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1091-Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, Causa: “Recurso Extraordinario de

Casación interpuesto por el Agente Fiscal Abog. Hugo Segovia en la causa:


“Supuesto Hecho Punible c/ la Vida (Homicidio Culposo) y Supuesto Hecho Punible
c/ la Seguridad de las personas en el Tránsito Terrestre (Exposición al Peligro del
Tránsito Terrestre)”. Causa N° 197/2008. (Ac. y Sent. N° 629)
            Legislación citada: Código Penal: 107; Código Procesal Penal: 5,  9, 129, 165,
166,  399, 468, 473, 477, 478, 480.
TEXTO COMPLETO:
Asunción, 25 de agosto del año 2015.
            Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala
Penal, resolvió plantear y votar las siguientes,
Cuestiones:
            ¿Es admisible el recurso planteado?
            En su caso, ¿resulta procedente?
            Practicado el sorteo de Ley para determinar el orden de votación, arrojó el
siguiente resultado: Luis María Benítez Riera, Sindulfo Blanco y Alicia Pucheta de Correa.
            A la primera cuestión planteada, el Dr. Benítez Riera dijo: el Código Procesal
Penal en su Art. 477, al referirse al objeto del recurso planteado señala que: “Solo podrá
deducirse el Recurso Extraordinario de Casación contra las sentencias definitivas del
Tribunal de Apelaciones o contra aquellas decisiones de ese tribunal que pongan fin al
procedimiento, extingan la acción o la pena, o denieguen la extinción, conmutación o
suspensión de la pena”.
            Esto significa, que el objeto del Recurso Extraordinario de Casación  son las
resoluciones de los Tribunales de Apelación, sean estas Sentencias Definitivas y otras
decisiones, siempre que pongan fin al procedimiento, extingan la acción o la pena,
conmutación o suspensión de la pena”. Si esta exigencia se halla cumplida y el recurso se
interpone dentro del plazo fijado por el art. 480 del CPP, en consecuencia con el art. 468
del mismo cuerpo legal, la admisibilidad para su estudio es innegable, indiscutible.
            Tampoco debe olvidarse que el Recurso de Casación es de Carácter
extraordinario, lo que implica que las normas que lo regulan son de interpretación
restrictiva, sin posibilidad de ampliar las que ellas expresan ni entenderlas
analógicamente y más cuando las mismas son tan claras, transparentes y terminantes,
como lo son los Arts. 477, 478 y 480 del Código Procesal Penal.
            Precisado de este modo los límites para la admisibilidad del Recurso
Extraordinario Casación; veremos seguidamente si el planteo del Ministerio Público Abog.
Hugo Víctor Segovia Villasanti se halla o no circunscripto dentro de ese marco fijado para
ese efecto, por nuestra Ley Penal de Forma.
            En el caso de autos, la casación fue evidentemente interpuesta contra el Acuerdo
y Sentencia N° 35, de fecha 27 de mayo de 2010, dictado por El Tribunal de Apelaciones
en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal de la Circunscripción Judicial de Misiones (fs.
403/404), de acuerdo a la cédula de notificación de fs. 406 y la fecha de presentación del
recurso -11 de junio de 2010- (fs. 1/11) fue deducido dentro del mismo término de ley.
Asimismo el Agente Fiscal al plantear el Recurso Extraordinario de Casación, invoca el
inciso 3 del art. 478 del CPP. Su admisibilidad, consecuentemente, no ofrece dudas. Es
mi voto.
            A la segunda cuestión planteada, el Dr. Luis María Benítez Riera, prosiguió
diciendo: Admitido el recurso interpuesto, corresponde determinar si es o no procedente.
