Está en la página 1de 5

Actualización

Acalasia
ETIOLOGÍA Y
FISIOPATOLOGÍA DIAGNÓSTICO pág. 52 TRAT. ENDOSCÓPICO pág. 59 TRAT. QUIRÚRGIGO pág. 64

FERMÍN MEARIN
Instituto de Trastornos
Funcionales y Motores Digestivos.
Servicio de Aparato Digestivo.
Centro Médico Teknon.
Etiología y fisiopatología
Barcelona. España.

La acalasia continúa siendo una enfermedad Tabla 1. Causas de la acalasia secundaria


Puntos clave misteriosa. No sabemos cuál es su etiología,
desconocemos en gran parte su fisiopatología, Enfermedad de Chagas
Se desconoce el ignoramos por qué afecta fundamentalmente Neoplasias
origen de la mayoría
al esófago y el motivo por el cual se presenta
de casos de acalasia, Sarcoidosis
aunque se ha relacionado en determinados individuos. Sin embargo, es-
tos aspectos se conocen mucho mejor, por Amiloidosis
con factores infecciosos,
genéticos y autoinmunes. ejemplo, en la enfermedad de Chagas o el sín- Esofagitis eosinofílica
drome de Allgrove. Si la similitud con estas Acalasia posvagotomía
Los pacientes con
entidades nos ayudará a conocer con mayor Enfermedad de Anderson-Fabry
acalasia tienen
concentraciones elevadas precisión la etiología y fisiopatología de la
Seudoobstrucción intestinal crónica
de anticuerpos para ciertos acalasia o si sólo sirve para desconcertarnos es idiopática
virus. también un enigma.
La mayoría de los
casos de acalasia son
esporádicos y no afectan a
Etiología Tabla 2. Enfermedades relacionadas con la acalasia
los familiares, pero se
detecta que hay La acalasia puede deberse a múltiples causas y Enfermedades genéticas
agregación familiar de la se ha relacionado con diferentes enfermedades Disautonomía familiar
enfermedad en un 2% de
(tablas 1 y 2). No obstante, en la mayoría de Insuficiencia glucocorticoidea
los casos.
los casos, su origen es desconocido, por lo que Síndrome de Allgrove
En la acalasia se se denomina acalasia idiopática. Se ha relacio-
Síndrome de Rozycki
produce una nado con diversos agentes (infecciosos, genéti-
disminución del número de cos y autoinmunes) en el inicio de la cascada Enfermedades autoinmunes
células ganglionares del
de acontecimientos que conducen a la acala- Sarcoidosis
plexo de Auerbach.
sia, pero su papel e importancia permanecen
Amiloidosis
En los pacientes con sin esclarecerse.
acalasia se ha Síndrome de Sjögren
demostrado la ausencia de
la sintasa del óxido nítrico
en la unión
Agentes infecciosos Enfermedades neurológicas

Ataxia cerebelosa hereditaria


gastroesofágica.
El Trypanosoma cruzi es un protozoo implica- Enfermedad de Parkinson
do en la etiopatogenia de la enfermedad de Trastornos depresivos
Chagas. Su infección produce la destrucción Neurofibromatosis
del plexo mientérico esofágico y produce alte-
raciones indistinguibles de la acalasia idiopáti- Otras

ca1. En parte debido a este hecho, se han bus- Síndrome de Down


cado otros agentes infecciosos que puedan Enfermedad de Hirschsprung
implicarse en la génesis de la acalasia idiopáti- Fístula congénita traqueoesofágica
ca. Así, se ha comprobado que los pacientes
Esófago de Barrett
con acalasia tienen valores elevados en suero
de anticuerpos frente al virus de la varicela Osteoartropatía hipertrófica
zoster (VZV) y concentraciones de ADN-

9 GH CONTINUADA. MARZO-ABRIL 2004. VOL. 3 N.o 2 47


A CALASIA
Etiología y fisiopatología
F. Mearin

VZV en el plexo mientérico esofágico supe- por la implicación de un mecanismo etiopato-


