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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
TEORÍAS COGNITIVAS CONDUCTUALES

Unidad III: Condicionamiento Operante

DOCUMENTO DE CÁTEDRA:

Elaborado por: Mg. M. Lourdes Tapia

CONDICIONAMIENTO OPERANTE: ANÁLISIS FUNCIONAL DE LA CONDUCTA

-AÑO 2021-
LA TRIPLE RELACIÓN DE CONTINGENCIAS

Los principios del condicionamiento operante describen la relación entre la conducta y los
diferentes sucesos ambientales (antecedentes y consecuencias) que influyen en la conducta.
Aunque ambos, antecedentes y consecuencias, pueden alterar la conducta, la mayoría de las
aplicaciones de los principios del condicionamiento operante destacan las consecuencias que
siguen la conducta.
En este sentido, el cambio de conducta sucede cuando ciertas consecuencias son contingentes
respecto al comportamiento. Una consecuencia es contingente cuando aparece sólo después que
se ha ejecutado la conducta objetivo. Una contingencia se refiere a la relación entre una
conducta y los sucesos que le siguen a esa conducta. Sin embargo, el paradigma del
condicionamiento operante plantea una triple relación de contingencia, es decir una relación de
contingencia entre los antecedentes, la conducta y las consecuencias que le siguen. No obstante,
es importante señalar que los estímulos antecedentes sirven de señal o indicador de la
disponibilidad de determinadas consecuencias que seguirán a la ejecución de la conducta.
Mientras que lo que determinará que una conducta se repita o disminuya, dependerá de las
consecuencias contingentes, y no de los antecedentes.
Resumiendo, el estímulo antecedente o precedente, adquiere control sobre la conducta en tanto
discrimina o distingue la ocasión en que una respuesta va seguida de una consecuencia
determinada. Las consecuencias controlan la conducta en tanto aumentan o disminuyen la
probabilidad de ocurrencia de la conducta.
En la vida cotidiana, muchas consecuencias son contingentes respecto a la conducta. Por ejemplo,
los salarios son contingentes al trabajo, las calificaciones son contingentes a los exámenes,
llamamos a un amigo para que nos preste dinero, y si así lo hace, en el futuro es más probable que
volvamos a pedirle el mismo favor, le damos un golpe a un aparato que se está dañando, y si
funciona, es más probable que en el futuro volvamos a golpearlo cuando no funciona.
La noción de contingencia es importante porque las técnicas de modificación de conducta, a
menudo modifican las conductas alterando las contingencias de esa conducta, siendo un aspecto
central en el análisis funcional de la conducta.
La triple relación de contingencias es una forma de explicar el comportamiento, está conformada
por las unidades de análisis del comportamiento, es decir estímulos, respuestas, consecuencias.

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Mediante estos elementos se han desarrollado tecnologías para el control del comportamiento y
su explicación, como por ejemplo los análisis funcionales realizados para los programas de
modificación de conducta en los cuales se identifican las fuentes de aprendizaje en términos de
antecedentes, conductas y consecuentes.

ANÁLISIS FUNCIONAL DE LA CONDUCTA

El Análisis Funcional de la Conducta (AFC) es un modelo conceptual sobre la información


de los factores situacionales y conductuales que controlan los aspectos “topográficos” de la
conducta. Es decir, es el estudio de los estímulos antecedentes y consecuentes de la conducta.
Permite identificar las situaciones o estímulos que producen una conducta, y qué contingencias la
mantienen, posibilitando una descripción y explicación del desarrollo, mantenimiento y
modificación de la conducta humana normal y/o patológica.
Fuentes Ortega y Quiroga Romero (2004) sostienen que la conducta condicionada operante se
refiere al contenido temático propio del campo psicológico, y el AFC es el proceso de investigación
o descubrimiento de dichos contenidos temáticos. En este sentido, el AFC no es nomotético, con
sentido de generalidad y universalidad deductiva (hipotética-deductiva), sino idiográfico en
cuanto histórico-concreto o histórico-singular. Todo lo que dicho análisis hace es controlar las
contingencias de reforzamiento de cada individuo en su historia singular, es decir, su repertorio
conductual histórico-singular. Un AFC es práctico-técnico, consiste en una mera técnica de control
y predicción (y eventual modificación) de la conducta idiográfica o histórico-singular. La
información producto de este análisis, puede ser utilizada para una futura intervención,
entendiendo que los estímulos antecedentes y consecuentes son variables independientes,
mediante las cuales podremos provocar cambios en la variable dependiente que es la conducta
(Figura 1).

