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H'~STiTUTO DE E'¡;TUDIOS PERUANOS.

JEP BIBLIOTECA

WA R I
<..
Arte Precolombino Peruano

CENTRO CULTURAL EL MONTE

Sevilla, enero - marzo 2001

COLECCiÓN AMÉRICA

iTITUTO NACIONAL DE CULTURA



~
~~~ MUSEO NACIONAL
1:-'lT ANTROPOlOC[A E
INSTITUTO NACIONAL
Fundación
i!>.:f:.l~~~
-< ;rl~ HISTORIA
DE DEL PERÚ
ARQUEOLOGíA DE CULTURA EL MONTE
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I .
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;~¡f
ff~;ijRBANISMO,ARQUITECTURA y CONSTRUCCiÓN EN LOS WARIS: UN ENSAYOEXPLICATIVO

~¡~iEOs
WARIS Y EL CAMBIO EN LA CULTURA ANDINA
~~;:~::~,;'
. - .

~l~':
~J!¡;;;;"'" !=nla élrqueologíade los Andes Centrales se ha llamado Horizonte Medio al periodo en el que
~lfe:.'~preciauna notable unificación de los rasgos culturales de las so~iedades andinas en el amplio
~. . . '. .
,!~;;!erritor¡oqueva desde Sicuani aCajamarca,en las sierras, y desde Tacna a Lambayeque,en las
~'-k;!_~_'-""' . _~L _ - dE .

~~(o;'ostas
peruanas. Ese período, que se extiende desde el 600 hasta el 1000 d.C., aproximadamen-
~Fg:,;::'~~
" .
1f."!,,; coincide con la creación, la implantación paulatina, el auge y la decadencia de un conjunto de
4'~~~~: ' . . .
~~;formasy de rasgos culturales que la literatura especializada reconoce como wari,
~j~~:\.:~" ~-
° -huari, que es
;~~Iótraforma de escribir ese nombre. Después de la decadencia de ese impulso, sin embargo, todo
~~:-:... . . .

~~:~I'ámbitocultural centroandino ha de quedar de alguna manera marcado por su impronta. Debe


.ri-ótarse,no
: .~
..
obstante,
.
que el reconocimiento del perfil específico de esa cultura, que ahora apa-
é'eeclaro,~olamente ocurre al final de la década de los 40, cuando Larco Hoyle lo identifica en
'.:-'-'~.' ": ::- --- . -

,\iacuchO. Antes de esa fecha los productos de wari se consideraban corno de filiación inca. Pero

(yyr?pidamente
~. \".,,~' .. ,.",
los trabajos de Lumbre~~§,Rowe,
if{j
Menzel, Isbell, González Carré,Pozzi-Escot
.
y

V9$·;.'definen cada vez con mayor precisión sus atributos particulares, así como la naturaleza y la
:t~~sid~d'::de:los'cambios que es~epueblo ayacuchanao introduce
• :' o'· .: ",... •• !SS
.
en la historia
--
éÜ1dina. ü
• •

,é,soií
'.' o·-,ua
numerosos
,..
e importantes esos cambi~s. Se dan como modificaciones
'.
sustantivas en la
Ii ión Ito, en la a.d_m
••i•••
n.if'.,t.ra.c.i
ó••
••nl' y el manejo delterritorko, en la cerámica,
,. . el arte textil,
•• la

'. ia enel urbanismo/ en la arquitectur¡'l y, seguramente, en otros campos. Tomados inde-


'_~~dientemente,
~-.:..'"';
esos c'ambios son de por sí significativos, pero en conjunto dan cuenta dela

Ilíplantación de una ~ueva forma cultural sobre el mosaico de los pueblos andinos.
;.~/ En cuanto al culto, en esos tiempos una nueva imagen se impone sobre las que eran vene-
-'.'.,..,_.

ªa,s. por las naciones qué florecieron con perfil propio en la época precedente,. el Período
6t'~rmedio Temprano. Así, aparecen en la cerámica rostros de fo~ma cuadrada con atributos
-~'f •

~ij¡ales,así'.- corno la representación de un personaje de pie que porta un bastón en. cada mano ..
.', l.'

'~'I~ llama "personaje de los dos báculos", o Dios de las Varas, y tiene la misma figura del que
S:':rrlOtivoprincipal en la iconografía vinculada a Tiwanacu, el gran estado del altiplano surandi-
~';.~.:¡:?:.' .

:;:;y~queestá representado en la figura central de la Puerta del Sol. No hay duda de la~
l~~ión
...,......
de Ayacucho con Tiwanacu, pero se observa también que cla iconografía
""-
wari no es _una
;;'PI~ copia de esos modelos ues las representaciones se modifican en detalles y contienen
~utos qwe no se encuentran en las formas tiwanaquenses. Son creaciones waris.

59
Pero como se ha dicho, hay otros cambios e innovaciones. Ahora se sabe que con los wari

aparecen documentados los primeros quipus


."
en la historia de los Andes. Conklin (1990) los llama
"quipus de canutos o entorchados" y están formados por haces de hilos retorcidos que mues-
tran cuerdas auxiliares y cintillas de colores. Son objetos hermosos que contienen mensajes y

-
que son medios de comunicación, pero también pudieron ser ~erramientas útiles para la conta-
bilidad, la administración y el control de los tributos y de .Ia producción. Como dice. Conklin son
"parte de una tradición textil de transmisión de mensajes". Por otra parte, la existencia de gran-
des recintos cercados, ubicados sistemáticamente sobre territorios extensos es, a su vez, indi-

---------_._~---__---- --
- cativa de formas de administración territorial.. centralizada. Quipus, establecimientos para la
administración y el control de localidades y caminos, difusión de nuevas tecnologías no pueden
considerarse como elementos aislados e independientes. Vistos en conjunto son herramientas y
componentes deinfraestn.ictura para el ejercicio del poder>::para el dominio de las gentes y del

.espacio. Por ello puede afirmarse que~on Wari una nueva forma de administración del espacio,
_ de las fuerzas laborales y de los recursos se instauró en los Andes]

~ . '-
A los wari también se debe la expansión de la frontera agrícola y la construcción de siste-
mas andenes en las laderas andinas. Esa práctica ha sido confirmada en Moquegua (Moseley,
1993) en el contexto del investigaciones que sobre el sitio Cerro Baul ha realizado el Proyecto
Contisuyu. La construcción de wachaques que ha investigado Parsons y Psuty (1974)es intensa
,¿1en el Horizonte Medio y prue~a del interés de su pueblo en el incremento de la producción. El
aumento dela producción es respuesta al crecimiento de la población en un proceso que toda-
·vía no ha sido suficientemente explicado y que puede estar relacionado con los drásticos cam-
bias climáticos que se han documentado para el Horizonte Medio .

.' El pa~orama de cambios qué acompañan al fenómeno wari se complementa con Ifnven-
ción de f}};!..evas
formas urbanas y con la adopción de nuevas tipologías arqUitectónica:U Sobre
ese tema volveremos más adelante para examinar las peculiares características de estos traza-
V ---
dos que, al mismo tiempo que complejos, son racionalmente ordena2.~. De su examen es visi-

ble una~lta capacidad de los wari para el pensamiento abstracto y para la construcción de
~odelos conceptuales de estructura compleja. Esta capacidad que se muestra en el urbanismo
de Pikillacta y de Viracochapampa y. en otros lugares, está también presente en los extraordina-

~!)rios -
te~es que acompañan a este proceso culturaiJ l.:l Más allá de la técnica textil propiamente

dicha, elevada como pocas, la ilustración que acompaña al texto (fig. 1) muestra el notable talento

60
de ese pueblo para el uso de la geometría regular en la producción de artefactos culturales y de
ser las suyas, como lo afirma Swayer, obras de "grandes maestros de la armonía y del color".

No deja de ser significativo, y también es cambio importante, el hecho que con Wari se aban-
dona la tradición de construcción de enormes complejos de pirámides y patios de proporciones

