma altura?

-No, esto fue lo último.

-¿Lo último?

-Su manera de decirme que ya no quería saber más de mí, que no me quería en su vida.

-Sigo sin entender.

-Su hermana pequeña, Sofía. Ella falleció hace más de 6 meses, nos afectó a todos.

-Entiendo...

-Ella se fue de un momento a otro, no me avisó sino la hubiese detenido.

-¿No pensaste en que necesitaba su tiempo a solas?

-¿Qué quieres decir?

-Si ella te lo hubiese dicho, la hubieses detenido y entonces no hubiese podido volver a
encontrarse.

-Si necesitaba ayuda, yo podía haberla apoyado.

-No se trata de eso, nadie puede encontrarla más que ella misma. Lauren, si ella te hubiese dicho
que tenía que desaparecer, la hubieses detenido y entonces probablemente la tendrías ahora
contigo pero no sería la misma. Ella estaría bastante pérdida por dentro, hubiese sido cuestión de
tiempo para que la veas sumergida en una terrible depresión, eso hubiese hecho que terminara
hiriéndote a ti, a ella y a todos en su entorno, a los que más quiere.

-Yo...

-¿No lo habías pensado así, verdad?


-Es que...

-Las personas somos egoístas, hermana. Pensamos en cuánto daño nos hacen, en si nos están
amando cómo queremos o si nos dan la razón siempre. Pero no todo es así, no siempre debe ser
así, debes amarte pero no olvidar que los demás también deben amarse y entonces es cuando
comprendes necesitas darles espacio para que puedan sanarse, para renacer.

-No dejo de pensar en ella, es tan difícil...-ahora tenía mis manos cubriendo mi rostro, las lágrimas
corrían por mis mejillas.

-Ella no te perdió...

Ambas se han perdido. Ella está intentando encontrarse a sí misma de nuevo, tú deberías estar
intentando lo mismo, esa es la única manera de que más adelante puedan encontrarse la una a la
otra, frente a frente y amarse como tanto lo desean.

-Yo la extraño tanto...

-Si no doliera entonces no valdría la pena-Chris me abrazó fuerte y entonces ahora tenía la certeza
que el viaje que Camila había iniciado yo debía de empezar a imitarlo.

-Voy a tomar su idea, necesito distanciarme de todo esto.

-Ya has hecho mucho por mí, ve y encuéntrate... Y si logras encontrarla a ella en el camino
entonces, dile que gracias por el balón.

-¿Cómo sabías que...?

-Dinah llamó y me dijo que me asegurara llegaras a casa con el balón que Camila me había
regalado.

-¿Ha estado hablando con ella sin que yo lo sepa?

-Se preocupa por ti y me parece perfecto que lo haga.

-¿Vas a cuidarte mucho?

-Sí, ¿y tú?

-Intentaré no desarrollar más mis habilidades jugando fútbol así no te pateo el trasero cuando
regrese.

-¿Cuál será tu primer destino?

-Aún no lo sé con certeza, iré a algún país de Sudamérica.

-Toma muchas fotografías.


-Lo haré.

-¿Cuándo piensas ir?

-Esta misma noche.

-¿Me acompañas a buscar vuelos?

-Claro que sí.

4 horas más tarde...

Llamé a Austin informándole sobre mi ausencia en la empresa, mi padre se encargaría de todo


hasta que regrese. Ahora velaba por la salud emocional de sus hijos, los quería ver felices.

Estaba sentada esperando anunciaran mi vuelo, mamá me llamó desconsiderada un par de veces,
cree debería estar cuidando a Chris. Él al instante intervino en la discusión diciendo que él ya tenía
a Dinah para que lo ayude en todo lo que necesite. Eso también me deja más tranquila, no quiero
nunca le falte la compañía.

No pasaron más de 15 minutos cuando escuché aquella voz bastante trabajada anunciando mi
vuelo. Debo admitir me sentía bastante nerviosa, por un momento había perdido la noción de
dónde me encontraba y qué estaba por hacer.

Era el momento de empezar una gran aventura restauradora, Perú espera por mí...

=================

CAPÍTULO 39 - PARTE I
LAUREN POV:

Mi avión ya había aterrizado, me quité los audífonos y me alisté para bajar. Entré al aeropuerto y
fui por mi equipaje, Lima esperaba por mí.

Estuve buscando información sobre Perú, lugares para visitar y los múltiples platos típicos que
tenía que probar. Había leído sobre cómo era su gente, cuáles eran sus costumbres y el idioma no
era un problema. Me agradecía a mí misma el haber llevado tres ciclos de mi carrera la materia de
español intensivo.

Cuando salí, habían diferentes autos de empresas de taxi remisse, tomé uno que me llamó la
atención pues el conductor era un hombre de edad bastante avanzada y me pareció interesante el
poder conversar con él, estaba segura que sus recomendaciones me vendrían bien.

El cielo estaba gris, corría algo de viento pero no importaba. Me gustaba que el clima fuese
diferente al que ya estaba acostumbrada. Subí al auto moderno de color negro, enseguida el
conductor me ofreció un periódico y múltiples revistas. Me sonrió por medio del espejo retrovisor
y le devolví el gesto.

-¿A dónde desee la lleve, señorita? Perdone, ¿usted habla español?-su voz era cálida y pausada.

-Sí, entiendo bastante bien. Estaba pensando en ir al hotel primero, hice una reserva en el
Marriott.

-Está bien, póngase cómoda y no dude en preguntar si tiene alguna duda.

-Gracias, es usted muy amable-levante la mano e hice un gesto de agradecimiento.

Durante el camino hice varias preguntas sobre restaurantes, lugares para visitar y locales donde
podía ver demostraciones de bailes propios de la cultura peruana. Cuando llegamos pagué más de
lo que habíamos acordado, aquel anciano me había comentado que tenía una esposa que estaba
bastante delicada de salud, la historia de su amor era apasionante y emotiva.

El recibimiento en el hotel fue mejor de lo que esperaba, pude notar la ventana de mi habitación
daba justo con el panorama de la costa verde, podía ver el mar y el cielo gris que por momentos
parecía querer dejarle paso al sol para culminar el día con un atardecer memorable.

Deje mis maletas desordenadas sobre el sofá y el suelo, me eché en la cómoda cama. Tenía este
extraño sentimiento de que algo me faltaba, dolía saber que yo deseaba tanto una historia de
amor duradero y no uno que solo tiene instantes de felicidad.

Decidí darme una ducha y cambiarme de ropa. Me dijeron el establecimiento que quedaba en
frente era un centro comercial y se llamaba "Larcomar", tenía un mirador y creo que eso fue lo
que llamó más mi atención. Una vez lista, fui hacia mi principal objetivo, claro que tuve que pasar
primero por el establecimiento para cambiar mi dólares por "nuevos soles", es el tipo de moneda
en Perú.

Fui hasta el mirador, había bastantes parejas y múltiples fotógrafos, no era la única turista, el lugar
estaba lleno de nosotros. Pasaban de vez en cuando personas con bicicletas y patinetas. Deje que
la brisa jugara con mi cabello y cerré los ojos, era agradable esa sensación. Cuando los abrí, intenté
concentrarme en el paisaje que tenía en frente, el mar siempre me había parecido infinito... Ahora
podría jurar era el reflejo del dolor que me había causado el enamorarme de mi propia herida, no
quería que sane o quizás aún no estaba lista para que así fuese.

Volví a cerrar los ojos, intenté enfocarme en tratar de buscar alguna manera de recordar todos los
instantes en el que algo me afectó de sobremanera durante los meses en que tenía a Camila
conmigo. Quería que este atardecer que estaba empezando a tomar forma, me sanara. Sí, yo creía
que los atardeceres eran sanadores. Cuando empezaban solo tenías que pensar en eso que te
estaba afligiendo, dejarte sentir débil por unos instantes pero luego cuando el sol estaba bajando
y a punto de ocultarse solo debías respirar profundo tres veces. Luego, el sentirse mejor era
asegurado pues tendrías la plena seguridad que tu dolor se había ido junto con el sol y que luego
el afrontaría tus problemas por ti, que él sería quien empezaría una búsqueda de posibles
soluciones. Mientras que eso sucede, la luna toma su reemplazo, la noche es oscura como el vacío
que debes ahora llenar de buenos sentimientos, de amor. La estrellas son puntos que ha marcado
el sol como posibles pistas de donde ha estado y cree es un acercamiento a las respuestas que
estás buscando. Y cuando él vuelve por la mañana, ilumina todo de manera que te da a entender
es un nuevo comienzo, que si él ha podido cargar con tus atribulaciones durante una noche y ha
regresado igual de resplandeciente que el día anterior entonces tú también puedes hacerlo, es
más ya estás sanado. Debes creerlo.

Respiré tres veces, abrí los ojos y sonreí. Me sentía mucho mejor que hace unos minutos... Bajé la
mirada para ver el reflejo de color naranja sobre el agua. Sin embargo, mi concentración se vio
interrumpida por un empujón.

-Disculpa...-me dijo una joven con su teléfono en mano.

-No te preocupes-sonreí.

-Estaba distraída, lo siento-ella estaba algo nerviosa y traía la mirada baja.

-¿De dónde eres?-sonríe-lo digo por tu acento.

-De Estados Unidos, vengo de Miami, pero mis padres son cubanos y tomé cursos intensivos de
español.

-Una chica bastante inteligente y exigente, eso no se ve todos los días-traía una expresión amable
y me agradó al instante.

-Me llamo Lauren-extendí mi mano, me encantaba la idea de poder hacer amistades en todos los
lugares a los que vaya a ir.

-Soy Patricia, pero puedes decirme como desees-sonrió y tomó mi mano en modo de saludo.

-Te diré, Patts-nos reímos y luego miramos hacia el mar.

-Así que... ¿Hace cuánto que estás por Lima?

-Acabo de llegar hoy.

-¡Qué bacán! La mayoría suele descansar primero.

-Me gusta vivir al límite, ya he descansado mucho-reímos de nuevo.

-Eso es bueno, en serio.

-Pero lo que sí me vendría bien es comer, ¿me recomiendas algún lugar?

-¿Comida rápida?

-En realidad, esperaba probar algo típico-sonreí.


-Bien, ve a "Tanta". Los dueños son Gastón Acurio y su esposa, supongo debes haber leído sobre
ellos.

-Claro, estuve buscando información. Había olvidado el nombre del restaurante.

-Bien, es ahí a donde debes ir y probar cada plato.

-Lo haré hasta que no pueda caminar.

-¡Esa es la actitud!

-¿Me acompañarías? Odio comer sola.

-¿En serio?

-Sí, yo invito, me agradas mucho.

-Eso es bueno, Lauren- ahora parecía estar pensando-Bien, te acompaño, pero luego debo ir a casa
o mi mamá me matará.

-Espera, ¿qué edad tienes?-reí un poco, su expresión de preocupación me causó gracia.

-Diecisiete.

-¡Eres una bebé!

-¡Cállate! No soy una bebé.

-Bien, vamos, no queremos tu mamá te mate-reí.

-Ya, vamos-se rió conmigo y disfrutamos de la cena, me contó sobre su ex, me dijo aún no lo
superaba. Era de esas personas que te marcan para siempre que recuerdas como si hubiese sido
ayer cuando estuviste a escasos centímetros con ellos deseando sus labios, era como un primer
tatuaje... Recuerdas la sensación y la emoción que tuviste en el momento, lo llevas contigo para
toda la vida. Le aconsejé, le dije debía intentar sanar como yo lo estaba haciendo. Sin embargo,
quedó en que cuando yo superara a aquella chica que estaba tatuada en mí ella intentaría hacer lo
mismo con este chico. Luego, hablamos sobre experiencias, ella solo tenía una debido a su corta
edad, con una chica... La que le dio ese beso delicado y tierno que te cambia por completo, que
deja la textura de tu alma bastante áspera cuando se pierde el contacto. Le conté sobre Farit y
todo los problemas que me había traído, la manera en cómo me desilusionó por completo, el trato
que me daba.

De un momento a otro, ya se había hecho bastante tarde. La acompañé a tomar un taxi que me
ofrecí a pagar pero no sin antes intercambiar números para que sea mi guía turística por la ciudad
gris de Lima.
Los siguientes días, me pasé de restaurante en restaurante probando de todo. ¿Lo que más me
agradó? Creo que en realidad no hubo nada que no me haya agradado, disfruté de todo. Incluso
de su increíble pisco.

Cerca había un parque, llamado "Kennedy" donde había muchos gatos, estuve jugando con ellos
por varias horas incluso les di de comer y luego tuve que correr porque todos me seguían en
mancha.

Fui a la Asociación Cultural "Brisas del Titicaca" donde pude presenciar los bailes típicos alrededor
de todo el país, las presentaciones era deslumbrantes, me enamoré de la cultura, de su gente, de
su comida. Al final, nos sacaron a bailar festejo. Debo admitir me sentí apenada pues no creía
poder moverme de la manera en la que ellos lo hacían, sus caderas iban de un lado a otro
mientras doblaban las rodillas levemente. Respiré profundo antes de colocar mi mano encima de
la mano del joven moreno que traía una vestimenta de color blanco, Patts solo se reía, entonces la
jalé también y la llevé conmigo.

La música empezó a sonar...

Enciéndete candela, fríete cebolla que en mi vida no he visto cordón de soga


Enciéndete candela, fríete cebolla que en mi vida he visto cordón de soga

El joven se movía de un lado a otro a un ritmo único e impresionante, intenté imitarlo pero no
lograba hacerlo tan perfecto como él. Patts se reía pero cuando ella lo intentó lo hizo peor que yo
así que me reí muy fuerte y eso que ella es peruana.

mi mamá, mi taita cuidao con la criatura


mi mamá, mi taita cuidao con la criatura

Estaba perfeccionando mi paso, ahora me movía a la par con el chico. Mis caderas hacían
movimientos que no sabían podían hacer, la música era impresionante. Era muy pegajosa y el
ritmo ayudaba en lo absoluto. Nos hacía mover los hombros y mover los brazos.

Ingá, ingá que el niño quiere mamar


Ingá, ingá lleváselo a su mamá

De un momento a otro, Patts estaba haciéndolo mejor que yo lo cual me impresionó.

-Pensé que no eras buena bailando.

-Solo te daba algo de confianza-reímos y seguimos bailando.

mi mamá, mi taita cuidao con la criatura


mi mamá, mi taita cuidao con la criatura

No entendía bien la letra pero de pronto nos hacían ir hacia abajo quebrando la espalda, un paso
bastante armonioso que exigía soltura.

Ingá, ingá, ingá que el niño quiere mamar


Ingá, ingá lleváselo a su mamá

Había personas de todas las edades bailando y disfrutando de la canción. Algunas pasadas de
tragos y otras aplaudiendo. Me llamó la atención una niña de tez morena, debía tener cerca de 7
años pero se movía mejor que todos los presentes en el establecimiento. Su sonrisa era
resplandecimiento, era bastante simpática.

