Está en la página 1de 26

Diodato, historia de un

exterminador en Bolivia

Por Wilson García Mérida | 29/09/2008 | Bolivia


Fuentes: Datos & Análisis

Marco Marino Diodato, el exterminador que llegó a Bolivia con los mercenarios que trajo Klaus

Barbie para apoyar el golpe de García Meza, no es el único criminal que finge su muerte para evadir

el peso de la justicia. Dicen que se suicidó por despecho, pero no hay evidencia legal al respecto. Se

lo busca […]

Marco Marino Diodato, el exterminador que llegó a Bolivia con los mercenarios que trajo

Klaus Barbie para apoyar el golpe de García Meza, no es el único criminal que finge su muerte

para evadir el peso de la justicia. Dicen que se suicidó por despecho, pero no hay evidencia

legal al respecto. Se lo busca por el horrendo asesinato de una digna mujer cruceña, la fiscal

Mónica von Borries, y hay más de un indicio acerca de su reincorporación al círculo de

latifundistas que lo protegen; esos que aplaudieron la masacre del 11 de septiembre en Pando.

———-

En 1992, en la sección necrológica de Los Tiempos apareció un aviso religioso anunciando la

muerte, en Estados Unidos, de un conocido narcotraficante, «Adrián», ligado a la banda de Jorge

Roca Suárez (alias «Techo de Paja»). El anuncio causó risa en Cochabamba porque todo el mundo

sabía que aquel pichicatero que lavaba dólares en esta ciudad mediante cadenas de restaurantes,

moteles y prostíbulos, andaba vivito y coleando en San Diego, California, con una identidad nueva y

bien protegido por la DEA (la agencia antinarcóticos norteamericana); pero, ante «su muerte», quedó

libre de los cargos por diversos delitos que «Adrián» había cometido en Bolivia.

Pocos años antes, en 1989, se habló de la muerte, en el Departamento del Beni, del mafioso Yayo

Rodríguez Román, acusado de dirigir el secuestro y asesinato de 36 pilotos brasileños cuyos cuerpos

fueron hallados en una fosa común descubierta en la hacienda del narcotraficante. La banda de Yayo
Rodríguez robaba avionetas en la frontera con Brasil, matando a sus dueños, para reacondicionarlas

con mayor autonomía de vuelo hasta llegar al Golfo de México (una ruta liberada por la DEA para el

narcotráfico boliviano «post Roberto Suárez») donde se descargaba la droga, tras lo cual los aviones

«desechables» eran tirados al mar. Yayo Rodríguez fue «enterrado» con solemnes pompas fúnebres

pero nunca se vio su cuerpo. Cuando la Fiscalía quiso exhumar el cadáver, halló piedras en el ataúd.

Entre los mafiosos en general, y entre los criminales del narcotráfico en particular, es común el ardid

de «aparecer muertos» cual eficaz manera de evadir el peso de la ley cuando sus delitos son

extremos como el asesinato premeditado. Pero también «mueren» como parte de una acción de

encubrimiento ejecutada por la DEA y la CIA cuando estos organismos -que no tienen escrúpulos en

aliarse con avezados delincuentes por razones políticas- les benefician con sus «programas de

protección a testigos».

Sea como fuere, en su edición del pasado 13 de abril, El Deber de Santa Cruz lanzó la noticia sobre

la «muerte» de Marco Marino Diodato, el paramilitar y narcotraficante italiano que llegó a Bolivia

junto a mercenarios de Klaus Barbie en el plan de apoyar el golpe de Estado de Luis García Meza en

1980. Diodato, que se casó con una sobrina del ex dictador Hugo Bánzer Suárez, huyó de Santa Cruz

en el 2004 tras asesinar con una bomba de alto poder a la fiscal Mónica von Borries. La insólita

noticia de la muerte del asesino, no confirmada en absoluto, no deja de ser ese viejo truco tan usual

entre mafiosos de semejante calaña.

¿Réquiem para un desalmado?

El periódico El Deber, en la citada edición, publicó una entrevista con el periodista Herland Campos

Reimers, quien, en un libro titulado «Diodato: el final de un fugitivo», sostiene la «hipótesis» de que

el mafioso «se habría ahorcado en un árbol de penoco, en una propiedad llamada el Coloradillo, que

está ubicada a seis kilómetros pasando la localidad de Warnes, en marzo de 2004, es decir, un mes y

medio después de su fuga ocurrida el 31 de enero de la clínica Bilbao, donde estaba bajo custodia

policial».

Según dicha «hipótesis», la causa de la fatal decisión «sería una depresión por sentirse abandonado

por sus amigos y familiares, sin dinero, y porque su esposa se involucró con su hermano en Italia».

Campos aseguró que los datos de su libro comenzaron a ser acopiados cuando conoció al cazador y
pescador Luis Fernando Finetti Justiniano, de ascendencia italiana, quien «había trabajado para

Diodato en las actividades de juegos de azar y era uno de sus pocos amigos».

Finetti era pescador aficionado, al igual que el autor del libro, y en una de sus tantas jornadas de

pesca surgió el tema de Diodato. «Después de que el italiano se fugó, yo le pregunté (a Finetti) si

sabía de su paradero, pero se rehusó a hablar, insistí en que no quería hacer algo que lo dañe, pero no

dijo nada. Por su expresión sentí que lo estaba protegiendo, que sabía dónde estaba escondido,

entonces le dí mi tarjeta», relató Campos.

«Pasaron más de tres años y un día de mayo de 2007 recibí una llamada. Era Finetti, que me ofrecía

datos sobre Diodato. Fui hasta el sitio acordado, más allá de Warnes, donde me contó llorando que

su amigo había muerto. Se había ahorcado colgándose de un árbol», acotó. «Me contó que enterró el

cuerpo de Diodato en esa propiedad y que dejó pasar el tiempo hasta que me llamó. En nuestro

encuentro ofreció llevarme al lugar donde supuestamente había enterrado los restos, incluso me dio

algunas señales del lugar. Acordamos un nuevo encuentro, pero pocos días antes de la nueva cita,

Finetti falleció en un accidente. Murió el 27 de mayo de 2007 cuando salía del surtidor que queda

cerca de la fábrica de leche en Warnes. Un vehículo lo arrolló desde atrás. La Policía no le dio

importancia al hecho, pero puede haber alguien detrás», relató Herland Campos al periodista Igor

Ruiz de El Deber. (En todo caso, es más probable que el mismo Diodato fue quien asesinó a Finetti).

Campos comenta que «la verdadera investigación» del caso Diodato surgió luego de la muerte de su

informante. «Entrevisté a uno de sus primos y a otros pescadores. Uno de ellos me llevó hasta

Coloradillo, donde encontré un botín militar que usaba Diodato. Tengo pruebas y muchos datos para

aportar si es que la justicia quiere exhumar el cuerpo del italiano», aseguró. En su libro, Campos

incluye entrevistas a amigos de Finetti, quienes afirman que «el cazador les confesó que había

protegido al italiano y que había muerto ahorcado».

No obstante los varios meses transcurridos desde la publicación de aquella «revelación», las

autoridades policiales y judiciales que buscan a Diodato por el asesinato de la fiscal Mónica von

Borries no han encontrado el supuesto cadáver. Por el contrario, en los últimos días son insistentes

las versiones de que el peligroso mafioso fue visto campante en los territorios de la «media luna»

donde se produjo una despiadada masacre como la de Pando el pasado 11 de septiembre, además de

otros actos en escalada criminal propios de un golpe de Estado.