.grandiosas, que prevaleció en los Andes Centrales en los más de 2.500 anos de historia cons-
tructiva que anteceden a ese pueblo. Parece evidente que los dioses waris no requirieron de ese
esfuerzo y que la energía social disponible siguíó otros rumbos y se utiiizó de modo distinto.

EL PROCESODE EXPANSiÓNWARI y LA OCUPACiÓN DEL ESPACIO

Los especialistas están de acuerdo en que el proceso de inserción de este conjunto de nue-
vas formas en el espacio andino se inicíó en la cíudad de Wari, cuyos restos forman una exten-

''o sa y compleja área urbana ubicada en un promontoria ?5 km. al sur de la ciudad de Ayacucho, y
que a partir de allí creció su influencia sobre casi todo el amplio espinazo andino. También hay

coincidencia en que un f?ueblo vinculado a la tradición tiwana,guense ocu ó euitio sobr¡pJ?-


niéndose a los asentamientos locales construidos por los huarpa"Con ese nombre se conoce a

la cultura ayacuchana que floreció en la zona en el \,eríodo Intermedio Tempra0.,?'Esa cultura, a


su vez, tenía una amplia relación con sus contemporáneos coste nos nasca y conocía y utilizaba

la elevada técnica ceramista de ese pueblo. Así, en el comienzo y en e1lmpulso inicial de Wari
están presentes ptres tradiciones
••.. -
reconocibles
--..
en su.
-
cerámicª-: tiwanacu, - huarpa y nasca.+ A ellas
- '---.

debe sumarse otra que es visible en la arquitectura, la de la .construcción de recintos de l2aredes


altas a las que se adosan lineas parelelas de habitaciones angostas ue se había im uesto en

Marcahuamachuco,. Pero esa agregación no es una suma; es una integración que ha de dar un

nuevo fruto.~a influencia tiwanaquense fue sin duda el factor determinante para la construcción
del perfil wari. ¿Fueron misioneros y catequizadores los que trajeron en sus textiles al dios de las
varas desde el altiplano, además de otra visión del mundo y otras tecnologías? ¿O acaso fueron

peregrinos ayacuchanos los que después de visitar Tiwanacu volvieron a su tierra con un nuevo ~
mensaje? ¿Fueron tan sólo comerciantes viajeros? ¿Fue Wari una colonia tiwanaquense depen-
diente de la metrópoli altoandina? ¿Representa un desplazamiento hacia el norte de pueblos
asentados en la periferia de ese estado? ¿Fueron gentes de Markahuamachuco los que visitaron

el altiplano y después se asentaron de modo independiente en Wari? J

61
Cualquiera que fuera la respuesta a esas preguntas, la información que proviene de la arqueo-

logía da cuenta de que las .tuerzas que sustentaron el dominio erogresivo de los wari sobre las (
tierras andinas estaban basadas tanto en I~Onquista militar de territorios como en el~esPlaza-
miento de formas locales de culto por otra~ de mayor vigor, y también en I/Jotencia ~e tecno-

logías productivas más avanzadas 9..l:!eofrecían mejores rendimientos y calidad en los produc-

~ ,tos. La conquista militar se ha demostrado en@oquegua pond~ las fuerzas wa'ri~~ru;:n


hasta los cimientos las ciudades 10cé!Les
-habitadas por colonos tiwanaquenses- y se instalaron

;1 Cerro saúlJuna fortaleza natural y lugar prácticamente inaccesible desde el llano moquegua-
no, y en el cercano§rro Mejía]qUe prote~ía los complejos de andenes construidos por los aya-
cuchanos. En otros sitios son menos visibles las acciones de guerra pero es clara la aceptación
de nuevas ideologías por naciones de tradición diversa, como se comprueba en la fabricación
por ceramistas locales de piezas con la decoración que corresponde a ese estilo y, de manera
muy importante, por el uso de tecnología agrícola avanzada para la incorporación de tierras mar-
ginales de ladera a la producción agrícola en general y al cultivo del maíz en particular.

Por ot~a parte, ~n muchos lugares costeños las edificaciones waris no mu~~ra!: si9r:os de'
amurallamiento
.. nide fortificación alguna. Son grandes cercados desde donde un grupo reduci-
do de funcionarios estatales pudo haber comandado la realización de obras corporativas por las
~
comunidades locales. Se entiende que el provecho debe haber sido mutuo y que el apoyo a las
poblaciones locales era retribuida por alguna forma de tributo. Las ventajas ofrecidas por lo wari
a los locales
. -~ -
deben haber sido de naturaleza ma):'orporgue para que un pueblo
~ --- cambie su mane-
--
ra de vivir y de hacer las cosas, como ocurrió en esos tiempos, es necesario que también cam-
-
t bie su concepción del mundo. Al parecer ese cambio fue logrado por los waris.
Solamente la operación de alguna forma de estado puede explicar la extensión de las formas

Oó wari sobre un terreno tan extenso y variado como el que la arqueología reconoce.(chavínles otro
episodio expansivo en la historia de los Andes, pero la extensión de las formas culturales vincu-
ladas a esa cultura -que expanden al mismo personaje de los dos bastones que acompaña los
waris y que así se ._----------
'. convierte en un "reviva/", o regreso a la vieja tradición- incluyó también inno-
vaciones tecnológicas, aunque no se observan en ese proceso los establecimientos de tipo laico
-
8ue construyeron los aya·cuchano.s.Por esolwari puede llamarse imperio,lel.imperio wa;i como lo
expone Lumbreras (1974). También es un estado expansivo
lO. " en la terminología que usa Moseley
.•••,--_'_

(1993) para describir el tipo de organización que funciona mediante módulos administrativos

62
,.- dispersos.que interactúan con las poblaci~nes locales. Este texto sostiene que el estudio de la
?rquitectura y del urbanismo livari da cuenta de la operación de una forma de gobierno centrali-=-_
zada que conduce procesos y que maneja normas y reglas operativas concretas. En su versión

expansiva la arquitectura que acompaña a esas formas de ocu ación res atrones clara-

'mente establecidos gue cumplen instrucciones predeterminadasJ


Bonaviª (1991, fig. 40) presenta un m¡¡.pa con la localización de los erincipales centroS urb~-
, nos wari y tiwanacu en los Andes Centrale¡s.(fig. 2). El gráfico identifica numerosos lugares cuyo
número habrá de ampliarse en la medida en que intensifique la investigación de este tema. Es

impresionante la extensión territorial en la se implantaron las formas culturales que acompañan a

esa cUltura.~e entiende qUE?la expansión fue gradu~1 y según los estudios de Menzel (1968),
, basados en el análisis de la cerámica, se identifican cuatro épocas _que se enumeran del uno al

cuatro y las dos más antigu~s se subdividen en I?"eríodos A y ~. En ese cuadro los waris habrian

entrado en la escena andina en períod0...l.6.Y construido la ciudad de Wari sobre una ocupacion
huarpa preexistente. En los tiempos llamados ~
2A y 1 B los waris realizaron su proceso
--
de conguista

y toma
F' territocial. La ciudad de Pikillac\a fue construida en ese período así como otros lugares más
pequeños. Después de un tiempo de contracción tiene lugar otra onda expansiva y se construye

Viracochapamp~, hacia el norte, y más tarde el complejo Serro Béilll, en el sur andino. La ciudad
de Viracochapampa queda inconclusa, Cerro BaLiI es abandonado y al final de la época 2 el gran