Lectura rápida riores a las de los individuos libres de la enfer- génico distinto o bien por una acción menos
medad2. El posible papel etiopatogénico de virulenta del factor responsable que en los ca-
ciertos virus se ve reforzado por la observación sos de transmisión horizontal13. Un hallazgo
de casos clínicos con una relación temporal sorprendente es el notable riesgo de presentar
entre la infección viral y el desarrollo de la una acalasia en los individuos con síndrome
acalasia. Se ha descrito el caso de un paciente de Down14,15.
En la mayoría de los que presentó acalasia meses después de un A finales de los años ochenta, se publicó que
casos, el origen de la episodio de síndrome de Guillain-Barré3. Co- los sujetos HLA DQW1 tenían un riesgo 4,2
acalasia es desconocido,
aunque se ha relacionado
mo es sabido, en la etiopatogenia del síndro- veces superior al resto de la población general
con factores infecciosos, me de Guillain-Barré también se han implica- de desarrollar una acalasia16. Recientemente,
genéticos y autoinmunes. do, entre otros agentes virales, los virus de la se ha establecido una mayor frecuencia de los
familia Herpesviridae; además, ambas entida- alelos DQA1*0103 y QQB1*060317.
des se caracterizan por la presencia de lesiones
Los pacientes con
acalasia tienen
degenerativas del tejido nervioso periférico4. Factores autoinmunes
concentraciones elevadas También se ha descrito el caso de una pacien- La importancia de la autoinmunidad en la gé-
de anticuerpos en el te con poliomielitis que posteriormente desa- nesis de la acalasia se apoya en la constatación
suero para ciertos virus; el rrolló acalasia5. Quizá una lesión del núcleo de la presencia de infiltrados linfocitarios en el
posible papel motor dorsal del vago por el virus de la polio- plexo mientérico del esófago en los estadios ini-
etiopatogénico de los
virus se ve reforzado por
mielitis podría ser la causa de esta asociación. ciales de la enfermedad18, así como en su aso-
la observación de casos Posteriormente, se ha publicado el caso de una ciación con otras entidades de etiología autoin-
clínicos con una relación paciente que presentó acalasia 3 meses des- mune, como el síndrome de Sjögren o la
temporal entre la infección pués de un cuadro de varicela6. neuropatía autonómica. Por otra parte, se ha
viral y el desarrollo de la El posible papel de los virus de la familia Her- observado la existencia de concentraciones ele-
acalasia.
pesviridae en el desarrollo de la acalasia se ve vadas de anticuerpos antimientéricos en la san-
apoyado por la frecuente localización de las gre periférica de pacientes con acalasia17,19. No
La mayoría de los casos úlceras herpéticas en el esófago. Es posible obstante, la demostración de su presencia tam-
de acalasia son que virus (o priones) esofagotropos permane- bién en pacientes con reflujo gastroesofágico
esporádicos y no afectan cieran acantonados durante largos períodos en hacen pensar que se trata más de una conse-
a los familiares, pero se
detecta que hay
el plexo mientérico del esófago para luego in- cuencia de la lesión esofágica que de su causa20.
agregación familiar de la ducir las lesiones7; sin embargo, no hay ningu-
enfermedad en un 2% de na prueba concluyente hasta este momento
los casos. que permita confirmar esta hipótesis. Fisiopatología
Alteraciones de la inervación
La asociación de ciertas
formas de acalasia con Factores genéticos Anomalías de la inervación esofágica intrínseca.
otras enfermedades de En la acalasia existe una disminución del nú-
transmisión autosómica La mayoría de los casos de acalasia son espo- mero de células ganglionares del plexo de
recesiva (como la rádicos y no afectan a los familiares8, aunque Auerbach21. Esta reducción varía de unos pa-
disautonomía familiar o la
insuficiencia
se detecta agregación familiar de la enferme- cientes a otros, e incluso en un mismo pacien-
glucocorticoidea) y su dad en un 2% de los casos9. Esta forma de te, en los distintos tramos del esófago. La par-
transmisión horizontal, acalasia suele manifestarse en edades tempra- te más proximal está prácticamente libre de
permiten sospechar una nas y se relaciona con la consanguinidad. La lesiones y la mayor afectación se produce cerca
forma de transmisión asociación de esta forma de acalasia con otras de la unión gastroesofágica. Probablemente
autosómica recesiva del
gen responsable.
enfermedades de transmisión autosómica re- por eso, la recuperación de la peristalsis obser-
cesiva (como la disautonomía familiar o la in- vada en algunos pacientes después del trata-
suficiencia glucocorticoidea), y su transmisión miento es menos evidente en los tramos eso-
horizontal, permiten sospechar una forma de fágicos más distales22. Además, la reducción
transmisión autosómica recesiva del gen res- de células ganglionares parece estar en rela-
ponsable10. En el síndrome de Allgrove (ca- ción directa con el tiempo de evolución de la
racterizado por acalasia, insuficiencia adrenal y enfermedad; así, los pacientes con una historia
alacrimia) se ha comprobado la ausencia de más larga de disfagia muestran un menor nú-
óxido nítrico en el cardias, herencia autosómi- mero de células ganglionares en el plexo
ca recesiva y una mutación genética en el cro- mientérico23. De hecho, la recuperación de la
mosoma 12q1311,12. peristalsis después del tratamiento es más fre-
También se han descrito casos de transmisión cuente en los pacientes con una clínica menos
vertical de la enfermedad, aunque con menor evolucionada24.
frecuencia. Curiosamente, la edad de presen- Más recientemente, se ha confirmado que el
tación de los síntomas en este grupo de pa- trastorno fisiopatológico fundamental en la
cientes suele ser más tardía, probablemente acalasia consiste en la alteración de los meca-