Diodato y Leopoldo Fernández

Entre mayo y junio de este año, el Departamento de Pando -zona que se halla bajo la órbita de Santa

Cruz dentro el territorio de la «media luna» que busca separarse del gobierno indígena de Evo

Morales- se convirtió en el escenario de una ola de crímenes y asesinatos cometidos por sicarios del

narcotráfico que, impunemente y con protección del «gobernador» separatista Leopoldo Fernández,

campean en aquel alejado territorio amazónico de Bolivia. En menos de un año se han producido

más de 30 «ajustes de cuentas» con ejecuciones en plena vía pública realizadas por asesinos a sueldo

llegados desde el Brasil, donde, según consta en expedientes judiciales, Diodato reclutaba miembros

para su banda.

Esta presencia delincuencial, promovida y organizada desde la Prefectura de Leopoldo Fernández,

tenía el sello inconfundible de Marco Marino Diodato, de quien se asegura -desde fuentes policiales

muy confiables que están en contacto con «Datos & Análisis»- ha retornado a sus actividades

asesorando a la neofascista «Unión Juvenil Cruceñista» de la cual Diodato es «miembro honorario»

desde el año 2001. Esta organización paramilitar que sigue las órdenes del presidente del Comité

Cívico Pro Santa Cruz, el latifundista croata Branco Marinkovic, expandió su influencia y sus

actividades hacia otros distritos de la órbita separatista, incluyendo a Cochabamba y Chuquisaca,

además de Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando.

En vísperas de la masacre de Pando acaecida el 11 de septiembre, «Datos & Análisis» recibió el

llamado de una fuente policial asegurando que, en el mes de julio, Diodato fue visto en una zona

residencial de Tiquipaya, en Cochabamba, cuando este Departamento todavía era gobernado por el

prefecto separatista Manfred Reyes Villa. Afortunadamente el mandato de Reyes Villa fue revocado

en el referéndum del 10 de agosto; hoy Cochabamba está libre de la influencia balcanizadora de la

«media luna». Sobre la presencia de Diodato en este Departamento, no se nos brindaron mayores

detalles; pero tomamos contacto con otras fuentes -militares, policiales y judiciales- confirmando

que Diodato se encuentra hoy en Santa Cruz protegido por miembros de la «Unión Juvenil

Cruceñista». Se asegura incluso que Diodato mantiene contacto directo con dirigentes del Comité

Cívico Pro Santa Cruz y otros líderes de la «media luna».

Sin embargo, también en círculos policiales, hay quienes afirman que es posible que Diodato esté

siendo confundido con el presidente cívico Branco Marinkovic, quien tiene un sorprendente parecido
físico con el criminal italiano. Pero la probabilidad de que no exista error alguno y que

efectivamente Diodato haya «salido de su tumba», es mayor.

La ejecución de decenas de campesinos en Pando, entre ellos mujeres embarazadas y niños en edad

escolar, aquella aciaga jornada del 11 de septiembre, tiene el inconfundible sello neo-nazi de un

exterminador como Diodato. Leopoldo Fernández, el «gobernador» de Pando, fue Ministro del

Interior durante los gobiernos de Hugo Banzer Suárez y Tuto Quiroga, precisamente cuando Diodato

tenía un ítem de «asesor», con rango militar, dentro los organismos estatales de represión.

Buscando al exterminador

Al mediodía del viernes 27 de enero del 2004 un coche-bomba explotó cuando la fiscal Mónica von

Borries salía de su domicilio rumbo a su oficina en el Ministerio Público de Santa Cruz. El asesinato

se produjo cuando von Borries se disponía a investigar la apropiación ilegal de más de 400.000

hectáreas por parte del empresario constructor y ex ministro del MNR Andrés Petricevic(†), ante

reclamos del Movimiento Sin Tierra (MST) que exigía la reversión de esas tierras para beneficio de

miles de campesinos pobres. La fiscal von Borries investigaba también la ilegal dotación de tierras

que detenta el empresario croata Branco Marinkovic en territorios originarios indígenas, incluyendo

una laguna.

Las investigaciones establecieron que el asesinato había sido cometido por el narcotraficante italiano

Marco Marino Diodato, quien en ese momento se encontraba prófugo tras huir de la cárcel de

Palmasola donde fue recluido al ser sorprendido «clonando» celulares del Alto Mando Militar.

Diodato huyó de la cárcel bajo el gobierno de Sánchez de Lozada y el asesinato de la fiscal von

Borries se produjo durante la presidencia de Carlos Mesa.

Von Borries investigaba también a Diodato por sus nexos con los latifundistas acaparadores de

tierras indígenas. Las fuerzas anti-droga habían descubierto una fábrica de cocaína en una de sus

haciendas ganaderas. El asesinato de la Fiscal fue el inicio de una escalada conspirativa y

delincuencial consumada, un año después de ese hecho criminal, con la propuesta política del

«Referéndum Autonómico» lanzada en el «Cabildo de la Cruceñidad» que se produjo en enero del

2005. El desenlace de esa primera escalada separatista fue la renuncia de Carlos Mesa en junio de
ese año, cuando comenzó a actuar abiertamente la «Unión Juvenil Cruceñista», de la que Diodato era

instructor y mentor, además de «miembro honorario».

En aquel momento, según una información difundida por el analista Aníbal Jerez, el fascismo

cruceño se había corporativizado a través de organizaciones empresariales como CAINCO (Cámara

de Industria y Comercio) y la CAO (Cámara Agropecuaria del Oriente), así como del Comité Cívico

Pro-Santa Cruz y logias como la «Nación Camba» que es una suma de las fraternidades carnavaleras

de la oligarquía oriental.

La prensa boliviana ya había identificado como cabezas visibles de aquel movimiento violentista a

los empresarios Branco Marinkovic, Rubén Costas, Oscar Serrate, Rafael Paz, Oscar Ortiz y los

hermanos Dabdoud: éstos, decía Jerez, «reciben estipendios de las compañías petroleras en calidad

de miembros de sus directorios o son socios de capitalistas chilenos en diversos rubros de

exportación».

Diodato integraba esas logias gozando de todo privilegio. Tras el asesinato de la fiscal von Borries,

el italiano fue nuevamente capturado; pero inmediatamente fingió una enfermedad, sus abogados

pidieron su internación en un clínica de Santa Cruz, y de allí fugó con toda tranquilidad. La justicia

boliviana lo sigue buscando.

