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Resiembra:

En nuestro medio no es posible tener un césped verde durante todo el año utilizando
solo especies megatérmicas. Por ello se recurre, a la práctica de sembrar en el otoño,
semillas de una especie mesotérmica, sobre una megatérmica ya instalada, a fin de
lograr un tapiz verde en el invierno, denominándose a esta operación resiembra.
En la primavera siguiente la megatérmica retomará su crecimiento, mientras la
mesotermica va decreciendo, en un periodo que llamamos de transición, de manera
que en el periodo estival tendremos nuevamente el tapiz conformado sólo por la
especie de verano. En nuestra zona la resiembra se efectúa principalmente sobre
bermudas o kikuyo, utilizando semillas de raigrass annual o perenne. Esta práctica no
se realiza sobre zoysia, gramas ni San Agustín.

En el otoño, cuando se frena el crecimiento de la bermuda, antes de la dormancia, las


plantas convierten los azúcares solubles en almidón y lo almacenan en los rizomas,
estolones y raíces, generando así reservas que garantizan su supervivencia durante el
invierno y un rebrote vigoroso en la primavera. En el manejo del césped de especies
megatérmicas, deben adoptarse prácticas que ayuden a ésta acumulación de reservas
y, de esa manera, mejorar la tolerancia al estrés invernal. Estas prácticas son por ej.
elevar la altura de corte en el otoño, aplicar, en momento adecuado, una fertilización
equilibrada, realizar un adecuado manejo de plagas, etc.

Al efectuar la resiembra pondremos en competencia una especie de verano y una de


invierno, siendo el momento de la implantación en el otoño y él de la transición en
primavera dos momentos críticos de esta competencia.

Para determinar el mejor momento para efectuar la resiembra en campos deportivos


en primer lugar hay que considerar el inicio del periodo de juego.
Se debe buscar un equilibrio respecto al crecimiento de la bermuda y los requerimien-
tos para una buena implantación del césped de invierno. Si la siembra se efectúa
demasiado temprano se dará lugar a una competencia excesiva de la bermuda que
dificultará la implantación del raigrass. Por el contrario, la resiembra demasiado tardía
puede dar lugar a una disminución de la germinación de semillas, o un crecimiento
demasiado lento de las plantulas, debido a las bajas temperaturas, y a una mayor
probabilidad de enfermedades de las plántulas, del tipo de las caídas de almácigo.

Se considera el momento óptimo para la resiembra cuando las temperaturas


nocturnas se ubican consistentemente por debajo de 12 grados y se mantengan
temperaturas promedio en el aire del mediodía de 21 grados o menos.
En la práctica se trata de ubicar la resiembra cuando se prevé un temporal de varios
días de llovizna. Una regla empírica establece que es conveniente resembrar unos 30
días antes de la primera helada importante prevista, en la que se espera que la
temperatura será suficientemente baja, como para quemar la parte aérea de las
plantas de la especie megatérmica.
Curva general de crecimiento de especies mesotérmicas (rojo) y megatérmicas(verde)
en Córdoba

El raigrás perenne es el césped de más calidad para la resiembra de campos


deportivos profesionales de bermudas. El mejoramiento del mismo, ha logrado
cultivares que germinan rápidamente (5 a 7 días), con textura fina, color verde más
oscuro, muy buen vigor de las plántulas y resistencia a enfermedades y al tránsito.
Además, con él se logra una mejor apariencia rayada, cuando se lo corta en direcciones
alternas. Como características indeseables presenta más dificultades en la transición,
ya que algunas plantas pueden sobrevivir, especialmente en lugares sombreados y
aparecen como matas sobre la mega-térmica en el verano y tiene un alto costo de
semilla.
El raigrass anual tiene un color más claro y es de textura mas ancha. El costo de su
semilla es sensiblemente inferior que el anterior.
Tanto el raigrass anual como el perenne disminuyen su crecimiento durante la
primavera y aunque el perenne tiene algo más de persistencia, ambos terminan
muriendo al comienzo del verano, debido a que no soportan el calor intenso de
nuestro medio.
De ambas especies existen muchos cultivares en el mercado

El raigrás no tiene posibilidad de volver a cubrir sectores que hayan sido dañados por
lo que los mismos deben ser resembrados luego de que ocurridos los daños, por ello es
conveniente comprar semilla extra para esa tarea. Las canchas de fútbol profesionales
utilizan en general de 800 a 1000 kg en la resiembra otoñal y unos 600 kg más para
reparar daños durante el invierno.

