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Objetivos específicos
o Conocer las estrategias de aprendizaje.
o Identificar la estrategia más adecuada para cada tipo de aprendizaje que se desea
promover.
o Diseñar situaciones educativas que promuevan la autorregulación (enseñar a
pensar).
o Analizar programas de entrenamiento integrados en el currículum.
Contenidos
4.1. Introducción sobre la sociedad del conocimiento
4.2. El conocimiento: los contenidos escolares
4.2.1. El conocimiento y el currículum escolar
4.2.2. Los contenidos escolares
4.3. Estrategias de aprendizaje
4.3.1. Características de las estrategias de aprendizaje
4.3.2. Enseñanza-aprendizaje de estrategias
4.4. Una Escuela para el desarrollo de competencias: Enseñar a pensar
4.4.1. Inteligencia y razonamiento
Programa de pensamiento productivo
Programa de Enriquecimiento Instrumental
Pensamiento analítico
4.4.2. Solución de problemas
4.4.3. Organización de la información
4.4.4. El pensamiento creativo
4.4.5. El pensamiento crítico
4.5. El aprendizaje de calidad
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4.1. Introducción sobre la sociedad del conocimiento
La información es un elemento de transformación personal (cognitivo y
adaptativo) y social, con objetivos de cambio y progreso humano, de ahí que, dentro de
los valores propios de una sociedad democrática, se avance hacia una sociedad del
conocimiento. En este progreso, la contribución y desarrollo de la Educación, y los
sistemas educativos aplicados, son fundamentales en el impulso y favorecimiento de esa
transformación personal, lo que se consigue a través del aprender a aprender y el auto-
aprendizaje a lo largo de toda la vida. En efecto, esto supone la necesidad de un cambio
en la educación para afrontar los aspectos de un futuro que se nos hace inmediato. Es
obvio que los profesores no pueden abarcar todos los conocimientos recogidos en las
disciplinas curriculares, como también es evidente que la escuela del siglo XXI debe
cultivar el desarrollo de herramientas de pensamiento que permitan un efectivo
procesamiento de la información, comunicación y generación de conocimientos nuevos,
a fin de comprender las transformaciones de esta nueva era tecnológica o sociedad del
conocimiento. Hagamos algunas precisiones antes de introducirnos en el tema.
Partamos de que una sociedad del conocimiento es una sociedad que acepta,
reconoce y alienta la diversidad social y cultural, una sociedad comprometida con
valores éticos y sociales, respetuosa con la tradición, pero abierta a la innovación y
generando en suma, una ciencia y tecnología orientadas al desarrollo de la sociedad
(cuadro 4.1.).
Cuadro 4.1. Sociedad del Conocimiento y desarrollo humano (adaptado de UNESCO, 2005)
- Sociedad que se nutre de sus diversidades y capacidades.
- Sociedad comprometida con dimensiones éticas, sociales y políticas.
- Sociedad que valora la importancia de la Educación y la Cultura, garantizando el aprovechamiento
compartido del saber.
- Sociedad que comprende que la difusión de las tecnologías abre posibilidades al desarrollo.
- Sociedad que no se reduce a una sociedad de la información, sino a la mejor utilización de ésta para
un conocimiento humano.
- Sociedad en redes para una mejor toma de conciencia de los problemas mundiales.
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la información se organiza en un conjunto coherente y con sentido para la persona,
dentro de una estructura y valores socialmente aceptados, siendo la educación y su
desarrollo, el mejor cauce para un tratamiento con espíritu crítico de la información.
Desde esa distinción conceptual, y aunque se usen indistintamente, los términos
de sociedad de la información y sociedad del conocimiento, no son iguales. Si en la
sociedad de la información se crea, manipula y distribuye información, formando parte
de las actividades culturales y económicas de la sociedad, una sociedad del
conocimiento se conforma en una estructura de gestión o de organización, en la que los
hechos, datos o sucesos (propios de la información), son interpretados dentro de su
contexto, con finalidades de desarrollo o de transformación social, cultural y
económica, como base a un desarrollo sostenible. La educación ha sido sin duda alguna
el mejor vehículo para ese desarrollo, y debe seguir siéndolo, puesto que las diferencias
entre regiones, sociedades, comunidades o colectivos, son considerables, de ahí que se
impongan acciones y medidas sociales, con las que contribuir a hacer más efectiva una
igualdad real. En efecto, desde una perspectiva político-económica, por encima de las
ventajas comerciales, bajos costes laborales o la abundancia de recursos naturales, un
verdadero motor económico vendría dado por la educación, la innovación tecnológica y
una eficiencia gubernamental, verdadera tríada para un desarrollo sostenible.