ROBERTO NAVIA Y CECILIA DORADO


rnavia@eldeber.com.bo
A 10 años de la fuga de Marino Diodato, supuesto líder de la
mafia italiana en Bolivia, exministros de Gobierno del
expresidente Hugo Banzer (ADN) desvelan la danza de dólares
que sustentó su poder y hasta ‘facilitó’ su huida de una clínica
privada donde estaba internado, mientras cumplía una condena
de 12 años por delitos relacionados con el narcotráfico. Según
las exautoridades, el silencio tuvo un precio que muchos
pagaron para que no se conociera la verdadera historia.
Desempolvar el caso no es fácil, varias fuentes consultadas
prefirieron callar. Y es que el poder que tuvo Diodato y el que
podría seguir teniendo, atemoriza a más de uno, más si se habla
de que el italiano todavía está vivo.
Los exministros de Gobierno Guido Náyar y Wálter Guiteras en
entrevista con EL DEBER, coincidieron en que Diodato pudo huir
porque tuvo protección de gente de poder económico y político
relacionada con sus actividades ilícitas en el país y que se
comprometieron con él: “Vos no hablaste, no me quemaste en
el juicio, ahora te ayudo, pero no vuelvas nunca más”.
Eso dice ahora Guiteras, una década después de que explote la
noticia aquel 31 de enero de 2004, cuando se informó de que el
italiano se fugó de la clínica Bilbao donde estaba internado
desde marzo de 2003.

Esta historia empezó mediáticamente el 17 de junio de 1999


cuando fue detenido por la Policía y una semana después
acusado de espionaje telefónico, funcionamiento de casas de
juegos de azar clandestinas, tráfico de armas y lavado de
dinero.

Ahora, Guiteras, alejado de la política activa, desde su casa en


Santa Cruz, recordó que cuando se llevaba a cabo el juicio había
personas que defendían al hombre del que se dice que fue
miembro de un cuerpo especial de la Policía de Italia, que en
Bolivia organizó un grupo de seguridad en Palacio y que estuvo
en el cuerpo especial de reacción inmediata del Gobierno de
Banzer. También se dijo que Diodato hizo campaña electoral a
favor de Banzer, lanzándose en paracaídas con un letrero que
decía voten por ADN, que tenía amigos en el Gobierno de aquel
entonces, tanto dentro como fuera de los gabinetes
ministeriales, de las Fuerzas Armadas, de la Policía y
empresarios.
“Un buen núcleo de la ADN, de personas vinculadas al Gobierno,
querían que se lo liberara”, aseguró Guiteras, que fue ministro
de Gobierno del 21 de junio de 1999 al 15 de mayo del 2000, y
que ahora cree que parte de ese grupo de apoyo en aquel
momento, fueron los que ayudaron a que Diodato se fugara.
También hizo referencia a una ‘sobrina’ de Yolanda Prada,
esposa de Banzer, y a otras personas que manejaban los juegos
de azar y que presionaban para que se lo liberara. Finalmente,
habló de ‘la intencionalidad del Ministerio Público para largarlo’.
Todo lo contrario de lo que la embajada estadounidense
pretendía.

Guido Náyar, que renunció al Ministerio de Gobierno un día


después de la detención de Diodato ocurrida el 17 de junio de
1999, en la entrevista vía Skype desde algún país del mundo
donde está en carácter de refugiado, ratificó que dejó el cargo
por las diferencias que tuvo con el presidente Banzer y no por
algún vínculo con Diodato. En coincidencia con Guiteras,
aseguró que todo apunta a que en la fuga del italiano hubo
complicidad política, porque de Palmasola lo terminan llevando a
una clínica privada y dejándolo prácticamente sin custodia, era
una ‘invitación’ para que se fugara. “Parece que fuera gente que
quería que se vaya simplemente y se acabe el tema… Mucha
gente ligada al tema de los casinos peleaba para que no se
conocieran los entretelones”, confesó Náyar.

Para él, “el caso (Diodato) fue muy mal llevado, mal sustentado,
pésimamente defendido por parte del Ministerio de Gobierno y
de la Felcn (antinarcóticos)… Al final no hubo voluntad política
para llevar a cabo la investigación. El caso terminó y él huyó”.
El mismo Guiteras dejó entrever que el propio expresidente
Banzer “no daba ninguna señal” a favor de que Diodato fuera
sentenciado y que en Santa Cruz el italiano “tenía una fuerte
estructura”. “Banzer fue frío, dijo que yo haga todo lo que vea
conveniente y que si tenía todas las pruebas, él se iba a
excluir”.
El baile de dólares
En palabras del exministro Guiteras, Marino Diodato entregó en
un solo año $us 6.000.000 millones a un ‘distinguido político’ de
Bolivia, a otro le dio $us 200.000 y la danza de los billetes subía
y bajaba en función al cargo y a la institución desde donde se
protegía el funcionamiento de las casas clandestinas de juegos
de azar y las vinculaciones con el narcotráfico.
Guiteras, que asumió el cargo tres días después del arresto de
Diodato, y que reemplazó a Náyar, dijo tener en su poder las
listas con nombres de policías, de gente del Ejército de alto
rango -desde comandantes nacionales hasta departamentales- y
de políticos del Gobierno de ADN y de la oposición que tenían
relación con Diodato, que encubrían sus acciones en casas de
juegos clantestinas, narcotráfico y tráfico de armas.
Náyar, que dijo vivir hoy con poco dinero en un departamento
de una sola habitación, con el sueldo de asesor a empresas,
coincidió en que a Diodato lo apoyaban personas que invirtieron
en el negocio de los casinos que fue muy ‘lucrativo’ y que no
descarta también el respaldo de personas de la misma ADN.
Poder en todos lados
El coronel Rolando Fernández, que en aquel entonces era
director nacional de la Policía Técnica Judicial (PTJ), hoy Felcc,
explicó que las investigaciones descubrieron que en la clínica
privada donde estaba internado Diodato tenía ciertos privilegios,
como una línea de teléfono privada, que se ganó la confianza de
sus custodios policiales y que gracias a eso salía a trotar en las
noches.
“Salió caminando de forma muy tranquila. Se subió al taxi de
Ricardo Borba Mesquita, que trató de acelerar y Diodato le dijo
que fuera con calma, que no había apuro, que no llamara la
atención. Se fueron por el segundo anillo hasta la Pampa de la
Isla donde había una furgoneta color beis, Wolskvagen. El
italiano entró al vehículo, se metió en un cubículo dentro del
piso y desapareció”, relató Fernández, basando su declaración
en la información que dio Borba Mesquita y la misma PTJ.
¿Vivo o muerto?
A una década de su fuga, al menos cuatro protagonistas de este
capítulo de la historia en Bolivia creen que Diodato está vivo.
Ellos son Guiteras, Náyar, el coronel Fernández y Jorge von
Borries, padre de la fiscal Mónica von Borries, que dirigía la
investigación del caso y que murió en 2004 víctima de un
atentado con coche bomba atribuido al italiano. Guiteras dijo
que está en Italia, Fernández sostuvo que vive en el medio
oriente y Náyar, si bien no especificó, fue contundente: “Hay
versiones periodísticas de que murió. Eso es totalmente falso”.
Y es que el periodista Herland Campos Reimers, que en 2008
escribió el libro Diodato, el final de un fugitivo, maneja la
hipótesis de que Marino Diodato del Gallo se suicidó. Dicha
hipótesis se basa en el relato del ciudadano boliviano de
ascendencia italiana, Fernando Finneti, mano derecha de
Diodato, que narró al periodista que, tras su fuga, escondió al
italiano en una propiedad llamada Coloradillo, por Warnes, lugar
donde una tarde cuando le llevaba alimentos, lo encontró
ahorcado. Misteriosamente, Finetti murió atropellado un día
antes del pactado con el periodista, para ir al lugar donde
supuestamente lo había sepultado.
Hoy, Campos concluye: “Mientras el italiano no aparezca, mi
hipótesis permanecerá vigente”
Perfil
MARINO DIODATO
PRÓFUGO DE LA JUSTICIA BOLIVIANA
El hombre y el mito
Marino Diodato del Gallo nació en Italia hace 58 años. Se supo
que había sido nombrado colaborador de las FFAA, que en Italia
fue expulsado de la Policía y que en Bolivia, casado con una
sobrina de Hugo Banzer. También se lo vinculó con una red de
espionaje telefónico organizada supuestamente desde Palacio de
Gobierno, sin embargo muchas de las investigaciones no
prosperaron. Se lo condenó por delitos relacionados la ley 1008,
pero huyó.
En Palmasola tenía gente que lo cuidaba y de la clínica se
fue debiendo 1.500 dólares
“En la cárcel de Palmasola, Marino Diodato tenía un equipo de
seguridad que no permitía que se le acerquen las personas si no
era con su autorización”, aseguró el coronel Rolando Fernández,
que en 2004 era director nacional de la PTJ.
Los reclusos que fueron compañeros de cárcel del italiano
Diodato entre 1999 y el 2004, recuerdan que había noches en
las que el italiano iba a dormir al penal de mujeres, bajo excusa
de que era una especie de entrenador de gimnasio, actividad
física que realizaban como parte de terapia ocupacional.

