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z — » Este curso de formacién Teolégica m. VW. vi vit. vin Ix. XI Evangélica consta de los siguientes tiulos: INTRODUCCION A LA TEOLOGIA Por J. Grau (publicado ya). UN DIOS EN TRES PERSONAS Por F. Lacueva (en preparacién). EL HOMBRE: SU GLORIA Y SU MISERIA Por F. Lacueva (en preparacién). LA PERSONA Y LA OBRA DE JESUCRISTO Por F. Lacueva (en preparaciGn). DOCTRINAS DE LA GRACIA. Por F. Lacueva (en preparacin). LA IGLESIA, CUERPO DE CRISTO Por F. Lacuova (en prensa) ESCATOLOGIA: FINAL DE LOS TIEMPOS Por J. Grau (en preparaciGn) CATOLICISMO ROMANO Por F. Lacueva (publicado ya). HISTORIA DE LA IGLESIA Por J. Grau (en preparacion). ETICA CRISTIANA Por F. Lacueva (en preparacién). PASTORAL Y HOMILETICA (Manual para pastores, ‘misioneros y_predicadores), por J. M. Martinez. (én preparaci6a).. Curso de Formacién Teolégica Evangélica Volumen I Introduccion a la Teologia (Revelacién, Palabra Autoridad) por José Grau & Litros CLIE Galvan 113 08224 TERRASSA (Baccona) INTRODUCCION A LA TEOLOGIA © 1973, det euor José Gra. Reservas todos lo deere. reson ser impresrfrgmentos de est ize ‘Sunda el abtory el Hide de rocedencia to Lag B,21.823.1987 REN Urabe anit Iumpreso en ls Talleres Grificos de le MCE. Horeb, ER 263 SG Plone Il Can Tes, calles 5 8 > VILADECAVALLS (Barcelona) Printed in Spain INDICE DE MATERIAS NTRODUCCION . . 15 ORIMERA PARTE. LA TEOLOGIA Leccién 1° La Teologia: Definicién (1). 1) Teor logia Biblica. 2) Teologia Sistematica .. 25 Leccién 2° La Teclogia: Definiciin (2). 3) Teo: logia “Historica 0 Dogmatica._ 4) Teologia ractica 0 Etica. La concatenacién teologica. 30 Lectién 3 Los Grandes Sistemas Teatégeos (1). 1) La Teologia Catdlico Romana.» a Leccién'’d® ‘Los Grandes Sistemas Teolépicos (2). 2 ‘La Teologia Subjetiva: 1. — I Raciona lnm; 2.—BI selimentalimo; 3.— Bi mo- Leccién 5” ios Grandes Sistemas Teclgieos (3). 3) La Teologia neoortodoxa. 4) La Teologla Evangeliea a Leccién 6.* Posiblided y'limites de ta Teolo: ‘ia (1). 1) Las posibildades del eanocimien {fo teoldgico. 2) Las mélodos del conock rmiento teoligico 8 Leecién 7* Posibilidad y' limites de ta Teolo- ‘ia (2)._3) Los limites del conocimiento teo- {ogico. 4) Los limites de nuestra Teologia no implican la imposibilidad de la misma... 49 Leccién 8" Los Grandes ‘Temas de la Teoto ‘ia (1). 1) Los grandes temas de la Teologia ion eraser pea) Leecién 9° ‘Los Granites Temas dé 1a. Teoto gia (2), 2) Los grandes temas de ia Teologia Sisemitica, (3 Lon grandes temas dela TTeologia Histérica - 8 Leceién 10 Los Grandes Teélogos. 1. Los gran- ides tedlogos de la Iglesia. 2. La Teologia ‘evangélica moderna e BIBLIOGRAFIA DE LA PRIMERA PARTE . SEGUNDA PARTE: LA REVELACION GENERAL Teceiin 11 La Revelacion General (1) Qué ia Revelacion General? A) ¢Es suficente ff Revelacin general? B) La maleablidad de ln eevelacion general» vse Lecetin 2° La Revelacsin General (2). 2. C6 ‘no pervierte el hombre Ia Revelacion Gene yal?”"A) Bl peeado pervierte nuestro enlen {imino tanto como! nuestros sentimientos fiuestravoluntad, y asi malea y convierte en Inefieae 1 testimonio de la Revelacion Ge- eral as Lectin 18°" La Reveacin Genera (3). 8) Bi fealo gue bervierte In Revelaeion Gene- Fase hace aerecdor a la ira de Dios y ello. ‘xplica que ia Escritura sitie Ia Revelacion General 'en un contexto dominado por la ma: nifestacién de la ira divina an Lecsign it La Revelacion General (4). C) La Ftevelacion Generale, en el fondo, un test tonto que nos acusa, porave denuncia nues- {ro pecudo Ge indferencia'y de ineredulida, fue mantione cerrados nuestros cos ¥ nes thos coracones a las maravillosas obras. de Dios en la ereacién yen Ta historia, La Re elacion General es estigo de nuestra sober bia, nuestra vanidad y nuestra necedad esp ttsles, D) Z¥ los sSalimos de naturalezas? Leceién 15 La Revelaciin General (3). 3. 2E0 {Que sentido pocemos hablar de la nsuficler Sha de la Teevelcion General? Resumen 6 83 6 n co eccidn 16." Revelacién General y Teologia Na fural (). 1. GBs Weta una Teologia’ Nate eccién 17.” Revelacién General y Teologia Na tural (2). 2. Los peligros que acechan a la Revelacién Generals eccién 18.* Revelacién General y Teologia Na tural (3). 3. Los edestellos de luz» ajenos a Ja Revelaciéa. 4. La gracia comin eccién 19." Las respuestas del hombre a la Revelacién General: Las Grandes Religiones. Sistemas Religiosos de la India (1). 1. Brak ‘manismo (0 Hinduismo). 2. Consecuencias y frutos del brahmanismo, Resumen 2ecién 20 Las Grandes Religiones; El Budis. ‘mo. ‘Sistemas Religiosos de la India (2) 1 Bi Buaismo. 2 Consecuencias v fotos dl yudismo a vecién 21." Las Grandes Religiones: 1 Con {fucianismo, Sistemas Religiosos de China (1). 1. Confucio (351-478 a.C.). 2. Consecuencias del sistema de Confucio eer vecién 22° Las Grandes Religiones: El Taste. ‘mo. Sistemas Religiosos de China (2). 1. Lao- ‘Tsé GI7-?). A) Textos; B) El mensaje de Lao-Tsé. 2. Consecuencias acne én 28° Las Grandes Religiones: El Maz deismo'y Zoroastro. Zoroastro (628-51 a.C.). 1. Contemporéneos. 2, Zoroastro, un hombre inquieto. 3. La doctrina de Zoroastro, 4. Tex: tos. 5. Frutos del pensamiento de Zoroastro. Aplicacion cease vecién 24° Las Grandes Religiones: Bl Ista ‘mismo (Mahoma). 1. Mahoma, fundador de luna religion (610632 4.C.). 2. Textos del Ts lam. 3. La religion de Mahoma, 4. Conse ccuencias y frutos del Islam 105 ua 116 Leccién 25° Revelaciin y Religién (1): La Sin- @ularidad de la Revelacién Biblica y de la Persona y la Obra de Cristo. 1. Los textos religiosos y 1a Revelacion biblica. 2. Cristo y los fundadares de religiones Leceién 25: Revelacion y Religién (2): La Im posibilidad del Sincretismo. Conclusiones Leccién 27° Los cristianos tat fucrtes en fo fe son aquellor que han dominado més rofundamente las grandes doetrinas biblicas: las épocas Floriosas de la Iglesia son aquellas que han produc los Sefomas teldgicos mas compactos y sistematiens, indice B prueba de su estutio biblico... Hay un buen nimero de tex- {osen ta Biblia que presentan ln nerdad yl conocimiento de a misma estrechamenteligados y como el aimento pa. ta el alma (Jeremias 3:15; Mateo 4°4; 1" Corintios 3:1, 2: Hebreos 5:14). La: madures erisiana se apoya sobre ta verdad eristiana (1 Cerintiog 3:1015). Talbot Chalmers Ato: eierto que ta doctrina sin la piedad es como un Grbol Sin frutos: pero ta piedad sin la doctring es como un Groot sin raices:» BI cardcler cristiano es un frito que. erece Solamente det drbol de a doctrina cristiana. No padremos disfratar por macho tempo de los frutos de ia fe no Cu amos fas raices del Grbol y mucko menos si arrancamos 1 drbol del suelo donde huntha sus ratces. La tnestablidad Goctrinal produce verdaderas catistrofes on la Tolesa. 9 Gebilta. su testimonio hasta convertrio en inoperante, ‘El cambio consiante de credo ~escribia Spurgeon es el caming mas seguro para la perdiidn, Si trasplantamos un Grbol dos 0 trea veces al ao, no habré nececidad de que Preparemos grandes expacios para almacenar sis frutcs.. No tendremas grandes predicadores sino tenemos oranges teétogos. No surgen grandes predicadores de mediocres estudanes? el predicador que haya de conmover a tas imas de manera auténtica no serd el que es superficial ‘en sus estudios.» oo <1 Bopirita Santo —orosioue Strong— nos invita Ta comparacién ya la ermonisaciin de las diferentes partes de la Eseritura (L* Corintis 2:13), a detinear todo fo que conduce at testinanio de Cristo (Colosenses 1:21), a re ‘ticar 1a Palabra en toda su plenitud tanto como’ én sus fiferentes partes y sus debidas proporciones (2° Timoteo 4:2). Los pastores de las iglesias han sido lamados no solo 4 pastorear sino a ensefar también, puesto que. se les Hama maestros (Bfesios 4:11); los que presiden deben ser pias para la enseRanza (2+ Timoteo 3:2), capaces de exponer ta Palabra de verdad (2 Timoteo 2:15) porque todo siereo de Dios debe ser eretenedor de ta Palabra fiel tal como ha sido enseada, para que también pueda ezhor- 0 oie aad oh aims i aigeo hie roe ide 1 tauren noe YF quaramos ono, etamos haciendo teologia cada Ver que Leer osceainanes tawwtea oN fic -stros pillpitos tengc Fanaa eu ge, an que covvertrse en cetedras de Teologia, No, no es to. eeitian Spina wh 2G Bir abal thar acm dior pot tr eta 1. A HL Strong, Systematic Theology, pp. 1618 ~ Ierte: de le contrario no podré andar, se curvaré, se tambaieard. Un ertatian sin credo (y sth Teclogia) sac lard iguaimente y se arrastrard siempre dando tumbos> EL intento de esa serie de obras que forman el Curso te Formacién Teoldgica Evangéica estriba cn eniorecar tin poco muestra teatimonio para yer de hacerio mas efcas ds idénco para te gloria de Dios Creo que fue Calvino quien dijo que la gran origina dad ‘en Teotgia consilia en no pretender ser original Puedo asequrar al lector que no ha habido en mi, al es cribir este libro, pretensiones de. originalidad, Salvo ta ordenacidn del material y alguna que tra rejiezion pro. Dia aqui y alli, he inteniads seguis fit a ta nea das Grandes obras de ta Teolopia evangélica sijeias a ta Pax fabra de Dios at aliento de su Esprit, con el solo props. sito de ofrocer'@ mis hermanos en la Je'y tambien Yo de Iuera que inguioren por ta misma, wn compondio de sida verdad bibiee, asalade por la experiencia y {a integer Clade los saniae slot de Diga que, a 10 largo de tos Sigtos, se han dado a la tarea subline y amoross de ind dar en la Palabra del Seton. Si se enctentran mas cosas Inias de fas que yo misma sipongo, ello seré sin mi inten Cidn y acaso deba dar dsculpas, 0‘ ser que mis lectres Jnzguen con venovolencia tales oporiaciones” feito cast Siempre de- mi preceupacién por proyectar este acervo comin alas circunstancias y @ tas necesidades nucstras que’ son muchas agul y ahora. Deseo ezpresar mi