sitio wari comienza a dec,aer. En las épocas tres y cuatro se diluye la influencia serrana pero algu-

nas formas waris adquiéren vigor propio en las tierras que fueron su dominio. Pachacamac en

Lima es uno de esos lugares y su cerámica, llamada Viñaq~, mantiene como figura al dios de las

varas, y las formas que se lIamar~{Atar~oJi,nfluidas [:lar Wari, crecen en el sur medioJ
La construcción de centros urbaQQs mayores fue acompañada por numerosos asentamien-

tos de dimensión y complejidad menor. Los de tamaño intermedi.Q contienen los mismos recin-

tos cercados con cuartos angostos adosados a los muro?, que son típicos de las ciudades mayo-
res y que representan, sin duda e indistintamente, viviendas de los funcionarios y administrado-

res, depósitoj> y áreas protegidas para la administración y el trabajo. Algunos tienen también ~-

ficaciones dedicadas al c0Jo. Otros asentamientos son simples cercados mayores de ,traza ge~-
métrica y muy poca densidad de construcción. No deja de ser importante el hecho de que ese
es iiiii: Ü4 • _ - -- - ,

tipo de edificios se encuentre repetidamente en posición cercana a conglomerados urbanos que

mantienen formas locales de trazado y edificación.


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64
- ---
Tanto McEwan, en Pikillacta, como .............-...
Isbell, en Wari, han notado que en la vecindad de esas

ciudades mayores se desarrollaron otras de menor tamaño. McEwan llama con propiedad Gran -
Pikillacta a este conglomerado que señala especialización funcional, jerarquías y roles de los
establecimientos menores ,en la organización del espacio en la vecindad de una ciudad mayor.
Para el manejo y la sujeción de un espacio tan extenso como el que estuvo bajo la influencia de
los waris debió existir otro sistema vinculado a otra red de establecimientos. La arqueología ha .•..

identificado numerosos establecimientos construidos y usados por ese pueblo, pero todavía está
por definir la estructura de la red y la jerarquía de los módulos que la forman.

LAS CIUDADES Y LA ARQUITECTURA

• La ciudad de Wari

[ La ciudad de Wa,¡i,vista en el sitio, aparece como un aglomerado de grandes recintos de


!2.rma irregu)ar, cercados por potentes muros de piedra sin cantear que contienen espacios
---- -- -- - -
.abiertos, galerías estrechas, algunas de varios pisos, cámaras subterráneas y otras habitaciones.
Su trazo y forma indican crecimiento progresivo y adaptación a~ndiciones del terreno incli-

nado en el que se ubic~ En otra oportunidad se ha tratado ese tema (Williams y Pineda, 1985) y
mostrado la notable diferencia de ese trazo con la regularidad geométrica que se se observa en

~ta, Viracochapampa y otros asentamientos menores.


La visión general que se obtiene de~ al examinar los planos y las fotografías aéreas del
lugar confirma la eforma compleja
:'
del conjunto y la irregularidad de su trazo. Originalmente con-
fusa, pero que ahora aparece aun más complicado por las cercas añadidas y el allanamiento de

.- áreas que sobre la vieja traza han realizado sucesivas generaciones de campesinos. Son muy

pocas las calles que atraviesan la ciudad, pero el ancho de algunos de los muros pudo servir par?
la circulación
.• interna.
.. No se distingue una plaza pública o espacio mayor que pudiera haber sido
el centro de este conglomerado. Desde ese punto de vista, la ciudad tiene un .urbanismo pecu- .
_
liar, con una textura propia, pero con la misma falta de calles y de espacios abiertos oara uso,
_ a;¡¡¡¡¡¡,I ••••••• __ •••• --- ••• ·----

público que caracteriza a Chanchán.,

•Las ciudades son productos sociales y su forma y estructura contienen mensajes sobre la
. ¡ ."
naturaleza de las sociedades que las viven o que las han construido. Por eso podemos decir que
los señores que vivieron en Wari no estaban interesados en la convocat~ia de grandes mas~s

•de gentes para mostrarles su gran~eza su poder. Tampoco se interesaron en r::romove¡ dentro ~
del área urban'}los tipos de ritual masivo que tenían~g~ e~ las pl~as central_esde las ciuda-
des incas y de otros pueblos. Los espacios abiertos de los recintos típicos que forman la ciudad,

aunque grandes, mantienen modos de acceso ~estringido y privaciQ...ad.Los cercados y las áreas
~
dedicadas a la religión y al culto no expresan, por su volumen y dimensiones, la magnificencia
e de los montículos piramidales que levantaron sus antecesores en la historia andina. Las divini-
dades de su panteón no parecen haber exigido esos tributos. Las zonas dedicadas al culto apa-

recerí simplemente como recintos imbricados en la misma trama general. Se aprecia un tipo d?

~• relación, por decirlo así, menos distante entre la elite y sus dioses,. y que en esa relación estaba
ausente el pueblo o, dicho de otra manera, es evidente que un aito grado de secularización s~
consolidó en la sociedad warj,.A esa ;:ecularización debe añadirse cierta homogeneidad entre los
componentes de la elite; sus casas son semejantEís y no hay visibles palacios y edificaciom¡s

f"!l9numentale,s para residencia de personajes de alcurnia que son característicos de las traeli-
ciones eúroasiátie-as

La complejidad morfológica del lugar es alta. Los estudiosos del sitio han identificado nume-
rosos sectores de la trama urbana y establecido nombres para los mismos. La descripción de

esos sectores aparece con detalle en los trabajos de Lumb'reras (1974), González Carré (1992,
1999), Isbell (1985) y otros investigadores. No es necesario repetir esas descripciones en este

texto. Con esa información, con las visitas de campo y con el estudio de las fotografías aéreas
el autor ha preparado el plano de la ciudad que aquí se presenta (fig. 3) completando el que se
habia realizado anteriormente el autor con el arquitecto José Pineda (Williams y Pineda, 1985).

El estudio del plano indica que en el lugar hay visible solamente una calle princi~1. Tiene un
![.a.zosinuo~o que va en dirección general de este a oe51,ey es paralela a la quebrada Pacaicasa.
Isbell (1985) cree que otra calle la intersectaba pereendicularments¡ a la mitad de su recorrido.
Esa calle podría haber pasado sobre Checowasi y continuar al oeste. La calle principal aparece
truncada en su extremo este y ello ocurre, según Isbell (1985), porque obras mayores de renova-
ción urbana que quedaron incompletas originaron este corte. Otras numerosas calles deben
haberse construido para acceder a los recintos amurallados que fomian la ciudad. Calles de ese

tipo se han encontrado en los trabajos de Moradochayo~. Pero su ubicación requiere de exca-
vaciones ya que no son apreciables en los planos y fotografías aéreas del lugar.

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fI'letros

Fig, 3. Plano de la ciudad de Wari sobre la base de las fotografias aéreas SAN 181-10 1525 (Williams y Pineda, 1985).
El plano es una reinterpretación del que fuera preparado en la fecha indicada.

67
APUNTE

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lOl:XClO ~-=:---......
_. ~ orte en las galenas y vista de las

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Fig. 4. Checowasl.