Para ello, el pedido debe encuadrarse en el marco establecido por el art. 478 del CPP,
que es la norma que indica con absoluta claridad, cuales son los “motivos” que hacen a la
procedencia de una casación. Y esos motivos, como lo apunta el citado artículo
precedentemente mencionado son tres: 1) cuando en la sentencia de condena se
imponga una pena privativa de libertad mayor a diez años, y se alegue la inobservancia o
errónea aplicación de un precepto constitucional; 2) cuando la sentencia o el auto
impugnado sea contradictorio con un fallo anterior de un Tribunal de Apelaciones o de la
Corte Suprema de Justicia; o, 3) cuando la sentencia o el auto sean manifiestamente
infundadas. Fuera de las situaciones señaladas por estos incisos, el Recurso
Extraordinario de Casación se vuelve totalmente improcedente, y, más todavía, cuando
dichas disposiciones, por reglar un recurso de carácter extraordinario, deben ser de
interpretación restrictiva, restringida, limitada.
            Tampoco debe olvidarse que el Recurso Extraordinario de Casación es un juicio
jurídico-técnico sobre la legalidad de la sentencia (errores in iudicando) o sobre los vicios
del proceso (errores in procedendo), siempre que estos se relacionen con los tres
exclusivos motivos que hacen a la procedencia de la casación, nítidamente
individualizados en el referido Art. 478 del Código Procesal Penal. En modo alguno,
entonces, puede entenderse al Recurso Extraordinario de Casación, como una nueva
instancia, y menos como una potestad ilimitada para revisar un proceso criminal en su
totalidad y, más todavía, considerando al sistema acusatorio, adoptado por nuestro
procedimiento penal, no se admite un nuevo examen de los hechos ni la revaloración de
las pruebas, que son definitivamente fijados en Primera Instancia, en virtud y por respeto
a los principios de inmediación, concentración, publicidad y otros.
            Por Acuerdo y Sentencia N° 35, de fecha 27 de mayo de 2010, el Tribunal de
Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal de la Circunscripción Judicial de
Misiones, resolvió: “Declarar la competencia de este Tribunal de Apelación…; Declarar
inadmisible el recurso de apelación especial interpuesto; Anotar…” (fs. 403/404).
            El representante del Ministerio Público al fundamentar el Recurso Extraordinario
de Casación, expresa: “la resolución es infundada, atendiendo a que la misma se halla
basada en el acta de lectura de sentencia de la presente causa en fecha 9 de marzo del
año 2010, obrante a fs. 368 que se encuentra viciada de nulidad absoluta. Pues, en el
juicio oral y público realizado en la presente causa, al término del mismo a las 03:00
horas, de fecha 9 de marzo del año 2010, el Presidente del Tribunal de Sentencia señala
audiencia para el día 16 de marzo del año 2010, a las 13:00 horas, a fin de dar lectura
íntegra de la sentencia realizada en la presente causa y la entrega de copias del acta
labrada en la audiencia de juicio oral y público. Es así, que en forma inexplicable,
sospechosa e increíble supuestamente, se realiza la lectura de la sentencia respectiva a
las doce horas del día 9 de marzo de 2010, según el acta respectiva obrante a fs. 368 de
la carpeta fiscal. Es por ello, que teniendo como notificación válida la realizada por el
Presidente del Tribunal de Sentencia al término del juicio oral en la que señala como
fecha de la lectura de la Sentencia el día 16 de marzo de 2010; que así mismo determina
el comienzo del plazo de 10 días hábiles que las partes tienen para apelar; esta
Representación Pública lo interpuso en fecha 30 de marzo del 2010, que fue declarado
inadmisible por el Tribunal de Apelación por extemporáneo, al considerar como válida el
acta cuestionado.
            Señala además que la reducción del plazo para apelar violenta principios
fundamentales como rigen el proceso, como lo es la igualdad de oportunidades, prescripto
en el art. 9 del CPP.
            Que ante tal circunstancia se halla adecuado lo peticionado a lo prescripto por los
arts. 165 y 166 del CPP, por lo que solicito declare la nulidad del acta obrante a fs. 368,
así como la revocación del Acuerdo y Sentencia recurrida.