gratiu al Dr. en Teologia don Fran cisco Lacucea por sus consejos, au estinulo'y sus accra fas correceionesal'manuserto ‘de este libro. Sus sugeren las ham sido valiolsimas para mi. También deseo mer ionar el hecho de que este primer volumen del Curso de Formacisn Teoigica Eoangdien, como tolos os demas aparece gracias @ las auspici de ta: Mision Reongeles Bautista en Bspata a Primera parte LA TEOLOGIA LA TEOLOGIA: DEFINICION (1) LA TEOLOGIA: DEFINICION (2) LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (1) LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (2) LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (3) POSIBILIDAD Y LIMITES DE LA TEOLOGIA (1) POSIBILIDAD Y LIMITES DE LA TEOLOGIA (2) LOS GRANDES TEMAS DE LA TEOLOGIA (1) LOS GRANDES TEMAS DE LA TEOLOGIA (2) LOS GRANDES TEOLOGOS Bibliogratia LECCION 1.8 LA TEOLOGL DEFINICION (1) Teologia es. Ja ciencia de Dios. Decimos de Dios, pa ae provede de El, y sin su iniiaiva de darse a conocer no podria haber teologia en el sentido estricto del vocablo. También decios de’ Dios, porque. es una clenela. exo, sbleto de conocimiento es ia Divinidad: su existencay su faracter, sus propostos para con el universo creado, para on sus erituras, para ean sus redialdos y para con la Historia, Si bien, en ocasiones, la palabra La Teologia es una ciencia porque, como cualguer stra cienela ela no ete sino que descubre los hechos ya fistentes y' Sus relacones,mutues, tratando de mostrar Su unldad Su armonia en las diferentes pertes de un Sistema orgénlco’ de verdad. Los hechos que maneia Ja ‘eologia y sus, reaclones esucturales existen por at mismos; en decir: Uenen una existencia independiente del proceso’ mental del teologo que se apliea a. su estudio. Exist Teologia porque tenemas una Revelacion previa ~, de’parte de Diss. Como aftrmaba Charles Hodge, In Es. 3°, ‘rtura suministra fos Tos hechos que constitu el ma % terial de estudio de 1a Teologia; ast la Biblia es 1a fuente de la Teologia mientras que Dios es su objeto supremo se estudio. Ernest F. Kevan define la Teologia con esta ‘expresidn: La cieneia de Dios segin El se ha revelado asi mismo en su Palabra> La Teologia estudia la Revelaciin desde varias pers: pectivas: 1) Teologia Bibtien EL adjtivo silica» np debiera hacer pensar a nadie que las etas ramas de a Tenlogia son menos biblcas 0 n0 tithen ia Bscitura como su fuente de conocimiento. See ama asi porque es un estudio inductivo e hist6rico-de las p” ‘aris § progresivasetapas de In sccin feveladora ¥ al ‘atora‘@e Dies al como la tenemos registrada en a ES tritura La Telogia Bible imoestea el eardeter progre- ‘So del contenido dctsnal de la Biblia que es considerado paso t paso's io largo de ia historia de le salvacén por foedio de la cual Dios se Tevela y salva. Trate puntos Darticulaves de doctrina tl, y'a medida en que aparecen fneada lbro de ia Biblia. Es anolitica, en contaste con In fealogia Sistematlen, que batea la sinless. Siendo analitica, se dedice que sea también ezegético. La Teologia Biblica,consdera la Revelacién coma un Deo- evo estado de la acidn dvina en el mundo yen Ta fistoria no como el producto aeabado de dcha actividad ‘iyo estulo pertenece la Telogla Sstemstica Ta Teoogia Bblicnroogs tos rsladon dnersn de la ezégesis parlicular con objeto de conocer mejor cada tia de igs eiapas de dicho proceso revelaionl y salva dor que se da en la historia, que.es progresic, inteligible coherent consltuyendo tin todo bien estructurado por Iedlo de todas sus partes. Como subdlvisiones que le srven de ayuda a la Teologia Biblica, ademés de la ezégesie ya mencionada, tenemos In Critica Testual que, como su nombre indica, se ocupa % del estado actual de nuestros canocimientos tocante a los textos biblicos mis antiguos para obtener 1a mayor cla dad posible y asi el mejor entendimiento del mensaje reve lado. ‘Tenemos, ademas, la Hamada Alta Critica, nombre inadeeuado, pues no es’ superior ni su tema ni. su impor tancia al de los de Ia Critica Textual; pero, dada la gene- ralizaclén de su uso, hemos de empleario. La llamada Alta Critica se ocupa de la paternidad literaria de cada uno de Jos libros de la Eseritura, de la fecha de los mismos, de las cireunstancias en que fueron eseritos, del estilo lite. rario y del proposito que los alumbré. Debido a prejuicios filoséficos, que no clentiticos y menos espiritualmente bi- blicos, un’gran sector de la Alla Critica en manos de las modas seculares prevalecientes en los tltimos dos siglos mayormente a partir de Wellhausen y la Escuela de Tu. bingia— ha hecho mas por desprestigiar la Biblia y su auto- ridad que por hacer explicito su mensaje auténtico. No obstante, existe una Alta Critica posible, y deseable, para el erudito evangélico que le permite Megar a una més clara inteligencia de los documentos sobre los que ha de versar su reflexion conducente a una Teologia Biblica 2) Teologia Sistemética ‘También aqui hemos de advertir que el adjetivo «sis temiticas no significa que s6lo esta rama del quehacer teolégico esté bien estructurada y solamente ella sea estudiada con método y orden. Lo que se trata de indicar mediante esta expresida es que por la Teologia Sistemati ca estudiamos la Revelacién como un todo en su eardcter orgénico y estructural, como un sistema de doctrina y de moral. Y ello de tal manera que se nos ofrecen las gran des verdades de la Revelacién —resultado de la actividad reyeladora y salvacora de Dios— en forma sintétiea y no fragmentada; recoge la totalidad de la revelacién sobre cada doctrina y principio y nos oftece el resultado com- pleto; ofrece igualmente ia concatenacién e interdepen- dencia de las varias verdades reveladas y las presenta en a su valor eterno y no solamente en sus contextos histéricos particulares como hace Ia Teologia Biblica. ‘La Teologia Sistematiea depende de la Teologia Biblica de Ia cual se nutre; su material bsico es el que le ofrece la exégesis del texto biblico y su sentido original en el con texto de.la historia de la galvacién y la revelacién. Aqui, Ta Teologia Evangélica difiere de otros sistemas puesto ‘ue tado lo que no sea la Revelacién es material espiireo ¥ convocatoria de autoridades apéerifas, Insistiremos, des pués, sobre este punt. El Curso de Formacion Teoldgica Evangélica en que ‘aparece este volumen, es basicamente un Curso de Teolo- ila Sistematicn, pero abierto también a las ricas perspec- tivas de la Tedlogia Practica (Apologética y Pastoral) 0 Histérica y Dogmatica que ya en este primer volumen em: pezamos a recorrer (véeanse lecciones en Parte Segunda sobre Religiones no cristianas). La verdad en las Esorituras se nos da de manera viva. ‘La Biblia no es un eatecismo, ni un tratado teol6gico. Al pproducirse en medio de la historia conereta de los hom- bres, la Palabra de Dios ha legado @ nosotros de forma dindimica y vivencial. La labor del teélogo es sistematizar todas estas realidades divinas, sembradas a lo largo del devenir historico de Israel, para asi poder comprender su estructura y su armonia interna. Kevan dijo que la perspectiva devocional equivale a In admiracién que sen- timos por una rosa y al hecho de olerla, mientras que el cenfoque teolégico representa la diseccién de dicha rosa. La Teologia Sistematiea busca la claridad légica, con tal de explicitar Ios datos revelados. Dado que la Teologia Sistematica no se produce en un vacio, es asimismo tributaria de la Teologia Histérica 0 Dogmética, asi como de la Apologética y la Etica a las ‘cuales ella presta su primer concurso que luego le es devuelto, La Teologia no puede quedar divorciada de las tareas pastorales, de las exigencias misioneras y de la misma adoracin de la Iglesia. Tiene que ser una reflexién 2B hhecha desde dentro de las situaciones, las preocupaciones el mundo contemporaneo a ella. La’ Teologia tiene que eseribirse en el trajin de las tareas evangelizadoras y pas torales del pueblo de Dios. La Teologia no debiera ser ‘nunca una meditacién estatiea, no deberia aislarse como en luna torre de marfil, sino que tiene que ser algo enearnado ¥ comprometide con el pueblo de Dios y toda su problems- tica. Siendo asf, en sus reflexiones no puede olvidar la ‘Teologia lo que han pensado otres, en otras tiempos u hoy mismo y eon ello echa mano de la Teologia Historica, de Ja Apologétiea y de la Etica. Es de esta manera que la ‘Teologia Sistemitica se ve obligada, en ocasiones, a tomar fl método anttético (asi en la Segunda Parte de esta obra, al enfrentarnos con las religiones no eristianas y sus bretensiones frente a la Revelacién biblica), si bien su ‘método normal y fundamental es el «tético» y positive. Cada Teotogia Sistematica por su parte, y mediante su contribucién, enriquece a la Teologia Historica o Dogma: tica de la que pasa a formar parte. CUESTIONARIO: 1. ;Qué entiende usted por Teologia? — 2. Es una ciencia la Teologia? ~ 3. Dejina la Teologia Biblica, — 4. ;Qué es la Teologia Sistematica? a LECCION 2." LA TEOLOGIA: DEFINICION (2) 3) Teologia Historica © Dogmi Podsia denominarse también Historia de tas Doctrinas; fen cualquier caso se trala de exponer en su trayectoria historica el impacto de la verdad de la revelacion en el pueblo de Dios desde el final del periodo aposidlico hasta nuestros dias, y la manera en que este impacto ha obrado en la vida de la Iglesia. Se traza en este apartado teoldgico el desarrollo doc: tinal, el proceso mediante el cual el pueblo de Dios ha ido fadquiriendo una mayor comprensién de las verdades re: veladas y las fructiferas avenidas que se le abren a la me ditacién eristiana, ‘La Teologia Sistematica presta su concurso insustitui ble a la Teologia Historica, pero ésta a su vez se lo presta de nuevo a aquella con las perspectivas y los disceri mientos aprendidos del pasado, de los que sea instruccién tanto de las victorias como de las apostasias de pasados siglos ‘Vemos, pues, una profunda inter-rela teolégico y entre sus varias sceciones. Una rama muy importante de la Teologia Histérica es In que estudia los Simbolos 0 Credos que las distintas Iglesias han ido formulando para confesar su fe delante del mundo y de las doctrinas heterodoxas. Es realmente importante este estudio por la precisién con que han sido en ol trabajo 0 slefinidas a veces ciertas enseflanzas biblicas y por la ‘comprensién que nos da de las dificultades y los embates ‘con que han tenide que enfrentarse las varias ramas de la Iglesia a lo largo de los siglos. Esta dimensién confe- sante de la fe, por medio de las formulaciones doctrinales, fos ensefla cémo la dinémica de la ortodoxia ha tenido ‘que expresar su fe en medio de los tiempos y navegando contra corrientes poderosas de pensamiento. 