Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
il¡iÍttltt
,llilIXillJll[il[lililI
Vincent Pinel
Elmontaie
Elespacio
delfilme
y eltiemPo
Coleccióndir igidaPorJoél M agnY
y FrédéricStrauss
\p 3*J?"9"P',""
,u.,."
Sumario
Ob ertu ra El cine de autor y el montaie
El modelqm teladejuicio . . . . s2
P RT ME R A P A R T E .. . .7 ,4lgmosfigurc deatilo custioncdcs 52
l. E l ti e mp o d e l cuadr o .7 Lc sfi gur as pr i v i l egi udc. . . . . . . 54
El ci¡e sin el montaie. .7 <Montcje, mi bellainquietud> 55
L o.q i stq ,. .7 El collage, el <mcolcdo úpido> 56
Il cu o d ro... .8 Scco¡el filme o lq luz ..58
Lc libertqdd€l0 oistd> y lc rigida delcucdro. .9
los cuodros m se¡ie, l1
Un uive¡so m dcordo losgallinc y el Cristom Ic cruz t2 Las l i bertades del montaj e v i rtual
los cuadrosy el relcto. 13
Pdmerosotoquc 0 l0 integridoddelos cuodros. 14
Las intuiciones de D.\M Grifnth (Estados Un id o s,1 9 0 8 - 1 9 1 6). . 1ó
Enelprincipio lueGriffith. t6 Securuo¡paRte
A trov¿sdelo pu€rtd. l7 D o c u m e n t o s , t e x t o s , anál ¡s ¡s de s ec uenc i as ó3
17 Práctica
la atructurocióndelapocioy el timpo
18 lc principala fmciona delmontoje
L ostru ctu ¡o ci d
óen lre10t0..........
l8 Documentos
La bel)aadeIo utriz y lo <invmcióu delprimer ploo
los cuod¡os <oocoincidm): üts d¿lmOntrie.. ... .., ,
Docmentos
23 El <efectoIói: la mecríniccdelmontoje 68
il. L a s i m á g e n e s e n tr e sí......
Análisis de secuencia
Los soviéticosy eI ama del montaje (Rusia, años 20)
23 lc sccl¿¡cdelPotemkin.. ....
Lan¡imacía delmontoi€...
24 Docmentos
Lc multipliccción delputo d€vista
LS El nontaie segrínPudovkin:el cp€ctadordctivo 72
to unificccióndeputos d€visto..
Práctica
Iis€trt€itry d (mOntojed¿ct¡occionc> 27
Prácticc delmontcje m tiempos delcinemudo ... . ... . . .. . . .74
Potemkin, cpogeo delmontoj€ eistrteinioo... . .. ... 28
Documentos
m lc e¡odelcinemudo. .
El montcjedelos filrnr soviéticos 31
El pl m o''c ontr opl m o:l a cd e l o so j o o
díne ...............76
¿Medio de expresión o instrumento nilrativo? (Francia, 1918-1928) Práctica
Gmcey dc músiccdeIc imágmo
P¡ácticqclúsiccdelmontcies0n0r0. .,,.78
El montoj€cofio . 33
Práctica
Jem Epst€iny el mont(je mllbüto¿ . . . . 34
los ¡¿fe¡encicccritc delmontador:delguión técnicod plm de muchs . . . . . . . . . ... 80
Plmificccióny montoiem lc producción rtríndü. . . . . . . . . 36
Textos
¿Quimhccequó? 36
M ontc i epr ohi bi do ..............84
Hollywood fija las reglas (Estados Unidos, | 9 I 6- I 928) 38
Análisis de secuencia
El poderm la puto delc tijerc . . . . 38
El montúies¿úún Hitchcock:Exnaños en un tren ......... g6
El m0ntdiecomor€úlizccióndelc plmificcción 39
Textos
El iu€goconel timpo. 40
El m ontc i es egúnT or k ov s k i . . . . . . . . . .......... gg
El iuegoconei apocio.. . . 42
Práctica
l o w ol uc i ón
téc ni cdel
o osm c t e ¡i c l d
ees mo n t n j.e. . . . . ................90
ilt. L a a l i a n za e n tre sonido e ¡ magen 4S
Docmentos
EI montaje clásico (1929-1958) +s Prúcticcd€lmontcj€vi¡rual . . . .
.... ...45 . . . . . . . . . . . . . . .92
E l n o n to i e yl (l l € úddcdelcinesonor o
E l o fi ci od emo n ta dor . . .. . ... .... .47
L ctrmp a rmci a d elmontojedásicohollyvoodim e..... ............ ..48
....
E l mo n tn j e cl ó si cqcuationado ..........49 Bi b l i og r af ía ....................................e4
re al filme su rostro definitivo; MoNTAGE,
o la relación entre planos
desdeuna perspectivaesencialmenteestéticay semiológica, en el sen-
tido en que hablamos del montoje (y, en el vocabulario téc-
eisensteini.no
nico, un efectode ilación).
Planificación y monta¡e
Antes que nada, conviene distinguir entre pLANrFrcecróN y uo¡lt¡,r¡: la
primera, ejercicio de análisis previo al rodaje o simultáneo a éste, es
del orden del proyecto o la improvisación; el segundo, operación de
síntesisefectuadaal término del filme, se ordena a partir de imágenes
y sonidos materializados. ta planificación proyecta la organización
Obertura formal del filme fragmentando su continuidad en unidades cinema-
tográficas de tiempo y espacio: los pr¿Nos.Estafragmentación prepa_
ra el terreno para el montaje. No obstante,nos equivocaríamos si pen-
sáramos que la relación entre planificación y montaje es puramente
mecánica. Planificar es concebir plano a plano, encuadre a encuadre,
Io que se mostrará y lo que no, lo que se verá y lo que no, lo que se
oirá y lo que no. Más que prever los pormenores del montaje, la pla-
¿Oué es el montaie? nificación trata ante todo de definir la estrategiadel filme imaginan-
En Francia, Ia palabra MONTAGE se introduio en el vocabulario cinema- do lo que serán los planos -su escala,su contenido...- y organizando
El tér-
tográfico en los primeros años diez, compitiendo con ossemblage' su sucesión. Pero la distribución de tareasentre estasdos actividades
dispares o de una es siempre desigual. En ocasiones (el reportaje en caliente, por ejem_
mino definía la yuxtaposición simple de fragmentos
evolu-
serie de cuadros. Sólo al término de esadécaday siguiendo Ia plo), el operador improvisa sus tomas como puede y se contenta con
el significado de
ción de Ia práctica cinematográfica pudo ampliarse acumular un material luego ordenado en el montaje. En otros casos,
la palabra.A partir de entonces, el término MONTAIE se ha venido apli- si por ejemplo el director elige componer su película a partir de lar_
garan-
cando a la etapa final en la elaboraclón de una película' la que gos planos-secuencia,la planificación queda entonces privilegiada a
(véasela
tiza la síntesisde los elementos recogidos durante el rodaje costadel montaje; Losogo(The rope, 19ag), de Alfred Hitchcock, nos
ín-
pág. 6a). Estasíntesiscomprende tres operacionesde muy distinta proporcionará un ejemplo. la cámara DV posibilita hoy el sueño del
dole que la lengua inglesa, más rica que la francesa en este aspecto' filme en un solo plano: en un filme así, el papel de la planificación es
EDI-
distingue como: currlNc, o Ia operaciónmaterial (cortar' pegar); primordial, y el del montaie se reduce a dos únicos cortes, inicial y fi_
y sonoros que confie- nal, a menos que intervenga una elaboración del sonido.