Enciéndete candela ay, que no se quema fríete cebolla ay, que no se quema
Enciéndete candela ay, que no se quema fríete cebolla ay, que no se quema

Me vio intentando bailar y se acercó a mí, me dijo me ayudaría. Todos le aplaudían y me hizo
sonreír demasiado. Me enseñaba como debía de doblar correctamente los brazos al mismo
tiempo que iba de un lado a otro y para cambiar de dirección mover las caderas. Oh, mencionó
que todo resultaba mejor cuando no dejaba de sonreír.

Mantequita caliente que no se quema


Mantequita caliente que no se quema
Mantequita caliente que no se quema
La canción terminó y nos abrazamos, Patts nos tomó una foto y luego con los otros bailarines. Esa
noche fue increíble.

Llegué a mi hotel bastante cansada, estaba conversando con mi nueva amiga para poder quedar
en qué lugares tendríamos nuevas aventuras. Por momentos cuando me cansaba de hablar
español, era genial poder usar el inglés y no tener problema alguno pues ella lo maneja bien.

Compré varios recuerdos para mis familiares, entre ellos un chullo. Era bastante colorido y me
parecía a Chris le encantaría.

Los siguientes días fueron visitas a iglesias, la Plaza Mayor, la Catedral, al Palacio de Gobierno, el
Palacio Arzobispal, el Museo de la Nación, el Palacio de la Torre Tagle, los balcones de Lima, el
Cristo del Pacífico, el Cementerio Presbítero Matías Maestro que tenía un recorrido realizado por
la noche donde podías experimentar por ti mismo los escalofriantes sucesos del lugar.

Era mi último día en Lima, Patts me llevó a Plaza San Miguel, comimos en Tanta nuevamente como
en el primer día.

Cuando salíamos del lugar, pasamos por un parque donde nos encontramos con una joven que
traía de una correa a su perro, era un pug.

-¡Hey! ¿Qué haces por acá?-preguntó Patricia a la joven, se conocían.

-Paseaba a este pequeño monstruo.

La mascota se acercó en dirección a mí y me agaché para acariciarlo.

-Hola bebé-le acaricié la cabeza-¿cómo se llama?


-Es... Su nombre...-se notaba recién había notado mi presencia, estaba bastante nerviosa-Se llama
Pudín.

-¿Pudín?-ella asintió y sonreí- Hola Pudín, eres hermoso.

-Lo es, todo lo amamos como a un hijo-respondió Patts.

-¿Son amigas?

-Sí, lo siento- miró a su amiga que me observaba con detenimiento- Gianella, ella es Lauren, está
de turismo y es una increíble persona- luego me miró a mí- Lauren, ella es una increíble escritora y
amiga mía, Gianella. Pero puedes decirle Gigi, todas le decimos así.

-Hola Gigi, es un gusto-extendí mi mano y ella la recibió en forma de saludo. Pudín empezó a
dormirse sobre la acera.

-El gusto es mío, tienes ojos muy hermosos...-parecía hipnotizada por mi mirada.

-Son verdes esmeralda, ibas a preguntar por eso, ¿verdad?

-Sí-reímos las tres-lo siento.

-No te preocupes, todo bien.

-Gigi, te me calmas-Patts le dio un pequeño empujón a su amiga- hoy es su último día por aquí,
ahora irá a Cuzco para visitar Machu Picchu.

-Es una pena, me hubiese gustado conocerte más, digo-aclaró la garganta- a Pudín le hubiese
encantado pasar tiempo contigo.

-Es adorable, ojalá en otra ocasión que venga a Perú o ustedes vayan a Miami...-le sonreí y por un
momento creí estaba por desmayarse pero Patts la sostuvo-¿Estás bien?

-Sí, solo que debería ir a comer algo. Es el cansancio, digo, el hambre-reímos.

-Bueno, ¿y qué escribes?

-¿Perdón?

-Patts dijo eras una increíble escritora...

-Ah sí, pero es que aún no escribo nada de manera profesional, yo...-en ese momento fue
interrumpida por mi nueva amiga.

-Escribe fanfics, es la mejor.

-No le creas, son pésimos... Solo lo dice porque es mi amiga.


-¿Fanfics?

-Sí...

-¿De quiénes?-pregunté sonriente.

-Eh, pues...

-De dos chicas que se aman y desean-respondió emocionada, Patts.

-Interesante-reímos las tres por el silencio incómodo que hubo en esos pocos segundos.

Miré mi teléfono y ya era tarde, debía regresar a mi hotel, terminar de empacar e ir al aeropuerto
para mi próximo vuelo. Ese mes en Lima fue más que increíble, no voy a dejar de hablar de este
país nunca.

Luego de despedirme de mi increíble amiga, Patts, y su increíble amiga la escritora de fanfics


lésbicos, Gigi. Me dirigí al paradero donde había pedido un taxi. Estaba algo apenada, derramé
algunas lágrimas por todo lo que había vivido aquí y que estaba segura iba a extrañar.

-Disculpe, señorita...-era un joven que hablaba de manera torpe.

-¿Sí?

-¿Me presta su celular para hacer una llamada? Me he quedado si saldo... Ya pe, señorita.

-Oh, claro...-le di mi teléfono y solo sé que lo vi alejarse a toda velocidad. Me advirtieron tuviese
cuidado, pero ahí lo tienes Lauren, tú y tu gran corazón.

No me enojé, al contrario, reí mucho de esta experiencia. ¿Cómo es que pude haber sido tan
ingenua? Ni idea. Llegó mi taxi y continué con mi itinerario. Claro que antes tuve que hacer una
parada para adquirir un nuevo iPhone en el iStore.

¿Mi siguiente destino? Cuzco. Quería conocer la increíble ciudadela de Machu Picchu, después de
todo sería un delito no haber ido estando en Perú de viaje.

Durante mi vuelo estuve mensajeándome con Patts y le conté lo sucedido, me dijo que jamás se
prestara el teléfono a desconocidos o ese sería el resultado, reímos mucho. De un momento a
otro, me preguntó si podía pasarle mi número a su amiga y no tardó ni dos segundos en
agregarme. Tuve una charla entretenida... Después de todo, nuevas amistades no me venían mal,
al contrario eran los puntos necesarios para cerrar las heridas y necesitabas muchos.

Otra aventura más, otro recuerdo agradable para sustituir uno triste.

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CAPITULO 39 - PARTE II
CAMILA POV

Había pasado un año y dos meses en China, había conocido su cultura, probado su comida,
respetado su religión y sus leyes, admirado sus paisajes. Una flora y fauna que solo existía acá en
este lugar. Ahora mismo vivía en un templo en donde la meditación me había hecho olvidar
algunas cosas y cambiar por completo, creo que tengo más control en mí y que ya era hora de dar
la cara al mundo o al menos así lo sentía.

Para la hora del almuerzo decidí ir a caminar por el mercado que quedaba cerca del templo y
comprar algunas cosas. Las cosas que vendían acá no se encontraban en ninguno de los otros
lugares en los que había estado antes y eso era increíble, todos mis viajes estaban en mi cámara y
apenas decidiera que hacer con mi vida las iba a subir a algun sitio o enmarcar una que otra
fotografía.

-Hola - levanté la vista y era una chica de piel morena, ojos oscuros y cabello del mismo color.

-Hola - sonreí.

-Sé que no sabes quién soy.

-Creo que tienes razón.

-Me llamo Hailee.

-¿Hailee? Vaya nombre, es algo raro.

-No es la primera vez que me lo dicen, así que no te preocupes, ¿te importa si camino contigo? -
solo la quedé mirando - Oh, no lo tomes a mal, no te voy a secuestrar ni nada por el estilo - sonreí.

-Supongo que me hará bien algo de compañía - caminamos durante un tiempo sin decir nada -
¿Eres de Estados Unidos?

-No.

-¿Por qué hablas tan bien Inglés?

-Soy de Australia - me quedé en shock - vine a China porque... - me miró directamente a los ojos -
Bueno, algo me dice que estamos por la misma razón.

-Dudo que sea lo mismo, pero si tratas de coquetear conmigo de esta forma, estoy segura que no
lo lograrás.

-No quiero coquetear contigo - me interrumpió - estoy acá hace un año y dos meses al igual que
tú, me he quedado en el mismo templo que tú y ni siquiera te has volteado a mirarme. ¿Tan fea
soy? - me quedé en silencio.
-No... Tú... No es que.. Yo...

-Descuida.

-No tenía idea que estabas ahí.

-Sé que estas bien, que superaste muchas cosas pero... ¿Qué es lo que mantiene tu mente
ocupada?

-Creo que muchas cosas o a lo mejor estoy estresada porque sinceramente creo que ya he
superado muchas cosas y algunas que entendí que simplemente se tienen que llevar con uno toda
la vida.

-Me costó entender eso pero lo logré.

-¿Por qué viniste a este lugar?

-A mis padres nunca les ha gustado el hecho de que me gusten las chicas así que con tantas
discusiones en casa decidí venir, me habían dicho que era un buen lugar para meditar y
encontrarte contigo misma, debo admitir que me ayudó demasiado.

-Es un lugar muy tranquilo.

-Más que tranquilo, es puro.

-Lamento lo de tus padres.

-No es como si nos lleváramos mal pero eso es la piedra de tope.

-¿Por qué me hablaste?

-Porque cada vez que te miraba me daban unas ganas enormes de ligarte - dejé de caminar y solo
nos miramos - te miro y no logro comprender cómo es que puedas ser real, Camila... Pero también
sé que tu mente está en muchas partes y solo hay momentos en los que la dejas en blanco.

-Yo... Yo no sé qué decir.

-Tómalo como un halago - sonreí.

-A decir verdad yo era como tú cuando estaba al cien por ciento estable emocionalmente, si me
hubieras dicho eso hace años probablemente ya estaríamos en algún otro lugar o simplemente no
te habría ignorado en el templo - Hailee sonrió - ¿quieres almorzar conmigo?

-Sería un placer.

Llevé a Hailee al restaurante a donde había ido a comer más de una vez y no me aburría de su
comida. Cuando llegamos pedí una mesa apartada para poder hablar mejor.
-Entonces Camila... ¿Estás enamorada aún? - una pregunta que me tomó por sorpresa.

-No me había hecho esa pregunta a mí misma hace mucho.

-Entonces responde, a lo mejor te puede ayudar - miré a los ojos de Hailee y realmente eran
increíbles.

-Tus ojos me recuerdan a ella, me refiero a que tienen el mismo brillo pero los de ella son verdes
esmeralda - bajé la vista.

-Una chica, bien por lo menos compartes mis gustos - las dos reímos - parece fue muy grave lo que
te hizo, si quieres contarme, soy toda oídos.

-"Qué fue lo que no hicimos", sería una buena pregunta, para comenzar.

-Estoy ansiosa por escuchar tu historia Camila.

-Creo que es la primera vez que hablo de esto con alguien.

-Siempre hay una primera vez - en ese momento llegaron los platos.

-Estudiaba administración de empresas, me faltaron 2 meses para terminar la carrera cuando todo
explotó pero llegué a la empresa de ella en busca de trabajo. Tenía un sueño, quería traer a mi
hermana menor a vivir conmigo, en ese momento ella vivía con mis padres. Ellos estaban en
negocios bastante turbios y nunca le dieron las atenciones correctas. Desde que vi a esta chica que
sería mi jefa, me perdonarás por cómo me expresaré pero me la quise follar como nunca antes me
había follado a alguien, simplemente deseo sexual , tiene los ojos color verdes esmeralda más
hermosos que he visto, un cuerpo de ensueño y se deja dominar muy fácil. Al principio,
hablábamos por mensajes y era muy caliente todo hasta que un día creo que no dio más y
apareció en la puerta de mi casa en un limusina le pregunté si iríamos a trabajar y me dijo que no,
esa fue la primera vez que tuvimos sexo y fue increíble... Después de eso, todo era algo raro ya
que ella se iba a casar.

-Wow.

-Resultó que las dos nos necesitábamos mutuamente pero yo era Camila Cabello la que no se
enamoraba. Fracasé, yo comencé a sentir celos de ella y su novio así que comencé a salir con una
secretaría del establecimiento, Lauren estaba que ardía por eso, una cosa llevó a la otra hasta que
terminamos haciendo un trío.

-¿QUÉ?

-Sí, un trío. Ella, Demi y yo... Un trío que solo terminó en Lauren conmigo haciendo el amor por
toda su oficina, en diferentes posiciones y juegos sexuales. Cuando creíamos que estábamos bien,
su novio la obligó a casarse con ella o iba a dejar de pagar la clínica en donde Lauren tenía a su
hermano hospitalizado, ella tenía dinero pero en ese momento la empresa pasaba por una baja
increíble. Lauren me dejó, volvía y me dejaba... Entre eso pude traer a vivir conmigo a mi hermana,
Lauren y ella se llevaron bastante bien. Era muy lindo verlas juntas, el resto se basa en que se fue
del país para casarse con el novio, con el tiempo supe que lo hizo para que él no atentara ni contra
mi vida ni contra la de mi hermana. Nunca le perdoné eso del todo, no se casó porque la policía
intervino con un operativo para acabar con él y sus cómplices, terminó con la muerte de su
prometido. Recuerdo que me llamó ese día para pedir perdón y decirme que viajaría de vuelta,
que seríamos felices pero nada de eso pasó. Se quedó allá y se metió con una de las familiares de
su ex novio. Volvió meses después, la empresa de ella firmó con la empresa de un amigo en
común que tenemos las dos y los ingresos incrementaron notoriamente, su hermano estuvo bien y
yo ya estaba conociendo a una persona pero Lauren... Lauren es de esas personas que nunca deja
de luchar por lo que quiere aunque lo haga de mala forma.

-¿Te acosaba?

-Sí, era casi imposible decirle que no y me rendí ante sus encantos. Estábamos volviendo a
retomar la relación cuando mi hermana se enfermó y... Ella falleció.

-Oh... Lo siento.

-Descuida, te dije que habían cosas con las que había aprendido a vivir - Hailee sonrió - me fui el
día del funeral de Sofía y Lauren se hizo a cargo de todo. Aún tengo que agradecerle eso, le mandé
una carta cuando estaba en Alemania para pedirle perdón por algunas cosas y que hiciera su vida.

-¿Por qué le escribiste?

-Vi en las noticias que su hermano había despertado, así que sentí la necesidad de escribirle.

-Físico perfecto, inteligente, adinerada, me suena... ¿De qué Lauren hablamos?

-Lauren Jauregui.

-TE FOLLABAS A LAUREN JAUREGUI..

-Hey... Más bajo.

-Perdón - susurró - en serio, perdona mi vocabulario pero eso es increíble.

-Sí, de hecho lo fue... - sonreí.

-Vaya. ¿Cómo te sientes?

-¿Cómo me siento de qué?

-Con todo esto, con todo lo que dejaste salir.

-Bien... Creo que bien.

-Entonces, supongo que puedes responderme dos cosas.

-Haré el intento.
-Primero que nada... ¿Aún estás enamorada? - hubo un silencio algo extenso.

-No, no lo estoy. Es un lindo recuerdo pero no me duele ni se me acelera el corazón al hablar de


ella.

-Puede que sea porque no sabes nada de ella hace años.