4) Teologia prictica 0 Btica Ha sido definida como 1a Teologia en accién; es decir, Ja aplicacidn de la doctrina a la vida practies, Una de sus vertientes mas importantes es la Teologia Pastoral, que trata de la lamada «cura de almas» y tiene ‘que ver ‘con la compleja y miltiple actividad del pastor =o los pastores— que apacientan los rebafios del Senor. La seccién moral, 0 ética, no es menos importante hoy ‘cuando las corrientes de la énueva morals, o Ia «moral de situacions tratan de destruir los fundamentos biblicos de la conducta cristiana. Los volimenes X y XI de esta colee- ccién versarén sobre ETICA CRISTIANA y PASTORAL Y HOMILETICA; alli podra el lector y estudioso encontrar estas materias tratadas con més extensidn. Por el mo ‘mento, remitimos al libro Iglesia, sociedad y ética cristia. na (José Grau, J. M, Martinez, Ediciones Evangélicas Europeas, Barcelona, i971). Huelga decir que sin una sélida base de Teslogia Bibli- ca y Teologia Sistematica, 1a reflexion ética adolecera de superficialidad y sera coto ablerto a toda suerte de incur- siones exéticas. Tal es el caso de mucho del seeularismo ‘que ponen de moda algunos teélogos, ignoranda la doctrina Diblica de las realidades seculares tan rica en sugerencias y tan generosa en avenidas que todavia no han sido su- ficientemente recorridas. Asimismo, la experiencia que aporta la Teologia Histérica no le ‘viene nada mal ala ‘Teologia prictica, 0 Etica, puesto que puede evitarle mu- 3 Ree tach ets ecm La concatenacién tcoligica Como resumen de las varias especialidades del quehacer teolégico, ofrecemos el siguiente diagrama que nos ayuda: ré a caplar la perspectiva de sus diversas inter-relaciones: ‘TEOLOGIA BIBLICA Critica Textual Ietruesan Bie stop. Sisto ta TEOLOGIA SISTEMA jn Ribica = Bice cae oo Feoloie_ mistrce ‘oalatticn MEMO BoMANCS Teoogia Simi Boch rnntca a Historia de Ia Iglesia. = Simbolos (0 Cre Py Teoiogia Pastoral THOLOGIA PRACTICA Tesoga BiB ‘Festa Siseticn loge Hsien = Elica ‘Tea Fetipia Pastoral 2, J. M, MartiesJ. Grau, loesia, sociedad y ética cristiana, p. 2. Balcones Evangéicas Huropeas, Barcelona, 111 2 Kevan escribe que la Teologia Biblica aporta los mate- riales para la construccién, 1a Teologia Historica log pule ¥ la ‘Teologia Sistemética levanta el edificio. Podriamos ‘fadir que, luego, la Teologia Préctica ensefia como vivir en dicho edificio. 0, como lo expres6 H. Bavinck, la Teolo gia Sistematica describe lo que Dios ha hecho por el hombre, mientras que la Etlea describe lo que el hombre doberia hacer en su servicio de gratitud por Dios (H. Ba- vinek, Gereformeerde Dogmatick). El estudiante habré observado que no hay lugar, en nuestra presentacién de las miltiples especialidades teolé- siicas, para la Teologia Natural. En la Segunda Parte y ccapitolos del XVI al XVIII, encontraré el lectar las r220. ‘nes de esta omisién. Es éste uno de los puntos de mayor divergencia con el Catolicismo Romano, sistema que ha desarrollado Ia Teologia Natural. CUESTIONARI 1. Qué entendemos por Teologia Histériea 0 Dogmética? 2, Defina la Teologia Practica 0 Etica, — 3. Enumere las divisiones mas importantes de la Teologia, LECCION 3. LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (1) ‘Todo intento de hacer teologia parte del supuesto de ‘que Ia autoridad de Dios es la suprema norma de la ver- dad, Pero se producen distintas apreciaciones en lo que rrespecta a entender la manera cémo —y cuindo— dicha autoridad divina halla expresidn. Esto determina el ca: acter y la naluraleza completamente distintos de los va ios sistemas teolégicos. Estos pueden resumirse, bisica- mente, en cuatro grandes sistemas: 1) La Teologia Catélico-Romana ‘Tradiclonalmente, al menos asi lo promulg6 Trento ‘1 Vaticano I, la Iglesia de Roma venia insistiendo en que Ja Revelacién Hegaba a nosotros por medio de dos eana- les: la Biblia y la Tradicidn, El acceso a ambas nos viene ‘mediado por el magisterio de la Iglesia romana que deter- ‘mina lo que hemos de recibir y como hemos de interpre. tarlo, Por Biblia, Roma entiende las Escrituras hebreo. cristianas con el ahadido de los libros del llamado «canon ‘lejandrinos (ver, mas adelante, Parte Tercera, lecciones sobre Tos Apécrifos) en el Antiguo Testamento, Por Tra icin (lamada divino-apostélica o constitutiva) entiende Jas supuestas verdades reveladas pero no escritas, sino transmitidas por via oral y que han pasado hasta nosotros por medio de la Iglesia. (Ct, Francisco Lacueva, Catoli- eismo romano, volumen VIII de esta misma coleccién.) 4 Cierto que hay tedlogos catélicos, mayormente del nor: te de Europa o de América, que se inclinaron por una sola Fuente 0 Depésito de 1a Revelacién asigaando a la Tradi cién el papel de intérprete de dicha Revelacién, Esto oct ria, sobre todo, antes del Vaticano II, Después de. cele brado este conciiio, Ia cuestién se ha complicado, pues en sus definiciones —eambiguase, como sefiala F. Lacueva— no sélo parece mantener Ia doctrina tradicional de las dos fuentes, sino que introduce un nuevo eoneepta, «el encar- acionals,? mediante el cual, como eseribe el citado autor «Eseritura y Tradicién vienen a encontrarse y como a fun dirse en el Magisterio de ta Iglesias. Aungle no es pro Piamente érgano de Revelacién, si lo es de transmision, Srgano indispensable y practicamente insustituible La Iglesia romana, a lo largo de los siglos, ha ido pro ‘mulgendo definiciones «infalibless que querian ser expll citacién de ciertos aspectos de la fe supuestamente im plicitos antes en la creencia del pueblo de Dios. Estas efiniciones atan al miembro de dicha Iglesia con peligro de condenaciéa si no las acata. 3, El concilio Vaticano I, en su Consituciin Dogmética sobre 1a Divina Revelacién, pf. alirma eque cuanto les Apictoles ence ‘Baron y escribieron eva eréciendo en It Iglesias, de manera Que a {ges camina constantemente, al compas de los sion, ala ple {Gd de la verdad diving, hasta que ae. cumplan plenamente ella Ins palabras de Dios... Ast, Dios que hablo-en otros Uempos, sigue cenversendo Siempre’ cen la apeea de 80 Hijo, amadon, ‘sain, Escrtura y Tradien vienen @ encontearse —y como a fundirse™ en el Magisterio de ln Islesia, consttuyendo eat un {to lan interpenetrado esencalnente, que eninguno puste subsist sin los otros Const. Dogmatiea sobre in Divina Revelacisn, p. . Exo significa un cambio radical de perepetiva (aungue no’ de for 4) dels probiema ‘de las" eFUentes ds Ta Revelator, Cano, ay bien th hecho notar el Pro. V. Subiia, ya no pademos sega he blando de la Bscritura ela, nl de Becta y Tradicdn, a seers. ‘os ala ensehanea catia’ aca, sino de lt Ioleia 01a es deci, 4 Palabra de Dios no es ya propiamente el (oco que imine a ik Iidesia, sino que es la Teles el foco que Hmina a a Bibliay, Fatt ctsco Lacaova, op. et, pp. S49 § 35 Desde un punto de vista reformado, evangélico, esta actitud ha cargado a dicha Iglesia con tn lastre de mate: Fiales extra-biblicos. En primer lugar, porque muchas de estas definiciones no lo son del texto biblico ni de doctr: nas biblieas sino de creencias que ciertas tradiciones han ‘do desarrollando a espaldas de la Revelacién y, final- ‘mente, se las ha quetido ver integradas en el depésito de late, Podriamos decir que Ia chinchazén cclesial» no ha al canzado el grado de desarrollo que en la confesién roma- nna, Las Iglesias orientales sélo reconocen como infalibles las decisiones de los siete primeros concilios tenidos por fecuménicos (a diferencia de Roma que admite otros ca: torce coneilios, de obediencia vaticana) y rechaza la inta- Iibilidad del obispo romano. No obstante, también aqui la ‘Tradicién y la autoridad ecleslastica Se yuxtaponen a la autoridad de la Palabra y constituyen los elementos ‘més importantes para las formulaciones dogmiticas. Tanto el tedlogo catélico-romano, como el oriental, han {de estar atentos no sélo a Ia voz de la Palabra sino a la de la Tradicién de su Iglesia, CUESTIONARIO: 41, Ezpligue et concepta catdtico-romano de la Teologia. ~ 2 Qué entiende V. Subilia por ela Iglesia sola> en con- ‘traposiciin al principio reformado Sola Scripturas? — 43. 