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Santiago Juan Navarro

Las Epístolas del absimo de Ugo Foscolo: Tres modalidades del suicidio
discursivo en Ultime lettere di jacopo ortis

Ultime lettere di Jacopo Ortiz de Ugo Foscolo explora los motivos y técnicas
tradicionales del género epistolar. Analiza tres niveles discursivos, en los que las
contradicciones del protagonista, Jacopo Ortiz, le sitúan en un callejón sin salida del
que solo puede escapar mediante la autodesrucción:

- amoroso (búsqueda de la plenitud personal a través de un objeto de deseo)


- Político (lucha por la unidad e identidad nacionales)
- Literario (Creación de una nueva forma de expresión y de una nueva
audiencia)
Intención del ensayo: estudiar cada uno de estos niveles en relación con la
estructura epistolar de la novela de Foscolo.

La fragmentación del material narrativo y la dispersión de sus voces y


destinatarios, son reflejo de la escisión espiritual característica del hombre romántico
y la desintegración política de Italia a comienzos del Siglo XIX. La tensión resultante
del enfrentamiento entre postulados eséticos excluyentes (neoclasicismo y
romanticismo, artifiosidad y espontaneidad, escritura y oralidad), tiene a
problematizar el acto mismo de escribir y la base misma del género epistolar.
Foscolo se valió de los modelos existentes en el SXVIII. Pamela de
Richardson, La Nouvelle Héloise de Rosseau. Bajo el título inicial de Laura, lettere,
sigue la tradición amoroso de Petraraca. La lectura del reciente Werther de Goethe
tiene un impacto decisivo, y en esta novela, la corrupción política de Italia y los
infortunis amorosos llevan al protagonista al suicidio.
A la trama aparentemente sencilla y evocadora de buena parte de los clisés de
la novela sentimental, se contrapone una complejidad narrativa que va más allá del
básico circuito emisor-receptor propio de la novela epistolar. Al principio Jacopo es la
voz narrativa predominante y Lorenzo el editor de las cartas que recibe. Luego va
corbando protagonismo, orquestando la sinfonía caótica de aquel por su
derrumbamiento emocional.
Ocasionalmente el modo narrativo más común es la tercera persona, pero
Lorenzo se cuida de insistir desde el principio en la veracidad de lo narrado
(objetividad), porque afirma haber presenciado los hechos o recogerlos de testigos
oculares, al igual que Wilhelm de Werther, y ambos escriben una advertencia al
comienzo de las obras, como supuestos editores. Las cartas del propio Lorenzo y
Teresa son reproducidas en principio como citas inscritas en cartas de Jacopo, y en el
segundo, como compiladora de Lorenzo. Las voces principale de ambos, Jacopo y
Lorenzo, están organizadas como vehículo al autor para expresar su visión del
mundo. La vez del texto que se expresa a sí mismo.
La variada gama de voces narrativas se corresponde con una multiplicación
de la figura del destinatario (Lorenzo es el básico del grueso de cartas, pero hay más
como «tu o voi», incluyendo a Dios).
La articulación y desarticulación de emisores y destinatarios se da en relación
a los tres niveles discursivos mencionados y los motivos principales del género
epistolar.

«Je est an autre»: amor, amistad, muerte y el diálogo con el otro

La carta como «forma de relación individual y social» ofrece el marco


perfecto ara el dialogismo de Bajtín. El género epistolar dramatiza el carácter
comunicativo que ve como uno de los elementos clave enl a formación de las formas
novelísticas. Se especial relevancia resulta el concepto de otredad.
Para Bajtín, no podemos concebir identidad sin un otro, al que necesita
estéticamente. La estructura epistolar alegorizaría ese «intenso encuentro» entre el Yo
y el Otro imprescindible para el autoconocimiento.
La carta actúa como vehículo del acto comunicativo, entre emisor (yo
presente) y receptor (otro ausente). El autor epistolar puede enfatizar distancia como
puente. En Ultime lettere Jacopo reune alternativamente ambas posibilidades. La
forma de la carta parece apropiada para el argumento amoroso, con motivos
entrelazados de separación y encuentro y el héroe romántico. Se refleja la presencia y
ausencia de destinatario. El discurso amoroso parece entrelazado con el de la amistad.
Las cartas van todas destinadas al amigo íntimo, al confidente: Lorenzo. Los
comentarios amorosos son indirectos, y el carácter suicida queda establecido desde
los comienzos de la obra.
El proceso autodestructivo presenta al objeto de deseo como definitivamente
inalcanzable y ausente. En la superficie, está la neurosis amorosa de jacopo, y las
indicaciones de suicidio desde el comienzo. Teresa ¿será real? ¿o es la proyección del
deseo insatisfecho de Jacopo? a la manera de Charlotte en Werther, sólo se puede
formular su valor a partir de su relación con el protagonista (Barthes). Personajes
pálidos y desdibujados frente a la violenta pasión de los protagonistas. En el caso de
Teresa, responde con razón a un imperativo social, la voluntad de su padre, teniendo
en cuenta la posición social de Odoardo, con la cual Jacopo no puede competir.
Actitud justificada por presiones políticas y económicas. Sumisión que no se
acomoda al imperio de la pasión que domina la sensibilidad romántica.
Únicamente somos capaces de formularnos en relación a un otro.
Lorenzo es el confidente, amigo y compañero de lucha política, que puede
ayudar a Jacopo a realizarse plenamente. Su desición de abrazar una causa perdida de
antemano supone el primero de los suicidios mencionados, porque a diferencia de
Werther, su muerte se revela como un eslabón más en la larga cadena de
autonegaciones que caracteriza su pensamiento. Destruye lo que más estima:
destrucción simbólica del deseo, autocastración. El caso de Werther es una
reafirmación última del poder del sentimiento frente a la razón.