-Puede que sea eso, pero estoy mejor así.

-Me alegro.

-La segunda.

-¿Te irías a la India conmigo? Como amigas, quiero ir pero necesito a alguien que me siga en mis
locuras.

-¿Es en serio?

-Sí, mi papá es dueño de una aerolínea. Así que dime, sí o no...

-¿Hoy?

-Hoy.

-Tú y yo en un mismo avión.

-Podría poner mis manos al fuego a que te follaste a Lauren en un avión - solo sonreí.

-Ok, me encantaría ir contigo a la India. De hecho es un lugar al que tuve que haber ido hace
mucho pero mi destino ya no está por esos lados.

-¿Y cuál es tu destino, señorita?

-Latinoamérica - Hailee me quedó mirando.

-Latinoamérica... Vaya, creo que nunca he ido - nos quedamos en silencio.

-Entonces, supongo que la propuesta será al revés - ella sonrió - ¿Quieres ir conmigo? Me haría
bien algo de compañía si te soy sincera.

-A mí me encantaría ir, Camila. ¿Cuándo nos iríamos?

-Hoy en la noche - Hailee sonrió.

-Estoy lista para otra aventura - nos levantamos de la mesa y fuimos a pagar, caminamos durante
una hora más por el mercado y compramos una que otra cosa. Hailee me contaba detalles de su
vida en Australia, me dijo que había tenido una relación muy importante pero que su pareja había
fallecido, la expresión en su rostro me erizó la piel, reconocía esa sensación...

Cada paso que daba me acercaba más a mi destino... ¿Cuál era? Volver a los Estados Unidos, sabía
que después de años tenía que volver ahí y cerrar cirulos que dejé abierto.

Mientras caminábamos por el mercado miré un local en donde tenía la fecha y hora, pensé, que en
todo este tiempo nunca me pregunte el día, la hora, ni la fecha en que estábamos y para mi
sorpresa era 27 de Junio del año 2015, mi corazón se aceleró y sonreí.

-¿Por qué sonríes? - me preguntó Hailee.

-Por la ironía.

-¿Ironía? ¿Qué pasó?

-¿Recuerdas tu pregunta acerca de si seguía enamorada aún o no?

-Sí.

-Bueno, creo que me equivoqué el responderte - nos miramos - eres una chica muy guapa,
Hailee... Sería una idiota si no viera eso pero el viaje solo será de amigas - ella sonrió.

-Descuida, sabía que seguías enamorada de ella.

-Y sí, después de todos estos años aún sigo enamorada de Lauren Jauregui.
Caminamos en dirección al hotel, teníamos que arreglar nuestras cosas y volar a nuestra nueva
aventura. Chile era mi siguiente destino.

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CAPÍTULO 40

CAMILA POV

Entrar al lugar el cual fue mi hogar durante todos estos años no era fácil, acá encontré la paz que
busque en diferentes lugares y personas y ni una de ellas me lo dio. Es difícil decirle adiós a la
única cosa que por mucho tiempo hiciste bien.

Caminar por el pasillo de este hermoso templo y sentir la paz que recorre mis venas me hizo
darme cuenta, aunque duela que era el momento de partir, que era momento de cerrar puertas
que no deberían seguir abiertas.

-¿Estás lista? - me preguntó Hailee cuando nos encontramos en la entrada del templo.

-Creo - dije mirando por última vez este lugar.


-Si no estás segura....

-Sí, lo estoy - la interrumpí - si no es ahora no será nunca -ella sonrió.

-Llamé a un taxi y llegó hace 2 minutos.

-Vamos que nuestro tiempo en este hermoso lugar llegó a su fin.

Caminamos con las maletas hacia el taxi, las colocamos en la parte atrás de este y nos subimos en
dirección al aeropuerto.

-No sé cómo lo haré en Chile.

-¿Por qué?-pregunté.

-No sé hablar Español - sonreí.

-Digamos que tienes suerte, soy mitad mexicana y mitad cubana... Así que si sé hablar español.

-Eres como un ángel caído del cielo.

-No creo que sea para tanto - nos quedamos algunos minutos en silencio.

-¿A dónde piensas ir cuando lleguemos?

-A un hotel y dormir - Hailee no aguantó la risa - ¿De qué te ríes?

-Me he dado cuenta, en todo este tiempo que te he observado, que amas dormir.

-Y comer, leer, componer música, cantar, tocar guitarra.

-Deberíamos crear un dueto y hacernos famosas - sonreí - no sonrías así y no te lo digo de broma.

-¿No?

-No, cantó muy bien. En el lugar que fuese era yo quien siempre me encargaba de hacer
presentaciones, ya sabes... En casamientos u otras fiestas importantes.

-Deberías cantarme algo.

-Cuando lleguemos a Chile.

Llegamos al aeropuerto y mientras llegaba nuestro vuelo decidimos dar una vuelta por las tiendas.
Entre a una tienda de tatuajes y saqué algunas fotos de los tatuadores haciendo su trabajo.

-¿Quieres uno? - me preguntó una chica con el cuerpo cubierto de tatuajes.

-A decir verdad lo estoy pensando, creo que China se merece un tatuaje - ella sonrió.
-¿En cuánto sale tu vuelo?

-En una hora y media.

-Podemos hacer algo pequeño pero simbólico.

-Sí, ¿por qué no? - miré su cuello y tenía un tatuaje de pequeñas ramas saliendo de su lado
izquierdo y en cada hoja tenía una gota de lluvia - quiero ese que tienes tú - la chica sonrió - pero...
No hay sino en las costillas.

-Lindo lugar.

Me saqué la polera y me acosté en la camilla de lado. La chica comenzó a hacer su trabajo, apenas
sentí la primera aguja entrar por mi piel quise salir corriendo del lugar pero dejar tu pasado atrás
también implica dolor y si soy sincera era un dolor soportable, no se compara con el dolor de
perder a las personas que amas.

-Quiero... Quiero que dos hojas tengan nombres.

-Ok....

-Las de la cima, una que diga Sofía y la otra Lauren - la chica no preguntó más y lo hizo.

-Estamos listas-dijo luego de media hora.

-¿En serio?

-Sí, levántate y mírate en el espejo - me paré y se veía hermoso, era una enredadera hermosa, con
colores muy lindos - ¿Te gustó?

-Demasiado - sonreí - toma - le pagué - muchas gracias.

-Espero tenerte de vuelta por estos lugares... Ten esto, son indicaciones para el cuidado - solo
sonreí, yo sabía que la única forma de volver sería con Lauren de la mano pero cada vez que
pensaba en eso más lejano se veía todo.

-Adiós.

Corrí hacía la puerta de embarque y ahí estaba Hailee con una cara de tragedia.

-Joder, llevo llamándote media hora.

-Perdón, me tatuaba.

-¿Tú qué?

-Eso, me hice un tatuaje - levanté mi ropa y se lo mostré.


-¡OH DIOS!

-Sí, ya ahora subámonos que Chile nos espera.

Señores pasajeros se les informa que estamos pronto a llegar al aeropuerto por favor abrochar sus
cinturones.

-¿Qué? ¿Qué haces? ¿Por qué te abrochas el cinturón? ¿Esta mierda se caerá verdad? -solo me
reía igual que lo hacía las demás personas.

-No idiota, ¿no escuchaste que ya vamos aterrizar?

-Oh... Ok.

Llegamos al aeropuerto Arturo Merino Benítez a eso del medio día hora chilena, era verano así
que el calor se hacía insoportable.

-No puedo creer el calor que hace - dije caminando hacia nuestras maletas.

-Eso que no has ido a la India - sonreímos - ¿Dónde nos vamos a quedar?

-Es un hotel.

-¿En cuál Camila?

-Sheraton, queda en el centro o cerca de él.

Tomamos nuestras maletas y subimos uno de esos autos que te llevaban al lugar en donde te
quedarías. Creo que era para los turistas. No estaba segura.

Mientras íbamos camino a nuestro destino vi varios lugares de Santiago con dibujos en las paredes
de sus edificios; le pregunté a una de las personas que iba con nosotras y nos dijo que esos eran
grafitis con un propósito importante, que no eran dibujos así por hacer si no que cada uno de ellos
significaba realmente algo. También supimos que pintar una propiedad privada era un delito pero
que mucha gente también lo ve como arte.

Por donde veías se podían ver perros en la calle y las personas los trataban como si fueran suyos,
había algunos puestos en algunas esquinas donde vendían algo que no entendía muy bien que era.
La chica nos dijo que eran puestos de Mote con Huesillo y que era algo así como un postre típico
en Chile y especialmente en esta época donde el calor se tomaba las calles; también habló de los
carros de sopaipillas las que eran una masa y se freían.

-Tengo hambre - me dijo Hailee.

-Yo también - mi estómago hablaba por mí.

-¿Cuánto queda para llegar al Hotel?


-Unos 10 minutos - nos dijo la chica que iba con nosotras - llegarán a la hora de almuerzo de todas
formas así que disfruten de la comida típica Chilena.

-Danos algunos nombres, lo anotaré - Hailee solo miraba confundida lo que hablábamos.

-¿Qué harás? - me preguntó.

-Anotar las comidas típicas - le respondí.

-Oh sí... Claro que lo harás - las dos reímos.

-Pastel de Choclo, humitas, empanadas de pino, cazuela, curanto, cocimiento, cualquier tipo de
pescado con ensalada a la Chilena.

-Creo... Que me dio más hambre - la chica se rió y nosotras ya habíamos llegado al hotel, bajamos
nuestras maletas y entramos. Nos dieron la bienvenida, la llave de nuestra habitación y subimos
por el ascensor.

Al entrar nos dimos cuenta que era una habitación con solo una cama de dos plazas, una vista a un
cerro que en la punta tenía una virgen.

-¿Qué miras? - me preguntó Hailee.

-El cerro de allá... ¿Crees que se pueda ir a hacer ejercicio a ese lugar?

-Sí, ¿por qué no? Iré a darme una ducha antes de ir a comer, no aguanto el calor.

-Ok, te esperaré.

Mientras Hailee se duchaba yo saqué mi diario que he tenido desde que me fui de Miami y
comencé a escribir, a quien siempre le escribía.

Lauren:

¿Puedes creer que estoy en Chile? Estoy pensando seriamente hacer un libro de todo lo que he
hecho durante todos estos años. Creo que a la gente le gustaría, creo que a ti te gustaría. Me
hubiese encantado ir de China a Miami pero aún no puedo, aún no me siento 100% apta para
todos los recuerdos que me traerá llegar a esa ciudad.

Sin estar en Miami recuerdo cada calle que recorrí contigo de la mano, cada restaurante en donde
nuestras risas se tomaban el lugar, cada baño al que íbamos cuando nuestros cuerpos no
esperaban para hacerse el amor mutuamente... recuerdo todas la veces que te hice mía y mi
corazón salta de felicidad... te necesito y lo he hecho durante todo este tiempo. Quiero que sepas
que no hay noche en la que me vaya a dormir que no piense en tú, no hay mañana en la que
despierte y tú no seas mi primer pensamiento del día. A veces estoy comiendo cosas que nunca en
mi vida había comido y pienso que estarías feliz comiendo conmigo porque tú siempre fuiste la
que se atrevía a comer cosas que no conocía.... yo, yo era feliz con una pizza y contigo.
¿Sabes algo? Me tatué tu nombre, creo que ya estoy empezando a perder la cordura. Tú eras la
que le daba estabilidad a mi vida y si me vieras ahora... soy una persona distinta, puedo manejar
mis emociones, mis frustraciones y mis ganas de salir corriendo a abrazarte y hacerte el amor
hasta que nuestros cuerpos queden completamente sudados uno bajo el otro. Sueño con tu
cabello sobre mi rostro y como las puntas de este acarician mi piel lentamente, sueño con tus
manos llegando hasta esos lugares que sabías que me hacían temblar. Extraño verte leer, ver
documentales, verte comer, verte dormir... ¿Me pasaré toda la vida extrañando a tu persona?

Si no volvemos a estar juntas tu recuerdo será el mejor regalo de navidad, el mejor regalo del día
los enamorados, el mejor regalo del día del niño, el mejor regalo de año nuevo. Probablemente
nunca vuelva a enamorarme porque no quiero perder la cabeza por nadie más que no seas tú... no
sé si leerás esto alguna vez pero hoy te sigo amando, han pasado los años y mi corazón sigue
vibrando por ti, mis cuerpo se sigue estremeciendo por el recuerdo de tus caricias y mis ojos se
cierran al querer volver a sentir una caricia tuya.

Vuelvo en unas semanas a Miami creo... ¿Estarás? ¿Estarás casada? ¿Tendrás hijos? ¿Estarás
enamorada? ¿Te habrás vuelto loca por otra persona que no sea yo? Preguntas sin respuestas...
preguntas a las que no estoy lista para saber la respuesta. Te amo Jauregui, te amo.

-¿Terminaste de llorar? - Hailee salió de la ducha solo con una toalla y noté que tenía la espalda y
los hombros tatuados.

-Sí - la miré de pies a cabeza.

-Te espero en el comedor, iré a guardar mesa.

-Ok, recuerda llevar la lista que nos dio la chica.

-Está bien- me paré y caminé hacia la puerta, paré para voltear hacia atrás y Hailee había dejado
escapar la toalla... tenía un cuerpo increíble. ¿Cómo le haría para dormir con esa chica en la misma
cama? Dejé de mirar y me dirigí hacia el comedor. Mis pensamientos se tornaban calmados
cuando la chica de los ojos verdes volvía a mi mente y hacía enloquecer mi corazón. No había ni
habrá nadie como ella.

LAUREN POV:

Esta galería de fotos en Colombia era impresionante, he estado aquí por más de 6 meses y aún no
me canso de presenciar cada detalle. Me siento en casa porque las personas de aquí son
increíblemente carismáticas. He comido de todo y debo decir el paisaje es fuera de lo real. Estuve
pensando por mucho tiempo comprar una casa y venir a vivir aquí, probablemente a mi familia no
le agrade la idea pero yo estoy más que decidida...

-¿Te gusta este?-me preguntó la chica de cabello castaño.

-Sí, tu amigo es increíblemente talentoso.


-Ha viajado por todo el mundo buscando los atardeceres más impresionantes, esos que te dejan
sin aire.

-Lo he visto, creo que llevo mucho sin respirar-reímos.

-Lo gracioso es que solo tiene tres fotos con personas delante de un atardecer porque no le gustan
mucho, ¿ya las viste?

-Aún no, pero supongo que es porque esas personas debieron ser especiales.

-Pregúntaselo tú misma-señaló hacía atrás de donde me encontraba de pie.

-Hola Lauren... Un gusto tenerte aquí-sonreí el chico con la cabellera larga y rizada.

-Estoy enamorada de tus fotos.

-Me da gusto.

-Lauren tenía una pregunta-interrumpió Lucy.

-Dime-alzó las cejas ante la expectativa de mi próximo interrogatorio.

-Las tres personas que fotografiaste son importantes para ti, ¿no? Lucy mencionó no te gustan las
personas en los atardeceres.