2Qué ha motivado en la Iglesia romana la promulgacion ‘de definiciones infatibles? — 4. ¢Qué lugar ocupa la Bi- blia en la Teologia catdlico-romana? LECCION 4" LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (2) 2) La Teologia Subjetiva Es el enfoque tanto del liberalismo teolégico como de la llamada neo-ortodoxia, Véase en la Parte Tercera, tee ‘cid. XXXVI. : Estas esouelas parten de la presuposicin de que la auto- ridad de Dios se epresa directamente en el sijeto y viens transmitida a través de algunas de las facultades del alma humana: la razén, los sentimientos, ola conciencia, 1. = EI Racionatismo gal elo, Ba a ree an onde ciara eee a tar la totalidad de la realidad. En evalquier caso, la razon 8 soberana; no se contenta con ser la sirvienta de la ver: dad sino que se erige en su sefora, Habla cuando deber escuchar —como alinadamente escribe Roger Nicole— y ondena al hombre a los estrechos limites de su propio horizonte Pero lo més trigico —como demuestra el Prof. Derek. Bigg *— es que «la razén humana, cuando tiene la iltima palabra, conduce finalmente a la irracionalidad. Los pen: Sadares modernos no han hecho caso de la Ieccién implicita en Hume, quien ya demostré en el siglo xvi que el ar gumento racionalista solamente puede producir resultados fabsurdos... Hoy estamos pagando el precio por esta falta, de no querer aprender de 1a historia. El humanismo con: temporaneo sigue exaltando a la razén. ‘Al no permitir que la razén fuese iluminada y guiada por la Revelacién, el hombre ha perdido su racionalidad. AAl insistir en una’ autonomia absoluta de la razén, ha de- jado de ser razonable. Ha conquistado la clase de libertad ‘que deseaba: una libertad sin amarras, pero ha quedado también sin luz en la oscuridad y en un océano de dudas, y de frustraciones sin fin, Finalmente, habiendo aban onado el ancla de la Revelacién, ha perdido toda apoya: tura racional, y por consiguiente toda esperanza de hallar alin significado para su existencia, La vida aparece ‘ahora delante de él como cosa absurda, arbitraria e irre ional? Ya lo advirtié Pascal: La diltima etapa de la razin ‘es reconocer que hay infinidad de cosas que la sobrepa- san, Muy débil es si no lega a comprender esto.» Es im: portante establecer la diferencia entre el gacionalismo y la Facionalidad. Porque lejos de ser ésta la expresion de ‘aquel, llega a ser su antitesis, @. Derek Bigg, La racionalidad de la Revelacdn, Ediciones Evan @lces Buropeas, Barcelona, INT “noch, Francs A Schaefer, Huyendo de lo razén, Barcelona, 1971; Dig Etd ahi, Haitones Evangicas Buropeas, Barcelona, 193, 38 Como aftma Strong: Las errres del rcinaista son Jos errores de una visién defectuosa.» = Una Teologia que tome como punts de parti Ia rain acaba desmereiendo el nombre de Teslogia ¥ ace oe un sistema filos6fico mas. coca doe 2. EL sentimentalismo cud ear ta ee del aioe, Stems sae ele st ad scm cose eet siglo xx. Dado que la comunicacién entre los verdad o de conducta. ee oe raetee a creyente —y no ninguna verdad objetiva— eofstit Seedy SN rege Sikes nie seat ae eer ae ae ost Seeger Is de la psicologia de anormales. ° ve 3.~ BI moratiomo a ay i se ent a elt ema ste sn Fue Kant uno de ls grandes impulsres de este punto ia ite vt alent rade arene hey face onside mae ges nl gti er in ee 7a RTRs an 3 influeneias (por el cristianismo, por ejemplo) que han mol deado To que sJung llama el «inconseiente colectivo>.. ‘Amplias diferencias separan estos distintos enfoques ‘del quehacer teologico que acabamos de describir como ra cionalismo, sentimentallsmo y moralismo, pero un factor comin a todos ellos es que consideran siempre a alguno, 0 algunos, de los aspectos de la naturaleza humana como la Tuente de la verdad religiosa. Este aspecto es el que, des- Dués, se convierte en absoluto con detrimento de los demi @L-determinara lo que es verdad y no la realidad objetiva, exterior, de la Rexelacién divina. Nos encontramos en el mas absoluto de los subjetivismos; es decir: en un mundo que, en gran medida, es irreal y fantasmagérico. ‘Actualmente, estas distintas corrientes se entremezelan. Asi, el Prof. Klaas Runia cita a un tal John Mequarrie, Ii beral y sineretista, quien en su libro Principles of Christian Theology, publicado en 1966, afirma que son varios los fac tores formativos de la teologia: 1a experiencia, la revela- cidn, 1a Escritura, 1a tradicion, la cultura, la’ razin, los, sentimientos, ete. Al hacer diferencia entre la revelacién y la Escritura y, sobre todo, al colocar a un mismo nivel {que la Biblia otros factores como constitutivos de la teolo Bia, el liberalismo teol6gico minimiza la autoridad soberana de ia Eseritura. En Tillich y en Butmann es dable seguir las huellas de ‘estas corrientes subjetivistas. La Teologia se convierte en ‘manos de estos autores en simple filosofia de la religion.* CUESTIONARIO: 1, Indique las tres vertientes de la Teologia subjetiva, — 2 {Qué es el racionatismo? — 3. {Es razonable el racio- nalismo? — 4. Explique la postura de Schleiermacher. — 5. Y la de Kant. 1 “Alan Richardson, EI debate contemporéneo sobre 1a Reign, Bd. Mensajero, 106, Bilbao 0 LECCION 5.4 LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (3) 3) La Teologia meo-ortodoxa . Bajo esta denominacién encontramos a cierto nimero de autores que representan una amplia gama de posturas individuales. En términos generales, la neo-artodoxia pre- tendi6 superar las varias formas del liberalismo teolégico, al negar, correctamente, lo inadecuado de querer alcan: zara Dios partiendo del hombre. Consecuentes con este criteria, los seguidores de la Teologia de este signo (entre ‘cuyos nombres més famosos descuellan Karl Barth y Emil Brunner) son reacios a conceder ninguna validee ailtorita- tiva a nada que sea accesible al hombre, bien sea una {igura histériea 0 un libro, Dios se revela —afirman—en 10 {que denominan dla erisiss, por la que se produce un encuen {to personal de cardcter’ trascendental, Sin ir més lejos cen el analisis de esta postura (el lector hallaré una més amplia informacién sobre la misma en la Tercera Parte, leccién XXXVIID, es un hecho que tiene en muy alta es ima la iniciativa divina y la soberania de Dios —cosas ol- vvidadas por el liberalisino teolégico—, pero dado que no ‘ofrece ninguna norma externa, objetiva, de origen divino, ‘por medio de la cual poder juzsar las supuestas experien: Cias de ela crisis» y dado tambien que dichas experiencias ‘no constituyen, ni entregan, ningtin depésito de conoci- ‘miento valido, la neo-ortadoxia se convierte, sin preten- a derlo quizés, en un apartado més dentro de la corriente subjetiva. No podia ser de otra manera, ya que esta teo logia es iributaria de la Tilosofia existencialista a la que le-ha pedido las herramientas para su labor de reflexion 4) La Teologia Evangética Liamada también reformada —por recoger los grandes principios de la Reforma del siglo x91 que fue, en el fondo, tun volver a los origenes— es una Teologia contrapuesta totalmente a los varios movimientos descritos en las lec cciones previas. La caracteristica fundamental de la Teologia refor: mada, o evangélica, es su voluntad de prestar gozosa obe: dienela a la autoridad soberana de Dios tal como ésta se expresa en su Revelacién, registrada hoy en los libros, ccanonicos de la Escritura hebreo-cristiana. Esta Eseritura fs la fuente, la norma y la regla infalible de fe para la Teologia Evangélica. En ella encuentra la revelacion obje tiva de Dios, centrada en la obra redentora de Jesucristo. La primera tarea de la Teologia Evangélica es escuchar 1a voz de Dios por el Espiritu y por medio de la Palabra escrita llegada hasta nosotros." Luego, se trata de emplear todos los recursos de la personalidad regenerada, Ia mente ‘uminada, las emociones reorientadas y la conciencia lim- pia de obras muertas (Hebr. 9:14) con el fin de presentar esta verdad divinamente garantizada, por haber sido divi namente revelada de manera sistemitica. En esta tarea, no olvidaré las lecciones valiosas de 1a ‘experiencia —tanto histérica como personal—, ni des- feuldard tampoco las herramientas del intelecto, las emmo- clones y los impulsos basicos de la naturaleza humana, pero por encima de todo esto —y sirviendo de norma str prema se halla la luz de Dios. ‘Sobre el testimonio del Espiritu y ta Palabra, ast como sobre la Telacén entre Iglesia, Palabra y Esprits, renitimos al lector 18s leceones 46°54 2 El tedlogo evangélico ao puede tampoco olvidar que, después de colocar el fundamento (Btesios 2:20) constitu: yyendo a los apéstoles, el Sefior constituyé «a otros profe: tas, a ottos evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin'de perfeccionar a los santos para la obra det ministerio, para la edificacién del cuerpo de Cristo» (Efesios 4:11, 12. tiene el deber de estudiar cuanto aprendieron de la Escritura —con sus particulazes percepciones— las gene- raciones de santos, eruditos y mértires que le precedieron. Es aqui donde descubrimos cl inmenso valor de la tradicion cclesial, no como una autoridad yuxtapuesta a la de la Escritura y haciéndole sombra, sino como una explicitacién de esta misma Eseritura.* Por otra parte, el tedlogo evangélico no medita ni eseri- bbe como ereyente aislado, sino en medio del pueblo de Dios, a partir de la misma fe y 1a misma comunidn de las Iglesias fieles al Seior y a su Palabra, El es también tes tigo en medio de la comunidad que confiesa su fe y dentro de la fortaleza que recibe de la fraternal comunién de 1a Iglesia. Sin embargo, su lealtad suprema, su fidelidad dl tima, ¢s para la Palabra de Dios; s6lo la Escritura es norma, ella sola constituye la regia de la fe y la conducta del telogo yy por consguiente, 1a regla de’ su labor re La Teologia para nosotros no puede ser otra cosa que cexplicitacion de la Palabra revelada y vivencia de esta misma Palabra. Bs una tarea bibliea la nuestra. Asi, nos vinculamos a la gran doctrina reformada de Ia Sola Serip. ‘ura, y_aiin mas; seguimos en la linea de los apéstoles y del Sefior mismo cuando zanjaba toda euestion con 1a frase contundente: «jEst& escrito!» Esto bastaba para El. Y es suticiente para’ nosotros. _, 10, Para un examen més exenso de este punto, véase J. Gi Bt fundamenta aposttizo, cap. VIE, eka Ielesia posapotlicz, ones Bvangelices Buropeas, Barcaane, 1969 6 asi, porque como escribi6 A. H. Strong: eSostenemes aque es peti conocer 2 Dios stlamente en la medida en due El se revelay en la medida, también, en que nuesteas fuentes y nuestos corazones son Teceplios a esta Feve Taciin> CUESTIONARIO: 1. gDe qué sistema filoséfico es tributaria ta Teotogia neo- ortodora? — 2. ;CuAl es la caracteristica fundamental de 1a Teologia evargélica? — 3. {Qué valor tiene ta tradicion ‘eclesial para la reflezién teolégiea? — 4. ;Debe la Teologia ‘aislarse de las preocupaciones del pueblo de Dios y ence- ‘rrarse en su torre de marfil? LECCION 6 POSIBILIDAD Y LIMITES DE LA TEOLOGIA (1) {A quién concederé mayor. crédito tocante a las cosas tg Bios que a Dios mismofs, exelamaba Ambrosio de Milén, 1) Las posibilidades det conocimiento teolégico El conocimiento teolégico es posible porque «Dios ha hhablada (Hebreos 1:1 y ss.) y ha obrado en la historia de los hombres. EL conocimiento teol6gico es posible porque el hombre haa sido creado de tal manera que puede conocer verdade- ramente, aunque no completamente. Strong afirma que la posibilidad de la Teologia se apoya fen una triple base: 1-1) En la existencia de Dios quien tiene relaciones con €l universo, 4.) 