            Asimismo atendiendo al principio de economía procesal solicito el estudio del
fondo de la cuestión por medio de Casación Directa siendo los fundamentos lo siguiente:
la SD N° 2 de fecha 09 de marzo del 2010 emanada por el Tribunal de Sentencia de
Misiones, por la que declara la no comprobación de la existencia del hecho punible de
Exposición a peligro en el Tránsito terrestre y la responsabilidad en grado de autoría del
acusado Carlos María Arrechea y en consecuencia Absuelve de culpa y pena al mismo,
es manifiestamente infundado, requisito exigido por el art. 478 inc. 3 del CPP…, la
sentencia recurrida se halla plagada de irregularidades formales y de fondo en razón que
se ha analizado la existencia de los hechos punibles de Homicidio Culposo y Exposición a
peligro en el tránsito terrestre en la cual los integrantes del tribunal de mérito se limitan a
transcribir el relato de los hechos referidos por los testigos y peritos durante el juicio oral y
público, para luego hacer referencia a las posiciones del Ministerio Público, querella y
defensa y luego de un análisis de las pruebas concluir en la existencia del hecho punible
de homicidio culposo, sin concluir sobre el hecho punible de exposición a peligro en el
tránsito terrestre, careciendo por ello de fundamento y ocasionando vicios en el fallo, lo
cual acarrea la nulidad de la resolución apelada.
            Que asimismo la parte resolutiva carece de elementos esenciales, atendiendo a
que el apartado 3 se halla en contradicción con los apartados 5 y 6 de la misma. El
apartado 3 refiere: Declarar la comprobación de la existencia del hecho punible y la vida
(homicidio culposo), tipificado en el art. 107 del CP, es decir se comprobó que alguien
causó la muerte por acción culposa de Ricardo Martínez y Atilio Báez. Es más, siendo la
única persona acusada como autor del hecho punible de homicidio culposo, el señor
Carlos Arrechea, al concluir que existió el hecho punible de homicidio culposo, por
razonamiento lógico, el responsable personal inexorablemente es Carlos Arrechea,
resultando por ello contradictorio, lo resuelto en el apartado 5 y 6 de la sentencia.
            Que totalmente de contramano al cúmulo de pruebas existentes, el tribunal refiere:
era imposible que el acusado pueda prever una posible lesión a tal deber de cuidado,
además refiere la existencia de duda en cuanto al comportamiento del acusado; más aún,
la reconstrucción de los hechos que determinó en forma fehaciente de que resultaba
notoria la visualización de las luces de stop, direccional y baliza que indicaba el peligro y
que debía disminuir la velocidad, y Carlos Arrechea no lo hizo.
            Por último con relación al hecho punible de exposición al peligro, en el tránsito
terrestre se ha probado que Carlos Arrechea se encontraba bebiendo vino en la casa de
Asa González en la ciudad de Villa Florida, Misiones, horas antes del accidente, y luego
del accidente Néstor Balbuena y César Sánchez se la acercaron a Carlos Arrechea quien
expedía un fuerte olor a alcohol. Es decir, Carlos Arrechea no estaba en condiciones de
conducir por el consumo de bebidas alcohólicas por lo tanto, es responsable del hecho
punible. Solicita se revoque la sentencia definitiva y se ordene la realización de un nuevo
juicio oral y público”. (fs. 1/11).
            Por su parte, el defensor al contestar el traslado expresa: “los agravios del
impugnante carecen de total asidero fáctico, es tan evidente la total negligencia del
Ministerio Público. Además, es imposible pretender ante esta Corte subsanar o corregir
las omisiones o negligencias de las partes en la tramitación de los procesos y realización
de los actos procesales que hacen a su derecho, es deber de los mismos observar las
formas procesales prescriptas para la viabilidad de determinados institutos, lo cual implica
que de no haberlo hecho así mal podría prosperar sus pretensiones en estas condiciones.
Solicita el rechazo del Recurso Extraordinario de Casación”. (fs. 68/70).
            Pasando a analizar los argumentos expuestos por el Representante Fiscal, se
advierte que el Presidente del Tribunal de Sentencia, expresó: “Seguidamente en
presencia de las partes, los Miembros del Tribunal de Sentencia, proceden a dar una
breve explicación de la Sentencia recaída en autos. Asimismo, se señala audiencia para
el día 16 de marzo de 2010, a las 13:00 hs., a fin de dar lectura íntegra de la sentencia
recaída en la presente causa y la entrega de copias del acta labrada en la presente
audiencia de juicio oral y público” (fs. 350).