En nuestra sociedad, en la interacción virtual (a distancia y al instante), por
medio de una ventana electrónica, cualquier persona accede a todo tipo de información,
fenómeno que, como ha expresado Rodríguez de las Heras (2006), supone una
transformación global de la sociedad, que afecta la mentalidad, la toma de decisiones, el
conocimiento, y otros factores. Sociedad que deviene, tanto de la capacidad de asimilar
el inmenso yacimiento de información, como de la transformación de la misma. La
investigación científica, la creación artística o el pensamiento, producen conocimiento
puesto que de los datos, letras o frases, piezas o materiales, surge una fórmula o
hipótesis, un razonamiento o una obra de arte; es decir, un conjunto nuevo de
información, superior a la mera suma de sus partes, y para lo cual han sido necesarios
procesos de abstracción, selección y conversión.
Podemos admitir entonces que, el conocimiento, es un núcleo de confluencia
sobre las mutuas relaciones que surgen de la convergencia entre la tecnología, la
educación y la cultura, que como estructura de superior integración, se ajusta y
dinamiza a la sociedad a la que desarrolla. De acuerdo con ello, la educación supone un
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desarrollo y formación de la persona, dentro de la cultura como el marco y contexto de
valores en los que se conduce la sociedad, siendo la tecnología la herramienta que se
integra, no como un añadido más, sino que se introduce y se ajusta, produciéndose
finalmente los cambios y transferencias. Este desarrollo tecnológico, además de aportar
innovación, genera por sí mismo conocimiento, el cual se hace muy rápido, con
proyección universal y con posibilidades de acceso sin intermediarios; gracias a la
tecnología, la cultura se hace más flexible, accesible y favorecedora de un desarrollo
científico y humanista al alcance de todas las personas. Esto nos debe hacer pensar que
la educación proporciona cultura y no es sólo una educación que conduce a una
formación cerrada y especializada, terminando en un empleo, sino hacia una cultura que
proporciona a la persona un bagaje, con el que afrontar su vida diaria en sus diversas
facetas (académica, laboral, social, etc.) (Luque y Luque-Rojas, 2011).
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Cuadro 4.3. Tipos de contenidos escolares y su relación con el conocimiento o saber
Hechos, conceptos y principios Designan conjuntos de objetos, sucesos, símbolos, con
características comunes, o definen relaciones entre
conceptos.
Conocimiento
en pos de metas.
Actitudes, valores y normas Se refieren a un conjunto de tendencias a comportarse y
enfrentarse de una determinada manera ante las
personas, situaciones, acontecimientos, objetos,
fenómenos.
MÉTODO. Orden sistemático, razonado de acuerdo a un criterio de ejecución, que sirve de guía de la
actividad.
TÉCNICA. Manera de actuar o conjunto coordinado de operaciones, con resultado de transformación.
REGLAS Y NORMAS. Relación de medios o elementos que indican la consecución de objetivos y lo
correcto de las acciones.
DESTREZAS. Capacidades básicas de actuación, con valores de tiempo, dirección, precisión o
adaptación. Formas aprendidas de actuación o maneras de obrar.
ESTRATEGIAS. Modelo de conducta o de actuación en el que se articulan acciones y decisiones para
la obtención de resultados. Sistema de regulación (planificación, reflexión, realización y evaluación).
PROCEDIMIENTO ALGORÍTMICO. Sucesión de acciones completamente prefijadas, cuya correcta
ejecución lleva a una solución segura de la tarea (raíz cuadrada; coser un botón).
PROCEDIMIENTO HEURÍSTICO. Sucesión de acciones con variabilidad y garante de un resultado
solo probable (planificar una entrevista).