9 Bn la eapacidad de la mente humana para conocer a Dios y ciertas de estas relaciones, 3) En Ia provision que Dios mismo ha hecho para es: tablecer contacto con nosotros, es decir, su auto: revelacién. £ jjCuslauir clencia es posible —-afiade Strong cuando se 3.) dan estas tres condiciones, es decir: Ia existencia del ob- ‘CJeto con el que trata Ja ciencia dada; la capacidad del in- 6 telecto humano para conocer el objeto y la provisién de ‘medios definidos y aptos por medio de los cuales el objeto entra en contacto con la mente. ‘Si el hombre ha sido capaz de aprchender ciertas ver ‘dades, aunque sea de manera imperfecta y parcial, ayu- ‘dado Solamente por sus propias capacidades cognoscitivas, {eGmo no sera posible que este mismo hombre capte algo ‘del Dios que ha hablado, ha obrado y ha dejado su Reve. lacién registrada en un libro? ;Y no sera ello tanto mas, posible cuanto que esta misma Revelacién ensefia que Dios viene en ayuda de quien establece contacto con ella? «Dios y Revelacién —escribié el Prof. James Orr— son Ideas correlativas.» Es imposible concebir a Dios creando al hombre con capacidad para conocerle y que luego no se le revele. De abi el absurdo del Deismo, la peregrina idea de los silustrados> del siglo avin: que concibieron a Dios como un relojero que luego de haber fabricado su maquina Ja pone en movimiento y no se acuerda més de ella. 2) Los métodos del conocimiento teolégico Ena Edad Masia, la Teologia fue considerada como sla reina de las cienciass. Para un cristiano, la Teologia on base biblica constituye, sin lugar a dudas, la maxima fuente de conocimiento que debe lluminar todas las demés. [No queremos decir con elio que la Teologia ha de contro: lar las demas ramas del saber, ya que no ofrece materia, les para estas esferas, pero si queremos afirmar con ello ue las presuposiciones bisicas del saber humano se hallan tinicamente formuladas en la ciencia que se ocupa de Dios y de las relaciones de Dios con el universo, clencia que $e nutre de a propia Revelaciéa de Dios," de ahi su nom- bre: Teologia. TL GF. cap. «Catoicdad do Ja Retormas, por P. Courhil, en la bra Avtalidad y eateliidad de ta. Reformay, por varios sures. Balcones Bvangélicas Europeas, Barcelona, 101. L& segunda ea ‘sin de dicha thre, préxima a aparecer (eevisada’y-sumentada) flovard el tule de’ Protestantiomo y Calta, 6 Por ciencia entendemgs la observacién de ciertos hechos y_el arregio de los mismos en un sistema ordenado. La ‘iencia es siempre conocimiento sistematizado. Dos méto- les ayudan en la tarea cientifica: el deduc- (/~ 8) El método deductivo —ea priori» que va de la cau sa al efecto. A partir de una regla general, admitida por | todos, procede a su aplicacién particular. b) El método inductivo —4a posteriorir— que va del efecto a la causa, A partir de lo particular aleanza lo ge- neral, Exige una gran labor de Investigacion y compro bacién. Las clencias fisieas dependen mayormente de la indueei6n; algunos cientifics pretenden que es el Gnico método valide. Pero tal afirmacion es arbtraria porque ada clencia tiene sus propios métodos. El Prof. Kevan afirmaba que la Teologia tene su propio método y no tiene \ que ser inductiva siempre. La deducelén no es menos cien: tifiea que la inducion Aplicados a la ‘Teologia estos métodos, operan de la si: sulente manera: 1) El método inductivo es mayormente apto para la } Teologia Biblica. Después de examinar una gran cantidad 1) de ejemplos de la ira de Dios en contra del pecado, Hega mos a la conclusién de que Dios odia el pecado. Se trata ie hechos descubiertos por métodos histrico-eriticos. TD) El método deductivo conviene mayormente a 1a J tootogiaSistemitica. Por este sistema se llega a muchas + proposliones.'Y de estas proposicones se infieren los hechos. Por elemplo, sabemas que Digs reelbe a los peca || dores arrepeatidos (principio general), por ‘consiguiente (Laebo sacar la conclusién de que me recibira a mi st acudo ‘como pecador arrepentido (resultado pacticula). Cuando el conocimiento ha sido sistematizado, tiene dos, formas de express 8) Descriptivo, como la exposicién de las leyes de la naturaleza } \ a 3) Normative, que es el que mejor convene a la Teo logia, pues tiene que ver con grandes prineipios, y normas: fe trata de valores esprituales, de realidades eternas que deben imponerse con autoridad a nuestra conciencia si he- ‘mos de ser entendides en el conocimiento y en la voluntad de Dios. Este procedimiento es deductivo, pues deducimos de la norma general lo que debe ser cada caso particular. Los resultados, sin embargo, no son nunca absolutos 0 ‘exhaustivos. La Revelacién de Dios es como un pozo sin Tondo en el que todos los siglos y todas las generaciones iran a beber sin que se agote jamas. Esto nos conduce al tema que ser objeto de la leceién siguiente, CUESTIONARIO: 1. cQué triple base presenta Strong para indicar la posi binldad det conocimiento telégica? —2. Indigue tos varios rétodos del conocimiento teoligico, — 8. cPara que sce Gidn del {rabajo teoligica es mds Idéneo ef mélodo induc tivo?! = GY el deduetioo? LECCION 78 POSIBILIDAD Y LIMITES DE LA TEOLOGIA (2) 3) Los limites del conocimiento teot6gico El sabio y piadoso obispo anglicano det siglo pasado, Westeot!, decia que la Teologia era «una aproximacion brogresiva y parcial, de la expresién intelectual de la verdad manifestada a los hombres», La expresién inte lectual de la verdad es la meta de la investigacion teol6- ‘ica, pero ahora sélo conocemos en parte en espera del dia cuando conoceremos como somos conocidos por Dios (1? Cor. 13:12), Al enumerar tos limites que condicionan nuestro cono- cimiento teoldgico, el Prof. Kevan menciona los siguientes? 1.—La finitud det entendimiento humano (Job 11:7; Romanos 11:38). No podemos saberlo todo, 2. —Bl estado imperfecto de las otras ciencias, tanto naturales como metafisicas (Hilosofia) 0 morales. ‘Traemos a nuestra preocupacién tealdgica proble- ‘mas que estin mas allé de nuestra capacidad de comprensién y de investigacién, tal es el estado Iimperfecto de las ciencias humanas, Por ejemplo, el problema de la libertad del hombre, 3. —Lo inadecuado del lenguaje humano, Por ejemplo, Ja expresidn «Personas» para hacer referencia las «tres Personas de In Trinidad, she: 9 4,—Lo incompleto de nuestro conocimiento de las Es: crituras. 5, —Bl silencio de la Revelacién biblica sobre ciertos ‘temas, como por ejemplo el del origen del mal (Deu- teronomio 29:29). 6. —Le falta de discernimiento espiritual. Es imposible alcanzar el conocimiento de Dios solamen- ‘te por medio del intelecto; para saber de las cosas divinas, cl corazén debe acompafiar a la inteligencia Y tam bién, més adelante: «Esté esculpido en el alma de cada hombre un sentimiento de 1a divinidad, el cual de ningdn modo se puede destruir; y que naturalmente esta arraigada ‘en todos esta eonviecién: que hay un Dios» En otro lugar, consideraremos con més detenimiento el problema filosofico-teolégico de la cognoscibilidad de Dios. Baste decir aqui que, si por un lado es verdad que ciertas Personas parecen poser algo asi como una idea innata de Ia divinidad y que ain en otras es dable observar algin sentimiento religioso si bien vago y confuso, par otro lado ‘no es menos verdad que la Revelacién General ha dejado de tener poder sobre muchos hombres. Hoy mis que nun ca asistimos al especticulo de una indiferencia religiosa ‘reciente. Hay més, el hombre rechaza deliberadamente, fen muchos casos, todo testimonio que pudiera venirle de parle de la Revelacién General. En otros circulos —me yormente de te6logos universalistas— se valora tedrica- mente esta Revelacién General a expensas de la Revela. cién Especial, 1o cual resulta mucho peor ya que en el fon {do es una perversién de la doble manifestacion reveladora ‘de Dios, tal cual Pablo la describe en Romanos 1:21-32. En nuestra época, suele perderse 1a nocién, o el re ccuerdo, de Dios por causa de la indiferencia a que hemos aludido, unida a una gran ignorancia religiosa, de tal modo ‘que al’ vérnoslas con los avatares de la existencia no dearamos a dscernir Ia mano de Dios en ninguna part. Viene luego la propaganda atea, o el impacto de ideologias ala moda que casi siempre s¢ construyen de espaldas a Dios. Fuere como fuere, cada época ha tenido su peculiar manera de malear la Revelacion General. En el siglo xvi Sse escribia: «Asi como la experiencia muestra que hay una semilla de la religién plantada en todos por una secreta ingpiracién de Dios, ast también, por otra parte, con gran dificultad se hallard uno entre ciento que la conserve en ‘sa corazén para hacerla fructificar; pero no se hallaré ni tno s6lo en quien madure y Hegue a sazin y a la per feecién, Porque sea que unos se desvanezcan en sus st persticiones, 0 que otfos a sabiendas maliciosamente se faparten de Dios, todos degeneran y se alejan del verda dero conocimienta de Dios» (Calvino). CUESTIONARIO: 1, {Podemos