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¿CÓMO SE VIVE EL AMOR EN: “EL AMOR

EN LOS TIEMPOS DE CÓLERA” Y EN “LA


ODISEA”?
PROYECTO FINAL LITERARIO

MARIANA BALLESTEROS JIMÉNEZ


11-B

ASIGNATURA:
HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA

DOCENTE:
NORBERTO DE JESUS CARO TORRES

FECHA:
22/04/2021

INSTITUCIÓN EDUCATIVA ESCUELA NORMAL MARIA AUXILIADORA DE


COPACABANA.
En el presente escrito pretendo abrirme paso a la descripción y de dos hermosos, eternos e
incondicionales romances plasmados en antiguos y conocidos libros, con personajes como
Fermina Daza, Florentino Ariza y el Doctor Juvenal Urbino vivos en la novela de Gabriel
García Márquez El amor en los tiempos del cólera; el gran Odiseo y su hermosa y adorada
esposa Penélope en el famoso poema heroico de Homero, llamado La Odisea. Ambos textos
están contextualizados es épocas donde la violencia estaba muy vigente, en la obra de GGM,
se ve que la enfermedad del cólera generaba guerras y discordia, y en la odisea está
ambientada con dos guerras tanto al principio, como al final de los cantos: La de Troya, y el
asesinato de los pretendientes traicioneros que presionaban a Penélope.

Podríamos empezar nuestro texto hablando sobre ese vívido y tortuoso amor entre los
personajes del cólera, un cólera molesto y más que todo eterno. Es por eso que la descripción
del inicio de la historia es muy importante, el comienzo de todo: los sentimientos de Fermina
Daza y Florentino Ariza. Florentino y Fermina tuvieron un juvenil amor a primera vista, un
amor que lo pintaban y daban por cartas durante más de dos años. Dos años donde le hacían
saber al otro cuánto se amaban por medio de letras y palabras con gracia y belleza. Como es
bien conocido, durante esa época el estatus social, el dinero y trabajo que un hombre tenía,
era un aspecto esencial a la hora de tomar decisiones matrimoniales, de noviazgo e incluso
de amistad. Es por esta razón que cuando el padre de Fermina Daza se entera de que su hija
- poseedora de gran fortuna- estaba saliendo con un simple joven telegrafista que trabajaba
en la oficina de cartas, hace todo lo posible por separarlos.

En un intento de alejarlos para proteger a su hija de su destino, Lorenzo Daza – el padre de


Fermina Daza– se lleva a su hija lejos de sus sentimientos y los del pobre Florentino. Después
de varios años, en los cuales Florentino hacía un esfuerzo por olvidarla, Fermina Daza regresa
con su corazón y mente más claros; y es por eso que Fermina, se declara con Florentino al
decir que no lo ama, y que su amor solo fue una simple ilusión. Con esto, sentí que algo en
el personaje de Florentino cambió, ya no era un deseoso amor dulce y sincero, con letras y
palabras llenas de sentimiento, se convirtió en un círculo asfixiante y en una dependencia.
Tiempo después, en una situación que se creía preocupante – en su momento –Fermina Daza
conoce a un joven, apuesto y adinerado: el Doctor Urbino recién llegado de Europa. Fermina
Daza deja a un lado su amor de letras, para empezar un nuevo camino con su nuevo
enamorado. Durante toda la historia, estos tres personajes estuvieron más cerca de lo que se
puede imaginar, pero cada uno tratando de lidiar con sus propios pesares: Florentino trataba
de sacar la marca de Fermina en su piel siguiendo su rutina: durante 50 años estuvo
refugiando su dolor a costa de relaciones sexuales diarias y pasajeras, aunque importantes y
de una rutina deprimente que tenía que seguir para no desatar una locura en su interior. El
Doctor Urbino, derrotado por sus intenciones y su rutina, consigue a un nuevo amor: Barbara
Lynch. Y Fermina Daza lucha con el dolor de la traición, el dolor más grande que su esposo
le proporcionó.

