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Romina Zanellato, Brilla la luz para ellas.

Una historia de las mujeres en el


rock argentino, 1960-2020 (Buenos Aires: Marea Editorial, 2020)
Ariel Julián Otal Landi
UNTREF/ISP Joaquín V. González
ariel.otal@bue.edu.ar
Desde 1970 a través del ya clásico “Agarrate” de Juan Carlos Kreimer, se llevó a
cabo la tarea de construir un relato histórico sumamente atravesado por las dicotomías y
planteos de corte ideológico que determinaban qué artistas integraban la “cultura rock” y
quiénes eran “comerciales” o representantes de la música “complaciente”. Sin saber si fue
primero el huevo o la gallina, en los prologuémonos de fines de los sesenta y entrando a los
turbulentos setenta en la Argentina, surgen medios gráficos y emprendimientos que
enarbolarán los lineamientos sobre el “homo rock”: la revista “Cronopios” pero, sobre todo,
“Pelo” a través de su promotor Daniel Ripoll fueron los encargados en divulgar prácticas de
sociabilidad y costumbres sobre la juventud qué tenían “algo que decir” artísticamente.
Como lo había observado oportunamente Valeria Manzano, el rock argentino se
representaba como una gran hermandad masculina en donde las mujeres actuaban a lo
sumo como “musa”1.
Durante los últimos años, se establecen en diversos medios (sociales y graficos
sobre todo) un amplio debate en torno a los orígenes del rock en Argentina, aunque aun no
atendido en el ambiente académico donde aún consumen (como en el caso de la citada Dra.
Manzano) como bibliografía obras de índole periodísticas y testimoniales. El llamado por
muchos “revisionismo histórico del rock”2 busca reivindicar la importancia de los
protagonistas pioneros en la difusión y producción del rock en Argentina que se retrotrae
hacia fines de los 50 y no a fines de los sesenta como lo han canonizado Miguel Grimberg,
Kreimer y otros. En ese sentido, el trabajo periodístico de Romina Zanellato apunta a otros
objetivos y urgencias que demanda el alto público: la importancia de las mujeres en la
historia de nuestro rock. En definitiva, la búsqueda implícita que arroja como saldo los
trabajos de índole academica o general es la de querer reconstruir o bien visibilizar la
“comunidad imaginada por el capital auditivo”3
Es así que Romina Zanellato parte realizándose los siguientes interrogantes: ¿Quién
fue aquella mujer que inspiró a “Diana divaga” de los primeros Abuelos de La Nada?
1
Valeria Manzano, “Tiempos de contestación: cultural del rock, masculinidad y política, 1966-1975” en
Silvia Elizalde (comp.) Jóvenes en cuestión (Buenos Aires: Biblos, 2011)
2
El sitio “Universo Epigrafe” de la mano del joven investigador Víctor Tapia es una de las personas que lleva
a cabo la tarea de recuperar la historia del rock “pre La Balsa”. Existen otros aportes también del espacio
periodístico como la tarea que hace muchos años realiza Ezequiel Abalos con su colección “Rock de Acá”
(Edit. Del Encuentro). Quien les escribe, profesor en Historia, también se aventuró en recuperar y poner en
perspectiva la emergencia del artista conocido como Sandro como pionero del rock and roll en Argentina.
Vibración y Ritmo. Sandro, el padre del Rock and Roll en Argentina. (Buenos Aires: Edic. Insolubles, 2020)
3
Garibaldo Valdéz, Ramón; Bahena Urióstegui, Mario “El ruido y la nación: cómo el rock iberoamericano
redefinió el sentido de comunidad en Latino América” en Diálogos Revista Electrónica de Historia, vol. 16,
núm. 1, enero-junio, 2015, pp. 191-214. (En línea)
¿Cómo eran representadas aquellas primeras mujeres que estaban involucradas en la
bohemia que fuera semillero para los pioneros de la cultura rock? ¿Eran solo musas,
groupies o bien existían mujeres que también emergían en ese ámbito, con voz propia, con
sus propias inquietudes? Bajo su intensa y ambiciosa tarea, decide llevar adelante
reconstruir una historia de las mujeres en el rock argentino.
Durante los últimos años, acompañando un nuevo paradigma auspicioso, se han
multiplicado las tareas de revisión y visibilidad sobre el rol de las mujeres desde la historia,
la sociología, la filosofía, etc. En ese sentido, la colección de Marea Editorial denominada
“Historia Urgente” ha dado en la tecla en incluir esta obra. Romina Zanellato es periodista
neuquina de amplia trayectoria, además de ser parte del portal de noticias feministas
LatFem. Siendo Licenciada en Humanidades y Ciencias Sociales entre otros títulos,
Zanellato hace uso de una construcción histórica, social y cultural de las mujeres en el rock
dividido en capítulos que separan las décadas. Lo destacado de este criterio es que la
historia de las mujeres del rock no se aleja del contexto sociopolítico y cultural ya que la
autora eleva los debates de entonces. Ese recorte es estratégico para reconstruir las diversas
épocas para así destacar las sendas dificultades que tuvieron las mujeres sin caer en
anacronismos.
Realiza una tarea de relevamiento sonoro y gráfico, además de entrevistar a las
protagonistas. En esta historia no existen imágenes hagiográficas ni mensajes voluntaristas,
son las protagonistas expresando su profesión, sus ambiciones, dificultades y
vulnerabilidades bajo un escenario e idiosincrasia adversa.
Dentro de un relato, hay una constante que logra su cometido: impactarnos,
hacernos conscientes de las dificultades de esas mujeres que sólo quisieron transmitir su
pasión tal como lo hacían los hombres. Entonces podemos apreciar el peso paternalista de
