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MANUAL DE DERECHO PROCESAL CIVIL

Dr. Avelino Guzmán Vásquez


Dr. A. Alejandro Bello, colaborador

SERIE AUTOAPRENDIZAJE

Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2017


INTRODUCCIÓN. - Cuando el hombre comienza a vivir en sociedad, necesariamente
tienen que surgir las reglas de convivencia que van a reglamentar y a organizar las relaciones
sociales que se darán entre los individuos que comparten en dicho conglomerado.

De igual manera, deben originarse las disposiciones que regirán las relaciones jurídicas
entre los mismos. Esto es, el establecimiento de las reglamentaciones que establecerán
las pautas y reglas para determinar cuáles son los derechos y obligaciones de cada quien
en el ámbito de la jurisdicción territorial en que se desenvuelve. Es así como surge
el derecho, como ordenamiento y reglamentación de la actividad del hombre en la
sociedad.

Para ejercer y aplicar dicho derecho, necesariamente deben crearse las instituciones que
se encargarían, tanto de la creación de las disposiciones reglamentarias, como de la
aplicación y ejecución de las mismas.

De ahí que, en las sociedades, políticamente organizadas, se creen estas instituciones,


y, por ende, la organización de su funcionalidad. En la nuestra, así como en otras
sociedades, la organización política de la sociedad es establecida a través de un documento
socializador, debidamente consensuado, que recibe el nombre de Constitución Política
de la República. Es mediante ésta, que se establece cuáles son los órganos judiciales; su
organización y la manera cómo van a funcionar. Esto es lo que en Derecho Procesal se
le denomina “La Organización Judicial”.

La Organización Judicial, en nuestro sistema jurídico, está establecida, reglamentada,


y se dispone su forma de funcionalidad, en el Título V, Capítulos del I al V, de la
Constitución de la República. En cuyo título se trata todo lo concerniente al Poder
Judicial. Es la propia Constitución de la República, (2010), la que establece, en su
artículo 149, que:

La justicia se administra gratuitamente, en nombre de la República, por el Poder Judicial.


Este poder se ejerce por la Suprema Corte de Justicia y los demás tribunales creados por
esta Constitución y por las leyes.
Ese mismo artículo, en su párrafo I, dispone que:
La función judicial consiste en administrar justicia para decidir sobre los conflictos entre
personas físicas o morales, en derecho privado o público, en todo tipo de procesos,
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado. Su ejercicio corresponde a los tribunales
y juzgados determinados por la ley. El Poder Judicial goza de autonomía funcional,
administrativa y presupuestaria.

ORIENTACIONES DE LA UNIDAD. - Para que se le facilite el aprendizaje del


contenido de la presente unidad, le recomendamos tomar conciencia de los significados
de las palabras jurídicas siguientes: atribución, derecho, tribunal, juez, corte, instancia,
juzgado, deberes, inamovilidad, recusación, inhibición, requisito, y autonomía.

Comprendidos estos términos, el lector tendría más capacidad para asimilar el contenido
del material didáctico que presentamos en esta unidad.

COMPETENCIA. - El participante podrá ver los resultados beneficiosos en cuanto


inicie la lectura del material que estudiará en la presente unidad, ya que, su lector
identifica los diversos grados de jurisdicción y sus funciones en el ordenamiento jurídico
dominicano y los auxiliares de la justicia, para el correcto encausamiento de los asuntos
litigiosos que asuma en su ejercicio profesional.
UNIDAD II: LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

2.1 La organización judicial.


2.2 Tribunales de Derecho Común y Tribunales de Excepción.
2.3 Organización judicial propiamente dicha.
2.4 La Suprema Corte de Justicia.
2.4.1 Integración de la Suprema Corte de Justicia.
2.4.2 Requisitos para ser juez o jueza de la Suprema Corte de Justicia.
2.4.3 Atribuciones de la Suprema Corte de Justicia.
2.4.4 Designación de los jueces de la Suprema Corte de Justicia.
2.4.5 Criterio para la escogencia de los jueces de la Suprema Corte de Justicia.
2.4.6 La Suprema Corte de Justicia como corte de casación.
2.4.7 Cómo mantiene la Suprema Corte de Justicia la unidad de la jurisprudencia.
2.4.8 - La Suprema Corte de Justicia como órgano jurisdiccional.
2.5 El Consejo del Poder Judicial.
2.5.1 Funciones atribuidas al Consejo del Poder Judicial.
2.6 Las cortes de apelación.
2.6.2 Atribuciones de las cortes de apelación.
2.7 Los juzgados de primera instancia.
2.7.1 Requisitos para ser juez de primera instancia.
2.7.2 Atribuciones de los juzgados de primera instancia.
2.8 Los juzgados de paz.
2.8.1 Requisitos para ser juez de paz.
2.9 Derechos y deberes de los jueces. Sanciones.
2.9.1 Derechos de los jueces
2.9.2 Los deberes de los jueces.
2.9.3 La inamovilidad temporal de los jueces.
2.9.4 Inamovilidad e independencia judicial.
2.9.5 Régimen disciplinario y sanciones al incumplimiento de los deberes por parte de
los jueces.
2.9.6 Inhibición y recusación de los jueces. - Concepto.
2.9.6.1 Motivos de la recusación de los jueces.
2.9.7 Incompatibilidades y prohibiciones de los jueces.
2.9.7.1 Incompatibilidades.
2.9.7.2 Prohibiciones.
2.10 El Ministerio Público.- Concepto.
2.10.1 Función del Ministerio Público.
2.10.2 La comunicación al Ministerio Público.
2.10.3 Cómo se hace la comunicación al Ministerio Público.
2.10.4 Regulación del Ministerio Público.
2.10.5 Autonomía y principio de actuación.
2.10.6 Integración del Ministerio Público.
2.10.7 Integración e incompatibilidades del Ministerio Público.
2.10.8 Sistema de Carrera del Ministerio Público.
2.10.9 El Consejo Superior del Ministerio Público. - Integración.
2.10.10 Funciones del Consejo Superior del Ministerio Público.
2.11 Los auxiliares de la Justicia. - Concepto.
2.11.1 Numeración.
2.11.2 Clasificación de los auxiliares de la Justicia.
2.11.3 Deberes de los auxiliares de la Justicia.

RESUMEN DE LA UNIDAD II
ACTIVIDADES DE LA UNIDAD II
EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Manual de Derecho Procesal Civil

2.1 La organización judicial.

Como ya sabemos, nuestra organización judicial viene establecida por la propia


Constitución de la República. Se basa en el sistema de organización, funcionamiento y
estructuración del sistema de los tribunales. Por lo tanto, es de interés conocer, a modo
de preparación, lo que constituyen los Tribunales de Derecho Común y Tribunales de
Excepción.

2.2 Tribunales de Derecho Común y Tribunales de Excepción.

- El sistema judicial dominicano organiza los tribunales en dos grupos o categorías, que
son: los de Derecho Común y los de Excepción. Los Tribunales de Derecho Común
son: Los Juzgados de Primera Instancia, y las Cortes de Apelación. Mientras que, los
Tribunales de excepción son los Juzgados de Paz y el Tribunal de Tierras.

Los Tribunales de Derecho Común tienen competencia para conocer todos los asuntos
que no están atribuidos especialmente a un tribunal de excepción.

Como podemos observar, en ninguno de los dos grupos o categorías de tribunales


encontramos incluido a la Suprema Corte de Justicia. Esto así, debido a que ésta goza
de una situación sui generis, que no permite incluirla en ninguna de las dos categorías
anteriores.

