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GARANTIA MINIMA PRESUNTA 

- Concepto  / RESPONSABILIDAD POR


GARANTIA MINIMA PRESUNTA  -Titularidad  /PROVEEDOR  /
EXPENDEDOR  / CONFLICTO DE COMPETENCIA  / INSPECCION DE
PROTECCION AL CONSUMIDOR  / COMPETENCIATC "GARANTIA
MINIMA PRESUNTA - Concepto / RESPONSABILIDAD POR GARANTIA
MINIMA PRESUNTA -Titularidad /PROVEEDOR / EXPENDEDOR /
CONFLICTO DE COMPETENCIA / INSPECCION DE PROTECCION AL
CONSUMIDOR / COMPETENCIA"

 De conformidad con el Artículo 11 del Decreto 3466 de 1982 la garantía mínima
presunta consiste en la obligación a cargo del productor de responder por todas las
condiciones de calidad e idoneidad de los bienes vendidos o de los servicios prestados
lo cual quiere decir que por tratarse de un posible defecto de calidad goza el acto de la
aludida garantía. Se observa, así mismo, que aun cuando la primera parte de la norma
hace recaer la obligación de garantizar plenamente las condiciones de calidad e
idoneidad de los bienes vendidos o de los servicios prestados, en el productor el inciso
tercero de la misma claramente prevé que frente al consumidor, la responsabilidad por
la garantía mínima presunta recae directamente en los proveedores o expendedores, sin
perjuicios de que estos puedan a su vez exigir el cumplimiento de dicha garantía a sus
proveedores o expendedores, sean o no productores. Aún si se tratara de garantías sobre
calidad de idoneidad diferentes a la mínima presunta, y que en los términos del Artículo
12 del Decreto 3466 de 1982, pueden ser otorgadas tanto por los productores como por
los proveedores de los bienes vendidos y de los servicios prestados, la misma
disposición permite al consumidor exigir del proveedor la responsabilidad directa
consagrada en el Artículo 11 ibidem, con lo cual es evidencia que la Inspección de
Protección al Consumidor de Armenia sigue siendo la competente para conocer de la
queja formulada. Adicionalmente, el Artículo 29 ibidem, relativo al procedimiento para
asegurar la efectividad de las garantías, prevé que mediante el trámite judicial allí
consagrado, y en el evento de que se presente incumplimiento total o parcial de la
garantía mínima presunta o de las demás garantías del bien o servicio, el consumidor
podrá solicitar, entre otras, que se obligue al proveedor o expendedor respectivo a hacer
efectivas las garantías, con lo cual independientemente del procedimiento allí señalado,
es evidencia y reitera la responsabilidad directa del proveedor frente al consumidor. Es
evidente que la autoridad competente para tramitar y resolver la queja formulada por el
actor, es la Inspección II de Control y Vigilancia de Precios, Pesas, Rifas, Juegos,
Espectáculos y Medidas de Protección al Consumidor de Armenia, Quindío.

Consejo de Estado.  -Sala Plena de lo Contencioso Administrativo.  -Santafé de Bogotá,


D.C., cinco (5) de noviembre de mil novecientos noventa y seis (1996).

Consejero Ponente: doctor Delio Gómez Leyva.

 
Referencia: Expediente No. C331. Actor: Jorge Enrique Castaño Valencia. Conflicto de
Competencia. Auto.TC "Referencia\: Expediente No. C-331. Actor\: Jorge Enrique
Castaño Valencia. Conflicto de Competencia. Auto."

Decide la Sala el conflicto negativo de competencias suscitado entre la Inspección


de Protección al Consumidor de la ciudad de Bucaramanga y la Inspección II de Control
y Vigilancia de Precios, Pesas, Rifas, Juegos, Espectáculos y Medidas de Protección al
Consumidor de Armenia, remitida a esta Corporación, por la Alcaldía Municipal de
Armenia, Inspección II de Control y Vigilancia de Precios y Protección al Consumidor,
en cumplimiento del auto del 5 de septiembre de 1996, expedido por la Inspectora II de
Control y Vigilancia y Protección al Consumidor de la ciudad de Armenia, y con base
en lo prescrito en los artículos 88 y 128 No. 15 del C.C.A.