TrNG.o la ordenación de los elementos visuales
parte
Primera
Capítulo
1
Eltiempo
delcuadro
La <<vista>>
Los dos principales modos de representación del cine en sus inicios,
la vtsre y el cueono, excluían de entrada Ia idea de montaje.
Primero fue la <<vista>>
Lumiére, que no era otra cosa que una diapo-
sitiva fotográfica en movimiento que permitía <<captar la vida en
vivo>> o reproducir sainetes modestamente escenificados en decora-
dos naturales. La <<vista>>
constituía una totalidad que no reciamaba ni
un antes, ni un después, ni contracampo alguno.Todo quedaba dicho
con la simplicidad de una toma única de menos de un minuto, dicta-
da por un aparato tomavistas y proyector que era preciso recargar; el
(1895) La
Place des Cordeliers (LYon),ne 128 del catálogo Lumiére "vista' Nuít d'insomnie, realizador y fecha desconocidos. El tableau lcuadrol a la
i rra-
Lu m i é r e :e n l a p a n t alla ,lo o r d in a r ioy lo co tid ia n ofo to g r a fi adosen movi mi ento francesa:frontal i dady espacíoes c éni c o"E l enc uadredel fi l me s e adaptaa l os l ími tes
(
d¡ a n y s e v u e l v e n ,l i t er a lm e n te , e xtr a o r d ¡ n a r io sD' del escenari o.
encuadre,fijo y ajustado,dejabaa cambio respirara los seresy las co- de películas reflejaban esta configuración obligatoria. EI <<teatro de pose>>
El conceptode cu¡¡Ro no alude tanto al artepictórico (salvoexcepciones presentar Ia sala de proyección y los espectadores.La cámara no tenía nin-
puntuales) como al vocabulariode ios espectáculosde variedades,revis- gúfl papel creador: era ei instrumento para el mero regisfto de uI espec-
tas u operetas.La naciente expresión cinematográficase constituía alre- táculo preparado en el plató que tenía delanre.
o un <<troncohumano>>.'.Todas
era, se decía,un <<tullido>> las cuestio-
nes relacionadascon Ia interpretación dramática iban necesariamente próximas (plano americano,primer plano y plano detalle).Senecesi-
Iigadas, en Ia mentalidad popular, al dispositivo de representación tará, antes que nada, organizar, y luego pervertir y cuestionar,el prin-
teatral, al esquemay las tablas de la escena. cipio mismo del cuadro, figura central del modo de representación
Curiosamente,los espectadoresrechazabanen la representaciónde un primitivo. Se necesitará, sobre todo, introducir una nueva y revolu-
mundo de ficción Io que aceptabanen las vistas documentales' Una cionaria noción, la de pr¡uo, estrechamentevinculada al montaie.
l
de
de las películas más justamente célebresde Louis Lumiére, Ia Llegoda
deLoCiotot(en su versión más
un tr€n0 lo estoción conocida,la de 1897), Los cuadros en ser¡e l
nos presentaba que hoy denominaríamos toda Ia gama de planos,
lo El perfeccionamiento técnico de los aparatosde proyección permitió
desde los más alelados hasta un primer plano muy corto' Pero estos
juegos con la profundidad de campo y con el <<tamaño>> relativo de
los personajesno se aceptabanen el ámbito del cuadro, encadenadoa
un temprano incremento (1896) del metraje proyectablede una sola
vez. Paraevitar las incesantesrecargas,primero se empalmaron suce-
sivamente <<vistas>> y cuadros de carácterheterogéneo.Luego se agru-
lI
la normativa escénica.Se necesitarán años y vencel una honda reti-
cencia psicológica para imponer en el dominio de la ficción las tomas
paron los elementos con un mismo tema o con una historia similar,
sin que pueda aún hablarsede montaje.A partir de entonces,las pelí- I
l
l
,)
12 'i
r'_
culas se concibieron como una serie de cuadros, en los que ocasio- cieron falta varias sesionespara que el misionero diese con los moti-
nalmente un decorado natüral sustituía al telón pintado. Los cuadros vos de Ia hilaridad: en la hierba, al pie de la cruz, corrían unas galli-
se sucedían sin solución de continuidad, cada uno de ellos represen- nas acompañadasde sus polluelos... Esa involuntaria figuración ani-
tando una fase en la progresión dramática, un momento del relato, mal, detalle minúsculo al límite de la visibilidad, le había pasadopor
una unidad autónoma de espacioy tiempo destinada a hacer avanzar alto al hombre de iglesia, que centraba toda su atención en la acción
la ficción a saltos. Los ejemplos de las VidosdeJaúsy de las Posiones, que él juzgaba principal, a diferencia de los africanos, para quienes
abundantísimos en el cine primitivo;3on en este sentido significati- aquellos gallináceospresentabanuna familiaridad ligada a su vida co-
vos. Los distintos cuadros que componían estaspelículas aludían a es- tidiana. Un efecto de reconocimiento irwoluntariamente orovocado
cenasconocidas del muy cristianizado público de la época, cosa que suplantabaal efecto dramático buscado.
simplificaba la narración: la huida a Egipto, el nacimiento de Cristo,
las bodas de Caná.la cena,la crucifixión... Seavanzabaasí,de cuadro Los cuadros y el relato
en cuadro, hasta la resurrección, sin que los cuadros perdieran su in- El desarrollo de una historia mediante una serie de cuadros plantea-
dependencia y autonomía de funcionamiento, hasta el punto de que ba, asimismo, cierto número de problemas narrativos. El cuadro era
A través de la puerta
Todo empezó con una historia de puertas. Un personaje abre una
puerta al final de un primer cuadro y apunta una salida por esapuer_
ta: entoncesla cámara <<salta>>
a un nuevo decorado, mientras vemos a
esemismo personajepenetrandoen el segundo cuadro y cerrando la
puerta tras de sí. Ese<<atravésde ia puerta>>fue el verdadero <<através
del espejo>que propició la rransición entre el modo de representa_
ción primitivo y el <<modode representacióninstitucional>, como lo
denominó el historiador y teórico Noél Burch.2Mediante eseRACCoRD
y observando ciertas precauciones (misma dirección del desplaza_
miento y similitud del movimiento), la aperrura y el cierre de la puer_
EI nacimiento de una nación (The Birth of a Nation, 1915), de David W'
Griffith: la puerta facilita la transición de un plano a otro.
