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TECNICATURA EN ENFERMERIA.

Aspectos legales

Tema: código Nuremberg.


Profesor: Marcela victoriano.
Alumno: Sánchez Verónica.
El Código de Núremberg

Normas éticas sobre experimentación en seres humanos

El Código de Núremberg fue publicado el 20 de agosto de 1947, como producto del


Juicio de Núremberg (agosto 1945 a octubre 1946), en el que, junto con la jerarquía
nazi, resultaron condenados varios médicos por gravísimos atropellos a los derechos
humanos. El mérito de ser el primer documento que planteó explícitamente la
obligación de solicitar el Consentimiento Informado, expresión de la autonomía del
paciente.

existen pruebas de gran peso que nos muestran que ciertos tipos de experimentos
sobre seres humanos, cuando se mantienen dentro de límites razonablemente
definidos, son conformes con la ética general de la profesión médica. Quienes
practican la experimentación humana justifican su actitud en que esos experimentos
proporcionan resultados que benefician a humanidad y que no pueden obtenerse por
otros métodos o medios de estudio. Todos están de acuerdo, sin embargo, en que
deben observarse ciertos principios básicos a fin de satisfacer los requisitos de la
moral, la ética y el derecho:

Sus recomendaciones son las siguientes:

Es absolutamente esencial el consentimiento voluntario del sujeto humano.


El experimento debe ser útil para el bien de la sociedad, irremplazable por
otros medios de estudio y de la naturaleza que excluya el azar.
Basados en los resultados de la experimentación animal y del conocimiento de la
historia natural de la enfermedad o de otros problemas en estudio, el
experimento debe ser diseñado de tal manera que los resultados esperados
justifiquen su desarrollo.
El experimento debe ser ejecutado de tal manera que evite todo sufrimiento
físico, mental y daño innecesario.
Ningún experimento debe ser ejecutado cuando existan razones a priori para
creer que pueda ocurrir la muerte o un daño grave, excepto, quizás en aquellos
experimentos en los cuales los médicos experimentadores sirven como sujetos
de investigación.
El grado de riesgo a tomar nunca debe exceder el nivel determinado por la
importancia humanitaria del problema que pueda ser resuelto por el
experimento.
Deben hacerse preparaciones cuidadosas y establecer adecuadas condiciones
para proteger al sujeto experimental contra cualquier remota posibilidad de
daño, incapacidad y muerte.
El experimento debe ser conducido solamente por personas científicamente
calificadas. Debe requerirse el más alto grado de destreza y cuidado a través
de todas las etapas del experimento, a todos aquellos que ejecutan o colaboran
en dicho experimento.
Durante el curso del experimento, el sujeto humano debe tener libertad para
poner fin al experimento si ha alcanzado el estado físico y mental en el cual
parece a él imposible continuarlo.
Durante el curso del experimento, el científico a cargo de él debe estar
preparado para terminarlo en cualquier momento, si él cree que en el ejercicio
de su buena fe, habilidad superior y juicio cuidadoso, la continuidad del
experimento podría terminar en un daño, incapacidad o muerte del sujeto
experimental.

El Código de Nuremberg se convirtió en un estímulo para los profesionales de la salud


y la sociedad en general, inspirando la creación de otros documentos éticomédicos
como la Declaración de Ginebra (1948) y el Código Internacional de Etica Médica
(1949), ambos formulados y aceptados por la Asociación Médica Mundial y aún
vigentes con algunas reformas. Aunque estos documentos no hacen alusión al estudio
de humanos, enfatizan la importancia del comportamiento ético de los médicos ante
sus pacientes y colegas.

A cincuenta años de la promulgación del Código de Nuremberg, se puede afirmar que la


normatividad ética sobre la investigación en seres humanos ha evolucionado,
propiciando que la comisión de excesos o de abusos por parte de los investigadores,
disminuya. La Declaración de Helsinki II, adoptada en 1975, también por la Asociación
Médica Mundial, está específicamente enfocada a la investigación terapéutica y es,
actualmente, el documento más importante sobre el área.

