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EL DERECHO A LA PROTESTA
CHILE (2019): Estallido social es el nombren 2 que recibe una serie de masivas
manifestaciones y graves disturbios originados en Santiago y propagados a todas las regiones
de Chile, con mayor impacto en las principales ciudades, como el Gran Valparaíso, Gran
Concepción, Arica, Iquique, Antofagasta, La
Serena, Rancagua, Chillán, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Punta Arenas,
desarrolladas principalmente entre octubre de 2019 y marzo de 2020. 19
El factor detonante de estos sucesos fue el alza en la tarifa del sistema de transporte público
de Santiago, que entró en vigor el domingo 6 de octubre de 2019. Tras el aumento de las
tarifas, centenares de estudiantes se organizaron para realizar actos de evasión masiva en
el Metro de Santiago.20 Con el paso de los días, el número de evasores aumentó
registrándose incidentes dentro de las estaciones del ferrocarril subterráneo. La situación se
agravó el día viernes 18 de octubre de 2019,16 cuando progresivamente fueron cesadas las
operaciones de toda la red subterránea por el enfrentamiento de la multitud con Carabineros,
lo cual llevó al entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick, a interponer querellas por
delitos contemplados en la Ley de Seguridad del Estado contra quienes hubieren cometido
daños, saqueos e incendios.
Como consecuencia de ello, la noche del viernes 18 de octubre comenzaron a aparecer varios
focos de protestas, saqueos y disturbios violentos a lo largo del país, por lo cual, en la
madrugada del día sábado 19 de octubre, el presidente Sebastián Piñera decretó estado de
emergencia en las comunas del Gran Santiago y toque de queda a partir de la noche del
sábado 19.2122 La situación se extendió pocas horas después a otras cinco regiones del país y
ya para el día 23, el estado de emergencia había sido declarado en quince de las dieciséis
capitales regionales.23
De acuerdo a varios analistas, las protestas se caracterizaron por la ausencia de líderes y la
incorporación, en distintos niveles, de un amplio espectro social, desde la clase baja a la
media alta.24 Aunque la causa inmediata puede atribuirse al alza tarifaria del transporte
público, las concentraciones populares pronto expusieron sus causas mediatas: el alto costo
de la vida (hasta 2019 Santiago era la segunda ciudad más onerosa de Latinoamérica), 25
bajas pensiones, precios elevados de fármacos y tratamientos de salud, y un rechazo
generalizado a toda la clase política y al descrédito institucional acumulado durante los últimos
años, incluyendo a la propia Constitución del país.324
Tanto por el nivel de daño a la infraestructura pública, el número de manifestantes, cuanto por
las medidas adoptadas por el gobierno, las protestas fueron catalogadas como el «peor
malestar civil» ocurrido en Chile desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.26 Al mes de
octubre del 2019 y según el propio gobierno, se han confirmado 32 fallecidos, principalmente
asociados a incendios (15 casos), enfrentamientos entre ciudadanos (7 casos), o con
uniformados (5 casos);27 además hay más de 3400 civiles hospitalizados producto de los
enfrentamientos,11 y 2000 carabineros lesionados en distintos grados. 2829 Amnistía
Internacional informa, al 30 de noviembre del 2020, los siguientes números causados por el
uso indebido de la fuerza por parte de Carabineros: 12547 heridos que pasaron por urgencia
hospitalaria. 1980 heridos por armas de fuego y 347 heridos con lesiones oculares. 30
El Instituto Nacional de Derechos Humanos identificó más de 3400 civiles hospitalizados
durante el movimiento, mientras que cifró en 8812 los detenidos que lograron visitar; 11
además, denunciaron casos de torturas y otras vejaciones por parte de las Fuerzas Armadas y
de Orden.31 Las investigaciones realizadas por organizaciones como Amnistía Internacional,
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Human Rights Watch y la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos determinaron la ocurrencia