alcanzar un claro y correcto conocimiento ‘de Dios si Dios mismo no se da a conocer? — 2. Defina a Revelacién General. — 3, {Es suficiente 1a Revelacién General? — 4. {Por qué cree usted que la Revelacién Ge. neral ha dejado de tener poder sobre muchos hombres en nuestros dias? — 5. Ezplique ela maleabilidad de la Reve lacién Generals 7 LECCION 12° LA REVELACION GENERAL (2) 2. gCémo pervierte ef hombre In Revelaci /-__,iPor qué pervierte el hombre el testimonio de la Revela 1 cién General? Por causa del pecado. Los problemas que 1 hombre se plantea —en cualquier esfera que sea— no giran alrededor de su intelecto tinieamente, sino que ata- fien igualmente al estado de su corazén y de su voluntad. EL hombre no es nunca inteligencia pura y sus facultades ‘cognoscitivas estin condicionadas por lo que es en su (otalidad como persona compuesta de sentimientos tanto como de pensamientos. Ahora bien, la Biblia presenta al hombre total —en su mente, corazén y voluntad, y en su espiritu tanto como en su cuerpo— como un ser caida, pe ccador, y como tal pervierte el testimonio de Ia Revelacién General. {De qué manera? A) El pecado pervierte nuestro entendimiento tanto como nuestros sentimientos y nuestra voluntad, y ast malea 1 convierte en ineficaz el testimonio de fa Revelacion General Tal es la tesis de Pablo en Romanos 1-3, resumida en los versiculos 21 y 22 del primer capitulo de ia citada epis- tola: «Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron ‘como a Dios, nile dieron gracias, sino que se envanecieron n ¢ fen sus razonamientos y su necio corazén fue entenebrecide Profesando ser sabios, se hicieron necios.» Hemos subre yado intenclonadamente los vocablos erazonamientos> ¥ ‘ecorazin>. En los versiculos 19 y 20, Pablo afirma que el hombre doberia conocer a Dios por todo lo que de Bl se le hace ‘manifiesto en la Creacién. No obstante, sigue en los ver- sieulos 21 y 22, no ecurre asi: el hombre que deberia reco nocer a Dios, o bien pervierte este conocimiento o le sirve de muy poco. En cualquier caso, los hombres eno glorifica ron a Dios» y, par consiguiente, eno tienen excusa>. ;Qué hha ocurrido? ;Cémo ha sueedido? Examinemos més de cerea Romanos 1:21 y 22, plantedndoles algunas pregun tas: Qué uso hace el hombre de su razén? envanecieron en sus razonamientoss, es decir: suv ‘razén se hizo cosa vana, vacia y huera, justamente cuan- do por haber tenido oportunidad de aleanzar algiin cono- cimiento de Dios, debian haberle gloriticado, Mas ni le slorificaron como'a Dios, nile dieron gracias 24 {Cudl es el estado de su corazén? /F y el ecorazéns. Ambos se influyen y se condicionan mutuamente. La vanidad de I rraz6n determina la necesidad del corazén; jde donde surge ‘aguella vanidad que entorpece el reeto empleo de la razon sino es del corazon, el cual, a su vez, se torna vano par Ia necedad del entendimiento? Los erazonamientos» se hallan 2 merced de un corazin necio y el «corazén es entenebre Cidos por la vanidad de la razén. ;Conclusién? «Profesando ser sablos, se hicieron necioso (ver. 22). Algunas versiones Inglesas traducen locos en vez de enecioss, haciendo alu: sidn a Ja locura de signo espiritual que determina nuestra ” { {otal ignorancia de las cosas del Espiritu (1 Corintios / 2:14), ya cuanto atafe @ las ultimas realidades tocante al hombre y al universo. La primera acepcién del vocablo sriego moros es loco, 32 {Cémo ha tegade et hombre a la situacién actual? Ya lo hemos apuntado mas arriba, pero ahora deseamos bosquejarlo para mayor claridad, Existen tres razones que explican la stuaeidn a que han abocado tas los seres hhumanos de alguna manera: 1. rarin: eHlabiendo conocido a Dios, no le glaificaron como a Dios.» 2+ razén: ehabiendo conocido a Dios, no le dieron gra cass, y 3+ razén: ehabiendo conocido a Dios, se envanecieron cen sus razonamientos.» Por la expresién chabiendo conocido a Dios» (ver. 21 *) ‘no hemos de entender una percepcién clara y correcta de Ja Divinidad. El sentido de esta frase lo da el contexto, es decir: los versiculos 19 y 20 que se refieren a la Revelacién General y al entendimiento que de ella podria tener el hombre. Es ahora cuando vemos con clatidad que la caida y el estado presente de todo ser humano —pecador— determi: nnan el uso de sus facultades todas. Por consiguiente, el > problema gue se le plantea no es sélo intelectual sino mo ral también. De ahi la expresién del apéstol: ede modo ‘que no tienen excusa» Es lo que comprobamos desde el principio, en el Génesis: el hombre quiso ser como Dios. ~ ¥ desde ‘entonces, Ia tendencia al endiosamiento es cons: tante, El resumen de lo dicho es que el hombre da voluntari ‘mente Ia espalda a Dios cuando tiene posibilidad de cono- ‘cerle aunque sea por el testimonio parcial de la Revelacién General. Calvino lo expres6 de esta manera: «Su vanidad, jjuntamente con su soberbia, se muestra en que los mise: ables hombres no se elevan sobre si mismos, como seria razonable, para buscar a Dios, sino que todo lo quieren ‘medir conforme a la capacidad de su juicio carnal, y no .preocupindose, verdaderamente y de hecho, de buscarlo, hho hacen eon su euriosidad mas que dar vueltas a vans especulaciones.» Esta es la razén que expliea por qué S. Pablo comienza_ su reflexién eon el tema de la ira de Dios (ver. 18). Todo hombre, toda nacién, toda cultura que se niega a reconocer iE evidencias —por tenues que sean— de la Revelacién General en las obras de la creaeién y en la Providencia, y pervierte de alguna manera la Revelacién, se halla bajo 1 juieio y la ira de Dios. CUESTIONARIO: 1. :Qué tiene que ver el pecado con la Revelacién Gene- ral? — 2. 2Qué uso suele hacer el hombre de su razén: 3. ZY de su corazén? — 4. {Tiene excusa el hombre por ‘su incredulidad? — 5. De qué manera se hallan relaciona- das ta Revelacién General la ira de Dios? LECCION 13, LA REVELACION GENERAL (3) B) El pecado —que pervierte la Revelacién General~ se “® hace acreedor a la ira de Dios y ello explica que la Escritura sitie la Revelacién General en un contezto dominado por la manifestacién de la ira divina Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticla la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest6. Porque las cosas in visibles de El... se hacen claramente visibles desde la erea- ida del mundo... de modo que no tienen excusa» (versicu- los 18-20) Observamos en el ver. 18 —y en todo lo que sigue— ‘que la ira de Dios se cieme no tanto sobre nuestra igno- raneia (ni siquera aparece el vocablo que pudiera hablar de ella en estos textos) como sobre lo que de injusto e impio tiene la misma, En efecto, el apéstol no dice que la ira divina se revela contra los hombres por haber éstos dete: hido con error la verdad. Dice, mas bien: que la verdad ha sido detenida por la injusticia. He aqui la causa de nuestro error y la fuente de nuesira ignorancia. ;Acaso podré hallarse mayor injusticia que la rebeldia del hom- bre contra su Hacedor? EI problema que tenemos planteado trasciende lo mera ‘mente filos6fico y eae igualmente de leno en la esfera de % lo ético. A diferencia de tas categorias griegas de pensa miento, para quienes el verdadero problema era siempre noético ~el conocer, las categorias hebreas —biblicas— son mucho més complejas y, por tanto, responsabilizan al hombre en su totalidad existencial La ira de Dios se revela contra la impiedad (la actitud rebelde en contra de Dios) y la injusticia (la actitud re belde en contra del projimo). Ambas se interfieren y se relacionan como vemos en todo lo que sigue a partir del ver. 18 de Romanos 1. La impiedad conduce a la injusticia y ésta a aquella inexorablemente. La palabra everdads —alétheia *~ se usa en la Eseri tura en un sentido mas amplio del que le damos en caste ano. De abi que, en un sentido, sea lo opuesto de la injus ticia tanto como del error; ejemplos de este uso los halla ‘mos en Romanos 2:8 y Galatas 3:1 y 5:7. Tiene que ver on la moral tanto como con la verdad religiosa —insepa rables para el pensamiento hebreo— (Cf. Juan 3:21; 8:32; 2" Corintios 4:2; 2." Tesalonicenses 2:12) y equivale a ela verdadera religion; es decir: lo que es verdadero y correc- to delante de Dios, To que es justo a sus ojos» (Ch. Hodge) El verbo «deteners —edetienen con injusticia la_ver dad>— puede significar también esconder 0 suprimir (2.* Tesalonicenses 2:6,7), con lo que se nos da un cuadro ‘mucho mas completo 'y sombrio de lo que el hombre es ‘eapaz de hacer con la verdad de Dios. El problema fun @amental que tarde o temprano tiene que afrontar todo ‘ser humano no es tanto si puede creer como si quiere Dios eno se dej6 a si mismo sin testimonio, haciendo bien, dindonos Huvias del cielo y tiempos fructiferos, le nando de sustento y de alegria nuestros corazones» (Hechos 1. Para el bebreo, la, verdad era una easfleas 0 seguridad. Ast ia ‘verdad de Die es la fdelidad a ‘us promesas, mientras que I verdad. del hombre eb su cbedlencla a la voluntad' de’ Dios (Gx "Ea "12I3), 0 sea su Tdeidad af plan salvitio de Dios. 14:17), pero este testimonio de 1a Revelacién General ha sido maleado y pervertido por el hombre de modo que no tenemos excusa (Romanos 1:20). (Cf. Salmos 8,19, 65, 104 ceteétera) salieron de corazones redimidos, no paganos. Movidos por la inspiracién del Espiritu Santo, y alentados por las vivencias y las experiencias del pueblo escogido ¥ redimido por Yahvé, constituyen el fruto y la fragancia del santuario de Isracl No dice, acaso, 10 mismo el autor de Hebreos (11:13) ‘cuando sefiala que «por la fe entendemos haber sido cons: Lituido el universo por 1a Palabra de Dios», dando a enten der que la majestad divina, de suyo invisible, se nos ma nifiesta, si, por los mundos'visibles, pero que nosotros 0 tenemos ojos suficientemente abierios, o puros, para po: der verla, si primero no