Esta declaración marca no sólo una continuidad con el Código de Nuremberg, sino un
claro progreso en sus planteamientos a la luz de nuevos problemas que conlleva la
investigación en humanos.

El desarrollo del análisis sobre las implicaciones éticas de este tipo de investigación es
impostergable y tiene, en el Código de Nuremberg, un documento histórico de primera
importancia.

Vista aérea del Palacio de Justicia de Nuremberg, donde el Tribunal Militar


Internacional juzgó a 22 oficiales alemanes de alto rango por crímenes de guerra.
Nuremberg, Alemania, noviembre de 1945.
Después de la guerra, algunos de quienes eran responsables por los crímenes
cometidos durante el Holocausto fueron llevados a juicio. Para realizar los juicios que
tuvieron lugar en 1945 y 1946, se eligió Nuremberg en Alemania. Los jueces de las
potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y Estados Unidos)
presidieron las audiencias de veintidós principales criminales nazis.

Doce prominentes nazis fueron sentenciados a muerte. La mayoría de los acusados


admitieron haber cometido los crímenes de los que se les acusaba, aunque la mayoría
declaró que sencillamente seguían órdenes de una autoridad superior. Quienes
estuvieron involucrados directamente en los asesinatos recibieron las sentencias más
severas. Otras personas que desempeñaron papeles clave en el Holocausto, incluidos
funcionarios gubernamentales de alto rango y ejecutivos empresariales que utilizaron
a los prisioneros de los campos de concentración para realizar trabajos forzados,
recibieron sentencias cortas o ningún tipo de castigo.

La autoridad más alta de los nazis, la persona con mayor culpabilidad por el
Holocausto, no estaba en los juicios. Adolf Hitler se había suicidado durante los
últimos días de la guerra, al igual que lo hicieron varios de sus asistentes más
cercanos. Muchos otros criminales nunca fueron a juicio. Algunos huyeron de Alemania
al extranjero y varios cientos llegaron a Estados Unidos.

Los juicios a los nazis continuaron en Alemania y en otros países. Simon Wiesenthal, un
cazador de nazis, ubicó a Adolf Eichmann en Argentina. Eichmann, que había ayudado
en la planificación y la realización de las deportaciones de millones de judíos, fue
llevado a juicio a Israel. El testimonio de los cientos de testigos, muchos de ellos
sobrevivientes, fue seguido en todo el mundo. Eichmann fue hallado culpable y fue
ejecutado en 1962.
Fechas Claves

8 DE AGOSTO DE 1945

SE ANUNCIA EL ESTATUTO DEL TRIBUNAL MILITAR INTERNACIONAL


(INTERNATIONAL MILITARY TRIBUNAL, IMT) EN LA CONFERENCIA DE
LONDRES

El Tribunal Militar Internacional (IMT) está compuesto por jueces de Estados Unidos,
Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética. Las principales autoridades nazis serán
acusadas y llevadas a juicio en Nuremberg, Alemania, de acuerdo con el Artículo 6 del
Estatuto del IMT por los siguientes crímenes: (1) Conspiración para cometer los
cargos 2, 3 y 4, que se enumeran aquí; (2) crímenes contra la paz, definidos como la
participación en la planificación y la realización de una guerra de agresión violando
numerosos tratados internacionales; (3) crímenes de guerra, definidos como
violaciones de las reglas de la guerra acordadas internacionalmente; y (4) crímenes
contra la humanidad; "a saber, asesinato, exterminio, esclavitud, deportación y otros
actos inhumanos cometidos contra cualquier población civil, antes o durante la guerra;
o persecución por razones políticas, raciales o religiosas en ejecución de o en conexión
con cualquier crimen dentro de la jurisdicción del Tribunal, ya sea que violen o no las
leyes nacionales del país donde son perpetrados".