.
..
erarias. RedlbuJa
do de Benavides (1984).
. ... .

------ Planta del sector Moradochayoc


Probables . . e la típica organlzaclo
Fig. 6. Moradochayoc. . .. n del espacio en
rv.1l11:?S en Wan. Notes . es trechas adosadas
dos con galenas
Corte de
rectángulos ros Perimetncos.
cerca .. Re dibujado de Isbell,
Carí'etera a los IllU .
Brewster- W ray Y Spickard (1991, fig. 6).

68
Al borde de la quebrada Pacaicasa se construyó parcialmente un muro elevado y grueso

que todavía conserva 12 metros de alto. Entre ese muro y sus srolongacione§ hG¡cjael norte ':t la,
calle Mayo!;, están los .~ Yo grupos que se denominan Vesachayoc Moqo, CaRillapat~,
--_....
Canterón, Sullucruz, -,. y Robles Moqo. y otros que no han recibido
, Ushf?acoto nombre. Todos estos
grupos, con excepción de Robles Mogo, que parece haber sido allanado para siembra, contie-.
nen muros altos, densidad de construcción elevada, terrazas sostenidas por muros de conten-

ción, nichos, galerías de uno, dos y tres pisos y estructura compleja. En el sitio de Vegach~c
Moqo los investigadores
'--'" Bragayrac (1985), González Carré y Bragayrac (1999) han excavado una.
.

estructura que llaman' Temp!o Max.,0r,cuya forma indica que fue dedicada a actividades Cere" ,
·moniales y de culto, contiene hileras de nicho,s y edificios con planta en "O" a los que se les ha
. asignado esas funciones.
el este de una línea de muros que terminan donde la

. calle principal fue 4 interrumpi~a, se han identificado los


-- lugare~
_ llamados Mongachayo~,
·;Moradochavoc, Muyu Perca, Turquesaxoc, Yanapata, 8.0yuc Perca y, en el extremo sur, Checo
----_,,_). . . •• - lt p •••• -. •••••••.••••

~i e Infiernill,o. En este sector es lígeramente menor la densi~ad de construcción p-eroes íguétl-

mente compleja.
"1 Hacia elfe~)de esa línea curva se aprecia menor densidad de edificaciones
,y espacios abiertos que pueden ser resultado de la erradicación de muros antiguos para el cul- .
tivo de las parcelas. Otros numerosos restos aislados persisten en los bordes del continuo urba-

no. El recinto llamado t;¡oradochayoc (fig. 6) ha sido excavado por Brewster-Wray (1983) y cOm-
probado que tenía uso residenc..!2l,acceso directo desde una calle y disposición interna en patios
cuadrados bordeados por habitaciones largas y estrechas, además de plataformas de uso cere-

monial. El llamado Checowas,i (Benavides, 1985) pudo ser de función ceremonial (fíg. 4).

--_....
Si la lectura presentada e'scorrecta parecería que el sitiowari hubiera estado. dividido enE;rei

Jra~des sezto,;:;S)el bordelno~~ entre la calle principal y la quebrada, para actividades de cult~,
ceremoniales y de prestigio; el espacio central, entre la calle principal y la línea de muros, para

vivienda de la elite local y de funcionari~s, además de otras funciones de cult~;


4 Y alt€'S!21de esa
línea para otros componentes de la misma elite. Al final de la línea de muros hay un gran edificio
que a juicio de Isbell quedó sin terminar. Los
• recintos dedicados a la vivienda muestran un alto
grado de autarquía e independencia que guardan dentro de sus muros lugares propios para resj-

~ ~, depósitos, ~ y espacios para la atención y asasajo a visitantes. Tienen


dimensión suficiente para albergar a un grupo familiar extenso y a sus servidores.

69
Fig. 5. Templo Mayor. Reconstrucción isométrica de la estructura principal de Vgachayoc Moqo, según González Carré y
Bragayrac, 1999.

No se encuentra en la ciudad lugar de vivienda para la clase trabajado~a, no es reconociQ.!,.e


un lugar central abierto ni una estructura de circulación con los niveles de conectividad y liber-
tad de acceso que es típica de ciudades abiertas. Es evidente que los productores que sosteníar;
a la elite no vivían en la ciudad,
• tampoco habitaban allí los ingentes volúmenes de mano de obra
que se requirieron para levantar sus enormes muros y delimitar los recintos y, al parecer, la acu-

.•• mulación de bienes en la ciudad era en gran parte privada, pues no se han identifícado en ella
áreas de depósito comunes, aunque los grupos de galerías paralelas vecinas a Robles M0CJ.?

pudieron servir a ese fin. El sitio de AtumpamJ2.a,en una colina cercana y de perfecto trazo orto-
gonal pudo también servir como c..omplemento urba,no y zona para depósitos comune".
Es una ciud.ad complicada en traza y extensa en área ocupada, y es probable que estudios
de mayor cobertura y detalle aclaren las dudas y expliquen mejor su f.o)eculiarestructu~a. Además
de los sectores de Vegachayoc Moqo y Moradochayoc ya mencionados, se han realizado exca-

vaciones en Ushpacoto y Checowasi.(fig. 4) con hallazgos sorprendentes de ~alerías subter~-


neas y labrados de piedra extremadamente fino~. Pero las áreas estudiadas son todavía una por-
ción mínima de este rico yacimiento arqueológico.
El sitio de Vegacha;wc, que sus investigadores llaman Templo Matar (Bragayrac, 1985;
González Carré y Bragayrac, 1999), ha sido estudiado con detalle y muestra un excelente ejem-

plo de la arquitectura públ~ca y, seguramente, reli~iosª que construyeron los waris dentro de la ~
traza irregular de su ciudad. El lugar ocupa un ~ en forma de un trapecio irregu,ar que tiene

-
acceso desde la calle Mayor. En la zona excavada se han descubierto muros ricamente decor¡¡¡-

dos con hornacinél;sy un peculiar edificio con planta en forma de una "0;'- Al parecer todo el con-
junto estuvo pintado con colores vivos. La ilustración que acompaña al texto (fig. 5) describe este
interesante edificio, igual a otros que pueden existir en la vieja ciudad. t,Johay duda 'que el lugar
requiere de mucha más investigación que la que hasta ahora se ha realizado.

\ Pikillacta

En Pikillacta, otra importante ciudad wari, el panorama es totalmente diferente. La irregulari-

dad del trazo de Wari cambia totalmente y se convierte allí en un planteamiento geornétrjco que
ubica los componentes de la ciudad dentro de una grilla modulada con un sorprendente -grado de,
exactitud. Se aprecia que esos geómetras y urbanistas tempranos manejaban procedimientos de

trazo sobre el terreno técnicamente solventes, modos de mantener correctamente alineamientos t


y de construir con precisión ángulos rectos, así como un sistema de medir que permitía la repeti~
ción de longitudes enmúltiplos y submúltiplos de una unidad básic~, además de maneras de
representar a escala sus propuestas sobre las formas urbanas. Un trazo complejo y prbporciona~
do como el que se ve en Pikillacta no puede concebirse, ni posteriormente replantearse, sin los

instrumentos que ahora llamaríamos planos o modelo~. He sugerido que esos modelos pudieron
ser ejecutados sobre textiles,• 'pero si ese no hubiera sido el caso y otra forma hubiera sido usada,

la concepción global de la ciudad debió anteceder al acto de dibujarla o tejerla. Los arquitectos X,

urbanistas llaman conceptualización a ese proceso y con los waris tomó la forma de una innova-
ción conceptual, de un acto creativo que cambia la historia del urbanismo andino.