48 GH CONTINUADA. MARZO-ABRIL 2004. VOL. 3 N.o 2 10


A CALASIA
Etiología y fisiopatología
F. Mearin

Alteraciones de la inervación en la acalasia Figura 1. Las alteraciones


neurológicas en la acalasia
Lectura rápida
pueden no limitarse al plexo
mientérico de Auerbach en el
esófago. También se han
descrito otras alteraciones, como
una disminución del número de
células nerviosas, tanto en el Recientemente se ha
núcleo ambiguo del establecido una mayor
Núcleo ambiguo frecuencia de los alelos
troncoencéfalo como en el núcleo
Núcleo motor dorsal DQA1*0103 y QQB1*0603
del vago motor dorsal del vago, en los pacientes con
degeneración walleriana con acalasia.
desestructuración de las células
de Schwann y del axoplasma en
La importancia de la
el nervio vago, disminución y autoinmunidad en la
displasia neuronal en el plexo génesis de la acalasia se
Lesiones en el plexo mientérico gástrico y del apoya en la constatación
Lesiones en el de Auerbach intestino delgado, o una de la presencia de
nervio vago infiltrados linfocitarios en
disfunción autonómica el plexo mientérico del
generalizada. esófago en los estadios
iniciales de la enfermedad,
así como en su asociación
con otras entidades de
etiología autoinmune.

