Está en la página 1de 40

REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE

PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN

N°s 11-12 (Vol. 13) Ano 10°-2006 ISSN: 1138-1663

EL MODELO DE ALEXANDER ROMANOVICH LURIA (REVISITADO)


y SU APLICACIÓNA LA EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA

Luis Alberto COELHO REBELO MAlA (1),


Carlos FERNANDES DA SILVA (2),
Carina RIBEIRO CORREIA (1),
Maria Victória PEREA-BARTOLOMÉ (3)
(1) Grupo de Estudios de Evaluación y Rehabilitación Neuropsicológica de la Universidad de
Beira Interior - Portugal
(2) Profesor Catedrático de la Universidad de Aveiro - Portugal
(3) Profesora Titular de Psicobiologia, Psicología Animal y Ciencias del Comportamiento de la
Universidad de Salamanca, España

RESUMEN: INTRODUCCIÓN A LA BIOGRAFÍA DE


LURIA
Alexander Romanovich Luria (1902-
1977) está quizás entre los que más habrán Alexander Romanovich Luria (1902-1977)
contribuido para el desarrollo de 10 que se está entre los que más han contribuido para el
considera hoy como la Neuropsicología clíni- desarrollo de 10 que se considera la
ca. En este artículo escribimos acerca de su Neuropsicología clínica, aunque la figura de
vida y obra bien como el desarrollo de los Vygotsky sea realzada por el propio Luria como
métodos de valoración neuropsicológica clí- la figura pionera en la Neuropsicología [1] fun-
nica. Evaluamos también los modelos de damentada esencialmente en un conocimiento
valoración posteriores a. Luria, y de forma minucioso referente a la Neuroanatomía funcio-
muy particular los modelos que permitieron el nal, así como de la semiología de las lesiones y
desarrollo de métodos de evaluación como la disfunciones / cerebrales (modelo comprensivo
Luria Nebraska Neuropsychological Battery. que intenta explicar el funcionamiento de los
Su aplicabilidad bien como un conjunto de procesos psíquicos superiores) [2,3,4 1]. Luria
estudios con esta batería son revisitados. Su nació en Kazan, Rusia, el día 16 de julio de
aplicación en Portugal es también referida. 1902, y murió en Moscú el día 14 de agosto de
1977 [5]. Su padre, Roman Albertovich Luria,
PALABRAS-CLAVE: Luria, Luria Ne- era considerado uno de los mejores médicos
braska Neuropsychological Battery, evalua- generales de la ciudad (Kazan), siendo también
ción neuropsicológica. su madre médica (este aspecto habrá sido deter-

* Correspondencia: Luis A.C.R. Maia, Universidade da Beira Interior, Departamento de Psicologia e Educa<;ao, 6200,
Covilha - Portugal, lmaia@ubi.pt
1 Conferir Good, S.R. (2000) para una abordaje desde un punto de vista del legado literario y humanista dejado por

Luria..

155
minante para su futuro académico)[5]. De 1912 considerable en la creación de la revista cientí-
a 1918, Luria fue estudiante de una escuela con- fica Problems 01 Psychophysiology 01 Labor
siderada con el nivel más alto desde el punto de and Reflexology. Aunque solamente dos volú-
vista de la preparación para los estudios univer- menes fueron editados, Luria publicó dos artí-
sitarios en la Rusia pre-revolucionaria. En el culos y, ese hecho, como recuerdan Kuzovleva
año de 1918 entra en la Universidad de Kazan, [5] fue central para llamar la atención de un
en el Departamento de Ciencias Sociales. Luria importante investigador moscovita contempo-
empieza a familiarizarse con los trabajos de la ráneo de Luria, K.N. Komilov. Por entonces,
Psicología de Wundt, Ebbinghaus, y de Komilov era director del Instituto de Psicología
Titchener. Finalmente, en 1921, Luria termina de Moscovo, y Luria fue invitado a ingresar en
sus estudios en el Departamento de Ciencias esa institución como investigador del Instituto
Sociales e inicia sus estudios complementarios de Psicología de Moscovo. En Moscovo, Luria
en el Departamento Médico de la Universidad enseñó en la entonces llamada Academia de
de Kazan [5]. Educación Comunista, convirtiéndose en el
director de los laboratorios de Psicología en el
Kuzovleva [5] recuerda que en los princi- Instituto de Kornilov y del Instituto de
pios de 1920, aún como estudiante, Luria esta- Criminología; posteriormente dirigió simultá-
ba interesado por el adviento psicoanalítico ori- neamente el Departamento de Psicología y el
ginado por Sigmund Freud, organizando un Laboratorio de Psicología en la referida
grupo de estudios en psicoanálisis en la Academia de Educación Comunista.
Universidad de Kazan. Su interés era, sin
embargo auto-direccionado al campo de las En el cuadro 1 se presentan algunos
bases psicológicas y fisiológicas del pensa- hechos señalados por Kuzovleva [5] como de
miento humano, y fue ya como investigador del importancia crucial con respecto a la sedi-
Kazan Institute lor the Scientific Organization mentación de la importancia científica, socio-
01 Labor que, en 1922, contribuyó de forma lógica e histórica de A.R. Luria.

Cuadro 1: "Somefactsfrom the Biography ofA. R. Luria" [5J


Luria conoce Vigotsky en el Segundo Congre~ Psiconeurológico, en Len in grado. Luria refiere que la importancia de este encuentro, fue de tal
1924 orden que divide su propia vida científica endos momentos: "1 divide mybiography intotwo periods: small and inesrential before the meeting
with Vygotsky, and large and esrential after mreting with him".(')
1924 Vigotsky vi aja para Moscow y empieza sus trabajospost-doc en el Institutode Psicología, liderado por Luria y Leontiev

Vigotsky pasa a ser reconocido como el líder del grupo de investigación y empieza sus trabajos a cerca de la"Crisis de la Psicologfa" buscando
presentar una visión ~ci(}- histórica de esta di so plina.
Vigotsky propone a Luria la revi sión de sus escritos acerca del método motor conjugado, siendo estos trabajos descritos como ere nciales para el
de;;arrollo acerca del conocimiento de las afasias 2, iniciando-se la propia disciplina Neuropsicológica.

Luria y Leontiev publican conjuntamente el libro An Examination and a State of Mind (énfasis dada al método pelo cual Luria postulaba la
1923-l930 s
influencia de las reacciones afectivas en las reacciones motoras - "conjugate motor method').
1931-1932 Estudios de campo, de L uria, en una provincia del Uzbekistán (Asia Central).
Luria, Leontiev, Bozhovich, y Zaporo2hets viajan de M oscow para Kharkov. En K harkov, Luria ha enseñado en la academia de
Psiconeurologia; estudió en el instituto médico local, y trabajó en el servicD clfuico. Por esa altura inicD sus estudios relacionados con las
1933
alteraciones de los proce ~s mentales en enfermos con alteraciones ce rebrales.
Luria vuelve a Moscow, pasando a trabajar en el Instituto de Genética Médica de Mo~ow, como Direct or del laboratorio ce psicología. Dirige
1934
también el laboratorio de Patopsicologia en ti Instituto All-Union de Medi:ina Experimental.

2 Conferir Luria - Aspects ofAphasia [6], para una descripción más proxima de las últimas descripciones del autor
cerca del tema; bien como el artículo Aphasia in a composer, de Luria, Tsvetkova y Futer [7], como un artículo de
referencia en el estúdio de las afasias.

156
Al mismo tiempo que era alumno del Instituto Médico de Mo~ow, pre~ntó su tesis doctoral en el campo de la afasia sensorial, en el Instituto
1937
dePsicología de Tbilisi. Se ha graduado formalmente con elgrado de medicina por ti First Moscow Medical Institute, en 1937.

1937-1941 A seguir a su graduación, Luria trabajó como inEmista en e 1 instituto neurocirúrgico de Burdenko en Mo~ow. Realizó el practicum como
neurólogo y tr abajó en la especialización de métodos de diagnóstico de lesiones / d eficits cerebrales. En 1939, Luria era ya Director del
Laboratorio de Psicología Experimental, en la clínica neurológica del Instituto de Medicina Experimental. De 1937 a 1941 Luria estudió tres
formas de perturbación del lenguaje (afasia).
Durante los primeros meses de la ~gunda guerra mundial (1941), Luria crió un hospital neurocirúrgico en la aldehuela de Kisegach (en los
1941
Urales del sur). Luria y sus colegas tuveran dos grandes tareas principales. Primeramente, tuvieran que planear métodos p<ra el diagnóstico de
lesiones cerebrales locales y sus efectos colaterales de la enfermedad causada por las heridas del ce rebro. En se gu nd o, tuvieran que desarrollar
métodos científicos rac bnaes para larehabilit ación de los procesos mentales.
Una vez regresado a Moscow en 1945, Luria empezó a trabajar en la clínica del instituto neurocirÚfgico bien como a enseñar en la Universidad

deMoscow.
1945
Su libro The Man with a Shattered Mind (1969) representa, en gran p<rte, el período neurológico clínico siguiente.
La sesión conjunta de la Academia de ciencias y de la Academia de ciencias médicas ocurrió en 1950 y iría tener un impacto significativo en la
vida de Luria. La reunión fue llamada Sesión de Pavlov y se ha transformado en una tragedia para la psicología, la fisiología, la neurología, y la

1950-1951 psiquiatría soviética. Fue visto por muchos como una derrota ideológica de las ciencias biológicas y médicas soviéticas, sustentadas por Stalin.
En 1951, el laboratorio de Luria, en el Instituto Neurocirúrgico fue cerrado. Sin embargo, fue dada la posibilidad de trabajlf en el Instituto de
Defeculogia (instrucción especial), queterá sido crucial para que Luria cambia~ la orientación de su trabajo una vez más.
En el Instituto de Defectologia, Luria empezó su pesquisa a cerca del planeamiento y del papel regulatório del discurso en el comportamiento
humano.
Después de la muerte de Stalin en 1953, la situación de las ciencias soviéticas empezó a regresar a su flujo normal. Entretanto, Luria continuó a
trabajar en el Instituto de Defectologia.
1953-1956 Con la abertura gradual (N.T. de la denominada condic ión socio-política) de la "Cortina de Hiero", diversos cientistas extranjeros tuvieran la
oportunidad de visitar el laboratorio de Luria. Por esa altura, el nombre de Luria era bien conocido y respectado en el exterior. Entre 1955 y
1956, lean Piaget y muchos psicólogos ameri canos y de otros países visitaran el laboratorio de Luria.
1956-1959 En julio de 1957, Luril y Leontiev participaran en el Congreso Psicológico Internacional, en Bruxelas. Ají, Luria procuró que lo libro de
Vigot1ky, Pensamiento y Lenguaje, y sus propios libros, fo~n publicados en lengua inglesa.
En 1959, el laboratorio de Luria en el Instituto Neurocirúrgico fue reestablecido. Por esa altura, apenas Luria y cuatro de sus anteriores
alumnos, Fillipicheva, Homskaya, Pradina, y Tsvetkova hacían parte del mismo.
Fue concedido un pequeño cuarto donde podrían desarrollar sus trabajos.
1959 El laboratorio de Luria se ha añadido al trabajo practico del Instituto y, con la ayuda de testes neuropsicológicos, podían localizar-se lesiones
cerebrales (tumores, hemorragias y aneurismas), bien como procedimientos y m étodos desarrollados en el campo de 1 a readaptación
educacional.
Durante 1962, el psicólogo americano Michrel Cole ha pasado el año en Moscow, trabajando con Luria. Posteriormente, ha convencido Luril a
1962
escribir ellibro The Making ofMind: A Personal Account of Soviet Psychology (laautobiografia de Luria editada en 1979).

En el verano de 1966, el XVIll Congreso Psicológico Internacional fue realizado en Moscow. Luria ha desflllpeñado un papel principal en la
organización del congreso y, nombres como Bruner, Skinner, Pribram, y muchos otros colegas y amigos de Luria participaran en elc ongreso.
1966
Después del congreso, Luria preparó los materilles del congreso para publicación, conduciendo a un número de reevantes volúmenes en el
campo de la psicología.
Seguidamente al reestablecimiento del laboratorio de Luria, en el Instituto Neurocirúrgico, y hasla el final de su vida, Luria continuó a
desarrollar y a e xpandir sus rleas a respecto de la organización cerebral de los procesos mentales. Ha creado el concepto de tres unidades
196 Os - 1977 cerebrales funcionales, o bloques, que ~ tomaran en los aliceres de sus conceptos teóricos de la neuropsicología al respecto de la estructura y
del funcionamento cerebral como un sistema unificado. Su libro Ihe Working B rain (1973) contiene una descripción detallada de s us idea:; a
cerca de los tres referidos bloques cerebraes funcionales.
Por ese tiempo, el trabajo de Luria ha continuado a recibir vasto reconocimiento internacional. Luria ~ ha tomado miembro de la National

Academy of Sciences (EUA), de la American Academy of Arts and Sciences, y de la Academia Americana de Pedagogía, bien como miembro
honorari o de diversas sociedades psicológicas en Francia, Gdi Bretaña, Suiza y España. Rec ibió lambién el grado de Doc ur honoris ca usa de
diversas universidades.
En los finales de 1960, Luria trabajó inEnsamente enlo ~gún volumen de HumanB rain and Mental Processes, focalizado en los procesos de
disfunción cerebral fronlal (publicado en Ruso en 1970), ini:iando también la escrita de Cognitive Development" Its Cultural and Social
Foundations (1976), ba:;ado en sus expediciones a la Ásia Cetnral, en lo início delos años 30 (l930s).
Su libro The mind of a mnemonist, fue prefacildo por Bruner y editado por la editora Basic Books, en bs Estados Unidos de la América. Por

ese tiempo Luria escribi ó aún parte del texto ruso "Russian textbook. A Course in P Syd1010gy", bien como parte s considerables de su clásico
"New'opsychology ofMemory" (1976).

157
Durante los años 1970, Luria ha participado en el Congreoo Psicológico Internacional en Londres. Escribió la obra "Basic Problems of
New'olinguistics", que fue publicado en inglés, en 1976. Durante este tiempo, ha leccionado también en la Universidad de Moscow, trabajó en el
campo clínico, y pasaba considerable parte de su tiempo con coegas, alumnos de licenciatura y de pos-grado. En bs finales de 1970s y
posteriormente, diveroos de sus libros fueran publicados en el exerior: La New'opsicología de I a memoria (Y. H. Winston & Sons,
Washington, D.C., 1976), Desarrollo cognitivo: sus bases culturales y sociales (Harvard University Press, Cambridge, MA, 1976), Estudios
New'opsicológicos en la qfasia (Swets & Zeitlinger, Amsterdam, 1977), y Funciones corticales superioras en el Hombre, edición revista
(Basic Books, New York, 1980). El lenguaje y la Cognición (Y. H. Winston y hijos, Washington, D.C., 1979) fue unde sus últimos libros.
En 1976, Luria completó su autobiografía científica en inglés, que fue editada por Michael y Sheila Cole y fue publicado por Arthur Rosenthal
bajo el título The Making ofMind: A Personal AccountofSovietPsychology (HaIVard UniversityPress, Cambridge, MA, 1979).

En la opinión de 1propio Luria, algunos de sus hechos más relevantes, en los últimos años de su vi da, incluían una nueva aproximación a la
estructura de la memoria, y a la origen de lo que se consideraba un nuevo ramo dela neurolingiiística, llamado neuropsicología, ya ns nuevas
aproximaciones al estudio de las inter-relacionesentre los dos hemisferios cerebrales.
A. R. Luria murió en Moscow, a 14 de Agosto de 1977. Su artículo "Paradoxes of memory" fue dejado por terminar en su ~cretaria, ~ndo

publicado póstumamente en 1978, en su forma incompleta.


Sus trabajos permanecen como algunos de los escritos psicológicos más profusamente citados y publicados en todo mundo.

(*) Traducido y adaptado de Kuzovleva [5, p. 54-56]

Luria es conocido como uno de los pione- mismos (yen su contexto específico - e.g.
ros con respecto a la comprensión del cerebro [11,12,13] se señala el papel que Luria ha
como un "todo funcional" [8], no solamente desempeñado en 1963 con los combatientes
en el campo de la Neurología del adulto como rusos, siendo uno de los principales sustentá-
en la comprensión de los procesos del desa- culos de 10 que se conoce como el modelo de
rrollo de las funciones intelectuales infantiles la Neuropsicología Clínica y Experimental, a
durante el proceso de ontogenesis [9]. cerca del funcionamiento del Sistema
Stetsenko [10] defiende que en el campo his- Nervioso Central bien como su rehabilitación.
tórico cultural desarrollado por Vigotsky,
Leontiev y Luria, si el primero de los tres Ardilla [14] refiere que la influencia del
autores se ve tradicionalmente como de modelo neuropsicológico de Luria se ha
importancia obligatoria para la comprensión hecho sentir de forma muy particular en el
de aspectos como el desarrollo del lenguaje y mundo hispánico. De acuerdo con ese autor
del pensamiento, la determinación social en esta influencia reflej a no solamente de forma
los procesos cognitivos y del desarrollo socio- muy clara sus modelos teóricos como también
histórico de la Psicología como campo de sus proposiciones para los procedimientos
conocimient03 , Luria habrá sido el que más prácticos de evaluación y intervención neu-
había contribuido para desarrollar un cuerpo ropsicológica. Ardilla [14] presenta 4 grandes
teórico centrado en el campo de la explora- razones que, a su entender, habrán contribui-
ción clínico-científica, transformando un do para que el modelo de Luria tenga sido
abordaje que podría ser esencialmente reflexi- profusamente desarrollado en el mundo his-
vo y conceptual en un campo basado en la pánico: a) al principio de la década de 1970,
exploración de los mecanismos y de los pro- la literatura de lengua española dedicada a la
cesos intelectuales a partir de los sujetos en sí Neuropsicología era relativamente limitada;

3 Conferir tanbién "Special education in Russia: History, reality, and prospects", de Korkunov, Nigayev, Reynolds
y Lemer [15]; bien como "Celebrating divergence: Piaget and Vygotsky", de Bruner [16].

