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DE TODAS MANERAS

La gente es ilógica, irracional y centrada en sí misma. Amémosla de todas


maneras.

Al hacer el bien, la gente nos acusará de motivaciones egoístas ulteriores.


Hagamos bien de todas maneras.

Al ser exitosos, ganaremos falsos amigos y enemigos genuinos. Triunfemos de


todas maneras.

El bien que hagamos hoy será olvidado mañana. Hagamos el bien de todas
maneras.

La honestidad y la franqueza nos hacen vulnerables. Seamos honestos y francos


de todas maneras.

Los grandes hombres y mujeres con las ideas más grandes pueden ser derribados
por los hombres y mujeres más pequeños con las mentes más pequeñas.
Pensemos en grande de todas maneras.

La gente está a favor de los más débiles pero sigue a los más fuertes. Luchemos
por algunos débiles de todas maneras.

Lo que nos tome años construir pudiera ser destruido en un momento.


Construyamos de todas maneras.

La gente realmente necesita ayuda pero pudiera atacarnos si lo hacemos.


Ayudémosla de todas maneras.

Démosle al mundo lo mejor de nosotros y nos herirá de vuelta. Démosle al mundo


lo mejor, de todas maneras.

Kent M. Keith.

1
Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la
puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
Génesis 4:7.

Que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te
hemos hecho bien, y te enviamos en paz; tú eres ahora bendito de Dios. Génesis
26:29.

Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar,
que no se puede contar por la multitud. Génesis 32:12.

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GANDHI Y EL AZÚCAR

En una ocasión una abuela trajo su nieto a Mahamat Ghandi. El niño tenía un apetito
insaciable por el azúcar lo cual estaba poniendo en peligro su salud.

“Por favor, ella suplicó a Gandhi, dígale a mi nieto que deje de comer azúcar, ya que se
que él lo respeta mucho a usted, yo se que él le escuchará lo que usted le diga. Gandhi
les pidió que se fueran y regresaran en cuatro días.

Cuatro días más tarde regresaron la abuela y el nieto. Gandhi mirando a los ojos al
nieto de la señora le dijo con autoridad: “Deje de comer azúcar, estás hiriendo tu
cuerpo”.

Después de un breve silencio, la abuela le preguntó a Gandhi. Señor , por qué usted
nos pidió esperar cuatro y regresar, si esto mismo lo hubiera dicho el día que vine?

Gandhi respondió: “Señora, hace cuatro días yo estaba comiendo azúcar y no podía
hablarle con autoridad a su nieto. Ahora puedo, porque hace cuatro días dejé de comer
azúcar”.

Eric Yaverbaum en su libro Secretos del Liderazgo de los ejecutivos más exitosos del
mundo, dice que su más poderoso secreto es guiar con el ejemplo.

Es una realidad. El mejor maestro no son nuestras palabras sino nuestros hechos. Este
es un buen día para comenzar a ser ejemplo.

Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros bien sabéis cómo he sido con vosotros todo el
tiempo, desde el primer día que estuve en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad,
y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí. Hechos 20:18-19.

Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual,
aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo. Hechos 2:5-7.

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EL GOBERNADOR Y LA PLAGA DE SALTAMONTES

En el verano de 1876 los saltamontes casi destruyen las cosechas en Minnesota. Así
es que en la primavera de 1877 los campesinos se preocuparon.

Creían que esa plaga mortal una vez más los visitaría y de nuevo destruiría la rica
cosecha de trigo, trayendo ruina a miles de personas.

La situación era tan seria que el gobernador John S. Pillsbury proclamó el 26 de abril
como el día de oración y ayuno. Exhortó a cada hombre, mujer y niño a pedirle a Dios
que evitara aquel flagelo terrible. Ese día cerraron todas las escuelas, los mercados,
las tiendas y las oficinas. Había un silencio reverente por todo el estado.

El día siguiente amaneció brillante y claro. Las temperaturas subieron mucho más de
lo que normalmente alcanzan en verano, cosa muy peculiar que ocurra en abril.

Los habitantes de Minnesota se consternaron al descubrir miles de millones de larvas


de saltamontes agitándose en su intento por vivir. El calor extraordinario persistió
durante tres días y las larvas comenzaron a salir. Parecía que no iba a pasar mucho
tiempo antes de que éstas empezaran a comerse el maíz destruyendo así la cosecha.

El cuarto día, sin embargo, la temperatura bajó súbitamente y esa noche la escarcha
cubrió la tierra. Mató cada una de esas plagas que andaban arrastrándose con tal
seguridad como si se hubiera usado veneno o fuego. Los campesinos agradecidos
nunca olvidaron ese día.

Pasó a la historia de Minnesota como del día en que Dios contestó las oraciones del
pueblo.

Maxwell, J. C. (1998; 2003). Compañeros De Oración. Thomas Nelson, Inc.

Esos eran tiempos cuando los gobernadores y Presidentes no se avergonzaban de


invitar al pueblo a orar, porque creían en el poder de Dios. Hoy se necesitan
gobernantes temerosos de Dios y que reconozcan que ellos son sólo instrumentos de
Dios llamados a ser ejemplos de devoción y fe.

Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo el Rey que le has de edificar casa; por

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eso ha hallado tu siervo motivo para orar delante de ti.
1º Crónicas 17:25.

Cuando el Rey Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el
holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa.
2º Crónicas 7:1.

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NO PUEDO

“No puedo” es la peor frase que se ha escrito o hablado, haciendo más daño que la
calumnia o las mentiras. Sobre ella muchos espíritus fuertes se han quebrantado y con
ella muchos buenos propósitos mueren.
Brota, cada mañana, de los labios de quienes no piensan y nos roban del valor que
necesitamos durante el día.

Suena en nuestros oídos como una advertencia enviada a tiempo y se ríe cuando
tropezamos y caemos por el camino.

“No puedo” es la madre de la iniciativa débil; es quien prohíja al terror y al trabajo a


medio hacer.

Debilita los esfuerzos de inteligentes artesanos y hace del que labora un indolente
conformista.

Envenena el alma del hombre con visión, aplasta en su infancia muchos planes.

Saluda al trabajo honesto con abierto desprecio y se burla de las esperanzas y lo


sueños del hombre.

“No puedo” es una frase que nadie debiera pronunciar sin ruborizarse; el pronunciarla
debiera ser motivo de vergüenza.

Diariamente aplasta la ambición y el valor; devasta el propósito del hombre y acorta


sus metas. Despréciala con todo tu odio por el error que inculca; rehúsale el
alojamiento que busca en tu mente.

Ármate contra ella como contra una criatura de terror y todo lo que soñamos algún día
lo obtendremos.

“No puedo” es la frase que, para la ambición, es un enemigo emboscado que busca
destruir nuestra voluntad. Su presa es, para siempre, el hombre con una misión y se
inclina tan solo ante el valor, la paciencia y la habilidad.

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Ódiala, con odio profundo y permanente, porque una vez bienvenida, quebrantará a
todo hombre, sin importar la meta que esté buscando. Más bien, sigue intentándolo y
respóndele a ese demonio diciéndole: “Sí puedo”.

Edgar A. Getz

Los que amamos a Dios, sabemos que Él todo lo puede y en Él nosotros lo podremos y
si acaso no podemos, Él nos dirá, tú no puedes, pero déjame a mi, que yo sí puedo.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13.

Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer
esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Mateo 9:28.

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EL VAGABUNDO Y LA PERRA

Quiero que conozcan de un evento que cambió mi vida hace muchos años.

Es un recuerdo que me viene periódicamente, pero es uno de los más preciosos que
mi esposa y yo compartimos. Estoy agradecido de que lo podamos recordar juntos. Es
un recordatorio de que las cosas no son lo que parecen y que los ángeles vienen en
distintos envoltorios.

Vivimos en College Station, Texas e íbamos de camino a casa desde Houston, Texas,
alrededor del área de Weston Lakes un sábado o domingo en la mañana. Y cuando
digo mañana, no hablo de 1:00 a 2:00 en la mañana. Estábamos en camino hacia
casa y decidimos detenernos en una gasolinera para tomar café y comer algo ya que
nos tomaría una buena hora y media llegar a nuestro destino.

Cuando acabamos, nos subimos a nuestro auto y antes de arrancarlo, observamos a


un hombre de pie, fuera, frente al edificio. Uno podía darse cuenta de que era un
desposeído. Su ropa estaba hecha andrajos y desgastada y parecía que él había
entrado y comprado café o algo para mantenerse caliente ya que hace frío en esta
parte del año. Debió haber tenido insuficiente dinero para comprarse algo de comer.

Eso no es algo que recuerdo muy bien, porque eso no fue lo que me "conmovió".

Lo siguiente que recuerdo es una perra que caminó hacia el frente del edificio. Siendo
un amante de los perros, noté que ella era parte loba y probablemente parte pastora
alemán.

Supe que se trataba de una perra porque uno podía darse cuenta de que había estado
amamantando cachorros. Necesitaba terriblemente algo que comer y me sentí mal por
ella. Me di cuenta de que si no comía pronto, ella y tal vez sus cachorros perecerían.

Mi esposa y yo nos quedamos sentados y la miramos. Notamos que la gente le pasaba


al lado y ni siquiera la acariciaban, como hace la mayor parte de la gente al pasarle al
lado a un animal frente a una tienda. Puede que no haya estado tan bonita y limpia

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como la mayoría, pero aun merecía mejor suerte. Pero todavía no hicimos nada. Pero
alguien lo hizo.

El hombre desposeído, que pensé que no podía comprarse nada para comer, regresó a
la tienda. Y lo que hizo nos aguó los ojos a mi esposa y a mí. Había vuelto a la tienda y
con el dinero que tenía, compró una lata de comida para perros y dio de comer a
aquella perra.

Sé que esta historia no inspira tanto como muchas otras, pero juega un papel
importante en nuestras vidas. Y a mucha gente se le olvida que algunos animales son
padres también. Y tanto los animales como nosotros somos creación de Dios.

Sería una mejor historia si pudiese recorder todos los detalles, pero aun sin ellos, creo
que todavía comunica el mensaje.

Se necesitó a un hombre desposeído para mostrarme lo que yo debí haber hecho. Él


me hizo un hombre mejor ese día.

Chris, “Enseñando lo que Más Necesito Saber”

Compasión es algo que necesita estar en nuestro corazón. Compasión puede hacer la
vida diferente para alguien.

Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de
él, dijo: De los niños de los hebreos es éste. Éxodo 2:6.

Y Saúl dijo: Benditos seáis vosotros de Dios, que habéis tenido compasión de mí.
1º Samuel 23:1.

!Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí, Porque la
mano de Dios me ha tocado! Job 19:21.

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PADRE TRIPLE A

Por 52 años mi padre se levantó cada mañana a las 5:30 a.m., excepto el domingo, y
se fue a trabajar. Por 52 años estuvo de vuelta a las 5:30 p.m., como reloj, para cenar
a las 6:00 p.m.

No recuerdo que mi padre “saliese con los muchachos” o libase licor. Todo lo que
pedía de mi como su hija, era sostener su martillo mientras reparaba algo, para que
pudiésemos tener un tiempo para conversar.

Nunca vi a mi padre regresar enfermo del trabajo, ni tampoco tomarse una siesta. No
tenía entretenimientos más allá de cuidar de su familia.

Por 22 años, desde que dejé el hogar para ir a la universidad, mi padre me llamó cada
domingo a las 9:00 a.m. Siempre estuvo interesado en mi vida, sobre cómo le iba a mi
familia, y nunca le oí quejarse de su vida. Las llamadas las hizo aún cuando él y mamá
estaban en Australia, Inglaterra o Florida.

Hace nueve años, cuando compré mi primera vivienda, mi padre de 67 años, invirtió
ocho horas al día por tres días en el intenso calor de Kansas, pintándola.

No me dejaba pagarle a alguien que lo hiciera. Todo lo que pedía era un vaso de té frío,
y que le sostuviese la brocha de pintura para poder conversar conmigo. Pero yo estaba
demasiado ocupada, tenía una práctica legal que ejercer, y no podía disponer del
tiempo para sostener una brocha o hablar con mi padre.

Hace cinco años, a la edad de 71, otra vez en el sofocante calor de Kansas, mi padre
invirtió cinco horas armando un columpio para mi hija. De nuevo, todo lo que pedía era
que le llevase un vaso de té frío y le hablase. Pero nuevamente yo tenía ropa que lavar
y una casa que limpiar.

Hace cuatro años, mi padre condujo desde Denver a Topeka, con un plantón de árbol,
original de Colorado, de ocho pies, en su maletero, para que mi esposo y yo
pudiésemos tener un poco de vegetación de allá en nuestra tierra. Yo me preparaba
para un viaje ese fin de semana y no pude pasar mucho tiempo atendiendo a papá.

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La mañana del domingo 16 de enero de 1996, mi padre me telefoneó como siempre,
esta vez desde el hogar de mi hermana en Florida. Conversamos sobre el árbol que me
había traído, “El Gordo Alberto”, pero esa mañana lo llamó “El Gordo Oscar” y parecía
haber olvidado algunas cosas que habíamos conversado la semana anterior. Como
tenía que ir a la iglesia, abrevié y corté la conversación.

La llamada me llegó a las 4:40 p.m., ese día: mi padre estaba en el hospital en Florida
con un aneurisma. Tomé un avión de inmediato, y mientras iba en camino, pensé en
todas las veces en que no había tomado el tiempo para hablar con mi padre. Me di
cuenta que yo no tenía idea de quién era él o cuáles eran sus más profundos
pensamientos.

Decidí que al llegar, le compensaría por todo el tiempo perdido y tendría una
conversación larga y agradable con él para realmente conocerlo. Llegué a Florida a la
1:00 a.m.; mi padre había muerto a las 9:12 p.m. Esta vez fue él quien no tuvo tiempo
para hablar conmigo o tiempo para esperarme. En los años desde su muerte he
aprendido mucho acerca de mi padre, y aún sobre mí misma.

Como padre nunca me pidió nada excepto mi tiempo; ahora tiene toda mi atención,
todos y cada uno de mis días.

Nos cuesta a veces darle el tiempo precioso a quién realmente se lo merece. Sin duda
esas personas no nos niegan el suyo. Vamos hoy a dedicarle tiempo a quien se lo
merece.

Os mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habíais de hacer. Deuteronomio 1:18.

Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas generaciones;


Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán. Deuteronomio
32:7.

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AFERRADO DE LA MANO

Muy a menudo nos sentimos solos.

Pero siempre hay alguien dispuesto a tomarnos de la mano.

Hay una hermosa historia de una enfermera con exceso de trabajo que escoltaba a un
cansado joven a la cama de su paciente.

Inclinándose y hablándole alto al anciano paciente, ella dijo: "Su hijo está aquí".

Con gran esfuerzo, abrió sus desenfocados ojos, luego lentamente los volvió a cerrar.

El joven apretó la envejecida mano en la suya y se sentó junto a la cama. Durante toda
la noche estuvo sentado allí, tomando la mano del anciano y susurrando palabras de
ánimo.

Para cuando amaneció, el paciente había muerto. En instantes, el personal del


hospital llenó la habitación para apagar equipos y remover agujas.

La enfermera se puso al lado del joven y comenzó a ofrecerle sus condolencias, pero él
la interrumpió.

"¿Quién era ese hombre?" preguntó.

La asombrada enfermera contestó: "¡Pensé que era su padre!" "No, él no era mi padre",
contestó él. "Nunca lo había visto en mi vida".

"Entonces, ¿por qué no dijo nada cuando le traje a verle?"

"Me di cuenta de que necesitaba a su hijo y que su hijo no estaba aquí", explicó el
hombre. "Y ya que estaba demasiado enfermo para reconocer que yo no era su hijo,
supe que me necesitaba".

La Madre Teresa solía recordarnos que nadie debiera tener que morir solo. De igual
manera, nadie debiera tener que sufrir o llorar solo tampoco. O reír solo o celebrar

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solo.

Somos hechos para transitar por el camino de la vida tomados de la mano. Hay alguien
listo para tomarnos de la mano hoy. Y alguien anhela que nosotros tomemos la suya.
¡Recordemos aferrarnos los unos a los otros!

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UN EQUIPO ESPECIAL

Hace algunos años, en los para-olímpicos de Seattle, nueve concursantes, todos con
alguna discapacidad física o mental, se reunieron en la línea de salida para correr los
100 metros planos. !Qué esfuerzo! Pero ahí estaban frente a la línea de competencia.

Al sonido del disparo todos salieron, no exactamente como bólidos, pero con gran
entusiasmo de participar en la carrera, llegar a la meta y ganar.

¿No nos pasa acaso en la medida que enfrentamos un negocio, un conflicto que
resolver, un problema a solucionar que nos paramos frente a la línea?

Todos corrieron, menos uno, que tropezó en el asfalto, dio dos maromas y empezó a
llorar. Los otros ocho oyeron al niño llorar, disminuyeron la velocidad y voltearon hacia
atrás. Todos dieron la vuelta y regresaron...

¡Todos!

Eso sí no nos pasa... Corremos sin importar si caen a diestra y siniestra.

Una niña con síndrome de Down se agachó, le dio un beso en la herida y le dijo "Eso te
lo va a curar". Entonces, los nueve se agarraron de las manos y juntos caminaron
hasta la meta.

Todos en el estadio se pusieron de pie, las porras y aplausos duraron varios minutos.
La gente que estuvo presente aún cuenta la historia.

¿Por qué?, ¿acaso hemos olvidado que fuimos creados para tener significado y para
ayudarnos unos a otros?

Y algo aún más increíble es que dentro de nosotros sabemos una cosa: que lo
importante en esta vida va más allá de ganar nosotros mismos.

Lo importante en esta vida es ayudar a ganar a otros, aún cuando esto signifique tener
que disminuir la velocidad o cambiar el rumbo.

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¿Qué esperas para darle una mano a tu pariente que ha sido tomado como el menos?

¿Qué esperas para hacer una llamada a casa y decirles a los tuyos que cuenten
contigo?

Qué bueno que a tu compañero de trabajo le ofrezcas de tu tiempo para ayudarle en


esa tarea que lo mantiene estresado.

Qué bueno que sin ir muy lejos mires en tu casa, en tu esposa y en tus hijos la
oportunidad para darles un beso y decirles: Esto te puede curar y luego como los niños
de Seatle, agarrarse de las manos y buscar la meta.

Solo no lo lograrás.

Pensamiento de la semana:
Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a
ustedes. Jesús (Mateo 7:12).

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EL ÁGUILA Y LA ZORRA

Un águila y una zorra que eran muy amigas decidieron vivir juntas con la idea de que
eso reforzaría su amistad.

Entonces el águila escogió un árbol muy elevado para poner allí sus huevos, mientras
que la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del mismo árbol.

Un día que la zorra salió a buscar su comida, el águila, que estaba hambrienta cayó
sobre las zarzas, se llevó a los zorruelos, y entonces ella y sus crías se regocijaron con
un banquete.

Regresó la zorra y más le dolió el no poder vengarse, que saber de la muerte de sus
pequeños; ¿Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin poder volar, perseguir a
uno que vuela?

Tuvo que conformarse con el usual consuelo de los débiles e impotentes: maldecir
desde lejos a su enemigo.

Más no pasó mucho tiempo para que el águila recibiera el pago de su traición contra la
amistad.

Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra; cayó el águila


sobre ella y se llevó una víscera que aún conservaba fuego, colocándola en su nido.

Vino un fuerte viento y transmitió el fuego a las pajas, ardiendo también sus pequeños
aguiluchos, que por pequeños aún no sabían volar, los cuales se vinieron al suelo.

Corrió entonces la zorra, y tranquilamente devoró a todos los aguiluchos ante los ojos
de su enemiga.

Nunca traiciones la amistad sincera, pues si lo hicieras, tarde o temprano el cielo


llegará el castigo.

Fábula de Esopo

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UNA SONRISA

Una sonrisa no cuesta nada, pero da mucho. Enriquece a aquellos que la reciben, sin
empobrecer a aquellos que la dan.

Toma tan sólo un momento, pero su recuerdo, a veces, dura para siempre.

Ninguno es tan rico ni poderoso que pueda sobrevivir sin ella, y nadie es tan pobre que
no pueda enriquecerse con ella.

Una sonrisa crea felicidad en el hogar, promueve buena voluntad en los negocios, y es
la contraseña de la amistad.

Ella trae descanso al cansado, alegría al descorazonado, luz al triste y es el antídoto de


la naturaleza para las preocupaciones.

Y sin embargo, ella no puede ser comprada, prestada, o robada, ni se la puede solicitar
con ruegos, porque es algo que no tiene valor para nadie hasta que es regalada.

Alguna gente está demasiado cansada para darnos una sonrisa; démosle una de las
nuestras, ya que nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que ya no
tiene más de ellas que dar.

Autor Desconocido
Fuente: www.AsAManThinketh.net

Qué importante es darnos cuenta del valor de una sonrisa… ya que todos nos
beneficiamos con ella.

Dicen los expertos que sonreír requiere menos esfuerzo que "amarrar" la cara ya que
utiliza menos músculos. Tal parece que nuestro Creador tenía en mente que nos
riésemos a menudo cuando nos diseñó. Por otro lado, tal y como nos lo plantea el
autor del pensamiento de hoy, la sonrisa también enriquece la vida de aquellos que la
reciben.

¿Por qué no comenzar esta semana de labores decidiendo sonreír a "más no poder" a
aquellos con los que entremos en contacto?… no con sonrisas "plásticas" (fingidas)

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sino con unas genuinas que alegren el alma de otros. Adelante y atrevámonos a
convertirnos en faritos de luz para nuestro círculo de contacto esta semana. Que Dios
les bendiga.

Raúl Irigoyen

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DESTINOS

Escribo estas palabras desde un aeropuerto. Aquí la realidad es distinta y cambiante.


Personas que vienen y van. Repetidos anuncios a través de la megafonía. Rostros que
denotan felicidad, cansancio, preocupación, curiosidad, tedio... ¡Un mundo dentro de
otro!

Mientras mi vuelo sigue retrasado, analizo las distintas situaciones...

Estamos en un sitio de paso. Un viaje, propio o ajeno, atrae a la gente hacia este lugar.
Llegan familiares. Un nuevo viaje de negocios. “Al fin se concretan las vacaciones
anheladas”.

Es un lugar de emociones encontradas. Los abrazos están a la orden del día. Las
lágrimas por la despedida, también. El fuerte tono de voz de la persona a la que le
perdieron la maleta se pierde entre las risotadas de aquel grupo de jóvenes, mientras
que un hombre le recrimina a su familia el haber llegado tarde.

(Mi vuelo continúa retrasado).

Es un espacio de encuentro. Así lo confirma ese abuelo que acaba de conocer a su


pequeño nieto. Lo expresa en su rostro el muchacho que se reencuentra con su novia.
Es evidente en la expresión cansada de aquella tripulación que vuelve a encontrarse
con su ciudad.