Es una situación muy desgarradora el hecho de pensar que la mayor parte de tu vida la pasaste
esperando a alguien que no te ama, como el pobre Florentino. Desde su juventud, la vida de
Fermina se convierte en un tipo de triángulo amoroso, donde era totalmente infeliz – o eso
era lo que ella creía-. Después de relatar un poco sobre la historia de Fermina Daza con sus
dos amores, podríamos empezar a entablar una relación entre los tres personajes, ya que,
aunque se puede creer que no tienen nada que ver, la historia en general se trata de
confusiones del amor, la impotencia, la cólera y el amor.

El doctor Urbino siempre tuvo presente el gran amor que Fermina Daza tuvo en sus años de
juventud, y en los pocos encuentros que experimentaron tanto Juvenal, como Florentino, se
podía sentir la tensión que había entre los dos. No era para nadie era un secreto la belleza que
tenía Fermina Daza, pero esto de una manera u otra fue su tormento. Fermina Daza era una
mujer que, aunque además de hermosa, tenía un carácter vivo, las ideas muy claras, un
marcado orgullo, pero siempre siendo una dama. Una mujer que hizo que un hombre la amara
durante 53 años, 7 meses y 11 días, una mujer que nunca amo al que daría su vida por ella,
una mujer que se dedicó a sentir lástima de un amor, que para ella era una ilusión juvenil.
Suspiró: “Pobre hombre”. De pronto cayó en la cuenta de que era la segunda vez que lo
decía en poco más de un año, y por un instante pensó en Florentino Ariza, y ella misma se
sorprendió de cuán lejos estaba de su vida: pobre hombre. (García, G. 1985 Pg. 70).

Como ya lo he mencionado, el pobre Florentino dedicó toda su vida a elaborar un carácter


obsesivo y enfermizo en el ámbito amoroso, aunque romántico y poético, era solo una
máscara para no mostrar su desdén; vivía siempre de ilusiones y de lo que podrá ser el
resultado de su espera por Fermina. Es por esto por lo que Florentino descubre que una cura
temporal para su desdicha era tener una vasta cantidad de amantes, catalogadas como un
amor “de cintura para abajo”. Uno de los temas más recurridos para poder tratar la historia,
se podría decir que es la toxicidad, la obsesión que puede llegar a adquirir una persona por
otra, camuflado esto en un amor “inocente” que se puede ver claramente en uno de los amores
de “cintura para abajo” de Florentino, llamada América Vicuña, la cual se envenena por la
pérdida de su tío y único amante.

Ahora, creo que las elecciones que hizo Fermina Daza -la diosa coronada- aunque algunas
justificables, otras completamente irracionales. Sabemos que uno de los grandes errores de
Fermina Daza fue no haber contemplado temprano el hecho de que ella se enamoró de una
ilusión de su amado Florentino, se enamoró de sus letras, sus palabras y de lo que era él en
su mente, pero para Florentino nada de eso fue una simple ilusión. Por otro lado, la decisión
de casarse con el Doctor Urbino, aunque fue algo dolorosa, fue la mejor. Estamos
acostumbrados a leer novelas con fantasías muy ficticias, libros con los típicos clichés
excesivos y complacientes; al empezar a leer, como lector nos podríamos imaginar que
Fermina Daza, aunque de joven su padre la separó de Florentino Ariza, al reencontrarse con
Florentino, luchan por su amor, se casan y viven felices para siempre; pero no fue así,
Fermina Daza en realidad nunca amo a Florentino, y aunque Fermina nunca aclaró nada sobre
lo que a su corazón respectaba, Florentino siempre la amo pensando que tendría una
oportunidad. El día que el doctor Urbino murió, en la historia él se despidió efímera y
eternamente de su esposa, fue ahí cuando entendí que, aunque su boda fue lo mejor para la
familia de Fermina, ella realmente era feliz, ella amaba a Juvenal con todo su corazón y
Juvenal fue el amor de su vida; no Florentino, florentino fue una necesidad. Alcanzó a
reconocerla en el tumulto a través de las lágrimas del dolor irrepetible de morirse sin ella,
y la miró por última vez para siempre jamás con los ojos más luminosos, más tristes y
agradecidos que ella no le vio nunca en medio siglo de vida en común, y alcanzó a decirle
con el último aliento:

-Sólo Dios sabe cuánto te quise. (García, G. 1985 Pg. 185).