Entre el titanismo y la depresión: el discurso político de Jacopo Ortis


El discurso amoroso y el ideológico y político aparecen entrecruzados.El
primero aparece subordinado al segundo, lo que le da la nota original frente al
Werther. La primera carta se abre con una invectiva contra Napoleón por haber
traicionado a la república de Venecia, dejándola en manos de Austria. El Tratado der
Campoformio se convierte pronto en uno de los leit-motifs de la nocela. La firma del
tratado representa la pérdida de la fe en los logros de la Revolución Francesa y el fin
de las esperanzas en la unificación del país para muchos.
Las primeras líneas de la novela son altamente significativas. El punto de
arranque de la obra tiene como protagonista a un ser desilusionado y en espera de la
muerte, las mismas características de Jacopo hasta el final. La finalidad de la carta es
conectar los sucesos de la novela con la situación política. La indignación que le
provoca este hecho se ve acrecentada por la corrupción política del país y el olvido de
los héroes nacionales. Panorama desolador que provoca en él un sentimiento de
indiganción. Vocifera, se revuelve y llama a la rebelión. Igual que en Lorenzo, pero
este menos histriónico y más perspicaz.
Muchas de las disgresiones políticas del héroe parten de las reflexiones
provocadas por las lecturas de los clásicos y los grandes del Renacimiento italiano. El
pensamiento político de Jacopo sigue estas pautas: denuncia de una situación de
injusticia, indignación no correspondida (pues solo unos pocos son capaces de
reconocer los males del país), y regreso a un pasado prísitino y legendario.
Jacopo representa el nuevo orden burgués que pretende desplazar del poder a
las viejas y corromplidas estructuras de la nobleza. Pero su pensamiento funciona a
menudo según las pautas de la caduca aristocracia que pretende derribar:
individualismo, desprecio del vulgo, respeto por las clases y la propiedad privada.
Busca promocionarse socialmente, y le fascina la familia de Signor T...Lorenzo es
como la voz de la conciencia que le insta a laejarse de este sueño de aristocracia para
retomar la lucha política desde el el exilio. El magnetismo que sobre el ejerce la
familia es la versión de la recurrente atraciión del abismo que aturde los instintos de
la mente romántica. El señor T, un déspota tiránico. Provoca la infelicidad de teresa y
el suicidio de Jacopo. Acepta y hasta justifica el orden patriarcal, a diferencia de la
madre anónima de Teresa, que es exiliada porque lo enfrenta. Teresa, muestra una
virtud de resignación antitética al espíritu romántico.
La estructura de la novela revela el discurso ideológico de Jacopo: imperio y
progresiva desintegración del Yo, tensión entre la pasión romántica y la razón
neoclásica, voluntad democrática y tendencias aristocratizantes. El diálogo inherente
al género epistolar es puesto en duda por el discurso monológico de Jacopo. El Yo no
es definido por el Tú, como en otras obras epistolares. Más cerca de goethe que de
Rosseau. La carta se convierte en vehículo de afirmación personal más que de lirbe
intercambio. Hay una ausencia de intercambio epistolar. El otro polo del esquema
comunicativo epistolar se manifiesta en estado latente y surge, a veces, arrebatando el
protagonismo a Jacopo. En realidad, las cartas de Lorenzo desencadenan la
compulsiva fiebre epistolar en Jacopo.
Lorenzo deviene prototipo del lector competente; lee, pero también organiza,
da forma y confiere el valor estético. Es el artífice final de la obra literaria como tal.
transforma la materia prima en novela. Las simples confesiones de su amigo se
expresan de manera diegética.