Por sobre todo, el aeropuerto constituye un destino y un punto de partida. Quienes nos
aprestamos a viajar tenemos un objetivo en mente: llegar a destino. Hemos comprado
nuestro boleto y cuando llega el momento no deseamos otra cosa más que concretar
nuestro propósito. Sabemos muy bien que el viaje no es la meta: es el medio para
arribar a un sitio determinado.

(Acaban de anunciar que mi vuelo saldrá dentro de una hora…).

Y me pongo a pensar. Establezco un paralelo con nuestras vidas. Medito sobre el


ajetreo del que muchas veces somos “presa fácil”. Porque en la multiplicidad de los
hechos rutinarios podemos llegar a olvidarnos de que estamos en un sitio de paso.

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Que la vida es un lugar de emociones encontradas. Que nuestra existencia es un
espacio de encuentro. Y que por sobre todo, la vida constituye un destino y un punto
de partida.

Jesucristo dijo: "Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que
soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida
eterna. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan
plenamente" (Juan 3:16, 10:10).

Para ser más claro (¡están llamando para abordar el avión!): la realidad y los beneficios
de esta clase de vida (el destino final) pueden comenzar a experimentarse desde el
“aquí y ahora” (el punto de partida). ¡La decisión es nuestra!

Cristian Franco

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ALGUIEN DIJO

Alguien dijo que un niño se lleva en el vientre durante nueve meses. Ese alguien no
sabe que un hijo se lleva en el corazón toda la vida.

Alguien dijo que toma unas seis semanas volver a la normalidad después de dar a luz.
Ese alguien no sabe que después de dar a luz la normalidad no existe.

Alguien dijo que se aprende a ser madre por instinto. Ese alguien nunca fue de
compras con un niño de tres años.
Alguien dijo que de "buenos" padres salen hijos "buenos". Ese alguien piensa que un
hijo viene con instrucciones y garantía.

Alguien dijo que las "buenas" madres nunca gritan. Ese alguien nunca vio a su hijo
romper con una pelota la ventana del vecino.

Alguien dijo que no se necesita una buena educación para ser madre. Ese alguien
nunca ayudó con una tarea de matemática de cuarto grado.

Alguien dijo que no se puede amar al cuarto hijo como al primero. Ese alguien no tuvo
cuatro hijos.

Alguien dijo que se pueden encontrar en los libros las respuestas a todas las preguntas
sobre como criar hijos. Ese alguien no tuvo un hijo que se metió un fríjol en la nariz.

Alguien dijo que lo más difícil de ser madre es el parto. Ese alguien nunca dejó a su
hijo en la escuela el primer día de kindergarten.

Alguien dijo que una madre puede hacer su labor con los ojos cerrados y una mano
atada a la espalda. Ese alguien nunca organizó la fiesta de cumpleaños de su hija.

Alguien dijo que una madre puede dejar de preocuparse cuando los hijos se casan. Ese
alguien no sabe que el matrimonio agrega yernos y nueras al corazón de una madre.

Alguien dijo que el trabajo de una madre termina cuando el último hijo se va del hogar.
Ese alguien no tiene nietos.

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Alguien dijo que una madre sabe que su hijo la ama, así que no hay necesidad de
decírselo. Ese alguien no es madre.

Alguien dijo que una madre no necesita de la comprensión y del "te quiero " del hijo.
Ese alguien no es un hijo.

Compartido por Laura Garibay; enviado por Ana de Zárate

La experiencia es lo que vale, no simplemente la inteligencia o cuando leo. La Vida es


la mejor de las Maestras. Aprendamos de ella e incorporemos eso a la vida diaria.

Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de


millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos. Génesis 24:60.

Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová
haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.
Ruth 1:8.

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DOS ÁNGELES VIAJEROS

Dos Ángeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy
adinerada.

La familia era ruda y no quiso permitirles a los Ángeles que se quedaran en la


habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los Ángeles le dieron un
espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus
camas en el duro piso, el Angel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando
el Angel más joven preguntó ¿por qué?, el Angel más viejo le respondió, "Las Cosas no
siempre son lo que parecen."

La siguiente noche, el par de Ángeles vino a descansar en la casa de un señor y una


señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios. Después de
compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los Ángeles
que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso.

Cuando amaneció, al siguiente día, los Ángeles encontraron bañados en lágrimas al


Señor y a su Esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada
de dinero, yacía muerta en el campo. El Angel más joven estaba furioso y preguntó al
Angel más viejo, ¿cómo pudiste permitir que esto hubiera pasado? El primer hombre lo
tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste; El Angel más joven le acusaba.

La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú
permitiste que la vaca muriera.

"Las Cosas no siempre son lo que parecen," le replicó el Angel más viejo. "Cuando
estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro
almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan
obsesionado con avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el
hueco, de manera tal que nunca lo encontraría."

"Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la


muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su lugar. “Las
Cosas no siempre son lo que parecen."

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Algunas veces, eso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen como uno
espera que salgan. Si tú tienes fe, solamente necesitas confiar en que cualesquiera
que fueran las cosas que vengan, serán siempre para tu ventaja. Y podrías no saber
esto hasta un poco más tarde…

Algunas personas vienen a nuestras vidas y rápidamente se van…pero dejan una


huella como estos dos ángeles.

Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre mi Dios
eres tú. Salmo 22:10.

Porque él es nuestro Dios y nosotros somos el pueblo de su prado; ¡somos un rebaño


bajo su cuidado! si ustedes oyen hoy su voz. Salmo 95:7.

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RAÍCES DE LA VIDA

Hace unos días mi esposa y yo nos deleitamos al compartir una tarde con mis abuelos
maternos. Era algo que deseábamos hacer desde hace algún tiempo: conversar,
hacerles preguntas, “tomar nota” de la diversidad de experiencias que les ha tocado
vivir en sus ocho décadas de vida… y aprender de ellos.

¡Qué satisfacción fue escucharlos hablar! Sus historias y anécdotas nos “trasladaron”
mentalmente a la época en la que llegaron de Europa como inmigrantes… al tiempo de
su adaptación a estas tierras sudamericanas… a los momentos de estrechez
económica que los llevaron a migrar nuevamente entre países y provincias de habla
castellana.

Distintas situaciones personales y familiares entrelazadas (a modo de intrahistoria)


con los acontecimientos históricos internacionales.

En todo esto, lo que cautivó nuestra atención de manera particular fue redescubrir un
concepto muchas veces olvidado: nuestras vidas constituyen un “continuo” en el
devenir de la vida humana.

El ritmo vertiginoso con que se desarrolla nuestro mundo actual constituye, sin duda,
uno de los principales escollos a la hora de apartar el tiempo necesario para pensar en
esta realidad y aprender de las lecciones que tiene para ofrecernos.

Es obvio: el individualismo y la búsqueda del placer inmediato, al estilo hedonista, no


dejan sitio posible para la recuperación de la memoria ni para la proyección
integradora hacia el futuro.

Digámoslo de una manera más llana: todos tenemos una historia personal. Nuestro
“aquí y ahora” no se debe a una suerte de “generación espontánea”.

Usted y yo constituimos un presente continuo que se basa en el pasado de quienes


nos anteceden y al mismo tiempo se desarrolla como el “pasado” de las futuras
generaciones.

La Biblia señala: “Pregunta a las generaciones pasadas; averigua lo que descubrieron


sus padres. Nosotros nacimos ayer, y nada sabemos; nuestros días en este mundo son
como una sombra. Pero ellos te instruirán, te lo harán saber; compartirán contigo su
experiencia" (Job 8:8-10, NVI).

25
Esta visión (que para los amantes de la inmediatez puede significar algo muy parecido
al tedio) llega a nosotros como una oportunidad de considerar nuestras vidas con una
mayor conciencia histórica, esa que mira hacia el pasado con gratitud y actitud crítica
de aprendizaje, y a su vez toma decisiones responsables, asumiendo la permanente
construcción del futuro.

Cristian Franco

No estamos aislados de nuestros antepasados. Necesitamos con frecuencia sentarnos


con nuestros padres y abuelos para conectarnos con las raíces de nuestra vida. De
seguro que saldremos muy enriquecidos.

Tú, en cambio, te reunirás en paz con tus antepasados, y te enterrarán cuando ya seas
muy anciano. Génesis 15:15.

Ya tengo ciento treinta años respondió Jacob. Mis años de andar peregrinando de un
lado a otro han sido pocos y difíciles, pero no se comparan con los años de peregrinaje
de mis antepasados. Génesis 47:9.

Las bendiciones de tu padre han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados


hasta el límite de los collados eternos; sean ellas sobre la cabeza de José y sobre la
cabeza del consagrado de entre tus hermanos. Génesis 49:26.

26
LA OSTRA

Había una vez una ostra cuya historia cuento, que halló que algo de arena se había
metido en su concha. Era tan solo un grano, pero le produjo gran dolor ya que las
ostras tienen sentimientos aunque sean tan simples.

Ahora, ¿minimizó ella las ásperas labores del destino que la llevó a tan deplorable
estado? ¿Maldijo al gobierno, reclamó elecciones, y demandó que el mar debió haberle
brindado protección?

No, se dijo a sí misma mientras yacía en una concha, ya que no puedo removerla,
intentaré mejorarla. Ahora los años han pasado, como los años siempre lo hacen. Y
llegó a este su destino final: un guisado.

Y el diminuto grano de arena que tanto la había molestado era un hermosa perla
preciosamente radiante. Ahora el cuento tiene una moraleja, ya que ¿no es maravilloso
lo que una ostra puede hacer con un bocado de arena?

¿Qué no podríamos hacer si tan solo comenzásemos con algunas de las cosas que nos
molestan?

Autor Desconocido

Las pruebas que Dios permite en nuestras vidas siempre llevan el propósito de
ayudarnos a enfocarnos más en él y aferrarnos a su provisión.

Cuando esto hacemos, lo que una vez parecía trágico, se convierte en una experiencia
de crecimiento personal que no sólo aclara cada vez más el propósito para el cual
fuimos creados y puestos en esta vida sino que también nos permite ayudar a otros en
el camino.

¿Por qué no dejar de quejarnos, entonces, y más bien darle gracias a Dios por Su
providencia y provisión?

Adelante, hagamos buen uso de las pruebas que vienen en nuestra dirección y que
Dios les continúe bendiciendo.

27
Raúl Irigoyen

Y el Señor le respondió: Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi


nombre. Y verás que tengo clemencia de quien quiero tenerla, y soy compasivo con
quien quiero serlo. Éxodo 33:19.

Yo sé, mi Dios, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud. Por eso, con rectitud
de corazón te he ofrecido voluntariamente todas estas cosas, y he visto con júbilo que
tu pueblo, aquí presente, te ha traído sus ofrendas. 1º Crónicas 29:17.

28
LA LUCHA DE LA MARIPOSA

¿Qué tienen las mariposas en común con el espíritu humano? Conozcamos a Maggie,
una esposa y madre de edad mediana, que estaba a punto de averiguarlo.

Maggie no era rica como una millonaria ni pobre a la manera de los desposeídos. Ella
vivía una vida promedio y cómoda. Se hizo aun mejor cuando le llegó una hermosa
bebita. Ella y su esposo se aseguraron que su hija tuviera satisfechas sus necesidades
y que pudiesen llevarla de vacaciones a la playa cada año.

Maggie era socia en el negocio de su esposo. Ambos tenían distintas


responsabilidades lo que mantenía todo en balance. Un día, el negocio de su esposo
sufrió un golpe devastador, y en un período de tres años, el negocio se vino abajo. Su
esposo tuvo que reinventarse por completo y anhelaba cumplir sus sueños con una
nueva vocación.

Ella se sentía feliz por él y lo apoyaba plenamente, pero el dinero seguía sin llegar.

Maggie comenzó a sentirse culpable de no contribuir ingreso alguno. Había pasado


bastante tiempo desde que había trabajado fuera del hogar para alguien más. Resulta
innecesario decir que ella estaba aterrada pero todavía tenía fe que todo saldría bien.
Comenzó a buscar empleo y descubrió que llenar las solicitudes era algo difícil,
especialmente la parte que pedía referencias de empleo.

Mantengamos en mente que ella había estado auto-empleada con su esposo por casi
20 años. Sentía como que eso no contaba para nada ya que nunca había sido llamada
para una entrevista.

Para el tiempo en que buscaba empleo su madre enfermó más de lo que estaba y
acabó en el hospital por una semana. Una vez que la madre de Maggie regresó a casa,
se convirtió en la ayudante de su madre un día a la semana.

Ella hacía las compras, cambiaba las sábanas, aspiraba las alfombras y hacía otras
cosas que su madre ya no estaba en condiciones de hacer. Por supuesto que su
madre le pagaba por su tiempo y esfuerzo pero todavía sentía que necesitaba hallar
otra fuente de ingreso.

Una de las primeras solicitudes que había llenado finalmente pagó dividendos. Pasó la
entrevista con altas calificaciones y se le dijo que ella era “exactamente” lo que

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estaban buscando. Aunque era tan solo un tiempo parcial era exactamente lo que ella
quería.

Era importante para ella estar en casa cuando su hija regresaba del colegio. Le dijeron
que estarían en contacto cuando el calendario estuviese listo. Sabiendo que tenía el
empleo la hizo sentir contenta y productiva de nuevo.

En unas cuantas semanas, sin embargo, recibió un correo electrónico diciendo que la
compañía había cambiado el empleo a uno de tiempo completo y que ya no estaba
calificada. Maggie quedó devastada. Se sintió traicionada y que le habían mentido. Esa
noche estaba sola ya que su esposo e hija habían salido. Agradeció la soledad y quería
ahogar sus penas en un baño caliente de burbujas.

Tal y como lo esperaba, comenzó a llorar, suavemente al comienzo por el dolor de


sentirse rechazada. Tres largos años de lucha finalmente la habían colmado. Entonces
se llenó de ira; molesta con todo desde las circunstancias que la habían llevado allí,
hasta con Dios mismo. Ella lloró más duro y gritó: “¿Qué quieres que haga?” Estaba
convencida de que Dios la había abandonado.

Cuando pudo dejar de llorar, quedó exhausta y se rindió. Fue en ese momento que una
idea silenciosa le llegó de ofrecerles ayuda casera a los ancianos.

Usando otro talento con las computadoras, imprimió varias volantes y tarjetas y las
distribuyó en su iglesia, abarroterías y aún colocó un pequeño anuncio en el periódico.
En una semana tenía dos nuevos clientes.

Ahora, aunque no es la Gerente General de una gran compañía o una poderosa


empresaria, se siente feliz y productiva de nuevo. Así que, ¿realmente la había
abandonado Dios? Busquemos en la naturaleza tanto las lecciones como la respuesta.
Antes de que una mariposa pueda emerger de su crisálida tiene que atravesar mucha
lucha. Sí, lucha.

Cada vez que se abalanza para escapar, los ácidos son removidos de sus alas. Si
alguien se acercase y rompiese la crisálida, la mariposa moriría por causa de esos
ácidos. En esencia la lucha es necesaria para que la mariposa sobreviva. Entonces en
la quietud, cuando la lucha finaliza, la mariposa puede salir y compartir su belleza con
el mundo.

Nosotros los humanos no somos diferentes. Hay tiempos en que necesitamos luchar
para despojarnos de los ácidos que constituyen la tristeza, el temor y la ira. Es sólo
entonces, cuando quedamos exhaustos y quietos que podemos comenzar a escuchar
el susurro de Dios.

Tony Masiello

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Cuando las puertas se cierren delante de ti, no te des por vencido. Recuerda que más
allá de las puertas cerradas está alguien capaz de abrirlas. Sólo aprende a esperar en
él.

Entonces entrarán por las puertas de esta ciudad reyes y príncipes que se sentarán en
el trono de David. Ellos y los príncipes entrarán montados en carros y caballos,
acompañados por la gente de Judá y por los habitantes de Jerusalén, y esta ciudad
será habitada para siempre. Jeremías 17:25.

El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y
las saca del redil. Juan 10:3.

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LOS 100 DÍAS DEL PLEBEYO

Una bella princesa estaba buscando consorte. Nobles y ricos pretendientes llegaban
de todas partes con maravillosos regalos: joyas, tierras, ejércitos, tronos… Entre los
candidatos se encontraba un joven plebeyo que no tenía más riqueza que el amor y la
perseverancia.

Cuando le llegó el momento de hablar, dijo: -Princesa, te he amado toda la vida. Como
soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como
prueba de amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la
lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas. Esta será mi dote. La princesa,
conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar: -Tendrás tu oportunidad: si
pasas esa prueba me desposarás.

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio,
soportando el sol, los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista
fija en el balcón de su amada, el valiente súbdito siguió firme en su empeño sin
desfallecer un momento.

De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la


princesa, que con un noble gesto y una sonrisa aprobaba la faena. Todo iba a las mil
maravillas, se hicieron apuestas y algunos optimistas comenzaron a planear los
festejos.

Al llegar el día 99, los pobladores de la zona salieron a animar al próximo monarca.
Todo era alegría y jolgorio, pero cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante
la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la princesa, el joven se levantó y,
sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar dónde había permanecido
cien días.

Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la


comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa: -¿Qué te ocurrió? Estabas a un paso
de lograr la meta, ¿Por qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?

Con profunda consternación y lágrimas mal disimuladas. El plebeyo contestó en voz


baja: -La princesa no me ahorró ni un día de sufrimiento, ni siquiera una hora. No
merecía mi amor.

32
Cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos como prueba de afecto
o lealtad, incluso a riesgo de perder nuestra dignidad, merecemos al menos una
palabra de comprensión o estímulo. Las personas tienen que hacerse merecedoras del
amor que se les ofrece.

Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo
de Jonás, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo*: Apacienta mis corderos. Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo
de Jonás, ¿me amas? Pedro le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*:
Pastorea mis ovejas. Le dijo* por tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro
se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo
sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Juan 21:15-17.

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IVÁN IV: EL TERRIBLE

¿Por qué le decían "El terrible" al zar ruso Iván IV (1530-1584)? Veamos: Ya en su
infancia se "divertía" torturando a toda clase de animales y arrojando perros al vacío
desde los tejados del palacio real.

Su primer crimen político conocido ocurrió en 1543 (a los 14 años) al ordenar que
Andrei Chuiski, jefe del clan boyardo más influyente de Rusia, fuera arrojado a los
perros hambrientos.

En 1555 ordenó la construcción de la iglesia de San Basilio en Moscú, quedó tan


complacido con la obra que mandó dejar ciegos a los arquitectos para que no pudieran
proyectar nada más hermoso.

En 1570 marchó sobre la ciudad de Novgorod al frente de un ejército de 15.000


hombres arrasándola y dando muerte a miles de personas (entre 25.000 y 60.000)
llegando incluso a arrojar a decenas de niños a las aguas heladas de un río cercano
por el simple hecho de "disfrutar" viendo el espectáculo.

El 14 de noviembre de 1581, en acceso de ira, mató a bastonazos a su propio hijo y


sucesor Iván Ivanovich.

Cuando el pecado gobierna a una vida, se puede esperar cualquier cosa de esa
persona. El único freno en la vida de una persona para evitar que se deteriore es la
persona de Jesús como el Salvador. Él ha prometido hacernos nuevas criaturas si nos
volvemos a él. No dejes que el pecado hoy destruya la imagen de Dios en tu vida.

Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo
no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo*: ¿Cómo puede un hombre nacer
siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y
nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del
Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Juan 3:1-5.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es ; las cosas viejas pasaron; he
aquí, son todas hechas nuevas. 2ª Corintios 5:17.

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REFLEXIONES DE ORO

El hombre puede vivir por unos cuarenta días sin alimento, por unos tres días sin agua,
por unos ocho minutos sin aire… pero solo por un segundo sin esperanza. --Hal Lindsey

O tomamos control del día o el día tomará el control de nosotros. --Jim Rohn

La vida es como una bicicleta de diez velocidades. La mayoría de nosotros tiene


engranajes que nunca usamos. --Charles M. Shultz

Una vida vivida con integridad --aún si le faltan los atavíos de la fama y la fortuna-- es
una estrella brillante a cuya luz otros podrán ser guiados en años por venir. --Denis
Waitley

La motivación nos ayuda a andar, pero el hábito nos lleva al final. --Zig Ziglar

Cambiemos lo cambiable, aceptemos lo incambiable, y apartémonos de lo inaceptable.


--Denis Waitley

Nosotros somos el único problema que jamás tendremos y también somos la única
solución. --Bob Proctor

Descubriremos, cuando miremos atrás en nuestras vidas, que los momentos que
realmente disfrutamos fueron aquellos en los que hicimos cosas en el espíritu del
amor. --Henry Drummond

Mi padre me dio el mejor regalo que alguien nos puede dar: creyó en mí. --Jim Valvano

A veces, el hombre más pobre le lega a sus hijos la herencia más rica. --Ruth E. Renkel

El fracaso no es el un único evento cataclísmico. Uno no puede fracasar de la noche a


la mañana. Por lo contrario, el fracaso consiste en unos pocos errores de juicio,
repetidos diariamente. --Jim Rohn

Nuestras dudas son traidoras que nos hacen perder lo bueno que pudiésemos
frecuentemente ganar por temer a intentarlo. --William Shakespeare

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Todos somos confrontados con una serie de grandes oportunidades brillantemente
disfrazadas como situaciones imposibles. --Charles Swindoll

La diferencia entre perseverancia y obstinación es que la primera a menudo se origina


en una fuerte voluntad de hacer y la otra en una fuerte objeción. --Henry Ward Beecher

La auto-estima y el amor a uno mismo son los opuestos del temor; entre más nos
gustamos, menos tememos a las cosas. --Brian Tracy

Pero por encima de todas las Reflexiones, las que más nos dirigen a la eternidad son
las reflexiones de la Palabra de Dios. Nunca dejemos de alimentar el espíritu con la
Palabra Divina.

He aquí, hoy me voy por el camino de toda la tierra, y vosotros sabéis con todo vuestro
corazón y con toda vuestra alma que ninguna de las buenas palabras que el SEÑOR
vuestro Dios habló acerca de vosotros ha faltado; todas os han sido cumplidas,
ninguna de ellas ha faltado. Josué 23:14.

El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los
que en él se refugian. Salmo 18:30.

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LA VENTANA

Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo.

En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la


ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero.

Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero...! Quizás necesita un jabón
nuevo... ¡Ojala pudiera ayudarla a lavar las sábanas!

El marido miró y quedó callado. Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su
discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento.

Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpiecitas, y


dijo al marido: ¡Mira, ella aprendió a lavar la ropa!

¿Le enseñaría otra vecina?

El marido le respondió: ¡No, hoy me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra
ventana!