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La misma idea de aprendizaje como construcción de conocimiento, implica la
presencia de contenidos, ya que esta construcción se refiere a la asimilación o
incorporación de conocimientos nuevos a conocimientos previos. Podemos decir que el
conocimiento engendra conocimiento y, como han considerado diversos autores, una
condición del aprendizaje significativo es que la estructura mental del estudiante
contenga ideas de anclaje (conocimientos previos) para los conocimientos nuevos. Sin
duda, el aprendizaje es dependiente del conocimiento, lo que introduce una cuestión de
gran trascendencia social y es que, los alumnos pobres en conocimiento pueden seguir
siendo pobres, mientras que los ricos en conocimiento lo irán siendo cada vez más
(Beltrán, 1995).
En la línea de los contenidos escolares es conveniente distinguir entre diversas
clases de conocimiento. En primer lugar, existe un conocimiento general que está
relacionado con el dominio de vocabulario, de técnicas de base, de habilidades
instrumentales de procesamiento de la información y de otros prerrequisitos, que
intervienen en la adquisición del conocimiento en las diversas áreas escolares. Por el
contrario, el conocimiento específico pertenece a un dominio concreto de la ciencia o de
la realidad. Cualquier tarea escolar requiere una combinación de conocimiento general
y de conocimiento específico, siendo éste el que más interesa a partir del segundo ciclo
de la Educación Primaria, en la Educación Secundaria, en el Bachillerato y en la
Universidad. El conocimiento general puede subdividirse, de forma similar a los
contenidos y objetivos del currículum (cuadro 4.5.).
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De acuerdo a lo que se viene comentando, sería falso el dilema en educación
sobre si enseñar conocimiento declarativo o procedimental (específico o estratégico),
cuando ambos tipos de conocimiento se complementan e interactúan para producir un
mejor aprendizaje (Alexander y Judy, 1988, en Beltrán, 1995).
Finalmente, en cuanto a la aplicación de los conocimientos, es sabido que el
transfer no suele ocurrir fácilmente en el aprendizaje, sin embargo, sí se produce cuando
se programa como un objetivo explícito de la instrucción. Así, existen técnicas para
favorecer la transferencia, como el bridging (puenteando), que consiste en enseñar a
hacer conexiones entre contenidos y procesos aprendidos en un área de contenido a
otras áreas (tratamiento global de los contenidos y procesos – aprendizaje significativo);
o como la de hugging (abrazando), consistente en enseñar conexiones entre los
contenidos de una disciplina y la aplicación de los mismos a situaciones prácticas de la
vida cotidiana (principio de funcionalidad – aplicación de conocimiento) (Prieto, 1995).
En todo caso, se deben ofrecer al alumnado prácticas conectadas con la realidad que
permitan entender y utilizar lo aprendido.
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la noción de metacognición es esencial para mejorar la competencia de los estudiantes
en el aprendizaje (Vermunt, 1995).
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técnicas, en que éstas precisan de la comprensión y uso (técnicas de estudio), mientras
que aquéllas, además, precisan de la propia reflexión sobre la comprensión y el uso
(planificación de estrategias de aprendizaje).
Justicia (1996) señala cuatro rasgos para definir una estrategia de aprendizaje:
a) intención expresa por parte del estudiante; b) procesos deliberados y conscientes; c)
selección de información, decisiones para elegir alternativas ante el logro de una meta;
y d) autonomía en el estudiante, posibilidad de ejecutar los procedimientos sin ayuda
externa. Este mismo autor señala que hoy existe una flexibilización del término
entendiéndose como cualquier proceso o procedimiento mental, dentro de las
actividades del procesamiento de información, que sirve a una finalidad relacionada con
una meta.
Sin entrar en las clasificaciones de estrategias, que son diversas (Dansereau,
1985; Beltrán, 1996; Cano y Justicia, 1988; Derry y Murphy, 1986; Hernández y
García, 1991, Monereo, 2001; Weinstein y Mayer, 1986), seguiremos un modelo que
distingue entre estrategias cognitivas, metacognitivas y de apoyo (Justicia, 1996). Este
autor propone un modelo de relación de los tres componentes: cognición,
metacognición y emoción. La cognición se refiere a los procesos básicos necesarios
para adquirir y procesar la información, procesos que son responsables del pensamiento
crítico, la creatividad y el aprendizaje. Las estrategias metacognitivas serían procesos de
control y dirección en la actividad mental, que permiten tomar decisiones oportunas
para obtener resultados efectivos. Las estrategias cognitivas, los “obreros” del
conocimiento, como expresan Hartman y Sternberg (1993), son rutinas específicas,
procedimientos concretos que realizamos dependiendo de nuestras disposiciones, pero
también de las demandas de la situación y de la tarea. Las habilidades de adquisición y
procesamiento, que permiten la acumulación del conocimiento, se identifican
frecuentemente con las estrategias de aprender a aprender. Se presenta en el cuadro 4.6.
una tipología de estrategias de aprendizaje.