son iluminados por la fe? No en vano Efesios 1:18 habla de la iluminacién de los ojos del ccorazin, seqtin los mejores manuscrites Los Salmos de naturaleza, y otros textos afines, nos oftecen una visién ereyente de la creaclén; es decit? por ‘medio de los lentes de la Revelacion Especial, el hombre redimido contempla las maravillas de la Revelacién Ge- neral que, gracias a la jluminacién que el Espiritu le ha dado a través de aquella Revelacién, son ahora eviden- tes y reveladoras de la gloria de Dios. Ya lo sefialé el ‘mismo Calvino: la Revelacién Especial es algo ast como lunas lentes que nos van a permitir leer de nuevo en el libro de Ia naturaleza y de la historia y, asimismo, abren huestros ojos a los atributos ¥ propdsites de Dios, CUESTIONARIO: 1. gPor qué nos acusa la Revelacién General? — 2. ;No son los esalmos de naturalezay una prueba de que el hom- bre, tan sélo contemplando el universo, ex eapaz de ele- arse hasta el conocimiento de la disinidad? — 3. Ex. plique ta doctrina catdlica sobre la Revelacién General Ssegtin fue expuesta por el Vaticano I (esquema De Fide Cathotica). LECCION 15* LA REVELACION GENERAL (5) 3. gm qué sentido podemos hablar de ta insuficiencia de Ia Revelacién General? ares = aria etedmoaaate ees ta Be recamir en tpi esas iat eben: oer caiie tonics te i ae hs aoc na a scras & e e 2 Comentando Romanos 1:20, Charles Hodge escribe: ‘Aunque a revelacién ce Dios’ en sus obras es suficiente para hacer al hombre inexcusable (siendo esta Revelaciéa General un hecho, no se puede alegar ignorancia ni justi ficar de ninguna ‘manera la indiferencia frente a Dios), hho se sigue de ello que sea suficiente para conducirle, ciego como esta por el pecado, a un conocimiento salva- ddor por si mismo. Lo que Pablo dice de la ley —débil por causa de la carne~ esto es: insuficiente por causa de ‘ouestra corrupeién, puede también decirse de la luz de la ‘naturaleza, porque aun siendo suficiente en si misma como Revelacién, no lo es considerando la torpeza y el desagra: do del hombre por las cosas divinas. ‘Tampoco podemos tildar de insuficiente, 0 deficiente, fa la Revelacién General por el hecho de’ que no sepa responder a las cuestiones basicas de la existeneia huma ha (zDe dénde vengo, a dénde voy, etc.?), independiente: ‘mente de la condicion caida de la raza humana, La funcién de dicha Revelacién no fue jamas responder a estos inte- rogantes, sino simplemente dar algunos indicios de la cexistencia de Dios para que, movides por ellos, buscdramos ‘mas luz y glorificdramos ‘al Creador, Dado que la Re- velacién General no ha dejado de ofrecernos nunca estos alisbos por los que llegar a Ia idea del Creador, el hombre € deficiente y culpable —no la Revelacién General, sin ‘excusa, pero’ la manifestacién del poder divino en’ las obras de la naturaleza ha seguido dando su testimonio, La insuficiencia, pues, de la Revelacién General no le viene de ella misma, sino de nosotros. Por consiguiente, seria mucho mas correcto hablar de nuestra insuficiencia ¥y nuestra deficiencia ante dicha Revelaeién, ‘Jamas hemos de disminuir Ia grandeza y la majestad de dicha accién reveladora del eoterno poder y deidady que «se hacen claramente visibles desde la creacién del ‘mundos. De ahi que este testimonio general de Dios nos ‘acusa y nos condena por no saber apreciar toda la gran- eva, Ja gloria y' 18 hermesura del Creator de ta tal 8 Resumen obra de 1—Dios debiera ser conocido por medio de “Hechos su ereaeién (Romanos 1:19-20. Cf. tambié M1617; 17:21 y ss.) El hombre, a causa de su condicién caida, no acier- ta a obtener un conocimiento correcto de Dios, antes al contrario pervierte siempre cualquier atis bo de la Divinidad. (Romanos 1:21-25). 1) El pecado pervierte nuestro entendimiento y ‘eonvierte en ineficaz el testimonio de la Reve- lacién General 2) El pecado —al pervertir la Revelacién Gene- ral— se hace acreedor a la ira de Dios. 3) La Revelacién General es, en el fondo, un tes: timonio que nos acusa. 4) Los .. ‘Mas errariamos si imaginaramos que esto sélo tiene ue ver con la idolatria groscra del que lama dioses a las obras de sus manos. Idolatria es no sélo fabricarse dio ses falsos, sino adorar falsamente al verdadero Dios o er sir en su lugar cualquier otro Absoluto, Quiérato o no, el hombre no puede evitar la orientacién «xeligiosa> de la vida. Se inelina por algin eAbsolutos —sea filosofico, politico, mistico, etc.— para religaree a él (Re- ligién viene de ereligares) fundamentalmente. Incluso el indiferente se suma a un ¢Absoluta>: el nihilism, sea cons 5 ciente-0 no de ello. Esta relacién religiosa se halla en la five de toda acelbn, todo pensamientoy toda actu. Los Compromises que pueda tomar el horabre vienen marcados for este concent religiso, es deet: «Absolute» El verda Gero problema que se fe planea, pues, noes el de escager enlre'reliign yn religi, sino entre el Absoluto de Dios Sel Absolato de Tos olos (enn tlstas © ateos, para el aso es lo mismo: iolatria siempre) Hees, pus esas consideraioes Is Iu de cuanto itcames en Is leeeon antesor,eabe preguntarnos se fica una Teclogia Natoral 1 aks hi {No existe el peligro de que por el camino de la Revela ccién General Heguemas al concepto catélice-romano de Ia Teologia Natural? Ya consideramos, en la leccion anterior, al Gnfasis que la teologia romana ‘da a las posibilidades ‘de un conocimiento natural de Dios, el cual no se deriva de la Revelacién Especial de Dios en Jesucristo, sino de Ja luz natural de la tazén, por medio de la cual es dable aleanzar un cerrecto entendimiento de la Divinidad, Esta Corriente teolégiea Tue declarada doctrina infalible en et Coneilio Vaticano I, ¥ desde entonces es dogma de fe para Jos eatblieos ef ercer en Ia posibilidad de un verdadero “aunque incompleto-— eonocimiento de Dios, completamen: te aparte de la Revelacion Especial comunicada en y por Cristo. De ahi se sigue, igualmente, la preocupacién por hallar «pruebas racionales» de la existencia de Dios, preo ‘ecupacion cuyo maximo exponente es quiza Tomas de ‘Aaitino, Asi, Dios no sélo puede ser conocido sino probado por la sola’ luz de Ia razén natural, independientemente fe la luz procedente de la Revelacion Especial. Karl Barth vio este peligro y para evitar todo conato de Teologia Natural negé la Revelacion General. Al obrar fa una Teologia Natural? 2G, Denainges, ed, 32%, m2 3.538, al combenan del juramento antiodernisie 86 asi, ino partia precisamente del mismo punto de vista ‘que 1a teologia catélica? Hs decir, no identificaba la Re- velacién General con la Teologia Natural, o, al menos, rho presuponia que la una Hleva a la otra inexorablemen te? Barth olvidé el hecho de que la teologia reformada ha admitido siempre la valider de la Revelacién General. que se manifiesta en las obras de la ereacién y al mismo tiem: po ha confesado siempre la necesidad ineludible del co: hocimiento de Dios por medio de la Revelacién Especial ‘en Jesucristo. Ahora bien, con el mismo énfasis ha negado Ja teologia reformada que el hombre pueda Hogar, tan s6l0 ‘con la ayuda de la Revelacién General, a un verdadero y Ccorrecto conocimiento de la Divinidad, puesto que la ense- flanza de Romanos 1 demuestra que el hombre no capta suficientemente dicha Revelacién, no la entiende en todo su significado y, finalmente, la corrompe o la niega. El Articulo 2 de la’ Confesion Belga, por ejemplo, asi como la Confesién de La Rochelle (ambas reformadas) y hasta incluso los Cénones del Sinodo de Dort (canones If, IV 4, eteétera), ensefian la Revelacién General de Dios por las obras de la naturaleza, pero no dan pic —antes al con trario, niegan toda posibilidad— a una en la segunda mitad del siglo xix. Hoy dia, con el resurgir del budismo, el islamismo y el interés occi dental por las formas orientales del pensamiento y la re ligiéa, asistimos a un parecido intento de apelar a una Revelacién General en menoscabo de la singularidad y exclusividad de 1a Revelacion Especial. Discernimos esta forriente en ciertos circulos ccuménicos en donde, ade- ‘més, tiene oportunidad de codearse con la Teologia Natural ‘eatéliea, EI sineretismo de la teologia liberal del campo 0 protestante se asocia a un creciente universaliemo eat6 Tico que hizo su aparicién, més 0 menos velada, a partir det Concilio Vaticano Tl, y uno de cuyos méximos expo- nentes entre nosotros es Raymond Paniker, quien en mayo de 1967 escribia: «En ultima instancia, tada religion esté misteriosamente dirigida a Cristo y éste, sorprendente- mente, pero no menos realmente, actia en eadia una dle ‘las. Todo hombre que vive su religién, ain sin saberlo, std unido a Cristo. * El profesor catélico R. Roquer, comentando esta corriente universalista y sincretista, ha escrito: «Todavia es més significativo el sintoma que se transparenta en Ia preocupacién de los grandes tedlogos para exponer —como en Rahner y en Kling, por ejemplo— de qué manera es posible la fe en Ja actualidad. Un cierto «fideismos se insinia en las explicacines de todos Hoy, son muchos los eatélico-romanos que afirman, enfé: ticamente, 1a posibilidad de hallar a Cristo en cualquier religion, porque suponen que la Revelacién del Seflor ha tenido lugar a través de todas las grandes religiones y hasta incluso en escuelas de pensamiento e ideologias hab das en el curso de Ia historia. Por supuesto, estas ideas se alejan de las formulaciones clasicas de’ la Teologia Natural, pero, en un sentido, dicha teologia hace posible —y hasia prepara el terreno a un concepto sineretista de la Revelacién General que desborda a ésta misma para llegar a 1a Religién (més que a Ia Revelacién) general en a que quedan absorbidas, y anuladas, todas las distin: ciones entre Revelacién General y Revelacion Especial Hemos de sefialar, ademas, que el Catolicismo romano ha 3. Ct. entre otros, John