2.3 Organización judicial propiamente dicha.

- Es la propia Constitución de la República la que se ha encargado de establecer la


organización judicial en el país. De esa manera, ha establecido la existencia de dos
órganos superiores, con funciones y atribuciones determinadas, que son: La Suprema
Corte de Justicia y el Consejo del Poder Judicial.

2.4 La Suprema Corte de Justicia.

- Tiene su asiento en la ciudad de Santo Domingo y su competencia es nacional.

2.4.1 Integración de la Suprema Corte de Justicia.

- Constituye el órgano jurisdiccional superior de todos los organismos judiciales. Estará


integrada por no menos de dieciséis jueces y podrá reunirse, deliberar y fallar válidamente
con el quorum determinado por la ley que establece su organización. Estará dividida en
salas, de conformidad con la ley (artículo 152, Constitución de la República).

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UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

2.4.2 Requisitos para ser juez o jueza de la Suprema Corte de Justicia.

Para ser juez o jueza de la Suprema Corte de Justicia se requiere:

1) Ser dominicano o dominicana de nacimiento u origen y tener más de treinta y cinco


años de edad;

2) Hallarse en pleno ejercicio de los derechos civiles y políticos;

3) Ser licenciado o doctor en derecho;

4) Haber ejercido durante por lo menos doce años la profesión de abogado, la docencia
universitaria del derecho o haber desempeñado, por igual tiempo, las funciones de juez
dentro del Poder Judicial o de representante del Ministerio Público. Estos períodos
podrán acumularse, (artículo 153, Constitución de la República).

2.4.3 Atribuciones de la Suprema Corte de Justicia.

Corresponde exclusivamente a la Suprema Corte de Justicia, sin perjuicio de las demás


atribuciones que le confiere la ley:

1) Conocer en única instancia de las causas penales seguidas al Presidente y vicepresidente


de la República; a senadores y diputados, jueces de la Suprema Corte de Justicia; del
Tribunal Constitucional; Ministros y viceministros; Procurador General de la República;
jueces y procuradores generales de las cortes de apelación o equivalentes; jueces de los
tribunales superiores administrativos, y del Tribunal Superior Electoral; al Defensor
del Pueblo; a miembros del Cuerpo Diplomático y jefes de misiones acreditadas en el
exterior; miembros de la Junta Central Electoral, de la Cámara de Cuentas y de la Junta
Monetaria;

2) Conocer de los recursos de casación, de conformidad con la ley;

3) Conocer, en último recurso, de las causas cuyo conocimiento en primera instancia sea
competencia de las cortes de apelación y sus equivalentes;

4) Designar, de conformidad con la ley de Carrera Judicial, los jueces de las cortes de
apelación o sus equivalentes, de los juzgados de Primera Instancia o sus equivalentes; los
jueces de la instrucción, los jueces de Paz y sus suplentes, los jueces de cualquier otro
tribunal del Poder Judicial creados por la Constitución y las leyes.

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Manual de Derecho Procesal Civil

2.4.4 Designación de los jueces de la Suprema Corte de Justicia.

- Los jueces de la Suprema Corte de Justicia son designados o elegidos por el Consejo
Nacional de la Magistratura. Así es como lo dispone el artículo 179, de la Constitución
de la República.

2.4.5 Criterio para la escogencia de los jueces de la Suprema Corte de Justicia.

- El Consejo Nacional de la Magistratura, al conformar la Suprema Corte de Justicia,


deberá seleccionar las tres cuartas partes de sus miembros de jueces que pertenezcan
al sistema de carrera judicial, y la cuarta parte restante los acogerá de profesionales del
derecho, académicos o miembros del Ministerio Público.

2.4.6 La Suprema Corte de Justicia como corte de casación.

- Además de las otras funciones que le atribuye la Constitución de la República y las


leyes, la Suprema Corte de Justicia funciona como Corte de Casación, atribución que es
de carácter constitucional, (artículo 154, Constitución de la República).

Cuando actúa como Corte de Casación, la Suprema Corte de Justicia decide si la ley
ha sido bien o mal aplicada en los fallos en última o en única instancia, pronunciados
por los tribunales del orden judicial. Admite o desestima los medios en que se basa el
recurso, pero sin conocer, en ningún caso, del fondo del asunto, (artículo 1, de la Ley
3726, de 1953).

Las decisiones de la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación,


establecen y mantienen la unidad de la jurisprudencia nacional, (artículo 2, de la Ley
3726, de 1953).

2.4.7 Cómo mantiene la Suprema Corte de Justicia la unidad de la jurisprudencia.

- Como ya sabemos, La Suprema Corte de Justicia no conoce el fondo de los asuntos


que le son sometidos; al casar una sentencia, envía el asunto a otro tribunal, de la misma
categoría del cual procede el fallo casado, excepto si proviene del Tribunal Superior de
Tierras, porque en esta ocurrencia el asunto debe enviarse al mismo Tribunal Superior
de Tierras, el cual debe fallar conforme al criterio de la Suprema Corte de Justicia. De
este modo se unifica la jurisprudencia en materia de inmuebles registrados.

Así pues, en los demás casos, la corte o tribunal no tiene que sujetarse al criterio de la
Suprema Corte de Justicia, pero cuando se produce una segunda casación sobre el mismo

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UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

asunto, seguida de segundo envío, la corte o tribunal de envío debe fallar conforme
al criterio de la Suprema Corte de Justicia, con lo cual se logra la uniformidad de la
jurisprudencia nacional.

En ese tenor, expresa el doctrinario Pichardo, R. L. (2010), que:


La casación es una vía de recurso mediante la cual se persigue ante una jurisdicción
superior llamada Corte de Casación, que entre nosotros es ejercida por la Suprema
Corte de Justicia, la anulación de las decisiones en última o única instancia dictadas
en violación a la ley. Cuando se casa o anula la sentencia mediante este recurso, no
se sustituye la sentencia atacada por la que emite la Corte Suprema la cual se limita
a enviar a las partes a otro tribunal del mismo grado para que se discuta de nuevo la
causa, pues no puede en ningún caso conocer del fondo del asunto (Pág. 207).

Con relación a la unidad de la jurisprudencia, de parte de la Suprema Corte de Justicia


nuestra, Pichardo (2010), expone su posición de la siguiente manera:

El artículo 2 de la Ley No. 3726, del 29 de diciembre de 1953, sobre Procedimiento


de Casación, dispone que las decisiones de la Suprema Corte de Justicia, en funciones
de Corte de Casación, establecen y mantienen la unidad de la jurisprudencia nacional.
Sin embargo, la primera parte del artículo 10 de la Ley No. 821 de noviembre de 1927,
sobre Organización Judicial, establece a su vez que los tribunales son independientes
uno de los otros y respecto de cualquiera otra autoridad, en cuanto al ejercicio de
sus funciones judicial;…Esto nos hace ver que ambos textos son aparentemente
contradictorios, pues la independencia de que gozan los tribunales en sus decisiones,
desmiente, como de hecho ocurre, la unidad de la jurisprudencia que se busca
establecer a través del tribunal, a la cual alude el artículo 2 de la Ley de Casación
(Pág. 219).

