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La ordenación de Wiora nos aproxima a la visión de la Historia que intentaremos trazar en este curso.

Por un lado,
teniendo en cuenta que la tercera ‘edad’ de Wiora se corresponde adecuadamente con lo que entendemos por
‘música clásica’, del mismo modo que la cuarta ‘edad’ lo hace con la ‘música moderna’. Sin embargo, nosotros nos
ceñiremos a una división en tres edades ligeramente distinta, basada en la irrupción de dos revoluciones
tecnológicas que ya observó Wiora: La invención y desarrollo de la notación musical, y el desarrollo de
las tecnologías del sonido.

1. Primera Edad – La Edad de la Memoria. Culturas musicales anteriores al desarrollo de la notación musical.
2. Segunda Edad – La Edad de la Notación. Cultura musical europea, basada en el desarrollo de la notación
musical.
3. Tercera Edad – La Edad del Sonido. Culturas musicales globales, basadas en el desarrollo de las
tecnologías del sonido (creación, difusión, comercialización, etc.).

Nosotros emprenderemos nuestro estudio con las tradiciones musicales que se han preservado hasta nuestros
días, y que se han sostenido y desarrollado principalmente gracias al empleo de la notación musical. Con ello,
excluimos voluntariamente del curso las tradiciones musicalmente ‘prehistóricas’ (esto es, cuya música no se ha
preservado por escrito) independientemente de su encuadre en la primera o segunda ‘edad’ de Wiora, salvo
la monodia medieval (canto gregoriano y trovadores), pues se trata de corpus musicales que, aunque se formaron y
desarrollaron en un medio aún desconocedor de la notación musical, pudieron ser preservados posteriormente
mediante la notación.

Por su parte, el siglo XX (y XXI) será tratado como una etapa de transición entre la tradición notacional (‘clásica’) y
las nuevas tradiciones desarrolladas in situ a partir de las nuevas tecnologías del sonido (músicas
‘modernas’). Evitaremos así excluir las músicas ‘populares’ de nuestro relato -como hacen aún hoy en día la
mayor parte de las ‘historias’-. Es decir, las músicas que son el resultado directo de la aparición de las modernas
técnicas de grabación y difusión del sonido, que han incorporando nuevas tecnologías según se ha democratizado su
uso (instrumentos eléctricos, posproducción, producción digital, etc.), y que han ocupado los nuevos espacios
sonoros abiertos durante los siglos XX y XXI (radio, cine, televisión, pistas de baile, etc.).

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