158
no obstante este hecho, la mayoría de los evaluación Luria s Neuropsycho logica1
libros de Luria había sido traducidos y publi- Investigation (LNI) e introduce la metodología
cados en la lengua hispánica transformandose de Luria en el mundo de la Neuropsicología
así en una fuente obligatoria para los investi- Clínica occidental [18]. Es por las manos de
gadores hispánicos. Al revés, Ardilla [14] esta autora que llega al mundo occidental la
refiere que la mayoría de los trabajos clásicos primera descripción clínico-científica de un
de la Neuropsicología de autores norteameri- paciente con un cuadro semiológico de convul-
canos y de Europa occidental no habían sido siones y un tumor parietal derecho evaluado de
traducidos al español durante este período; b) forma estructurada con la metodología de
asi la mayor parte de expertos en la Luria [21], nombradamente con el LNI. Ese
Neuropsicología del mundo latino-americano caso clínico fue presentado a la comunidad
se basan fuertemente en el modelo de Luria. científica en un congreso internacional de una
Azcoaga en Argentina, Alcaraz en México, Sociedad Neuropsicológica Internacional y
Cairo-Varlcarcel en Cuba, Pena-Casanova en editada en el mismo año en la revista Journal
España, Balarezo en Ecuador, y Ardilla en 01 Clínical Neuropsychology.
Colombia, son conocidos, como representan-
tes máximos de la década de 1970 en cuanto a Algunos años después de su muerte,
los modelos neuropsicológicos. Algunos de diversos han sido los trabajos dedicados espe-
ellos habrían entrenado sus técnicas de eva- cíficamente a la vida y obra de Luria (sin con-
luación, de diagnostico y de intervención en siderar los artículos y los trabajos basados en
el ambiente académico-científico de la viej a la tradición Luriana). En 1999 Glozman [2]
URSS; c) a partir de los años 70, pero parti- ha traducido un artículo a que se atribuyó la
cularmente la década de 80 y 90 del siglo autoría de Luria (1999, deceased) presentan-
pasado algunos trabajos habían comenzado a do algunos de sus test y historia clínica a ser
ser publicados en español, no solamente en utilizado en el examen neuropsicológico.
España pero por toda la América Latina. Como ejemplo de trabajos recientes de refe-
Ejemplos de esto son los trabajos editados por rencia tenemos Alexander Romanovich Luria,
la Editorial Trillas en México, Editorial A Scientific Biography, editada por Homska-
Prensa Creativa en Colombia, y editorial ya [22], ella propia una colaboradora directa y
Paidós en Argentina que, tenían publicados en co-autora de algunas publicaciones de Luria.
común más de 20 textos clásicos en el campo
de la Neuropsicología (fuertemente basados Para Stetsenko [10] el libro escrito y edi-
en las teorías de Luria); d) finalmente Ardilla tado por Homskaya debería ser de interés para
[14] refiere que el interés por los temas teóri- un gran número de los psicólogos por diversas
cos en la Neuropsicología ha representado un razones:
papel básico en el desarrollo de estas discipli-
nas (en aspectos como la evaluación y inter- "Primero, la vida de Alexander Luria es notable
vención) en España y los países latino-ameri- (. ..) representando una 'especie' rara de los cientí-
canos (CI también Kaczmarek [17]). ficos con un conocimiento extenso, casi enciclopé-
dico, y habilidad en campos tan diversos cuánto
Según Christensen y Caetano [18] la pri- biología, psiquiatría, la antropología, la medicina,
mera traducción de los trabajos más conocidos la fisiología, la neurofisiología, la psicología,
de Luria para idiomas como el inglés fue ence- ciencia forense, y la lingüística. El alcance y la
tado por Basil Haigh, con la obra Higher profundidad de sus trabajos son notables en la
Cortical Function in Man [19], teniendo el tra- mayoría de estos campos y debido a la profundi-
bajo de 1973, The Working Brain [20], sido tra- dad y del interés de sus realizaciones Luria se
ducido para el Danés en 1975. Éste es también puede comparar a los escolásticos más brillantes
el año donde Christensen publica su batería de de la historia de la civilización (p. 93-94).
H

159
La autora refiere que su contribución sigue reciente, siendo sin embargo verificada una
siendo más admirable si nos acordamos que su tentativa de comprender los mecanismos psí-
vida científica y clínica fue desarrollada y quicos y las conductas humanas desde un
basada durante algunos de los períodos más pasado bastante remoto. En la obra referida,
dramáticos de la historia moderna, llegando Luria sustenta que, por un determinado perío-
Stetsenko [10] a referir que su obra es casi un do de tiempo, las filosofias idealistas y el
desafio a la ley de las probabilidades, por todos papel de la propia ideología religiosa funda-
los obstáculos que encontró en su tiempo. mentaban el hecho del Hombre comprender
su propia conciencia como expresión de su
Desde la muerte de Luria, en 1977 la eva- vida espiritual, no logrando así esta dimen-
luación neuropsicológica ha venido a desarro- sión espiritual ser regida por las mismas
llarse de forma poderosa, no solamente cuán- reglas de la naturaleza material, no debiendo
to a los métodos de evaluación sino también su análisis centrarse en una perspectiva de
en cuanto a los trabajos dedicados al tema. explicación causal de los fenómenos. Para
Sin embargo, las principales escuelas repre- Luria [24], Vigotsky (1896-1934) fué uno de
sentativas de los grandes paradigmas teórico- los marcos precursores para el desarrollo pos-
prácticos son la Escuela Británica, la Rusa y terior de 10 que conceptuó de "Ciencia Psico-
la Norteamericana [23]. lógica". Como recuerda Ivic [25], a pesar de
Vygotsky no tener una instrucción formal en
Psicología (al menos como es hoy considera-
DE LA CIENTIFIZACIÓN DE LA da en nuestros medios académicos), este autor
PSICOLOGÍA A LOS MODELOS NEO- ha sido cognominado de "Mozart de la psico-
LURIANOS DE EVALUACIÓN - EL logía" (Tolmin, In Ivic) [25]. Nos parece con-
ENCÉFALO COMO UN SISTEMA FUN- veniente referir que Luria no defendía que,
CIONAL anteriormente, no habían ya sido desarrolla-
dos esfuerzos, histórica y académicamente
La preocupación referente al modelo de reconocidos, en el sentido de la cientifización
Luria en su concepto del sistema nervioso de la Psicología. Para Luria, la Psicologia,
central, particularmente del cerebro en la intentando ser una ciencia, seguió dos grandes
determinación de los procesos cognitivos direcciones. Una de ellas se relacionaba con
superiores, no debe ser disociada de su opi- 10 que se ha denominado de abordaje científi-
nión referente a la evolución sufrida por la co-natural de los fenómenos, centrandose en
Psicología, específicamente en el papel que el análisis y explicación de los procesos psi-
esta ciencia conquistó en el estudio de labora- cofisiológicos más elementares. El otra abor-
torio y experimental de los procesos cogniti- daje se basaba en los fenómenos humanos
vos superiores. complejos de la vida consciente. Para Luria,
esta perspectiva se centró en su descripción de
Luria [24] refería ya en su tiempo y desde las manifestaciones subjetivas, considerando
hacia varias décadas, que la Psicología alcan- las esencialmente manifestación o "expresión
zaba características de Ciencia. Sin embargo, del espíritu, renunciando a la análisis cientí-
con los trabajos de Vigostky, Leontiev y de fica y causal de las mismas" [24, p.13]. Luria
Luria mismo, la Psicología habrá empezado a [26] refuerza el hecho de que Vigotsky defen-
trascender. Con esta idea, fundamentada en un diera que, para que se logre evaluar y com-
de sus últimos libros (Evoliutziónnoie vvedie- prender las formas más elevadas de la activi-
nie v psijologuiiu - con traducción para la len- dad mental humana en todas sus característi-
gua española - Introducción evolucionista a la cas y atributos debemos ser capaces de ir mas
Psicología), Luria sustentaba que la Psicolo- allá de los limites del organismo y, sin que
gía como ciencia, presentaba un pasado muy alguien se restrinja al estudio de los procesos

160
que se observan en el desarrollo natural, con agunos autores como Ruinstein referian pare-
atención al análisis de las formas de la activi- cer existir, en las terorías Vigotskianas, una
dad humana que se desarrollan a partir y en superposición entre una perspectiva de desa-
una determinada historia de la sociedad, en la rrollo más biológica (típica de desarrollo en
historia de utilización de herramientas de tra- niños normales) y una perspectiva más cen-
bajo, bien como en la historia de la comuni- trada en las reglas del desarrollo histórico-
cación humana a través del desarrollo de la social (cuando por ejemplo se procura expli-
lenguaje (Prefacio, p. xi). Debido a los esfuer- car el desvio a una norma determinada).
zos en el estudio arduo de los procesos men-
tales humanos, Vigotsky es variadas veces Como refiere Itzigsohn [27], Vigotsky y
considerado como uno de los principales con- sus colaboradores como Luria y Leontiev,
tribuyentes de 10 que se puede considerar la nunca han perdido de vista la psyché en cuan-
Psicología científica relacionada con los to una facultad característica del ser humano,
aspectos de la actividad superior humana, defendiendo todavía que esa misma psyché
como el desarrollo del pensamiento y el len- actuaba sobre un órgano material, el cerebro,
guaje (Itzigsohn, 1934, Prólogo de la Edición cuyas leyes adquirirían nuevas formas y serian
Argentina de "Pensamiento y Lenguaje" - modeladas por la historia de la sociedad. En
Editorial Pleyade) [27]. Itzigsohn [27] nos este sentido, Luria [20] refirió que el análisis
recuerda que Vigotsky defendia su visión de neuropsicológico de los procesos del lenguaje
la Psicología en una filosofia materialista dia- fue fundamental para la posterior tentativa de
léctica en que la comprensión de la actividad comprensión de uno de los desafios más exi-
psicológica humana debería basarse en el evi- gentes a Psicología moderna (en aquel tiem-
. tar dos perspectivas que el autor consideraba po): la comprensión de las formas superioras
extremistas: ''por un lado, opunha-se a la ten- de los mecanismos de atención y activación
tativa de 'biologizar' la psicologia criticando (N.T. para una determinada conducta). Green
de forma particular autores como algunos [28] refiere que, en este sentido, el término
discípulos de Bejterev y el conductualismo de cognitivismo remete no por una visión pura-
Watson, y por otro lado la perspectiva tradi- mente mentalista de las funciones superioras
cional de la psicologia que postulava las fun- humanas, pero si a las funciones cognitivas a
ciones psíquicas como producto de la activi- las cuales se les puede aplicar leyes de análisis
dad de un psiquismo autónomo, abstraído del de 10 que es verdadero o falso o, de forma más
medio" (p. 7-8). En su libro "Pensamiento y cuidadosa, leyes que garantizan un mínimo de
Lenguaje" se ponen de manifiesto el porque condiciones satisfactorias de análisis de los
de la teoría Vigotskiana haber sido diversas procesos cognitivos [28]. Luria [26] refiere
veces caracterizada como la "Teoría del desa- que Vigotsky, por todos los aportes que han
rrollo cultural de las funciones psíquicas", contribuido para la comprensión de las funcio-
una vez que este postula que, igual que el nes cerebrales superiores ha permitido el sur-
desarrollo genético de un individuo no sea gimiento de la Neuropsicología encuanto una
estático y uni-determinado, el desarrollo del disciplina formalizada.
ser humano y de sus dimensiones cognitivas
sufrieran a 10 largo del desarrollo ontogenéti- De acuerdo con Luria [20] diversos autores
co y filogenético, en una especie de legado han defendido la teoría de la localización de
poligénico multifactorial, sea, la acción del funciones cerebrales partiendo de la verifica-
desarrollo histórico-cultural del Hombre. ción que la estimulación o exclusión de deter-
minadas áreas corticales normalmente provoca
Itzigsohn [27] cuenta que este es uno de alteraciones en conjuntos de acciones o de tare-
los postulados que más críticas ha sufrido por as específicas que se acredita estar bajo el con-
parte de sus opositores en la medida en que trol directo de una determinada área cerebral.

161
Aleksey N. Leontiev, uno de los alumnos más ciones cognoscitivas dichas superiores, inten-
conocidos de Vigotsky, debido a esta visión taremos de seguida presentar una pequeña
funcionalista cerebral, utilizaba frecuentemen- esquematización de su modelo. Luria desarro-
te el término "órgano funcional", referindose lló de forma bastante expansiva sus ideas a 10
al cerebro, una vez que en su proceso de desa- largo de las varias publicaciones, más especí-
rrollo ontogenético, fue capaz de confrontar ficamente en su obra The working Brain [20].
con nuevas tareas debido a su capacidad de for- Para Luria, varias áreas y regiones macro-
mar "nuevos órganos funcionales" pero tam- anatómicas cerebrales se auxilian entre si en
bién al hecho de crear nuevos sistemas funcio- el asegurar del controle de las llamadas fun-
nales adaptables [26]. Luria defiende la utiliza- ciones cognitivas humanas. En la misma línea
ción del termino (FUNCIÓN) debe ser com- de Vigotsky, Luria refería que seria posible
prendida como "la función de un conjunto teci- estudiar de forma causualística la determina-
dular particular" y que tal utilización "es ción de estas funciones cognitivas y su rela-
incontestablemente lógica". Esta perspectiva, ción con las referidas áreas / regiones cere-
según autores como Das [29] y Glozman [3] es brales y sus respectivas interacciones. De la
sobradamente conocida por la comunidad cien- misma forma que se defiende que una dada
tífica como el reflejo del modelo más flexible y función pode estar localizada en un determi-
comprehensivo en 10 que se refiere a la evalua- nado conjunto celular o que otras funciones
ción neuropsicológica. Obras clásicas de Luria requieren la actuación de variadas estructuras,
[6,19,20,30,31], Christensen [32] y Homskaya de la misma forma se postula, cuanto a la ter-
[22] postulan la necesidad de evaluar las dis- minología localización cerebral, un carácter
funciones cerebrales a partir de un análisis de de implicación funcional. Esto es, cuando
los procesos más básicos, i. e., de los factores hablamos en funciones como sean la activi-
comunes subyacentes a las actividades psicoló- dad, la conciencia, la integración sensorial, de
gicas complejas. Como referido por Adams entre otras, es necesario percibir-las como
(1980; In [3]) esta perspectiva presenta una siendo posibilitadas por la acción de 10 que
fusión entre las perspectivas estructuralistas y Luria [20] llamó de un conjunto organizado
funcionalistas. Así, el modelo Luriano propone en sistemas de zonas trabajando concertada-
un análisis inicial de la sintomatología presen- mente, cada una de las cuales desempeñando
tada por 10 sujeto, o sea, el análisis de las dis- un papel específico en un sistema funcional
funciones primarias, seguida de un análisis complejo. Además de este carácter sistemáti-
integrativo de los factores comunes, bien como co, este autor defiende aún que la localización
un análisis de las afecciones secundarias, i.e., de las funciones mentales superioras en los
del disfuncionamento causado al nivel de los humanos, "nunca es estática, o constante,
procesos psicológicos superiores complejos pero si adapta-se y desenvolve-se, nombrada-
[3]. Para la experiencia humana, funciones o mente a lo largo del crecimiento infantil y,
fenómenos tales como las conductas, las emo- posteriormente, bajo la acción del entrena-
ciones, la conciencia, etc., no pueden ser redu- miento".
cidos a una visión localizacionista en un tejido
cerebral único. Antes que eso, deben ser com- Luria referia así que la disfunción al nível
prendidos como el resultado de la interacción de los psicológicos básicos poderá tener un
de varias estructuras particulares interactuando efecto sistémico, sin embargo, a su vez, la dis-
de forma interdependiente. función de áreas consideradas superiores
poderá conducir también a una "desintegra-
Aunque sea complejo presentar una ver- ción de las funciones más elementales" [20].
sión resumida del modelo de Luria, en 10 que
concierne a la organización del sistema ner- Para el autor esta es una de las principales
vioso en su tarea de coordinación de las fun- proposiciones introducidas por los investiga-

162
dores de la reconocida Psicología Soviética a lo largo de los diferentes estadios de desarro-
la teoría de la "localización dinámica" de las llo" [20, p. 35].
funciones mentales superioras. Así, en neu-
ropsicología, nombradamente en el campo de Cuanto a 10 referido, Korkman [33] refie-
la evaluación neuropsicológica, la función del re que, si queremos considerar una dada fun-
neuropsicólogo no es la "localización" de los ción o procesos cognitivos, debemos conside-
procesos mentales humanos superiores, pero rar-los como sistemas funcionales caracteriza-
si analizar de una fuerma bien sustentada las dos por módulos específicos, estando sin
zonas de la corteza cerebral responsables por embargo conectados de forma compleja con
la performance de la actividad mental com- un conjunto de sub-procesos o componentes.
pleja; bien como "la contribución de cada Como ejemplo, Korkman [33] presenta un
una de esas zonas para el sistema funcional extracto de las categorizaciones de Luria,
complejo; y como la relación entre este tra- cuando seleccionadas determinadas funciones
bajo concertado de diferentes partes del cere- de los seres humanos (Cuadro 2).
bro en su performance humana es alterada a

Cuadro 2: Componentes de los Procesos Cognitivos de acuerdo con Luria (*)

Funciones / Procesos Cognitivos

Atención Percepciones
Regulación del estado de vigil ancia y niveles de actividad Campo visual
Atención ~fctiva aestím ulos biológicos relevantes Percepción rel propio cuerpo y respectivo espacio circundante
Regulación verbal, atención dirigida para objetivos Análisis y síntesis visual
Inhibición de estímulos y impulsos irrelevantes Percepción re las coordenadas espac iales
Habilidad mnstructiva
Lenguaje
Discurso interno Memoriayaprendizaje
Programación motora de articulaciones suce siv as Auditiva-verbal
Articulación basada en el feedback cinestésico Viso- espacial
Memória acústica Codificación y almacenamiento a largo-plazo
Recuper ación léxi co-semántica, de nominac ión Pre~rvación vs inhibición de los trazos mnésioos
Aspectos lógico-gramaticales Memorización activa

Movimiento y acción Ejemplo de una actividad complej a- Resolución de Problemas


Intención y planeamiento Análisis de las condiciones
Organización dinánica de series motoras Formación de estrategias
Feedback aferente (~nsaciones visuales, táctiles, etc.) E~cución de planos
Or ientació n de10 s mo vim ientos e n el espacio Evaluación

(*) Traducido y adaptado de Korkman [33, p. 89-90]

De acuerdo con el cuadro 2, un determi- siendo organizado en tres sistemas funciona-


nado proceso o conjunto de procesos, como les [34, 35], más particularmente en tres uni-
por ejemplo la resolución de un problema, dades funcionales, bien caracterizadas en su
implicaría un conjunto de sub-procesos, de obra clásica, Higher Cortical Functions in
cierta forma independientes, siendo necesa- Man [30]:
rios la prosecución concertada de la tarea en
cuestión. De forma resumida, y en las pala- Primera Unidad Funcional
bras de Luria [20] el papel de la Neuro-
psicología remete así para la evaluación de la Funciones tradicionalmente atribuídas al tronco
organización cerebral de los procesos menta- cerebral (nombradamente la parte del sistema reti-
les humanos. Luria presentó el cerebro como cular ascendente) y del sistema límbico, desempe-