Afirma Pichardo (2010), que:


…hoy existe en algunos países de Europa y especialmente en Latinoamérica, incluida
la República Dominicana, la tendencia, influida mayormente por el derecho español,
de prescindir del reenvío para que en la misma sede de la casación se resuelva la
controversia y allí, aparte de la sentencia de casación, se pronuncie también la
sentencia que sustituya la decisión anulada… (Pág. 227).

Por otra parte, dice Pichardo (2010), en este caso citando a su vez al jurista Carlos C.
Álvarez, que:

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Manual de Derecho Procesal Civil

…la unidad de la jurisprudencia no se forma por la vía de la autoridad y que hay un


poco de inexactitud en la afirmación de que las decisiones de la Corte de Casación
establecen y mantienen la unidad de la jurisprudencia nacional. Esa unidad se alcanza
por el método de la libre investigación de una verdad que se supone expresa o implícita
en la ley, o que considera determinable por principios y métodos del Derecho. Cada
juez, así el más modesto de la jerarquía judicial como el de la Corte Suprema, goza de
una libertad absoluta para dar a la ley la interpretación que estime correcta, y aunque
cada uno actúe aisladamente, lo que hay que contemplar es el proceso judicial en su
conjunto, que consiste en un esfuerzo común de los jueces, con la colaboración de los
abogados de las partes y el aporte de la doctrina y de los precedentes judiciales, en un
debate que se desenvuelve en diversas instancias, ante las cuales las opiniones no se
cuentan sino que se aprecian por el mérito de las razones que le sirven de fundamento
(Pág. 221).

Sin embargo, el propio Pichardo (2010), más adelante hace la acotación siguiente:

En otros términos, lo anterior expuesto no quiere decir otra cosa que, en nuestro
país ningún tribunal está obligado a someterse a la jurisprudencia de la Suprema
Corte de Justicia. Sólo el artículo 20 de la Ley de Casación, para el caso de reenvío,
a causa de una segunda casación por la misma razón que la primera, de manera
excepcional, impone al segundo tribunal conformarse con la decisión de la Corte
de Casación, en el punto de derecho juzgado por ésta. Desde luego, la disposición
señalada se refiere únicamente al caso particular y para el cual se hace obligatoria la
interpretación dada por la Suprema Corte. En los nuevos asuntos que le toque juzgar
a cualquier tribunal, si se suscitara el mismo punto de derecho, éstos quedarían en
libertad de interpretar la ley como lo entiendan procedente. Pues, conviene apuntar,
que existe una corriente que pondera la necesidad de que el debate se prolongue
indefinidamente después de los reenvíos que limita la ley, bajo el predicamento de
que es deber de los jueces perseguir libremente la investigación de la verdad jurídica
que es la misión esencial de la casación, la cual, según esa opinión, no debe ser
sacrificada por la otra finalidad del recurso que consiste en la utilidad de establecer y
mantener la unidad de la jurisprudencia nacional (Pág.221).

Hay doctrinarios, como Faye y De la Grassierie, los cuales son referencias del propio
Rafael L. Pichardo, que sobre esta materia son del criterio de que cuando el segundo
tribunal al cual se reenvía el asunto no se somete a la doctrina sustentada por la Corte
de Casación, en el punto de derecho discutido, incurre en un exceso de poder. Por tal
motivo debe producirse la casación de la nueva sentencia, y que en este caso, como cuando
lo interponga el Procurador General de la República, en interés de la ley, la casación

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UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

debe ser pronunciada sin envío, por tratarse de una medida de alta administración para
impedir que el exceso trabe el curso de la justicia.

Somos de la opinión, y en eso estamos contestes con el doctrinario Federico C. Álvarez,


de que se conserve la libertad del juez en la interpretación de la ley. Por consiguiente,
no estamos de acuerdo con los que opinan a favor de que una ley debería determinar,
cuando se forma, por la vía de autoridad, una jurisprudencia constante.

En ese mismo lineamiento, plantea Pichardo (2010), que:

En el estado actual de nuestro ordenamiento legal, la jurisprudencia del alto tribunal


de justicia, no constituye precedente obligatorio; su fuerza dimana de la constancia y
permanencia de la solución adoptada sobre un punto de derecho determinado y por
eso, su autoridad es más de hecho que de derecho (Pág. 222).

2.4.8 - La Suprema Corte de Justicia como órgano jurisdiccional.

- La Suprema Corte de Justicia es un órgano jurisdiccional, y, por tanto, se encuentra


sometida a la Organización Judicial.

De este carácter jurisdiccional se derivan tres consecuencias, a saber:

1) Para conocer de un recurso de casación, ella no puede apoderarse de oficio, sino por
iniciativa de las partes o por el procurador General de la República, cuando interpone el
recurso en interés de la Ley, lo cual se puede hacer frente a la indiferencia de las partes
privadas. El recurso en interés de la Ley no aprovecha a las partes que figuraron en el
juicio que originó la sentencia impugnada en casación. También el Procurador General
de la República puede interponer recurso de casación cuando hay exceso de poder.

2) La Suprema Corte de Justicia no puede dictar sentencias por vía de disposición general
y reglamentaria, en cuanto a las causas sujetas a su decisión. Esta prohibición es general,
conforme lo que dispone el artículo 5 del Código Civil.

3) La suprema Corte de Justicia no es un órgano consultivo, y por consiguiente no se le


puede consultar acerca de la interpretación que deba darse a una ley determinada. Desde
luego, este principio no tiene un alcance ilimitado, pues hemos dicho que compete a ella
trazar los procedimientos, cuando la ley no lo hace. Esto así por disposición del artículo
29 de la Ley de Organización Judicial, No. 821, de 1927.

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Manual de Derecho Procesal Civil

2.5 El Consejo del Poder Judicial.

- Según lo dispone la Constitución de la República, en su artículo 155, el Consejo del


Poder Judicial estará integrado de la siguiente manera:

1) El Presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien lo presidirá;


2) Un juez de la Suprema Corte de Justicia, elegido por el pleno de la misma;
3) Un juez de la Corte de Apelación o su equivalente, elegido por sus pares;
4) Un juez de Primera Instancia o su equivalente, elegido por sus pares; y,
5) Un juez de Paz, o su equivalente, elegido por sus pares.

Los integrantes de este Consejo, con excepción del Presidente de la Suprema Corte de
Justicia, permanecerán en estas funciones por cinco años, cesarán en el ejercicio de sus
funciones jurisdiccionales mientras sean miembros de dicho consejo y no podrán optar
por un nuevo período en el consejo.

2.5.1 Funciones atribuidas al Consejo del Poder Judicial.

- El Consejo del Poder Judicial es el órgano permanente de administración y disciplina


del Poder Judicial. Tendrá las siguientes funciones:

1) Presentar al Pleno de la Suprema Corte de Justicia los candidatos o candidatas para


nombramiento, determinación de jerarquía y ascenso de los jueces de los diferentes
tribunales del Poder Judicial, de conformidad con la ley;
2) La administración financiera y presupuestaria del Poder Judicial;
3) El control disciplinario sobre jueces, funcionarios y empleados del Poder Judicial, con
excepción de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia;
4) La aplicación y ejecución de los instrumentos de evaluación del desempeño de jueces
y personal administrativo que integran el Poder Judicial;
5) El traslado de todos los jueces del Poder Judicial;
6) La creación de los cargos administrativos del Poder Judicial;
7) El nombramiento de todos los funcionarios y empleados que dependen del poder
Judicial; y,
8) Las demás funciones que le confiera la ley.