ta establecenuna continuidad temporal (el encadenamiento de la ac-
ción sugiere un tiempo continuo) ¡ a la vez, una continuidad espacial
(el espectadorpercibe que Ios dos espaciosde la representaciónson
En el principio fue Griffith En Thelonelyvillo( 1909) , una madre y sus hijas son vícrimas del ataque
Primer gran maestro del cine americano, DavidWark Griffith no fue, de unos malhechores.Antes de que llegue el amo de la casaen su auxi-
del montaje, sino más bien un
hablando en propiedad, el <<inventor>> Iio, tratan de ganar tiempo rerirándose de habitación en habitación y
lúcido experimentador de la narración cinematográfica que no dejó atrincherándoseen cadauna de ellas.El paso de una estanciaa otra di-
de innovar en los incontables cortos de ficción que rodó para la Bio- buja, para el espectador,la geografiade un lugar visiblemente imagina_
graph entre 1908 y 19 I 3. Griffith se mantuvo fiel al cuadro en la me- rio, ya que estácompuesto en el artificio del estudio, sin duda decorado
dida en que siguió contemplando la acción desdeun mismo lado, res- a decorado.La unión de las imágenesen movimiento no sólo establece
petando la <<cuartapared>>teatral; pero rompió con la tradición del una continuidad entre ellas, sino que
l--z.r.roersurch,raruca¡nede'infini,ncissmce
gran marco escénico acercándosea los intérpretes, encuadrados a la genem
un espacio-riempo
arbitrario,
el l;,1ruru:'Xl,li:T:.t",:l:;,Lr:i";r,,
altura de las rodillas en (según la expresión francesa) plcnoomericcno. espacio del filme. En conÍapattida, cada infiniro,
Madrid,cátedra,1e87).
19
18
autonomía' de su estatuto'El cua-
uno de los cuadrospierde algo de su
de un puzde' como un PIANo'
dro empieza a aparecercomo Ia pieza
La primacíadel montaje
Los cineastas sovléticos reivindicaban una <<revolución en el arte>>pa-
ralela a la revolución política y social recién estrenada en su país.Varios
rnovirnientos de vanguardia se desarrollaron en torno al poeta Maya-
kovskl, jefe de filas de una corriente futurista. Para estos jóvenes revo-
lucionarios, el no va más de Ia modernidad era, curiosamente, el <<mo-
delo americano>>,con su culto a la máquina y la velocidad, con sus
ritmos frenéticos, con su cine cómico, con sus <<seriales>>...
y sobre
todo, con ese medio de expresión absolutamente nuevo: el uoNre¡n.
Cine-ojo (Kinoglaz, 19241,de manifiesto Lorevoluci1nde
losKinok (1923). El futuro autor de El homb¡e
de
DzigaVertov. Montador de actualida- lo cámara
(chelovek s kinoapparatom, I9z9) reemprazabala unidad del
des desde 1918, Vertov rechazaba
c o n v e h e m e n c i a lo s:a r tificio sd e la cuadro (o de la <<vista>>)
por la ubicuidad del <<cine-ojo>>;
al <<proceso
f i c c i ó np a r a a f e r r a r sea < la vid a [ca p - pictórico>>fijo le oponía la multiplicación del punto de visra: <<yoim_
t a d a l d e i m p r o v i so > .Esta m o se n u n
a m a s a d e r o ;l o s e m p le a d o sp r e p a r a n pongo al espectadorque vea tal o cual fenómeno visual del modo que
l a m a s a d e p a n a n te s d e m e te r lae n me parecemás ventajoso.El ojo se somete a la voluntad de la cámara.
el horno.
es dirigido por ella en los movimientos consecutivosde la acción>. po-
niendo como ejemplo la filmación de un combate de boxeo o de un
espectáculode ballet, vertov subrayabaque no se puede reproducir el
punto de vista del espectadorque asiste<<endirecto>>a esosespectácu-
los. <<Elsistemade movimientos consecutivosexige una filmación de
los bailarines o boxeadoresque exponga sus procedimientos en el or-
den de su sucesióny organización, obligondo
al ojo del espectadora des_
plazarsepor estaserie de detallesque es preciso ver. La cámara
conducelos
ojosdelcine-upectodo¡
de las manos a los pies, de los pies a ros ojos y a todo
lo demás, en el orden más ventajoso,y organiza los detallesen un es_
tudio de montaje bajo reglas estrictas.>>1 El rodaie consistíaen acumu-
Griffith era un pragmático que inventó moYido por el deseoprimordial lar preNTos fotografiados bajo diferentes ángulos. A continuación el
de contar una historia. Los nuevos cineastassoviéticos, en carnbio, eran montaie orquestabaesematerial buscando un orden, unos empalmes
teódcos. Todo les inducía a inventar: el espíritu vanguardista, que nada y unos puntos de corte. La sucesiónde planos proporcionaba el senti-
arna con mayor pasión que los manifiestos, el compromiso revoluciona- do del filme e imponía al espectadorel discurso del realizador.
do ansioso de iustiflcación, e incluso la carestíade película que afectaba
entonces al país y que obligaba a dar vueltas y vueltas a las ideas antes de La unificación de puntos de vista
empezara darle l'treltas a la manivela.También sorprende comprobar que, En el marco de sus actividades docentes, el cineastaLev Kulechov se
más allá de unas pocas divergencias inevitables, todos los textos teóricos entregó a cierto número de experiencias sobre el montaje que deja_
estabande acuerdo en celebrar,no sin ocasionalesexcesos,lo que consi- ron huella, si no en las cinematecas,sí en los espíritus. Más adelante
en la guerro> del lenguaje cinematográfico: el montaje.
deraban Ia <<clave evocaremosla más famosa, la del <<efecto K> (véasela pág. 66). La
más interesantefue para él <<lacreación de una mujer que nunca exis-
La multiplicac¡ón del punto de vista tió. Realicé estaexperiencia con mis alumnos. Rodé la escenade una
<<Lapresentación teatral es, de todas las presentacionesde una escena, mujer arreglándose:se peinaba,se l-
la menos ventajosa,la menos económico>, afirmaba DzigaVertov en su seponíarasmedias,| ¿^*nff::i;i::l¿':*I;*;"',?'u'uou'""'
maquiuaba,
26
los zapatos,un vestido...Yhe aquí que yo filmaba el rostro, la cabeza, mo ar prestar sus manos y su escritura al cura de Ambricourt
(Diario
el pelo, las manos, las piernas,los pies de mujeres distintas,pero los deuncuroruralfiournal d'un curé de campagne,195 1]).
montaba como si se tratara de una sola y, gracias al montaje, conse-
guía crear una mujer que no existía en la realidad, y que sin embargo Eisenstein y el <<montaje de atracciones>r
Como eI viejo doctor Frankenstein, eI
existía realmente en el cine>>.2 Personalidaddominante del cine soviético, teórico
prolijo, Serguei
cineasta reconstruía el cuerpo de una muier -inducción del cuerpo M' Eisensteinconsagróbuena parte de su obra a celebrar
las virtudes
del filme- a partir de fragmentosinconexos... del montaje. Los pormenores de su pensamiento, evolutivo
en este
Esteexperimento no es tan futil como pudiera parecer a primera vis- dominio, no pueden condensarseen unas pocaslíneas,
pero su esen_
ta. Si el montaie puede reconstruir un suieto partiendo de planos de cia parte de estasencilraidea: <<Layuxtaposición de dos
fragmentos
éste desmembrados por Ia planificación, también puede crear un su- de película se parece más a su productoque a su suma. Se asemejaal
jeto compuesto iuntando planos heteróclitos (hace falta, no obstan- producto y no a la suma en cuanto el ¡esultodod,elayuxtaposición
difiere
te, que un mínimo de indicios favorezcala unión enmascarando el siemprecualitotivomente
[...] de cadauno de los componentestomados
artificio: así,los planos deben constituir RACCORD, es decir, presentar por separado>>.3
puntos en común). El experimento ha tenido desde entonces incon- En sus,primeroslargometrajes,Eisensteinaspirabaa <<moldear>>
al pú_
tables aplicaciones en eI cine de ficción: tal personaje pianista apare- blico mediante lo que él llamaba <<cine_puño>>.