-Algo así. Uno es mi abuelo, él falleció hace mucho pero fue el padre que no tuve. El otro es un
joven del que me enamoré perdidamente hace un año, aún tengo problemas viendo esa foto-
sonrió-La última es una mujer increíble que conocí en una isla, hace unos meses... Me contó una
historia bastante emocionante, esa foto no solo refleja la gama de colores que nos regala el
atardecer porque está ella y todo cambia debido a eso. Esa foto muestra fortaleza y verdadero
amor.

-¡Qué profundo! Quiero verlas...

-Muchas personas que lo han visto me han dicho se han sentido mejor después... Como si
hubiesen sanado por eso las estoy mostrando ahora.

-Yo tuve una sensación de tristeza...-bajó la cabeza Lucy.

-Una foto puede transmitirte distintas emociones... Lo importante es que logres sentir.

-Eres hermoso-Lucy tomó su brazo sonriente-Muy talentoso-sonreímos mientras caminábamos


hacia la extensa pared.

Él se detuve frente a un grupo de tres fotografías y tapo dos.


-Mira una por una, así vas teniendo emociones distintas de momento a momento... Este es mi
abuelo-elevé las cejas cuando la vi, el hombre anciano estaba de perfil mirando hacia el cielo...
Tenía una sonrisa increíble. Esa foto me trasmitía esperanza...

-Esperanza.

-¿Eh?-Preguntó Lucy.

-Me trasmite esperanza.

-Me gusta eso-dijo el joven-ahora esta-destapó la segunda foto donde una joven tenía un cigarro
en mano apoyado en una baranda de madera con ambos brazos. Tenía una chaqueta de jean y el
cabello siendo movido por el viento, me hacía sentir como si debiera vivir al límite... Sonreí.

-¿Y bien?-dijo Lucy.

-Desinhibición-sonrieron.

-Bien, esta es la última...-la destapó, el corazón se me detuvo o al menos eso sentí... No podía
respirar bien y estaba segura que mi rostro estaba bastante pálido.

-¿Estás bien Lauren?

-¿Lauren?-esta vez era Lucy.

-¿Cómo se llama la chica de esta foto?-pase mi mano por el rostro.

-Camila, ¿por? No me digas que la conoces...

-La conozco, Camila Cabello.

-Sí, es increíble y la historia que me contó me dio una lección de vida. La admiro mucho...

-¿Dónde le tomaste esta foto? ¿Dónde está ella?-dije desesperada.

-Hey, no puedo decirte eso...

-¡¿Por qué?!

-Fue la condición para tomarle la foto, no quería...

Estaba de pie sobre una gran roca en alguna playa, sonreía con el torso solo cubierto por la parte
superior de un bikini de color negro, abajo llevaba shorts... Podía ver una especie de tatuaje que le
quedaba impresionante. Su cabello estaba más largo de lo que recordaba y su mirada hacia algún
punto frente a ella era de dolor... Podía ver dolor en ese atardecer anaranjado.

-¡Tienes que decirme!-lo tomé del cuello y empecé a agitarlo.


-¡Lauren! ¡Cálmate!

-¡Es ella! ¡De quién te hablé, Lucy!

-¡¿Camila es la chica que estuviste intentando encontrar?!

-¡Es ella!

-Gran familia adinerada... Infierno esmeralda... Eres tú-ahora él tenía una expresión de sorpresa.

-¿No te dijo mi nombre pero habló de mí?

-Toda la historia era entorno a ti...

-¡¿Dónde está?!

-Te diré, te diré... Necesito que estén juntas, ella se dio por vencida al final...

-¿Qué?

-Escribió un libro, ¿no sabías?

-¡No!

-Bien, la chica de su libro no tiene nombre pero habla tan bien de ella que hace te duela sus
recuerdos.

-¡Dame el libro!

-Lo tengo en mi auto, vamos... Ella está en... Me va a matar pero le prometí que si su felicidad
estaba en mis manos se la alcanzaría, no imaginé estarías en mi galería... Pero debes verla, deben
verse...

Corrimos hacia su auto y al instante me dio el libro que traté de revisar muy rápido.

-Yo quiero acompañarte, es la cuarta foto con personas que quiero tomar... Ustedes dos.

-Yo quiero ir a conocerla-dijo Lucy emocionada-por favor.

-Salimos esta noche, mientras más rápido mejor.

-Escogió un buen lugar para esconderse...-dijo el sonriente.

-No lo suficiente como para que yo la encuentre.

Tenía tantas cosas que dejé en aquella habitación del pequeño departamento, solo llevé un poco
de ropa y tomé todo el dinero que tenía. Necesitaba poder verla cuanto antes, no me importaba
nada más que eso... Por un momento había pensado rendirme en su búsqueda porque ya me
había encontrado a mí misma. Sin embargo, el destino encontró pertinente volver a colocarla en
mi vida quizás para cerrar un capítulo inconcluso o que mi futuro tenga un final de ensueño.

No pude dormir en el avión, cuando llegamos al aeropuerto comimos algo rápido y luego subimos
a la avioneta que nos llevaría al lugar más alejado del mundo o quizás no muy conocido... Era una
isla preciosa, había casas frente a la playa y un faro enorme a varios kilómetros de donde
estábamos.

Dejé mis maletas en el suelo en cuanto el taxi nos dejó bajar y solo corrí hacia la arena, miré la
hilera de casas que había... Probablemente de gente adinerada y era una sorpresa ver que Camila
tenía una acá, antes hubiese preferido vivir en un lugar más sencillo.

-¿A dónde vas?-gritó Lucy.

-Necesito encontrarla.

-Eso nos va a llevar mucho tiempo, no tanto pero sí mucho. La vi aquí y le tomé la foto aquí pero
no supe donde vivía exactamente.

-La isla no es tan grande, quizás nos tome una semana o menos...-me tiré de rodillas sobre la
arena.

-Ya estamos acá, hablemos con las personas, alguien debe conocer su paradero.

-Ven-Lucy tomó mi brazo y me levantó-debemos buscar un hotel.

Cuando llegamos fuimos a la habitación y tomé la botella de whisky que no tardé en vaciar sobre
mi vaso lleno de cubos de hielo.

-Estás brindando por los tres, ¿nerviosa verdad?

-¿Cómo te sentirías si estuviese por volver a ver al chico ese que te rompió el corazón?

-Estaría en la segunda botella, cariño-rió y seguí bebiendo con mis pensamientos haciendo
garabatos por todos lados en mi mente.

Podría contra como estuvo el resto de la noche pero lo último que me dijeron fue que estaba
intentando meterme a la piscina denuda... Gracias a que Lucy me detuvo a tiempo.

La resaca estaba en todo su apogeo, el desayuno fue increíble. Ojalá no solo hubiese llenado mi
estómago sino también mi corazón. Chad me contó que había estado preguntando a los dueños de
los restaurantes pero nadie sabía de quién hablaba...

-Debiste mostrarle la foto de ella-dije molesta por no encontrarla.

-Tienes razón, no sé por qué no se me ocurrió...

-Chad, debes tenerle paciencia. Está nerviosa.


-No Lucy, no es eso-dije con el ceño fruncida- bueno sí... Pero tengo mis razones, no la veo hace
años y ella seguro no parecerá muy contenta de verme.

-No creo eso, hablaba sobre que creía que si el destino quería te iba a poner de nuevo en su vida.

-¿Dijo eso?

-Sí.

-Bien, este es el destino entonces... Cuando me vea estará muy feliz y vaya... El corazón me va muy
rápido-llevé mi mano a mi pecho y Lucy sonrió.

-El amor verdadero espera, siempre espera. Estoy muy feliz por ti, pero debemos de verdad
buscarla.

Ese día ninguno de los tres descansó sin recorrer calle por calle preguntando a todos, la mayoría
estaba a veces como si estuviesen fingiendo no conocerla.

Fuimos por librerías, restaurantes, hoteles, casas, bodegas, farmacias... Nadie parecía conocerla.

El corazón lo tenía ya casi estrujado. No podía más con esto, a lo mejor ya se había ido. Ya no
estaba más acá.

Me quité la camisa y me la amarré en la cabeza para taparme del sol, tenía solo una musculosa
blanca y unos shorts de jean. Caminé por la montaña verde camino a la cima, Chad y Lucy tenían
ganas de tomar unas fotos y ver algunas cataratas para despejarnos un poco del estrés de nuestra
búsqueda sin éxito.

En la cima había un mirador hecho de madera, nos sentamos y tomamos algunas fotos. Me quedé
viendo el atardecer y en cuanto íbamos a comenzar a bajar un niño llegó corriendo con su madre
de la mano golpeándome.

-¡Zac! ¡Pide disculpas!-le resondró la mujer rubia.

-Disculpe, señorita- bajó la cabeza y sonreí.

-Está bien, no hay problema.

-¿Está tomando fotos?-preguntó Zac emocionado, Chad y Lucy se acercaron.

-Sí, ya nos estábamos por ir... Para llegar al hotel antes que anochezca.

-Oh, está bien-sonrió el niño y fue corriendo hacia el borde del mirador con vista a la playa.

-Lucy, no me dejes...-ella ya iba muy delante y Chad seguía concentrado en las plantas que habían
alrededor mientras bajábamos.
-¡Camila! ¡Hola! ¡Camila! ¡¿Me ves?!¡Mami, me está saludando!

El corazón se me detuvo y sacudí la cabeza. Chad y Lucy me miraron ensimismados.

-Díganme que oyeron lo mismo que yo.

-Camila...-dijeron ambos y regresé corriendo hasta el niño y su madre.

Cuando estuve detrás de ellos, solo grité.

-¡¿Dónde está Camila?!-ambos giraron asustados por mi fuerte tono de voz.

-¿Camila?-preguntó el menor.

-Tú... Tú dijiste Camila... Que te estaba saludando.

-Ah sí, ella está allá en la playa se ve muy pequeñita desde aquí-rió.

-¿Ella es de quién hablas verdad?-mostró Chad la foto y yo solo corrí hacia el borde del mirador
para ver pues estaba convencida que no había otra Camila en esta isla o al menos mi corazón no
quería dejar de pensar eso.

-Sí. Es Camila... Está muy linda en esa foto-sonrío y la madre se rió.

-Él vive enamorado de Camila-mis amigos sonrieron y la mujer les preguntó-¿La conocen? Porque
no los había visto por aquí...

-Somos... sus amigos-dijo Lucy.

Yo seguía sin lograr verla.

-Ella siempre cuida de Zac cuando salgo con mi esposo. Es muy dulce con los niños.

Giré para verlos.

-No... No está.

-Claro que sí-dijo Zac-ven-tomó mi mano y me llevó hacia el borde-¿ves? Es que de aquí parece
pequeñita...

-No la veo...

-Es la de allá...-señaló hacia la orilla a los lejos-ya ha caminado mucho hacia allá antes estaba más
cerca.

-Es... Es ella... ¿Es ella?

-Sí... ¿Vas a ir a saludarla?


-Eso, eso creo.

Chad y Lucy gritaron mi nombre en cuanto empecé a correr bajando del lugar. No me importaba si
me caía o algo solo necesitaba llegar hasta la playa y si me tomó 20 minutos llegar aquí no quería
esperar más...

Luego de 15 minutos y con los pulmones sin oxígeno, caí en la arena sentada apoyándome con la
manos hacia atrás tratando de respirar.

Miré hacia el lugar y solo se veía un punto a lo lejos... Cerca al faro.

Me puse de pie y agilicé el paso, aun así parecía cada vez se hacía más lejos.

Empecé a correr aunque ya no pudiese más, no importaba nada solo necesitaba verla, verificar era
ella. Empezaba a divisar su cabello siendo levantando sensualmente por el viento y su vestido
blanco hasta los muslos que intentaba mantener hacia abajo. Vi su cuerpo, tal cual lo recordaba...
Debía ser ella, no una alucinación, no podía estar soñando... Me acerqué aún más y vi su espalda
descubierta mientras levantaba la mano saludando a alguien que salía por la puerta de madera del
gran faro. Empecé a bajar la velocidad de mis pasos y solo me quité la camisa de la cabeza y la
amarré a mi cintura. Seguí caminando lentamente y salió una chica de cabello oscuro en ropa de
baño llena de tatuajes en los hombros y brazos. Fruncí el ceño y no quería estar aquí ahora pero
no iba a retroceder estando tan cerca, no.

Empecé a hacer más rápido mis pasos y ya estaba a nada de distancia mientras ella estaba
distraída dándome la espalda hablando con la joven que tenía en frente.

-Camila...-vi la mirada de la joven que tenía en frente y era de mucha sorpresa, parecía
conocerme.

La morena se quedó de espaldas y pude notar su respiración acelerada.

Luego de un suspiro, giró y nos vimos nuevamente luego de muchos años. Ella estaba más
hermosa de lo que recordaba. El corazón se me hizo un puño y sentía el nudo en la garganta,
quería salir corriendo porque aunque me había hecho la idea ya tenga a alguien no quería fuese
cierto.

-Lauren...-una sonrisa fue formándose de lado, su mirada estaba perdida en la mía. Ahora veía
como se iba llenando de lágrimas y lo siguiente que recuerdo fue...

-¡¿Qué tienes?!-gritó elevando la mirada luego de la cachetada.

-¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!

-Pensé sería diferente...

-¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Cómo?!-grité sin mesura.


Su acompañante tenía la mirada de asombro y el rostro pálido.

-Yo...

-¡Tú nada!

-Lauren...

-¡Te odio tanto!-las lágrimas corrían mis mejillas.

-Yo lo siento tanto...-corrió a abrazarme y ni bien nuestros cuerpos estuvieron sin centímetros de
distancia, sentí como si algo hubiese completado mi vida por fin. Cada duda respondida, rodee mis
brazos en su cintura y no me importó si la joven que tenía por novia nos veía-Lo siento,
demasiado... Yo, yo no te busqué porque... Dios, Lauren yo te amo... Pero no mereces esto... No te
merezco, yo no te merezco, te he hecho tanto daño.

-Yo solo te necesito ahora, no puedes decidir por mí, no lo hagas... Yo solo te necesito y no me
importa nada más, no me voy a ir por nada del mundo. No me vas a sacar de tu vida otra vez, ¡¿me
oyes?!-coloqué mis manos en sus mejillas y la miré llorando sin poder controlarme, ella estaba
igual, sus manos recorrían mi rostro intentando reconocer que fuese real y no una ilusión.

La tenía en frente de mí, la tenía de nuevo conmigo... Solo importaba el hecho que estábamos en
ese lugar respirando el mismo aire para saber que necesitaba de ella para sentirme realizada y
reconciliada conmigo misma. No era ya dependiente de ella pero de alguna forma, mi decisión
había sido hace mucho tomada y era pasar mi vida al lado de la suya para siempre o en lo que
pudiese. Sin embargo, por errores había tenido un episodio de oscuridad y desolación. Ya la tenía,
podía volver a sentirme invencible, imparable...

Ella era poesía y mi vida la quería en sus hojas.

-Mi reflejo en tus ojos, lo había extrañado...-dijo en llanto.