2.6 Las cortes de apelación.

- El artículo 157 de la Constitución de la República dispone que habrá las cortes de


apelación y sus equivalentes que determine la ley, así como el número de jueces que
deban componerlas y su competencia territorial.

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UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

2.6.1 Requisitos para ser juez de corte de apelación.

- Para ser juez de una Corte de Apelación se requiere, de acuerdo a lo establecido en el


artículo 158 de nuestra Constitución de la República, los siguientes requisitos:

1) Ser dominicano o dominicana;


2) Hallarse en pleno ejercicio de los derechos civiles y políticos;
3) Ser licenciado o doctor en derecho; y,
4) Pertenecer a la carrera judicial y haberse desempeñado como juez de Primera Instancia
durante el tiempo que determine la ley.

2.6.2 Atribuciones de las cortes de apelación.

- Según lo determina la Constitución de la República, en su artículo 159, son atribuciones


de las cortes de apelación:

1) Conocer de las apelaciones a las sentencias de conformidad con la ley;

2) Conocer en primera instancia de las causas penales seguidas a jueces de primera


instancia o sus equivalentes; procuradores fiscales; titulares de órganos y organismos
autónomos y descentralizados del Estado, gobernadores provinciales, alcalde del Distrito
Nacional y de los demás municipios;

3) Conocer de los demás asuntos que determinen las leyes.

2.7 Los juzgados de primera instancia.

- Habrá los juzgados de Primera Instancia, de acuerdo a lo establecido por el artículo


160, de la Carta Magna de la República, o sus equivalentes, con el número de jueces y
la competencia territorial que determine la ley.

2.7.1 Requisitos para ser juez de primera instancia.

- Los requisitos con los que hay que cumplir para ser juez de Primera Instancia son los
siguientes:

1) Ser dominicano o dominicana;


2) Hallarse en pleno ejercicio de los derechos civiles y políticos;
3) Ser licenciado o doctor en derecho; y,

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Manual de Derecho Procesal Civil

4) Pertenecer a la carrera judicial y haberse desempeñado como juez de Paz durante el


tiempo que determine la ley.

2.7.2 Atribuciones de los juzgados de primera instancia.

- La Constitución de la República no señala cuáles son las atribuciones de los juzgados


de Primera Instancia. Sin embargo, las mismas están contempladas en la Ley de
Organización Judicial.

Según el artículo 45, de la Ley No. 821, de 1927, reformada por la Ley 845, de 1978,
corresponde a los tribunales de Primera Instancia: Conocer, en instancia única, de todas
las acciones reales, personales y mixtas que no sean de la competencia de los jueces
de paz, hasta la cuantía de mil pesos y a cargo de apelación, de demanda de cualquier
cuantía o de cuantía indeterminada.

2.8 Los juzgados de paz.

- El artículo 162, de la Constitución Política del Estado Dominicano, dispone que


la ley determinará el número de juzgados de paz o sus equivalentes, sus atribuciones,
competencia territorial y la forma como estarán organizados.

2.8.1 Requisitos para ser juez de paz.

- Para ser juez de Paz se requiere, de acuerdo al artículo 163 de nuestra Carta Magna,
los siguientes requisitos:
1) Ser dominicano o dominicana;
2) Hallarse en pleno ejercicio de los derechos civiles y políticos;
3) Ser licenciado o doctor en derecho.

2.9 Derechos y deberes de los jueces. Sanciones.

- Para tratar lo relativo a los que son los deberes de los jueces, y sobre las sanciones a
que pueden ser sometidos los mismos, es bueno precisar con objetividad el concepto de
juez, y así tendremos mayores facilidades para conocer cuáles serían las sanciones que se
derivarían por el incumplimiento de sus deberes.

Según las funciones que desempeña en la sociedad, el juez es visto como una figura supra
terrenal, pues él tiene, en la tierra, las funciones que le son atribuidas con exclusividad
al Creador, en el cielo. De ahí que se exija al juez una vida pulcra, impregnada de
objetividad e imparcialidad en sus decisiones.

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UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

El juez es definido como la autoridad pública que sirve en un tribunal de justicia y


que se encuentra investido de la potestad jurisdiccional para aplicar la ley y las normas
jurídicas.

La función principal de un juez es resolver conflictos entre las partes, aplicando las leyes
existentes en cada momento y lugar; resuelve una controversia o decide el destino de
un imputado, tomando en cuenta las evidencias o pruebas presentadas en un juicio,
administrando justicia.

Visto de esa manera, trataremos, entonces cuales son los derechos y deberes de los jueces
en nuestro sistema judicial.

De acuerdo a la “Ley de Carrera Judicial”, los jueces se benefician de una serie de derechos,
y por su condición, tienen que observar, también, una serie de deberes, como son:

2.9.1 Derechos de los jueces

1) La independencia en el desempeño de la función jurisdiccional. Ninguna autoridad


puede abocarse a causas pendientes ante ellos o influir en su actuación.

2) La permanencia en el servicio hasta la edad de 75 años (esto es lo que se le llama la


inamovilidad temporal de los jueces).

3) Ser trasladados a su solicitud y previa evaluación. Cuando por razones de salud o de


seguridad debidamente comprobada, no es posible continuar con el cargo.

4) No ser trasladados sin su consentimiento, salvo en los casos establecidos por ley.

5) Integrar la carrera judicial, diferenciada del régimen general del empleo público,
conforme a la naturaleza especial de las funciones jurisdiccionales y atribuciones
consagradas en la Constitución.

6) La determinación, el mantenimiento y desarrollo de la especialidad, salvo en los casos


previstos en la ley.

7) Evaluación de su desempeño a fin de identificar los méritos alcanzados, garantizar la


permanencia en la carrera y obtener promociones.

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Manual de Derecho Procesal Civil

8) La protección y seguridad de su integridad física y la de sus familiares.


9) Capacitación y especialización permanentes.

10) Permisos y licencias conforme a la ley.

11) Percibir una retribución acorde a la dignidad de la función jurisdiccional y tener un


régimen de seguridad social que los proteja durante el servicio activo y la jubilación. La
retribución, derechos y beneficios que perciben los jueces no pueden ser disminuidos ni
dejados sin efecto.

12) A la libre asociación.

13) Recibir de toda autoridad el trato correspondiente a su investidura, bajo


responsabilidad.

14) No ser detenidos, sino por orden del juez competente o en caso de flagrante delito.

15) Gozar de la cobertura de un seguro de vida cuando trabajen en zona de emergencia


y en órganos jurisdiccionales declarados de alto riesgo por el órgano de gobierno del
Poder Judicial.

16) Las demás que señale la Constitución y la ley.

2.9.2 Los deberes de los jueces. - Estos son, en resumen:

1) Impartir justicia con independencia, prontitud, imparcialidad, racionalidad y respeto


al debido proceso.

2) No dejar de impartir justicia por vacío o deficiencia de la ley.

3) Mantener un alto nivel profesional y preocupación por su permanente capacitación


y actualización.’

4) Someterse a la evaluación del desempeño.

5) Observar estrictamente el horario de trabajo establecido, así como el fijado para


las audiencias, informes orales y otras diligencias. El incumplimiento injustificado
constituye inconducta funcional.

6) Observar los plazos legales para la expedición de resoluciones o sentencias, así como

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UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

vigilar el cumplimiento de la debida celeridad procesal.


7) Respetar estrictamente y exigir a los auxiliares el cumplimiento del horario de trabajo
para la atención del despacho, informes orales y otras diligencias.