Adaptó para la panta_
ce con el rostro de un actor célebre, pero son las manos de un vir- lla el procedimiento del <<montajede atracciones>>que había experi_
tuoso las que vemos correr sobre las teclas del piano; una actliz se mentado en teatro bajo el influjo de su maestro Meyerhold
y en el
niega a revelar un detalle de su anatomía y es su doble quien se des- marco de sus espectáculos<<agit-prop>.
Quería desencadenaruna vio-
vela en su lugar' Hasta un autor lenta emoción en eI espectadoruniendo imágenes poderosas,
2.LevKulechov,enluday¡euschnitzel o priori
MarcelMartin,LeCin¿mcsoviétiqu€Porc€uxquj tan .SCfUpUIOSO CO'O BfeSSOn Se sin vínculo contextual,sin rela_ l-
i on¡loit,P¿ris.LesEdjteursfru(ai' reuis.
1e66,págs.66y67. Iibró a estos,uegos de ilusionis- ciónnarrativa. | ;.Hil:'ji::;'j:x;:ft:':,1[H1,_T;;:'
En lo huelgo(Stacka,19 2 5) , Iasimágenesde la represiónzaristacontra
los huelguistas de una metalúrgica se yuxtaponían a las de los anima-
les desollados en:un matadero; ningún vínculo, ni geográfico ni na-
rrativo. enlazabalas dos acciones.En Octubre (Oktiabr, 1'927),la ver-
bosidad de los d,iscursosmencheviques se entreverabacon primeros
planos de manos de arpistassubrayandola vanidad y el carácterfalsa-
mente tranquilizador de los argufoentos formulados, sin que la pre-
senciainsólita de tales instrumentos e instrumentistas se viera iustifi-
de
cadaen modo alguno. Hace cincuentaaños, estasdemostraciones
((trans-
fuerza por parte del todopoderoso realizador-montador llue
greden lo real para reducirlo a una figura de retórica vaciada de su
contenido vivo>>afueron muy comentadas.Pero algunasfiguras de es-
tilo denostadasa vecesprotagonizan inesperadosretornos' El monta-
je contemporáneo no deja, en contextos por supuesto muy distintos'
de reivindicar esasformas durante largo tiempo consideradasburdas
o caducas:breves <<imágenes mentales>>insertadas en la continuidad
Kubrick)
lThe Shining, 19S0], de Stanley
del relato (véaseEl resplondor
o coLLAGEs a la manera de Jean-LucGodard"'
4.rean pads,
48.
Édido;,l :T:T :",T:::::"t::iHlJ"T:
Eúerur€in,
s.M.
Mirry
Unive$itaircs, I 955, Pá8.
miento a la máquina, el dinamismo
5. SergueiEisenstein,Film Form,Nueva
Yo¡k, Meridian Books, edición de I 95 7 '
l l l l Ll r tv q !4 u ¡e Y u ' ¡¡q r
anteoios del médico jefe es una clara inducción de la situación políti- rección del espectador.Más adelante lo describiremos a grandes ras-
halla aquí toda su iustificación al verse integrada en
ca: Ia <<atracción> gos (véaselapág.72).
rineros, vemos esosmismos anteoios colgados de un cordaie' balan- convirtió en <<textode referencia para los realizadoresanglosajones>>.e
ceáldose, y esa simple imagen un tanto burlona es una persuasiva Lasinvestigacionestan comprometidas y <<formalistas>> de los realiza-
la
elipsis para dar a entender que { médico jefe lo han arroiado por dores soviéticos contribuyeron así a formar la reflexión y la práctica
de
borda. En cuanto a la universalt4étrtecélebre escenade las escaleras -política y artísticamentemucho más moderadas- de los realizadores
del
Odessa(véaseIa pág. 70),.ot1Atit,tyt una especiede manifiesto americanosy británicos. Asimismo, contribuyeron a instaurar,prime_
la
montaie eisensteiniano que y'oordina todos los mecanismos de ro en los EstadosUnidos y después
pero drama concebido con absoluta originalidad, Iejos de las leyes (1923) y Coeurfid¿l€(1923), su rrabajosobre la escalade planos,y en
La secuenciade uoNreE nÁpno
que rigen la escenay la literatura>>.11 concreto sobre los primeros planos, es notable. El cineasta observa
fue a partir de entonces eiercicio obligado para todo ioven cineasta con gran libertad los seresy las cosasdesde los ángulos más variados
con ambiciones ¡setentay cinco 7ños antes de erigirse en una de las y lejos de las imposiciones de la mirada humana. Susprimeros planos
figuras predilectas del clipy del {ne de acciónl En cuanto aAbel Gan- de objetos y materias desprenden una impresionante fotogenia. <<El
Lo
ce, llevó la experiencia hasta rry'H-lt. en la secuenciadel canto de objetivo semete en todaspartes)>,
admirabaRenéClair,12<<giraen tor-
Morsellacen el Club des Cor$eliers de su Nopoleón (1927): en el clímax no a los objetosy los seres,buscala imagen expresiva,la sorpresadel
conro, icad{plano se reducía a un solo fotograma!
de este MoNTAJE ángulo de visión. Estaexploración de los aspectosdel mundo es apa_
sionante.> El interés de estasinvestigacionesreside en su ausenciade
Jean Epstein y el moqta¡e en libertad gratuidad. En coeuríidéle,
la cámarano es un testigo inerte: participa es-
-1 Discípulo de Abel Gance,|ean Epstein trechamentede la acción y ex-
l 0 R o g e r T c d t , Ab e lGm ce L ¿ u sa n nIe ' ÜAe e
t a e l cin e asta (y teóri co) que, si - presa los estados de ánimo d"
d'homme,1983,Pig. 142. [.*""uclair.apropósirodecoeurfid¿]e,enThóabf
11.cermaineDulac,conferencia del 7 de guiendo a Su maestfo, pefo de mane- lOs personajes. La célebre esce- etcomoediaillustré,
ldefebrerodelg24,citadoen
diciembre de 1924, citada Por Roger 1e64'
icart, op.cit., pá8. 142. ra aún más radical, impuso en Francia ila de la feria, tratada claro está itiuT#:'n'"'n-E¡stein'París'seghers'
:'f
37
visua-
en montaie rápido, entrelazacon virtuosismo motivos y temas
les queex pr esa n ,c o n u n a a u te n ti c i d a d p o pul arhartoi nusual enl as
pantallas de la época, el vértigo de la ioven protagonista'
posteriormen t7{erá el clásico pLANo-CoNTRApr¡No, sino dos eies para- colaban <<siguiendolas marcas>>
o trabajabansegún las indicaciones de
Ielos y dos c¡lnpos contiguos, algo así como un PLANocoNTRAPI-A'No' un <<código>>.El trabajo <<creador>>
lo efectuaba el propio realizador
total
tos intér¡eletesse presentabande perfil y dirigían su mirada en (Raymond Bernard, René Clair,JeanEpstein,JacquesFeyder,Abel Gan-
la
taterahdad,el uno hacia la derecha,el otro hacia la izquierda (véase ce, Jean Grémillon), o, caso frecuente, el operador (Maurice Cham_
un procedimiento directament¿ exprcsivo o demostrativo.Así, mode- señalaremosque la continuidad temporar también puede
acomodar-
raron notablemente el uso del montaje corto y del primer plano'l7 Pero se a la diversidadde escenarios(montaje alterno). Lasrupturas
en el
invirtieron una innegable energía en camuflar Ia escritura tras el telón tiempo van desdela simple elipsis,a menudo sugeridapor el
contex-
de Ia naturalidad, explorando intuitivamente y a fondo las sutilezasde to narrativo, hastaduraciones más importantes significadasa través
de
la expresiónvisual.Así fue como entre 1920 y 1926 se forjó el atiloclá- un arsenalde medios: fundido a negro seguido de fundido de aper_
sicodelmontoje que durante largo tiempo constituyó un mo-
hollywoodiense tura, cortinilla, breve montaje rápido, rotación acereradade las agujas
delo casi universal del que a conti- de un reloj, un calendarioque se deshoja.El cine mudo recurría
His,"o."u-l
17.Ensuobra¡itmst¡lemdrechaology: con
StNord, 1983y 1992),
(Londres,
,A¡olysis nuacron offecemos los gfandes frecuencia a los socorridos intertítulos, humorísticamente denuncia-
reglas.
