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Crecimiento y desarrollo físico - Guimarey

El crecimiento y desarrollo son procesos comunes a todos los seres vivos. Ambos están controlados por la
interacción de 2 grupos de factores:
 Intrínsecos: del tipo genético y a los dos sistemas mediadores entre éste y los órganos efectores
del crecimiento, el sistema endócrino y el sistema nervioso en sus dos áreas: central y periférica.
Los órganos efectores están básicamente constituidos por el esqueleto.
 Extrínsecos: o del medio ambiente, son los que posibilitan o impiden que el programa genético de
crecimiento pueda cumplirse. El más relevante de ellos es la nutrición. Otros factores pueden ser el
saneamiento básico, la estimulación, la prevención de enfermedades y los cuidados generales.
Crecer bien es sinónimo de salud, en tanto que alteraciones en el crecimiento deben sugerir la existencia
de una situación patológica. La intravariación son las diferencias propias del individuo, mientras que la
intervariación son las diferencias entre poblaciones.
CRECIMIENTO FÍSICO
El crecimiento físico es un proceso principalmente cuantitativo, en el que se produce un aumento del
número y tamaño de células, y puede ser estimado tanto en la etapa de gestación como postnatal con
técnicas de medición antropométricas. Hay un cambio en el tamaño corporal.
 La medición del crecimiento fetal puede hacerse indirectamente mediante mediciones efectuadas a
la madre.
 El crecimiento posnatal es evaluado por la antropometría física, mensurando diferentes
dimensiones corporales. Se realizan mediciones sucesivas de cualquier parámetro antropométrico y
graficándolas en un sistema de coordenadas, obteniéndose una curva de crecimiento en distancia
del parámetro buscado.
 La curva de velocidad de crecimiento permite distinguir 3 períodos:
 El primero, que corresponde al crecimiento durante la lactancia y segundo año de vida, presenta
altas velocidades, además de una continua y pronunciada desaceleración, como continuación del
crecimiento de altísima velocidad de la etapa prenatal.
 El segundo, que abarca toda la segunda infancia (entre los 3 y los 12 años=, es de velocidad
bastante estable.
 El tercer periodo está representado por la reaceleración puberal del crecimiento, que acaba con una
desaceleración final que se prolonga hasta la edad en que se alcanza la estatura adulta definitiva.
No hay ninguna aceleración del crecimiento antes del empuje puberal.
El crecimiento es armónico, integrado y continuo: cualquier detención del mismo antes de su normal
finalización debe considerarse patológica. Sin embargo, es no homogéneo: los tejidos crecen de forma
peculiar. El cerebro (y el perímetro cefálico), alcanzan el 80 a 90% de su tamaño adulto final entre los 4 y 5
años de edad, en tanto que el tejido gonadal (testículos y ovarios) muestran una escasa o nula variación
durante todo el período prepuberal, presentando su máxima aceleración de crecimiento durante la
pubertad.
El cerebro alcanza su pleno desarrollo a una edad bastante precoz, en tanto que la producción de
hormonas sexuales en cantidad significativa recién comienza en la pubertad. Esta particular situación
producida por los diferentes ritmos de crecimiento transforma al niño en un ser altamente adaptado al
aprendizaje, desde que su “órgano receptor” está plenamente desarrollado.
Respecto a la gordura corporal, hay un importante incremento de la grasa subcutánea en los 8 a 9 primeros
meses de vida: esta es la forma en que la especie se prepara para afrontar el destete, que es el momento
más riesgoso para el crecimiento del niño desde el punto de vista nutricional.
Luego de este período se produce una disminución del espesor del pliegue cutáneo, aproximadamente
hasta los 5 años, consecuencia en parte de las nuevas actividades motrices (estos cambios se asocian a
una inapetencia común en los niños en esta etapa). Entre los 4/5 y 8/9 años hay una estabilidad de la grasa
subcutánea y luego un incremento fisiológico prepuberal. Durante la pubertad la grasa sigue aumentando
en las niñas, en tanto disminuye en el área del brazo y caderas en los varones, lo que determina una
verdadera diferencia sexual en la composición corporal.
DESARROLLO FÍSICO (MADURACIÓN)
El desarrollo es un fenómeno cualitativo, por el cual los seres vivos logran mayor capacidad funcional de
sus sistemas a través de la maduración, diferenciación e integración de funciones. No todos los niños
alcanzan el mismo nivel madurativo a la misma edad cronológica: hay maduradores rápidos, intermedios y
lentos. Cada individuo, durante el desarrollo, tiene una edad que se define como “edad biológica”, que le es
propia y determina en cierta manera el nivel madurativo alcanzado.
El desarrollo influye sobre el área de educación, deportiva y la integración social. Los niños que presentan
una maduración lenta sufren una desventaja relativa en su performance física e intelectual. Tanto la
maduración tardía como precoz suelen tener repercusiones en el comportamiento.
La maduración es evaluada cualitativamente por la aparición de funciones nuevas como sentarse, caminar
o hablar, o eventos tales como la erupción de un diente o la aparición de la primera menstruación. Existen
diferentes indicadores madurativos:
 Maduración dentaria: la edad en que aparecen las piezas es un buen indicador de la maduración
dentaria, pero guarda poca relación con la maduración de otras áreas.
 Maduración psicomotriz: corresponde a numerosas funciones y áreas de la conducta del niño,
como funciones motoras gruesas y finas, sensoriales, sociales, etc. La principal desventaja en su
empleo está en que es necesario un aprendizaje bastante sofisticado para la correcta evaluación
las mismas, y los resultados son de compleja interpretación.
 Maduración sexual: es un buen criterio en cuanto a su capacidad discriminativa. Antes y después
de los eventos puberales, no existen diferencias individuales desde el punto madurativo sexual.
 Maduración ósea: es uno de los mejores parámetros disponibles para inferir el nivel de maduración
biológica de un niño. Su principal ventaja es la de procesarse a lo largo de todo el período de
desarrollo hasta la adultez. Su evolución es un fenómeno complejo y dinámico, que se puede dividir
en 3 etapas: la primera es la aparición de los núcleos de osificación, que se extiende hasta los 5
años aproximadamente, la segunda es donde se producen cambios madurativos de los núcleos,
extendiéndose hasta los 12 años, y la tercera es la fusión de las epífisis con las diáfisis y
desaparición de los cartílagos de crecimiento.