de graves violaciones a los derechos humanos cometidas por funcionarios del Estado
chileno;323334 el gobierno, en tanto, reconoció la existencia de algunos casos puntuales de
exceso policial, pero descartó la ocurrencia sistemática de estos. 3536
Las pérdidas económicas de estas protestas se estimaron en 3300 millones de dólares,
considerando daños a la propiedad pública y privada, incluido el Metro de Santiago. 3738
mientras 100 000 a 300 000 puestos de trabajo se habrían perdido. 383940 El peso chileno sufrió
una fuerte devaluación, pasando de CL$ 710 previo a la crisis a un máximo histórico
de CL$ 838,33 por dólar a mediados de noviembre de 2019.414243 También se estimó que las
protestas restarían un punto porcentual de crecimiento económico para el país entre 2019 y
2020.40
En respuesta a las manifestaciones, el gobierno de Sebastián Piñera anunció una serie de
medidas, denominada «Nueva Agenda Social», que incluye medidas relacionadas con las
pensiones, la salud, los salarios y la administración pública. 44 De igual forma, ha promovido
una agenda de seguridad que incluye proyectos antivandalismo y de reconstrucción. El 15 de
noviembre, un acuerdo transversal entre Gobierno y Congreso, y firmado por la mayoría de los
partidos políticos con representación parlamentaria, acordó la convocatoria a un plebiscito
nacional en abril de 2020, posteriormente reprogramado para octubre, 45 para definir si se
redactaría una nueva Constitución Política y qué mecanismo sería utilizado.
¿QUÉ SIGUE?
El escenario más probable, según las fuentes consultadas, es que todo siga más o
menos igual con una lenta tendencia hacia el desescalamiento de la violencia.
"Yo creo que vamos a ver una combinación de represión con pañitos de agua
tibia", dice la politóloga Sandra Borda.
"Cuando usted no tiene tejido social, cuando usted tiene partes tan
estructuralmente diferentes que no confían entre sí y que nunca se han sentado a
dialogar, lo mejor que usted puede sacar de una negociación es una solución
temporal", añade la autora de Parar para avanzar, un libro sobre el Paro.
"Pero, como esto no permite soluciones de fondo, pronto volverá la gente a
la calle", concluye la analista y columnista.
El petitorio del comité del Paro es largo, ambicioso y costoso. Implica cambios en
la estructura del Estado y en el plan de gobierno de Duque. Eso parece imposible
de concretarse.
Pero existen "pañitos de agua tibia", o soluciones temporales. Por ejemplo:
bajarles el costo a peajes y regularizar tarifas de contratación para camioneros;
crear incentivos para el ingreso a la universidad privada; lanzar subsidios a
microempresas y campesinos; promover mecanismos de transparencia para
investigar abusos policiales.
Un escenario en el que Colombia sigue siendo el mismo país, pero con una herida
más profunda que en cualquier momento vuelve a generar dolor.
Enzo Álvarez, un líder social que ha vivido esta crisis de primera mano, cree que
esto es un escenario factible: "La derecha y los empresarios se empiezan a armar,
consiguen reservistas y aumentan aún más las contradicciones en base a
cuestiones de raza, de estigmatización, de odio".
Álvarez, que conoce las demandas de los manifestantes, explica: "Para que se
detenga de verdad la violencia tendría que haber un diálogo abierto en los lugares
más afectados por la crisis y por la violencia policial".
"El gobierno tendría que pedir perdón, sacar a las fuerzas armadas de las
calles y ofrecer programas de inclusión social, sobre todo en el tema de
educación (…) Así creo que le gente le bajaría un poco a la rabia desatada que
tienen porque les mataron al vecino o al amigo", indica.
A Duque le queda poco más de un año de gobierno. Las elecciones son en mayo
de 2022. De aquí allá el país puede seguir como va, hundirse en una violencia
peor o entrar en una campaña de concertación sobre lo fundamental que impida la
violencia y cambie el país.
Probablemente nadie habría podido imaginarse que eso iba a estar en juego en el
último año de Iván Duque como presidente.