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Objetivos específicos
o Conocer la Orientación y la Intervención Psicoeducativa.
o Identificar la Intervención Psicoeducativa dentro de la Orientación.
o Analizar el papel que desempeña la Orientación e Intervención Psicoeducativa en
diferentes situaciones educativas.
o Situar la Orientación e Intervención Psicoeducativa en el desarrollo normativo
español
o Conocer el modelo de escuela inclusiva.
Contenidos
2.1. Introducción a la Orientación Psicoeducativa
2.2. Orientación y educación. Acercamiento conceptual y definitorio
2.2.1. Modelos de Orientación
2.3. Orientación y sistema educativo
2.3.1. La Orientación en la legislación educativa
2.4. Estructura y organización de la Orientación Educativa
2.4.1. Tutorías
2.4.2. Departamento de Orientación
2.4.3. Equipo de Orientación Educativa (Zona)
2.5. La Psicología Educativa y la Orientación
2.6. La Intervención Psicoeducativa en el marco de la Orientación
2.6.1. La Intervención Psicoeducativa y el sistema educativo
2.6.2. Aspectos concretos de la intervención psicoeducativa
2.6.3. Etapas del proceso de la Intervención Psicoeducativa
2.6.4. Aspectos éticos de la intervención psicoeducativa
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2.1. Introducción a la Orientación Psicoeducativa
La Orientación inicia su camino en el ámbito educativo a finales del siglo XIX,
aunque adquiera mejor estatus en los primeros años del siglo XX, debido sobre todo a la
adopción de una metodología psicométrica en su tarea básica de selección de
individuos. Desde esta metodología, y con el uso del modelo de inteligencia de rasgos y
factores, se desarrolló una orientación profesional que utilizaba tres elementos en su
acción:
1. Instrumentos psicométricos para el conocimiento del individuo, incluyendo el
autoconocimiento de los propios intereses por parte del alumno.
2. Información académico-profesional sobre los puestos de trabajo.
3. Estrategias orientadoras para poner en relación las características individuales
y los requisitos de la opción elegida.
Este modelo de orientación, centrado exclusivamente en lo vocacional, al poner
el énfasis en el estudio de las profesiones, puede considerarse adecuado a aquel
momento histórico, pero con posterioridad a la I Guerra Mundial se apreciaría como
algo aislado y extraescolar, debiendo tenerse en cuenta otros aspectos, no sólo de la
persona, sino del desarrollo educativo.
Hacia los años treinta se hace patente que esta concepción no cubría las
necesidades del mundo educativo y surgen movimientos que entienden la orientación
como un medio de ayuda para integrar el autoconocimiento del sujeto, el que posee de
su entorno y de sus objetivos educativos y profesionales. Estas influencias confluyen en
el movimiento del counseling (representado en un enfoque clínico), movimiento que
proporciona unos valores humanistas a la Orientación, concibiéndola como una ayuda
para la búsqueda de la propia trayectoria vital, conociendo las propias aptitudes,
intereses y perspectivas, potenciando la relación entre orientador y su cliente, y
dotándola de un marco psicológico. Este movimiento desplaza el énfasis desde la
orientación vocacional hacia la evaluación e intervención (el psicodiagnóstico y la
psicoterapia de entonces), teniendo un gran peso en ese movimiento la psicoterapia
centrada en el cliente, de Carl Rogers.
En torno a los años cincuenta se completa aún más el concepto de orientación.
Mediante las teorías del desarrollo de la carrera se amplía la orientación profesional,
desde una ayuda que se aplica en la adolescencia, a una ayuda a lo largo de toda la vida
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para un desarrollo profesional. En el fondo está presente el modelo del ciclo vital de las
teorías del desarrollo.
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Puede observarse una doble ampliación del campo de la orientación. Por una
parte, el concepto de orientación pasa de concebirse como orientación profesional, a ser
entendida como orientación en otros muchos ámbitos. Por otra, se incrementa el
momento vital en el cual la persona puede ser objeto de orientación, desde la
adolescencia a cualquier otro momento de la vida. Por sus raíces humanistas se concibe
como diferente a intervención, pues no supone tomar decisiones por otros, sino ayudar a
los agentes educativos y alumnos para que tomen conciencia, organicen, amplíen y
desarrollen sus actividades promoviendo su desarrollo humano (véase, a modo de
resumen reflexivo, en el cuadro 2.1. la diversidad de definiciones y concepciones de la
orientación que, desde su origen, se han ido desarrollando).