Lesiones en el plexo La existencia de


mientérico concentraciones elevadas
de anticuerpos
antimientéricos en la
sangre periférica de
nismos nerviosos inhibitorios, mientras que la los que se ha valorado la existencia de una dis- pacientes con acalasia
actividad colinérgica posganglionar excitato- función autonómica generalizada en los pa- parece ser la
ria permanece prácticamente indemne25. La cientes con acalasia. Algunos autores han ob- consecuencia, y no la
relación de estos trastornos fisioneurológicos jetivado diferencias significativas entre los causa, de la lesión
con el engrosamiento subsecuente del esfínter pacientes y los controles sanos31; incluso, se esofágica.
esofágico inferior (EEI) no se ha estableci- han descrito casos de acalasia familiar en los
do26. que también se producían alteraciones del sis- El trastorno fisiopatológico
tema nervioso autónomo en los familiares li- fundamental de la acalasia
Alteración del nervio vago y del plexo mientérico bres de la enfermedad 32. Por el contrario, consiste en la alteración
extraesofágico. Las alteraciones del tejido ner- otros investigadores afirman que en los pa- de los mecanismos
nerviosos inhibitorios,
vioso en los pacientes con acalasia no se limi- cientes con acalasia no existe un deterioro sig- mientras que la actividad
tan a la inervación intrínseca del esófago (fig. nificativo de la función vegetativa33. colinérgica posganglionar
1). En algunos pacientes, el nervio vago mues- excitatoria permanece
tra una degeneración walleriana, con deses- Lesiones inflamatorias en el esófago prácticamente indemne.
tructuración de las células de Schwann y del Se han observado infiltrados inflamatorios de
axoplasma27. Quizá por este motivo, también linfocitos a los que se ha atribuido un papel
pueden existir alteraciones de la motilidad patogénico, aunque no se ha podido establecer
gástrica, intestinal y de la vesícula biliar en pa- ninguna relación entre el grado de destrucción
cientes con acalasia28-30. mientérica y la magnitud del infiltrado. Tam-
bién se ha demostrado la presencia de infiltra-
Alteraciones del sistema nervioso central. Se ha dos de eosinófilos y se ha observado que éstos
descrito una disminución del número de célu- liberaban una proteína (proteína eosinofílica
las nerviosas, tanto en el núcleo ambiguo del catiónica, ECP) con propiedades citotóxicas y
troncoencéfalo, responsable del control de la neurotóxicas34,35. En la enfermedad de Cha-
actividad de la musculatura estriada del cuer- gas, la liberación de la ECP por los eosinófilos
po esofágico, como en el núcleo motor dorsal también podría estar implicada en las lesiones
del vago, del que depende la musculatura eso- del plexo mientérico esofágico36.
fágica lisa22.
Alteración de los neurotransmisores
Signos de disautonomía generalizada. Se han La pérdida de neuronas en el esófago tiene su
obtenido resultados dispares en los estudios en traducción molecular.

11 GH CONTINUADA. MARZO-ABRIL 2004. VOL. 3 N.o 2 49


A CALASIA
Etiología y fisiopatología
F. Mearin

Inervación intrínseca del esfíter esofágico inferior

Lectura rápida Normal Acalasia

En algunos pacientes, el Excitatoria Inhibitoria Excitatoria Inhibitoria


nervio vago muestra una
degeneración walleriana, VIP VIP
con desestructuración de NO NO
las células de Schwann y Acetilcolina Acetilcolina
del axoplasma.

En pacientes con acalasia


también se producen
alteraciones de la
motilidad gástrica,
intestinal o de la vesícula
biliar, lo que indica una
afectación en la
neurorregulación que va
Equilibrio Desequilibrio
más allá del esófago.