PUBERTAD
Consiste en una serie de cambios morfológicos y funcionales secundarios a la secreción gonadal de
hormonas sexuales, que posibilitan al individuo la procreación y la crianza del fruto de la concepción. Este
proceso es desencadenado por la activación del eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, a partir de la
maduración de estructuras cerebrales. El signo más precoz del inicio de la pubertad es la aparición, como
resultado del impacto androgénico, de transpiración con olor tipo adulto. En los genitales masculinos se
percibe un aumento del tamaño testicular y modificaciones en el escroto, fenómenos seguidos por el
crecimiento del pene y la aparición del vello pubiano. En el sexo femenino comienzan a crecer las mamas y
aparece el vello pubiano.
Una vez iniciadas, estas modificaciones continúan hasta el desarrollo adulto final. Existe una serie de
criterios para determinar los distintos niveles de madurez alcanzados, tomando en cuenta el aspecto y
tamaño de los genitales en el varón, y de las mamas en las niñas, así como el desarrollo de la pubarca en
ambos sexos. En el sexo masculino también se puede medir el volumen testicular.
El tiempo en que se recorren los estadios puberales es variable y oscila entre 2 y 5,5 años
aproximadamente. La aparición de los estadios antes o después de las edades señaladas debe levantar la
sospecha de tratarse de pubertad precoz o retrasada.
La menarca, un importante hito madurativo, es un evento puberal tardío: aparece en la gran mayoría
cuando las mamas están en el estadio 4, a una edad promedio en Argentina de 12,5 años (la menarca
puede variar desde los 10 hasta los 15 años). Los eventos del desarrollo están más ligados a un nivel
madurativo determinado que puede traducirse por la edad ósea, que a la edad cronológica.
Los fenómenos genitales se relacionan con el crecimiento somático. Casi todos experimentan la
aceleración puberal luego del estadio 2, y la menarca suele ocurrir en el momento de la desaceleración
final de crecimiento, aunque aún quedan unos centímetros más de talla.