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2.2.1. Modelos de Orientación
Sin entrar en sus definiciones y clasificaciones, en las que se han ocupado
autores como Marchesi (1993), Álvarez y Bisquerra (1996) y Vélaz de Medrano (1998),
distinguiremos, en el marco de las Leyes Educativas españolas (LOGSE y LOE), de
acuerdo a esos autores y a Sampascual, Navas y Castejón (1999), dos grandes marcos.
De un lado, una concepción teórico-conceptual de modelos (representación de la
estructura y dinámica de la intervención) y por otra, una de tipo organizativo y de
intervención. Desde la primera perspectiva, nos encontraríamos los modelos:
psicométrico, clínico-médico, humanista o de consejo y el psicopedagógico (cuadro
2.3.).
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2.3. Orientación y sistema educativo
Si por educación entendemos un proceso permanente que, a través de un
conjunto organizado y sistemático de acciones, se encamina a unos fines de formación y
desarrollo personal, social y moral, fácil es pensar que la Orientación, es de una
importancia vital en los sistemas y procesos educativos, en tanto en cuanto sirve de
ayuda al alumnado a reflexionar sobre sí mismo y su trabajo, en el entramado de
enseñanza-aprendizaje. Desde esta posición, siguiendo a Repetto (2002), la Orientación
Educativa surgiría con gran fuerza a escala internacional, derivada de cuatro principios
fundamentales (ver cuadro 2.5.):
Visto así, puede afirmarse que no existe una Orientación sin una Educación que
le sirva de soporte estructural y organizativo. Siguiendo a Sampascual, Navas y Castejón
(1999) y Luque (2000) el modelo que subyacía a la Ley de Ordenación General del
Sistema Educativo (LOGSE) y que se establece en la Ley Orgánica de Educación
(LOE), participa de tres aspectos: La Orientación es consustancial a la educación, es un
derecho del Alumnado y constituye un elemento nuclear de la actividad educadora, con
lo que el propio sistema se ha de estructurar con arreglo a ellos, a través de las instancias
de la Tutoría, Departamentos y Equipos de Orientación. Este modelo tendría como
características distintivas las señaladas en el cuadro 2.6.
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En resumen, tenemos una Orientación de corte psicoeducativo en el que, desde
la perspectiva concreta de actuaciones, se dan:
Análisis y valoración del alumnado y contextos.
Desarrollo personal, social, moral y vocacional del alumnado.
Diseño de programas de promoción, prevención y corrección.
Análisis y adecuación del Currículum.
Asesoramiento al profesorado en la función docente y tutorial, y asesoramiento
a familias.
Según lo que venimos comentando, la Orientación, como expresa Bisquerra
(1995a, 1995b), puede atender preferentemente algunas áreas tales como Orientación
para el desarrollo de la carrera, orientación en el proceso de enseñanza-aprendizaje,
atención a la diversidad y orientación para la prevención y el desarrollo humano. A
éstas le podríamos añadir la del consejo psicológico (intervención individualizada sobre
una problemática específica).
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1992). Estos objetivos se mantienen vigentes con independencia de los diferentes
desarrollos normativos (cuadro 2.8.).
2.4.1. Tutorías
El concepto de Tutor nos conduce hacia la relación de una persona sobre otra
con una actitud de guía o dirección sobre ella, buscando su enseñanza más adecuada y
su mejor crecimiento como persona. Su papel es pues de indiscutible valor en la
educación escolar, tanto es así que podríamos considerarla como acción consustancial e
implícita con la misma definición de profesor. En la relación Profesor-Alumno, sin
duda, hay algo más que una mera transmisión de conocimientos, debiendo ser palpable
la función formativa, lo que conlleva de forma implícita un marcado carácter orientador
(cuadro 2.10.).
Cuadro 2.10. Funciones generales de la tutoría
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El tutor o tutora por lo tanto, considerando todos los aspectos familiares,
personales, recursos y organización del centro, interviene en la formación de su
alumnado dirigiéndose al proceso de aprendizaje por un lado y a la orientación
educativa por otro. Puede decirse que la labor propia del tutor es la Acción Tutorial,
siendo ésta aquel conjunto de actividades centradas en la orientación escolar y
personal del alumno o alumna. De acuerdo al desarrollo normativo en la Comunidad
Autónoma de Andalucía, la acción tutorial se llevará cabo por el profesor (cuadro 2.11.),
asesorado por el Equipo de Orientación Educativa de la zona en la que se encuentre el
centro, siguiendo lo establecido en su Proyecto de Centro.