En la acalasia tiene lugar


una disminución del
número de células
ganglionares del plexo de Figura 2. La hipertonía del esfínter esofágico inferior presente en los pacientes con acalasia se debe al
Auerbach, que varía de
desequilibrio entre los neurotransmisores excitatorios (acetilcolina) y los inhibitorios. VIP: péptido
unos pacientes a otros e
incluso en un mismo intestinal vasoactivo; NO: óxido nítrico.
paciente, en los distintos
tramos del esófago.
La dopamina actúa en el EEI sobre dos tipos EEI, lo que sugiere la integridad de los recep-
de receptores (D1 y D2) con efectos opuestos: tores de NO en el EEI39.
En los pacientes con la unión a los receptores D2 induce la relaja- Curiosamente, hemos tenido la oportunidad
acalasia se ha ción del EEI, mientras que la unión a los re- de atender un caso que, aunque sólo de forma
demostrado la ausencia
ceptores D1 se sigue de la contracción de la anecdótica, refuerza la importancia del NO en
de la sintasa del óxido
nítrico en la unión unión gastroesofágica. En los pacientes con la patogenia de la acalasia: la coexistencia, en
gastroesofágica. acalasia, se ha descrito una alteración de este un mismo paciente, de acalasia y estenosis hi-
sistema dopaminérgico con desensibilización pertrófica de píloro, otro síndrome también
de los receptores D2 e integridad de los D1, y relacionado con la ausencia de NO sintasa40.
el resultado neto es un aumento del tono de la
unión gastroesofágica37.
El péptido intestinal vasoactivo (VIP) es libe- Bibliografía
rado por las fibras no adrenérgicas-no coli-
nérgicas (NA-NC) e induce la relajación del
EEI a través de la activación de la adenilato
ciclasa y la elevación de los valores de AMPc
en el músculo liso. En los pacientes con aca-
lasia no sólo están reducidas las concentracio- • Importante •• Muy importante
nes de VIP y el número de fibras nerviosas
que contienen VIP, sino también la actividad 1. Dantas RO, Codoy RA, Ohveiro RB, Meneghelli UG,
Troncon LE. Lower esophageal sphinter pressure in Chagas’
de los receptores VIP38; todos estos factores disease. Dig Dis Sci 1990;35:508-12.
contribuyen a la hipertonía del EEI (fig. 2). 2. • Robertson CS, Martin BAB, Atkinson M. Varicella-zos-
ter virus DNA in the oesophageal myenteric plexus in acha-
El oxido nítrico (NO) se considera actual- lasia. Gut 1993;34:299-302.
mente como el neurotransmisor inhibitorio 3. Firouzi M, Keshavarzian A. Guillain-Barré syndrome and
achalasia: two manifestations of a viral disease or coinciden-
NA-NC de mayor trascendencia funcional. tal asociation? Am J Gastroenterol 1994;89:1585-6.
En los pacientes con acalasia se ha demostra- 4. Popper AH. The Guillain-Barré syndrome. N Engl J Med
1992;326:1130-6.
do la ausencia de la sintasa del óxido nítrico 5. Dantas RO, Meneghelli UG. Achalasia ocurring years after
en la unión gastroesofágica; sin embargo, la acute poliomyelitis. Arq Gastroenterol 1993;30:58-61.
6. Castex F, Guillemot F, Talbodec N, Colombel JF, Paris JC,
administración exógena de donantes de NO Cortot A. Association of an attack of varicella and achalasia.
induce una disminución de la presión en el Am J Gastroenterol 1995;90:1188-9.