También cuentan que tenía hasta cinco filtros, cordones de


seguridad, que se interponían ante quienes querían llegar hasta
él sin pedirle permiso, puesto que se cuidaba en todo momento,
bajo la teoría de que su vida corría peligro y su estado de salud
se deterioraba.

“Era un preso que leía mucho”, relató un hombre que solo se


animaba a observarlo de lejos, y que recuerda que cuando no lo
veía haciendo ejercicios, era porque estaba leyendo algún libro
que le llegaba de regalo o que se prestaba de la biblioteca del
penal.

“También era un hombre que escribía”, contó otro preso que


está pagando una pena por asesinato. Este hombre no se
equivoca, porque a fines del 2003 Diodato presentó su libro La
cárcel.
Internado
En la clínica Bilbao recordaron que Diodato se fugó debiendo
una cuenta de 1.500 dólares. Ya en 2004 se había informado
que el supuesto cabecilla de una banda italiana tenía una deuda
de tres meses de internación en ese centro y que él siempre se
mostró como ‘un caballero’.
Diodato fue varias veces hospitalizado en la clínica privada por
una enfermedad cardiaca que se le hizo evidente a comienzos
del 2003 y que se manifestó hasta antes de burlar su custodia
policial.
La secuencia de los hechos
La detención
Tras ser detenido el 17 de junio de 1999 fue acusado de
espionaje telefónico, funcionamiento de casas de juegos de azar
clandestinas, lavado de dinero y de estar infiltrado en
instituciones del Estado.

EL JUICIO
La justicia lo absolvió en el proceso por escuchas telefónicas y
de regentar casas de juego de azar. Pero después fue
sentenciado a 12 años por delitos condenados por narcotráfico
regidos por la Ley 1.008. Marino Diodato siempre se declaró
inocente. Tras el fallo apeló ante la Corte Suprema de Justicia.

PROBLEMAS DEL CORAZÓN


Sufrió un infarto severo estando en el Penal de Palmasola. Por
eso fue intervenido quirúrgicamente y se le realizó un baipás.

LA FUGA
El 31 de enero de 2004, se fugó de la clínica Bilbao, burlando la
vigilancia de cuatro policías.

La bomba
El 27 de febrero de 2004, mataron a la fiscal Mónica von
Borries, al hacer explotar una bomba debajo de su motorizado.
Se lo atribuyen a él y a sus cómplices.
ENTREVISTA
Guido Náyar
– EXMINISTRO de Gobierno –
“Yo estaba en la lista de los objetivos de Marino Diodato”

Su principal vínculo con el país es la tecnología. Guido Náyar,


que dice haber logrado el ‘asilo’ en el exterior tras salir de
Bolivia por supuesta persecución por el caso terrorismo, no deja
de escribir en las redes sociales. Aunque no desveló su
paradero, dijo haberse salvado en dos oportunidades de ser
víctima fatal de Marino Diodato, después de haber dejado el
Ministerio de Gobierno.

¿Puede dar más detalles sobre la primera vez que Diodato


habría atentado contra usted?
Después del atentado a la fiscal Mónica von Borries, la
investigación de la Policía reveló que el brasileño Ricardo Borba
dijo que con un español me habían seguido y que en una
oportunidad lo hicieron hasta la clínica Foianini, pero que no se
acercaron porque yo estaba acompañado. El extranjero
especificó el día en que lo hicieron y precisamente era el día en
que operaron a uno de mis hijos. Yo estaba en la lista de los
objetivos del grupo de sicarios de Diodato.

¿Cómo fue la segunda vez?


Sucedió en Warnes, en una propiedad donde yo trabajaba. El
primero de enero de 2008 yo tenía que ir a ese lugar con mis
hijos a hacer un trabajo, pero uno de ellos quería quedarse y al
final no fui. Ese día, durante la noche, un grupo de personas
armadas llegó a la propiedad, me buscó, tumbó todas las
puertas, encañonó a la gente que vivía ahí y la tuvo reducida
durante horas. Se robaron algunas cosas y luego se fueron,
después que no fui al lugar.

¿Qué hizo usted?


Horas después me enteré, fui a la Policía de Warnes y con un
pequeño contingente de uniformados nos trasladamos hasta la
propiedad. Tiempo después descubrí que una de las personas
encapuchadas y armadas era un tractorista que trabajó en el
lugar. Se logró detenerlo y, aunque inicialmente parecía un
robo, descubrieron algunas influencias. Curiosamente, en esa
época se decía que Diodato estaba refugiado en Warnes. Una de
las personas que vivía frente a la Asociación de Ganaderos de
Warnes era señalada como la que guardaba armas del italiano.
Este señor fue atropellado día antes a esta investigación y
murió. Nunca se esclareció su caso.

¿Cree usted que el caso Diodato puede reabrirse?


La ley tiene sus plazos, los casos extinguen en el tiempo. Si no
existió voluntad política, seguramente esos plazos se vencieron.
El caso que tiene que estar en vigencia es el asesinato de
Mónica von Borries
Fuente: El Deber.

Herederos piden declarar


muerto a Marino Diodato
Con el pedido, buscan acceder a los bienes que fueron incautados por
el Estado y considerando que su padre no fue sentenciado.
Marco Marino Diodato, acusado de narcotráfico. Foto Internet

SEGURIDAD
sábado, 24 de marzo de 2018 · 00:15

Página Siete  / La Paz

Los herederos de Marco Marino Diodato, acusado por narcotráfico,


piden declarar la  muerte de su padre para acceder a los bienes
inmuebles que tenía como propiedad. Lo hacen considerando que
escapó en 2004 y no se llegó a ejecutar su condena.  

Los hijos presentaron un memorial el pasado 27 de febrero. El


abogado penalista Joel Bravo afirmó que este recurso puede
prosperar en la justicia. “Pueden declarar la muerte presunta con el
objetivo de acceder a la administración de los bienes de quien ha
fallecido”, declaró. 