Y la vida es así, todo depende de la limpieza de la ventana, a través de la cual


observamos los hechos.

Es fácil juzgar a los demás sin darnos cuenta que la situación errada está es en
nosotros.

Limpiemos las ventanas de nuestra vida antes de mirar a los demás.

No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis
juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá.

¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la
viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: "Déjame sacarte
la mota del ojo", cuando la viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu

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ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano. Mateo
7:1-5.

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25 COSAS QUE UN HOMBRE SENSIBLE HARÍA

1. Sabe como hacerte sonreír cuando estás triste.

2. Trata de oler tu pelo secretamente, pero tú SIEMPRE te das cuenta.

3. Te defiende cuando lo necesitas, pero aun así respeta tu Independencia.

4. Te da el control remoto durante el Juego.

5. Va por detrás de ti y pone sus brazos a tu alrededor.

6. Juega con tu pelo.

7. Sus Manos Siempre encuentran las Tuyas.

8. Te ofrece muchos masajes.

9. Baila contigo aunque se sienta como un tonto.

10. NUNCA HUYE DEL AMOR.

11. Es gracioso pero sabe cuando ser serio.

12. Se da cuenta que está siendo gracioso cuando necesita ser serio.

13. Es paciente cuando te tomas más tiempo del necesario.

14. Ríe con gusto.

15. Planea una cita romántica llena de sorpresas que él normalmente no haría porque
él sabe que significan mucho para ti.

16. Te Aprecia.

17. Ayuda a los demás.

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18. Maneja 5 horas solo para verte un minuto.

19. Siempre te da un beso en la mejilla cuando lo siente aunque sus amigos lo estén
viendo.

20. Canta aunque no pueda.

21. Tiene un sentido de humor creativo.

22. Se queda mirándote.

23. Te Llama sin ninguna razón.

24. Deja de Fumar, de beber las drogas porque le importas y te ama tanto que es
capaz de dejarlo todo.

25. Sabe dar lugar a las cosas espirituales en su vida.

Sensibilidad es clave en la vida. Sensibilidad con quienes vivimos es determinante.


Dejemos que la sensibilidad espiritual nos controle.

Cuando perdemos la sensibilidad le abrimos puertas a la crueldad y a la perversidad.

Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para
cometer con avidez toda clase de impureza. Efesios 4:19.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo
por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la
palabra. Efesios 5:25,26.

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TESOROS ESCONDIDOS

La palabra "naufragio" tiene gusto a fracaso y olor a misterio. Las historias que rodean
a la historia de un barco hundido suelen ser tenebrosas y tapizadas de leyendas y
coincidencias que desafían la imaginación. Simplemente no hay mares sin sal, ni
naufragios sin misterios.

Corría el siglo XVII y América sangraba oro, plata y joyas preciosas que abultaban las
repletas arcas de los reyes de España. Las siluetas de los galeones se recortaban
amenazantes en los atardeceres del Mar Caribe. Su misión era transportar el producto
por aguas colmadas de peligrosos y desconocidos escollos.

Los tripulantes se debatían entre la ambición y la carga máxima que un barco de la


época podía transportar. La ambición solía ganar.

El 4 septiembre de 1622 una flota de 28 embarcaciones partían desde La Habana


hacia España, en sus bodegas rebosantes se apiñaba plata de Perú y México, oro y
esmeraldas de Colombia, perlas de Venezuela, los tesoros de un imperio que se
hundía con la conquista. Pero no todos los barcos llegarían a destino.

El 6 de septiembre la flota sería alcanzada por un feroz huracán que asesinaría a ocho
de sus embarcaciones, entre ellas Nuestra Señora de Atocha que se fue al fondo
llevando consigo 265 almas. Sólo lograron salvarse del violento naufragio tres
marineros y dos esclavos.

Un segundo huracán ocurrido un mes después esparciría aún más los restos de la
nave y su preciosa carga. Pese a los esfuerzos españoles por recuperar el botín,
parecía que el Atocha había sido definitivamente tragado por el mar y había
desaparecido para siempre.

Mel Fisher no era sólo un buscador de tesoros, ni un buzo avezado, era además un
hombre obsesivo y persistente. Decidido a encontrar los restos del Atocha empleó 16
años de su vida en los que formó un equipo de buzos para desanudar la historia. La
férrea voluntad de Fisher finalmente dio sus frutos.

El 20 de julio 1985 el detector de metales del barco de Fisher enloqueció. Dos buzos

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bajaron a investigar y sólo se encontraron con un arrecife en forma de pirámide
alargada, rasparon una de las "piedras" y descubrieron que se trataba de barras de
plata apiladas.

El galeón de madera había desaparecido por completo y el tesoro quedaba expuesto a


pocos metros por debajo de las transparentes aguas. El Atocha había sido encontrado
después de permanecer cautivo del mar por 363 años.

Lo que siguió fue el rescate de un fantástico tesoro conformado por 1.041 barras de
plata, 77 lingotes y discos de oro, varias cajas con 3.000 monedas de oro cada una,
3.000 esmeraldas colombianas y 85.000 objetos preciosos como cadenas y crucifijos
de oro. Se trataba, nada menos, que del tesoro rescatado más grande de la historia
después del descubrimiento de la tumba de Tutankamon.

Impresionante si se tiene en cuenta que el Atocha era apenas una de las 28 naves de
la flota...

Entre los objetos había una copa hecha en oro contra conjuros a la que se le atribuía el
poder de absorber los venenos que tuviera la bebida. Sin duda cada uno de los
artículos rescatados tenía su propia historia de misterio y leyenda y no sólo habían
tomado la vida de los 265 marineros si no la de miles de nativos que se emplearon
para su extracción y fabricación. Ni siquiera Mel Fisher quedó fuera de la carga de
misterios y coincidencias, ya que su nacimiento se produjo el 21 de agosto de 1922,
apenas 16 días antes de cumplirse exactamente 300 años del naufragio.

Curiosamente, un día por cada año que le demandó la búsqueda.

Hay quienes aseguran que aún quedan riquezas del Atocha esparcidas en el fondo y
quienes aún están buscando los restos de las otras siete naves hundidas. Pero hay
más, muchas más.

El mar, ambicioso al fin, esconde los tesoros más fantásticos en la colección naval más
grande con la que se pueda soñar. Entre sus aguas duerme pacientemente la historia
de la humanidad, esperando por siglos en el fondo de coral a aquel que se anime a
arrebatársela y la regrese a la superficie rodeada de leyendas y misterios.

Tito Rodríguez
Director Instituto Argentino de Buceo

Pero no solo el Mar esconde Tesoros que pueden ser rescatados. Nuestro Salvador
Jesús y su bendita Palabra también tiene tesoros que pueden ser hallados por
aquellos que se deciden a ir de la superficie a las profundidades divinas. Todo puede
cambiar en tu vida con esos tesoros.

"¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis tesoros?. Deuteronomio 32:34.

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Llamarán a los pueblos al monte; allí ofrecerán sacrificios de justicia, pues disfrutarán
de la abundancia de los mares, y de los tesoros escondidos en la arena. Deuteronomio
33:19.

¡Con tu mano, Señor, sálvame de estos *mortales que no tienen más herencia que
esta vida! Con tus tesoros les has llenado el vientre, sus hijos han tenido abundancia, y
hasta ha sobrado para sus descendientes. Salmo 17:14.

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EN LOS ZAPATOS DEL OTRO

Bill Andrews era un tipo grande, torpe y poco atractivo. Se vestía extrañamente con
ropa que no le quedaba bien. Había varios tipos que pensaban que era divertido
burlarse de él. Un día uno de ellos notó un pequeña rotura en su camisa y le dio un
jaloncito. Otro obrero en la fábrica agregó su poquito y en poco tiempo había una
exhibición de jirones.

Bill siguió con su trabajo y al pasar demasiado cerca a una banda transportadora, uno
de los jirones de su camisa fue atrapado por la maquinaria. En fracciones de Segundo,
la manga y Bill estaban en problemas. Las alarmas sonaron, los interruptores fueron
accionados y se evitó el problema.

El capataz, sin embargo, al tanto de lo que había pasado, convocó a los hombres y
relató esta historia: En mis días mozos, trabajé en una pequeña fábrica. Allí fue donde
primero conocí a Mike Havoc. Era grande e ingenioso, siempre haciendo chistes y
travesuras.

Mike era un líder. Entonces también había un Pete Lumas. Él siempre le seguía la
corriente a Mike. Era un seguidor. Y también estaba un hombre llamado… Jake.

Él era un poco más Viejo que el resto de nosotros --callado, inofensivo y apartado.
Siempre almorzaba solo. Siempre vistió los mismos pantalones parchados por tres
años seguidos. Nunca se unía a los juegos del mediodía: luchas, herraduras, y cosas
similares.

Se veía indiferente, más bien siempre sentado bajo un árbol en silencio.

Jake era el blanco natural para chistes prácticos. Solía encontrar una rana viva en su
porta-vianda o a un roedor muerto en su sombrero. Pero siempre lo tomaba con buen
humor.

Entonces, un otoño, cuando las cosas estaban lentas, Mike tomó unos días libres para
ir de caza. Pete se le unió, por supuesto. Y nos prometieron a todos que si cazaban
algo, nos traerían a cada uno una parte. Así que todos nos entusiasmamos cuando

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oímos que habían regresado y que Mike había cazado un venado grande. Oímos más
que eso.

Pete nunca podía reservarse nada, y nos dejó saber que tenían una gran broma
preparada para Jake. Mike había cortado al bicho y había hecho un paquete agradable
para cada uno de nosotros. Y, para divertirnos, había guardado las orejas, la cola y las
pezuñas --sería tan divertido cuando Jake las abriese.

Mike distribuyó sus paquetes durante el almuerzo. Cada uno de nosotros recibió una
buena pieza, la abrimos y se lo agradecimos. El paquete más grande lo guardó para el
final. Era para Jake.

Pete estaba a punto de estallar y Mike se veía muy satisfecho. Como siempre, Jake
estaba sentado solo; estaba en el extremo más lejano de la gran mesa.

Mike empujó el paquete donde él pudiese alcanzarlo; y todos nos sentamos a esperar.
Jake nunca decía mucho. Uno pudiera nunca darse cuenta de que él estaba presente
por "su mucho hablar". En tres años nunca habría pronunciado cien palabras. Así que
nos asombramos con lo que pasó a continuación.

Él tomó el paquete con firmeza y se puso lentamente de pie. Le sonrió ampliamente a


Mike --y fue entonces que nos dimos cuenta de que sus ojos relucían. Su manzana de
Adán tembló de arriba a abajo por un momento hasta que recobró el control de sí
mismo.

"Sabía que no me olvidarían", dijo agradecido; "¡sabía que lo harían! Ustedes son
grandes y juguetones, pero sabía que tenían un buen corazón". Tragó nuevamente y
entonces se dirigió al resto de nosotros.

"Sé que no he sido muy amistoso con ustedes, pero nunca quise ser rudo. Verán, tengo
nueve chicos en casa --y una esposa que ha estado inválida-- en cama por los últimos
cuatro años. Nunca se va a mejorar. Y algunas veces, cuando se siente realmente mal,
tengo que estar a su lado toda la noche para cuidarla. Y la mayor parte de mi salario
tengo que gastarlo en médicos y medicamentos. Los muchachos hacen lo que pueden
para ayudar, pero a veces ha sido difícil poner alimento en sus bocas".

"Quizás piensen que es tonto de mi parte el que coma solo. Bueno, reconozco que me
he avergonzado un poco de mí mismo porque no siempre tengo algo en mi
emparedado. O, como hoy --tal vez solo hay un nabo crudo en mi porta-vianda. Pero
quiero que sepan que esta carne realmente significa mucho para mí. Quizás más que a
nadie aquí porque esta noche mis muchachos", se secó la humedad de sus ojos con el
dorso de su mano, "...esta noche mis muchachos van a tener una buena…" Tensó la
cuerda del paquete.

Habíamos estado observando a Jake con tanta atención que no le habíamos prestado

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mucha a Mike y Pete. Pero todos los observamos ahora, porque ambos se lanzaron al
mismo tiempo a agarrar el paquete. Pero llegaron muy tarde. Jake había roto el
envoltorio y ya estaba revisando su regalo.

Examinó cada pezuña, cada oreja, y entonces levantó la cola que se colgaba blanda.
Debía haber sido tan divertido, pero nadie se rió --ninguno en absoluto. Pero la parte
más difícil fue cuando Jake levantó la mirada e intentó sonreír.

Aquí fue donde el capataz dejó la historia y a sus hombres. No tuvo que decir nada
más; pero fue gratificante observar que mientras cada hombre comió su almuerzo ese
día, compartió con Bill Andrews y uno de ellos aun le ofreció su camisa.

Muchas veces no entendemos por qué tal persona es callada, no ríe, parece raro o
como que no encaja en el grupo, y la verdad es que desconocemos mucho de esa
persona, cuando nos acercamos y nos enteramos que viven o sufren y nos ponemos
en sus zapatos, entenderemos su corazón. No los ignoremos, acerquémoslos hoy a
ellos y quizás nos sorprendamos.
Porque él dice a Moisés: TENDRÉ MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA, Y
TENDRÉ COMPASIÓN DEL QUE YO TENGA COMPASIÓN. Romanos 9:15.

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LA PINTURA DEL HIJO

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección;
desde Rafael hasta Picasso. Muy a menudo, se sentaban juntos a admirar las grandes
obras de arte, desgraciadamente, el hijo fue a la guerra.

Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado.

El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo. Un mes


más tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran
paquete en sus manos dijo al padre: Señor, usted no me conoce, pero yo soy el
soldado por quien su hijo dio la vida.

Él salvó muchas vidas ese día, me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala
le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente. Él hablaba muy a menudo de
usted y de su amor por el arte. El muchacho extendió los brazos para entregar el
paquete: Yo sé que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que a su
hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto."

El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. Él
contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la
personalidad de su hijo en la pintura.

El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos
propios se arrasaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el
cuadro.

"Oh no, Señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mi. Es un regalo."

El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los
visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de
mostrar su famosa galería.

El hombre murió unos meses más tarde y se anunció una subasta con todas las
pinturas que poseía. Mucha gente importante e influyente acudió con grandes

47
expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección. Sobre la plataforma
estaba el retrato del hijo.

El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta. "Empezaremos los remates
con este retrato del hijo, ¿quién ofrece por este retrato?"

Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación grito: "Queremos
ver las pinturas famosas, Olvídese de esa".

Sin embargo el subastador persistió: "Alguien ofrece algo por esta pintura? ¿$100.00?
$200.00?"

Otra voz gritó con enojo: "No venimos por esa pintura, Venimos por los Van Goghs, los
Rembrandts. Vamos a las ofertas de verdad".

Pero aun así el subastador continuaba su labor: "El Hijo, El Hijo, Quien se lleva El hijo?"

Finalmente una voz se oyó desde atrás, el viejo jardinero del padre y del hijo. Siendo
un hombre muy pobre, era lo único que podía ofrecer.

"Tenemos $10 Quien da $20?", grito el subastador."

La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura de "El Hijo". Querían las
que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones.

El subastador golpeó por fin el mazo: "Va una, van dos, VENDIDA por $10"

Empecemos con la colección, gritó uno".

El subastador soltó su mazo y dijo: "Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la
subasta llegó a su final".

"Pero, y las pinturas?", dijeron los interesados.

Lo siento, "Contesto el subastador; Cuando me llamaron para conducir esta Subasta,


se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño. Yo no tenía permitido
revelar esta estipulación hasta este preciso momento. Solamente la pintura de "EL
HIJO" seria subastada.

Aquel que la aceptara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre,
incluyendo las famosas pinturas. El hombre que aceptó quedarse con "EL HIJO" se
queda con TODO".

REFLEXION: Dios nos ha entregado a su Hijo, quien murió en una cruz hace 2,000

48
años. Así como el subastador, su mensaje hoy es: "EL HIJO, EL HIJO, ¿QUIEN SE LLEVA
EL HIJO?" Quien ama al Hijo lo tiene todo. Mateo 6:33, "Buscad primero su Reino y su
justicia, y todas esas cosas, se os darán por añadidura."

Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de
su padre David. Lucas 1:32.

--¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? --le preguntaron a una voz. --Ustedes mismos lo
dicen. Lucas 22:70.

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios. Juan 1:12.

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EL ARCO IRIS

Los colores riñeron, todos decían ser el mejor.

El verde dijo: “Soy símbolo de la vida y esperanza. Cubro el campo y las hojas”.

El azul interrumpió: “Tu solo piensas en la tierra, pero también debes pensar en el cielo
y el mar. El agua es el fundamento de la vida. El cielo da espacio, paz y serenidad”.

El amarillo dijo: “Ustedes son tan serios; yo traigo risa y alegría. El sol es amarillo; al
mirar un girasol todos sonríen, sin mí no habría diversión”.

El anaranjado replico “Yo soy el color de la salud y la fortaleza. Llevo las vitaminas más
importantes, piensen en la zanahoria y naranja. Cuando lleno el cielo y el amanecer o a
la caída del sol, mi belleza es la más impresionante”.

El rojo grito: “Soy el que gobierna, soy la sangre de la vida. Estoy dispuesto a luchar por
la causa, traigo el fuego de la sangre, soy la pasión y el amor”.

El violeta dijo “Soy de la realeza, el poder. Los reyes, comandantes y obispos siempre
me han escogido porque soy el símbolo de autoridad y sabiduría, la gente me escucha
y obedece”.

Finalmente el añil habló: “Soy el color del silencio difícilmente me notaré pero sin mi
todo sería mas superficial. Represento el pensamiento y la reflexión”.

Los colores siguieron alardeando, cuando hubo un destello sorprendente. La lluvia


comenzó a caer implacable, los colores se agacharon y con temor se acercaba el uno
con el otro para abrigarse.

La lluvia dijo: “Ustedes, colores necios, luchan entre sí cada uno tratando de dominar
al resto. ¡No saben que cada uno fue hecho con un propósito especial único y
diferente! Tómense de las manos y vengan a mi”.

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La lluvia continuó: “De ahora en adelante cuando llueva se unirán y cruzaran el cielo
formando un gran arco de color como recuerdo que todos pueden vivir en paz”.

El arco iris es símbolo de esperanza para el mañana, así que cada vez que la lluvia
baña la tierra, un arco iris nace en el cielo ayudándonos a recordar que Dios pide
amarnos unos a otros.

Dios nos ha hecho diferentes, pero cuando estamos unidos creamos la más grande
acuarela, la cual en las manos del gran Maestro producirá las majestuosa pintura de la
Unidad.

He colocado mi arco iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la
tierra. Génesis 9:13.

Cada vez que aparezca el arco iris entre las nubes, yo lo veré y me acordaré del pacto
que establecí para siempre con todos los seres vivientes que hay sobre la tierra.
Génesis 9:16.

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LA ISLA

“Érase una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos. La ALEGRÌA, la
TRISTEZA y muchos más incluyendo el AMOR. Un día, se les informó a los moradores
que la isla se iba a hundir. Todos los sentimientos de apresuraron en salir de la isla y
se metieron en un barco listo para partir.

Pero el AMOR se quedó porque quería quedarse un rato más, con la isla que tanto
amaba, antes que se hundiera.

Cuando por fin se estaba casi ahogando, el AMOR comenzó a pedir ayuda. En eso
venía la RIQUEZA y el AMOR le dijo: ¡RIQUEZA, llévame contigo! No puedo hay mucho
oro y plata en mi barco y no tengo espacio para ti.

El AMOR le pidió ayuda a la VANIDAD, que también venía pasando... VANIDAD, ¡por
favor ayúdame! No te puedo ayudar AMOR, ¡tú estás todo mojado y vas a ensuciar mi
barco nuevo!

Entonces el AMOR le pidió ayuda a la TRISTEZA: TRISTEZA, ¿me puedo ir contigo? Ay


AMOR, estoy tan triste que prefiero ir solita.

También pasó la ALEGRIA, pero iba tan alegre, que ni oyó al AMOR clamar por ayuda.
Desesperado el AMOR comenzó a llorar, y ahí fue cuando una voz lo llamó: ¡Ven AMOR
yo te llevo. Era un viejito, pero el AMOR estaba tan feliz que se olvidó preguntar su
nombre.

Al llegar a tierra firme, el AMOR le preguntó a la SABIDURÍA: ¿Quién es el viejito que me


salvo? La SABIDURIA contestó: fue el TIEMPO. Pero, ¿por qué sólo el TIEMPO me quiso
salvar?

La SABIDURÍA respondió: ¡Porque sólo el tiempo es capaz de ayudar y entender al


AMOR!

Autor Desconocido.

Esta es la verdad. El tiempo tiene un tremendo secreto. Cuando estamos


desesperados, el tiempo tiene mucho que enseñarnos. Cuando la oración parece no
ser contestada, el Tiempo tiene mucho que mostrarnos. Date tu Tiempo.

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VERDADERO ÉXITO

“Yo creo que el éxito no está en lo económico. Yo creo que una persona no es de éxito
porque le va bien en los negocios o le va bien profesionalmente o saca 10 en la
escuela. Creo que eso es lo que menos vale.

Lo que vale es tener los pies sobre la tierra, la familia, el concepto de familia, los
amigos. Apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no material, no físico
necesariamente”. Pienso que a este concepto bien le puedo añadir una reflexión que
me regaló mi madre: El éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina.

No se debe a los títulos nobles y académicos que tienes, ni a la sangre heredada o la


escuela donde estudiasteis. No se debe a la dimensiones de tu casa o de cuantos
carros quepan en tu garaje.

No se trata de si eres jefe o subordinado; o si eres miembro prominente de clubes


sociales. No tiene que ver con el poder que ejerces o si eres un buen administrador o
hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces.

No es la tecnología que empleas. No se debe a la ropa que usas, ni a los grabados que
mandas a bordar en tu ropa, o si antes de tu nombre pones las siglas deslumbrantes
que definen tu estatus social. No se tratas de si eres emprendedor, hablas varios
idiomas, si eres atractivo, joven o viejo.

El éxito.... Se debe a cuanta gente te sonríe, a cuánta gente amas y cuántos admiran tu
sinceridad y la sencillez de tu espíritu. Se trata de si te recuerdan cuando te vas.

Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar y si guardas o no rencor en tu


corazón. Si se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños. Si tus logros no
hieren a tus semejantes.

Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás. Es sobre si


usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste a la
naturaleza y a los niños y si te preocupaste por los ancianos.

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Es tu bondad tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la
conducta. No es acerca de cuantos te siguen si no de cuantos realmente te aman.
No es acerca de transmitir, si no cuantos te creen, si eres feliz o finges estarlo. Se trata
del equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bien estar. Se trata de tu
conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser más, y no de tener más.
ESTO ES ÈXITO.