Se necesita una preparación adecuada de la cama de siembra para lograr una buena
implantación. La compactación del suelo, la presencia de broza excesiva o de malezas
dará lugar a una pobre densidad de plantas. La principal causa de fallas en la en la
resiembra es mala preparación de la cama de siembra, la cual no debe comenzar unos
días antes de la fecha prevista de la resiembra; sino meses antes. Si la broza excede los
2 cm, o hay excesiva compactación, es necesario realizar cortes verticales y/o aireado
durante el verano para ayudar a reducirla.
Uno de los errores graves en el manejo del césped es hacer cortes verticales
profundos o aireado en fecha próxima a la resiembra, tratando de preparar un lecho
de siembra. El corte vertical profundo o el aireado en ese momento pueden
promover un rebrote desde los estolones y rizomas de bermuda cortados,
produciendo un gasto de las reservas acumuladas y por ende mayor susceptibilidad al
frío. Se debe comenzar con estas prácticas de manejo durante el verano cuando la
bermuda está creciendo activamente. Debe evitarse la aireación de césped hasta al
menos un mes después de la resiembra, de lo contrario, las plantas surgirán en
manojos de los orificios de aireación en lugar de lograr un nacimiento uniforme. La
aplicación de cobertura (top dressing) de arena o mantillo ayuda a proporcionar un
ambiente adecuado para la implantación, y mejora el contacto suelo-semilla.

Alrededor de un mes antes de la fecha fijada para la resiembra, se debe detener por
completo la fertilización nitrogenada para minimizar el crecimiento de la bermuda
reduciendo así la competencia con el raigrass. De lo contrario, el crecimiento excesivo
de la bermuda podría resultar en un pobre establecimiento de la resiembra.

Aproximadamente 1 semana antes de la resiembra, se debe reducir la reducir la altura


de corte, luego puede realizarse una labor de groomer, tocando apenas la superficie
del suelo, en dos o tres direcciones para abrir la canopia del césped y exponer el suelo
a la semilla, luego rastrillar, para eliminar los residuos generados.

La cama estará entonces lista para la resiembra. Para distribuir la semilla se lo hace al
voleo sea con maquinarias o manualmente. Se utiliza semilla de raigrass a una
densidad total de 4 a 6 kg de semilla cada 100 mc., aplicada al menos en dos
direcciones cruzadas para obtener una distribución uniforme. Las zonas críticas como
los tee de salida en canchas de golf o las áreas en las de fútbol, pueden necesitar
densidades más altas, mientras que en las zonas periféricas serán suficientes
densidades más bajas. Debe asegurarse que la semilla no quede suspendida en el dosel
del césped sino que se ponga en contacto con el suelo. Después de eso, es conveniente
aplicar una cobertura, de arena o orgánica (compost) para cubrir la semilla y suavizar
las superficies rugosas que quedaron de la operación de la resiembra.

Inicialmente, se debe regar con frecuencia para mantener la cama de siembra con
humedad suficiente que asegure una buena germinación (una vez al día con unos 4mm
de agua). Cuando las plántulas emergen, es conveniente reducir el riego a una vez cada
dos días y, finalmente, en función de las necesidades sólo una o dos veces a la
semana para promover un enraizamiento profundo y evitar el desarrollo de enferme-
dades.

Durante las primeras 2 semanas después de la emergencia, cuando todavía no se han


producido macollos y las raíces están muy poco desarrolladas las plantas son muy
suceptibles al pisoteo, al vuelco y otros daños. Cuando las plántulas alcancen una
altura de 5 cm se deben cortar a la mitad a fin de promover el macollaje y evitar el
encamado. Las cuchillas deben estar bien afiladas para evitar que rompan las hojas o
arranquen las plántulas. Una vez por semana es una frecuencia normal de corte, pero
dependerá del crecimiento. Si los recortes perturban el juego o si se produce
aglutinación durante los mismos se los debe retirar. Después del primer corte, nunca
debe cortarse más de un tercio en cada corte.

Como hemos dicho si se producen áreas desnudas como consecuencia del juego, u
otros daños se debe resembrar nuevamente. Se pueden pre-germinar las semillas
remojándolas en agua durante 24 horas, mezclándolas luego con arena o mantillo para
distribuirlas mejor. Además de mejorar la calidad, tanto estética como funcional, la
resiembra protege a la bermuda de daños excesivos durante la época invernal.
En el otro periodo crítico, él de la transición de primavera puede ser necesario
intervenir para favorecer el rebrote de la especie de verano y/o frenar el crecimiento
del raigrass, para ello puede ser conveniente hacer cortes bajos o realizar la aplicación
de herbicidas selectivos. Cuando sobreviven algunas plantas se transforman en matas
que resaltan sobre la bermuda y desmerecen el césped y complican el juego. El
raigrass perenne tiene mayor resistencia al calor lo que hace que tenga una transición
más complicada, en este caso, en los campos deportivos, generalmente se recurre al
uso de herbicidas selectivos.

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