8) Atender diligentemente el juzgado o sala a su cargo.

9) Guardar la reserva debida en aquellos casos que por su naturaleza o en virtud de leyes
o reglamentos, así lo requieran.

10) Denegar pedidos maliciosos.

11) Sancionar a las partes cuando practiquen maniobras dilatorias.

12) Denunciar los casos de ejercicio ilegal de la abogacía.

13) Dedicarse exclusivamente a la función jurisdiccional. No obstante, pueden ejercer


la docencia universitaria en materia jurídica hasta por ocho horas semanales de dictados
de clases y en horas distintas de las que corresponden al despacho judicial.

14) Presentar una declaración jurada de bienes y rentas al inicio del cargo, anualmente,
al dejar el cargo y cada vez que sus bienes o rentas varíen en más de un 20%.

15) Residir en el distrito judicial donde ejerce su cargo.

16) Seguir los cursos de capacitación programados por la academia de la magistratura y


los cursos considerados obligatorios como consecuencia del resultado de la evaluación
parcial.

17) Guardar en todo momento conducta intachable.

2.9.3 La inamovilidad temporal de los jueces.

Antes de profundizar en el conocimiento de lo relativo a la Inamovilidad Temporal de


los Jueces, como es el caso de la especie en nuestro sistema judicial dominicano, daremos
una pincelada, a modo general, de lo que constituye la inamovilidad de los jueces.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que inamovilidad es


la “calidad de inamovible”, esto es, de lo que está permanentemente establecido sobre

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Manual de Derecho Procesal Civil

reglas determinadas, y no expuesto a movimiento o alteración. Aplicada a la esfera del


derecho, la voz inamovible presenta perfiles específicos que no pierden su conexión con
la raíz general. A pesar de ser utilizada por los autores y por la jurisprudencia con otras
acepciones, la voz inamovilidad se usa en referencia al estatuto jurídico profesional del
personal jurisdicente, es decir, de los jueces que ejercen la potestad jurisdiccional.

2.9.4 Inamovilidad e independencia judicial.

- En este último sentido, que es el que interesa para estos fines, la inamovilidad se vincula,
de forma directa, con la independencia judicial, uno de los 5 elementos característicos
establecidos en el número 1, entre los deberes del juez, de acuerdo a la “Ley de la carrera
Judicial”, junto a prontitud, imparcialidad, racionalidad y respeto al debido proceso.

La independencia, que no es sino la plena soberanía de cada juez o tribual al resolver


el litigio, sin otra obediencia a la hora de decidir –como no puede ser de otro modo en
un estado de derecho- que a la ley y al ordenamiento jurídico, es el elemento que con
mayor claridad distingue la jurisdicción de la administración, y por ello la inamovilidad,
como factor que contribuye a la consecución del juez independiente, presenta una gran
importancia: mientras que la administración se caracteriza por la dependencia jerárquica
entre todos los elementos que la componen, como manifestación de su unidad y
coordinación, para la mayor eficacia en el cumplimiento de sus fines, la jurisdicción es
esencialmente independiente o, más correctamente, cada juez o colegio de jueces (sala o
tribunal) –que son los auténticos titulares de la función jurisdiccional- es independiente
cuando juzga y hace ejecutar lo juzgado.
Lo antes expuesto, significa, que el encargado de decidir jurisdiccionalmente, que no
tiene otro límite que la ley o la doctrina legal emanada de los tribunales superiores al
aplicar la ley, no recibe, ni puede recibir, instrucciones de terceros, sean particulares u
órganos públicos, ni siquiera de otros tribunales.

La independencia judicial coloca al juez en una posición trascendente con respecto a los
demás sujetos, y conduce a un sistema de tutela integrado por órganos públicos entre los
cuales no existe otra relación que la organización, al margen de cuál sea su lugar dentro
de la pirámide jurisdiccional.

La ley opera ante el juez, a la vez como garantía frente a sus propios excesos, y sus
decisiones deben ser respetadas, y sólo pueden ser modificadas por él mismo o por otros
órganos jurisdiccionales a través de los recursos legalmente establecidos, pero el juez
necesita, también, garantías que preserven su independencia, entre las que se encuentra
la inamovilidad.

66
UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

2.9.5 Régimen disciplinario y sanciones al incumplimiento de los deberes por


parte de los jueces.

- El Consejo del Poder Judicial tendrá sobre los jueces, funcionarios y empleados del
Poder Judicial, con excepción de los integrantes de la suprema Corte de Justicia, de
acuerdo a las disposiciones establecidas en la Ley 28-11, orgánica del Poder Judicial, el
régimen disciplinario.

El régimen disciplinario tiene los siguientes objetivos:

1) Contribuir a que los jueces cumplan leal, eficiente y honestamente sus deberes y
responsabilidades, a fin de mantener el mejor rendimiento del Poder Judicial.

2) Procurar el adecuado y correcto ejercicio de los derechos y prerrogativas que se


consagran a favor de los jueces.

3) Procurar que las faltas disciplinarias sean juzgadas y sancionadas conforme a su


gravedad en base a estrictos criterios de la legalidad, equidad y objetividad.

Este poder disciplinario consiste en el control de la observancia de la Constitución de


la República, las leyes, reglamentos, instrucciones y demás normas vigentes, y en la
aplicación de sanciones en caso de violación a las mismas. Estas sanciones podrán ser:
amonestación, suspensión o destitución.
Los jueces del orden judicial incurren en falta disciplinaria si dejan de cumplir sus deberes
y las normas de trabajo establecidas, si ejercen incorrectamente o en forma desviada sus
derechos y prerrogativas, si desconocen las órdenes legítimas de sus superiores jerárquicos
o incurren en cualesquiera de las causas de sanción disciplinaria previstas en la Ley 327-
98, de Carrera Judicial y sus reglamentos, o en la violación de otras disposiciones sobre
la materia, emanadas de autoridades competentes.

Los jueces que en el ejercicio de sus funciones cometan faltas o no cumplan con sus deberes
y con las normas establecidas, serán administrativamente responsables y sancionados en
consecuencia, sin perjuicio de otras responsabilidades civiles, penales o de otra índole,
resultantes de los mismos hechos u omisiones.

Según la gravedad de las faltas, las autoridades competentes podrán imponer las siguientes
sanciones:

67
Manual de Derecho Procesal Civil

1) Amonestación oral;
2) Amonestación escrita;
3) Suspensión sin sueldos, por un período de hasta 30 días;
4) Jueces suspendidos; y
5) Jueces destituidos.

2.9.6 Inhibición y recusación de los jueces.

- Concepto. - Se entiende como inhibición la decisión propia de un juez de no conocer


un caso en específico, porque entiende que su decisión no sería totalmente imparcial,
sino que la misma podría verse afectada a inclinarse por alguna de las partes por causa
de subjetividades.

Por otro lado, tenemos la recusación. Esta es una figura jurídica en la cual una o ambas
partes envueltas en el proceso entiende que la decisión del juez puede verse influenciada,
y no buscar una solución imparcial u objetiva.

En otras palabras, cuando un juez se inhibe, por cuenta propia, él decide que no
conocerá de un caso porque entiende que no sería justo o imparcial en su decisión. En la
recusación ocurre que, a pesar de que el juez no se inhibe, una o ambas partes entienden
que sí estaría afectada e influenciada su decisión, y por ello lo “recusan”, para que éste no
pueda conocer dicho caso y apoderen de su conocimiento a otro juez.