163
ñando un papel importante en el control de la acti- Su función principal sería el mantenimiento del
vación, sueño-vigília, y los mecanismos de aurosal. control ejecutivo bajo de los procesos intelectuales
Sus numerosas y diversificadas ramificaciones para de los seres humanos (de la más simples a la más
las regiones corticales y subcorticales permiten una complejo).
clara abrangencia de su parte. La pierda de con-
ciencia resultante de lesiones cerebrales se relacio- Desde el punto de vista macro anatómico esta uni-
na generalmente con la afección o el daño de esta dad está relacionada con los Lobos Frontales, ya
unidad. De forma muy básica, esta unidad asegura referidos anteriormente como no sendo responsa-
así un sistema de funciones que afectan de forma ble de forma independiente por el funcionamiento
considerable el funcionamiento biológico (el ciclo cerebral, estableciendo inter-conexiones con las
sueño-vigilia, respiración, temperatura, metabolis- otras partes cerebrales, siendo de importancia espe-
mo, homeostasis del sistema, etc.) con clara impor- cial las fibras que los conectan con el sistema lím-
tancia para la preservación de la especie, en la bico y con la primera unidad funcional. Por ejem-
medida en que regula sistemas esenciales como el plo, las conexiones descendentes a la primera uni-
sistema endocrino y inmunitario; siendo todavía dad funcional (especialmente procediendo de los
esta primera unidad importante para el funciona- lóbulos frontales, o de la tercera unidad funcional
miento emocional (miedo, cólera, ansiedad) y cog- en su totalidad), producen generalmente, cuando
nitivo (memoria, atención, procesamiento de estí- necesario, una reducción del arousal.
mulos, etc.).
Así, es através del funcionamiento inte-
Segunda Unidad Funcional grado de este sistema que podemos mantener
funciones complejas como pensar, mantener
Comprende la corteza posterior, incluyendo los conductas organizadas y orientadas para un
lobos occipitales, parietales y temporales. Dada la determinado objetivo bien como la manuten-
localización de los lobos temporales, éstos desem- ción de niveles adecuados de actividad cere-
peñan un papel de crucial importancia junto a la bral (e.g. controlo funcional del arousal máxi-
primera y tercera unidades, siendo sin embargo sus mo en un determinado momento).
principales funciones jugadas al nivel de la segun-
da unidad funcional. Corno veremos más adelante este sistema
seria responsable, de una forma general, por
La función principal de esta segunda unidad fun- el controlo y coordinación de un conjunto de
cional implica la sensación y percepción. Los lobos funciones, de las más básicas a las más com-
citados presentan las áreas primarias, secundarias y plejas (e.g. [36]), asegurando así una coorde-
terciarias, donde las sensaciones y las percepciones nación funcional para las varias tareas instro-
son integradas en niveles de significado de com- mentales, emocionales o cognitivas, del ser
plejidad creciente. Las áreas primarias son esen- humano [37].
cialmente responsables del registro de los estímu-
los (sensación), las secundarias permiten el princi- De especial relevancia para la tercera uni-
pio de la integración de esta información, transfor- dad, los Lobos frontales presentanse como
mándola en una percepción, y las terciarias permi- controladores aéreos de un aeropuerto, tenien-
ten la integración de la información de los siste- do que estar atentos a la mayoría de los acon-
mas, de lo más simples al más complejo. tecimientos a decorrer, introduciendo, atempa-
damente o in extremis, las debidas alteraciones
Tercera Unidad Funcional en el sistema (e.g. raciocinio abstracto, organi-
zación superiora y atribución de significado,
Este sistema es aquél que necesita más tiempo a la pré-planeamiento de los movimientos, motiva-
hora de se desarrollar totalmente siendo extrema- ción, iniciación y continuación de una dada
damente sensible a alteraciones o daños cerebrales. acción, flejibilidade, planificación, con sus

164
respectivas fases - identificación del proble- (Planning, Arousal-Attention, and Simulta-
ma, construcción de un plano, cambio para neous and Successive processes).
acciones más adecuadas, etc., hasta alcanzar,
con suceso, un dado objetivo). Recentemiente, Como se puede verificar por el análisis de
Das [29] esquematizó el modelo de Luria la figura 1 y de acuerdo con las descripciones
(Figura 1) tenendo en consideracion estas uni- de Das [29] del Modelo PASS, el funciona-
dades funcionales, procurando integrarlo en 10 miento cerebral integra tres grandes dimen-
bien conocido modelo cognoscitivo PASS siones: input, procesamiento y output.

Figura 1: Modelo PASS (*)


(Planning, Arousal-Attention, and Simultaneous and Successive processes)

Input Output
Serial Concurrent Concurrent

(*) Tomado de Das [29, p.I 08].

Así, y segundo el modelo, recibimos información puede entonces ser utilizada en


información a través de los órganos sensoria- forma de output. Das [29] procura de esta
les (ojos, píele, etc.), bien como tras los mús- forma esquematizar y integrar el modelo
culos, articulaciones y órganos internos. Toda Luriano, nombradamente conceptualizando
esta información debe ser procesada según un las tres unidades funcionales de Luria como
conjunto de procesos secuenciales, paralelos los nódulos centrales del procesamiento de la
y simultáneos: almacenamiento, análisis, información, en lo modelo PASS (Cf. tam-
almacenamiento y interpretación. Toda esta bién [38]).

165
Como finalización de este tópico, y con a evaluar en el funcionamiento cerebral, den-
base en la análisis de las obras de Luria [19] tro de una metodología fenomenológica,
se pode sistematizar las principales funciones como se presenta de seguida (Cuadro 3):

Cuadro 3: Funciones a evaluar en el funcionamiento cerebral

Funciones motoras: la investigación de las funciones motoras procura evaluar y comprender la actividad motora con respecto a ocho
niveles jerárquicos dentro de un sistema funcional complejo. Estés incluyen: movimientos simples, base quinestésica del movimiento,
organización espacial visual, organización dinámica, formas complejas de praxis, praxias orales integrativas, selectividad de actos moto-
res y regulación del discurso acerca de los actos motores.

Funciones sensoriales: esta dimensión de evaluación ponen de manifiesto la performance del sujeto en tareas que implican modalidades
táctiles (sensación cutánea, sensación muscular y de las articulaciones y estereognosia) y visuales (percepción visual global, discrimina-
ción visual y síntesis de características relevantes), competencias de análisis visual, orientación viso-espacial, operaciones intelectuales
en el espacio.

Funciones audio-motoras: estas funciones se refieren a la coordinación del acto motor basados en las propiedades non-verbales del estí-
mulo auditivo, tales como altura, intensidad y ritmo. Asientan esencialmente en una síntesis de la información, organizada temporalmen-
te (mediada en parte por las regiones corticales temporales y frontotemporales), en contraste con los sistemas táctiles y visuales, que asien-
tan en una síntesis espacial simultánea de los inputs, con implicación de las regiones corticales parieto-occipitales).

Funciones del lenguaje: la evaluación de las habilidades receptivas del discurso incluye, la percepción de los sonidos del discurso (fone-
mas), comprensión de palabras, comprensión de los significados de frases simples, comprensión del discurso continuo con estructuras
gramaticales lógicas; la evaluación del discurso expresivo inclui la articulación de los sonidos del discurso, pronunciación de las palaras
o de las frases (discurso nominativo y repetitivo), ejecución del discurso.

Habilidades de escrita: son evaluados esencialmente tres componentes de habilidades de la escrita: análisis fonética, cópia/escrita sim-
ples, material verbal complejo de cópia/escrita

Habilidades de lectura: son evaluados esencialmente cuatro componentes de habilidades de lectura, síntesis fonética, análisis y percep-
ción de las letras, sílabas leídas y palabras individuales y lectura de frases y textos.

Habilidades Aritméticas: son evaluadas esencialmente las dimensiones de atención, concentración, memoria, capacidad para seguir
reglas secuenciales. Incluye aún la comprensión de material escrito, conversión de material oral para su equivalente escrito, bien como la
traducción del material verbal para números, de una forma lógica.

Funciones de memoria: esta dimensión de evaluación considera dos dimensiones primarias de la memoria. La primera se ve relaciona-
da con la orientación global espacio-temporal (estado de conciencia o de orientación cognoscitiva). La segunda dimensión de la memo-
ria está más relacionada con las actividades complejas de memorización y de recuperación de la información. La evaluación formal de
este último tipo de memoria pode ser efectuado a través de tareas que activan varias modalidades, como sean la visual, auditiva y qui-
nestésica, investigando-se la capacidad de retención directa de trazos de memoria, patrón medio o número de trazos de memoria directa-
mente reteñidos, estabilidad de los trazos de memoria y selectividad.

Funciones Intelectuales: la evaluación de estas dimensiones presupone que las funciones intelectuales ocurren cuando un determinado
problema exigir el análisis y la síntesis preliminar de una situación y de las respectivas operaciones auxiliares especiales por medio de la
cual pueda ser resuelta. Así, son evaluados aspectos como el análisis de la situación / tarea, selección de componentes esenciales de la
tarea, correlación de los componentes de la tarea con otra tarea, formulación de hipótesis, desarrollo de una estrategia delante de una pro-
blemática y selección de opciones de acción / patrón de respuesta más adecuado en las respuestas a las tareas.

A continuación presentaremos algunos nológico de Luria, presentados por Chris-


presupuestos evaluativos de funciones neu- tensen [39] en contraste con lo modelo ameri-
ropsicológicas con base en el modelo fenome- cano / canadiense [40]) (ver Cuadro 4).

166
Cuadro 4: Contrastes entre el modelo Neuropsicológico Luriano y Norte-Americano(*)

Teorías

Luriano: Teoría dirigida, intenta apoyar, confirmar o rejectar una teoría auxiliar (metateoría); sintético: derivado de la neurología clínica

Norte-Americano: Ausencia de teoría global a priori: tentativas para confirmar o rejectar hipótisis específicas; tentativas indirectas en
apoiar meta-teorías; analítico; derivado de la psicometría

Métodos de evaluación

Luriano: Cualitativo por naturaleza; flejível; tentativas para identificar ligaciones entre los vários sistemas funcionales; clínico-teórico;
orientado para el estudio de caso único

Norte-Americano: Psicométrico; unificado: cuantitativo; uso de testes y procedimientos estadísticos múltiplos; estudios de grupo.

(*) Traducido y adaptado de Tupper [40, p.3].

El método estrictamente orientado para la Tupper [40] ha contribuido para el crecimien-


práctica clínica (ver cuadro 5) y basado en la to de aproximaciones metodológicas al méto-
observación de centenas de pacientes, dificul- do de Investigación Clínica Luriano, través el
ta la formación bien como la operacionaliza- desarrollo de baterías de testes asientes en los
ción de metodologías de teste, 10 que, según presupuestos de Luria.

Cuadro 5: Temas en las Conceptualizaciones de Luria(*)

Desarrollo históricQ-cultural de las funciones psíquicas superioras (basado en las teorías de Vygotsky)

Unidades funcionales del cerebro

Análysis cualitativa de factores neurodinámicos

Análisis de síndromes específicos

Localización sistémica de funciones cerebrales

Regulación verbal del comportamiento

(*) Traducido y adaptado de Tupper [40, p.2].

Tupper [40] refiere que ta1vez la mejor cierta vulgarización de su método [40,41]. En
tentativa de operaciona1ización del método el cuadro 6 presentamos los instrumentos que,
sin abrir mano de una evaluación fenomeno- de acuerdo con Tupper [40] representarían
lógica Luriana, sea la Luria s Neuro- métodos neuropsico1ógicos contemporáneos,
psychological Investigation [39]. Sin embar- de los cuales destaca y acrecienta algunos en
go, el propio Luria ha referido que mismo este 10 que clasifica de modelos neo-1urianos
esfuerzo de Christensen representaría una (Cuadro 7).

167
Cuadro 6: Abordajes Contemporáneas de Evaluación Neuropsicológica(*)

Abordajes Progenitores (País)

Analytical Approach Elizabeth K Warrington (England)

Boston Process Approach Edith Kaplan (US)

Halstead-Reitan Neuropsychological Test Battery Ralph M Reitan (US)

Hypothesis-Testing (and deficit measurement) Approach Stephen C. Bowden (Australia), Muriel Lezak (US), Kevin Walsh (Aust)

lowa-Benton School ofNeuropsychological Assessment Arthur L Benton (US), Daniel Tranel (US)

Luria-Nebraska Neuropsychological Battery Charles J Golden (US)

Luria's Neuropsychological Investigation Anne-Lise Christensen (Denmark), Alexander R Luna (Russia)

PASS Cognitive/Intellectual Assessment J P Das (Canada), Jack Naghen (US)

Saint Petersburg (Russia) Neuropsychological Diagnostic Methods Ludwig I Vasserman (Russia), Yaakov A Meyerson (Russia)

Systemic Approach to Deve10pmental Neuropsychological Assessment Jane Holmes Bemstein (US),

Woodcock Cognitive Neuropsychology Model Deborah P Waber (US), Richard Woodcock (US)

(*) Tupper [23, p.58]

Cuadro 7: Métodos Neo-Lurianos de Evaluación

Das-Naglieti Cognitive Assessment System (CAS)

Kaufman Assessment Battery for Children (K-ABC)

Kaufman Short Neuropsychological Assessment Procedure (K-SNAP)

Luna-Nebraska Neuropsychological Battery (LNNB)

Luria's Neuropsychological Investigation (LNI)

NEPSY: A Developmental Neuropsychological Assessment

Three-Step Qualitative Motor Tasks

Others (less direct):

Executive Interview (EXIT)

Kaufman Adolescent and Adult Intelligence Test (KA! T)

Tupper [23, p.59].

De acuerdo con Das [29] estas pruebas o Tupper [23] refiere que el propio Luria
baterías de pruebas, de acuerdo con la meto- desvalora su contribución particular para el
dología de Luria, no tienen que ser vistas campo de la neuropsico10gía. Sin embargo, y
como pruebas de capacidades mentales, antes sin ninguna duda, una de sus contribuciones
sí, deben ser vistas como instrumentos que principales habrá sido el hecho de haber desa-
permiten estudiar los procesos cognitivos. rrollado su método de investigación clínica

168
individualizada, permitiendo una clara com- Después de su muerte, sus trabajos fueron
prensión de la relación cerebro-comporta- profusamente adaptados a la Neuropsicología
miento. Para Luria, su contribución principal infantil, siendo de referir en este campo los tra-
en el campo de la neuropsicología, nombrada- bajos de Manga y Ramos en España, y de
mente en los últimos años de su carrera como Golden en Estados Unidos de la América
investigador habrá estado al nivel de la (LNNB-CR). Korkman [33] en una revisión
memoria, en el origen de un nuevo campo de enteramente dedicada a este tema (Applying
investigación en la neuropsicología, nomina- Luria s Diagnostic PrincipIes in the
da de Neurolinguística, así como nuevas Neuropsychological Assessment 01 Children)
metodologías para estudiar las relaciones par- recordando que el concepto básico de la teoría
ticulares entre los hemisferios cerebrales [5]. de Luria era su perspectiva de las actividades
Además, los autores [17] refieren que los tra- superiores mentales (que para Korkman no son
bajos de Luria no se deben restringir al campo más do que hoy se denomina las funciones
de la neuropsicología científica laboratorial. cognoscitivas) como resultantes y sustentantes
Kaczmarek [17], uno de los investigadores de un sistema funcional dinámico, refiere estos
que ha privado del contacto y orientación de mismos mecanismos y procesos tendrían que
Luria, refiere que una de las características de ser considerados de forma muy particular en 10
su obra fue que no se ha limitado al estudio de que concierne a la neuropsicología infantil.
los componentes cognoscitivos clásicos como
el lenguaje, memoria, atención, etc., y mucho Glozman [3] presenta un interesante
menos de una forma no ecológica. En su obra, modelo para adaptar el modelo fenomenoló-
"Desarrollo histórico de los procesos cogniti- gico cualitativo a una metodología de integra-
vos" [42], el autor nos ofrece una descripción ción cuantitativa (Quantitative and Quali-
pormenorizada de sus estudios en poblaciones tative Integration 01Lurian Procedures) muy
autóctonas de las estepes Rusas, en que sus usual en nuestros días, a la hora de valorar
observaciones contribuyeran de forma crucial resultados de aplicaciones de testes neuropsi-
para la comprensión ecológica de los meca- cológicos. Das [29] refiere que "Great chan-
nismos neuropsicológicos. ges have occurred in the field 01 intelligence
and the neuropsychology 01 cognitive proces-
De acuerdo con Kuzovleva [5], con la ses since Luria s time. It would be a mistake to
muerte de Luria en 14 de Agosto de 1977, su ignore these, and Luria would have been the
último artículo en preparación, "Paradoxes first to advise us against adhering to his ori-
01 Memory" fue dejado por terminar en su ginal notions" (p.115). Esta temática, será ful-
ordenador personal y fue posteriormente cral en el siguiente apartado, principalmente a
publicado póstumamente en 1978, sin cual- la hora de utilizar procesos que combinen
quier alteración. Kuzovleva [5] refiere metodologías cuantitativas y cualitativas.
mismo que el trabajo de Luria aparece como
uno de los más citados en el campo de la psi-
cología' sendo muchos de sus textos traduci- EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA
dos de la lengua Rusa.
Hebben y Milberg [44] refieren que existe
La primera edición de su autobiografia una clara dificultad en eligir los factores que
(The Making 01Mind: A personal account 01 han contribuido para el desarrollo por el inte-
Soviet Psychology), editada por Michael Cole rés a vuelta de la evaluación neuropsicológi-
y Sheila Cole [44] aparece como un marco ca, como uno de los campos de las ciencias
final de su obra y contribución no solo para el psicológicas en mayor crecimiento junto a los
mundo soviético de entonces como para 10 clínicos comtemporáneos. De acuerdo con
mundo de la neuropsicología mundial. estos autores, a pesar de las bases para la cien-