Autor Desconocido.

Éxito comienza cuando comienzo dándole el primer lugar a Dios en todas las áreas de
mi vida. Cuando él es el Señor, toda la perspectiva de la vida cambia.

Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí


mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo
soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho
fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:4-5.

Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para


que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al
Padre en mi nombre os lo conceda. Juan 15:16.

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EL LIMPIA PARABRISAS

Eran cerca de las once de la noche. Hacía algunos minutos había dejado a mi novia en
su casa. El alto me tocó en el semáforo de Plásticos Róbelo.

Una persona caminó hacia el vehículo e inmediatamente puse el seguro. Era un joven
con el rostro sucio que blandía en su mano derecha un trapo pretendiendo limpiar el
parabrisa... Dije que no sin mucho entusiasmo. El insistió y mi paciencia se agotó, sentí
que la sangre se me subía a la cabeza y baje el vidrio de mi ventana y encaré al joven
casi gritándole: ¡Ya te dije que no!

La primera apariencia que me dio fue hule pega, sin embargo al fijarme
detenidamente en su rostro observé que estaba sucio, pálido y con una expresión de
tristeza. Con ese trapo tan sucio dije más bien me vas a ensuciar el vidrio.

Él bajo su cabeza y guardó silencio. La actitud humilde del joven me impactó. Me sentí
incomodo y para tratar de suavizar la situación le dije: Por que no te compras una
palita limpia vidrios y así das un buen servicio. Es que no tengo dinero respondió con
voz suave que parecía un murmullo. Bueno pues ahorra y cómprate uno le respondí.
Levantó los ojo y me dijo: Esta bien señor.

El incidente, quizás por ser algo tan frecuente en nuestra capital, se me olvido. Pasó el
tiempo y una noche, en el mismo semáforo un joven con el cabello al viento y con una
sonrisa contagiosa se me acercó alegremente y me preguntó: Ahora si señor me deja
limpiarle el vidrio.

El joven lucía radiante, como si un rayo de felicidad iluminara su vida. Quedé unos
instantes impávido, hasta que logré reconocerlo. Era el mismo joven de aquel
incidente.

Ahora estaba limpio y blandía en su mano derecha una palita de esa con que limpian
vidrios.

Mire Don, agregó el joven, le hice caso, ahorré y me compré mi limpiador, ahora me va
muy bien. Una carcajada brotó desde mi corazón, era la exhumación de culpa por mi
altanería de algunos meses atrás. Por su puesto respondí y el joven de forma eficiente
limpió el parabrisa. Le pagué por sus servicios y el agradeció gentilmente.

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En la noche repasé los acontecimientos. Ese joven no tenía recursos ni esperanzas.
Pero la necesidad y la voluntad de salir adelante bastaron para asirse de una
posibilidad: cambiar su trapo sucio por un instrumento más eficaz y así mejorar sus
ingresos. Se esforzó y lo logró.

Cuántas veces, me pregunté, muchos de nosotros con más recursos y más estudio,
nos hundimos en el desánimo y caemos en el abandono y negligencia.

Ese joven sencillo, pobre y quizás analfabeto me mostró, con su ejemplo, la luz que
muchas veces necesitamos para ver en medio de la oscuridad del desánimo y la
desesperación para volver a intentarlo de nuevo, para innovar la fe en nosotros
mismos y levantarnos con el éxito, con la victoria.

Autor Desconocido

A veces perdemos la capacidad de ver más allá de lo que está delante de nuestros
ojos. Una persona puede ser desposeída, pero con una gran capacidad para mejorar.
Sólo necesita no alguien quien le grite, si no una mano amiga que la oriente. Hoy
podemos orientar a alguien.

Si ves caído debajo de su carga el asno de uno que te aborrece, no se lo dejarás a él


solo, ciertamente lo ayudarás a levantarlo. Éxodo 23:5.

Cuando vi que ustedes no me ayudarían, arriesgué mi vida, marché contra los


amonitas, y el Señor los entregó en mis manos. ¿Por qué, pues, han subido hoy a
luchar contra mí? Jueces 12:3.

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EL PERRO FIEL

Una pareja de jóvenes tenían varios años de casados y nunca pudieron tener hijos.
Para no sentirse tan solos compraron un cachorro Pastor Alemán, el cual criaron como
si fuera su propio hijo.

El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso Pastor Alemán. El perro


salvó en más de una ocasión a la pareja de ser atacada por los ladrones. Siempre era
un perro fiel a sus dueños contra cualquier peligro.

Luego de 7 años de tener al perro, la pareja logró tener al hijo tan ansiado, la pareja
estaba tan contenta con su nuevo hijo que disminuyeron las atenciones que tenían
para con el perro. Éste se sintió relegado y comenzó a tener celos del bebé. Gruñía
cuando sus dueños paseaban al bebé y no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron
durante 7 años.

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna, mientras


preparaban una carne en la terraza, cual no sería su sorpresa, cuando al dirigirse al
cuarto del bebé, ven al perro con la boca ensangrentada moviendo la cola.

El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma y en el acto mató al perro. Corrieron al
cuarto del bebé y con gran asombro lo encontraron tranquilamente durmiendo. En la
parte debajo de la cuna del bebé encontraron una serpiente degollada.

El dueño lloró amargamente lamentándose: “He matado a mi perro fiel”.

Cuántas veces hemos juzgado injustamente a las personas. Lo que es peor, las
juzgamos y las condenamos sin investigar a qué se debe su comportamiento, cuáles
son sus pensamientos y sentimientos.

A muchos amigos fieles hemos “matado” por no aclarar una situación, muchas veces
las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que
nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordaremos La Historia del
Perro Fiel.

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LA RAÍZ DEL ÉXITO

¿Qué hace la diferencia? ¿Por qué a algunas personas les va tan bien? ¿Será por…

• El trasfondo familiar. Crecer en una buena familia es algo por lo que cualquiera
debería sentirse agradecido, pero no es un indicador confiable de ser la razón para el
éxito. Un alto porcentaje de las personas exitosas viene de hogares destruidos.

• La riqueza. No, algunos de los hombres y mujeres de mayor éxito vienen de la clase
media y de la clase media baja. La riqueza no es un índice de éxito ni la pobreza es
garantía de logros insignificantes.

• La oportunidad. Bueno, la oportunidad es algo muy especial. Dos personas con


dones, talentos y recursos similares pueden observar una situación dada, y una de
ellas verá tremendas oportunidades en tanto que la otra no verá nada. La oportunidad
está en el ojo del observador.

• Una alta moralidad. Me gustaría que esta fuera la clave, pero no lo es. He conocido
personas absolutamente íntegras que han logrado muy poco. Y he conocido
sinvergüenzas de un tremendo éxito. Usted también los conoce.

• La ausencia de dificultades. Por cada persona exitosa que ha esquivado a la


adversidad, hay una Helen Keller que venció incapacidades extremas o un Víctor
Frankl que sobrevivió a horrores absolutos. Así es que tampoco es la ausencia de
dificultades.

No, ninguna de estas cosas es la clave. Para decirlo en forma franca, yo sé sólo de un
factor que separa a los que se distinguen en forma consistente de los que no: La
diferencia entre la gente mediocre y la gente de éxito es su percepción de y su
reacción al fracaso.

Ninguna otra cosa tiene la clase de impacto en la capacidad de las personas de


alcanzar y llevar a cabo cualquier cosa que se propongan y deseen.

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EL ARMENIO JACHADUR KUCHKARYAN

Muy a menudo, en esta vida de acción galopante, me encuentro esbozando frases,


archivando recuerdos e imaginando posibilidades.

¡Pero cuántas veces soy presa fácil del escepticismo, del deseo de abandonarlo todo y
de la necesidad apremiante de ser reconocido, apreciado y valorado! Y así cometo
errores; bajo ese influjo soy seducido por un sinnúmero de ilusiones baratas que sólo
sirven para distraer la atención de aquello que realmente importa.

Tuve el privilegio de conocer al abuelo materno de mi esposa: don Jachadur


Kuchkaryan. Como inmigrante, al igual que muchos otros que arribaron a la Argentina,
supo forjar un destino en esta nación tan lejana a su amada Armenia. Es que
incontables familias, como la de él, tuvieron que abandonar su tierra por causa del
primer genocidio del siglo XX, que dejó un saldo de un millón y medio de armenios
muertos.

Lo conocí en sus años dorados, aquellos en los que se vive despacio, pero al mismo
tiempo de manera apresurada, con menos horas para el sueño y más momentos para
celebrar la vida.

Y aunque ha transcurrido algún tiempo de su partida de este mundo, lo menciono en


estas líneas porque su existencia no pasó desapercibida. Es más, me atrevo a afirmar
que dejó un sello indeleble en la memoria de quienes pudimos conversar con él.

Por favor. Entiéndame. No es que Jachadur publicó su fotografía en la tapa de la


revista más vendida del país, o que ganó algún tipo de premio a la popularidad.
¡Mucho más que eso! Su vida fue un recordatorio constante de aquello que hoy tanto
escasea: genuina espiritualidad, verdadera paz interior y permanente congruencia
entre el decir y el hacer.

Hace algún tiempo redescubrí la siguiente declaración en un libro de mi biblioteca


personal: “No es nada extraño encontrar, tanto en la historia como en la vida actual,
gente relativamente inculta que parece haber descubierto grandes profundidades
espirituales... mientras que hay muchas personas muy educadas de quienes uno saca

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la impresión de que con su mente están realizando ingeniosas payasadas a fin de
tapar un inmenso vacío interior”.

Jesucristo dijo: “Ustedes son como una luz que ilumina a todos. Nadie enciende una
lámpara para meterla debajo de un cajón. Todo lo contrario: la pone en un lugar alto
para que alumbre a todos los que están en la casa. De la misma manera, su conducta
debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios” (Mateo 5.14-
16 (TLA).

Estoy cansado de los revolucionarios de salón, de las verdades de papel, de los


religiosos de bolsillo y de las promesas con aroma a micrófonos, bombos y platillos.
¡Quiero algo más que eso! Anhelo desarrollar una vida cuya existencia sea un aporte
hacia la transformación positiva de nuestro mundo, guiada por los perennes valores
del espíritu. ¡Únase! ¡Transitemos juntos este Camino! Sean testigos con nuestra
manera de vivir.

Cristian Franco

A este Jesús, Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros somos testigos. Hechos 2:32.

Y nosotros somos testigos de estas cosas; y también el Espíritu Santo, el cual Dios ha
dado a los que le obedecen. Hechos 5:32.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Lo
mataron, colgándolo de un madero. Hechos 10:39.

60
Y EL MUNDO ES MÍO

Hoy, viajando en un autobús, vi una hermosa muchacha con cabello de oro, y


expresión de alegría; envidié su hermosura.

Al bajarse, la vi cojear...tenía solo una pierna, y se apoyaba en su muleta, pero sonreía.

¡PERDÒNAME SEÑOR, CUANDO ME QUEJO. TENGO DOS PIERNAS, Y EL MUNDO ES


MIO!

Fui después a comprar unos dulces. Me atendió un muchacho encantador. Hablé con
él; parecía tan contento, que aunque se me hubiera hecho tarde, no me hubiera
importado, ya que al salir, oí que decía: Gracias por charlar conmigo...es usted tan
amable, es un placer hablar con gente como usted...ya ve, soy ciego...

¡PERDÒNAME SEÑOR CUANDO ME QUEJO. YO PUEDO VER, Y, EL MUNDO ES MIO!

Más tarde, caminando por la calle, vi a un pequeño de ojos azules que miraba jugar a
otros niños, sin saber que hacer. Me acerqué y le pregunté: ¿Por qué no juegas con
ellos? Siguió mirando hacia adelante sin decir una palabra: entonces comprendí que
no escuchaba.

¡PERDÒNAME SEÑOR CUANDO ME QUEJO. YO PUEDO ESCUCHAR, Y, EL MUNDO ES


MIO!

Tengo piernas para ir a donde quiero, ojos para ver los colores del atardecer...Oídos
para escuchar las cosas que me dicen. ¡PERDÒNAME SEÑOR CUANDO ME QUEJO. LO
TENGO TODO, Y, EL MUNDO ES MIO!

Autor Desconocido.

A veces tenemos oídos y no oímos, ojos y no vemos. Necesitamos tener corazón activo
para ser agradecidos.

Pero otra parte cayó en buen terreno; así que brotó y produjo una cosecha del ciento
por uno." Dicho esto, exclamó: "El que tenga oídos para oír, que oiga." Lucas 8:8.

61
NOTICIA INSÓLITA

Vas en tu auto rumbo a casa. Piensas en el juego que quieres ver o en la comida que
te gustaría comer cuando de pronto un sonido que no puedes identificar llena el aire.

El sonido viene de lo alto. ¿Una trompeta? ¿Un coro? ¿Un coro de trompetas? No
sabes, pero quieres salir de dudas. De modo que te detienes, sales del auto y miras
hacia arriba. Te das cuenta que no eres el único curioso. La carretera se ha
transformado en una playa de estacionamiento. Los autos con las puertas abiertas y la
gente mirando al cielo.

Clientes salen de las tiendas. Se detiene el juego de béisbol de la liga infantil que se
desarrollaba al otro lado de la calle. Jugadores y sus padres miran las nubes.

Y lo que ellos ven, y lo que tú ves, nunca se ha visto antes.

Como si el cielo fuera una cortina, la atmósfera se abre. Una luz brillante se proyecta
hacia la tierra. No hay sombras. Ni una sola sombra.

De donde sale la luz empieza a surgir un río de color: agujas de cristal de todos los
matices jamás vistos. Y cabalgando sobre aquel mar de colores un ejército
interminable de ángeles. Pasa a través de las cortinas una miríada de ellos al mismo
tiempo, hasta que llenan cada pulgada cuadrada del cielo. Norte. Sur. Este. Oeste.

Miles de alas plateadas suben y bajan rítmicamente y sobre el sonido de las trompetas
se puede oír a los querubines y serafines, cantando: «Santo, santo, santo».

El flanco final de ángeles es seguido por veinticuatro ancianos de barba plateada y una
multitud de almas se unen a los ángeles en adoración.

El movimiento se detiene y las trompetas callan. Se oye únicamente la triunfante


tripleta: «Santo, santo, santo».
Entre cada palabra hay una pausa. Con cada palabra, una profunda reverencia.
Escuchas tu voz uniéndose al coro. No sabes por qué dices esas palabras, pero sabes
que debes decirlas.

62
De pronto, los cielos se aquietan. Los ángeles se vuelven, tú te vuelves, todo el mundo
se vuelve, y ahí está Él.

Jesús.

A través de las ondas de luz ves la silueta de la figura de Cristo el Rey.

Está parado sobre un gran semental, y el semental está sobre una nube inflamada. Él
abre su boca, y sientes que cae sobre ti como un manto su declaración: «Yo soy el Alfa
y la Omega».

Los ángeles inclinan sus cabezas. Los ancianos se quitan sus coronas. Y ante ti hay
una figura tan arrobadora que lo sabes, instantáneamente lo sabes: Nada más
importa. Las acciones en el mercado bursátil o las notas en el colegio; reunión de
vendedores y resultados del juego de fútbol.

Nada tiene importancia. Todo aquello que importaba ya no importa más, porque Cristo
ha llegado...

Lucado, Max: Cuando Cristo Venga. Caribe-Betania Editores, 2001.

Noticia Insólita, pero cierta, Un día sucederá. Lo creas o no. Será la noticia más
Insólita. ¿Estás preparado para no ser un mero espectador, sino un actor junto con él
en esta noticia?

Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con él a los que
durmieron en Jesús.

Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos
vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que
durmieron.

Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y
con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero.
Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así
estaremos con el Señor siempre. 1ª Tesalonicenses 4:14-17.

63
MOMENTOS DE MEDITACIÓN

La gente está donde está porque allí es que realmente desean estar, ya sea que lo
admitan o no. --Earl Nightingale

Una de las cosas más trágicas que conozco de la naturaleza humana es que todos
tendemos a posponer el vivir. Todos soñamos de algún jardín de rosas mágico más allá
del horizonte en vez de disfrutar de las rosas que florecen fuera de nuestras ventanas
hoy. --Dale Carnegie

La vida está compuesta de millones de momentos, pero vivimos tan solo uno de ellos a
la vez. Al comenzar a cambiar este momento, comenzamos a cambiar nuestras vidas. -
-Trinidad Hunt

Si vamos a lograr excelencia en cosas grandes, desarrollemos el hábito en asuntos


pequeños. La excelencia no es una excepción, es una actitud prevaleciente. --Colin
Powell

Comencemos haciendo lo que es necesario; luego, lo que es posible y, de repente,


estaremos haciendo lo imposible. --Saint Francis

No es lo que nos pasa, es lo que hacemos al respecto lo que hace la diferencia. --W.
Mitchell

Los errores son dolorosos cuando ocurren, pero años después, esa misma colección
de errores es a lo que se llama experiencia. --Denis Waitley

La habilidad para disciplinarnos a nosotros mismos a retrasar la gratificación a corto


plazo para disfrutar recompensas mayores a largo plazo es un prerrequisito
indispensable para el éxito. --Brian Tracy

El éxito pareciera ser mayormente un asunto de perseverar cuando otros se han


rendido. --William Feather

Tratemos a la gente como si fueran lo que deberían ser y les ayudaremos a llegar a ser
lo que son capaces de ser. --Johann Wolfgang von Goethe

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Hagámonos responsables por un más alto estándar que el que nadie espere de
nosotros y nunca nos disculpemos por ello. --Henry Ward Beecher

Nunca seremos la persona que podemos ser si la presión, la tensión y la disciplina son
quitadas de nuestra vida. --James G. Bilkey

Sólo el hombre tiene el poder de transformar sus pensamientos en realidad física; sólo
el hombre puede soñar y hacerlos realidad. --Napoleón Hill (1883-1970, conferencista
y escritor estadounidense)

Siempre mantengamos en mente que nuestra decisión de triunfar es más importante


que cualquier otra cosa. --Abraham Lincoln

Sanémonos a nosotros mismos antes de sanar a otros. --Proverbio africano

Meditación es clave en la vida. Necesitamos de vez en cuando sentarnos y meditar en


lo que otros han dicho a través de sus experiencias. Pero sobre todo aprendamos a
meditar en Dios y en su Palabra.

Y por la tarde Isaac salió a meditar al campo; y alzó los ojos y miró, y he aquí, venían
unos camellos. Génesis 24:63.

Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR
todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en
su templo. Salmo 27:4.

65
UNIVERSIDAD DEL FRACASO

Una experiencia que tuve en la universidad, junto con la forma que reaccioné a ella, es
típica de lo que muchos estudiantes enfrentan.

El primer día de mi primer año en la universidad, el profesor entró a la clase de historia


de las civilizaciones y con energía, dijo: «La mitad de ustedes no aprobará esta clase».

¿Cuál fue mi primera reacción? ¡Miedo! Hasta entonces, nunca había tenido un fracaso
en mis estudios. Y no quería empezar ahora, de manera que la primera pregunta que
me hice fue: «¿Qué querrá el profesor?»

La universidad se transformó en un juego que yo quería ganar.

Recuerdo que una vez memoricé ochenta y tres fechas para un examen porque mi
profesor creía que si se podían citar fechas era porque la materia se dominaba.
Conseguí una A en ese examen, pero tres días más tarde, había olvidado toda la
información.

Me las arreglé para evitar el fracaso que temía, pero en realidad no logré nada.

¿Qué es un fracaso?

Cuando era niño, yo creía que era un porcentaje. Menos de sesenta y nueve significaba
fracaso. Setenta para arriba significaba éxito. Ese pensamiento no me ayudó.

El fracaso no es un porcentaje ni un examen. No es un hecho aislado. Es un proceso.

No estaba preparado para el fracaso.

Cuando me gradué de la universidad, lo hice entre el cinco por ciento mejor de la


clase. Pero eso no quería decir nada.

Había jugado con éxito el juego de la escuela y había absorbido un montón de


información. Pero no estaba preparado para lo que me esperaba más adelante.

66
Maxwell, John C.: El Lado Positivo Del Fracaso. Thomas Nelson, Inc., 2000

La Vida tiene altos y bajos. Y las dos cosas son la mejor Universidad de la Vida. Esta
Universidad nos prepara para el Éxito y para el Fracaso.

Lo importante es no perder ninguna lección y aplicarla de manera práctica en la vida.

Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad.


Proverbios 18:12.

Los planes bien pensados: ¡pura ganancia! Los planes apresurados: ¡puro fracaso!
Proverbios 21:5.

67
EL PAN DE CRISTO

Una fría tarde de invierno Víctor se encontraba en las inmediaciones de un club


privado cuando observó a un hombre y su esposa que entraban al mismo.

Víctor le pedía al hombre unas monedas para poder comprarse algo de comer.

Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio -replicó éste.

La mujer, que oyó la conversación, preguntó:

-¿Qué quería ese pobre hombre?

-Dinero para una comida. Dijo que tenía hambre -respondió su marido.

-Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida suntuosa que no necesitamos y


¡Dejar a un hombre hambriento aquí afuera!

-¡Hoy en día hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dinero para beber.

-¡Yo tengo un poco de cambio! Le daré algo.

Aunque Víctor estaba de espaldas a ellos, oyó todo lo que dijeron.

Avergonzado, quería alejarse corriendo de allí, pero en ese momento oyó la amable voz
de la mujer que le decía:

-Aquí tiene unas monedas. Consígase algo de comer. Aunque la situación está difícil,
no pierda las esperanzas. En alguna parte hay un empleo para usted. Espero que
pronto lo encuentre.

-¡Muchas gracias, señora! Me ha dado usted ocasión de comenzar de nuevo y me ha


ayudado a cobrar ánimo.

Jamás olvidaré su gentileza.

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-Estará usted comiendo el pan de Cristo. Compártalo -dijo ella, con una cálida sonrisa
dirigida más bien a un hombre y no a un mendigo.

Víctor sintió como si una descarga eléctrica le recorriera el cuerpo.

Encontró un lugar barato donde comer, gastó la mitad de lo que la señora le haba
dado y resolvía guardar lo que le sobraba para otro día. Comerá el
pan de Cristo dos días. Una vez más, aquella descarga eléctrica corría por su interior.
¡El pan de Cristo!

-¡Un momento! -pensó-. No puedo guardarme el pan de Cristo solamente para mí


mismo.

Le parecía estar escuchando el eco de un viejo himno que había aprendido en la


escuela dominical. En ese momento pasó a su lado un anciano.

-Quizás ese pobre anciano tenga hambre -pensó-. Tengo que compartir el pan de
Cristo.

-Oiga -exclamó Víctor-. ¿Le gustaría entrar y comerse una buena comida?

El viejo se dio vuelta y lo miró con descreimiento.