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Cuadro 4.6. Tipología de estrategias de aprendizaje
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etc.), de autosupervisión (preguntarse por la comprensión, por el proceso seguido, etc.)
y de autoevaluación del progreso.
A lo cognitivo se le une el componente de la motivación, integrándose en el
sistema afectivo del estudiante (Hartman y Sternberg, 1993). La traducción de este
componente en términos de estrategias ha dado lugar a la denominación genérica de
estrategias de apoyo, con la finalidad de sensibilizar al estudiante hacia el aprendizaje.
Se hace énfasis en tres ámbitos: la motivación, el afecto y las actitudes. Por tanto, en las
denominadas estrategias de apoyo tendríamos:
- La motivación como proceso dinámico y cambiante, desde el inicio de la tarea
hasta su finalización, que se ve afectada por metas y objetivos y por las
experiencias anteriores de los estudiantes.
- Las emociones también favorecen y estimulan, e impiden o bloquean el
aprendizaje. El control emocional afecta al aprendizaje y el rendimiento.
- Las actitudes, valores y creencias sobre cómo se aprende, la propia capacidad, el
valor del aprendizaje, etc., afectan al aprendizaje y al estudio, influyendo en el
comportamiento durante la tarea (perseverancia ante las dificultades o el
fracaso, curiosidad, etc.), y guardando relación con lo que el estudiante piensa
de sí mismo y con la posición que adoptan frente a la tarea (amplitud de miras,
pensar en el presente inmediato o en el futuro, etc).
- Las estrategias de apoyo se dirigen, en suma, al control de recursos no
intelectuales que ayudan al aprendizaje y al estudio. Entre estos están el tiempo
de estudio, la regulación del ambiente de aprendizaje, el esfuerzo y
perseverancia en la tarea. En conclusión a estas relaciones podría decirse que la
inteligencia sin el concurso de la voluntad es poco efectiva.
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que este tipo de proceder tiene en cualquier proceso de enseñanza – aprendizaje.
¿Reflexionan los profesores (a nivel docente y tutorial) sobre tales procedimientos?
Sea cual sea la respuesta a esta cuestión, debe aceptarse que este tipo de
aprendizaje se hace significativo, de alto interés para la persona, y redundando en el
desarrollo de nuevos aprendizajes. En suma, el aprendizaje de estrategias mejora el
aprendizaje en general y lo favorece de forma autónoma y eficaz.
Aprender estrategias de aprendizaje y de estudio es un proceso que depende de
la disposición y motivación del estudiante, pero también, del estilo docente y métodos
del profesor. Las estrategias deben enseñarse simultáneamente a la enseñanza de
contenidos de las materias escolares (Hartman y Sternberg, 1993) e integradas en el
método del profesor (Cuadro 4.7.).
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Son conocidas algunas falacias como, por ejemplo, creer que la inteligencia es
lo mismo que las estrategias de pensamiento, cuando puede haber estudiantes con un
potencial alto intelectual pero que no utilizan su capacidad de pensar. Otra la de creer
que basta con enseñar conocimientos, cuando lo cierto es que si se poseen estrategias
eficaces de procesamiento, se podrá hacer un mejor uso del conocimiento logrado. Es
cierto que algunas estrategias se enseñan al enseñar los contenidos, pero suelen ser
estrategias generales de clasificación y almacenamiento de información y no son
suficientes para un procesamiento ajustado a las demandas actuales.
Los modelos actuales de aprendizaje señalan que el aprendizaje competente no
sólo desarrolla comprensiones y aumenta el conocimiento, sino que también dirige y
emplea actividades de autorregulación durante su comprensión y estudio (de Jong,
1995). El aprendizaje competente, como proceso de construcción de conocimientos,
depende de elaboraciones, intenciones, autodirección, autorregulación y el concepto
individual de aprendizaje que tenga el estudiante.
