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Reloj

Se denomina reloj al instrumento capaz de medir, mantener e indicar


el tiempo en unidades convencionales (horas, minutos o segundos).
Fundamentalmente permite conocer la hora actual, aunque puede tener otras
funciones, como medir la duración de un suceso o activar una señal en cierta hora
específica.
Los relojes se utilizan desde la antigüedad y a medida que ha ido evolucionando la
tecnología de su fabricación han ido apareciendo nuevos modelos con mayor
precisión, mejores prestaciones y presentación y menor coste de fabricación. Es
uno de los instrumentos más populares, ya que prácticamente muchas personas
disponen de uno o varios relojes, principalmente de pulsera, de manera que en
muchos hogares puede haber varios relojes, muchos electrodomésticos los
incorporan en forma de relojes digitales y en cada computadora hay un reloj.
El reloj, además de su función práctica, se ha convertido en un objeto de joyería,
símbolo de distinción y valoración.
La mayor precisión conseguida hasta ahora es la del último reloj
atómico desarrollado por la Oficina Nacional de Normalización (NIST) de
los Estados Unidos, el NIST-F1,1 puesto en marcha en 1999, es tan exacto que
tiene un margen de error de solo un segundo cada 45 millones de años

Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la relojería
En la antigüedad se conocieron varias especies de relojes. Vitruvio habla del reloj
de agua o clepsidra, el de aire, el de sol y de otras especies que son
desconocidas.
Los egipcios medían con el gnomon los movimientos del Sol. De igual medio se
valía el ilustre astrónomo para sus observaciones. Las clepsidras y los relojes de
sol fueron inventados en Egipto en tiempos de los Ptolomeos; las clepsidras
fueron después perfeccionadas por Escipión Nasica o según otros
por Ctesibio (discípulo de los oradores romanos medían con ellas la duración de
sus discursos.)
Se cree que los grandes relojes de pesas y ruedas fueron inventados en
Occidente por el monje benedictino Gerberto (papa, con el nombre de Silvestre II,
hacia finales del siglo X) aunque ya con alguna anterioridad se conocían en
el Imperio bizantino.2Dante, en La divina comedia, canto X de El paraiso, antes del
año 1321dc, cuenta acerca de relojes mecánicos con función alarma, "cuyas
ruedas se mueven unas a otras, y apresuran a la que va delante hasta que se
oye tin tin con notas tan dulces", como algo normal.
Según otras fuentes, el primer reloj de que habla la historia construido sobre
principios de mecánica es el de Richard de Wallingford, abad de San Albano, que
vivió en Inglaterra hacia 1326, pues al parecer la invención de Gerberto (después
Silvestre II) no era más que un reloj de sol. El segundo es el que Santiago Dondis
mandó construir en Padua hacia 1344 y en el cual según refieren se veía el curso
del sol y de los planetas. El tercero fue el que había en el Louvre de París,
mandado traer de Alemania por el rey Carlos V de Francia.3 El antepasado directo
de estos instrumentos podría ser el complejo mecanismo de Anticitera, datado
entre 150 a. C. y 100 a. C.2
En España, la noticia más antigua de la instalación de un reloj de torre data de
1378, cuando se recogen en un documento las condiciones establecidas entre el
cabildo de la catedral de Valencia y Juan Alemany, maestro de relojes procedente
de Alemania, para realizar un reloj de esfera grande para ubicarlo en el antiguo
campanario.4 Dentro de los relojes mecánicos considerados los más antiguos del
país se localiza el reloj «seny de les hores» que fue instalado en la catedral de
Barcelona en 1393; el del campanario de la iglesia de San Miguel de la villa
de Cuéllar (Segovia) que fue arreglado en el año 139556 y finalmente en la catedral
de Sevilla otro en 1396, cuya inauguración tuvo lugar el 22 de julio de 1400 en