Además, agregó que “los bienes de Diodato han sido incautados


por la justicia por un proceso penal por narcotráfico. Sin embargo,
al haberse fugado fue declarado en rebeldía; no hay una sentencia
ejecutoriada que haya determinado que era narcotraficante y que
esos bienes fueron obtenidos por este ilícito penal que se le
imputa. (Ello) facultaría al Estado a la confiscación de sus bienes”,
afirmó.

El experto en derecho concluye que “si no hay una sentencia


ejecutoriada que determine que es narcotraficante, en este caso
los herederos pueden determinar su muerte presunta y solicitar la
administración y herencia de los bienes”.

 Diodato  cumplía   una condena de 12 años por delitos


relacionados con el narcotráfico y escapó de una clínica privada.
Según las exautoridades, el silencio tuvo un precio que muchos
pagaron para que no se conociera la verdadera historia. 

Esta historia empezó mediáticamente el 17 de junio de 1999,


cuando fue detenido por la Policía y una semana después acusado
de espionaje telefónico, funcionamiento de casas de juego de azar
clandestinas, tráfico de armas y lavado de dinero.

También se dijo que Diodato hizo campaña electoral a favor de


Hugo Banzer, lanzándose en paracaídas con un letrero que decía
“voten por ADN”, y que tenía amigos en el Gobierno de aquel
entonces.

Respuesta fiscal

El fiscal departamental de Santa Cruz, Freddy Larrea, informó que


“dispondrá” de un fiscal para que analice este caso. “Hay bienes
inmuebles y muebles que fueron confiscados a favor del Estado. En
ese sentido, correspondería que se haga un estudio para ver cuál
va a ser la afectación que se haga por este proceso”, sin embargo,
consideró que “difícilmente” podrán recuperarlas.
El comandante de la Policía de Santa Cruz, Alfonso Siles, descartó
que se produzca este hecho. “Mediante la Interpol se mandó un
requerimiento para que sea encontrado y trasladado para que
cumpla su condena. Para la ley Diodato sigue siendo un prófugo”,
declaró.

Caso Diodato: el entorno


ANF M7674 16:58:17 29-02-2000 GOB DIODATO ENTORNO BANZER Caso
Diodato: el entorno familiar del Presidente - Gina, su sobrina (esposa de
Diodato y Enrique, su hermano mayor (suegro de Diodato) le imploraron
"ayuda", hasta con lágrimas. La Paz, 29 Feb. (ANF).- Desde el primer día, 17
de Junio de 1999, el proceso contra el italiano Marco Diodato estuvo signado
por los lazos consanguíneos del Primer Mandatario, Gral. (r) Hugo Banzer
Suárez. Ocho meses y 11 días después -una vez que la justicia absolvió a
Diodato- el Presidente de la República decidió no referirse al tema, no obstante
que en una ocasión dijo estar seguro de que Diodato, su sobrino político, "es la
cúspide de la mafia del narcotráfico". Gina Banzer Suárez, esposa de Marco
Diodato, y Enrique Bánzer Suárez, suegro del italiano y hermano del Jefe de
Estado, en dos ocasiones, imploraron, hasta con lágrimas, la "ayuda" del
general Banzer Suárez, quien optó por no responder, públicamente, las cartas
que sobre el particular le fueron enviadas. El silencio del General El acto de
transmisión temporal del mando presidencial se desarrolló, este martes 29 de
Febrero con una prisa inusual. En menos de dos minutos concluyó la
ceremonia y el Primer Mandatario abandonó el Salón Rojo de Palacio de
Gobierno y emprendió viaje hasta el Aeropuerto Internacional y de allí a
Uruguay para asistir a la asunción del nuevo Presidente de ese país. El Jefe de
Estado no hizo declaración alguna. Es más no se refirió de manera oficial y
pública al fallo de absolución del tribunal antidrogas a favor de su sobrino
político Marco Marino Diodato, de quien dijo que es "la cúspide" de una red
internacional de traficantes de drogas. La ceremonia se inició puntualmente a
las 08:30 de este martes y cuando la mayoría de los periodistas se aprestaban
a encontrar una mejor ubicación en el Salón Rojo de Palacio, fueron
sorprendidos por la rápida salida de Banzer y el presidente en ejercicio Jorge
Quiroga. Diodato a Palmasola El 12 de Agosto de 1999, el Juzgado Primero de
Sustancias Controladas de Santa Cruz, dictó el Auto de Procesamiento contra
Marino Diodato y otros cuatro italianos y tres bolivianos: Fausto Barbonary
Ferentelli, Natale Armonio y Rocco Colanzi Di Biase, y contra los bolivianos
Grigot Villazón, Félix Sossa Picanderai y Arturo Bejarano Domínguez. "Se
decidió abrir un proceso para que se conozca la verdad", dijo ese día, de
manera escueta, el presidente del Juzgado Primero de Sustancias Controladas
de Santa Cruz, Carlos René Roca. Se cumplió el segundo golpe contra Diodato
y su familia. El mismo 12 de Agosto, horas antes del fallo, los hijos de Rocco
Colanzi pidieron asilo político en la Embajada de Italia en la ciudad de La Paz.
Gina: ¡Ya no aguanto más...¡ En ese marco, por primera vez, la familia de la
esposa de Diodato, Gina Bánzer Suárez, se presentó en la sala de prensa de la
Prefectura para leer un comunicado alegando la inocencia del implicado. Gina
Bánzer no pudo aguantar las lágrimas y entre sollozos contó que los más
afectados fueron sus hijos, quienes se encontraban en ese momento en un
tratamiento psicológico. "¡¡Ya no aguanto más!!", exclamó. Luego de que
Diodato fuera conducido a Palmasola, el ex abogado defensor de Diodato, Otto
Ritter, reiteró que el auto de procesamiento es "todo un show". "Para ser juez
en Bolivia no hay que tener pantalones, menos bolsillo", dijo sarcástico el
abogado, ahora Concejal cruceño por la FSB. Enrique Banzer al Presidente:
"Hugo...ayúdame hermano" El 3 de Febrero de 2000, Enrique Banzer, hermano
mayor del presidente de la república, Hugo Banzer, pidió auxilio para evitar el
procesamiento del esposo de su hija: "Hugo, ayúdame hermano", le dijo entre
sollozos. Enrique Banzer es el padre de Gina Banzer, esposa de Marino
Diodato: "Quisiera que él los tome en cuenta (el cassete y la desgrabación), es
un show que han montado y yo le pido de todo corazón, que me ayude, que
nos ayude a aclarar esta situación porque viene haciendo sufrir a toda nuestra
familia", declaró. El casete contenía grabada una conversación entre Ronny
Suárez (asesor jurídico de uno de los detenidos por clonación, Guissepe
Paludi) y el ex gerente de Entel, Amado Baldivieso, quien revela que la
telefónica le había exigido presentarse ante la prensa con equipos para clonar
que supuestamente habían decomisado a los italianos, pero que en realidad no
eran los originales, sino otros. "O sea que no era el (equipo) que le habían
quitado a esta gente ese que te mostraron?", le consulta Ronny Suárez a
Baldivieso. "No... no era", le contestó. "Habían llevado otro... p... estamos
podridos hasta las cachas" a este país, agregó Baldivieso. Enrique Banzer dijo
entonces que pedía ayuda a su hermano, el Presidente, después de haber
escuchado atentamente esta grabación. "Nunca le pedí nada, ahora te pido
hermano por mi familia (se le entrecorta la voz entre sollozos), gracias", dijo
apesadumbrado. Todo fue un "show" y un montaje El hermano del Presidente
pidió "transparencia" para acabar con todo el "show montado" contra su yerno,
pese a que aún no tuvo oportunidad de hablar con él por la poca disponibilidad
de tiempo del primer mandatario, pero sí recordó que le envió una carta que fue
de conocimiento público, pues había leído que la prensa tenía dudas de que
Banzer era su hermano. "Es la primera vez en la vida, es por eso que le pido
que me escuche, nunca pedí nada", reiteró. "Su hija, ¿usted vive el sufrimiento
de su hija?,", le preguntó el periodista. "Como no, me tiene preocupado... a
esta edad tener que sufrir esto (suspiró reprimiendo el llanto) tengo 77 años...
no merezco esto, por eso pido ayuda, que me ayude a buscar la verdad porque
así quedaré tranquilo", concluyó a tiempo de entregar el cassete para que la
grabación sea reproducida por los medios de comunicación. SLG-EFA-FMP