-Mi hogar siempre ha sido contigo, he regresado, he regresado...-la besé sin pensarlo más y ella no
dudó en corresponderme. La sensación que sentí era como el hielo sobre el suelo expuesto a un
sol de verano. Mi ser se expandía alrededor de ella en distintas formas: física, mental, espiritual...
Éramos una siendo iluminadas por el rojo parecido a sus labios que desprendía el atardecer.

Cuando logré despegarme de ella, era como una especie de atracción magnética la que sentí de
querer volver a colapsar en su cuerpo.

-Chicas... Yo creo que...

-¡No digas nada!-grité a la joven-¡No voy a dejar a Camila si eso quieres! ¡Debes entender que nos
amamos!

-¡Lauren!-me reprendió Camila- es solo mi amiga...-rió- Hailee busca un hotel, lo necesitarás.

-Eso estaba por decir, un gusto Jauregui-sonrió amablemente y se fue.


-¿Un hotel?

-¿Piensas ir a dormir a algún otro lado?-preguntó la morena con una ceja elevada.

-No, claro que no...

-¿No está tu novia por aquí, verdad?

-No tengo novia, Camila.

-¿Segura?

-Tienes mi palabra.

-Eso es suficiente, igual está bastante bien si has estado con alguien en estos años, no tiene nada
de malo.

-Y si así hubiese sido, nadie logró completarme de la manera en que tú lo hiciste. Luego de ti, ya
nada ni nadie podía ser visto de la misma manera con que miras algo por primera vez, me parecía
aburrido y no me causaba ninguna clase de interés.

-Me sentí de la misma manera, por cada lugar que pasé solo pensé en ti. En que sería estar ahí
contigo en ese instante. Yo necesitaba sentirte otra vez...

La besé sin pensarlo una vez más, mis labios ya no podían estar apartados de los suyos y es que se
sentía tan bien que creía haber tocado el cielo con la yema de los dedos. Volví a respirar luego de
varios minutos y ella se abrazó a mi cuello para recostar su rostro sobre mi hombro, sus labios
fueron hasta mi cuello y una corriente bastante familiar recorría mi cuerpo en cuestión de
segundos. Extrañaba sentirme de esta manera, tenía miedo pero no a perderla sino que una sola
vida no sería suficiente para todo lo que quería hacer con ella. Abracé su cintura y toqué su
espalda con mis manos en forma de caricias.

-¿Me dirás cómo llegaste hasta aquí?

-Un excelente fotógrafo de atardeceres.

-¿Chad? ¿Lo conoces? Pero...

-Está en el mirador con una amiga mía, me encontré con un pequeño, llamado Zac.

-Oh Zac, es un amor.

-Lo es, creo me puse algo celosa. Él quiere que seas su novia.

-Lauren, tiene siete años.

-¡Pero igual!-reímos, luego de mucho era increíble oír su risa así de melodiosa.
-Entonces... ¿No se preocuparán si no te ven?

-Llevamos buscándote todo el día sé que saben que si no aparezco es porque te encontré, Zac me
dijo estabas aquí y ellos estaban ahí.

-Bien, entonces es perfecto porque...

-¿Por qué?-sonreí acariciando el reverso de su mano.

-Yo... Yo me preguntaba si...

-¿Sí?

-Lauren... ¿Te gusta mi vestido?

-Yo...

-Bien, ¿me dirás?

-Es imposible no mirarte y sí, amo tu vestido...-tragué saliva y ella se mordió el labio inferior, tomó
mi mano y empezó a llevarme hacia una casa blanca al lado del faro. Era hermosa, todo estaba
bastante limpio y adornado. Abrió la puerta y entró conmigo de la mano, la seguí y cerró la puerta
una vez que estuve dentro.

-Bien...

-¿Qué pasa?-la miré y nuestras respiraciones estaban colisionando, haciendo de esto un infierno.

-¿Te gustan las palabras o las acciones?

-Eso...-mis latidos aceleraron- Eso... Yo quisiera contestarlo pero... Camila.

-¿Qué? Dime...-colocó sus brazos alrededor de mi cuello acercándose peligrosamente.

-¿No es esto muy rápido?

-¿Y cuando no lo fue?

-Solo dime que esta vez no vamos a sentir que nos equivocamos.

-¿Y si nos equivocamos qué? Quiero que jamás te arrepientas del error que puedo llegar ser.

-No eres un error, eres lo mejor que me pasó.

-¿Eso le dices a todas?

-No hay un "todas", todavía no... Pero lo habrá...


-¿Qué estás diciendo?

-Quiero dos niñas y entonces podré decir que ustedes tres son lo mejor que me pasó.

-Ven aquí.

Sus manos se apoderaron de mis mejillas y la empujé contra la pared que estaba detrás de ella
cerca a la puerta abierta a medias que era su habitación, probablemente.

-Hazme tuya... Hazme tuya una vez más.

-Nunca has dejado de serlo, Camila, nunca.

-------

LAUREN POV:

Sus labios entreabiertos, necesito probarlos una vez más y no volver a parar... Tenemos que
fundirnos en el calor de nuestros cuerpos resultando una sola, estoy tan excitada. Siento las
palpitaciones en la entrepierna y mi corazón empujando a mi pecho en dirección a ella, más cerca.

Eres la tentación más grande que existe en esta tierra, no puedo cansarme de ver mis manos en
tus caderas porque parecieran están hechas para estar sujetándolas con firmeza. Se le eriza la piel
y la sensación de la yema de mis dedos desplazándose por esta es electrizante, no puedo estar
más húmeda porque ya mi mente ha jugado sucio mostrándome las escenas que están por venir.

La conduje con la mirada fija en la suya hacia la habitación.

-Maldito infierno esmeralda...-tragó saliva y no dejé de verla como si necesitara tenerla conmigo
para siempre porque si no de alguna manera terminaría con el corazón congelado y mi cuerpo no
volvería a saber qué es el calor.

Intenté sugerirle si podía sentarse en la cama para continuar con nuestra sesión de besos que
realmente estaba necesitando pero al parecer tenía otra idea y lo descubrí cuando se mordió el
labio inferior con detenimiento, maldita provocadora. Me tomó de la camiseta y me jaló para
cambiar de lugar, me condujo hacia una silla que estaba al lado de su cama cerca de un pequeño
escritorio. Me empujó para sentarme. La morena levantó una pierna con bastante agilidad y
colocó su pie entre mis piernas para separármelas, luego la bajo acariciando su muslo con un
toque bastante candente, sabía lo que provocaba en mí y no le iba a decir que deje de hacerlo.

Se paró delante de mí y me dio la espalda para alejarse a pasos lentos provocando explosiones
cálidas por cada sección de mi piel, su cuerpo esbelto y con curvas bastante definidas eran mi
perdición, mi adicción... Maldita droga encarnada en ella, mi pecado favorito...

Ladeaba las caderas haciendo un vaivén con su trasero, me mordí los labios ansiándolo, quería
tocarlo y mucho.
Colocó sus manos en la parte detrás de sus muslos y los bajó hasta unos centímetros por encima
de sus rodillas haciendo que el vestido que llevaba se estire... Luego, solo la oí decir la frase que
acabaría con mi cordura.

-Estoy tan caliente por ti.

Mis latidos le hacían competencia al mejor solo de batería, estaba sonrojada y mis manos no
dejaban de jugar con el borde de la silla, empezó a moverse mientras entonaba una canción al que
le dio un tono sexy... Bastante excitante para ser real, ella era la perdición completa.

Hizo puños con sus manos una vez que agarró el borde del vestido blanco que llevaba y empezó a
subirlo con tal lentitud que podía jurar tenía hasta los shorts húmedos. Alcé las cejas una vez que
pude visualizar las finas curvas de sus glúteos. Siendo estos separados por un fino hilo de tela
negra...

Podía jurar el color de mis ojos delataban como se encontraba cada área de mi ser. Sus manos
rozaron la pie delicada solo de pasad porque ahora se avecinaban a sus caderas, empezó a
retroceder lentamente y mi corazón parecía iba a detenerse por lo muy lento que iba con cada
paso que ella daba, acortando la distancia y dándole esperanzas a mis más pervertidos
pensamientos.

Se quedó a 20 centímetros de donde me encontraba.

-Prohibido tocar-dijo dándome la espalda y haciéndome tragar saliva-confío en ti, tendrás la


oportunidad de hacerlo.

-Es... Está... Está bien-mi respiración ahora se aceleraba con forma ella deja el borde del vestido
descansando en su cintura y bajaba sus manos a su trasero tocándolo sin pudor. Se acercaba más
a mí podría jurar mi respiración colisionaba con la piel suave. Por un momento, creí lo tocaría o al
menos mis labios rozarían... Pero no sucedió porque se alejó antes de que mis acciones ganaran a
mi pasada promesa. Ahora empezaba a jugar con el borde de la prende de lencería, mis mejillas
ardían y mis manos se encontraban impacientes, retomó la idea de seguir subiendo su vestido
hasta sacárselo por completo. Lo tiró hacia donde me encontraba girando la cabeza y sonriendo de
lado, esa sonrisa provocadora que solo hizo cruzara mis piernas.

Se dio la vuelta, me miró a los ojos y mi respiración se aceleró más de lo que debió. Se mordía el
labio inferior y podía jurar hasta podría estar haciéndose daño, este lap dance estaba acabando
conmigo en todos los sentidos.

-El broche está por delante, recuerdo te gustaba mucho de esa manera...

-Dios, me conoces tan bien. Camila no me tortures más y déjame tocarte...

-Aún no-me guiñó y ahora sin perder el ritmo de la canción que volvió a entonar con el
movimiento de sus caderas, empezó a descender y ascender.

Por momento pasaba sus manos por sus muslos o su abdomen. Se acercó aún más y ahora las
tenía en sus pechos apretándolos por encima del brassier como si quisiera yo lo hiciera por ella.
-Separa las piernas, cariño.

-Estoy muriendo...

-Sepáralas dije-hice la cabeza de lado a su mandado y se acercó a mi colocándose encima de mis


piernas con cada una de las suyas en un extremo-¿no me harás caso?

-Si no lo hago entonces... ¿Qué?

- ¿Segura no quieres hacerlo?-entrecerré los ojos y ella me tomó por la parte trasera del cuello con
fuerza y me empujó entre sus pechos, mis labios tocaban el broche pero mi nariz estaba rozando
su piel. Enredó sus manos en mi cabello, empezó a ladear mi cabeza para que tenga acceso a
ambos pechos. Cuando quise empezar a succionar la piel, ella me retiró de encima y sonrió-¿me
harás caso?

-Siempre, lo que quieras... ¡Me matas!

-Separa las piernas.

Así lo hice y podía sentir la humedad en todo su esplendor, ella se sentó en mi regazo y suspiró
mirándome a los ojos.

-Me excita tu mirada, me hace sentir tan segura de querer dejarme a tu disposición.

-¿A mi dulce disposición?

-Sí, Lauren...-me tomó de las mejillas y con sus dedos acarició mis labios.

-dios, ¡hazlo de una vez!

-¿Qué quieres amor?

-Bésame y déjame tocarte, por favor...

Todavía no, pero ya casi llegamos al final de este juego previo.

Empezó a moverse encima de mí, se pegó más para conseguir me humedeciera como no lo había
hecho antes con nadie más que no haya sido ella.

Dejó colocará mis manos en sus caderas solo para incrementar el ritmo. Colocó sus manos con
firmeza detrás de mi cuello para poder impulsarse e intensificar el movimiento, empecé a dejar
escapar gemidos que se unían a los de ellos entonando una nueva canción escrita por nuestra
mente hecha un infierno. Estaba sudando y parecía fuese más por la tensión que estaba
generando, apreté mis manos en sus costados y la empujaba más y más y más... No quería deje de
moverse, su cabello largo llegaba hasta sus pechos y se movía conforme ella lo hacía, sus mejillas
estaban más rojizas que las mías o se hacían la competencia. Sus manos empezaron a bajar por mi
cuello hasta llegar a mis hombros y seguir por mis clavículas...
-Me gustas mucho, me pones mucho... Tu cuerpo es perfecto, tú eres perfecta, estoy demasiado
húmeda... Cualquier decisión que haya tomado en un inicio ahora solo son dudas de querer llevar
esto de una vez a su fin, necesito que me folles como nunca antes lo habías hecho, necesito
sentirte, quiero poder gemir y decir tu nombre. Lauren, necesito me tomes porque mi cuerpo no
puede estar más caliente de lo que se encuentra ahora, tómame en cada rincón de esta habitación
y de esta casa. Solo hazme tuya, dios... Al menos, ayúdame a terminar de quitarme la ropa y
déjame quitarte la tuya.

-Ven aquí-tomé sus mejillas para poder juntar nuestros labios con determinación, no había pasado
mucho de nuestro último beso pero ya los necesitaba de nuevo. Mis manos subieron por las
curvas de su cintura y ella no dejaban de besarme, nuestro beso trajo consigo mordidas
desesperadas. Mi lengua se hizo dueña de cada sección de piel en su cuello, calentándola y
calentándome.

-Fóllame, necesito que me folles-dijo con los labios entreabiertos dejando escapar su aliento
caliente que más salió como un jadeo que reflejaba desesperación.

La cargué sujetándome sus muslos y pegándola a mí, la llevé hasta la cama y la eché con cuidado.
Luego, mi cuerpo estaba acelerando su recorrido para colocarse encima de ella y sentirla
completa. Ella llevó sus manos con desesperación al borde de mi camiseta y me la quitó sin
pensarlo por un momento. Colocó las palmas de sus manos en mi abdomen y cerró los ojos con
fuerza.

-Te extrañaba, extrañaba tu cuerpo, tu mirada tan determinada... Te extrañaba, Lauren.

-Y yo a ti, extrañaba tus manos tocándome y tu desesperación de querer sentirme.

Sus manos subieron hasta mis pechos y empezó a masajearlos mientras se mordía el labio inferior.
Tenía las pupilas dilatadas y aproveché para colocar una de mis piernas entre las suyas. Empujé
con suavidad esta hasta su centro con la intención de buscar fricción. Me gustaba verla excitada,
me gustaba saber era yo quien provocaba esté tan húmeda como la sentía ahora. Dejó mis pechos
para colocar ahora sus manos en el botón de mis shorts y bajármelos sin paciencia. Estábamos en
ropa interior pero no por mucho tiempo, con dos de mis dedos deshice el broche. Acción que al
instante provocó ella gimiese audiblemente sin temor a que alguien pueda oírnos, mis manos
bajaron las tiras por sus hombros de manera rápida ayudándola a estar más cómoda, pero ya mi
mirada no se despegaba de sus pechos, sus increíbles pechos... No eran grandes, tampoco
pequeños... Tenían el tamaño perfecto y mis ojos no podían sentirse más contentos de volver a
observarlos detenidamente antes que mi lengua se adelante a completar con su inquietud de
lamerlos.

La quería de una vez, necesitaba sentir como nos hacíamos una de la manera más pura que existe.
Quería hacerle el amor pero necesitaba saciar a la vez cada pensamiento desesperado, algo que
ansié durante mucho tiempo y no pude realizar por no conocer su paradero.