La orientación y la acción tutorial es por consiguiente, una tarea colaborativa
que, coordinada por la persona titular de la tutoría y asesorada por el orientador u
orientadora de referencia, compete al conjunto del equipo docente de un grupo.
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funciones de los Departamentos de Orientación podrían quedar como se indica en el
cuadro 2.12.
Funciones
a) Realizar la evaluación psicopedagógica del alumnado, de acuerdo con lo previsto en la normativa
vigente.
b) Asistir a aquellas sesiones de evaluación que se establezcan de acuerdo con el equipo directivo del
instituto.
c) Asesorar al profesorado en el desarrollo del currículo sobre el ajuste del proceso de enseñanza y
aprendizaje a las necesidades del alumnado.
d) Asesorar a la comunidad educativa en la aplicación de medidas relacionadas con la mediación,
resolución y regulación de conflictos en el ámbito escolar.
e) Asesorar al equipo directivo y al profesorado en la aplicación de las diferentes actuaciones y medidas de
atención a la diversidad, especialmente las orientadas al alumnado que presente necesidades específicas de
apoyo educativo.
f). Colaborar en el desarrollo del plan de orientación y acción tutorial, asesorando en sus funciones al
profesorado que tenga asignadas las tutorías, facilitándoles los recursos didácticos o educativos necesarios
e interviniendo directamente con el alumnado, ya sea en grupos o de forma individual, todo ello de acuerdo
con lo que se recoja en dicho plan.
g) Asesorar a las familias o a los representantes legales del alumnado en los aspectos que afecten a la
orientación psicopedagógica del mismo.
h) En su caso, impartir docencia de aquellas materias para las que tenga competencia docente, de acuerdo
con los criterios fijados en el proyecto educativo y sin perjuicio de la preferencia del profesorado titular de
las mismas.
i) Cualesquiera otras que le sean atribuidas en el proyecto educativo del instituto o por Orden de la persona
titular de la Consejería competente en materia de educación.
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Cuadro 2.13. Elementos del Plan de Orientación y Acción Tutorial en Educación Secundaria
A) Acción Tutorial
a) Favorecer y mejorar la convivencia en el grupo, el desarrollo personal y la integración y
participación del alumnado en la vida del Instituto.
b) Realizar el seguimiento personalizado de su proceso de aprendizaje, haciendo especial hincapié
en la prevención del fracaso escolar.
c) Facilitar la toma de decisiones respecto a su futuro académico y profesional.
C) Atención a la diversidad
a) Los objetivos generales para la atención a la diversidad en relación con el Departamento de
Orientación.
b) Los criterios para la atención del alumnado por parte de los distintos miembros del
Departamento de Orientación.
c) Los procedimientos para la coordinación y el asesoramiento al profesorado en las medidas de
atención a la diversidad.
d) Las actuaciones del Departamento de Orientación en relación con las medidas de atención a la
diversidad.
e) La planificación y organización de los apoyos, dentro y fuera del aula ordinaria.
f) Estrategias de colaboración con las familias del alumnado beneficiario de las medidas de
atención a la diversidad.
g) La organización y utilización de los recursos personales y materiales de que dispone el
Departamento de Orientación en relación con la atención a la diversidad.
h) Los procedimientos para el seguimiento y la evaluación de las actividades desarrolladas.
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educativas especiales, compensación educativa y apoyo a la acción tutorial del
profesorado, actúan en el conjunto de los centros de una zona educativa.
El desarrollo de la intervención de los equipos se realiza por ámbitos concretos y
programas o actuaciones específicos, estableciendo en coordinación con los centros el
marco de trabajo. Dicho marco en principio viene determinado por una serie de
funciones que, tomando como referencia al Ministerio de Educación y a la Consejería
de Educación de la Junta de Andalucía, pueden expresarse en el cuadro 2.14.
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diferenciada y adaptada a las características e inteligencias de los alumnos. Por lo tanto,
los profesores deben educar y enseñar la inteligencia, además de contenidos, adoptando
un enfoque de instrucción de habilidades cognitivas que acentúen la importancia de
desarrollar estrategias cognitivas y metacognitivas en diversos contextos.