EVALUACIÓN DEL CRECIMIENTO


En la evaluación del crecimiento es indispensable obtener las medidas antropométricas con instrumentos y
técnicas adecuadas, las que serán descritas para las 3 medidas habitualmente usadas en clínica pediátrica:
peso, talla y perímetro cefálico.
La estatura se mide hasta determinada edad (4 años aprox.) en posición supina (el niño acostado –
decúbito supino) y se denomina a la medida como “longitud corporal”, reservando los términos estatura y
talla para las mediciones hechas con el sujeto de pie. Los niños que deambulan miden menos parados que
acostados, sobre todo en las últimas horas del día. La forma de medición dependerá de la forma en que
hayan sido medidos los niños usados para construir las tablas de referencia.
El perímetro cefálico se mide con cintas métricas inextensibles. La cabeza del recién nacido no se mide
hasta los 2 o 3 días de vida, tiempo que tarda en desaparecer el cabalgamiento de las suturas craneanas
producido por el parto. El perímetro cefálico debe medirse frecuentemente en los 2 primero años de vida,
tiempo en el que crece en medio unos 14 cm. La periodicidad con que deben realizarse las mediciones
depende de la velocidad de crecimiento.
La población de referencia con la que se construyen las curvas de normalidad para los diferentes
parámetros antropométricos debe representar el potencial genético pleno de crecimiento de aquella. Existe
un 3% de niños por fuera de los límites de normalidad de uso clínico habitual que son considerados
normales. Estos límites se fijan habitualmente entre los percentilos 3 y 97.
El tamaño corporal y crecimiento no son sinónimos, por ser el primero consecuencia final de cómo se
procese el segundo a lo largo del tiempo.
El crecimiento es un fenómeno biológico con alto poder autoestabilizante, que implica una gran capacidad
de recuperación cuando deja de actuar el factor que lo está alterando. Esta recuperación se hace mediante
una aceleración compensatoria de la velocidad o catch up, que cesa cuando el niño entra nuevamente en
su curva de crecimiento normal. No siempre la recuperación es total, ya que depende de la edad del niño
en que actúa la lesión, su duración e intensidad. El retardo de crecimiento en edades muy tempranas, o de
muy larga duración, puede dejar deficiencias permanentes o su recuperación ser sólo parcial. A mayor
intensidad del factor actuante como causa de retardo, menor será la posibilidad de recuperación.
Estadios en el ciclo de vida - Bogin
Los periodos de crecimiento son divididos en estadios funcionales de desarrollo. Puede decirse que el ciclo
de vida comienza con la fertilización y procede entonces a través del crecimiento y desarrollo prenatal, el
nacimiento, el crecimiento y desarrollo postnatal, la madurez, la senectud y la muerte.

VIDA PRENATAL
El curso de la vida prenatal puede dividirse en tres periodos o trimestres. Durante el primer trimestre se
alcanza el mayor ritmo metabólico, se produce la mayor multiplicación y diferenciación celular a partir de las
tres capas germinativas. La apariencia externa es similar a la de todos los mamíferos, y los rasgos
humanos recién son reconocibles hacia las 8 semanas. Este periodo se denomina organogénesis porque
ocurre la formación de órganos, sistemas y es altamente susceptible a patologías ya sean genéticas o
producto de factores ambientales (drogas, malnutrición, enfermedades). Por esta causa se estima que el 10
% de los óvulos fertilizados no alcanza el estadio de implantación y de aquellos que lo logran, un 50 %
sufre aborto espontáneo.
Para el comienzo del segundo semestre, células, tejidos y órganos alcanzan una diferenciación completa y
el embrión pasa a ser un feto. Durante este periodo, el feto crece en longitud hasta alcanzar
aproximadamente el 70 % de lo que mide al nacimiento. El aumento de peso es rápido, alcanzando los 700
g a los 6 meses.
En el tercer trimestre, se incrementa la ganancia de peso y se produce la maduración de los distintos
sistemas como el circulatorio, respiratorio y digestivo.

NACIMIENTO
Es una transición crítica entre la vida intrauterina y la extrauterina independiente, donde el neonato debe
poner en marcha sus propios sistemas. Durante el periodo perinatal (desde las 28 semanas de gestación
hasta el primer mes de vida), la mayoría de las muertes se producen por un inadecuado crecimiento
durante la gestación, o por un exceso de crecimiento. El mayor indicador de un crecimiento inadecuado es
el bajo peso al nacimiento (<2500 g.) o el nacimiento prematuro, definido como los que se producen antes
de las 37 semanas de gestación.