El texto invita a la participación del lector y la limita al mismo tiempo. El


espacio narrativo ha sido invadido por el polivalente amigo-interlocutor-lector-editor,
Lorenzo. A través de él, vemos a Jacopo atrapado en la red de sus propias
contradicciones. Se sitúa en el umbral de un cambio que refleja los cambios políticos
de Italia en vísperas del Resorgimiento. Burgués aristocratizante, por una clase que al
principio pretendía destruir, pero auq lo absorbe. Su visión pesimista de la naturaleza
humana es la manifestación de una personalidad depresiva. Se escuda en un nihilismo
solipsita, porque es incapaz de materializare cualquier acto de rebelión, y termina en
el suicidio.

Círculos viciosos: de la oralidad a la escritura, de la escritura al abismo

Claudio Guillén: «La redacción de una carta es un tránsito humilde, primitivo, de la


oralidad a la escritura». En Ultime lettere, el acto de escribir se conviertepara Jacopo
en la única posibilidad de afirmación ante la desesperanza amorosa y política. La
paradoja de Foscolo es que este acto aparece encubierto bajo el espejismo de la
oralidad.

La voz de Jacopo es la voz de la naturaleza, la voz principal. Comprendemos lo que


en el fondo es un grito desesperado en la creación artística como fuente de la
inmortalidad. El poeta, voz de la naturaleza, es capaz de trascender la muerte
mediante el acto mismo de escritura, capacidad que queda en entredicho en el
discurso del propio Jacopo. Las mismas contradicciones que frustran su discurso
sentimental e ideológico se reproducen con mayor fuerza en el plano de la creación.
(*Undécima carta, al intentar describir la belleza del paisaje de la propia Teresa).

La escritura como problema pasa a ocupar el primer plano de la narración, junto a


los demás motivos. En la textura de las cartas reproduce la personalidad ezquisoide
del discurso político del protagonista. Junto al tono general de las cartas que pretende
un efecto espontáneo, casi oral, se entrecruzan paisajes artificiosos.

Abundan las figuras conceptistas heredadas del barroco y del neoclasicismo (P. 146-
147). Aquí Jacopo ensaya una salida posible a su dilema personal (la afirmación del
Yo mediante el acto de la escritura en toda su artificiosida, el intento dse revela fútil.
No es la voz de Jacopo, sino la de la tradición, que dicta las normas que desafiaba el
movimiento romántico. La ambivalencia es permantente: entre el deseo de escribir y
trascender la oralidad, y el privilegiar lo natural como «esencia», la palabra hablada
como verdadera, frente a la supuesta falsificación de la literatura. Impulso paradójico
del pensamiento de Jacopo. El centro se sustituye por una nueva jerarquía, creando el
lenguaje de la espontaneidad que sustituye a la anterior y se manifiesta igual de
inoperante.
Los clisés y las imágenes características de la tradición entran encontraste fuerte con
la naturalidad y a veces con el descuido de la voz narrativa en las cartas. Dos estilos
que reclaman dos tipos diferentes de audiencia: el lector informado y competente, y
otro del desenfado y la libertad estilística como salida a las trabas formales
neoclásicas.
La tensión surge por una oposición entre tendencias contradictorias. Se busca un
nuevo lenguaje y una nueva audiencia burguesa, que se mantiene bajo la estrecha
vigilancia de la tradición aristrocratizante. El narrador busca huir de su centro
simbólico, de esa tradición, pero es incapza y queda atrapado en los márgenes. Al
final, no tiene fuerzas para esta labor epistolar, y se reduce a una simple nota a pie de
página de los clásicos. Jacopo habla ahora con artidicios, como literatura escrita, y la
oralidad es oximorónica, no espontánea. El impulso que le movía a intentar dar una
expresión al lenguaje literario que fuera a la vez oral y escrito, sin desprenderse del
lastre de la tradición lo termina dejando aniquilado nuevamente, en un callejón sin
salida.
Su suicidio tiene un alto potencial simbólico. al igual que Werther, Intenta escribir
varias cartas, reducidas a borrradores, fragmentos llenos de tachaduras y frases
inarticuladas. La daga en el pecho agrede la supremacía del sentimiento simbolizada
en el corazón.
Jacopo vuelve a la naturaleza para disolverse en el abismo, en su último mensaje
que no es una vuelta a la oralidad, sino la articulación linguística del pensamiento,
una regresión al primer sonido emitido al nacer.

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