Después de leer eso, fue que lo entendí todo; desde mi percepción todo se resume a la palabra
ilusión. Florentino se obsesionó con Fermina, claro está; pero Fermina nunca lo amó, ni de
jóvenes, ni de viejos. Al morir su esposo, Fermina Daza necesitaba a alguien que la
acompañara en sus últimos años de vida, alguien que la hiciera sentir en casa, y Florentino
estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por estar con ella y hacer valer los 53 años de espera.
Ahí se puede ver que el amor que decía tener Florentino, era un amor de la cintura para arriba,
y el amor que tenía Fermina hacia él, era un amor de la cintura para abajo.

Su reina coronada siempre tuvo la corona en el reino de Florentino, era su reina, su diosa;
pero nada era verdad porque al final las princesas no existen y el amor entre estos dos nunca
sucedió, solo fue una simple ilusión. Florentina y Fermina habían vivido juntos lo suficiente
para darse cuenta de que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero
tanto más denso cuanto más cerca de la muerte. (García, G. 1985 Pg. 185). Con esta
oración literal del texto, confirmó una vez más que todo lo que había entre ellos empezó con
amor infantil, siguió como obsesión para Florentino, y terminó como necesidad para Fermina.
Fermina no quiere a Florentino, y lo hace saber varias veces, se sintió mal por no
corresponderle, pero nunca lo vio como alguien a quien amar después de su ruptura y lejanía
(pobre hombre, dijo tantas veces) en un momento fue un ideal y eso fue todo cuando eran
jóvenes. Florentino es un personaje que nunca supo superar a Florentina, y lo hace
irremediable, y totalmente una obsesión.

Con respecto al poema heroico de Homero, podemos evidenciar muchas relaciones, sucesos
y grandes aprendizajes. El texto se divide en 24 cantos en total, cada uno con experiencias
increíbles y narraciones realmente complejas y detalladas. A lo largo de todo el texto, vemos
representado el amor, cosa que digamos, lo ayuda a sobrevivir. Todo empieza 20 años
después de la guerra de Troya con el rey Ulises –Odiseo- desaparecido y naufragando solo
vía a su nación, Itáca.

Al irse a la guerra, Odiseo deja a su esposa Penélope y a su hijo Telémaco en casa, a la espera
eterna de su regreso. Después de 20 años, Telémaco crece y con ayuda de atenea - diosa e
hija de Zeus- disfrazada de un gran amigo de Odiseo, se disponen a buscar a su padre por
cielo, mar y tierra. Mientras tanto, Odiseo nos cuenta como ha sido su vida durante el tiempo
fuera de su casa. Considero que el amor se puede evidenciar en toda la historia, y como ya lo
dije puede ser – además de su valentía - lo que lo mantuvo con vida por tantos años.
Podríamos empezar a hablar sobre el más evidente, hermoso e incondicional en la historia:
el amor entre Penélope y Odiseo. Un matrimonio que por más de 20 años separados, nunca
se apagó y resistió todo ese tiempo. Con esto, recuerdo la historia de Agamenón que
mencionan un poco en el libro, el cual tiene la misma experiencia que Odiseo, pero su esposa
le es infiel; esto demuestra que para algunos el amor lo es todo, pero para otros, puede ser
algo de segundo plano o simplemente pierden esperanzas e ilusiones, se cansan de luchas y
esperar.

Preferiría yo volver a casa aun después de sufrir mucho y ver el día de mi regreso, antes que
morir al llegar, en mi propio hogar, como ha perecido Agamenón víctima de una trampa de
Egisto y de su esposa. Pero, en verdad, ni siquiera los dioses pueden apartar la muerte,
común a todos, de un hombre, por muy querido que les sea, cuando ya lo ha alcanzado el
funesto Destino de la muerte de largos lamentos.- Atenea a Telémaco (Homero. siglo VIII
a.c Pg. 56)

Odiseo viaja a muchas partes, tiene muchas aventuras e historias para contar. Su primera
parada regresando a Itáca, fue en el país de los lotófagos, aquí empezó a perder gente de su
tripulación, ya sea porque no tenían su mismo ingenio, o solo porque así era que los dioses
lo querían. Después de salir vivo de esta isla, Ulises llegó donde los horribles y despiadados
ciclopes. En este lugar, además de ser muy inteligente y precavido, se gana un “enemigo”
que puede ser su peor maldición. Al llegar a este lugar, Polifemo - hijo de Poseidón- los
recibe despiadadamente comiéndose a sus hombres. Odiseo, para hacer venganza por su
tripulación, le quita su único ojo, cosa que enfurece a su padre Poseidón, convirtiéndolo en
un enemigo y desviando su camino para dejarlos en la isla de Circe. Circe era una hechicera
hija del sol, aquí Ulises duró más de un año bajo su tortura y engaño. Años después logró
salir de la isla gracias a Atenea y a su mensajero Hermes.