CARLOS DE MESA DEJÓ HUIR


AL NARCOTRAFICANTE
MARINO DIODATO
POLÍTICA 26 julio, 2019 1L4 22
“Hubo una danza de millones de dólares e influencias políticas”, aseguraron dos exministros de
Gobierno años después de la fuga del narcotraficante Marco Marino Diodato, realizada el 31 de
enero de 2004, durante la presidencia de Carlos de Mesa.
El ahora candidato de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos de Mesa, dice que
hay penetración del narcotráfico en el Estado, cuando en su gobierno el
narcotraficante Marino Diodato se dio a la fuga luego de hacer correr millones
de dólares.

El mafioso se encontraba internado en la clínica Bilbao de Santa Cruz desde


marzo de 2003 recuperándose de un supuesto mal cardiaco y contaba con
custodia policial. Su fuga fue posible por la complicidad de las autoridades de
turno que ahora quieren volver al poder.

Tras su fuga, la Policía no tenía idea de su paradero: “Estamos investigando


con el Gobernador de Palmasola, para conocer cómo es que este señor se ha
dado a la fuga”, declaró el Cnel. Freddy Soruco Melgar, comandante de la
Policía departamental de Santa Cruz.

El entonces ministro de Gobierno, Alfonso Ferrufino, anunció el traslado a


Santa Cruz del viceministro de Régimen Interior Saúl Lara y del comandante de
la Policía, Gral. Jairo Sanabria para que conozcan las circunstancias de la fuga,
las que nunca esclarecieron.

Marino Diodato llegó a Bolivia en la década de 1980 para apoyar el golpe de


Luis García Meza, se casó con una sobrina del dictador Hugo Banzer y con sus
influencias, ingresó al Ejército de Bolivia. Fue detenido en su hacienda La
Perseverancia donde se descubrieron varias fábricas de cocaína.

El narcotraficante también fue acusado de espionaje telefónico, casas de juego


de azar, tráfico de armas y lavado de dinero. Y lo peor fue que tras su fuga, el
27 de enero de 2004, la fiscal Mónica von Borries, que investigaba su caso, fue
mandada asesinar por Diodato con una bomba.

Tuvo que pasar una década para que exautoridades de primera línea revelen
que una danza de millones de dólares y favores políticos ayudaron a su fuga en
enero de 2004.

Este neonazi italiano es el hombre más


buscado de Bolivia
Fue paracaidista de formación y fascista de vocación, y formó parte del terrorismo de estado
italiano de los 70. En los años 80 buscó refugio en Bolivia, se casó con la nieta del dictador
Banzer y se convirtió en narcotraficante.

MC

Por Matteo Civillini
17.10.16

 Compartir
 Twitter
 Snap

Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.


En la noche del 31 de enero de 2004 un italiano huye de la clínica de Santa Cruz, en
Bolivia, donde se recuperaba de un infarto de miocardio. El paciente logra
inexplicablemente burlar el estrecho control de los agentes de seguridad que le
custodian y se esfuma sin dejar rastro. Desde entonces, nadie más le ha visto.

Se trata de un súbdito nacido en Abruzzo que cumple una condena de 10 años de


prisión. ¿Su delito? Organizar el tráfico de 8 toneladas de cocaína entre el país andino y
Europa.

PUBLICIDAD

La vida de Marco Marino Diodato del Gallo, que así se llama el escapista, atraviesa
medio siglo de existencia estrepitosa y funambulesca entre Italia y Bolivia, el país que
le ofreció refugio primero y después, le brindó el éxito.

Diodato del Gallo desembarcó en Bolivia después de haber participado en la formación


de los escuadrones paramilitares transalpinos de los años 70. Sin embargo, cuando la
democracia empezó a fortalecerse y la justicia estaba por pisarle los talones, huyó a
Bolivia, proverbial exilio de nazis y fascistas.

Mucho antes de eso, Diodato había nacido en San Giovanni Teatino, en la provincia del
Chieti. Se enroló en el ejército temprano y se convertiría en paracaidista antes de ser
reclutado como agente de policía. En los años 70 se acerca a los activos círculos del
neofascismo italiano. No tardará en empezar a formar parte activa de masacres y de
atentados.

No queda muy claro qué papel ha jugado Diodato en el terrorismo de estado (o el


terrorismo negro, como se le llama en Italia). Sin embargo, cuando a principios de los
años 80 el estado italiano impone una dura represión contra la extrema derecha, muchos
paracaidistas no dudan en emular los pasos de muchos de sus compañeros: huir rumbo a
Sudamérica.

Esta foto de unos niños italianos haciendo el saludo nazi ha desatado la polémica.
Leer más aquí.

El destino de Diodato será Bolivia, un país que albergaría a otros neofascistas famosos,
como Stefano delle Chaie, fundador de la Vanguardia Nacional, o Pierlugi Paglia,
implicado en la masacre de Bolonia. Y completará el cuadro de desaprensivos Klaus
Barbie, un comandante nazi de la Gestapo, que terminará siendo juzgado por crímenes
contra la Humanidad.

A Barbie se le conocía como "el verdugo de Lyon" y tendrá la suerte de encontrarse con
el trato de favor de las complacientes juntas militares que gobiernan el país andino.

PUBLICIDAD

El ingreso en la alta sociedad boliviana

A su llegada a Bolivia, Diodato se integra rápidamente en la sociedad local,


probablemente gracias a la presencia de otros terroristas de estado, sus viejos amigos.
Estos le procuran el visado directo a una vida en que no se priva de nada: negocios,
poder y mujeres hermosas que se lo rifan.

Diodato apela a su pasado como paracaidista para reinventarse como instructor del
ejército boliviano. Claro que será poco menos que un trámite, su ascensión será tan
corrupta como meteórica. Primero es proclamado teniente y, luego, capitán honorario.

En 1986, se casa con Gina Banzer, recién proclamada Miss Santa Cruz, un título, que al
igual que la boda, es facilitado por influencia del abuelo de la miss, el general Hugo
Banzer.