Desde los inicios de la Psicología de la Educación existen tradiciones que
confluirían en el énfasis actual sobre una escuela centrada en enseñar a pensar. Se da así
respuesta a una creciente necesidad de que los estudiantes cultiven las herramientas del
pensamiento, de forma que adquieran un efectivo procesamiento de información que
permita la comunicación y generación de conocimientos nuevos con los que
comprender las transformaciones de la nueva era tecnológica, sus demandas laborales y
sociales. Se entiende que la educación debe proporcionar a los estudiantes una
enseñanza para el dominio de habilidades cognitivas, que los prepare como personas
para vivir y trabajar en un mundo en proceso de continuo cambio.
Por una parte, ha habido una línea de investigación sobre la enseñanza de
habilidades cognitivas y de pensamiento con la intención de crear materiales útiles a la
enseñanza. Esta línea de trabajo se ha basado en el estudio del aprendizaje complejo,
dentro de la Psicología cognitiva de la educación, intentando describir con precisión las
habilidades cognitivas para poder enseñarlas y evaluar su adquisición. Así, se han
diseñado programas de entrenamiento sobre la inteligencia y el razonamiento
(Feuerstein, Jensen, Hoffman y Rand; 1985), el razonamiento moral (Lipman, 1985), y
la solución de problemas (Bono, 1985; Covington, 1985). No obstante, hay que señalar
cierta decepción por los resultados de los programas, al observar un escaso impacto en
el rendimiento real de los estudiantes (Derry y Murphy, 1986). Quizás, como ya sugirió
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Sternberg (1983), una de las causas sea, la ausencia de una teoría unificada y
comprensiva sobre el desarrollo de habilidades características del comportamiento
inteligente en los estudiantes.
Por otra parte, ha existido un movimiento, en educación, que ha defendido la
necesidad de enseñar a pensar (Prieto, 1995). Entre sus aportaciones están, la defensa de
que:
a) Se enseñen explícitamente habilidades de pensamiento junto con los
contenidos curriculares;
b) Se organice la información para facilitar las representaciones mentales de los
estudiantes;
c) Se fomente la reflexión sobre lo aprendido para promover el control y la
metacognición.
Esta escuela centrada en la enseñanza del pensamiento se concibe a través de
una organización de la clase cooperativa, cuya interacción facilite los procesos de
generación del conocimiento y desarrolle habilidades de procesamiento.
Comentemos a continuación algunos logros del área de intervención
psicoeducativa sobre el pensamiento, en cinco grandes líneas: a) inteligencia y
razonamiento, b) solución de problemas, c) organización de la información, d)
pensamiento creativo, y d) pensamiento crítico.
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Programa de pensamiento productivo (Covington et al., 1972; 1974)
Se originó en los años 60 con el propósito de enseñar a estudiantes de enseñanza
secundaria y primaria cómo pensar. Estas ideas y materiales cristalizaron en el llamado
Productive Thinking Program, el cual proporciona práctica en resolver historias
detectivescas, en orden a enseñar habilidades generales de solución de problemas. Este
pensamiento estratégico es denominado pensamiento productivo y se define como la
utilización de la mente de manera efectiva, poniendo en juego habilidades generales,
como análisis de los problemas, generación de hipótesis, selección y puesta en marcha
de las más relevantes.
1. Reflexionar en el problema antes de comenzar a trabajar en él. Tener una idea clara del mismo antes de
intentar resolverlo.
2. Guardar todos los aspectos del problema en la mente.
3. Planificar cómo se va a trabajar
4. Mantener abierta la mente. No ir directamente de las respuestas a las conclusiones.
5. Pensar en nuevas formas de resolver los problemas.
6. Pensar en ideas inusuales para resolver los problemas.
7. Para promover ideas, fijarse en personas u objetos importantes y pensar cuidadosamente sobre ellos.
8. Pensar en algunas ideas generales para resolver el problema, y luego, pensar algunas ideas particulares
que se deriven de cada una de ellas.
9. Al ir investigando, dejar la mente libre para explorar cosas alrededor de uno, ya que pequeñas cosas
pueden sugerir algunas ideas o soluciones.
10. Ir chequeando las ideas en relación a los hechos, que son los que deciden si la idea vale.
11. Si sufre un bloqueo ante un problema, seguir intentándolo sin desanimarse.
12. Cuando se rumien ideas, intentar pensar sobre el problema de una manera nueva y diferente.
13. Ir revisando los pasos dados para estar seguros de no haber cometido errores que lleven a una
solución equivocada.