VIDA POSTNATAL

Infancia
Abarca los primeros 3 años de vida. Se caracteriza porque se alcanza la mayor velocidad de crecimiento
postnatal. El ritmo de desaceleración es también el más rápido. La curva de crecimiento infantil de rápida
velocidad y desaceleración es un continuo del patrón fetal, en el cual, el pico de crecimiento en longitud
ocurre en el segundo trimestre y entonces comienza a desacelerar hasta la niñez. Gran parte de la nutrición
es provista por la lactancia. Una razón es que no existe dentición para ingerir alimento sólido. Durante este
periodo emerge la dentición decidua.
El crecimiento en longitud durante los primeros seis meses de vida en niños con adecuado peso al
nacimiento es similar en países desarrollados y subdesarrollados. Esto podría deberse a la leche materna
que, por calidad de nutrientes otorga inmunidad como también satisface necesidades psicológicas,
contrarresta los efectos de otras variaciones del medio. Después de los seis meses este aporte no llega a
cubrir las necesidades del niño, debiendo complementarse con otras fuentes nutricionales.
Las habilidades motoras se desarrollan rápidamente alcanzándose destrezas para caminar, correr,
manipular objetos pequeños y también se desarrollan habilidades cognitivas que son logradas gracias al
desarrollo de los sistemas músculo esquelético y nervioso. El crecimiento del cerebro alcanza el mayor
ritmo que el de cualquier otro tejido. La erupción del último diente decidual marca usualmente el final de la
infancia, haciendo posible la ingestión de todo tipo de alimento. Este momento se conoce como destete que
significa término de la lactancia.

Niñez
Durante esta etapa el niño ya no dependerá de la lactancia, pero si de personas que se deben
responsabilizar de su alimentación y cuidado. Los humanos necesitan alimentos especialmente
preparados, debido a la inmadurez de su dentición, el pequeño tamaño de su estómago e intestino y la
rápida expansión cerebral que. Además, los niños son vulnerables a las enfermedades y accidentes,
requiriendo atención y cuidados. Las características de la niñez son:

o El reemplazo de la dentición decidua por la dentición permanente, que ocurre entre los 5.5 y 6.5
años con la del M1 inferior y superior seguido o conjuntamente con el incisivo central. Hacia el fin
de la niñez la mayoría de los niños poseen un total de 4 molares y los incisivos centrales en
proceso de recambio.
o El alcance del tamaño final del cerebro. Este cese en crecimiento del peso cerebral significa que
disminuyen los requerimientos nutritivos.

Otro indicador que lleva al niño a la independencia es el alcance del 85% de la eficiencia locomotora adulta.
El fin de la niñez está marcado por un pequeño incremento en la velocidad de crecimiento o midle growth
spurt o empuje medio del crecimiento.

Juventud
Los individuos juveniles pueden definirse como prepúberes que ya no dependen de sus padres para
sobrevivir. El ritmo de crecimiento declina tanto que alcanza la velocidad más baja desde el nacimiento.
Ese ritmo no sólo se aplica a medidas globales como el peso y la estatura sino a los tejidos, órganos y
sistemas de órganos. El crecimiento juvenil es también predecible, estable y armonioso. En las niñas este
periodo finaliza en promedio hacia los 10 años y a los 12 en los varones, reflejando el comienzo más
temprano de la adolescencia en las mujeres.

Adolescencia
La transición del periodo juvenil al adolescente está marcada por una inversión en la velocidad de
crecimiento, de una desaceleración en la juventud a una aceleración que marca la entrada en la
adolescencia. Es el estadio cuando tiene lugar la maduración social y sexual. De hecho, la adolescencia
comienza con la pubertad o gonarquía que es el inicio de la actividad del eje hipotálamo-hipofisiario-
gonadal. El hipotálamo, que ha estado básicamente inactivo desde los 2 años es estimulado para producir
la hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH) por parte de la hipófisis.
Los efectos de la gonarquía son visibles con las señales de maduración sexual como por ej. el desarrollo de
vello púbico, los cambios en la voz, la distribución de la grasa corporal y el desarrollo de las mamas, así
como un mayor interés y practica de comportamientos sociales adultos.
Ambos sexos experimentan una rápida aceleración de crecimiento lineal y esquelético en general, el
llamado empuje puberal, como una velocidad promedio de 9 cm /año en los varones y 7 cm /año en las
mujeres.
Otras partes no muestran este incremento de velocidad como por ej. el tejido adiposo, que tiende a
decrecer en varones, el tejido linfático ni la pelvis femenina que alcanza su tamaño final hacia los 17 o 18
años. Por esta razón las niñas menores a esta edad tienen gestación riesgosa tanto para si mismas como
para la salud del feto, en parte debido a la inmadurez de su pelvis y porque la madre está aún en
crecimiento en peso y estatura, lo que crea una competencia de nutrientes con el feto.
Hasta la adolescencia hay pocas diferencias en estatura entre los sexos, como el empuje es más temprano
en las niñas, ellas son por lo menos durante dos años más altas que los niños hasta que al final de la
adolescencia esto se invierte. Los varones presentan mayor masa muscular a todas las edades, aunque
estas se tornan significativas en la adolescencia. Inversamente las mujeres tienen mayor porcentaje de
grasa subcutánea que aumenta durante la adolescencia. Las niñas experimentan este empuje, en
promedio, a los 12 años, con una variación individual entre los 10 y 14 años. Los niños, en cambio, lo
presentan, en promedio, a los 14 años, con una variación individual de 12 a 16 años.
El comienzo de la pubertad es seguido por la aparición de caracteres sexuales secundarios: en los varones
el aumento de tamaño de los genitales, el crecimiento del vello púbico, axilar y facial, cambios en la voz y
emisión de semen. En la mujer el crecimiento mamario, vello púbico y axilar, menarca y desarrollo y
maduración de los órganos genitales. La similitud en los tiempos de desarrollo de tales caracteres en
distintas poblaciones sugiere que la maduración adolescente está controlada por algún órgano o sistema
central y también sugiere que hay un patrón de crecimiento adolescente que es compartido universalmente.