• en 1934. aunque publicado 25 años des- ,


El plano de la ciudad fue levantado por Harth Terre
,
pués, y es todavía un excelente aocumento de estudio. Más tarde, el lugar fue estudiado por

Sand~, quien pensó que el sitio no había sido ocupado, y más adelante por McEw~n, quien
hizo un nuevo levantamiento (fig. 7) Y que al hallar los sitios donde eran depositados los des-,
", perdicios urbanos comprobó, contradiciendo a Sanders, que la ciudad había sido habitad~

71
)'
5r.d.r 1

,
;,i

o
Fig. 7. Pikillaeta. Planta de la ciudad según ·McEwan (1191, lig. 3). Para ese autor el sector de pequeñas habitaciones al
noroeste es un añadido al trazo original, originalmente en lorma de cuadrado. Nótese la concentración de recintos con
galerias al noreste de la plaza central.

72
McEwan (1985), que es la fuente principal de este texto, también asegura que el sector norte,
..:donde se encuentran hileras ordenadas de cuartos pequeños, es una adición que se construyó
entre el final del siglo VIII y el inicio del siglo IX d.C., y que no sirvió como área de colqas o depó-
sitos como se había venido pensando.
La ciudad se ubica en un terreno moderadamente ondulado en las faldas de un promonto-

rio que separa la cuenca de ~ de la margen izquierda del Vilcanota y cerca del sitio llamado
.Rumicolca. Apenas a tres kilómetros de allí el Huatanay gira bruscamente para confluir con el
Vilcanota. Es un lugar estratégico para el dominio del área. La Carta Nacional antigua a escala

1/200.000, Hoja Acomayo nO98, levantada en 1939, da a ese promontorio el nombre de Cer!:9,
Pijaillacta (la ciudad .de la vergüenza), que es curiosamente tan despectivo como el de Pikillacta

(la ciudad de las pulg~s). El plano general tiene una forma rectangular de 745 por 630 metrQs y
se orienta de modo muy cercano a 45 grados de los puntgs cardinª!e~. Originalmente pudo haber
tenido la forma de un cuadrado al que se le han añadido varios espacios rectangulars¡s en los
___ 1 .'

bordes y cuyo ángulo norte se dejó de constru~. El cuadrado básico de 625 Ó 630 metros de lado,

todavia reconocible, se divide en tres rectángulos alar9ado~ con tipologías de edificación dif.e-
~s pero que conservan la traza modular. El rectángulo del lado oeste, que Mcewan llama

---
recintos en su extremo norte y tres al sur,
-
Sector 3, está practicamente libre de edificaciones, pues solamente muestra cuatro grandes..
.

que dejan un amplio espacio abierto en cuyo centro


_____ ••••• r

debió haber un edificio,de planta circular según Harth Terre y que no aparece en el levantamien-

.'
-
: .to de McEwan. Ese espacio abierto sirvió de entrada a la ciudad amurallada, ya que allí está la

-----------
puerta que permite el acceso desde el sur por un camino también amurallado, que Harth Terre
llama "camino a Rumicolca". De allí mismo parte un camino que circunvala parcialmente lamura-
lla externa y va hacia el norte. Pero según McEwan se corta muy cerca a la muralla que envuel-
. -ve la ciudad y sugiere que su uso no fue de acceso sino solamente ceremonial.

~f:,~
'(".,.
El rectángulo central, número
. 2.en McEwan, muestra una plaza mayor
, que coincide aproxi-

-
madamente con el centro del diseño y otra más pequeña hacia el norte del cen~o. Ambos espa-
.. cios contienen sistemas de cuatro
~ - -galerías estrechast' y paralelas adosadas a
• sus muros perimétri-

...
cos y habitaciones
•.. , abiertas hacia los patios de uso evidentemente distinto a las alar-
rectangulares -.....-.....

'.gadas. Todo este sector está dividido por muros que se cortan perpendicularmente y forman cua-

---------.
drados y rectángulos. Hacia el norte del centro la densidad de construcción es muy
ría de los recintos contienen tres líneas paralelas
. .
- alta y la mayo-
~ de cuartos o galerías estrechas ~que partiendo de

73
los muros del perímetro dejan un espacio abierto al centro. Si tales galerías hubieran sido techa-

das, como parecen demostrar las excavaciones, esa disposición haría que solamente la línea veci-
na al patio tenga luz y ventilación directas, esto es, apenas una porción menor del área construida
en el primer piso goza de esas facilidades.

En este sector, y abiertos hacia las plazas, se edificaron ambientes mayores,


i algunos con las
esquinas redondeadas. Su forma los distingue corno de uso especial, quizás ceremonial, y tie-
nen la misma planta de los que se han hallado en Víracochapampa y descritos pormenorizada-
mente por los Tapie como cuartos "oblongos". Su forma y localización sugieren uso ceremonial
o administrativo en el modo como las "audiencias" fueron usadas en Chanchán. La trama global

de los recintos en el Sector nO2,escompacta y tienen acceso por dos calles paralelas en sus
bordes este y oeste, otra corta el sector a una distancia de dos módulos de su extremo norte y
la última llega a la plaza central desde la calle este. Un sistema de calles menores difíciles de dis-

tinguir, pues tiene el mismo ancho que las galerías, debió permitir llegar a los recintos. Las a-
zas centrales no muestran un acceso direct9 ysus visitantes debieron atravesar vestíbulos y
ambientes de control.

~ recintos cuadrado~
El tercer y rectansulares
rectángulo, Sector n° 1con g..:::!erías
en McEwan, aestá
dosadas a losenmuros
cubierto perimétricos,
su totalidad por unaaunque
trama de
trazado diferente a los del sector central. La densidad constructiva es bastante meno¡ y en alsu-
nos de los recintos no hay huellas de edificaciól;1' La cuadrícula está formada por 6 hileras y 14
- Ni. ..• -
columnas, lo que daría 84 recintos, pero en el extremo ~te se dejaron de construir tres de

ellos, p;r lo que el total esde 81 {ES una trama articulad.a en la que aun los espacios vacios pare-
cen formar parte del disefío. Las cuatro hileras centrales. del sector contienen el mismo tipo de
edificio; son 56 recinto~ en los que una sola galería está adosada al muro perimétrico. La hilera
exterior (este) alterna recintos vacios con otros que contienen la variante tipológica que se des-

cribe más abajo. L:. rilerc;in;e~io:, que colinda con el Sect0,r2, tiene otro ritm.o y alterna edificiqs
(tipo S, fig. 8) ~e tienen habitaciones de esquinas redondeada~, con los de una sola galería de
borde (tipo C,-fig. 8). Toda esta hilera tiene acceso desde la "avenida" que separa los Sectores ~

U. No puede dudarse que se trata de una disposición premeditada en la que los recintos tienen
función especializada y arquitectura apropiada para cumplir funciones específicas.

McEwan ha identificado ~nco formas básicas en Pikillacta, tipos de "A" a "E", para las edi-
ficaciones construidas dentro de los recintos, tal como se muestran en la figura adjunta (fig. 8).

74
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3.Fi~~8. Tipologías arquitectónicas en Pikillacta según McEwan (1991, fig. 4). A las cuatro tipologías identificadas por
,'.;.:~cEwan,el autor ha añadido la "C1 ", en la que la galería del borde y la central están separadas 'por un corredor abierto.

75
Las que ese autor llama tle,0 "A" tienen líneas paralelas de galerías adosadas a los muros y patio