presencia del rey Enrique III de Castilla.7
El primero que imaginó construir relojes de bolsillo fue Pedro Bell de Núremberg;
su aspecto les valió el nombre de «huevos de Núremberg». En 1647, Christiaan
Huygens aplicó a los relojes de torre o de pared el péndulo, cuyo descubrimiento
se debe a Galileo. El mismo físico aplicó en 1665 el muelle de espiral a los relojes
de bolsillo. En 1647, el ginebrino Gruet, residente en Londres, aplicó al reloj la
cadenilla de acero que sirve para transmitir el movimiento del tambor al cono,
sustituyendo a las cuerdas de vihuela empleadas hasta entonces. Dos años
después se inventaron los relojes de repetición.
Hay una gran variedad de tipos diferentes de relojes. Actualmente los relojes
personales son en su mayoría mecánicos y electrónicos, ya
sean analógicos o digitales, funcionan con una pequeña pila eléctrica que
mediante impulsos hace girar las agujas (relojes analógicos) o marca los números
(relojes digitales).
Existen gran cantidad de relojes mecánicos para uso personal (de pulsera o de
bolsillo) o general (relojes de pared y antesala). Los relojes mecánicos se estiman
y valoran más que los electrónicos a pesar de su menor exactitud y mayor precio;
ya que son considerados por los expertos como obras de arte mecánicas.
Hoy en día existen una gran cantidad de compañías relojeras, fabricantes de
relojes mecánicos, tanto personales como fijos, países como Alemania, Suiza,
Japón, China, Reino Unido, Estados Unidos y Rusia, albergan importantes
compañías del sector. En el formato analógico existe una escala fija y dos agujas
que giran a velocidad constante; la aguja más corta y ancha indica las horas, y
tarda doce horas en completar una vuelta completa, la aguja más delgada y larga,
el minutero, indica los minutos y tarda una hora en completar una vuelta completa
a la esfera del reloj. Puede existir una tercera aguja en el mismo eje o con un eje
distinto que señala los segundos y tarda un minuto en dar una vuelta completa.
En los relojes digitales, hay dos grupos de dos dígitos cada uno, separados por el
signo de dos puntos (:), los dos primeros indican la hora en formato de 24 horas
de 0 a 23 o en formato de 12 horas de 1 a 12; el segundo grupo de dígitos indica
los minutos en un rango de 0 a 59, en algunos casos puede existir un tercer grupo
de dos dígitos que indica los segundos en un rango de 0 a 59 segundos.
Relojes de pulsera[editar]
Al principio, sólo los llevaban las mujeres, hasta la Primera Guerra Mundial (1914-
1918), en que se hicieron populares entre los hombres de las trincheras.
Los relojes de pulsera vienen todos con dos correas ajustables que se colocan en
alguna de las muñecas para su lectura. Son de tipo analógico y digital. Aunque la
carátula de la mayoría de ellos es generalmente redonda, también existen de
carátula cuadrada, hexagonal y hasta pentagonales.
En los relojes analógicos (de variable continua) la hora se indica en la carátula
mediante dos o tres manecillas: una corta para la hora, una larga para los minutos
y, opcionalmente, una tercera manecilla también larga que marca los segundos.
En los relojes digitales (de variable discreta) se lee la hora directamente en
números sobre la pantalla. También existen relojes mixtos, es decir, analógicos y
digitales en la misma carátula.
Los relojes calendarios son relojes mecánicos o digitales que marcan el año en
vigor, el mes, el día de la semana, la hora, los minutos e incluso los segundos.
Cronógrafo[editar]
Artículo principal: Cronógrafo

Los cronógrafos son relojes muy precisos (normalmente hasta las milésimas de
segundo) utilizados para medir intervalos de tiempo, por ejemplo en pruebas
deportivas o en experimentos científicos.
Cronómetro[editar]
Artículo principal: Cronómetro

En alta relojería se refiere a instrumentos de precisión certificados por el COSC


