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CARRERA DE FISIOTERAPIA
CÁTEDRA DE KINESIOTERAPIA APLICADA-PASANTIAS
CICLO: 5TO.
PARCIAL: 2DO.
SEMESTRE: B
AÑO LECTIVO
2020-2021
MANEJO FISIOTERAPEUTICO DE UN PACIENTE QUEMADO
HOSPITALIZADO
Los accidentes por quemaduras se consideran uno de los más graves accidentes, ya que
ocurren con mucha frecuencia y son muy incapacitantes.
Las quemaduras son una lesión que ocurre en situaciones catastróficas en los tejidos de
la piel, que pueden ser causados por exceso de calor, por sustancias químicas, por la
electricidad, el sol o la radiación a agentes nocivos o por la inhalación de humo o
partículas toxicas, causando una disminución de la función correcta del cuerpo.
Causas de las quemaduras
Las causas pueden ser muy diversas cuando ocurren estos accidentes:
a) Reeducación diafragmática
b) Técnicas de desobstrucción bronquial (con el inhalador para fluidificar las
secreciones, A.F.E.S y vibraciones)
c) Técnicas de expansión costopulmonar
Quemaduras tipo B
Las quemaduras tipo “B”, son quemaduras totales, profundas, que necesitan un injerto de
piel para su tratamiento. En este apartado en muchas ocasiones se incluyen las
quemaduras tipo “AB” ya que en estas quemaduras el pronóstico evolutivo es dudoso,
pues no puede asegurarse si podrá esperarse una cicatrización espontánea o será necesario
recurrir a un injerto, en el caso de que cicatricen espontáneamente el tratamiento de
fisioterapia que se lleva a cabo es el descrito en el apartado anterior, si por el contrario es
necesario recurrir a un injerto, el tratamiento de fisioterapia utilizado será igual que para
las quemaduras tipo “B”. El tratamiento propuesto es el siguiente:
Primera etapa
1. Control postural.
2. Medidas antiedema.
3. Favorecer la cicatrización.
4. Ejercicios isométricos.
Tercera etapa
4. En la zona dadora hay que realizar compresión continúa para evitar la coloración de
la piel por la infiltración celular de sustancia pigmentantes.
Cuarta etapa
1. Potenciación muscular.
CONCLUSIONES
Las quemaduras más frecuentes son las ocasionadas por fuego directo. Dados los
resultados, se presume una relación directa entre este porcentaje y el de quemaduras del
tipo AB, lo que abre una nueva línea de investigación.
Medidas que se debe tomar para prevenir retracciones según las áreas afectadas
Fases de la rehabilitación
Aguda
El objetivo principal del tratamiento rehabilitador durante esta fase es evitar rigideces
articulares. Entre los objetivos secundarios se encuentran el mantenimiento del trofismo
muscular y la mejora, en caso de que sea necesario, de las condiciones cardiorrespiratorias
del paciente.
Las intervenciones para realizar en esta fase son las siguientes: tratamiento postural,
movilización pasiva y activa asistida precoz de segmentos comprometidos, cinesiterapia
para mantener el trofismo muscular, movilizaciones en el quirófano bajo anestesia general
o durante curas con sedación y fisioterapia respiratoria.
Uno de los aspectos clave durante esta fase es obtener un control óptimo y ajustado del
dolor para facilitar el cumplimiento de las pautas posturales y ejercicios tanto pasivos
como activos. Un control inadecuado del dolor en los estadios precoces puede conducir a
un rechazo por su parte y dificultar en gran medida su implicación en la rehabilitación
tanto a corto como a largo plazo.
Subaguda
En esta fase tiene lugar el inicio del manejo de las cicatrices; colocándose el vendaje de
compresión Coban® desde el momento del asentamiento de los injertos, tomándose
además las medidas para las prendas de presoterapia.
Crónica
Esta fase se extiende desde los 2 meses tras la obtención de la cobertura definitiva de la
superficie corporal del paciente en adelante.
En ella el paciente puede tener que verse sometido a nuevas intervenciones quirúrgicas
para el tratamiento de secuelas, por lo que en ocasiones el proceso de rehabilitación puede
verse interrumpido.
Terapia postural
La terapia postural es una parte crucial de la rehabilitación del paciente quemado, ya que
puede prevenir la pérdida de rango de movimiento articular al limitar la disminución de
longitud tisular asociada al proceso de cicatrización, cuando éste tiene lugar en posiciones
inadecuadas. Además, durante la fase aguda de la quemadura, un posicionamiento
adecuado puede ayudar a reducir la formación de edema, facilitar el alineamiento
funcional de articulaciones comprometidas, y prevenir la incidencia de neuropatías. Debe
iniciarse desde el primer día de contacto con el paciente quemado, y debe continuar hasta
meses después, aplicándola tanto en caso de ingreso como en el de manejo ambulatorio.
Video Prevención de Quemaduras
https://www.youtube.com/watch?v=f77CvVZqtpY
Bibliografía
Insua, C. (3 de Febrero de 2004). Fisioterapia en los pacientes quemados. Quemaduras,
tratamiento fisioterapeutico y aspecto relacionados . Revista Iberoamericana
Fisioterapia Kinesiologia, 107-113.