central. Las de tipo "B" contienen a las habitaciones rectangulares que ya hemos mencionado y
una galería adosada a tres de sus muros de borde. Los de tipo "C" tienen una en tres lados y el
cuarto, dos. Considero que esta última es un pasaje y que 110fue techada. Los de tipo "O" son
recintos vacíos y los de tipo "E" edificios rectangulares aislados. A mi juicio los módulos de la
(iltima hilera al este forman otra tipología no descrita por McEwan y se componen de una gale-
ría pegacla a los muros, otra alrededor del patio central y un corredor abierto entre ambas áreas
techadas.

En un sistema urbano tan cuidadosamente modulado no puede faltar una red de accesos a
los recintos considerada y definida por la planificación inicial. McEwan no pudo encontrarla, a mi
juicio, por el tipo de excavación puntual que realizó y por el espesor de los escombros que
cubren el sitio. Según sus datos, el piso original está a 2,5 y 3 m de ia superficie actual. Más cide-
lante se discute este asunto y se muestran las características probables de esta red interior de
circulación.

El trazado global de Pikillacta se completa con un grupo de grandes cercados en el extre-


mo norte de la ciudad, número 4 en McEwan, donde se han construido baterías de cuartos
pequeños que se abren a callejuelas paralelas. Para McEwan el hallazgo de fogones le hace
suponer que fueron usados para viviendas, contradiciendo la idea de que fueron usados como
eolqas. Los fechados para este sector indicarían que fue un añadido al trazo original.

l ViraeOChapamp~J

La ciudad de--e=:
Viracochapampa (fig. 9) es otro ejemplo del trazado modular y geométrico que
usaron los urbanistas waris. La ciudad se ubica muy cerca, apenas a tres kilómetros de
Mardahuamachuco, el extenso y notable complejo de la sierra liberteña. La información que aquí
se presenta se basa principalmente en los trabajos que sobre el sitió han llevado a cabo John y

Theresa T~:J,Pie
(Topic y Tapie, 1983; Tapie, 1985) y en el plano realizado por McCowIJJ1945). Los
estudios dan cuenta de que la construcción quedó inconclusa con su muro perimétrico sin aca-
bar, avanzada en parte la edificación en su sector central y los alojamientos de los constructores
~ todavía en el sitio. La fecha de construcción y abandono sería la de la primera mitad del siglo IX

o d.C., en lo que se llama Época 2 del Horizonte Medio.

76
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50 100

METROS
1'50
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200

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MUROS

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Terminados

Incompletos
Cimientos

S
·Fig. 9. Plano de Viracochapampa. Según Tapie y Tapie (1962, lig. 1). Para esos autores la construcción de la ciudad quedó
, inconclusa y parte de su muralla exterior solamente como zanja para los cimientos.

77
Su trazo, que repite la forma y división en sectores de Pikillacta, es de un cuadrado de 580
metros de lado emplazado en un terreno de pendiente suave. Una sola calle atraviesa la ciudad

de norte a SU! con puertas en la muralla perimétrica y parte el cuadrado en dos secciones, de
modo que la sección oeste tiene seis veinteavas partes del lado y la del este catorce, que a su

vez se dividen en dos porciones de siete veinteavos. L~ edificación se concentra hacia..el la~o
este de la salle, o avenida principal, en la forma deun rectángulo alargado que forma el centro
de la composición. Este diseño deja un ~spacio vaSío entre el muro exterior oeste y la zona cons·
truida del centro. El ancho de ese espacio libre, que es el mismo del que está edificado, es de
siete veinteavos del lado del cuadrado que forma el perímetro urbano. Se anota que las mismas
proporciones fueron usadas en el trazado de Pikillacta.
Todas las edificaciones se encuadran dentro de una grilla modulada que tiene como base
• . . ~ - ----- .. '';'=-", .._--

múltiplos y submúltiplos de una unidad de trazo que equivale, como queda dicho, a un.Jveintea.
.-;;; de la medida mayoclla ¿ama urbana está form~or r.:cinto~ c~rca...d.os
altos c().Q...!llilIQ~_
medianero:'; entre unidades
',' ,--.
vecinas. En el interior d,,"los recintos hay habitaciones
4 a.
angostas
- --et'
de

una y dos hileras adosadas a los muros y .espacios abiertos al cerl.t-r..o.


La mayor parte de estos
recintos muestran, en adición a las habitaciones alargadas y al patio, unas ~habitaciones
•• r rectan·
gulares con las eSquinas redoodeada.s. En los estudios de los Tapie se las denomina de tipo

"~blongo':: y por su decoración y acabados parecer ser elemento principal del diseño. Como se
ha dicho, ese mismo tipo de habitación aparece en Pikillact.? y ~Wari.
En el centro del zona construida, que es también el centro del cuadrado, se encuentra una
plaza
! .
limpia de edificaciones y nivelada por rellenos.
-
En._---_._-_.
los cuatro bordes - de este es¡:>aciose
---

9' .~ncuentran los mismos edificios con esquinas redondeadas ue se han descrito anteriormente.
SegLIIl los Topic, solamente un sector reducido de este ambiente central fue concluido.

En esta ciudad, como en Pikillacta, se ha determinado que los planificadores trazaron una

rJ.;l de canales para el drenajeje las aguas pluviales. Es probable que existiera otra para el aba~,
tecimiento de agua. Esta precaución se demuestra con el hallazgo en ambas ciudades de cana·
les
..,.
subterráneos de sección rectangular . cubiertos por lajas'"-qUe atraviesan diagonal mente
.- ~ ---- -
los ---
r~cintos y cruzan los cimientos de los muros. Es claro, y no puede ser de otra manera, que~
d~seño de esas redes, el cálculo de las pendientes y el replanteo sobre el terreno fue parte del

'7 acondicionamiento inicia~, corno lo fue la identificación de canteras y materiales y la


organización de la mano de obr::.a.
Su trazo, que repite la forma y división en sectores de Pikillacta, es de un cuadrado de 580

.
metros de lado emplazado en un terreno de pendiente suave. Una sola calle atraviesa la ciudad

de norte a su~ con puertas en la muralla perimétrica y parte el cuadrado en dos secciones, de
modo que la sección oeste tiene seis veinteavas partes del lado y la del este catorce, que a su

vez se dividen en dos porciones de siete veinteavos. La edificación se concentra hacia _~o
este de la c.alle, o avenida principal, en la forma deun rectángulo alargado que forma el centro
de la composición. Este diseño deja un ~spacio vac:ío entre el muro exterior oeste y la zona cons-
truida del centro. El ancho de ese espacio libre, que es el mismo del que está edificado, es de
siete veinteavos del lado del cuadrado que forma el perímetro urbano. Se anota que las mismas
proporciones fueron usadas en el trazado de Pikillacta.
Todas las edificaciones se encuadran dentro de una grilla modulada que tiene como base
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múltiplos y submúltiplos de una unidad de trazo que equivale, como queda dicho, a un..Jveintea-

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.... ~ '. . angostas de ..".