ANTECEDENTES

El 4 de junio de 1996, el señor Jorge Enrique Castaño Valencia, formuló queja ante la
Inspección II de Control y Vigilancia de Precios y Protección al Consumidor de la
ciudad de Armenia, en contra del almacén “Calzado Bucaramanga”, de esa misma
ciudad, por cuanto hacía aproximadamente nueve días, había adquirido allí un par de
zapatos marca “Fercho”, los cuales resultaron de mala calidad por cuanto se le
despegaron en dos ocasiones, y a pesar de los varios reclamos no le fueron cambiados,
ni se le hizo devolución del dinero.

Mediante auto del 20 de junio de 1996, la Inspección de Control y Vigilancia y


Protección al Consumidor de la ciudad de Armenia ordenó remitir la actuación a la
Inspección de Control y Vigilancia y Protección al Consumidor de Bucaramanga,
habida cuenta que el fabricante del calzado tiene su domicilio en ésta última ciudad, y es
éste quien debe responder al consumidor por la mala calidad del bien.

La Inspectora de Bucaramanga, mediante el auto de 19 de julio de 1996, ordenó


devolver la actuación a la oficina de origen, por cuanto ese despacho no es el
competente para tramitar la queja formulada dado que quien debe responder al
consumidor es el proveedor, por mandato del Artículo 29 del Decreto 3466 de 1982.

La Inspectora de Armenia, mediante Oficio No. 180 del 6 de agosto de 1996, remitió la
actuación a la Superintendencia de Industria y Comercio, División de Protección al
Consumidor, con el fin de que determinara la competencia para tramitar la queja ya
referida, pues a su juicio, yerra el Inspector de Bucaramanga al invocar como norma
aplicable el Artículo 29 del Decreto 3466 de 1982, por cuanto las inspecciones son
autoridades administrativas, y no son competentes por tanto para llevar a cabo el
proceso verbal a que allí se alude.

 La Superintendencia de Industria y Comercio expresó que de acuerdo con el


Artículo 88 del C.C.A., que previó la acción de definición de competencias
administrativas, la autoridad llamada a dirimir el conflicto suscitado es la jurisdiccional
(Consejo de Estado o Tribunales Administrativos), razón por la cual remitió de nuevo el
expediente a la Inspectora de Armenia.

 Finalmente, y por medio del auto de 5 de septiembre de 1996, la Inspectora de


Control y Vigilancia y Protección al Consumidor de Armenia, resolvió remitir al
Consejo de Estado toda la actuación con el propósito de que la Corporación determine
cual es el funcionario competente para adelantar y resolver el proceso por calidad, dado
que tanto la Inspección de Armenia como la de Bucaramanga sostienen no ser
competentes.

 Mediante auto de Sala Unitaria del 11 de octubre de 1996, y en cumplimiento de


los previsto en el Artículo 88 del C.C.A., se ordenó correr traslado a las partes por el
término de tres días, lapso que transcurrió sin intervención alguna de los interesados.

 CONSIDERACIONES DE LA SALA

 De conformidad con lo previsto en los artículos 88 y 128 No.15 del C.C.A., es esta
Corporación, en única instancia, la competente para dirimir el conflicto negativo de
competencias administrativas planteado a instancias de, Inspección II de Control y
Vigilancia y Protección al Consumidor de Armenia, entre éste autoridad, y la Inspección
de Protección al Consumidor de Bucaramanga, y a raíz de que la queja por mala
calidad, formulada por el señor Jorge Enrique Castaño Valencia ante la Inspección II de
Control y Vigilancia de Precios, Pesas, Rifas, Juegos, Espectáculos y Medidas de
Protección al Consumidor de Armenia.

Ahora bien, en virtud de la Ley 73 de diciembre 3 de 1981, “por la cual el Estado


interviene en la distribución de bienes y servicios para la defensa del consumidor”, el
Congreso otorgó facultades extraordinarias, por el término de 12 meses, al Presidente de
la República “para dictar normas enderezadas al control de la distribución o ventas de
bienes y servicios y al establecimiento de las sanciones y procedimientos para
imponerlas a quienes violen sus disposiciones”.