6 DE OCTUBRE DE 1945

OFICIALES NAZIS DE ALTO RANGO SON ACUSADOS DE CRÍMENES DE GUERRA

Los cuatro fiscales principales del Tribunal Militar Internacional (IMT), Robert H.
Jackson (Estados Unidos), Francois de Menthon (Francia), Roman A. Rudenko (Unión
Soviética) y Sir Hartley Shawcross (Gran Bretaña), presentan acusaciones contra 24
oficiales nazis de alto rango. Entre los acusados se encuentran Hermann Goering
(sucesor designado de Hitler), Rudolf Hess (segundo líder del partido nazi), Joachim
von Ribbentrop (ministro de asuntos exteriores), Wilhelm Keitel (jefe de las fuerzas
armadas), Wilhelm Frick (ministro del interior), Ernst Kaltenbrunner (jefe de las
fuerzas de seguridad), Hans Frank (gobernador general de la Polonia ocupada),
Konstantin von Neurath (gobernador de Bohemia y Moravia), Erich Raeder (jefe de la
marina), Karl Doenitz (sucesor de Raeder), Alfred Jodl (comando de las fuerzas
armadas), Alfred Rosenberg (ministro de los territorios orientales ocupados), Baldur
von Schirach (jefe de la Juventud Hitleriana), Julius Streicher (editor antisemita
radical nazi), Fritz Sauckel (jefe de asignación de trabajo forzado), Albert Speer
(ministro de armamentos) y Arthur Seyss-Inquart (comisionado de los Países Bajos
ocupados). Martin Bormann (asistente de Hitler) será juzgado en ausencia.
1 DE OCTUBRE DE 1946

VEREDICTO EN NUREMBERG

El Tribunal Militar Internacional (IMT) anuncia sus veredictos. Impone la sentencia de


muerte a 12 acusados (Goering, Ribbentrop, Keitel, Kaltenbrunner, Rosenberg, Frank,
Frick, Streicher, Sauckel, Jodl, SeyssInquart y Bormann). Tres son sentenciados a
cadena perpetua (Hess, el ministro de economía Walther Funk y Raeder). Cuatro
reciben sentencias que van desde los 10 a los 20 años (Doenitz, Schirach, Speer y
Neurath). El tribunal absuelve a tres de los acusados: Hjalmar Schacht (ministro de
economía), Franz von Papen (político alemán que desempeñó un papel importante en la
designación de Hitler como canciller) y Hans Fritzsche (jefe de prensa y radio). Las
sentencias de muerte se llevan a cabo el 16 de octubre de 1946, con dos excepciones:
Goering se suicidó poco antes de la fecha de su ejecución y Bormann continuó
desaparecido. Los otros 10 acusados son ahorcados, sus cuerpos cremados y las
cenizas depositadas en el río Iser. Los siete principales criminales de guerra
sentenciados a reclusión son enviados a la prisión de Spandau en Berlín.

El proceso de Núremberg fue un buen principio. Permítannos cuidar que sus principios
se utilicen en el mundo de hoy. Y acompáñennos en la lucha para que la guerra como tal
termine.

En América Latina todavía subsisten graves problemas de violaciones a los derechos


humanos, injusticia social, corrupción administrativa, deficiencia de las instituciones
del Estado, como el Poder Judicial, por ejemplo. Una justicia que demora no es
justicia. En consecuencia, América Latina, que ha llegado a formalizar la democracia
mediante elecciones populares, lo cual es un paso excelente hacia la real
democratización de nuestras sociedades, debe continuar con vigor por ese camino,
buscando perfeccionar sus sistemas, dándole mayor participación al pueblo en las
actividades del gobierno, establecer una verdadera justicia a través de instituciones
que transformen la realidad operativa de los Estados actuales. Yo creo que en América
Latina la dignidad del ser humano ha sido respetada. No siempre se ha procedido de
conformidad con este principio, pero en el fondo nuestros pueblos aceptan la dignidad,
la igualdad de la persona humana y deben seguir siendo caracterizados por esta
comprensión y por una lucha permanente para hacerla realidad
Bibliografía :

TRIBUNAL-DE-NUREMBERG_Código-de-Nuremberg_1947.pdf

https://www.unav.edu/web/unidad-de-humanidades-y-etica-medica/material-de-
bioetica/el-codigo-de-nuremberg

https://www.elmundo.cr/opinion/los-juicios-de-nuremberg-y-el-derecho-
internacional-contemporaneo-y-clasico/

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