EL GENERAL HUGO BANZER Y SU NIETA GINA, ESPOSA DE DIODATO DEL


GALLO. IMAGEN VÍA DANOSTAMPER714/FLICKER

Banzer había llegado a lo más alto del poder boliviano en 1971 tras orquestar un golpe
de estado adecuadamente respaldado por Estados Unidos. El militar impondrá su mano
de hierro y un régimen dictatorial escabroso que será recordado por la persecución de
los Derechos Humanos, los asesinatos extrajudiciales, la represión y los secuestros
políticos. Durante su gobierno desaparecen centenares de personas.

Después de contraer matrimonio, las ocupaciones de Diodato se expanden. El fascista


italiano aparca su carrera militar y se deja atraer por un flamante negocio: los juegos
recreativos. Participará en la importación de máquinas tragaperras procedentes de
Estados Unidos y de Argentina.

PUBLICIDAD

Y, finalmente, en los años 90, apuntala su debilidad por el negocio del juego e inaugura
tres casinos simultáneamente. Lo hará en otros tantos hoteles de lujo repartidos por toda
la geografía boliviana: en la capital, La Paz, en Santa Cruz, su lugar de residencia, y en
Cochabamba.

El auge y la decadencia de Diodato serán tan fulgurantes como vinculados a la voluntad


de la familia Banzer, que es la que gobierna los hilos de su vida.

El general Hugo Banzer es derrocado en 1978, año en que se exiliará forzosamente en la


Argentina. Muchos años después regresará a su país de origen sediento de poder. Y esta
vez, decide a postularse como candidato democrático, sin golpes de estado ni ejército de
por medio.

De tal manera, en 1997 demostrará que cuando la corrupción es buena, el ejército es


casi un instrumento decorativo, y es elegido presidente "democráticamente" como líder
de una coalición formada por 7 partidos.

La nueva e imparable ascensión de Banzer a lo más alto de la política boliviana abrirá


de nuevo las puertas del poder a Diodato.

El general decide encomendar al esposo de su nieta una delicada tarea en la qual ya está
versado: formar un grupo paramilitar cuya misión será proteger a la sociedad civil de los
narcotraficantes. Tal y como relata un amigo de confianza de Diodato, en 1998 el
neofascista italiano arranca con la instrucción de una decena de militares, a quienes
suministra un equipamiento modernísimo. Bajo su dirección nacerá la Fuerza de
Reacción Inmediata del Ejército (nada menos que el FRIE).

PUBLICIDAD

Las cosas, sin embargo, no tardarán en torcerse para Diodato.

Drogas, interceptación y reciclaje


El 17 de junio de 1999 Diodato es arrestado por la policía boliviano junto a otros tres
italianos —su padre, el cónsul y un empresario de Abruzzo—. Los tres serán encerrados
en una prisión de máxima seguridad.
Se les acusará de estafa, malversación de fondos, fraude informático y de poner en
riesgo la seguridad pública. Según concluyen las investigaciones, Diodato habría
clonado los teléfonos móviles de varios agentes de narcóticos del gobierno boliviano
para interceptar sus comunicaciones con los narcos.

Claro que los cargos enseguida se le complicarán. Se le acusará también de haber


orquestado el envío de 8 toneladas de cocaína rumbo a Italia vía Estados Unidos. Según
los investigadores, Diodato ha contactado con el clan mafioso de los Santapaola de
Catania, en Sicilia.

De acuerdo con el departamento de Estado de Estados Unidos, el italiano es "un


narcotraficante vinculado a la mafia siciliana". En ese momento, Hugo Banzer, el
dictador que le había entregado a su nieta y el imperio de las tragaperras, se ve obligado
a darle la espalda.

Ahora que interpreta, el personaje de político democrático dice cosas como: "Nadie
elige a su familia". Tales serán las palabras públicas que proclamará el autoritario
militar el día después de la operación policial que se ha llevado por delante a Diodato.
"Solo se elige a los amigos", sentencia.

Cómo la extrema derecha italiana se ha apropiado de Defend, una marca de ropa


de 'izquierdas'. Leer más aquí.

Pese a todo, son muchos los que continúan apoyando a Diodato, quien sigue
declarándose inocente. Gina Banzer le ha dejado, pero el exparacaidista y narco
transalpino denuncia que existe una trama orquestada en su contra.

"Toda Santa Cruz se convenció de que la única explicación de su procesamiento se


explicaba por un monumental error judicial", evocará su ex mujer años más tarde. "De
hecho, cuando la policía presentó sus cargos contra él por primera vez, el público se
reía".

PUBLICIDAD

Algunos de los cargos, como el que le imputa haber clonado los móviles de las fuerzas
especiales, no se logran demostrar. Sin embargo, se le termina declarando culpable de
un delito de narcotráfico internacional y condenado a diez años de cárcel en septiembre
de 2000.

Diodato es encerrado en la prisión de máxima seguridad de Palmasola, no lejos de Santa


Cruz, donde vivirá a cuerpo de rey, gracias todavía a los muchos privilegios que ha
acumulado mientras se codeaba con la aristocracia ultraconservadora del país. Al menos
eso será lo que dirán tanto sus compañeros de correccional como los medios locales, por
mucho que discernir la leyenda de la realidad no resulte tan fácil.
"En la cárcel de Palmasola, Diodato está envuelto por un dispositivo de seguridad que
no consiente que nadie se le acerque, con o sin autorización", relató a el periódico El
Deber Rolando Fernández, ex director nacional de la policía judiciaria.

Algunos expresos también han declarado a las páginas del mismo rotativo boliviano que
Diodato gozará de privilegios tales como introducirse en la sección femenina de la
prisión, donde se mete con la excusa de practicar ejercicios de fitness.

UNA CALLE DE SANTA CRUZ, BOLIVIA. IMAGEN POR JAN BECK/CREATIVE


COMMONS

El traslado a la clínica Bilbao y la fuga.

En marzo de 2001, Diodato padece un ataque al corazón mientras se encuentra en su


celda. Se le somete a una cirugía coronaria de urgencia y se le implanta un bypass. Acto
seguido es transferido a la clínica Bilbao de Santa Cruz.

PUBLICIDAD

Según ha denunciado El Deber, los privilegios de que dispone Diodato en el hospital,


también serán extraordinarios: dispone de una línea telefónica privada y se le permite
salir a correr.

Diodato conocía bien las bambalinas del poder. En sus años en Santa Cruz corrompe
todo lo que toca, de manera que a nadie le extrañará que se haya ganado el favor de los
guardias que, supuestamente, le escoltan.

Así, una vez ha gestionado el control de su régimen de encarcelamiento, Diodato lleva a


cabo un nuevo y fascinante número de escapismo. La noche del 31 de enero de 2004 se
fuga de la clínica Bilbao sin dejar rastro. Cuando los guardias entran en su habitación
solo encuentran un teléfono móvil, algo de ropa y una bolsa colgada de la pared.

Allí, en el interior de la bolsa, dejó escrita una reivindicación política:

"La máxima expresión de cobardía y de violencia se produce cuando alguien se


aprovecha de la Justicia para obtener la condena de inocentes", abunda Diodato. "Hoy
en día, yo tengo claro que no existe la manera de recuperar mi libertad. Ha llegado la
hora de volver a luchar y de seguir haciéndolo hasta caer como un guerrero en el campo
de batalla más hermoso de mi vida, aquel en que la hipocresía, la falsedad y la infamia
no tienen la menor cabida".

