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diciendo que ésta se presenta como un acto procesal que le corresponde al demandado; en
este sentido, es en este acto en donde el mismo puede ejercer su derecho a la defensa y
oponer excepciones que le permitan destruir o enervar, anular y dejar sin efecto todas las
pretensiones de fondo que pueda contener el Libelo de demanda. En palabras Couture
citado por Rengel Romberg “la contestación de la demanda es el acto procesal del
demandado, mediante el cual este ejercita el derecho de defensa y da su respuesta a la
pretensión contenida en la demanda.”
En este sentido, es pertinente aclarar que para el caso de la contestación de la demanda
ya no se fundamenta en aspectos formales como sucede en las cuestiones previas
Otros autores también han definido la contestación de la demanda de la manera
siguiente: Para Sarmiento Núñez; “es un acto procesal consistente en una declaración de
voluntad por cuyo medio el demandado expresa su aceptación o rechazo a la pretensión
del actor, originándose así la controversia y quedando delimitado el objeto contenido en
ella.”
En esta definición se aprecia el termino declaración de voluntad (subrayado y negrita
son propios) en donde el demandado acepta o rechaza las pretensiones del demandante y
que da origen al proceso.
En este orden de ideas, si se habla de aceptar o rechazar surgen entonces las dos
actitudes que puede tomar el demandado en cuanto a las pretensiones del actuante; en
derecho se denominan
a) Convenir: en la que se satisfacen las pretensiones del demandante y por tanto se da
fin al proceso a causa del convenimiento y se procede como en sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada.
b) Contradecir: en este caso las pretensiones del actor quedan resistidas o
contradichas en los términos de la excepción o defensa del demandado.