principiosy las(escasas) dos por Luis Buñuel en los cinco rótulos de Unpenocndaluz (Un chien
Hll';].r",*:.:T::'fiil1'i:'i;',;,**
(<AverageShot LenSth> o <A.S.L.>):de 19 12 Étdalou, 1929):,,Éraseuna vez>>,<<Ochoaños después>,<<Hacia las
Unidos. | 5 se&
a | 9 I 7. 9.6 .eg.en los Estados
der e1 8 a 1 e 2 3 .u ,rffi ' -" ' " E l i u e g o con el ti empo
enE ur opa; Ites de la madrugada>>, <<Dieciséisaños antes>,<<En primavera>>...
unidos,8,6 seg.enEuropa.
Estados EI La planificación y el montaie defi h euestión esencialdel ritmo no se limita a la simple métrica. La lon-
promediodeduacióndelospluos deEl -
deEi..tr."it
Potmkin a. ¡: *g.l nen los pmNOS (sucesión continll 'r de un plano es un dato complejo que varía en función
aco¡mdo
", de un
42
Capítulo
3
Laalianza
entresonido
e tmagen
3ff
r¡I
48 49
E n l os úl ti mos 40
años,Jean-LucGodardha
renovado profundamente
el arte del montaj e.A quí
l e vemos en compañíade
A gnés Gui l l emot(su col a-
boradora en once pel ícu-
l as)duranteel montai ede
Made in U.S.A.(1966).
do anteriormente); el MoNTAIE DISCoNTINUo(volveremos a él); los Cuenta Ia leyenda que Jean-LucGodard, tras comprobar que el pri-
efectosde uoNrn¡¡ cHoQUEcon participación de los efectossonoros (el mer montaje de Al finalde1oescopcdo
sobrepasabaen media hora la du-
estridente chillido de la cacatúaque abre la secuenciade la partida de ración deseadapara su película, cortó sistemáticamentealgunas
Suzany el ataque de ira de su marido en Ciudodono Kone;en Europa, el imágenesal principio y al final de cadaplano en vez de sacrificares-
procedimiento fue retomado en especialpor Juan Antonio Bardem en cenasenterassegún la práctica habitual. Estaleyenda es cuando me-
Muerfedeun ciclistc[1955]); el luMPcur, salto consecutivoa un corte nos reveladorade las reaccionesde los <<profesionales
de la profe-
efectuado dentro de un plano, del que encontramos algunos ejemplos sión>>de la época, que acusaron a Godard de todos los males por
golpes
célebresen Loscuctrocientos (Les Quatre cents coups. 1959), de haber vulnerado frontalmente una de las <<reglas>>
fundamentales
56
'l r 7 57
justo
del montaie clásico: el n¡ccoR¡, que tenía la obligación de ser
e invisible.
un examen atento de,4l finaldelc acopodosnos muestraque su montaie no
deia nada aJ azar.Godard no era ningún novato en el terreno y' sobre
todo, acababade recibir el impacto de Ia cinta enrográficadeJeanRouch
Moi,un noil (1959), rodada fuera de las normas tradicionalesde conti-
en buena
nuidad filmica. Por su parte, el rodaié,,deAlfinaldeIo acopodo'
medida improvisado, sin planificación previa, libgraba a1 montaje de
mos,porejemplo,enlosvideoclips.Así,Godardutilizaelroccorddemo-
Muriel (19631,de Alain Resnais.Cuatro primeros planos de la escena intro-
vimiento, traücionalmente destinado a establecerla continuidad espa- ductor¡a.P araR esnai s,el monta i ey a no es el s i mpl e i ns trumentode Ia narrac i ón,s i no
S ac ar elf ilm e a l a l u z
Seríaun error pensarque el montaje se reduce a unos cuantosefectos
y procedimientos y a una especiede; necano consistenteen ensam-
blar lo mejor posible un conjunto de piezas.Seríaun error, lo hemos
visto, imaginar una especiede <<manualde instrucciones>>rigiendo la
que los iefes montadores han
tarea al milímetro. Las escasas<<reglas>>
transmitido a sus ayudantes6no son más que recetas,a vecescuestio-
nables. De hecho, el trabajo del montador, emprendido en colabo-
ración muy estrechacon el realizador,Tdepende de sus ojos, de sus
oídos, de su iuicio I por supuesto,del material de que dispone.
Estetrabajo consisteen sacaral filme de los limbos en donde lo escon-
dió el rodaje, Iiberarlo de un territorio incierto, igual que los explora-
dores desentierran del
o.AIgunoseiemplos:en un rccco¡d de mo\imienlo que I humus las ciudadesma-
suponga frmquear un esPacio,como el cierre de una Puerta
de una habitación a otra, un roccord
que nos hace <<saltar> yas perdidas en el cora-
justo, y se hace necesdio
exacto no da la sensaciónde ¡occord
zón de la selva virgen.
suprimir uas cuantasimágenes:en un¿ convers¿ción u¿t¿d¿
en pluo contraplano, es preferible cortar la imagen del que La estructura global, el
habla pua pasaral que escuchajusto antes de que aquél
pronuncie su última sílaba;en el paso de una secuenciaa otra,
orden defidtivo de las
conyiene que el mbiente sonoro de la secuenciallegue u secuencias,su relación, SachaGu¡try:cuando la mesa de montaiese convierteen mesillade noche...<El
poco antesque la imagen; etc.
