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EL HECHO IMPONIBLE

El Hecho Imponible, conocido también como presupuesto de hecho, constituye


un hecho concreto, localizado en un tiempo y espacio determinado, el cual sucedido
efectivamente da nacimiento a la obligación tributaria. De acuerdo a lo que establece
el Artículo 36. COT se define hecho imponible como “el presupuesto establecido por la
ley para tipificar el tributo, y cuya realización origina el nacimiento de la obligación
tributaria”. Evidentemente el Presupuesto Legal y el Hecho Imponible son conceptos
diferentes, ya que el primero es pura abstracción, hipótesis, elaborado en la mente del
legislador y plasmado en la Ley, mientras que el segundo es concreción, certeza,
localizado en la realidad y subsumido en la hipótesis. Sin embargo, no es que la
hipótesis deje de serlo y se trastoque en hecho imponible, lo que ocurre en la realidad
son hechos, los cuales pueden encuadrar en la hipótesis legal, y de ser así, generar
efectos jurídicos tributarios, es decir configurar la obligación jurídica tributaria.
Ciertamente si los hechos acontecidos en la realidad no encuadran en la hipótesis
establecida legalmente, son hechos irrelevantes para el Derecho Tributario pues no
generan ningún efecto.
El hecho imponible no es otra cosa que el negocio o acto económico que resulta
afecto al tributo y cuya realización u omisión determina el nacimiento de la obligación
tributaria, en pocas palabras, es un hacer o un no hacer. Asimismo, Villegas sostiene
que "el hecho imponible como hipótesis legal condicionante es un hecho de sustancia
económica, al cual el derecho convierte en hecho jurídico"; en consecuencia el hecho
imponible, es un hecho jurídico concreto que da nacimiento a la obligación tributaria,
ya que la ley por sí sola no puede cumplir con este fin por no poder indicar dentro de
su ordenamiento a los deudores individuales del tributo, por lo que se vale del hecho
imponible que al realizarse determina el sujeto pasivo y la prestación a que está
obligado. Al respecto el Código Orgánico Tributario es claro al señalar en su Artículo
36, que la obligación tributaria nace cuando se realiza el hecho previsto en la Ley,
como generador de dicha obligación, es decir, que el nacimiento de la obligación
tributaria, tal como lo expresa la citada norma, está condicionado a la realización del

hecho previsto en la ley, como generador de dicha obligación.

Nacimiento o Presupuestos del Hecho Imponible


En Derecho las obligaciones nacen por tres vertientes fundamentales: 1) La Ley,
por sí misma, sin condicionarse con algún hecho jurídico (obligaciones meramente
legales), 2) La Ley por sí misma, pero condicionado a un hecho jurídico (obligación ex
lege) y 3) La voluntad de las partes (obligaciones voluntarias); en tal sentido, la
obligación tributaria nace cuando se realiza el hecho previsto en la Ley, como
generador de dicha obligación, siendo esta una Obligación Ex Lege porque su
nacimiento está condicionado a la realización o no de un hecho jurídico (hecho
imponible) con trascendencia tributaria. El Código Orgánico Tributario, establece que,
de conformidad con el Principio Nullum Tributum Sine Lege (Principio de Legalidad), la
obligación tributaria nace cuando se realiza el "presupuesto", osea el negocio jurídico,
el hecho económico configurado en la Ley, por lo que no puede haber obligación
tributaria si no tiene respaldo en una Ley previa, anterior, y expresa, que señale al
"hecho imponible", y el Articulo 37. COT, a este respecto señala:
Artículo 37. COT.- Se considera ocurrido el hecho imponible y existente
sus resultados:
1) En las situaciones de hecho, desde el momento que se hayan
realizado las circunstancias materiales necesarias para que
produzcan los efectos que normalmente les corresponden.
2) En las situaciones jurídicas, desde el momento en que estén
definitivamente constituidas de conformidad con el derecho
aplicable.

En la literatura moderna, no existe discusión doctrinaria y en tal forma, se ha


legislado que la obligación tributaria nace por la realización del hecho imponible, o
como lo dice expresamente el Código, cuando se realiza el hecho previsto en la ley,
como generador de dicha obligación. A propósito del hecho imponible, es oportuno
transcribir lo expuesto por Jarach (S/F):
La obligación jurídica tributaria es una obligación que nace de la ley.
Este principio fundamental se deduce del principio de legalidad, pero la
obligación que nace de la ley necesita algún otro puente para que exista
la obligación en caso concreto.
La ley no hace sino establecer cuáles son los hechos jurídicos que dan
origen a las obligaciones: por lo tanto, existe necesariamente en toda
obligación legal una definición por parte de la ley, de cuáles son las
circunstancias de hecho, los supuestos de hecho, los hechos jurídicos
que dan origen a las obligaciones, es decir las situaciones de hecho en
virtud de los cuales, cuando se verifican en la realidad, surge o nace en
ese momento la obligación de dar el tributo. Todas estas condiciones,
supuestos, presupuestos, circunstancias en una palabra, hechos: son
justamente un hecho jurídico de carácter tributario.

En consecuencia, el nacimiento de la obligación tributaria, opera en el momento


en que se verifica el hecho imponible, denominado también hecho jurídico tributario,
término adoptado en la actualidad por gran parte de los tratadistas, aun cuando ha
recibido críticas, sobre todo de autores europeos. La verificación del hecho imponible
es la base que da nacimiento a la obligación, criterio no sólo aplicable a
los sistemas donde prevalece la declaración espontánea, sino también en los sistemas

del llamado acto de imposición.

Exigibilidad del Hecho Imponible


El Artículo 37. COT, establece una situación de hecho cuando la Ley no exige el
cumplimiento de ninguna formalidad o requisito para la validez del hecho imponible,
sino que basta con la realización del acto generador del de la obligación tributaria. En
el caso de situaciones de derecho, se dice que se está en presencia de éstas toda vez
que debe cumplirse con el requisito formal que haga constar dicho acto; entonces,
puede decirse que, para determinar si se está ante una situación de hecho o de
derecho bastará con analizar si la ley exige o no el cumplimiento de un requisito para
que dicho acto sea considerado como válido o no, en el primer caso, que la ley exija el
requisito, se hablará de una situación de derecho y en caso de no requerirse la
formalidad de ley se tratará de una situación de hecho. El Artículo 38. COT, señala:
Artículo 38. COT.- Si el hecho imponible estuviere condicionado por la
ley o fuere un acto jurídico condicionado, se le considerará realizado:
1) En el momento de su acaecimiento o celebración, si la condición
fuere resolutoria.
2) Al producirse la condición, si ésta fuere suspensiva.

Parágrafo Único: En caso de duda se entenderá que la condición es


resolutoria.

En pocas palabras, se describe a partir de qué momento se considerará


realizado el hecho imponible cuando éste se encuentre sometido a condición, para ello
se debe entender que la condición es una modalidad que afecta a la existencia de la
obligación y se la puede definir como “un acontecimiento futuro e incierto, de cuya
realización depende el nacimiento o extinción de una obligación". De la anterior
definición se desprenden dos tipos de condiciones: Una Condición Suspensiva, que se
configura cuando de su realización depende el nacimiento de la obligación; esto que es
la obligación nace desde el momento que se materializa la condición y una Condición
Resolutoria, que lo es cuando de su realización se deriva la extinción de la obligación,
restableciendo la situación jurídica anterior a su nacimiento.

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