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BATALLA DE SANTIAGO DEL 30 DE

MARZO DE 1844

Por:

Ing. +Licdo. Yunior Andrés Castillo S.


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Twitter: @yuniorcastillos
Celular: 1-829-725-8571

Santiago de los Caballeros,


República Dominicana,
2014.
BATALLA DE SANTIAGO DEL 30 DE MARZO DE 1844

Antecedentes:
 Antes que nada, haremos una serie de retrospectivas que nos servirán de pauta para comprender
aun mejor el proceso que desencadeno la Proclamación de la Independencia Dominicana y en su
defecto la Batalla de Santiago del 30 de Marzo de 1844. Para esto nos remontaremos al año de
1843,  el cual fue altamente trascendental para ambos lados de la isla.  Del lado "Haitiano" fruto de
las actividades de la Sociedad de Derecho del Hombre (en la que estaban involucrados
"dominicanos") estalla la revuelta de Praslin con la subsecuente caída de Boyer, y la  posterior
inestabilidad política típica de estos procesos (que de paso favoreció a los Trinitarios), y de la que 
surge como presidente Charles Herard. Lamentablemente para él, un mar de descontento de la
población le acompaño desde un principio (entre estos la Constitución de 1843), obligándole a
pasar el grueso de tropas haitianas al lado Oeste de la isla, dejando en nuestro lado alguna que
otra dotación "haitiana" reforzadas por tropas criollas . De esto podemos entender y no es motivo
de sorpresa que se de nuestra Independencia en este momento histórico, ya que no existían
rígidos controles, ni tropas de consideración haitiana de este lado de la isla.
Al consumarse la Proclamación de la Independencia el 27 de Febrero de 1844 , llega la noticia a
Haití precisamente cuando un golpe de estado es inminente contra Charles Herard, gobernante
catalogado por el historiador Haitiano James G. Leyburn como" un analfabeto carente de todo dote
de estadista". Pero a nuestro juicio no lo suficientemente torpe para dejar de aprovechar
coyunturalmente esta oportunidad que le ofrecía el destino,  y poder solapar el incipiente golpe de
estado que se gestaba en su contra, exaltando el Nacionalismo Haitiano, unidad y otras tantas
cosas más, con la finalidad de poder cambiar la óptica de incapacidad hacia su persona y así
mantenerse en el poder tras vencer al  "débil oponente" que se sublevaba.
Aunque también cual arma de doble filo, sin lugar a dudas Herarld quizás no dejo de apreciar el
grave peligro que le esperaría a Haití,  en caso de este fracasar, al verse emparedada entre dos
colonias (Cuba-Rep. Dominicana). El tiempo para el Gobernante Haitiano era vital ya que la
manipulación geopolítica de grandes potencias ya era un hecho, muestra de ello lo era la presencia
en ese momento de buques de guerra Franceses en el lado Este de la Isla, con planes de ayuda a
la causa " Dominicana " a cambio de la península de Samana,  tal cual como lo explica el Cónsul
en Pto. Príncipe USSBER en su comunicado a Lord ABBERDEEN enviado el 21 de MARZO  1844.
Es por todas estas crisis y otras tantas mas,  que no es de asombrar  el alto grado de
desorganización y premura con que se preparo el ejército Haitiano , que para poder ser
magnificado en número,  se alimento de muchas tropas irregulares – voluntarios -compuestas por
todo hombre que pudiera portar un fusil.  Ya para el 4 de Marzo, el presidente Charles Herard Aine,
mediante decreto de la Asamblea constituyente de Port-au Prince,  tenía la potestad para marchar
sobre la parte oriental o "Dominicana" de la isla, con todas las fuerzas disponibles ( cantidad que
oscilo entre los 25,000 a 30,000 hombres ). Sobre esto USSBER en un comunicado , fechado el 8
de Marzo de 1844 dice lo siguiente : "si los españoles estaban resueltos a sustentar su
independencia, la cuestión de la lucha aprecia ser altamente dudosa, ya que el ejercito republicano
(haitiano) se encontraba muy mal disciplinado, mal armado( mejor armado que el ejército
Dominicano ) y sobre todo indispuesto y según se rumoraba estaban desertando al salir de la
misma ciudad".
Las tropas de invasión Haitiana comenzaron a movilizarse hacia la frontera a partir del día 10 de
Marzo, dividiéndose en tres grandes columnas de asalto. La del  propio presidente Herard tomando
por las Cahobas; la del general Souffront que avanzo por Neyba con la finalidad de ambas atacar
de manera combinada a  Azúa y la del norte comandada por el general Pierrot con la mision de
apoderarse de Santiago y Puerto Plata. El objetivo de todo esto era controlar los precitados puntos
estratégicos en el Norte y el Sur, para posteriormente avanzar en pinza sobre la ciudad amurallada
de Santo Domingo, defendida aproximadamente por 12,000 combatientes.
En nuestro caso particular como es de entender, nos concentraremos en el avance del Gran
Ejercito Expedicionario del Norte, con un grueso aproximado de unos 15,000 hombres, el cual se
enfrentaría contra el recién creado "ejército Dominicano" , en la gloriosa Batalla de Santiago del 30
de Marzo de 1844". Donde pese a que los Dominicanos tuvieren la ventaja de defender una
posición fortificada no le ayudaba la gran desventaja numérica, la carencia de armamento, y el
conocimiento detallado de los haitianos de las disposiciones defensivas y características
topográficas del terrenos favorecía por mucho a los Haitianos.