169
cia neuropsicológica teneren sido desarrolla- en una infinidad de conjuntos de tareas están-
das bastante antes de las Grande Guerras dares con el objetivo de caracterizar los deta-
mundiales [45,46], talvez no sea completa lles de los efectos de la alteracion cerebral en
coincidencia el gran crecimiento de este ramo cada caso particular.
de la Psicología tener-se dado al mismo tiem-
po que se verificó el adviento de las ciencias Según Hebben y Mi1berg [44] Luria desa-
cognitivas, bien como la explosión de las rrolló considerablemente su método evaluati-
revolucionarias técnicas de neuroimagen en vo en base al desarrollo cognitivo, el hecho
meados de los años 70 [41]. que permitió. que sus conocimientos y méto-
dos no se mantuviesen como una realidad
Groth-Mamart [47] presentan el trabajo de exótica fué el trabajo de desarrollo y moder-
Halstead, Reitan y Goldstein, en los años 50 nización en dirección a 10 que se denomina
(Estados Unidos de la América), el trabajo de actualmente de Neuropsico10gia Clínica, pro-
Rey en Francia y el de Luria en la anticua tagonizado por Anne Lise Christensen, una
URSS, como 10 verdadero inicio de 10 que investigadora Norueguesa, que después de
hoy se conoce como la Neuropsicología haber sido, ella propia, una aprendiz de Luria,
Clínica. De acuerdo con vários autores la llevó para los Estados Unidos de América una
principal característica del fortalecimiento de descripción detallada de las técnicas del teste
la neuropsicologia clínica fue el refinamiento de A1exander R. Luria. Este método evaluati-
de instrumentos de teste bien estandardizados vo fué denominado de "Luria s Neuropsy-
para obtener medidas cuantitativas de varia- chological Investigation" [39], que inc1uyía
bles cognitivas, emocionales y factores con- un conjunto de materiales (tarjetas con estí-
ductuales [48-50]. Franzen [51] refiere mismo mulos, fotografías, etc.) a1ulidos por Luria en
que los neuropsicólogos clínicos apuntan con sus investigaciones y aplicaciones clínicas.
orgullo el hecho de levaren a cabo evaluacio-
nes objetivas a través de test y instrumentos Para más allá de la investigación extensa
que constituyen su repertorio clínico. Más que en que las preocupaciones a la evaluación de
eso, autores como Long y Kibby [52] Y aspectos particulares en el campo de la feno-
Chaytor y Schmitter-Edgecombe [53] salien- meno10gia neuropsico1ógica (lea-se memoria,
tam la relevancia de los test neuropsicológi- atención, concentración, lenguaje, funciones
cos, en su capacidad de diagnóstico clínico de ejecutivas, etc., [54]), diversos son los estu-
las perturbaciones neurológicas y neuropsico- dios que sistemáticamente buscan proceder a
lógicas, desde que sea asegurada la validad la evaluación neuropsico1ógica en la evalua-
ecológica del teste utilizado. ción de las más variadas patologías, como las
demencias [55], los disturbios de la adición
En los tiempos presentes, a una escala acohólica [56], etc. De esta forma, en el pró-
mundial, la práctica neuropsicológica envuel- ximo apartado pensaremos específicamente a
ve técnicos a trabajar en una multitud de set- cerca de las baterías neuropsico1ógicas.
tings profesionales, como clínicas multidisci-
plinares, centros de investigación, settings de Charles Go1den, un Neuropsicó10go con
rehabilitación, centros de desarrollo psicoedu- fuerte especialización en la utilización de la
cativo, práctica profesional privada, hospita- Batería Halsted-Reitan, conjuntamente con
les generales y universidades [23]. Thomas Hammeke y Amo1d Purisch, utilizó
el modelo presentado por Anne-Lise
Luria ha descrito su abordaje con bastante Christensen para desarrollar una nueva bate-
detalle en su libro mas conocido Higher ría de test. Go1den intentó desarrollar un test
Cortical Functions (In [44]), donde describió fiel al modelo evaluativo de Luria, donde un
centenas de tareas que podrían ser utilizadas conjunto de tareas simples y estructuradas

170
poderian remeter para el funcionamiento de 89], simulación de défices neuropsicológicos
una área cerebral particular y al mismo tiem- [90,91], dificultades de lectura y aprendizaje,
po regido por la tradición empírica y rigorosa perturbación de hiperactividad4 con déficit de
de los modelos psicométricos americanos. atención (etc.) en niños [94-100], conductas
Hebben y Milberg [44] refieren que el méto- adictivas y abuso de substancias [101-103],
do de Golden, Hammeke y Purisch [57] com- evaluación del funcionamento neuropsicológi-
bina itens que pueden discriminar sujetos con co en pacientes epilépticos [104], asuntos
lesiones cerebrales y sujetos normales en forenses [91,105,106], evaluación del efecto
escalas direccionadas para diversas dimensio- de la Estimulación Audio-Visual [107] Y en
nes cognitivas o funcionales como la lectura, evaluación de la inteligencia (lea se - funcio-
la escrita, memória, raciocinio, coordinación nes intelectuales [108]), etc.
motora, etc. Reed y Grant [58] refieren que la
Luria-Nebraska Neuropsychological Battery
(LNNB) y la Halstead-Reitan Neuropsy- CARACTERÍSTICAS PSICOMÉTRICAS
chological Battery (HRNB) son probable- EN LA EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓ-
mente las baterías de evaluación neuropsico- GICA
lógica más utilizadas en el contexto de inves-
tigación neuropsicológica clínica. El funcionamiento de cada sujeto en la
LNNB se procesa en los scores de cada sub-
Aunque no siendo tan divulgada, fue escala, concerniente a un sistema de sub-prue-
recientemente editada una nueva batería: NAB bas. Para cada ítem es atribuido una puntua-
(Neuropsychologica1Assessment Battery) por ción de O, se está completamente correcta, 1 o
White y Stern [59], descrita por Lynch [60] 2, dependiendo del grado de fallo. Así, cada
como más un bueno ejemplo de batería neu- ítem sólo puede llevar la puntuación O, 1 o 2.
ropsicológica comprehensiva extensiva. De esta forma, el investigador o el clínico
obtiene un conjunto de datos comparar las
escalas entre sí mismo y entre los sujetos eva-
LA LNNB - CAMPOS DE APLICACIÓN luados. Por ejemplo, en la presentación origi-
nal del LNNB, la nota T se consigue con la
Aunque no tenga estado libre de contrvesia transformación de los datos de las escalas de
en su aparición Stambrook [61], como vere- forma que cada una presenta un promedio de
mos adelante, la LNNB vien sendo utilizada 50 y la línea de desvío estándar de 10 [109].
en varias áreas de intervención. Algunas de las Con esta metodología, se procede el ancora-
más representativas son la evaluación pre-post mento del valor global medio de cada escala,
intervención clínico-quirúrgica [62,63,64]), la y la estimación de la línea de desvío respecti-
evaluación y intervención al nivel de estrate- va de los valores a la vuelta de este valor.
gias de actuación en los déficits y potenciali- Obviamente, como refieren Moses y Pritchard
dades de pacientes neuro-psiquiátricos [65- [110] el significado directo de estos datos

4 Conferir la referencia original de Meichenbaum y Goodman [92], Training impulsive children to talk to themsel-
ves: a means of developing self-control. Journal of Abnormal Psychology, 77, 115-126; de acuerdo con
Meichenbaum [93] su método de auto-instruciones és fortemente basado en las ideas de Vigotsky y Luria, referin-
do: '" The format ofthe training was influenced by the developmental theory and research ofthe Soviet psychologists
L. Vygotsky and his student; A.R. Luria. They suggested that children become socialized by jirst responding to the
instructions ofan adult or older sibling and then internalizing those instructions in an abbreviated abbreviated fas-
hion as aform ofinner speech. With age and task projiciency those self-verbalizations drop out ofthe child's reper-
toire '" (Current Contents, pp. 24)".

171
transformados es dependiente de la naturaleza aritmética. En otra análisis realizada en el
del grupo de referencia empleado para calcu- estudio, que procura asociar la propensión
lar estas transformaciones y de la forma de las para conductas violentas en sujetos que ten-
distribuciones de los scores transformados. gan sido víctimas de lesión cerebral, y par-
tiendo de una clasificación en dos grupos
diferenciados, por la presencia o ausencia de
ESTUDIOS RELATIVOS A LAS CAPACI- lesión cerebral (de acuerdo con los criterios
DADES DIAGNOSTICAS DISCRIMINA- del LNNB), se ha verificado que del grupo
TIVAS DEL LNNB. identificado con lesión cerebral por la catego-
rización con la LNNB, 73% de los sujetos
En España, Garcia [111] presenta-nos un habían cometido crimes violentos contra per-
estudio de caso de un sujeto varan de 34 años sonas, siendo el porcentaje de sujetos que
de edad, con una versión española del LNNB, había cometido este tipo de crime, en el grupo
administrada antes y después de un programa con ausencia de lesión cerebral, de 28%. En
de rehabilitación de tres años (aspectos cogni- un re-análisis de este estudio, en un importan-
tivos, emocionales, conductuales y familia- te artículo de revisión editado en el número
res). De acuerdo con García el enfermo habia inaugural de la revista Norte-Americana
sufrido un accidente de tráfico a 02/09/1997, Agression and Violent Behaviour,
presentando un cuadro de "traumatismo cra- (Neuropsychological correlates of violence
neoencefálico grave, con pérdida de concien- and agression: A review ofthe clinical litera-
cia (Glasgow de cuatro puntos), puntos hemo- ture), Golden, Jackson, Peterson-Rohne y
rrágicos en los ganglios basales y el tronco, Gontkovsky [113] refieren que el grupo de
trauma abdominal, esplenectomia y trauma- sujetos clasificados como violento (Grupo A)
tismo renal izquierdo" (586). García refiere presentaba resultados deficitarios en tareas
que el LNNB fue eficaz en la detección de complejas que implicaban el funcionamiento
cambios que se entienden estar relacionados integrado de información proveniente de sis-
con la intervención de tres años, sustentando temas visuales, auditivos y somestésicos, bien
así su capacidad diagnóstica / evaluativa. como en la capacidad de presentar conductas
complejas que conjugasen las fases de plane-
En otro campo de investigación Bryant, amiento, monitorización y corrección de los
Scott, Golden y Tori [112] presentan un estu- mismos, y aún la capacidad de mantener nive-
dio a cerca de déficits neuropsicológicos, difi- les normales de atención y concentración.
cultad de aprendizaje y conducta destructiva y Para los autores, estos resultados están en
violenta. El LNNB fue administrada a 110 clara conformidad con la descripción hecha
voluntarios de California y Nebraska. Los por Luria relativam~nte a 10 que caracterizó
sujetos fueron divididos en 2 grupos: grupo de síndrome del lobo frontal del adulto, en su
A) compuesto por jóvenes que habían cometi- obra clásica Higher Cortical Fuctions in Man.
do crimes violentos contra personas y, grupo En el mismo artículo de revisión, Golden y
B) compuesto por jóvenes que habían cometi- col. [113] describen el estudio de Langevin,
do crimes contra propiedad de terceros, sien- Bem-Aron, Wortzman, Dickey y Handy [114]
do considerados como no-violentos. Lo que en que fue realizada una evaluación neuropsi-
los autores relatan es que los resultados de los cológica de homicidas, criminosos violentos
sujetos del grupo A (violento) fueron conside- (no-homicidas) y criminosos no-violentos. La
rablemente peores cuando comparados con batería de evaluación comprendía la HRNB,
los sujetos del grupo B (no-violento) en todas la LNNB y la WAIS-R. Los principales resul-
las 14 escalas del LNNB, presentando back- tados elicitados por Golden y col. en su revi-
grounds deficitarios en 10 que concierne a sión de 1997 fueron: a) el grupo de sujetos
competencias básicas como lectura, escrita y que habían cometido crimes violentos presen-

172
taban valores de CI más reducidos en la sentaban un desempeño inferior a de los suje-
WAIS, aunque a un valor no significativo; b) tos del grupo controle en todas las summary
segun los critérios de classificación del scales con excepción de la Escala Táctil y
HRNB, cerca de 33% de los homicidas y 17% Hemisfério Izquierdo; b) de las 14 escalas
de los criminosos violentos (no-homicidas) básicas, siete de las mismas aparecían clara-
presentavan níveles de compromietimiento mente como diferenciadas entre los dos gru-
cérebro-funcional acentuado; c) segun los cri- pos: Aritmética, Escrita, Lenguaje Receptiva,
térios de classificación del LNNB (donde se Memória, Patognomónica, Procesos
lleva en consideración los parámetros ajusta- Intelectuales y Visual; e) si el grupo de suje-
dos a la edade y a la escolaridad de los suje- tos (del primero grupo) fuese subdividido en
tos) cerca de 21 % de los homicidas y 19% de "Abusadores" y "Pedójilos", los resultados
los criminosos violentos (no-homicidas) pre- apuntaban para una incidencia de 55% y 36%,
sentavan níveles de compromisso cérebro- respectivamente, de daños cerebrales, de
funcional acentuado. acuerdo con los criterios de categorización del
LNNB; d) evaluando globalmente el grupo de
Graber, Hartman, Coffman, Huey y abusadores sexuales a cerca de 47% presenta-
Golden [115] evaluaron seis sujetos masculi- ban perfiles neuropsicológicos típicos de
nos diagnosticados con perturbaciones menta- afección cerebral y 31 % presentaban perfiles
les, pertenecientes al Estado de Nebraska, considerados como limites (borderline) [113].
teniendo cometido crimes sexuales. El análi- Globalmente, 88% de los abusadores sexuales
sis con Tomografia Axial Computarizada, con presentaban perfiles acentuados o borderline
medidas de perfusión sanguínea cerebral, y de afección cerebral, de acuerdo con los crite-
con el LNNB sugieren, según los autores que, rios de clasificación del LNNB.
en estos seis casos evaluados, tres de los suje-
tos presentaban patrones de afección cerebral, Myers, Sweet, Deysach y Myers [95],
de acuerdo con los criterios de notación de la evaluaran dificultades de lectura y aprendiza-
LNNB (CI también Maclnnes, Golden, je en niños. El LNNB-Children s Revision
Gillen, Sawicki, Quaife, Uhl y col. [116], en (LNNB-CR) fue utilizada para evaluar niños
un estúdio con ancianos normales y demen- con dificultades de lectura y niños con desem-
ciados). De fuerma general, estos sujetos ten- peño académico normal (dos grupos equiva-
drían a presentar una conducta sexual más pri- lentes de 32 niños en lo que concierne al sexo,
mitiva presentando déficits al nivel del con- edad, raza, CI y status socio-económico). Una
trolo de los impulsos en la esfera sexual. Las de las principales verificaciones fue que los
escalas de localización del LNNB apuntaban grupos presentaran desempeños considerable-
para déficits al nivel de los lobulos frontales y mente diferentes en la batería como un todo,
temporales, sugerindo, las otras medidas utili- bien como una versión abreviada donde fue-
zadas en el estudio, una tendencia para un ran excluidas las escalas compuestas predo-
decrecido en la perfusión sanguínea cerebral minantemente por itens de evaluación formal
bien como menor densidad cerebral [113]. En de la lenguaje, lectura y capacidades aritméti-
otro estudio de Scott, Cale, McKay, Golden y cas. Otro dato relevante es que mismo la bate-
Liggett [117] treinta y seis alegados ofensores ría abreviada (sin la fuerte perfusión de itens
sexuales fueron evaluados con la LNNB, de lenguaje) era eficaz en la identificación
siendo el grupo de control, constituido por 31 adecuada de cerca de 84% de los sujetos. Los
sujetos voluntarios no-hospitalizados, o per- autores refieren que la relevancia del estudio
sonas hospitalizadas sin historia de alteracio- asienta esencialmente en la indicación que la
nes neurológicas o psiquiátricas. Los princi- LNNB-CR y mismo una versión más abrevia-
pales resultados de los datos del estudio fue- da pode tener un importante papel en la dife-
ron: a) los alegados ofensores sexuales pre- renciación de niños con dificultades de lectu-

173
ra / aprendizaje, pudiendo aún servir de fuen- déficit de atención presentan-se con CI's ver-
te de información para el desenvolvimiento de bal y Escala Completa inferiores al tercero
programas remediativos. El LNNB-CR tiene grupo de niños no siendo, sin embargo, dife-
también sido utilizada en la evaluación de la renciados entre si. Los resultados de los tres
dislexia [118]. grupos no difieren en términos de las escalas
de lateralización o patognomónica (utilizan-
Stephens, Clark y Kaplan [119] procura- do los resultados de edad y CI global como
ran evaluar la capacidad discriminativa del ca-variables). Lo que los autores concluyen es
LNNB y LNNB-C en la identificación (con- que este estudio no permite sustentar la hipó-
junta o no) de performances neuropsicológi- tesis que, en esta muestra de suj etos con per-
cas de adolescentes con perturbaciones emo- turbación de atención (con o sin hiperactivi-
cionales. Fueran evaluados 65 sujetos con dad), los resultados en la LNNB-C estean aso-
perturbación del foro emocional diagnostica- ciados a déficits neuropsicológicos específi-
da, con edad comprendidas ente los 8 y los 18 cos. Margan y Brown [98] utilizaran una
años. Lo que los resultados demuestran es que metodología semejante con el objetivo de
ambas las baterías presentaban capacidad dis- evaluar la capacidad discriminativa de la
criminativa de identificación de disfunciones LNNB-C en la identificación de dificultades
cognitivas, permitiendo sustentar la hipótesis de aprendizaje específicas. Para tal, 82 niños
de existencia de asociación entre afección con dificultades de aprendizaje fueran evalua-
neuropsicológica y alteraciones psiquiátricas. dos con la LNNB-C y la WISC-R, siendo sub-
Así, cerca de 42% de los sujetos de un sub- divididas en tres grupos, de acuerdo con las
grupo establecido entre los 99 y 154 meses de diferencias encontradas al nivel de los CI's de
vida (grupo más nuevo) y 380/0 de los sujetos Realización y de Lenguaje (en la WISC-R):
del sub-grupo establecido entre los 156 a 226 Grupo a) auditivo-língüístico (CI Verbal <
meses de vida (grupo más viejo) presentaban que CI de realización), visuo-espacial (CI de
défices neuropsicológicos, caracterizados por realización < que el CI verbal), y mixto (CI de
la elevación de varias escalas de ambas las realización = a CI verbal). Los tres grupos
baterías, presentando los sujetos menores difi- eran comparables en términos de la edad y de
cultades al nivel de las tareas menos comple- los resultados globales en la WISC-R (CI
jas, como sean las funciones motoras, y más Global). Lo que Margan y Brown [98] verifi-
dificultades particulares al nivel de competen- caran fue que a) un análisis a través de un
cias cognitivas complejas, tales como aritmé- MANOVA no sustentaba cualquier diferencia
tica, escrita, y procesos intelectuales. En la significativa entre los tres grupos y las escalas
misma línea de investigación Schaughency y del LNNB-C; b) no-verificación de diferen-
col. [97] procuraran evaluar la capacidad dis- cias entre los tres grupos y cada una de las
criminativa del LNNB-C en la sustentación escalas de LNNB-C. Así, los autores conclu-
de la hipótesis de existencia de asociación yen que la LNNB-C, en esta muestra de 82
entre afección neuropsicológica y alteracio- sujetos, no presentaba capacidad discriminati-
nes psiquiátricas diversas. Los autores evalua- va entre varias topologías de dificultades de
ran así tres grupos de niños, divididos en aprendizaje, cuando los niveles de inteligen-
Perturbación de Atención con Hiperactividad, cia global, caracterizada por el CI Global de
Perturbación de Atención sin Hiperactividad la WISC-R, son controlados. En esta línea de
y Perturbaciones relacionadas con procesos abordaje, Duggal, Dutta, Sinha, Basu,
de internalización, en un total de 54 niños Pandey, Nizamie, y col. [120], discuten la
entre los 8 y los 12 años de edad, indicadas relevancia de un análisis neuropsicológico
para evaluación clínica (fueran aplicadas extenso, con la LNNB, como el presentado en
entre otras la LNNB-C y la WISC-R). Los un estudio de caso de un niño diagnosticado
resultados de los sujetos de los dos grupos con con Síndrome de Asperger. Lo mismo es