 En ejercicio de dichas facultades, el Presidente de la República, expidió el decreto


extraordinario No. 3466 del 2 de diciembre de 1982, “por el cual se dictan las normas
relativas a la idoneidad, la calidad, las garantías, las marcas, las leyendas, las
propagandas y la fijación pública de precios de bienes y servicios, la responsabilidad de
sus productores, expendedores y proveedores, y se dictan otras disposiciones”.

 El Artículo 1º del aludido decreto contiene varias definiciones que deben ser
tenidas en cuenta para efectos de la interpretación del mismo decreto, y de las cuales, la
Sala considera importante transcribir algunas, a saber:

 
“Artículo 1º. Definiciones: Para los efectos del presente decreto entiéndase por :

 a) Productor: Toda persona, natural o jurídica, que elabore, procese, transforme o
utilice uno o más bienes, con el propósito de obtener uno o más productos o servicios
destinados al consumo público. Los importadores se reputan productores respecto de los
bienes que introduzcan al mercado nacional.

 b) Proveedor o expendedor: Toda persona, natural o jurídica, que atribuya u ofrezca al
público en general, o a una parte de él, a cambio de un precio, uno o más bienes o
servicios producidos por ella misma o por terceros, destinados a la satisfacción de una o
más necesidades de ese público.

 c) Consumidor: Toda persona, natural o jurídica, que contrate la adquisición,


utilización o disfrute de un bien o la prestación de un servicio determinado, para la
satisfacción de una o más necesidades.

 f) Calidad de un bien o servicio: El conjunto total de las propiedades, ingredientes o


componentes que la constituyen, determinan, distinguen o individualizan. La calidad
incluye la determinación de su nivel o índice de contaminación y de los efectos
conocidos que ese nivel de contaminación puede producir.

 Como puede observarse, el señor, Jorge Enrique Castaño Valencia, en su calidad de


consumidor, adquirió de un proveedor, el establecimiento de comercio “Calzado
Bucaramanga”, un par de zapatos, los cuales presuntamente resultaron de mala calidad,
referida este concepto al “conjunto total de las propiedades, ingredientes o
componentes” que “constituyen, determinan, distinguen o individualizan” el bien
adquirido.

 De otra parte, el Artículo 11 del Decreto 3466 de 1982, definió la garantía mínima
presunta en los siguientes términos:

 “Artículo 11. Garantía Mínima Presunta. Se entiende pactada en todos los contratos
de compraventa y de prestación de servicios, la obligación a cargo del productor de
garantizar plenamente las condiciones de calidad e idoneidad señaladas en el registro o
en la licencia correspondiente, con las adecuaciones derivadas de la oficialización del
registro, así como las condiciones de calidad e idoneidad correspondientes a las normas
técnicas oficializadas aunque el bien o servicio no haya sido objeto de registro.

 Para los efectos de los dispuesto en el inciso anterior, es requisito obligatorio de todo
registro indicar el término durante el cual se garantizan las condiciones de calidad e
idoneidad que se ofrecen, cuando la autoridad competente no haya fijado mediante
resolución el término de dicha garantía presunta, según la naturaleza y clase de los
bienes y servicios; cuando el término señalado por la autoridad es competente afecte
algún término ya registrado, este último se entenderá modificado automáticamente de
acuerdo con aquél, a menos que el término registrado previamente sea mayor al fijado
por la autoridad competente, caso en el cual prevalecerá el registrado por el productor.

 
Ante los consumidores, la responsabilidad por la garantía mínima presunta de que
trata este artículo, recae directamente en los proveedores o expendedores, sin
perjuicios de que éstos puedan, a su turno, exigir el cumplimiento de dicha garantía
mínima a sus proveedores o expendedores, sean o no productores.

 La garantía de que trata este artículo podrá hacerse efectiva en los términos previstos en
el Artículo 29” (Destacado fuera del texto)

 De acuerdo con el Artículo 11 del Decreto 3466 de 1982 la garantía mínima presunta
consiste en la obligación a cargo del productor de responder por todas las condiciones
de calidad e idoneidad de los bienes vendidos o de los servicios prestados lo cual quiere
decir que por tratarse de un posible defecto de calidad goza el actor de la aludida
garantía.