Los motivos para la inhibición o recusación deben estar fundamentados. Los mismos
se encuentran, específicamente, en el artículo 378, del Código de Procedimiento Civil
Dominicano.

Cuando un litigante duda de la imparcialidad del juez, puede recusarlo. Las causas
de recusación de los jueces de Paz, aparecen en el artículo 44 al 47, del Código de
Procedimiento Civil, y las de los demás jueces, como ya dijimos, en los artículos 378 al
396, del mismo Código.

Cuando un juez sabe que en él existe una causa de recusación debe inhibirse; sin embargo,
si no lo hace y no es recusado, su sentencia no es nula. Así se ha pronunciado la Suprema
Corte de Justicia en sentencia del 30 de agosto, del año 1935, publicada en el Boletín
Judicial No. 301, página 321.

Si un juez propone su inhibición y ésta no le he aceptada, el juez tiene la obligación de


conocer el asunto, a no ser que el interesado lo recuse y prospere la recusación.

68
UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

2.9.6.1 Motivos de la recusación de los jueces.

- Los jueces pueden inhibirse o ser recusados por las partes en razón de:

1) Ser cónyuge, conviviente o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o por
adopción, o segundo de afinidad, de alguna de las partes o de su representante legal o
convencional;

2) Ser acreedor, deudor o garante, él, su cónyuge o conviviente de alguna de las partes,
salvo cuando lo sea de las entidades del sector público, de las instituciones bancarias,
financieras o aseguradoras. En todo caso, la inhibición o recusación sólo son procedentes
cuando el crédito o garantía conste en un documento público o privado reconocido o
con fecha cierta anterior al inicio del procedimiento de que se trata.

3) Tener personalmente, su cónyuge, o conviviente, o sus parientes dentro de los


grados expresados en el ordinal 1, procedimiento pendiente con algunas de las partes o
haberse tenido dentro de los dos años precedentes si el procedimiento ha sido penal. No
constituyen motivos de inhibición ni recusación las demandas o querellas que no sean
anteriores al procedimiento penal que se conoce;

4) Tener o conservar interés personal en la causa por tratarse de sus negocios o de las
personas mencionadas en el ordinal 1;
5) Ser contratante, donatario, empleador o socio de alguna de las partes;

6) Haber intervenido con anterioridad, a cualquier título, o en otra instancia en relación


a la misma causa;

7) Haber emitido opinión o consejo sobre el procedimiento particular de que se trata y


que conste por escrito o por cualquier medio lícito de registro;

8) Tener amistad que se manifieste por gran familiaridad o frecuencia de trato con una
cualquiera de las partes e intervinientes;

9) Tener enemistad, odio o resentimiento que resulte de hechos conocidos con una
cualquiera de las partes o intervinientes;

10) Cualquier otra causa, fundada en motivos graves, que afecten su imparcialidad o
independencia.

69
Manual de Derecho Procesal Civil

2.9.7 Incompatibilidades y prohibiciones de los jueces.

2.9.7.1 Incompatibilidades.

- La función del juez implica algunas incompatibilidades, como son:

1) Ejercer, participar o desempeñar funciones que conforme a la Constitución o a las


leyes resulten inmoral o administrativamente contrarias con las mismas;

2) Desempeñar cualquier cargo, profesión o actividad que menoscabe el estricto


cumplimiento de los deberes del juez.

Estas incompatibilidades están expresamente establecidas en el artículo 150 del


reglamento de la Carrera Judicial. Sin embargo, en el mismo se dispone que son sumadas
a las que están establecidas en el artículo 45 de la Ley de Carrera Judicial, y los artículos
4 y siguientes de la Ley de Organización Judicial.

Mientras que, por su parte, la Ley de Carrera Judicial, No. 327-98, en su artículo 45,
establece, que es incompatible con las funciones permanentes y remuneradas de los
jueces sujetos a la presente ley:

1) Desempeñar otro cargo remunerado y permanente, salvo lo dispuesto por el artículo


108 de la Constitución;

2) Ser parte a la vez, de cualquier órgano o entidad del Gobierno Nacional, y no podrán
pertenecer a partidos o asociaciones políticas y tampoco a organizaciones profesionales
cuya afiliación no esté limitada exclusivamente a quienes tengan su investidura;

3) Participar en la gestión o administración de actividades comerciales o económicas, en


sentido que de algún modo dé lugar a una dualidad de atribuciones, derechos o intereses;

4) Toda manifestación de hostilidad al principio o a la forma de gobierno, así como


cualquier manifestación pública incompatible con la reserva que le imponen sus
funciones.

2.9.7.2 Prohibiciones.

- El artículo 149, del Reglamento de la Carrera Judicial al respecto establece que: A los
jueces sujetos a la ley, además de las prohibiciones impuestas por el artículo 44 (de la Ley
de Carrera Judicial) y por cualquier otra Ley o Reglamento, les está prohibido:
70
UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

1) Dar noticias o informaciones sobre asuntos de la institución, cuando no estén


facultados para hacerlo:

2) Observar una conducta que pueda afectar la responsabilidad y dignidad de la función


jurisdiccional;

3) Solicitar, aceptar o recibir, directamente o por medio de personas interpuestas,


gratificaciones, dádivas, obsequios, comisiones o recompensas, como pago por actos
inherentes a sus cargos;

4) Prestar, a título particular y en forma remunerada, servicios de asesoría de asistencia


a órganos públicos y privados;

5) Valerse de influencias jerárquicas para propiciar y/o conminar a relaciones íntimas y/o
sentimentales con compañeros de trabajo;

6) Cometer actos lesivos a la moral o que promuevan el escándalo público en la institución


o cualquiera de sus dependencias, dentro o fuera del horario normal de trabajo.

2.10 El Ministerio Público.

- Concepto.- El Ministerio Público o Procuraduría General de la República es la


institución rectora, representante de la República Dominicana en el ejercicio de la acción
penal pública, comprometida en la formulación e implementación de la política contra
la criminalidad, la investigación penal, la administración del sistema penitenciario y
correccional, la protección y atención de víctimas y testigos, persecución de la corrupción
y el fraude, así como proveedora de los servicios jurídicos administrativos requeridos por
la leyes.

El Ministerio Público, en nuestro país, es el equivalente al Ministerio de Justicia en otros


países, y como tal posee cierta autonomía.

Por su parte, nuestra Constitución Política, (2010), define al Ministerio Público de la


siguiente manera:

El Ministerio Público es el órgano del sistema de justicia responsable de la reformulación


e implementación de la política del Estado contra la criminalidad, dirige la investigación
penal y ejerce la acción pública en representación de la sociedad”, (artículo 169 de la
Constitución de la República.

71
Manual de Derecho Procesal Civil

2.10.1 Función del Ministerio Público.

- En el ejercicio de sus funciones, el Ministerio Público garantiza los derechos


fundamentales que asisten a ciudadanos y ciudadanas, promoverá la resolución alternativa
de disputa, dispondrá la protección de víctimas y testigos y defenderá el interés público
tutelado por la ley.

2.10.2 La comunicación al Ministerio Público.

- Hay ocasiones en las cuales el Ministerio Público actúa como parte adjunta. Esto
significa, que el expediente le debe ser comunicado, antes de que se dicte sentencia, para
que éste emita su dictamen.

En materia civil, la ley establece, de forma limitativa, los casos que deben ser comunicados
al Ministerio Público. Estos están contemplados en el artículo 83, del Código de
Procedimiento Civil Dominicano.