Será oportuna la reflexión sobre un nuevo paradigma que surge del anterior,
como consecuencia de la atención al alumnado con más necesidades. Estaríamos ya en
el desarrollo del paradigma de la Escuela Inclusiva o Inclusión, definida por la Unesco
(2008), como el “proceso permanente dirigido a ofrecer una educación de calidad para
todos mientras se respeta la diversidad y las diferentes necesidades, habilidades,
características y expectativas de aprendizaje de los estudiantes y comunidades
eliminando todas las formas de discriminación”. Consecuentemente, el psicólogo
educativo es un experto en la intervención y asesoramiento educativo, al alumnado,
profesorado, padres, madres y en la comunidad, para cumplir los objetivos de equidad
educativa en un ámbito de inclusión.
Al compartir actividad con pedagogos, psicopedagogos, así como con maestros,
educadores sociales, trabajadores sociales, etc., el psicólogo hace su aportación en la
evaluación y diagnóstico de la persona y situación, en los procesos de aprendizaje y de
enseñanza, así como en el abordaje clínico que requieran algunas situaciones del
alumnado. Sus intervenciones serán siempre distintivas de las de los otros profesionales
de la Educación, si bien en un plano de igualdad y de colaboración. Estas
intervenciones son concreciones de las funciones que se expresan en el cuadro 2.15.
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Dado que la Orientación se entiende como un proceso de apoyo y guía al
individuo, desde una perspectiva psicológica se afirma como proceso continuo que
busca la promoción de capacidades para hacerse persona, en todos sus aspectos y
durante todo el ciclo vital. Este énfasis de la Psicología Educativa en el mejor
desarrollo de la personalidad y en el ajuste personal y social, es lo que la hace diferente
a la visión pedagógica, conformando un núcleo fundamental y explicado por las
funciones que le son inherentes, que se podrían resumir en la evaluación (recogida
válida y fiable de la información curricular, de los profesores, de los alumnos, de los
padres y de las interacciones entre todos ellos), el asesoramiento psicológico a todas las
instancias de la comunidad educativa, y la intervención (preventiva, correctiva y
optimizadora) (cuadro 2.16).
Cuadro 2.16. Funciones específicas del Psicólogo Educativo (Adaptado de Fernández, 2011).
Diagnóstica Detección de trastornos Dificultades de
EVALUACIÓN o disfunciones Aprendizaje, Trastornos
de Desarrollo, NEEs,…
De los contextos Detección de problemas Curriculares, clima
educativos escolar, familiar,…
ASESORAMIENTO Alumnos Dimensiones Intelectiva, social,
PSICOLÓGICO afectiva.
FRENTE A LA Padres Apoyo Psicoeducativo Programas de
ORIENTACIÓN intervención.
Profesores Apoyo Psicoeducativo Programas de
intervención.
Autoridades Apoyo en la toma de Tipos formativo
académicas decisiones (mejora) y sumativo
INTERVENCIÓN Conductas disruptivas
COMUNITARIA Correctiva existentes…
Primaria Evitar el fracaso
escolar…
Preventiva Secundaria Diagnóstico precoz de
las Dific. de Aprend…
Terciaria Disminución violencia
escolar….
Mejora académica,
Optimizadora profesional, social,
familiar y personal.
DERIVACIÓN A Estudios Tratamiento de Trastornos alimentarios,
OTROS complementarios disfunciones de ansiedad, mutismo,
PROFESIONALES …
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alumnado, profesores, madres y padres y la comunidad en general, a través de
programas que impliquen a todos los agentes educativos. La intervención no deberá ser
exclusivamente observada desde lo clínico o individual, sino con preferencia a nivel
comunitario, considerando los grupos específicos que presentan determinados
problemas. En conclusión, los psicólogos educativos intervendrán desde la evaluación,
el asesoramiento e intervenciones específicas, en un centro educativo y con atención al
alumnado, profesorado y familias, todo ello en un contexto comunitario.
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sobre las circunstancias antes de que se produzcan los trastornos. Esta perspectiva
preventiva permite la optimización del desarrollo y de promoción de salud y ajuste
personal y social. Se refiere al desarrollo de competencias para prevenir disfunciones y
problemas en una comunidad, aprovechando los recursos existentes.
Por su parte, la intervención correctiva puede ser entendida como de prevención
secundaria, es decir, ayudar a mantener, e incluso optimizar el desarrollo en un
estudiante con discapacidad o problemas, corrigiendo éstos. De esta forma, se podría
observar un continuo que va desde programas de prevención primaria y salud pública,
hasta tratamientos intensivos individualizados desarrollados en la escuela con ayuda de
otras instancias. De cualquier manera tendríamos programas que se centran en el
estudiante, otros en aspectos del ambiente, unos son típicamente educativos, y otros
remediadores o de tratamiento para problemas crónicos severos. Es de destacar la
necesidad de afrontar problemas relevantes desde diversos programas de forma
interrelacionada, justificando un punto de vista multimodal o multitratamiento.