            Por otra parte, a fs. 368 obra el acta de fecha 9 de marzo de 2010 a las 12:00 hs.,
en la cual el Presidente del Tribunal de Sentencia Abog. Oscar Ramón Talavera, procedió
a dar lectura íntegra de la Sentencia Definitiva N° 2 de fecha 9 de marzo del año en curso,
dejándose constancia de la incomparecencia de las partes, habiendo sido notificado de la
mencionada lectura en forma legal al final del juicio oral y público, dejándose constancia
de que la parte resolutiva fue leída al finalizar la audiencia de juicio oral y público, estando
presente el condenado a quien, se le advirtió del derecho de recurrir la resolución, en
presencia de las partes, seguidamente el señor Presidente dio una explicación de los
fundamentos que motivaron la Sentencia, con lo que se dio por terminado el acto todo por
ante mí que certifico. Fdo.: Oscar Ramón Talavera, Juez y Hugo Gilberto Medina, Actuario
Judicial.
            El Artículo 399, última parte del CPP, reza: “La sentencia quedará notificada con la
lectura integral y las partes recibirán copia de ella”; el artículo 468 del mismo cuerpo legal,
expresa: “…El recurso de apelación se interpondrá ante el juez o tribunal que dictó la
sentencia, en el término de diez días luego de notificada, y por escrito fundado, en el que
se expresará, concreta y separadamente, cada motivo con sus fundamentos y la solución
que se pretende…”. Asimismo el art. 129 del CPP, establece: “…Los actos procesales
serán cumplidos en los plazos establecidos. Los plazos legales y judiciales serán
perentorios e improrrogables y vencerán a las veinticuatro horas del último día señalado,
salvo que la ley permita su prórroga o subordine su vencimiento a determinada actividad
o declaración de voluntad…Los plazos determinados por días comenzarán a correr al día
siguiente de practicada su notificación…”.
            Examinando las constancias de autos, nos percatamos que no consta en el
expediente la notificación realizada al Representante del Ministerio Público de la
Sentencia Definitiva recaída en el expediente, así como no consta el acta de lectura
íntegra y la entrega de copias a las partes de fecha 16 de marzo de 2010, tal como
convocó el Presidente del Tribunal de Sentencia al finalizar el juicio oral y público, motivo
por lo cual, el plazo de 10 días para la interposición del recurso de apelación, conforme al
468 del CPP, no ha comenzado a correr, más aún porque el Presidente del Tribunal de
Sentencia ha convocado para el día 16 de marzo de 2010, a las 13:00 hs., como fecha
para la lectura íntegra de la Sentencia definitiva recaída en la causa y la entrega de
copias del acta labrada en la presente audiencia de juicio oral y público, cosa que no ha
sucedido, pues sorpresivamente, el acta de lectura de sentencia fue realizada en fecha 09
de marzo del 2010, fecha en la cual, supuestamente comenzó del plazo para apelar.
            La nulidad es una sanción jurídica, que le resta la eficacia que puede tener un acto
jurídico, que ha nacido con algún vicio o que simplemente no ha nacido formalmente al
mundo del derecho.
            Julio Maier, señala que la nulidad no es, entonces, una sanción, vista tanto desde
un punto de vista material como desde el ángulo de observación formal. Se puede decir
que “nulo” es el reverso de “válido”. Tanto “válido” como “nulo” son predicados de un acto
que expresan de él si es idóneo o inidóneo, respectivamente, para producir algún efecto
jurídico.
Por su parte, Carlos Creus, manifiesta que la nulidad aparece entonces como amenaza
que pende sobre actos defectuosos, que se resuelve en su ineficacia procesal y que por
ello es mirada como sanción por la doctrina más común. Es, en sí, la consecuencia de la
“omisión de una forma o de un requisito legalmente necesario”, para la validez del acto, es
decir, lo que atañen a su “estructura material”, “a la capacidad de que ejecuta”, “a la
intervención necesaria de ciertas personas”, o “al resguardo de la situación procesal de
los interesados”.