Hasta el momento, podríamos decir que tenemos 3 amores registrados para Ulises. La
primera es su esposa Penélope, quien amó a Odiseo efímera e incondicionalmente mientras
pasaron muchos años el uno sin el otro; creo que este amor hacía que tanto Penélope, como
Odiseo pudieran sobrevivir a todas las adversidades. Seguiría Atenea, quien fue de gran
ayuda para Odiseo en todos sus años naufrago; primero, fue quién le aviso a su hijo Telémaco
en forma de Mentor – amigo de Odiseo- y le informa que su padre estaba vivo; pidiéndole
ayuda a su padre Zeus, consiguió apoyarlo para encontrarlo e ir donde Menelao y su esposa
Helena para conseguir más información de su paradero; lo segundo y más importante fue
cuando salvó a Odiseo de Calipso después de años sirviéndole y siendo preso de ella. Y la
misma Calipso, quien a pesar de mantener a Odiseo cautivo, lo amaba mucho. Calipso le
ofrecía cualquier tipo de cosa con tal de que su amor, Odiseo, se quedara con ella; no fue
hasta que Atenea lo ayudó y él pudo ser libre. Nuestra última “amante” podría ser Circe, que
aunque hay especulaciones de que llegó a caer por los encantos de Odiseo, nunca se menciona
algo serio entre estos dos, ya que lo que hizo Circe fue ayudarle de una u otra manera a bajar
al inframundo y ayudarle a tener presente varios de los riesgos por los que tendría que pasar
a lo largo de su viaje de regreso a casa.

Después de hablar un poco de todas las mujeres que le ayudaron o perjudicaron a Ulises a
los largo del texto; sabemos que en realidad, el único amor que se siente y vive es el de
Penélope y Odiseo. Fueron 20 años en los cuales los dos guardaron su amor e hicieron lo
imposible por poder estar juntos de nuevo y tener esperanzas. Los primeros diez años
desaparecido fueron dedicados a pelear en torno a los muros de Troya, en la cual no había
inclinaciones en ninguna dirección. Y los otros 10 tratando de llegar a su casa con su familia.

El amor incondicional que se juran ambos; la locura que llega a fingir Odiseo para no tener
que alistarse en las filas de los aqueos; las “tentaciones” que se le presentaron a Odiseo por
más de diez años: Diosas hermosas, altas, inmortales y ricas Sólo él estaba privado de regreso
y esposa, y lo retenía en su cóncava cueva la ninfa Calipso, divina entre las diosas, deseando
que fuera su esposo. (Homero. siglo VIII a.c Pg. 3); fuertes obstáculos y pruebas; y su astucia.
Creería que esta última palabra tiene demasiado que ver en su historia de amor, como en la
de su travesía; ya que fue esa la que les ayudó a estar juntos de nuevo. En Ulises se ve cuando
engaña al cíclope con su nombre, cuando logra hallar una manera de salir vivo para contar
como es el canto de las sirenas, porque logró tener sus recuerdos e encontrar maneras para
solucionar todo; y por parte de Penélope, todas las pruebas que le puso a sus 108
pretendientes: el suéter - el cual cada noche debía deshacer lo que tejía durante el día- , tener
la puntería perfecta para atravesar las 12 hachas, mantenerse casta por 20 años, y no dejarse
engañar por nadie. Con esto último me refiero a algo muy hermoso que pasa cuando Ulises
regresa, y es que su esposa para asegurarse de que el final de 20 años de espera había acabado,
le puso una prueba, donde debía de recordar el lugar de su primera noche juntos. Varias ideas
similares se me quedan al leer estos dos textos románticos, y es que son amores que
prevalecen en medio de la adversidad; estamos hablando de que aunque en texto de GGM,
Fermina Daza no ama a Florentino Ariza, ella –por muy obvio que suene- si lo estuvo,
incluso, en una época donde todo era demasiado complicado. Otra podría ser la valentía,
porque una batalla del corazón es de algo donde fácilmente no se recupera; su final feliz:
Fermina necesitaba a alguien de confianza, a alguien querido y Florentino siempre estuvo ahí
hasta el final, y Penélope siempre contuvo su esperanza en que su esposo algún día iba a
volver, y Odiseo en que sin importar las adversidades, él debía volver con su familia.