(control oficial suizo de cronometría).
Relojes de torres y campanarios[editar]
Antes de inventarse los relojes personales de pulsera y de bolsillo se inventaron
relojes muy grandes de mecanismos complicados y pesados que se colocaban en
lo alto de las torres y campanarios de los pueblos y ciudades para que los
ciudadanos tuviesen conocimiento de la hora del día. A estos relojes se les
conectaba a una campana grande y sonora y es la que iba indicando con un toque
peculiar las horas y cuartos de hora cuando se iban cumpliendo. A lo largo de los
años hay relojes de este tipo que se han hecho muy famosos, como el Gran Reloj
de Westminster situado en la Torre de Isabel del palacio del Parlamento
británico o el situado en la Puerta del Sol de Madrid.
Relojes de salón[editar]
Los relojes han figurado durante siglos como piezas importantes en el
amueblamiento de salones, para lo cual se construían con diversas formas
decorativas. Prescindiendo del reloj de arena, que viene usándose desde las
civilizaciones griega y romana para medir lapsos cortos y prefijados, los relojes
fueron usados en cantidad muy pequeña hasta finales del siglo XIII o mediados
del siglo XIV, época en la cual se inventó el motor de resorte o muelle real,
difundiéndose el uso del reloj-mueble en el siglo XVI.
De esta época se conservan algunos ejemplares muy curiosos en los Museos
del Louvre, Berlín y Viena, que tienen la forma exterior de un edificio coronado con
una pequeña cúpula donde se halla el timbre o campana de las horas.
El reloj de bolsillo[editar]
Artículo principal: Reloj de bolsillo
Los relojes de bolsillo se inventaron en Francia a mediados del siglo XV, poco
después de aplicarse a la relojería el muelle espiral. Al principio tenían forma
cilíndrica, variando mucho y con raros caprichos, y desde el comienzo del siglo
XVI se construyeron en Núremberg con profusión y en forma ovoidea, de donde
deriva el nombre de huevos de Núremberg, creyéndose inventados en esta ciudad
alemana e italiana.
El reloj nuclear[editar]
El reloj nuclear podría ser útil para algunas comunicaciones confidenciales y para
el estudio de teorías fundamentales de la física. Asimismo podría añadir precisión
al sistema de posicionamiento global (GPS por su sigla en inglés), que se sustenta
ahora en relojes atómicos. La precisión extrema de este reloj, cien veces superior
a la de los actuales relojes atómicos, proviene del núcleo de un solo ion de torio.
Otros tipos[editar]
Otros tipos de relojes según su forma o empleo son:

 Reloj Atmos
 Reloj atómico
 Reloj binario
 Reloj de agua o clepsidra
 Reloj de ajedrez
 Reloj de arena
 Reloj de bolsillo
 Reloj de cuarzo
 Reloj de cucú o de cuco
 Reloj de diapasón
 Reloj de fuego
 Reloj de misa
 Reloj de péndulo
 Reloj de sol
 Reloj de vapor
 Reloj de vela
 Reloj despertador
 Reloj digital
 Reloj electrónico
 Reloj inteligente
 Reloj Foliot
 Reloj japonés
 Metrónomo
 Taxímetro

Partes del reloj[editar]


El reloj con esfera tradicional suele contar con manecillas para la hora, minutero
(para los minutos) y segundero (para los segundos) y el horario (para la hora).
Además, puede contar adicionalmente con despertador o calendario.

Funcionamiento de los relojes electrónicos[editar]


Artículo principal: Reloj de cuarzo
Un reloj electrónico es un reloj en el que
la base de
tiempos es electrónica o electromecánica, al
igual que la división de frecuencia. La Pantalla de reloj digital con segundos.
exactitud del reloj depende de la base de
tiempos, que puede consistir en un oscilador o en un adaptador que, a partir de
una referencia, genera una señal periódica.
El divisor de frecuencia es un circuito digital formado por una sucesión
de contadores hasta obtener una frecuencia de 1 Hz, que permite mostrar
segundos. Si se quiere mostrar décimas, la división se detiene al llegar a los
10 Hz. Esta frecuencia pasa al módulo de presentación, que puede ser de carácter
electrónico o mecánico, donde otros divisores van separando los segundos,
minutos y horas para presentarlas mediante algún tipo de pantalla.