            No existe la nulidad por la nulidad. Los requisitos que deben concurrir para la
declaración de nulidad de un acto procesal: a) perjuicio, es necesaria la demostración de
un perjuicio real y concreto por la parte afectada por el vicio del acto impugnado; b)
Interés, la actividad procesal nulificante debe ser desarrollada por conveniencia o
necesidad de alguna de las partes con el fin de obtener algún provecho; c) Orden público,
se relaciona con el buen proceso del proceso establecido legalmente con la finalidad de
preservar las garantías constitucionales.
            La nulidad absoluta es el último mecanismo del juez o tribunal tendiente a expulsar
el acto viciado o defectuoso, tratando en todo momento de sanear el acto previamente y
como última ratio declarar la nulidad, cuando el vicio afecta derecho de asistencia,
representación y defensa del imputado, así como principios estructurales del proceso.
            El principio previsto en el art. 165 del CPP, consagra que no tienen efectos
jurídicos los actos procesales cometidos en inobservancia o violación de formas y
condiciones legales y constitucionales. Conforme a la interpretación dogmática e integral
de las normas que rigen la materia así como del sistema dentro del cual se desenvuelven
las mismas que consagra al decir de Alberto Binder que “No todo quebrantamiento de las
formas genera un acto inválido, aunque genera un acto defectuoso”, y en su caso si así
fuere “No todo acto inválido genera necesariamente un acto nulo”, en razón de que
existen mecanismos de rectificación (saneamiento o subsanación) de dichos actos
cuando la violación o inobservancia ha afectado solo las formas y no el principio que
subraye tras ella. De lo que surge que “acto nulo” solamente es aquel acto inválido que no
pudo ser reparado y corresponde ser eliminado del proceso. Asimismo en caso de que se
haya afectado el principio, el perjuicio o gravamen producido por la inobservancia o
violación, debe ser irreparable, para que se declare la nulidad del acto, eliminándolo del
proceso. Esto se explica porque el Código Procesal Penal responde a la doctrina que
consagra un sistema de nulidad funcional, al servicio de las garantías del debido proceso,
no de las formas propiamente dichas. Lo que conduce a aseverar, que la nulidad es la
última respuesta del sistema penal para los actos defectuosos (última ratio). Antes de
declararse se debe sanear el acto. La nulidad nunca se declara a favor de la ley, sino para
proteger un interés concreto que ha sido dañado por la violación o inobservancia de la
misma. El cumplimiento de las formas no es el fin sino el medio para asegurar el
cumplimiento de los principios. De todo lo cual se desprende que para verificar si existen
razones para declarar la nulidad de un acto procesal; en primer lugar se debe analizar la
entidad de la irregularidad antes que recurrir automáticamente a la nulidad del mismo. Es
fundamental ubicar primero el principio o garantía a favor de cuya protección se ha
establecido la norma. Luego si ha existido vulneración efectiva se producirá sanear a
través del restablecimiento de las formas y condiciones que rodean al principio.
Finalmente solo si la vulneración ha producido un perjuicio irreparable se deberá declarar
la nulidad del acto. Como se observa es cuestión de determinar en cada caso, hasta
donde ha llegado la ilicitud y si en su caso ha habido perjuicio.