-¿Habla usted en serio, amigo? El hombre no daba crédito a su buena fortuna hasta
que se sentó a una mesa cubierta con un hule y le pusieron delante un plato de guiso
caliente.

Durante la cena, Víctor notó que el hombre envolvía un pedazo de pan en su servilleta
de papel.

-¿Está guardando un poco para mañana? -le preguntó.

-No, no. Es que hay un chico que conozco por donde suelo frecuentar.

Lo ha pasado mal últimamente y estaba llorando cuando lo dejé.

Tenía hambre. Le voy a llevar el pan.

El pan de Cristo. Recordó nuevamente las palabras de la mujer y tuvo la extraña


sensación de que había un tercer Convidado sentado a aquella mesa. A lo lejos las
campanas de una iglesia parecían entonar a sus dos el viejo himno que le había
sonado antes en la cabeza. Los dos hombres llevaron el pan al niño hambriento, que
comenzó a engullírselo. De golpe se detuvo y llamó a un perro, un perro perdido y
asustado.

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-Aquí tienes, perrito. Te doy la mitad -dijo el niño.

El pan de Cristo. Alcanzará también para el amigo cuadrúpedo.

El niño había cambiado totalmente de semblante. Se puso de pie y comenzó a vender


el periódico con entusiasmo.

-Hasta luego -dijo Víctor al viejo-. En alguna parte hay un empleo para usted. Pronto
dará con el. No desespere.

¿Sabe? -su voz se tornó en un susurró-. Esto que hemos comido es el pan de Cristo.
Una señora me lo dijo cuando me dio aquellas monedas para comprarlo. El futuro nos
deparará algo bueno!

Al alejarse el viejo, Víctor se dio vuelta y se encontró con el perro que le olfateaba la
pierna.

Se agachó para acariciarlo y descubrió que tenía un collar que llevaba grabado el
nombre del dueño. Víctor recorrió el largo camino hasta la casa del dueño del perro y
llamó a la puerta. Al salir éste y ver que había encontrado a su perro, se puso
contentísimo.

De golpe la expresión de su rostro se tornó seria. Estaba por reprocharle a Víctor que
seguramente había robado el perro para cobrar la recompensa, pero no lo hizo.

Víctor ostentaba un cierto aire de dignidad que lo detuvo.

En cambio dijo: -En el periódico vespertino de ayer ofrecí una recompensa.

¡Aquí tiene!

Víctor miró el billete medio aturdido.

-No puedo aceptarlo -dijo quedamente-. Solo quería hacerle un bien al perro.

-Téngalo! Para mi lo que usted hizo vale mucho más que eso. ¿Le interesará un
empleo? Venga a mi oficina mañana. Me hace mucha falta una persona
íntegra como usted.

Al volver a emprender Víctor la caminata por la avenida, aquel viejo himno que
recordaba de su niñez volvió a sonarle en el alma.

Se titulaba "Comerte el Pan de Vida"...

70
"NO OS CANSEIS DE DAR, PERO NO DEIS LAS SOBRAS, DAD HASTA SENTIRLO, HASTA
QUE DUELA".

QUE EL SEÑOR NOS CONCEDA LA GRACIA DE TOMAR NUESTRA CRUZ Y SEGUIRLO,


AUNQUE DUELA.

Enviado por Alicia.

"Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la


fundación del mundo. "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me
disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis;
enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí." Entonces los justos le
responderán, diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o
sediento, y te dimos de beber? "¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o
desnudo, y te vestimos? "¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?"
Respondiendo el Rey, les dirá: "En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de
estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis." Mateo 25:34-40.

71
LA PREGUNTA MÁS DIFÍCIL

La paternidad está llena de desafíos. ¿Quién de nosotros no ha tenido que responder a


las preguntas que nos hacen nuestros hijos?

«Papi, ¿por qué no puedo tener dos perritos?»

«Si ustedes se casaron a los dieciocho, ¿por qué yo no?»

«Papá, ¿qué es la Viagra?»

Tales preguntas harían tartamudear a un sabio. Sin embargo, empalidecen


comparadas con la que hace un niño durante un viaje.

En una encuesta llevada a cabo por Lucado y Amigos (yo entrevisté a un par de
personas en el pasillo) me encontré con la pregunta más complicada que padre alguno
haya tenido que responder.

¿Cuál es la pregunta más temida por mamás y papás?

Es la que hizo un niño de cinco años durante un viaje: «¿Cuánto falta todavía?»

Póngannos problemas de geometría y sexualidad, pero no hagan a los padres


responder a la pregunta: «¿Cuánto falta todavía?»

Porque es una pregunta imposible. ¿Cómo hablar de tiempo y distancia a alguien que
no entiende de tiempo y distancia? El padre novato asume que los hechos serán
suficientes: «Trescientos ochenta kilómetros». ¿Pero qué es un kilómetro para un niño
que no tiene edad ni siquiera para el jardín infantil? ¡Nada! ¡Es como hablarle en chino!

El niño entonces pregunta: «¿Cuánto son trescientos ochenta kilómetros?» Ante esta
pregunta, sientes la tentación de ser un poco más técnico y entonces explicas que un
kilómetro equivale a mil metros, de modo que trescientos ochenta kilómetros
multiplicados por mil metros equivalen a trescientos ochenta mil metros. No alcanzas
a terminar la frase cuando el niño se desconecta. Se queda quietecito hasta que tú te
tranquilizas y luego te pregunta: «Papá, ¿cuánto falta todavía?»

72
El mundo de un pequeñín está deliciosamente libre de cuenta kilómetros y relojes de
alarma. Le puedes hablar de minutos y kilómetros, pero el niño no capta tales
conceptos. ¿Qué hacer entonces?

La mayoría de los padres recurren a la creatividad. Cuando nuestras hijas eran bebés,
les encantaba ver la película La sirenita. Así es que Denalyn y yo usábamos la película
como una economía de escala. «Como si vieran tres veces seguidas La sirenita».

Y por unos cuantos minutos, aquello parecía funcionar. Sin embargo, tarde o
temprano, la pregunta volvía. Y tarde o temprano, decíamos lo que todos los padres
dicen: «Sólo confía en mí. Disfruta del viaje y no te preocupes por los detalles. Te
aseguro que regresaremos bien a casa».

Y nos esforzamos para que así sea. No queremos que nuestros hijos se compliquen
con los detalles. De modo que les decimos: «¡Confíen en nosotros!» ¿Suena familiar?
Posiblemente. Jesús nos ha dicho lo mismo. Justo antes de su crucifixión, dijo a sus
discípulos que los dejaría. «A donde yo voy [Pedro] no me puedes seguir ahora; mas me
seguirás más tarde» (Juan 13:36).

Tales palabras dieron origen a algunas preguntas. Pedro habló por sus compañeros y
preguntó: «Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora?» (v. 37).

Dime si la respuesta de Jesús no refleja la ternura de un padre hacia su hijo: «No se


turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre
muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar
lugar para vosotros... vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, vosotros también estéis» (Juan 14:1–3).

Lucado, Max: Cuando Cristo Venga. Nashville: Caribe-Betania Editores.

Definitivamente en la vida Cristiana un elemento vital es creer, confiar y tener Fe en


quien es nuestro Salvador. Muchas preguntas que tienes si Dios te las contestara no
podrías entender sus respuestas y Él te dice, No se turbe tu corazón, cree en mí.

73
LA PERSISTENCIA DE MARY KAY ASH

Cuando pienso en las personas que han enfrentado problemas y han salido
triunfantes, una de las primeras que vienen a mi mente es Mary Kay Ash.

Ella ha levantado una tremenda organización. Durante los cuatro o cinco últimos años,
he tenido muchas oportunidades de hablar sobre liderazgo a las personas de su
compañía de cosméticos. De hecho, al viajar a través del país dictando conferencias y
llevando a cabo seminarios, pareciera que no importa dónde yo hable, siempre hay
entre los asistentes a lo menos una docena de consultores de Mary Kay.

Admiro a Mary Kay. Ella venció una serie de obstáculos en su carrera y nunca dejó que
los fracasos destruyeran lo mejor de ella. El primer trabajo de Mary Kay fue en ventas
directas donde alcanzó un notable éxito. Allí encontró que para una mujer era difícil
progresar en el mundo de las grandes corporaciones, especialmente en los años
cincuenta y comienzo de los sesenta, aun después de veinticuatro años de éxitos. Ella
dice:

Traté de llegar a ser miembro de la junta de directores de la compañía, solo para


descubrir que aun cuando nuestro equipo de ventas estaba formado totalmente por
mujeres, dirigido por una junta formada solo por hombres, mi opinión no tenía ningún
peso. Constantemente me decían: «¡Mary Kay, de nuevo estás pensando como una
mujer!» Sentía el rechazo en la peor de las formas. Así es que decidí retirarme.

Su retiro no duró mucho. Antes que transcurriera un mes, se volvió como loca. Decidió
comenzar su propia compañía. Si iba a tener que enfrentar obstáculos, estos estarían
allí porque venían con ella. Pensó en una compañía de cosméticos porque daría a cada
mujer que trabajara allí oportunidades ilimitadas. Compró las fórmulas de los mejores
productos que pudo encontrar en el mercado, elaboró un plan de mercadeo y se
preparó para lanzar la corporación.

No pasó mucho tiempo antes que se encontrara con el primer obstáculo. Cuando visitó
a su abogado para hacer los arreglos legales para la corporación, este la trató
duramente, prediciéndole el peor de los fracasos. «Mary Kay», le dijo, «si quiere
dilapidar los ahorros de su vida, ¿por qué mejor no va directamente al recipiente de la

74
basura? Sería mucho más fácil que lo que está pensando hacer». Su contador le habló
en términos similares.

A pesar de los intentos por desanimarla, ella siguió adelante. Invirtió los cinco mil
dólares, ahorros de su vida, en su nuevo negocio. Cada centavo que tenía lo invirtió
allí. Puso a su esposo a cargo de la administración y ella se dedicó por entero a
preparar los productos, a diseñar los envases, a escribir el material para
entrenamiento, y a reclutar vendedores. Estaban haciendo progresos admirables. Pero
entonces, un mes antes de abrir, su esposo murió de un ataque al corazón.

La mayoría de la gente nunca habría sido capaz de seguir adelante después de eso.
Habrían aceptado la derrota y habrían dejado todo. Pero no Mary Kay. Ella se mantuvo
avanzando y el 13 de septiembre de 1963 lanzó su negocio.

Hoy día, la compañía tiene más de un billón de ventas al año, emplea a tres mil
quinientas personas y capacita a quinientos mil representantes en veintinueve
mercados a través del mundo en el campo de las ventas directas. Mary Kay ha recibido
casi todos los trofeos y premios que un empresario pudiera soñar.

A pesar de las circunstancias adversas, los obstáculos y las desgracias, ella salió
adelante.

John C. Maxwell. Lado Positivo del Fracaso.

Entonces no te rindas. Aún tienes camino por recorrer.

Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Efesios 6:10.

¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el


SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas. Josué 1:9.

75
LA AGUJA DE ORO

Había una señora que desconfiaba mucho de todas las personas, siempre estaba
culpándolas por cualquier cosa, así que ella vivía sola, pero tenia de ayudante a una
muchachita.

Una de las cosas que más quería esa señora era una aguja de oro con que cosía todas
las tardes, hasta que un día por más que la buscó no la encontró. Así que acuso a la
muchacha, y le dijo que ella era la que había robado su aguja de oro y la despidió.

Un día por la tarde la señora decidió ir al patio y encontró un lindo nido que le llamó la
atención, subió a ver a los pajaritos y... ¡sorpresa!, encontró que su aguja de oro estuvo
ahí todo el tiempo.

El Pájaro había tomado el hilo con la aguja para construir su nido.

La señora se sintió muy mal por haber despedido a la única persona que en verdad la
cuidaba y la quería.

Nosotros debemos aprender a no juzgar a las personas antes de saber la verdad,


porque nos podemos equivocar, y puede ser que esa equivocación nos duela mucho.

Cuantas veces hemos destruido a alguien por juzgarlo apresuradamente. Pidamos a


Dios sensibilidad para poder vivir equilibradamente.

No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con


justicia juzgarás a tu prójimo. Levítico 19:15.

Al tiempo que señalaré Yo juzgaré rectamente. Salmo 75:2.

76
ALMA DE REY

El otro día, caminando por la cerca, me crucé con un joven que, al mirarme, me
traspasó un poco de su tristeza.

Arrastraba los pies y sus ojos enrojecidos reflejaban un mar de abatimiento. La mirada
perdida, como la de muchos de nuestros jóvenes perdidos en el vicio. Pero el mundo
está hecho de contrastes.

Unos minutos después, me encontré con Alex. Es un joven de solo 17 años. Apenas
nos hubimos estrechado la mano me empezó a contar, con entusiasmo desbordante,
algunos proyectos personales como mejorar sus notas, comenzar una empresa con
sus amigos y aportar a la noble labor de un centro de adictos, donde trabaja hace un
tiempo.

Me contó lo que hace con este grupo, cómo les ayuda y cómo con su sola compañía los
reconforta. Después de despedirnos, se me vino a la mente David, el personaje bíblico
que derrotó a Goliat con su honda. Siendo apenas un muchacho, que cuidaba los
rebaños de su padre, jamás se imaginó que dentro de si se lleva algo muy grande: un
alma de rey.

El hecho es que llegó a ser uno de los más gloriosos reyes de Israel.

¿Cuántos jóvenes de nuestra ciudad irán por las calles sin llegar a descubrir jamás que
llevan alma de rey? Y ¿cuantos jóvenes sin nombre como el de los ojos enrojecidos lo
han descubierto ya gracias a la generosa labor de personas nobles y entusiastas como
Alex? No lo sé.

Lo que si sé es que Alex me dio una gran lección: Está en nuestras manos, con sólo un
poco de tiempo y de interés sincero, ayudar a las personas que nos rodean a descubrir
que llevan dentro de sí un alma de rey.

Autor Desconocido

77
NO LO DEJE SOLO

El doctor Wilbur Chapman a menudo contaba de su experiencia cuando fue a Filadelfia


como pastor en la iglesia de Wanamaker.

Después de su primer sermón un caballero mayor se encontró con él en el púlpito y


dijo: «Es usted muy joven para ser pastor de esta iglesia tan grande. Siempre hemos
tenido pastores mayores. Me temo que no triunfará. Pero ya que predica el evangelio,
le ayudaré en todo lo que pueda».

«Lo miré», dijo el doctor Chapman, «y me dije: ¿Este es un cascarrabias?».

Sin embargo, el caballero continuó diciendo: «Oraré por usted para que reciba el poder
del Espíritu Santo; otros dos han acordado en unirse a mí».

Luego, el doctor Chapman contaba los resultados. «No me sentí tan mal cuando supe
que iba a orar por mí. Los tres se convirtieron en diez y los diez se convirtieron en
veinte; los veinte se convirtieron en cincuenta y los cincuenta en ciento veinte, los
cuales se reunían a orar antes de cada culto para que el Espíritu Santo cayera sobre
mí.

En otro salón los dieciocho ancianos se arrodillaban para orar. Estaban tan cerca que
podía alcanzarlos con mis manos a todo mi alrededor. Siempre llegaba al púlpito
sintiendo la unción como respuesta a las oraciones de aquellos doscientos diecinueve
hombres.

»Era muy fácil predicar, un verdadero gozo. Cualquiera lo haría bajo esas condiciones.

¿Y cuál fue el resultado?

Recibimos mil cien miembros por conversión en tres años, seiscientos de ellos eran
hombres. Se trataba del fruto del Espíritu Santo como respuesta a las oraciones de
ellos. No veo cómo un pastor promedio bajo circunstancias corrientes pueda predicar.

»Los miembros de las iglesias tienen mucho más que hacer que solamente sentarse

78
allí como espectadores curiosos y ociosos para entretenerse y divertirse. Su ocupación
es la de orar poderosamente para que el Espíritu Santo cubra al pastor con poder y
haga que sus palabras sean dinamita».

A. M. Hills en Pentecostal Light [Luz pentecostal].

No deje solo a su pastor. Él también necesita de su oración. Él o ella oran por todos,
pero te has preguntado alguna vez, quién ora por ellos.

A veces estamos más listos a criticarlos que a orar por ellos.

Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y
por tu pueblo. Éxodo 8:9.

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por
vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría
e inteligencia espiritual. Colosenses 1:9.

79
¿POR QUÉ ME LLAMASTE ANOCHE?

Un amigo me llamó en la noche y me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me


preguntó fue: ¿Cómo estas?

Y sin saber por qué, le contesté: ¿Quieres que platiquemos?. Me respondió que sí, y el
dijo: ¿Quieres que vaya a tu casa?, y respondí que sí.

Colgó el teléfono y en menos de quince minutos, él ya estaba tocando a mi puerta.

Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, y él atento


siempre, me escuchó.

Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho


mucho bien su compañía, y sobre todo que me escuchara y que me apoyara, y me
hiciera ver mis errores, me sentía muy a gusto, y cuando él notó que yo ya me
encontraba mejor, me dijo: Bueno, pues me retiro tengo que ir a trabajar.

Yo me sorprendí y le dije: pero por qué no me habías dicho que tenías que ir a trabajar,
mira la hora que es, no dormiste nada, te quité tu tiempo toda la noche.

El sonrió y me dijo: no hay problema para eso estamos los amigos.

Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así.

Lo acompañé a la puerta de mi casa... y cuando él caminaba hacia su automóvil le


grité desde lejos: Oye amigo, y a todo esto, ¿por qué llamaste anoche tan tarde?

El regresó y me dijo en voz baja, Es que te quería dar una noticia... y le pregunté: ¿qué
pasó?

Y me dijo...fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor
cerebral, no se puede operar, y sólo me queda esperar el día en que tenga que partir
de este mundo.

80
Yo me quedé mudo... él me sonrió y me dijo: que tengas un buen día amigo... se dio la
vuelta y se fue...

Pasó un buen rato para cuando asimilé la situación y me pregunté una y otra vez, ¿por
qué cuando él me preguntó cómo estás, me olvidé de él y sólo hablé de mi? ¿Cómo
tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo,
estando él en esa situación?... Esto es increíble... desde entonces mi vida ha
cambiado, suelo ser mas crítico con mis problemas, y suelo disfrutar más de las cosas
buenas de la vida, ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero.. por
ejemplo él... todavía vive y procuro disfrutar más el tiempo y platicamos, sigo
disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría, de su temple,
de mi amigo...

"No hay amor mas grande que dar la vida por los amigos"

ASI QUE RECUERDEN, NUNCA HACER SENTIR MAL AUN AMIGO. AL CONTRARIO, HAZLE
SENTIR QUE ES LO MÁS IMPORTANTE PARA TI Y PASE LO QUE PASE ESTARÁS ALLÍ
PARA AYUDARLO Y COMPRENDERLO... EL AMOR Y LA AMISTAD ESTÀ POR DELANTE...

!Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí! Porque la
mano de Dios me ha tocado. Salmo 19:21.

En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.


Proverbios 17:17.

81
HOY RECIBÍ FLORES

No es mi cumpleaños o ningún otro día especial; tuvimos nuestro primer disgusto


anoche, y él dijo muchas cosas crueles, que en verdad me ofendieron. Pero sé que
está arrepentido y no las dijo en serio, porque él me mandó flores hoy.

¡Recibí flores hoy!

No es nuestro aniversario o ningún otro día especial; anoche me lanzó contra la pared
y comenzó a ahorcarme. Parecía una pesadilla, pero de las pesadillas despiertas y
sabes que no es real; me levanté esta mañana adolorida y con golpes en todos lados,
pero yo sé que está arrepentido; porque él me mandó flores hoy.

¡Recibí flores hoy!

No es el día de San Valentín o ningún otro día especial; anoche me golpeó y amenazó
con matarme; ni el maquillaje o las mangas largas podían esconder las cortadas y
golpes que me ocasionó esta vez. No pude ir al trabajo hoy, porque no quería que se
dieran cuenta. Pero yo sé que él está arrepentido; porque me mandó flores hoy.

¡Recibí flores hoy!

No era el Día de las Madres o ningún otro día especial; anoche él me volvió a golpear,
pero esta fue mucho peor. Si logro dejarlo, ¿qué voy hacer? ¿Cómo podría yo sola
sacar adelante a los niños? ¿Qué pasará si nos falta el dinero? Le tengo tanto miedo,
pero dependo tanto de él, que temo dejarlo. Pero yo sé que está arrepentido, porque él
me mandó flores hoy.

¡Recibí flores hoy!

Hoy es un día muy especial: Es el día de mi funeral. Anoche por fin logró matarme. Me
golpeó hasta morir. Si por lo menos hubiera tenido el valor y la fortaleza de dejarlo. ¡Si
hubiera aceptado la ayuda profesional, hoy no hubiera recibido flores!

Autor desconocido

82
A veces esperamos mucho tiempo y eso podría ser demasiado tarde. Hay momentos
en la vida en que lo único que Dios espera es que tomemos una decisión por el bien
nuestro y el de la familia. ¡Que no sea mañana demasiado tarde!

El malvado es inflexible en sus decisiones; el justo examina su propia conducta.


Proverbios 21:19.

83
REFLEXIONES DE GABO

1. Te quiero no por quien eres, sino.......por quien soy cuando estoy contigo.

2. Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.

3. Solo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con
todo su ser.

4. Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.

5. La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que


nunca lo podrás tener.

6. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes
quien se puede enamorar de tu sonrisa.

7. Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú
eres el mundo.

8. No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.

9. Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes de que
conozcas a la persona adecuada, para que cuando al fin la conozcas sepas
estar agradecido.

10. No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.

11. Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir
confiando y sólo ser más cuidadoso en quien confías dos veces.

12. Conviértete en una mejor persona y asegúrate de saber quien eres antes de
conocer a alguien más y esperar que esa persona sepa quien eres.

13. No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las
esperas.

84
Recuerda:

"TODO LO QUE SUCEDE, SUCEDE POR UNA RAZÓN"

Gabriel García Márquez. (Gabo)

Cuando valoramos los momentos que Dios nos permita pasar con las personas que
están cerca de nosotros, salimos profundamente enriquecidos, aún cuando las
lágrimas broten de nuestros ojos, porque mientras se deslizan pueden convertirse
en perlas. Y Hoy podría ser un Día de Perlas.

Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. Job 22:21.

El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo.
Proverbios 17:9.

85
LECCIONES INESPERADAS

Inspirado por un viaje de medio día con mi hijo a los campos nevados y la necesidad
de refrescar nuestra manera de pensar.

Estando en camino a las 3.15 a.m. para conducir 450 Kms. no era parte de mis planes
para el fin de semana. Había estado esperando un par de días relajados para
permitirme cargar mis baterías en preparación para la ajetreada semana que me
esperaba.