Para culminar mi texto, Florentino sobrevive a su cólera de amor al momento de resignarse,


fue ahí cuando halló anhelo, contagió de sentimiento en sus cartas y letras, y sobrevivió.
Después de tanto, logró alzar junto a su amada la banderita amarilla del cólera y pregonar
por el Atlántico: nunca más el desembarco del amor. Finalmente, la muerte se llevó
eternamente la enfermedad de ambos; se llevó la cólera. Y con Ulises, él y su amada acabaron
con su odisea de 20 años; una odisea donde los dos luchaban en contra de todos y nunca
perdieron la esperanza y pensaron en desvanecer. Estos son los amores que valen y se viven;
amores que por medio de letras, versos, párrafos, textos y rimas nos transmiten el sentimiento
de un regreso anhelado, un regreso de un amor que consume y hace tener esperanza en
tiempos oscuros.

Y cuando habían gozado del amor placentero, se complacían los dos esposos contándose
mutuamente, ella cuánto había soportado en el palacio, la divina entre las mujeres;
contemplando la odiosa comparsa de los pretendientes que por 529
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx causa de ella degollaban en abundancia toros y gordas
ovejas y sacaban de las tinajas gran cantidad de vino; por su parte, Odiseo, de linaje divino,
le contó cuántas penalidades había causado a los hombres y cuántas había padecido él
mismo con fatiga. Penélope gozaba escuchándole y el sueño no cayó sobre sus párpados
hasta que le contara todo. Comenzó narrando cómo había sometido a los cicones y llegado
después a la fértil tierra de los Lotófagos, y cuánto le hizo al Cíclope y cómo se vengó del
castigo de sus ilustres compañeros a quienes aquél se había comido sin compasión, y cómo
llegó a Eolo, que lo acogió y despidió afablemente, pero todavía no estaba decidido que
llegara a su patria, sino que una tempestad lo arrebató de nuevo y lo llevaba por el ponto,
lleno de peces, entre profundos lamentos; y cómo llegó a Telépilo de los Lestrígones, quienes
destruyeron sus naves y a todos sus compañeros de buenas grebas. Sólo Odiseo consiguió
escapar en la negra nave. Le contó el engaño y la destreza de Circe y cómo bajó a la sombría
mansión de Hades para consultar al alma del tebano Tiresias con su nave de muchas filas
de remeros —y vio a todos sus compañeros y a su madre que lo había parido y criado de
niño, y cómo oyó el rumor de las Sirenas de dulce 530 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx
canto y llegó a las Rocas Errantes y a la terrible Caribdis y a Escila, a quien jamás han
evitado incólumes los hombres. Y cómo sus compañeros mataron las vacas de Helios y cómo
Zeus, el que truena arriba, disparó contra la rápida nave su humeante rayo —y todos sus
compañeros perecieron juntos, pero él evitó a las funestas Keres. Y cómo llegó a la isla de
Ogigia y a la ninfa Calipso, quien lo retuvo en cóncava cueva deseando que fuera su esposo;
le alimentó y decía que lo haría inmortal y sin vejez para siempre, pero no persuadió a su
corazón. Y cómo después de mucho sufrir llegó a los feacios, quienes le honraron de todo
corazón como a un dios y lo condujeron en una nave a su tierra patria, después de regalarle
bronce, oro en abundancia y vestidos. (Homero. siglo VIII a.c Pg. 558-530).

BIBLOGRAFIA:

 García Márquez, G. (1985). El amor en los tiempos del cólera; Bogotá:


Literatura Ramdom House
 Homero. (siglo VIII a.c - 1614). La Odisea.

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