Tomé con mi lengua uno de sus pezones, estaban rígidos... Pude sentir cómo reaccionaban con el
roce. Era magnífico poder descubrir nuevamente estas sensaciones, ella era increíble. Mis labios
ahora hacían un camino de besos húmedos por la línea de su abdomen succionando por
momentos la piel dejando marcas rojizas que de alguna manera el día de mañana vería y sabría
que la había hecho sentir en un nivel más allá del emocional. Bajé con mis manos
apresuradamente el borde de elástico de las bragas negras que combinaban con su brassier.
Cuando empecé a deslizarlas hacia abajo noté lo que había provocado. A lo que mi autocontrol
huyó y mi lengua terminó de cumplir con sus impuros deseos, lamí su entrepierna y tomé entre
mis labios su clítoris, lo succioné y luego aproveché para pasar mi lengua por este haciendo que
ella arqueara la espalda y sus manos agarrarán las sábanas con desesperación. Volví a soltarlo y
pasé mi lengua nuevamente, ella separó más las piernas y gemía descontroladamente, sus manos
no pudieron contenerse más y fueron a parar a mi cabello, enredando sus dedos y empujándome
más contra su centro, en este punto ya teniendo algo de idea con lo que pensé iba a hacer tomé el
aire necesario para poder satisfacerla. La lamí una y otra vez, mi mentón hacía fricción en la
cavidad y ella solo entre jadeos lograba decir "Fóllame de una vez, Lauren... Tómame de una vez,
hazme tuya, por favor...".

Mi mano fue hasta su clítoris y empezó a estimularlo mientras lamía y besaba la parte interior de
sus muslos, ella se retorcía de placer y sus ojos estaban cerrados con fuerza, por momentos nos
mirábamos pero eso solo hacía que ella volviera a desesperarse porque no podía controlarse más.

Dejé su entrepierna con la sensación de mis lascivas acciones y empecé a lamer su abdomen
tratando de hacer un camino para volver a encontrarme con sus labios, ya los necesitaba. No pasó
mucho para llegar a estos luego de haberle dado por unos minutos atención a sus pezones. Nos
besamos con desesperación, mi labio estaba entre los de ella y luego lo dejaba ir con una mordida.
Volví a apoderarme de su cuello hasta llegar a su oreja, mi pierna seguía jugando con su centro y
dejé me quitara la ropa interior. Estando desnudas ambas nos colocamos más cómodas sobre la
cama, un movimiento bastante acelerado pues nuestros labios nunca dejaron de interactuar.
Tomé el lóbulo de su oreja y jalé de este haciendo que su espalda se arqueara una vez más y me
tomé del cuello para cerrar la poca distancia entre nosotras, al sentir su piel cálida contra la mía
algo en mí terminando desatándose, perdí el poco control que me quedaba y llevé mi mano hasta
su centro.

=================

CAMILA POV:

Me costaba razonar en este momento, me costaba creer que habían pasado años y que Lauren
aún supiera como volverme loca, como hacer que le ruegue porque me hiciera suya. El roce de su
cuerpo con el mío era increíble; sabía que si seguíamos así no duraría mucho y terminaría
perdiendo la cordura... Gracias a Dios mis palabras se cumplieron.

Lauren bajó su mano derecha lentamente por mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna mientras
su boca hacía estragos en mi cuello mordiendo, jalando y lamiendo; sentí como sus dedos jugaban
con mi humedad lo cual lograba hacer que mis caderas se elevaran y mis piernas se abrieran. Hizo
este paso un par de veces hasta que una de las veces en que mis caderas se elevaron Lauren
embistió sin pensarlo...

Sentí sus dedos muy dentro de mí, comencé a moverme al ritmo que ella tenía, sentía como mis
pechos subían y bajaban, como me contraía en mi interior cuando Lauren lograba llegar a lugares
que nunca nadie había llegado.
-Joder... Lauren... Mmm... Sí... - agarré como pude su rostro con mis dos manos mientras nuestros
cuerpos se movían al unísono, nuestras miradas lo decían todo no había necesidad de hablar - te
amo - solté en medio del acto. Lauren sonrió, me agarró de las caderas y me montó encima de su
cuerpo mientras ella estaba sentada al borde de la cama. Escondió su cabeza en mi cuello
mientras elevó la velocidad de sus dedos y comencé a volverme loca, no podía dejar de saltar
encima de ellos.

-¿Te gusta? - susurró en mi oído - extrañaba estar dentro tuyo - paso su lengua por el lóbulo de mi
oreja jalando lentamente lo que hizo que un sonido gutural fuera expulsado desde mi interior -
joder extrañaba hacerte gemir.

El sonido hizo que Lauren me acostara sobre la cama con las piernas abiertas mientras ella estaba
de rodillas encima mirándome.

-No seas mala, no me hagas esto - comencé a moverme de un lado a otro, estaba tan caliente que
ni mi propio cuerpo lo soportaba.

-¿Creías que no me vengaría por lo del baile? - Lauren comenzó a recorrer mis piernas con las
yemas de sus dedos.

-Joder - llevé mis manos a mi rostro y me lo cubrí, me mordía tan fuerte el labio que juraba que en
cualquier momento sangraría - quiero que me folles, todo el día, toda la noche.

-Créeme que te follaré - Lauren acomodó su cuerpo sobre el mío y me besó delicadamente - solo...
Quiero algo, quiero que me muestres algo.

-Lo que quieras, lo que quieras Laur.

-Tócate - nos quedamos mirando - tócate frente a mí - una sonrisa maliciosa apareció en mi rostro
- quiero que sigas mis órdenes.

-Lo haré solo si después prometes follarme - Lauren sonrió.

-Lo juro - me acomodé en la cama y abrí mis piernas para darle una mejor vista a mi chica de ojos
verdes - muévete en la cama, de arriba hacia abajo - comencé a moverme y noté que la mirada de
Lauren estaba en mis pechos sabía que le encantaba ver como se movían - tus pechos me fascinan
- solo sonreí - tócalos - mis manos se fueron cada una con mis pechos y comencé a manosearlos.
Jalaba el pezón mientras me mordía el labio y sacaba mi lengua. Lauren tenía los puños apretados
y temblaba de vez en cuando - deja la mano izquierda en tu pecho izquierdo y baja la derecha
hasta tu entrepierna.

-Tus deseos son órdenes - respondí, cuando mi mano llegó a mi entrepierna iba a comenzar a
tocarme pero Lauren me detuvo.

-Moja dos de tus dedos con tu humedad - hice lo que me pidió - ahora deja que lo lama - ¿era
posible que esta chica fuera más caliente? Una parte de mí no recordaba lo caliente que lograba
sentirme con ella. Lauren se acercó a mí y lamió mis dedos - me encanta - volvió a su lugar -
comienza, haz todo lo que sepas hacer.

Mi mano izquierda bajó hasta mi entrepierna y comencé a jugar con mis dos manos y mis fluidos.
Mi mano derecha jugaba con mi clítoris mientras que la izquierda abría un poco los labios para que
Lauren pudiera apreciar mejor lo que estaba haciendo. Comencé a sentir como cierta energía se
apoderaba de mí, como subía por mi columna y terminaban en mi cabeza. Dos de mis dedos se
hundieron dentro de mí, entraba y salían. Elevaba la velocidad y podía escuchar como sonaba la
acción de introducir y retirar mis dedos dentro de mí, como mojaba la sábana blanca de la cama y
no podía dejar de notar que Lauren estaba llegando a su límite. Introduje otro dedo dentro de mí
lo que me hizo temblar en la cama; estaba a punto de llegar cuando Lauren sacó mis dedos de mi
cavidad y ella se acomodó sobre mi pelvis logrando un roce entre nuestros clítoris que me estaba
torturando.

Mis manos agarraron las caderas de Lauren y comencé a jalarla hacia delante y hacia atrás. Podía
sentir como nuestros fluidos se unían, como mi clítoris palpitaba de excitación.

-Resiste... Mmm... Mierda... Por... Favor, Camila... Aguanta, solo un poco más.

Quería aguantar pero ya no daba más, venía aguantando el orgasmo desde que Lauren tenía sus
dedos dentro de mí - No puedo Lauren, perdón - En ese momento dejé escapar el gemido más
desgarrador que he escuchado desde hace mucho tiempo; mi cuerpo comenzó a relajarse y noté
como los fluidos de mi entrepierna se liberaron una vez más. Quería que Lauren sintiera lo que yo
estaba sintiendo así que le dije que siguiera; siguió moviéndose hacia delante y hacia atrás hasta
que sentí como sus piernas se tensaban y en menos de 5 minutos mi princesa de ojos color
esmeralda yacía acostaba sobre mi pecho con la respiración entre cortada, el cuerpo
completamente sudado y con algunos temblores. Besé su frente y acariciaba su espalda.

-Eso fue increíble - dije mirando el techo mientras sentía como Lauren se acomodaba entre mis
piernas.

-Lo fue - dijo mirándome - ¿Cómo pudimos perder tanto tiempo? - entrelazó su mano derecha con
la mía.

-Eso fue mi culpa, lo siento yo... - Lauren me calló con un beso.

-Basta de disculpas Camila no estamos acá para eso.

-¿A no?

-No - Lauren se puso de pie y quedo al borde de la cama, mis ojos disfrutaban de cada curva de su
cuerpo.

-¿Por qué estamos acá entonces?

-Para hacer lo que mejor sabemos hacer - nos miramos - hacer el amor y darnos placer.
Tendremos algún momento para hablar, más adelante porque créeme, no me separaré de tu lado
- sonreí - pero ahora de lo único que tengo ganas es de adueñarme de ese trasero que tienes - si
había algo que me gustaba de Lauren era que no tuviera pudor en decirme las cosas; en realidad,
las dos éramos así.

-¿Cómo lo harás? - me coloqué de rodillas frente a ella - ¿Trajiste a nuestro amiguito?

-Créeme que no necesito un consolador para adueñarme de lo que es mío.

-Entonces... Me dio curiosidad.

Le di la espalda a Lauren y me coloqué en cuatro, comencé a mover mi trasero en círculo. Sentí


como las manos firmes de Lauren apretaron mis caderas y comenzó a rozar su pelvis con mi
trasero mientras llevó su cuerpo hacía delante y pasó su lengua desde la parte baja de mi espalda
hasta mi cuello - te voy a follar aquí y ahora - susurró en mi oído.

-Estoy lista desde hace mucho tiempo, Lauren.

-Eso espero, eso espero.

Sentí como la mano de Lauren bajaba hasta mi entrepierna e introducía dos de sus dedos en mí -
¡OH! Sí... - comencé a moverme hacía adelante y hacía atrás mientras los dedos de Lauren hacían
círculos dentro de mí. Mis manos se aferraron de las sábanas; sentí como la lengua de Lauren rozó
mi la piel y comenzó a lamer la zona para lubricar. Esta acción hizo que todos los vellos de mi
cuerpo se erizaran y que mi torso se enderezara para quedar de espalda a ella. Sus manos se
fueron a mis pechos y comenzó a jugar con ellos haciéndome delirar.

-Me volverás loca - dije mientras seguía sintiendo su pelvis en mi trasero – estoy muy caliente
joder - volví a colocarme en la posición que tenía antes - fóllame, hazme el amor de la forma que
quieras, por todos los lados que quieras solo hazme el amor de una maldita vez porque ya no doy
más Lauren - vi una leve sonrisa en su rostro - por favor...

-Estaba esperando que dijeras la palabra mágica.

Sin darme cuenta Lauren tenía dos dedos dentro de mi entrepierna; sentía como mis piernas
temblaban y con cada embestida deseaba gritar más y más fuerte que la última vez. Sentí como
Lauren comenzó a ocupar un tercer dedo y temblé - nunca haría algo que te hiciese daño - susurró
detrás de mí. Después de esa aclaración sentí como se apoderó de mí como nunca creí que lo
haría. Íbamos hacía delante y hacía atrás sin parar, llevaba un ritmo increíble que hacía que vibrara
por dentro. Lauren , llegaba a un punto en donde sus dedos rozaban las paredes estrechas de mi
intimidad y sentía que tendría un orgasmo ahí mismo pero supuse que ella quería aplazar ese
momento.

-Te amo, Camila - comenzó a hablar, yo solo podía escucharla porque entre el placer y mis
gemidos mi cabeza era imposible de razonar - te amo y te he amado todo este tiempo - comenzó a
subir la velocidad de sus movimientos - no vuelvas a dejarme por favor, no vuelvas a irte.

-Lauren...

-Camila...
-Oh dios, Lauren.

-Lo sé, bebe... Tranquila... Yo te afirmaré - después de sus palabras todo mi cuerpo se tensó
alrededor de sus dedos, mis piernas temblaban y mi cuerpo se iba hacia adelante cuando sentí los
brazos de Lauren sosteniéndome. Miré hacia la cama y las gotas de sudor corrían por todo mi
rostro - te lo dije - dijo en mi oído y besó mi espalda.

-¿Qué cosa? - pregunté aún en esa misma posición.

-Que no te iba a dejar caer - nos acomodamos en la cama y coloqué mi cabeza en su pecho
mientras mis dedos jugaban en su abdomen.

-Eso fue... Vaya.

-¿Qué significa eso? - me preguntó.

-Que estuvo increíble - me acomodé encima de ella y la besé - eres increíble - mi chica sonrió.

-Creo que es mejor que descansemos, mañana se nos... - la callé con un beso.

-No me conoces en lo absoluto si crees que me iré a dormir antes de hacerte mía, Jauregui. Y te
aviso, esta noche será muy, muy larga.

LAUREN POV:

Suspiré, su respiración estaba en mi cuello y solo provocaba que no dejara de morder mi labio
inferior cuando su mano hacía caricias sobre la piel de mi abdomen. Tenía esta increíble manera
de volverme loca con solo mirarme entonces cuando me tocaba creía no estaba más pisando tierra
firme o que estuviese entre estas sábanas con la silueta de esta bella mujer encima de mí, una de
sus piernas estaba entre las mías y cada vez que juntaba sus labios con los míos impulsaba esta
hacia mi centro. Es claro que provocaba descargas eléctricas vayan de un lado a otro poniendo
cada zona de mi cuerpo bastante tensa. Mis manos estaban situadas en su trasero que claro
consideraba era un gran atributo suyo, el roce de su lengua en mi cuello me hacía delirar, su
respiración pausada y sus mejillas enrojecidas... Nuestros cuerpos sentían la alta temperatura del
ambiente, sudábamos pero era tan intenso el momento que no importaba si estuviésemos
precisamente en el mismo infierno, era agradable quemarse en estos momentos.