Considerados estos aspectos, se hace necesario diferenciar la intervención
psicoeducativa de la intervención psicológica en general, para lo que estableceremos los
siguientes elementos definitorios de esta intervención (cuadro 2.18.).
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Cuadro 2.19. Ejes conceptuales de diferenciación en enfoques de la intervención escolar (Adaptado de
Coll, 1989)
-La naturaleza de los objetivos: Permite diferenciar las intervenciones según acentúen el polo
psicológico y se centren en características individuales y evolutivas, aptitudes, intereses etc., o bien
consideren preferentemente lo educativo y presenten mayor atención a la metodología de enseñanza, o
cuestiones curriculares.
-La dimensión prevención - corrección de los problemas: Permite situar las actuaciones desde un
polo correctivo, reactivo a la aparición de problemas, hasta un extremo de prevención primaria o
promoción del desarrollo integral del estudiante. En el centro de este eje estaría la prevención centrada en
sujetos de riesgo o en los que se detecta el trastorno.
-El carácter más o menos directo de la intervención sobre el alumno. Puede actuarse directamente
sobre él o indirectamente, actuándose sobre los contextos, por ejemplo, sobre los agentes educativos.
-Otros aspectos como el lugar de la intervención, el procedimiento que se emplee, la orientación
teórica, etc. pueden diversificar a las intervenciones educativas.
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2.6.2. Aspectos concretos de la intervención psicoeducativa
La intervención psicoeducativa está directamente dirigida al desarrollo de la
atención a la diversidad. Para ello el sistema educativo provee de varios recursos,
además de programas o intervenciones puntuales que pueda llevar a cabo. Tanto en la
Educación Primaria como en la Secundaria, se establecen diversas medidas y programas
de atención a la diversidad (anexos 2 y 3). En cualquier caso, esa intervención se
concreta en un conjunto de proyectos y procesos que presentan continuidad y unidad, y
que puede dividirse en Evaluación e Intervención psicoeducativas. Así, por Evaluación
Psicoeducativa entendemos, el proceso y resultado de obtener información adecuada
para la toma de decisiones, que pueden afectar al alumnado y contexto educativo,
mientras que por Intervención Psicoeducativa nos referimos a un proyecto que,
partiendo de un modelo teórico y con una planificación de medios, busca obtener unos
resultados en los procesos que se realicen en el alumnado y contexto (Figura 2.1.).
Proceso de Evaluación
Propuestas de Intervención
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escolarización, necesidades educativas, recursos, adaptaciones, etc. Valoración de la que
surgen los elementos de intervención como objetivos psicoeducativos, selección de
programas, análisis de variables en su aplicación, desarrollo curricular, aplicación y
control, valoración y seguimiento.
Demanda de intervención
Información previa (familiar, escolar, historia de salud,...).
INFORME TUTORIAL
Intervención
Evaluación psicoeducativa. Entrevistas profesorado y familia.
Valoración
Integración de resultados. Conclusiones y Propuestas.
INFORME PSICOEDUCATIVO
Devolución de información
PROPUESTAS DE ADAPTACIÓN CURRICULAR
Programas de trabajo
Seguimiento y evaluación
Desde esta evaluación, las necesidades específicas de apoyo educativo, así como
la intervención psicoeducativa, los recursos y su planificación, y la adecuación del
currículum que procedan, se pueden clasificar, de acuerdo a una gradación en el
continuum de necesidades, en la que se integrarían elementos de prioridad, cronicidad,
recursos, gravedad, etc. (Luque y Rodríguez, 2006; Romero y Lavigne, 2005). En
consecuencia, se podrá establecer una estructura de intervención común para todas las
entidades, si bien las áreas de actuación tendrán mayor peso, en función de esa
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afectación (mayor necesidad), de la gravedad (representatividad nosológica y recursos)
y de la cronicidad (planteamientos temporales y de adecuación curricular).