174
sugerido y utilizado por Guimadies, Ciasca y sean: Verbal/ Compromiso al nível del
Moura-Ribeiro [121] Y Ciasca, Alves, Hemisfério Izquierdo, Déficits Subcorticales-
Guimaraes, Terra, Moura-Ribeiro, Camargo, Frontales, Déficits Verbales Medios, y
y col. [122] en la evaluación neuropsicolgica Normales. El claro interés de este estudio es
de niños brasileños antes y después de un el hecho de se tener confirmado la distinción
accidente cerebrovascular. de cada uno de estos subtipos a través de una
análisis univariada de los datos, sustentando
Lewis y col. [95] evaluaran la capacidad así que el número de las escalas del LNNB
discriminativa de la LNNB en la identifica- que alcanzaban elevaciones por en cima del
ción de adolescentes con dificultades de lec- nível crítico se diferenciaba efectivamente de
tura y aprendizaje. Para ese fin evaluaran 31 acuerdo con el subtipo en cuestión, estando
adolescentes emparejados por sexo y edad estas variaciones asociadas a alteraciones
con 31 sujetos sin las referidas dificultades. mensurables al nivel de características y
La estadística MANOVA (Multivariate analy- manifestaciones psicológicas y problemas
sis 01 Variance) sustentaba la capacidad dis- conductuales (Cf. tb. [125]).
criminativa entre los grupos, si fueran anali-
zadas las escalas clínicas, de localización, Dormheim, Espe-Pfeifer, Mahrou,
lateralización, impairment y profile elevation Devaraju-Backhaus y Golden [126] estudia-
(escalas básicas, más la de localización). El ran el efecto del género, etnia y preferencia
análisis de las funciones discriminativas de manual partiendo de los resultados de 365
las 12 escalas básicas del LNNB presentaban niños con perturbaciones psiquiátricas y neu-
niveles de capacidad discriminativas entre los rológicas diagnosticadas. La LNNB-III fue
87.1 % Y 98.4% (cuando era utilizada una administrada a un conjunto de niños con un
regla de clasificación, utilizando los valores promedio de edad de 9.61 (error standard de
de las 12 escalas básicas, alcanzaba-se una 3.23; edad mínima 3 y máxima 18) siendo
capacidad discriminativa en la orden de los 271 varones y 94 mujeres; 184 caucasianos,
95%). De forma más específica, cuando se 123 afro-americanos, 36 latino-hispanos,
evaluaban los niveles de acuidad de las ocho siendo aún 20 sujetos categorizados como
escalas de localización de la batería, los valo- perteneciendo a otras etnias y no siendo posi-
res variaban entre 82.26% y 85.48% % (más ble la identificación etnica junto a dos sujetos.
una vez, cuando era utilizada una regla de cla- Cuanto a la lateralización manual, 317 eran
sificación, utilizando los valores de las 8 esca- diestros, 41 esquerdinos y 7 ambidiestros;
las de localización, alcanzabase una capaci- cuanto al diagnóstico con base en el DSM-IV
dad discriminativa en la orden de los 81 %) y a las distribuciones los sujetos eran clasifi-
(ver también Snow y Hynd [123]). cados con: perturbaciones de la conducta
(n=34), perturbación de conducta desafiante
Teichner, Golden, Crum, Azrin, Donohue (n=41), perturbación explosiva intermitente
y Van Hasselt [124] presentaran un estudio en (n=2), encopresis (n=ll), enuresis (n=21),
que 77 adolescentes fueron evaluados con el autismo (n=6), drogadicción (n=2), abuso de
LNNB-III Yuna batería de evaluación de con- substancia (n=5), stress pós-traumático
ductas de utilización de substancias (droga- (n=13), retraso mental (n=41), perturbaciones
dicción). Estos jóvenes hacían parte de un cognoscitivas (n=95), síndrome de La
grupo de adolescentes que presentaban algún Tourrete (n=5), tiques motores (n=2), pertur-
tipo de disfunción neurológica y que habían bación depresiva mayor (n=27), distimia
cometido actos clasificados como delincuen- (n=25), perturbación de humor SOE (n=10),
tes. Lo que Teichner y col. [124] verificaran perturbación de ansiedad (n=16), perturba-
fue que los resultados se agruparan en una ción de ajustamiento (=61), dificultades en la
jerarquía de 4 constelaciones globales, como matemática (n=19), perturbación de la lectura

175
(n=35), perturbación de la escrita (n=23), difi- otras. Los autores sumarían de esta forma las
cultades de aprendizaje SGE (n=57), pertur- principales diferencias significativas encon-
baciones en la lenguaje expresiva (n=10), tar- tradas, en un análisis multivariado de varian-
tamudeo (n=2), perturbación de hiperactivi- cias (mutivariate analysis of variances) entre
dad y déficit de atención SGE (n=14), pertur- los dos grupos (apuntando para diferencias
bación de hiperactividad y déficit de atención, inferiores a p < 0.05): Escala de Análisis
tipo inatento (n=21), perturbación de hiperac- Visuo-Intelectual, Escala de Discriminación
tividad y déficit de atención, tipo hiperactivo Fonémica, Lenguaje Expresivo y Escala de
(n=8), perturbación de hiperactividad y déficit Error Recalling, Lectura, Reconocimiento de
de atención, ambos tipos (mixta) (n=55), per- Textos y Aritmética. Según los autores, estos
turbaciones convulsivas (n=16) y lesión cere- resultados sugieren que los indicadores de
bral adquirida (n=49). Según los autores del disfunción neuropsico1ógica presentada,
estudio ninguna de las 36 sub-escalas del remeten para índices de disfunción de las
LNNB-111 presentó niveles de correlación sig- regiones temporales y parietales más modera-
nificativa con el género, etnia y especializa- das en niños con ADHD do que en niños con
ción manual (p < .006, estadística Bonfferoni, perturbaciones emocionales severas y / o dis-
corregida con índice de la familia alpha = funciones neuro1ógicas.
.20). Así, las correlaciones entre género, espe-
cialización manual y etnia presentaba-se En 1999, Devaraju-Backhaus, Espe-
como fraca o moderada después de esta Pfeifer, Mahrou, Dornheim, Proctor-Weber,
corrección con el índice Bonfferoni, no Ca1abria, y col. [128] propusieran estudiar la
teniendo alcanzado criterios de significancia. estructura factorial de la LNNB-111 en enfer-
De esta forma, los autores concluyeran que la mos diagnosticados con alteraciones cerebrales
LNNB-III podría ser considerada una batería una vez que, según los mismos, por aquella
fiable relativamente a las variables género, altura, y dada la recencia de la versión 111 del
especialización manual y etnia. LNNB, este tipo de análisis carecía aún de sus-
tentación. Para eso evaluaran 264 niños refe-
Algunos de los autores del estudio ante- renciados para evaluación neuropsicológica.
rior, en un estudio más reciente [127] evalua- La edad media de los sujetos en años fue de
ran 382 niños con diagnóstico de 9.44 (±3.23) Yeducación académica formal en
Perturbación de Hiperactividad y Déficit de años de 3.9 (±2.93). La mayoría de los sujetos
Atención (ADHD) y que habían sido referen- era del sexo masculino (76.1 %), diestro
ciadas para evaluación neuropsico1ógica. El (85.9%) y, cuanto a la raza, 50% eran caucase-
grupo de controle era constituido por 276 anos, 33.50/0 Afro-Americano o Caribes.
sujetos diagnosticados con un conjunto varia- Cuanto al diagnóstico, los autores categoriza-
do de condiciones, representando las seguin- ran como: neuro1ógicos (33.2%), psiquiátricos
tes categorías: paciente neurológico / 35.1 %, (20.4%), perturbaciones neuro1ógicas y psi-
paciente psiquiátrico /19.40/0, grupo mixto de quiátricas mixtas (35.6%) y sin diagnóstico
diagnóstico psiquiátrico-neurológico / (10.8%). A través del análisis de los 37 subtes-
30.4%, sin diagnóstico / 14.9%. El promedio tes, seis factores fueron agrupados, con índice
para la edad de los sujetos era de 9.65 años, eigenvalues superior al, contribuyendo para
con error standard de 2.83 y un promedio para 70% del total de la variancia: Factor 1 -
la educación académica formal, en años, de Habilidad Intelectual Global, Factor 11 -
3.93, con error stándard de 2.63. La mayoría Competencias Motoras, Factor 111 - Capacidad
de la muestra era compuesta por sujetos mas- de Lectura, Factor IV - Memória Visual y
culinos (84.1 %) y diestros (94.3%) siendo, Verbal, Factor V - Efecto de Interferencia
cuanta a la raza, 50% Hispánicos, 44% (semejante al verificado en el Stroop Color and
Caucasianos, 2.3% Afro-Americanos y 3.3% Word Test), Factor VI - F1uencia Verbal.

176
Winegarden, Hoff, Mases Jr. y Faustman quier correlación significativa entre los índi-
(1997) [67], presentaran en el 16° Congreso ces de HVA en el LCR. Sin embargo, de
Anual de la Academia Nacional de forma independiente, los resultados /"'de los
Neuropsicología en los EVA un estudio de pacientes en los varios instrumentos aparecen
validación de la utilización de la LNNB en la como indicadores del déficit neuropsicológi-
evaluación de los déficits cognitivos encontra- ca funcional, cuando comparados con valores
dos en una muestra de 44 enfermos esquizofré- normales de referencia.
nicos (criterios del DSM-II-R), con promedio
de edad de 35.6 (±7.5) ingresados en institu- En 1995, Faustman, James, Moses Jr.,
ción hospitalaria de salud mental (Validating Bono, Newconer y Ringo [70] presentan un
the luria-nebraska in assessing cogntive estudio donde procuran estudiar subtipos de
impairment in schizophrenia. Archives of déficits cognitivos en la Esquizofrenia. Para
Clínical Neuropsychology - National Academy tal, 39 enfermos masculinos esquizofrénicos
of Neuropsychology: Abstract From the hospitalizados fueron evaluados a través de
Sixteenth Annual Meeting, New Orleans, una batería de testes como la LNNB, la
Louisiana, October 30 - November 2). Los WAIS-R e el Quality 01 Life Scale (QOLS).
resultados sugieren una asociación fuerte entre De forma sumaria, Faustman y col. [70] refie-
el promedio de las escalas clínicas del LNNB ren que los resultados sugieren que pocos sín-
(rs = -0.86) Yel índice de deterioración global tomas se presentaban correlacionados con las
derivado de otras medidas utilizadas en el estu- escalas verbales (r = 0.33) Yde realización del
dio, que no el LNNB (e.g. Wisconsin Card WAIS-R (r = 0.43). En la misma forma, los
Sorting Test, Booklet Category Test, Boston autores refieren que el promedio de las esca-
Naming Test, etc.). Se ha verificado aún un las Rítmicas (C2), Memoria (C10) y Procesos
nivel elevado de asociación entre los otros Intelectuales (C11) presentaban una correla-
indicadores de deterioración, que no la LNNB ción inversa, aunque no significativa, con la
(rs = -0.85) Y el promedio compuesto de tres media global de los síntomas (r = - 0.33). Los
escalas clínicas del LNNB (C2 - escalas rítmi- autores finalizan referindo que, relativamente
cas' C1O - Memoria y C11 - Escalas al LNNB, estos resultados sustentan la exis-
Intelectuales / estas escalas son referidas por tencia o mensurabilidad de constructos cogni-
varios investigadores como siendo muy sensi- tivos específicos a la Esquizofrenia.
bIes a las manifestaciones de semiologia esqui-
zofreniforme). Según los autores, estos resulta- Curiosamente, la equipa de Faustman,
dos sugieren que la LNNB presenta-se como Mases Jr. y Csemansky [80] havia realizado
una medida válida para la detección de indica- un estudio semejante al anterior, utilizando
dores de presencia o ausencia de déficits cog- apenas el LNNB, en comparación con el Briel
nitivos globales en enfermos esquizofrénicos. Psychiatric Rating Scale (BPRS), junto a 38
pacientes esquizofrénicos masculinos, sin
Faustman, Mases Jr., Pfefferbaum y Paull medicación. En ese estudio, Faustman y col.
[129] evaluaran la performance neuropsicoló- [80] no verificaran cualquier relación entre
gica de 36 enfermos esquizofrénicos no medi- los resultados de los sujetos de esta muestra
cados con indicadores de concentración de en el LNNB y a las categorizaciones de los
Ácido Homovalínico - HVA (el principal grupos de síntomas con bases en la entrevista
metabolito de la dopamina) en el Líquido con el BPRS. Los autores concluyeron que, en
Céfalo Raquídeo (LCR). Otros conocidos ins- la muestra en cuestión (de pacientes no medi-
trumentos como la WAIS-R, Test de cados) la performance (evaluada a través del
Retención Visual de Benton y el Test de LNNB) no parece correlacionar-se con la sin-
Aprendizaje Verbal Auditiva de Rey fueran tomatología esquizofrénica cuando evaluada
utilizados. Los autores no identificaran cual- por la metodología en estudio.

177
Kemali y col. [83] verificaran que los deben ser levados en consideración, en este
pacientes esquizofrénicos que presentaban tipo de población.
dilatación ventricular (en comparación con
enfermos esquizofrénicos con medidas ventri- En 2000 fue presentado aquello que,
culares normativas) presentaban peores resul- según los autores, representaba "el primero
tados en las escalas rítmicas (C2), escrita (CS), estudio de caso a cerca de los efectos neurop-
lectura (C6), aritmética (C9) y hemisferio sicológicos de la neurosífilis, en su estadio
izquierdo (S3), bien como en un conjunto avanzado" [130]. El enfermo era un sujeto del
variado de medidas como los su-testes de dígi- sexo masculino, caucaseano, de 41 años de
tos, símbolos y cubos del WAIS, alogia, alte- edad, que tendrá sido infectado cerca de 20
ración emocional y déficit atencional de la años antes de la evaluación en causa (por
Escala para Evaluación de Síntomas volta de 1980). Según los autores, la condi-
Negativos (SANS), bien como en indicadores ción clínica tendrá permanecido sin ser ade-
de la Disability Assessment Schedule (DAS) cuadamente diagnosticada, teniendo evoluído
como auto-cuidado, participación en activida- para una grave condición de neurosífilis, que
des domésticas, performance laboral, y con- usualmente afecta todo el sistema nervioso
ducta en situaciones de crisis y emergencia. central. Dentro de los vários dados de clara
Desde el punto de vista más biológico, los relevancia presentada destacamos el hecho
pacientes con dilatación ventricular presenta- de, a pesar de la evaluación cerebral estructu-
ban actividad cortical encefalográfica beta sig- ral por MRI sugerir alteracion en solo dos
nificativamente reducida al nivel de los lobos pequeñas áreas cerebrales, nombradamente,
frontales, frontal izquierdo y central derecho. en el centro semioval izquierdo, los datos de
la evaluación neuropsicológica sugerían que
Newman y Silverstein [84], centraran su el sujeto presentaba alteracion cerebral seve-
atención entre la relación de la semiologia ra, difusa, con lesiones cerebrales microscópi-
depresiva con los resultados en el LNNB de cas. Más aún, este estudio llama la atención
36 enfermos con o diagnóstico de Depresión para el hecho de una evaluación neuropsico-
Major. Los autores categorizaran la muestra lógica profundizada poder identificar claros
en seis subtipos depresivos de orden dicotó- défices funcionales generalizados y severos
mica, siendo los más relevantes para el punto (es de notar que, según los autores, ninguna
en análisis las categorías "Con sintomatología de las funciones neuropsicológicas evaluadas
psicótica - Sin sintomatología psicótica" y por la LNNB estaban mantenidas, en este
"Lentificado-No Lentificado". Los sujetos con sujeto), mismo cuando al nivel estructural, o
el diagnóstico de depresión con sintomatolo- por imagiología cerebral, aún no se verifica
gía psicótica presentaban una performance deterioración generalizada. Más recientemen-
más comprometida, representando elevación te, en 2001, una equipa de investigadores
de las escalas "Profile Elevation" y indianos [131 ] conducirán un estudio para
"Impairment Scales". Los sujetos con edad detectar la presencia y la naturaleza de défi-
más avanzada presentaban una performance cits cognitivos en enfermos seropositivos para
más lentificada, nombradamente dentro de la el HIV, clínicamente asintomáticos. La mues-
categorización "Psicótico-No Psicótico" y tra fue constituida por 32 enfermos asimpto-
"Lentificado-No-lentificado". Los autores lla- máticos, y un grupo de controles seronegati-
man la atención para el hecho de, en evalua- vos, diagnosticados por su vez, con infeccio-
ción neuropsicológica de pacientes depresi- nes por enfermedades sexualmente transmiti-
vos, particularmente ancianos, estos aspectos das. Además de un conjunto de testes, los
pudieren surgir como variables enviezadoras sujetos fueron evaluados con la LNNB,
de los resultados o surgieren como artefactos teniendo sido sus puntuaciones en cada una de
generadores de efectos indeseados, por 10 que las escalas comparada a través del teste