Funcionamiento de los relojes mecánicos[editar]


Artículo principal: Reloj mecánico
Los relojes mecánicos carecen en la mayoría de los casos de componentes
electrónicos; este tipo de relojes cuentan con un sistema mecánico fabricado
generalmente en metal, en donde la fuerza motriz necesaria para poner en marcha
la maquinaria es proporcionada por un muelle motor o por medio de pesas
conectadas por cadenas o cables.
En la cultura popular es común referirse a la carga del muelle motor como «dar
cuerda», no obstante este término es erróneo, y solo es aplicable a los relojes de
pesas, en donde literalmente se le da cuerda a un cilindro dentro del reloj para que
de esa manera continúe el descenso de la pesa que da vida al mismo. Dentro de
un muelle motor se encuentra una banda o cinta de acero templado que, al
enrollarse, genera una fuerza de torsión usada por el reloj para mover el
mecanismo, bien sea la marcha o la sonería. Por medio de un tren de engranajes
se reduce la fuerza y aumenta la velocidad, finalizando en una rueda dentada de
manera especial, llamada rueda de escape, la cual conecta con una pieza llamada
ancora. Esta pieza es la encargada de convertir el movimiento rotatorio de los
engranajes en un desplazamiento lateral de izquierda a derecha que se trasmite a
un volante o a un péndulo para proveerles la energía suficiente para oscilar. Es el
contacto entre estas dos piezas, rueda de escape y ancora el que produce el
famoso tic-tac. Finalmente, el péndulo o el volante marcan el paso del tiempo y se
les conoce con el nombre de órgano regulador. El reloj usa sus oscilaciones o
alternancias constantes para determinar el paso del tiempo: cuanto más preciso
sea el mecanismo, menos variaciones habrá en la periodicidad de las
oscilaciones.
Cabe resaltar que, aunque los relojes de pulsera, que usan volantes como órgano
regulador, han logrado niveles de exactitud sorprendentes; el péndulo y su
oscilación periódica regular continúan siendo el patrón de medición del tiempo u
órgano regulador más exacto en los relojes mecánicos.
Normalmente el número de engranajes o ruedas que posee un reloj mecánico es
consecuencia directa del tiempo estimado en el que el muelle o la pesa le
proveerá energía suficiente para funcionar; así, si un reloj mecánico, por ejemplo
un despertador, está construido para almacenar 24 horas de marcha, el número
de ruedas será generalmente de cinco, desde el engranaje del muelle hasta la
rueda de escape; por otro lado, si se trata de un reloj de pared, en donde la
reserva de marcha está diseñada para durar 192 horas (ocho días), entonces se
añadirá una rueda extra justo después del muelle motor para de esta forma
aumentar la velocidad del mecanismo de escape en relación a la velocidad de
rotación del muelle motor, expandiendo así la autonomía de funcionamiento del
mecanismo, aunque en estos casos se requiere de muelles más poderosos, para
compensar la pérdida de fuerza causada por el aumento en la relación de los
engranajes; finalmente, la hora se muestra siempre en formato analógico, por
medio de manecillas, que usan el giro de los engranajes internos, usualmente la
rueda primera para los relojes de 1 día, y la rueda segunda para los de 8 días,
para convertir el movimiento del tren de engranajes, controlado por el sistema de
escape, en indicaciones comprensibles para las personas, quienes realizan la
lectura de la hora fijándose en la posición de las manecillas frente a una escala
horaria fija en el frente del reloj.
Cabe resaltar, que el minutero en el reloj mecánico, a diferencia del horario, no
posee un tren de engranajes independiente que ajuste la relación para marcar la
hora, este se encuentra fijo a la rueda que usualmente engrana con el muelle
motor, dicha rueda posee un eje que sobresale, en frente de la maquinaria, y que
es de hecho el eje conocido como “cañón”, donde se conecta el minutero, por lo
tanto esta rueda gira una vez cada 60 minutos exactamente, el cañón horario
realiza una reducción de velocidad, usando un pequeño tren de engranajes
ubicado en la parte frontal del reloj justo entre el minutero y el horario, la relación
entre ambos sería entonces de 1/12, en donde por cada vuelta de la manecilla
horaria, la minutera ha debido girar 12 veces, este mecanismo también se
encuentra en todos los relojes electrónicos con lectura analógica.