Mi hijo mayor, Simón y un grupo de sus buenos amigos se dirigían a un fin de semana
en los campos nevados, sin embargo, debido a un asunto de última hora con su
transporte, me ofrecí de buena gana para proveer el auto adicional que necesitaban
para asegurarse que todos llegasen al punto de llegada cerca a los campos nevados, y
de esa manera pudieran disfrutar su semana de asueto esquiando y patinando sobre
la nieve en tablas.

Al iniciar mi travesía temprana en la mañana lo único en lo que podía pensar era que,
tan pronto llegásemos le diría adiós a los muchachos y estaría en camino de vuelta a
casa… un viaje de 900 Kms. de ida y vuelta en solo 10 horas. Aunque estaba feliz de
hacer el viaje, el pensar en tan larga travesía en un día era algo pavoroso,
particularmente cuando estaba necesitando el tiempo para relajarme.

Con los años he llegado a darme cuenta de que en la vida, a menudo los eventos que
pasan nos desafían pero con regularidad no nos revelan su propósito real en el
momento. Como estaba a punto de descubrir en las siguientes 10 horas, este iba a ser
el caso en esta ocasión.

El trayecto a nuestro destino fue interrumpido por las necesarias paradas de refrigerio
y descanso, un desayuno tempranero en la estación de combustible de la carretera
que podríamos describir como que llenó nuestras barrigas pero no las nutrió, el
amanecer de un nuevo día, combinado con parches de niebla, neblina y lluvia ligera
que caracterizan una mañana de invierno al acercarnos a los campos nevados.

Mientras conducíamos, Simón y yo conversamos un poco acerca del fin de semana y


un montón de temas aparentemente menores y de poca importancia; sin embargo, fue
maravilloso pasar este tiempo con él ya que en muy pocas ocasiones podíamos pasar

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juntos cinco horas continuas, exceptuando los sábados en la tarde en que jugábamos
al “cricket”.

Al irme para hacer el viaje de regreso a casa, tuve la extraña sensación de soledad que
rápidamente desapareció al concentrarme en conducir a través de la densa niebla
matutina. En una hora había atravesado la niebla y tenía carretera abierta delante de
mí, así que conecté el control de velocidad automático e invertí las siguientes cuatro
horas escuchando mis discos compactos favoritos.

Cuando joven, conduje bastante por la campiña por mi cuenta y a menudo usaba ese
tiempo para pensar sobre temas de “cuadro completo” tanto como asuntos y desafíos
que enfrentaba en mi negocio o vida personal, muchos de los cuales se aclaraban y,
hasta cierto punto, se resolvían, durante estos largos períodos de soledad dentro de mi
auto.

En este día, reencendí algo de aquellos años de conducir largas distancias por mi
cuenta, ya que para cuando llegué a casa había desarrollado un plan de acción en mi
mente para un asunto muy importante que tenía que enfrentar la semana siguiente.
Sorprendentemente, tras mi largo viaje a casa, me sentía mentalmente refrescado y
lleno de energía y aunque me hallaba físicamente cansado, sabía que dormiría bien
esa noche.

Recordé la cita de Ralph Waldo Emerson: "La vida es una sucesión de lecciones que
necesitan ser vividas para ser comprendidas".

Lo que este viaje no planeado a los campos nevados me había dado fue dos lecciones
muy oportunas. La primera fue que todos necesitamos y nos beneficiamos al invertir
tiempo de calidad con nuestros familiares, seres queridos y amigos. La segunda
lección fue que un cambio en nuestro ambiente, si importar cuán temporal sea, puede
por sí mismo proveernos con la oportunidad de mirar las cosas desde una perspectiva
diferente y permitirnos hallar una solución, al mismo tiempo que salir refrescados y
energizados.

Espero con entusiasmo mi próximo evento inesperado y muchas más oportunidades


para invertir tiempo de calidad con aquellos que me son importantes y hacen mi vida
más gratificante.

Keith Ready, asesor de negocios australiano, copyright 2006

Decide esta misma semana, invertir tiempo de calidad con aquellos que amas. No te
arrepentirás.

Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas generaciones;


Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán. Deuteronomio 32:7.

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BUENOS DÍAS

¡Buenos días! Una frase que usamos todo el tiempo, ¿verdad?

Se la digo a mi hija, a mis empleados y aún a mi cartero. Creo que pudiésemos decir
que es una suerte de bendición a otro al comenzar el día, un saludo para romper el
hielo, quizás tan solo un hábito para algunos pero para la mayoría, un acto de cortesía.

“Buenos días” para mí tiene un significado completamente distinto que para la


mayoría. No recuerdo cuán a menudo la digo ni recuerdo algún momento especial en
que la haya usado, ¡excepto uno!

Recuerdo que era una fría mañana y me dirigí a mi lugar acostumbrado del café, me
estacioné en mi lugar acostumbrado y entré. Fue entonces cuando tomó un significado
completamente diferente. Levanté la mirada y mi mesera acostumbrada no estaba allí.
O no, definitivamente que no era lo acostumbrado.

Miré a la bonita mesera con cola de caballo y ojos que iluminaban al mundo. ¡Dios mío!
Pensé que había algo en ella que no puedo describir, pero ella brillaba, iluminando aún
el día más oscuro.

¡Entonces pasó! Me miró y dijo “buenos días”. Nada especial para la mayoría de la
gente, pero para mí el más memorable “buenos días” que jamás recordaré. Ella sonrió
y solo dijo “buenos días” y mis rodillas se debilitaron. Musité algo un poco gracioso y
divertido y solo la observe.

No era su apariencia física o lo que vestía. No, era la manera en que se conducía, la
manera en que brillaba alrededor de los demás. Lejos estaba yo de saber que le
gustaba y que ella me gustaba pero por los siguientes dos meses, simplemente
disfrutamos de la compañía del otro.

A menudo buscaba cualquier excusa para parar y verla, como comprar café que ni
siquiera tomaba sino que dejaba en alguno de los puestos de mis amigos.

Finalmente un día ella lo hizo. Me pidió mi buzón electrónico y supe que esta era mi
oportunidad de realmente conocer a esta hermosa mujer. Así que por días
conversamos por la computadora y por teléfono. Al pasar el tiempo nos enamoramos y
¡no con cualquier tipo de amor! Este es el tipo de amor que uno encuentra una vez en

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la vida, uno que es puro y del corazón, una historia de amor de la que leemos en los
cuentos de hadas.

Como ven, no es tanto una historia sobre “buenos días”; es mucho más. Es una
historia sobre buenos comienzos y buenas tardes y buenos tiempos y una buena vida.
Es una historia de amor sobre mi amiga y yo. Su nombre es Jennifer.

No sé lo que significará, pero en Persia la llamarían Navaz, lo que es un término en


lengua persa antigua para “regalo de Dios”. Y sí, ella es un regalo y le agradezco a Dios
cada día por mi regalo.

Así que ven, alguna gente piensa que “buenos días” es tan solo un saludo o una frase
cortés, pero no para mí. Sé que “buenos días” es el inicio de una historia de amor, la
mía y la de ella. Es el inicio de un nuevo comienzo, de seguir con nuestras vidas; de
envejecer y tomarnos de la mano en el portal… hasta que la muerte nos separe.

Bill Renda, copyright 2006

Una frase sencilla puede ser la llave para una grande oportunidad. Buenos Días, puede
ser el inicio brillante en un corazón solitario y afligido.

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SI HUBIESE SABIDO

Si hubiese sabido que sería la última vez que te vería quedarte dormido, te acurrucaría
con fuerza y rogaría al Señor que tu alma guardase.

Si hubiese sabido que sería la última vez que te vería salir por la puerta, te daría un
abrazo y un beso y te pediría que regresases para darte otro más.

Si hubiese sabido que sería la última vez que te escucharía alzar la voz en adoración,
grabaría en video cada acción y palabra para poderlas ver día tras día.

Si hubiese sabido que sería la última vez, me daría un tiempito adicional para hacer un
alto y decirte “te amo”, en vez de asumir que sabrías que así es.

Si hubiese sabido que sería la última vez, estaría allí para compartir tu día; bueno, tan
seguro estoy de que tendrás tantos más que dejo pasar este.

Porque seguramente siempre hay un mañana para compensar nuestras omisiones, y


siempre tenemos una segunda oportunidad para corregir las cosas. Siempre habrá
otro día para decir “te amo”, y ciertamente habrá otra oportunidad de decir nuestro
“¿Habrá algo que pueda hacer?”

Pero, solo en caso de que me equivoque y hoy sea todo lo que tengo, quisiera decirte
cuánto te quiero y espero nunca olvidar. Mañana no está prometido a nadie, ya sea
joven o anciano, y hoy pudiese ser la última vez que tenemos para abrazar a nuestros
seres queridos.

Así que si estás esperando mañana, ¿por qué no hacerlo hoy? Porque si mañana
nunca llega, de seguro lamentarás el día que no tomaste el tiempo adicional para una
sonrisa, un abrazo, o un beso y que estuviste demasiado ocupado para darle a alguien
lo que resultó ser su último deseo.

Así que aferrémonos a nuestros seres queridos hoy y susurrémosles al oído cuánto los
amamos y que siempre lo haremos. Tomemos tiempo para decir “lo siento”,
“perdóname”, “gracias” ó “está bien”. Y si mañana nunca llega, no tendremos
remordimientos acerca de hoy.

90
EL PADRE SOLITARIO

La rebeldía atacó el mundo de Joe como una ventisca a Minnesota.

Cuando ya tenía edad suficiente como para conducir un automóvil, Madeline decidió
que era suficiente mayor como para dirigir su propia vida. Y esa vida no incluía a su
padre.

«Debí habérmelo imaginado», diría Joe más tarde, «pero por mi vida que no lo hice». No
había sabido qué hacer. No sabía cómo vérselas con narices con aretes ni con blusas
apretadas. No entendía de trasnochadas ni de malas notas. Y, lo que es peor, no sabía
cuándo hablar y cuándo guardar silencio.

Ella, por otro lado, lo sabía todo. Cuándo hablar a su padre: Nunca. Cuándo quedarse
callada: Siempre. Sin embargo, las cosas eran al revés con su amigo de la calle, aquel
muchacho flacucho y tatuado. No era un muchacho bueno, y Joe lo sabía.

No iba a permitir que su hija pasara la Nochebuena con ese muchacho.

«Pasarás la noche con nosotros, señorita. Comerá el pastel de la abuelita en la cena en


su casa. Celebraremos juntos la Nochebuena».

Aunque estaban sentados a la misma mesa, perecían que estaban en puntos distintos
de la ciudad. Madeline jugaba con la comida sin decir palabra. La abuela trataba de
hablar a Joe, pero este no estaba de humor para charlar. Una parte de él estaba
furiosa; la otra parte estaba desconsolada. Y el resto de él habría dado cualquier cosa
para saber cómo hablar a esta niña que una vez se había sentado en sus rodillas.

Llegaron los familiares trayendo con ellos un bienvenido final al desagradable silencio.
Con la sala llena de ruidos y gente, Joe se mantuvo en un extremo y Madeline en el
otro.

«Pon música, Joe», le recordó uno de sus hermanos. Así lo hizo. Pensando que sería
una buena idea, se dirigió hacia donde estaba su hija: «¿Bailarías con tu papi esta
noche?»

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Por la forma en que ella resopló y se volvió, podría haberse pensado que le había dicho
algo insultante. Ante la vista de toda la familia, se dirigió hacia la puerta de la calle, la
abrió, y se fue, dejando a su padre solo.

Muy solo.

Según la Biblia, nosotros hemos hecho lo mismo. Hemos despreciado el amor de


nuestro Padre. «Cada cual se apartó por su camino» (Isaías 53:6).

Pablo va un poco más allá con nuestra rebelión. Hemos hecho más que simplemente
irnos, dice. Nos hemos vuelto contra nuestro Padre. Estábamos viviendo contra Dios
(Romanos 5:6).

En el versículo 10 es aun más terminante: «Éramos enemigos de Dios». Duras


palabras, ¿no crees? Un enemigo es un adversario. Uno que ofende, no por ignorancia,
sino con intención. ¿Nos describe esto a nosotros? ¿Hemos sido alguna vez enemigos
de Dios? ¿Nos hemos vuelto alguna vez contra nuestro Padre?

Lucado, M. (2000). Lo hizo por ti (11). Nashville: Caribe-Betania Editores.

No le des más la espalda a Dios. Este es el día de mirarlo cara a cara. Tu vida será otra

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LOS PADRES TAMBIÉN TIENEN SUEÑOS

Esto tiene que ver con cómo mi gesto de comprarle un boleto aéreo a mi padre, su
primer viaje, trajo un torbellino de emociones y pude darme cuenta cuánto damos por
sentado en lo que respecta a nuestros progenitores.

Mis padres salieron para nuestro pueblo natal el jueves y fuimos al aeropuerto para
despedirlos. De hecho, mi padre, quien se jubiló del servicio en el gobierno indio,
nunca había viajado por aire antes, así que tomé esta oportunidad para hacer su
experiencia maravillosa. A pesar de pedírseme comprar boletos por tren, les compré
boletos en la aerolínea local.

El momento en que le entregué los boletos, se sorprendió de ver que eran para avión.
El entusiasmo era muy evidente en su rostro, esperando el momento de volar. Como
un muchacho de edad escolar, se preparaba para ese día.

Todos fuimos al aeropuerto juntos, incluyendo el llevar su equipaje en el carrito, el


registro del mismo pidiendo una silla con ventana y esperando pacientemente la
revisión de seguridad.

Él lo estaba disfrutando a plenitud y yo también estaba sobrecogido de gozo al verlo


experimentar todas estas cosas.

Cuando se disponían a ingresar a la revisión de seguridad, se dirigió a mí con lágrimas


en sus ojos y me agradeció. Se puso muy emotivo y no era porque yo hubiese hecho
algo muy grande, sino el hecho de que esto significaba mucho para él.

Cuando dijo gracias, le dije que no había necesidad de dármelas. Pero más tarde, al
pensar sobre todo el incidente, miré hacia atrás en mi vida. Como muchacho, ¿cuántos
sueños de nuestros padres se hicieron realidad?

Sin comprender la situación financiera, nosotros, como hijos, pedíamos implementos


deportivos, ropa, juguetes, salidas, etc. Sin importar sus recursos, enfrentaron todas
nuestras necesidades. ¿Pensamos jamás sobre los sacrificios que ellos tuvieron que
hacer para acomodar nuestros deseos? ¿Les dimos jamás las gracias por todo lo que
hicieron por nosotros?

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Igual hoy, cuando le toca el turno a nuestros hijos, siempre pensamos en ponerlos en
un buen colegio. Sin importar el costo, nos aseguramos de darle a nuestros hijos lo
mejor: diversión, juguetes, etc.

Pero tendemos a olvidar que nuestros padres se sacrificaron mucho para vernos
felices, así que es nuestra responsabilidad el asegurarnos que sus sueños se cumplan
y que lo que no pudieron lograr ver cuando fueron jóvenes, nos aseguremos de que lo
experimenten para que sus vidas sean completas.

Muchas veces, cuando mis padres me hicieron algunas preguntas, las he contestado
sin paciencia. Cuando mi hija me pregunta algo, he sido muy cortés al contestarle.
Ahora me doy cuenta cómo se debieron haber sentido en esos momentos.

Démonos cuenta que la tercera edad es una segunda niñez y tal como cuidamos de
nuestros hijos, prodiguemos la misma atención a nuestros padres y mayores.

En lugar de que mi papá me diese las gracias, yo quería decirle que lo sentía por
haberlo hecho esperar tanto por este pequeño sueño. Me doy cuenta cuánto se ha
sacrificado a mi favor y haré lo que esté a mi alcance para darle la mejor atención a
todos sus deseos.

Tan solo porque sean viejos no significa que tengan que renunciar a todo y continuar
sacrificándose por sus nietos también.

Ellos tienen deseos también.

Venkatesh Balasubramanian, 2006

¿Por qué hoy no pensamos en ellos y les hacemos realidad algunos de sus sueños?

Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que
dijisteis, lo pasa bien? ¿Vive todavía? Génesis 43:27.

Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios


tendrás temor. Levítico 19:32.

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LA CANASTA DE LA ABUELA

"¿Quién dará un billete de cien dólares? Diez dólares... Setenta y cinco. Ahora
ochenta... ochenta y cinco, noventa... noventa... y veinticinco centavos. Ahora dos... dos
cincuenta..."

La voz del subastador sonaba fuerte mientras la multitud se reunía alrededor de una
carreta llena de objetos de madera y antigüedades hechas a mano.

Estaba subastando la canasta del picnic de madera de mi abuela. La multitud observó


suspensa mientras un decidido coleccionista de canastas luchaba por ganarle a un
grupo de tres nietos.

El coleccionista estaba pujando por una canasta de picnic. Mis primos y yo pujábamos
por una parte de la historia de la familia que no habíamos visto desde la niñez.

Esta canasta de picnic era un tesoro inolvidable con un contenido muy especial.

La competencia de voluntades rugió hasta que la vieja canasta del picnic volvió a la
familia. El precio de venta no es importante, pero la canasta del picnic de la abuela,
con las lecciones y el amor que permanecían dentro, no tenía precio.

La abuela solía llenar la canasta con emparedados y pastel hecho en casa. Hacía
jarras de limonada y caminaba con mi madre, primos y yo a un manzano especial en la
huerta del abuelo. Allí teníamos nuestro picnic y largas conversaciones a la sombra de
sus ramas. La abuela contaba historias sobre su niñez: las luchas al venir a un nuevo
país, establecer un hogar, y cómo ella y el abuelo habían sembrado este árbol especial
para picnic.

En abril, los pétalos de flores caían sobre la canasta de picnic. Un día, la abuela
recogió uno de los pétalos. Nos dijo que los manzanos necesitan crecer antes de
florecer. Explicó por qué cada flor es importante para que otra manzana crezca. La
abuela dijo que las manzanas crecen en distintos colores, y que cada una es formada
un poco diferente del resto. Sin embargo, cada una es importante para llenar el árbol
con fruta madura en agosto. También nos dijo que una diminuta semilla de manzana
puede producir un nuevo árbol que crecería, florecería y llevaría muchas manzanas
durante su vida.

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La abuela suavemente colocó en nuestras mentes la idea de que la gente también
necesita crecer antes de poder florecer. En maneras que podíamos comprender, ella
explicó que cada uno es una semilla de Dios con gran potencial. Nos aseguró que Dios
tenía un plan especial para cada una de nuestras vidas, y que si crecíamos fuertes en
la fe, floreceríamos como el árbol del picnic.

A lo largo de los años y muchos giros y situaciones confusas, las pláticas de la abuela
bajo el manzano tomaron un significado más profundo. Su mensaje se aclaró. Así
como cada manzana floreciente es importante entre muchas, somos importantes en el
mundo de Dios.

Fuimos creados con una razón. Cada individuo hace la diferencia.

Nuestra vida tendrá muchas ramas. Pueden explotar en hermosas flores una y otra vez
si cultivamos nuestro crecimiento. Dios ha colocado dentro de nosotros el potencial
para incontables logros fructíferos.

Descubramos nuestro potencial y permitámosle florecer. Cuando un pétalo de flor cae,


recojámoslo y descubramos sus lecciones.

Hoy, el viejo árbol del picnic es el último sobreviviente del huerto original del abuelo. Se
mantiene en pie en una pradera de hierba y tréboles. Desgastado por el tiempo y las
tormentas, se ha tornado frágil, listo a ser derribado por una ráfaga de viento. Sin
embargo sus ramas restantes florecen en la primavera y producen fruto maduro a
finales del verano.

Cuando el árbol del picnic se haya ido, un retoño de sus propias semillas lo
reemplazará. No puedo imaginarme cuántas manzanas ha producido a lo largo de su
vida, o cuántas miles más producirá a través de sus descendientes.

Sin embargo, siempre recordaré los pétalos de flores cayendo de sus ramas en la
canasta del picnic. La canasta del picnic de la abuela es un tesoro que contiene
lecciones que nunca envejecerán y un legado de amor que sus nietos nunca olvidarán.

Steve Brunkhorst, escritor motivacional, copyright 2005

La herencia más grande que dejamos a la familia, son los momentos enseñables de
principios y valores que ellos siempre recordarán. Deja tu mejor herencia ahora.

Y los podréis dejar en herencia para vuestros hijos después de vosotros, como
posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los
hijos de Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza. Levítico
25:46.

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LO TUVE CERCA Y… MURIÓ

Un día Betty, un miembro de la iglesia, llamó y me pidió que visitara a un amigo que
estaba en el hospital, así es que fui.

Visité a Bob muchas veces y hablamos de todo. Nuestra conversación favorita era
referente a los Celtas de Boston, nuestro equipo favorito de baloncesto. Un día
después de visitarlo al igual que a otras personas en el hospital, llamé a casa antes de
ir a la oficina. Margaret se mostró muy callada en el teléfono y le pregunté:

—¿Qué pasa, mi amor?

—Betty me acaba de llamar—dijo—. Bob murió.

—¿Qué?—dije—. ¡Hace cuarenta y cinco minutos estuve con él!

—Lo sé, mi amor, pero se fue —dijo Margaret. Sus palabras quedaron suspendidas en
el aire como el sonido de una reja al cerrarse—. Betty quería saber si puedes dar el
servicio fúnebre.

—Seguro—dije distraído—. Dile que sí.

Estaba devastado. En ese momento me di cuenta que Bob se había ido al infierno
porque tuvo la desgracia de tenerme como su pastor visitante. Durante nuestras
conversaciones ni una sola vez le hablé acerca de la salvación.

—Cancela el culto de esta noche—le dije a Margaret—. No puedo enfrentarme a toda


esa gente. Necesito tiempo para estar solo.

Oficié en el funeral de Bob. Cuando lo vi en el ataúd, me sentí aplastado. Lloré no solo


porque sentía dolor por su muerte, sino porque no le había dado el mensaje del
evangelio. Fue entonces cuando comencé a luchar con Dios. Durante los meses
siguientes comenzó a cambiar mi corazón. Comprendí que mi plan no era el de Dios.

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Finalmente una noche me arrodillé y se lo entregué a él en oración. Renuncié a mi
deseo de ser un gran predicador y tener una iglesia impresionante, y le pedí a Dios el
poder del Espíritu Santo para ser un testigo, un ganador de almas para Cristo.

Y Dios contestó esa oración. Aprendí a dar a conocer mi fe y a convertirme en un


ganador personal de almas. Desde entonces, no pasaba una semana sin que alguien
en la comunidad se salvara. Un año me comprometí frente a mi congregación a tratar
de llevar personalmente doscientas personas a Cristo fuera de la iglesia. No alcancé
esa meta por un margen de doce personas, pero aprendí mucho acerca de cómo ganar
almas.