178
Wilcoxon two sample test. Los autores relatan sicológicos en los sujetos controles. Los auto-
que los sujetos infectados con HIV presenta- res refieren que estos resultados están en con-
van déficits como velocidad motora fina bien formidad con un conjunto de otros estudios
como mayor lentificación en la velocidad de realizados en el ámbito de la correlación entre
procesamiento de la información. Sin embar- los resultados neuropsicológicos (nombrada-
go, como conclusión final, los autores refieren mente tareas de memoria verbal) y los poten-
que ninguno de los sujetos rellenaba los crite- ciales evocados, sugiriendo que esta asocia-
rios para Déficit Neurocognitivo Ligero. ción está posiblemente relacionada con la
afección de los lobos temporales en este tipo
Un equipo de investigadores sur-coreanos de poblaciones clínicas.
[132] procuró estudiar los rendimentos neu-
ropsicológicos de enfermos esquizofrénicos y En 1999, un equipo de investigadores ita-
obsesivo-compulsivos (OC), con alteraciones lianos [133] utilizó la LNNB como instru-
en los potenciales evocados P300. Según Kim mento de evaluación neuropsicológica princi-
y col., [132], veintiuno enfermos esquizofré- pal en un estudio de gran abranjencia. Los
nicos, 19 OC Y 21 sujetos controles fueron investigadores evaluaran los informes clíni-
evaluados con el ítem 223 del LNNB-III, cos de todos los enfermos que ingresaran de
Figura Compleja de Rey-Osterrieth, el Trail forma voluntaria en el Departamento de
Making Test, el Wisconsing Card Sorting Test, Psiquiatría de la Universidad de Nápoles
un teste de evaluación de fluencia verbal (Italia), con el diagnóstico de "Esquizofrenia
(COWA), bien como algunos sub-testes de la Simples" (criterios ICD), desde 01 de Enero
versión coreana del WAIS (K-WAIS). En 10 de 1976 a 31 de Diciembre de 1991. Fueron
que concierne a los resultados específicos del también seleccionados sujetos que, teniendo
LNNB, se da mayor relevancia al hecho de sido alvo de internamiento en la misma insti-
que el ítem 223 constituye una tarea de tución, habían sido diagnosticados con otro
memoria verbal inmediata (el sujeto es invita- tipo de esquizofrenia (nombradamente, ocho
do a repetir el máximo de palabras que se enfermos con diagnóstico de esquizofrenia de
recordar, a seguir a una evocación por parte tipo paranóide, tres de tipo hebefrénico y dos
del evaluador de siete palabras no relaciona- de tipo indiferenciado), emparejados por
das). Lo que los resultados mostraran fue un edad, sexo, especialización manual (diestro o
efecto de grupo en 10 que concierne a la capa- no) época / fecha de primero internamiento.
cidad de evocación de ítens no-relacionados Después de un proceso tan moroso, han sido
(F256= 9.96; p < 0.001). Así, los sujetos conseguidos obtener 13 pares de enfermos
esq{¡izofrénicos presentaban una peor perfor- con el diagnóstico de Esquizofrenia Simples,
mance cuando comparados con los controles emparejados con los 13 enfermos con otro
(p<0.001). No se verificaba contudo cualquier tipo de esquizofrenia, ya mencionados (relle-
diferencia significativa entre los OC y los nando ambos los grupos criterios de ICD 8/9
controles, bien como entre los sujetos esqui- y DSM-IV). Finalmente, según Galderisi y
zofrénicos y los OC. Cuando se evaluaba la col., [133] para cada sujeto diagnosticado con
correlación entre la evaluación neuropsicoló- esquizofrenia simple, fue también emparejado
gica y los potenciales evocados, 10 que se ha (por sexo y edad) un sujeto controle, de un
verificado fue que había una correlación conjunto de sujetos que habían realizado el
negativa entre los errores en el ítem 223 del examen RMI, en el Departamento de
LNNB y la amplitud del P300 en Cz - línea Radiología de la Universidad de Nápoles para
media central (r = -0.43; p = 0.03) Ypz -línea el diagnóstico diferencial de cefaleas sinto-
media parietal (r = -0.42; p = 0.04), no se máticas / migraine (4 sujetos) y patologías
verificando cualquier correlación entre la desmielinizantes / discopatias (9 sujetos)
amplitud de los P300 y los resultados neurop- teniendo sido diagnosticados respectivamente

179
con las condiciones clínicas migraine y disco- Nibaldo Segura P., pone de manifiesto el
patia. Cada sujeto fue evaluado, entre otros impacto que los testes neuropsicológicos y
testes, medidas y instrumentos, con la LNNB particularmente el LNNB tuve para la deci-
y realizó una MRI. Los resultados sugieren sión de este Colegio Arbitral. Por la relevan-
que ambos grupos con diagnóstico de patolo- cia del tema, transcreveremos tres de los artí-
gía esquizofreniforme presentaban alteracio- culos del respectivo laudo:
nes morfológicas del desarrollo, mayor dilata-
ción ventricular y del espacio sub-aracnoideo, VIGÉSIMO SEGUNDO.- Que, consta del test que
comparados con los controles (no variando permite precisar la localización del daño neuroló-
contudo entre ambos). Más que eso, los dos gico (Batería Neurológica Luria-Nebraska), que
sujetos con mayor índice de anormalidades aun cuando se encontró que su rendimiento inte-
morfológicas, eran también aquellos con lectual está dentro de lo esperado para su edad cro-
mayores niveles de deterioración funcional nológica, hay evidencias de daño cerebral general.
perteneciendo al grupo de los sujetos con Los valores más alterados son la memoria, la capa-
Esquizofrenia Simples (no se identificando cidad de aprendizaje, la memoria lógica y de corto
anormalidades estructurales groseras en nin- plazo, la escritura de letras y palabras. Además fue
guno sujeto de los otros grupos). Los autores incapaz de tocarse en orden y secuencialmente los
refieren aún que los sujetos con el diagnósti- dedos de la mano con el pulgar y no pudo repetir el
co de Esquizofrenia Simples presentaban, acto de presionar su dedo medio con el pulgar
regla general, cuando comparados con los durante dos segundos (Apraxia). Tiene dificultades
otros sub-tipos de esquizofrenia, mayores para repetir y escribir frases simples, fracasa en
niveles de señales neurológicos ligeros bien todas las actividades que involucran recordar una
como mayores handicaps al nivel del relacio- huella sensorial inmediata. En las actividades de
namento social. Como conclusión final al análisis e identificación de un cuadro temático (Se
estudio, los autores refieren que los enfermos le muestran figuras en orden errado para que las
con este tipo de categorización de "esquizo- ordene), fracasó y evidenció dificultad en la capa-
frenia simples" poden representar un subtipo cidad para formar analogías, encontrar los opuestos
de esquizofrenia con un grado más severo de y encontrar la relación lógica entre objetos especí-
afección neuro-integradora, pudiendo susten- ficos y del grupo al que pertenecen. No responde
tar la escasez de síntomas psicóticos floridos. adecuadamente al solicitarle que exprese los pare-
cidos de objetos en parejas ni pudo identificar la
Desde el punto de vista forense, y como ya palabra que no pertenece a un mismo grupo.
apuntado por McKinzey [104] la LNNB ha
sido utilizada en evaluaciones de informacio- (p. 404)
nes periciales, siendo uno de los casos más
recientes de su utilización y papel central en VIGÉSIMO CUARTO.- Que, la conclusión a que
la determinación de incapacidad de sostener se llega como síntesis de los exámenes recién indi-
su propia defensa, por parte del Chileno, cados y de otros complementarios realizados a
General Augusto Pinochet, después de tener Pinochet Ugarte es que se trata de un paciente de
sido sujeto a una vasta evaluación pericial. El 85 años, hipertenso y diabético, con antecedentes
laudo editado y tomado público a través del de accidentes vasculares encefálicos y que del
Documento de la Corte Suprema del Chile resultado de la "evaluación neurológica, psiquiá-
[(2002). Fallo de Sobreseimiento definitivo trica y neuropsicológica permite sustentar la exis-
en favor del General Augusto Pinochet - Corte tencia de una demencia subcortical de origen vas-
Suprema, Estudios Públicos, 87 (invierno cular de grado moderado, acordes con las clasifi-
2002). 397-409], pronunciado por los caciones internacionales".
Ministros Alberto Chaigneau del C., Enrique
Cury D., José Luis Pérez Z., Milton Juica A. y (p. 405)

180
TRIGÉSIMO TERCERO.- Que, más aún. Esta zurdos. De forma global, ambas las baterías
dolencia mental, al decir de los médicos que se han presentaran buena capacidad discriminativa
citado en el razonamiento decimoquinto, puede lle- (con niveles estadísticos por encima del espe-
gar a descomponer la inteligencia entera progresi- rado) en la identificación de afección cerebral
vamente y a conducirla a la deterioración hacién- lateralizada. Sin embargo, los autores llaman la
dola irreversible. Ello concuerda, por lo demás, atención para la necesidad de no se utilizaren
con los diferentes accidentes vasculares encefáli- fórmulas simplistas y reductoras que lleven a
cos de que dan cuenta los exámenes del cerebro y decisiones groseras y basadas meramente en
su historia clínica, los que de irse produciendo dados cuantitativos. Así, la decisión diagnósti-
aumentarían su déficit. Por esta razón deben estos ca entre "presencia de daño cerebral" y "late-
sentenciadores estimar que la enfermedad mental ralización" debe ser cuidadosamente a1vo de
sufrida por el procesado es incurable. reflexión cualitativa enriquecida por toda la
información clínica que se pueda recoger.
(p. 405)
e1-Sheikh, e1-Nagdy, Townes y Kennedy
La trascripción de estos artículos permite [138] realizaran un estudio transcu1tura1 a tra-
verificar como se puede sumar de forma cuali- vés de la aplicación de la LNNB y la HRNB a
tativa los déficits presentados en una batería suj etos egipcios dominantes de las lenguas
comprehensiva como la LNNB. Tal evalua- Árabes y Inglesas. Para tal, 112 estudiantes
ción, sustentada por otros test y exámenes universitarios de la Universidad Americana,
periciales llevaran a la determinación por parte en la ciudad del Cairo, masculinos y femeni-
de la Corte Suprema Chilena a la determina- nos, fueron evaluados con ambas las baterías.
ción de la no-continuación del proceso judicial Según los autores, los principales objetivos
contra el General Augusto Pinochet, por haber del estudio relacionaban-se con la recogida de
determinado la incapacidad del acusado para datos normales para la muestra en causa; eva-
participar idóneamente en su propia defensa. luar los efectos de la lenguaje y de la orden de
la administración de los testes para la perfor-
Una preocupación que ha estado igual- mance global, bien como evaluar los efectos
mente en evidencia a cerca de la utilización de de práctica (aprendizaje) en la acuidade teste-
testes neuropsicológicos standardizados pren- reteste de ambas las baterías. el-Sheikh y col.
de-se con aspectos como acuidad de identifi- [138] presentan como principales conclusio-
cación de falsos positivos, identificación ina- nes de este relevante estudio: a) apenas fueron
decuada de grados de afección, etc., que pre- encontradas diferencias mínimas entre la
ocupan de forma particular no solo los clíni- administración en lengua Árabe o Inglesa; b)
cos como los neuropsicólogos forenses los datos sugieren una fuerte validade teste-
[134,135,136]. reteste para la HRNB y moderada para la
LNNB; c) son verificados moderados efectos
de prática / aprendizaje en seis escalas de la
LA LNNB Y OTROS TEST DE RECONO- LNNB, bien como en las escalas de resolu-
CIDA VALIDEZ EN EVALUACIÓN NEU- ción de problemas complejos de la HRNB; d)
ROPSICOLÓGICA. la performance inicial en una bateria no
influenciaba la realización en la otra bateria.
Stambrook, Hawryluk y Martin [137] com- Como comentario a estos resultados, llama-
pararan la utilidad diagnóstica de la LNNB y mos la atención sobre el hecho de que el even-
de la HRNB en la identificación de la laterali- tual efecto moderado de la práctica / aprendi-
zación formal del compromiso cerebral. Las zaje en este estudio estará probablemente sus-
dos baterías fueran administradas a 30 pacien- tentado por el corto período de tiempo entre
tes con lesión cerebral, sendo 15 diestros y 15 cada administración (pocas semanas).

181
La metodología de estudio de caso único la LNNB presentaba alguna capacidad prediti-
es también muy utilizada en la comparación va del QI global en la WAIS-R, siendo el nivel
de los resultados entre la LNNB y la HRNB. de predicción para los indicadores FSIQ y VIQ
de la WAIS-R aún más elevados do que la
Koffler, Roberts y Mancall [139] presen- capacidad predictiva, presentada en una fórmu-
taran un interesante estudio con un paciente la, en un estudio original de McKay, Golden,
masculino adulto, diagnosticado con una mal- Moses, Fishbume y Wisniewski [142] para la
formación artero-venosa a nivel del lobulo estimación del CI global.
temporal izquierdo, manteniendo sin embargo
un funcionamiento neuropsicológico práctica- En este sentido Devaraju-Backhaus, Espe-
mente normal en ambas las baterías, presen- Pfeifer, Mahrou y Golden [127] estudiaron la
tando apenas ligeras alteraciones. Delante de correlación de las performances en la LNNB-
los resultados, los autores llaman la atención 111 Yen la WAIS-III en una población mixta de
para la necesidad de se comprender las afec- pacientes psiquiátricos y con afección cere-
ciones cerebrales con base en la capacidad bral. En el todo fueron evaluados 85 pacientes
reorganizativa, más o menos limitada, de la con indicación para evaluación neuropsicoló-
organización cerebral funcional, en el segui- gica (promedio de edad de 38.78 y error stan-
miento de disfunción cerebral. En 1991, dard de 16.54; promedio de escolaridad en
Guilmette & Faust [140] publicaran un articu- años de 13.07 y error standard de 2.60; cuanto
lo donde comparaban las características de los a las otras variables, 52.9% eran del sexo
neuropsicólogos americanos face a su prefe- femenino, 86.3% eran diestros, sendo 68.6%
rencia por la utilización de la LNNB o de la caucasianos; los investigadores clasificaran
HRNB. 398 psicólogos con práctica neuropsi- los restante constituyentes de la muestra como
cológica respondieran a un conjunto de cues- hispánicos - 13.7%, Afro-Americanos - 5.9%,
tiones relacionadas con la utilización, entre- o otros - 11.8%). 26% eran clasificados como
namiento y preferencia por una o otra batería. enfermos psiquiátricos, 64% como enfermos
Guilmette y Faust [140] refieren que de estos neurológicos y 10% como sin cualquier diag-
398 sujetos, 222 habían recibido treino en nóstico. Los principales resultados indicaban
ambas las baterías, siendo que 26% referían níveles de correlaciones de Pearson estadísti-
no presentar cualquier preferencia de una camente significativos entre várias escalas de
batería en detrimento de otra; 51 % referían ambos test, verificando-se los níveles más ele-
preferir la HRNB y 23% a LNNB. Uno de los vados entre la WAIS-111 y las sub-escalas de la
principales factores que podrían contribuir LNNB-III Inteligencia, Competencias Viso-
para estos resultados seria el hecho de la Espaciales, Competencias Auditivas Comple-
HRNB tener, por aquel tiempo, una mayor jas y Escalas Aritméticas. De entre las nuevas
popularidad, no habiendo aún el tiempo nece- escalas introducidas en la versión 111 del
sario para que la LNNB se enraizase y se WAIS, se verificaba también correlaciones
transformase en el método eficaz y largamen- con Secuenciación de Letras y Números y
te utilizado de los tiempos corrientes. Matrix reasoning. Como conclusión, los auto-
res refieren que la utilización de la LNNB no
Zarantonello, Munley y Milanovich [141], se debe restringir a la evaluación clínica,
presentaran una de las primeras contribuciones puede presentar como un claro indicador de
al tema. Los autores examinaron la modifica- los níveles de funcionamiento intelectual, con-
ción en dos conjuntos de factores de estima- cepto de inteligencia, de los sujetos.
ción del CI de WAIS, derivados de los resulta-
dos de la LNNB-I en una muestra de pacientes Este grupo de autores [143] estudió tam-
neuropsiquiátricos. Los autores refieren que bién la correlación de la escala de inteligencia
este estudio permitió sustentar la hipótesis que de Weschsler para niños (WISC-III) con la

182
LNNB-III. Fueron evaluados 372 niños con ficado una aprendizaje deficitaria bien como
ambas las baterías, referenciadas para evalua- una performance global perjudicada de los
ción neuropsicológica El promedio de edad en sujetos con lesión cerebral, con relación a los
años era de 9.6 (±3.23) Ypromedio en forma- sujetos normativos en todas las sub-escalas de
ción académica en anos de 3.9 (±2.93). La memória del LNNB-III; los sujetos con lesio-
mayoría de los sujetos era del sexo masculino nes cerebrales presentaban curvas de aprendi-
(72%), diestro (87%), con distribuciones zaje significativamente reducidas a lo largo de
cuanto a la raza de 49% caucasianos, 33% ensayos repetidos, en dos de las tres sub-esca-
Afro-americanos o Caribes (con restante % no las de memoria del LNNB-III.
especificada en el estudio). Los principales
datos señalados por los autores fueron: a) en Crum, Teichner, Bradley y Golden [145]
un modelo de regresión múltipla verificaran- analizaron la capacidad de predicción de las
se correlaciones significativas (p < .0001) performances en las escalas del WAIS-R con
entre los índices FSIQ, PIQ, VIQ y FD del base en los resultados de los sujetos en la
WISC-111 y 16 de los 37 subtestes de la LNNB-III. En este estudio, la WAIS-R y la
LNNB-III; b) el índice FSIQ del WISC-III LNNB-III fueron administradas a 91 sujetos.
presentaba el mayor valor de correlación con Utilizando un modelo de Regresión Múltipla
Memória de Figuras y Comprensión Auditiva se ha procurado evaluar la capacidad predicti-
Compleja; c) el índice PIQ el WISC-III pre- va de las escalas clínicas del LNNB-111 de
sentava el mayor valor de correlación con la acuerdo con los indicadores de FSIQ, VIQ e
Memória de Figuras, con período de latencia PIQ. el índice global de inteligencia del
(Delayed Figural Memory) del LNNB-III ; d) LNNB-III (IGI) predecía el resultado en la
el índice VIQ del WISC-III presentava el FSQ con 10 puntos, cerca de 79% de las
mayor valor de correlación con la veces, y con 15 puntos, cerca de 97% de las
Compreensión Auditiva Compleja y los indi- veces. Cuanto a los indicadores VIQ y PIQ, el
cadores de Inteligencia y Orientación Global; IGI predecía sus resultados dentro de 10 pun-
e) la pontuación en el Freedom from tos, en 67% de las veces y dentro de 15 pun-
Distractibility del WISC-111 presentava fuer- tos en 91 % y 870/0 de las veces, respectiva-
tes correlaciones con 16 subtestes del LNNB- mente. Dos grandes conclusiones de los auto-
111, verificando-se el mayor valor de correla- res, fueron que, a) cuando, a partir de la admi-
ción con los Procesos Auditivos No-Verbales. nistración del LNNB-111, se pretende tener
una estimativa del nivel de funcionamiento
Bradley, Teichner, Crum y Golden [144], intelectual del sujeto, lo más adecuado será
estudiaron la relación entre la escala de únicamente la administración de los itens que
memoria del LNNB-III y la Wechsler Scale contribuyen para el IGI, dada la posibilidad
Memory-Revised en sujetos con y sin lesión de administración en apenas diez minutos
cerebral (estudio 1, con 90 sujetos: 46 mascu- (evitando un excesivo proceso de exposición
linos y 44 femeninos) y la diferencia de per- evaluativo); b) se 10 que se pretende es una
formance entre sujetos con y sin lesión cere- estimación más apurada, a partir de los indi-
bral en las escalas de memória del LNNB-III, cadores VIQ y PIQ, la utilización combinada
indicadores de aprendizaje en un primero de las escalas específicas del LNNB-111 seria
ensayo y las respectivas curvas de aprendiza- el más adecuado.
je para cada escala (estudio 2, con 228 suje-
tos: 109 normales y 119 con lesión cerebral). En la misma línea de investigación, pero
Los principales resultados de este estudio fue- con énfasis contrario, Mases Jr., Pritchard y
ron: la verificación de correlaciones significa- Adams [146] estudiaran la relación entre las
tivas entre las escalas de memoria del LNNB- escalas del WAIS-R, los perfiles del HRNB y
111 Y los resultados en la WSM-R; se ha veri- de la LNNB en pacientes neurológicos. La prin-