los cortes y aligera- monta¡ede una películaes cosadelicada>(títulosde créditohabladosde La Poison1195111"
7. Conviene señalu la estrechacolabo¡ación que ha uido a
ciertos realizadores,en m periodo dado de su obra, con un mientos necesarios, el
montador: Jem Renoir y Milguqite Renoir y luego Renée
Lichtig; Howud Hawks y Christim Nyby; John Ford y lack incesante movimiento to, implican pruebasy ensayosque resultarántanto más prolongados y
Muray; Alfred Hitchcock y GeorgeTomasini; Robert Brcssony
de Io particular a 1o ge- dificiles en cuanto ningún storybocrd
o guión de hierro venga a contra-
Ralmond tamy; Roberto Rossellini y Eraldo Da Roma y lueSo
JolmdaBuvenuti:LucbinoViscontiy Muio Sermdreiy luego neral y de 1o general a decir la libertad del montaje y, con ella, Ia del filme (véasepág. 88). <Es
Ruggero Mastloiroi; Jem-Luc Godad y Agnds Guillemot;
Frugois Truflaut y Agnds Guillemot y luegoYm Dedet y
lo particular, un peque- provechoso que lo que encuenüas
l-
Muthe Baraqué; Mutin ScorseseyThelma Schoomaker; ño detalle que pueda nO Sea lO que esperabaS. CUriOSidad, | 1 lob.".t1"sson, Notssurl€ciúmotographe,
París,
Mauice Pialat yYm Dedet; Romm Polmki y A.laistairMclntlre
y Iuego SamO'Steil y Hené de Lue; JohaWoo y DavidWu... repercutir en el conjun- excitaciónporloinesperado.>>s
:#Tfr:;J,,'*';:.l"i,lTl3;jlT;r)íl'
60 ,i"l
parte
Segunda
Documentos,
textos,
de
análisis
secuencias
.:
Los cuadros te sentadosa la mesa.3 - EI au- MéliéE trataría la escenaen for-
convencional) multiplicaría los d e Rig hi ;el propi etari oy su personalha- con l os comensal es;el A utomab ou- ra en el tiempo no entendería
ce n se ñasal conductordel A utomaboul off acaba de atravesar la mesa de derecha
planos: 1 - EI automóvil de ( fu e r a de campo, a l a derechalpara que
nada de una película actual.
71
de las imágenes-, el movimien- atracciones.<<Se
trata de realizar
to de descenso,regular e impla- una serie de imágenes com-
Las escaleras del Potemkin cable, de los soldados.la huida puestasde modo tal que provo-
broumiana de Ia multitud. el rit- quen un movimiento afectivo,
En El oconmdo
Potemkin(Bronose- de la población precipitándose mo agitado y sostenido de los que a su vez susciteuna serie de
netsPoremkin,1925),la célebre escalerasabajo y dispersándose planos en su sucesión,la vigoro- ideas. El movimiento va de la
secuencia de las escalerasde ,. en todas direcciones.La secuen- sa oposición entre el <<orden>> imagen al sentimiento, del sen-
Odessaes de por sí un magistral '"'cia está tratada en una gran va- imperial triunfante y el desor- timiento a la tesis>>,
comentó el
ejercicio de montaje que todavía riedadde planoscortosque jue- den popular, culminada en baño propio Eisenstein.2
En su origen, EI acorazadoPotemk¡nno era más que un episodio de un filme conmemora, darle una importancia social e histórica que en realidad no tuvo. Los turistas que, en nuesrros
t iv o qu e E i s e n s t e i nd e b í a r e a liza r co no ca sió nd e l vig é sim oa n iversari ode l a R evol uci ónde 1905. peregr¡nana las escalerasde Odessase decepcionaríanal descubrir que no fueron el tearro
Pero las circunstanciasobligaron al cineastaa desarrollarlohasta Ia extensiónde un largometrajey los acontecimientosdescritospor la película.Es la revanchadel mito sobre la realidad...
se sigue citando en películasre- gan con los ángulos y la escala de salgre, todos estos elemen- 1. Recientementeen T'qsdebeoux ccqliers...
tu sqis
cientes.r Esta secuencia opone de los planos, desdeel gran pla- tos conYergen hasta provocar ( I 986), de AgnésVarda,y LosintocablodeElliot
Nros(Untouchables, 1987), de Brian de Palma.
vigorosamentela línea de solda- no de conjunto al primerísimo una violenta emoción en el es- Sobre estaúltima, véaseel artículo de lannis
dos zaristas, impecablemente primer plano. La escenografia pectador.Esta emoción prepara Katsamias, <<Eisenstein,
Koulechov et nous>>,
en Cohie¡sducinémc,n"400, octubre de 1987,
ordenada y que desciende con *una enorme y magnífica esca- el advenimiento de la idea sin pág s6.
2. Conferenciaimputida en la Sorbonael I 7
pasomecánico la escaleradispa- linata que traza líneas paralelas que seaprecisoadoptar el meca-
de febrero de 19 3 0 y reproducida en L0 Rme
rando a bocaiarro, al desorden que refuerzan la composición nismo arbitrario del montaie de ducinémo,n"
9, ab¡il de 1930, cita pág.23.
0s$uraerltos
El montaje
según :
Pudovkin
E l e s p e c t a d o ra cti vo
En Lo técnico cinemotográficol
( 1926), Vsevolod Pudovkin re
copila las investigaciones que
durante el cine mudo llevaron
a cabo los cineastas soviéticos.
La madre (Mat', 1926),de Vsevolod Pu
A continuación ofrecemos una
d o vkin :e l d eshi el opri maveraldel río subrayal i r
trascripción esquematizada de a l a heroína
to m a d e co nci enci arevol uci onaride
las mismas:
La escena, en vez de regis-
trarse globalmente en forma crea un espaclo, una tempo-
de cuadro, es fragmentada en ralidad y un ritmo (es el voN-
varias tomas que favorezcan r,t¡n).
los planos cortos (es la erervt- Sebusca simplificar el conteni-
ucecróN). Las tomas se captan do de cada plano, centrarlo,
desde diferentes ángulos y a para asímejorar su legibilidad;
distintas distancias cubrien- a cadaplano sele otorga su du-
do todo el espacio, sin respe- ración necesaria(lcoNovÍ,t ll
tar la <<cuarta pared>> caracte- ros ereNos).
rística del cuadro (son los La cámara observa la escena
ereNos). desdedistintosángulosy a di-
Al empalmar los sucesivos pla- ferentes distancias como sr un
nos se reconstruye la escena; se observador móvil e invisibie la
Práctica
las condiciones de la época: el
revelado <<enbastidor>>(la pelí-
Práctica del montaie cula se enrollaba alrededor de
e n t iemp o s d e l c i n e mudo un sencillo bastidor de madera
sumergido en cubasque conte-
El trabajo de montaje se reali- corte de salida y, mediante
nían los sucesivosbaños) sólo
zaba en las condiciones más unos alfileres especiales,unía
permitía longitudes cortas, de
precarias:una mesade luz (una en orden los planos sucesivos.