 Se observa, así mismo, que aun cuando la primera parte de la norma hace recaer la
obligación de garantizar plenamente las condiciones de calidad e idoneidad de los
bienes vendidos o de los servicios prestados, en el productor el inciso tercero de la
misma claramente prevé que frente al consumidor, la responsabilidad por la garantía
mínima presunta recae directamente en los proveedores o expendedores, sin perjuicios
de que estos puedan a su vez exigir el cumplimiento de dicha garantía a sus proveedores
o expendedores, sean o no productores.

 Así las cosas, el llamado en el sub judice a responder por la garantía mínima
presunta ante el consumidor, es el almacén “Calzado Bucaramanga”, ubicado en la
ciudad de Armenia, razón por la cual es la Inspección de Protección al Consumidor de
Armenia la autoridad competente para tramitar y resolver la queja que por mala calidad
formuló el actor.

 Aún si se tratara de garantías sobre calidad de idoneidad diferentes a la mínima


presunta, y que en los términos del Artículo 12 del Decreto 3466 de 1982, pueden ser
otorgadas tanto por los productores como por los proveedores de los bienes vendidos y
de los servicios prestados, la misma disposición permite al consumidor exigir del
proveedor la responsabilidad directa consagrada en el Artículo 11 ibidem, con lo cual es
evidencia que la Inspección de Protección al Consumidor de Armenia sigue siendo la
competente para conocer de la queja formulada.

 Adicionalmente, el Artículo 29 ibidem, relativo al procedimiento para asegurar la


efectividad de las garantías, prevé que mediante el trámite judicial allí consagrado, y en
el evento de que se presente incumplimiento total o parcial de la garantía mínima
presunta o de las demás garantías del bien o servicio, el consumidor podrá solicitar,
entre otras, que se obligue al proveedor o expendedor respectivo a hacer efectivas las
garantías, con lo cual independientemente del procedimiento allí señalado, es evidencia
y reitera la responsabilidad directa del proveedor frente al consumidor.

 De conformidad con lo expuesto, se reitera, es evidente que la autoridad


competente para tramitar y resolver la queja formulada por el actor, es la Inspección II
de Control y Vigilancia de Precios, Pesas, Rifas, Juegos, Espectáculos y Medidas de
Protección al Consumidor de Armenia, Quindío, tal como se expresará en la parte
resolutiva.
 Por lo anterior la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo,

 RESUELVE:

 Corresponde a la Inspección II de Control y Vigilancia de Precios, Pesas, Rifas, Juegos,


Espectáculos y Medidas de Protección al Consumidor de Armenia, Quindío, tramitar,
adelantar y resolver la queja formulada por el señor Jorge Enrique Castaño Valencia, el
día 4 de junio de 1996, por presunta mala calidad de los zapatos marca “Fercho”,
adquirido por él en el establecimiento de comercio de nominado “Calzado
Bucaramanga” de esa ciudad.

 Notifíquese y cúmplase. Devuélvase a la Inspección de origen.

La anterior providencia fue estudiada y aprobada en la sesión de la fecha.

 Daniel Suárez Hernández, Presidente; Joaquín Barreto Ruíz, Mario Alario


Méndez, Ernesto Rafael Ariza Muñoz, Germán Ayala Mantilla, Carlos Bentancur
Jaramillo, Jesús María Carrillo Ballesteros, Julio E,. Correa Restrepo, Miren de la
Lombana de Magyaroff, Javier Díaz Bueno, Ausente ; Ricardo Hoyos Duque, Silvio
Escudero de Castro, Clara Forero de Castro, Delio Gómez Leyva, Amado Gutiérrez
Velásquez, Luis Eduardo Jaramillo Mejía; Ausente; Juan de Dios Montes Hernández,
Juan Alberto Polo Figueroa, Carlos A. Orjuela Gongora, Dolly Pedraza de Arenas,
Libardo Rodríguez Rodríguez, Consuelo Sarria Olcos, Manuel Santiago Urueta Ayola.
Mercedes Tovar de Herran; Secretaria General.

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