183
cipal conclusión del estudio fue que aunque el clustering analyses) y correlacional, fue que,
perfil de los sub-test específicos del WAIS-R a) la performance en los testes se correlacio-
puedan dar infonnación relevante en 10 que naban significativamente con la performance
concierne al screening de los déficits neuropsi- en los sub-testes de la LNNB-II que evalúan
cológicos, los resultados globales de la batería substratos particulares de la memoria; b) los
no se presentarían como indicadores creíbles sub-testes que a priori parecían envolver
para el despistaje de la existencia o no de défi- capacidades verbales, se agregaban separada-
cits neuropsicológicos. Los autores refieren mente de los que parecían envolver com-
que, con estas conclusiones, no están a defender petencias no-verbales (visuales). La principal
que no se utilice la batería en la evaluación neu- conclusión de los autores fue que la Escala de
ropsicológica una vez que defienden que Memoria del LNNB-II evalúa esencialmente
aspectos de memoria verbal.
"The WAIS-R (as well as other intelligence tests)
remains the best available predictor of academic Espe-Pfeifer, Mahrou, Devaraju-Backhaus,
and vocational outcomes and thus supplements Green, Mleko, Escalona y Golden [148] estu-
neuropsychologica1 tests that were not designed diaran los resultados de 44 niños indicados
for that purpose. In addition, an intelligence score para evaluación neuropsicológica a través de la
may serve as an index of general functioning aplicación del LNNB-III Y de 10 Test of
against which specific functions (e.g., memory, Variabels ofAttention - TOVA, relativamente a
reading) can be compared; large discrepancies su capacidad de manutención de la atención. El
between general intellectualfunctioning and speci- promedio de edad era de 10.39 años (con error
fic functioning may indicate specific neuropsycho- standard = 2.55) Yun promedio de años en for-
logical deficits. Finally, the WAIS-R can be exami- mación académica de 4.86 (con error standard
nedfor its consistency or inconsistency with results de 2.33). La mayoría de la muestra estaba com-
of neuropsych o logica1 tests, e.g., low WAIS-R puesta por sujetos masculinos (75%) y diestros
Verbal subtests in conjunction with poor perfor- (97.2%), siendo aún 51% de la muestra, com-
mance on tests of aphasia, as one method of eva- puesta por individuos de raza negra. Los resul-
luating the robustness and genuineness of a neu- tados de los estudios presentaran una correla-
ropsychological deficit" (p. 108). ción significativa (p < 0.001) entre los sub-tes-
tes de las dimensiones visuales y auditivas del
Sin embargo, y como ya se ha referido, se TOVA y los sub-test no verbales de la LNNB-
verifica la clara relevancia para la indicación III variando de 0.410 a 0.801.
de aspectos relevantes del funcionamiento
neuropsicológico por parte del WAIS, el diag- La conjugación de todos estos datos per-
nóstico diferencial no debe basarse, y según mite llamar la atención sobre la importancia
10 autor, en una batería no especializada para del papel de la opinión clínica, de los conoci-
la detección del mismo. mientos técnicos, adquiridos no solamente en
la administración, sino en la interpretación de .
En otra interesante investigación donde se los datos que proceden de los registros de las
procura estudiar los itens del WMS-R con perfonnances de los sujetos en los test neu-
intuito de comprender la identidad particular rospicológicos.
de los constructos mnésicos de naturaleza ver-
bal y visual, Wong y Gilpin [147] cuestiona-
ran el presupuesto de la existencia de separa- REFERENCIAS:
ción entre las categorías verbales y visuales
de los sub-testes del WMS-R. Los principales 1. Akhutina, T.V. (2003). L.S. Vygotsky and
resultados, utilizando-se una metodología de A.R. Luria: Foundations of Neuropsy-
análisis factorial jerárquica (hierarchical chology. Journal of Russian and East

184
European Psychology, 2003; 41(3/4, chology. Neuropsychology Review, 1999;
May-June/July-August): 159-190. 9(1): 45-52.

2. Glozman, J.M. Quantitative and Qualitative 12. Dessus, P. Des outils cognitifs qui forment
Integration of Lurian Procedures. Neuro- notre compréhension: une présentation de
psychology Review, 1999; 9(1): 23-32. la théorie d'Egan. Penser 1'Éducatión,
2003 ; (13): 71-87.
3. Glozman, J.M. Russian Neuropsychology
After Luria. Neuropsychology Review, 13. Ginarte-Arias, Y. Rehabilitación cogniti-
1999; 9(1):33-44. va. Aspectos teóricos y metodológicos.
Revista de Neurología, 2002 ; 34 (9):
4. Good, S.R. A. R. Luria: A humanistic 870-876.
legacy. Journal of Humanistic
Psychology, 2000; 40(1 winter): 17-32. 14. Ardilla A. Spanish Applications ofLuria's
Assessment Methods. Neuropsychology
5. Kuzovleva, E. Some Facts from the Review, 1999; 9 (2): 63-69.
Biography of A. R. Luria. Neuropsy-
chology Review, 1999; 9(1): 53-56. 15. Korkunov, V.V., Nigayev, A.S., Reynolds,
L.D. y Lemer, J.W. Special education in
6. Luria, A.R. Aspects of aphasia. Journal of Russia: History, reality, and prospects.
the Neuro logica1 Sciences, 1965; 2(3 Journal of Learning Disabilities, 1998;
May-June):278-287. 31: 186-192.

7. Luria, A.R., Tsvetkova, L.S. y Futer, D.S. 16. Bruner, J. S. Celebrating divergence:
Aphasia in a composer. Journal of the Piaget and Vygotsky, Human Deve-
Neurological Sciences, 1965; 3:288-292. lopment, 1997; 40(2): 63-73

8. Miller, G. A. The cognitive revolution: a 17. Kaczmarek, B. L. J. Extension of Luria's


historical perspective - Review. TRENDS Psycholinguistic Studies in Poland. Neuro-
in Cognitive Sciences, 2003; 3: 141-144. psychology Review, 1999; 9(2): 79-87.

9. Petroukhin, A. Around the world - Child 18. Christensen, A.-L. y Caetano, C. Luria's
neurology in Russia: development of the Neuropsychological Evaluation in the
traditions. Brain & Development, 1998; Nordic Countries. Neuropsychology
20: 543-546. Review, 1999; 9(2): 71-78.

10. Stetsenko, A. Alexander luria and the cul- 19. Luria, A.R. Human Brain and Psy-
tural historical activity theory: Pieces for chological Processes. New York: Harper
the history of an outstanding collaborative and Row; 1966.
project in psychology (book review of
"alexander romanovich luria, a scientific 20. Luria, A. R. The Working Brain: an intro-
biography", by e. D. Homskaya, New duction to Neuropsychology. New York:
York: Kluwer academic/plenum, 2001, Penguin Press; 1973.
p.190). Mind, Culture, and activity, 2003;
10(1): 93-97. 21. Christensen, A.-L. A practical application
of the Luria methodology. Journal of
11. Nel1, V. Luria in Uzbekistan: The Clinical Neuropsychology, 1979; 1: 241-
Vicissitudes of Cross-Cultural Neuropsy- 247.

185
22. Homskaya, E.D. Alexander Romanovich 33. Korkman, M. Applying Luria's Diagnostic
Luria, A Scientific Biography. NewYork: PrincipIes in the Neuropsychological
Kluwer - Acaderuic/Plenum; 2001. Assessment of Children. Neuropsychology
Review, 1999; 9(2): 89-105.
23. Tupper, D.E. Introduction: Neuropsycho-
logical Assessment Apres Luria. Neuro- 34. Castaño, J. Trastornos de aprendizaje. Los
psychology Review, 1999; 9(2): 57-61. caminos del error diagnóstico
Actualización. Archivos Argentinos de
24. Luria, A. R. Sensacion y Percepcion. Pediatrya, 2003; 101(3): 211-219.
Breviarios de conducta humana: Martínez
Roca - libros universitarios y profesiona- 35. Donoso, A. Funciones corticales superio-
les; 1975. res. Revista Medica de Chile, 1976; 106:
552-557.
25. (Ivic, 1. LEV S. VYGOTSKY
(1896-1934). Prospects: the quarterly 36. Luria, A.R., Homskaya, E.D., Blinkóv,
review of comparative education, 1994; S.M. y Critchley, M. Impaired selectivity
14 (3/4): 471-485. of mental processes in association with a
lesion of the frontal lobeo Neuropsy-
26. Luria, A.R. L.S. Vygotsky and the problem ehologia, 1967; 5(2 May): 105-117.
of localization of functions. Neuropsy-
ehologia, 1965; 3(4 November): 387-392. 37. Lyons, C.A. Emotions, Cognition, and
Becoming a Reader: A Message to Tea-
27. Itzigsohn, 1. (1934), Prólogo da Edi9ao chers of Struggling Learners. Literacy
Argentina de "Pensamento e Linguagem" - Teaching and Learning, 1999; 4(1): 67-87.
Editorial Pleyade). Vygotsky, L. V (1934).
Pensamiento y Lenguaje. (Tradu9ao para o 38. Naglieri, J.A., y Kaufman, J.C.
Castellano do original em língua Russa por Understanding intelligence, giftedness
Maria Margarita Rotger). Editorial and creativity using the PASS theory.
Pleyade,Buenos Aires, Argentina. Roeper Review, 2001; 23(3 Apr): 151-156.

28. Green, C.D. Where did the word cogniti- 39. Christensen, A-L. Luria's Neuropsycho-
ve come from anyway? Canadian logical Investigation.New York: Spec-
Psychology, 1996; 37: 31-37. trum; 1973.

29. Das, J.P. A Neo-Lurian Approach to 40. Tupper, D.E. Introduction: Alexander
Assessment and Remediation. Neuropsy- Luria's Continuing Influence on
chology Review, 1999; 9(2): 107-116. Worldwide Neuropsychology. Neuropsy-
cholosy Review, 1999; 9(1): 1-7.
30. Luria, A.R. Higher Cognitive Functions in
Man (2 nd ed.). New York: Plenum Press; 41. Reitan, R.M. y Davidson, L.A. (Eds.).
1980. Clinical Neuropsychology: Current status
and applications. New York: Willey; 1974.
31. Luria, A.R. Fundamentos de neurolingüís-
tica. Barcelona: To!ay-Masson; 1980. 42. Luria, A. R. Desarrollo histórico de los
procesos cognitivos. Akal Ediciones; 1976.
32. Christensen, A.-L. Luria's Neuropsycho-
logical Investigation. Munksgaard. 43. Luria, A.R. (1979) The Making ofMind: A
Copenhagen, Denmark; 1974. personal account of Soviet Psychology.

186
Edited by Michel Cole & Sheila Coleo 52. Long, C.J. y Kibby, M.Y. Ecological vali-
(Massachusetts: Harvard University Press, dity of neuropsychological tests: A look at
Cambridge). neuropsychology's past and the impact
that ecological issues may have on its
44. Hebben, N. y Milberg, W. Essentials of future. Advances Medica!. Psychothe-
Neuropsychological Assessment (Alan raph~ 1995; 8: 59-78.
S. Kaufman & Nadeen L. Kaufman,
Series Editors). John Willey & Sons, Inc; 53. Chaytor, N. y Schmitter-Edgecombe, M.
2002. The Ecological Validity of Neuropsy-
chological Tests: A Review of the
45. Boller, F. y Duyckaerts, C. 1914 to 1917: Literature on Everyday Cognitive Skills.
the Great War years. Archives 01 Neuropsychology Review, 2003; 13(4,
Neurology, 1999; 56(7 July): 882-885. December): 181-197.

46. Fine, E.J. y Manteghi, T. Neurology was 54. Benton, A.L, Hamsher, P.deS., Vamey,
there: 1945. Archives 01 Neurology, 2000; W.R y Spreen, O. Contributions to
57 July (7): 1079-1080. Neuropsychological Assessment - A clini-
cal manual. New York: Oxford University
47. Groth-Manart, G. Introduction to Press; 1983.
Neuropsychological Assessment. In
Groth-Marnat G (ed.). Neuropsycho- 55. Butters, N. y Delis, D.C. Clinical assess-
logical Assessment in Clinical Practice - ment of memory disorders in amnesia and
A guide to Test Interpretation and dementia. Annual Review 01 Psychology,
Integration. New York: John Wiley & 1995; 46: 493-523.
Sons; 2000.
56. Nixon, S.J. Assessing Cognitive
48. Cushman, L.A. y Scherer, M.J. Impairment. Alcohol Research and
Psychological Assessment in Medical Health, 1995; 19(2): 97-103.
Rehabilitation. USA: American Psycho-
logical Association; 1995, p. 359. 57. Golden, C.J., Hammeke, T.A. y Purisch,
A.D. Diagnostic validity of a standardized
49. Goldstein, G. Neuropsychological assess- neuropsychological battery derived from
ment for rehabilitation: Fixed batteries, Luria's neuropsychological tests. Journal
automated systems, and non-psychometric 01 consulting and Clinical Psychology,
methods. In Meier M, Benton A. & Diller 1978; 46: 1258-1265.
L. (Eds.), Neuropsychological rehabilita-
tion, New York: Guilford Press; 1987, 58. Reed, R.J. y Grant, 1. The Long-Term
p.18-40. Neurobehavioral Consequences of
Substance Abuse: Conceptual and
50. Russel, E.W. The psychometric founda- Methodological Challenges for Future
tion of clinical neuropsychology. In Research. In Spencer J.W. & Boren J.J.
Filskov S.B. & Boll T.J. (Eds.), Handbook (Eds.), Residual Effects 01 Abused Drugs
of clinical neuropsychology (Vol.2), New on Behavior (Vol. Research Monograph
York: Willey; 1986, p. 45-80. 101). Rockville: National Institute on
Drug Abuse; 1990.
51. Franzen, M.D. Reliability and validity in
neuropsychological assessment. New 59. White, T. y Stem, R.A. (2003). Neuro-
York: Plenum Press; 1989. psychologica1Assessment BatteryTM - NAB

187
- Psychometric and Technical Manual. SOCIETY OF PSYCHOPHYSIOLOGY
Florida Avenue - Lutz: Psychological (SIPF), Pisa, Firenze, Italia.
Assessment Resources, Inc.aplicaci.
67. Winegarden, B.J., Hoff, A.L., Moses, Jr.
60. Lynch, W.J. A New Neuropsychological A.J., y Faustman, W.O. (1997). Validating
Test Battery: The NAB. Journal of Head the luria-nebraska in assessing cogntive
Trauma Rehabilitation, 2004; 19 (2 impairment in schizophrenia. Archives of
March/April): 180-183. Clinical Neuropsychology - National
Academy of Neuropsychology: Abstract
61. Stambrook, M. The Luria-Nebraska From the Sixteenth Annual Meeting, New
Neuropsychological Battery: a promise Orleans, Louisiana, October 30 -
that may be partly fulfilled. Journal of Novmber 2, 1996; 12(4): 430-431.
Clinical Neuropsychology, 1983; 5(3,
September): 247-269. 68. Miller, L.S., Swanson-Green, T., Moses
Jr., lA. y Faustman, W.O. Comparison of
62. Musumeci, F., Feccia, M., MacCarthy, cognitive performance in RDC-Diagnosed
P.A., Ellis, G.R., Mammana, L., Brinn, F. schizoafective ans schizophrenic patients
y col. Prospective randomized trial of sin- with the Luria-Nebraska Neuropsy-
gle clamp technique versus intermittent chological Battery. Journal of Psychiatry
ischaemic arrest: Myocardial and neurolo- Research, 1996; 30(4): 277-282.
gical outcome. European Journal of Car-
diothoraccic Surgery, 1998; (6): 702-709. 69. Puente, A. E., & Tune, L. Lack of rela-
tionship of neuroleptic dose and blood
63. Tsushima, W.T. y Tsushima, V.G. Relation serum levels to neuropsychological per-
between headaches and neuropsychologi- formance on the LNNB in chronic schi-
cal functioning among head injury zophrenia. International Journal of
patients. Headache, 1993; 33: 139-142. Neuroscience, 1996; 87: 107-110.

64. Harrington, D.E. y Levandowski, D.H. 70. Faustman, W.O., Moses Jr. J.A., Bono,
Efficacy of an educationally-based cogni- M.A., Newconer, J. y Ringo, D.L. Deficit
tive retraining programme for traumati- schizophrenic symptoms correlate with
cally head-injured as measured by lnnb standardized neuropsychological measu-
pre- and post-test scores. Brain Injury, res in schizophrenia. Schizophrenia
1987; 1(1 Jul-Sep): 65-72. Research, 1995; (1-2): 116.

65. Censits, D.M., Ragland, ID., Gur, R.C. y 71. Keefe, R.S.E. The contribution of neu-
Gur, R.E. Neuropsychological evidence ropsychology to psychiatry. The American
supporting a neurodevelopmental model of Journal ofPsychiatry, 1995; 52(1): 6-15.
schizophrenia: A longitudinal study. Schizo-
phrenia Research, 1997; 24: 289-298. 72. Bums, S., Kappenberg, R., McKenna, A.
y Wood, C. Brain injury: Personality, psy-
66. Pallanti, S. y Quercioli, L. (1997, 27-29 chopathology and neuropsychology. Brain
November). Objective and Subjective Injury, 1994; 8: 413-427.
Investigation of Cognitive Deficits in
Young Schizophrenic Patients. Paper pre- 73. Faustman, W.O., Moses Jr., J.A., Ringo,
sented at the VI Congress of the Italian D.L. y Newcomer, J.W. Left-handedness
Society of Psychophysiology (SIPF) in male schizophrenic patients is associa-
CONGRESS OF THE ITALIAN ted with increased impairment on the

188
Luria-Nebraska neuropsychological bat- 80. Faustman, W.O., Moses Jr., J.A., y
tery. Biological Psychiatry, 1991; 30(4), Csemansky, J.G. Luria-nebraska perfor-
326-334. mance and symptomatology in unmedica-
ted schizophrenic patients. Psychiatry
74. Faustman, W.O., Moses Jr., J.A. y Research, 1988; 26: 29-34.
Csemansky, J.G. (1990). Limitations of
the mini-mental state examination in pre- 81. Nizamie, S.H., Nizamie, A., Borde, M. y
dicting neuropsychological functioning in Sharma, S. Mania following head injury:
a psychiatric sample. Acta Psychiatrica Case reports and neuropsychological fin-
Scandinavia, 1990; 81: 126-131. dings. Acta Psychiatrica Scandinavia,
1988; 77(6): 637-639.
75. Ivanovic-Zuvic, F., Alvarado, L., Seeger,
L. y Martinez, M.P. Lucid altemating epi- 82. Reinrichs, R.W. Does depression in
leptic psychosis. Identification of neu- patients with known or suspected cerebral
ropsychological deficit using the luria- disease contribute to impairment on the
nebraska neuropsychological battery (arti- luria-nebraska neuropsychological bat-
cle in spanish). Revista de Medicina tery? International Journal 01 Neuros-
Chilena, 1990; 118 (7): 764-771. cience, 1987; 32: 895-899.