Sus ojos se quedaban en los míos intentando combinar escenas anticipadas y colores encendidos
de lujuria. Conocía mi cuerpo, sabía dónde estaban mis puntos débiles y cuando sentí que
empezaba a dejar un camino de besos húmedos desde mis clavículas hasta mi abdomen supuse
donde terminaría esta escena protagonizada por ambas, antes de atender la humedad en mi
cavidad me miró fijamente y sonrió levemente, guiñó y luego rozó sus labios por encima de mi
clítoris. Mis manos se posicionaron en su cabeza, mis dedos se enredaban en su cabello... Solté un
gran suspiro cuando sentí su lengua pasar por encima de la piel sensible, separé un poco más mis
piernas y las flexione para darle más espacio. Sus manos estaban en mis muslos, dejando caricias
son las yemas de sus dedos... Sabía hacerme perder la razón.
Quería esto para siempre, lo que me restaba de vida tenía que ser junto a ella y cada uno de sus
gestos. Quería ver esa sonrisa al despertar y sus ojos cansados antes de ir a dormir. Quería poder
compartir cada divagación y satisfacernos la una a la otra siempre que sea posible.

Cuando estás teniendo uno de estos increíbles momentos con esa persona que tanto amas piensas
en muchas cosas, el temor se hace presente pero instantáneamente desaparece entre gemidos.

-¿Quieres que siga?

-No dejes de hacerlo, Camila... Ya casi llego-me mordí el labio inferior y sentí su lengua volver a
pasar sin pudor por mi entrepierna.

Sí, esta noche iba a ser muy larga, nos fundiríamos en estas sábanas y seríamos solo una entre
palabras de placer y pensamientos pecaminosos.

=================

Ella era mi fin, estábamos en su jeep rojo paseando por la ciudad, ella solo llevaba la parte
superior del bikini con el cabello aún humedecido por la ducha de esta mañana, debajo llevaba
shorts y unas sandalias. El viento removía los mechones castaños, no podía dejar de verla porque
estaba apreciando la perfección de la que tanto me quejé de nunca ver a lo largo de mi vida. Sus
ojos brillaban por la luz del sol, si el cinturón no estuviese sujetándome ahora mismo, estoy segura
estaría contra el parabrisas porque el corazón estaba empujándome de la fuerza que ocasionaba al
latir.

Tenía su mano izquierda en el volante y la otra en la palanca de cambios, así que no desperdicié la
oportunidad de colocar la mía en su mano derecha, haciendo patrones sobre su piel suave.
Entonces ella me sonrió y puedo jurar jamás había tenido esta sensación de estar en alguna otra
dimensión, esta manera en que los filtros iban pasando por mi vista buscando el más adecuado
para combinar con el tono de mis mejillas ruborizadas. Por la calle la gente la saludaba y ella
siempre sonreía para responderles, esta mujer era tan perfecta en tantos aspectos que nunca
acabaría de encontrar los adjetivos precisos para describirla.

Pero sí, había algo diferente en ella pues no era la misma chica que una vez entró a mi oficina en
busca de una oportunidad para poder salir adelante, para cumplir algunos sueños y por fin
alcanzar sus metas, al menos las primordiales. Sin embargo, la vida se había empeñado de borrarle
la sonrisa, de quebrar su alma y fundir su corazón. Ella seguía de pie igual de radiante, claro que
para esto tuvo que haber pasado mucho tiempo, ella sanó pero no olvida nada acerca de quiénes
más estima. No se olvidó de mí, siempre estuve ahí y de alguna manera ella sabía nos volveríamos
a encontrar.

Tenerla lejos era muy triste, pero no esa clase de tristeza que te hace no querer hacer nada sino
esa que hace que quieras hacer más cosas de las que habías pensado, porque quizás de alguna
manera te ayudaría a juntarte con esa persona en algún punto, en algún momento... La distancia
solo hizo que la anhelara más conmigo en mi futuro hasta el fin de mis días. Sí, la quiero para
siempre.
Ella tiene esa clase de locura que te hace observarla constantemente, no puedo despegar mi vista
de su persona, no puedo olvidarme su nombre así me torturen hasta el punto de solo querer dejar
de respirar. Una persona que dejó tanto de ella en ti, es esa persona que tiene el calificativo de
tatuaje. Porque es imborrable, sanador, motivador, es el que cuenta su historia por sí solo. Mira
mis ojos, el verde esmeralda ahora está más brillante que nunca, quizás encuentres detalles
rojizos por el fuego que ella causa con solo un gesto, una mirada, una caricia. Es a quien quiero, es
a quien siempre voy a querer.

El auto se detuvo, se había estacionado junto a un árbol en medio de una colina.

-Bien, señorita Jauregui hemos llegado a su destino.

-¿Qué es esto?

-Vamos a presenciar algo que me ayudó a poder verte hoy sin dolor.

-¿Y qué es eso?

-Algo que dejaste olvidado hace un tiempo. O en otras palabras que se quedó guardado en algún
lugar de esa mente tuya.

-¿Qué podría ser? ¿Me ayudas?

-Sí, pero salgamos del auto.

Así lo hicimos, nos dimos el encuentro por delante del jeep, nos sentamos encima del capote.

-¿Qué ves?

-Está por atardecer.

-Sí, está por atardecer.

-¿Me trajiste a ver el atardecer?

-¿Crees que haya algo mejor que eso?

-No lo creo.

-Bien, entonces mi regalo es más que prefecto.

-Lo es-sonreímos.

-¿Puedo tomarte una foto?

-Claro que sí, siempre y cuando la conserves solo para ti.

-No pensaba mostrarle a todo el mundo la mujer de mi vida.


-Eres muy linda-ella se rió y yo acomodé uno de sus mechones detrás de su oreja. El naranja del
sol descendiendo hacía que el color de su tez sea tan provocador.

Ella sacó su cámara polaroid y me tomó una foto, luego esperó y la miró por fin con una enorme
sonrisa.

-Mira es perfecta, es que eres perfecta.

-Ahora es mi turno-sonreí y ella me dio la cámara, le tomé una foto y luego de esperar un
momento se la mostré orgullosa. Me encantaba causar en ella esa sensación de ser apreciado-
Sabes, creo que eres la mujer más hermosa que he visto.

-¿Ah sí? ¿Crees?

-Creo porque luego de verme esta mañana, puede que lo dude un poco-nos reímos.

-¿Y quién no lo dudaría?-me miró con esa sonrisa que dejaba escapar una pequeña risa. Nuestras
miradas colisionaron provocando nuestros cuerpos resulten atrayéndose para culminar el
encuentro con un beso que causaba el mayor de los placeres de este mundo, el amar y el ser
amado.

El sol descendía cada vez más rápido propagando su color anaranjado y rosa por todo el cielo, las
nubes eran pintadas, las olas las acompañaban. Era una ceremonia de sanación, era el inicio de
una nueva historia o el final de alguna tal vez.

-Lauren, debes prometerme que no nos volveremos a separar.

-Tu alma sigue llamando a la mía para sentirse completa, mi corazón necesita del tuyo para poder
ser más fuerte. Porque sin ti yo soy alguien débil, sin mí tú no estás aquí presente. Tus
pensamientos empiezan a consumirte y se borra mi sonrisa cuando veo decepción en tu mirada.
Camila, quiero poder mirarte y sentir que no hay nada que no pueda cumplir. Necesito que creas
en mí.

-No te voy a dejar ir, te tengo Lauren. Creo en ti, creo en mí, creo en nosotras y en los que están
por venir-nos abrazamos fuerte, no duró mucho porque Camila me hizo mirar el sol que ya estaba
por ocultarse-necesito que te dejes sentir vulnerable por unos instantes-una lágrima recorrió mi
mejilla porque dejé que mi corazón suelte ese pequeño remordimiento-bien, ahora quiero que
respires profundo tres veces-así lo hicimos, con nuestras manos agarradas y su cabeza sobre la mía
recostada en su hombro. Cuando finalizamos el sol estaba por desaparecer por completo y
entonces me dijo- Todo lo que desees en esta vida, lo cumplirás.

Me acerqué sonriente a su oído.

-Tú también lo cumplirás.

Nos besamos con pasión, con desenfreno y el corazón hecho un lío.


El sol había dejado diferentes tipos de color pastel en el cielo, el anochecer se venía haciendo
presente y entonces con habilidad me coloqué encima de ella. Separó sus piernas y me coloqué
entre ellas. No había nada mejor que esto, me encantaba poder estar encima de ella y mirar como
sus expresiones iban cambiando. Ella separaba los labios por cada vez que mis manos pasaban por
la piel de sus piernas, desde sus pantorrillas hasta las rodillas y entonces con lentitud iba
acechando sus muslos. Se podía notar su cuerpo tonificado, su abdomen marcado siendo
manejado por su respiración pesada, desabotoné sus shorts y entonces mis manos se colocaron en
los bordes de este haciéndolo a un lado pero no quitándolo por completo. Usaba mis uñas para
causar estragos en su cuerpo, una serie de descargas eléctricas que salían de su boca en sonidos
que me envolvían en un ambiente enviciante.

-Eres tan hermosa-le dije mirándola a los ojos-quiero hacerte el amor, quiero llenarte de placer,
quiero poder hacerte sentir satisfecha...

-Bésame-respondió mientras colocaba sus manos en mi cuello y me atraía hacia ella.

-Espera...

-Me estás matando.

-Solo necesito que me mires por un momento.

-Lauren, por favor... Estoy muy húmeda.

-Dios, necesito que me mires por favor. Solo será un segundo, tengo algo que decirte.

-¿Qué pasa?

-Estoy enamorada de ti.


-Y yo de ti.
-Camila esto es más fuerte de lo que creí, he perdido la cordura y no me importa. Siento esto de
querer estar contigo sin importar en que situación nos encontremos, me siento expuesta. Aún
estoy vestida y siento como si estuviese desnuda ante ti, como si pudieses ver absolutamente todo
de mí y aun así me quieres contigo. Estoy feliz.
-Me encanta que sientas igual que yo, me haces feliz... No tienes idea de cuánto.

-Entonces, no lo pensemos más, no dejemos que nadie termine por malograr lo que estamos
sintiendo porque a esto se le llama vivir.

-¿Qué quieres decir?

-Camila, no hay palabras para agradecerte si aceptaras estar conmigo para siempre.

-¿Para siempre? Te prometí que así sería.

-Me refería a... Siempre me doy por vencida o termino por elegir el camino fácil lo sé, pero el estar
evaluando últimamente mi vida hace que necesite decirte que no puedo vivir sin ti. Y sé que es el
peor discurso porque todos le dicen eso a las personas que aparentemente aman, pero entiendo
el significado de no poder vivir si no tienes a alguien y no es que empiece a faltarte lo esencial sino
que quieres poder llenar esos vacíos que a lo largo personas te han ido dejando. Pero no llenarlo
de cualquier manera sino de esos momentos que solo tú me puedes dar.

-Lauren, siempre estaré para ti, no hay forma en la que puedas alejarme... Estoy aquí junto a ti
porque no me voy a ir nunca más... Y no te irás a ningún lado sin tenerme de la mano para poder
cuidarte, amarte y hacerte sonreír cada vez que sea necesaria.

-Quiero que creas en las promesas, pero sobretodo en esta.

-¿Cuál, amor?

-Que si aceptas tú, Camila Cabello, casarte conmigo... Yo no dejaré pasar ni un solo día sin darte un
detalle que te haga sonreír, un beso de buenos días y otro de buenas noches, ver un increíble
atardecer, recordarte la belleza de tu corazón, abrazarte para reconfortarte o para abrigarte...

Camila, mis ojos no tendrían el brillo que ahora ves si no fuese por ti, mis manos no estarían
impacientes sin ti, mi cuerpo no se encontraría en constante descubrimiento de sensaciones si no
fuese por el tuyo que lo desespera. Y eso es vivir, eso es sentir, ese es el propósito de la vida...
Encontrar a esa persona no porque es tu otra mitad sino porque te hace recordar que aún se
puede ser feliz, que el gris puede terminar por desaparecer si empiezas a pintar con tus nobles
acciones. Tú haces que yo sea una mejor persona, haces que quiera poder descubrir el universo
porque el mundo queda pequeño cuando descubro la grandeza de tu ser. Por favor, cásate
conmigo. Te seré leal, te haré la mujer con más ganas de vivir y soñar... Porque no hay nada mejor
que eso. ¿Te casas conmigo?

Tenía sus manos rodeando su nariz y boca de la posible emoción, sus ojos estaban vidriosos y el
aire movía su cabello castaño.

-Yo te amo, Lauren Jauregui-sollozó-claro que quiero casarme contigo.

Sus labios estaban ansiosos contra los míos. Me senté y ella se colocó encima rodeando mi cintura
con sus piernas. Mis manos estaban en su cintura y seguíamos besándonos como si no fuese a
haber otra oportunidad para hacerlo.

De repente me encantaba la palabra "nosotras", porque de eso se trataría ahora y siempre. Me


agilicé para quitarle los shorts y desenredar la parte superior de su bikini, ella me quitó la camiseta
y empezamos a gemir por el encuentro de nuestra piel, de sus pechos contra los míos pues hoy
decidí no colocarme brassier y claro que fue una buena decisión.

Una de mis manos empezó a bajar por la suavidad de su cuerpo hasta su entrepierna por debajo
de la tela de sus bragas, los dedos de sus manos estaban enredados en el cabello de mi nuca y la
calentura era notoria.

Amarla y sentirla, una mezcla intoxicante. Camila me hacía sentir única, quería sentir más de ella,
quería oírla decir mi nombre torpemente a causa de interrupciones placenteras. Su piel sensible y
húmeda a mi disposición, sus labios rojos y mis ojos colisionando en los suyos. Introduje dos de
mis dedos y ella cerró los ojos con fuerza mientras se mordía el labio inferior. Este era el paraíso, si
estuviese sonando alguna canción de fondo sería una que solo hable de ella y lo que me hace
sentir justo ahora. Si esta fuese una película tendría el título de: Ella, yo, nosotras.

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CAPÍTULO FINAL
CAMILA POV:

Habían pasado 3 meses desde que Lauren me pidió que me casara con ella, 3 meses en donde mi
vida no dejaba de ser una montaña rusa de emociones; iba de una lado para otro con Dinah
mirando vestidos, el lugar de la fiesta, el confeti, etc. Les juro que ya no daba más pero cada vez
que pensaba en que ya no podía seguir adelante se me venía a la mente todo lo que pasé con
Lauren, muchas veces me pregunté si esto era una verdadera historia de amor o si vivía
constantemente en una pesadilla... Varias veces me costaba apreciar la realidad de las cosas.

¿Qué hubiera sido de nosotras si no hubiese aparecido en su oficina ese día? A lo mejor Lauren
estaría casada con Farith y yo... Bueno, ya todas ustedes saben cómo era yo antes de conocer a
Lauren. Una chica de la noche si se me puede llamar así. Estoy a dos horas de casarme con el amor
de mi vida y aun no caigo en que esto realmente está pasando. Desde que tengo uso de razón mi
vida había sido solo perder personas que amaba y eso, hasta solo unos meses atrás, cambió.

-¿Te ocurre algo? - Dinah había entrado a la habitación.

-Sí - voltee a mirarla - no todos los días se va a casar tu mejor amiga, Dinah - mi compañera de
toda la vida estaba ahí, parada a centímetros de la puerta con un vestido rojo ceñido a su cuerpo,
el cabello recogido y con lágrimas en los ojos - no se te ocurra llorar porque si lo haces yo no podré
parar.

