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La maravillosa gracia de Dios

Romanos 5:20,21

El remedio de Dios para nuestra ruina

Pablo describió la condició n oscura de toda la humanidad en su denuncia, tanto de


religiosos como de no religiosos (Romanos 3:10-12, 20).

Habiendo descrito nuestra ruina, Pablo sigue adelante mostrá ndonos el remedio de
Dios (Romanos 3:21).

Bajo la gracia de Dios, nuestra obediencia a la ley no es lo que está en discusió n, sino
el remedio de Dios (Romanos 3:24).

Dios podía habernos declarado culpables, porque eso es lo que éramos, y enviarnos a
la condenació n eterna.

Cp. 2 Pedro 2:4…

Por su gracia, Dios no nos envió al infierno; sino que, nos proporcionó un remedio por
medio de Jesucristo (Romanos 3:25).

1 Pedro 2:24…
1 Pedro 3:18…

Fue Dios quien lo presentó .

Hay un contraste agudo entre nuestra ruina y el remedio de Dios (Efesios 2:1-5).

Tito 3:3-5

La absoluta injusticia es declarada justicia por su gracia (Tito 3:7). La gracia de Dios es
en realidad admirable.

Cuanto está lejos el oriente del occidente (Salmo 103:12)

¿A qué distancia está el oriente del occidente?

É l no lleva una cuenta de nuestros pecados (Salmo 103:10).

Tras tus espaldas (Isaías 38:17)

Cuando algo está a nuestra espalda, está fuera de nuestra vista.

Echados en lo profundo del mar (Miqueas 7:19)


Dios lo ha lanzado a las profundidades del mar para que se pierdan para siempre; para
que nunca má s sean recuperados; para que jamá s sean utilizados en contra nuestra.

É l quiere que nuestros pecados desaparezcan para siempre pues ya se ha ocupado de


ellos plenamente en su Hijo Jesucristo.

¿Cuá nto crédito tiene Jesucristo? Un monto infinito (Romanos 5:20).

No me acordaré de tus pecados (Isaías 43:25)

Aquí Dios utiliza dos expresiones: É l borra todas nuestras rebeliones (elimina el
expediente) y no las recuerda má s.

Por medio de su muerte, Jesucristo no só lo nos aseguró el perdó n de Dios, sino que
nos reconcilió con Dios (2 Corintios 5:18).

Si ha puesto su confianza só lo en Cristo para su salvació n, usted ha sido justificado


pero también reconciliado. Ya usted no es más condenado por Dios (Romanos 8:1).

Ya no sigue enemistado con Dios; É l ya no está má s en contra de usted; Él está ahora


a su favor (Romanos 8:31).

Gracia para con los demás

Mateo 18:23-34

Estar dispuestos a conceder esta gracia a los demá s.

- Mira la enorme diferencia entre tus pecados contra Dios y las ofensas
de los demás contra ti.
- Perdona a los demás.
- Pierde el derecho de ofenderte cuando los demás te hacen algún daño.

Efesios 4:32

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