Macquarie, Principles of Christian ‘Thesogy, 188 44, Revisia Cuadernos para ef Didiog:_ ef. el libro. de reciente publicacion del mismo’ sulor, Mister ‘Reveiacidn, Ea: Manova, Madea, om. o alimentado, en el curso de su devenir histérico, toda una serie de gérmenes que, tarde o temprano, tenian que Tegar al punto en que nos encontramos actualmente. Fue precisamente al considerar estos elementos de la teologia catglica que Karl Barth —anhelando curarse en salud— co o¢6 el énfasis en el extremo opuesto con las consecuencias que ya hemos estudiado, Sin embargo, hay mucho de ver dad en las advertencias y temores del tedlogo suizo. Afi ‘maba él que Ia historia de la Iglesia y de la teologia de- mostraban que alli donde se ha aceptado una segunda fuente de conocimiento de Dios —por ejemplo, Bscritura y ‘Tradicién, Escritura y Razin o Escritura y Emocion— se hha terminado siempre con la devaluacién de la primera fuente. Es innegable que la Tradicién (Roma) ha hecho sombra a la Escritura y también que la razin y la emo ign (racionalismo y subjetivismo) han anulado practica y tedricamente el valor y el impacto de la Revelacion de Dios en. Jesucristo. Concretindonos al campo catélico romano, ha habido siempre una cierta fluidez en sus con- ceptos de Revelacién, y ast el camino ha quedado abierto para esta amplitud y vaguedad modernas que facilitan el camino al universalism sincretista. Por otra parte, la soteriologia catélica ~-particularmen- te, a partir de Trento— al poner el énfasis en las obras», mis que en I gracia, ha impulsado igualmente clertos conceptos que sirven de combustible a cualquier posible sincretismo. Entre estos conceptos descuella lo que se ha venido diciendo y ensehando tocante a la salvacién de los ppaganos: «Si uno ha obrado bien —se afirmaba— y segin su conciencia, aunque no conozca a Cristo, sera salvo.» Si es el hombre con su esfuerzo lo que determina la salvacién y aparte de la gracia de Dios que no se niega en teoria, pero se enfatiza en la prictiea, jqué més da si este ces. fuerzo redentor> se realiza en un contexto ecristiano> 0 no? Soteriologia y Revelacién van estrechamente unidas. No ppodemos minimizar una sin menoscabar a la otra. Alli don- de la singularidad, y exclusividad, de la Revelacin Espe 2 cial recibe debide atencisn, queda, ssimismo, salvaguar Giada Ta que ya no tiene nada que ver con la Revelaciéa General biblica ensefiada por la teologia refor mada, No es de extrafiar. Aquel que constituye el centro de la Revelacién Especial —Jesucristo— ha. sido igual ‘mente redueido a una imagen vaga y difusa compuesta fen los laboratories de la pseudoteologia liberal, universa- Tista y sineretista, que nos deja un ecristo» irrecon« del todo punto distinto del Cristo histérico de los aelios y las Epfstolas Estos conceptos casan bien con Ix moda ecuménica mo derna, pero plantean muchos més problemas de los que A byretenden resolver. Sus apoyaturas —confesadas 0 no— filosdfieas les han sido prestadas por el existencialismo; ‘ahora bien, de la misma manera que el existencialismo esta Nevanco ai nihilismo en el campo filoséfico, asi este uni versalismo sineretista abocara finalmente en las negacio- nes mis desesperadas. Cuando se nos dice que todas las religiones contienent clementos que delatan la presencia de Dios, jquién es capaz de sofalar con precisién en dénde se hallan los mismos y cuales son exactamente? ;Qué norma, qué cri- terio debe guiarnos en esta investigacién si nos. hemos desprendido de todo concepto de Revelacién Especial, clara y con autoridad suficiente para ser luz en la bis: ‘queda de la luz? Ala exclamacién del salmista: «En tu luz veremos la luz», el moderno sineretismo universalista parece oponer: como total y comple- tamente falsas. Es posible que haya destellos de luz en algunas de ellas; pero se trata de luz muy opaca y muy ara. Se trata de luces que van apagandose y atin alli donde parecen haber conservado més brillo van siendo ofuseadas por la suciedad y el polvo de siglos que la co- rrupeién humana arroja sobre ellas. La Revelacién Especial es la piedra de toque para exa- ‘minar todo pensamiento y llevarlo cautive a Cristo (2 Cor. 10:5). Solamente con la luz de la Revelacién divina podre- ‘mos discernir, no los vestigios de revelacién que pudiera Erm gal i irr ame Pre eg Re rear atate cia atrnahaas Spear sale Ee tease ty Cairne” Se hak da eee Siac meat eh Gon ppd ace ea ont Be ecg tie abe tate cee Bee ae eel Fes ite ae Sali i as Sahiba a tr atone aie fbb cine anaes ion % 4 lo expuesto en la leccién anterior: esto no hace insu: ficiente la Revelacion General per se, no la denuncia como cosa deficiente, antes al contrario denuncia nuestra defi cianeia y nuestro pecado. Porque nuestra ceguera consti luye la tinica respuesta que, para verguenza nuestra, so. mos capaces de ofrecer ante’ la Revelacién General. Es, pues, en términos de esta respuesta deficiente a la Revelacién General que, queramos 0 no, estamas dando ‘To largo de toda nuestra vida, como hemos de interpreta la existencia y el contenido de todas las religiones, como de torias las filosofias y todas las ideologias habidas y por haber. 4. La gracia comin i No hemos de olvidar, por otra parte, la obra de lo que los tedlogos llaman la ‘egracia comins, Esta «racia co- ‘mine opera por medio de todas los elementos de la Reve- lacidn General (las obras de la naturaleza, la conciencia del individuo, el devenir histérico), Ia accién de la Provi dlencia y el testimonio del pueblo ‘de Dios (esal y luz en el mundos), con To que el mundo, y los hombres, no alean- zan el grado de perversiéa a que llegarian en el caso de ue Dios los dejara a su suerte. De ahi que cuanto haya de bueno en las demas religiones, en las ideologias no re- ligiosas, en la ética y en las costumbres de Ios distintos pueblos, hemos de verlo como el resultado de dicha gracia comin y no como una prueba de la posible eparte de ver ado que encierraeste'o aquel sistema de fe o de pense Citamos de nuevo a Berkouwer: «A pesar de las ten: deneias hacia el nihilismo, el hombre moderno evidencia tun eontinuo, y a veces vioiento, interés por el mundo, En ‘muchos casos, este interés por la creacién no significa interés por ef Creador de cielos y tierra. El cosmos se encuentra aislado del Creador, separado de él. Pero ni BOF Henry Moctor, The basic ideas of Calvinism. Existe ei jn spatial con el tito La Tpteia y el Retado, TELL, Gr gana ? ‘LL, Grand 9 Ja erudicién, ni el arte de estos hombres han echado tod: ‘via totalmente de lado lo que la fe considera como la obra ‘de las manos de Dios. ¥ si la Revelacién de Dios en Je- Ssueristo abre los ojos, entonces este aislamiento del, cos ‘mos eon respecto al Creador que es caracteristico de 1a ‘mentalidad del hombre moderno, se quiebra y es superado porque la vida en el mundo se convierte en el servicio de Dios y del projimo. Entonces se nos revela, una ver més, cl significado de la vida y del mundo. Se le da asi al cre yente el poder de la promesa que un dia sera cumplida.» ‘Todas las insuficiencias de nuestro lenguaje han de ser trascendidas por la adoracién y la alabanza, segiin el eon ‘sejo del sablo tedlogo holandés que acabamos de citar. Comprenderemos entonces de qué manera tan firme la re lacién entre Revelacién General y Revelacién Especial se conectan con nuestra culpa y nuestro alejamiento de la ‘multiforme verdad de Dios. Consecuentemente, en todas nuestras consideraciones acerea de la Revelacién General y, mayormente, al medi- tar en las distineiones que la hacen diferente de la Espe- lal, hemos de ser muy culdadosos de que no se pierda Ge vista la perversidad del hombre que tiende inexora- bblemente a corromper el primer testimonio divino dado fen las obras de la Creacién. No comprenderemos jamés ni fl aleance ni la funcién pedagogica de la Revelacién Ge- heral si olvidamos la perspectiva dentro de la. cual la Sita el texto biblico (Romanos 1): una perspectiva bajo Ja acusacién de la ira de Dios. CUESTIONARIO: 1. iQué es la egracia comtins? — 2. ;De qué manera la ‘gracia comin puede explicar cuanto queda de de hermosura (Umé) o bien como perversa ebe- bbedora de sangre> (Durgé). En un solo capitulo del libro se mencionan mil ocho nombres diferen- tes atrbulles a este adios personificacion de las fuer En las compilaciones realizadas por Ia casta sacer- otal —brahmanes— se aprecia una creciente exaltacién del rito hasta el punto que los dioses (como en los cultos ccananeos) quedan subordinados a la eficacia del sacri ficio y las formulas rituales. Se. conjuran palabras magi ‘eas con poder césmico, Las meditaciones de los brahma- nes consiyen los Upanishads, cro grupo de texas 7 as caractarsticas neopantttas de la, religién cananea y stebainiies iden ue coset parecda tic ape. ie relgin cananea era una espace de poitesmo naturalists, © paniisa, Veamos sus rangon mis) caracteraleos {le ists son la expresion maliple del ciclo repetido de 1s esta ‘tones, o- proceso tures, viene. asl perronficedos por los ‘sprue due e crea estaban’teds de eal una Ge as Fureat 1 evens de Ta naturales ‘os dices eran parte de este misma naturalera (e_ahi un cierto Pinan sobre todo) y expstgen trae innjreh, Spero india, sobre todo) 9 consttgen Toes amare, sapere, ‘sunque no radicalmentedsunias Ge bombre ‘os doses gon fuerza perecides entre ells, pero por Io general Shemtads. Uw dies penetra oc bre ie fon que le som contrerion coo demonion £1 cult cananeo ge hnanba en clerse dens sobre la efcacia magica de Ia Tepeticién de sign, y estos, para promover und Cie ‘ealidad gue se anelabe sis para Pro ae 1 culo signlicaba ponerse a lado de unos doses para ayxdartes @ ‘epee con ot des-tomin ae glen dsr a Orden. ciclco de la estacones reguafiad de" natal (Ze Ge. ts. we 101

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