Esta gradación refleja una estructura en la observación de las necesidades y en la
planificación y organización de los recursos y apoyos, apartándose de una valoración
clasificatoria clásica de educación especial. En este sentido, dentro de un marco
educativo inclusivo y normalizador, las necesidades específicas de apoyo educativo, no
deberían apreciarse como problema, sino como objeto de soluciones y, más aún, de
satisfacción de necesidades, a través de una atención educativa individualizada y
específica, pero no distintiva, ni distante. Una respuesta educativa y una intervención
psicoeducativa, que sitúa el concepto de necesidad educativa como resultado del
cambio de la limitación hacia la accesibilidad, de la deficiencia por la discapacidad, de
la dificultad a la necesidad. Cambios de lenguaje y de actuaciones psicológica y
pedagógica que buscan la adecuación y el ajuste a las características y necesidades del
alumnado.
La Intervención Psicoeducativa se sitúa en un marco de atención educativa en
general, centrada en el reconocimiento de la diversidad del alumnado y en el
favorecimiento de un entorno educativo capaz de su atención, considerando al
estudiante desde la perspectiva de sus necesidades educativas, lo que nos lleva a una
atención en su individualidad, pero cargando sobre todo en los niveles de respuesta
educativa. De esa atención se sigue que, dadas unas necesidades, se ofrece la
intervención educativa, dentro de su propio contexto y con la finalidad del progreso
personal, social y del currículum. De aquí que, en el ámbito concreto del alumnado con
dificultades, la Intervención Psicoeducativa deba ser un instrumento y vía de desarrollo
práctico, con resultados en el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado,
discurriendo a través de la integración y con soluciones de normalización.
Desde este modelo de intervención, cuando un profesor detecta dificultades de
aprendizaje en un determinado alumno, no sólo se ha de preguntar cuáles son las tareas
en las que tiene limitaciones para aprender; o los contenidos y objetivos en la
planificación de su proceso de instrucción, sino que deberá cuestionarse sobre la
competencia curricular del alumno (qué puede aprender como los demás), qué puede
aprender con ayuda y cómo aprende (estilos de aprendizaje). De esta forma, y tras su
evaluación y planificación del proceso de enseñanza- aprendizaje, se establecen los
programas ajustados al alumno y sus características, se desarrollan y ejecutan dentro del
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currículum del aula, y si evalúa y valora su grado de cumplimiento. Todo ello tiene
cabida en el marco y diseño de la adaptación curricular, entendida como estrategia o
instrumento de planificación y actuación docente, que hace operativa la respuesta a las
necesidades educativas del alumno en concreto, y la individualización de su proceso de
enseñanza-aprendizaje.
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E) Evaluación de la intervención. Se contempla los aspectos de
retroinformación correctora, la evaluación de su efectividad y la satisfacción del
consumidor.
2.6.4. Aspectos éticos de la intervención psicoeducativa
Consideraremos brevemente tres aspectos relevantes. En primer lugar, el análisis
de coste-beneficios nos debe conducir a prever los posibles efectos negativos que pueda
presentar la intervención (estigmatización de alumnos, invasión de privacidad,
dependencia de los agentes de intervención, costo social, disrupción del sistema escolar,
etc.). Estos efectos negativos, aunque no invalidan forzosamente la intervención, deben
ser previstos e informados.
Otro aspecto a cuidar es el consentimiento que implica la libertad personal de
aceptar el tratamiento. En la intervención psicoeducativa hay que tener en cuenta que es
preciso recabar el consentimiento de las familias y equipo docente, consentimiento que
supone la información sobre los aspectos básicos de la intervención, la discusión de las
falsas concepciones o dudas, negociar los papeles de los agentes educativos implicados,
el plan de evaluación o el protagonismo del profesor y otros agentes, desmitificando la
intervención.
Un último aspecto sería el de la voluntariedad que deben mostrar los alumnos y
profesores implicados en concreto en el programa de intervención. Deben ser tratados
como competentes para tomar decisiones, para emitir su opinión acerca del diagnóstico
que se le ha efectuado, evitando un falso paternalismo en considerarlos no autónomos y
poco valiosos para aportar información relevante. Es más aceptado reconocer que la
evaluación infantil implica diversos puntos de vista, profesores, padres, iguales y el
propio niño, ya que todos ellos arrojan información relevante, que se complementa para
dibujar un diagnóstico amplio y comprensivo de la situación de un alumno.
Actividades prácticas
- ¿Qué relaciones se pueden establecer entre la Orientación y la Intervención
Psicoeducativa? Busca aspectos comunes y diferentes.
- Con el objetivo de conocer algunos aspectos de la evaluación psicoeducativa,
consulta los anexos 2, 3 y 4. ¿Te parecen adecuados esos instrumentos de
evaluación para el diseño de intervenciones psicoeducativas? ¿Qué valor le das a la
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