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VARIABLE
VARIABLES VARIABLES
DEPENDIENTE
INDEPENDIENTES INDEPENDIENTES

ESTIMULOS
DISCRIMINATIVOS CONDUCTA REFORZAMIENTO

Figura 1. Esquema de AFC a partir de la sistematización de la relación conducta-variables determinantes

El AFC ha sido empleado para caracterizar un amplio conjunto de actividades de evaluación


de conducta, lo que ha contribuido a la ambigüedad del término. Delprato y Midgley (1992) y
Krasner (2002) señalan que el análisis funcional de la conducta es la metodología fundamental de
investigación del conductismo. Por su parte, Haynes y O´Brien (1990, p.654) definen al análisis
funcional como “la identificación de relaciones funcionales causales, controlables e importantes
aplicables a un conjunto específico de conductas de un paciente individual”. En este sentido, es
importante considerar que en la mayoría de las evaluaciones conductuales, la presencia de una
relación funcional entre variables, (Ej. Autoestima y asertividad) se basa en la covariación y/o
elevada correlación funcional y no necesariamente una relación causal. Sin embargo, muchas
variables tienen relaciones funcionales causales con una conducta, aunque no todas son
relevantes para el diseño de investigación. Por lo expuesto, en el AFC es necesario considerar
diversos aspectos:

Identificar las relaciones funcionales causales importantes entre conducta y variables (Ej:
estrés diario, niveles de actividad física, consumo de alcohol, grado de obesidad, entre
otras, pueden ejercer una influencia causal en los niveles de presión sanguínea de una
persona con hipertensión).
Identificar cuáles de las variables causales son controlables. Existen algunas de ellas que
son importantes en la conducta pero incontrolables. Ejemplos de variables incontrolables
son los sucesos históricos (experiencias traumáticas de la infancia), características
biológicas (intervenciones quirúrgicas, genotipo) y características sociodemográficas (la

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edad o el nivel cultural). Debido a que las intervenciones conductuales están diseñadas
para producir cambios por medio de la modificación de las relaciones causales
importantes entre conductas y factores determinantes, un análisis funcional se reducirá a
la identificación de relaciones causales funcionales controlables.
Identificar las relaciones funcionales causales aplicables a conductas específicas para
pacientes individuales (análisis idiográfico). No es adecuado pensar que un análisis
funcional concreto será generalizable a otras conductas, otros entornos u otras pacientes,
dado que existen diferencias intrínsecas a la persona y entre las personas que determinan
la conducta.

VARIABLES QUE SON INCLUIDAS EN LOS ANÁLISIS FUNCIONALES

Cuando se intenta modificar conductas a partir del AFC, es preciso establecer aspectos
topográficos de las variables más importantes incluidas en este análisis. Las conductas y sus
factores determinantes deben organizarse teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

Topografía de las conductas analizadas

a- Contenido de la conducta (aspectos cognitivos, afectivos-fisiológicos, motor)


b- Magnitud (por lo que es preciso partir de una línea base)
c- Características temporales (frecuencia, duración, tiempo entre respuestas y nivel de
cambio)
d- Variabilidad
e- Nivel de reducción
Por ejemplo, Levey y cols. (1991), realizaron una descripción de un paciente con problemas de
iniciación y mantenimiento del sueño, teniendo en cuenta características temporales
(frecuencia y duración de los despertares nocturnos, tiempo transcurrido entre los
despertares) variabilidad (variación de los estados latentes de iniciación del sueño) de
conductas motoras (actividad física) afectivo-biológica (angustia personal) cognitivos-verbales
(cogniciones incontrolables previas al sueño).

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Topografía de factores determinantes

Las conductas de las personas están controladas por múltiples factores del entorno. Según
Hollandsworth (1986) estos factores pueden dividirse en dimensiones situacionales e
intraindividuales:

a- Dimensión situacional: Escenarios de conducta (aula, cafetería, teatro, lugar de


trabajo) donde aparecen regularmente los patrones estables de conducta. A su vez,
estos escenarios pueden subdividirse en:
- Factores físicos inanimados (ej: estructura del aula, muebles, temperatura,
umedad
- Factores físicos animados humanos o no humanos (compañeros, profesor)
b- Dimensión intraindividual: situaciones internas que pueden controlar algún aspecto
de la topografía conductual: respuestas cognitivo-verbales, respuestas afectivo-
psicológicas, motrices (Delpatro y McGlynn, 1988). Por ej. las estimaciones cognitivas
de una causa de estrés situacional pueden ejercer un impacto significativo en una
respuesta al estrés.