60 metros como máximo; la
mesa con un cristal esmerilado Una operaria sustituía a conti-
edición en distintas lenguas re-
iluminado por transparencia), nuación los alfileres por em- La técnica del revelado en
sultabafácil, al igual que el teñi-
un cuentahílos. una bobinado- palmes y se proyectabala cinta. bastidor.
do y el virado. En la segunda
ra, una bolsa de película (la mo- A base de ir proyectando y co-
mitad de la década,el uso de la
violo,pequeño aparato de lectu- rrigiendo, se alcanzabaun re-
película en forma de bobinas en máquina de revelado continuo
ra de uso individual, apareció sultado aceptable. El negativo
positivo y su eventual virado o (la película expuesta entraba
en los EstadosUnidos en 1924, se montaba entonces según la
teñido, se montaban las coPias por un lado de la máquina y sa-
v en Francia sólo se encontraba copia de trabajo, y se tiraba en
de serie encolando uno detrásde lía reveladapor el otro, sin limi-
a finales del mudo en poquísi- pequeñas unidades de menos
otro, en el orden <<codificado>>, tación de merrale) hizo que este
mas salasde montaje). El res- de 60 metros.Trasel tiraie de la
los elementos de imagen, e in- método artesanalcayeraen des-
ponsabledel montaje (véasela
tercalando los intertítulos en la uso. La llegada de Ia banda so-
pá9. 37) actuaba en
Iengua deseada.Esta compleja nora acabódefilitivamente con
dos frentes: redactaba
práctica estaba justificada Por el proceso.
el texto de los intertí-
tulos que se impri-
mían tipográficamente
o se dibujaban a mano
y se filmaban luego en
En Franci a,l a prensade encol ado
la tituladora; cortaba la película se utilizó para el montaje de positivos has-
ta p r in c¡ p i osde l os años sesenta.S eñal e-
obtenida en el primer tiraje (o
m o s q u e la pal abra <encol ado>es i nade-
la rasgabacon la mano ¡e in- cu a d a : la acetona (o sus deri vados)que La máqui na de
const¡tuye la <cola de película>es, de he- rev el adoc onti nuoP ermi -
cluso con los dientes!) un poco te procesar un metraie
cho, un disolventedel soporte. Deberíade-
antes del corte de entrada de- cir se ,p u e s ,<sol dar>. i l i mi tadode pel íc ul a.
JBÁll-¡.ouP
f f i*
Algunos documentos escritos 2. El parte de scriPtenumera las Ah, te voil¡ 6fi!r toi ¡ ltucl¡mmi'
tu axag¡."es. te?uls pr¡3 ¿16. heüo'
permiten que el montador no distintas lomas y metraiesPara ón r€pate 3¿ns tol' Nous n€ sqm63 P¿s
t ta ¿ispositiotr, tu sai¡. f¡ 14
se pierda entre el abundante cadaplano. Lastomas que el re-
material acumulado durante el alizador da por buenas se mar-
rodaje. can con un círculo y luego se
AL &S lu reslrsteÍ. drñirtüitrdüidat!-+*..l€{F
tiran (aunque nada imPide que
**4. qu'€'t-c€ que
1. El guióntécnico (o suiPt) es pueda revocarseestadecisión). ercuse auJouril'hui *
*-.!^k,:. .2-'*).1. a*
(Le Dernier Métro, 1980), de 4. El plan de mezclas es el tra- -
FrangoisTruffaut: a) el <guión bajo del jefe montadorl desti- 4 Pé
-^4<
r@
técnico de rodaie>>anotado Por nado al técnico de mezclas.
N ,r D tdl e:
Truffaut; b) el <guión técnico Frente al desarrollo del filme
de montaje>>anotado Por Ia medido en el tiempo, ofrece la
montadora. distribución de sonidos entre
Textos
Montaie prohibido en Ia que permanecen simu-ltáneamente en
campo el caballo, el niño y e1animal per-
seguido, pero no está lejos de cometer
André Bazin mostró ciertas reticenciasfrente al montaie y sobre todo fren- una falta en la escena de la captura de
y
te al montaje <manipulador))que niega la homogeneidaddel espacio la "Crin Blanca". cuando el niño se hace
prohibido (repro-
autenticidadde la acción. En un célebre artículo, Montaie arrastrar por el caballo al galope [...] me
molesta el que al final de Ia secuencia,
ducido en fa edición definitivade ¿aué es el cine?,Bazin analizauna se- cuando el animal disminuye el paso y.
cuencíadel filme Crin blanca (Crin blanc, 1953)'de Albert Lamorisse' luego se detiene, la cámara no me mues-
ne irrefutablemente la proximidad fisica
del caballo y del niño. Hubiera bastado
Crín blanca (Crin
una panorámica o un trcvellinghacia atrás.
<<Segurarnentepara realizar ei filme han menta de ta realidad, sustituyéndola; la Blanc, 1953),de Albert La-
Esta simple precaución hubiera autentifr-
sido necesariasmuchas proezas. El niño fábula nace de la experienciaque Ia ima- morisse,con Alain Emery.
cado retrospectivamente todos los planos
escogido por Lamorisse nunca se había ginación trasciende.>>
antedores, mienÍas que los dos planos
acercado a un caballo. Hizo falta, sin em- <<Pero,recíprocamente, hace faita que 1o
sucesivosde Folco y del caballo, escarno- rechos cada vez que el sentido de la ac-
bargo, que aprendiera a montar a pelo. imaginario tenga sobre la pantalla la den-
teando u¡ra dificultad que en ese momen- ción no depende de la contigriidad fisica,
Más de una escena,entre Ias más espec- sidad espacial de Io rea-I. El montaie no
to ha dejado de tener importancia, rom- aunque esté implicada. Por eiemplo, La-
taculares. ha sido rodada casi sin trucos puede utilizarse más que dentro de lími-
pen la bella fluidez espacialde la acción.>> morisse podía mostrar, como lo ha he-
peligros tes precisos, baio pena de atentar contra
¡ siempre, con desprecio de <<Sinos esforzamos ahora en definir la di- cho, en primer plano la cabeza del caballo
ciertos. Sin embargo, basta con reflexio- la ontología misma de la flíbula cinema-
ficultad, me parece que se podría plantear volviéndose hacia el niño como Darama-
nar para comprender que si 1o que se tográfica. Por elemplo, no le estápermiti-
como ley estética el siguiente principio: nifestarle sumisión, pero debería haber li-
muestra en la pantalla tuviera que ser do al realizador escarnotear mediante el
"Cuando io esencial de un sucesodepen- gado dentro del mismo cuadro a los dos
verdadero y hubiera sido efectivamente campo-contracampo la diffcultad de ha-
de de una presencia simultánea de dos o protagonistas en el plano precedente.>>1
reüzado delante de la cámara, la pelícu- cer ver dos aspectos simultáneos de una
más factores de Ia acción, el montaie está a elcine?