14. Trabajar con una idea poco probable. Suponer que es posible e imaginar cómo podría ser.
15. Estar vigilante frente a hechos que quedan sin explicación en un problema. Buscar su explicación
puede conducir a nuevas ideas para la solución.
16. Cuando existan varias cosas que no encajen en el problema, intentar explicarlas mediante una única
idea que las conecte entre sí.
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Este programa pretende enseñar a pensar más que a aprender respuestas,
promover la curiosidad y la investigación, buscando el cómo y por qué ocurren los
fenómenos. Además, favorece el aprendizaje por descubrimiento, llevando al alumno a
descubrir la solución por sí mismo, utilizando un formato sistemáticamente organizado
que conduce al dominio secuencial de los fundamentos del pensamiento productivo.
Hace una presentación con historietas y dibujos que motiva a los estudiantes, tratando
finalmente favorecer los mecanismos esenciales de la creatividad: flexibilidad,
originalidad y espontaneidad.
Pensamiento analítico
Señalemos finalmente, en este apartado de programas de intervención sobre
inteligencia y razonamiento, que en la psicología cognitiva y de la educación ha
primado la utilización de un modelo de pensamiento consistente en el procesamiento de
información eficaz, cuyos aspectos (codificación, representación, organización,
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almacenamiento de la información y recuerdo) han sido entendidos como habilidades u
objetivos de enseñanza que han inspirado numerosas teorías y programas de
intervención. Entre las habilidades de pensamiento, las habilidades de clarificar y
comprender la información que va a ser procesada exigen utilizar pensamiento
analítico, pensamiento que puede ser enseñado en la educación regular. Con fines
didácticos, el pensamiento analítico ha sido conceptualizado en dos vías: Análisis de
ideas y análisis de argumentos (cuadro 4.11.).
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- Pobreza en la decisión, referida a que no se han considerado razones
importantes o de peso.
En la enseñanza (Profesorado):
- Ilustrar y explicar las relaciones entre los contenidos de aprendizaje
- Fundamentar sus explicaciones
- Ayudar a percibir visualmente ideas abstractas
- Ayudar a los estudiantes que no conocen la terminología
- Ayudar a establecer relaciones entre contenidos y habilidades de pensamiento
En el aprendizaje (Alumnado):
- Comprender y manejar su propio pensamiento y aprendizaje
- Establecer relaciones entre la nueva información y la aprendida
- Examinar y evaluar la información
- Fundamentar sus razonamientos
- Utilizar mejor su capacidad de recuerdo
- Organizar ideas para preparar ensayos o exposiciones orales
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Cuadro 4.14. Habilidades del pensamiento crítico
- Pensar de forma independiente.
- Ejercitar la imparcialidad.
- Desarrollar la propia perspectiva.
- Evaluar las fuentes de información.
- Leer y escuchar críticamente.
- Pensar con precisión.
- Distinguir entre hechos y opiniones.
Una técnica básica utilizada para despertar pensamiento crítico en los
estudiantes es el diálogo socrático. Este diálogo o discusión, pretende llevar el
pensamiento del estudiante, de lo no razonado a lo razonado, de lo implícito a lo
explícito, de lo inconsistente a lo consistente, de lo inarticulado a lo articulado. A
continuación se expone una taxonomía de preguntas socráticas (cuadro 4.15.).
Preguntas de clarificación: ¿Qué significa para ti? ¿Cómo se relaciona esto con aquello?
Preguntas que prueban supuestos: ¿Está asumiendo tú que…?
Preguntas que prueban razones y evidencias: Pon un ejemplo, explica tus razones para decir esto.
Preguntas sobre puntos de vista o perspectivas: Pareces estar enfocando desde la perspectiva de…?
¿Alguien lo ve desde otra perspectiva?
Preguntas que prueban implicaciones y consecuencias: ¿Qué efecto tendría eso? ¿Qué sucedería si
fuera cómo dices?
Preguntas sobre la pregunta: ¿Tú plantearías la pregunta de otra manera?
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Cuadro 4.16. Categorías, definición y verbos de actividad de la taxonomía SOLO
Categoría Definición Actividades
Preestructural No parece haber comprensión. Se ofrecen
fragmentos desconectados, organización sin sentido.