50 GH CONTINUADA. MARZO-ABRIL 2004. VOL. 3 N.o 2 12


A CALASIA
Etiología y fisiopatología
F. Mearin

7. Niwamoto H, Okamoto E, Fujimoto J, Takeuchi M, Furu- 25. Tottrup A, Forman A, Funch-Jensen P, Raundahl U, An-
yama JI, Yamamoto Y. Are human herpes viruses or measles dersson KE. Effects of postganglionic nerve stimulation in
virus associated with esophageal achalasia. Dig Dis Sci
1995;40:859-64.
oesophageal achalasia: an in vitro study. Gut 1990;31:17-20.
26. Mittal RK, Kassab G, Puckett JL, Liu J. Hypertrophy of the
Bibliografía
8. Mayberry JF, Atkinson M. A study of swallowing difficulties
in first degree relatives of patients with achalasia. Thorax
muscularis propria of the lower esophageal sphincter and the
body of the esophagus in patients with primary motility di-
recomendada
1985;40:391-3. sorders of the esophagus. Am J Gastroenterol 2003;98:1705-
9. Kaar TK, Waldron R, Ashraf MS, Watson JBG, O’Neill M, 12.
Kirwan WO. Familial infantile oesophageal achalasia. Arch 27. Casella RR, Ellis FH Jr, Brown AL. Fine structure changes
Dis Child 1991;66:1353-4. in achalasia of the esophagus: I. vagus nerves. Am J Pathol Mearin F. Trastornos motores
10. Westley CR, Herbst JJ, Goldman S, Wiser WC. Infantile 1965;46:279. esofágicos. En: Farreras P,
achalasia. Inherited as an autosomal recesive disorder. J Pe- 28. Annese V, Caruso N, Accadia L, Gabrielli A, Modoni S, Rozman C, editores.
diatr 1975;87:243-6. Frusciante V, et al. Gallblader function and gastric liquid Medicina Interna. Barcelona:
11. Khelif K, De Late MH, Chaouachi B, Segers V, Vanderwin- emptying in achalasia. Dig Dis Sci 1991;36:1116-20. Mosby/Doyma, 2000.
den JM. Achalasia of the cardia in Allgrove’s Triple A) syn- 29. Mearin F, Papo M, Malagelada JR. Impaired gastric relaxa-
drome: histopathologic study of 10 cases. Am J Surg Pathol tion in patients with achalasia. Gut 1995;36:363-8. Revisión práctica de los
2003;27:667-72. 30. Mearin F, Vasconez C, Zárate N, Malagelada JR. Esophage- principales trastornos
12. Huebner A, Kaindl AM, Braun R, Handschug K. New in- al tone in patients with total aperistalsis: gastroesophageal motores del esófago, con
sights into the molecular basis of the triple A syndrome. En- reflux disease versus achalasia. Am J Physiol 2000;279: énfasis en los aspectos
docr Res 2002;28:733-9. G374-9. prácticos del diagnóstico,
13. O’Brien CJ, Smart HL. Familial coexistence of achalasia and 31. Von Herbay A, Heyer T, Auer P, Lubke HJ, Haussinger D,
non-achalasic oesophageal dysmotility: evidence for a com- Frieling T. Autonomic neuropathy in achalasia: postpandrial
diagnóstico diferencial y
mon pathogenesis. Gut 1992;33:1421-3. decrease of pulsatility index (PI) is augmented and increase tratamiento.
14. Zárate N, Mearin F, Gil-Vernet JM, Camarasa F, Malagelada of blood velocity is impaired in superior mesenteric artery.
JR. Achalasia and Down´s syndrome: coincidental association Gastroenterology 1995;108:A707.
or something else? Am J Gastroenterol 1999;94:1674-7. 32. Chelimsky G, Chelimsky TC, Boyle JT. The role of
15. Zárate N, Mearin F, Hidalgo A, Malagelada JR. Prospective autonomic testing in determining the inheritance pattern Richter JE. Oesophageal motility
evaluation of esophageal motor dysfunction in Down’s syn- and pathogenesis of familial achalasia. Gastroenterology disorders. Lancet
drome. Am J Gastroenterol 2001;96:1718-24. 1995; 108:A581. 2001;358:823-8.
16. Wong RKH, Maydonovitch CL, Metz SJ, Baker JR. Signifi- 33. Trudgill N, Hussain F, Smith L, Harris S, Cook D, Riley S.
cant DQW1 association in achalasia. Dig Dis Sci 1989;34: Autonomic function in patients with achalasia and Se trata de una revisión en