            El concepto de nulidad va unido, de forma indefectible, al concepto de garantía
para proteger el ejercicio de los derechos inherentes a la condición de parte en el
proceso. El derecho a un procedimiento con todas las garantías tiene carácter
fundamental, preceptos que si bien están referidos exclusivamente a la persona del
imputado, son perfectamente extrapolables a todo aquel que ostente la condición de
parte, y sobre todo a aquel que hubiere sido víctima del delito o perjudicado por el mismo,
quienes son titulares de los derechos. La vulneración de una norma procesal, que
responde a un fin y puede incorporar una facultad procesal, un derecho de alguna de las
partes, se sanciona, en principio, con su nulidad, sin perjuicio de que pueda darse la
reparación o subsanación del acto procesal viciado. Se trataría, por lo tanto, de una
garantía límite, de un remedio procesal de carácter residual debido a la posibilidad de
reforma y rectificación de los actos procesales, junto con el principio de conservación. Tal
como lo señala la jurisprudencia española, “la vulneración de la ley procesal no puede ser
indiferente ni quedar intangible, debiendo declararse la nulidad de los actos realizados
contrariamente a ellas, dejando a salvo, claro está, los casos de levedad en el vicio in
procedente, de contrastada irrelevancia, o de los casos de subsanación donde las
garantías procesales hayan quedado eficazmente restañadas”. Conviene dejar claro, por
lo que aquí interesa, que la nulidad de los actos procesales solo es predicable, en
puridad, respecto de los actos imputables al órgano judicial, no a las partes, aunque
obviamente los actos procesales de estas podrán dejarse sin efecto en cuanto estén en
conexión con los actos judiciales anulados. Los actos procesales atribuibles a otros
intervinientes en el proceso no podrían, propiamente y en sí mismos, considerarse
viciados de nulidad, sino que lo será el acto judicial que los provoca o los venga a acoger,
debido a la tutela de la legalidad que el juez ejerce sobre los mismos y cuyo control
defectuoso daría lugar al acto procesal –deficiente- a través del cual el mismo se autoriza
o realiza. El Derecho Procesal Penal Salvadoreño. La Nulidad de Actuaciones. José Luis
Antón Blanco y José Manuel Marco Cos.
            En su obra “Código Procesal Penal, Comentado, Jorge Eduardo Vázquez Rossi y
Rodolfo Centurión, expresan: “…El Código establece como garantía lo concerniente a la
Igualdad de Oportunidades Procesales. Ello deriva de la misma configuración de la
relación jurídico-procesal en la cual la acusación y defensa se encuentran horizontalmente
situadas entre sí en el desarrollo contradictorio y subordinadas a las decisiones del
órgano jurisdiccional imparcial, impartivo e independiente. Asimismo tiene que ver con el
reconocimiento de la jerarquía del defensor y de modo general procura que el debate se
realice lealmente con idénticos poderes y obligaciones entre los representantes de los
diversos intereses comprometidos…”.
            En el caso de autos, se advierte irregularidades, específicamente se ha violado el
Principio de Igualdad de Oportunidades, motivo por lo cual debe anularse el Acuerdo y
Sentencia N° 35 de fecha 27 de mayo de 2011, dictada por el Tribunal de Apelaciones en
lo Civil, Comercial, Laboral y Penal de la Circunscripción Judicial de Misiones, incluso
debe anularse las actuaciones practicadas desde las fojas 368, conforme a lo prescripto
en el art. 399 última parte del CPP, pues se constata que el acta de la audiencia de
lectura íntegra y entrega de copias a las partes no fue realizada en la fecha convocada
por el Presidente del Tribunal, sino mas bien fue realizada en fecha anterior a la misma.
            Ahora bien, debemos pasar a estudiar la Sentencia Definitiva N° 02 de fecha 09 de
marzo de 2010, dictada por el Tribunal de Sentencia de la Ciudad de San Juan Bautista,
Departamento de Misiones en la cual resolvió: “1) Ratificar, la competencia del Tribunal de
Sentencia…; 2) Declarar la procedencia de la acción instaurada por el Representante del
Ministerio Público…; 3) Declarar la comprobación de la existencia del hecho punible c/ la
vida, tipificado en el art. 107 del CP…; 4) Declarar la no comprobación de la existencia del
hecho punible de Exposición a Peligro en el tránsito terrestre…; 5) Declarar la no
comprobación de la responsabilidad en grado de autoría del acusado…; 6) Absolver de
Culpa y Pena al Sr. Carlos María Arrechea…; 7) Imponer…; 8) Disponer…; 9) Anotar…”;
(fs. 38/54).