Cuando se presenta uno de estos casos señalados en el referido artículo, bajo el régimen
del Código de Procedimiento Civil, la comunicación es obligatoria. Sin embargo, la Ley
845, de 1978 ha agregado un párrafo a dicho artículo, según el cual, la comunicación
al Ministerio Público sólo procede en los casos indicados, cuando es requerido por el
demandado in limini litis o cuando es ordenado de oficio por el juez.

Por tal razón, los jueces no pueden, fuera de los casos previstos por la referida Ley,
ordenar la comunicación al Ministerio Público. Sin embargo, por ante la Suprema Corte
de Justicia, el Ministerio Público está en la obligación de dictaminar siempre, esto así,
dispuesto por el artículo 11, de la Ley 3726, de 1953.

Por otra parte, la Ley 82, de 1924, dispone que cuando un asunto es comunicable al
Ministerio Público, no hay distinción entre asuntos civiles o comerciales.

Mientras que, por otra parte, la Ley 1486, de 1938, dispone que en los casos en los
cuales el Estado Dominicano es parte de un litigio, y está representado por el Ministerio
Público, no tiene que hacerse la comunicación. Es evidente que la comunicación, en este
caso, no tiene ninguna utilidad.

2.10.3 Cómo se hace la comunicación al Ministerio Público.

- En las audiencias civiles y comerciales, el Ministerio Público no está presente, ni siquiera


en los casos en los cuales el asunto le es comunicable.

72
UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

La comunicación al Ministerio Público se hace, como ya expresamos, in limini litis, es


decir, antes de toda defensa al fondo, el demandado la debe solicitar. Sin embargo, el
tribunal la puede ordenar de oficio.

Una vez cerrados los debates, la o el secretario del tribunal pasa el expediente al Ministerio
Público, acompañándolo de la disposición del juez que ordena dicha comunicación, la
cual hace el juez por medio de un auto dictado al efecto. Este dictamen debe emitirse
dentro de los diez días de haber sido recibido el expediente por el representante del
Ministerio Público, como lo dispone la Ley 82, de 1924. Sin embargo, en algunos casos
el plazo es menor, como ocurre en materia de divorcio, en cuyo caso el plazo es sólo de
cinco días. Esto así, dispuesto por el artículo 10, de la Ley 1306-bis, de 1937.

En su dictamen, el Ministerio Público puede, y de hecho casi siempre lo hace así, dejar
la solución del asunto a la soberana apreciación del juez, lo que significa que el mismo
no está obligado a dar una determinada opinión, sea a favor o en contra del asunto en
cuestión. Ese es el criterio de la Suprema corte de Justicia, establecido por sentencia dada
el 29 de septiembre, de 1933, en el Boletín Judicial 278, pág. 24.
En el caso en que el demandado solicite la comunicación al Ministerio Público, cuando
procede, de acuerdo a la ley, y el juez se niegue a ordenarla, la sentencia que surgiere
sería nula. Sin embargo, esa nulidad sólo se puede hacer valer por medio del recurso
extraordinario de revisión civil, conforme lo dispone el artículo 80, párrafo 8, del Código
de Procedimiento Civil, y reforzado por la Suprema Corte de Justicia, en su Sentencia
del 18 de marzo, del año 1932, publicada en el Boletín Judicial No. 260, en la página
17.

2.10.4 Regulación del Ministerio Público.

- Es una atribución del Ministerio Púbico, de acuerdo a disposiciones legales, la


regulación del funcionamiento del Sistema Penitenciario, y otros organismos que a tal
efecto se constituya.

2.10.5 Autonomía y principio de actuación.

- El Ministerio Público goza de autonomía funcional, administrativa y presupuestaria.


Ejerce sus funciones conforme a los principios de legalidad, objetividad, unidad de
actuación, jerarquía, indivisibilidad y responsabilidad.

2.10.6 Integración del Ministerio Público.

- Designación y requisitos. - El Presidente de la República es el que posee la facultad


constitucional para designar al Procurador General de la República, así como a la mitad
de sus Procuradores Adjuntos.
73
Manual de Derecho Procesal Civil

Para ser Procurador General de la República, o Procurador Adjunto, se requiere los


mismos requisitos que para ser Juez de la Suprema Corte de Justicia.

La ley dispondrá la forma de designación de los demás integrantes del Ministerio Público.

2.10.7 Integración e incompatibilidades del Ministerio Público.

- El Ministerio Público está integrado por el Procurador General de la República, quien


lo preside, y por los demás representantes establecidos en la ley.

El Ministerio Público estará representado ante la Suprema Cortes de Justicia por el


Procurador General de la República, y por las y los procuradores adjuntos, de conformidad
con la ley. Su representación, ante las demás instancias, será dispuesta por la ley.
La función del representante del Ministerio Público es incompatible con cualquier otra
función pública o privada, excepto con la docente y, mientras permanezcan en el ejercicio
de sus funciones no podrán optar por ningún cargo electivo público ni participar en
actividades políticas partidarias.

2.10.8 Sistema de Carrera del Ministerio Público.

- El Ministerio Público se organiza conforme a la ley que regula su inamovilidad, régimen


disciplinario y los demás preceptos que rigen su actuación, su escuela de formación y sus
órganos de gobierno, garantizando la permanencia de sus miembros de carrera hasta los
setenta y cinco años de edad.

2.10.9 El Consejo Superior del Ministerio Público.

- Integración. - El órgano de gobierno del Ministerio Público es el Consejo Superior del


Ministerio Público, el cual estará integrado de la manera siguiente:

1) El Procurador General de la República, quien lo preside;


2) Un Procurador Adjunto del Procurador General de la República,
elegido por sus pares;
3) Un Procurador General de la Corte de Apelación, elegido por sus pares;
4) Un Procurador Fiscal o su equivalente, elegido por sus pares;
5) Un fiscalizador, elegido por sus pares.

74
UNIDAD II. : LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL

2.10.10 Funciones del Consejo Superior del Ministerio Público.

- Las funciones del Consejo Superior del Ministerio Público son:

1) Dirigir y administrar el sistema de la carrera del Ministerio Público;

2) La administración financiera y presupuestaria del Ministerio Público;

3) Ejercer el control disciplinario sobre los representantes, funcionarios y empleados del


Ministerio Público, con excepción del Procurador General de la República;

4) Formular y aplicar los instrumentos de evaluación de los representantes del Ministerio


Público y del personal administrativo que lo integran;

5) Trasladar a representantes del Ministerio Público, provisional o definitivamente,


de una jurisdicción a otra, cuando sea necesario y útil al servicio, con las condiciones
y garantías previstas en la ley, con excepción de las y los Procuradores adjuntos del
Procurador General de la República;

6) Crear los cargos administrativos que sean necesarios para que el Ministerio Público
pueda cumplir las atribuciones que le confiere la Constitución y las leyes; y

7) Las demás funciones que le confiera la ley.

2.11 Los auxiliares de la Justicia.

- Concepto. - Los auxiliares de la Justicia son los agentes o actores que interactúan y
sirven de apoyo para la solución de los conflictos en los tribunales, haciendo posible la
asistencia judicial.

Los auxiliares de la justicia son colaboradores y cooperadores en el sistema judicial. Son


aquellos que cooperan con el juez de una manera directa o indirecta, en la administración
de la justicia.

