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Algunas personas piensan que la psicología educativa sólo es el conocimiento que se adquiere de la
Psicología con aplicación en las actividades para el salón de clases y la vida escolar.
1. Problema de identidad
Falta de identidad que podría deberse a las dificultades para delimitar claramente sus límites, no
diferenciando los estudias de la psicología a los que le compete como disciplina autónoma.
También por las expectativas que le exigen investigar científicamente, todo lo relacionado con el
ámbito educativo y ofrecer respuestas inmediatas a todos estos problemas, generando así un
confuso panorama.
Una alternativa de solución es lo planteado por Jackson (1981), que sugiere empezar de nuevo,
remontándose a sus orígenes teóricos, metodológicos y sentar nuevas bases que le permitan
redefinir la dirección de la disciplina.
Se tiene que tener un objeto de estudio de naturaleza pluridimensional, donde se deba prestar
atención al contexto histórico, natural en la que las personas viven y aprenden, lo que determina su
conducta humana.
El contenido resulta complejo debido a que se trata de dos disciplinas con dos campos de estudio:
psicología y educación.
Existe coincidencia en señalar como tema central el estudio del proceso de enseñanza/aprendizaje y
todo el contexto en que este proceso sucede. También el estudio de aptitudes, las diferencias
individuales y el desarrollo. Con tantos temas esto puede ser el punto débil de esta ciencia.
Se tiene que tener cuidado a la hora de definir el contenido de esta disciplina, ya que puede sufrir
una tendencia de abarcar muchos temas y campos de estudios, o por el otro extremo definir un
aprendizaje especifico como puede ser el verbal.
La psicología educativa, tiene dificultad para validarse como ciencia, debido a que tiene que aplicar
conocimientos psicológicos en el proceso educativo y como ciencia aplicada, tendría que desarrollar
sus propis métodos de investigación.
Gilly señala que no debe reducirse a la aplicación de los datos científicos elaborados fuera del
contexto escolar, sino que debe partir de problemas planteados por las propias situaciones
educativas.
La psicología educativa debe tener una estructura en el proceso de enseñanza y aprendizaje, como
una guía que defina y organice un sistema óptimo de conocimientos.
4. El problema de la investigación
Los resultados arrojan datos muy interesantes ya que existe desproporción entre a cantidad de
investigaciones y el valor de los resultados obtenidos.
Muchos especialistas se olvidan de la investigación y se enfocan a la práctica.
Otro problema es la carencia de un nivel de investigación aplicada como la poseen otras disciplinas,
ya que existe complejidad en los fenómenos educativos e intervienen numerosas variables
independientes.
A pesar de estas limitaciones la investigación ha mejorado con el paso de los años, estos se pueden
ver reflejados en nuevos estudios en las siguientes áreas: nuevos roles educativos, sistemas de
agrupamiento, enseñanza en equipo, nuevas condiciones del ambiente en clase, nuevas
configuraciones arquitectónicas o técnicas de intervención, solo por mencionar algunas.
Los psicólogos educacionales al no llegar a un acuerdo, mezclan su propio punto de vista con lo
observado. Esto puede generar errores en el análisis y conclusiones que perjudican a la hora de
definir su objeto de estudio por dar un ejemplo.
El primer problema es reconocer las confusiones conceptuales. El segundo problema es el que
plantea William James, la falacia del psicólogo, esta ocurre cuando el psicólogo asume que su
interpretación subjetiva es la correcta sin interpretación de por medio.
El tercer problema, lo plantea John Stuart Mill. Existe una tendencia fuerte a creer que cualquier cosa
que recibe un nombre, ha de ser un ser o una entidad, por lo tanto, y si no contara con un nombre, lo
imaginará como algo complejo y misterioso.
Algunos temas actuales que está siendo estudiado por la psicología educativa son: resiliencia, salud
escolar, prevención, disciplina, inteligencia artificial, entre otros.
El papel del psicólogo educativo surge debido a la demanda que exige la sociedad y para la disciplina
misma acerca de las contribuciones que realizan en el área educativa. Es en este contexto donde los
padres y profesores tienen expectativas muy altas acerca de las aportaciones del psicólogo y lo que
pueden llegar a conseguir.
Se comenta que el primer psicólogo educativo fue Alfredo Binet (1899), quien desarrollo una
herramienta para medir la inteligencia y fue aplicada a niños con retraso mental con mucho éxito. Ya
para los años 70, los psicólogos educativos comienzan a incursionar en la formación del profesorado,
la planificación educativa, el diseño curricular y la evaluación.
Entre unas de las características principales del psicólogo educativo tenemos las siguientes:
La psicología educativa en la actualidad esta atravesando muchos cambios, y es importante que los
psicólogos puedan hacerle frente con intervenciones novedosas y creativas, con ayuda de la
virtualidad – tecnologías y una preparación mas rigurosa para abordar dichas situaciones.