Entonces empecé a enseñar a otros a dar a conocer su fe. En mi segunda iglesia en


Lancaster, Ohio, preparé y equipé a dieciocho ganadores de almas con gran ardor por
Jesús. A ellos se debe el haber ganado mil ochocientas almas para Cristo durante los
ocho años de mi ministerio en esa iglesia.

Recibimos muchas bendiciones de Dios allí porque creo que la iglesia hizo todo lo
posible para llevar a cabo la misión que Dios le había encomendado.

Maxwell, J. C. (1998; 2003). Compañeros De Oración. Thomas Nelson, Inc.

Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a
Jesucristo. Hechos 5:42.

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y
sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado. Marcos 16:15,16.

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TRABAJEMOS CON GOZO

Una persona feliz no es una persona con un juego particular de circunstancias, sino
más bien una persona con un juego particular de actitudes. Hugh Downs

¡Tenemos opciones de escoger cualquier cosa en este mundo!

¿Por qué no escoger el "gozo” como nuestra alternativa? Las cosas más felices en el
mundo no son cosas, son solo emociones. Todos aspiran a vivir sus vidas felizmente al
máximo, pero muchas veces las situaciones se tornan malas y las expectativas nos
invitan a preocuparnos.

Felices, joviales, gozosos, extasiados --no importa cómo lo digamos-- un sentimiento de


gozo nos anima y satisface. Es un estado en el que todos queremos estar, pero
muchos de nosotros no sabemos cómo experimentar el gozo.

¿Qué nos hará gozosos y felices? ¿Hallar el empleo o cónyuge perfecto? ¿Un reluciente
auto nuevo? ¿La casa de sus sueños? Aun las cosas que parecieran crear gozo tienen
sus partes negativas.

Todo ser humano desea ser feliz, pero la metamorfosis de la percepción mental hacia
ser feliz debiera ser nuestra escogencia final. Podemos cambiarnos a nosotros mismos
cambiando la manera como nos sentimos. Así que, intentemos no ver el cambio como
una tarea imposible. Pero recordemos que todos tenemos el poder de escoger y para
cambiar si así lo queremos.

Exploremos siempre la felicidad que yace dentro de nosotros.

La gente gozosa asume responsabilidad por su propia felicidad. El gozo es una


escogencia.

Una pequeña flor en nuestro jardín, la sonrisa de un bebé, y cosas como un amanecer
del sol son bellezas de la vida que también pueden traernos felicidad a nuestra vida si
exhibimos la actitud correcta.

Podemos crear gozo cuando cambiamos nuestras creencias y pensamientos errados.


El gozo es más que felicidad, salud y bienestar.

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La buena noticia es que todos tenemos campo para el cambio y podemos hacerlo al
revisar nuestras respuestas al mundo y a las distintas situaciones en nuestra vida.
Amemos incondicionalmente, reduzcamos el interés propio mientras desarrollamos un
interés social y auto ayuda para estar en paz y tener percepciones positivas.

Desear, anhelar, sentir y gozarnos es el propósito completo de la vida. Ojalá que


nuestra única motivación fuese trabajar con gozo.

Ramu Jaladurgam; editado por el Capellán

¿Por qué será entonces que tanta gente vive falta de gozo? ¿No será porque
simplemente caminamos vacíos de vida espiritual? Pero no tiene que ser así… si tan
sólo tomamos la decisión de acercarnos al Señor, la Biblia nos garantiza que él no nos
dejará decepcionados. Adelante y que el Señor los bendiga.

Raúl Irigoyen

Y comieron y bebieron delante del Señor aquel día con gran gozo; y dieron por segunda
vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y ante Dios lo ungieron por
príncipe, y a Sadoc por sacerdote. 1º Crónicas 29:22.

Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu


diestra para siempre. Salmo 16:11.

100
SEÑOR...

Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y no decir mentiras para ganarme el
aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón. Si me das éxitos no me quites la humildad. Si


me das humildad no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la moneda, no me dejes inculpar de traición a


los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mi mismo y a no juzgarme como a los demás.


No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.

Más bien, recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede el triunfo.


Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y la venganza es señal de bajeza.

Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso. Si yo ofendiera a la


gente, dame valor para disculparme, y si la gente me ofende, dame valor para
perdonar.

¡Señor...si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí! Señor, si ahora he hallado gracia
en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Génesis 18:3.

Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor,


aunque soy polvo y ceniza. Génesis 18:27.

101
TÚ ERES UN CAMPEÓN

Sabes ¿qué se necesita para ser mamá?

Bueno podría darme argumento como: para ser mamá primero se necesita ser
responsable, tener madurez física como intelectual, planificar bien... etc. Pero la
verdad básicamente lo que necesitas para ser mamá es un “papá”. ¿Cierto?

Bien ahora que ya sabemos lo que se necesita para ser mamá dime, ¿cómo se hace
un bebé? Bueno para nadie es un secreto que para engendrar un bebé ambos padres
aportan células importantes. ¿Cuáles son? Correcto.

La madre aporta algo que se llama óvulo y papá aporta algo que se llama esperma en
el cual viajan los espermatozoides.

Ahora bien, luego de esta introducción... dime ahora... ¿cuántos espermatozoides


compiten para llegar al óvulo de la madre? ...uno, dos, diez,... ¿cuántos?, ¡correcto!...
millones, tras millones, tras millones.

¿Hasta aquí estamos de acuerdo?, correcto, ahora dime...de esos millones que
compiten, ¿cuántos fecundan el óvulo?, medio millón, diez, doce, cinco?... dime...
¿cuántos? Permíteme recordártelo UNO... el más capaz el más rápido, el más fuerte, el
que le ganó a esos millones.

¿Sabes? En esa carrera no hay premio para el segundo lugar... es decir, en millones
sólo uno alcanza el precio de la vida, el campeón o la campeona. Es decir... Tú. Desde
el momento en que eres concebido en el vientre de tu madre ya traes la casta de
campeón o campeona, ya eres un ganador.

Los malos resultados son tan sólo experiencias. ¡La vida no admite fracasos! Y quién
te hizo Campeón? Dios. Porque has nacido con propósito y es un propósito alto y único.
Entonces, qué haces lamentándote y sintiéndote un fracasado? Vamos, Levántate.
Mira a quien te hizo. Adóralo, sírvele y continuemos la batalla porque eres un
Campeón.

102
FIELES A LA META

Una ó varias metas personales son nuestras: son lo que queremos para nosotros y no
lo que los demás quieren para nosotros. Creamos en nosotros mismos: podemos
lograr cualquier cosa. Veamos lo que Jacquie nos quiere decir:

La clave para ser feliz es respetar nuestro deseo de mejorar nuestra vida por nuestras
propias escogencias aunque, y especialmente si, los demás las ridiculizan. No
permitamos que la ignorancia o la vista corta de los demás redirijan las metas de
nuestra vida.

Todos tenemos nuestro propio camino a seguir… nuestro propio mapa para el futuro.
La clave es comprender que todos somos diferentes y respetar sus metas tanto como
las nuestras.

No aceptemos conductas que atenten contra nuestras creencias o deseos y no


aceptemos conductas de amigos, familiares o cónyuges que no aceptaríamos de un
extraño.

Seamos fieles a nosotros mismos. Parémonos firmes y no pospongamos nuestros


sueños o deseos para agradar a algún otro en base a su idea sobre lo que debería
ser…

Jacqueline Méndez, copyright 2006

Dios es Dios de metas y te da la oportunidad de fijar metas y lograrlas. Cada meta


lograda es una oportunidad para alabar a Dios. Prepárate y fija tu próxima meta.

No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo
adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo
Jesús. Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús. Filipenses 3:12-14.

103
FÍJATE DONDE SE SIENTAN

Arthur J. Moore era un obispo metodista a principios de este siglo. Pero antes de servir
en ese cargo, pastoreó algunas de las iglesias metodistas más grandes del sur.

Era un evangelista firme y de éxito, y cada domingo que predicaba, al menos una
persona se convertía.

Un día antes de comenzar el servicio de adoración, un amigo lo visitó y le preguntó: —


¿Por qué tienes tanto éxito? —Ven conmigo—dijo Moore.

Llevó al visitante al sótano donde había un grupo de personas reunidas en oración.


Había setenta hombres orando fervientemente por él y por el servicio de adoración que
estaba a punto de comenzar.

Cuando los compañeros de oración terminaron, subieron en silencio las escaleras


hacia el servicio. Moore se volvió a su amigo y dijo: —Fíjate dónde se sientan—continuó
Moore. —¿Qué quieres decir?—le preguntó al observar cómo se diseminaban por todo
el santuario.

—Mira—dijo Moore—.Se sientan esparcidos en el salón y los lugares en que cada uno
de ellos se sientan se transforman en algo así como el centro de un calor divino que,
cualquiera que esté sentado a su lado congelado en su pecado, está sujeto a
descongelarse antes de que el servicio termine.

Cuando un grupo de personas levanta su iglesia y se asocia con su líder en oración,


suceden cosas increíbles. La Biblia está llena de ejemplos de lo que ocurre cuando las
personas se agrupan en equipo. Por ejemplo, en Mateo 18:19–20 Jesús dijo: «Otra vez
os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de
cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos».

¡Qué increíble promesa! Nos asegura que hay poder en la oración colectiva. Y al
aumentar el número de personas que oran, también aumenta el poder de sus
oraciones.

104
EL VALOR DE UNA SONRISA

No cuesta nada, pero vale mucho.

Enriquece a aquellos que la reciben, sin restar a aquellos que la dan.

Se produce como un relámpago, pero su recuerdo a veces dura toda la vida.

No hay nadie tan rico que no la necesite, ni tan pobre que no la pueda dar.

Genera felicidad en el hogar, promueve los negocios y fortalece la amistad.

Es aliento para los cansados, luz para los desilusionados y sol para la oscuridad.

Pero no se puede comprar, ni prestar ni robar. Es algo que no vale nada...hasta que las
regalas. Por favor regálanos tu sonrisa para abonar a nuestra felicidad.

Aún llenará tu boca de risa, Y tus labios de júbilo. Job 8:21.

Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces


dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho El Señor con éstos. Salmo 126:2.

105
EL SAPITO SORDO

Era una vez una carrera....de sapos.

El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre.

Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos.
Comenzó la competencia. Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la
cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era: ¡¡Qué pena!!

Esos sapos no lo van a conseguir...Los sapos comenzaron a desistir. Pero había uno
que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima. La multitud continuaba
gritando:¡¡Que pena!! ¡¡No lo va a conseguir...!! Y los sapitos estaban dándose por
vencidos, salvo por aquel sapito que seguía y seguía tranquilo, ahora cada vez con más
fuerza.

Ya llegando al final de la competencia, todos desistieron, menos aquel sapito que


curiosamente, en contra de todos, seguía. Pudo llegar a la cima con todo su esfuerzo.
Los otros querían saber qué le había pasado.

Un sapito le fue a preguntar cómo él había conseguido concluir la prueba. Y


descubrieron que... ¡era sordo!

No permitas que personas con pésimos hábitos de ser negativas, derrumben las
mejores y las más sabias esperanzas de tu corazón.

Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que escuchas o lo que veas. Por lo
tanto, ¡Preocúpate siempre por ser POSITIVO!

MORALEJA: sé siempre “sordo” cuando alguien te dice que no puedes realizar tus
sueños.

Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca. Salmo
38:13. No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que
tendrás temor de tu Dios. Yo El Señor. Levítico 19:14.

106
BRISA EN EL ALMA

A veces nos sentimos sofocados por las presiones de la vida y entonces como que
anhelamos un poco de brisa en el alma. Refresca tu alma ahora con estas suaves
brisas:

El fracaso es tan solo la oportunidad de comenzar de nuevo más inteligentemente. --


Henry Ford

El éxito... parece estar ligado a la acción. La gente exitosa está en movimiento. Comete
errores, pero no se rinde. --Conrad Hilton

La única cosa que se interpone entre un hombre y lo que él quiere en la vida es a


menudo únicamente la voluntad de intentarlo y la fe para creer que es posible. --
Richard M. Devos

Las cicatrices que adquirimos al ejercitar valor nunca nos harán sentir inferiores. --D. A.
Battista

En el momento en que tenemos en nuestro corazón esta cosa extraordinaria llamada


amor y sentimos la profundidad, su delicia, y su éxtasis, descubriremos que el mundo
está transformado para nosotros. --J. Krishnamuriti

Un caballo de carrera que puede correr una milla en unos pocos segundos menos que
otro, vale el doble. Esa pequeña diferencia tiene gran valor. --John D. Hess

La persona exitosa sacará provecho de sus errores y lo intentará de nuevo en una


manera diferente. --Dale Carnegie

La honestidad es el primer capítulo del libro de la sabiduría. --Thomas Jefferson

Se nos dice que nunca debemos cruzar un puente hasta que lleguemos a él, pero este
mundo pertenece a quienes han "cruzado puentes" en su imaginación por delante de
la multitud. -- Biblioteca de los Voceros

107
El punto de inicio de todo logro es el deseo. Mantengamos constantemente esto en
mente. Deseos débiles traen resultados débiles, tal y como un fuego pequeño produce
una pequeña cantidad de calor. --Napoleon Hill

¿Oportunidades? Están a nuestro alrededor... Hay poder yaciendo latente por todos
lados esperando que el ojo observador lo descubra. --Orison Swett Marden

La mayoría de la gente se rinde justo cuando están a punto de lograr el éxito.


Abandonan en la yarda uno (fútbol americano), en el último minuto, a un pie del gol de
la victoria. --H. Ross Perot

Hagámonos una pregunta: ¿es mi actitud digna de imitar? --Zig Ziglar

Fuente: www.AsAManThinketh.net

No dejes que el calor de la vida te sofoque por dentro...deja que estas brisas te
refresquen, pero recuerda, quien refresca el espíritu humano es Dios.

Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Éxodo 33:14.

108
CUANDO.....

Cuando se olvida un amor...

Cuando se vuelve a amar de nuevo.

Cuando se acaban las lágrimas...

Cuando nace una sonrisa.

Cuando se pierde la esperanza…

Cuando no encontramos fuerza para luchar.

Cuando pierdes a un amigo…

Cuando te traiciona.

Cuando morimos…

Cuando se nos olvida.

Recuerda:

Siempre hay nuevos amores…

Las lágrimas solo limpian nuestro corazón.

Al igual que con el amanecer la esperanza nace todos los días

Y la fuerza para luchar está en ti.

Los amigos siempre vienen a ayudarte en tu camino.

Algunos están toda su vida otros te abandonan,

y otros llegan durante el camino.

109
Las personas que amamos viven por siempre

En nuestros corazones…

Así que disfruta el día,

Porque la vida te trae cosas maravillosas…

Y siempre hay amigos que te acompañarán en las malas.

Y te mantendrán vivo en su corazón…

Por siempre…

Rossmeri

Pero sobre todo Cuando creas que ya no hay Esperanza, recuerda aún queda Dios, la
Fuente de la genuina Esperanza. Él nunca te dejará.

He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte
a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Génesis
28:15.

No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Juan 14:18.

110
POCO IMPORTA EL ARMA

Cuando el hombre quiere matar, poco importa el arma que usa para lograrlo. Claude
Melant, francés, mató con una bola de billar a su oponente. Wendy Gilbert se acercó a
su madre y la mató golpeándola con una tortuga viva. Theodore Gardelle, pintor
francés, irritado porque la empleada doméstica se burló de uno de sus cuadros, se
armó de un puntiagudo peine y la mató de un golpe al corazón. Gordon Cummins,
norteamericano, eliminó a su mujer rajándole el cuello con un abrelatas. En todos
estos casos se emplearon diferentes armas muy extrañas, pero el resultado fue
siempre el mismo: la muerte.

Estos y otros datos de homicidios con armas raras pueden leerse en el diario Le Temps
de Francia. Además de estas armas, el artículo suministra datos de otras, entre las que
se encuentran alfileres de gancho, escarbadientes, palos de golf, cables de teléfono y
hasta cucharadas de salsa mexicana picante.

Cualquiera que sea el arma, siempre ha sido un Caín matando a un Abel: un ser
humano derramando la sangre de otro ser humano. Al crear Dios el planeta Tierra, lo
hizo para morada del hombre que habría de crear. Y Dios nunca estableció que este
suelo que nos sostiene abriera la boca para recibir la sangre derramada de un ser
humano.

Cuando el primer asesino, Caín, mató a su hermano Abel, Dios le dijo: «¡Qué has hecho!
Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia. Por eso, ahora quedarás
bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu
hermano, que tú has derramado» (Génesis 4:10-11).

Dios no estaba pensando en homicidios cuando puso al hombre sobre la tierra.


Tampoco estaba pensando en odios, violencias y venganzas, ni en adulterios, mentiras
o pecados de ninguna especie. El plan de Dios era hacer una raza humana feliz que
gozara de paz en una tierra próspera.

No obstante, Dios hizo al hombre libre. Lo hizo para que pudiera amarlo y obedecerlo
con libertad. Pero por ser libre, tenía también la opción de apartarse de Dios. Si quería,
podía desobedecer y caer en toda clase de aberraciones.

111
Fue por eso que Dios envió a su Hijo Jesucristo al mundo. Y Cristo mismo dijo que no
vino para que le sirvieran, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos
(Marcos 10:45). Sólo por medio de él podemos regresar al propósito original que Dios
tiene para nosotros.

El Hermano Pablo.

www.conciencia.net

112
EL TÍO SIN NOMBRE

Su nombre era Wally Amos y levantó una empresa de cien millones de dólares
vendiendo galletas “Famous Amos Cookies”.

Perdió la empresa por una serie de circunstancias. Pasó de la fama y fortuna a deber
un millón de dólares. Peor aún, perdió el derecho de usar el nombre que lo hizo
famoso. Sin embargo, no perdió lo que lo llevó al éxito la primera vez: Mantuvo su
sentido del humor, persistencia, optimismo y seguridad en sí mismo. Como era de
esperar, volvió a triunfar.

El hombre comenzó una nueva aventura bajo el nombre de “Wally Amos Present
Chip´s Cookie”

La Revista People publicó la historia y Fitz y Floyd fabricó galletas Chip´s Cookie. JC
Penney distribuyó muñecas Chips´s Cookie. Todo el mundo estaba feliz con el regreso
del señor Amos, menos los nuevos propietarios de “Famous Amos”. Le pusieron una
demanda y de nuevo lo sacaron del mercado. Wally dice que obtuvo fama y riqueza, y
que pagó el precio por ello.

Hoy día viaja promocionando su nuevo libro “El hombre sin nombre”, que está
recibiendo una entusiasta acogida. También regresó al negocio de las galletas. Su
nueva empresa se llama “El Tío sin Nombre”. Es obvio que Wally Amos es un buen
ejemplo de un hombre golpeado pero no acabado. Regresó a la lucha con el mismo
entusiasmo y afán que demostró la primera vez. Predigo que le irá bien.

Wally Amos es un hombre clásico de un hombre que se levanta una y otra vez, El
antiguo dicho de que una persona que no recibe golpes no puede golpear se volvió
cierto en el Tío sin Nombre.

Zig Ziglar. Algo más que sonreir. Betania.

113
Nunca claudiques ante las crisis de la vida. Mira al cielo, de allí Dios te enviará su
socorro, levántate y vuelve a andar.

Como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, y he aquí, vivimos; como
castigados, pero no condenados a muerte; como entristecidos, mas siempre gozosos;
como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque
poseyéndolo todo. Nuestra boca, oh corintios, os ha hablado con toda franqueza.
Nuestro corazón se ha abierto de par en par. No estáis limitados por nosotros, sino que
estáis limitados en vuestros sentimientos. 2ª Corintios 6:8-12.

114
NO LE IMPORTAN LOS BISCOCHOS

Recuerdo ese día muy bien. Yo era joven: tendría cuatro o cinco años. Hicimos algo
inusual ese día, al menos inusual para mi casa. Hicimos biscochos. Con mi madre
ayudando en la lechería de la que era propietaria y operaria la familia, no quedaba
mucho tiempo para hornear biscochos. Pero ese día, por la razón que fuera, hicimos
biscochos.

Para ese tiempo, mi abuelo, que luego perdería su vista debido a la diabetes, todavía
podía ver. También para ese entonces, tenía varios caballos a tan solo un cuarto de
milla de nuestra casa. Ese día mi abuelo estaba fuera con los caballos, y uno de
nosotros, mi mamá o yo, decidimos que yo debería llevarle un biscocho.

Ahora bien, desde pequeña, las tareas eran muy importantes para mí. Tenía mis
responsabilidades en alta estima. No solo quería hacer cosas… quería hacerlas a la
perfección. Así que me dirigí, descalza, desde mi casa, biscocho en mano, hacia el
corral donde mi abuelo estaba trabajando.

Sin embargo, al llegar allí encontré un enorme problema para una niñita con un
biscocho en su mano: la cerca que me separaba del lado de mi abuelo. Había un
portón que conectaba la cerca. Era una vieja y grisácea estructura de aluminio con
unas cuatro piezas horizontales sostenidas por una larga pieza diagonal.

Con una altura de alrededor de unos cinco pies, aquello era monstruoso.

Peor aún, lo que lo sostenía erecto, no lo mantenía firme. Así que el portón se sacudía
peligrosamente de arriba hacia abajo con cualquier presión que se le aplicase. Para
una pequeña como yo, ese portón presentaba un gran problema. No era lo
suficientemente grande para abrirlo. No podía gritar lo suficientemente alto para que el
abuelo me oyese. Así que al analizar la situación en mi mente, decidí que mi única
opción era escalar la cosa. Hoy me doy cuenta de que hubiera sido inteligente el meter
el biscocho por entre el portón antes de iniciar su escalada. Desafortunadamente, no
pensaba con tal claridad ese día. En vez, biscocho en mano, comencé a trepar.

La cosa iba bastante bien hasta que llegué a la cima. Al encaramar mi pierna por sobre
la estructura superior, me quedé sin manos para mantenerme estable justo cuando el

115
portón se sacudió en la otra dirección. Recuerdo al abuelo gritándome que me
detuviese y esperase. Recuerdo haberle contestado algo así como: “¡Mira, abuelo! Te
traje un biscocho”.

Lo siguiente que recuerdo es haber golpeado el duro suelo del otro lado con un golpe
seco. Lo otro que recuerdo es ver al biscocho aplastado como una tarta plana de lodo
chocolate junto a mí. El abuelo llegó a mi lado como en unos diez segundos luego de
caer al suelo. Yo estaba absolutamente histérica. Él me recogió y me sostuvo,
diciéndome que todo estaría bien y preguntándome si estaba herida.

En todo lo que yo podía pensar era en el biscocho aplastado. Su biscocho. Había


fracasado en la tarea. Le había fallado.