349-52. nutcracker oesophagus. Gastroenterology 1995;108:A244. profundidad de los trastornos
17. Ruiz de León A, Mendoza J, Sevilla C, Fernández AM, Pé- 34. Tottrup A, Fredens K, Funch-Jensen P, Aggestrup S, Dahl motores esofágicos. Los
rez de la Serna J, González VA, et al. Myenteric antiplexus R. Eosinophil infiltration in primary esophageal achalasia.
antibodies and class II HLA in achalasia. Dig Dis Sci 2002; Dig Dis Sci 1989;34:1894-9.
autores indican que todos
47:15-9. 35. Fredens K, Dahl R, Verge P. Eosinophils and cellular injury. estos trastornos tienen
18. Goldblum JR, White RI, Orringer MB, Appelman HD. The Gordon phenomenon as a model. NER Allergy Proc manifestaciones clínicas
Achalasia: a morphologic study of forty-two resected speci- 1985;6:346-50. similares, en forma de dolor
mens. Am J Surg Pathol 1994;18:327-37. 36. Kierszenbaum F, Villalta F, Tai PC. Role of inflammatory torácico y disfagia. Entre
19. Verne GN, Sallustio JE, Eaker EY. Anti-myenteric neuronal cells in Chagas’ disease. Kinetics of human eosinophil activa-
antibodies in patients with achalasia: a prospective study. tion upon interation with parasites (Trypanosoma cruzi). J In-
estos procesos, la acalasia
Gastroenterology 1995;108:A705. munol 1986;136:662-6. tiene un sustrato patológico
20. • Moses PL, Ellis LM, Anees MR, Ho W, Rothstein RI,
Meddings JB, et al. Antineural antibodies in idiopathic
37. Sigala S, Missale G, Missale C, Villanocci V, Cestari R, Gri-
golato PG, et al. Different neurotrasmitter systems are invol-
conocido, alteraciones
manométricas características
achalasia and gastro-oesophageal reflux disease. Gut 2003; ved in the development of esophageal achalasia. Life Sci y una buena respuesta a los
52:629-36. 1995;56:1311-20. tratamientos que corrigen las
21. Stuart RC, Walsh TN. Esophageal peristalsis and achalasia. 38. Aggestrup S, Uddman R, Sundler F, Fchrenkrug J, Hakan-
Am J Gastroenterol 1995;90:691-2. son R, Sorensen R, et al. Lack of vasoactive intestinal pepti- anomalías fisiopatológicas.
22. Casella RR, Brown AL, Sayre GP, Ellis FH. Achalasia of de nerves in esophageal achalasia. Gastroenterology 1983;84: En contraste otros trastornos
the esophagus: pathologic and etiologic considerations. Ann 924-7. como el espasmo esofágico,
Surg 1964;160:474-86.
23. Parrilla PP, Martínez de Haro LF, Ortiz A, Morales G, Ga-
39. • Mearin F, Mourelle M, Guarner F, Salas A, Riveros Mo-
reno V, Moncada S, et al. Patients with achalasia lack nitric
son menos conocidos en
cuanto a su sustrato
ray V, Aguilar J. Factors involved in the return of peristalsis oxide synthase in the gastroesophageal junction. Eur J Clin
in patients with achalasia of the cardia after Heller’s myo- Inv 1993;23:724-8.
patológico, y podrían
tomy. Am J Gastroenterol 1995;90:713-7. 40. Castro A, Mearin F, Gil-Vernet JM, Malagelada JR. Infanti- representar cambios asociados
24. Smith B. The neurological lesion in achalasia of the cardia. le hypertrophic stenosis and achalasia: no-related or non-re- a alteraciones neuropáticas,
Gut 1970;11:388-91. lated conditions? Digestion 1997;58:596-8. reflujo o estados de ansiedad

Zárate N, Mearin F. Acalasia:


nuevos conceptos de una
antigua enfermedad.
Gastroenterol Hepatol
1998;21:16-25.
Interesante revisión de los
aspectos fisiopatológicos de la
acalasia, donde se consideran
los diversos mecanismos que
pueden participar en la
génesis de este trastorno y, a
su vez, pueden constituir la
base para el desarrollo de
nuevas estrategias
terapéuticas.

13 GH CONTINUADA. MARZO-ABRIL 2004. VOL. 3 N.o 2 51

También podría gustarte