Teóricamente debía reunirse el General Pierrot intempestivamente con el General Morriset jefe de
las fuerzas haitianas acantonadas en la Plaza de Santiago y que a juicio del alto mando haitiano
debía estar como foco de resistencia sitiada en la Fortaleza San Luis. Estas estaban compuestas
por:  la compañía de granaderos, compañía de artillería, compañía de policía, compañía de
gendarmería, compañía de guardias nacionales (dominicanos ) "leales" al Gobierno Haitiano. La
realidad fue otra, tras enterarse  el 4 de Marzo, el Movimiento Independentista de Santiago, a
través de fuentes oficiales de la proclamación de la Independencia Dominicana, justo cuando se
encontraban " conspirando" en la casa del coronel de Estado Mayor Román Franco Bidó
( posteriormente asistente del General Imbert) , se inician los preparativos defensivos y comienzan
a converger tropas de todo el Cibao aledaño en vista de lo cual el General Morriset, se rindió sin
oponer resistencia.
De inmediato son incorporados los armamentos y demás pertrechos militares de Morriset a las
nacientes tropas de la República y se continúan con los preparativos de defensa. El día 11 de
Marzo, el coronel Román Franco Bidó envía una comunicación en la que informa sobre el
pronunciamiento de San José de las Matas, además de la producción de 1500 lanzas para formar
un regimiento de voluntarios, e informar que el Gral. Francisco A. Salcedo (Tito) salía ese mismo
día de Mao con mil hombres ya que se esperaba desde Puerto Plata avances desde Guarico,
Otrou y Ballaja (cosa que nunca se dio). Por otro lado el Gral. Matías Ramón Mella, es enviado por
la Junta Central Gubernativa, para tomar el mando de las Fuerzas del Norte con asiento en
Santiago.
 En cuanto a las tropas haitianas vemos que la vanguardia de Pierrot, cruza el río Masacre el día
23 de Marzo, ocupando a Dajabón sin ninguna resistencia. Para alcanzar el ida 25 el río Chacuey.
A partir de aquí comienzan las maniobras dominicanas de retardamiento y acoginamiento del
avance enemigo, con una  propuesta de tregua del Gral. Tito Salcedo, "efectuada con "dos oficiales
escoltados por cuatro dragones como portadores de su despacho para sondear sus encubiertos
propósitos a lo que Pierrot no contesto e inmediatamente se apodero del grupo , les hizo quitar sus
chaquetas y sus armas blancas repartiéndola entre sus soldados, junto con sus caballos,
remitiendoles a pie (descalzos) hacia Cabo Haitiano" (T.S.H.).
En vista de esto el Gral. Tito Salcedo, le opone resistencia en varios puntos vale destacar  el de las
lomas de Talanquera,  entre la mesopotamia que se formaba entre los ríos Chacuey y Maguaca, la
cual abandono tras ser derrotado dejando algunos muertos. Pero a pesar de todo esto logro el
General Dominicano su objetivo que era el de retardar el avance del Ejército Haitiano, que
proseguía inexorable en su avance.
Tras enterarse las tropas dominicanas en Santiago de la derrota de Talanquera comenzó a cundir
el pánico y el nerviosismo, tal como nos narra el distinguido municipe Pedro E. Curiel. Quizás esto
por el triste recuerdo del degüello masivo que hicieron las tropas haitianas en 1805 en Santiago y
Moca. Por otro lado vemos el ciudadano dominico-ingles Teodoro Stanley Heneken llega la noche
del 20 de Marzo, al haber abandonado la ciudad del Cabo en un pequeño bote abierto. Informando
este sobre todos los pormenores concernientes a las tropas enemigas  y aconsejando al entonces
jefe de la plaza general Mella que en vez de enviar tropas al encuentro del enemigo, con tropas
bisoñas e indisciplinadas, debía dejarlos que fueran atraídos a distancia de sus fuentes de
abastecimiento y expuesta a las fatigas de una larga marcha a través de una región estéril cosa
que más o menos agotaría su energía para el combate y como el enemigo no podía llegar
fácilmente antes de ocho días a la ciudad, cada minuto debía aprovecharse para concentrar todas
las gentes disponibles para su defensa y también dio instrucciones para el uso ventajoso de la
artillería disponible.
La llegada de Heneken avisando sobre el grueso de las tropas  enemigas y demás informaciones
de carácter logístico y estratégicos, fue providencial, pero pese a todo esto en vez de esforzarse
las tropas Dominicanas para lo que les venía encima, cundió el pánico total y la inmagenabilidad de
la Plaza . Sobre esta llegada providencial de Heneken,  el capitán del buque de guerra inglés
"INCONSTANT"  asentaba en sus informes, que el mismo había venido a este lado de la isla, por
ordenes del Gobierno Ingles,  para observar los movimientos de las autoridades francesas, las
cuales habían pedido a cambio de ayuda la península de Samaná, o sea que Heneken vino dentro
del doble juego que desempeñaba el Imperio Ingles de ayudar a los haitianos y  de coquetear con
nosotros, como una manera de evitar que los franceses se apoderaran de tan importante península
(por lo cual nos salvamos de tener nuestro propio "Guantánamo" francés).
Todo esto imposibilito los preparativos de defensa al General Matías Ramón Mella, que pese a
sobrehumanos esfuerzos , no pudo lograr nada. Por lo que procedió a retirarse con todo su Estado
Mayor a San José de las Matas,  con la supuesta intención de reunir refuerzos con las gentes de
allí, sobre esto las cuestionantes surgen.Si en realidad iba a buscar refuerzos,  por esa zona la
cantidad de hombres aptos quizás hubiera sido insuficiente y no justificable, para dejar la plaza
acéfala mientras se diligenciaba la llegaba el General Vasquez de la Vega, (que no auguraba
nuevas  perspectivas)  mientras el enemigo avanzaba de manera aplastante. De paso el General
Mella antes de retirarse, de manera poco optimista le deja tres clavos al artillero José Ma. López,
para que en caso de ser necesario inutililizara los cañones "dominicanos", en una práctica solo
utilizada en el rendimiento de una Plaza defensiva. 
Todas estas negras perspectivas del lado Dominicano, llegaron sin lugar a dudas a oídos de los
haitianos a través de sus espías,  - hasta ese momento éramos Haitianos -informaciones estas que
le darían a los mañeses esperanzas de una fácil victoria e inclusive rendición, esta óptica como ya
veremos posteriormente influyo en gran manera en lo que en realidad fue el desarrollo de la batalla
de Santiago.
Vemos que el precioso tiempo discurre dentro del caos y desorden en la ciudad de Santiago de los
Caballeros, en esos momentos llega el gral. Vasquez proveniente de la Vega, el cual trata
inmediatamente de dar inicio a la formación de posiciones defensivas con los batallones y unidades
disponibles. Corriendo sus esfuerzos la misma suerte que el General Mella, por lo que decide este
replegarse en un lapso no mayor de 48 horas al cantón de la Vega.
 Queda de nuevo acéfala la plaza, salvo excepciones todos pensaban en la fuga, en eso se
descubren los clavos que tenia José M. López y es reducido violentamente a prisión.  Toda esta
pavorosa información del estado en que se encontraban las tropas dominicanas siguen llegando  a
las fuerzas expedicionarias haitianas, favoreciendo al gran exceso de confianza que tenía el
General Pierrot que más adelante se volvería en su contra.
Para ensombrecer aun más el panorama, para los Dominicanos,  - los recursos iban mermando a
la carrera, el 21 de Marzo de 1844 los delegados de la Junta Central Gubernativa de Santiago en la
comunidad de San José de las Matas lanzan el siguiente comunicado: "a todos los habitantes de la
común que cuentan con algunos bienes a fin de que voluntariamente presten sus socorros
facilitando cada una de la suma que pueda garantizando con un recibo que les sirva de documento
para cuando la nación este en aptitud de cobrar el crédito a que hoy se encuentra comprometida"
(contra prueba contraria nunca se pago dicha deuda). Firmantes: Pedro R.Mena - R. M. Mella.