Me tomó muchos largos años aprender la lección de aquel día. La verdad es que a él
no le importaba en absoluto el tonto biscocho. Le importaba yo.

Aprendí esto solamente cuando me di cuenta que esa es la misma manera en que
Dios se comporta con nosotros. Estamos todos preocupados por los biscochos que
hemos hecho y que le traemos a él… tales como nuestros logros, nuestras buenas
obras y nuestros ministerios. Pero la realidad es que a él no le importan nuestros
biscochos… ¡le importamos nosotros! Y en realidad no le importa si nuestros biscochos
quedan aplastados en el camino o si nunca fueron perfectos en primer lugar. Todo lo
que le importa es sostenernos para preguntarnos cómo nos sentimos, dónde nos
duele, y abrazarnos hasta que nos sintamos mejor.

Me tomó mucho tiempo el estar agradecida por caerme de aquel portón, pero ahora
veo la lección: aquellos biscochos, aquellas tareas, y el ser perfecta no se ven tan
importantes. Lo que es importante, todo lo que es importante, es que él me ama. Todo
lo demás es biscochos y a él no le importan los biscochos.

Staci Stallings, copyright 2005

Tú eres lo más importante para Dios. No son las cosas, eres tú. Míralo, él te espera
porque te ama.

Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a otros hombres en
lugar tuyo, y a otros pueblos por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente
traeré tu descendencia, y del occidente te reuniré. Isaías 43:4-5.

116
CONTRADICCIONES

Hace algún tiempo escuché una de las frases más contradictorias que jamás haya
oído. Mientras estaba en un café, leyendo y preparando los últimos detalles para mi
ponencia en una convención, la letra de una canción pegadiza captó mi atención.

“Turf”, conjunto musical argentino de creciente fama, coreaba: “para saber lo que es
amar hay que perder la libertad, y para mí eso no se llama amor...”.

¿Eh? ¿Cómo? ¿Escuché bien? Juego de palabras; análisis semántico; interpretación


libre... llámelo como usted desee. Pero para mí se trata, ni más ni menos, que de una
total, deliberada y consciente contradicción.

Es que en todos los ámbitos ocurre algo similar: Sabemos que la honestidad es el
camino, pero muchas veces optamos por permitirnos “pequeñas” concesiones... (Que
en el fondo son “pequeñas corrupciones).

Conocemos el valor de invertir tiempo en nuestras familias, pero estamos “tan


atareados” que utilizamos nuestras casas como si fueran meros “hoteles” de paso...

Entendemos que para alcanzar grandes objetivos hay que sacrificarse, pero en
incontables ocasiones preferimos el hedonismo, alcanzando sólo “placeres”
inmediatos...

Comprendemos que el amor es una decisión, pero vez tras vez lo disfrazamos de
pasiones y sentimientos volátiles, accediendo a satisfacciones pasajeras sin llegar a
disfrutar el gozo que produce la fidelidad y la entrega permanente...

En fin, por lo general sabemos qué es lo mejor para nuestras vidas, pero de manera
muy frecuente nos contentamos con “jugar a la existencia”, postergando nuestros
sueños, transando nuestras ilusiones y frustrando nuestros destinos.

Hoy quiero captar su atención y animarlo a que dedique este fin de semana para
examinar su vida, reafirmar sus valores y reestructurar el orden de sus prioridades. O
basta con saber qué es lo mejor para usted... hace falta ir más allá y tomar decisiones

117
que dirijan sus pasos hacia el éxito que tanto anhela. i sabemos... ¡debemos ponernos
manos a la obra!

Fuente: Cristian Franco

“Todo esfuerzo vale la pena, pero quien habla y no actúa acaba en la pobreza. La
riqueza del sabio es su sabiduría, la pobreza del tonto es su estupidez” (Proverbios
14:23-24, TLA).

118
ABANDONADO PARA MORIR

¿Cómo se sentiría usted teniendo un accidente que le cueste la nariz, la mitad de su


brazo derecho y todos los dedos de su mano izquierda? Supongo que sus
pensamientos no serán muy positivos. Pero eso fue lo que ocurrió al Dr. Beck
Weathers, y él ve esa pérdida como el acontecimiento determinante de su vida, el
acontecimiento que cambió todo a su alrededor.

«¿Que si quisiera recuperar mis manos?», dijo en una entrevista que le hicieron en el
programa «Evening News» de la CBS. «Por supuesto que sí. ¿Que si quisiera tener mis
manos para volver a ser lo que fui antes? No».

¿Qué cosa podría llevar a alguien a preferir tan dramática incapacidad? La respuesta
podemos encontrarla en el Monte Everest. Porque Beck Weathers fue uno de los que
estaba en la cima de esa montaña durante el ahora famoso incidente de 1996 cuando
una nevada segó la vida de doce personas.

Weathers tenía cuarenta y nueve años de edad cuando ascendió al Everest. Para ese
tiempo, había sido un escalador de montañas durante diez años. Escalar era su
pasión.

Weathers siempre dedica mucho tiempo a prepararse para el siguiente viaje. Antes del
Everest, había escalado seis de las siete cumbres, las montañas más altas en los
diferentes continentes. Y para cada ascenso se sometió a un agotador régimen de
entrenamiento.

El 10 de mayo, cuando ascendía a la cumbre, se dio cuenta que tenía problemas.


Algunos años antes se había sometido a una operación de queratotomía para corregir
su visión. Mientras más ascendía en la montaña, la altitud hizo que sus lentes saltaran
de sus ojos, lo que lo dejó prácticamente ciego.

En esas circunstancias, la decisión más sabia que podía tomar Weathers, era
quedarse donde estaba y esperar y luego unirse al grupo cuando este viniera de vuelta
de la cumbre. Pero pronto la difícil situación en que se encontraba fue superada por un
cambio horrendo en las condiciones del tiempo. Una rara ventisca cubrió rápidamente
la montaña haciendo que la temperatura bajara hasta unos cincuenta grados bajo cero

119
y aumentando la velocidad del viento a setenta millas por hora. La tormenta obligó a
cada uno a luchar por sobrevivir. En toda esta situación, Weathers quedó abandonado
en la montaña. Pasaron las horas y cayó en un estado de coma hipotérmico.

Sus compañeros lo buscaron durante horas sin dar con él. El 11 de mayo, temprano en
la mañana lo encontraron. Estaba cubierto con hielo y apenas respiraba. Supusieron
que de un momento a otro moriría, de modo que lo dejaron donde estaba, volvieron al
campamento y le avisaron por radio a su esposa que había muerto.

Nadie ha salido de un coma hipotérmico y ha sobrevivido, excepto Beck Weathers. De


alguna manera él recuperó las fuerzas, se incorporó, buscó el camino y
tambaleándose, llegó al campamento. Su chaqueta estaba abierta, su rostro estaba
tan negro por las quemaduras que era difícil reconocerlo y su brazo derecho que había
estado expuesto tenía un aspecto blanco mármol y estaba congelado en una buena
parte.

Aun después de su milagroso retorno al campamento, nadie creía que Weathers


sobreviviría. Pero él se mantuvo luchando. De regreso en su casa en Dallas recibió
atención médica. Fue sometido a diez operaciones; le amputaron los dedos de su
mano izquierda, le amputaron el brazo derecho a la altura del codo y le construyeron
una nueva nariz usando piel de otras partes de su cuerpo.

Al final, Weathers tuvo que someterse a un proceso de aprendizaje radical. Él cree que
cambió sus manos por algo mucho más valioso: lecciones sobre él mismo, sus valores
y su vida. Él confiesa: Probablemente sea la persona más feliz ahora, después de
haber pasado por todo lo que me ha ocurrido. Tengo un juego diferente de prioridades.
Uno nunca sabe quién es y qué es, sino hasta que ha sido realmente probado. Usted
gana muchísimo más cuando el fracaso lo golpea que lo que pudiera enseñarle el
éxito.

La actitud de Weathers refleja más que sólo gratitud por sobrevivir a una tragedia que
pudo haberle causado la muerte. Él muestra su capacidad para aprender lo que le ha
permitido cambiar su vida para bien. Al hacer del sufrimiento su mejor amigo, ha
transformado sus fracasos en victoria.

Michel E. Young. The Ultimate Challenge. Dallas Morning News.

La Vida tiene sufrimientos y la Biblia no los niega, pero sí nos asegura que Dios nos
sostiene en la vida en medio de las pruebas.

Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás
conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. Tú preparas mesa delante de mí en
presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Salmo 23:4-5.

120
DEPARTAMENTO DE CONFIRMACIÓN

Anoche soñé que estaba en el Cielo y que un ángel me servía de guía para mostrarme
los alrededores. Caminaba lado a lado a través de un largo salón de trabajo lleno de
ángeles. Mi ángel guía se detuvo enfrente de la primera sección y dijo:

"Esta es la sección de Peticiones. Aquí todas las peticiones hechas a Dios en oración
son recibidas. Miré alrededor del área, estaban extremadamente ocupados y eran
tantos los ángeles sorteando las peticiones de todas las partes del mundo que quedé
impresionado.

Luego pasamos a través de un largo corredor hasta que llegamos a la segunda


sección.

El ángel me dijo entonces: "Esta es la sección de empaque y despacho". Aquí, la gracia


y las bendiciones que fueron solicitadas por las personas, son procesadas y
entregadas a aquellos seres vivos que las pidieron.

Noté cuan ocupados estaban allí también. Había muchísimos ángeles trabajando muy
duro, eran muchas las bendiciones siendo enviadas a la tierra.

Finalmente, en el punto más lejano del corredor nos detuvimos en una puerta de una
sección muy pequeña. Para mi gran sorpresa, había solo un ángel sentado allí, y con
muy poco que hacer. "Este es el cuarto de confirmación de recibo", me informó el
ángel. Parecía un poco apenado.

- ¿Como es que hay tan poco trabajo aquí?, le pregunté.

- "Muy triste", suspiró el ángel.

"Luego de que las personas reciben las bendiciones que solicitaron muy pocos envían
la confirmación de recibo de vuelta".

- ¿Y "Como se debe confirmar el recibo de una bendición?" Le pregunté al ángel.

121
- "Muy simple", me contestó.

"Solo tienes que decir: "Gracias, Dios".

Le pregunté al ángel:

- ¿Y cuáles deben ser confirmadas?

- "Si tienes comida en tu nevera, ropa con que vestir, un techo y un lugar para dormir...
eres más rico que el 75% de este mundo."

"Si tienes dinero en el banco, en tu cartera, y monedas sueltas en tu alcancía, estás en


el 8% de la riqueza del mundo."

"Y si recibiste este mensaje en tu propia computadora, eres parte del 1% en el mundo
que tiene esa oportunidad."

Además......

- "Si te levantaste esta mañana con más salud que enfermedad... tu estás más
bendecido que muchos que no llegarán ni siquiera a sobrevivir este
día..."

"Si nunca has experimentado miedo en una batalla, soledad en encerramiento, la


agonía de la tortura, o el dolor de morir de hambre... estás sobre
700 millones de personas de este mundo.

"Si puedes asistir a una iglesia, sin miedo a sufrir hostigamiento, arresto, tortura o la
muerte... eres envidiado por eso y más bendecido que 3
billones de personas de este mundo.

"Si tus padres están aún vivos y aun están casados... eres un caso raro."

"Si puedes mantener tu cabeza en alto con una sonrisa, no eres normal... eres único a
todos aquellos en duda y desesperanza"

- OK. ¿Y ahora qué? ¿Cómo puedo empezar?

- Si puedes leer este mensaje, has recibido doble bendición, por alguien que piensa
que eres especial y que eres más bendecido que 2 billones de personas que no
pueden leer.

Agradecimiento es algo que con facilidad se pierde. Un corazón agradecido es un


corazón lleno de gloria.

122
Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en
alta voz. Y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias; y éste era
samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los
otros nueve... ¿dónde están? ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios,
excepto este extranjero? Y le dijo: Levántate y vete; tu fe te ha sanado. Lucas 17:15-
17.

123
AMELIA EARHART, LA MUJER PILOTO

A medida que crecía, no había muchas evidencias de que Millie algún día llegaría a ser
una de las grandes aventureras del siglo veinte. Era una niña muy preguntona que
nació en Kansas en 1897. Académicamente fue brillante. Le gustaba leer libros y
recitar poemas. También disfrutaba de los deportes, particularmente basketball y
tenis.

Después de reconocer el impacto de la guerra sobre los soldados que servían en


Europa durante la I Guerra Mundial, Millie quiso hacer algo para ayudarlos. Decidió
estudiar enfermería y, durante la guerra, trabajó como ayudante de enfermería militar
en Canadá. Después que la guerra terminó, se matriculó como estudiante de pre-
medicina en la Universidad Columbia en Nueva York.

En 1920, después de finalizar su primer año de estudios, visitó a su familia en Los


Ángeles. Fue entonces cuando hizo su primer vuelo en avión a Daugherty Field, en
Long Beach, California. Eso bastó. «Tan pronto como despegamos supe que ahí estaba
mi destino», dijo. No regresó a la escuela de medicina.

Aquel fue el comienzo de una nueva vida para Millie. (Y a propósito, debo decir que
«Millie» es como la llama su familia. Usted y yo la conocemos como Amelia, Amelia
Earhart.)

De inmediato empezó a trabajar para ganar mil dólares que necesitaba para tomar
lecciones para aprender a volar un avión. Muy pronto llegó a ser una alumna de Anita
Snook, otra pionera en el campo de la aviación.

Aprender a volar no fue fácil, a lo menos para la Earhart. Tuvo su buena cuota de
estrellones, pero siguió adelante. Años más tarde, habría de decirle a su esposo su
opinión en cuanto a volar: «Tú sabes lo consciente que estoy de los peligros… Quiero
hacerlo porque quiero hacerlo. Las mujeres debemos tratar de hacer cosas como las
que intentan hacer los hombres. Si fracasamos, nuestro fracaso debe ser un desafío
para otros».

En 1921, la Earhart hizo sola su primer vuelo. Al año siguiente batió el récord de
altura, en lo que sería la primera de una serie de marcas que establecería en aviación.

124
Piloteaba aviones porque amaba volar, pero también tenía un programa. Trataba de
abrir camino para otros. «Mi ambición es hacer que este don maravilloso produzca
resultados prácticos para el futuro de la aviación comercial para la mujer que quiera
volar los aviones de mañana», dijo.

Durante el curso de su carrera como aviadora, Earhart rompió varias marcas y logró
varios primeros lugares:

• 1928: La primera mujer en cruzar el Océano Atlántico en un avión como pasajera.

• 1929: Primer presidente de «Ninety-nines», una asociación de mujeres pilotos.

• 1930: Marca de velocidad para una mujer: 292,5 kilómetros por hora en un
recorrido de tres kilómetros.

• 1931: «Primera persona en establecer una marca de altitud en un autogiro


(precursor del helicóptero): 18.451 pies.

• 1932: Primera mujer piloto en volar sola sobre el Océano Atlántico.

• 1935: Primera persona en volar sola y sin escala entre Oakland, California y
Honolulu, Hawai.

Por el año 1935, Amelia Earhart era una piloto madura y excelente que había hecho lo
imposible por alcanzar sus metas de abrir camino para las mujeres y legitimar la
aviación comercial.

Maxwell, John C.: El Lado Positivo Del Fracaso. Thomas Nelson, Inc., 2000; 2003, S.
146

Si ella lo logró, ¿por qué no nosotros? Dios nos ha dado a todos los seres humanos la
capacidad de ver más allá de los tropezones de la vida. Volvamos a intentarlo.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13.

125
CARTA A TARYN

Amada Taryn: Te estoy escribiendo esta carta a las 3:00 de la mañana ya que no
puedo dormir y quería compartir contigo. Hoy fue un día tan importante en tu vida al
matricularte en la Universidad Estatal de Oklahoma. Este fue tu día… estabas tan
entusiasmada de iniciar una nueva etapa en tu vida. Mientras escuchaba hoy en la
orientación para padres, un consejero nos compartió acerca de la montaña rusa
emocional en la que ustedes estaban embarcados. Como madre de una adolescente…
creo que el símil se queda corto.

Lo que no comprendí fueron las emociones mezcladas que experimentaba ya que mi


orgullo estaba nublado por la egoísta tristeza de perder a mi niñita. ¿Cómo saber que
habías crecido lo suficiente para sobrevivir a setenta y cinco millas de mamá? Eres una
persona sorprendente y la verdad es que estabas lista para tu nueva jornada, ¡era yo la
que no lo estaba! Tienes una perspectiva fantástica de la vida y tu fuerte fe en Dios me
da mucha paz, ¡gracias!

Todo en lo que podía pensar era qué darte para que te aferrases a esta gozosa
ocasión. Estabas tan entusiasmada que seguías diciéndome que recordarías este día
para siempre que me pregunté si este día exacto realmente estaría en tu mente dentro
de treinta años… ya que yo no podía recordar el mío. Como te das cuenta ahora…
estaba equivocada.

Así que aquí está mi regalo para ti. Estoy compartiendo tu día con todos los que
escuchen. Todo el que te conoce sabrá de tu naturaleza dadora. Estoy usando tu
historia para darle a otros de manera cónsona con tu hermoso corazón, sabiendo que
cuando das, recibes.

Experimentamos tu último año juntas y aunque ya he pasado por esto dos veces antes
con tus hermanos, su intensidad nunca disminuye. Fue un gran paseo para ti cuando
pude ver tu gozo en todas las festividades de tu último año de secundaria.

El final fue un genuino clímax con tu baile de graduación: uno de los momentos más
emocionantes de tu vida. Tu "grupo" de amigos estaba compuesto de nuevos y viejos;
pero un denominador común era que todos eran buenos muchachos. Algunos de ellos,
parejas, otros, solo amigos y un chico loco fue solo… su nombre: Matt. Eso no importó,

126
habías estado cerca a él por mucho tiempo y recibió el afecto de todas las chicas que
lo amaban como tú.

Este espíritu libre, al que había conocido hacía cuatro años cuando lo trajiste a la cena
de la práctica de la boda de tu hermana, pude ver claramente por qué te agradaba. Era
la imagen del buen chico, íntegro, que uno aprobaría si existiese un chico digno de
estar cerca de nuestra hermosa hija, nuestra bebé. Se quedó en tu vida a lo largo de
toda la secundaria y no pudiera estar más contenta si todos los que llevases a casa
fueran como él.

Recuerdo las fotos que tomamos en nuestra casa antes del baile de graduación y
recordé sentirme triste por él, sin pareja, hasta que su fantástica personalidad lo hizo
el centro de atención. Sus fotos reflejaron que estaba en su elemento. Alquilaste una
limosina y me sentí aliviada de que el riesgo de que tomases y condujeses fuese
eliminado. El grupo satisfizo mis expectativas y todos regresaron a casa sanos y salvos
a la mañana siguiente ¡habiendo disfrutado el tiempo de sus vidas! Estabas mostrando
señas de crecer… eras la chica perfecta.

De camino a casa después de la matrícula hoy, el teléfono sonó. Era tu hermano y que
llamaba para felicitarte en tu día especial. Su voz fue solemne, me pidió que te pusiera
al auricular. Al escucharle, pude verte en el espejo retrovisor al conducir a casa. En
esos pocos momentos vi en tus ojos lo que las palabras nunca podrán describir:
envejeciste años en sólo momentos. Nunca olvidaré esa mirada en tus ojos. No
estabas preparada, no habías sido advertida para poderte proteger. Sólo nuestra fe en
Dios nos permite soportar esos momentos. Siempre recuerda que esta fe es lo que
necesitas para seguir adelante.

Cuando colgaste, balbuceaste que Matt se había ido. Me tomó mil preguntas para
sacarte alguna información ya que el “shock” te había atontado. Tus primeros
pensamientos fueron de ira porque “alguien del grupo le hubiese permitido beber y
conducir”. Los detalles de cómo murió no son importantes, lo que importa es que Matt
era un buen chico que nos dejó en lo mejor de su vida. Sé que cuestionabas por qué
Dios permitiría esto. Intenté imaginarme el dolor que su familia sentía y los
pensamientos devastadores de todo padre que tiene que enterrar a su hijo. Cuando
seas madre algún día, entonces podrás comprender que no puede haber nada peor.

Han pasado ya horas y estás exhausta y semidormida, tus ojos rojos y tu rostro triste.
Mi corazón se rompe al no poder librarte del dolor que sientes. El servicio memorial de
velas esta noche en la secundaria estuvo lleno de muchos que amaron a Matt. Lo
único que puedo darte es el regalo de la fe. Una fe de que Dios tenía un plan especial
para Matt de tocar las vidas de tantos, compartiéndolo con nosotros por breve tiempo.
El don de Matt de tocar a tantos se hace evidente ahora que se ha ido.

Un mensaje para hacer saber a todo amigo que nunca está bien beber siquiera una
gota y colocarse detrás del volante de un auto. No temer llamar a un padre o a un

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amigo y pedirles que nos recojan si hemos estado tomando. Que ninguna decisión es
buena cuando la hacemos bajo la influencia del alcohol. Que todos somos capaces de
tomar malas decisiones de beber sin importar cuán buenas personas seamos. Todos
somos humanos y podemos ser perdonados por nuestro Hacedor, por nuestros padres
y por nuestros amigos. El sacrifico final de Matt tocará las vidas tanto de ustedes como
de las de muchos amigos y aquí está mi oportunidad de honrar a Matt.

Les enviaré esta carta a muchas personas que nunca tuvieron la bendición de conocer
a Matt. Aun aquellos que no estén experimentando los “goces” de la adolescencia,
tienen sobrinos, primos, vecinos, o conocen a alguien que los tiene. Enviemos un
mensaje por Matt: no bebamos y conduzcamos. Porque cada vida a la que su historia
sea contada, le estaremos enviando una bendición a alguien que puede salvarse.

Taryn, dijiste esta mañana que este sería un día que recordarías por el resto de tu vida.
Ahora estoy convencida de que así será. Te ama siempre, incondicionalmente, tu
Mamá.

Missy Wright, Junio 20 de 2006

Siempre el alcohol deja una triste huella en el alma. Mejor es no caer en las garras del
alcohol.

Andan a tientas en medio de la oscuridad, y se tambalean como borrachos. Job 12:24-


25.

Pues borrachos y glotones, por su indolencia, acaban harapientos y en la pobreza.


Proverbios 23:21.

Nota:
Estas anécdotas han sido recopiladas de www.renuevodeplenitud.com
Sitio que puedes visitar para suscribirte al devocional diario, o para ser edificado con la
programación radial y televisiva que allí encontrarás.

Cualquier comentario, inquietud, discrepancia o interrogantes, puedes con toda


confianza enviarlos a la siguiente dirección: Predicadordejusticia@Hispavista.com

En espera del arrebatamiento de la Iglesia: José Remberto Arévalo

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