            Realizando una lectura atenta de la Sentencia Definitiva dictada por el Tribunal de
Sentencia de San Juan Bautista, Misiones, se advierte la existencia de motivación
contradictoria, es decir, no existe correspondencia entre el considerando y la parte
resolutiva, el Tribunal de mérito argumentó el fallo haciendo dos juicios contradictorios
entre sí, por lo que no pueden ser verdaderos los dos. Es más, advertimos la mala
aplicación de las reglas de la sana crítica en el razonamiento seguido por el inferior para
la elaboración del fallo.
            Asimismo, en cuanto a la contradicción en la parte resolutiva, verificamos que el
Tribunal de Mérito al declarar la comprobación de la existencia del hecho punible contra la
vida, tipificado en el art. 107, y al mismo tiempo declarar la no comprobación de la
existencia del hecho punible de Exposición a peligro en el tránsito terrestre, así como al
declarar la no comprobación de la responsabilidad en el grado de autoría en el hecho
punible c/ la vida, por duda de conformidad al art. 5 del CPP, ha dictado una sentencia
contradictoria, pues que no es posible en un apartado comprobar la existencia del hecho y
en el otro apartado la no comprobación de la responsabilidad en grado de autoría del
acusado Carlos María Arrechea en el hecho punible c/ la vida por duda de conformidad al
art. 5 del CPP.
            Desde del momento que la sentencia contraríe los principios supremos del
pensamiento, identidad, de no contradicción, de tercero excluido o de la razón suficiente,
será nula por ilógica. Y también corresponde tal sanción, cuando viole las reglas de la
coherencia, de la congruencia, de la no contradicción o sea equívoca. Lineamientos sobre
el Código Procesal Penal. Dra. Carolina Llanes.
            Por estas razones expuestas precedentemente, corresponde la nulidad de la
Sentencia Definitiva N° 02 de fecha 9 de marzo de 2010, dictada por el Tribunal de
Sentencia de la Ciudad de San Juan Bautista, Misiones, y se reenvíe estos autos a un
nuevo juicio oral, conforme al artículo 473 del CPP.
            Voto de la Ministra Alicia Pucheta de Correa:
            A la primera cuestión: Comparto y me adhiero por los mismos fundamentos al voto
emitido por el Ministro Luis María Benítez Riera.
            A la segunda cuestión: Comparto y me adhiero por los mismos fundamentos al
voto emitido por el Ministro Primer Opinante en lo referente a la procedencia del Recurso
Extraordinario contra el Acuerdo y Sentencia N° 35 de fecha 27 de mayo de 2010 y su
correspondiente anulación.
            Sin embargo, en cuanto alude a la decisión directa, debo manifestar mi respetuosa
disidencia debido a que el Tribunal de Apelación –en razón de la inadmisibilidad dictada-
no ha abierto la competencia para estudiar el Recurso de Apelación Especial por lo que
en este caso en particular, corresponde el reenvío a un nuevo Tribunal de Apelaciones
para que el mismo resuelva el Recurso pertinente. Es mi voto.
            A su turno el Dr. Sindulfo Blanco manifestó adherirse al voto que antecede por los
mismos fundamentos.
            Con lo que se dio por terminado el acto, firmando los Excmos. Miembros de la
Corte Suprema de Justicia, por ante mí que certifico, quedando acordada la sentencia que
inmediatamente sigue:
            Visto: Los méritos que ofrece el acuerdo precedente y sus fundamentos, la Corte
Suprema de Justicia, Sala Penal, Resuelve: Declarar Admisible para su estudio el
Recurso Extraordinario de Casación planteado. Hacer lugar al Recurso Extraordinario de
Casación deducido por el Ministerio Público planteado contra el Acuerdo y Sentencia N°
35 de fecha 27 de mayo de 2010, dictado en los autos mencionados por Tribunal de
Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal de la Circunscripción Judicial de
Misiones, Anulando esta resolución, reenviando a otro Tribunal de Apelaciones, a los
efectos del estudio de recurso pendiente. Anotar, registrar, notificar. Ante mÍ: Ministros:
Dra. Alicia Beatriz Pucheta de Correa; Luis María Benítez Riera; Dr. Sindulfo Blanco;
Abog. Karinna Penoni,Secretaria.

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