1.¿Qué Madrid,Rialp,1990 (Traducción
la deiaría de exislir, porque instantánea- acción. Albert Lamorisse lo ha entendido
prohibido".Y r.'uelvea recuperar sus de- deJoséLüs LópezMuñoz).
mente deiaría de ser un mito. Ése es el perfectamente en Ia secuenciadel conejo,
límite de1trucaie, el margen de subterfu-
gio necesario a Ia lógica de la narración,
que permite a lo imaginario el integrar-
se con la realidad y sustituirla a la vez. En su artículo,
plenitud
[...] Io que hace falta, para la André Bazin presenta
estética de la empresa, es que podamos como ejemplo Positivo
creeren la realidad de los acontecimientos un plano de Louisiana
sabiéndolos trucodos. Al espectador no le Story (948!', de Robert
hace ninguna ñlu, ciertamente, saber Flaherty: (El Plano-se-
expresamente [...] q". había que tirar cuencia del cocodrilo
del hocico del animal con r¡n hilo de atrapando a la garza,fil-
nylon para hacerle volver 1a cabeza cuan- m a d o e n una si mpl e P a-
do hacía falta. Lo que importa es que la norámica, es sencilla-
mente admirabler.
materia prima de la película es auténtica,
y sin embargo, "aquello es cine". Enton-
ces Ia pantalla reproduce eI fluio y reflu-
jo de nuestra .imaginación que se a1i-
wwrc
desecuencia''
,s,nálisls l-- 87
K WK
bosa de secuencias brillantes toma en serio el razona-
'...se
donde el <<maestro del suspen- ':'miento del psicópata, quien
se>>hace galade su excepcional pese a todo cumple la primera
talento para la planificación y parte del <<contrato)>
y preten-
el montaie. Suelerecordarseel de que se eiecute la segunda'
MK W
ataque aéreo de Conlo muerteen La secuenciaque analizamos se
el asesinatode Marion
lostolones, sitúa al inicio de la película.
Nuestra elección es
en Psicosis... Describe en montaie alterno
otra, menos espectacularpero los pasos de los dos hombres
igualmente reveladora. que atraviesan' siguiendo tra-
yectoriasopuestas,la estación
W % w%
on a
enuntren(Strangers
Ext¡oños
Train, 1951) sebasaeneltema de Washington y suben a un
del intercambio de asesinatos tren, para luego encontrarse
entre dos hombres que su- inopinadamente. Hitchcock de-
puestamenteno se conocen: el cide presentara sus personajes
campeón de tenis Guy Haines y caracterizarlos mostrando
y uno de sus admiradores, únicamente sus piernas y pies
Bruno, un hijo de casaadine- en primer plano, sin una pala- quetas. 3. El tren inicia Ia mar- piernas, un pie de Guy roza el
rada. Los dos se conocen en un bra de diálogo. cha y vemos el dibujo de los pie derecho de Bruno. 10. Se
tren. Guy quiere rehacer su 1. Bruno, pantalón de raya di- raílesque parecenirse alejando ha tomado contacto. el destino
plomática y llamativos zapatos, y acercando alternativamente ha reunido a los dos hombres:
vida con la hija de un senador.
Bruno odia a su padre y qulere atraviesala estación (de dere- conforme pasanlas agujas.4 y los vemos de perfil en plano
deshacersede é1.Bruno le pro- cha a izquierda). 2. Guy, traie 5. Bruno atraviesaun vagón y medio. ll y 12. Un plano-con-
pone a Guy matar a su muier clásico,hace Io mismo (de iz- se sienta (trcvelllngde acompa- traplano casi frontal en plano
Myriam, que se niega a conce- quierda a derecha); detrás de ñamiento). 6 y 7. Íde- pu.u corto nos permite ahora descu-
derle el divorcio. A cambio, é1,el mozo lleva un juego de ra- Guy. 8 y 9. AI acomodar las brir su aspectofisico.
Texto 89
transcurre en ellos. Si e1montaje de los no se pueden montar: sería 1o mismo
Bresson,Robert,Notessurlecin&ntogrtphe,París,Gallimard,19Z5 (trad.cast.:N0t0ss0-
cu Ezbs!'eI gq l¡{rur?terroLreuc6zgGVzJü[o?EXfGrIorGz'
g€T?€r¡rcro gc coobGr,vcroiu.)' ge yccror cr{tmvJ 96 Is EUPs)sgs 96 Lrsucrs
E?rsoPrfr?6P6u6{lcrQ96l bv'5 GVycIV loB'cv'b],o8rsrus q6 bnPllcaqQu
cnplGrte 96 L6rrer c31t6? y{oufu6 bJe??
^
IrsgrccTou 96 cerj6? yocp6
bfrPJlcsgo6n freuc6?'6u J00 I' bor 6ry1eragn cTu6rue'beuz
I{[Ílo ou8ruE: Ic lrroü{otc
(¿oro:¡aou gevn8rer) ¡oro1ürq)' Kso: bg8 2¿ (¡y)'
qo1'¡¡¡i: br8z jj'g.+' Aj-Q3' Q8' 8I Col'Clugur(rlrgdr€ güacrz€: bgE 35'¡o¡¡eraauq:b{E ??
üez:^ruc6ur bru6t'byEz'¡6-¡¡ (¿o¡o8rrure?:^rucGur 5rue¡)'bg8 8? (erups)'bTE 8d'
b g E z ' ¡ 2 ' l Q ' J d ( lo fo Er fln e ? :^ r ]r c6 u r b r u 6 1 ) ' b v8 z' 3 2 '3\'?I(¡sruer)'b'2q(l oro8rs-
\?'\e'\\'\8' \ d' 8 ? ( vp s) o ) ' g ¡ ( ¡ ¡ sr r e r ) ' b l8 z' ¿ 6 ' b r ' bJ'C oF'C 0FI6üqncru9u(:
b g 8 z ' q ¡ ' { d ( r K O) ' b q 8 z 2 3 ' ? \' e ? ' e Q- Q\' Qd ( EIIU??6ru6-Oc€vu)' bl 8z' 1y-¡3' t1'
I r r r x i g r 6 ) ' b q 8 z1 ¿ ' jI' 5 3 ' 5 Q' j\' 3 0 ' 3 5 ' 3 3 ' 3 d ( t Cr { )'bs8q5(yr,ozreaV ??ocr€?)'
Col'^Itrceur brtrq: con 6r!mc (wCw)' b",E q (6porob1ytr)'bgEa'g' ¿' j J (V?zoclerlouLrgr6?
Crggroz ¿otoErlgcoz
¡¡or8euz¡eru bor Jozgocrmcuto? ge rrspv)o ge ¡rruóorz ¡ra¡¡snt (¿orgoag1¡1): b1E g J'
Gnfllcrnor:bl8z'95-93 (sps)o):6ruet4ourre: bg8 ¿3'grscrsz ezbec¡s¡ez s y{sgelcTrc
bnpJrcscrgu96 gocrrücuto? ge rrspslo: Dr I?.EIIur?:bl8z 95-33 (srups):y6uea
TrezEo s8lsgecrrürcuto9 lsz zodeqsqczI s ¡iz berzouszdne psr srlorrssgo 1v
l4ots: Jsl6cpe rer8usgss cvqs be¡1cnJs6?Je96 zfl cztr.6uocou€rcJvJ'
gorcebc¡ou Ersgcs ori8ruv¡: calJrgrot4efprJr6gs\r¡cd yoe¡lsecrgu: ItczVtV
CoorgruecrQu: qlrng¡ue Ssdnot'
tr zopre rogo ¡rruóorae' ulr ezbozstr fsrüp¡€u' ¿reubre' ulr gelofs brnuers Jccfolg'
cllrrzEsü svr{99ü'eJ ¿6r^rcloq6 corrJfrulcgclou96 DfJPoJ
qprrzcobpeSrue¡' ?€pe?rl6u6rsu89le' tr 6?bÍ{ IoruTüczo¡er8q¡o'
¡rroóoree CoJJru'Cstp6rru6¡rocpeu'yErgz CrilJJcuo¡' yeuEe ¡rcpo8'
yErsgecmreu¡oz g6JeJrlol