-No puedo creer que esto esté pasando - Dinah miró hacia el suelo - O sea... Tú, Camila Cabello, la
chica que tenía detrás suyo a toda la escuela ya sea hombres o mujeres. La que no le interesaba el
compromiso, solo pasarla bien, la que nunca se había enamorado está acá - Dinah comenzó a
caminar para parar a centímetros de donde estaba yo - Estás de blanco - sonreí - tienes una cola
de vestido enorme, un velo aún más hermoso y una iglesia repleta esperando Lauren y por ti.

-Estoy haciendo lo correcto, ¿verdad?

-¿Crees acaso que Lauren no es el amor de tu vida?

-¿Cómo podría tan solo pensar eso después de todo lo que pasamos Dinah?

-Entonces por qué lo preguntas, pequeña - Dinah extendió su brazo derecho y secó una de mis
lágrimas que viajaba por mi mejilla - pero creo que es mi deber decirte esto.

-¿Qué?

-Tú sabes que siempre he estado contigo, en las buenas, en las malas y en las peores - me reí -
Quiero que sepas que soy tu persona, Camila; sé que ahora te casarás y Lauren lo es todo para ti,
sé que con ella no necesitas nada ni a nadie más en tu vida pero - Dinah hizo una pausa y comenzó
a sollozar - pero.... - su voz se cortó - Yo siempre seré tu persona sabes, siempre estaré ahí para
cuando discutas con ella y necesites irte lejos de todo. Yo manejaré por ti, cuando no puedas
dormir porque Lauren tenga que ir a una viaje de negocios, yo iré y dormiré contigo - no me
aguanté las lágrimas - cuando me hagas tía voy a amar a esos niños como nunca amé a nadie en
esta vida - hubo una pausa en donde solo nos miramos, estoy segura que al mirar los ojos de
Dinah toda nuestra vida juntas pasó por un segundo frente a nuestros ojos - lo que te quiero decir
es que si ahora necesitas aire, quieres pensar, o si quieres pescar un auto y no casarte seré tu
copiloto así como lo seré en unos años más cuando a lo mejor Dios no quiera, pero a Lauren le
pase algo o la vejez le rinda cuentas. Tal vez tengas que llevar su ataúd pero estaré ahí Camila.
Estaré ahí llevándolo contigo. Puede que tenga 7 hermanos y tú sabes todo lo que los amo, todo lo
que los aprecio pero tú, Karla Camila Cabello Estrabao, eres la hermana que siempre quise tener y
nunca tuve - sabía que iba arruinar mi maquillaje, mi vestido y hasta el cabello si lo hacía pero no
me aguanté. Me lancé a los brazos de la única persona que siempre me bancó en todas, la que me
decía las cosas ya fuera si me gustaran o no - Te amo Camila y realmente quiero que seas muy feliz
- susurró a mi oído.

-Yo a ti también, te amo Dinah - nos secamos las lágrimas y nos quedamos mirando - no puedo
creer que esté a punto de casarme.

-Ya te dije que si te querías escapar yo manejo, tú tranquila - nos reímos.

-Lauren no merece que yo siga escapando.

-Obvio no, qué te crees. La pobre mujer te buscó por todo el mundo la última vez - recordé como
fue ese encuentro con Lauren en la playa - Vale la pena los nervios si al final del día te casas con la
única persona que recorrió el mundo para buscarte y pedirte otra oportunidad.

-Lo sé, no podría salir arrancando por muy cagada que esté - las dos sonreímos.

-¿Sabes quiénes están en la iglesia?

-¿Quiénes?

-Harry y Louis.

-¿Los policías que nos ayudaron a arrestar a Farith?

-Bueno tanto arrestar no, los tipos lo mataron de una.

-Ya basta, Dinah.

-Lo siento quería hacer algo de humor pero sí, están allá afuera. ¿Tú los invitaste?

-No, supongo que fue Lauren ella me dijo que aún seguía en contacto con ellos. Austin y el amor
de su vida, ¿llegaron?

-Sí, están en primera fila.


-¡DIOS, TENGO QUE DEJAR DE ESTAR TAN NERVIOSA O ME DARÁ POR COMER Y REVENTARÉ EL
VESTIDO!

-Oh... Eso... ¿Podemos hablar de un tema?

-Sí, cualquier cosa con tal de sacarme estos nervios de encima.

-Tú sabes que yo soy tu amiga y te digo todas las cosas pero es que no sé cómo decirte esto, no
quiero sonar como alguien que juzga ni mucho menos desubicada pero es que... A ver cómo te lo
digo. Ya sabes, soy así no puedo cambiar ni mucho menos quiero hacerte sentir mal por todo
esto...

-Ok, me estás asustando, ¿qué pasa?

-¿Cómo le hiciste para engordar tanto en tres meses? O sea a Lauren le puedes mentir pero yo que
te conozco desde que teníamos 3 años cada una, no me puedes engañar. ¿Qué te están dando de
comer? - Quedé en blanco y solo me largué a reír - no te rías Camila, es serio. El vestido te queda
hermoso, perfecto pero estás engordando mucho y eso no está bien.

-Sí, está bien, Dinah.

-¿Cómo va a estar bien, Camila? Si nunca has sido de esa contextura.

-Era lo que tenía que pasar, me dijeron que era normal.

-¿Qué es lo normal? Quedar como vaca en 3 meses perdón pero el que te dijo eso no sabe una
mierda.

-Sí, probablemente un ginecólogo y un obstetra no sepan ni una mierda de embarazos.

-Viste yo sabía que tú... ¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!

-Eso, cállate, no grites tan fuerte que alguien te puede escuchar.

-Yo te acompañé a hacerte el último examen, ¿te acuerdas?

-Sí.

-Salió negativo.

-Sí... Sí me acuerdo.

-Entonces, cómo es que ahora mágicamente estás esperando un bebe.

-Porque la semana siguiente a la que fui contigo, fui a hacerme otra inseminación y bueno acá
estoy, gorda como una vaca según tú.
-No lo puedo creer, seré tía. ¡Dios mío! ¿Lauren no lo sabe? Te juro que la golpearé por no
decirme, ¿cómo no me dicen antes?

-No Dinah, ella no sabe.

-¿Cómo?

-Eso, no sabe. Quiero que sea sorpresa. Hoy cuando le de los votos, antes del sí le diré que
seremos madres.

-Creo que me acaba de dar diabetes, necesito sentarme.

-¿Crees que te podrás quedar callada hasta el final de la boda?

-Me estás insultando, Cabello.

-Sé cómo eres por eso te lo pregunto Dinah. ¿Puedes mantener el secreto durante una hora más?

-Sí, sí lo haré. Claro que lo haré.

-Gracias - nos abrazamos.

-Pero en serio, ¿cómo Lauren no se da cuenta si estás gordísima?

Solos nos miramos y nos reímos - creo que es hora de bajar - dije mirando el reloj que estaba en
una de las paredes.

-Tranquila, todo saldrá bien - nos abrazamos por última vez - dentro de una hora serás una señora,
Camila.

LAUREN POV:

Estaba bastante nerviosa, no sabía qué hacer con mis manos. Chris me miraba desde la puerta de
entrada del salón, estaba esperando por Camila ya que ella le había pedido sea él quien la
entregase.

Por mi cabeza pasaban mil escenas distintas, pero en ninguno de esos posibles escenarios podía
lograr imaginarme tranquila ante mi expectativa de Camila entrando por esa puerta dispuesta a
darme el "sí" para darme el resto de sus años de vida estando a mi lado. Imaginarla despertando a
mi lado todas las mañanas me ponía muy emocional, cocinando juntas, viendo películas o series y
reír. Cuando tengamos nuestra primera mascota o nuestro primer hijo/a. El futuro que quería
estaba a un paso, luego de salir de aquí le habría entregado mi corazón y a quiénes más queríamos
tendríamos como testigos de este acto de amor.

Respiré profundo y mi papá se acercó.

-¿Estás bien?
-Lo estoy, solo que estoy más nerviosa de lo normal.

-Bueno si no lo estuvieses, entonces no sería el amor de tu vida.

-Muy cierto, papá.

Nos abrazamos y luego vi a Chris hablando con alguien por la pequeña abertura de la puerta. Él me
miró y entonces supe era hora de casarme de una vez.

Recuerdo cuando la vi por primera vez y me robó el aliento. El vestido que marcaba su silueta y te
insinuaba querías tocarla más que cualquier otra cosa, mi alma, mi cuerpo y mi corazón le
pertenecían desde que mis ojos y los suyos se encontraron.

Estaba parada en frente de tantas personas que sonrían ante el gran momento y cuando por fin se
abrió la puerta creía haber muerto. Ella parecía estar rodeada de tanta luz o es que todo alrededor
se nubló porque nadie podía ser real luciendo como ella lo estaba haciendo. Chris sonreía a su
lado, tragué saliva en cuanto nos vimos y supe que este era mi pequeño paraíso, tan solo mío. Este
era uno de esos momentos donde sabes que eres feliz y no puedes evitar las lágrimas empiecen a
recorrer por tus mejillas pues todos tus sueños parecen arrodillarse ante este que se está
cumpliendo.

Sonreía y era la sonrisa más sincera que tenía para ofrecerle.

Ella se iba acercando y sentía mis rodillas estaban flojeando, reaccioné cuando mi papá me pasó la
voz para decirme con gestos que no pensará en desmayarme. Me reí un poco mirándolo, pues eso
habría sido muy gracioso. Volví a mirar al amor de mi vida ya casi llegando hasta donde me
encontraba, el vestido que llevaba acompañaba muy bien al mío. Chris me sonrió una vez más
entregándome la mano de Camila y cuando la tomé, sentí un escalofrío recorrerme de pies a
cabeza. Nos miramos sin poder dejar de hacerlo por un segundo, nos sonreíamos y ya sentía mi
rostro doler.

-Hoy estamos aquí reunidos para unir a estas dos personas en matrimonio...-quien llevaba a cabo
la ceremonia seguía hablando pero nosotras parecíamos estar perdidas en algún otro lado-a
continuación, sus votos. Señorita Jauregui, es su turno.

-Claro... -Sonreí bastante nerviosa y miré a Camila a los ojos, ella estaba mirándome enternecida.
Estoy enamorada de esta mujer y he tomado la decisión de amarla hasta el fin de mis días, vamos
Lauren puedes hacer esto.

-¿Lauren?-preguntó Camila.

-Lo siento, amor-sonreí mirando al público- disculpen, no todos los días una se casa con la mujer
de su vida-todos reían y enseguida aplaudieron. Oí a alguien gritar "¡Vamos Lauren!", sonreí y ahí
estaba de nuevo parada en frente de ella. Rayos, había olvidado mis votos pero si los había
memorizado bastante bien, ¿qué está pasando conmigo?
Ella me miraba ahora confundida.

-Camila...-aclaré mi garganta- Camila...

-Sí, amor. Ese es mi nombre- sonrió.

-Lo siento-ella tomó mi mano, la entrelazó con la suya- esto. Actos como estos son los que me
hacen afirmarme día tras día que eres la persona con la que quiero compartir hasta mi último
respiro, en la que confío firmemente, en la que puedo verme en sus ojos y hace que crea en mí,
eres quien mueve mi mundo entero y curiosamente también eres mi mundo. Eres la persona que
quiero ver cada mañana al despertar y la última cuando vaya a dormir, eres con quien quiero
juntar mis labios a diario pero también con los quiero decirte "te amo". En un principio, yo no
pude decidir enamorarme o no de ti porque simplemente pasó y soy feliz por ello, pero casarnos,
casarnos sí es una decisión. Porque para esto he decidido amarte, amar conlleva siempre
acompañarte en tus mejores momentos y los más tristes, amar es cuidarte y protegerte, amar es
tener paciencia pero también perseverancia, amar es confiar, amar es poder ser tu fiel compañera
y mejor amiga hasta que envejezcamos juntas. Yo te amo, Camila. Y yo, yo te seguiré amando
porque me transmites colores en esta sociedad gris, porque eres la escalera de mi habitación sin
puertas salvo la ventana del techo, quiero esto para siempre... Y para siempre quiero amarte- le
coloqué el anillo.

Camila estaba limpiándose las lágrimas, me sonrió y apretó mi mano antes de hablar.

-Te amo. Lauren...-se intentó recomponer- espera, ¿puedes dejar de ser tan perfecta por un
segundo? Estoy tratando de decir mis votos.

-Lo intentaré amor-el público se conmovió.

-Bien, es mi turno... - suspiró- nunca he estado tan segura de algo hasta este momento, siempre
tuve miedo a lo largo de mi vida en cada decisión pero contigo es diferente... Me siento expuesta
cuando te afirmo mi amor una y otra vez pero a la vez muy protegida, no sabía eso era posible
pero lo es porque yo soy prueba de ello gracias a ti. Estoy contenta, tengo la persona más perfecta
que existe en frente de mí diciendo que quiere casarse conmigo. Y yo siempre me he considerado
una maleta llena de problemas, sé que no me ves así y es por eso que estoy tan feliz porque me
haces sentir como una princesa, me haces sentir bastante hermosa e importante pero a la vez
como una guerrera cuando me dices admiras lo valiente y fuerte que he sido. Alguien como tú,
merece lo mejor en este mundo, pero también merece elegir y el que me hayas elegido a mí como
lo mejor en este mundo me hace sentir tan conmovida porque mi hija o hijo, tendrá la mejor
madre en el mundo... Porque si esto me haces sentir a mí, nuestros hijos gracias a ti creerán en
que los sueños son posibles de alcanzar pero por sobre todo, podrán transmitir al mundo un
mensaje lleno de esperanza. Y esperanza es lo que todos necesitamos- llevó mi mano a su vientre
mientras yo lloraba- este bebe, será la personita más afortuna en el universo.
-¡¿ESTÁS EMBARAZADA?!

-Te amo-me colocó el anillo.

-¡Los amo!-todos aplaudían y lloraban en el público.

-Bien, Lauren Jauregui. ¿Aceptas a Camila Cabello como tu esposa?

-Claro que acepto.

-Camila Cabello, ¿aceptas a Lauren Jauregui como tu esposa?

-Acepto, acepto.

-Pueden besarse.

Recuerdo los aplausos, gritos de alegría y a ella sonriendo.

Luego, salimos hacia el auto que nos esperaba para ir al salón de recepciones.

Cuando estábamos en el auto, por fin pude hablar tranquila con ella.

-Te juro que pensé estabas subiendo de peso por los nervios de la boda, por eso no te dije nada...

-Sorpresa-nos besamos.

-¿Es hombre o mujer?

-Aún no lo sé, recién tengo tres meses amor. Pero estoy segura saldrá con tus ojos...

-Es... Es mi óvulo.

-Sí, estoy muy feliz. Una mini versión mía, eso es muy emocionante-la besé tanto que sí no hubiese
sido porque el chofer era un señor que imponía respeto ya habríamos adelantado la luna de miel.

Si hay algo de lo que jamás me voy a arrepentir, es de haberla entrevistado aquel día.

FIN

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