A continuación detallaremos una lista de las personas que,  por así decirlo patrocinaron en gran
parte la Batalla de Santiago, con un total de $1,900.00 Pesos, ellos eran:
             ROMAN FRANCO BIDO  $800                     JOSE DEVANDELIER         $200
             CIPRIAN MALLOL           $200                      JUAN LUIS FRANCO BIDO    $200
             FRANCISCO VINAS         $200                      MANUEL CURIEL            $100
              J. E. VILLANUEVA         $100                      FERNANDO APONTE          $100
Para tener una apreciación de lo que significaban estos montos, tomamos, con fines   comparativos
tomamos el salario de un oficial Superior – en servicio activo - del ejército dominicano a inicios de
1845 el cual era de un peso semanal.
El día 29 de marzo, las tropas haitianas ya se encuentra en la ciudad de Mao, y para  ese momento
del lado dominicano el Gral.Imbert en Stgo. tenía dos días en efectiva preparación de las defensas,
preparándose afanosamente contra tan poderoso ejército enemigo  poseedor de muchas de las
armas unas requisadas al ejército imperial francés y otras fruto de haber negociado sobrantes de
guerra de las campañas libertadoras de América del Sur. Este temple es el que determina que en
menos de 48 horas un hombre que se encontraba prácticamente en las sombras, como era el caso
del Gral. Imbert, con vasta experiencia militar formada en la patria, que tuvo el honor de poseer a
unos de los más sabios y brillantes genios de la guerra de la historia de la humanidad, Napoleón
Bonaparte,  acostumbrado a luchar con enemigos numéricamente muy superiores. Nos ayudo a
canalizar los recursos disponibles , subir la moral y explotar al máximo los errores del enemigo.