La inteligencia boliviana despliega a sus hombres, pero parece que nadie consigue
siquiera oler el rastro del escapista. Según algunas fuentes habría cruzado a Brasil
provisto de un pasaporte falso y de una peluca. Otros, sin embargo, defienden que nunca
se ha ido de Santa Cruz, donde según cuenta un exministro boliviano, "contaba con una
estructura y con una protección muy fuerte".

PUBLICIDAD

Según la reconstrucción elaborada por el periódico El Deber, la fuga de Diodato habría


estado facilitada por algunos políticos prominentes, probables cómplices en sus tramas
de tráfico de estupefacientes. Estos le habría cubierto los espaldas.

¿Dónde termina Diodato?

El 27 de febrero de 2004, un mes después de la desaparición de Diodato, la juez Mónica


Van Borries, responsable de algunas de las investigaciones de los delitos del
transalpino, es asesinada en un atentado.

La magistrada se acababa de subir a su automóvil cuando alguien hizo estallar un


artefacto instalado en la carrocería del vehículo. Inmediatamente todas las sospechas
apuntan al exparacaidista. Y una vez se intercepta al autor material de los hechos, este
confesará haber actuado en nombre de Diodato. No existen a día de hoy informaciones
sobre el paradero de Diodato.

Aparentemente nadie le ha vuelto a ver desde que se esfumó. Claro que, al mismo
tiempo, se han armado las teorías más disparatadas. Según el periodista Herland
Campos Reimers, autor del libro "Diodato: el final de un fugitivo", el efímero
revolucionario se habría suicidado poco después de su fuga, víctima de una severa
depresión.

La versión del suicidio ha despertado el escepticismo de varios periodistas bolivianos,


como Michel Irusta y Wilson García Mérida. Según ellos, Diodato nunca se habría ido
de Santa Cruz, donde habría podido contar con la protección de la Unión Juvenil
Cruceñista, una formación paramilitar que según las organizaciones humanitarias se
trataría "de un escuadrón de ultraderecha que emplea métodos ilegales, violentos y
racistas".

EEUU vuelve a incluir a Bolivia en su lista negra por el cultivo de la hoja coca

Según fuentes policiales reproducidas por el rotativo Sol de Pando, Diodato se habría
afiliado al grupo en 2001 y después de convertirse en fugitivo habría contribuido al
entrenamiento de sus militantes.
La Unión Juvenil Cruceñista (UJC) es una opositora proverbial del presidente boliviano
Evo Morales y de su Movimiento al Socialismo (MAS), el partido político que dirige.
Los miembros de la UJC ha librado su particular batalla por la independencia con
emboscadas y atentados sangrientos.

Una de sus escaladas de violencia se produjo el 11 de septiembre de 2008. Entonces, el


movimiento paramilitar quiso orquestar un golpe de estado en la región de Santa Cruz.
Sucedió que paralelamente se organizó una manifestación en la que un grupo de
indígenas se manifestó a favor de Evo Morales.

Los paramilitares irrumpieron en la protesta pacífica y abatieron a 13 de los socialistas.


Aquel episodio sería conocido como la masacre de El Porvenir y muchos han
denunciado que habría sido orquestado por Diodato.

Diodato sigue a día de hoy en busca y captura en Bolivia y está en la lista negra de
Estados Unidos. Sin embargo, ya han pasado 8 años de aquella matanza y sigue sin
existir rastro alguno de su paradero. Si sigue vivo, habrá cumplido ya los 59 años en
libertad.

Acusan a Marino Diodato de la


muerte de Von Borries
Martes, 02 / Mar / 2004

(La Paz - La Razón)

La organización está integrada por dos argentinos y un brasileño. Este último conocido
como Pedro, es el responsable de haber colocado la bomba. Se teme por la vida de
otros operadores de justicia que fueron también habrían sido amenazados.
El Gobierno asegura haber esclarecido el caso del asesinato de la fiscal Mónica von
Borries. La Policía logró la captura del brasileño Ricardo Borba Mezquita, quien admitió
haber participado en el atentado y según el ministro Alfonso Ferrufino, habría
involucrado a Marco Marino Diodato como el cabecilla de la organización criminal.

“La Policía ha logrado la captura del brasileño Ricardo Borba, quien confesó haber
participado en la planificación y ejecución del acto criminal que segó la vida de la fiscal.
El extranjero en su declaración informativa reconoce la existencia de una organización
criminal encabezada por el prófugo de la justicia boliviana Marco Marino Diodato, que
opera en Santa Cruz”, aseguró el Ministro.

En conferencia de prensa realizada a las 22.45 en las oficinas del Comando


Departamental de la Policía, el responsable de la seguridad interna del país, dijo que
los expertos de la Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos -según
Ferrufino- han coincidido con la apreciación de los investigadores bolivianos, respecto
a las características del explosivo utilizado en el atentado. El propio ministro había
hecho conocer que el viernes a las 14.30 horas en la calle Las Maras, el coche de la
fiscal fue destrozado por la explosión de una poderosa carga de dinamita que fue
detonada utilizando una “mecha lenta”, que tardó entre dos minutos y dos minutos y
medio, antes de hacer volar por los aires gran parte del vehículo y matar a la fiscal
Mónica von Borries.

La Policía y los agentes del FBI continuarán trabajando en la investigación hasta dar con
el paradero de los integrante de esa organización, que según fuentes de la Policía, se
encuentra integrada por dos argentinos y un brasileño de nombre Pedro quien habría
sido responsable de la colocación y detonación de la bomba.

Según se pudo conocer, la banda liderada por Marino Diodato, que estaría utilizando
un peluquín y se habría hecho crecer la barba, circula por la ciudad en una vagoneta
marca Volkswagen Combi color ploma, en la que se trasladan de un punto a otro,
haciendo seguimiento a quienes son considerados enemigos del italiano.

Consultado sobre la veracidad de las declaraciones de Ricardo Borba, sobre la


implicación de Diodato, el Ministro afirmó que existen fotografías, pruebas
documentales, registros computarizados y otras que vinculan a los dos foráneos en el
marco de la organización.

“Es más, debemos mencionar que Ricardo Borba habría participado en la fuga de
Diodato, de la clínica Bilbao”, agregó.

El Gobierno asume que el atentado que asesinó a Mónica von Borries, estaba destinado
a cobrar venganza, debido a que fue ella quien acusó formalmente al italiano del delito
de narcotráfico y quien, juntamente con agentes de la Felcn asistió a su hacienda
llamada Perseverancia ubicada en la provincia Velasco.
Más adelante se refirió a otros hechos como el asesinato del hermano del fiscal Saúl
Rosales y de otro fiscal en La Paz, señalando que por el momento las investigaciones
giran en torno al crimen de la abogada Von Borries.

En torno a un comunicado emitido por el Ejército de Dignidad Nacional EDN que


reivindicó para sí el atentado terrorista, aseguró que se está trabajando sobre la
premisa de no descatar ninguna hipótesis, aunque de momento no se ha encontrado
ningún vínculo.

Ferrufino destacó la labor cumplida por los organismos de seguridad del Estado,
quienes fueron los directos responsables de los resultados obtenidos hasta el
momento. El FBI confirmó los resultados.

También podría gustarte