los músicos consagrados a veces asfixiante y hasta violento que terminaba condicionando la
“explosión” expresiva. Desde la primera de ellas, Gabriela pasando por la genialmente
rebelde Celeste Carballo, hasta la maravillosa Fabiana Cantilo todas ellas tuvieron que
lidiar con sus “hermanos mayores” que intervenían en los arreglos y hasta terminaban
postergando las creaciones de autorías propias. La lucha rebelde y divertida de Viudas e
Hijas acusadas de ser un “producto” comercial cuando en realidad con suma actitud “punk”
salieron a cuestionar en clave humorística los mandatos sociales y al aburrido
“mainstream” que en los 80 mantenían la consigna “manso y tranquilo”, o sea, el rock tenía
que ser escuchado y no bailado.
“Brilla tu luz para ellas” involucra los testimonios e itinerario de sus protagonistas
en los respectivos climas políticos y, a su vez, repasa la construcción de los diversos
movimientos y organizaciones de mujeres hasta llegar a los nuevos tiempos de los diversos
colectivos sexuales. Su relación con el rock es fértil, contundente. Zanellato logra una
lectura (en términos de Barthes) de goce: “Brilla tu luz..” interviene al lector y le pide una
actitud distinta a la que se tendría frente a un texto de placer, puesto que “el placer es
decible, el goce no lo es”4. A diferencia de cualquier texto clásico sobre historia del rock
4
Roland Barthes, El placer del texto. (México, Siglo XXI. 1978)
donde surgen testimonios de los protagonistas (donde aparecen siempre como “datos
curiosos o superlativos” algunas mujeres, este libro está dirigido a insertar a la historia del
genero musical dentro de una lucha sincera y cada día más comprendida y valorada de las
mujeres.
“Brilla la luz para ellas” además constituye una vez una excusa para poder volcar
hacia el ámbito académico viejas discusiones en torno al “proyecto social” 5 de los cientistas
sociales, los delicados y arbitrarios limites en distinguir una historiografía “académica” de
la “militante”. En ese sentido, escribir una historia desde una posición feminista
¿condiciona el relato como solían denunciar los historiadores “profesionales” a los que
estaban comprometidos políticamente? ¿Se puede respetar los cánones del saber (que no
dejan de ser construcciones de poder) y hacer una historia feminista? En ese sentido,
existieron importantes contribuciones desde la denominada “Historia social” proveniente de
la tercera generación de Annales, de importante recepción acá en nuestro país.
Evidentemente, la importancia de la obra de Zanellato no está en apuntar con la lupa el uso
del aparato erudito o la profundidad de los contextos sociales y políticos: la historia de las
mujeres (teniendo en cuenta el carácter plural que arroja otros mundos disimiles entre ellas)
transcurre con sus propias particularidades y dificultades. Un ejemplo de ello es la inserción
de ellas en el mundo artístico de los setenta, momento en el que el rock cuenta con amplias
dificultades, rodeado de censura política y persecuciones: ahí las mujeres no sólo tuvieron
que lidiar con esas dificultades, sino que también fue constante la necesidad de ser
reconocidas ante sus pares (los músicos) que además actuaban en clave paternalista cuando
una de ellas lograba sortear las adversidades y grabar un disco.
En cuanto al recorte temporal del trabajo de Zanellato, su trabajo se enmarca en
considerar a los inicios del Rock en Argentina para finales de los sesenta tomando como
puntapié inicial Los Gatos, Tanguito, Manal, Almendra entendiendo que antes de ellos
existía solo música pasatista representada por las figuras que integraron el programa
televisivo “El Club del Clan”. De esa manera, según lo que entiende la autora, jóvenes
(varones y mujeres) aún no habían sido emancipados racionalmente al menos en términos
musicales no producían un mensaje propio sino, por el contrario, reproducían lo que
mandaba el “mercado”. El encuentro de la cultura beatnik con la música joven como
expresión parece ser el parteaguas. Sin embargo, al tratarse de una historia de las mujeres
en el rock argentino hubiera sido muy interesante ver cómo era su rol y participación en los
comienzos del mismo que se remontan a mediados de la década del 50. Incluso, ya sea para
discutir o no su contribución, hubiera sido importante dar cuenta de figuras como Violeta
Rivas, Estela Raval (con Los 5 Latinos intentaron emular a los famosos Platters) o incluso
grupos de música “beat” (una de las tantas variantes que tranquilamente pueden enmarcarse
dentro del polisémico término “rock”) “Las mosquitas”, conjunto compuesto íntegramente
por mujeres. No obstante, también entendemos la necesidad de que en la actualidad no
existen paradigmas que puedan facilitarnos realizar una “Historia completa”, muy por el
contrario, la historia se pondera en fragmentos y es por ello que la autora opta por centrarse

5
Fontana, J. Análisis del pasado y proyecto social (Barcelona: Crítica, 1984)
en visibilizar a algunas de las protagonistas de determinados momentos de la historia del
rock.
“Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”,
rezaba la clásica canción de Litto Nebbia. De repente, los interesados en trabajos
vinculados a la música tenemos la posibilidad de disfrutar del lado “b” (o, mejor dicho, nos
hicieron creer que era otro lado) donde las mujeres se sienten, se disfrutan. Pero desde su
propia prepotencia de trabajo, no como musas del “genio” creativo.

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