Gracias a la experiencia, carisma y dotes de líder del General Imbert se dispone la ciudad para la
lucha. Nombra este al Gral. Pelletier jefe de la línea, o sea del recinto; hace bajar bajar 3 cañones a
los fuertes "Dios", "Patria" y "Libertad" 1 (dentro de ellos dos excelentes cañones de bronce), coloca
en los fuertes y en las trincheras toda la gente que podía disponer; deja al Gral. Salcedo y otros
oficiales en el fuerte "San Luis", como retaguardia, hace cubrir todos los caminos con sus cuerpos
guardia, y al capitán Fernando Valerio con su compañía, lo hace colocar como avanzada junto al
cementerio viejo siguiendo el camino que conduce al río por la otra banda.(Pedro E. Curiel).

Mientras Pierrot después de haber avanzado por nuestro territorio por la tradicional ruta de invasión
ya trillada por Ms.D'Cussy H. Moyse, Cristobal, Bonnet y Ciprien en los años 1690,1805,1822
respectivamente llega a Hato Mayor al atardecer del día 29, divide sus tropas en dos columnas
antes de llegar al arroyo Dicayagua el ala izq. a su mando cruza el Yaque por el lado de la
Emboscada , sube la cuesta de Rafey, pasa por Hoyo de Lima hasta llegar al margen derecho del
río Gurabo donde acampa y se atrinchera. La columna de la derecha) comandada por Saint Louis,
cruza la Herradura y acampa en la otra banda.