Adultez
El alcance de la estatura final marca el comienzo de la adultez. Esto ocurre entre los 18 y 21 años, cuando
los huesos largos pierden su capacidad de crecer en longitud, por el cierre de la epífisis. La fusión de la
epífisis es estimulada por las hormonas gonadales o sexuales. La madurez reproductiva es otra
característica de la adultez. La mayoría de los tejidos pierden su capacidad de crecer por hiperplasia, pero
muchos crecen por hipertrofia. El rasgo más notable del estadio adulto es su estabilidad u homeostasis, y
su resistencia a las patologías.

Estadios Eventos / Duración

1° Trimestre Fertilización a las 12 semanas: embriogénesis.

3 a 6 meses lunares aproximadamente: rápido crecimiento en


Vida 2° Trimestre
longitud.
prenatal

7 meses lunares al nacimiento: rápido crecimiento en peso;


3° Trimestre
maduración completa de los órganos.

Nacimiento

Periodo Nacimiento a los 28 días: adaptación extrauterina. Se alcanza el


Neonatal ritmo más rápido de crecimiento y maduración postnatal.

2° mes de vida hasta el fin de la lactancia, +/- 36 meses rápida


velocidad de crecimiento con marcada desaceleración, alimento por
Infancia
lactancia, erupción de dentición decidual, desarrollo significativo en
fisiología, comportamiento y lo cognitivo.

3 a 7 años: ritmo moderado de crecimiento, dependencia de los


mayores en la protección y alimentación, empuje medio de
Niñez
Vida crecimiento, erupción del 1° molar e incisivos centrales permanentes;
postnata cese del crecimiento cerebral hacia el fin del estadio.
l

7 a 10 años en las niñas y 7 a 12 años en los niños: el ritmo de


crecimiento se hace mas lento, capacidad de autoalimentación,
Juventud
transición cognitiva que lleva al aprendizaje de habilidades
económicas y sociales.

Ocurre al final del estadio juvenil. Es un estadio de corta duración


(días a pocas semanas). Reactivación de mecanismos SNC para el
Pubertad
desarrollo sexual, incremento marcado y secreción de hormonas
sexuales.

Dura 5 a 10 años luego del comienzo de la pubertad: empuje de


crecimiento en peso y estatura, dentición permanente completa,
Adolescencia
desarrollo de caracteres sexuales 2°, maduración social y sexual,
intensificación de intereses y prácticas de actividades de los adultos.

Adultez Desde los 20 hasta el fin de la edad reproductiva: homeostasis


fisiológica, cognitiva y conductual. Menopausia en las mujeres.
Desde el término de la etapa reproductiva hasta la muerte: deterioro
Senilidad
de las funciones de muchos tejidos, órganos y sistemas de órganos.

CRECIMIENTO ALOMÉTRICO: las proporciones del


cuerpo varían. La cabeza crece primero. Durante la
infancia y la niñez crecen los brazos y piernas. Durante
la adolescencia crece el tórax.

MODELO SALTATORIO: el crecimiento ocurre en


periodos de 24/48 hs, mientras que el estadio de
estasis ocurre entre 3 a 70 días.

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