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El Feminismo.

El Feminismo es aquella tradición política de la Modernidad, igualitaria y


democrática, que mantiene que ningún individuo de la especie humana debe ser
excluido de cualquier bien y de ningún derecho a causa de su sexo. Es «principio
de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.» por cuya realización efectiva en
todos los órdeneses, lucha el movimiento feminista.Es una teoría crítica y
social con tres siglos de recorrido si bien en tanto que movimiento sufragista se
abre en 1848 con la declaración de Séneca falls. El movimiento feminista exige
para las mujeres, iguales libertades y derechos que para los hombres y busca
eliminar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres.
La influencia del feminismo ha conseguido promover derechos de las mujeres,
incluido el derecho a: votar, ocupar cargos públicos, trabajar, ganar el mismo
salario, poseer propiedades, recibir educación, firmar contratos, tener los mismos
derechos dentro del matrimonio y licencia por maternidad. Las feministas también
han trabajado para asegurar derechos reproductivos e integración social, y para
proteger a mujeres y niñas de la violación, el acoso sexual y la violencia doméstica
. Los cambios en las normas de vestimenta y las actividades aceptables para las
mujeres a menudo han sido parte de los movimientos feministas.
La teoría feminista ha influenciado a la teoría crítica, dando lugar a los estudios de
género, así como a subdisciplinas de estudios de las ciencias sociales. Como
movimiento de transformación de la sociedad, tiene una vocación de influencia
sobre la forma en la que se conceptualiza la realidad y en el discurso científico. A
medida que el movimiento feminista adquirió relevancia en el mundo académico,
fue generando un cuerpo teórico independiente con herramientas conceptuales
propias.
Como movimiento social el feminismo es un proceso histórico que se ha
desarrollado en una sucesión de etapas o fases, a las que también se las ha
denominado «olas». En cada fase u «ola» se han desarrollado ideas y conceptos,
teorías, estrategias, acciones, corrientes muy diversas, así como una teoría
feminista que ha dado lugar a la aparición de disciplinas como, por ejemplo,
la geografía feminista, la historia del feminismo o los estudios de género. Como
movimiento de transformación de las relaciones de poder entre varones y mujeres,
el feminismo realiza una crítica de la visión androcéntrica de la sociedad, a la que
debe atacar para conseguir sus objetivos.

Impacto del feminismo en la ciudad.

El feminismo ha conllevado importantes cambios en parte del mundo; gracias a su


influencia, en muchas sociedades las mujeres han logrado el acceso a la
educación, el ejercicio del derecho al sufragio activo y pasivo, la protección de
sus derechos sexuales y reproductivos —incluyendo, en algunos países,
la interrupción voluntaria del embarazo— entre muchos otros que configuran la
noción de ciudadanía en la democracia. Unas de las aportaciones más
importantes del feminismo es el edificio teórico que han construido las diferentes
autoras a lo largo de siglos; la teoría feminista ha introducido en la sociedad y en
el mundo académico, multitud de nuevos conceptos y áreas de estudio que, de no
ser por la vitalidad del movimiento feminista, no habrían aparecido. Entre estos
podemos destacar ejemplos como los estudios de género, la crítica literaria
feminista, la teoría y crítica feminista de cine, la teoría legal feminista.
El feminismo ha tenido una importante repercusión en la legislación de gran parte
de países del mundo e influido amplias áreas del ordenamiento jurídico, con leyes
contra la violencia de género o leyes de paridad electoral: por poner algunos
ejemplos, cabe mencionar la Ley 581 de 2000 en Colombia que impone una cuota
mínima del 30 % de mujeres; la Ley 7142 de 1990 de Costa Rica que impone un
mínimo del 40 %; el Código Federal de Procedimientos Electorales de México que
limita al 70 % la presencia de cualquiera de los sexos; la Ley para la Igualdad
efectiva de mujeres y hombres en España (2007) que establece la obligación de
paridad, o la resolución del Consejo Electoral Venezolano de 2008, que obliga a
que las postulaciones de los partidos tengan un 50 % de mujeres, y la Ley de
Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política de 2017 en Argentina.
En Chile el presidente Gabriel González Videla, firmó la Ley N.º 9292, que otorgó
el sufragio pleno de la mujer.
Sin embargo, en ningún país del mundo se ha logrado igual salario por igual
trabajo, el aborto espontáneo sigue siendo causa de muerte de muchas mujeres
en el mundo (tercera causa de mortalidad materna en el mundo) y aún hay
muchos países donde las mujeres no tienen derecho a votar en igualdad con los
varones. Al respecto, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-
Ngcuka, comentó que, a fecha de 2015, los avances desde finales del siglo XX se
habían producido de forma desigual y no se había alcanzado una situación de
igualdad en ningún país.
En 2017 «feminismo» fue declarada palabra del año por el diccionario
estadounidense Merriam-Webster revelando que en 2017 las búsquedas de este
término se incrementaron un 70 % respecto al ejercicio anterior. Analistas
consideran que los movimientos feministas están en expansión señalando como
ejemplos el movimiento Ni una menos en Hispanoamérica, la Marcha de las
Mujeres de enero de 2017 en Washington o el impacto del movimiento Me
Too («Yo también») iniciado con las acusaciones de abuso sexual contra el
productor de cine estadounidense Harvey Weinstein por parte de diversas mujeres
publicada el 5 de octubre de 2017 por The New York Times y que se ha extendido
en otros países.
Los movimientos de lucha por la igualdad entre hombres y mujeres nacieron en
Francia a finales del siglo XVIII, ligados a la Revolución Francesa. El término
‘feminista’, por su parte, se hizo popular un siglo más tarde, cuando nació el
concepto de mujer emancipada y como sinónimo de este.
Curiosamente, la palabra ‘feminista’ tiene un origen misógino. Comenzó a
utilizarse a raíz de un escrito de Alejandro Dumas hijo, El hombre-mujer, de 1872,
en el que describía un proceso similar al de los enfermos
de tuberculosis refiriéndose a la manera en que un hombre podía ‘feminizarse’ al
apoyar la lucha de la igualdad de derechos.