76. Meco, G., Bonifati, Y., Cusimano, G., 83. Kemali, D., Maj, M., galderisi, S., Salvati,
Fabrizio, E. y Yanacore, N. Hallucinations A., Starace, F., Yalente, A., y col. Cinical,
in parkinson disease: Neuropsychological biological, and neuropsychological featu-
study. Italian Journal 01 Neurological res associated with lateral ventricular
Science, 1990; 11: 373-379. enlargement in DSM-III schizophrenic
disorder. Psychiatry Research, 1987; 21:
77. Paulmand, R.G., Devous, M.D., 137-149.
Gregorya, R.R., Hermana, J.R.,
Jenningsc. L, Bonteb y col., Hypofron- 84. Newman, P.J. y Silverstein, M.L.
tality and cognitive impairment in schi- Neuropsychological test performance
zophrenia: Dynamic single-photon tomo- among major clinical subtypes of depres-
graphy and neuropsychological assess- sion. Archives 01 Clinical Neuropsy-
ment of schizophrenic brain function. chology, 1987; 2(2): 115-125.
Biological Psychiatry, 1990; 27: 377-399.
85. Maj, M. Neuropsychological functioning
78. Rossi, A., Galderisi, S., Di Michele, Y., in schizoaffective disorder, depressed
Stratta, P., Ceccoli, S., Maj, M. y col. type. Acta Psychiatrica Scandinavia,
Dementia in schizophrenia. Magnetic 1986; 74: 524-528.
resonance and clinical correlates. Journal
01 Nervous and Mental Disorders, 1990; 86. Quattrocchi, M.M., Walker, A.M.,
178: 521-524. ' Golden, C.J. y Fix, A.J. Regional cerebral
blood flow and neuropsychological func-
79. Bellini, L., Gambini, O., Palladino, F. y tioning among adolescent psychiatric
Scarone, S. (1988). Neuropsychological inpatients. Hillside Journal 01 Clinical
assessment of functional central nervous Psychiatry, 1986; 8(2): 174-182.
system disorders. 1. Hemispheric functio-
ning characteristics in schizophrenia and 87. Golden, C.J., Scott, M., Strider, M.A.,
affective illness. Acta Psychiatrica Chung, C.C., Ruedrich, S. y Graber, B.
Scandinavia, 1988; 78(2): 242-246. Neuropsychological deficit and regional

189
cerebral blood flow in schizophrenic severity of cognitive symptoms in adhd
patients. Hillside Journal of Clinical children using the LNNB-III. Archives of
Psychiatry, 1985; 7(1): 3-15. Clinical Neuropsychology, 2000; 15: 782.

88. Hermann, B.P. y Melyn, M. Identification 95. Lewis, R.D., Hutchens, T.A. y Garland,
of neuropsychological deficits in epilepsy B.L. Cross-validation of the discriminati-
using the luria-nebraska neuropsychologi- ve effectiveness of the luria-nebraska neu-
cal battery: A replication attempt. Journal ropsychological battery for leaming disa-
of Clinical and Experimental Neuropsy- bled adolescents. Archives of Clinical
chology, 1985; 7: 305-313. Neuropsychology, 1993; 8(5): 437-447.

89. Kemali, D., Maj, M., Galderisi, S., Ariano, 96. Wasserman, A.L., Wilimas, J.A.,
M.G., Cesarelli, M., Milici, N. y col. Fairclough, D.L., Mulhem, R.K. y Wang,
Clinical and neuropsychological correlates W. Subtle neuropsychological deficits in
of cerebral ventricular enlargement in schi- children with sickle cell disease.
zophrenia. Journal of Psychiatry American Journal of Pediatric Hemato-
Research, 1985; 19(4): 587-596. logy and Oncology, 1991; 13: 14-20.

90. McKinzey, R.K., Podd, M.H., Krehbiel, 97. Myers, D.J., Sweet, l, Deysach, R. y
M.A., Mensch, J.A. y Trombka, C.C. Myers, F. Utility of the luria-nebraska
Detection of Malingering on the Luria- neuropsychological battery-children's
Nebraska Neuropsychological Battery: An revision in the evaluation of reading disa-
Initial and Cross-validation. Archives of bled children. Archives of Clinical
Clinical Neuropsychology, 1997; 12(5): Neuropsychology, 1989; 4(3): 201-215.
505-512.
98. Rosset-Myers, Jr., Sweet, J.J., Deysach,
91. Mensch, A. y Woods, D. Pattems of feig- R. y Myers, F.C. Utility of the Luria-
ning brain damage on the LNNB. Nebraska Neuropsychological Battery-
International Journal of Clinical Children's Revision in the evaluation of
Neuropsychology, 1986; 8(2): 59-63. reading disabled children. Archives of
Clinical Neuropsychology, 1989; 4(3) :
92. Meichenbaum, D., H. & Goodman, J. 201-215.
(1971). Training impulsive children to talk
to themselves: a means of developing self- 99. Schaughency, E.A., Lahey, B.B., Hynd,
control. Joumal of Abnormal Psychology, G.W., Stone, P.A., Piacentini, lC. y Frick,
1971; 77: 115-126. P.J. Neuropsychological test performance
and the attention deficit disorders: Clinical
93. Meichenbaum, D.H. This Week's Citation utility of the Luria-Nebraska
Classic: Melchenbaum D H & Goodman Neuropsychological Battery-children's
J. Training impulsive children to talk to revision. Journal ofConsulting & Clinical
themselves: a means of developing self- Psychology, 1989; 57: 112-116.
control. J. Abnormal Psychol. 77:115-26,
1971. CURRENT CONTENTS, 1982; 100. Morgan, S.B. y Brown, T.L. Luria-
19(10 Mayo), 24. Nebraska Neuropsychological Batte-
ry-Children's Revision: Concurrent
94. Devaraju-Backhaus, S., Bradley, J.D., Validity With Three Leaming Disability
Baker, M., Kimmel, H., Mahrou, M.L., Subtypes. Journal of Consulting and
Espe-Pfeifer, P., y col. Examination ofthe Clinical Psychology. 1988; 56 : 463-466.

190
101. Brown, V.B., Melchior, L.A., Waite- 110. Moses, Jr. y Pritchard, D. Performance
O'Brien, N. y Huba, G.J. Effects ofwomen- scales for the luria-nebraska neuropsycho-
sensitive, long-term residential treatment on logical battery-form 1. Archives ofClinical
psychological functioning of diverse popu- Neuropsychology, 1999; 3: 285-302.
lations of women. Journal of Substance
Abuse Treatment, 2002; 23: 133-144. 111. Garcia, l Eficacia de una versión espa-
ñola de la Batería Neuropsicológica Luria-
102. Carpenter, K.M. y Hittner, J.B. Nebraska en la rehabilitación neuropsico-
Cognitive impairment among the dually- lógica - Comunicación en el 1 Congreso
diagnosed: Substance use history and Andaluz de Neuropsicología, Granada,
depressive symptom correlates. Addiction, España, 21 y 22 de mayo de 2004.
1997; 92: 747-759. Resumen. Revista de Neurología, 2004;
39(6), 584-589.
103. Burger, M.C., Botwinick, J. y Storandt,
M. Aging, alcoholism, and performance 112. Bryant, E., Scott, M., Golden, C. J., y
on the luria-nebraska neuropsychological Tori, C. Neuropsychological deficits, lear-
battery. Journal ofGerontology, 1987; 42: ning disability, and violent behaviour.
69-72. Journal of Consulting & Clinical
Psychology, 1984; 52(2): 323-324.
104. Ivanovic-Zuvic, F. y Alvarado. L.
Evaluación psicosocial de los epilépticos 113. Golden, C.l, Jackson, M.L., Peterson-
en Chile - A Psychosocial Evaluation of Rohne, A. y Gontkovsky, S.T. Neuro-
Epileptics in Chile (Artículo Original). psychological correlates of violence and
Revista Chilena de Neuro-Psiquiatria, agression: A review of the clinicalliteratu-
2001; 39: 303-315. re. Agression and Violent Behavior, 1996;
1(1): 3-25.
105. Deney, R.L. (2003). Competency to
Stand Trial. Division of Clinical 114. Langevin, R., Ben-Aron, M., Wortzman,
Neuropsychology - Newsletter 40. 21 (2 G., Dickey, R. y Handy, L. Brain damage,
Summer/Fall), 1-9. diagnosis, and substance abuse amogn
violent offenders. Behavioural Sciences &
106. McKinzey, R.K. A Judge's Introduction the Law, 1987; 5(1): 77-94.
to Neuropsychological Assessments.
Court Review, 2001: 24-30. 115. Graber, B., Hartmann, K., Coffman, J.A.,
Huey, C.l y Golden, C.l Brain damage
107. Montgomery, D.D. Change: Detection among mental1y disordered sex offenders.
and Modification1. Applied Psychophy- Journal of Forensic Sciences, 1982; 27:
siology and Biofeedback, 2001; 26(3): 125-134.
215-226.
116. Maclnnes, W.D., Golden, C.J., GiBen,
108. Ardilla, A. A Neuropsychological R.W., Sawicki, R.F., Quaife, M., Uhl, H.S.
Approach to Intelligence. Neuropsy- y col. Aging, regional cerebral blood flow,
chology Review, 1999; 9(3): 117-136. and neuropsychological functioning.
Journal of American Geriatric Society,
109. Moses, Jr. & Pritchard, D. Performance 1984; 32: 712-718.
scales for the luria-nebraska neuropsycho-
logical battery-form 1. Archives ofClinical 117. Scott, M.L., Cole, J.K., McKay, S.E.,
Neuropsychology, 1999; 3: 285-302. Golden, C.J. y Liggett, K.R. Neuropsy-

191
chological performance of sexual assaul- cents. Journal 01 Psychiatry Research,
ters and pedophiles. Journal 01 Forensic 2000; 34: 129-132.
Sciences, 1984; 4: 1114-1118.
125. Moses Jr., J.A., Pritchard, D.A. y
118. Pestun, M.S.V., Ciasca, S. y Gon9alves, Faustman, W.O. Modal profiles for the
V.M.G. A importancia da equipe interdis- Luria-Nebraska Neuropsychological
ciplinar no diagnóstico de dislexia do Battery. Archives 01 Clinical Neuropsy-
desenvolvimento - Relato de Caso. Arqui- chology, 1994; 9: 15-30.
vos de Neuropsiquiatria, 2002; 60 (2-A):
328-332. 126. Dormheim, L., Espe-Pfeifer, P., Mahrou,
M.L., Devaraju-Backhaus, S. y Golden,
119. Stephens, C.W., Clark, R.D. y Kaplan, C.J. Gender, ethnicity, an handedness
R.D. Neuropsychological performance of regarding LNNB-III performance in chil-
emotionally disturbed students on the dren - abstracts from the 19th annual mee-
LNNB and LNNB-C. Journal 01 School ting. Archives 01 Clinical Neuropsy-
Psychology, 1990; 28(4): 301-308. chology, 1999; 14: 715.

120. Duggal, H.S., Dutta, S., Sinha, V.K., 127. Devaraju-Backhaus, S., Espe-Pfeifer, P.,
Basu, S., Pandey, S., Nizamie, S.H., y col. Mahrou, M., y Golden, C. Correlation of
Neurobiology of Asperger's syndrome: a the LNNB-III with the WAIS-III in a
case study and overview. Indian Journal mixed psychiatric and brain-injured popu-
01Psychiatry, 2001; 43: 267-272. lation. International Journal 01 Neuros-
cience, 2001; 111(3-4): 235-240.
121. Guimaraes, I.E., Ciasca, S.M. y Moura-
Ribeiro, M.V.L. Neuropsychological eva- 128. Devaraju-Backhaus, S., Espe-Pfeifer, P.,
luation of children after ischemic cerebro- Mahrou, M.L., Domheim, L., Proctor-
vascular disease. Arquivos' de Neuropsi- Weber, Z., Calabria, M., y col. Factor
quiatria, 2002; 60(2-B): 386-389. analysis of the LNNB-III in a pediatric
neuropsychological population. Archives
122. Ciasca, S.M., Alves, L.L., Guimaraes, 01 Clinical Neuropsychology, 1999; 14(8):
I.E., Terra, A.P.C., Moura-Ribeiro, M.V., 673-674.
Camargo, E.E. y col. Compara9ao das
Avalia90es neuropsicológicas em menina 129. Faustman, W.O., Moses Jr., J.A.,
com doen9a cerebrovascular bilateral Pfefferbaum, A., y Paull, K.F. Neuropsy-
(Moyamoya) antes e após a interven9ao chological performance is independent of
cirúrgica. Arquivos de Neuropsiquiatria, CSF HVA in unmedicated schizophrenic
1999; 57(4): 1036-1040. patients. Biological Psychiatry, 19997;
42(1): 172S.
123. Snow,1. y Hynd, G.W. Factor structure of
the Luria-Nebrask8;, neuropsychological 130. Demsky, Y., Carone Jr., D.A., Bums,
battery-children's revision with leaming- W.J. y Golden, C.T. Widespread nervous
disabled children. Journal 01 School system impairment in a case of advanced
Psychology, 1985; 23(3 Autumn): 271-275. neurosyphilis. Archives 01 Clinical
Neuropsychology, 2000; 15: 832-833.
124. Teichner, G., Golden, C.J., Crum, T.A.,
Azrin, N.H., Donohue, B. y Van Hasselt, 131. Singh, H., Sharma, C.S., Chakraborty,
V.B. Identification of neuropsychological P.K. y Sattar F.A. Cognitive dysfunction
subtypes in a sample of delinquent adoles- in clinically asymptomatic HIV seroposi-

192
tive individuals. Indian Journal of chological test batteries: A cross-cultural
Psychiatry, 2001: 43(2). study in english and arabic. International
Journal of Neuroscience, 1987; 32: 757-
132. Kim, M.-S., Kang, S.-S., Youn, T., Kang, 764.
D.-H., Kim, J.-J. y Kwon, J.S.
Neuropsychological correlates of P300 139. Koffler., S.P., Roberts., E.V. y Manca11.,
abnormalities in patients with schizophre- E.L. Replacement of dominant temporal
nia and obsessive-compulsive disorder. lobe by arteriovenous malformation with
Psychiatry Research: Neuroimaging, minimal neuropsychological impairment:
2003: 123: 109-123. Report of a case. Neuropsychology, 1990;
4: 201-213.
133. Galderisi, S., Bucci, P., Mucci, A.,
Colucéi, A., D'Amato, Conforti, R. y Maj, 140. Guilmette, T.J. y Faust, D. Characte-
M. Simple schizophrenia': A contro11ed ristics of neuropsychologists who prefer
MRI and clinicallneuropsychological the halstead-reitan or the luria-nebraska
study. Psychiatry Research: Neuro- neuropsychological battery. Professional
imaging, 1999; 91: 175-184. Psychology: Research and Practice, 1991;
22: 80-83.
134. McKinzey, R. K., Roecker, C. E., Puente,
A. E. Y Rogers, E. B. Performance of 141. Zarantonello, M.M., Munley, P.H. y
Normal Adults on the Luria-Nebraska Milanovich, J. Predicting wechsler adult
Neuropsychological Battery Form I. inte11igence scale-revised (WAIS-R) IQ
Archives of Clinical Neuropsychology, scores from the luria-nebraska neuropsy-
1998; 13(4): 397-413. chological battery (form 1). Journal of
Clinical Psychology, 1993; 49: 225-233.
135. Faust, D. Neuropsychological (brain
damage) assessment. In Ziskin J. (Ed.), 142. McKay, S.E., Golden, C.J., Moses, J.A.,
Coping with psychiatric and psychologi- Jr., Fishburne, F. y Wisniewski, A.
cal testimony (5 ed., Vol 2). Los Angeles: Correlation of the Luria-Nebraska
Law and Psychologya Press; 1996, p. 916- Neuropsychological Battery with the
1044. WAIS. Journal Consulting and Clinical
Psychology, 1981; 49: 940-946.
136. Faust, D., Ziskin, J. y Heirs, J. Brain
damage claims : coping with neuropsy- 143. Mahrou, M.L., Devaraju-Backhaus, S.,
chological evidence. Los Angeles: Law & Espe-Pfeifer, P., Dornheim, L. y Golden,
Psychology Press, 1991. C.J. Correlation ofthe LNNB-III with the
WISC-III. Archives of Clinical Neuropsy-
137. Stambrook, M., Hawryluk, G.A., y chology, 1999; 14(8): 674.
Martin, D.G. Lateralizing brain damage
with the luria-nebraska neuropsychologi- 144. Bradley, J.D., Teichner, G., Crum, T.A. y
cal battery: Diagnostic effectiveness as Golden, C.J. Concurrent validity and analy-
compared to the halstead-reitan neuropsy- sis ofleaming curves on the memory scales
chological test battery. International of the luria-nebraska neuropsychological
JournalofNeuroscience, 1987; 35: 73-88. battery-third edition. International Journal
ofNeuroscience, 2000; 103: 115-126.
138. el-Sheikh, M., el-Nagdy, S., Townes,
B.D. & Kennedy, M.C. The Luria- 145. Crum, T.A., Teichner, G., Bradley, J.D. y
Nebraska and Halstead-Reitan neuropsy- Golden CJ. Prediction of wais-r indices

193
based on performance on the Luria scale-revised: How meaningful a distinc-
Nebraska Neuropsychological Battery-IIL tion? Journal of Clínical Psychology,
International Journal of Neuroscience, 1993; 49: 847-854.
2000; 101(1-4): 157-163.
148. Espe-Pfeifer, Mahrou, M.L., Devaraju-
146. Moses Jr., lA., Pritchard, D.A. y Adams, Backhaus, S., Green, L., Mleko, A.,
R.L. Neuropsychological information in Escalona, A. y Golden, C.l Sustained
the wechsler adult intelligence scale-revi- attention in neuropsychological batteries:
sed. Archives of Clinical Neuropsy- Correlation ofthe lnnb-III with the TOVA.
chology, 1997; 12(2): 97-109.
Archives of Clínical Neuropsychology, 2000;
147. Wong, J.L. y Gilpin, A.R. Verbal vs. 15: 653-850.
Visual categories on the wechsler memory

194

También podría gustarte