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Actividad 3

Mesa de discusión sobre ética a partir de análisis de casos - Parte II

Lina María Sánchez Morales

Id: 100072310

Yajaira Katherine Montoya

Id: 100071006

Docente:

Arnold Hernán Mayorga

Corporación Universitaria Iberoamericana

Programa de Psicología

Investigación III

2021
Caso Tuskegee 1972 Investigación Sífilis

Reseña La historia nos lleva a Tuskegee; ciudad natal de Rosa Parks (artífice

del movimiento por los derechos civiles de los negros en EUA) y el sitio en donde se

produjo el episodio más infame de la medicina estadounidense hasta el día de hoy.

Un enclave rural y anónimo al este de Alabama conformado por menos de 10,000

habitantes, la mayoría de ellos campesinos de raza negra. En 1932 la sífilis era una

epidemia preponderante en las comunidades rurales del sur de Estados Unidos.

Consecuentemente, las autoridades crean un programa especial de tratamiento

para esta enfermedad en el Hospital de Tuskegee, el único hospital para personas

de raza negra que existía hasta entonces. Debido a esto, la sección de

enfermedades venéreas del PHS (Servicio Público de Salud) de los Estados Unidos,

decide llevar a cabo un estudio sobre la evolución de la sífilis (1932-1972).

Objetivo Esta investigación fue financiada con fondos federales y se planteó

como un estudio con personas en relación con el curso natural de la enfermedad.

Para alcanzar este objetivo, fueron seleccionados cuatrocientos varones de raza

negra infectados con Sífilis, y doscientos hombres de raza negra sanos, como grupo

control. Su objetivo principal, era comparar la salud y longevidad de la población

sifilítica no tratada, con el grupo control, y así observar su evolución.

Condiciones no éticas (engaños) A los sujetos seleccionados para el estudio

y que estaban enfermos no se les trató su enfermedad, sin embargo, se les

ofrecieron algunas ventajas materiales, en el que supuestamente les aplicarías

dosis de vitaminas. El proceso de reclutamiento se basó en técnicas engañosas


como señalarles que tenían "mala sangre" (término genérico para la anemia y otras

enfermedades venéreas). Se les ofreció "una oportunidad única de tratamiento

gratuito", además de transporte gratuito a la clínica, estudios médicos sin costo,

comida caliente y un seguro de sepelio (50 dólares por persona) en caso de

fallecimiento. La mayoría de los pacientes fueron "tratados" con placebos y se les

prohibió terminantemente recibir medicamentos por medio de alguna otra institución.

Fue tanto el afán de mantener al grupo sin tratamiento que, durante la Segunda

Guerra Mundial, se instó a los 256 participantes enlistados en las Fuerzas Armadas

a no recibir medicamentos durante las campañas del ejército estadounidense.

Resultados Durante el estudio, ya en 1936, se comprobó que las

complicaciones eran mucho más frecuentes en los infectados que en el grupo

control, y diez años más tarde, resultó claro que la tasa de mortalidad era dos veces

mayor en los pacientes infectados con Sífilis. En el año 1942 se hace extensivo el

uso de penicilina. Antes de su descubrimiento, la sífilis frecuentemente conducía al

desarrollo de una enfermedad multisistémica, crónica, dolorosa y fatal. Luego del

descubrimiento de este antibiótico, éste comienza a usarse para tratar distintas

infecciones. Incluyendo el Hospital de Tuskegge, pero en otras secciones, la

penicilina fue convirtiéndose en el tratamiento estándar para la sífilis en el resto del

país.

Los pacientes enfermos que participan de estudio de investigación son

privados del tratamiento con antibióticos. Más tarde se demostraría que sin el

antibiótico la esperanza de vida de la persona infectada se reducía en un 20%. En

1964 se promulgó la Declaración de Helsinki, en la que se postularon los principios


éticos para las investigaciones médicas en seres humanos. Ese mismo año, la OMS

obligó a que todos los experimentos humanos tuviesen un consentimiento expreso

de los participantes, criterio que nunca se revisó en Tuskegee. Y no fue hasta 1966,

que Peter Buxtun, un investigador en enfermedades venéreas de San Francisco

envió una carta al director de la División de Enfermedades Venéreas de los Estados

Unidos expresando sus preocupaciones sobre la moralidad y la ética del estudio.

El Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (que para ese

entonces controlaba el estudio), reafirmó la necesidad de completar el experimento

hasta la muerte de todos los participantes y sus autopsias correspondientes.

Finalmente, y ante las negativas reiteradas, Peter Buxtun filtró la información sobre

la investigación al reportero Jean Heller y el 4 26 de Julio de 1972 acaparó las

portadas del New York Times como "una de las mayores violaciones a los derechos

humanos que se puedan imaginar". Al día siguiente del artículo publicado por el

New York Times se dio por terminado el estudio. Los resultados eran: sólo 74

sobrevivientes, 28 muertes relacionadas directamente con la enfermedad, 100

debido a complicaciones asociadas, 40 esposas contagiadas y 19 niños con sífilis

congénita.

¿Sanción? Los sucesos citados condujeron a la elaboración del reporte

Belmont, y al establecimiento del Consejo Nacional para la Investigación Humana y

los consejos Institucionales de Revisión de Protocolos de Investigación. El Dr. John

R. Heller se defendería afirmando: “la situación de esos hombres no justifica el

debate ético. Ellos eran sujetos, no pacientes; eran material clínico, no personas

enfermas. No se señalaron culpables alegando que la mayoría de los investigadores


"simplemente hicieron su trabajo". En 1997, Bill Clinton ofreció disculpas en

representación del gobierno de los Estados Unidos a cinco de los últimos ocho

sobrevivientes.

Análisis

De acuerdo al caso, se evidencia en el experimento científico, una falta ética

y profesional tratándose como un fraude científico y ha sido objeto de numerosos

artículos, informes, denuncias y de extensos ensayos y libros. Este hecho, fue de

interés de científicos, de universidades e institutos, de psicólogos, sociólogos y

filósofos, así como de políticos de la ciencia.

La ética en el experimento Tuskegee puede considerarse como restringida,

los tratamientos para la sífilis eran a menudo poco efectivos y tenían graves efectos

secundarios, no contemplaba el consentimiento informado como lo conocemos hoy,

los médicos ocultaban de forma rutinaria a los pacientes información sobre su

estado de salud.

La falta del principio ético en este estudio impacto negativamente la salud

física y psicológica de los pacientes, debido a que no fueron informados de que

participaban en un experimento; las punciones lumbares eran presentadas como

"tratamientos" cuando el tratamiento real era ocultado; la naturaleza contagiosa de

la enfermedad fue también ocultada.


Existen evidencias puntuales de que el experimento Tuskegee podría haber

predispuesto a la comunidad afroamericana a desconfiar de los cuidados médicos y

de la donación de órganos, así como ser causa de la reticencia de muchos

afroamericanos a someterse a reconocimientos de salud preventivos. Dos grupos de

investigadores de la Universidad Johns Hopkins debatieron sobre los efectos que el

experimento Tuskegee tuvo en la comunidad afroamericana y en su rechazo a

participar en ensayos clínicos.

Desde el Código de Núremberg (1947) que enfatizó la protección de la

autonomía del sujeto por medio del consentimiento voluntario para su participación

en una investigación. Secundariamente estableció la necesidad de una conducta

ética de los investigadores.

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Referencias

Revista Iberoamericana sobre calidad, eficacia y cambio en educación- Ética en


Investigación:desde los Códigos de Conducta hacia la Formación del Sentido
Ético, Héctor Opazo Carvajal P.p 5 Recuperado de:
https://www.redalyc.org/pdf/551/55119127005.pdf

Walter, M. D. L. P. (2018, 3 enero). Experimentos médicos y deshumanización: la


sífilis en Alabama. (Dis)capacidades. Recuperado de
https://discapacidades.nexos.com.mx/?p=84

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