A continuación se presenta un ejemplo de identificación y operacionalización de conducta y


factores determinantes (variables del AFC).

Un padre refiere “Tenemos un grave problema con nuestro hijo de 14 años, ha desaprobado la mayoría de las
materias, no estudia. El otro día llegué a casa de trabajar y me lo encontré viendo la tele a la hora en la que se supone que

tiene que hacer los deberes, le dije: ya te estás haciendo el vago, perdiendo el tiempo con la TV! Ponete a estudiar

inmediatamente o desaprobarás otra vez!

ESTÍMULOS ANTECEDENTES CONDUCTA ESTÍMULOS


CONSECUENTES
Que sea día de No estudiar Refuerzo
estudio positivo de
Estar en casa conducta
Estar viendo la TV incompatible
Petición paterna (ver la TV)
Expectativas de
incompetencia y de
fracaso

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INGENIERÍA CONDUCTUAL

Se puede definir como la aplicación práctica de conocimientos científicos del


Análisis funcional de la conducta, para la elaboración, perfeccionamiento y manejo de
técnicas de establecimiento, mantenimiento o eliminación de conductas. Supone arreglar
el ambiente de un modo tal como para obtener la conducta deseada a partir de la
aplicación de las leyes del comportamiento a problemas prácticos.
Es una combinación de dos tecnologías:
a- la del control de estímulos: se refiere al grado en que el valor o la magnitud de un
evento determina la probabilidad de ocurrencia de una respuesta condicionada. Como
esta tecnología se refiere a la organización de los estímulos a los que responde un
sujeto, la ecuación conductual es E-O-R y su sustento experimental es el paradigma
pavloviano.
b- la del manejo de contingencias: hace mención a la medida en que la presencia o
ausencia de un evento consecuente aumente o disminuya la probabilidad de
ocurrencia de una respuesta. Se basa en el paradigma del condicionamiento operante
de Skinner, partiendo de una relación de contingencia entre la respuesta y su
consecuencia, en un determinado arreglo temporal.

CONCLUSIÓN

El AFC hace énfasis en la identificación y cuantificación de importantes relaciones funcionales


causales controlables con el propósito de diseñar intervenciones. El análisis funcional, derivado de
la evaluación previa al tratamiento, es un modo conceptual que resume la información sobre los
factores situacionales y conductuales, es una metodología que relaciona variables independientes
ambientales con variables dependientes conductuales. La relación funcional entre las variables, no
sugiere cómo una causa provoca un efecto, sólo afirma que diferentes eventos tienden a ocurrir
en cierto orden y de cierta manera (no determinismo o causalidad tipo bola de billar). Conocidas
las relaciones funcionales, se podrá controlar una conducta si se manipulan las variables
controladoras o independientes.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Craighead, W.; Kadsin, A.; Mahoney, M. (1981). Principios del


condicionamiento operante. En Craighead, W.; Kadsin, A.; Mahoney, M.
(Eds.). Modificación de conducta. Principios, técnicas y aplicaciones. Barcelona:
Omega.
Delprato, D. y Midgley, F. (1992). Interactions of response patterns and their
implications for behavior therapy. Journal of Behavior Therapy and
Experimental Psychiatry, 19, pp.199-205.
Delpatro, D. y McGlynn, F. (1988). Interactions of response patterns and their
implications for behavior therapy. Journal of Behavior therapy and
Experimental Psychiatry, 19, 199-205
Funes Ortega, J. B. y Quiroga Romero, E. (2004). Los dos principios
irrenunciables del análisis funcional de la conducta y del conductismo radical.
Psichothema, vol.16, n°4, pp 555-562.
Haynes, S. y O´Brien, W. (1990). Functional analysis in behavior therapy.
Clinical Psychology Rewiew, 10, pp.649-668.
Hollandsworth, J. (1986). Physiology and behavior therapy: Conceptual
guidlines for the clinician. Nueva York. Plenum Press.
Krasner, L. (2002). The concepts of syndroem and functional analiysis:
Compatible or incompatible. Behavioral Assessment, 14, pp.307-321.
Levey, A., Aldaz, J., Watts, F. y Coyle, K. (1991). Articulatory suppression and
the treatment of insomnia. Behavior Research and Therapy, 29, pp. 85-89.
O´Brien, W. y Haynes, S. (1997). Análisis funcional de la conducta. En G. Buela-
Casal y J. Sierra (Dirs). Manual de Evaluación Psicológica. Fundamentos,
Técnicas y Aplicaciones. Madrid: Siglo Veintiuno.

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