una y dos hileras adosadas a los rnu!:9s y .espacios abiertos al (;e~tro: La mayor parte de estos
recintos muestran, en adición a las habitaciones alargadas y al patio, unas 1.-'"
habitaciones rectan-

.
guiaras con las esg1!i.o.as-reclQpdeadas.En los estudios de los Topic se las denomina de tipo
"oblongo"
~~ y por su decoración y acabados parecer
.
ser elemento principal del diseño. Como se
ha dicho, ese mismo tipo de habitación aparece en Pik.illacta y en Wari.
En el centro del zona construida, que es también el centro del cuadrado, se encuentra una
plaza limpia de edificaciones. y ----~---.-~
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nivelada por rellenos. En.----------
los cuatro bordes --de este
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_~ncuentran los mismos edificios con esquinas redondeadas ue se ~an descrito anteriormente.
SegLII1los Topic, solamente un sector reducido de este ambiente central fue concluido.
En esta ciudad, como en Pikillacta, se ha determinado que los planificadores trazaron una

r!2 de ca'nales para el drenaje de las aguas pluviales. Es probable que existiera otra para el aba~
tecimiento de agua. Esta precaución se demuestra con el hallazgo en ambas ciudades de cana-

I;s subterráneos de sección rectangularcubiertos por lajas que a~san <:!iagona!mentelo~


r~cintos y cruzan los cimientos de los muros. Es claro, y no puede ser de otra manera, que~
diseño de esas redes, el cálculo de las pendientes
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y el replanteo sobre el terreno fue parte del
-._

? acondicionamiento
----------- iniciaLdel si~, -----------
como lo fue la identificación de canteras ----------
y materiales y la
organización de la mano de obr:.a.
_"
J. .....

Para completar la indagación sobre techados y construcción de entrepisos, se ha prepara-


do un corte esquemático del tipo de edificios que los Topic llaman "K" (Topic y Tapie, 1983, fig.

4). El dibujo (fig_ 17) muestra cómo. se pudo combinar de varias maneras el sist~ma de piedras

s .
en voladizo,. angostamiento
'.
de
.
muros y pequeños nichos cuadrados. Se considera que rollizos
_

._~
"Iargueros"
'"

debieron salvar la luz apoyándo,se-y


para __
servir~ de_ apoyo
__
-- - -- -- ---
a maderas .de menor diámetro
-r;"-'· ,.•• ...,..., - ----. .-- _
---
fueron amarrados a las piedras voladas o apoyados sObre las repisas. 01:"0srollizos

.- _':.- amarrados en los "Iargueros", a distancia entre O6


dispuestas muy juntas en forma paralela a
O8 m,

.,.-.
los "Iargueros""y formar el piso- que debía recibir su acabado final con un capa de barro y yeso.
•. • 't:'::"' --

La posibilidad de que: 16srollizos que salvan la luz se colocaran juntos para formar el piso tam-
bién existe, pero es pocó probable que así o'curriera porque consume mucha más madera que

en la solución expuesta:· L~ prese,ncia de nichos sobre los angostamientos de muros y sobre I~s
.•.
piedras voladas facilitára ~olocaCión de la vigu'ería transversal, pues esas vigas debieron poner-
. -- . --=.-.--=--. _._----

se en sitio después. delev~lIltados los muros.

LA ORGANIZACiÓN MODULARDELAS CIUDADES WARiS

La ciudad de Wah; en AyacUcho, esta constituida poruh ~g~~r~do de reCintos ~rcados


de perímetro irregular, que contienen en el interior sistemas de patios bordeados por e~~icacio~

n.-:.sestrechas y alargadas. Éstas pueden' tener hasta tres pisos Y en la literatura especializada
aparecen con los nombres de tt~ y ,corredores. Ese mismo patrón aparece en las ciudades

._'.
, .planeadas de Pikillacta, Viracochapampa --, -.------------
. - y.. Jincamocco pero, 'a diferenCia de Wari, en estas ciu-
•..

dades los recintos son de planta cuadrada o rectangular, Los recintos son, por decirlo así, topo-
lógicamente iguales, pero geométricamente diferentes en ambos tipos de ciudad. De este hecho

~se deduce que~s waris n~ modificaron la estructura ~e la socie<;Jaden su proceso expansivo, lo


que c.ambió fue su manera de hacer ciudad~ Los&cintos irregula~es y l.osque forman cu~í-
culas geométricas' son las unidades básicas del urbanismo warQpor lo expuesto debemos pre-
guntarnos: ¿qué tipo de sociedad es la que organizas.us espacios urbanos en la forma de un
canjunto de células independientes? Veamos.
Obs.ervamos que sus ciudades son una agregación de estas células limitadas por ~
muros que

pueden tener 1O ó 12 metros de altura. A~gunosde esos muros media.'2e~enen ese alta ara

"'O::
servir de apoyo a las cumbreras de espacios techados anchos formados por galerías paralelas. ----~-
Otros tienen menor altura pero todos fueron construidos para asegurar
.-~ de modo firme y extremo
.

~~ndependencia y la privacidad de sus ocupantes. Aunque pueden variar en área y en"tipología

edificativa, tc:5!0slos recintos tienen estructura similar. Algunos deben haber cumplido funciones
de depósito,
fe l
de control
__
y de administración.
. _--__
Otros
_
recintos fueron -necesariamente habitados por
_

un grupo de Personas ligadas por parentesco y otras formas de relación y _~ometidas a la auto-
ridad y comando iocalizado en el recinto. Los límites de la autoridad se definen por el cerco peri-
métrico Su dimensión indica que fueron usadas por un número de personas que supera el tama-

;0 de la~a~nilias nucle~res]se ha documentéldo que dentro del perímetro se realizaron las fun-
.
"'~ciones de alojamiento, - .----------------- -------
dep6sito de bienes, producción de artesanías de lujo, actividades rela-

ci.~das con el recreo "y agasajo de visitantes al culto. Estos usos y funciones son propias de,

tipos d.;;.lorganizaciónelitis~ ue mantiene 'i f~~ce la i~pendencia de los linajes. El diseñ~


-, general de las ciudades indica, por otr'a parte, que la socieda..dcqnsiderab-ª-,ª---susmiembros bási-
'"' •• , a'o __ '--';;;'~_~_==--"'" -~ .-""

::~arllent~ iguales 'L el planeamiento de ciudades ex nava conscientemente les atareó estruc_!.lJUL
~:?"Y áreas
:'""~~
de uso parejas. Pikillacta muestra algunas diferencias en la dimensión de los recintos
..------------------
t,,~:(McEwan,1985) que pueden significar estratificac~ón social, pero son diferencias menores que
'e/pueden expresar rangos y diferencias de actividad y función entre miembros de una"sociedad de
En esa misma ciudad, y principalmente en su Sector n° 1 (McEwan, 1985), la circulación
r'i~\_iiguales.
t~~"\nternaparece exigir comunicación entre los recintos a manera de "servidumbres de paso", o uni-
0.::,;',:

~~':'dadesurbanas formadas por cinco o seis células dispuestas en línea. Pero, en cualquier caso,

f~0as ciudades waris no fu~~on hechas para la gente común, se hicieron' para una sola clase social (

I~'>fueron vividas por la elite de ese puebla]


""';0, ~ modelo de trazo que usaron los urbanistas waris, hecho de modo prolijo y cuidadoso, fue
f~?~:,:'concebido
para albergar ese típo de sociedad. Esta afirmación se fundamenta en que la cons-
~i1;Úr~cciónde ciudades nuevas, en una operación corporativa dirigida por funcionarios estata~

~tW]"IJ::;adelante con un plan preconcebido en cuanto a la forma urbana y al proceso para edificar-

