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Eclesiastés 3

La bella y la Bestia
Vivamos nuestro cuento de hadas.

Introducción:
Es un cuento de Hadas francés. Hay muchas versiones de la historia, pero debido a Disney se a
popularizado este cuento.
La historia trata de un mercader que tiene tres hijas, y su hija bella era las más hermosa, humilde y
bondadosa. Cierto día que el padre de Bella va a trabajar, sus dos hijas le piden joyas y vestidos,
mientras Bella, le dice que con una simple rosa sería feliz.
Regresando del puerto este mercader se pierde en el bosque y encuentra un enorme castillo y allí
come y descansa y al otro día depuesto irse a casa, toma del bello jardín una rosa. Cuando una
horrenda bestia lo sorprende y le obliga a pedir perdón.
El mercader suplica para que puedan volver a ver a sus hijas por última vez, a lo que la bestia le
responde que si puede hacerlo, pero a cambio, tendrá que traer una de ellas para que ocupe su
lugar.
Cuando regresa el padre, les cuenta a sus hijas y Bella le dice que las promesas tienen que
cumplirse, además ella iría porque ella fue la que pidió la rosa.
Bella entonces queda encerrada en aquel castillo, y mientras se conocían, porque parte del cuento
es enseñar que la belleza física no esta tan importante. Cierto día en el espejo mágico Bele ve que
su papá está enfermo y ella puede ayudarle. LA bestia le dice que vaya pero que le promete que va
a regresar. Acepta y va con su padre, pero sus hermas le engañan para que no regrese en 8 días,
Bella al darse cuenta, regresa y encuentra a la bestia muerto de tristeza, y Bella le dice no te muers
yo te amo y me quiero casar contigo, la bestia se convierte en príncipe porque una bruja lo había
hechizado y se quitó la maldición hasta que una mujer se casara con él.
La Bella y el príncipe se casaron y vivieron felices en el castillo, junto a su padre, mientras que las
dos hermanas mayores de Bella fueron transformadas en estatuas de piedra, pero sin perder la
consciencia, para que fueran testigos de la felicidad de Bella, su hermana menor.

El autor de Eclesiastés, este predicador nos dice que somos bestias. Sin pelos en la lengua nos dice
tal cual, así literal, bestias. B E S T I A S. Bestias.
Nos gustaría ser la bella, o el héroe del cuento,
Ya llega el panadero como siempre, Su mismo pan viene a vender, Desde el día en que llegue, Todo
sigue igual que ayer,
pero este predicador dice que no, que estamos malditos. Estamos bajo una maldición. Pero no por
una bruja, sino por una mala decisión. Desde el huerto del Edén estamos bajo una maldición todos
los seres humanos, y este predicador quiere hacernos conscientes de esto. Leamos el texto y
encontremos enseñanzas:
16 
Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad. 17  Y
dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se
quiere y para todo lo que se hace. 18  Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los
hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias.
19 
Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso
es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más
el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. 20  Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del
polvo, y todo volverá al mismo polvo. 21  ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube
arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra? 22  Así, pues, he visto que no hay cosa
mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará
para que vea lo que ha de ser después de él?

¿Qué nos impide vivir nuestro cuento de hadas?


Según este predicador dos cosas las injusticias de la vida y la muerte.
Aprendamos pues lo siguiente:

En todo cuento hay injusticias


El predicador se ha dado cuenta de lo que todos nosotros hemos experimentado de una u otra
forma. La vida no es justa.
El ve que donde debería haber juicio hay impiedad. Y en la justicia iniquidad. Es decir hay
perversidad. Muchas veces parece que a los malos les va mejor.
No siempre hacer el bien tiene consecuencias favorables. Del mismo modo hacer al mal no siempre
tiene consecuencias graves. Por lo menos no de forma inmediata.
Pero no pensemos solo en ejemplos entre el mal y el bien. Sino pensemos en lo injusto de estudiar
una licenciatura para que nadie nos contrate. En lo injusto de esforzarse para que con la mano en la
cintura nos corran del trabajo. Lo injusto de derramar amor para que no se valorado. Lo injusto de
darlo todo por lo hijos y que no aprovechen las oportunidades. Lo injusto que algunas personas
tengas una súper capacidad para poder aprender. Lo injusto de la moda. Lo injusto de la belleza. (Tu
no estas gordita solo te equivocaste de época)
Casi todos nosotros de una forma u otra hemos experimentado injusticias. Todos tenemos un
hermano que era el consentido. Y lo mismo pasa en la escuela, y en el trabajo.
El predicador nos dice que así es el mundo.
Algunos tienen que salir todos los días a perseguir la chuleta y otros sin correr la alcanzan.
Algunos, les tocó vivir en la opulencia y a otros en la pobreza.
Algunos les toca ser bellas y otros bestia.
Pero nos da una clave el Salomón. Nos da un destello de esperanza.
17 
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo
que se quiere y para todo lo que se hace.
El predicador dice la vida es injusta, pero Dios no.

Nos cuesta trabajo confiar en Dios.


El salmista dice ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque
aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Salmo 42:5

Por eso es importante recordarle a nuestro corazón, recordarnos a nosotros mismos, Dios hará algo.
Él es nuestra esperanza, no es sistema de justicia, no el juez, no los políticos, no el empleador, no el
dinero, no el poder, no las revoluciones armadas, no casarme (ese es el engaño de los cuentos de
hadas), no huir, sino Dios. Solo así tendremos paz.
Algún día nuestro Señor pondrá todo en su lugar. Esa debe ser nuestra esperanza.
Así que no nos rindamos de hacer el bien. Confiemos en Jesús y Justicia. Algún día él lo arreglará
todo. Lo mejor está por venir. Pronto regresará.

En todo cuento hay una maldición


El predicador nos explica que todos vamos a morir. Absolutamente todos regresaremos a ser polvo.
Polvo eres y en polvo te convertirás. Estamos bajo maldición. Todos estamos envenenados, la
humidad a comido de la “manzana” hemos rechazado a Dios. Timbiriche tenía razón, estamos
muriendo lento.
Así que al igual que la bestia estamos bajo maldición.
Salomón nos dice que es parte del plan de Dios, Él quiere despertemos.
Quiere que nos pongamos las pilas. Si un día nos vamos a morir hay que aprovechar la vida. Si es
verdad que el Señor hará justicia hay que hacer lo que nos corresponde

Vive de tal manera que sea una injusticia que no haya una vida más allá. Miguel de Unamuno

Salomón se cuestiona si hay vida más allá o no. Nosotros sabemos que es una realidad.
Nosotros al igual que la bestia, estamos esperando una boda. Estamos esperando a que nuestro
príncipe azul venga por nosotros.
Jesús ha dado la vida por cada uno de nosotros, ahora es momento de esperarle.
De estar listos. De vivir al máximo esperando su regreso.
Algunos eligen vivir esperando morir. Los cristianos vivimos esperando encontrarnos con el Señor.
Vale la pena luchar por Cristo, vale la pena

Desafió: No te cases con otro. El problema de la desesperación.


Así como la Bestia que se moria porque su amada no regresaba, así nosotros, nos deseperamos, en
sentimos morir. Algunos prefieren casarse con otros. Con sus empleos, con sus familia, con el
dinero, con el poder. Se desesperan y caen en las garras de alguien más.
Historia cuando me case. – mi mamá -
Vale la pena esperar a Cristo. Vivamos haciendo lo correcto y vivamos dándolo todo, que va a
regresar.

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