1 La existencia de más de tres cañones (para la defensa de la ciudad, según documentos de


Mr.D'Alaux, hace referencia a una serie de cañones de hierro que fueron desenterrados (después
de muchos anos) y que fueron montados en cruz, quedando inmóviles y fueron cargados con
piedras, hierro viejo y balas de doble carga de perdigones, que un viejo Suizo tuvo  el coraje
suficiente para disparar contra los asaltantes, lo cual sin lugar a dudas en caso de ser cierto
aumento de manera considerable nuestra potencia de fuego.
Solo queda esperar la suerte está echada. En estos momentos cruciales dos ejércitos se
encontraban torturados por la cruel tranquilidad que precede al combate. Por un lado las fuerzas
haitianas numerosas, confiadas por informes de espías que dan cuenta de un rendimiento
inmediato, a la vez que fatigadas y muy mal disciplinadas.  Por el otro lado tropas de todo el Cibao
luchando por sus propias vidas, bien pertrechadas y por fin con grandes ánimos, y previamente
avisados por el patrullare del 29 por Frometa y Berges, saben que en caso de fallar no habrá
mañana para ellos.
Así al mediodía del Sábado 30 de marzo de 1844,  se inicia la batalla. Las tropas haitianas desfilan
por la sabana del pueblo(la Joya) en columnas cerradas. Veremos que mientras la columna del
Gral. St.Louis ataca el flanco izq. Dominicano (Fuerte Libertad, (punto más débil) en tres ataques,
del lado dominicano por orden expresa de Imbert se transportan la mitad de los hombres del centro
(Fuerte Patria) hacia el "Libertad" al mando del comandante Archille Michell como mecanismo de
reforzamiento y aumento de poder de fuego, esto lo hicieron con tanto entusiasmo que casi dejan
sola la batería del centro. Las columnas que marchan en disposición cerrada son diezmadas (St.
Louis) por fuego cruzado del cañón del "Libertad" y del "Patria" en cada uno de los ataques,
además utilizan estos caballería contra fortificaciones en posición elevada( destruida solo apareció
una vez).
Otra cosa aun más interesantes que se da en ese momento es que las tropas que atacarían por el
flanco derecho permanecen inmóviles,?????? Producto quizás de la sorpresa de tener Pierrot que
elaborar a la carrera una solución a este imprevisto?,cuando Pierrot decide atacar la columna de
St. Louis estaba diezmada -lo que contribuyo sin lugar a dudas a la desmoralizalización haitiana -
haciéndolo de frente a nuestro punto más fuerte en columnas cerradas (Fuerte Dios), en varias
ocasiones, en vez de hacer que pivotearan nuestras defensas al tratar de flanquearnos.
En caso de haber sido así hubieran tomado la Plaza ya que disponían de unas fuerzas CINCO O
CUATRO veces superiores a las nuestras. En cuanto a el desenlace final con el campo de batalla
convertido en un verdadero cementerio, las tropas haitianas piden un cese al fuego para recoger
sus muertos y heridos y aprovechar conferenciar con los dominicanos, el Gral. Pelletier baja a
parlamentar con los haitianos y entre otras cosas sacan otro "AS" debajo de la manga, le
comunican a Pierrot que el presidente haitiano Herard había muerto en Azua mediante un parte
oficial de la Junta Central Gubernativa, esto le despierta la ambición política a Pierrot por tomar el
poder en Haití y si a esto le aunamos los informes que le llegaban de que sería hostigado por la
retaguardia es clara y lógica retirada y en vez de seguir las negociaciones al amanecer del día 31 ,
la hace en la oscuridad de la noche para evitar ser atacado ya que se encontraba en una ratonera
formada por las defensas dominicanas y el rió Yaque (que era inmenso).De esta manera culmina la
gloriosa batalla librada en la ciudad de Santiago el 30 de Marzo de 1844, con más de 600 bajas del
lado haitiano y ninguna del lado nuestro según el parte  de IMBERT2.

Autor: Licdo. Cesar Franco B.


(Director Archivo Histórico de Santiago)

Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.


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Santiago de los Caballeros,
República Dominicana,
2014.
“DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH – POR SIEMPRE”®

2 Prueba de las bajas estriban en que la fosa común en que se enterraron los haitianos habían
dominicanos y por tradición se habla de una familia de apellido Lantigua que perdió varios de sus
familiares, mala suerte de esa familia o un simple indicador de que hubo muchos muertos
dominicanos, ya que fue evidente de que en algunas ocasiones nos fuimos inclusive a la "manos"
con el enemigo. Ocultar la verdad diciendo que no hubo ninguna baja probablemente se debió a la
necesidad de subir la moral a las otras tropas de la ciudad de Sto. Domingo.

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