Base de tiempos[editar]
El tipo de base de tiempos utilizada es tan importante que suele dar nombre al tipo
de reloj. Las más habituales son:

 Patrón red. No tiene oscilador y utiliza como referencia los 50 Hz (ó 60 Hz)


de la red. Es la más simple, pero es bastante exacta a medio plazo, pues las
alteraciones en la frecuencia de red suelen compensarse a lo largo del día.
Tiene dos inconvenientes importantes:
o Necesita una señal “limpia”, para lo cual se suele filtrar antes de
aplicarla a los contadores.
o Necesita la red, lo que no permite su utilización portátil y además,
frente a un corte de luz, pierde la hora. Existen modelos que incluyen un
oscilador y pilas o baterías, de modo que el oscilador y los contadores
siguen funcionando durante el corte, con lo que no se pierde la hora.
 Emisora patrón. La base de tiempos viene a ser algún tipo de PLL,
enganchado con alguna de las emisoras horarias. Se ponen en hora solos y
cambian al horario de invierno o verano de forma autónoma. Su inconveniente
es que necesita la señal horaria, de modo que en zonas “oscuras” no presenta
mayores ventajas.
 Reloj de diapasón. El oscilador está controlado por un diapasón
intercalado en el lazo de realimentación. Ya ha caído en desuso, pero en su
momento eran de gama alta, y Bulova, por ejemplo, disponía de relojes de
diapasón de pulsera.
 Reloj de cuarzo. Sustituye el diapasón por un resonador de cuarzo,
habitualmente a 32768 Hz, por ser potencia exacta de dos, lo que simplifica el
divisor de frecuencia. Por su estabilidad y economía ha desplazado a todos los
otros tipos de reloj en las aplicaciones habituales.
 Reloj atómico (Amoníaco, cesio, etc.) Se basa en incluir en el lazo de
realimentación una cavidad con moléculas de la sustancia adecuada, de
manera que se excite la resonancia de alguno de sus átomos.
El reloj mecánico se basa en un pulsador que puede ser de 1 Hz o submúltiplo.
Por lo general este pulsador era un mecanismo de escape mecánico en el cual la
energía almacenada en un muelle era liberada de manera constante y lenta. El
sonido de tic-tac del reloj corresponde a este sistema de escape que es el
responsable de generar la base de tiempo del reloj y brinda movimiento al
segundero; tanto el minutero como el horario son movidos mediante trenes de
engranajes que transforman la relación del segundero en 1/60 para el minutero y
de este 1/60 para el horario( ver imagen).
Un reloj digital consta de un oscilador, generalmente de cuarzo el cual mediante
divisor de frecuencia, a similitud de los trenes de engranajes, genera las señales
de 1 Hz, 1/60 Hz y 1/3600 Hz para el segundero, minutero y horario
respectivamente. En este caso los distintos pulsos eléctricos pasan a 3 contadores
en cascada que se corresponden en la pantalla a los segundos, minutos y horas
respectivamente. Estos contadores están acoplados para permitir la secuencia
necesaria de conteo y de señalización entre un contador y otro, a saber 0 al 59
para los segundos y los minutos y 0 a 24 o 1 a 12 para las horas, según el diseño
particular o la configuración en modelos que permiten ambas.

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