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El Burj al-Arab

El Burj al-Arab, también llamado “Torre de los Árabes”, se encuentra en la increíble


ciudad de Dubái.
Fue diseñado por los arquitectos WS Atkins and Partners merced a los petrodólares de
uno de los hombres más ricos del mundo; el emir de Dubái. Su fachada tiene forma de
vela y está hecha de teflón que recubre su fibra de vidrio. El hotel tiene una altura de
321 metros (más alto que la torre Eiffel) y es en la actualidad el edificio dedicado al
hotelería más alto del mundo. Se encuentra enclavado en una situación también
especial; en una isla artificial, a 300 metros de la playa de Jumeirah. De esta forma el
hotel consigue un impacto, si cabe, todavía mayor.
Para poder llevar a cabo dicho proyecto se empezó por realizar el estudio de suelos al
principio no obteniendo resultados óptimos, pero con esfuerzo y dedicación lograron
con el objetivo, luego de ellos se empezó con la infraestructura del hotel llevando a
cabo un diseño audaz y eficaz que sea motivo no solo de modernidad sino también de
grandiosidad, al ser una de las infraestructuras mas grandes al nivel internacional.
En poco más de diez años desde su construcción, el Burj al-Arab ha conseguido todo
tipo de calificativos y reconocimientos. De él ya se ha dicho lo máximo que se puede
decir de un hotel: el primer y único hotel de siete estrellas del mundo, el hotel más alto
del mundo, el hotel más caro y el más lujoso.

El Burj al-Arab sólo tiene suites exactamente 202. Todas ellas de dos pisos. Las más
“pequeñas” tienen 170 m2. Las más lujosas y espaciosas llegan a los 780 m2. Los
precios van desde los 1.600 euros hasta los 24.000 euros por noche. Eso sí, por ese
último precio, puede disponer de una sala de cine privada, varios jacuzzis, camas
giratorias, ascensor privado y su propio helipuerto en el piso 28.

Todas las habitaciones, así como el resto del hotel, se han realizado utilizando los
mejores materiales del mundo; granito azul bahía de Brasil, mármol de Carrara para
pisos y paredes, mármol en la recepción, piedras preciosas del norte de Italia,
mosaicos árabes, columnas y techos con revestimientos de láminas de oro de 22
kilates de la India, etc.

Fuera de las habitaciones, el hotel cuenta con todos los servicios; siete restaurantes
de lujo, mención especial del Al Mahara, un restaurante submarino, como también un
restaurante flotante. Mayordomos y asistentes personales en todo momento, internet
en cualquier parte del hotel, ordenadores portátiles y todo tipo de tiendas y servicios
(peluquerías, centro de salud), selectos bares, canchas de golf, SPA, piscinas,
gimnasio, parque acuático, servicio de Rolls Royce, etc.

El Burj al-Arab es el símbolo de la prosperidad de Dubái, la llamada ciudad del oro. Un


hotel de siete estrellas digno de una ciudad que está llamada a ser la metrópoli del
ocio y el placer.
Con esto podemos darnos cuenta que cuando se junta la imaginación con la ingeniería
podemos lograr grandes cosas y un ejemplo es el Burj al-Arab.

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