Uniestructural Se aportan fragmentos con sentido pero estos no Definir, identificar,
aportan a la solución del problema o pregunta. Lo afirmar, reconocer,
que se aporta es simple o es obvio. recordar, citar, nombrar
Multiestructural Puede haber fragmentos relevantes, información Definir, describir, listar,
pertinente. Pueden haberse creado relaciones pero no interpretar, combinar.
hay un significado de conjunto.
Relacional La información se integra, se interrelaciona en un Aplicar, analizar,
todo coherente. clasificar, resumir,
categorizar, formular
preguntas.
Abstracto-extendido Además de interrelacionar la información en un todo Crear, evaluar,
coherente, se acude a ideas teóricas y conceptos generalizar, imaginar,
abstractos para aportar una explicación más global y predecir, teorizar,
formal. hipotetizar.
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Al estudiar la relación entre enfoques y calidad del aprendizaje, Cano y Berbén
(2012) señalan que en este s. XXI la respuesta más adaptativa de los estudiantes debería
ser lograr un aprendizaje de calidad. Estos autores reflexionan acerca de que la calidad
de los resultados de aprendizaje parece depender de elementos relacionados con el
contexto de aprendizaje y también de ciertas intenciones y estrategias que
despleguemos en la situación de aprendizaje. Hablan de la “disposición de aprender por
uno mismo” propuesta por Entwistle, la cual definen como disposición más consistente
y fuerte que la intención de comprender propia del enfoque profundo. Esta disposición
tiene tres elementos: 1) estrategia de aprendizaje, explicitada en atención al detalle,
interrelacionar ideas y utilizar de modo critico las evidencias; 2) esfuerzo y
concentración necesarias para aplicar de modo efectivo las estrategias; y 3) alerta al
contexto del aprendizaje actual o futuro, en lo relativo a demandas y oportunidades
ofrecidas por la enseñanza.
El estudio del pensamiento productivo de los estudiantes expertos señalan
diversos tipos de disposiciones que pueden convertirse en objetivos de una educación
del potencial intelectual (cuadro 4.17.).
Estar abierto a sugerencias, explotar alternativas e ir más allá de la información dada. Prontitud
para detectar el dogmatismo, la rigidez mental y las excesivas generalizaciones y habilidad para generar
múltiples ideas.
Hacia la curiosidad intelectual, tendencia a plantear interrogantes, encontrar problemas y
resolverlos, sensibilidad para detectar anomalías, para hacer observaciones exactas y formular cuestiones.
Hacia la clarificación y comprensión, deseo de entender las cosas con claridad, extraer lo esencial,
buscar conexiones entre el conocimiento previo y el nuevo, habilidad par focalizar la atención, para
construir conceptos.
Hacia la planificación, establecer metas y planes, sensibilidad para detectar falta de planificación,
habilidad para formular objetivos y utilizar estrategias de organización.
Hacia la precisión, tendencia a la exactitud, sensibilidad para detectar falta de rigor.
Hacia la consideración y evaluación de razonamientos, a cuestionar los argumentos dados, pedir
justificaciones de los mismos, necesidad de evidencia, habilidad para evaluar los razonamientos.
Hacia la metacognición, tendencia a controlar el propio pensamiento, sensibilidad hacia
situaciones complejas de pensamiento, tendencia a ser reflexivo.
Actividades prácticas
Asiste al seminario sobre técnicas de estudio que se impartirá en clase para
poder evaluar tus técnicas de estudio y saber si puedes mejorarlas.
Distingue entre técnica y estrategia, para relacionarlo después con las
competencias básicas.
Aprender a aprender es un objetivo de la educación proporcionando elementos
de aprendizaje para toda la vida. ¿Qué papel juegan las estrategias de
aprendizaje? ¿Cómo establecerías procesos de enseñanza-aprendizaje hacia un
pensamiento estratégico?
Haz una búsqueda para conocer programas de promoción de autorregulación y
pensamiento crítico.
Autoevaluación
- Saber definir pensamiento crítico, pensamiento creativo, solución de problemas,
conocimiento y metacognición
- ¿Cuáles son las estrategias de estudio más importantes para un buen rendimiento
académico?
- Elaborar un mapa conceptual acerca de las distintas habilidades sugeridas en los
distintos enfoques revisados en este tema.
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