El feminismo puede dividirse, tradicionalmente, en tres olas a lo largo de la


historia. La primera, nacida en la Francia de la Revolución de finales del siglo
XVIII; la segunda, desde mediados del siglo XIX y mediados del XX; y la tercera,
en la segunda mitad o último tercio del siglo XX hasta la comienzos del siglo XXI.

A lo largo de su historia, el feminismo ha ido asociado a movimientos políticos de


diversa índole, especialmente al comunismo y al socialismo, y algunas de sus
ramificaciones están asociadas con el anticapitalismo. Con el paso de las
décadas, el feminismo se ha ido diversificando, significando mucho más que la
emancipación de la mujer, s. También se asocia con otro tipo de movimientos y
activismos sociales, como el ecologismo o el antirracismo.

Conforme se han ido conquistando derechos, el feminismo ha ido ocupándose no


solo del abordaje legal o constitucional, sino que se fue complejizando y
ocupándose de otro tipo de cuestiones. Un punto de inflexión para el movimiento
es es eslogan ‘lo personal es político’ que cuestiona que han de ponerse sobre la
mesa otro tipo de debates morales, en lo que tiene que ver con la mujer como
individuo: la libertad sexual, la violación, el aborto, etc. (además de, por supuesto,
la violencia).

En occidente, la historia del feminismo ha dado lugar a que, a comienzos de la


segunda década de nuestro siglo, se comenzase a hablar del feminismo de cuarta
ola, profundamente diversificado. Así, nos hemos encontrado con una amplia
variedad de tipos de feminismo, o bien de lecturas, posiciones y puntos de vista
que derivan de una misma base: el movimiento de lucha por la igualdad entre
hombres y mujeres.

Algunos tipos engloban a otros o presentan características comunes: por ejemplo,


el feminismo radical puede tener características, o no, del abolicionista, socialista,
transfeminismo, ecofeminismo…
Feminismo y teoría (feminismo académico).

Otro punto que toca Barrancos con respecto al feminismo, se da en la entrevista,


cuando se hace referencia a las críticas del feminismo latinoamericano realizadas
por autoras como Taylor o Stolen, que lo denominan: “proto-feminismo” o
“feminismo sui-generis”, es decir, un feminismo relativizado frente a otras
posiciones de opresión como las de clase o raza. Barrancos señala por un lado,
que estas autoras pueden tener razón, ya que al contextualizar las teorías, surgen
feminismos que no son feministas, pero que de todas formas aportan una
subjetividad femenina y un derecho a ejercer esta subjetividad. Por otro lado,
Barrancos establece también una crítica al feminismo europeo e internacional, en
Francia, por ejemplo, se ha dejado de usar el concepto de patriarcado, así como
en Italia.
Para Barrancos, el feminismo latinoamericano expresa bastante bien la realidad
latinoamericana. La crítica que Barrancos establece no es tanto por el lado del
feminismo, sino por el lado de la teoría. Ella dice que tal vez, si se dispusiera de
teorías más provocativas en Latinoamérica, se pudiera expresar de una manera
más crítica la existencia de los feminismos propios.

 Feminismo fundacional.

Barrancos retoma la idea de que, en los feminismos actuales, puede existir una
reserva del feminismo fundacional que estuvo directamente ligado al concepto de
lo patriarcal. En esta dirección, Barrancos indica en la entrevista, que el feminismo
podría capturar sus antiguas formas más radicales, sus antiguos retos de visceral
contestación a la situación social de las mujeres.

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