~~~~'I:~~~rim:r?}ueron
I::vantados los muros que limitan los recintos para formar la trama bás~;;;.\Más
ri1}¡:tard fuerot;1levantadaslas galerías y divisiones interiores que no están amarradas a los muro:...de_
"~6rde y pueden tener trazado diferen1..ey, si ese es el caso, adaptarse a las necesidades de los
". ~it·;¡,¡, . ------

"e.cipientes.Ahora diríamos que los urbanistas diseñaron una "plataforma" capaz de acondicio-
".<.

a"rsea requerimientos diversos. Fueron generosos en -::---


"':",-',:-,.
el otorgamiento de área a los señores de
..... .-

'é1itl3,'pues los r~~intos pueden tener de 1 :200ª-)~2_ de área firmemente del~rT).itad.iJ


Debemos aceptar que al determinar la trama urbana y al edificarla

al modelo de sociedad que deberían alojar. Se ha dicho que ese tipo de planificación regular P?r~(;!
mite a grupos reducidos de funcionarios del estado dirigir con facilidad alas contingentes':de·:·:~
. f~
operarios locales que ejecutan'las obras. Esa afirmación parece correcta pero no 'explica porque;:;;
esos trazados regulc:res son topológicamente iguales a los irregulares de lá ciudad de Warí, y a::;~

los que se encuentran en los asentamientos menores. La únicél explicación posible para la semec' .
janza, dentro de las diferencias, está en la unidad conceptual. Una sola idea de ciudad y varias ,.
formas de hacerla.

CARL.OS WILLlAMS LEÓN


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