2.11.1 Numeración.

- Los auxiliares de la justicia los constituyen los siguientes: los abogados, los notarios,
los alguaciles, los intérpretes judiciales, los o las secretarias de los tribunales, los médicos
legistas, los peritos, y los venduteros públicos.

75
Manual de Derecho Procesal Civil

2.11.2.- Clasificación de los auxiliares de la Justicia.

- Tomando en cuenta la definición de Henry Capitant, los auxiliares de la justicia son


las personas llamadas por sus funciones a colaborar en la administración de justicia.
Encierra una clasificación de la manera siguiente: Hay auxiliar de la justicia que son
funcionarios públicos y ministeriales, y los que no tienen esa calidad.

Se clasifican en Auxiliares de la Justicia directos e indirectos. Los directos son: Los


secretarios y los alguaciles; y son indirectos, los abogados y todos los demás.

2.11.3 Deberes de los auxiliares de la Justicia.

- Estos deberes están contenidos en la Ley 821, de 1927, sobre Organización Judicial.
Sin embargo, algunos no están en la ley, y hay que buscarlos dispersos en los diferentes
códigos. Son los siguientes:

1) Asistir puntualmente a área de trabajo;

2) El archivo de los documentos que manejan;

3) Dar cuenta de las correspondencias y documentos en las 24 horas;

4) Tener al día los libros de la oficina, para asegurar la transparencia en la administración


de justicia;

5) Dirigir el personal bajo su dependencia; el Secretario es el jefe de la oficina en los


asuntos administrativos. Tiene responsabilidad frente a los demás empleados para una
buena administración de justicia al usuario;

6) Enviar mensualmente al tribunal superior jerárquico un informe del estado de las


causas conocidas en el mes, con el estado de los fallos y causas conocidas, dentro de
los primeros ocho días siguientes. Ahora se envía directamente al Departamento de
Estadísticas de la Suprema Corte de Justicia.

76
Resumen de la unidad II
En esta unidad, se destaca la importancia de la organización judicial, ya que es la que
establece el funcionamiento del organigrama en la estructura o andamiaje piramidal de
los tribunales del sistema judicial dominicano.

En esta encontramos la primera división, en cuanto se refiere a los tribunales del tren
judicial, es decir: los tribunales de Derecho Común y los tribunales de Excepción.

Los órganos principales del Poder Judicial son el Consejo del Poder Judicial, con sus
atribuciones y funciones y, la Suprema Corte de Justicia, con sus atribuciones específicas,
tanto como Corte de Casación, y como órgano jurisdiccional.

Insistimos en el conocimiento de las atribuciones y funcionamiento de los demás


tribunales de la República: Cortes de Apelación, Tribunales de Primera Instancia y los
Juzgados de Paz.

Según la Constitución, en las cortes de apelación se conocen las apelaciones a las


sentencias y las causas penales seguidas a jueces de primera instancia.

De igual modo en los tribunales de Primera Instancia se conocen todas las acciones
RESUMEN

reales, personales y mixtas que no sean de la competencia de los jueces de paz, hasta la
cuantía de mil pesos y a cargo de apelación.

Mientras que la función principal de los Juzgados de Paz es resolver controversias en


el mismo lugar o decidir el destino de un imputado, tomando en cuenta las evidencias
presentadas.

Los aspirantes a jueces han de ser dominicanos, graduados en una escuela superior de
Derecho, entre otras condiciones específicas de cada jurisdicción.

77
Actividades Unidad II
Realice la siguiente actividad:

1.- Elaboración de un esquema en el cual se exponga la Organización Judicial al tenor


de la Constitución de la República.

2.- Explicación breve de lo que son los Tribunales de Derecho Común y los Tribunales
de Excepción.

3.- Definición de los conceptos de Inhibición y Recusación, y sus diferencias.


4.- Exposición de los requisitos requeridos para ser juez o jueza de la Suprema Corte de
Justicia.
Ejercicios de autoevaluación unidad II
A) Realizar lo solicitado en el presente ejercicio:

1).- Explique qué son los auxiliares de la Justicia.

2).- Exponga en cuáles casos del Procedimiento Civil tiene participación el Ministerio
Público

3).- Diga qué órgano judicial tiene la facultad de elegir los jueces de la Suprema Corte
de Justicia.

4).- Enumere 5 de las sanciones que se pueden aplicar a los jueces por el incumplimiento
de sus deberes.

5).- Exponga las atribuciones de la Suprema Corte de Justicia.

B) Seleccione la respuesta correcta

ATRIBUCIÓN
A) Tribunal de alzada.
B) Facultad o competencia para hacer algo que tiene una persona en función de su cargo.
C) Facultad de una persona o entidad de poder obrar según su criterio, con independencia
de opinión o el deseo de otro.

INHIBICIÓN
A) La cualidad de lo que no es movible.
B) Retirarse para no conocer una demanda determinada.
C) Condición necesaria para algo.

INSTANCIA
A) Condición necesaria para algo.
B) Persona que tiene autoridad para juzgar, y sentenciar, y es responsable de la aplicación
de las leyes.
C) Grupo de actos procesales que se desarrollan tras el inicio de una demanda y su
correspondiente contestación en el marco de un juicio. Grados y etapas jurisdiccionales.
Bibliografía Básica Unidad II
Constitución, códigos y leyes:
Constitución Política de la República Dominicana. Promulgada el 26 de enero del 2010.
República Dominicana.
Código Civil de la República Dominicano. Edición Oficial Onap 1984. República
Dominicana
Código Procesal Civil Dominicano. Edición Oficial Onap 1984. República Dominicana
Ley Organización Judicial No. 821 y sus Modificaciones. 1927. República Dominicana.
Ley No. 834, que abroga y modifica ciertas disposiciones en materia de Procedimiento
Civil y hace suyas las más recientes y avanzadas reformas del Código de Procedimiento
Civil Francés, de Julio de 1978. República Dominicana.
Ley No. 845, que modifica varios Artículos del Código de Procedimiento Civil,
encaminados a acortar los plazos para interponer los recursos de Apelación y de
Oposición. De Julio de 1978. República Dominicana.
Ley No. 520 sobre Asociaciones sin fines de lucro. De 1920. República Dominicana.
Ley No. 82, Establece el Plazo de que Dispone el Ministerio Público para su Dictamen
en Materia Civil. 1924. República Dominicana.
Ley No. 684, Sobre Deliberación y Voto de los Jueces. 1934. República Dominicana.
Ley No. 1306 bis de Divorcio, de 1937.
Ley No. 3726, Sobre Procedimiento de Casación. 29 de diciembre de 1953. República
Dominicana.
Ley No. 5038, Sobre Condominio. 21 de noviembre de 1958. República Dominicana.
Ley No. 321, Sobre Carrera Judicial, de 1998. República Dominicana.
Ley No. 140-15 del Notariado. Y del Colegio Dominicano de Notarios. 2015. República
Dominicana.

Libros:
González Canahuate, A. (1982). Nueve años de jurisprudencia. Procedimiento Civil, 1973 al
1981, Santo Domingo, R. D.: Editorial González Canahuate.
Guzmán Fabio A. (1981). El procedimiento en defecto. Santiago, R. D.: ED. UCMM.
Pérez Méndez, A. (1986). Procedimiento civil (Tomo I), Santo Domingo, R. D.: Editora
Taller.
Tavares, Froilán (1999). Elementos de Derecho procesal civil dominicano. Volumen I y II, Sto.
Dgo., R. D.: Editorial González Canahuate.

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